180
ISSN 1853-2713 OBSERVATORIO LATINOAMERICANO 10 Archivo histórico recuperado en la sede nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasilia DOSSIER BRASIL Buenos Aires, enero 2013 Universidad de Buenos Aires Facultad de Ciencias Sociales Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe

10-DossierBrasil.pdf

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 10-DossierBrasil.pdf

ISSN 1853-2713

OBSERVATORIO LATINOAMERICANO 10

Archivo histórico recuperado en la sede nacional del Partido de los Trabajadores (PT) en Brasilia

DOSSIER BRASILBuenos Aires, enero 2013

Universidad de Buenos AiresFacultad de Ciencias Sociales

Instituto de Estudios deAmérica Latina y el Caribe

Page 2: 10-DossierBrasil.pdf

2

Autoridades Facultad de Ciencias SocialesDecanoSergio CalettiVicedecanaAdriana ClementiSecretaria AcadémicaStella MartiniSecretaría de Estudios AvanzadosSubsecretaria de Investigación: Mónica PetracciSubsecretaria de Doctorado: Mercedes CalzadoSubsecretario de Maestrías y Carreras de Especialización: Sebastián MauroSecretaria de Gestión InstitucionalMercedes DepinoSecretario de Cultura y ExtensiónAlejandro EnriqueSecretaria de HaciendaCristina AbrahamSecretaria de Proyección InstitucionalShila VilkerInstituto de Investigaciones Gino GermaniDirector: Julián RebónInstituto de Estudios de América Latina y el CaribeDirectora: Mabel Thwaites ReyBiblioteca Norberto Rodríguez BustamanteDirector: Daniel Comande

Instituto de Estudios de América Latina y el CaribeFacultad de Ciencias Sociales, Universidad de Buenos AiresMarcelo T. de Alvear 2230, C1122AAJ Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Argentina

www.iealc.sociales.uba.ar – [email protected]

Directora: Mabel Thwaites ReyComité Académico: Mabel Thwaites Rey, Emilio Taddei, Eduardo Grüner, Waldo Ansaldi(miembros titulares por el claustro Investigadores), Atilio Boron, Diego Raus, Hugo Calello, NéstorKohan (miembros suplentes por el claustro Investigadores). Inés Nercesian, Ariel Goldstein, LauraRosenberg (miembros titulares por el claustro Becarios), Amílcar Salas Oroño, Lorena Soler, DiegoGiller (miembros suplentes por el claustro Becarios).Asistente de la Dirección Académica: Silvia DemirdjianWeb master: Juan Diez

ISSN 1853-271

Page 3: 10-DossierBrasil.pdf

3

OBSERVATORIO LATINOAMERICANO

Observatorio Latinoamericano es una colección de trabajos que, bajo la forma de dossier, publica elInstituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC), de la Facultad de CienciasSociales de la Universidad de Buenos Aires, con el objetivo de ofrecer a todos los interesadosen conocer más y mejor a América Latina, información y opiniones sobre la región y cada unodesus países, sea para fines docentes, de investigación o de mero deseo de ampliar la capacidadde comprensión de realidades complejas, usualmente no tratadas o insuficientemente tratadaspor los medios de comunicación comerciales.

Observatorio Latinoamericano reproduce material generado por académicos y periodistaslatinoamericanistas de distintos países y orientaciones. Iniciamos la colección con textospublicados en medios de comunicación alternativos, que cubren lo que la prensa comercialsuele ocultar, aunque luego fuimos incorporando crecientemente los trabajos de nuestrospropios investigadores e investigadoras, de los tesistas y becarios que investigan sobre AméricaLatina con sede en el IEALC, como también de colegas invitados. En todos los casos seconsignan los créditos y reconocimientos correspondientes.

Observatorio Latinoamericano es una publicación electrónica, de acceso, distribución y descargagratuitos. Los textos pueden reproducirse libremente, pero en todos los casos se indicará lafuente, particularmente la original en los casos en que así corresponda, es decir, en el de textospublicados inicialmente en otra publicación, sea ella en soporte digital o papel.

Números publicados

1. Haití, febrero 20102. Paraguay, mayo 20103. Guatemala, agosto 20104. Bolivia, octubre 20105. Colombia, diciembre 20106. México, abril 20117. Ecuador, junio 20118. Chile, agosto de 20119. El Salvador, noviembre de 2012

Page 4: 10-DossierBrasil.pdf

4

El Dossier Brasil ha sido realizado bajo la coordinación del Doctor Amilcar SalasOroño y la Licenciada Natalia Garrido.

