02-Pérez Oyarzún-Arq Cultura y Práctica Prof en Chile 1930-1980 2009 Parte 1

Portales del laberinto Arquitectura y Ciudad en Chile

1977 - 2009 Curador Jorge Francisco Liernur

Portales del laberinto Arquitectura y Ciudad en Chile

1977-2009 Curador Jorge Francisco Liernur

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Ediciones UNAB - co-op Serie Arquitectura N°)

el AM:üÑuo Universidad Andrés Bello Facultad de Arquitectura, Arte y Diseño UNAB

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Curador Jorge Francisco Liernur

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Primera edición Santiago de Chile, 2009 1000 ejempbm;

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CONTENIDOS

Introducción Jorge Francisco Liernur

Prólogo Alfredo Jocelyn-Holt Letelier

Portales del Laberinto. Comentarios sobre la Arqui tectura en Chile, 1977-2007 Jorge Francisco Liernur

Arquitectura, cultura y práctica profesional en Chile 1930-1980 Fernando Pérez Oyarzun

El lugar de Chile en el imaginario arquitectónico del siglo XX Federico Deambrosis

En (DTno a ciudades y territorios: Permanencia y cambio en la configuración del paisaje urbano en tres actos (o deceniOS) Pedro Bannen Lanata

Índice

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Arquitectura, cultura y práctica profesional en Chile 1930-1980

Femando Pérez Oyarzun

Fernando Pérez Oyarzun es profesor titular de la Pomificia Universidad Católica de Chile. Actualmente dirige el Doctorado en Arquitectura y Estudios Urbanos de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos y el Centro de Patrimonio Cultural de dicha universidad.

60 Arquitectura, cultura y práctica profesional en Chile, 1930-1980

Los alrededores de La Moneda: Tensiones políticas y urbanas enlos'30

En la tarde del 5 de septiembre de 1938, un grupo de alrededor de 60 jóvenes pertenecientes al Movimiento Nacional Socialista de Chile fueron ejecutados por fuerzas policiales en el Edificio del Seguro Obrero. Ubicado en la esquina de las calles Moneda y Morandé, en las vecindades del Palacio de la Moneda, el edificio había sido proyectado por Ricardo González Cortés y era, en ese entonces, uno de los más altos de la ciudad. Los jóvenes rebeldes se habían apoderado del inmueble alrededor del mediodía. Otro grupo había hecho lo propio con la casa central de la Universidad de Chile. Recuperada ésta por el ejército, los ocupantes fueron trasladados al Seguro Obrero donde parlamentaron con sus compañeros instándolos a rendirse. Habiendo aceptado hacer abandono del edificio, fueron todos ejecutados;

Las tomas del Seguro Obrero y la Universidad de Chile tenían por finalidad provocar un golpe de estado en contra del segundo gobierno de Arturo Alessandri Palma, presidente desde 1932, y elevar al poder al general Carlos Ibáñez del Campo. Se quería evitar de este modo, que la próxima presidencia quedara en manos de Gustavo Ross , ministro de hacienda de Alessandrí, candidato con altas posibilidades de triunfo. A Ross se lo consideraba representante de la derecha oligárquica. Ibáñez, militar y nacionalista , había encabezado un gobierno autoritario entre 1927 y 1932, sucediendo al

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primer gobierno de Alessandri Palma después de una larga y compleja historia de presiones y conspiraciones.

La Matanza del Seguro Obrero parece haber tenido como consecuencia directa el triunfo del candidato del Frente Popular, Pedro Aguirre Cerda. Por una parte, se desprestigió al gobierno de Alessandri, identificado como responsable de la matanza y, por la otra, Ibáñez debió retirar su candidatura y apoyar al Frente Popular. Otro tanto hicieron los Nacional Socialistas a través de su líder González van Marés. El gobierno de Pedro Aguirre Cerda ha sido señalado. y con razón, como un impulsor de la arquitectura de vanguardia en la esfera de lo público. Sin embargo, el proceso de modernización urbana y arquitectónica en Chile hunde sus complejas raíces en acontecimientos que tienen lugar al menos una década antes.

Los edificios escogidos por los rebeldes tenían particular significación en el Santiago de entonces. En el caso de la Universidad de Chile, la importancia simbólica del edificio proyectado por Henault, a mediados del siglo XIX, es obvia. El del Seguro Obrero había sido construido en 1931. Era uno de los primeros edificios en altura que habían surgido en los alrededores del palacio presidencial anunciando lo que posteriormente se conocería como Barrio Cívico. Su autor, Ricardo González Cortés, había jugado un rol significativo en los Congresos Panamericanos de Arquitectura y proyectaría algunas de las pocas obras Art Deco que se construyeron en Chile. Entre ellos el edificio de la Caja de Crédito Hipotecario, construida también en 1931 a pocas cuadras del lugar.


