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2016ko maiatzaren 05a
Gaur egungo informazioa
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Actualidad informativa
05 de mayo de 2016
05 de mayo de 2016
Laboral
¿Buscas empleo? Estos son los errores que no
debes cometer en una entrevista
Expertos en selección de trabajadores nos dan las claves sobre cómo afrontar
una entrevista de trabajo. La principal, ser uno mismo y huir de las respuestas
de manual.
Huir de las respuestas de manual y afrontar las entrevistas tratando de ser uno mismo son la mejor receta si se quiere triunfar en un proceso de selección. No se trata de no prepararse para la entrevista, sino de comportarse con naturalidad. "Conviene que la gente vaya sabiendo sus puntos fuertes y débiles, pero no que lo hagan con respuestas preparadas sino que se comporten tal y como son y faciliten información al reclutador", explica Encarna Maroño, directora de Recursos Humanos del Grupo Adecco. "La naturalidad y la espontaneidad son muy valoradas pero sin excesos", matizaAntonio Aranda, Team Leader del área de Corporate Finance&Human Resources de Randstad España. "Lo más importante para afrontar una entrevista con éxito es el autoconocimiento: conocer tus logros, tus éxitos, los objetivos que te has marcado en el pasado y que has podido conseguir".
Algo que parece sencillo a simple vista, pero en lo que mucha gente falla cuando se enfrenta a un proceso de selección. "A veces los candidatos están tan desesperados por encontrar un empleo que preparan tanto la entrevista que pierden espontaneidad. En las entrevistas se trata de ser honesto, tú mismo, de mostrar tu auténtico yo. No se trata de forzar ni de generar respuestas idóneas", añade Jaume Gurt, director de Organización y Desarrollo de Personas en Schibsted España (formada por las marcas InfoJobs, Fotocasa, Vibbo, Coches.net y MilAnuncios). Preguntas inesperadas
Por eso, Gurt, autor del blog CEO sin corbata, siempre recurre cuando entrevista a algún candidato a una batería de cuestiones que estos no se esperan. "Todas las entrevistas tienen que tener una parte fresca con preguntas sobre las que la gente no esté entrenada. Yo les pido que me hablen de alguna película, de un libro o de un cuento para conocerles un poco más. Cada vez es más fácil tener títulos, experiencia, pero lo que marca la diferencia es la persona: su entusiasmo, sus valores".
Con la entrevista, el reclutador, consultor o cazatalentos trata de descubrir qué persona hay detrás del Currículum, y ver si es el candidato idóneo para el puesto vacante. "Se busca ver cómo esa persona se desenvuelve en las distancias cortas y analizar así todo su potencial", sostiene Jorge Guelbenzu, director general deInfoempleo. Una entrevista es una oportunidad para venderse que no se debe dejar escapar porque a veces cuando se cierra una puerta, se abre otra a continuación. "En ocasiones según haces la entrevista te das cuenta de que esa persona no va a encajar bien para esa posición, pero sí podría hacerlo para otra", añade Maroño. Errores que se deben evitar
Y si bien es cierto que una entrevista puede ser el paso definitivo para conseguir un empleo o para establecer un contacto que pueda servir al candidato en un futuro, también puede convertirse en su peor pesadilla si comete algunos errores que los reclutadores no perdonan. La impuntualidad, un aspecto inadecuado, no apagar el teléfono móvil, hacer comentarios negativos de anteriores empleos, jefes o compañeros y mentir son algunos de los pecados que debes evitar cometer si no quieres ser descartado de antemano. "Mintiendo se pierde la confianza por completo. La gente suele mentir mucho en los idiomas y en los conocimientos que posee para intentar quedar mejor; pero con las mentiras sólo consigues que te descarten", apunta Maroño. Mostrarse receptivo e intentar que la entrevista se parezca lo más posible a una charla, sin caer en incoherencias y contradicciones son algunos de los consejos de los expertos para abordar con éxito un proceso de selección.
