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UNIVERSIDAD DEL ISTMO Facultad de Educación
Guía para formar virtudes en los hijos en la Primera Infancia
MICHELLE CARRANZA JUI GUATEMALA, JUNIO 2010
UNIVERSIDAD DEL ISTMO Facultad de Educación
Guía para formar virtudes en los hijos en la Primera Infancia
Trabajo de Graduación
Presentado al Consejo de la Facultad de Educación de la Universidad del Istmo
por
MICHELLE CARRANZA JUI
Al conferírsele el Título de
MAESTRÍA EN EDUCACIÓN DE VALORES
Guatemala, junio 2010
Indice
Introducción i
I Marco conceptual 1
1.1 Antecedentes 1
1.2 Justificación 6
1.3 Modelo Pedagógico 10
II Marco Teórico 12
2.1 Fundamentos Antropológico 12
2.1.1 Características de Desarrollo de la Primera infancia. 13
2.2 Fundamentos Axiológicos 18
2.3 Fundamentos Èticos 21
2.4 Fundamentos Pedagógicos 24
2.5 Valores y Virtudes 28
2.6 Rol de la Familia en la Sociedad 30
2.6.1 Rol de los padres como modelos educadores. 30
2.7 Períodos sensitivos 31
III Marco Metodológico 35
3.1 Solidaridad 35
3.1.1 Concepto de Solidaridad 35
3.1.2 Obras incidentales de la Solidaridad 35
3.1.3 Actividades para fomentar la solidaridad 36
3.2 Respeto 37
3.2.1 Concepto de Respeto 37
3.2.2 Obras Incidentales de Respeto 37
3.2.3 Actividades para fomentar el respeto 38
3.3 Generosidad 38
3.3.1 Concepto de Generosidad 38
3.3.2 Obras Incidentales de Generosidad 39
3.3.3 Actividades para fomentar la generosidad 39
i
INTRODUCCIÓN
Los padres son los primeros educadores de sus hijos, y son quienes llevan
el rol protagónico en la formación integral , en primer lugar porque nadie les amará
más que ellos y en segundo lugar porque son quienes mejor les conocen y les
acompañarán a lo largo de su vida.
Los profesores y el centro escolar son un apoyo para los padres en la ardua
tarea de formación. Es la razón por la que tanto padres como educadores deberán
formarse y aprender todo lo concerniente a valores y virtudes para poder formarlas
y fortalecerlas en sus hijos.
La primera infancia es una edad ideal para todo aprendizaje, los niños de 0
a 6 años se encuentran en una etapa en que la mayoría de períodos sensitivos se
hacen presentes, estos son los períodos en que será más efectiva la enseñanza.
La educación en valores debe dar inicio en esta etapa, en que los niños acogerán
con mayor naturalidad todos los aprendizajes, incluyendo las virtudes que les
ayudarán a cumplir metas y a vivir con rectitud.
El marco ideal para la formación de virtudes es la familia, por lo que es de
vital importancia que los padres conozcan las virtudes, las vivan y transmitan a sus
hijos, como una huella imborrable que les distinga como seres humanos.
1
I Marco conceptual
1.1 Antecedentes
Como fruto de la Práctica supervisada de la Maestría en Educación de Valores,
impartida por la Facultad de Educación de la Universidad del Istmo, y realizada
con las profesoras del Centro Escolar Las Charcas en el año 2009, se concluyó
que si bien es cierto que “la formación de los docentes es necesaria para la
educación en valores de los alumnos, también es muy importante que los padres
de familia conozcan la importancia de fomentar y vivir las virtudes humanas dentro
de un ámbito familiar”1.
Por otro lado, el Currículum Nacional Base (CNB), del Sistema de Educación
Nacional, menciona dentro de sus objetivos “Fortalecer y desarrollar los valores,
las actitudes de pluralismo y de respeto a la vida, a las personas y a los pueblos
con sus diferencias individuales, sociales, culturales, ideológicas, religiosas y
políticas, así como promover e instituir en el seno educativo los mecanismos para
ello”2. Es decir que la formación en virtudes y valores debe ser sistemática y
formal, en un ambiente educativo, tanto en la familia como en el centro educativo.
El CNB, busca “infundir el respeto y la práctica de los Derechos Humanos, la
solidaridad, la vida en democracia y cultura de paz, el uso responsable de la
libertad y el cumplimiento de las obligaciones, superando los intereses individuales
en la búsqueda del bien común”, 3 esto se logrará después de un progreso largo
que empieza en la primera infancia, con pequeñas enseñanzas diarias y el
ejemplo de los padres.
1 Cfr. Carranza, Michelle. Programa de valores para docentes: Práctica Supervisada, Maestría en Educación en Valores. Guatemala: Universidad del Istmo, 2009. 2 Ministerio de Educación. Currículum Nacional Base. Guatemala: 2007 p.7 3 Ibid.
2
David Isaacs en su libro La educación de las virtudes humanas y su
evaluación, asegura que “la familia está en crisis”4, entendiendo por crisis la falta
de valores en la sociedad, fruto de la familia. Isaacs, menciona también que las
relaciones en la familia son fundamentalmente naturales, esto facilita la formación
de padres a hijos.
Fernando Corominas, en su libro Educar hoy, hace referencia a la gran
responsabilidad que tienen, actualmente, los padres, no solamente de educar a
sus hijos, sino educarlos bien. “Es importante hacer conscientes a los padres de
hoy de su tarea indelegable, ya que ni el trabajo dentro o fuera de casa, ni el
ambiente, ni la falta de tiempo deben ser una razón que justifique que los hijos no
lleguen a ser personas libres y responsables”5. Son los padres, como primeros
educadores de sus hijos los responsables de criar hombres y mujeres con criterio,
que tomen decisiones e impregnen el mundo de hábitos buenos.
Corominas menciona que es diferente educar hoy que hace algunos años, los
padres del siglo XXI se enfrentan con una serie de situaciones que pueden sumar
dificultad a la formación de los hijos. Sin embargo es posible hacerlo, siempre y
cuando el padre tenga la intención. Las ciencias de la educación no se han
quedado atrás, hay mucha información con la que los padres pueden contar para
guiar el aprendizaje de sus hijos.
Juan José Javaloyes asegura que para educar, “es importante que los padres,
previamente conozcan el arte de educar”6, con esto se comprueba nuevamente
que un padre que no se forma no podrá formar a sus hijos, pues no sabrá
transmitir conocimientos que no conoce y que no vive.
4 Isaacs, David. La Educación de Las virtudes humanas y su evaluación. Navarra:Ediciones Universidad de Navarra 2002. p.15 5Cfr. Corominas, Fernando. Educar hoy. 15ª. Edición. España: Ediciones Palabra. Colección Hacer Familia 2003. p.18 6Cfr. Javaloyes, Juan. El arte de enseñar a amar. España:. Ediciones Palabra. 2005. p.21
3
Los profesores de los centros escolares son guías que orientan el proceder de
los padres, con el fin de que en equipo fomenten valores y virtudes en los
hijos/alumnos, pero Cervera y Alcazar hacen hincapié en que son “los padres los
principales responsables de fomentar en los niños, desde muy temprano, las
virtudes”7
La educación es un proceso continuo, dicen Cervera y Alcazar en su
publicación “Hijos, tutores y padres”8. Los padres reciben en el centro escolar
asesoría sobre problemas educativos que el hijo plantee y en conjunto padres y
profesores buscan la solución más adecuada. El padre y la madre, son quienes
conocen mejor los puntos fuertes y debilidades del hijo.
Por su parte, la Propuesta de educación afectiva y sexual que la Universidad
del Istmo publicó en 20099, nace tras observar la necesidad existente de
materiales pedagógicos orientados a apoyar a padres y educadores en la tarea de
formar integralmente, tomando en cuenta los aspectos intelectuales, afectivos y
dando mayor énfasis a la educación en valores y virtudes de los hijos, como
medida de prevención ante el ambiente agresivo de las sociedades actuales.
“La formación de los hijos es un proceso completo de enseñanza respecto a
los aspectos intelectuales, morales, técnicos, físicos, culturales, afectivos y
religiosos, que compete exclusivamente a los padres. Muchos de estos aspectos
se enseñan de forma natural, espontánea, a través de la convivencia, por lo que la
efectividad de esta formación se debe principalmente a la pedagogía que se
aplica”10
7 Cfr. Cervera, José Manuel; Alcazar, José Antonio. Las relaciones padres-colegio. Segunda Edición. Colección Hacer Familia. España: Ediciones Palabra. 1999. p.9 8 Cervera, Jose Manuel., Alcazar, José Antonio. Hijos, tutores y padres. Tercera Edición. España: Ediciones Palabra. 2003 p.17 9 Universidad del Istmo. Educación para el amor, Propuesta de la educación afectiva y sexual., Guatemala: Facultad de Educación, Universidad del Istmo. 2009. p.7 10 Universidad del Istmo. Educación para el Amor, Guía para padres de familia. Guate,aña: Facultad de Educación. Universidad del Istmo. 2009. p.5
4
En el libro “Una educación diferente”, Fernando Corominas enumera una serie
de recomendaciones para ayudar a los padres de hoy a educar a sus hijos, pues
la tarea de educar en un sentido social, ético y moral es una responsabilidad y a la
vez un derecho exclusivo de los padres y sin duda constituye una ciencia y un
arte.11
Francisco Kovacs, introduce su libro Hijos Mejores, con la frase “Su misión
fundamental es educar bien a su hijo”12. Cualquier cambio social, incluso
beneficioso, modifica la situación previa y perjudica a alguien, la inestabilidad es
inherente al progreso de la humanidad por lo que los hijos, a lo largo de sus vidas
soportarán dificultades sociales, políticas y económicas. Aun cuando no sea una
perspectiva agradable, es realista, por lo que es mejor asumir los retos y preparar
al niño para que los sepa afrontar.