El origen del así denominado Barrio Cívico, está por múltiples motivos conectado a la primera presidencia de Ibáñez, caracterizada por su fomento a las obras públicas especialmente durante el período de prosperidad económica de que goza el país entre 1927 y 1929. Durante ese período se realiza la remodelación del Palacio de la Moneda, reemplazando el sector propiamente industrial del antiguo edificio de Toesca por una nueva ala y generando una nueva fachada hacia la Alameda Bernardo O'Higgins. La operación había sido encargada a la oficina Smith Solar y Smith Miller, a quienes cabía un protagonismo destacado en el área. La propuesta de los Smith venía a terminar de adaptar el palacio de La Moneda a sus funciones oficiales, proceso que se había iniciado a mediados del siglo XIX1 La idea de modernizar el palacio había venido gestándose desde comienzos de siglo, habiéndose propuesto en más de una ocasión construir un nuevo rostro para el flanco sur del edificio. Sin embargo, y siguiendo algunos de los patrones estéticos predominantes que revalorizaban la arquite ctura colonial, Smith Solar y Smith Miller optarán por mantener el lenguaje de la fachada de Toesca. Una mirada atenta descubrirá, sin embargo, la presencia de no pocos detalles neo coloniales en la intervención.

En la configuración del contexto urbano alrededor de la Moneda se cruzarán entonces varias intenciones y varias sensibilidades. Las intenciones fundamentales tienen que ver con dotar a la Moneda de un contexto urbano adecuado a su

1 El edificio, inicialmente dedicado a las labores de acuflación de Moneda habia sido comenzado a utilizar como Palacio de Gobierno durante la presidencia de Manuel Bulnos (1841-1851).

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rango, situación delicada ya que el edificio no tenía demasiada altura y había estado concebido más bien para ser insertado en un tejido denso que para resistir grandes perspectivas. La segunda tenía que ver con conseguir cruzar el obstáculo que el paseo de la Alameda representaba para el desarrollo urbano. Varios de los proyectos anteriores como los de Mosquera, Doyére e Irarrázaval o aún el de Smith Solar jugaban con la idea de enfrentar una nueva fachada de La Moneda con un edificio que pudiese acoger al parlamento o una institución pública de rango equivalente. Los lenguajes que se habían utilizado en dichas propuestas variaban desde el académico de connotaciones neoclásicas o neo barrocas , presentes en las propuestas de Doyére o Mosquera, hasta un neoclásico más retenido como el sugerido por los Smith, que en muchos aspectos recuerda los edificios de Gabriel para la Plaza de la Concordia en Paris.

Sin embargo, un actor de importancia vendría a incorporarse a esta discusión en 1929, al comienzo del gobierno de Ibáñez. Se trata de· Karl Brunner, urbanista austriaco contratado por el gobierno y llegado al país a instancias del arquitecto y profesor de la Universidad de Chile Rodulfo Oyarzun Phillipi. Brunner iniciará en Chile un seminario de urbanismo pionero en Sudamérica. Asesorará además al Ministerio de Obras Públicas y a la Municipalidad de Santiago, iniciando una auténtica escuela urbana en el país. La de Chile sería su primera comisión en Sudamérica, que continuará con trabajos en Colombia y Panamá.

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Brunner, autor de un Manual de Urbanismo' y de uno de los primeros planes modernos de transformación de Santiago, aportará diversas ideas acerca de! área alrededor de La Moneda. Sin ser e! autor directo de! proyecto para el Barrio Cívico, cuyo plan general se debe a Carlos Vera, no hay duda que la estricta geometria de los edificios de fenestraciones regulares que rodean e! Palacio de la Moneda representan bien la sensibilidad de Brunner, equidistante de una racionalidad formal y una monumentalidad urbana.

Paradojalmente, las ideas impulsadas por Brunner bajo el gobierno de Ibáñez, como suele ocurrir con proyectos de largo aliento , terminarán concretándose bajo el impulso de Ross en el gobierno de Alessandri, su enemigo permanente y serán inauguradas por Aguirre Cerda al comienzo de su gobierno. Finalmente, los alrededores de La Moneda se configuran como una doble plaza. Hacia el norte , el vacío de la Plaza de la Constitución -que implicó la demolición de una manzana completa- está rodeado de una serie de piezas arquitectónicas que manteniendo su individualidad constituyen un conjunto de relativa homogeneidad3 Varias de ellas son debidas a Smith Solar y revelan su formación norteamericana y su conocimiento del edificio norteamericano en altura: el Ministerio de Hacienda, e! Hote! Carrera y el edificio del Banco Central, e! más clásico y de menor altura entre ellos. Hacia el Sur, los edificios de

2 BRUNNER K. Manual de tlrban is mo, Concejo Municipal de Bogotá, Colombia, 1939. 3 Sobre el fenómeno urbano de la Plaza de la Constitución y su proceso de gestación véase ANDREA, MASUERO, Plaza de la Co nst itución proyecto urbano y debate arquitectónico, Tesis para optar al grado de Magíster en Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile, Santiago, 2002.

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varios ministerios configuran la así denominada Plaza Bulnes y se prolongan con la misma austera regularidad en la avenida del mismo nombre.

La configuración del barrio, que desde su concepción a su realización se prolonga por unos 15 años, representa una operación fundamental en la configuración del centro de Santiago, al generar un polo cívico y político separado de la antigua Plaza de Armas. El barrio será escenario de episodios fundamentales de la vida política del país, representando de manera clara una sensibilidad arquitectónica y urbana dominante en la década de los treinta, muy especialmente en las esferas de gobierno.