Amílcar Salas Oroño es Licenciado en Ciencia Política (UBA). Magister enCiencia Política (USP-Brasil). Doctor en Ciencias Sociales (UBA). Docente de la Facultad deCiencias Sociales (UBA). Actualmente es becario Post-doctoral del CONICET en el Institutode Estudios de América Latina y el Caribe (Facultad de Ciencias Sociales – UBA). Sus trabajosde investigación se han orientado hacia cuestiones vinculadas con América Latina, en lo querespecta a partidos políticos e ideas políticas. Ha participado en distintos Proyectos UBACyT yen Núcleos de Pesquisa en la Universidad de San Pablo (Brasil). Acaba de publicar Ideología yDemocracia: intelectuales, partidos políticos y representación partidaria en Argentina y Brasil desde 1980 al2003 (Pueblo Heredero, 2012).

Natalia Garrido es Licenciada en Sociología (2009) y Maestranda enComunicación y Cultura, en ambos casos por la Facultad de Ciencias Sociales de laUniversidad de Buenos Aires (UBA). Docente de Sociología en el CBC-UBA. Actualmente esbecaria Doctoral del CONICET en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe(Facultad de Ciencias Sociales – UBA). Sus trabajos de investigación se han orientado haciacuestiones vinculadas con la participación política de las juventudes y las tecnologías de lainformación y la comunicación (TIC). Ha participado – participa - en distintos ProyectosUBACyT. En 2012 ha realizado una estadía de investigación en la Universidad de San Pablo(USP), Brasil.

Page 5: 10-DossierBrasil.pdf

5

DOSSIER BRASILBuenos Aires, enero 2013

Page 6: 10-DossierBrasil.pdf

6

BANDERA NACIONAL

Después de la proclamación de la República, en 1889, una nueva bandera fue creada pararepresentar las conquistas y el momento histórico para el país. Proyectada por RaimundoTeixeira Mendes y Miguel Lemos, con diseño de Décio Vilares, fue inspirada en la Bandera delImperio, diseñada por el pintor francés Jean Baptiste Debret. Aprobada por el Decreto N º 4,en noviembre de ese año, mantuvo la tradición de los antiguos colores nacionales —verde yamarillo.

ESCUDO DE LA REPÚBLICA

El Escudo de Armas de Brasil fue diseñado por el ingeniero Artur Zauer, por encargo delpresidente Manuel Deodoro da Fonseca. El uso del Escudo de Armas es obligatorio para lospoderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial y para las Fuerzas Armadas. También están presentesen todos los edificios públicos.

Page 7: 10-DossierBrasil.pdf

7

DOSSIER BRASIL

Indice

Dossier Brasil – Presentación, Amílcar Salas Oroño y Natalia Garrido……………………………...9

Intelectuales, Estado y Sociedad

Intelectuales y política. El centro D. Vital: estudio de caso de un grupo de intelectualescatólicos en Río de Janeiro entre los años 1920 y 1940, Guilherme RamalhoArduin……………………………………………………………………………..………...12

Conjunções neoliberais no desenvolvimento estatal brasileiro, Walisson PereiraFernandes…………………………………………………………………………………….32

Individualismo e partidos na política brasileira, Antônio Sérgio Rocha………………………....49

La anomalía brasileña: el Partido dos Trabalhadores

Condiciones de existencia en el oficialismo: el PT, el MST y la CUT en el gobierno Lula,Dolores Rocca Rivarola………………………………………………………………………...72

Del clasismo al populismo: la transformación de la identidad del Partido dos Trabalhadores,Amílcar Salas Oroño………………………………………………………………………….88

Una revisión del concepto de “lulismo”: la interpretación de André Singer, Ariel AlejandroGoldstein…………………………………………………………………………………....103

Partido dos Trabalhadores: fontes arquivísticas e bibliográficas, Carlos Henrique MetidieriMenegozzo………………………………………………………………………………….115

Page 8: 10-DossierBrasil.pdf

8

Nuevos temas, nuevas teorías, perspectivas

Estudos pós-coloniais no Brasil: sujeitos, processos e proposições da trajetória de educaçãoescolarizada ofertada aos povos campesinos no Brasil, Denise Xavier Torres y Janssen Felipe daSilva......................................................................................... .................................................................135

La dirigencia juvenil del PT en el Estado de Sao Paulo y las políticas de juventud impulsadasdesde el gobierno de Lula: principales avances y desafíos, Natalia Garrido………………......149

Regionalismo, liderazgo y consenso. La política exterior de Brasil para la región en la historiareciente,Julián Kan…………………………………………………………………………..159