Aunque la experiencia y la formación siguen siendo importantes, las empresas valoran cada vez más las habilidades y las competencias de los candidatos: las ganas de aprender, la ilusión por sumarse a un proyecto, el entusiasmo, el saber trabajar en equipo, la capacidad de trabajo, la flexibilidad, la polivalencia, la capacidad de comunicación y la inteligencia emocional, es decir, la capacidad para gestionar las emociones en momentos de crisis. Y, por supuesto, que "manejen con soltura la tecnología, estén al tanto de las novedades del sector y conozcan cuantos más idiomas mejor", explica Guelbenzu. Y para descubrir si los candidatos poseen todas estas habilidades o algunas de ellas, los profesionales de selección de personal, fundamentalmente psicólogos y pedagogos, recurren no sólo a las entrevistas individuales sino también a entrevistas grupales, ejercicios de simulación, etc. Todas estas herramientas con un único objetivo: conocer a fondo al candidato. Para Gurt, "las empresas reciben Currículum muy similares y no hay nada que marque la diferencia. Se trata de buscar ese factor diferencial". "El valor único que aporta ese profesional resepecto a su competencia o su interés por la empresa, encaje con la cultura y valores o su ambición", añade Guelbenzu. La importancia de un buen Currículum
Los reclutadores no ven todos los Currículum de personas interesadas en un determinado puesto de trabajo. En primer lugar, se emplea la tecnología para filtrar por categorías (ámbito geográfico, formación, experiencia) aquellos que mejor se ajusten a las características de la vacante. Y los que resultan seleccionados son analizados por un consultor y pasan a la siguiente fase. "Por eso, es muy importante que en el Currículum se describan muy bien no sólo los cargos que se han desempeñado en el pasado, sino también las funciones que se han tenido y los logros que se han conseguido", añade Gurt. Además, apunta Aranda, conviene "adaptar el Curriculum a la oferta a la que se aspira partiendo de un Currículum base y resaltar los aspectos que resultan más idóneos para esa posición". "Y cuidar no sólo el contenido sino el formato y la estética", recuerda Guelbenzu. El candidato debe tratar de transmitir en todo momento por qué es el candidato idóneo para esa vacante. Para acudir con más seguridad, los expertos recomiendan que se informe antes sobre la compañía, sus valores, la vacante en cuestión, etc. Es decir, que acuda con los deberes hechos pero sin perder la frescura. "Valoramos mucho que el candidato muestre interés por el proyecto de la empresa y que se haya informado sobre los valores de la compañía", explica Aranda. Aunque el reclutador es el que guía la conversación, el candidato también puede preguntar. Eso sí, debe tratar de ser coherente con el desarrollo de la entrevista. "Son completamente pertinentes las preguntas sobre la compañía, las funciones que se desempeñarían en caso de ser seleccionado, la responsabilidad que se asumiría, el proyecto, etc", añade Aranda. Pero, precisa, en el tema de los salarios conviene esperar a que sea el entrevistador el que saque esta cuestión; aunque añade: "En ningún caso este asunto debe ser un criterio para descartar".
Decálogo del éxito
1.- Escuchar antes de contestar y no interrumpir al reclutador
2.- No responder con monosílabos, elaborar un discurso coherente
3.- Ser puntual. No conviene empezar con mal pie
4.- Apagar el teléfono móvil mientras dure la entrevista
5.- No dar respuestas de manual
6.- Comportarse con naturalidad
7.- No mentir en tu Curriculum ni durante la entrevista
8.- Evitar hablar mal de tu anterior empresa o jefe
9.- No mostrarse apático.
10.- Transmitir ilusión por trabajar e interés por el proyecto
Crece en España el número de accidentes
laborales en todos los sectores, según un
informe de la VIU
La mayoría de accidentes mortales se debe a métodos de trabajo
inadecuados, seguido de la no identificación de los riesgos o la información
inadecuada
Cada 15 segundos 115 trabajadores tienen un accidente relacionado con el
trabajo y cada día mueren en el mundo 6300 personas por accidentes o
enfermedades laborales
La responsabilidad penal por parte del empresario por accidente laboral de
un trabajador podría acarrear penas de 6 meses a 3 años de prisión
Las expertas en siniestralidad laboral y colaboradoras de la Universidad Internacional
de Valencia (VIU), Cristina Gabarda Méndez y Nuria Cuevas Monzonís, han elaborado
un informe en el que se desprende que, en España, en el último ejercicio, “se ha
producido un aumento de número de accidentes laborales en todos los sectores con
respecto a los producidos en 2014” siendo el sector de la construcción el que registra
una mayor incidencia.
Tanto es así, que el informe desvela que en 2015 se produjeron un total de449.223
accidentes de trabajo, frente a los 417.377 que se produjeron en 2014. A nivel
general, el mayor número de accidentes mortales tenía como causa principal la
utilización de métodos de trabajo inadecuados, la ausencia de vigilancia
competente, el diseño inadecuado del trabajo, y la no identificación del/los
riesgo/s que han materializado el accidente así como la formación/información
inadecuada o inexistente sobre riesgos o medidas preventivas.
Así se desprende del informe “Siniestralidad laboral en Europa y Latinoamérica: una
visión comparada” en el que las autoras llevan a cabo un análisis sobre el fenómeno de
los accidentes y enfermedades laborales, los cuales “representan daños individuales a
las personas que lo sufren, un perjuicio social en el entorno de la persona siniestrada y, a
su vez, un doble deterioro en el ámbito económico pues, por un lado puede afectar al
entorno del individuo afectado y, por otro lado, afecta al entorno productivo”.
En esta línea, el trabajo tilda de “preocupantes” los datos internacionales sobre
siniestralidad laboral ya que, según la Organización Internacional del Trabajo 2013,
“cada 15 segundos, un trabajador muere a causa de accidentes o enfermedades
relacionadas con el trabajo” y, en ese mismo intervalo de tiempo, 115 trabajadores
tienen un accidente laboral con un saldo de 6300 muertos al día por accidentes o
enfermedades laborales en todo el mundo.
De esta manera, en nuestro país, en 2015 el sector de la construcción destaca por
encima del resto de sectores consolidándose como el más peligroso en nuestro país, al
tener un índice de incidencia mayor al del resto de sectores. Esto significa que,
atendiendo al número de personas que trabajan en este sector, hay una mayor
proporción de casos de accidentes de trabajo o de enfermedad profesional.
