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Universidad de San JoséMaestría en Administración de Empresas
C.U. San José, San Francisco de Dos Ríos.
Curso Economía para la EmpresaCódigo MA - 401
Análisis histórico de la economía costarricense y sus repercusiones en la
industria.
Alumnos:Cinthya Carvajal CamposAna Rodríguez RodríguezAdrián Umaña Barrientos
30 DE JUNIO DE 2012
Tabla de Contenidos
Introducción................................................................................................................................3
Capítulo 1...................................................................................................................................4
Evolución histórica de la Economía Costarricense...............................................................4
1502–1560 Periodo Colonial................................................................................................4
1560 – 1823 Modelo Tributario – Colonial.........................................................................4
1823 – 1880 Modelo Primario Exportador de Economía Integrada...............................6
1880 – 1948 Modelo Primario Exportador de Economía de Enclave.............................8
1948 – 1963 Modelo Primario Exportador Moderno.........................................................9
Funcionamiento del Modelo Primario Exportador...........................................................11
1963 – 1973 Incorporación al Mercado Común Centroamericano...............................12
1973 – 1980 Estado Empresario y Política Macroeconómica Insostenible.................14
1980 – 1984 Crisis y Estabilización..................................................................................15
1984 – 2000 Modelo de Promoción de Exportaciones y Reformas Estructurales.....18
2000 – 2011 Modelo Multiexportador...............................................................................22
Capítulo 2.................................................................................................................................25
Sectores de la Industria..........................................................................................................25
Sector Primario....................................................................................................................26
Sector Secundario...............................................................................................................28
Sector Terciario....................................................................................................................30
Sector Cuaternario..............................................................................................................31
Sector Quinario....................................................................................................................34
Capítulo 3.................................................................................................................................36
Evolución de Índices Macroeconómicos..............................................................................36
Conclusiones............................................................................................................................37
Bibliografía................................................................................................................................38
Introducción
Costa Rica era un buen candidato para alcanzar un crecimiento acelerado
durante la segunda mitad del siglo pasado. A diferencia de la gran mayoría de
países latinoamericanos, Costa Rica se mantuvo en paz bajo un sistema
democrático, y realizó enormes inversiones en educación, salud e
infraestructura social. Absorbió flujos de migración importantes, tuvo un cambio
positivo en su estructura demográfica, y su mercado laboral operó de manera
relativamente eficiente, minimizando el desempleo y el subempleo aún en
momentos de desaceleración cíclica. Aunque fue partícipe del descalabro
financiero latinoamericano de principios de los años ochenta, desde mediados
de esa década comenzó a realizar algunas reformas estructurales. Entre éstas,
se destaca una marcada apertura de la economía que condujo a un crecimiento
acelerado de las exportaciones –hasta convertirse en el primer exportador per
cápita de Latinoamérica–, a un boom de inversión extranjera, y a una
diversificación del aparato productivo. De este modo, para la década de los
noventa Costa Rica era un exportador de bienes y servicios mucho más
sofisticados que los que sustentaron su economía en épocas anteriores (De
Ferranti et. al., 2001).
Pese a lo anterior, durante las últimas cinco décadas, Costa Rica ha tenido un
desempeño económico mediocre. Si bien se registran breves lapsos de
crecimiento acelerado, esta época se caracteriza por un desempeño
decepcionante, y se compara muy desfavorablemente con lo observado en
otros países que operaron en condiciones menos privilegiadas.
Capítulo 1
Evolución histórica de la Economía Costarricense
1502–1560 Periodo Colonial.
En el año 1502, Costa Rica era ya un centro comercial para grupos de
indígenas que arribaban desde el norte y sur de América e intercambiaban
muchos de sus excedentes económicos en nuestro territorio, entre ellos y con
los pobladores de entonces. Guayabo era entonces un centro de reunión,
intercambio, celebración y aduana para los viajeros, quienes además recorrían
su camino por calzadas bien demarcadas
La población desarrollaba producciones de maíz, yuca, chayote y frijoles, lo
cual complementaban con caza y pesca. Adicionalmente habían domesticado
algunos animales como cerdos y aves. Recolectaban un sinnúmero de frutas y
producían miel. Estos grupos estaban organizados y habían dividido sus tareas
de manera que contaban con artesanos encargados de hacer vasijas, trabajar
el oro, el jade, y hacer canastos y artefactos de piedra.
Durante la colonia Costa Rica fue una zona aislada, poco productiva y pobre.
España permitía el comercio con otras colonias, con España, sin embargo, en
el país, la producción fue apenas de subsistencia por algún tiempo.
1560 – 1823 Modelo Tributario – Colonial.
El modelo tributario-colonial transcurre desde la colonización de Costa Rica,
iniciada en 1560, hasta la primera exportación de café en 1823, dos años
después de su independencia de la Corona española.
Durante esta época la propiedad de la tierra estaba bastante repartida en
chacras, que eran cultivadas por los propios propietarios; prácticamente no
existen actividades de intermediación comercial, financiera o de transportes,
salvo las relacionadas en algunos momentos con el suministro de víveres a
Panamá y la producción y exportación de cacao y tabaco.
Nos encontrábamos con una economía agraria de subsistencia familiar,
concentrada en la producción de maíz, trigo, caña y frutales; con la excepción
hecha de algunas plantaciones del Caribe de donde surgieron los fracasados
intentos de desarrollar un modelo primario-exportador basado en el cacao y en
el tabaco.
La producción se destinaba casi en su totalidad al mercado interno y, sobre
todo al autoconsumo, con la excepción hecha de los tres casos de exportación
mencionados. En 1780 España otorgó a Costa Rica el monopolio de la
producción de tabaco junto con una provisión adecuada de capital para
inversión e infraestructura. Esto permitió el desarrollo de un pequeño sector
productivo empresario.
El excedente económico generado era muy escaso, y salvo la apropiación que
realizaba el Estado colonial en forma de tributos, el resto, cuando existía,
quedaba en manos de los productores.
Dada la abundancia de tierras y la escasa población, los propietarios de la
tierra se veían obligados a explotarla directamente ante la falta de mano de
obra esclava o asalariada. La distribución del escaso ingreso era bastante
equitativa aunque el nivel de vida general sólo daba para cubrir las
necesidades básicas.
Se trataba, por tanto, de un modelo de estancamiento más que de desarrollo,
donde el crecimiento económico venía vinculado al aumento de población que
ponía en explotación nuevas tierras. La crisis de este modelo, si es que puede
considerarse una crisis, o más bien su superación, no surge con la
independencia.
La presencia del Estado colonial era insuficiente, por lo que la independencia
(en 1821) apenas alteró su funcionamiento; lo que acabó con el modelo fue el
éxito del café como producto de exportación, coincidente con el momento
político citado.
Costa Rica venía produciendo café desde los años 1808 cuando el gobernador
Tomás de Acostó inició la promoción de su siembra, en el año 1821 la
Municipalidad de San José repartía plantas de café para promover su siembra.
Costa Rica siguió comerciando Tabaco y resultó un destino interesante para
muchos capitalistas interesados en la producción de oro y otros bienes
agrícolas.
1823 – 1880 Modelo Primario Exportador de Economía Integrada.
Este modelo se caracteriza por se la etapa del monocultivo del café, en la cual
los cafetales son propiedad de nacionales, al igual que las escasas actividades
industriales, las de transporte y los servicios financieros; sólo la intermediación
internacional del café está en manos de extranjeros.
Los niveles de rentabilidad y productividad son relativamente altos al producirse
un uso extensivo de la tierra de calidad superior localizada en Valle Central.
La apropiación del excedente generado por la actividad cafetalera la realizan
los importadores de terceros países, los propietarios de los pequeños cafetales,
el Estado, pero sobre todo la burguesía que controla el beneficio del café y los
canales de exportación, la burguesía financiera que anticipa los recursos para
la producción y la burguesía mercantil-importadora que suministra los bienes
de consumo que la economía demanda.
El Estado desempeñó un papel secundario en este modelo, al tratarse de un
Estado patriarcal que trataba de garantizar las condiciones necesarias para que
la burguesía a la que representaba obtuviera sus beneficios; esta situación
cambiaría con la configuración del Estado liberal a partir de 1971.
No existe una infrautilización del factor trabajo, ya que la abundancia de tierras
permite la ocupación de cualquier excedente de mano de obra.
El nivel de vida de la población se mantenía en niveles aceptables debido a
que la tierra se encontraba suficientemente repartida y los salarios reales eran
elevados, por lo que la distribución del ingreso era bastante equilibrada.
La estructura social está conformada por una elite burguesa (agroexportadora,
comercial-importadora y financiera), una clase media de pequeños propietarios
agrícolas vinculados al café, comerciantes y artesanos, y una pequeña clase
trabajadora tanto rural como urbana.
En 1825 se decretó que quien sembrara café por cinco años en un terreno que
no tuviera dueño, podía luego de cinco años de siembra, reclamar dicho
terreno.
En 1832 se inició la exportación del café costarricense a Europa. La industria
Floreciente del café brindó la posibilidad de mejorar la calidad de vida a todo el
país e inició un modesto proceso de industrialización.
El café de Costa Rica fue una producción que mejoraba sostenidamente, tanto
en calidad como en rendimiento por la inversión constante en tecnología que
hicieron los productores de la época.
