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Clínic de Alto Rendimiento en balonmano en el hombre y la mujer. Elche, 9‐10 octubre 2011
1 UNA VISIÓN DE FUTURO EN LA EVOLUCIÓN DE PERFILES DE FUNCIONAMIENTO DEL SISTEMA DEFENSIVO 5:1:
ROTACIONES ENTRE AVANZADO Y LATERAL, A TRAVÉS DE FLOTACIONES, Y ATAQUES AL IMPAR SOBRE LA 1ª LÍNEA, Y PROTECCIÓN SIMULTÁNEA
EN LA 2ª LÍNEA Dr. Juan L. Antón García, Universidad de Granada Director de la Escuela Nacional de Entrenadores
RESUMEN A lo largo de la historia de han ido produciendo diferentes innovaciones en el alto nivel del balonmano internacional que han ido provocando su evolución y el perfeccionamiento del juego. Estas aportaciones son derivadas en muchos casos de la calidad motriz e intelectual de los propios jugadores, pero en la mayoría de las ocasiones, especialmente cuando se producen innovaciones tácticas complejas, se deben al estudio y análisis de técnicos que tratan de aportar nuevas ideas en la evolución táctica, aunque no todas se consolidan en el alto nivel por diversas razones. Este trabajo pretende ser una aportación más a la evolución de los sistemas defensivos, concretamente un perfil de funcionamiento probable en el futuro del sistema defensivo 5:1, basándome en las tendencias observadas cada vez más frecuentes en el alto nivel en relación al uso de medios tácticos como la flotación y especialmente el ataque al impar, en la línea emprendida en las dos últimas décadas de defensas activas y anticipativas. Palabras clave: Balonmano, sistema defensivo 5:1, rotación defensiva
1. INTRODUCCIÓN.
a evolución del balonmano en el alto nivel ha puesto de manifiesto en las grandes competiciones internacionales pequeñas o grandes aportaciones que se han ido
progresivamente incorporando al juego de muchos equipos y selecciones en la medida que estas aportaciones hayan supuesto en cada momento mejoras significativas en el juego en los parámetros de eficacia, variedad y belleza o espectacularidad del juego. En la mayor parte de los casos el asentamiento de nuevas conductas ha requerido un tiempo considerable para su amplia asimilación, entre otras razones por los requisitos necesarios para desarrollar cada concepto, o por la necesidad de una adaptación de las formas de entrenamiento en todos sus factores (físico, técnico, táctico, etc.).
Estas aportaciones se han ido produciendo a lo largo de la historia sobre los diferentes aspectos o facetas del juego: las diferentes fases de ataque o defensa, y dentro de ellas, con la aparición de nuevos medios tácticos o variantes de los mismos, elementos técnicos y, por supuesto, también en los diferentes perfiles de manifestación de los sistemas de juego desde ambas perspectivas.
L
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2 En lo que concierne a los sistemas de juego defensivos, las originales y clásicas
estructuras tradicionales que fundamentalmente precisaban disposiciones de partida de los jugadores en una, dos o tres líneas (6:0, 5:1, 3:2:1, 3:3, 4:2, y otras), han derivado en múltiples perfiles de funcionamiento originados básicamente en las diferentes respuestas conductuales de los jugadores, que, a su vez, han estado coordinadas de una forma grupal y colectiva con otros compañeros, para, de una manera sistemática –de ahí procede el concepto de sistema‐, ofrecer funcionamientos muy variados que se han ido consolidando con mayor o menor fuerza en el balonmano de alto nivel y han proporcionado determinadas denominaciones a estas formas de funcionamiento. La mayoría de las aportaciones de los diferentes perfiles de sistemas defensivos derivan de aspectos como:
• El número de jugadores que habitualmente se mueven en cada línea y su distribución general.
• La amplitud de los espacios de los que adquieren sus responsabilidades.