Algunos piensan que la autenticidad en el comportamiento es lo que debe
primar en la vida, sin embargo son cada vez más las personas que ven como una
exigencia la convivencia humana, la actuación cortés y delicada sin dejar de ser
natural. “Urbanidad no significa otra cosa que el mostrar con la actuación propia el
respeto que se debe a los demás y que se forma esencialmente en la infancia”. 13
Ana Sánchez menciona que “los padres y educadores, no pueden quedarse
anclados en el pasado, es necesario que eduquen al ritmo que el mundo marca,
avanzando con los descubrimientos que se hacen”.14 Según Sánchez los padres
pueden formar en virtudes y valores, “poniendo en práctica acciones concretas”,15
muchas veces con poco esfuerzo pero siendo perseverantes.
11 Cfr. Corominas, Fernando. Una educación diferente. Colección Hacer Familia. Madrid: Ediciones Palabra. 2006. p.14 12 Kovacs, Francisco. Hijos mejores. Segunda Edición. España: Ediciones Martinez Roca. 2002. p. 87 13 Sáez, Benigno., Crespillo, Antonio. Guía práctica de buenos modales. Madrid: Ediciones Palabra. 1990. p.15 14 Sánchez, Ana. La educación temprana. España: Ediciones Palabra 2003. p.7 15 Ibid. p.8
5
Teresa Artola González, una experta educadora, que defiende el protagonismo
de los padres en la educación de sus hijos y que ha dedicado muchos años de
estudio a los procesos de enseñanza integral en niños pequeños, asegura que
“cuando los problemas aparecen, los padres deben atajarlos desde el primer
síntoma, moviéndose dentro de la filosofía de la educación positiva y comprender
que su principal labor es apoyar, reforzar y motivar al niño, tomando en cuenta que
se educa mejor con constancia y paciencia”.16
En la familia se puede conseguir que los hijos crezcan en valores. Cada hijo es
un mundo y nace con una serie de cualidades y características, algunas positivas
y otras negativas. En la familia se llegan a asumir los puntos débiles porque los
hijos saben que sus padres les quieren como personas únicas y valiosas. Este
debe ser el punto de partida para que se propongan luchar por criar hijos con
virtudes, “la tarea no es fácil pero corresponde a los padres en un ámbito familiar,
que propicie el diálogo”.17
Han sido muchos los científicos en el área de educación, que se han
preocupado por la formación en valores, y todos ellos en la sintonía de que es el
ámbito familiar, el idóneo para ello. Esta guía pretende ser, solamente una
propuesta para facilitar a las familias dicha educación en valores.
16 Cf. Artola González, Ana. Situaciones cotidianas de 0 a 6 años. Colección Hacer Familia. Sexta Edición. España: Ediciones Palabra. 2005. p.10. 17 Alcazar, José Antonio., Corominas, Fernando. Educar las virtudes humanas. 4ta. Edición, colección Hacer Familia. España: Ediciones Palabra. 2006 p. 19
6
1.2 Justificación
La sociedad reclama una educación moral para la juventud, quizá debido a la
crisis de valores que el mundo vive actualmente, es necesario formar nuevas
generaciones con virtudes que les lleven a una buena y adecuada convivencia.
Puede decirse que la convivencia forma parte de la base o fundamento de toda
sociedad. Ella supone la voluntad expresa y decidida de unos individuos de vivir
con otros, no contra ellos ni a pesar de ellos.
La convivencia es el principio de la sociedad porque sin esta voluntad ninguna
forma de organización social es posible: aceptar a los otros, con quienes
convivimos, es la base de civilidad. Por ello se llama civilizados a aquellos grupos
o poblaciones convivientes cuyo trato mutuo se basa en la práctica de valores
fundamentales como el reconocimiento, la tolerancia y la imparcialidad.
Estos grupos, que exhiben una larga tradición en la cultura de la convivencia
han podido conformar sociedades ordenadas, en las que la práctica de la
convivencia es un supuesto tácito, introyectado y asimilado a través de una
pedagogía social de vieja data, del cual ya ni se habla.
En este sentido, la convivencia puede entenderse como aquel estado en el
cual una pluralidad de individuos diversos y diferentes se tratan entre sí en
términos de reconocimiento, tolerancia e imparcialidad, pudiendo así vivir unos
con otros de manera pacífica y segura. Los valores que rigen esta convivencia -
conviene repetirlo - son: el reconocimiento que alude a la diversidad, la tolerancia
que alude a la diferencia y la imparcialidad que alude a la igualdad, porque es en
torno a la comprensión, aceptación y práctica de estos valores que debe girar un
proceso educativo orientado a formar para la convivencia.
La solidaridad es uno de los valores humanos por excelencia. En estos
términos, la solidaridad se define como la colaboración mutua entre la personas,
como aquel sentimiento que mantiene a las personas unidas en todo momento,
sobretodo cuando se viven experiencias difíciles de las que no resulta fácil salir.
7
La solidaridad es más que nada un acto social, una acción que le permite al ser
humano mantener y mantenerse en su naturaleza de ser social. Debido a lo
anterior es que resulta fundamental fomentar y desarrollar la solidaridad en todas
sus aristas, ya que no sólo será necesario llevar a cabo las acciones de las que se
requerirá en momentos de guerra o desastres naturales, sino que será
fundamental de aplicar cuando alguno de los seres queridos, ya sean amigos o
familiares, tengan algún problema en el que la ayuda o compañía sean un aporte
para mejorar en cierto modo la situación.
Como profesional de la educación y docente durante ya más de diez años, la
autora del presente trabajo, se encuentra frecuentemente con la inquietud de
muchos padres por ayudar a sus hijos desde que son pequeños. Las constantes
investigaciones, libros y demás publicaciones han ayudado a darnos cuenta de
que los hijos pueden llegar a ser no solamente más inteligentes, sino mejores
personas si tienen oportunidades para desarrollar su voluntad, esfuerzo,
autonomía y otra larga serie de valores, si cuentan con la apropiada estimulación.
La educación y los estímulos pueden recibirlos durante toda su vida, pero el niño
de la primera infancia, por su naturaleza propia, cuenta con períodos sensitivos,
en los que está sorprendentemente predispuesto a aprender y utilizar bien todo
cuanto entra en su sistema. Ciertos estímulos oportunos, favorecen el aprendizaje
y la práctica de los valores.
Victor García Hoz, aporta un tratado de la educación infantil y asegura que en
primera instancia, el niño es persona y que cuenta con un predominio
sensoriomotor que se resume en la curiosidad, la cual facilita que el aprendizaje
temprano sea posible.18 Lo anterior justifica que la educación en valores empiece
desde los primeros años de vida.
18 Cfr. García Hoz, Victor. Tratado de la educación personalizada. Educación infantil personalizada. Madrid: Ediciones Rialp, 1993. p.33.
8
Burton escribe en el prólogo del libro Manual para padres, que los padres
jóvenes, los padres de niños pequeños, los primerizos o inexpertos, no conocen
mucho sobre educación infantil.19 Por lo anterior se hace necesario contar con
cierta instrucción o guía para criar hijos, y además fomentar valores
antropológicos, filosóficos y de convivencia en los hijos.
Según la guía práctica de competencias en Preescolar “El objetivo a largo
plazo que debe plantearse cualquier educador es contribuir al desarrollo integral
del niño” (…) “los principales objetivos deben ser el afectivo-social, el físico y el
cognitivo”20 Lo anterior es una razón de peso que apoya la premisa de que la
educación en valores, como parte de la educación integral, debe iniciar desde los
primeros años de vida de toda persona. Llama poderosamente la atención el
hecho que dentro de los principales objetivos se nombra en primero lugar el
aspecto afectivo-social, bajo el supuesto de que es el amor o la vida afectiva la
base más sólida para construir la personalidad y esto incluye el respeto, la
autonomía, la autoestima, la confianza, etc.
“El currículo infantil se compone de todas las estimulaciones que el niño ha
recibido desde la concepción. La estimulación ha de ser física, intelectual y
social”21 aseguran Juan Valls y Julio Riñón, apoyando la premisa de que en la
educación infantil existen muchísimos espacios para fomentar los aprendizajes
tomando en cuenta que la estimulación social tiene una estrecha relación con la
educación para una adecuada convivencia.
María Montessori citada por Ana Sánchez en su libro Experiencias de una
madre dice “La magia está en el niño, que la utilice, que la ponga en práctica
19 Cfr. Reichlin, G; Winkler C. Manual para padres. Edición Especial en español. España: Ediciones Oniro. 2002 p.55 20 Avalos, M. Competencias en preescolar. Guía práctica para la educación. México: Editorial Trillas. 2006. cap. 2. 21 Valls, J; Riñón, J. Los aprendizajes tempranos, el desarrollo total de la persona. para niños y niñas de 0 a 7 años. Barcelona: Editorial Casals, 1998. p.25
9
depende de ti, de tu sabiduría de madre, de tu amor, de tu entusiasmo”22
Nuevamente Sánchez, citando a Montessori asegurará “Si lo estimulas
adecuadamente desde los primeros momentos, potenciarás sus facultades y
facilitarás su posterior desarrollo… entre los cero y los ocho años habrá
desarrollado gran parte de las posibilidades que en la vida va a tener”.23 Que
importante es que los padres se involucren en el futuro de la vida de sus hijos,
interviniendo temprano, en el presente, desde la primera infancia, sembrando en lo
intelectual y físico pero más importante en la vida moral a partir de la formación en
valores, para cosechar personas con virtudes y formación que les convertirán en
seres humanos de calidad.