Intervenciones en los márgenes

En los años 1929 y 1931, respectivamente, se habían levantado en Santiago dos edificios que contrastaban fuertemente con los criterios arquitectónicos dominantes en el medio: el edificio Oberpauer, que acogía a una de las primeras tiendas de departamentos en la ciudad, y el edificio de viviendas Santa Lucía, situado en la calle del mismo nombre y frente a este céntrico cerro. Ambos volúmenes netos, completamente carentes de decoración. El primero, aún más radical que el segundo, presentaba una alternancia de bandas


horizontales sólidas y transparentes, en el espíritu de algunas de las intervenciones de Mendelsohn en Berlín. Estos edificios habían sido proyectados en la oficina de Jorge Arteaga y Sergio Larraín. Representaban, por tanto al emprendimiento privado, en el doble sentido de ser el resultado del trabajo de una oficina particular y responder a encargos de comitentes privados. Ellos constituían excepciones en la extensa producción de la oficina fundada por Arteaga, por lo general de corte más tradicional. Su novedad se debe, muy probablemente, a la incorporación a la oficina del joven arquitecto Sergio Larraín García Moreno , quien había obtenido su título en 1928, y quien interviene personalmente en los edificios. Ambos edificios, considerados entre las primeras manifestaciones de un lenguaje de vanguardia en Latinoamérica4 se proyectan inmediatamente después de la vuelta de Sergio Larraín de su viaje de bodas a Europa, en el que había tenido la oportunidad de realizar contactos con diversos arquitectos de vanguardia incluyendo a Le Corbusier y Hannes Meyer en la Bauhaus.

Otros dos edificios, a su modo también excepcionales, dan cuenta de algunas de las polaridades arquitectónicas que marcan la cultura arquitectónica del período. Construidos a mediados de los años 30, están situados al oriente del centro, en las inmediaciones de la actual Plaza Italia. Se trata del edificio de la Escuela de Derecho de la Universidad de Chile, de Juan Martínez Gutiérrez, y la clínica Santa Maria, de Eduardo Costabal y Andrés Garafulic.

4 Ver por ejemplo, BROWNE, E. , Otra Arquitectura en América Latina, Ed G. Gili, Méjico 1988.

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La Escuela de Derecho, construida alrededor de 1938, a partir de un proyecto de concurso de 1934, está localizada en un punto particularmente sensible de la ciudad. La intersección de las avenidas Santa María y Pío Nono tienen que ver con dos operaciones urbanas ligadas al intendente Alberto Mackenna. La avenida Santa María, paralela al río Mapocho, contríbuye al desarrollo de Santiago hacia el oriente. Pío Nono, conecta Plaza Italia con el cerro San Cristóbal, uno de los proyectos emblemáticos del período.'

Juan Martínez, autor del proyecto y uno de los arquitectos más talentosos de su generación, había ya construido el pabellón de Chile en la Exposición de Sevilla de 1929. Ganador más tarde de otros proyectos como el Templo Votivo de Maipú, la Escuela Militar o la Escuela de Medicina de la Universidad de Chile, Martínez llegará a constituirse en uno de los maestros que marca varias generaciones de estudiantes en la Universidad de Chile. Partidario decidido de la incorporación de criterios funcionales en la enseñanza, su arquitectura permanecerá fiel a un monumentalismo despojado fuertemente, deudor de una sensibilidad clásica. Tal sensibilidad interactúa, en el caso de la Escuela de Derecho, con particular inteligencia con las condiciones urbanas del terreno dando lugar a una obra de calidad excepcional.

La clínica Santa María representa muy bien la idea de que la arquitectura debe a su programa buena parte de sus

5 Los primeros equipamientos del Cerro San Cristóbal constituido en parque urbano luego de su expropiación poco antes de 1920, se inaugurarlan en 1925 y fueron proyeclados por Luciano Kulczewski.


posturas estéticas. Iniciándose como arquitectos al ganar el concurso para la Basílica de Lourdes en las vecindades de la Quinta Normal, Costabal y Garafulic tomaron una postura más bien tradicional al resolver la basílica.6 En 1934 habían proyectado un sobrio y macizo edificio para los Ferrocarriles del Estado en Alameda. La clínica Santa María, de 1939, nos recuerda -como el sanatorio de Paimio de Aalto construido algunos años antes- cuanto el hospital es un programa apto para la expresión de una poética de la higiene y de la salud, en este caso expresada a través de la blancura inmaculada de unos volúmenes proyectados con igual rigor que delicadeza. Más tarde , en la casa Vial en Reñaca (1943), la excepcional localización en un roquerío junto al mar y las condiciones del encargo fijadas por su propietario7 les permitirán trabajar con una iconografía explícitamente naviera que renovará radicalmente la iconografía doméstica dominante por entonces.

Fenómenos similares se pueden detectar en Valparaíso. En 1935 se levanta el restaurante Cap Ducal de Roberto Dávila Carson, que en una actitud similar a la del Club Náutico de San Sebastián utiliza la iconografía del barco para resolver el programa de un edificio junto al mar. Roberto Dávila, otro de los maestros de la Universidad de Chile, había trabajado algún tiempo antes con Le Corbusier, pero su sensibilidad oscilaba entre la valoración de la arquitectura colonial y las nuevas ideas

6 Debe tenerse en cuenta, eso si, que en el largo penodo de desarrollo de esta iglesia se incorporaron numerosos elementos renovadores, en especial, en las obras escult6ricas debidas a Lily Garfulic y en los virrales. Además la utilizaci6n de hormig6n armado es un claro signo de progreso técnico. 7 Ver carta que describe las condiciones del encargo reproducida en MORENO, M. , ELIASH, H. Arquitectura y Modernidad en Chile, Ed. ARQ, 1989.

