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CARLOS NEILA CUMBRERA
1. Introducción y Responsabilidad social del auditor y la auditoria.
Se puede decir que la responsabilidad social de la auditoria y de los auditores es uno de los
aspectos más importantes que se derivan de la realización de este tipo de trabajos, ya que la
sociedad en su conjunto y los usuarios de la información financiera en particular depositan su
confianza en las firmas de auditoría de cualquier tamaño para que realicen el trabajo de
verificación de que los Estados Financieros cumplen la Normativa Contable, Fiscal etc vigente y
que por tanto son el reflejo de la imagen fiel, patrimonial , económica y financiera de la empresa
en un ejercicio determinado. Esta labor es vital que se lleve a cabo ya que lo que aporta a todo el
sistema es confianza, de que las cuentas de las compañías cumplen con la legislación vigente,
por lo que se pueden tomar decisiones de inversión y financiación por parte de los inversionistas
de manera adecuada, ya que disponen de una información fiable. Si en todo este circuito el
auditor no cumple con su cometido, la sociedad en su conjunto, evidentemente le retirara su
confianza que se había depositado en la auditoria en general y en los auditores en particular.
Dicho rechazo afectara por tanto a los auditores, a la firma de auditoría, a los empleados del
auditor, al resto de los auditores y a la sociedad en general. Esto hace que se produzca un
rechazo y una falta de confianza por parte de la sociedad hacia un sector o una clase concreta de
profesionales que pierden de esta manera una parte de la aceptación social de su trabajo, que por
otra parte es esencial para el buen correcto funcionamiento de una economía de mercado, ya que
aseguran la verificabilidad de la información y hacen que esta sea válida para el análisis financiero
y a la hora de tomar decisiones de inversiones, con las consecuencias que todo ello conlleva.
La consecuencia de una mala gestión o realización de trabajos de auditoría, es que una vez
perdida la confianza y aceptación social por parte de la sociedad es muy difícil de recuperar,
incluso se pueden llegar a dar los casos, en que la sociedad descubra que existen métodos
alternativos en este caso de verificación de las Cuentas Anuales (si se diera el caso), y por tanto
la profesión auditora, podría llegar incluso a desaparecer, ya que en este caso habría otras
actividades que cumplirían mejor el cometido social que inicialmente se le encomendó a la
auditoria.
Casos a lo largo de la historia en los que se han podido producir esta situación ha habido varios y
todos en EEUU, como por ejemplo el escándalo de los albores del milenio con el “Caso Enron”, en
la que la ya auditora desaparecida Arthur Andersen consintió a Enron la creación de las ya
celebres Entidades de Propósito Especial (EPE), de manera brutal (se contabilizaron más de 4000
entidades de este tipo), para de esta manera Enron se deshacía de su balance oficial de toda la
deuda que había ido acumulando en un lapso corto de tiempo, y de esta manera y como parecía
en los años de burbuja de las Puntocom, que esta iba a ser el nuevo referente a nivel americano y
quizás mundial de referente de modelo de gestión empresarial. Poco tiempo más tarde, se
descubrió el fraude masivo que estaba llevando a cabo Enron y consintiéndolo la auditora,
haciendo de esta manera que se engañara de forma masiva a accionistas e inversionistas ya que
habían tomado decisiones tiempo atrás con información a todas luces corrupta. Este es un
clarísimo ejemplo de cómo la responsabilidad ética tanto de la firma auditora como de los
auditores de la firma se han visto socavados totalmente ya que rompieron el contrato tácito entre
la sociedad y este tipo de entidades que es el de la proporción de estas empresas y profesionales
a la sociedad de una verificación de la información contable para la adecuada toma de decisiones.
Otro ejemplo muy claro de este tipo de corruptelas ocurrió con la estafa piramidal de Madoff a
partir de 2009, en las que la empresa auditora F&H, superviso y validó las cuentas anuales
durante 17 años del negocio financiero de Bernard Madoff, cuando se ha demostrado que estaba
al corriente de la estafa piramidal que estaba llevando a cabo, supuestamente uno de los gurús de
la inversión en Estados Unidos.
