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poemas, chistes, refranes
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“POEMAS PARA TI”
Tu amor me hace sentir el más feliz del mundo,
y me aparta de todo el dolor inmundo,
que se encontraba en mi bien fecundo.
Tu sonrisa me recuerda a las mariposas
que volaban frente a nosotros, bien hermosas;
tu eres lo más bello de todas las cosas
y por eso este día te regalo mil rosas.
LA PRIMAVERA
BESABA...
La primavera
besaba
suavemente la
arboleda,
y el verde nuevo
brotaba
como una verde
humareda.
Las nubes iban
pasando
sobre el campo
juvenil...
Yo vi en las hojas
temblando
las frescas lluvias de
abril.
Bajo ese almendro
florido,
todo cargado de flor
-recordé-, yo he
maldecido
mi juventud sin
amor.
Hoy en mitad de la
vida,
me he parado a
meditar...
¡Juventud nunca
vivida,
quién te volviera a
soñar!
Frente al Mar
¿La ola no tiene
forma?
En un instante se
esculpe
y en otro se
desmorona
en la que emerge,
redonda.
Su movimiento es
su forma.
Las olas se retiran
?ancas, espaldas,
nucas?
pero vuelven las
olas
?pechos, bocas,
espumas?.
Muere de sed el
mar.
Se retuerce, sin
nadie,
en su lecho de
rocas.
Muere de sed de
aire.
Dame la Mano
Dame la mano y
danzaremos;
dame la mano y me
amarás.
Como una sola flor
seremos,
como una flor, y nada
más...
El mismo verso
cantaremos,
al mismo paso
bailarás.
Como una espiga
ondularemos,
como una espiga, y
nada más.
Te llamas Rosa y yo
Esperanza;
pero tu nombre
olvidarás,
porque seremos una
danza
en la colina y nada
más...
Abrazo
Un simple abrazo nos
enternece el corazón;
nos da la bienvenida y nos
hace más llevadera la
vida.
Un abrazo es una forma
de compartir alegrías
así como también los
momentos tristes que se
nos presentan.
Es tan solo una manera
de decir a nuestros
amigos
que los queremos y que
nos preocupamos uno por
el otro
porque los abrazos
fueron hechos para
darlos a quienes
queremos.
El abrazo es algo
grandioso.
Es la manera perfecta
para demostrar el amor
que sentimos
cuando no conseguimos
la palabra justa.
Es maravilloso porque tan
sólo un abrazo dado con
mucho cariño,
hace sentir bien a quien
se lo damos, sin importar
el lugar ni el idioma
porque siempre es
entendido.
Por estas razones y por
muchas más...
hoy te envío mi más cálido
abrazo.
La memoria es como
el mal amigo
cuando más falta te
hace, te falla.
REFRANES
Más vale feo y bueno qué guapo y perverso.
Nunca es
tarde para
bien hacer
haz hoy lo
que no
hiciste
ayer.
Quien no buscó amigos
en la alegría en la desgracia no los pida.
mira lo que haces Antes que te cases
CUENTOS Y LEYENDAS
Vivían en un pueblo dos mujeres; a una la apodaban los vecinos la XKEBAN, que es
como decir la pecadora, y a la otra la llamaba la UTZ-COLEL, que es como decir mujer
buena.
La XKEBAN era muy bella, pero se daba continuamente al pecado de amor. Por esto,
las gentes honradas del lugar la despreciaban y huían de ella como de cosa hedionda.
En más de un ocasión se había pretendido lanzarla del pueblo, aunque al fin de
cuentas prefirieron tenerla a mano para despreciarla.
La UTZ-COLEL, era virtuosa, recta y austera además de bella. Jamás había cometido
un desliz de amor y gozaba del aprecio de todo el vecindario. No ostante sus pecados,
la XKEBAN era muy compasiva y socorría a los mendigos que llegaban a ella en
demanda de auxilio, curaba a los enfermos abandonados, amparaba a los animales;
era humilde de corazón y sufría resignadamente la injurias de la gente.
Aunque virtuosa de cuerpo, la UTZ-COLEL era rígida y dura de carácter: Desdeñaba a
los humildes por considerarlos inferiores a ella y no curaba a los enfermos por
repugnancia. Recta era su vida como un palo enhiesto, pero sufrió su corazón como la
piel de la serpiente. Un día ocurrió que los vecinos no vieron salir de su casa a la
XKEBAN, pasó otro día, y lo mismo; y otro, y otro.
Pensaron que la XKEBAN había muerto abandonada; solamente sus animales cuidaban
su cadáver, lamiéndole las manos y ahuyentándole las moscas. El perfume que
aromaba a todo el pueblo se desprendía de su cuerpo. Cuando la noticia llegó a oídos
de la UTZ-COLEL, ésta rió despectivamente. Es imposible que el cadáver de una gran
pecadora pueda desprender perfume alguno- exclamó. Más bien hederá a carne
podrida.