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estéticas"' De hecho, para el concurso del Cap Ducal presentó proyectos en varios estilos diversos.

En 1936 comienza también a levantarse el nuevo edificio de Correos de Chile en Valparaíso, un equivalente del Oberpauer en el terreno de los edificios públicos. Su autor Marcelo Deglin Samson, contemporáneo de Sergio Larraín, había nacido en 1908, titulándose en la Universidad de Chile y trabajando en la Dirección de Arquitectura del Ministerio de Obras Públicas.

Este conjunto de edificios, tal vez excepcionales en número, nos permite registrar una serie de actitudes arquitectónicas de vanguardia presentes en Chile durante los años 1930, las que se alternan con obras que no necesariamente adoptan un lenguaje de vanguardia. responden sin embargo a procesos de modernización y maduración social y cultural que va haciendo a muchos arquitectos acercarse a la utilización de nuevas formas en la medida que el programa y las condiciones del encargo lo favorecen.

8 Dávila había publicado en 1928 una serie de grabados de ponadas coloniales y a pesar de su amistad con Le Corbusier en alguno de sus escritos se manifiesta escéptico acerca de sus ideas. Proyectos suyos corno la casa Flores o algunas de las que proyectó en Reñaca , plantean una actitud bastante más ecléctica que el Cap Ducal.

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La cultura arquitectónica y los cambios en la enseñanza 1930-1950

Las escuelas de arquitectura comenzaron a funcionar con regularidad en Chile en la década de 1890. Al acercarse las celebraciones del primer centenario, por tanto, comienza a producirse un flujo creciente y regular de egresados de sus aulas que se incorporan a la vida profesional. Así nuevas generaciones de arquitectos chilenos comienzan a reemplazar a los profesionales extranjeros que operaban en el país desde fines del siglo XIX.

A pesar de su inicial vinculación a las facultades de ingeniería, las escuelas de la Universidad de Chile y la Pontificia Universidad Católica de Chile seguían patrones dominantes en la escena internacional, marcados por las prácticas de la Escuela de Bellas Artes de París e incorporando elementos proveniente de otras tradiciones como las del politécnico o el mundo anglosajón. La participación en la enseñanza de profesionales extranjeros como jecquier, Doyére o Cremonesi, o incluso de profesionales chilenos formados en el extranjero como Larraín Bravo , hicieron que la transferencia de dichas tradiciones ocurriera de manera natural. Sin embargo ya en la década de los años 20 comienzan a recibirse en las escuelas las noticias de las reformas que grupos de vanguardia promovían para la arquitectura y su enseñanza, especialmente desde el fin de la primera guerra mundial. Como suele ocurrir, los estudiantes se contaron entre los primeros receptores de tales

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nuevas" las inquietudes estudiantiles tendrían consecuencias más tarde al promover una crítica a la enseñanza tradicional que hasta entonces había dominado la escena universitaria.

En 1933, un grupo de estudiantes de la Universidad de Chile, entre los que se contaban Juan Borchers, Enrique Gebhard y Waldo Parraguez impulsan un movimiento estudiantil que promueve cambios radicales a la enseñanza. Tales cambios no se concretan integralmente aunque sí se introducen algunas reformas lo En este proceso colaboran las publicaciones que comenzaban a llegar al país o las noticias traídas por viajeros. la presencia de profesores jóvenes que habían experimentado personalmente las nuevas realidades arquitectónicas, o simplemente las habían adoptado a la distancia, fue un factor importante para que estas ideas se fueran desarrollando al interior de las escuelas. Es ese el rol que juegan Juan Martínez o Roberto Dávila en la Universidad de Chile y un joven profesor como Jorge Aguirre en la Universidad Católica. Este contexto, formalmente fiel a la tradición pero internamente abierto a la renovación, permitió la formación de una generación de arquitectos que abrazó con decisión las ideas modernas a pesar de haberse formado en escuelas de estructura todavia tradicional. A esta generación,

9 Sergio Larrafn ha relatado el modo en que él personalmenle introdujo, mientras era estudiante, las suscTipciones a algunas revistas internacionales en la escuela. Ya en 1924 Juan Emar habfa hecho una reseiia de Vers une Architecture de Le Corbusier en el diario La Nación . 10 Ver al respecto TALESNIK, D. "Tibor Weiner y su rol en la reforma, una reinlroducción" en de arquitectura 14, pp. 64-70. También puede consultarse la revista Arquilectura y Construcci6n 2, donde a propósito de las peticiones de reforma de los estudiantes a mediados de los años 40 se enumeran los cambios introducidos en la reforma del 33.

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72 Arqullectura, cultura y práctica profesional en Chile, 1930-1980

egresada en los primeros años 40, pueden ligarse nombres tan significativos como los de Alberto Cruz, Fernando Castillo Ve!asco, Emilio Duhart, Mario Pérez de Arce y Héctor Valdés -en la Universidad Católica- e Isidro Suárez y Abraham Shapira en la Universidad de Chile. En cualquier caso, la idea de impulsar una reforma más decidida a la enseñanza continuó abriéndose camino.