En 1870 se iniciaron obras para acceder al Caribe, para facilitar la exportación
al café. Esto a su vez produjo el desarrollo de otras producciones importantes
como el banano y el cacao.
Para 1880 Costa Rica desarrollaba nuevas industrias y el destino de sus
productos se centraba en Estados Unidos.
1880 – 1948 Modelo Primario Exportador de Economía de Enclave.
Bajo la etapa del bicultivo café-banano, van a permanecer la mayoría de los
elementos correspondientes al modelo de economía integrada, pero
coexistiendo con los elementos del modelo primario-exportador de economía
de enclave basado en el banano.
La casi totalidad de las plantaciones bananeras y la totalidad de actividad
comercial, financiera y de transporte va a estar en manos de la United Fruit
Company, empresa transnacional bananera.
Dada la baja productividad del sector el aumento de la producción bananera se
realiza por medio del uso extensivo del trabajo y de la tierra, absorbiendo un
importante volumen de mano de obra y poniendo en cultivo grandes
extensiones de la costa caribeña y pacífica.
La plantación vivía de espaldas al país, sin generar efectos de arrastre en el
resto de la economía y con infraestructuras y medios de transportes propios y
exclusivos.
La producción se destina al mercado externo, por lo que las necesidades de
abastecimiento interno del resto de la economía quedan en manos de la
producción de autoconsumo y de la importación (el café tenía el mismo
comportamiento).
La apropiación del excedente la realizaba la United Fruit Company, sin que el
resto de la economía percibiera una parte significativa de ese excedente
bananero.
El Estado liberal dio todo tipo de facilidades a la empresa transnacional y su
nivel de exigencia tributaria y legislativa fue muy exiguo, hasta las primeras
medidas de carácter socio laboral de los años cuarenta y el intervencionismo
del Estado benefactor tras la Guerra Civil de 1948.
Las plantaciones generaron un importante nivel de empleo asalariado, con lo
que contribuyeron a la conformación del proletariado costarricense, que dadas
las condiciones laborales existentes protagonizaron la primera huelga de
trabajadores bananeros durante los años treinta de este siglo.
Tabla 1. Composición porcentual de las exportaciones de bienes en Costa Rica, 1885 a 1945.
Datos en porcentajes del total de las exportaciones de bienes.
La distribución del ingreso no se vio deteriorada por la actividad bananera
debido a la coexistencia de la actividad cafetalera que incidía positivamente en
esa distribución.
La contribución de las plantaciones a la estructura social consistió en la
generación de un proletariado rural y de una nueva elite económico-política, la
United Fruit Company.
Es en esta época (1914) donde nace el Banco Central de Costa Rica con el
nombre de Banco Internacional de Costa Rica. Su principal objetivo era darle
un préstamo al Gobierno para que llenara sus necesidades fiscales y así
cumplir con las erogaciones del presupuesto nacional.
El papel del gobierno empezó a diversificarse a principios de la década de los
cuarentas, con el establecimiento de un instituto de seguridad social para dar
servicios de salud y pensiones a los trabajadores asegurados.
La diversificación se aceleró a finales de la década, cuando la primera
administración Figueres subió al poder, luego de una breve guerra civil. José
Figueres Ferrer, líder de la guerra civil, dejó una huella profunda en la política
económica y social. Figueres nacionalizó el sistema bancario, promovió el
concepto de empresas estatales de servicios públicos y abolió el ejército.
1948 – 1963 Modelo Primario Exportador Moderno.
En este periodo, los modelos anteriores van a coexistir con una política de
sustitución de exportaciones de productos agrícolas de consumo básico,
conformando la versión modernizada del modelo primario exportador de
bicultivo café-banano
Con la llegada de los socialdemócratas al poder en 1948, se inician una serie
de cambios que configuran una versión modernizada del modelo primario-
exportador de bicultivo café-banano.
La propiedad de las explotaciones agrarias no se ve alterada, pero sí la de las
empresas financieras que son nacionalizadas, para así servir mejor a los
intereses de los pequeños agricultores.
Dados los límites del uso extensivo de la tierra en las actividades cafetaleras,
comienzan a aplicarse un uso intensivo con nuevas técnicas de producción y
nuevas variedades de cafetos, así como se diversifica la producción
agropecuaria (carne, arroz, frijoles, leche, algodón...).
El Estado inicia una serie de obras de infraestructuras destinadas no sólo a
facilitar las actividades exportadoras, sino también a mejorar la calidad de vida
de la población (saneamiento, electricidad, agua, red vial...).
Bajo la estrategia de sustitución de importaciones de productos agrícolas de
consumo básico, se consigue que parte de la nueva producción agropecuaria
diversificada se destine al mercado interno, reduciendo así un elemento de
dependencia.
La actuación decidida del Estado consigue que una parte del excedente que se
apropiaba la burguesía agro-exportadora, comercial-importadora y financiera,
así como la United Fruit Company, pase por vía de la tributación y la
nacionalización bancaria a manos del Estado y por medio de su política
redistributiva al resto de la población.
El papel del Estado bajo este nuevo modelo es esencial, ya que con sus
actuaciones estimula la actividad agroexportadora y crea y mejora las
condiciones para su expansión.
La conformación del Estado benefactor trae también consigo la creación de
innumerables puestos de trabajo en sector público.
La mejora en la distribución del ingreso es sustancial debido a las políticas
redistributivas y a la elevación de los salarios, tanto públicos como privados,
dirigida por el Estado.
Desde el punto de vista de la estructura social, se debilitan los viejos sectores
de la burguesía, y se fortalecen los sectores medios al configurarse una
importante clase media con el aporte de la burocracia del Estado.
En 1950, más de la mitad de la fuerza laboral trabajaba en agricultura y 41 por
ciento de toda la producción era agrícola. Más de la mitad de esta producción
se exportaba. El banano y el café constituían el 90 por ciento del total de las
exportaciones. La industria se circunscribía principalmente a pequeñas
empresas procesadoras de alimentos y fabricantes de textiles y de zapatos.
Funcionamiento del Modelo Primario Exportador.
Los tres modelos se van a ir superponiendo en el plano temporal, conformando
así un modelo primario-exportador muy particular cuyo funcionamiento es el
siguiente.
En las fases de auge (bonanzas cafetaleras y bananeras), ante una elevación
de los precios de los productos de exportación (por un aumento de la demanda
internacional o una caída de la oferta de países competidores) se produce una
expansión de la producción y una importante entrada de capitales en país.
El excedente generado se lo apropia la United Fruit Company, en caso de
bonanza bananera, o bien, cuando se trata del café, la burguesía
agroexportadora. Ésta lo transfiere en parte a otros grupos sociales, como son
la burguesía financiera (que adelanta los recursos para la producción), a la
burguesía comercial-importadora (a cambio de productos de consumo propios
de sociedades desarrolladas), y al Estado (que según el momento lo dedica a
atender las necesidades de infraestructura, educación, sanidad, etc. de la
población).
Los salarios de los trabajadores y las rentas de los agricultores van en su
mayoría destinados a demandar productos de consumo básico que tienen que
ser importados, con el consiguiente beneficio de la burguesía comercial-
importadora.
En las fases de crisis, ante la caída de los precios del café y del banano, la
economía se deprimía, y pocos mecanismos de defensa le quedaban a Costa
Rica, ya que dependía no sólo de las exportaciones de café y banano, sino
también de las importaciones de productos de consumo básico.
No obstante, al depender Costa Rica de dos productos, aunque el efecto
arrastre del banano era débil, la coincidencia a veces de bonanzas de un
producto con depresiones del otro permitían suavizar los efectos.
Sin embargo, la toma de conciencia del problema de las crisis cíclicas, sobre
todo a raíz de la crisis de los años treinta de este siglo, fue la que llevó a la
adopción de medidas para diversificar la producción y reducir las importaciones
agrícolas. Pero a pesar de ello, la tendencia al deterioro de los términos de
intercambio ponía en evidencia la insostenibilidad del modelo primario-
exportador, enormemente dependiente de los vaivenes del mercado
internacional.
1963 – 1973 Incorporación al Mercado Común Centroamericano
Después de varios años de indefinición, en 1963 Costa Rica finalmente se
incorpora al Mercado Común Centroamericano (MCCA), lo que implicaba la
eliminación de barreras al comercio intrarregional, pero imponiendo altas
barreras arancelarias para las importaciones desde el resto del mundo.
Esto tuvo dos efectos principales: afianzó el modelo de sustitución de
importaciones y permitió aprovechar algunas economías de escala por el
acceso al mercado ampliado del MCCA. Gracias a esto, tanto Costa Rica como
los demás países centroamericanos pudieron alcanzar tasas de crecimiento
más altas. El impacto favorable se observó sobre todo en el sector industrial,
que alcanzó una tasa de crecimiento de 10,7 por ciento anual, mientras sus
exportaciones lo hicieron a una tasa anual de 31,6 por ciento. De este modo, el
sector industrial elevó su participación en el producto de 14,3 a 19,7 por ciento
durante estos años.
Sin embargo, no todo el dinamismo de la economía provino del sector
industrial. El sector agropecuario también contribuyó en forma importante al
alto crecimiento observado en este periodo, alcanzando una tasa de
crecimiento de 6,2 por ciento anual. Así, el sector agropecuario contribuyó con
1,5 puntos porcentuales a la tasa de crecimiento anual de este periodo,
mientras que la contribución del sector industrial fue de 1,8 puntos.