• La frecuencia o predominio de sus intervenciones en las diferentes intenciones tácticas defensivas (control a distancia, acoso, disuasión, interceptación, obstrucción de trayectorias del balón o de los oponentes, etc.)
• Los medios tácticos defensivos utilizados en cada caso para la resolución de los diferentes problemas tácticos que plantean los jugadores y equipos adversarios (basculación, cobertura, doblajes, cambios de oponentes, deslizamientos, etc.), utilizando cada uno de estos medios tácticos de forma diferente en cada espacio defensivo según las circunstancias.
Lógicamente, la mezcla de los diferentes aspectos mencionados da lugar a
múltiples combinaciones cuya consecuencia son los distintos perfiles de funcionamiento defensivo, aunque evidentemente unas combinaciones se hayan consolidado mucho más que otras. En cualquier caso, no debemos olvidar que el funcionamiento de cualquier sistema se fundamenta en cuatro principios básicos: los sistemas son abiertos, es decir, adaptables al entorno (el rival y sus cambios, el ritmo del encuentro, el tanteo,…); los sistemas se transforman y se alternan; las funciones de un sistema dependen de su estructura o dispositivo inicial y de la capacidad potencial de sus jugadores; y, finalmente, los sistemas se interrelacionan entre sí. Dicho de otra forma, aunque sin duda existen comportamientos colectivos mucho más estructurados y definidos en sus conductas individuales y colectivas, el balonmano moderno exige constantes adaptaciones a las circunstancias que en cada equipo y encuentro se están dando, lo que ofrece continuamente distintas perspectivas de organizar y desarrollar el sistema defensivo y modificarlo durante el mismo encuentro.
Una de las aportaciones más significativas del último decenio que se ha ido consolidando en el balonmano internacional en el funcionamiento de los distintos sistemas defensivos está relacionada con el incremento considerable de la iniciativa defensiva, cuyas primeras aportaciones documentales probablemente tienen su
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3 origen en el texto de Späte (1982) titulado Antyzipatives Abwehrspiel, donde este prestigioso técnico alemán exponía la importancia de modificar las conductas tradicionales defensivas –más reactivas, respondiendo a la iniciativa o medios tácticos emprendidos por los atacantes‐ a unas defensas más activas, en las que los defensores trataran de tomar la iniciativa antes de que el atacante iniciara cualquier acción con un cierto peligro. En la misma línea, Anatoli Jewstuchenko (1981) ya expuso su concepción defensiva en 6:0 en el mundial de 1982 con ataques a los impares. El mencionado técnico alemán ha llegado a declarar en más de una ocasión en los últimos tiempos que “las defensas reactivas han acabado. Es preciso pensar y entrenar con defensas activas”, hecho confirmado especialmente si observamos la forma de desarrollo defensivo del equipo masculino nacional francés en las últimas competiciones internacionales que le han permitido obtener tan altos logros. No cabe duda que esta concepción ha producido grandes efectos positivos en el dinamismo defensivo, hasta el punto de que no solamente la capacidad táctica individual defensiva de los jugadores ha mejorado notablemente, sino que han aparecido nuevos medios tácticos en el funcionamiento de los sistemas defensivos que se han consolidado de tal manera en el alto nivel que casi podríamos decir que no hay equipo o selección en el alto rendimiento que no los utilice en mayor o menor grado en diferentes encuentros. En este sentido, podemos sentirnos orgullosos como españoles de haber participado en esta consolidación, pues el título mundial obtenido en Túnez en 2005 por nuestra selección se debe, entre otras razones, al uso sistemático de esta concepción activa, hecho que de otra manera hemos constatado en el último mundial.
Entre esos medios tácticos que anteriormente mencionábamos se encuentran la flotación y el ataque al impar, medios tácticos a los que hemos dedicado una amplia fundamentación en nuestro texto Táctica grupal defensiva (Antón, 2002), por lo que en este punto no me voy a extender, pero sí quiero subrayar de antemano que la combinación de ambos es la base de la aportación que aquí pretendemos como un perfil de funcionamiento futuro. En esta línea de perspectivas de futuro, y aceptando los riesgos que esa idea conlleva, nos hemos atrevido a desarrollar este perfil de funcionamiento defensivo como una variante del sistema 5:1 que trataremos de exponer a continuación, pero que de alguna manera tiene similitudes con el sistema 4:2 y con la defensa denominada “india”.