En 1944 se produce un nuevo movimiento estudiantil en la Universidad de Chile, e! que parece haber tenido un éxito mayor, ya que provoca cambios efectivos reflejados en el plan de enseñanza en 1946. A la cabeza de este movimiento se encuentran nombres como los de Abraham Shapira, Gastón Echeverri y Eduardo Preller. Profesores como Tibor Weiner, formado en la Bauhaus, y algunos de los protagonistas de la reforma de! 33, como Enrique Gebhard y Waldo Parraguez, colaborarán a dar contenido y legitimidad al movimiento.

En la Universidad Católica un movimiento de similares características fue tomando cuerpo a mediados de los años cuarenta. Profesores jóvenes como Alberto Cruz y Emilio Duhart y la presencia de una figura ilustrada como Sergio Larraín parecen haber tenido un rol significativo en el desarrollo de tales ideas. Muchos profesores ya habían introducido reformas significativas en su propia actividad docente. En 1949 e! movimiento adquiere una connotación pública que resulta escandalosa para un entorno académico como el de la Universidad Católica. La quema de los textos de Vignola, tradicionalmente utilizados en primer año, constituye una de las más visibles manifestaciones de este movimiento.

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Finalmente la reforma se impone y acarrea la renovación de autoridades en la facultad. Sergio Larraín asume como director de la escuela y finalmente, en 1952, como decano en reemplazo de Alberto Risopatrón.

El movimiento de reforma de la Universidad Católica que acaba con la iniciación clásica a los estudios constituye el fin de la enseñanza tradicional de arquitectura en Chile. De allí surgirán otros esfuerzos de renovación como la visita de Albers a Chile, invitado por Sergio Larraín en 1953, y la reforma de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica de Valparaíso. En efecto, la Escuela de Valparaíso, encabezada por el arquitecto Alberto Cruz y el poeta Godofredo Iommi, puede verse como una consecuencia radical del fenómeno de reforma que había venido gestándose en la Universidad Católica donde previamente enseñaba Cruz. Por su parte, la venida de Albers contribuye a dar forma definitiva, en la Universidad Católica, al taller de primer año que por años dirigirá el profesor Alberto Piwonka.

Los movimientos descritos ocurren paralelamente a otros esfuerzos de renovación de la enseñanza como el de la escuela de Tucumán en la Argentina, que se desarrolla en los últimos años cuarenta y primeros cincuenta. Tales sucesos ocurridos al interior de las escuelas no se limitan a transformar las formas de enseñanza. Ellos interactúan con la cultura arquitectónica, en un sentido más amplio, e influyen sobre ella y sobre el quehacer profesional. Ello se acentúa en un ambiente como el chileno, donde una pequeña comunidad de arquitectos se relaciona en los planos más variados.

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Las revistas y la difusión del pensamiento arquitectónico 1930-1950

El surgimiento de revistas de arquitectura parece ser un fenómeno temprano que acompaña el desarrollo e las escuelas y la expansión del contingente de profesionales en el país. Así ocurre con publicaciones como la Revista de Arquitectura (1913-1923) , El Arquitecto (1924-26) o Arquitectura y Arte Decorativo (1928-31). Todavia la revista Urbanismo y Arquitectura, publicada por la Asociación de Arquitectos de Chile entre 1936 y 1941, exhibe un carácter similar".

Sin embargo el surgimiento de una revista independiente como Arquitectura, en 1935-36, es ya un reflejo de la fuerza que han adquirido las nuevas ideas sobre la arquitectura y la ciudad en el medio chileno. La presencia de figuras como Enrique Gebhard y Waldo Parraguez l2, ambos participantes del movimiento de reforma en la Universidad de Chile en 1933, permite establecer un vinculo entre esta publicación y el antes referido movimiento universitario. Por otra parte la inclusión de figuras como Jorge Aguirre Silva y Alfredo

11 Ver AGUIRRE, MAX, La Arquitectura Moderna en Chile, Tesis para optar al titulo de Doctor Arquitecto , Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid, 2004. Ver también PRIETO, A. "La Búsqueda de una Arquitectura Moderna (1933-1942) recepción y adaptación de las ideas extranjeras de vanguardia en dos revistas de arquitectura" en PEREZ, F. Historia de la Historia, Arquitectura en Chile, Textos e lmagenes Taller VII de Investigación, 1 semestre 2006. Escuela de Arquitectura PUC (SALAZAR, SERGIO, Instructor). 12 Aparentemente Gebhard y Parraguez se encontraban suspendidos de sus actividades universitarias por su participación en los procesos de reforma al momento de editarse la revista. Condiciones similares habran arectado a Juan Borchers.

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Johnson -de la Universidad Católica- en su comité editorial, la perfila como un órgano que aspira a ser transversal entre escuelas en pos de renovar el panorama arquitectónico. La revista , que al menos inicialmente acentúa una postura radical en relación a la ciudad y la arquitectura, profundiza en temas relativos al planeamiento urbano adhiriendo declaradamente a los principios del ClAM y llegando a criticar los planes de Brunner, naturalmente apoyados por los grupos profesionales que él mismo había contribuido a formar.

El surgimiento de una revista como Arquitectura y Construcción, también financiada privadamente e independiente de organizaciones gremiales, constituye la expresión de un fenómeno más generalizado: la renovación profesional que producirán las generaciones arquitectónicas que egresan alrededor de 1940, unida al ambiente económico y social que se produce con posterioridad a la Segunda Guerra Mundial. , De hecho, en el número uno de la revista se registra una declaración de intenciones que explicitamente hace alusión a las tareas y desafíos que se han detonado con posterioridad al fin de la guerra. Fruto de un esfuerzo que unió a arquitectos , industriales y comerciantes, esta fue dirigida por Manuel Marchant Lyon y publicó 17 números entre y 1945 Y 1950".

