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HIJOS DE JACOB 1
Identidad mesiánica
El mesianismo es un movimiento antiguo, que surge en la época en que Yeshúa HaMashíaj realizaba su ministerio en
Judea y otras ciudades aledañas. Aunque en ese momento no conocían a los discípulos de Yeshúa como mesiánicos,
podemos decir que sus raíces comienzan en él.
Años más tarde, vemos a todos los seguidores de Yeshúa identificándose con el nombre de mesiánicos, esta evidencia
la podemos encontrar en el versículo 26 del capítulo 11 del Libro de los Hechos. Hechos 11:25-26: “Después fue
Bernabé a Tarso para buscar a Saulo; y hallándole, le trajo a Antioquía. Y se congregaron allí todo un año con la
congregación, y enseñaron a mucha gente; y a los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía”.
Debemos recordar que la traducción correcta no es cristianos, sino mesiánicos, pues la palabra griega traducida a
cristiano proviene de la raíz de la palabra Χριστός (Jristós), marcada con G5547 en el diccionario Strong, y
significa: ungido, el Mesías, epíteto de Yeshúa.
Mesías proviene de la palabra hebrea יח :marcada con H4899 en el diccionario Strong, y significa ,(mashíakj) ָמשִׁ
ungido, usualmente persona consagrada (como un rey, sacerdote, o santo); espec. Mesías:- ungido, Mesías.
Sobre este particular, también podemos encontrar evidencias en Hechos 26:28: “Entonces Agripa dijo a Pablo: Por
poco me persuades a ser cristiano <Mesiánico>”.
Lo interesante —y la idea central del estudio— es que en la modernidad se ha denominado mesiánicos a muchos
creyentes que abrazan diferentes doctrinas que no fueron la base de las enseñanzas de nuestro único Rabí Yeshúa
HaMashíaj.
¿A caso los mesiánicos citados en Hechos 11:26 tenían diferentes credos entre ellos? ¿Qué es un verdadero
mesiánico?
Teniendo en cuenta estos argumentos, nos percatamos que el concepto de mesianismo ha mutado entre las diferentes
posturas teológicas, asumiendo erradamente cada una de ellas el calificativo de mesiánicas. Ahora no entraremos a
examinar cada grupo que ha adoptado este nombre, pues son tantos, que nunca llegaríamos al fin. Solo nos
enfocaremos en la verdadera identidad, conceptualizando adecuadamente el título mesiánico.
Conociendo que solo los creyentes en Yeshúa pueden recibir este atributo, podemos establecer a partir de aquí un
análisis minucioso del tema. Siempre recordemos que estamos desarrollando una investigación sobre la base de
Hechos 11:26, ya que es la primera evidencia bíblica que registra el nombre de mesiánico dado a un grupo de
personas.
Lo más significativo del tema es reconocer que los seguidores de Yeshúa están sujetos a todas las enseñanzas que dio
nuestro Mashíaj, y que esto constituye un solo sistema de adoración. Este aspecto es de suma importancia, ya que con
el decurso del tiempo se ha mal interpretado el carácter de un verdadero discípulo de Yeshúa. Lo que se quiere
demostrar es que no solo por creer en él somos sus seguidores, sino que el acto de obedecer sus mandamientos es la
plataforma que nos lleva a ostentar la identidad de mesiánicos (seguidores de Yeshúa). Pongamos un interesante
ejemplo que se encuentra en Juan 12:42-43: “Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en él; pero a
causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los
hombres que la gloria de Elohím”.
En esta porción, vemos cómo muchos de los gobernantes creían en Yeshúa, pero por sus intereses personales no eran
capaces de asumir el régimen de vida enseñado por Mashíaj, ni aun lo mencionaban. Ni pensar que solo por creer en
Yeshúa, estos gobernantes alcanzarían el atributo de mesiánicos, ya que ello solo se obtiene cuando seguimos sus
pasos, 1 Jn 2:4-6: “El que dice: Yo le conozco, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y la verdad no
está en él; pero el que guarda su palabra, en éste verdaderamente el amor de Elohím se ha perfeccionado; por esto
sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo”.
