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Palabras del Presidente José Mujica en su audición radial por M24 correspondiente al 1.º de agosto de 2013 Amigos, no hay duda que los humanos, por ahora, son los animales más inteligentes de la gesta, de la naturaleza en nuestro planeta. No hay duda. Sin embargo, increíblemente contraen con frecuencia usos que van contra su propia vida y esto es una regla excepcional del hombre, porque en general, el resto de los animales tienden a defender su vida. Tratan de consumir lo mejor que pueden de acuerdo a las circunstancias en que les toca vivir y solo por error coyuntural inadvertido, alguna vez excepcionalmente, pueden consumir algún veneno, como nuestras vacas cuando no conocen el duraznillo y cosas por el estilo. Pero es excepcional. Con el hombre no pasa eso. Con el hombre, bicho inteligente pero aventurero, animal por momentos ridículo, porque nadie duda, no dudamos que el cigarro es un veneno. ¿Quién va a dudar que es una amenaza contra la vida? Todos los sabemos y hace rato que lo sabemos, y hace rato que lo padecemos. Sin embargo, fumamos. Y frecuentemente, uno se encuentra hasta con médicos que fuman y que le recomiendan al paciente que no fume. ¡Qué animal capacitado, el hombre, para ser contradictorio! Contraemos cantidad de enfermedades que serían evitables pero seguimos, a pesar del esfuerzo, que ha hecho nuestro país. Nadie duda, por ejemplo, que la ingesta de alcohol en proporciones sistemáticas y altas es mala, mala, mala, horrible para la salud en un montón de aspectos, pero también lo es para la vida social, en familias donde la vida se hace insoportable. ¿Cuántas familias terminaron destruidas por el alcohol? Y sin embargo, chupamos fortunas. Gastamos fortunas en alcohol. Es una cosa difícil de medir pero ahí está. Del mismo modo, todos sabemos que manejar a alta velocidad es un peligro. Es un peligro, pero las muertes por exceso de velocidad y en los asuntos del tránsito son la causa principal de los fallecimientos en gente menor a 35 años. En las calles solemos poner nuestra vida y la de otros en peligro y, a pesar de todo, no hay caso. Ayer había

01-08-2013

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Discurso del ex Presidente del Uruguay, José Mujica

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  • Palabras del Presidente Jos Mujica en su audicin radial por M24 correspondiente al 1. de agosto de 2013

    Amigos, no hay duda que los humanos, por ahora, son los animales ms inteligentes de la gesta, de la naturaleza en nuestro planeta. No hay duda. Sin embargo, increblemente contraen con frecuencia usos que van contra su propia vida y esto es una regla excepcional del hombre, porque en general, el resto de los animales tienden a defender su vida. Tratan de consumir lo mejor que pueden de acuerdo a las circunstancias en que les toca vivir y solo por error coyuntural inadvertido, alguna vez excepcionalmente, pueden consumir algn veneno, como nuestras vacas cuando no conocen el duraznillo y cosas por el estilo. Pero es excepcional. Con el hombre no pasa eso. Con el hombre, bicho inteligente pero aventurero, animal por momentos ridculo, porque nadie duda, no dudamos que el cigarro es un veneno. Quin va a dudar que es una amenaza contra la vida? Todos los sabemos y hace rato que lo sabemos, y hace rato que lo padecemos. Sin embargo, fumamos. Y frecuentemente, uno se encuentra hasta con mdicos que fuman y que le recomiendan al paciente que no fume. Qu animal capacitado, el hombre, para ser contradictorio!

    Contraemos cantidad de enfermedades que seran evitables pero seguimos, a pesar del esfuerzo, que ha hecho nuestro pas. Nadie duda, por ejemplo, que la ingesta de alcohol en proporciones sistemticas y altas es mala, mala, mala, horrible para la salud en un montn de aspectos, pero tambin lo es para la vida social, en familias donde la vida se hace insoportable. Cuntas familias terminaron destruidas por el alcohol? Y sin embargo, chupamos fortunas. Gastamos fortunas en alcohol. Es una cosa difcil de medir pero ah est.