Pero era mujer curiosa y quiso convencerse por sí misma. Fue al lugar, y al sentir el
perfumado aroma dijo, con sorna: Cosa del demonio debe ser, para embaucar a los
hombres, y añadió: Si el cadáver de esta mujer mala huele tan aromáticamente, mi
cadáver olerá mejor. Al entierro de la XKEBAN solo fueron los humildes a quienes
había socorrido, los enfermos a los que había curado; pero por donde cruzó el cortejo
se fue dilatando el perfume, y al día siguiente la tumba amaneció cubierta de flores
silvestres.
Poco tiempo después falleció la UTZ-COLEL, había muerto virgen y seguramente el
cielo se abriría inmediatamente para su alma. Pero ¡Oh sorpresa! contra lo que ella
misma y todos habían esperado, su cadáver empezó a desprender un hedor
insoportable, como de carne podrida.
El vecindario lo atribuyó a malas artes del demonio y acudió en gran número a su
entierro llevando ramos de flores para adornar su tumba: Flores que al amanecer
desaparecieron por “malas artes de demonio”, volvieron a decir. Siguió pasando el
tiempo, y es sabido que después de muerta la XKEBAN se convirtió en una florecilla
dulce, sencilla, olorosa llamada XTABENTUN. El jugo de esa florecilla embriaga
dulcemente tal como embriagó en vida el amor de la XKEBAN.
En cambio, la UTZ-COLEL se convirtió después de muerta en la flor de TZACAM, que es
un cactus erizado de espinas del que brota una flor, hermosa pero sin perfume alguno,
antes bien, huele en forma desagradable y al tocarla es fácil punzarse. Convertida la
falsa mujer en la flor del TZACAM se dio a reflexionar, envidiosa, en el extremo caso
de la XKEBAN, hasta llegar a la conclusión de que seguramente porque sus pecados
habían sido de amor, le ocurrió todo lo bueno que le ocurrió después de muerta.
Y entonces pensó en imitarla entregándose también al amor. Sin caer en la cuenta de
que si las cosas habían sucedido así, fue por la bondad del corazón de la XKEBAN,
quien se entregaba al amor por un impulso generoso natural. Llamando en su ayuda a
los malos espíritus, la UTZ-COLEL consiguió la gracia de regresar al mundo cada vez
que lo quisiera, convertida nuevamente en mujer, para enamorar a los hombres, pero
con amor nefasto porque la dureza de su corazón no le permitía otro.
Pues bien, sepan los que quieran saberlo que ella es la mujer XTABAY la que surge del
TZACAM, la flor del cactus punzador y rígido, que cuando ve pasar a un hombre vuelve
a la vida y lo aguarda bajo las ceibas peinando su larga cabellera con un trozo de
TZACAM erizado de púas. Sigue a los hombres hasta que consigue atraerlos, los
seduce luego y al fin los asesina en el frenesí de un amor infernal.
Cuenta la leyenda que los aztecas se marcharon de la ciudad de aztlan para poder construir su propia ciudad, lo cual lo hicieron años después en coatepec, pero no todos estaban contentos de estar en ese lugar, algunos querían seguir hacia el sur para seguir buscando otro lugar donde fundar su ciudad.
Los seguidores de Coyolxauhqui querían quedarse mientras los seguidores
del dios Huitzilopotchi deseaban continuar.
Entonces los seguidores del dios Huitzilopotchi se marcharon rumbo al sur,
en busca de un nuevo lugar, su Dios los guio hasta llegar al lago de Texcoco
donde vieron sobre un nopal a un águila devorando una serpiente, esto se
convirtió en un símbolo para los seguidores de Huitzilopotchi quienes para
ese entonces se hacían llamar mexicas en honor a un dios guerrero.
Debido a la importancia de este símbolo para los nativos de México, durante
la creación de la bandera mexicana se decidió utilizar este símbolo para
decorar la nueva bandera Mexicana.