La paradoja del sector servicios
Se desprende también de estos datos que hay un índice de incidencia similar en los
sectores agrario e industrial siendo, a priori, menos peligroso el sector servicios.Sin
embargo, si trasladamos estos datos a números directos de accidentes de trabajo, es el
sector servicios donde más casos se producen con casi 276.200 accidentes frente a los
47.228 de la construcción, los 93.730 de la industria o los 32.000 del Agrario.
A nivel general, el mayor número de accidentes mortales ha tenido como causa
principal factores asociados a la Organización del trabajo, la Gestión de la Prevención y
los Factores Individuales.
En el sector de la Construcción la mayoría de accidentes se producen por medidas
preventivas insuficientes o por la deficiencia de protecciones o bien, por un método de
trabajo inadecuadomientras que en el industrial, las principales causas de accidente
laboral responden a métodos de trabajo inadecuados y a la no identificación de los
riesgos.
En cuanto al sector servicios, los accidentes estuvieron motivados por una metodología
de trabajo inadecuada, la no identificación de los riesgos y por la ausencia o deficiencia
en la señalización. Así, en la rama agraria los principales accidentes se deben al
deficiente almacenamiento o empaquetado y a la formación o información adecuada.
En los últimos años, tanto los organismos supranacionales, como la Unión Europea o el
Sistema Económico Latinoamericano y del Caribe u organismos especializados como la
Organización Mundial de la Salud o la Organización Internacional del Trabajo, han
considerado la siniestralidad laboral como uno de los aspectos clave de los ámbitos
social y económico.
Las autoras recogen en el informe que “es clave llevar a cabo una correcta planificación
de la prevención desde el momento mismo del diseño del proyecto empresarial para que
de esta manera sea eficiente su aplicación”. El fin es reducir los accidentes laborales y
mejorar de la calidad del trabajo, para ello es importante “realizar la evaluación inicial
de los riesgos inherentes al trabajo y su actualización periódica a medida que se alteren
las circunstancias, desarrollar la ordenación de un conjunto coherente y globalizador de
medidas de acción preventiva adecuadas a la naturaleza de los riesgos detectados y el
control de la efectividad de dichas medidas”.
El simple hecho de infringir normas en materia de seguridad e higiene conlleva la
aplicación de las sanciones administrativas que supondrían multas de entre 30 y
601.012,10 euros y que, en caso de responsabilidad peal pueden acarrear penas de entre
6 meses y 3 años de cárcel.
Un 70% de las empleadas del hogar
continúan en la economía sumergida a
pesar de los intentos para que aflore el
empleo
Las trabajadoras consideran que los descuentos que les hacen para
pagar la Seguridad Social no les compensa con las prestaciones por lo
que no las exigen cuando son contratadas.
Alrededor de un 70% de los hombres y mujeres que trabajan comoempleados/as del
hogar no cotizan a la Seguridad Social, según los datos de USO que utiliza la
información de las altas de la Seguridad Social y las estimaciones sobre el número de
hogares que tienen un trabajador de esta especialidad. El Instituto Nacional de
Estadística (INE) considera que en España un 14,4% de los más de 17 millones de
hogares cuenta con una trabajadora regular que presta algún tipo de servicio doméstico.
Según datos facilitados por USO la afiliación a la Seguridad Social en el mes de agosto
de 2015 era en este sector de 424.428 personas. Sólo en la ciudad de Madrid hay
110.485 personas afiliadas. USO señala que en España hemos pasado de que “tener
servicio” fuera un privilegio a que muchas mujeres cansadas de las dobles jornadas
laborales, dentro y fuera de casa, "deleguen en otras mujeres, en su
mayoría inmigrantes las tareas domésticas, o el cuidado hijos/as o personas
dependientes".
Pero la crisis ha hecho que muchas mujeres hayan perdido su empleo y vuelto a casa,
por lo que han despedido a miles de empleadas del hogar o han reducido sus jornadas
laboral. El sindicato considera que la reforma del Régimen de Seguridad Social, ahora
integrado en el régimen general como "sistema especial para empleados/as de hogar ",
no ha resuelto los problemas. El hecho de no tener prestación por desempleo, o la
regulación de las incapacidades temporales, no son un aliciente a la afiliación en la
Seguridad Social. Creen que darse de alta supone una reducción de sus ingresos.
Se calcula que un total de 53 millones de personas trabajan en el servicio doméstico en
el mundo, de las que el 83% son mujeres
La secretaría de Igualdad y Acción Social de USO-Madrid lleva tiempo participando en
la plataforma Turín de entidades y personas que trabajan por la dignificación del
sector. Intentan movilizar a la ciudadanía para instar al Gobierno a que ratifique el
Convenio nº189 de la OIT que defiende los derechos básicos de estas trabajadoras. El
Gobierno no lo quiere ratificar porque las empleadas en España no tienen derecho a
paro y a la prevención de riesgos laborales. A final de verano este sindicato presentará
una Guía de Prevención Laboral para Empleadas de Hogar (Editorial Aranzadi), que
pretende resolver las dudas que tienen tanto empleadores como empleadas.