Todo lo anterior se logra con una formación constante. Después de realizar la
práctica de la maestría en educación en valores con un grupo de docentes de
niños en la primera infancia, surge la necesidad de formar también a los padres de
familia para que orienten y fomenten en sus hijos los valores y virtudes, por esta
razón se propone a continuación un programa para que los padres vivan valores
concretos de convivencia en su labor diaria como principales educadores de sus
hijos.
22 Sánchez, A. Experiencias de una madre. 5ª. Edición. Colección Hacer Familia. Madrid: Ediciones Palabra. 1993. p.11 23 Kovacs, Francisco. Hijos mejores. Segunda Edición. España: Ediciones Martinez Roca. 2002 p.22
10
1.3 Modelo Pedagógico
Objetivo
Proporcionar a los padres de familia orientación para vivir las virtudes
propias de solidaridad, respeto y generosidad y puedan transmitirlas a sus
hijos de una manera clara y dinámica.
Objetivos Específicos
Que los padres de familia comprendan el significado de los valores de
solidaridad, respeto y generosidad.
Difundir entre los padres de familia planes concretos de acción para que
sus hijos adquieran los valores de solidaridad, respeto y generosidad.
Brindar a los padres de familia una guía en la que encuentren recursos
para formar en sus hijos de tres a seis años, criterios para tomar
decisiones concretas, basándose en los valores y virtudes de
solidaridad, respeto y generosidad.
11
Descripción del Modelo Pedagógico
Se pretende crear un modelo con actividades y objetivos concretos para
que paulatinamente los padres fomenten los valores y virtudes de solidaridad,
respeto y generosidad en sus hijos.
El programa se diseñó como un folleto para facilitar a los padres, una
herramienta para educar en valores a sus hijos en los primeros años de vida. El
programa consta de actividades concretas que los padres pueden trabajar
periódicamente con sus hijos. Se utilizó lenguaje apropiado para la primera
infancia de manera que pueda ser comprendido fácilmente por los niños.
Se incluyen formatos de evaluación para observar el progreso en las metas
a corto plazo que se plantean como indicio de que los objetivos y virtudes se están
cumpliendo.
Se trabajarán los valores de solidaridad, generosidad y respeto, dividiendo
estos, en metas cortas. Se proporcionan guías de observación para que los
padres tomen en cuenta para la formación de la solidaridad, respeto y
generosidad. Además se ejemplifica con situaciones reales.
12
II Marco Teórico
2.1 Fundamentos Antropológicos
El único ser que puede ser educado es el hombre, la persona humana. La
personalidad humana es un gran misterio que reside en cada uno de nosotros.
Sabemos que un rasgo esencial de una civilización que merezca llamarse tal, es el
sentido del respeto hacia la dignidad de la persona humana. Cuando decimos que
un hombre es una persona, queremos decir que no es solamente un trozo de
materia, un elemento individual en la naturaleza, como un átomo, una espiga de
trigo, ¿Dónde está la dignidad, dónde están los derechos de un trozo individual de
materia?, no tiene sentido que una mosca o un elefante den la vida por la libertad
o la dignidad, los derechos de la mosca o el elefante. El hombre es un animal y un
individuo, pero no como los otros. Es un in individuo que se sostiene a sí mismo
por la inteligencia y la voluntad, no existe solamente de una manera física, hay en
él una existencia más rica y más elevada, “sobreexiste espiritualmente en el
conocimiento y el amor”.24 Esta es la razón por la que la educación deberá ser
enfocada a las tres potencias que forman al ser humano: inteligencia, afectividad y
voluntad.
Vega Ponce, citado por Serra de Azurdia en su tesis de educación en
valores, dice “El hombre se enriquece y perfecciona en cuanto hombre, por medio
de sus potencias y facultades empleadas convenientemente, por su libertad, es
decir, mediante la búsqueda inteligente de la verdad y bien. El hombre está
orientado por naturaleza a la verdad y el bien, pero ha de hacerlo
responsablemente. En cuanto a la dignidad del hombre, el valor y la especial
posición que él tiene en toda la creación, es única, no solo es una parte de ella, ni
siquiera la más excelente, sino su custodio y señor”.25 Es decir, que el hombre
24 Cfr. Maritain, Jacques. Los derechos del hombre y la ley natural, cristianismo y democracia. Madrid: Ediciones Palabra. 2001. p. 161 25 Serra de Azurdia, Lorena. Formémonos para formar jóvenes en el mundo de hoy. Guatemala: Universidad del Istmo. 2008 p.7
13
está más cerca de la perfección en cuanto que más cerca esté del bien y la
verdad, que son los objetivos de vida de todo ser humano.
El hombre es una persona porque es un ser individual, inteligente y libre. A
diferencia de otros seres, el hombre con su naturaleza espiritual lo supera
esencialmente y no solo en grado, sino por su conocimiento se dirige a la verdad y
el bien y puede perfeccionarse a sí mismo, actuando rectamente. Buscando la
verdad y obrando bien, pues cuando no lo hace daña y degrada su misma
condición de persona humana y aún la de los otros hombres.
El hombre, es el único capaz de estudiarse a sí mismo, de hacer ciencia
para describir, explicar y de ser posible predecir los fenómenos que observa. Para
poder llegar a ello, ha tenido que evolucionar, evolucionar desde un plano
filogenético y sobre todo hontogenético, es él el ser vivo que necesita de mayor
atención y cuidado al nacer y quien pasa a diferencia de las especies inferiores, el
período más largo al lado de su familia, convirtiéndose de recién nacido, guiado
por unos reflejos básicos para su supervivencia, el infante, que come sus primeros
alimentos sólidos, da sus primeros pasos y empieza a generar lenguaje, hasta
convertirse en niño, capaz de expresarse y lograr cierto grado de madurez
cognoscitiva, social y afectiva. Son estas etapas, infancia y niñez, básicas para
que el desarrollo de la personalidad y para que el encuentro con la propia
identidad sea el adecuado, de manera que al llegar la adolescencia, se cuente con
una buena parte del camino recorrido satisfactoriamente.
2.1.1 Características del desarrollo de la primera infancia Diane Papalia y
Rally Wendkos, se han dedicado a realizar investigaciones en el ámbito
evolutivo, para recaudar las principales características en las diferentes
etapas de desarrollo del ser humano. A continuación se prensentan las
características de la primera infancia, tema que interesa a este proyecto.26
26 Cfr. Papalia, Diane; Wendkos, Sally. Desarrollo humano. Sexta edición. Bogotá: Editorial McGraw-Hill 1997. Cap. 6 y 7
14
Características Físicas:
Alrededor de los tres años, empiezan a perder su aspecto regordete
y adquieren una apariencia delgada.
La cabeza continúa siendo un poco más grande.
Los varones tienden a tener más músculos por libra de peso que las
niñas, mientras estas tienen mayor cantidad de tejido graso.
El aumento en la capacidad de los sistemas circulatorios y
respiratorio mejora la resistencia física.
El sistema inmunológico se refuerza y hace que sean más sanos.
Todos los dientes de leche ya están en su lugar, alrededor de los 3
años.
Muy importante la alimentación en esta etapa, que fortalecerá los
huesos y los demás órganos y sistemas del cuerpo.
Tos, resfriados, dolores de estómago y nariz tapada son normales en
esta etapa de vida.
Las enfermedades menores pueden traer consigo un beneficio
cognoscitivo, emocional y físico, ya que la enfermedad ayuda a los
niños a afrontar las incomodidades físicas y ampliar su sentido de
competencia.
Ciclo de 12 horas de sueño durante la noche más una o dos horas
en la mañana o en la tarde.
Es normal que los niños de 3 años se tornen irritados e inquietos
durante la hora del sueño o antes de las comidas.
La cama mojada: ENURESIS (orinarse de manera repetida en la
ropa o en la cama), es común, especialmente durante la noche. No
debe considerarse un problema a menos que ocurra más de dos
veces en un mes después de los 5 años.
Entre 3 y 6 años logran grandes avances motrices, tanto en
motricidad gruesa (destrezas físicas como correr, saltar que
involucran los músculos largos).
15
Motricidad fina (habilidades como abotonar las camisas y copiar
figuras en donde trabajan los músculos cortos)
Al momento de entrar al colegio, está en capacidad de vestirse sin
dificultad y con supervisión. Es decir, pueden empezar a ser
independientes.
Los niños de cuatro años se expresan con frases completas, con lo
cual aprovechan de inventar historias, aprender canciones, jugar con
las palabras y hacer muchas preguntas, particularmente las que
implican “¿Por qué… y por qué?”. Por estas razones, es una etapa
en la cual los niños quieren explorar, conocer y comprender todo
aquello que llama su atención.
Características Intelectuales:
Tienen capacidad de reconocimiento. El reconocimiento es la
capacidad para identificar algo conocido previamente. (Distinguir
imágenes que se han visto antes, de otras nuevas)
Conocimiento general: A mayor familiaridad que tengan los niños con
las cosas, mayor capacidad tendrán para recordarlas.
Motivación de destrezas: La mejor manera de predecir que tan bien
recordaran los niños los nombres de los objetos y conceptos. Es
decir la tendencia de un niño a ser independiente y autodirigirse.
La comunicación mejora a medida que comparten sus sistemas de
representación con otros.
Según Piaget, entre los tres y los seis años, los niños se encuentran
en la segunda etapa importante del desarrollo cognitivo: la etapa pre
operacional. En esta etapa los niños pueden pensar en símbolos
pero no pueden emplear la lógica.
16
Los niños que empiezan a dar sus primeros pasos comienzan a
generar ideas y a solucionar problemas, las cuales se limitan a cosas
que se encuentran físicamente.
Mediante el uso de símbolos con base en el recuerdo, en la etapa
preoperacional los niños piensan en formas nuevas y creativas,
aunque su pensamiento no es del todo lógico, si lo es parcialmente.
El egocentrismo en los niños explica porque hablan tanto consigo
mismos.