El significativo desempeño del sector agropecuario se debió tanto a la
revolución verde, que permitió aumentar la productividad de la tierra en forma
significativa, como a la expansión de la frontera agrícola, que llevó a un
aumento en la superficie de tierra cultivada de 22,2 a 40,2 por ciento durante
estos años.
Pese al alto crecimiento experimentado en el sector agropecuario, su absorción
de mano de obra fue baja. El empleo en este sector creció apenas 1,2 por
ciento por año, en comparación con el 4 por ciento observado a nivel agregado.
Este incremento fue absorbido sólo en una fracción reducida por el sector
industrial, pues el rápido crecimiento del empleo en este sector (4,9 por ciento
anual) fue compensado por su poca importancia relativa (en 1963 absorbía
apenas el 11,7 por ciento del empleo total). Casi todo el incremento del empleo
se dio en el sector servicios, principalmente en el sector público (especialmente
electricidad, telecomunicaciones y agua), así como en transporte y servicios
financieros.
Durante estos años se empezó a debilitar la disciplina fiscal, y el sector público
recurrió cada vez más al endeudamiento externo proveniente de las
instituciones financieras internacionales. El equilibrio fiscal se restauró hacia
finales de los sesenta, lográndose así mantener la inflación a niveles
moderados. Sin embargo, se registró un aumento sostenido en el déficit en
cuenta corriente, tendencia que se mantuvo hasta inicios de los ochenta. La
expansión del gasto público en educación y salud se mantuvo, con un aumento
significativo de la cobertura, lográndose un incremento en la expectativa de
vida de 63,3 a 68,3 años, y en la escolaridad en secundaria de 24 a 42,6 por
ciento entre 1965 y 1975.
1973 – 1980 Estado Empresario y Política Macroeconómica Insostenible
Durante este periodo, la tasa de crecimiento en Centroamérica se redujo a 3,7
por ciento anual, en parte porque durante estos años se iniciaron conflictos
armados en varios países de la región. Este fenómeno, unido al agotamiento
de la etapa “fácil” de la sustitución de importaciones, hizo que el MCCA ya no
fuera el motor de crecimiento como en el periodo anterior. En este contexto, se
otorgaron algunos incentivos fiscales para promover las exportaciones, pero
fueron muy poco efectivos ante el fuerte sesgo anti-exportador implícito en los
altos niveles de protección comercial.
Aunque la tasa de crecimiento de las exportaciones fue alta, esto se debió
fundamentalmente al aumento de los precios del café. De hecho, a precios
constantes de 1966, las exportaciones crecieron a una tasa anual de sólo 4,1
por ciento en este periodo, comparado con el 10,5 por ciento observado en
1963 - 1973. Aparte del menor dinamismo proveniente del MCCA, otro factor
negativo fue la desaceleración de las economías de los países desarrollados,
asociada al estallido de la primera crisis petrolera (1973). Costa Rica no sufrió
una mayor reducción en su tasa de crecimiento gracias al aumento de los
precios del café que generó una importante mejora en los términos de
intercambio entre 1974 y 1977.
Uno de los aspectos más característicos de este periodo fue la creación de
empresas públicas a través de la Corporación de Desarrollo S. A. (CODESA),
que se creó por ley a fines de 1972. Así, la proporción de la inversión pública
realizada por estas empresas aumentó de 9,2 por ciento en 1966 - 1970, a 18,7
por ciento en 1976 - 1979. Esta inversión se realizó en buena medida a través
del crédito de la banca comercial, que desde 1949 era manejada en forma
exclusiva por cuatro bancos estatales. La inversión pública también aumentó
en otras áreas, especialmente en infraestructura, lo cual, junto con la expansión
del empleo público, generó un creciente déficit fiscal que llegó a representar
casi 5 por ciento del PIB en 1977.
El déficit fiscal fue financiado tanto con endeudamiento interno (sobre todo
crédito de la banca estatal) como con endeudamiento externo, el que ahora
provenía principalmente de bancos comerciales extranjeros. El resultado fue un
aumento de la deuda pública total de 16,9 a 30,4 por ciento del PIB entre 1974
y 1980. A pesar de la significativa expansión de la demanda agregada, la
inflación se mantuvo a niveles moderados gracias al régimen de tipo de cambio
fijo y a la afluencia de recursos externos. Esto se tradujo en un aumento
importante en el déficit en cuenta corriente.
Finalmente, se mantuvo la tendencia hacia la mejora de los indicadores de
desarrollo humano: la escolaridad en secundaria aumentó de 42,6 a 47,5 por
ciento, y la mortalidad infantil bajó de 44,8 a 19,1 por cada mil nacimientos.
1980 – 1984 Crisis y Estabilización.
A inicios de la década de los años ochenta el país se sumerge en una crisis sin
precedentes desde la gran depresión de los años treinta, producto de una serie
de desequilibrios internos, agravados por el impacto de variaciones en el
entorno internacional.
La crisis económica que se torna visible a partir de 1979 y que alcanza su
mayor intensidad en 1982, es resultado de distintos factores:
A. El consumo interno y el gasto fiscal superaban sistemáticamente la
capacidad exportadora y los ingresos fiscales. Entre las causas externas
sobresale el deterioro de los términos de intercambio, ya que luego de
un lento proceso de deterioro (período 1950-1979), caen abruptamente
en dos años; la recesión internacional que estanca las exportaciones en
1981 y las reducen significativamente en 1982.
B. El comportamiento del sistema financiero internacional reduce la
disponibilidad de recursos y eleva las tasas de interés que desemboca
en la crisis de la deuda; y la crisis económica y política centroamericana
que comprime el comercio y la inversión extranjera y local.
El estado costarricense había crecido de manera sostenida y estaba
endeudado. Adicionalmente el mal manejo político de la situación económica
del país, llevó a suspender el pago de las deudas a acreedores internacionales.
En el ámbito local, la difícil situación externa no tuvo como contrapartida una
política económica oportuna y coherente, lo que aceleró la crisis y amplificó sus
consecuencias. Se buscó evadir el ajuste a través del financiamiento externo e
interno cada vez más oneroso. Con ello se aceleró la inflación y se perdió el
control sobre instrumentos de política claves como el tipo de cambio y la tasa
de interés. En julio de 1981 el país declaró la moratoria de la deuda externa,
interrumpiendo los flujos de financiamiento y rompiendo las relaciones con los
organismos financieros internacionales.
Los efectos macroeconómicos y sociales de ese ajuste no planeado ni dirigido
se resumen en una caída en dos años del 10% del PIB per cápita y del 20% en
el consumo privado per cápita, una duplicación en las tasas de desempleo
abierto y subempleo en 1982, y una pérdida del poder adquisitivo de los
salarios del orden del 10% anual en promedio para los años del período. Los
precios más que se duplicaron y el tipo de cambio aumentó en más de tres
veces en todo este período.
Con el cambio de gobierno de 1982, la nueva administración tiene como
prioridad restablecer la estabilidad económica e iniciar el proceso de
recuperación de la actividad económica. Para ello ejecuta un programa de
estabilización con el cual se buscaba reducir los desequilibrios financieros sin
contraer más la demanda interna y establecer mecanismos de compensación
social para aliviar los costos de la crisis y del ajuste posterior.
En el ámbito de desequilibrio externo, los problemas giraban en torno al control
del tipo de cambio y al enfrentamiento de la deuda externa. El mercado
cambiario fue controlado durante la segunda mitad de 1982 con el
otorgamiento legal del monopolio de las transacciones en dólares al Banco
Central (y con la participación de los bancos comerciales como sus agentes).
A partir de ahí se inició un proceso de unificación y estabilización del mercado
cambiario, logrando esto último mediante la institucionalización de una política
de minidevaluaciones orientada a mantener la paridad del poder de compra del
colón y a acumular divisas. Con relación a la deuda externa, el restablecimiento
de las relaciones con los organismos financieros internacionales fue la
prioridad.
El desequilibrio interno se enfrentó con una política fiscal y monetaria
restrictiva. El déficit fiscal se atacó fundamentalmente aumentando los ingresos
fiscales, inicialmente incrementando las tarifas de los bienes y servicios
públicos y ciertos impuestos indirectos y a partir de 1983 con la aprobación de
una reforma tributaria que aumentaba, entre otros, algunos impuestos directos.
El incremento de los ingresos permitió reducir el déficit consolidado del sector
público y reorientar el crédito hacia el sector privado para estimular la
reactivación. Simultáneamente se controló la tasa de interés y se llevó
paulatinamente hacia un valor real positivo. Lograda una parte importante de la
estabilidad empieza a ganar énfasis el objetivo de reactivación. Ello se da en el
marco de un menor consenso sobre la dirección, mayores presiones sociales y
un fortalecimiento de la condicionalidad cruzada entre la USAID por sus siglas
en inglés (Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo), el Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial, que buscaban una aceleración del proceso
de ajuste y por una orientación más liberal. A pesar de las dificultades para
conciliar el mantenimiento de la estabilidad con la reactivación económica, se
toman importantes medidas de política económica entre 1984 y 1985, que
tienen una orientación de mediano plazo.