    Del mismo modo, todos sabemos que manejar a alta velocidad es un peligro. Es un peligro, pero las muertes por exceso de velocidad y en los asuntos del trnsito son la causa principal de los fallecimientos en gente menor a 35 aos. En las calles solemos poner nuestra vida y la de otros en peligro y, a pesar de todo, no hay caso. Ayer haba

  • manifestaciones por ponerse un chaleco que ayuden a verlos en las motos, por la pinta, por lucir la camperita negra, qu se yo!

    Bueno, de la misma manera, ciertos datos pensados dicen que hay ms de cien mil personas, la mayora muchachos, que espordicamente consumen algn porro de marihuana por ac o por all. Y estn atrs de la aventura de comprarle algo al narcotrfico, por aqu y por all, porque todo este mundo es clandestino aunque el hedor se suele ver y sentir por muchas partes. Yo soy antiguo y viejo, he tenido el pecado de fumar y el vicio de fumar, y algn trago tambin, no soy inocente frente a lo que estoy afirmando. Por ms que sea presidente y todo lo que se quiera. Pero llegu tarde, no tengo el asunto del nunca en mi vida prob un porro pero me doy cuenta. Me tengo que rejuvenecer las neuronas y darme cuenta cul es la vida de los muchachos. El consumo est all, est a la vuelta de las esquinas y ha originado un mercado clandestino que, por la clandestinidad, tiene sus feroces reglas, es el monopolio de mafiosos.

    Y hay datos que son escalofriantes. Sin temor a que esto sea un error, porque este dato lo doy por un trabajo que ha hecho la OEA por toda Amrica. En toda Centroamrica, incluyendo Mxico, cada diez muertes que puede haber, es por sobredosis de cualquier tipo de drogas. Es decir, gente que se pasa de la raya y termina muriendo, hay cerca de 100 muertes producto de los los y asesinatos del narcotrfico. Es decir, que los efectos sociales peores que se padecen, por encima de la droga, son la enfermedad del narcotrfico.

    Los estados, los pueblos, el Uruguay gasta fortunas en policas, en medios tcnicos, en aparatos de intercepcin para pedirle a los jueces poder escuchar. Todo eso cuesta fortunas; el manejo de crceles, porque este veneno est en todas partes. El Estado, por ejemplo, cosas que no saben los uruguayos, tiene once, doce coches blindados, de esos que valen bastante, pesados, que parecen coches comunes pero no le entran las balas. No vayan a creer que

  • los usa el Presidente de la Repblica o los ministros. No. Lo usa la gente que est combatiendo el narcotrfico, los jueces, los fiscales que tienen que ver con estas cosas y que, como en otras partes, suelen estar en la mira.

    Esto es as. Lo peor de todo esto es lo que nunca se termina, que cae fulano y cae mengano y cay una avioneta con esto y lo otro. Cuntas han cado? Cuntas siguen cayendo? Hay cerca de 3.000 presos colindantes con fenmenos del narcotrfico, pero la droga sigue estando all Por qu? Porque la tasa de ganancia es enorme y siempre hay gente que se la juega por las ganancias rpidas. Esa tasa de ganancia enorme sirve para prostituir la vida carcelaria, tiende a corromper a los aparatos represivos, a las gestiones financieras porque est el lavado. Se paga cerca del 30 % para lavar el dinero negro, se financian campaas. Est clarsimo, ha habido pases donde se han financiado campaas electorales. La oferta de dinero y la amenaza sicaria estn all, quiere plata o plomo?

    Se amenazan a las familias, si t ests en el aparato represivo y no quieres agarrar y colaborar te amenazan a la familia. Por un lado te ofrecen guita abundante y por otro lado, te ofrecen plomo. Por qu es posible todo esto? Por la tasa de ganancia, vuelvo a insistir, esto hay que verlo antes que nada como un mercado, como un negocio de mercado. Alto riesgo, altsima ganancia.