El animismo es la tendencia a atribuir vida a objetos que no la tienen.
Los niños pequeños están interesados en el mundo entero y
preguntan sobre todas las cosas.
Lenguaje Privado: Hablar consigo mismo, sin tratar de comunicarse
con otros es normal y común a comienzos y a mediados de la
infancia.
La función del lenguaje privado, según Piaget, los niños hablan
mientras hacen cosas porque no entienden claramente entre
símbolos y que representan las palabras.
Este lenguaje ayuda a los niños a integrar el lenguaje articulatorio
con el pensamiento
Características de personalidad:
A medida que crecen pueden y desean realizar nuevas cosas.
Según Erikson, los niños en esta etapa atraviesan por una crisis en
la que experimentan aprobación y no aprobación.
A través de la identificación, el niño adopta las características,
creencias, actitudes, valores y comportamientos de otra persona o
de un grupo.
El sexo con el que se nace es un elemento clave de la identidad,
porque el niño se descubre como varón o mujer.
17
Los temores son comunes entre los dos y los cuatro años de edad. Y
muchos de ellos se expresan como miedo a los animales, en
especial a los perros.
De los tres a los seis años el niño pasa de agresión física a agresión
verbal.
Aunque los niños pequeños jueguen juntos, sólo a los tres años o
más empiezan a tener amigos.
Por medio de los amigos, los niños aprenden a llevarse bien con los
demás.
Perfiles esperados de 3 a 4 años:
Hábitos de orden, higiene y cortesía.
Cuidado de su salud y prevención de enfermedades y/o accidentes.
Seguridad para expresarse a través de distintos lenguajes y que sea
capaz de escuchar comprensivamente por lo menos unos minutos,
entablar un diálogo utilizando frases.
Independencia en sus desplazamientos, movimientos dentro del
grupo escolar.
Sentimientos nobles en el ámbito en que se desenvuelve
Respeto hacia sí mismo, hacia los demás y hacia sus símbolos
patrios.
El cuidado del medio ambiente de acuerdo a sus posibilidades.
Perfiles esperados entre 5 y 6 años:
Se puede considerar ya como un ser sociable, independiente,
participativo, solidario, crítico, observador, respetuoso, creativo.
Que sepa trabajar en libertad.
18
Que manifieste sentimientos de pertenencia a un grupo
Que actúe cooperativamente.
Que investigue, experimente y maneje distintos tipos de materiales.
Que posea hábitos de higiene, orden y cortesía.
Qué sea capaz de ejercer su iniciativa.
Que tenga seguridad para expresar su opinión.
Que tenga confianza en sí mismo para resolver situaciones
problemáticas.
Que tenga control de su cuerpo y seguridad en sus desplazamientos.
Que valore la lectura y escritura como forma para comunicarse.
Que construya y aplique las relaciones lógicas-matemáticas a la vida
cotidiana.
2.2 Fundamentos Axiológicos
Los valores están adheridos a los objetos o personas, ayudar a descubrirlos y
apropiarse de ellos es una de las razones por las cuales hay que incluirlos en la
educación sistemática transversalmente, de manera que a través del logro de los
mismos, su práctica habitual y su perfeccionamiento se conviertan en virtudes que
hagan de las personas mejores seres humanos y por ende mejores profesionales.
Las virtudes son hábitos buenos que se asumen de manera estable en la
personalidad. “La palabra virtud viene de la raíz “virtus-virtutis” que significa
fuerza, e inclina a la ejecución. Por el contrario, los hábitos negativos, que alejan
del bien, se denominan vicios”.27 Es importante conocer la diferencia entre virtud y
vicio.
27 Cfr. Ruiz Corbella, Marta. Educación moral. Aprender a ser, aprender a convivir. teorías, modelos y estrategias en educación moral. Barcelona: Editorial Ariel. 2003 Pag. 121.
19
El hombre, dentro de sus innumerables características es dueño de lo que
conocemos como actos humanos, todas aquellas acciones que proceden de la
voluntad deliberada del hombre, es decir, el que es realizado con conocimiento y
libre voluntad. En el acto humano interviene primero el entendimiento, porque no
se puede querer lo que no se conoce. El acto entonces, desde la consciencia y la
razón llega a ser, éticamente bueno o lícito, aquel que resulta conveniente a la
naturaleza humana en orden al fin último. Al extremo contrario de éste,
encontramos el acto éticamente malo: llamado también ilícito, porque no resulta
conveniente con la naturaleza humana en orden al fin último.28 Es decir, un vicio.
Se podría decir que un antivalor o vicio es todo aquello que aleja al hombre de su
propia esencia, de la búsqueda de la verdad y del bien.
Para orientar los actos humanos y que sean lícitos hay que formar en
valores. Se conoce sobre los valores, no siempre son fáciles de definir, pero
resulta aún más difícil practicarlos habitualmente y constituirlos en virtudes.
“Etimológicamente, la palabra valor deriva del latín tardío “valor”, emparentado con
la palabra “valere”, que significa: ser fuerte, ser potente. Se entiende como valor
toda perfección real o posible que procede de la naturaleza y que se apoya tanto
en el ser como en la razón de ser de lo que es real. Esta perfección merece
nuestra estima, reconocimiento y agrado”.29 Aunque en la actualidad,
lamentablemente, algunas personas tienen la impresión de que vivir los valores es
aburrido o anticuado, es por eso que es importante aportar una orientación que
indique que los actos buenos y saludables, son más actuales que nunca, no son
anticuados y no tienen nada que ver con la mojigatería o tedio, sino con un modo
especial de vivir plenamente, buscando el bien y la verdad, tomando como base
que el bien y la verdad, acercan al hombre a la felicidad.
28 Sada, Ricardo. Cuestiones de ética fundamental y aplicada. México: editorial Minos. 1997. p.49 29 López de Llergo, Ana Teresa. Educación en valores, Educación en virtudes. México: Universidad Panamericana, 2001. p.61
20
Los valores no existen como realidades aparte de las cosas o del hombre,
sino como la valoración que el hombre hace de las cosas mismas. El ser humano,
gracias a su inteligencia descubre lo que es valioso.
No es tarea fácil discutir sobre valores y mucho menos ponerse de acuerdo
acerca de cuales se deben fomentar. Sin embargo, la realidad se impone, pues
todo acto educativo comporta la transmisión de valores, lo que obliga a enfrentar
la pregunta acerca de qué contenidos axiológicos deben constituir la base de la
tarea educativa, y la necesidad de ofrecer propuestas válidas en un medio
caracterizado por la pluralidad de proyectos y la complejidad de las interacciones
hace obligatoria la reflexión en cuanto a los fundamentos axiológicos. Para lograrlo
es imprescindible poner como base los valores que dignifican a la persona
humana. La filosofía práctica, es decir, la ética y la moral.
Tan importante es conocer los fundamentos axiológicos de la educación,
cómo saber como fomentarlos en las personas, cómo realizar esa función, qué
papel juega el educador, que debe acontecer en el educando y que principios
fundan esas concepciones.
Existe un conjunto de conceptos y teorías que sirven para describir y
explicar diferentes aspectos de la educación moral.
Estos constituyen algo como el idioma, el código lingüístico establecido mediante
el cual podemos comunicarnos cuando pensamos, escribimos y hablamos sobre
estas cuestiones. Es en definitiva, un conjunto de aspectos teóricos que después
de muchos años de elaboración han ido constituyendo un campo semántico en el
cual todos cobran un sentido más o menos preciso. Este artefacto conceptual es el
prisma que amplia, la realidad de los valores en la actualidad.
La construcción de la personalidad moral responde siempre a un marco de
posibilidades, se lleva a cabo en un contexto cultural que ofrece experiencias
21
mediante las cuales se materializan los valores. Dichas experiencias poseen una
estructura que le es característica y adopta la forma de resolución de conflictivos
a tras de los cuales se desarrolla la sensibilidad moral del sujeto. Este proceso
requiere de técnicas o ideas que funcionen como guías culturales de valor. Toda
reflexión seria sobre educación moral debe ser capaz de manejar este amplio
conjunto de ideas; es decir, debe ser capaz de utilizar sus herramientas
conceptuales y comprender sus significado, alcance y validez.
A partir de lo anterior, el educador debe ser capaz de adaptar a su realidad
práctica ese conjunto de ideas, seleccionando critica y adecuadamente aquellas
que considera más interesantes y apropiadas para su proyecto educativo, la
amplitud y pluralidad de entornos, situaciones y demandas exigen del educador
capacidad de reflexión para ajustar un mismo conjunto de conceptos y teorías a
una diversa gama de posibilidades. Ciertamente, el resultado final dependerá de
gran medida de las habilidades personales del propio educador, sin embargo, la
amplitud y solidez de su base conceptual harán de su arte algo más que un
ejercicio técnico, será la concreción de un proyecto educativo, de un concepto de
humanidad.
2.3 Fundamentos Èticos
Lo que impulsa al hombre a obrar bien es la ley natural, por ser intrínseca a él,
también se le llama, ley natural moral. La ley natural es una ordenación de todas
las fuerzas de la naturaleza humana hacia sus fines, pero especialmente de la
inteligencia y de la voluntad, que son las potencias por las que el hombre es
dueño de sus acciones. Es el conjunto de reglas o normas que el hombre
descubre en su naturaleza, gracias a las cuales es capaz de dirigirse a su fin. La
ley natural posee las características de:
Universalidad: la ley natural se extiende a todo hombre en todos sus preceptos.
La naturaleza es esencialmente la misma en todo hombre.
22
Inmutabilidad: permanecer invariable a través de la historia, las ideas y las
costumbres.
No admite dispensa: ningún legislador humano puede dispensar la ley natural.
