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UNIVERSIDAD DE MEXICO:'JI

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-J. V. M.

co continuará su viaje errante mientraslos pasajeros regresan a la ciudad, al ol­vido, a una realidad que no sabremosnunca si es la verdadera por tangible.

CALIFICACIÓN: 90.

EXAMEN: Novela, fábula, sátira social,obra de tesis y hasta aventura policial,Los premios es, sin duda, un libro im·portante que no dejará de provocar en­cendidas controversias e imitaciones.Consecuencia y resumen de trabajos an­teriores, hemos dicho; pero también surechazo, burla y desprecio. La realidad,la temporalidad, el azar que rige y sos·tiene a una y otra, la temática funda­mental de Cortázar, se expone aquí bajola distorsión de una mirada terrible porfría, que está consciente de su grandezay su miseria. Dueño de un implacableoficio, víctima de un desmedido y peli­groso afán de intelectualización, Cortá­zar nos entrega con Los premios su pro­pio pastiche a la vez que la prueba máscontundente de su talento de narrador,del dominio de un lenguaje y un mun­do que le pertenecen por completo. Lonatural de los diálogos, la fluidez deldesarrollo de la trama, continúan los ha­llazgos de Torito y El persegwidol', acasosus cuentos más notables. La estructura­ción de los personajes, el encuentro derasgos propios, proceden de Los buenosservicios, de Final de juego. La alucina­ción de la realidad, la batalla libradaentre el sueño y la presencia, entre locierto y lo ya vivido, entre lo anterioryel presente concreto, vienen de Axó/otl,Las babas del diablo, El móvil, La puertacondenada. y La noche boca arriba, cuen­tos en los que Cortúar inventa y sos­tiene una nueva y áspera visión del tiem­po dislocado en el juego de la fantasía,y en la lenta y dolorosa acusación de laservidumbre humana. Continuación yprocedencia, hallazgo definitivo; tambiéndesprecio, escamoteo, divertimiento.

Construida como un vasto mural, lanovela prende al lector que cae, sin re­medio, en la trampa preparada con as­tucia: el símbolo, la tentación metafí­sica, el misterio de esa realidad, son re­sultado de un truco hábilmente cons­truido por Cortázar. Se trata, nos advier·te en terminante nota, de un pasatiempofabricado como protección al mundo, talvez de un brillante ejercicio literario, dt'una prueba. Los personajes no cuentan,el mundo no cuenta, el lector no cuen­ta; nada quiso decirnos Cortázar, nadamás que sacarnos la lengua y cantarnosesa antigua y popular canción española:"Nadie con el tejo dio y yo con el tejodí." Sólo que Cortázar cae también ensu propio engaflo; animado por el juego,se deja llevar, se toma en serio y nusentrega muchos de los elementos cla­ves y de las páginas decisivas para juz­gar y valorar su posición estética, su ta­rea de escritor. El mundo que satirizay que destroza resulta, a fin de cuentas,el mundo más firme y doloroso de esteexcelente constructor de realidades, !:tafirmación rotunda de todo lo que tratade negar.

Otros hablarán de la tipificación depersonajes, de la pedantería. intelectual,del conflicto entre lo argentll10 y lo eu­ropeo, del fondo y el trasfondo de Lospremios, de Kafka y Hux!ey y Durre~I.

Nos conformamos con depr constanCIade una excelente novela, de un autorque no nos resulta indiferente.

porque al fin y al cabo estamos empezan­do. Echando a perder se aprende. Echan­d~ a. perder al público sobre todo. ElpublIco va porque allí está su sobrinitah~ciendo el papel de no sé qué, pero eldla q?e llegue una compañía de fuera,¿a que va? ¿a pasar un mal rato en valde?y es que en todo este "renacimiento" ~eha tomado en cuenta todo menos lo esen­cial, que es que el teatro es, entre otrascosas y sobre todas ellas, un placer. Unplacer para el que lo escribe, para el quelo representa y para el que lo ve. Unplacer que, como todos los placeres, sepaga muy caro con trabajo, con ham­bres y con dinero. Un placer que quitatiempo, que modifica el carácter, queproduce hábito, que puede hacer perderla respetabilidad. La única manera dehacer que la gente vaya al teatro esdarle un teatro capaz de producir pla­cer, y ese teatro sólo se logra cuando es­tá hecho con placer. Querer fomentar elteatro con medios externos es como que­rer fomentar el alcoholismo con unapropaganda que diga: "Beba usted hastacaerse". El teatro es algo mucho más na­tural, y mucho más sencillo y mucho másimportante que un deber cívico.

EXPLlCIT: Julio Cortázar, Los prem,ios.Editorial Sudamericana. Buenos Alfes,1960.

ABIERTOS

-J. G. T.