España no es una excepción en el trato a estas profesionales. "Los déficits en la
cobertura de la Seguridad Social -explican- también afectan a los países industrializados
como Italia con casi el 60% del personal o Francia con cerca del 30 por ciento del
trabajo doméstico". Los países desarrollados, según señalan en USO, tienen en
promedio una menor cantidad de horas semanales trabajadas: Suecia (31,5 horas, en
2007), España (25,9), Nueva Zelanda (21,8) y Noruega (14). Por el contrario, en los
países en desarrollo la cantidad es más elevada, como en Namibia (62 horas, en 2007),
Filipinas (53,3), Indonesia (51), Bolivia (47,2) y Brasil (36,8).
Se calcula que un total de 53 millones de personas trabajan en el servicio doméstico en
el mundo, de las que el 83% son mujeres. USO señala que los países europeos han
establecido la cobertura en la mayoría de ramas de la seguridad social, excepto para
algunas contingencias como los riesgos del trabajo, que no están comprendidos en la
cobertura en países como Irlanda. En España las prestaciones de desempleo están
excluidas.
LAVANGUARDIA.com
SALUD LABORAL
Premap dice que solo el 13 % de
empresas tiene planes de seguridad vial
Cerca de uno de cada tres muertos en accidente laboral fallece en accidente de tráfico,
según destaca la empresa de prevención de riesgos laborales Premap, que asegura que
solo el 13 % de las compañías españolas tiene planes de seguridad vial para luchar
contra este tipo de siniestros.
Con motivo de la celebración el jueves del día mundial de la seguridad y salud en el
trabajo promovido por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Premap
también subraya que un 8 % de los accidentes en el trabajo están originados por una
caída de altura sin las debidas medidas de seguridad, cuando muchos de esos accidentes
podrían evitarse con arneses que cuestan 50 euros.
Asimismo, incide en que solo el 52 % de los negocios de hostelería tienen planes de
formación en riesgos laborales o que un 15 % de los trabajadores en oficinas sufren en
algún momento de su vida laboral trastornos músculo esqueléticos como consecuencia
de trabajar en posturas forzadas.
Por otra parte, hace hincapié en que en los últimos años ha crecido el impacto de los
riesgos psicosociales, entre los que destaca el estrés, un problema que casi la mitad de
los trabajadores cree que no se gestiona bien, según Premap. EFE
Juegos en la empresa para prevenir
accidentes Las técnicas de gamificación llegan a las compañías para fomentar la seguridad
Crean sentimiento de pertenencia, porque la firma se preocupa realmente por el
asunto
Un profesional de una línea ferroviaria se distrae durante sus labores y sufre un accidente.
El empleado de unos grandes almacenes no calcula bien la carga que va a transportar y
su máquina vuelca, provocando un importante incidente. Afortunadamente no son casos
auténticos, sino recreaciones virtuales que responden a un juego, precisamente para
evitarlas en la realidad.
Si la gran mayoría de las personas se divierten y aprenden jugando, por qué no expandir
los juegos al mundo de la empresa. La gamificación es una reciente técnica que se basa,
precisamente, en esta premisa, e introduce elementos de actividades lúdicas en varios
sectores profesionales. Hasta la fecha, la mayoría de estas herramientas han estado
dirigidas a los departamentos de recursos humanos, de marketing, y a los propios
profesionales de las empresas, para transmitir determinadas competencias de cada
compañía.
También para los ejecutivos
Las herramientas de gamificación suelen estar dirigidas hacia el grueso de la plantilla. No
obstante, también hay juegos pensados para la alta dirección de una empresa.
El consejero delegado de GA Consultores, Gabriel César Jímenez, explica el
funcionamiento de una herramienta que ha lanzado su firma, en la que los directivos de
una compañía se enfrentan a un juicio tras un accidente laboral. “Así, la alta dirección
también participa en lo que le concierne, y tiene que contestar a preguntas modelo sobre
seguridad. Saben así si están haciendo las cosas correctamente en esta materia”.
La gamificación ha llegado ya a otras divisiones dentro de las organizaciones, como los
departamentos de prevención de seguridad laboral, “y los juegos han comenzado a
utilizarse también para reducir el número de accidentes laborales”, explica Gabriel César
Jiménez, consejero delegado de GA Consultores.
Lo lúdico no choca con la seguridad y seriedad, y cada vez es mayor el número de
compañías, sobre todo del sector industrial, que están recurriendo a estas técnicas en
cuestiones de protección. “Tradicionalmente, las empresas han impartido todos estos
conocimientos de una forma muy académica, en un aula, repitiendo cuestiones normativas
y de un modo muy poco atractivo”, prosigue Jiménez. Y así, lo único que se ha conseguido
es que la mayoría de los empleados desconecten durante ese trance. “Siempre se ha
relacionado la prevención de riesgos laborales con largos y aburridos procesos
burocráticos, además de poco o nada motivadores para los trabajadores”, recalca.
Por esta razón, la irrupción de dichas técnicas supone unrevulsivo para las empresas en
materia de seguridad. “Porque además de contribuir a paliar el detalle más importante, que
son los propios accidentes, también logran reducir los costes que supone tener que
afrontar una baja laboral”, afirma Jiménez, que añade cómo estas técnicas, debido a la
mala fama de la que gozan las empresas en cuestiones de formación y seguridad, también
ayudan a fomentar el sentimiento de pertenencia dentro de una organización. “La propia
plantilla también percibe que la alta dirección se preocupa realmente por su seguridad, y
que esta deja de ser un simple trámite legal con el que tienen que cumplir las compañías”.