En 1984 se aprueba la Ley de Equilibrio Financiero del Sector Público que
estableció limitaciones al crecimiento del gasto y el empleo público y estableció
las condiciones legales para vender o liquidar ciertas empresas estatales. Creó
también el “contrato de exportación”, como un instrumento jurídico que unifica
los distintos sistemas de incentivos a las exportaciones, aumentándolos y
permitiéndose una mayor eficiencia en su administración.
1984 – 2000 Modelo de Promoción de Exportaciones y Reformas Estructurales
Con las medidas de mediano plazo tomadas previamente, hacia mediados de
la década de los años ochenta se consolidan los esfuerzos por desarrollar un
nuevo modelo de crecimiento basado en la expansión de las exportaciones (en
particular de aquellas dirigidas a mercados fuera del área centroamericana),
con una liberalización de las políticas comerciales y del sistema financiero, y
con reformas en el Estado.
En los primeros años de este período (segunda mitad de la década de los
ochenta), como el objetivo era combinar la estabilidad económica con un
crecimiento liderado por la expansión de la demanda externa, se buscó
restringir la demanda interna para que creciera en forma subordinada a la
expansión de las exportaciones. Ello se logró mediante un aumento del tipo de
cambio real y la aplicación de una política salarial más cautelosa. Esto último
significó sustituir, en forma concertada con las organizaciones laborales, la
política de salarios reales crecientes por una de salarios reales constantes, con
lo que los trabajadores renunciaban a recuperar plenamente el poder
adquisitivo que sus salarios tenían antes de la crisis.
En esos mismos años, en el frente externo la renegociación de la deuda siguió
recibiendo la más alta prioridad. En el frente interno, se siguió reduciendo el
déficit fiscal, hasta llegar en 1988 prácticamente a un equilibrio en el sector
público no financiero. Por el lado de los ingresos, se introdujeron reformas al
sistema tributario para gravar más la riqueza y el consumo y menos la
producción y el comercio exterior. Por el lado del gasto, su control se centró en
una política salarial restrictiva, en el mantenimiento del nivel de empleo y en la
contención de la inversión pública. En el campo monetario y crediticio, la
política continuó centrándose en el mantenimiento de la estabilidad. La política
crediticia se orientó a permitir un mayor margen de operación a los mercados y
propiciar la competencia a los bancos estatales por parte de los intermediarios
privados.
En el campo comercial, se siguió con un programa de reducción arancelaria
gradual. La acelerada expansión de las exportaciones no tradicionales hizo
evidente que había deficiencias importantes en el sistema de incentivos
(contrato de exportación y certificado de abono tributario): un elevado costo
fiscal, una alta concentración de los incentivos en pocas empresas y un
estímulo al componente importado de las exportaciones.
La definición de las políticas agropecuarias fue uno de los campos más
polémicos en este período, tanto al interior del gobierno como entre éste y los
organismos internacionales. Los productos tradicionales de exportación (café y
banano) recibieron reducciones en los impuestos de exportación; mientras que
para los granos básicos se instauró una política de precios orientada a
aproximar gradualmente los precios internos a los precios internacionales; lo
cual implicó la eliminación de subsidios a los consumidores y a los productores
y la salida parcial del Estado de la comercialización.
Desde el punto de vista de sus resultados, las políticas económicas ejecutadas
en la segunda mitad de la década de los años ochenta pueden catalogarse de
exitosas, pues permitieron un crecimiento de la producción por encima del 4%
anual y de las exportaciones no tradicionales en un 27% anual. Además, el
empleo siguió mejorando, aunque a costo de un freno en el crecimiento de los
salarios reales. Sin embargo, aunque el comportamiento de las exportaciones y
de la inversión ofrecía indicios de un crecimiento sostenido.
Con el fin de lograr la estabilización macroeconómica, se unificó el tipo de
cambio y se instituyó un sistema de minidevaluaciones para mantener
constante el tipo de cambio real multilateral. Adicionalmente, se firmaron dos
Programas de Ajuste Estructural con el FMI que incluían medidas para reducir
el déficit fiscal y las pérdidas del Banco Central, así como el desmantelamiento
del sistema de subsidios en el sector agrícola. Entre éstas se destacan el cierre
de las empresas de CODESA (que generaron grandes pérdidas), el ajuste de
los precios de los servicios públicos (electricidad, telecomunicaciones y
derivados del petróleo), el control del gasto público y el aumento de los
recaudos tributarios.
El gasto público (como porcentaje del PIB) se redujo a través de la contracción
de la inversión pública, el congelamiento del empleo público (lo que afectó a la
educación), la reforma del sistema de pensiones y la renegociación de la deuda
externa. También fue importante la reforma tributaria, que implicó la creación
de nuevos impuestos, la ampliación de las bases impositivas, la mejora en la
administración y la menor dependencia de los impuestos al comercio exterior.
De particular relevancia fueron las medidas introducidas en 1987, que bajaron
los aranceles, redujeron las tasas del impuesto a la renta, aumentaron la tasa
del impuesto a las ventas, e incrementaron las imposiciones sobre ciertas
formas de riqueza. Sin embargo, pese a estas acciones, el déficit fiscal se
mantuvo elevado durante todo el periodo, oscilando entre 2 y 4 por ciento del
PIB.
La promoción de las exportaciones se inició con la apertura comercial, que
redujo el arancel promedio de 53 a 16,4 por ciento entre 1985 y 1987, y a 6,1
por ciento en 2000.
Esta disminución se logró a través de la consolidación inicial del techo
arancelario en 80 por ciento para todos los bienes (a excepción de algunos
bienes agrícolas). Posteriormente, a fines de los ochenta se redujo a 40 por
ciento y a comienzos de los noventa a 20 por ciento. Al finalizar esa década, el
techo arancelario era de 15 por ciento. Adicionalmente, cuando el país se
incorporó al GATT en 1989, se eliminaron las cuotas y las licencias de
importación.
La apertura comercial se complementó con un sistema de promoción de
exportaciones basado en el régimen de ZF y en los “contratos de exportación”.
Con este sistema, no sólo se exoneraban a las empresas beneficiarias del
pago del impuesto a la renta y de los impuestos de importación para
maquinaria y materias primas, sino que incluso se otorgaba un subsidio
equivalente al 10 por ciento del valor exportado para bienes no tradicionales
dirigidos fuera del MCCA. El régimen de ZF fue perfeccionado a fines de los
ochenta, y adquirió un gran impulso cuando CINDE (organización privada sin
fines de lucro financiada por la AID) se encargó de promocionar al país para
atraer IED. Esto produjo frutos importantes durante los años noventa y permitió
al país atraer inversión en sectores de alta tecnología, donde se destacan
empresas como INTEL, Abbott Laboratories, Baxter y Procter and Gamble,
entre otras.
Como parte de la política de promoción de exportaciones, también se deben
señalar las acciones orientadas al fomento del turismo. Entre éstas se destacan
la promulgación de una ley de incentivos al sector, que incluían la importación
de muebles y equipo libre de impuestos, así como ciertos incentivos fiscales
muy significativos para nuevas inversiones turísticas. Todo esto, sumado al
cese de los conflictos bélicos en los distintos países de la región
centroamericana, generó una expansión significativa de la actividad turística en
el país.
Finalmente, es preciso mencionar la reforma financiera. A mediados de los
años ochenta se liberalizaron las tasas de interés y el Banco Central dejó de
intervenir en la asignación del crédito entre sectores. Posteriormente se inició
un proceso gradual para permitir el funcionamiento de la banca privada. Hacia
mediados de los años noventa, ésta ya estaba autorizada para captar todo tipo
de depósitos del público. En el año 2000, la banca privada representaba
alrededor de la mitad del sistema financiero. Sin embargo, pese a todas estas
reformas, el sistema financiero sigue siendo altamente ineficiente, como lo
evidencian las altas tasas de interés y los altos márgenes de intermediación
prevalecientes en el país.
2000 – 2011 Modelo Multiexportador
Se han identificado en los últimos años varios ciclos expansivos (burbujas)
motivados, entre otras cosas, por políticas fiscales y monetarias laxas y bajas
tasas de interés, seguidos por crisis de producción, empleo, salarios y,
posteriormente, vuelta a la recuperación con nuevas políticas monetarias y
fiscales expansivas, hasta el inicio de una nueva burbuja.
La primera burbuja se incubó en la década de los 90 cuando crecieron
sostenidamente los precios de las acciones en las bolsas de Nueva York,
principalmente de carácter tecnológico cotizadas en el Nasdaq altamente
influidas por el desarrollo de la tecnología (irrational exuberance), en términos
de Allan Greenspan), durante la cual las acciones llegaron a cotizarse a
múltiplos de muchas veces sus utilidades sin que los subyacentes de utilidades
futuras se conformaran con sus respectivos valores presentes. Se le denominó
la burbuja bursátil y estalló en el año 2000.
Cuando estalló la burbuja bursátil en el 2000, el Banco Federal de Reserva
(FED por sus siglas en inglés) inició un período de reducción sostenida de las
tasas de interés, llevándolas de un 6,5 por ciento en ese año hasta 2,75 por
ciento un año después. Posteriormente, cuando se produjo el estallido de las
Torres Gemelas el 11 de septiembre del 2001, las bolsas experimentaron
nuevas y abruptas caídas y la FED redujo nuevamente sus tasas de interés
hasta un 1 por ciento, volviéndolas negativas en términos reales y
manteniéndolas muy bajas por un período prolongado, hasta el 2004.
