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CRIMINOCIENCIA es una revista electrónica
de publicación periódica cuyos objetivos
principales son: fomentar la investigación
sobre CRIMINOLOGÍA y CRIMINALÍSTICA,
unificar su conocimiento y difundirlo.
OMAR ALEJANDRO DE LEÓN PALOMO
DIRECTOR
Año 1, Volumen 1, Enero-Abril 2013,
POR OMAR ALEJANDRO DE LEÓN PALOMO 1
proteger.o.servir@hotmail.com criminociencia.es.tl
REVISTA ELECTRÓNICA CRIMINOCIENCIA
INTRODUCCIÓN. La vida se ha vuelto más fría, más descarada, las personas se han
acostumbrado a convivir con el delito, el diario vivir es ser participe de ello, callándonos y dejando
que los delincuentes pierdan más el miedo a respetarnos, pero eso de no denunciar no es toda
nuestra culpa, contamos con un sistema de procuración, impartición y administración de justicia
corrupto, donde los delincuentes la mayor parte de las veces son las autoridades, es un secreto a
voces, comprobarlo es difícil por que si se les pregunta lo niegan y si se les investiga por simple
“casualidad” los documentos o los testigos desaparecen, pero no es el espacio para hablar sobre ello,
pero si el lugar para ejemplificar esta falta de normas y valores, o más bien, esta transformación de
valores que se han corrompido. En Reynosa Tamaulipas se presenta un fenómeno peculiar del
narcotráfico desde hace algunos años, un acontecimiento impresionante, el cual he nombrado: el
fenómeno de las sillas blancas.
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1 Licenciado en Criminología, cursando la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses (Becario CONACYT)
en la Universidad Autónoma de Tamaulipas.
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EL DESCARO. Reynosa, Tamaulipas es tierra de narcos, como virtud, o desgracia, es frontera con
los Estados Unidos; el trasiego de la droga hacia la nación más poderosa del mundo es cosa de todos
los días, pero también la distribución de esa droga a nuestros compatriotas, la droga se vende y se
puede conseguir en toda la ciudad, en bares, restaurantes, gasolineras, tiendas de autoservicio,
semáforos, puestos de periódicos, con los vendedores ambulantes y en un sinfín de lugares que cada
día son más obvios y de más cercanía a la ciudadanía, ya no son los tiempos en que los centros
nocturnos eran la única fuente de encontrar la mercancía, ahora también se puede encontrar en las
esquinas.
En algunos puntos de la ciudad un grupo de dos o más sujetos esperan a sus clientes,
portan una bolsa tipo canguro, o mariconera en otros casos, que no se despegan de ella, portan
radios de comunicación que constantemente suenan, con voces que hablan en claves, uno de ellos
siempre está atento a cualquier aviso importante por parte de los espías que están esparcidos por los
accesos y calles principales, pero ellos mantienen una actitud despreocupada, en la bolsa traen la
droga y guardan
EL FENÓMENO DE LAS SILLAS BLANCAS
El descaro de los vendedores de droga no es por
decisión propia, la demanda de su mercancía cada vez es más,
no es justificable que vendan, pero tampoco que haya personas
que encuentran en la droga la diversión o una fuente de solución
a sus problemas. En las colonias de la periferia la exhibición del
vendedor es más notable, a comparación de colonias de una
clase más acomodada, las esquinas son punto principal de venta
y la forma en que lo hacen, como lo vuelvo a mencionar, es
descarada.
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el dinero, los clientes vienen y van, automóviles de todo tipo, con algunos platican de más y con
otros solo lo necesario para cerrar el negocio, los taxis son más frecuentes, sus “pasajeros” hacen el
intercambio.
Los vendedores han invadido propiedades ajenas, preferentemente las esquinas, han
destruido la vivienda, saqueado lo saqueable y modificado el aspecto de las casas, grafiteando con el
nombre de los vendedores, su patrón y la organización a la que pertenecen, además no es extraño
mirar “salidas de emergencia” que no son más que la destrucción de paredes traseras de las
viviendas; se han adueñado de espacios de estacionamientos de tiendas de autoservicio, súper
mercados, de farmacias, de negocios particulares, de pasos peatonales y de aquellos lugares que
regularmente son esquinas y se localizan en calles principales que les facilitan la comercialización
del producto. Estos espacios secuestrados se han convertido en su lugar de trabajo, las novias los
visitan y pasan la tarde con ellos, las esposas los visitan y les dejan su “lonche”, uno que otro
comprador que tiene amistad con ellos consume el producto allí mismo, el cual, en ocasiones, lo
comparte con los demás.
Estos comerciantes de droga, que la mayor de las ocasiones son jóvenes, han sido
absorbido por una organización que les ofrece el poder del dinero y el respaldo de la violencia; no
les apena darse a conocer como vendedores de droga, al contrario pareciera que los enorgullece, se
acomodan en la silla de forma informal, en posición arqueada, como si se sintieran dueños de la
calle, ríen y hablan con lenguaje obsceno y vulgar, su vestimenta es lo más posible a las tendencias
estadounidenses, se visten con mezclas de ropa original y apócrifa, sin faltar sus “gorras brillosas”.