Leyenda del Wáay Significa brujo o espanto, cuentan los pobladores de la comunidades cercanas al municipio de hopelchen que en la sociedad maya existían brujos y chamanes que recurrían a la magia, rituales y conjuros para curar enfermedades y malas cosechas pero no todos los brujos recurrían a las buenas practicas ya que muchos de ellos gozaban cometiendo fechorías y asustando a la gente al grado que se les fue pudriendo el alma por hacer tanta maldad, estos brujos no satisfechos con su crueldad decidieron invocar al demonio para pedirle algo terrorífico algo que alteraría la tranquilidad de las comunidades mayas para toda la vida, aquellos brujos le ofrecieron su alma al demonio cambio de tener el poder sobre natural de convertirse por las noches en una criatura transformada por mitad animal y mitad hombre para sembrar terror entre los pobladores de las comunidades. El brujo para conseguir su transformación realizaba un oscuro ritual de magia negra en el cual el sacrificio de un animal era lo mas esencial, el brujo sacrificaba el animal en el que deseaba transformarse a si al final del rito podía quedar convertido en un chivo mitad hombre mitad chivo, un mitad hombre mitad perro o un mitad hombre mitad toro.Todos los moradores de los poblados mayas al caer la media noche se retiraban a sus viviendas atrancaban las puertas y rezaban antes de dormir, Dios consuele el alma de aquellos pobladores que en la penumbra de la madrugada al toparse con algún waay consiguieron escapar de la muerte. Si vas de visita a un poblado maya no vagues por las calles solitarias de la madrugada porque si un waay toro aparece a tus espaldas escucharas el andar de sus pesuñas acercándose hacia ti, percibirás el horror del infierno y al voltear veras su mirada ensangrentada que penetrara tu alma y tienes que huir o jamás volverás a ver el amanecer.
leyenda del huaykeken
Cuando el viento frio sopla en despoblado los mayas huyen de los caminos
por temor a encontrarse con don Coba un viejo brujo que hace muchos años
vivía en aquel pequeño poblado de Tenabo y que le gustaba asustar a la gente
al pasearse convertido en un cerdo, pero fue casado con balas marcadas con
una cruz y fue condenado a vagar en la selva convertido para siempre en un
animal y su venganza sigue vigente hasta nuestros días. Algunos dicen que se
lleva a los borrachos a los vagos y mal vivientes otros dicen que las mujeres
son sus victimas favoritas, la leyenda del huaykeken fue cambiando con el
paso de los años y a hora nadie sabe con certeza si es el viejo don Coba o es
un animal demoníaco al que ahora ronda por los caminos de Tenabo.
Don Coba convertido en un cerdo busca su alimento en los alrededores del
pueblo en los caminos solitarios, pero no busca el maíz tierno ni las hojas de
la mazorca el huaykeken prefiere la carne humana y beber la sangre de sus
presas, son pocos los que han sobrevivido a su encuentro y se atreven a
contar pero forzados porque prefieren evitar el tema. El viento frío siempre
acompaña al huaykeken es la señal de que se acerca y es también la señal
para dejar libre el camino y refugiarse en sus casas y esperar a que las ramas
de sus árboles vuelvan a estar tranquilas, hay quienes dicen que el viento es
la forma incorporada de don Coba para recorrer los caminos y tomar
desprevenidos a los mayas, mientras otros creen que el huaykeken es el
viento mismo, pero son pocos los valientes que se atreven averiguar, la
mayoría prefiere refugiarse en sus viviendas y esperar que el huaykeken se
aleje, cuenta la leyenda que el brujo Coba seguirá recorriendo el pueblo de
Tenabo hasta vengarse de la descendencia del grupo de hombres que hace
varios años le dispararon con balas benditas y los apellidos que retaron al
huaykeken se mantienen en el mas guardado de los secretos esperando que
un día de estos ejecute su venganza.
Tras una puerta de hospital
Hacía muchos años que Enrique no iba al hospital. Al entrar empezó a recordar: la sala
de espera, el corredor ancho, la ventanilla del banco de sangre, la escalera que iba hasta
el segundo piso. Cuando creyó encontrar la sala de medicina general, le informaron que
ésta se encontraba ahora en el otro extremo del edificio.
Recordó que había un pasillo que atravesaba todo el hospital. Caminó lentamente porque
no estaba seguro de en qué parte se encontraba, pero al ver una puerta ancha con
ventana, la reconoció. Estaba abierta, la cruzó y salió en un lugar oscuro. El pasillo era
un túnel sin luz, y solamente la claridad que entraba por la puerta permitía ver unos
metros de él.
Enrique se detuvo allí mismo, no podía ir por aquel lugar. Le pareció extraño que
estuviera oscuro. Pensaba en eso cuando distinguió que algo que se desplazaba por la
oscuridad iba rumbo a él. En un primer instante no distinguió bien qué era, tenía un color
muy claro, pues resaltaba en la oscuridad, era algo blancuzco. Aquello bajaba y subía
levemente como si viniera volando, y cuando Enrique distinguió un rostro horrendo en
aquella cosa, se le erizó la piel de terror.
Giró para salir pero no pudo, pues sin que lo percibiera, la puerta se había cerrado
sigilosamente tras él. Intentó abrirla mientras pedía auxilio a los gritos. Desesperado,
empezó a golpear la ventana, y de pronto apareció una cara del otro lado; era un vigilante,
que al ver la desesperación de Enrique, y al notar algo espantoso que lo hizo retroceder
un paso, intentó abrir la puerta también, y al tirar de ella lo consiguió. Enrique casi se lo
lleva por delante al salir, mas el vigilante lo tomó de un brazo.