2. CONCEPCIÓN GENERAL DEL SISTEMA
Ya hemos precisado que el perfil de funcionamiento del sistema defensivo que aquí proponemos deriva del tradicional 5:1. Recordaremos que el tronco‐base de este sistema ha ofrecido hasta el momento múltiples perfiles, entre otros el 5:1 clásico, con más o menos profundidad, con avanzado en zona lateral, con disuasión al central, con presión sistemática de los exteriores, 5:1 “india”, etc. En esta línea de aumentar las posibilidades de desarrollo a partir del 5:1 ofrecemos esta variante con una larga
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4 denominación como observamos en el título. Podemos decir de una forma resumida que se trata de presionar a la primera línea de ataque y al mismo tiempo proteger la segunda línea de ataque, de tal forma que aplicaríamos simultáneamente a diferentes líneas los principios generales defensivos conocidos de atacar al atacante para recuperar el balón –en la primera línea atacante‐ y proteger la portería o las zonas cercanas a nuestra portería –segunda línea‐ (Figura 1).
Figura 1. – Visión esquemática general del perfil que se propone.
Básicamente se trata de realizar una rotación semisistemática entre dos puestos
específicos defensivos, el avanzado y otro que en la distribución inicial espacial del sistema actúa como defensor lateral, pero siempre situado en el lado contrario de donde se realiza la flotación inicial del avanzado que comienza el encuentro como tal. Esta rotación se produce en cuanto a las responsabilidades compartidas alternativamente en el puesto de avanzado y en el de lateral –aunque cada uno actúa como lateral en lados distintos de la estructura‐, pero simultáneamente conlleva un cambio de puestos defensivos entre el central del sistema defensivo y el otro defensor lateral, que al mismo tiempo limitan sus desplazamientos en profundidad y realizándolos más de forma lateral al tiempo que comparten la responsabilidad de marcaje al pivote. Esta actividad limita sus desplazamientos en profundidad y permite que entre ambos puedan dificultar al máximo las líneas de pase de los jugadores de primera línea con el pivote, y actúen con frecuencia realizando un dos contra uno sobre el pivote. Los gráficos representados en las figuras 2, 3 y 4 muestran los detalles de funcionamiento del sistema que aquí se propone. Los gráficos exponen secuencialmente los aspectos más importantes del funcionamiento del sistema que aquí presentamos.
C
E
D
A
3 F
FIGURA 1
2
4
7
5
B
D
Presión sobre la primera
línea adversaria
Protección agrupada en la segunda línea
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5
Figura 2.‐ En el momento que el extremo izquierdo se encuentra en posesión de balón y ataca a portería, el avanzado 7 realiza la flotación que está sincronizada de forma inmediata con el ataque al impar del lateral derecho del sistema defensivo, sobre el central. El exterior del lado contrario actúa inmediatamente en 1 contra 2 dando tiempo a la basculación del central 4.
La coordinación se produce de tal forma que el avanzado realiza una flotación hacia un lateral atacante ‐su impar inicial‐ cuando el balón lo recibe del extremo de su lado, por lo que debe esperar a que el extremo reciba el balón del lateral para iniciar su intervención –eso supone que los exteriores no deben presionar a sus pares, y en términos generales deben evitar la disuasión de recepción‐, y apareciendo desde fuera de su campo visual, abandonando el marcaje del central atacante, que a su vez es atacado de forma consecutiva e inmediata por el lateral del lado más alejado del balón con una trayectoria en diagonal que aparece de forma sorpresiva.