De la misma forma, hoy en día vemos muchas personas que se autotitulan mesiánicos, cuando en realidad no
cumplen con los parámetros para serlo. En estos momentos no creemos sea factible hacer un recorrido bíblico que
demuestre que nuestro Mashíaj solo vino a salvar a Israel. La inserción de los gentiles a Israel es la única manera de
que ellos puedan participar de las promesas de salvación por medio del Mashíaj.
HIJOS DE JACOB 2
Nota: Para mejor comprensión, ver estudio: “Misterio del reino”, en nuestro sitio Web: www.hijoisdejacob.com
Cuando hablamos de inserción, nos estamos refiriendo a los estándares bíblicos —no políticos— de esta nación. Para
ello debemos cumplir una serie de mandamientos y estatutos, por los cuales el Israel bíblico se debe regir. De la
misma manera sucede con el pueblo judío, que descarriándose de los mandamientos de YAHWEH, fueron destituidos
de la nación de Israel a causa de sus propios actos.
Quizás el lector se inquiete, pues aparentemente nos hemos desviado del tema, pero la realidad es que existe un
estrecho vínculo entre el atributo de ser mesiánico y las leyes divinas adecuadas a la nación de Israel. El punto es que
no importa si eres judío, griego, o cualquier tipo de gentil; lo que se quiere lograr es que el lector pueda entender que
un solo código de estatutos a cumplir es lo que une a todos en el cuerpo de Mashíaj, para, de ese modo, obtener la
denominación de mesiánicos.
Romanos, capítulo 11, es una de las porciones más puntuales en este tema, al ser su análisis un camino cómodo que
nos llevará a dicha realidad. Veamos a partir del versículo 24:
Romanos 11:24: “Porque si tú fuiste cortado del que por naturaleza es olivo silvestre, y contra naturaleza fuiste
injertado en el buen olivo, ¿cuánto más éstos, que son las ramas naturales, serán injertados en su propio olivo?”.
Ante todo, es muy importante saber que el buen olivo es el Israel que anda conforme a los mandamientos divinos, y
no solo el pueblo judío, como muchos piensan. Jeremías 11:16-17 es la muestra de que YAHWEH llamó buen olivo a
la casa de Israel, y a la casa de Judá, no solo a una tribu: “Olivo verde, hermoso en su fruto y en su parecer, llamó
YAHWEH tu nombre. A la voz de recio estrépito hizo encender fuego sobre él, y quebraron sus ramas. Porque
YAHWEH de los ejércitos que te plantó ha pronunciado mal contra ti, a causa de la maldad que la casa de Israel y
la casa de Judá han hecho, provocándome a ira con incensar a Baal”.
Aquí se desvanece la idea de llamar judíos mesiánicos a aquellos que practican el judaísmo como sistema religioso y
creen en Yeshúa. Claro está, la cuestión es volverse a los mandamientos bíblicos y no a un errado sistema de
adoración instituido solo por una tribu de Israel, Judá. De hecho, podemos apreciar en Romanos 11:11 que todo aquel
que se apartó de los estatutos dados a Moisés en el monte Sinaí fue cortado del buen olivo, es decir, de Israel, según
los mandamientos de la Ley de Moisés.
Romanos 11:11: “Digo, pues: ¿Han tropezado los de Israel para que cayesen? En ninguna manera; pero por su
transgresión vino la salvación a los gentiles, para provocarles a celos”. Cuando nos dice, por su transgresión, se
refiere a la infracción de la Ley de Moisés.
Es necesario darnos cuenta de que todos aquellos que una vez fueron desgajados del olivo natural tienen la
oportunidad de volver a sus ramas por medio de la obediencia a todos los puntos de la Ley de Moisés. Cuando
hablamos de todos los puntos de la ley, estamos incluyendo la fe en nuestro Yeshúa, prescrita en Deuteronomio
18:18-19, el cual es Mashíaj: “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú; y pondré mis palabras en
su boca, y él les hablará todo lo que yo le mandare. Más a cualquiera que no oyere mis palabras que él hablare en
mi nombre, yo le pediré cuenta”.