LIBROS I

NOTICIA: Autor de tres excelentes volú­menes de cuentos (Bestiario, 1949, Fi­nal de juego, 1956, Las armas secretas,1959) y una de las figuras más originalesde la literatura hispanoamericana denuestros días, Julio Cortázar (1916) nosofrece' ahora su primera novela, conse­cuencia y resumen a la vez de sus tu-bajos anteriores. .

Es difícil referirse a Los pr'emlOs -obrasólida, rica, compleja- a partir de unesquema lineal. El asunto se mueve e?planos múltiples e interesa órdenes dI­versos. Exteriormente, podría sintetizar~e

así: un grupo de personajes -de ~ipos

claves que pueden tomarse, en CIertaforma, como símbolos, productos de to­das las clases sociales- se reúne, graciasal azar de una lotería, para emprenderun viaje a bordo del Malcolm, buquede nacionalidad desconocida. Como nos­otros, los pasajeros no saben nada del iti­nerario, ignoran el mecanismo que mue­ve la realidad de que son causa y efecto,y se hallan a merced de lenguas extra­flas y de una tripulación invisible. Ape­nas embarcados, inician su mutuo cono­cimiento entre un fárrago de conversa­ciones intelectuales, la ferocidad del ar­O"ot bonaerense y los soliloquios delibera·damente crípticos de uno de ellos. Elviejo terminará mal, a los tres días: lacuriosidad, la creciente inquietud de unaparte de esa sociedad, se agrava por larevelación de una epidemia de tifus (noconfirmada) que impide el acceso a lapopa del barce.>' Aislados, víctim;>s. ne sí

"uismos, redUCIdos al orden y estImula­"W·">·S!.' . ',. ;:::·:~,:.~'<)t;l>f, dos por lo desconocido y la avemura,

': ,j¡.~~.I.~.'.,.;f.~:~.;~:..::j, 't:~.~i.:;'7·:..I..:.;..':'./i.~¿~.;-~;¡.j algunos de los personaj~s .se .rebelan ,y., ,,\~rt>.· ·C... ,...,;;. .:;; }~!-::~;,. cruzan la frontera prohIbIda, les gUla::r\¡,';{'¡;~ ,;'~'~',.' ...•.;c ·-:'··<_'>i.&~~'t!A1.. ~~"ft un fals?, alie.nto mes~á~ico. La ropa

. .~. "":~~ .. -' -tentaclOn pnmera y ultIma- confIrma. . ~~é- .. '~~ lo ya previsto: nada hay en ella sino la

~ - desolación, el vacío y la muerte. El bar-

EXPLlCIT: Octavio Paz. Libertad bajo pa­labra. Fondo de Cultura Económica,México, 1961. 316 pp.

ya está." S.k claro, y el público, tres .ho­ras mirando un mamotreto. Jorge VIlla­señor propuso una felicitación a los mu­chachos por haber escogido tan buenaobra, y yo propuse un voto de censur:tpor despedazarla. y el público, como decostumbre, impávido, aguantando a quepase el mal rato y poder irse a sus casas.No faltará quien diga: "Paciencia, queestos muchachos están empezando." Pe­ro yo no estoy empezando. ¿Qué es estode querer que todo el mundo haga tea­tro? El "renacimiento" tan mentado delteatro en México consiste en que el tea­tro se puso de moda. Ha sido aceptadocomo una actividad "cultural", benéfi·ca para el espíritu, como la oratoria ola declamación. Entonces, es "bueno" po­ner obras y es "bueno" verlas, porquees una actividad de gente culta. Si Gua­najuato tiene un grupo de teatro expe­rimental, Querétaro, que es una ciudadcuatro veces mayor tiene que tener tresgrupos experimentales. Ahora bien, nohay que hacer teatro a la española, por­que eso no está de moda, hay que hacerteatro moderno, es decir, naturalista.¿Que eso requiere estudio y profesión?No importa, se hace lo que se puede,

ILOS

NOTICIA: Poesía. Con naturales excep­ciones, se recoge toda la obra poética deOctavio Paz, hasta hoy dispersa en volú·menes de difícil o imposible adquisición.El primer libro incluido es Bajo tu clarasombra (1935-1938); el último, La estil­c:ón violenta (1948-1958).

EXAMEN. No poco se ha escrito sobrela poesía de Paz. Mucho más aún habráde escribirse en lo futuro, si la justicialiteraria prevalece. En estos poemas con­fluyen numerosas tendencias, diversas es­cuelas. Se advierte sobre todas la huella,madurada, del surrealismo. Pero no es,nunca ha podido serlo, un ortodoxo deningún sistema. Personal y profundo,brilla aquí un buscador audaz e insa­ciable. Sabe de buenas retóricas, sin de­jar por ello de superarlas una y otravez. Complejo, de complejidad necesa­ria, y no accidental ni oropelesca, deva­na sus imágenes asimilando todas laslecciones, mas con la mirada perpetua­mente puesta en el horizonte inexplo­rado. En su obra, la audacia no excluyela disciplina; ni la disciplina niega laaventura.

CALIFICACIÓN: 100.