    Calculan, los que han seguido estas cuestiones, que la materia prima para hacer un kilo de coca, cuando sale de un campesino colombiano o peruano, este recibe entre 500 y 700 dlares. Ah empieza el pasamano, cuando llega al consumidor norteamericano esos originarios 500 o 700 dlares estn transformados en 350.000 dlares el kilo aproximadamente.

    El grueso de ese valor se multiplic adentro de la frontera norteamericana, pero en nuestro pas pasa algo parecido, los campesinos que produjeron esa marihuana paraguaya que cay el otro da en la avioneta, han recibido chirolas. El grueso del valor se va a multiplicar ac y hay, por lo tanto,

  • muchsimas guita para corromper a troche y moche. Es esto lo que ha generado la ola de violencia que termina sacudiendo a nuestra sociedad.

    Por qu? Porque esa metodologa tiende a saltar a las otras esferas del delito. En el campo del delito hay tambin una cultura. Hasta hace poco haba valores. El narcotrfico tiene la caracterstica de que termina arrasando con todo. La ley que se intenta es una regulacin, no es un viva la pepa. Regular algo que ya existe y que est adelante de nuestras narices, por all anda en la puerta de los liceos, por las esquinas. Se intenta arrebatarle el mercado a la clandestinidad e identificar y tener un mercado a la luz del da. Es una batalla por la salud pblica, porque si el consumidor queda identificado podemos influir sobre l cuando se empieza a pasar de la raya. Una cosa es que se fume de vez en cuando algn porro y otra cosa es que se vaya sumiendo, enterrando adentro del vicio y nadie le tienda una soga y una mano, porque la plaga est all.

    Nosotros queramos que la mayora de la poblacin entendiera esta batalla para acompaarnos, porque precisamos la ayuda de nuestro pueblo. La verdad es que la gravedad del problema es enorme, pero este es un pas de muchsima gente veterana y sana, que tiene miedo, lgicamente, ante esta plaga. Tiene miedo y entonces dice no, esto es peligroso. Est explotada por la ceguera electoral, porque ante un problema que la gente no entiende nadie se pretende educar, construir, sino sacar partido del miedo de la gente. Como somos veteranos, mayoritariamente, ms claro. Somos un pas de viejos, en gran medida, y nos cuesta horriblemente atender y entender a los jvenes.

    Estn all, como no los entendemos los dejamos solos ante sus errores humanos. No cumplimos, como no nos gusta el asunto miramos para otro lado porque no queremos ver que los jvenes nos precisan. Pero no para alcahuetearlos ni mimosearlos, sino para ayudarlos.

  • La mayora de los muchachos que terminan secundaria en este pas alguna vez han probado un porro, es como una aventura juvenil, es como empezar a hacerse hombre. Es que no sabemos de estas cosas, como la importancia de de afeitarnos, la primera vez.

    El Gobierno entiende que hay que dar la batalla all, no dejarlos solos a los muchachos, en la clandestinidad. Nada de incentivar el misterio, la atraccin que ejerce lo prohibido cuando se es joven, porque vaya que el ser humano es bicho complicado.

    La marihuana es una adiccin peligrosa, como cualquier adiccin no es buena. Yo no acepto eso que se dice que es mejor que el tabaco y que esto no, no conozco ninguna adiccin que sea buena. Hay que construirle barreras culturales y sin misterio. Es un problema de salud pblica, en lo fsico y en lo psquico.