Para encontrarse dentro de esta ley, la persona humana cuenta con libertad,
pero también con la sindéresis: principio básico que expresa la tendencia de la
voluntad humana hacia el bien.
La libertad es una cualidad fundamental de la persona humana, con ella el
hombre se perfecciona como ser humano, aun cuando el hombre no es perfecto y
debe estar dispuesto a enmarcar su libertad dentro de los deberes y derechos de
él mismo y los demás, de manera que su libertad sea responsable, de lo contrario
caerá en libertinaje. Cuanto más ejerce el hombre su libertad para la verdad, el
bien es más libre y más se perfecciona como ser humano. Por esta razón, los
padres educan en solidaridad, por ejemplo, si el hijo decide libremente ayudar al
que no ha tenido la fortuna de contar con lo que él cuenta. Pero no educan si
obligan al niño a que lo haga.
Kant, pregunta: “¿Es la libertad producto de la naturaleza o, por el contrario,
debemos entender la naturaleza como mero sustrato material de la libertad?”30
Este es un problema que sólo puede plantearse el hombre, por su calidad racional.
Para Kant, hay un doble enfoque fundamental en torno al hombre: lo que la
naturaleza hace del hombre y lo que el hombre hace a partir de sí mismo (arte,
ética, derecho, etc.) de manera que el hombre es más que solo una constitución
biológica.
“Cuando Sócrates pregunta que significa ser hombre, llega a una respuesta
precisa e inequívoca: el hombre es su alma, puesto que ella lo distingue de
manera específica de cualquier otra cosa. Sócrates entiende por alma nuestra
razón, la sede de nuestra actividad pensante y ética, el yo consciente, la
30 Ayllon, José Ramón. El hombre animal racional, en torno al hombre. Madrid: Editorial Rialp. 1992. p.92
23
consciencia intelectual y moral”.31 Esta definición, puede también incluirse dentro
de los fundamentos antropológicos, sin embargo, para los fines perseguidos se ha
colocado dentro de los fundamentos éticos. ¿Cómo puede el padre de familia
saber si su hijo pequeño ha descubierto el mal o el bien de sus actos? Por medio
del razonamiento continuo, del diálogo y del cuestionamiento, haciendo caer en
cuenta al hijo, del error o de la cualidad con la que ha actuado.
El hombre posee una dignidad muy especial que le fue dada por Dios, es el
dueño de la creación. Es el único ser con inteligencia y voluntad, puede tener
iniciativas y decidir como actuar. El hombre realiza muchas actividades de formas
muy diversas, pero en cuanto se refiere a valores, interesan algunas de esas
actividades, sólo nos interesan aquellos actos de los que el hombre es
responsable. “Los actos humanos son los que proceden de la voluntad deliberada
del hombre”.32 Es aquel que el hombre realiza consciente y libremente y del cual él
es responsable. Lo realiza con conocimiento y libre voluntad. Primero interviene el
entendimiento, no se puede desear o querer algo que no se conoce. Es decir, con
la razón el hombre conoce las cosas y delibera si puede o debe tender hacia eso.
Una vez que lo conoce, la voluntad se inclina hacia la acción o la rechaza por no
ser conveniente. “El hombre es dueño de sus actos solamente cuando intervienen
el conocimiento y la voluntad, lo que lo hace responsable de ellos. En este caso es
posible una valoración moral”.33
Partiendo de todo lo descrito anteriormente, el ser humano es el único ser
que libremente puede optar por el aprendizaje, haciendo uso de su voluntad. Un
ser humano con la instrucción de otro ser humano, es capaz de mejorarse a sí
mismo, si desea hacerlo, es decir, si hace uso de su libertad y ejerce su voluntad,
capacidades exclusivas del ser racional, el hombre.
31 Ibid. p.93 32 Tierno, Bernabé. Valores humano. Madrid: Taller de Editores, S.A. 1998. p.56 33 Ibid. p.61
24
Los padres pueden enfocar a sus hijos a vivir éticamente, ayudándole a
reconocer sus errores, pidiéndole que se ubique en la posición del hermano o del
amigo al que ha ofendido, situándole en las consecuencias posteriores de sus
actos y permitiéndole que libremente tome sus decisiones, a la medida de su
edad, para que luego se haga responsable de sus consecuencias.
2.4 Fundamentos Pedagógicos
Se habla de pedagogía, cuando se habla de aprendizaje, de enseñanza e
instrucción, pero sobre todo cuando se habla de una educación continua y
sistemática.
Será importante orientar el pensamiento y la reflexión, para que los padres
de los niños de la primera infancia (3 a 7 años) tengan una actitud segura y
solidaria. “La motivación para que aporten sus conocimientos y presten sus
servicios a futuras generaciones, colaborando en la formación de personas
humanas para que a la vez que se sientan satisfechos de colaborar con otros se
orienten y practiquen aspectos como la responsabilidad, el orden, la constancia y
la tolerancia”.34
Para lograr establecer virtudes, es importante fortalecer los valores
fundamentales: orden, responsabilidad, tolerancia, solidaridad, generosidad y
respeto a la dignidad de la persona.
Para lograr el desarrollo de estos valores, es válido tomar como base un
modelo educativo de competencias integradas, en el cual es posible y necesario el
desarrollo de hábitos, virtudes y actitudes para que la persona sea íntegra y
competente. “Se entiende por “modelo educativo” la visión sintética de la teoría,
filosofía y la pedagogía con que opera y organiza una institución su estrategia
curricular, sus vínculos con el contexto externo, los planes y los programas de
34 López de Llergo, Ana Teresa. Quién fui, quién soy y quién seré. México: Editorial Trías. 2003. P.56
25
estudio”.35 El modelo educativo parte de un enfoque que enmarca un aporte
social, da prioridad al aprendizaje y organiza la estrategia con base en las
necesidades del niño privilegiando cuatro aprendizajes:
Aprender a conocer.
Aprender a hacer.
Aprender a vivir.
Aprender a ser.36
Los padres desde el hogar pueden mencionar constantemente las virtudes,
explicar verbalmente lo que esperan de sus hijos, los niños son capaces de
comprender argumentos, desde muy pequeños. Todo esto va de la mano de la
independencia que los padres formarán en sus hijos, permitiéndoles que hagan,
para que aprendan por medio de la práctica, permitiendo que se equivoquen y que
resuelvan. Con esto en la mente, los padres estarán ayudando a sus hijos a vivir
en valores humanos y colaborando con ellos y con la sociedad a ser seres
proactivos y colaboradores.
Por otro lado, el modelo del constructivismo está centrado en la persona, “sus
experiencias previas con base en las cuales realiza nuevas construcciones
mentales, considerando que la construcción se produce cuando el sujeto
interactúa con el objeto del conocimiento”,37 cuando esto lo realiza en interacción
con otros y cuando es significativo para el sujeto38. La competencia es una
compleja estructura de ámbitos necesarios para el desempeño en situaciones
específicas. Es esencialmente una relación entre: aptitudes y habilidades de una
persona, y el desempeño satisfactorio de las tareas correspondientes, por lo que
“la competencia se evalúa por sus resultados”.39 Dice Serra de Azurdia, citando a
Hager y Beckettet “La competencia integrada es holistica porque relaciona tareas,
atributos en los que incluye: conocimientos, actitudes, valores y habilidades, 35 Alvarez, Ma. Nieves y otros autores. Valores y temas transversales en el currículo España: Editorial Laboratorio Educativo. 2000. p.111 36 Molina, Evelyn. Notas del curso Aplicación y evaluación de valores. Guatemala: Universidad del Istmo 2007. 37 Piaget, J. La nueva educación moral. Buenos Aires: Editorial Losada 1967 p.18. 38 Luzuriaga, Lorenzo. Antología Pedagógica. Buenos Aires: Editorial Losada 1956. p.72 39 Ibid. p.21
26
tomando en cuenta el contexto en el cual tiene lugar la acción o el desempeño,
permitiendo así incorporar la ética y los valores como elemento del desempeño
competente”.40
Es posible aplicar dentro del marco del modelo de competencias integradas,
los siguientes métodos:
Aprendizaje para la acción: cuyo objetivo principal es proporcionar a la
persona oportunidades especificas para actuar según sus valores, dentro y
fuera del ámbito familiar, partiendo de la facultad interactiva de la persona y
principalmente si estos se encuentran en la etapa de la primera infancia.
Los pasos a seguir son:
o Tomar consciencia del asunto o proceso.
o Comprender el asunto o problema y tomar una postura.
o Decidir una actuación.
o Planificar estrategias y etapas para la acción.
o Aplicar actividades y realizaciones de la acción.
Desarrollo Moral: en este modelo se trabajará con situaciones ficticias,
dilemas morales, siempre de forma individual. Se prepararán casos con
preguntas orientadoras para su análisis, discusión y solución, evidenciando
con ello la tarea ardua y llena de dilemas morales del diario vivir. También
aquí se incluyen casos donde se evidencie la presencia o ausencia de
solidaridad y tolerancia, de igual manera llegar a conclusiones. Al final de
cada actividad de cada tipo, el padre de familia deberá hacer una
retroalimentación, a manera de plenaria, para llegar a conclusiones
generales, conocer el punto de vista del niño y recibir la orientación más
acertada posible en cuanto a la aplicación de valores.