Arquitectura y Construcción es uno de los órganos que mejor refleja el ambiente, a la vez de renovación y transición que se produce en la segunda mitad de la década del 40. De

13 Ver MONDRAGON H. TELLEZ, A. Arquitectura y construcción, Chile 1945-1950. Una revista de arquitecwra modema. Universidad Central de Chile, Santiago 2006.

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hecho ella contiene una de las más completas y ajustadas antologías de obras de arquitectura del período. A esto se agregan trabajos vinculados con la universidad, como talleres destacables por su espírítu de renovación o discusiones en relación a de la renovación de la enseñanza. En sus páginas es posible seguir las discusiones a propósito de la renovación del plan de estudios de 1944-46 en la Universidad de Chile, o el estado de los estudios en la Universidad Católica. La presencia del trasfondo político directa o indirectamente ligado al ejercicio de la arquitectura es también evidente. Dentro de éste, un rol muy significativo le cabe a la Corporación de Fomento que, fundada por el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, constituirá una palanca fundamental en el desarrollo industrial del país desde los años de la post guerra. La presencia de la CORFO será frecuente en las páginas de Arquitectura y Construcción. Sus avisos comerciales constituyen, por su forma y contenido, un valioso testimonio histórico que permite seguir el desarrollo de la industria de la construcción durante esos años.

Una de las mejores muestras del carácter de esta revista y el modo en que sintetiza el espíritu de una época se expresa en su número 11, de Diciembre de 1947, destinado a ser presentado en el VI Congreso Panamericano de Arquitectos. Allí se registra el proceso de formación del Colegio de Arquitectos de Chile. Se incluye también una antología de obras significativas, considerando la obra de la Caja de Habitación Popular, y se informa sobre los planes de estudios de las universidades.

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La publicación de Arquitectura y Construcción está acompañada por la presencia institucional del Boletln del Colegio de Arquitectos, que se iniciará en 1944 y se prolongará por casi dos décadas. La fundación del colegio de Arquitectos en 1942, con Alberto Risopatrón como su primer presidente, constituye la culminación de una larga evolución en la organización profesional del gremio. Ya en 1923 se había constituido la Asociación de Arquitectos de Chile como entidad que reunía a una serie de agrupaciones profesionales, a saber, la Sociedad Central de Arquitectos, el Instituto de Arquitectos de la Universidad de Chile y el Sindicato de Arquitectos de la Universidad Católica. En 1932 se había elaborado un proyecto para formar el Colegio de Arquitectos pero dicha iniciativa no prosperó hasta 1940. Con la participación en la iniciativa legal de quien más tarde sería el presidente Gabriel González Videla, la ley se aprueba en 1942 14 .

El equipamiento y los signos de una modernizacion del estado

Suele destacarse la llegada al poder de Pedro Aguirre Cerda y el Frente Popular como un momento significativo en la difusión de las ideas y la puesta en vigencia de la arquitectura de vanguardia en Chile. En efecto , existe una diferencia

14 RISOPATRON, A., "Nuestra institución gremial", en Arquilectllra y Construcción 11, diciembre 1947, pp.37-40.

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significativa entre algunas de las obras emblemáticas del gobierno de Pedro Aguirre Cerda y las emprendidas por los gobiernos de Carlos Ibáñez y Arturo Alessandri. Estas deben verse, sin duda, como parte integrante de un complejo proceso de modernización, pero éste adquirirá ribetes especiales durante los gobiernos radicales. Iniciativas como la fundación de la Corporación de Fomento, CORFO, darán un impulso fundamental al desarrollo industrial incluyendo las ramas directamente ligadas a la construcción. Además, algunas de las obras impulsadas por el Estado en la década del 40 utilizan de manera mucho más evidente una iconografía de vanguardia. Ello supone no sólo el abandono de la decoración sino también la utilización de principios compositivos que incluían nuevas combinaciones de materiales y un privilegio de la asimetría en la composición. Se ha señalado la posible influencia de quien entonces era un joven profesor y arquitecto, Jorque Aguirre Silva, relacionado familiarmente con el presidente Aguirre Cerda en dichos cambios. Por entonces, Aguirre era profesor de la Universidad Católica. Algunas de sus obras habían estado vinculadas a la corriente neo colonial, en muchos casos asociada a esfuerzos de renovación disciplinar. Junto a Enrique Gebhard, Aguirre había estado fuertemente vinculado a la publicación de la revista Arquitectura, en 1934-35, y era reconocido como uno de esos profesores que permitían y alentaban la introducción de nuevas ideas entre los estudiantes. 15

Dos obras juegan un rol significativo en esta nueva representación simbólica del proceso de modernización en

15 Ver JÜNEMANN ALFREDO,Jorge Aguirre, un arquitecto del movimiento moderno, Ediciones ARQ, 1996.

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Chile. Se trata de los hogares Parque Cousiño e Hipódromo Chile. Los arquitectos del primero son Jorge Aguirre y Gabriel Rodríguez, los del segundo Enrique Gebhard y Jorge Aguirre, como arquitecto asesor. Los hogares eran denominados de "defensa de la raza y uso del tiempo libre". Su programa, desarrollado con la colaboración de Jorge Aguirre, consistía en una suerte de club acompañado de instalaciones para realizar actividad física. La idea de una "raza" en el contexto de un gobierno fuertemente reformista y de corte popular, hace pensar en actitudes semejantes a las surgidas en Brasil durante el gobierno de Vargas , que estarán a la base del programa del Ministerio de Educación y Salud y remite también a ideas nacionalistas como las del doctor Nicolás Palacios, quien había publicado su texto Raza Chilena en 1904.