Uno de los juegos que ha salido recientemente al mercado es Life Savers Game, lanzado
por la empresa de servicios digitales Atos, e ideado, sobre todo, para el sector industrial y
de servicios, que es uno de los más proclives para que sus profesionales sufran
accidentes. “No nos centramos únicamente en las normas y procedimientos a seguir, sino
en la creación de una mentalidad con el fin de mejorar la atención en el lugar del trabajo”,
comenta Bas Stroeken, consultor ejecutivo de Atos Consulting. De hecho, lo que consigue
es simular posibles situaciones en las que la seguridad del empleado se ve amenazada,
como un percance en una vía de tren. Es por esa razón, alude Stroeken, por la que
muchas empresas del sector ferroviario europeo se han interesado por él.
Al jugar en escenarios reales, que se basan en incidencias factibles y contrastadas,
continua el citado consultor, los empleados pueden aprender cómo intervenir de forma
efectiva y comportarse en momentos cruciales. “Se trata, al fin y al cabo, de fomentar una
cultura de seguridad en la empresa y motivar una actitud vigilante y proactiva”. Porque
como reconoce Jiménez, la gamificación no sustituye a la formación real, “simplemente
sirve para involucrar al empleado, para que sea consciente de los riesgos y quiera seguir
formándose en la materia, que es lo más difícil de lograr”. Stroeken avala esta teoría con
las cifras que han obtenido en la compañía tras las primeras prubeas. “El 75% de los
jugadores confirma que ha aprendido lecciones importantes en materia de seguridad, y el
65% afirma que ahora está más atento a posibles riesgos”.
Las posibilidades de escenarios y temáticas vislumbran, además, un enorme abanico de
juegos y objetivos. El consejero delegado de GA Consultores explica cómo estas técnicas
también están siendo utilizadas, por ejemplo, para prevenir otro tipo de
riesgos relacionados con el trabajo, “como puede ser el sedentarismo y la salud dentro de
las oficinas y despachos”, con juegos que recrean los malos hábitos y costumbres que
suelen cometerse en el día a día durante la jornada laboral”, como una mala postura al
sentarse o un ritmo de vida abocado al inmovilismo y a la falta de ejercicio”.
Morir en la cima del mundo
El Everest vuelve a recibir visitas tras las avalanchas de 2014 y 2015 que cubrieron
la montaña con un manto mortal y han dejado desierta la cumbre las dos últimas
primaveras.
KATMANDÚ.- “Jamás había visto la muerte tan de cerca hasta que estuve en el
Himalaya. Qué diablos, antes de ir al Everest ni siquiera había estado en un funeral”,
escribía el alpinista y periodista Jon Krakauer en su libro Mal de altura, donde relata su
experiencia en el desastre de 1996. No fue la primera tragedia ni sería la última. Las
avalanchas de 2014 y 2015 cubrieron la montaña con un manto mortal y han dejado
desierta la cumbre las dos últimas primaveras. Un duro golpe para el ánimo de sherpas y
alpinistas, un mazazo para la economía de Nepal.
Ahora el Everest vuelve a recibir visitas. El objetivo de sus huéspedes: emular a
Edmund Hillary y Tenzing Norgay y entrar en la lista de quienes han conquistado la
cima del mundo, un reto que se ha cobrado 300 vidas desde hace casi un siglo.
1996 fue un año negro para el alpinismo en el Everest. Tres expediciones se retrasaron
en la subida, llegaron demasiado tarde a la cumbre. En el descenso, con falta de oxígeno
y ante una incipiente tormenta, se desató un desastre en el que murieron varios
montañeros, incluidos los líderes de dos expediciones comerciales Rob Hall, de
Adventure Consultants, y Scott Fischer, de Mountain Madness. Ese año se saldó con 15
fallecidos.
Pronto se desataron las críticas. A la mala suerte se unieron las malas decisiones durante
la ruta. Era la primera gran tragedia desde que el techo del mundo empezó a ser
ascendido por montañeros que no siempre tienen la experiencia necesaria pero sí el
dinero suficiente (unos 70.000 dólares) para coronar la cima. El suceso, cuyo vigésimo
aniversario se conmemora esta temporada, se llevó el año pasado a la gran pantalla con
la película ‘Everest’.
El espíritu comercial por llegar al pico de 8.848 metros se ha disparado durante las
últimas dos décadas. Cada año se realizan centenares de ascensos desde las vertientes
nepalí y china. En total, unas 3.700 personas han subido más de 7.000 veces. Hasta
1999, la cima se había logrado en mil ocasiones, lo que da una idea de cómo ha crecido
la aventura desde entonces entre alpinistas profesionales y aficionados.
Estos últimos suelen recibir críticas por su falta de conocimientos, pero son quienes
ordeñan la vaca cuando aterrizan en Katmandú con los bolsillos llenos. “Los alpinistas
deberían al menos haber subido picos de 7.000 metros antes de ir al Everest. Algunos no
tienen ni siquiera esa experiencia, y eso no es buena señal, es peligroso”, asegura a
Público D.B Koirala, presidente de la Asociación de Rescate del Himalaya (HRA).