Inmediatamente después de produce la intervención del exterior situado en el lado más alejado de la flotación, que al haber abandonado su puesto el lateral en su ataque al impar –central atacante‐, queda en una situación momentánea aparentemente negativa 1 contra 2. Esta circunstancia conlleva que el exterior deba adelantar su ubicación, situándose en una zona más adelantada e intermedia entre los dos puestos defensivos –lateral y exterior‐, de tal forma que, utilizando fintas defensivas, cree incertidumbre al poseedor en los posibles pases largos, e incluso esté presto a la posible interceptación de balón, aunque debe ser muy cuidadoso y prudente en este actividad, evitando la búsqueda exclusiva de esta interceptación.
1 contra 2
1
2
3
4
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6
Figura 3.‐ (Continuación de la anterior). El balón sigue circulando hacia el lado contrario y el avanzado inicial –ahora de lateral izquierdo‐ retrocede hacia 6 metros mientras al lateral
derecho inicial pasa a ocupar la posición de avanzado.
Figura 4.‐ Continuación de las anteriores e inicio del proceso en sentido contrario.
1 contra 2
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7 Como consecuencia, el lateral defensor de la zona donde se flota no realiza salida
frontal y mantiene su situación inicial reforzando la zona de balón y dificultando la comunicación con el pivote, y posteriormente ocupa el puesto de central defensor. El central defensor inicial ayuda en este marcaje al pivote y posteriormente bascula hacia el lado contrario si es que el balón circula hacia esa zona y ocupará el puesto de lateral defensor (figuras 2 y 3). El resultado final es que:
• El avanzado inicial pasa a situarse de defensor lateral izquierdo.
• El defensa lateral izquierdo inicial ocupará la posición de central de la defensa.
• El central inicial ocupará la posición de defensa lateral derecho.
• El defensa lateral derecho inicial pasará a ocupar la posición de avanzado.
• Los exteriores mantienen sus puestos específicos en todo momento.
Una vez realizada esta rotación de puestos y cuando el balón llega al extremo contrario se vuelve a producir la misma coordinación espacio‐temporal entre los mismos jugadores pero en sentido contrario (Figura 4).
2.1. MISIONES Y RESPONSABILIDADES DE LOS DIFERENTES PUESTOS DEFENSIVES.
En el funcionamiento general del sistema que aquí proponemos se establecen
diversas misiones y responsabilidades en los diferentes puestos específicos que quedan resumidas a continuación:
2.1.1. AVANZADO:
• Inicialmente es el responsable del central atacante, pero va a estar constantemente cambiando la responsabilidad directa sobre uno de los laterales atacantes.
• Para desarrollar esta misión deberá realizar una flotación cambiando de puesto hacia el lateral atacante –cualquiera de los dos, dependiendo del lado que se considere para iniciar el proceso‐ justo en el momento que el extremo de la zona implicada está en posesión de balón y decide atacar hacia portería.
• En esa flotación no tiene como objetivo fundamental la interceptación de balón, sino la disuasión de recepción.
• En cualquier caso, si el lateral recibiera el balón a mayor distancia o por otra circunstancia, actuará en acoso decidido sobre el mismo, intentando dificultar sus acciones y desplazamientos, con un marcaje de contacto físico.
• Dependiendo del momento de pase del extremo sobre ese lateral atacante, la acción no debe olvidar la posibilidad de interceptar, aunque nunca debe considerarse su objetivo primordial.
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8 • La trayectoria del desplazamiento desde el avanzado al lateral es paralela a la portería, pues de alguna forma debe crear dudas en el pase extremo‐central.
• Si el pase extremo‐central se realiza, mantiene ligeramente su situación para evitar el cambio de sentido del pase central‐lateral.
• Finalmente, y una vez ha comprobado que el balón no vuelve hacia su zona, debe retroceder a primera línea defensiva, pasando a realizar misiones de lateral defensor hasta que se vuelva a desarrollar la misma coordinación por el otro lado.
