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INTERPRETACIÓN DEL POEMA 20 Este poema muestra el dolor por la pérdida de la amada y la melancolía que se siente al evocarla. Cuando el poeta dice: “Puedo escribir los versos más tristes esta noche” habla con total propiedad, pues las circunstancias que atraviesa le permiten la plena expresión de sus sentimientos; son una fuente para su escritura. Escribe: “La noche esta estrellada,/ y tiritan, azules, los astros, a lo lejos” probablemente como una metáfora donde la noche llena de estrellas como la mujer amada está tan lejana que es inalcanzable. Luego, repite que puede escribir los versos más tristes… para enfatizar su tristeza en un marco de melancolía por el amor perdido que quiso; pero que dudosamente le correspondió: “Yo la quise, y ella a veces también me quiso”. Lo anterior parece contradictorio cuando dice: “Ella me quiso, a veces yo también la quería”. Pero es una forma de manifestar la ambigüedad del sentir amoroso, lo inaccesible y lo inseguro que el amor puede llegar a ser. Recuerda que en noches como esa, cuando escribe su poema, tuvo a su amada entre sus brazos y la besó una cantidad indeterminada de veces bajo el cielo infinito. Todo era felicidad entre ellos y el amor era vivido en su más alta intensidad; sin embargo, el amor también cumple un ciclo vital, pues nació, se desarrolló y luego murió de alguna manera: “Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido. Es ese pensamiento en la amada perdida que inspira al poeta y se constituye en su fuente de creación. Luego, la soledad y el silencio: “Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella” permiten que su melancolía sea mayor, más aún cuando “la

Poema 20

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Page 1: Poema 20

INTERPRETACIÓN DEL POEMA 20

Este poema muestra el dolor por la pérdida de la amada y la melancolía que se

siente al evocarla. Cuando el poeta dice: “Puedo escribir los versos más tristes

esta noche” habla con total propiedad, pues las circunstancias que atraviesa le

permiten la plena expresión de sus sentimientos; son una fuente para su escritura.

Escribe: “La noche esta estrellada,/ y tiritan, azules, los astros, a lo lejos”

probablemente como una metáfora donde la noche llena de estrellas como la mujer

amada está tan lejana que es inalcanzable. Luego, repite que puede escribir los

versos más tristes… para enfatizar su tristeza en un marco de melancolía por el

amor perdido que quiso; pero que dudosamente le correspondió:

“Yo la quise, y ella a veces también me quiso”.

Lo anterior parece contradictorio cuando dice:

“Ella me quiso, a veces yo también la quería”.

Pero es una forma de manifestar la ambigüedad del sentir amoroso, lo inaccesible y lo

inseguro que el amor puede llegar a ser.

Recuerda que en noches como esa, cuando escribe su poema, tuvo a su amada entre sus

brazos y la besó una cantidad indeterminada de veces bajo el cielo infinito. Todo era

felicidad entre ellos y el amor era vivido en su más alta intensidad; sin embargo, el amor

también cumple un ciclo vital, pues nació, se desarrolló y luego murió de alguna manera:

“Pensar que no la tengo, sentir que la he perdido.

Es ese pensamiento en la amada perdida que inspira al poeta y se constituye en su fuente

de creación. Luego, la soledad y el silencio: “Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella”

permiten que su melancolía sea mayor, más aún cuando “la noche está estrellada”, como

en los tiempos que vivía el amor junto a ella; pero que ahora vive en su ausencia.

La distancia vuelve a aparecer en el poema: “A lo lejos alguien canta…” y el alma del poeta

no se contenta con haberla perdido; por eso, el dolor de ese amor vivido le produce la

inspiración de continuar escribiéndole aunque no esté presente. Pese a ello, desea tenerla

cerca y la única manera que encuentra es buscándola a través del recuerdo, manifestado

en su poema.

“Como para acercarla, mi mirada la busca”.

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Manifiesta que ya no son los mismos, que han cambiado desde la época de su amor pleno,

porque todo cambia, más aún si los enamorados dejan de serlo; sin embargo, queda todavía

algo de ese amor: el recuerdo de la amada y la reflexión de pensarla en brazos de otra

persona que en el momento actual la ame.

Aparece otra aparente contradicción entre estos versos que constituyen pareados distintos:

“Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise”, frente a “Ya no la quiero es cierto, pero

tal vez la quiero”.

Estos conducen a pensar en la incertidumbre del amor, en lo voluble que puede llegar a

ser, pues el poeta duda: “Tal vez la quiero”. Es que el amor, pese a durar corto tiempo,

puede mantenerse en la mente de los exenamorados durante un tiempo prolongado como lo

cree el poeta: “Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido”.

Queda finalmente decir que el recuerdo que la amada perdida suscita en la mente del poeta

es aquel dolor que le permite escribir.