Page 9: 10-DossierBrasil.pdf

9

DOSSIER BRASIL

PRESENTACIÓN

por Amílcar Salas Oroño yNatalia Garrido

(editores)

El Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (IEALC) a través de suObservatorio Latinoamericano N° 10 presenta en esta oportunidad su DOSSIER BRASIL.La importancia de Brasil en y para América Latina es indiscutible: así lo demuestra el crecienteinterés tanto de las ciencias sociales latinoamericanas como las temáticas de investigación delos principales centros de estudios latinoamericanos de otros continentes. No es casualidad:Brasil se ha convertido en un país clave de los circuitos internacionales de comercio, en eldesarrollo de determinadas tecnologías, en lo que respecta a sus recursos naturales. Estemovimiento ha puesto nuevamente en discusión su liderazgo en el Concierto de las Naciones;respecto de América Latina, su agenda de definiciones en los diversos foros internacionales hamarcado el rumbo en varias estrategias de los países vecinos.

Observar Brasil es, también, observar al conjunto de los países que interactúan y seintegran con esta nación. Conocer las características y morfologías de sus dialécticas sociales, lanaturaleza de su sistema político, las tradiciones históricas que vertebran sus trazos culturales,se torna indispensable para poder evaluar las singularidades de los países latinoamericanos. Sies cierto que no hay posibilidad de pensar el Estado sin plantear los nexos que se establecenmás allá, en relación con otros Estados, no hay posibilidad de pensar América Latina sinrevisar las implicancias brasileñas.

Se trata de un país con varios países en su interior. La diversidad se corresponde y severifica en distintos planos. Esto no hace inabarcable el estudio de Brasil, simplemente limitalas conjeturas y conclusiones que puedan establecerse. Es con este espíritu que se handistinguidos los textos que forman parte de este Observatorio Latinoamericano N° 10,escritos por académicos de diferentes perspectivas y formación, argentinos y brasileños. Losartículos aquí reunidos han sido distinguidos en tres partes o capítulos.

En la primera parte —Intelectuales, Estado y Sociedad— se intenta establecer unaaproximación a un tipo de enfoque que va ganado cada vez más espacio dentro de los estudiossobre sociedad civil, y que se vincula con el mapeo de determinadas elites intelectuales enrelación con los procesos políticos de su época. El artículo de Guilherme Ramalho Arduin“Intelectuales y política. El centro d. vital: estudio de caso de un grupo de intelectuales católicos en rio de janeiroentre los años 1920 y 1940” va en esa dirección, intentando describir y ponderar el clima político-intelectual de lo que en su momento era la capital la República, Río de Janeiro. Los otrosartículos que componen la sección “Conjunções neoliberais no desenvolvimento estatal brasileiro” de

Page 10: 10-DossierBrasil.pdf

10

Walisson Pereira Fernandes e “Individualismo e partidos na política brasileira” de Antônio SérgioRocha son más próximos en el tiempo histórico y presentan interés para, por un lado, contarcon una caracterización de las idiosincrasias del mercado laboral brasileño de los noventa y,por otro, los resortes específicos de lo que constituye un aspecto sobre el que, investigadoresde diversos países, tradiciones y perspectivas, han puesto su atención: el comportamientolegislativo brasileño.

La segunda sección —La anomalía brasileña: el Partido dos Trabalhadores—presenta una particularidad, no sólo respecto del resto del DOSSIER Brasil sino también enrelación a los números anteriores del Observatorio Latinoamericano: se concentra en unpartido político, el Partido dos Trabalhadores. Por diversos motivos, que intentan serdescriptos en los artículos reunidos, el Partido dos Trabalhadores merece tener una coberturaespecial. Se trata de un partido político que ha moldeado, de manera intensa, los procesos dedemocratización que se han ido desplegando en el Brasil contemporáneo. Tanto por el tipo dearticulación que propone como fuerza partidaria que llega al Gobierno —“Condiciones deexistencia en el oficialismo: el PT, el MST y la CUT en el gobierno Lula” de Dolores Rocca Rivarola—,como por su ideología singular —“Del clasismo al populismo: la transformación de la identidad delPartido dos Trabalhadores” de Amílcar Salas Oroño—, el Partido dos Trabalhadores es unelemento clave del juego político brasileño, y hasta podría aventurarse, continental. A estascuestiones deben agregarse dos aspectos claves: el partido ha instalado otra dinámica y“metáfora política”, el lulismo —cuestión analizada por Ariel Alejandro Goldstein en “Unarevisión del concepto de “lulismo”: la interpretación de André Singer”—, lo que explica la importanciaque ha tenido, tiene y tendrá como determinada interpretación de la realidad brasileña, dandolugar, a su vez, a una intensa producción sobre el propio partido elocuente del grado dedensidad significativa que tiene en la historia del país —como lo analiza Carlos HenriqueMetidieri Menegozzo en “Partido dos Trabalhadores: fontes arquivísticas e bibliográficas”.