En el caso de los gentiles, ellos también tienen la oportunidad de insertarse en el buen olivo (Israel según leyes
divinas <Torá>), porque es la única forma de alcanzar salvación, por medio del Mashíaj judío, quien solo vino a
salvar a esta nación.
Sabiendo que todos aquellos israelitas que transgredieron la Ley de Moisés fueron desgajados, es imposible creer que
los gentiles sean aceptados en el buen olivo, pues ellos tienen los mismos pecados por los cuales las ramas desgajadas
fueron cortadas. Si nos atenemos al cumplimiento de todos los puntos de la ley (también incluimos la fe en Yeshúa,
mencionada en Det18:18-19), se desvanece la idea de llamar mesiánicos a aquellos gentiles que no han sido
injertados en el buen olivo.
De este modo podemos comprobar que no pueden existir diferentes sistemas de adoraciones para aquellos que se
hacen llamar mesiánicos, solo el insertarnos en la nación de Israel y reconocer a Yeshúa como Mesías y salvador nos
permite llevar tal atributo.
Echemos un vistazo a Romanos 11:25-26: “Porque no quiero, hermanos, que ignoréis este misterio, para que no
seáis arrogantes en cuanto a vosotros mismos: que ha acontecido a Israel endurecimiento en parte, hasta que haya
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entrado la plenitud de los gentiles; y luego todo Israel será salvo, como está escrito: Vendrá de Sion el Libertador,
Que apartará de Jacob la impiedad. Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados”.
Señalemos cuatro frases, que demostrarán lo antes enunciado en este estudio:
1- “...y luego todo Israel será salvo...”: quien único va a ser salvo es Israel, ya aprendimos que se
está describiendo al Israel según las leyes bíblicas, no al Israel político de la actualidad.
2- “...Vendrá de Sion el Libertador...”: el libertador es Yeshúa HaMashíaj, el único a través del
cual podemos alcanzar salvación, quien nos enseñó a obedecer todos los puntos de la ley.
Mat 5:17-20: “No penséis que he venido para abrogar la ley o los profetas; no he venido para
abrogar, sino para cumplir. Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni
una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido. De manera que
cualquiera que quebrante uno de estos mandamientos muy pequeños, y así enseñe a los hombres,
muy pequeño será llamado en el reino de los cielos; mas cualquiera que los haga y los enseñe,
éste será llamado grande en el reino de los cielos. Porque os digo que si vuestra justicia no fuere
mayor que la de los escribas y fariseos, no entraréis en el reino de los cielos”.
3- “...Que apartará de Jacob la impiedad”: este texto corrobora que Mashíaj solo viene a su pueblo
Israel, siendo Jacob el único que será libre de impiedad por medio de la sangre redentora de
Yeshúa. El regreso de las ramas desgajadas y la inserción de los gentiles a Jacob es la forma por
medio de la cual estos pueden alcanzar redención.
4- “Y este será mi pacto con ellos, Cuando yo quite sus pecados”: tanto judíos como griegos, o
cualquier tipo de gentil, deben apartarse de pecados y entrar en el nuevo pacto anunciado en
Jeremías 31:33: “Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días,
dice YAHWEH: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por
Elohím, y ellos me serán por pueblo”. Fijemos que el nuevo pacto tiene una relación directa con
obedecer la Ley de Moisés y, por ende, con pertenecer al pueblo santo.
Concluimos: un verdadero mesiánico es todo aquel que ha dispuesto su corazón a obedecer los
mandamientos de YAHWEH, anunciados en el monte de Sinaí y dirigidos a su pueblo Israel, porque esta es
la única manera de heredar la promesa de redención, por medio de Yeshúa, el Mashíaj judío.
“Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen
la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Mashíaj, y todos miembros los unos
de los otros”. ROMANOS 12:4-5
Web: www.hijosdejacob.com Hermano: LEO BEN JACOB
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