2.1.2. LATERAL DEL LADO CONTRARIO AL LUGAR DE FLOTACIÓN:
• En el momento que el avanzado realiza la flotación y abandona la responsabilidad del central atacante debe actuar de forma inmediata con una trayectoria diagonal atacando al impar –central atacante‐ y apareciendo de forma sorpresiva desde fuera de su campo visual.
• En primera instancia su objetivo inicial será tratar de interceptar el balón en el pase extremo‐central, si es que éste se produce.
• En el caso de que el pase se retrase o el central no ataque a portería y se mantenga alejado, debe mantener su situación cercana al bloque defensivo para realizar –ya como avanzado‐ las ayudas pertinentes.
• Si pese a ello, el central llegara a recibir el balón en zonas eficaces, deberá acosarle dificultándole al máximo todas sus acciones.
• Si el pase extremo‐central no se llega producir y el extremo opta por realizar un pase largo sobre el lateral de la zona opuesta, bascula hacia zona de balón presto a intervenir en las acciones que correspondan –por ejemplo, doblajes, cambios de oponentes ante cruces, etc.‐, propias del avanzado.
2.1.3. LATERAL DEL LADO DONDE SE PRODUCE LA FLOTACIÓN:
• Debido a la flotación del avanzado sobre su par teórico inicial–lateral atacante‐, queda liberado de este marcaje y de las consiguientes salidas frontales sobre el lateral.
• Como consecuencia, su misión se concentra por encima de todo en la protección de la zona de 6 metros, cerrando espacios de penetración del extremo poseedor y dificultando sus acciones, en ayuda decidida sobre el exterior de su lado.
• Al mismo tiempo, en esa protección sobre la zona de 6 metros tendrá la responsabilidad de dificultar líneas de pase hacia el pivote, misión que compartirá con el central inicial del sistema, actuando 2x1.
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9 • En el momento que el balón llega al central atacante, basculará hacia zona de balón y pasará a convertirse en el central del sistema defensivo, teniendo como misión fundamental la responsabilidad de marcaje sobre el pivote adversario.
• Cuando la rotación de puestos del sistema se produzca en sentido contrario, pasará a ocupar de nuevo el puesto de lateral.
2.1.4. CENTRAL INICIAL.
• Su misión fundamental está concentrada, al igual que el lateral de la zona de flotación, en la protección de la zona de 6 metros, y como consecuencia, en reforzar el marcaje sobre el pivote.
• Actúa en coordinación con el lateral de la zona de flotación en el marcaje al pivote en un 2 contra 1.
• En términos generales, no realizará salidas frontales.
• Si el balón en su circulación llega al lateral contrario de zona de flotación, basculará hacia esa zona y actuará como lateral y solo realizará salidas frontales en el caso de que el lateral atacante nuevo poseedor realice una trayectoria hacia el eje del terreno.
• En casos excepcionales, realizará un deslizamiento sobre el exterior de la zona contraria de flotación si el lateral atacante ha conseguido recibir un pase largo del extremo contrario y ha pasado el balón muy rápido sobre el extremo de esa zona, con el exterior situado más adelantado.
• Cuando el balón está en el extremo de la zona contraria de flotación, actuará exactamente igual que el lateral defensor inicial de la zona de flotación hasta que se produzca la nueva rotación en sentido inverso.
2.1.5. EXTERIOR DEL LADO CONTRARIO DE LA FLOTACIÓN:
• La misión de este jugador es igualmente muy importante, pues debe asumir funciones de 1 contra 2 cuando se produce la flotación en el lado contrario.
• En el momento de la flotación del avanzado se produce de forma consecutiva el ataque al impar del lateral defensor de su zona, que abandona como consecuencia el marcaje y la responsabilidad del lateral atacante. En ese momento, y debido a la presión que se está produciendo sobre la zona de balón sobre la primera línea atacante y la protección simultánea de la segunda línea, se ha provocado una inferioridad numérica defensiva momentánea en zona contraria de balón que el exterior debe compensar con una intervención equilibrada e inteligente 1 contra 2 en su zona.