La última parte que conforma el presente Dossier —Nuevos temas, nuevas teorías,perspectivas— reúne contribuciones que tratan, por un lado, temáticas consolidadas comoobjeto de estudio dentro de las ciencias sociales latinoamericanas pero a partir de enfoquesteóricos de desarrollo reciente, como el artículo de Denise Xavier Torres y Janssen Felipe daSilva “Estudos pós-coloniais no Brasil: sujeitos, processos e proposições da trajetória de educação escolarizadaofertada aos povos campesinos no Brasil”; nuevos temas de agenda, todavía no demasiado exploradosy que resultan indispensables para comprender las diversas dinámicas y dialécticas de lassociedades contemporáneas, y su relación con los sectores poblacionales de mayor movimiento—como el artículo de Natalia Garrido “La dirigencia juvenil del PT en el Estado de São Paulo y laspolíticas de juventud impulsadas desde el gobierno de Lula: principales avances y desafíos”; finalmente, unmapeo sobre un aspecto que genera un interés reiterado en buena parte de las discusionesacadémicas —y no académicas: las condiciones objetivas y subjetivas que están detrás delfuerte posicionamiento internacional de Brasil en el Concierto de las Naciones, a cargo deJulián Kan “Regionalismo, liderazgo y consenso. La política exterior de Brasil para la región en la historiareciente”.

Como podrá observarse, las temáticas, los enfoques, las perspectivas son variadas ymúltiples. Es que sólo de esa forma una aproximación, que nunca estará del todo definida yfinalizada, puede realizarse sobre Brasil. De los diversos Brasil(es). Cuestiones planteadas quequedan para las páginas siguientes.

Page 11: 10-DossierBrasil.pdf

11

DOSSIER BRASIL

Intelectuales, Estado y Sociedad

Page 12: 10-DossierBrasil.pdf

12

INTELECTUALES Y POLÍTICA. EL CENTRO D. VITAL:ESTUDIO DE CASO DE UN GRUPO DE INTELECTUALESCATÓLICOS EN RIO DE JANEIRO ENTRE LOS AÑOS 1920Y 1940

GUILHERME RAMALHO ARDUINI

Introducción

Este artículo va evaluar las estrategias de reclutamiento de uno de los más importantesgrupos de intelectuales católicos de Brasil: el Centro Don Vital, creado en 1922 por Jackson deFigueiredo en Rio de Janeiro. 1 Marcado inicialmente por la personalidad de su fundador, elgrupo asumió otra dinámica con su muerte trágica en 1928. Algunas semanas después de latragedia, el cardenal de Rio de Janeiro, Sebastião Leme, indicó a Amoroso Lima como elsucesor de Jackson en la presidencia del Centro, puesto que le garantizó un prestigiomantenido intacto hasta el decenio de 1940. En su primer número como editor-jefe de larevista que el Centro mantenía, intitulada A Ordem (El Órden), establece su programa deactuación:

Nuestros proyectos sobre la revista serán sólo de proseguir cuanto sea posibleen la obra de creación de una cultura católica superior. Nuestro camino, por lotanto, está trazado. A aquellos que desprecian la Razón, es necesario mostrarque la Fe es un acto de inteligencia. A aquellos que sólo creen en la Razón, esnecesario mostrar que la Fe es la luz final del conocimiento. Y para eso esnecesario, hoy más que nunca, el desarrollo de la cultura religiosa. (A Ordem,diciembre/1928: 5)

En un momento de la historia brasileña llena de experiencias y movimientos literariosconstruidos en rededor de publicaciones, llama nuestra atención la presencia de la identidad

Licenciado en Historia (UNICAMP), Magister en Historia (UNICAMP). Doctorando en Sociología(Universidade de Sao Paulo).1 Por todo el período de interés para este capítulo, Rio de Janeiro es la capital política, religiosa ycultural de Brasil. Económicamente, aunque sea una ciudad muy industrializada para los padronesbrasileños, pierde la primacía para São Paulo. El año de 1922 es muy significativo para la historia delBrasil contemporáneo porque marca el comienzo de la fase más aguda de crisis del sistema políticooligárquico. Como frutos del crisis, emergen propuestas para repensar la identidad nacional:culturalmente, con el modernismo literario; políticamente, con alternativas a la derecha y a la izquierdadel espectro político – notadamente, el Centro Don Vital y el Partido Comunista, respectivamente. Seve también la formación del tenentismo: un grupo de militares de graduación mediana, conocidos por elnombre general de tenientes, que se amotinan contra la presidencia de la república y recorren el paísutilizándose de tácticas guerrilleras para no ser vencidos por las fuerzas militares oficiales.