40 Serra de Azurdia, Lorena. Formémonos para formar jóvenes en el mundo de hoy. Guatemala: Universidad del Istmo. 2008
27
Análisis: consiste en desarrollar el planteamiento lógico y los
procedimientos de investigación científica relativos a los valores. Busca que
el niño dé aportes sólidos y objetivos que fundamenten acciones. Sus
pasos son:
o Identificar y clarificar la cuestión del valor. (una breve explicación,
para situar al niño en el objetivo, que se espera de él)
o Recoger los hechos significativos. (actos concretos, de manera que
el niño pueda evaluar hechos concretos)
o Evaluar la veracidad de los hechos. (ayudar al niño a llegar a la
verdad, por medio del método socrático, preguntando)
o Clarificar la relevancia de los hechos. (indicar al niño la aprobación o
desaprobación)
o Llegar a una primera decisión valorativa provisional.
o Medir el principio de valoración implicado en la decisión. (lograr que
el niño se comprometa a realizar una acción que indique un cambio)
Gónzález Simancas afirma que al proponerse la tarea de desarrollar valores
y lograr virtudes se debe tener siempre presente el objetivo planteado, recordando
que el hábito se logra con la repetición de actos y que el perfeccionamiento de
estos y la adhesión que hacemos de ellos a nuestra persona los convierte en
virtudes. Los padres y en general el núcleo familiar tienen a su cargo la principal
tarea de lograr hábitos e inculcar los valores. A nivel educativo, se considera
muchas veces que la función es informativa, dejando a un lado lo formativo; este
es un paradigma que debe romperse, los padres necesitan una guía y un apoyo
para consolidar sus valores; por tanto debe haber una exigencia constante y
respetuosa sobre el actuar y hacer acciones que los lleven al cumplimiento de sus
responsabilidades, estimulando constantemente las conductas adecuadas,
utilizando la lectura como medio para abrir nuevos horizontes en donde se exalten
las virtudes de héroes o personas a los que el niño admira. Los recursos
audiovisuales y el Internet, son medios acordes al vivir actual, que planificados y
orientados se convierten en maravillosos aliados. En general aprender a vivir los
28
valores y adquirir virtudes será una tarea para el padre como educador, que debe
cumplir con ciertas características:
El ejemplo: puesto que todo padre o madre produce, lo quiera o no, un
efecto de modelaje sobre sus hijos. Por lo tanto su ejemplo deberá ser el
primer método para infundir valores.
Integridad en su conducta; “una conducta integral exige coherencia entre lo
que pasa, se dice, se siente, se hace y se es”,41 esto se hace evidente
sobre todo para los niños más pequeños, ellos son los primeros en
recriminar si el padre dice una cosa y hace lo contrario.
Valía Moral: es decir, la virtud que viva, palpablemente cada uno de los
valores que desea promover.
2.5 Valores y Virtudes
Según la Real Academia de la Lengua Española, un valor es “un grado de
utilidad o aptitud de las cosas, para satisfacer las necesidades o
proporcionar bienestar o deleite”42. Es decir, que es un bien, que se valora,
indistintamente si se trata de un bien material, económico o moral. Se
refiere a una cualidad que tienen en sí las cosas. También se puede llamar
valor a la “subsistencia y firmeza de un acto”43 En el ámbito moral,
menciona también la Real Academia de la Lengua Española que es la
“persona que posee o a la que se le atribuyen cualidades positivas para
desarrollar una determinada actividad”44 tomándolo como concepto de
valentía, para nuestros fines, se puede ajustar diciendo que una persona
que vive los valores, es una persona valiente.
41 González Simancas, L. Educación: libertad y compromiso Pamplona: Ediciones Universidad de Navarra. 1992. p.22 42 Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española. Vigésima segunda edición. Disponible en www.rae.es Consultado el 12 de febrero de 2010. 43 Ibid. 44 Ibid.
29
Por otro lado, una definición propiamente ética dice que valor es
“Cualidad que poseen algunas realidades, consideradas bienes, por lo cual
son estimables y que tienen polaridad en cuanto a que son positivos o
negativos y jerarquía en cuanto que son superiores o inferiores”45 Es decir
que existe una escala de valores, la cual puede variar, según la persona, la
sociedad o la cultura, pero los valores en si existen y están dados de
antemano, no es el ser humano quien da el valor a las cosas. Los valores
son estimables, es decir valorados.
“La tolerancia es la capacidad de interactuar de manera efectiva con
los demás, aceptando el derecho a ser, actuar o pensar en forma
diferente”46. Esta virtud puede formarse en los hijos de la primera infancia
en actos concretos como el que sepa escuchar y esperar el turno, que sepa
aguantar aquellas circunstancias que no están a su alcance cambiar, la
tolerancia se convierte en la base para fomentar la virtud del respeto. Se
abordará más adelante este tema.
La solidaridad, es un valor sumamente importante de inculcar en los
niños, más aún en la época individualista que se vive actualmente. La
solidaridad la describe Martí como “la apertura a los demás.”47 Esa apertura
a fijarse en las necesidades físicas y afectivas que el otro tiene.
La generosidad es “actuar a favor de otros desinteresadamente, y con
alegría, teniendo en cuenta la utilidad y la necesidad de aportación para
esas personas.”48 Acto que se puede observar y formar en los niños
45 Ibid. 46 Martí, M. La Madurez. dar a las cosas la importancia que tienen. Cuarta edición. Madrid: Ediciones Internacionales. 2001. p.37 47 Ibid. p. 77 48 Isaacs, David. La Evaluación de las virtudes humanas y su evaluación. 18ª. Edición. Navarra: Milenio Editores. 2006 p.47
30
pequeños, educando con metas cortas, y estrategias, pero principalmente
con el ejemplo de los adultos que lo rodean.
2.6 Rol de la Familia en la Sociedad
En la actualidad, pareciera ser que la sociedad quiere suplir el rol que
tradicionalmente ha sido asumido por la familia. Sin embargo, la persona nace en
una familia y en ella establece sus primeros contactos biológicos y afectivos y de
ella depende para su seguridad hasta la edad en que pueda desempeñarse por sí
mismo.
La persona humana puede responder a esta postura desde varios ámbitos;
el primero de ellos es un ámbito emotivo, basándose en la propia experiencia y la
observación de una experiencia positiva, vivida en familia, de tal manera que no se
necesita más explicación. Sin embargo existen razones más racionales, tales
como la que indica David Isaacs en su libro Las virtudes humanas y su evaluación:
“Las realidades de la vida deberían ser captadas por la plenitud de la persona, de
tal modo que llegue a haber un desarrollo integral”49. Es decir, el valor de la
familia, que hemos palpado desde nuestra niñez debería ser sometido a una
consideración intelectual para juzgar si es válido o no, si tiene fundamento o no.
2.6.1 Rol de los padres como modelos educadores. Se ha explicado con
anterioridad, la importancia y protagonismo que tienen los padres en la
formación de sus hijos. Esta formación no puede ser informal o tomada a la
ligera. Los padres deberán entonces intentar conseguir los mejores
resultados al mismo tiempo que consiguen la satisfacción y el desarrollo
personal propio y el de sus hijos.
49 Ibid. p.17
31
La familia vive un ambiente de intimidad, en el que se comparten
muchas cosas, desde el techo, los utensilios, la comida, entre otras, y es
esta intimidad lo que facilita una educación efectiva y sistemática. Es en la
familia en que el niño se sabe amado y valorado. Isaacs menciona que los
padres han de fijarse más en lo que valen sus hijos, de manera que lo más
importante sea la aceptación que el niño siente que tienen de él.50
Por otro lado, no se espera que los padres imiten un estilo sistemático
de una educación formal del centro educativo, la educación en la familia
debe estar basada en las circunstancias de cada familia, por lo tanto debe
tener un estilo personal, impreso por los padres. “La familia, siendo una
organización natural, no es una organización cultural, y por tanto usa dentro
del proceso de mejora de sus componentes un sistema que debería ser
congruente con las características de la misma organización”51, de esta
manera se pueden desarrollar virtudes de acuerdo con la intensidad con la
que se vive.
Algo que no puede perderse de vista es la unidad que debe existir en la
familia, y de esta con la sociedad, es decir, no se pueden formar valores
ajenos a los intereses que la sociedad reclama.52 La persona es reflejo de
la sociedad, y a su vez, esta es el conjunto de los valores que las personas
viven por individual.
2.7 Períodos sensitivos.
Los períodos sensitivos son lapsos de tiempo en los que el individuo tiende
intuitivamente a realizar una determinada acción. Para educar es fundamental
conocer y estimular las necesidades físicas, afectivas, intelectuales y
50 Cfr. Ibid. p.19 51 Ibid p.22 52 Cfr. Ibid p.24
32
trascendentales, propias de cada etapa de crecimiento del niño.53 “Estos períodos
varían de un niño a otro de una forma mínima según la raza, clima, religión y
familia”54 importante a tomar en cuenta, en la educación en la primera infancia.
La manera en que se puede sacar el mayor provecho de los períodos
sensitivos es estar atentos y formar en el niño los distintos aspectos según cada
período por medio de la imitación y hábitos, presentando los modelos adecuados.
Ya que los niños aprenden por imitación y necesitan modelos apropiados que
imitar. (pues también están en condiciones de imitar los modelos inadecuados).
Los padres deben procurar que coincida el período sensitivo con el modelo, para
que se dé el aprendizaje adecuadamente.
53 Cfr. Corominas, Fernando. Educar Hoy. 15ª. Edición. Madrid: Ediciones Palabra S.A. 2003. p.33 54 Ibid. p.34
33
A continuación se listan algunos períodos sensitivos y las edades en las que se
presentan.