- ¿Cómo entró ahí? - le preguntó el vigilante -. Esa parte del hospital está cerrada, ¿cómo
abrió la puerta?
- Estaba… estaba abierta - respondió Enrique, con la respiración agitada por el miedo. El
vigilante lo examinó con la vista. Confiando en que decía la verdad, el hombre le confesó
a Enrique:
- Esa parte está cerrada porque pasaban cosas “raras” ahí, y por lo que veo todavía
siguen pasando, porque sé bien que esta puerta estaba cerrada con llave, además, había
una cosa detrás de usted, por suerte no volteó a verla.
Terror en el teatro Una tormenta avanzó por el cielo nocturno ni bien terminó la obra. El público se
retiró del viejo teatro, y quedaron en él solamente los artistas, sus allegados y
algún que otro invitado; iban a celebrar el éxito de la obra teatral.
Germán estaba allí porque su novia era parte del elenco. La pequeña celebración
transcurría en un salón cuyas paredes estaban cubiertas de fotografías viejas del
local, afiches y carteles ya antiguos, y algunos retratos de actores, de elencos
enteros, de escenarios…
Germán, sosteniendo una copa de vino, intentaba encajar en un pequeño grupo
que conversaba formando un círculo. No entendía casi nada de lo que hablaban,
pero si los otros reían él también lo hacía, o ante la mirada de su novia asentía
con la cabeza como si entendiera.
- A veces el arte está en mi cabeza - comentaba uno de los presentes mientras
miraba con intensidad a los otros y hacía ademanes exagerados -. Otras veces
está fuera de mí, como un ente, flota, se aleja, vuelve meciéndose, es etérea.
Germán lo escuchaba mientras pensaba que el tipo estaba medio loco, que le
faltaba un tornillo; pero como su novia lo vigilaba seguía fingiendo interés.
Otros artistas tenían una actitud más extravagante aún, y disfrazados con los
atuendos y las grotescas máscaras que habían usado en la obra, recorrían el
salón bailando y lanzando gritos.
La lluvia arreciaba sobre el teatro, iluminándolo brevemente con la luz de los
rayos. En medio de toda esa energía desatada, inmediatamente después de
sonar un rayo que cayó cerca, se cortó la electricidad, dejando a oscuras a los que
estaban en la fiesta.
El pequeño grupo de Germán se disolvió. Las siluetas se movían lentamente con
los brazos extendidos. Algunas voces pedían calma, asegurando que la
electricidad iba a volver en cualquier momento. Varios prendieron sus
encendedores, aportando algo de claridad, y algunos relámpagos entraban por los
ventanales.
Germán buscó a su novia diciendo su nombre, y al escuchar “Aquí estoy”, giró
hacia la voz, aunque la notó un poco extraña. No era ella; el dueño de la voz
fingida tenía los cabellos erizados, la cara blanca y una sonrisa de oreja a oreja.
Germán tomó distancia dando un paso hacia atrás, y el otro avanzó hacia él, y
cuando Germán retrocedió más, comenzó a seguirlo.
¡Cómo puedo ser tan asustadizo! - pensó Germán -. Es un actor con máscara.
Entonces fue a enfrentar al bromista, pero de un instante para el otro dejó de
verlo, se perdió en la oscuridad. Unos minutos después volvió la luz. Su novia
estaba a unos metros de él.
Con la claridad buscó casi frenéticamente al bromista, no sabía qué iba a hacer,
pero aquello no iba a quedar así; le habían dado un buen susto.
Ninguno de los enmascarados se parecía a lo que había visto. Finalmente lo
encontró, pero para su asombro, aquella cara monstruosa estaba dibujada en un
viejo cartel donde se anunciaba una película de terror.
BOMBAS YUCATECAS
BOMBA!!!
Del cielo cayó un pañuelo
bordado con seda negra
aunque tu padre no quiera,
tu madre será mi suegra
BOMBA!!!
Al pasar por un panteón
me gritó una calavera
si no me lo vas a dar,
enséñamelo siquiera.
BOMBA!!!
Te quiero linda mestiza
Como el barco al vendaval
Aunque rónques por las noches
Y perfumes mi jacal
BOMBA!!!
AYER AL SALIR DE MISA
TE VI MUY SONRIENTE,
PERO ENTRE TU SONRISA
HABÍA UN FRIJOL EN TU DIENTE.
BOMBA!!!
Antenoche Fuia Tu Casa
Y que me Ladran Los Perros
Quise Agarrar Una Piedra
y que Me Embarre Los Dedos
CHISTES
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