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10 • Para ello, deberá desplazarse hacia adelante y hacia el eje del terreno dispuesto a la posibilidad de interceptar un pase largo extremo‐lateral contrario o al menos obligar a que el lateral se desplace hacia el centro del terreno.
• En cualquier caso, no debe obsesionarse con la búsqueda de la interceptación, y el trabajo de fintas defensivas es fundamental en su tarea para aumentar incertidumbre en los atacantes.
• Una vez ralentizada la circulación de balón o cuando el lateral de su zona recibe pero en trayectoria hacia el centro deberá recuperar su situación inicial volviendo a tomar la responsabilidad del extremo de su zona.
2.1.6. EXTERIOR DEL LADO DONDE SE PRODUCE LA FLOTACIÓN:
• Su objetivo fundamental es evitar las penetraciones del extremo de su zona de responsabilidad, misión en la que recibirá la ayuda constante del lateral de su lado.
• Si el extremo ante las dificultades que puede tener en la circulación del balón decide realizar una circulación individual entre líneas debe evitarla y cortarla cuanto antes anticipándose y tratando de obstruir sus trayectorias, tarea en la que colaborará igualmente el lateral de su lado. Esta tarea es una de las más importantes, pues debe evitar que el extremo vaya hacia zonas cercanas al eje del sistema defensivo, no solamente por su peligrosidad inherente, sino porque reduce la distancia de pase con el lado contrario y da tiempo a que los jugadores de primera línea atacante que se encuentran en dificultades busquen soluciones de desmarques y apoyos.
• Si el balón circula hacia el centro del terreno o hacia el lado opuesto concentra su actividad en la línea de 6 metros hasta que el proceso de rotación se produce en sentido contrario que realizará las mismas misiones indicadas en 2.1.5.
3. VENTAJAS DEL SISTEMA.
Entre las ventajas que se pueden obtener con el funcionamiento adecuado en la
aplicación de este sistema podemos indicar:
• Se crea momentáneamente una superioridad numérica en la zona de balón.
• Se cierra mucho más el marcaje al pivote, con lo que se dificultan las relaciones de pase primeras líneas con los pivotes.
• Se cierra más el espacio interválico entre primer y segundo defensor de cada lado, por lo que ante extremos rápidos y fintadores se dificultan las penetraciones.
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11 • Se libera casi absolutamente a dos defensores de las salidas frontales y su
trabajo está más concentrado en la línea de área de portería.
• Produce un efecto sorpresa en los atacantes que puede suponer recuperaciones de balón por interceptaciones, faltas de ataque, etc.
• Dificulta las comunicaciones entre jugadores de puestos cercanos y fuerza a pases de larga distancia que pueden ser interceptados más fácilmente.
4. INCONVENIENTES O REQUISITOS IMPRESCINDIBLES.
Del mismo modo podemos decir que, como ocurre con todos los sistemas, no todo
son ventajas, especialmente si no se dispone de los jugadores espacialmente capacitados para desarrollar las misiones correspondientes a cada puesto que aquí hemos expuesto. Por lo tanto, bien como inconvenientes o tal vez como prerrequisitos podemos precisar:
• Requiere dos especialistas del puesto de avanzado que deben serlo igualmente en sus tareas como laterales defensores.
• Los dos jugadores principalmente implicados están obligados a un importante desgaste físico de energías, además de una inteligencia táctica considerable.
• La sincronización espacio‐temporal entre la flotación del avanzado y el ataque al impar unido al trabajo consecutivo de 1x2 del exterior contrario debe ser casi milimétrica. En este sentido, el uso y dominio de las fintas desde el punto de vista defensivo se convierte en imprescindible, temática que ya expusimos personalmente en una ponencia en el año 2001 titulada “El principio del falseo de intenciones aplicado a la táctica individual defensiva”.