Período Sensitivo Edad en que se presenta Caminar De 10 a 15 meses Mantener el equilibrio De 3 a 5 años Aprender un segundo idioma De 0 a 6 años Orden Entre 1 y 3 años Creer en la existencia de Dios De 2 a 6 años Amor a Dios De 2 a 6 años Piedad De 2 a 6 años Gusto por la Música De 4 meses antes de
nacer a 3 años de edad. Respeto De 5 a 7 años Saber jugar Entre los 4 y 7 años Sinceridad Entre 3 y 9 años Generosidad De 4 a 6 años Justicia Entre los 6 y 9 años Gusto por la matemática 7 años Solidaridad De 3 a 9 años Reciedumbre De 7 a 11 años Responsabilidad De 7 a 11 años Generosidad De 7 a 11 años Gusto por el estudio Entre 7 y 12 años Conocer la Doctrina de la iglesia. De 7 a 12 años Piedad por amor De 7 a 12 años Laboriosidad Antes de los 12 años Templanza De 13 a 16 años Pudor De 13 a 16 años Patriotismo De 13 a 16 años Amistad De 13 a 16 años Ayudar a otros Entre 14 y 15 años Practicar los sacramentos De 14 a 18 años Amor libremente a Dios De 14 a 18 años Esperanza Antes de los 20 años Prudencia Antes de los 20 años Lealtad Antes de los 20 años Optimismo Antes de los 20 años
Uno de los períodos sensitivos en que mayor atención deben poner los
padres es el de la responsabilidad y libertad. La libertad es la capacidad que tiene
el ser humano de elegir el bien, la responsabilidad es la capacidad de hacer el
34
bien, cumplir con lo que se debe. Para esto es necesario que el hijo conozca el
bien, acepte el bien libremente y cumpla con hacerlo.
35
III Marco Metodológico
Los padres de familia seguirán la guía y propuestas para fomentar en sus
hijos pequeños actos que les lleven a vivir las virtudes de solidaridad, respeto y
generosidad.
3.1 Solidaridad 3.1.1 Concepto de Solidaridad
Se entiende por solidaridad el apoyo de distintas personas con intereses
comunes para mantener o reivindicar los derechos de quienes son más
desfavorecidos. Sin embargo Isaacs da un concepto muy válido, éste es
“fraternidad humana”55. En términos educativos, la solidaridad llevará al niño a
relacionarse con todas las personas que pueda para prestarles su mejor servicio.
3.1.2 Obras incidentales de la Solidaridad
Se entiende por obras incidentales, los actos del diario vivir que son
oportunidades para los padres para educar a sus hijos en virtudes humanas.
Ceder los juguetes o ropa que ya no usa y que está en buen estado, a
los que no tienen.
Ayudar al hermano o al amigo que aún no termina la tarea o el encargo
doméstico.
Colaborar con recoger la habitación, los juguetes, la mesa, etc. Para
ayudar a la persona que se encarga del aseo de la casa, puede ser la
madre.
Ayudar a las personas desfavorecidas con que se topa en la calle: el
mendigo, la persona que limpió el carro, el que pide en el semáforo, etc.
Ayudar en las campañas a los desfavorecidos de las catástrofes
naturales que ocurren cerca o lejos del entorno familiar.
55 Cfr. Isaacs, David. La evaluación de las virtudes humanas y su evaluación. Navarra: Minos III Milenio Editores. 2006 p.402
36
3.1.3 Actividades para fomentar la solidaridad
Hacer limpieza general en la habitación para encontrar los juguetes o
ropa que está en buen estado y que se puede compartir con otros niños.
Buscar los libros en buen estado y que han sido ya leídos, comprar otros
y recaudar con amigos, vecinos y familiares libros para cooperar con la
biblioteca de alguna escuela o centro educativo necesitado.
Sacar recortes de periódico que puedan propiciar el diálogo y observar
la situación de las personas más necesitadas.
Organizar una visita a un hogar de niños, para donar un poco del tiempo
que se tiene y compartir con niños que son menos afortunados.
Negociar para que el niño libremente, decida no usar el juguete que
viene con la hamburguesa, y donarlo a alguna asociación de
beneficiencia.
Establecer horarios para colaborar con el quehacer doméstico, aun
cuando existan personas que se encarguen de esto, es muy bueno
empezar a vivir la solidaridad dentro de casa.
37
3.2 Respeto 3.2.1 Concepto de Respeto
La Real Academia de la Lengua Española describe como respeto “la
manifestación de acatamiento que se hace por cortesía, y la consideración y
deferencia hacia otro”56, en esto engloba la delicadeza y el cuidado a tener con los
demás, tanto en su persona como en sus pertenencias y sentimientos. El respeto
abarca un ámbito físico, social, afectivo, emocional de la persona.
Es importante fomentar en los hijos el respeto primeramente, por ellos
mismos. Esto es valorarse, amarse y cuidarse, para luego poder respetar a los
demás y respetar las cosas físicas materiales de los otros y de la comunidad.
3.2.2 Obras Incidentales de Respeto
Referirse a sí mismo con palabras de afirmación y no con ironía o
rechazo o con palabras denigrantes.
Mantenerse limpio y ordenado.
Cuidar sus materiales de estudio y sus juguetes.
Cuidar las pertenencias de otros.
Cuidar el tono de voz. Los gritos son faltas de respeto palpables.
Evitar las palabras ofensivas.
Utilizar las palabras gracias, por favor y disculpa.
Pedir permiso para opinar.
No interrumpir.
Pedir permiso para tomar prestadas las pertenencias de otros.
Pedir permiso para entrar en un sitio.
Reponer o reparar si se daña.
Responder con alegría.
Escuchar cuando le hablan.
Responder cuando le hablan.
56 Diccionario de la Lengua Española. Vigésima segunda edición. Disponible en www.rae.es consultado el 12 de gebrero de 2010. España 2001.
38
Devolver lo que le prestan.
3.2.3 Actividades para fomentar el respeto
Explicar al niño lo que le pertenece y lo que no le pertenece.
Rotular los objetos que si le pertenecen, para que pueda diferenciar los
suyos de lo de los demás.
Hacer uso de los juegos de mesa, es una buena oportunidad para
observar si el niño respeta turnos y reglas.
Hacer un listado de las palabras que si se pueden utilizar en caso de
enfado.
Hacer un listado para ejemplificar actitudes de respeto y actitudes que
no indican respeto
3.3 Generosidad 3.3.1 Concepto de Generosidad Cuando se habla de generosidad, se habla de
donación, de poner los ojos en el otro y renunciar al propio interés. No hay
generosidad si no se valora lo que se da, es decir, quien da lo que le sobra o lo
que no le cuesta no es generoso. Es generoso quien se desprende de algo que
valora, esto puede ser pertenencias materiales, tiempo, cariño, etc.
Sin embargo Isaacs menciona que es falta de generosidad no solo el no
saber dar, sino “es una actitud de falta de generosidad una persona que no está
dispuesta a recibir, que no deja a los demás ser generosos con ella,”57 en este
caso se puede nombrar a las madres que se exceden en su atención para con sus
57 Isaacs, David. Las virtudes humanas y su evaluación. Navarra: Milenio Editores. 2006 p.49
39
hijos pero que no permiten a estos esforzarse para conseguir un bien para la
familia.
La persona generosa no es aquella que se esfuerza únicamente con
aquella que denomina simpática, sino es la que de acuerdo a su jerarquía de
valores presta atención a los que más necesitan. Es dar y darse.
3.3.2 Obras Incidentales de Generosidad
Ceder el mejor lugar, la mejor comida y el mejor juguete al hermano o al
amigo invitado en casa.
Callar, para permitir que el otro hable.
Compartir lo que se tiene.
Hacer el encargo del hermano o amigo, para que algunas veces pueda
descansar.
Sonreír.
Saludar con alegría.
Ayudar en lo que se le pide.
Decir palabras agradables a quienes le rodean.
Pide perdón y perdona.
Reconoce el éxito de los demás.
Sabe perder y ganar.
3.3.3 Actividades para fomentar la generosidad
Hacer un listado de las cualidades del niño. Hacerlo participar, para que
se dé cuenta que es bueno para correr rápido, para separar los
cubiertos, para alcanzar objetos a los que nadie más llega, etc.
Hacer un listado de las necesidades de los demás miembros de la
familia.
40
Hacer roles en que se puedan actuar conductas de perdón y
compañerismo.
Visitar al familiar enfermo o que vive solo.
41
IV Resultados
Como producto de este trabajo para fomentar valores de solidaridad,
respeto y generosidad en los niños de la primera infancia, se creó un folleto que
ayude a los padres a fomentar los valores mencionados, a manera de historieta.
Se espera que con esta guía se consigan los siguientes resultados:
a. Motivar a los padres de familia para establecer tiempo de calidad con sus hijos.
b. Que la guía pueda ser adaptada, mejorada o ampliada, dependiendo de las
circunstancias, comunidades, problemáticas de los diferentes estilos familiares.
c. Se espera que con el uso de esta guía, los padres puedan observar el
cumplimiento de objetivos concretos.
d. Que los padres de familia sean agentes formadores de otros padres de familia
para que así estos formen también los valores de solidaridad, respeto y
generosidad en sus hijos pequeños.
42
Conclusiones
1. El mecanismo de establecer metas cortas es una herramienta válida para
lograr aprendizajes concretos con niños pequeños.
2. Los valores no se deben enseñar de manera abstracta, y no tiene ningún
sentido que el niño lo aprenda de forma memorística. Lo que hay que
generar son mecanismos y formas que faciliten su aprendizaje.
3. El recurso de utilizar folletos es válido en la enseñanza de valores. Usan
aspectos de la vida real, facilita su comprensión.
4. Tener el conocimiento de los períodos sensitivos, facilita mucho la
formación en valores, pues en esas etapas los niños están más dispuestos
a aprender.
5. Los valores se inculcan primordialmente dentro de la familia. Es muy difícil
pretender que se respete o ayude a los demás, si los padres no son los
primeros en poner el ejemplo.
43
Recomendaciones
1. La metodología del folleto puede ser usada en la enseñanza de otros
valores, adicionales a los tratados en el presente trabajo.
2. Para la enseñanza de valores se debe recurrir a una metodología práctica y
sencilla.
3. Hay que fomentar la enseñanza de valores en cada una de las familias. Los
padres son el ejemplo para el comportamiento de los hijos ante
circunstancias cotidianas.