Ahí se gestó la nueva burbuja inmobiliaria que fue motivada, entre otras cosas,
por las bajas tasas de interés e innovación financiera (subprimes y otros
derivados) que facilitó a muchos deudores adquirir viviendas sin tener
suficiente capacidad de pago.
En el 2004, la FED comenzó a subir las tasas de interés hasta llevarlas al 5,25
por ciento anual. En el 2007 estalló la burbuja inmobiliaria que, a su vez, dio
origen a la burbuja financiera y la crisis económica mundial.
Uno de los efectos más importantes de los períodos de expansión, seguidos
por bajas tasas de interés es la fuga de capitales en busca de alternativas más
rentables de inversión, como bienes inmuebles y títulos de inversión financiera
con tasas más rentables que las prevalecientes en los Estados Unidos. Costa
Rica fue receptora de esas entradas de capital.
Las fases expansivas de los ciclos económicos afectan de manera muy
diferente a las economías en desarrollo que las fases recesivas, en especial a
las economías pequeñas y abiertas al comercio internacional, como Costa
Rica.
En las fases expansivas, las economías desarrolladas se caracterizan por
disfrutar de tasas de crecimiento más elevadas, lo que influye en sus propias
importaciones, turismo, remesas y salidas de capital. Nuestros países también
reaccionan favorablemente a la expansión de las importaciones y turismo de
los países desarrollados, que significan mayores ingresos de divisas,
aumentando la inversión y la producción interna y, consecuentemente, el
empleo. También pueden reducir los índices de pobreza asociados
precisamente a los mayores niveles de exportación de bienes y servicios
(turismo) y al impacto de las entradas de capital.
En el período 2006-2008 hubo factores externos e internos que provocaron los
desequilibrios macroeconómicos observados en Costa Rica. Ambos están
relacionados. El primero se centra en las entradas de capital provenientes del
exterior, especialmente inversión extranjera directa. Costa Rica experimentó lo
que los economistas denominan un shock externo; y el segundo se asocia
directamente con las políticas monetaria y cambiaria seguidas por el Banco
Central para disuadir, precisamente, las entradas de capital.
En la primera parte del período caracterizado por fuertes entradas de capital y
apreciación de la moneda nacional, el Banco Central decidió sostener el tipo de
cambio (intervención en la banda inferior) comprando las divisas excedentes en
el mercado oficial (MONEX). Pero, al emitir colones para adquirir las reservas,
aumentó considerablemente la liquidez y se redujeron las tasas de interés.
Como consecuencia, se expandió el crédito y aumentó la inflación a niveles
que no se veían una década atrás.
Capítulo 2
Sectores de la Industria
Los sectores económicos son la división de la actividad económica de un
Estado o territorio, atendiendo al tipo de proceso productivo que tenga lugar.
Desde la publicación de las obras del australiano Colin Clark en 1940, las
actividades económicas se dividen en tres grandes sectores denominados
primario, secundario y terciario.
La hipótesis de los tres sectores
Es una teoría económica que divide las economías en tres sectores de
actividad: la extracción de materias primas (primario), la manufactura
(secundario), y los servicios (terciario). Fue desarrollada por Colin Clark y Jean
Fourastié.
De acuerdo con esta teoría el principal objeto de la actividad de una economía
varía desde el primario, a través del secundario hasta llegar al sector terciario.
Fourastié vio el concepto como esencialmente positivo, y en la Gran Esperanza
del Siglo XX escribe sobre el aumento de la calidad de vida, la seguridad
social, el florecimiento de la educación y la cultura, una mayor cualificación, la
humanización del trabajo y el evitar el desempleo.
Los países con una baja renta per cápita están en un estadio temprano de
desarrollo; la mayor parte de sus ingresos nacionales son a base de la
producción del sector primario. Los países con un estadio más avanzado de
desarrollo, con ingresos nacionales intermedios, obtienen sus ingresos del
sector secundario principalmente. En los países altamente desarrollados con
elevados ingresos, el sector terciario domina las salidas totales de la economía.
Sector Primario
El sector primario agrupa las actividades que implican la extracción y obtención
de materias primas procedentes del medio natural (agricultura, ganadería,
minería, silvicultura y pesca). Es propio de las zonas rurales.
Los procesos industriales que se limitan a empacar, preparar o purificar los
recursos naturales suelen ser considerados parte del sector primario también,
especialmente si dicho producto es difícil de ser transportado en condiciones
normales a grandes distancias.
El sector primario costarricense ha sufrido una importante restructuración
desde principios de los ochenta, debido fundamentalmente a la aplicación de
las políticas reformistas. En especial cinco grupos de medidas han influido
significativamente sobre el sector agropecuario: la liberación financiera, la
desregulación de los precios, la apertura comercial, los incentivos a la
exportación y determinadas reformas institucionales.
Si agrupamos la producción agropecuaria en cuatro categorías, productos
agrículas tradicionales de exportación (café, banano, caña de azúcar y cacao),
granos básicos (arroz, frijoles, y maiz), producción pecuaria (carne de bovino,
porcino y aves, leche y huevos) y otros productos agrícolas (los productos
agrícolas no tradicionales, más la pesca, la madera y las mejoras agrícolas)
podemos ver cómo ha variado su participación en la producción agropecuaria.
Para el caso del café, la política agrícola se centró en el fomento de la
productividad y de la calidad, para lo cual se incidió en el cambio de variedades
de plantas y en la lucha contra las enfermedades que suelen afectar los
cafetales. La caída de los precios en la primera mitad de los noventa se explica
por la extinción del Convenio Internacional del Café, que puso fin al sistema de
cuotas, hasta que en 1995 un nuevo acuerdo entre Brasil, Colombia, Costa
Rica, Honduras, Nicaragua y El Salvador volvió a elevar los precios del café,
aunque en el 2000 volvieron a caer de forma significativa.
El aumento en la participación del banano estuvo impulsado por un Plan de
Fomento Bananero desde 1985, que por medio de una ampliación del área de
cultivo, generó un importante crecimiento de la producción a partir de 1988,
coincidiendo con un periodo de alza en los precios.
La producción de cacao se ha reducido hasta niveles marginales, a pesar de
los esfuerzos realizados a mediados de los ochenta por establecer
plantaciones comerciales; la aparición de problemas de carácter
biotecnológico, junto con la caída de los precios han propiciado el abandono o
la sustitución por cultivos más rentables.
El cultivo de la caña de azúcar ha sufrido importantes modificaciones con un
desplazamiento de la producción desde el Valle Central hacia Guanacaste,
donde se ha podido aplicar técnicas de riego y mecanización más eficientes,
con el consiguiente aumento de la productividad; este hecho ha permitido que a
pesar de la caída de los precios, la participación de la producción se mantenga
por encima del 4% del total agropecuario.
La producción pecuaria, por otro lado, fue perdiendo peso lentamente durante
los años ochenta, debido esencialmente a la caída en la producción de carne
de vacuno. Los esfuerzos realizados por el programa de reactivación ganadera
propiciaron una recuperación del vacuno entre 1987 y 1990, pero la
competencia internacional y el fuerte endeudamiento del subsector han
provocado la caída de su participación desde 1990, coincidiendo con una
quiebra en la tendencia alcista de los precios que había comenzado a
mediados de los ochenta.
La producción porcina y avícola han experimentado un importante crecimiento
que ha servido para compensar la caída del vacuno, en su variedad de carne,
porque la producción de leche también ha aumentado.
El fuerte descenso de los granos básicos se debe a la modificación de la
política de precios al amparo de los PAE. En primer lugar, se eliminaron los
subsidios directos del CNP al arroz, al maíz y el frijol; en segundo lugar, se
redujeron paulatinamente los precios de sustentación de producción de granos
básicos, de forma tal que se produjo una convergencia con los precios
internacionales; en tercer lugar; se autorizó la importación privada de granos,
en caso de existir demanda interna insatisfecha. La reducción de la
participación de la producción de granos básicos, en el total ha sido bastante
significativa, explicada esencialmente por la reducción de la producción de
maíz y de arroz, mientras que la producción de frijol se mantuvo en torno al 1%
hasta 1996 en que comenzó a disminuir.
El fuerte aumento de la producción de otros productos agropecuarios donde se
incluye la mayoría de los productos no tradicionales de exportación,
favorecidos por la política comercial aplicada desde mediados de los ochenta.
Entre los productos más relevantes, podemos citar la piña, el melón, el marisco
y el pescado fresco, congelado y en conserva, las raíces y tubérculos y las
flores y plantas ornamentales.
Lo que resulta evidente es que la expansión relativa de la producción no
tradicional de exportación se ha realizado a costa de la contracción de la
producción pecuaria, mientras que los productos tradicionales de exportación
(esencialmente banano y café) siguen siendo los productos que caracterizan la
producción agropecuaria. Esto es coherente con la teoría de la ventaja
comparativa, ya que Costa Rica goza de dicha ventaja en café y banano por
sus condiciones climáticas.
Sector Secundario
El sector secundario incluye las actividades que suponen la transformación de
las materias primas en productos elaborados, es decir, la industria y la
construcción (por ejemplo, siderurgia, sector agroalimentario, etc.; la
producción de bienes de consumo en general). Se localiza principalmente en
zonas urbanas.