La ruta sur la abren los llamados Doctores de la Cascada (icefall doctors), expertos que
fijan las escaleras y cuerdas en el camino. Especialmente en la Cascada de hielo de
Khumbu, que empieza a los 5.380 metros, un peligroso glaciar imprevisible donde los
seracs y las grietas están en continuo cambio. O en el Escalón de Hillary, a 8.760, el
último obstáculo antes de tocar el techo del mundo.
“El Everest es la montaña más alta y escalarlo sigue siendo un desafío. No es fácil, pero
ahora la gente tiene más confianza porque, en caso de que haya una emergencia, hay
más personas para el rescate, más facilidades en el campamento base”, afirma a este
diario Ang Tshering Sherpa, presidente de la Asociación de Montañismo de Nepal
(NMA).
Las motivaciones que mueven a la gente a conseguir esta hazaña podrían ser infinitas.
La más famosa es quizá la más sencilla: “Porque está ahí”, respondió George Mallory a
principios de los años 20 antes de su último intento por coronar el Everest, un ascenso
en el que perdió la vida junto a Andrew Irvine.
Lo cierto es que cada persona es un mundo. “Hay gente que quiere ir al lugar más
profundo del océano, o conocer el Polo Norte. Para muchos el Everest es el sueño de su
vida”, comenta a Público Dawa Steven Sherpa, director de la agencia nepalí Asian
Trekking. El entorno es espectacular, un paraíso dentro del Parque Nacional de
Sagarmatha, abrazado por el Himalaya y la vida de las aldeas sherpas.
Para los aficionados, la expedición en sí “será la cosa más increíble que harán”,
mientras que los profesionales “necesitan tener el Everest en su currículum, es un punto
que tienen que marcar”. Además, cuando los patrocinadores escuchan en la boca de un
alpinista el nombre de la montaña más célebre se lanzan chequera en mano.
Entonces, ¿es una cuestión de ego? “No necesariamente. Hay mucho, sí, y mucha gente
lo sube para decir que lo ha subido, pero es muy difícil generalizar, es algo individual.
Igual que un actor puede serlo porque le encanta el arte de actuar o porque quiere ser
rico y famoso”, responde Steven.
Descenso del Everest
Para muchos alpinistas se trata de un desafío personal, un pulso que le echas a tu propio
cuerpo y sus capacidades. “Es un pico que tiene su propio magnetismo, está a un nivel
completamente diferente al resto”, afirma el director de Asian Trekking, que ha
culminado el Everest dos veces. Ese efecto imán lleva en ocasiones a una apuesta que
va subiendo: quien lo ha conseguido intentará repetirlo sin ayuda de bombonas de
oxígeno, por una ruta más complicada o intentará lograrlo en menos tiempo.
En el fondo es lo que decía recientemente el montañero Carlos Soria en una entrevista a
Efe sobre su intención de hacer cumbre en los 14 ochomiles: “No se puede vivir sin
retos. Merece la pena. La vida es formidable, hay que tener retos y ganas de vivir”.
Soria alcanzó los 8.848 metros del Everest en 2001.
Los expertos cuentan que, más allá del Everest, el alpinismo en sí atrapa a quienes lo
han probado. En ocasiones, se recurre a la montaña para dejar atrás problemas
domésticos o para evadirse de una sociedad moderna, urbana, dominada por el estrés.
En ese sentido, escalar se convierte en un intento por volver a controlar la vida de uno
mismo.
Otros, en cambio, han quedado marcados por sus experiencias, y su visión ya no es la
que en su día les animó a subir a lo más alto. Es el caso de Seaborn Beck Weathers, un
estadounidense que sobrevivió a la desgracia de 1996 pero que le costó la nariz y parte
de sus pies y manos. “Si no tienes a nadie que se preocupe por ti o que dependa de ti, si
no tienes amigos o colegas, y si estás dispuesto a poner sólo una bala en la recámara de
un revólver, colocártelo en la boca y apretar el gatillo, entonces sí, es una buena idea
escalar el Everest”, dijo Weathers a la BBC hace pocos meses.
“Los riesgos y la muerte son parte de la experiencia de escalar. Hay situaciones fuera de
tu control que hay que aceptar"
En mitad de todas las motivaciones se cuela un componente clave: el miedo. O, al
menos, la asimilación de los riesgos. Riesgo de tropezar, de resbalar, de un paso en
falso. Riesgo de sufrir hipoxia (falta de oxígeno) en torno a los 8.000 metros, de un frío
exageradamente helador. Riesgo de un imprevisto, una tormenta inesperada, una
avalancha incontrolable. Riesgo de perder todas tus fuerzas al tocar un techo del que
luego hay que bajar, de no poder dar un paso más porque el cuerpo pesa como un
bloque de hormigón. Riesgo de que las cuerdas fijas del Escalón de Hillary (un muro de
rocas a pocos metros del final) estén colapsadas de alpinistas y haya que esperar turno
perdiendo oxígeno a temperaturas imposibles. Riesgos, en definitiva, que el dinero no
siempre puede evitar.