En el caso del Hogar Parque Cousiño, inaugurado en la Navidad de 1940, el edificio formaba parte de un plan más ambicioso que no llegó a completarse. El programa se resuelve como un volumen que aparece como un fragmento de un esquema clásico. Sus criterios compositivos no están tan lejos de los que empleara Le Corbusier para el Palacio de las Naciones en 1929. En efecto, utiliza elementos regulares o incluso simétricos que son a la vez negados por el esquema compositivo general sometido a una suerte de Z. La inserción en un parque constituido, como era el Parque Cousiño, hace que sus condiciones de emplazamiento sean excepcionales. La utilización de pilotes que elevan una porción significativa del edificio y liberan el nivel de suelo acentúa la intención renovadora del edificio. La incorporación de elementos escultóricos de Totila Albert y el paisajismo de Prager insertan

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el proyecto en la búsqueda de una obra de arte total, actitud muy propia del momento, particularmente en este tipo de encargos.

El volumen lineal del Hogar Hipódromo Chile, también llamado Fermín Vivaceta, presenta un carácter más orgánico, al que contribuyen la utilización de mampostería de piedra y bóvedas de ferrocemento. La presencia de murales del mexicano Xavier Guerrero, vuelve a subrayar la intención de incorporar elementos artísticos a la arquitectura.

Intervenciones como las de estos dos hogares, y obras en el mismo espíritu como los parques de Reposo dd Bosque de Santiago y La Dormida expresan claramente la aceptación, por parte del Estado, de ideas y formas que están lejos de constituir una regla general en los 40. En esa misma década el gobierno debió enfrentar la reconstrucción de la ciudad de Chillán, gravemente afectada por un terremoto ocurrido en enero de 1939, precisamente al inicio del gobierno de Aguirre Cerda. Tal reconstrucción puso en tensión las diversas ideas de arquitectura y urbanismo modernos difundidas entre los arquitectos chilenos. Es en tales circunstancias que se produce la polémica por la posible visita de Le Corbusier al país. Este último había ofrecido realizar gratuitamente el plano de reconstrucción de Chillán y estaba interesado en realizar un nuevo plan regulador para Santiago. La eventual presencia de Le Corbusier en Chile polarizó internamente al Instituto de Urbanismo y produjo una fuerte polémica en la prensa local. La tensión se dio entre los partidarios de reformas radicales que adherían a las ideas del ClAM y quienes, por el contrario,

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siguiendo las ideas de Brunner, preferían un urbanismo más pragmático que combinaba los propósitos de innovación con valores ligados al tejido urbano tradicionaP 6. Finalmente, la ciudad de Chillán se reconstruyó con criterios más próximos a las ideas de Brunner que a las del ClAMo El volumen parabólico de la nueva catedral diseñada por Hernán Larraín constituye así una relativa excepción dentro de las labores de reconstrucción.

El desarrollo que tendría la industria en Chile en la década del 40 se manifestó también en el terreno de la arquitectura, aunque tal vez todavía de manera esporádica. El número cuatro de la revísta Arquitectura y Construcción se dedica a la renovación de las construcciones para la industria. Allí se destacan como ejemplos la maestranza para la Fuerza Aérea de Chile que habían proyectado Bresciani y del Campo, o industrias textiles como Yarur S.A.

Por otra parte, la idea de equipamiento no queda reducida al ámbito del Estado. El desarrollo, por ejemplo, de piscinas públicas, que va unido a un aprecio por la cultura del cuerpo, que había venido creciendo desde las primeras décadas del siglo XX, se manifestaría en diversas ciudades del país. Entre éstas la piscina y club de las Rocas de Santo Domingo, ganada por concurso por Valdés Castillo Huidobro en 1945 y concluida en 1947 tendrá una resonancia particular. Conectada directamente a una playa que no presentaba buenas

16 Ver al respecto BANNEN, P. PEREZ, f VAZQUEZ, C. "Entendidos , subemendidos y malemendidos sobre el urbanismo moderno: alternativas del frustrado viaje de Le Corbusier a Chile. En Massilia 2003. Fundación Caja de Arquitectos, Barcelona 2003.


condiciones para el baño y provista de un club social, fue concebida como cabezal público del balneario. El edificio que combina el hormigón y la piedra y hace uso de bóvedas rebajadas para generar un pórtico hacia la playa, utiliza el repertorio formal emergido en los años 30 para mediar entre el borde marino y las suaves colinas de la cordillera de la costa.