Tampoco les molesta ser detenidos por las autoridades, la penalidad que pudieran alcanzar por su
conducta no loa ahuyenta, aunque actualmente los delitos contra la salud se castiguen con más años
de prisión que otras conductas de mayor o igual impacto, como la violación o el homicidio.
EL FENÓMENO DE LAS SILLAS BLANCAS
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En el 2010, el 74 % de las detenciones que reportó la Procuraduría General de la
República fueron por este delito, asimismo, del total de detenciones 41.9 % fueron por venta de
drogas al menudeo.
LA PÉRDIDA. Pero las personas hacen su vida alrededor de esto, algunos de ellos, que tienen sus
negocios próximos, acuden por cambio o se acercan a platicar en ocasiones, los niños juegan cerca
de ellos, algunos se acercan para escuchar lo que platican y les parece común, los adolescentes y
jóvenes se regocijan de conocer a alguno de ellos y aspiran a en un futuro ocupar el puesto. Las
patrullas de la policía municipal pasan frente a ellos y quisiera decir que se hacen los
desentendidos, que se hacen que no ven nada, pero no, algunas veces llegan hacia allí y platican con
los vendedores, otras veces se despiden de saludo de mano.
La gente sabe que es un delito, sabe lo que ha ocasionado el crimen organizado al país,
muchos han sido víctimas de estas criaturas, que surgieron de la pobreza, económica, social,
intelectual o política, pero lo toleran por la trivialidad que ahora representan, lo toleran por que no
tiene más que hacer, sino adaptarse al medio.
Un estudio del centro de investigación y
Docencia Económicas y el Colectivo de
Estudios Drogas y Derecho muestran que la
pena máxima establecida para violación entre
adultos es 10 años menos que la equivalente a
los delitos contra la salud. ww
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Según CNNMéxico el alza en la violencia en México ha ocasionado que muchos
mexicanos cambiaran su percepción sobre la estrategia de seguridad aplicada por el presidente, una
prueba de ello es la tolerancia hacia el narcotráfico. “En 2008, el 52% de los mexicanos estaba a
favor del combate al crimen organizado pese a la violencia en el país, sin embargo, en la Encuesta
Perspectiva electoral rumbo al 2012, realizada este año por la empresa Parametría, el 68% prefiere
que no haya violencia aunque exista "algo de narcotráfico".
El especialista en seguridad, Jorge Chabat, consideró que la gráfica cambiaría si se
cuestionara a la población sobre los delitos de secuestro y extorsión. Los ciudadanos ven con cierta
tolerancia al narcotráfico, porque no lo perciben como un riesgo directo”.
LA SILLA BLANCA. Uno de los narcomenudistas, el que la mayor de las veces hace la venta
ocupa un lugar privilegiado, pues tiene el derecho a sentarse a esperar, pero no lo hacen en cualquier
lugar, muchos han elegido usar una simple silla, una silla blanca de plástico.
El origen de las sillas es
desconocido, es impreciso afirmar que estas
personas tienen convenio con alguna
distribuidora o fábrica de sillas, pero allí están,
soportando a un hijo del desempleo y de la
falta de oportunidades como afirman algunos
investigadores, a un engendro de una sociedad
que se corrompe a una velocidad insospechada Om
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Los “puntos” se trabajan la mayor parte del día, al amanecer ya no están los vendedores,
solo las sillas blancas; Algo curioso es que nadie se atreve a robarse o dañar las sillas blancas, ya sé
que algunas no están en condiciones de ser robadas, algunas de ellas están quebradas o han sido
remendadas con alambres o cables, que la mayoría son sillas sucias por que se dejan al intemperie y
la tierra las ensucia, también sé que las sillas no son solo eso, sino un símbolo de impunidad y
miedo, para una sociedad que se está volviendo insensible ante el delito.
REFERENCIAS
CNNMÉXICO. (2011). La inseguridad cambia la percepción ciudadana de la estrategia anticrimen.
Consultado el 23 de octubre de 2012 de: http://mexico.cnn.com/nacional/2011/11/06/la-inseguridad-
cambia-la-percepcion-ciudadana-de-la-estrategia-anticrimen
WOLA. (2012). New Study on Mexico: Small scale drug-related sentences lead to ten years longer
in prison than rape. Consultado el 23 de octubre de 2012 de:
http://www.wola.org/news/new_study_on_mexico_small_scale_drug_related_sentences_lead_to_ten
_years_longer_in_prison_than_
De León Palomo, Omar Alejandro. (2013). El Fenómeno de las Sillas Blancas. Criminociencia, Año 1, Volumen 1, Enero-
Abril 2013. Consultado el día __ de __ de ___ de: http://criminociencia.es.tl/01-El-Fenomeno-de-las-Sillas-Blancas-
01_01_2013.htm
SUGERENCIA DE CITA HARVARD
EL FENÓMENO DE LAS SILLAS BLANCAS
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