“Los riesgos y la muerte son parte de la experiencia de escalar. Hay situaciones fuera de
tu control que hay que aceptar. Dicho esto, la escalada inteligente es una parte clave en
la gestión de esos riesgos”, cuenta a este diario Alan Arnette, alpinista estadounidense
que hizo cumbre en 2011.
Desde 1924 en el Everest han muerto casi 300 personas. Al menos 169 extranjeros y
113 sherpas en las dos vertientes. Un tercio de los fallecidos había optado por subir sin
oxígeno suplementario. Sus memoriales -montones de piedra en los que están grabados
sus nombres- descansan en la ruta con vistas hacia la montaña en la que perdieron la
vida.
La vertiente nepalí registra más decesos, en parte porque cuenta con más ascensos que
la tibetana. “Los dos lados son arriesgados, pero la gente prefiere el sur porque la ruta es
más corta y menos expuesta”, afirma Tshering, de la asociación de montañismo. No
obstante, el porcentaje de muertes en el Everest respecto al número de ascensos es del
4%, muy por debajo del Annapurna (35%) o el K2 (26%).
“Muchas de las muertes se podrían evitar si uno se da la vuelta ante los primeros signos
de enfermedad o no ascendiendo después de fuertes nevadas”
Numerosos sherpas fallecen en el glaciar de Khumbu por accidentes, por avalanchas o
por la dificultad de instalar las cuerdas en un terreno muy inestable. Los extranjeros, en
cambio, pierden la vida a partir del Collado Sur, a 7.900 metros, donde empieza la
conocida ‘Zona de la muerte’. Las causas más comunes: la presión por la altura, la
hipoxia, el frío o los infartos. Luego está la “fiebre de la cima”, cuando se pierde la
noción de lo urgente y lo importante: “ocurre cuando los escaladores cerca de la cumbre
ignoran las señales de peligro y se empujan hacia un lugar irrevocable, normalmente
porque se les agota el oxígeno”, señala Arnette, que cree que numerosos sucesos se
deben a errores humanos. “Muchas de las muertes se podrían evitar si uno se da la
vuelta ante los primeros signos de enfermedad o no ascendiendo después de fuertes
nevadas”.
Como si fuese una campaña de la DGT, en el Everest se repite siempre la misma
premisa: volver es lo importante. “Todos tienen el objetivo de llegar a la cima. Están los
que hasta el último momento no van a cancelar la subida, si les queda algo de energía la
usarán para subir. Pero después toca volver, llegar sano y salvo al mismo punto de
partida. La mayoría de accidentes ocurre en ese momento porque todas las energías se
han perdido subiendo”, asegura Koirala, de la asociación de rescates.
Muchos cadáveres permanecen en la montaña. Los alpinistas caen en grietas profundas,
desaparecen en precipicios o son sepultados bajo el hielo y la nieve de las avalanchas.
La montaña, explican los expertos, es un lugar en continuo cambio. Eso da lugar a que
aparezcan cuerpos décadas más tarde: el Everest, después de tragárselos, los devuelve a
la superficie.
Algunos han permanecido durante años a la vista de las expediciones que se dirigían a
la cima. El caso más famoso era el de Tsewang Paljor, un joven indio que falleció en
1996. Su cuerpo, bajo una roca a 8.500 metros en la ruta sur, acabó siendo apodado
‘Botas verdes’ por el color de su calzado. Diez años después se le unió el británico
Daniel Sharp, que pereció en esa misma cueva. El cuerpo de Sharp fue retirado al año
siguiente, el de Paljor desapareció hace dos años. El lugar era un punto de referencia
para los que subían a la arista final.
“Ver un cuerpo es un recordatorio de los peligros, una llamada para revisar cómo te
sientes y tus condiciones actuales. Yo tomo una visión pragmática de la situación al
mismo tiempo que hago una pausa para pensar en sus familiares, amigos y seres
queridos”, cuenta el alpinista Arnette, que este año intentará hacer cima en el Lhotse
(8.516 metros).
No obstante, esa escena de cadáveres en mitad de la ruta -alimentada por la prensa que
se arrastra por dosis de sensacionalismo- no es tal cual imagina la gente. “Es raro ver
muertos en el lado sur y cada vez más raro en el lado norte”, reconoce Tshering. Más
aún después de que en 2014 varios cuerpos desapareciesen. En Nepal sostienen que
fueron los equipos chinos los que limpiaron la zona antes del inicio de la temporada, si
bien en el lado nepalí también se realizan estos trabajos.
“Hemos removido la mayoría de los cuerpos que estaban expuestos en la superficie:
algunos los hemos retirado y otros los hemos cubierto con rocas para que la gente no los
vea”, afirma Dawa Steven. “Es por la dignidad de las personas, así no toman fotografías
y las suben a Facebook. Un cuerpo no es una cosa, fue una persona, tenía familia, hay
que cuidar sus sentimientos”.
Steven sabe bien de lo que habla: desde 2008 ha liderado varias campañas de limpieza
en el Everest con las que ha retirado, además de varios cadáveres, unos 15.000 kilos de
basura y desechos. “El viejo mito dice que hay mucha basura allí arriba, todos creen que
está muy sucio, pero tampoco es cierto. Cada temporada, no obstante, vuelves y hay
basura. Porque el glaciar se mueve y sale más a la superficie, pero lo que sale lo
quitamos”, explica el escalador nepalí.