La transformación que ha sufrido el sector industrial costarricense desde
principios de los años ochenta es el resultado de la aplicación de las políticas
reformistas, en especial de la liberalización de las importaciones, de la
promoción de las exportaciones y de la atracción de inversiones extranjeras,
mientras que las políticas sectoriales resultaron ser un fracaso por la voluntad
política.
En el 2000 se puso en marcha el Proyecto de Desarrollo de Proveedores
Locales para Empresas Multinacionales de Alta Tecnología, cuyo objetivo es
aumentar el valor agregado nacional de la producción de las empresas
tecnológicas de las zonas francas, habida cuenta de la escasa articulación
productiva de estas con el resto de las actividades productivas nacionales. Lo
que se pretende es mejorar la capacidad tecnológica productiva de las
pequeñas y medianas empresas costarricenses y ponerlas en contacto con las
multinacionales.
La liberalización de las importaciones supuso una reducción de la protección
arancelaria nominal y efectiva que gozaba la industria, mientras que la política
de promoción de exportaciones, por medio de los incentivos y las
devaluaciones, contribuyeron a generar una protección implícita de la industria;
así, gran parte de las empresas acogidas durante la sustitución de
importaciones al contrato de industria reorientaron su producción hacia la
exportación a terceros mercado, beneficiándose de este modo de las ventajas
del contrato de exportación, por lo que la eliminación de la protección a la
industria no fue tal.
En el sector industrial la restructuración productiva no ha sido muy fuerte y
sigue predominando el esquema de producción característico de la
industrialización de primera fase (predominio de bienes finales y de consumo
masivo). Los cinco grandes sectores siguen siendo la industria agroalimentaria,
la industria petroquímica, la industria metalmecánica, la industria textil y la
industria papelera, aunque las dos últimas han disminuido su participación.
Sector Terciario
El sector terciario, finalmente, es un conjunto mal definido que incluye todas las
actividades y prestación de servicios que no pertenecen a los otros dos
sectores y que podrían considerarse como actividades de suministro de bienes
inmateriales a las personas, colectividades o a las empresas. Este sector
agrupa los servicios mercantiles y no mercantiles, especialmente el comercio
(al por mayor y al por menor), el negocio de automóviles y las reparaciones, el
alquiler de viviendas, el correo y las telecomunicaciones, los seguros y
finanzas, el turismo y el ocio, la sanidad, la educación, la asesoría, la cultura y
los servicios ofrecidos por las administraciones públicas. Normalmente, en los
países desarrollados más del 60% de la población activa trabaja en este sector
productivo y en esos casos se habla de la terciarización de la economía.
La división de la economía en distintos sectores permite estudiar su evolución a
lo largo del tiempo, pero sigue siendo bastante convencional. Las fronteras
entre sectores suelen ser imprecisas. Por ejemplo, es muy difícil determinar si
las actividades de servicios presentes en el seno de las organizaciones
industriales (servicios informáticos o de gestión) pertenecen realmente al sector
terciario o, a la inversa, si la utilización de productos industriales en los
servicios (transportes, telecomunicaciones) no modifica la definición del sector
secundario. Así, a estos tres sectores tradicionales de la economía (primario o
agrario, secundario o industrial y terciario o de servicios) se les empieza a
añadir un nuevo sector, el cuaternario.
El sector terciario y el auge del turismo
El sector servicios también se ha visto seriamente afectado por las políticas
reformistas; en particular destacan las medidas de reforma del Estado, de
fomento del desarrollo turístico, de liberalización financiera, de liberalización y
promoción de importaciones.
En el desarrollo turístico ha influido decididamente la política de promoción de
este por medio del contrato de turismo, aunque el ambiente de paz y
estabilidad política vivida en Centroamérica desde finales de los años ochenta
también ha sido un elemento significativo, por lo que puede apreciarse la
rentabilidad económica de los esfuerzos de intermediación en los conflictos
realizados por el gobierno.
El clima tropical, el atractivo de los parajes naturales ( protegidos por la política
de parques naturales), la calificación de la mano de obra con altos niveles de
educación y el conocimiento de idiomas son factores que han influido en el
desarrollo del turismo en el país. Lo que le trae beneficios al subsector de
transportes, almacenamiento y comunicaciones directamente vinculado al
aumento de las relaciones comerciales con el exterior y al auge de las
actividades turísticas.
Sector Cuaternario
Aglutina actividades empresariales y políticas con un alto grado de
especialización y relacionadas con la gestión y distribución (compra, venta y
alquiler) de la información, el bien económico fundamental. La sociedad se
centraba antes en actividades materiales de tipo industrial y ahora se aglutina
en torno a tareas que tienen que ver con el valor intangible de la información,
tales como la dirección, la alta investigación, las nuevas tecnologías y la toma
de decisiones. Se dice que ha surgido una nueva sociedad en el nuevo milenio,
la sociedad de la información o la sociedad del conocimiento, que plasma la
revolución de la información y tecnológica que se vive en el sistema mundo
actual, tal vez de similar proporciones a la industrial de finales del siglo XVIII.
Se consideran dentro del sector cuaternario las empresas que tradicionalmente
se integran en el sector industrial, pero que están ligadas con las tecnologías
de la información, como los fabricantes de ordenadores, programas de
ordenador y nuevas tecnologías (como los CAD / CAM, SIG, GPS, los portales
de Internet, etc.); las actividades relacionadas con las finanzas (cuestiones
bancarias y bursátiles, seguros, grandes negocios mercantiles, etc.);algunos
consideran también dentro del cuaternario ciertos trabajos ligados a la
información, como el realizado en las editoriales, los medios de comunicación,
las bibliotecas, consultorías y hasta las empresas telefónicas y el teletrabajo.
Caso Intel
El 26 de abril de 1997 se puso la primera piedra de la planta de Intel en Costa
Rica, dando inicio a lo que llegaría a convertirse en el vector de desarrollo más
importante del país de los últimos 15 años. Su impacto se manifiesta en
múltiples campos, entre los que destacan los siguientes:
Intel ha contribuido significativamente al incremento de la inversión extranjera
directa (IED) y el comercio de Costa Rica. Entre 1997 y 2010, la empresa ha
invertido un acumulado de US$800 millones de IED en el país, representando
un promedio anual del 6% de los flujos de inversión totales recibidos del
exterior. En el caso del comercio, su impacto en las exportaciones e
importaciones ha sido notable. Su contribución al intercambio con el exterior se
refleja en un acumulado de exportaciones entre 1998 y 2011 de US$ 23.251
millones y un acumulado de importaciones por US$18.826 millones, aportando
en promedio anualmente el 22% de las exportaciones y el 14% de las
importaciones nacionales. En el caso del empleo, Intel genera 2.800 puestos
de trabajo directos.
El establecimiento de Intel puso a Costa Rica en el mapa mundial de inversión.
Su sola presencia es un sello de garantía del clima de negocios, lo cual ha
potenciado la capacidad de atracción de inversión. Todavía hoy, 15 años
después, toda nueva empresa multinacional que viene al país quiere conocer
de primera mano su experiencia. Por su parte, Intel ha sido generosa en aliarse
con Costa Rica para la promoción de inversión.
La presencia de Intel y su continuo desarrollo en el país ha tenido también un
impacto determinante en el mejoramiento de la competitividad y esto es,
quizás, una de sus principales contribuciones. Al ser una empresa líder mundial
ha impulsado y continúa impulsando cambios fundamentales en Costa Rica en
relación con temas como las políticas educativas, la infraestructura y logística
del transporte aéreo, la calidad y costo de la energía eléctrica, la conectividad,
el régimen de zonas francas y demás. Desde esta óptica, el impacto de Intel en
el desarrollo de Costa Rica es muy profundo.
Con anterioridad al establecimiento de Intel, la participación de la alta
tecnología en el PIB y en las exportaciones era prácticamente inexistente. Hoy,
gracias a la contribución directa de Intel y de otras empresas, alrededor del
40% de las exportaciones de Costa Rica están asociadas con la participación
en cadenas globales de valor de alta tecnología.
Más aún, Costa Rica es el primer país de América Latina y el cuarto en el
mundo con mayor participación de los productos de alta tecnología en las
exportaciones de manufactura. Este cambio en la estructura productiva y
exportadora tuvo y tiene, a su vez, un impacto importante en mover la
economía costarricense, primero, de una basada en factores tradicionales de
producción a una sustentada en la eficiencia y, poco a poco, hacia una
economía fundamentada en la innovación, evolución que es crucial en el
camino al desarrollo.
La presencia de Intel en Costa Rica tiene otra multiplicidad de impactos que
podrían agruparse bajo el nombre de desarrollo social y que van desde la
generación de 2.800 empleos directos de muy alta calidad –tipo de empleos
que no existían anteriormente–, la transferencia de tecnología y de las mejores
prácticas gerenciales, los encadenamientos productivos, el derrame de
conocimientos a través de la movilidad de sus empleados, hasta, inclusive, la
transformación de las prácticas en la industria de la construcción en el país o la
evolución del concepto de responsabilidad social empresarial.