De todo lo dispuesto anteriormente, se desprende evidentemente que para que la auditoria en
general y los auditores en particular puedan cumplir con su cometido social frente a la sociedad,
estos deben cumplir y asumir unas normas y responsabilidades éticas, para de esta manera
prestar servicios de calidad a sus clientes y atender al mismo tiempo los intereses de estos. Pero
dicha tarea no debe anteponerse al objetivo quizás más importante, que es el de proveer
información fiable a los usuarios de la información económico – financiera, para de esta manera
seguir manteniendo su estatus de independencia, integridad y objetividad.
Este doble objetivo de atención de las necesidades de sus clientes y verificación de la información
hacia los usuarios de esta, requiere un alto grado de cumplimiento de responsabilidad y normas
éticas.
Una vez analizada la responsabilidad social del auditor en particular y de la auditoria en general
en un contexto social, ahora se procederá a analizar la Auditoria Social como disciplina en sí, y las
implicaciones que tiene esta reciente disciplina con los usuarios de la información financiera en
particular y con la sociedad en general.
2. Auditoria Social.
La auditoría social entendida como el proceso mediante el cual una organización analiza su
actuación social, emite un informe del mismo y por lo tanto tomando los resultados obtenidos
presenta propuestas para mejorar su forma de actuación. Adicionalmente podríamos decir que a
medida que transcurre el tiempo, la sociedad en general, y los usuarios de la información
económico - financiera está cada vez más y mejor informada, lo cual propone que sea conocedora
de las consecuencias medioambientales y sociales que generan las diferentes actividades y
prácticas empresariales, esto conlleva a exigir, directa o indirectamente, a las empresas una
mayor responsabilidad ética y social en el desarrollo de sus actividades.
Es en este espacio donde nace la auditoría social como una forma de respuesta a las múltiples
presiones y exigencias de responsabilidad social. En este sentido, la auditoría social debe dar
cuenta de los diferentes aspectos no comerciales de la empresa, lo que implica ir más allá de la
viabilidad económica tradicional, generándose como resultado un concepto más amplio del
término viabilidad que implica incluir un conjunto de valores económicos y no económicos
(sociales y de respeto al medio ambiente) los cuales reflejan estas nuevas sensibilidades y
exigencias de la sociedad.
2.1 Orígenes de la Auditoria Social.
Dado el auge y la importancia que la auditoría social ha venido tomando en los últimos años en
todo el mundo, especialmente en lo relacionado con el medio ambiente daría la sensación que
ésta surgió recientemente pero la realidad es que sus inicios se remontan a los años 40 en
Estados Unidos otra y el origen de las auditorías sociales externas se atribuye a finales de 1960 y
comienzos de 1970, igualmente en Estados Unidos, (por ejemplo, Ralph Nader y el movimiento de
consumidores; y en Reino Unido (por ejemplo, la Consumers Association, Social Audit LId y
Counter Information Services).
2.2 La Auditoria Social como sistema de información.
La auditoría social debe considerarse como un sistema de información administrativa, diseñada
para ayudar a la dirección a tomar decisiones respecto a políticas operativas. Podría decirse que
la auditoría social es un sistema de verificación y comparación interempresarial a nivel
social .También podría afirmarse que es una herramienta auxiliar del gobierno de la compañía, el
cual se puede utilizar en la labor de vigilancia del cumplimiento de las normas contempladas en la
legislación social. Para que la auditoría social sea de mayor utilidad en la toma de decisiones
administrativas, el formato de presentación de la información probablemente difieran de una
compañía a otra, a diferencia de la información financiera donde todo está en mayor o menor
medida estandarizado. Esta desestandarizacion lo que puede originar y de hecho ocurre en la
actualidad, es que toda la información de carácter no financiero como los informes de
sostenibilidad de capital intelectual, informes medioambientales etc, al no estar normados , no se
pueden comparar interempresarialmente y además no aportan la credibilidad de los Estados
Financieros ya que al no estar reglados, cada empresa puede de alguna manera engañar o
sobrevalorar la información a su antojo y de esta manera engañar a los usuarios de la información;
es por ello la necesidad de la aplicación de las técnicas de Auditoria Social en este tipo de
informes para que tengan mayor credibilidad en los mercados, aunque también habría que
preguntarse si a los mercados realmente les interesa y descuentan o premian a las empresas que
son socialmente responsables, aunque este no es el tema de discusión de este trabajo.