    Pero vuelvo a insistir, este negocio clandestino deja una tasa de ganancia de tal naturaleza que sirve para corromperlo todo. Este Uruguay veterano no quiere ver la seguidilla de ajustes de cuentas, aunque lo tiene en la pgina policial todos los das; no quiere ver la corrupcin hacia lo represivo y, obviamente, el sistema poltico en parte est anestesiado por las cuestiones electorales. Si la gente tiende a rechazar esto, esto hay que explotarlo en el voto y por lo tanto se sale a tambor batiente, golpendose el pecho, que nadie suee que nosotros vamos a decir que la maruja es buena o que es mejor que el tabaco, o que no

    Lo que pasa que los muchachos que consumen no dan bola a los consejos, y si no dan bola, por ello no hay que dejarlos abandonados, en banda, porque ah s hay que estar al lado de ellos, hay que influir. Esto tiene el carcter de una batalla en todos los terrenos, porque tenemos el mundo para presenciar esto. En ninguna parte del mundo lo represivo ha dado resultado. Nosotros queremos parar esta cosa en la frontera donde se inicia la drogadiccin. No es fcil porque no tenemos una receta, no es sencillo. Estamos

  • concientes que estamos haciendo un experimento de vanguardia en el mundo entero y ya no estamos en el pas de don Jos Batlle y Ordez, que tena coraje, y el Estado agarr y asumi el monopolio del alcohol, porque no poda parar el chupe y dijo por lo menos no envenenar a la gente, que el chupe sea bueno y va a ser un poco ms caro, y de ah se sacaban recursos para atender la salud pblica. Ya no estamos en aquel pas de descendientes de inmigrantes, lleno de audacia y de coraje, que reconoci el divorcio, que se anim a empujar una femenina para que las mujeres empezaran a estudiar, que no se espant ante el sentido conservador de la gente, porque todo cambio espanta un poco. No, no estamos en el pas de esa audacia, cuesta, yo s que cuesta, pero yo no voy a abandonar, y nadie piense que en la reglamentacin de esta ley va a ser un viva la pepa y se va a fomentar el consumo. Por el contrario, yo no voy a abandonar mientras sea Presidente, aunque una parte importante de mi pueblo no me entienda, porque lo que est en juego es el corazn de mucha gente joven que maana son los que van a conducir el pas.

    Pero hay otro factor, y ese factor significa que hay que caminar con prudencia, que no hay que caer en la demagogia, ni en lo facilongo, que este es un problema de la salud pblica.

    Tenemos un proyecto de ley que se est discutiendo para los futuros medios de difusin del pas, y all se les pone algn arancel, etctera. Nosotros vamos a estudiar de canjear los aportes que le correspondieran para con el Estado, para sostener campaas contra las adicciones en general, que sean monitoreadas por un equipo de Salud Pblica, permanentemente, no campaas para un mes, 15 das, para toda la vida, y que tienen que ir cambiando, permanentemente. Un medio como gota de agua de educacin, llamando a los publicistas y utilizando una parte de ese tiempo. Porque hay que juntar todas las bateras y todos los recursos.

    El mayor recurso est en la cabeza, pero qu imberbe es la cabeza de un muchacho y de una muchacha joven, que

  • fcil mete la pata y se despista. Depende de nosotros, de los mayores que asumamos la responsabilidad de estar junto a ellos, no como viejos cavernarios que no entienden y que, porque no entienden, miran para otro lado y no ocupan la responsabilidad que tienen que ocupar. Hay que ayudar a que la gente joven madure y que madure lo ms sanamente posible, pero para eso tenemos que ser ms sanos los propios veteranos, menos ruines y menos egostas. Tenemos que gastar ms tiempo con ellos, ms dedicacin, ms amigos tal vez y menos botones. Tal vez algunos de estos problemas que aparecen hoy expresan los grandes dficit de relacin familiar, de cario familiar que hay en nuestras sociedades.

    Todas estas cosas en el mundo contemporneo se juntan, por eso ni por asomo son sencillas, y no aceptamos el anlisis simplote, suculento. Es mucho lo que hay que trabajar en esto. Y no vamos a esperar un fruto a la vuelta de la esquina, en todo caso. Pero estoy seguro que el Uruguay intenta experimentar a favor del mundo, sin ofender a nadie.