Sector Quinario
Algunos autores ya hablan de un sector quinario, relativo a las actividades
relacionadas con la cultura, la educación, el arte y el entretenimiento. Sin
embargo, las actividades incluidas en este sector varían de unos autores a
otros, incluyendo en ocasiones actividades relacionadas con la sanidad.
Los únicos sectores productivos de la economía son el agropecuario y el
industrial que producen bienes tangibles, el sector servicio no es productivo,
aunque si necesario; no produce bienes tangibles, proporcionan servicios que
les reportan ingresos a los prestadores de servicios y que, por lo tanto,
contribuyen a la formación del ingreso nacional y del producto nacional.
Hay relaciones entre los tres sectores de la economía llamadas relaciones
intersectoriales que pueden ser expresadas en forma esquemática como se
muestra a continuación.
Ejemplos de estas relaciones intersectoriales son: el sector agropecuario le
venden maquinas primas agrícolas al sector industrial y le compra fertilizantes,
abonos y maquinaria agrícola. El sector servicios le compra alimentos al sector
agropecuario, este solicita servicios financieros, comerciales y de transporte al
sector servicios, el sector industrial le vende, al sector servicios, muebles,
equipos de oficina, camiones, el sector servicios le proporciona a la industria
servicios profesionales, médicos, financieros.
Es necesario señalar también que la industria produce tres tipos de bienes:
bienes de consumo duradero, bienes intermedios bienes de consumo no
duradero y de capital.
Bienes de consumo no duradero.
Son aquellos que produce la industria y se consume rápidamente de forma
inmediata. Algunas ramas productores de bienes de consumo no duradero son:
envasado de frutas y legumbres, procesamiento de café, bebidas alcohólicas,
cuero y sus productos, imprenta y editoriales.
Bienes intermedios.
Son las materias primas y los insumos que ya han sufrido una transformación
pero que no satisfacen necesidades finales y que requieren ser transformados
para convertirse en bienes de consumo o de capital. Algunas ramas
productoras de bienes intermedios son: petroquímica básica, abonos y
fertilizantes, química básica, productos de hule.
Bienes de consumo duradero y de capital.
Los bienes de consumo duradero son los que no se consumen
inmediatamente, duran mucho y se ven consumiendo poco a poco. Los bienes
de capital o bienes de inversión son los que ayudan a producir otros bienes.
Capítulo 3
Evolución de Índices Macroeconómicos
Los indicadores macroeconómicos son estadísticas que indican el estado
actual de la economía de un estado según un área particular (industria,
mercado de trabajo, comercio, etc.). Las instituciones gubernamentales y
empresas del sector privado los publican regularmente en una fecha
determinada.
En realidad, estas estadísticas ayudan a controlar el pulso de la economía. Una
vez publicados estos indicadores se puede observar la volatilidad de los
mercados. El grado de volatilidad se determina en función de la importancia de
un indicador. Por eso es importante entender qué indicador es importante y qué
representa.
Variación en el Tipo de Cambio
El tipo de cambio (TC) es el precio relativo de la moneda de un país respecto
de la de otro. Es el número de unidades de moneda nacional que debemos
entregar para obtener una unidad de moneda extranjera, o, de manera similar,
el número de unidades de moneda nacional que obtengo al vender una unidad
de moneda extranjera. Es uno de los precios más importantes de la economía
ya que por medio de este se determinan muchos otros precios como los de las
mercancías que se exportan o se importan de un país a otro.
Hoy el régimen cambiario en Costa Rica es uno de bandas, que rige desde
octubre del 2006. Se trata de un sistema más flexible que el de
minidevaluaciones anterior, que permite al mercado definir el precio del colón
frente al dólar siempre. En nuestro caso se enmarca en una banda definida por
un techo de ¢672,05 y un piso de ¢500,00. Las bandas cambiarias varían de
acuerdo con lo que establezca el Banco Central de Costa Rica (BCCR).
Diferentes tipos de cambio que se publican en el sitio web del Banco
Central.
El de intervención se refiere al tipo de cambio de venta y compra que funcionan
como techo y piso de las bandas cambiarias. A esos precios el BCCR
interviene en el mercado con el objetivo de defenderlos.
El de referencia es el promedio de todos los precios de compra y venta que
ofrecieron bancos y casas de cambio durante el día anterior.
El de ventanilla es el TC que ofrecen las entidades financieras a sus clientes,
para transacciones por montos pequeños.
El tipo de cambio de Monex se refiere a los precios que se forman en el
mercado de monedas extranjeras (Monex) donde participan entidades
supervisadas el Banco Central y cualquier otro que sea autorizado por el
BCCR.
Efectos de la variación del tipo de cambio
Cuando el TC baja implica una apreciación de la moneda nacional, y una
depreciación, por el contrario, es una subida del tipo de cambio. EL TC se
mueve en respuesta a la mayor o menor oferta y demanda de una moneda e
inciden factores como los siguientes:
La tasa de interés: La diferencia de tipos de interés entre países determina el
movimiento del dinero afectando los TC.
La inflación: El dinero escapa de aquellos países con inflaciones más altas ya
que ello supone un aumento de la oferta monetaria y tasas de interés más
bajas.
La balanza comercial: A mayor demanda de otros países por productos o
servicios, será mayor la cotización de la moneda extranjera, lo que implica
presiones al alza del TC.
El déficit y superávit del Gobierno: Si el Gobierno está muy endeudado tiene
que recurrir a los mercados internacionales para financiarse, lo que provoca
presiones al alza en el TC.
Datos importantes del TC en Costa Rica.
En el año 1982 se registró la devaluación más grande del colón, pasó de ¢8.60
a ¢45.00 colones por dólar.
En 1984 el país pasó de tener un tipo de cambio fijo al sistema de
minidevaluaciones.
En 1992 por un periodo de dos años, el país experimentó un régimen de
flotación administrada.
En octubre del 2006, se anunció el paso al sistema cambiario de bandas, el
cual inició en el 2007, el tipo de cambio en ese momento pasó de ¢521 a ¢497.
En el año 2010 se registró la mayor devaluación del colón, el cual pasó de
¢593 a ¢505.
Producto Interno Bruto (PIB)
El Producto Interno Bruto (PIB) es el valor monetario de los bienes y servicios
finales que produce un país en un año. Esa producción surge de la utilización
de la tierra, el capital y el trabajo, y uno de los objetivos de este indicador es
medir el comportamiento global de la economía.
Por el método de gasto, el PIB es la suma del consumo (de los hogares y del
Gobierno), la inversión (incluye la formación bruta de capital y la variación de
existencias de las empresas) y las exportaciones netas (la resta entre las
ventas al exterior de bienes y servicios o exportaciones y la compra al exterior
de bienes y servicios o importaciones). Otro de los métodos para medir el PIB
es el de la producción, que suma el valor agregado de cada una de las
actividades productivas en un país. En Costa Rica, el PIB es calculado por el
Banco Central, el cual toma en cuenta 12 sectores productivos y los resultados
son publicados cada tres meses.
Existen varios mecanismos que permiten determinar cuánto produce un país.
Por ejemplo, las estadísticas de ventas, las declaraciones de impuestos, las
encuestas y los datos de empleo. Sin embargo, para poder tener una cifra lo
más cercana a la realidad, hay que evitar el problema de la “doble
contabilización”. Dado que el PIB contempla la producción de bienes y servicios
finales, no incluye la producción de bienes intermedios, es decir, aquellos que
se usan para producir otros. Por ejemplo, aunque el PIB mide la producción de
pan, no contabiliza la de trigo.
Gráfico 1. Valor Agregado de las principales industrias 2010-11 Tasas interanuales en porcentajes. */ Incluye servicios de electricidad y agua, Intermediación financiera, actividades inmobiliarias, servicios de administración pública; servicios comunales, sociales y personales. Fuente: Banco Central de Costa Rica.
Gráfico 2. Tasa de crecimiento del PIB, Costa Rica1962 - 2010. Comparado con Panamá. Elaboración propia. Fuente: Google publicada.
Gráfico 3. Producto Interno Bruto de Costa Rica, en miles de millones.
Dado que en el precio de los bienes finales está incluido el costo de la
producción, que incluye el precio de los bienes intermedios, entonces no se
considera la producción de estos últimos. Cabe aclarar que el PIB puede
aumentar por el incremento de la cantidad de bienes producida o por el
incremento de los precios y por este motivo es que se utiliza el dato del PIB
real para eliminar el efecto del aumento de los precios en su cálculo.
Balanza de Pagos
La Balanza de Pagos representa la proporción entre la cantidad de pagos
recibidos del exterior y la cantidad de pagos efectuados hacia el exterior. En
otras palabras, muestra las operaciones totales de comercio internacional, el
balance comercial, el balance entre las exportaciones y las importaciones y los
pagos de transferencias. Si los pagos recibidos exceden los pagos a otros
países y a organizaciones internacionales, el balance de pagos es positivo. El
superávit es un factor favorable para el crecimiento de la divisa nacional.
La Balanza pagos está dividida en dos partes, la cuenta corriente, que es
donde se anotan las importaciones y exportaciones de bienes y servicios entre,
otros rubros, y la cuenta de capital y financiera, que es donde se anotan las
transferencias de capitales, las adquisiciones de activos no financieros y la
inversión extranjera directa.