2.3 Implantación de la Auditoria Social
La viabilidad técnica y la conveniencia social de las auditorías sociales no aseguran su
implantación, debido a que en el interior de las compañías en ocasiones se ponen muchas trabas,
los cuales poco tienen que ver con la viabilidad técnica, aunque con frecuencia este es el
argumento que se manifiesta para no efectuarla.
Los directivos frecuentemente se hacen una serie de preguntas tales como: ¿por qué hacerla?
¿Cuáles son los riesgos? ¿Cuáles son las probables consecuencias? La explicación directa de por
qué debe llevarse a cabo una auditoría social hace que muchos ejecutivos den su aprobación a
regañadientes. Por ello, una mayor eficacia de las inversiones sociales rara vez constituye la
prioridad fundamental ya que la principal preocupación de la dirección es la rentabilidad financiera.
Si partimos del hecho que los directivos son cuestionados por sus fracasos de orden financiero,
muchos se preguntarán, respecto a la auditoría social: ¿tengo en realidad que hacerla? ¿Qué
pasará si no la hago? ¿Será importante? Si llegan a concluir que el no hacerla no tiene gran
relevancia, lo más probable es que no se haga. Además, se pueden preguntar si el resto de la
competencia no la hace y no pasa nada ¿Por qué hacerla nosotros? Se podría concluir diciendo
que la implantación de la auditoría social es compleja debido a que los resultados y
recomendaciones de estas tienen un carácter largoplacista, mientras que los pensamientos de la
dirección son casi siempre en el corto plazo (búsqueda de rentabilidades, cumplimiento de
objetivos etc). Lo indirecto del impacto de las auditorías sociales sobre los problemas clásicos de
la administración es lo que hace más difícil su implantación. Los riesgos de implantar auditorías
sociales, en ocasiones, parecen superar los peligros de no implantarlas, principalmente porque los
primeros se palpan en forma inmediata...
2.4 Las auditorias sociales y la auditoría externa
Siguiendo a Anshen en su obra “Managing the Socially Responsible Corporation”, se pregunta y
argumenta si la información publicada a través de la Auditoria Social puede servir de utilidad a los
auditores externos en su labor o si por el contrario son de base para la toma de decisiones a los
controller internos. Anshen argumenta que son informaciones (la de la Auditoria Social e
información económica interna) que no tienen excesivas similitudes pero pueden ser integradas en
un mismo sistema de información.
Este es un aspecto importante para la elección de los mejores medios para comunicar los
resultados de una auditoría social. La elección afectará a aquellos auditores que estén mejor
preparados para entender los resultados de una auditoría social y de ahí utilizarlos en su toma de
decisiones. La respuesta sería que el objetivo de la auditoría social abarca tanto el informe de
actividades socialmente responsables destinado a un auditor externo, así como al público en
general, como el suministrar información para una mejor toma de decisiones internas por parte de
la dirección. Una razón para ello es que la información para la toma de decisiones que requieren
los usuarios internos no es tan diferente de la requerida por los auditores externos: ambas partes
están preocupadas con el desempeño general de la compañía, de año en año, y también para
hacer comparaciones con otras compañías respecto a los principales partidas de beneficios
sociales, activos, costes y pasivos.
2.5 Criterios para diseñar mediciones en la auditoria social.
Para que las auditorias sociales tengan éxito estas mediciones deben ser:
Útiles , empleadas como guía para la toma de decisiones
Objetivas, para que se cumpla esta premisa las mediciones deben ser verificables por
analistas independientes para evitar que sean diseñadas como una forma de mostrar a la
compañía bajo una óptica favorable.
Fiables y que puedan repetirse: las medidas deben ser suficientemente conocidas para
que puedan aplicarse a compañías completamente diferentes
Ampliamente aceptadas : la aceptación permite una amplia utilización y la posibilidad de
que sean efectivas.
Que respondan a una gama de preocupaciones sociales.
Cuantitativas .
Que ofrezcan información adecuada.
Simples para que puedan ser entendidas por todo el público.