Para comprender por qué hay cadáveres en el Everest es necesario entender las
dificultades que rodean al proceso de retirada en un entorno francamente adverso. Se
requieren un mínimo de cuatro personas para una tarea delicada, complicada y lenta, y
la cifra de ayudantes asciende a entre ocho y doce en zonas inestables como la Cascada
de Hielo. Todo ello a pesar de que ahora hay más facilidades como, por ejemplo, el uso
de helicópteros a mayor altura.
Lo primero, tras confirmar la muerte, es contactar con la familia para conocer sus
deseos por si quieren recuperar el cadáver, un proceso que cuesta miles de dólares. Pero
no siempre es posible hacerlo. Especialmente si está por encima de los 8.000 metros,
una altitud a la que cuesta dar un mísero paso.
"Cuando bajas un cuerpo pones en juego la vida de tu equipo de rescatadores y la de la
gente que está subiendo y bajando de la cima"
“Cuando bajas un cuerpo pones en juego la vida de tu equipo de rescatadores y la de la
gente que está subiendo y bajando de la cima. Considerando eso, para que no pase otro
accidente, a veces tienes que decir ‘no, es muy peligroso bajarlo’, y entonces lo
movemos fuera de la ruta, lo cubrimos con rocas o lo guardamos en una cueva”, cuenta
Steven, que reconoce que no es una decisión fácil, que depende mucho de las emociones
y del ánimo de los rescatadores ante los peligros que pueden producirse.
Lamentablemente los dos últimos años del Everest han estado marcados por sus dos
mayores tragedias. En abril de 2015, fallecieron 18 personas en el campamento base del
Everest por una avalancha provocada por el seísmo que golpeó a Nepal. Un año antes,
16 guías (la mayoría, sherpas) perdieron la vida por otro alud en la Cascada de Hielo,
cerca del Campo 1.
Tras ese desastre, los sherpas se pusieron en pie de guerra, negándose a volver a subir al
Everest si no había mejoras laborales. El rechazo a escalar duro más bien poco. En los
dos meses de temporada un sherpa gana 10 veces lo que ganaría en un empleo en su
pueblo, un motivo que les empuja a volver a la montaña a pesar de los riesgos a los que
se enfrentan.
Según el director de Asian Trekking, los que protestaron fueron los sherpas
independientes, habitualmente explotados, mal pagados y sin seguridad laboral. En su
empresa, dice, todos están contratados y asegurados, por lo que ninguno abandonó el
trabajo.
Ahora está empezando una nueva temporada de ascenso. Los icedoctors están abriendo
brecha con dificultades, han informado de nuevas grietas y agujeros en la ladera de la
montaña que requieren más escaleras. En la Asociación de Montañismo de Nepal creen
que se debe a los daños ocasionados por los terremotos y sus réplicas.
Las autoridades nepalíes han revalidado los permisos de ascenso para aquellos que
perdieron su oportunidad en los últimos dos años. Dawa Steven reconoce que su
agencia no está recibiendo mucha gente nueva, sino personas que no lograron ascender
entonces. Esta primavera ha decidido no cubrir la ruta por el lado tibetano, como suele
hacer, porque considera que China no está poniendo las cosas fáciles.
En todo caso, el Everest vuelve a tener invitados. Está por ver si se repite la
masificación de otros años. En todo caso, el miedo a lo que pueda pasar nunca fue un
obstáculo para pisar el punto más alto del planeta, tal como concluye Steven: “Estamos
recibiendo a personas que quieren ascender en 2017 y 2018. Definitivamente, el interés
por el Everest no está desapareciendo”.
INFORMAZIO TEKNIKO ETA ZIENTIFIKOA
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INFORMACIÓN TÉCNICA Y CIENTÍFICA
“Efectos favorables de la actividad física regular motivada en el trabajo
sobre la tensión arterial y el perfil lipídico”
Resumen:
Introducción: La inactividad física se ha incrementado de forma considerable en la
sociedad actual pudiendo acarrear efectos perjudiciales para la salud. El ejercicio
físico regular motivado en el trabajo podría ser una intervención de promoción de la
salud y preventiva con beneficios a corto y largo plazo, por lo que es importante
documentar sus efectos fisiológicos.
Conclusión: El pérfil lipídico y los niveles de tensión arterial fueron más favorables
en aquellos individuos que reportaron actividad física de forma regular a
comparación de aquellos con bajos niveles de actividad física semanal. La actividad
física autoreportada se hallaba asociada a los niveles de captación máxima de
oxígeno medidos.
“Utilidad de winmedtra para conocer la prevalencia del tabaquismo en un
hospital de referencia”
Resumen:
Introducción: La creación de lugares de trabajo sin humo sigue siendo la medida
de mayor implantación frente al tabaquismo. WinMedtra es la aplicación informática
corporativa del Servicio Andaluz de Salud para la Vigilancia de la Salud.
Conclusiones: La aplicación informática puede ser útil para tener un conocimiento
epidemiológico más exacto de la magnitud de conductas adictivas como el
tabaquismo en centros de trabajo, obteniéndose en nuestro estudio una prevalencia
de tabaquismo activo inferior a la del entorno.
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