Históricamente Costa Rica ha tenido un déficit en su cuenta corriente porque
importa más de lo que logra exportar. La cuenta de capital y financiera se ha
caracterizado por ser superavitaria, pues recibe más dólares de los que
egresan, es decir, que Costa Rica es un país receptor de capitales.
La balanza de pagos registra las transacciones económicas para un periodo de
tiempo determinado entre los residentes y los que no son residentes de la
economía. Lo anterior incluye cualquier valor económico o traspaso de
propiedad que efectúen quienes participan en esa determinada economía. El
momento de registro de una transacción corresponde al traspaso en la
propiedad.
Los recursos que el país gana, sean en dólares o cualquier otra moneda, son
gastados en la demanda de bienes y servicios que no están disponibles dentro
del territorio costarricense, es decir, en el pago de las importaciones.
Vehículos, computadoras, maquinaria, materias primas y algunos alimentos
que vienen del exterior son parte de los rubros que se deben pagar con las
divisas generadas. Esta es la mayor cuenta correspondiente a egresos dentro
de la cuenta corriente nacional.
También existen otras formas de erogaciones de divisas, por ejemplo la
inversión que realicen las empresas nacionales en otros países y el pago de
deudas que el Gobierno o, incluso, el sector privado contraiga fuera de las
fronteras. Por ejemplo, la emisión de bonos internacionales por parte de Costa
Rica y que son comprados en mercados internacionales, obligarán al país a
enviar con frecuencia los pagos de los intereses que devengan esos
instrumentos.
No obstante, los números negativos en la balanza de pagos no representarán
siempre una salida de dólares en efectivo dado que se registran todo tipo de
transacciones económicas entre los residentes y no residentes y estas pueden
ser simplemente la contabilización de un valor económico de un algo que
ingresó al país, pero por lo cual fue innecesario hacer un pago.
Otra de las formas en que salen recursos de la economía local es cuando las
empresas que realizaron inversión extranjera directa (IED) logran obtener
ganancias o rendimientos por lo que aportaron. Esos egresos quedan
contabilizados aunque no necesariamente representen una salida de efectivo,
pues si una empresa decide reinvertir los recursos el dinero se quedará en
Costa Rica, pero siempre debe quedar registrado como un egreso de recursos.
La posibilidad de mover recursos afuera del país permite que cualquier persona
o empresa pague por bienes y servicios que no encuentre en Costa Rica. La
tenencia de divisas y la posibilidad de enviarlas al exterior hace que esas
compras internacionales se puedan realizar, este es el caso de la compra de
combustibles.
Las erogaciones de divisas permiten, además, que el país o las empresas
hagan frente a las obligaciones que tienen en el exterior, por ejemplo, el pago
de préstamos. Los proyectos más grandes de inversión, como carreteras,
usualmente necesitan de financiamientos que se deben obtener en entidades
extranjeras y los pagos respectivos se pueden hacer gracias a ese movimiento
de las divisas.
La salida de divisas es importante en una economía debido a que se debe
importar una cantidad considerable de materias primas y bienes de capital para
poder elaborar los productos que se exportan.
Como en cualquier cuenta, una mayor salida de recursos frente a las entradas
representa un problema para la balanza de pagos, pues significa que se gastan
más recursos provenientes de la producción o de los ahorros con respecto a
los ingresos.
Si las salidas de divisas, en este caso dólares, superan por mucho a los
ingresos en la cuenta corriente se ocasionará una escasez de la moneda, que
a su vez tiene un impacto de presión al alza en el tipo de cambio. Si ese
balance en la balanza comercial se llega a salir de controles cuando se
encarecen las operaciones en el exterior. El seguro contra este tipo de
emergencias son las reservas internacionales, que ante eventualidades
permiten atender obligaciones financieras o pagos de importaciones.
Un déficit en la cuenta corriente obliga a que el país incurra en endeudamiento
con el exterior, lo que termina por subir el tipo de cambio y, cuando esto
sucede, los bienes y servicios que provienen de otros territorios terminan por
encarecerse.
Otro de los inconvenientes de un desbalance es cuando la salida de las divisas
es excesiva para bienes terminados y de lujo, pues son valores que no entran
en la capacidad productiva del país y, por lo tanto, tampoco contribuyen a la
producción o generación de más exportaciones.
Una desventaja más de la salida excesiva de recursos, junto con una débil
recaudación de impuestos, es la eventual disminución de las reservas del país,
las cuales se utilizarán para pagar las obligaciones en el exterior.
Gráfico 4. Balanza por cuenta corriente de Costa Rica. (US$)
Índice de Precios al Consumidor
El Índice de Precios al Consumo (IPC) es probablemente el indicador de
inflación más importante. Representa cambios en el nivel de los precios
minoristas para la cesta básica del consumidor. La inflación está ligada
directamente al poder adquisitivo de una divisa dentro de sus fronteras y afecta
su posición en los mercados internacionales. Si la economía se desarrolla en
condiciones normales, el aumento del IPC puede llevar a un aumento en los
tipos de interés básicos. Esto, a su vez, provoca un aumento en el grado de
atractivo de una divisa.
En el 2011, el país cumplió 100 años de disponer de cifras sobre inflación. Ese
objetivo se logró, en parte, recurriendo a la teoría cuantitativa del dinero, con
base en la cual M. Friedman, en 1968, dijo: “La inflación es siempre y en todo
lugar un fenómeno monetario y solo puede producirse por un crecimiento más
rápido en la cantidad de dinero que en el volumen de producción”. Entre 1911 y
el 2011, el nivel inflación promedio en Costa Rica fue del 11%.
En la década de 1910, la inflación fue del 18%, oscilando entre 1% en 1911 y
71% en 1919. En este último año, el relativo alto nivel de inflación es explicado,
casi exclusivamente, por la crisis local provocada por la I Guerra Mundial. Una
descripción final del impacto de esa crisis se halla en la tesis: “Las
subsistencias en una coyuntura de crisis, Costa Rica 1914-1920”, Escuela
Historia, UCR.
En los años 1920, Costa Rica implementó una Caja de Conversión con el
objetivo de minimizar el efecto negativo de la volatilidad del tipo de cambio en
la economía. La inflación promedio en esos años fue de 7%, variando entre un
30% en 1925 y un -7% en 1920. La Caja de Conversión, iniciada en 1924,
quedo sin efecto a principios de 1930 debido al impacto adverso de la Gran
Depresión en 1929.
El país, así, empezó los años 1930 con una inflación de -15%, a la postre el
nivel mínimo en esos diez años. El promedio para la década fue del 4%,
mientras que la inflación máxima alcanzó el 15% en 1934. Esta década es
crucial para la nación: en 1936 se funda el Departamento Emisor (“banco
central”), órgano anexo al Banco Nacional de Costa Rica. Desde entonces,
para medir la inflación se utiliza, mes a mes, principalmente, el Índice de
Precios al Consumidor (IPC).
Los años 1940 fueron inaugurados con una deflación del 2% en 1940. El efecto
negativo de la II Guerra Mundial se notó, entre otras cosas, en la inflación, la
cual alcanzó el nivel más alto, 29%, en 1943. El nivel promedio de inflación en
esa década fue de 9%.
En 1950 se funda el Banco Central de Costa Rica.
En las décadas de 1950, 1960 y 1970 el país vivió un período de inflación
relativamente baja y, en particular, poco volátil. Los saltos babélicos
inesperados en los niveles de inflación en la crisis económica de 1980-82 creó
la generación de la “inflación crónica” en Costa Rica, la cuál nació, creció y
aprendió a coexistir con tasas de inflación mensuales anualizadas entre el 10%
y el 50% durante más de 26 años (de junio de 1983 a abril de 2009). De esa
forma, Costa Rica inicia los años 2010 con una inflación del 6% en el 2010 y
5% en el 2011.
Como hemos observado, la inflación es un fenómeno perenne en la historia
económica del país. El cambio de una economía estrechamente agrícola
(1911-1979), a una economía más orientada a la industria y a los servicios
(1980-2011) ha variado el impacto en la distribución de riqueza que causa la
inflación. Sin embargo, el efecto distributivo de la inflación persiste.
Año IPC Tasa de inflación (%)
1977 115.7 4.17
1978 122.6 6.01
1979 133.9 9.19
1980 158.2 18.12
1981 216.8 37.06
1982 412.1 90.12
1983 546.5 32.62
1984 611.9 11.95
1985 703.9 15.05
1986 787.3 11.84
1987 920.0 16.85
1988 1152.7 25.30
1989 1267.4 9.90
1990 1612.8 27.25
1991 2020.8 25.30
1992 2364.4 17.00
1993 2577.2 9.00
1994 3090.0 19.90
1995 3788.4 22.60
1996 4311.2 13.80
1997 4794.0 11.20
1998 5383.7 12.30Cuadro 1. Costa Rica: Índice de Precios al Consumidor (IPC) y tasas de
Inflación anuales, 1977-1998.
Indicadores de Empleo
Los indicadores de empleo reflejan la salud general de una economía o de un
ciclo de negocios. Para entender cómo funciona una economía, es importante
saber cuánto empleo se está creando o destruyendo, qué porcentaje de mano
de obra es activo y cuántas personas están solicitando nuevos subsidios de
desempleo. Para medir la inflación, también es importante controlar a qué ritmo
aumentan los sueldos.
Gráfico 4. Tasa de Desempleo de Costa Rica.
Conclusiones
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