3. Aéreas en las que se desarrolla la Auditoria Social
a) Empresarial:
Los pioneros de las auditorías sociales fueron las grandes empresas y corporaciones
transnacionales privadas. Según Aries TSE-Reports nos dice que la más representativa y citada
es la compañía británica Body Shop International, productora de cosméticos, Ben and Jerrys
Homemade Inc de USA, la cooperativa de consumo italiana Holding, que agrupa a otras 16
cooperativas más. Las auditorías sociales en estas empresas capacitan al personal ejecutivo,
administrativo y operario en su desarrollo de tareas para la inclusión, participación y transparencia.
b) Social:
El otro ambiente en que se considera importante la auditoría social es en las organizaciones
sociales gremiales y de desarrollo socio económico. Aunque hay que decir que existen bastantes
resistencias a llevarlas a cabo sobre todo por la cúpula de las empresas, debido a que la auditoría
social interna conlleva exponer, por parte de la presidencia a los afiliados, los procedimientos en la
toma de decisiones, la distribución y ejecución de presupuestos y la mejora de procesos de
control, es por ello que los dirigentes consideran esto una amenaza a su estabilidad política
interna.
Por otra parte, parecería más fácil realizar auditoría social en organizaciones para el desarrollo, o
las denominadas ONGs/ ISFL. Normalmente son organizaciones con estructuras sencillas, lo que
puede pensarse en auditorías sociales sencillas. No obstante, la mayoría de ellas mantiene en
“cuartos oscuros” sus operaciones internas, excepto para los mecenas que les financian sus
proyectos, quienes las obligan a realizar auditorías, principalmente de carácter contable. La
auditoría social para estas organizaciones debería hacerse y exigirse desde los mismos
beneficiarios de los fondos en nombre de quién se solicitan a las agencias financieras. Debe ser
este segmento el más interesado en que estas fundaciones y ONGs funcionen bien o mejor.
c) Político
El tercer ambiente para la auditoría social es el ambiente político y público. Bajo este ambiente, el
concepto se dirige al proceso evaluativo (eficiencia y calidad del servicio), de medición (rendición
de cuentas) y control (transparencia), ejercido desde lo externo del Sector Público, a la acción y al
ejercicio administrativo de un ente privado o público, destinado a producir un servicio de interés
social o colectivo, con recursos del Estado y de la comunidad internacional.
Entre otras, las funciones de la Auditoría Social en lo político - administrativo son:
1. Velar por el adecuado funcionamiento de la administración pública; por la transparencia y
eficacia en todos sus actos.
2. Solicitar y obtener información sobre los proyectos, planes y acciones respecto a la inversión
pública, las fuentes de inversión y la ejecución de presupuestos destinados al bien público.
3. Coordinar con las instancias gubernamentales, privadas, locales, nacionales e internacionales
el intercambio de información fiable y clara, para lograr evaluar los resultados de los proyectos y
programas de interés público.
4. Conclusiones y opinión personal.
En general la auditoria social aunque no sea una rama demasiado visible de la auditoria, esta
tiene una posible incidencia vital en los usuarios de la información empresarial, ya que dan una
seguridad en cuanto a la verificabilidad de la información de carácter no financiero que en la
actualidad está teniendo una importancia cada vez mayor, debido a las mayores peticiones y
presiones de los stakeholders por que se publique este tipo de información. Es por esto que el
comportamiento de los auditores es clave para la consecución de estos objetivos de verificabilidad
de este tipo de información y también de la financiera, por lo que la carga de responsabilidad
social que guardan con la sociedad es muy elevada, ya que de ello depende que la información
corporativa tenga una importancia relativa o importante o no.
Mi opinión personal respecto al papel que juegan los auditores y la auditoria en la sociedad me
parece que en épocas de crisis hay que ensalzarlo en vez de repudiarlo, ya que debido a la alta
calidad de sus informes y el estricto control que llevan sobre las entidades auditadas ha permitido,
bajo mi punto de vista, un problema financiero mayor debido al control de las finanzas de la
mayoría de empresas del país, a pesar de que en la prensa solo sale a relucir las auditorias de
Bankia y Banco de Valencia como si esta hubiera sido la actuación general de la profesión durante
estos últimos años, cuando ha sido al contrario en todas las ocasiones.
BIBLIOGRAFÍA
- Ramírez. A., (2000).” El papel de la Auditoria Social”, Cuadernos de Contabilidad Nº10,
P96 – 112, Bogotá, Pontificia Universidad Javeriana.
- Ávila. M (2002).”Auditoria social”, Revista Probidad, Edición Veinte.
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