• La defensa puede ser sorprendida a través de pases de larga distancia donde no existe la superioridad numérica defensiva, aunque ello puede contrarrestarse con el buen trabajo del exterior en ese 1x2 aludido.
• Hay que tener en cuenta que las circulaciones de balón no siempre siguen un proceso lógico y pueden invertir o alterar los movimientos previsibles, por lo que los momentos de rotación también pueden verse alterados.
• Tal vez un empleo sistemático de este perfil de sistema defensivo pueda llevar consigo nuevas adaptaciones atacantes, lo que probablemente implique dejar de utilizar el sistema propuesto o nuevas readaptaciones.
• Si el central circula sin balón al pivote y transforma el sistema a 2:4 –u otro primera línea‐ lógicamente el sistema ya no se puede desarrollar como hemos explicado, aunque se pueden buscar otras soluciones adaptativas similares –por ejemplo, el lateral que ataca en diagonal momentáneamente deja de hacerlo y sería sustituido por el exterior que actuaría hacia el lateral atacante del lado contrario del balón, u otras soluciones similares‐. El sistema 5:1 podría mantenerse aparentemente con el avanzado en el centro, aunque no esté
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12 ocupado por atacante alguno, pero a partir de que el balón va hacia un extremo comienza su actividad de flotación hacia esa zona.
5. CONCLUSIONES
No cabe duda que prevenir qué puede ocurrir en el futuro es algo complicado y que implica un importante riesgo para cualquier técnico que se aventure a exponer sus ideas en este sentido, y que entraría de lleno en el terreno de los adivinadores o videntes. Aunque también debo decir que si las posibles propuestas vienen derivadas del análisis de la evolución del juego en el alto nivel, este riesgo sin duda disminuye. En cualquier caso, toda propuesta implica riesgo y estamos dispuestos a asumirlo. Si somos capaces de realizar investigaciones sobre la evolución del juego, ello nos permitirá intuir qué puede ocurrir en el futuro, pero en la medida que no somos entrenadores en activo no tenemos opción de aplicar estas previsibles pautas de futuro y puede ocurrir que estos mismos análisis no se los planteen entrenadores que sí están actuando en sus respectivos equipos, no se atrevan a desarrollarlos o simplemente no crean en ello. Pero sí creemos firmemente que todo especialista debe procurar investigar soluciones y proponer ideas para un mejor balonmano en el futuro, independientemente de que estas ideas sean o no aplicadas por otros. Con esta premisa hemos tratado de exponer nuestras ideas, no exentas de diferentes experimentaciones que hemos podido desarrollar con nuestros alumnos. De su adecuada aplicación con los jugadores capacitados para las distintas tareas dependerá la eficacia y consolidación del mismo.
Referencias bibliográficas
Antón, J., (1994), Medios básicos para una defensa profunda en flotación, Capítulo II de Balonmano: Metodología y alto rendimiento, Paidotribo (Barcelona), pp. 85‐109. Antón, J., (2000), Balonmano: perfeccionamiento e investigación, INDE, Barcelona. Antón, J., (2001), El principio del falseo de intenciones aplicado a la táctica individual defensiva, VII Jornadas Internacionales para el Perfeccionamiento de Entrenadores de Balonmano, Instituto Andaluz del Deporte, Málaga Antón, J., (2002), Balonmano: Táctica grupal defensiva, Grupo Editorial Universitario, Granada, pp. 313‐337. Antón, J., (2005), Análisis evolutivo estructural y funcional del sistema defensivo 6:0, Grupo Editorial Universitario, Granada. Antón, J., (2006), Análisis evolutivo estructural y funcional del sistema defensivo 3:2:1, Imprentaweb, Barcelona. Antón, J., (2011), El sistema defensivo 3:3: un modelo “puente” entre defensas individuales y zonales en la etapa de aprendizaje específico, Editorial Síntesis (en prensa). Späte, D., y Wilke, G., (1982), Antyzipatives Abwehrspiel, (Handball Spezial, Band 1), Philippka Verlag, Münster.
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