4. Los futuros alumnos de la MEVAL (Maestría en Educación de Valores)
deberán impulsar programas para fomentar valores, enfocados a las
familias, tomando en cuenta que son ellos los principales educadores de
sus hijos.
5. Incluir dentro del pensum de la MEVAL, cursos relacionados con la
formación en valores enfocados a asesorar padres de familia y los distintos
estilos educativos en las diferentes etapas del desarrollo infantil.
44
Referencias Bibliográficas
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Presentación
El presente folleto pretende ser una ayuda para fomentar los valores de solidaridad, respeto y generosidad en las familias, partiendo de la convivencia y el diálogo entre padres e hijos. Los padres como primeros y principales protagonistas en la educación de sus hijos, tienen una excelente oportunidad de introducirlos en la vida de valores, por medio de actos concretos, como esta guía presenta. Se recomienda antes de hacer cada hoja de trabajo, conversar con su hijo, sobre los ejemplos que se plantean, llevando al niño a razonar y comprender lo importante de ser solidario, respetuoso y generoso, tanto con los seres cercanos a él como con aquellos a los que no conoce, pero que necesitan que otros se fijen en ellos.
Se recomienda llevar la guía al ritmo de cada niño, sin acelerar el proceso y sin dejar de ser perseverantes en la formación de virtudes. No conviene obligar al niño, pero sí conviene mostrarle el camino a seguir.
Puede realizarse una hoja semanalmente, como apoyo al
diálogo propuesto anteriormente. Ayudará mucho ubicar al niño en situaciones de la vida cotidiana en que se puedan vivir los valores de solidaridad, respeto y generosidad.
Es importante recordar que el niño, por pequeño que
sea, es una persona, por tanto cuenta con todas las características de la misma.
Es libre, no debe obligársele, pero si se puede inducir o
convencer a que elija el bien, en la edad temprana, los niños son muy flexibles a la voluntad del padre.
Es único, por tanto la guía deberá adecuarse a sus
características, el padre deberá ser muy creativo para fomentar en el niño el deseo de aprender. Ningún niño es igual al otro, como ninguna persona es igual a otra, y no todos los niños aprenden igual.
Finalmente se recomienda descubrir el momento más
propicio para realizar cada parte de la guía, de manera que se encuentre en el niño una disponibilidad espontánea para realizarla.
Al final del folleto se encuentra una tabla de auto
evaluación, para que el niño revise junto al padre, su desempeño y se califique.
El árbol feliz
Instrucción: Conversar sobre la solidaridad, su significado y los actos en que las personas son solidarias. Actividad: Colorear una manzana por cada acto solidario que realicen.
La Solidaridad: Llamada también “Fraternidad Humana” es ayudar a los demás. Hacer un listado de actividades en que el niño puede ser solidario con los demás:
1. _________________________ 2. _________________________
3. _________________________
4. _________________________
5. _________________________
¡A sonreír!
Instrucción: Conversar sobre la importancia que tiene la sonrisa y la alegría que propicia en los demás cuando nos ven sonreir. Actividad: Dibujar caras sonrientes.
Cuando sonreímos nos vemos mucho mejor y hacemos sentir muy bien a quienes nos rodean. Debes sonreír cuando tus papis te llaman para darte una orden. Sonreír cuando no te gusta la comida, pero hay que comerla. Sonreír cuando nos hemos dado un golpe. Sonreír cuando no obtenemos lo que queremos. Sonreír cuando tomamos un baño, cuando es la hora de dormir y la hora de despertar. Sonreír con todas las personas por igual, no importa su apariencia.
¡Para ayudar! Todas las personas necesitamos de los demás y los demás también necesitan de nosotros. No podemos estar solos, necesitamos que otras personas nos ayuden y nosotros también podemos ayudar a los demás. En nuestra familia también necesitamos que nos ayuden y podemos ayudar a nuestros padres y hermanos. Pregunta a tus padres ¿Cómo puedes ayudar en casa? Actividad: Con la ayuda de tus padres, escribe en cada dedo de la mano, una forma en que puedes ayudar en casa.
¡Todos necesitamos de los demás!
Todos necesitamos de otras personas para poder vivir: Necesitamos de los trabajadores de la construcción para poder tener vivienda. Necesitamos de un carpintero para poder tener muebles. Los bomberos nos ayudan en las emergencias. Los carteros llevan las cartas y los mensajes. Podemos comer rica pizza gracias a que alguien la prepara. Conversar sobre la importancia que cada uno tiene. Recortar las figuras y pegarlas al lado de quien corresponde.
----------------------------------------------------------
¡Todos somos amigos!
Todos podemos ser amigos, aunque seamos diferentes. Tenemos amigos altos, bajos,
delgados, rubios, con piel morena, pero con todos debemos ser generosos y amables, a
todos debemos ayudar
¿Por qué piensas que los niños del dibujo están felices? ¿Son todos iguales? ¿Conoces personas que sean diferentes a ti? Escribe abajo el nombre de una persona a la que deseas ayudar:
____________________
¡Hacer lo Correcto!
Somos buenos amigos cuando hacemos lo correcto y ayudamos a nuestros amigos a hacer
lo correcto.
Si un amigo no hace lo correcto, debes ayudarle para que lo haga.
Si terminas tu trabajo o encargo antes que los
demás, se alegrarán si les ayudas.
Eres buen amigo cuando tratas con cariño a tus amigos.
Actividad: Marca con una “x” la conducta incorrecta y colorea con tus crayones, la conducta correcta.
Cuidar las palabras
Es una muestra de respeto hacia nosotros mismos y hacia los demás utilizar las palabras
correctas.
Cuando nos enojamos podemos decir cosas que en realidad no queremos decir y que pueden lastimar
a nuestros amigos o familia.
Cuando te enojes, no digas palabras groseras que no te gustaría que te dijeran a ti.
Actividad: Colorea al niño que no dice groserías y tacha con una “x” al niño que trata mal a su amigo.
Permito que todos jueguen conmigo
Eres generoso cuando permites que todos jueguen contigo y no excluyes a los demás. Mira el dibujo de al lado y piensa ¿Cómo se ven los niños? ¿Están contentos? ¿Cómo se sentiría alguno de ellos si no le permitieran jugar? Con ayuda de tus padres, escribe una lista de juegos en que pueden participar muchos niños:
1. ____________________________ 2. ____________________________
3. ____________________________
Respetar lo propio y lo ajeno A todos nos gusta tener cosas nuevas y bien cuidadas, y nos gusta que los demás también cuiden nuestras cosas. Al igual que nos gusta que respeten y cuiden las cosas nuestras, debemos cuidar y respetar las de los demás. En casa tenemos cosas que utilizamos todos, y debemos ayudar a que estén siempre bien cuidadas. Si utilizas un vaso debes dejarlo en el lugar de lavado. También debes tener respeto y cuidado de tus pertenencias, mantenerlas limpias y en buen estado. Una forma de mostrar respeto a tu cuerpo es mantenerlo limpio y cuidado.
Actividad: recorta los dibujos de abajo y pégalos en los espacios que corresponde.
Sabemos perder
Somos generosos cuando aprendemos a perder y nos alegramos de los éxitos de nuestros amigos.
Algunas veces ganamos y nos sentimos felices,
pero cuando perdemos, debemos sentirnos alegres porque nuestros amigos están alegres.
Actividad: encierra en un círculo cómo debes estar cuando pierdes y tus amigos ganan.
Las ideas de los demás también son buenas
Cuando un amigo tiene una buena idea, debemos alegrarnos y participar con alegría.
Generosidad y Respeto
Actividad: Conversar sobre las escenas y colorear las que muestran actitudes de generosidad y respeto.
Pedir perdón y perdonar
En ocasiones nos equivocamos, y las cosas no salen como queremos.
Debemos saber que todos cometemos errores pero siempre se puede mejorar.
Cuando ofendemos a nuestros amigos, padres o hermanos, debemos pedir perdón.
Hay ocasiones en que son los demás quienes sin
querer nos ofenden, debemos perdonarles y seguir queriéndoles.
Observa las imágenes que están a la par.
¿Qué ocurre en cada escena?, ¿Por qué se debe pedir perdón en cada escena? ¿Es diferente
cuando se equivocan que cuando nos ofenden a propósito? ¿Debemos pedir perdón cuando nos equivocamos? ¿Debemos perdonar cuando nos
agraden a propósito?
Actividad: Siempre que ofendemos a alguien debemos pedir perdón. Encierra en un círculo las ocasiones en que se ha ofendido a propósito .
Las Palabras Mágicas: “Gracias y Por favor”
Somos generosos cuando usamos palabras amables con los demás. Cuando pedimos algo, siempre debemos agregar las palabras “Por favor” Cuando nos hacen un favor, debemos siempre decir “Gracias” Actividad: Observa los dibujos que están al lado ¿Qué está pasando?, con ayuda de tus padres, anota que palabra corresponde decir. (Por favor y gracias)
Sin gritos
Es un acto de respeto y generosidad mantener la calma, no debemos gritar nunca. Actividad: Conversar sobre lo que se observa en los dibujos de arriba. Colorear la acción adecuada y tachar con una “X” la inadecuada. El niño marca la casilla con la que se identifica. Necesita que el padre tenga un diálogo previo para ayudarle a concluir.
¿Cómo lo estoy haciendo? ☺
He ayudado al que necesita de mi
Sonrío
Pido ayuda cuando la necesito
Soy amigo de todos
Me esfuerzo por hacer lo correcto
Cuido mis palabras y no digo groserías, ni grito
Permito que todos jueguen conmigo
Cuido mis cosas y las de los demás
Puedo pedir perdón y perdonar a los demás
Cuando pierdo, no me enojo
Acepto las ideas de los demás
Digo “gracias” y “por favor”
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