La renovación de la arquitectura residencial en la década del 40

Además de penetrar las esferas estatales, la nueva iconografía arquitectónica comienza a manifestarse también en el mundo de los encargos privados. Tal fenómeno ocurre, por ejemplo, en el mundo de la viviendas unifamiliares. Estos manifiestan un encuentro entre las ideas de arquitectos jóvenes, en especial aquellos que egresan de las escuelas después de 1940, Y clientes abiertos a renovar sus estilos de vida. Frecuentemente, dichos clientes son inmigrantes de primera o segunda generación o personas ligadas al mundo industrial. Una segunda veta de renovación la abren las casas de los propios arquitectos. Esta había sido inaugurada por el volumen parcialmente elevado sobre pilotis que Rodulfo Oyarzun construyera para sí mismo en la calle El Bosque ya en 1931.

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Muchas de estas casas se localizan en nuevos barrios que por entonces se desarrollan al oriente de Santiago, en especial en las zonas de Ñuñoa, Providencia o Las Condes" . Los balnearios de la costa constituyen otra de las localizaciones para estas viviendas. Aparentemente, resultaba más fácil innovar en una segunda vivienda y las formas de la vida de playa se asociaban mejor a viviendas que se apartaban de la iconografía de los estilos tradicionales. Ellas se conectaban más francamente con el exterior, mostrando sólo sus muros blancos y materiales rústicos como toda decoración.

Aunque las variantes son muchas, hay dos o tres partidos o gestos compositivos que predominan en este intento de renovación de las formas de la vivienda. El primero es el de aquellas resueltas como volúmenes puros, combinaciones de cubos y cilindros normalmente blancas. Asociadas a una poética funcional y a la iconografía náutica, muchas de estas casas presentan todavia plantas tradicionales. El conjunto de casas estudiado por Andrés T éllez en su tesis de magíster, muchas de ellas localizadas en Ñuñoa, o la ya mencionada casa Vial en Reñaca, ejemplifican bien esta situación'B

Contrastando con el carácter abstracto de tales casas aparecen aquellas que podríamos denominar de cubierta

17 Se ha pasado por alto, en no pocas ocasiones, algunos interesantes ejemplos de casas que apelan a una iconografía y una planificación modernas y se insertan en zonas de tejido tradicional corno es la zona poniente de Santiago. 18 TELLEZ, A. La moda , el es tilo, la modernidad y el cambio en la arquitectura dom ésti ca de Santiago: 26 casas en Ñwloa y Providencia, 1935-1950. Tesis para optar al grado de Maglster en Arquitectura, Pontificia Universidad Católica de Chile 1995.


a un agua. Ellas recurren a una suerte de reelaboración del chalet, incorporando notas rurales, materiales naturales y en general una sensibilidad en la que predomina una dimensión táctil. Ejemplos de este tipo se encuentran en arquitectos de generaciones variadas. Desde José Smith Miller, Mauricio Despouy y la oficina de Carlos Bresciani y Jorge del Campo, hasta los jóvenes Valdés Castillo Huidobro, que comenzaban sus armas como profesionales innovadores. De hecho, varias de las casas que ellos realizaron en el balneario Rocas de Santo Domingo, una urbanización costera proyectada por la oficina Smith Solar y Smith Miller, se adscriben a este paradigma. En ellas la conexión de interior y exterior suele ser más franca y los materiales más rústicos. La casa que los recién egresados Héctor Valdés y Emilio Duhart proyectaron para la familia Méndez Labbé en la pre cordillera de Santiago constituye uno de los ejemplos tempranos de tales puntos de vista.

Por último, puede mencionarse el caso de viviendas que ensayan diversas variantes sobre la cubierta mariposa, es decir de cubiertas invertidas. Estas van desde las versiones ensayadas por Enrique Gebhard en la casa Donoso (1944) o las de Tapia y Aedo en Los Leones y Costanera, hasta un ejemplo clásico como la que Emilio Duhart construyó para sí mismo en la calle Vaticano (1944).

La pequeña casa que Fernando Castillo proyectó para sí mismo en 1947 en parte de los terrenos que su familia poseía en la confluencia de las calles Simón Bolívar y Avenida Ossa, representa una cierta culminación de las búsquedas de la década en materia de arquitectura moderna residencial y un

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anuncio de lo que serán los años siguientes. La casa puede verse como un pequeño pero decidido manifiesto en que se articulan búsquedas funcionales y espaciales. Se trata de un simple paralelepípedo que gracias al expediente de divisiones móviles internas puede llegar a reducirse a un espacio único, exceptuado los espacios de servicio. En cualquier caso la presencia de estos ejemplos residenciales manifiesta el modo en que determinadas convicciones que van desde el plano de lo técnico al de lo estético y lo social, comienzan a permear los ámbitos más diversos en la sociedad chilena.

Política y Cultura en los 50

En 1952 concluye su mandato Gabriel Gonzalez Videla y con él la era de los gobiernos radicales que se había iniciado con el acceso al poder del Frente Popular en 1938, marcando toda la década del 40. Es un hecho conocido la ruptura política que provocó en el Frente la Ley de Defensa de la Democracia, con la proscripción del Partido Comunista y su consiguiente exclusión del gobierno. Así, el ciclo de gobiernos radicales concluía de un modo muy distinto a como había comenzado. Entre otras consecuencias, "la ley maldita" había obligado a Pablo Neruda, que por entonces escribía su Canto General, a marchar al exilio. Había sido reconocido como Premio Nacional de Literatura en 1945 al mismo tiempo que la Mistral recibía el Premio Nobel y era, probablemente, la figura poética más

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