Page 13: 10-DossierBrasil.pdf

13

religiosa como un elemento clave de un proyecto de inserción en la escena intelectual brasileña.Al contrario de la personalidad de Figueiredo, que se utilizaba de A Ordem para condenar todaslas contestaciones al sistema político brasileño, Amoroso Lima prefería avanzar hacia objetivosmás abstractos, como la difusión del neotomismo como una doctrina unificadora de losproyectos de intervención en la vida pública brasileña. Con todo, su liderazgo no seinterrumpió en los límites de la reflexión filosófica. El mismo grupo mantenedor de A Ordemfundó proyectos para actuar en diversos ámbitos. Por ejemplo, los Círculos Obreros deberíandifundir los valores del catolicismo en el seno de la clase obrera; la Acción Católica debería ser ellugar de consagración de los valores católicos en el mundo estudiantil, especialmente en eluniversitario.

En todas las agremiaciones, Amoroso Lima desempeñó un papel central por vecescomo fundador, otras como presidente o su principal contribuyente – algunas veces, todas lasopciones en conjunto. Su estilo es descripto por sus contemporáneos como un elementoaglutinador de católicos de diferentes edades y intereses (FRANCA, 1944). Una tal visión es,en términos generales, reproducida por los estudiosos de períodos posteriores. Antonio CarlosVillaça (1975), por ejemplo, considera la herencia de Alceu más memorable “por la presenciaque por la obra”, esto es, más por su influencia sobre el grupo del Centro Don Vital2 y de lasgeneraciones posteriores que por la bibliografía que produjo.

En parte esto se debe al propio contexto político-social de los años 1930 y 1940,marcado por el golpe de Estado de octubre de 1930. En esa fecha, un grupo de políticos de lasprovincias de Rio Grande do Sul, Minas Gerais3 y otras de Nordeste de Brasil se unieron a losmilitares para derribar el jefe de ejecutivo y proclamar un nuevo orden político para el país.Estos grupos se unen alrededor de la figura de Getúlio Vargas, un político experimentado 4 quese hizo presidente del país al fin del proceso revolucionario. Este sería el debut de quince añosde la primera presidencia de Vargas, alternando períodos relativamente democráticos congobiernos declaradamente autoritarios. El decenio siguiente fue entonces definido por el climade incertidumbre político que hizo surgir la creencia de que era urgente definir un “plan desalvación” nacional. La definición de los problemas y de las soluciones para enfrentarlosvariaba de acuerdo con la identidad del grupo, empero.

2 El nombre del centro no fue una escoja al acaso: viviendo en el último cuartel del siglo XIX, D. Vitalfue un obispo que vivió dramáticamente el dilema entre respectar la autoridad temporal (el Emperador)o la autoridad religiosa (el Papa) cuando este último prohibió los eclesiásticos de aceptar masones ensus parroquias. En este período, toda la elite política brasileña pertenecía a la masonería (incluso elEmperador) y no ser acepto en una parroquia resultaba en la imposibilidad de participar de la vidapolítica, organizada por los registros parroquiales. A despecho de esas consecuencias, D. Vital siguió losórdenes del Vaticano y gracias a eso se quedó preso por algunos meses. Al optar por llamarse así, elCentro D. Vital reafirmaba la convicción de que el respecto a la Iglesia era condición sine qua non para lavuelta a la estabilidad social y que las razones de la crisis eran históricas y databan de fines del sigloXIX.3 Ambas las provincias tenían una importancia política y económica considerable en el contextonacional y embasaban su riqueza en la producción de géneros agropecuarios. Rio Grande do Sul estáubicada en el extremo sur del país y Minas Gerais, al sudeste del centro geográfico.4 Antes de asumir la presidencia de la República en 1930, Vargas ya fuero jefe del ejecutivo de laprovincia de Rio Grande do Sul y diputado federal por diversas veces.

Page 14: 10-DossierBrasil.pdf

14

De esa constatación nasce la importancia de pensar en las siguientes cuestiones: ¿cómofue posible la remergencia de la identidad religiosa como un factor de aglutinación social en elseno de la cosmopolita capital del país? ¿Cuál era la comprensión que los miembros de esegrupo presentaban de lo que era ser católico? ¿Cuáles eran las condiciones necesarias parapertenecer al grupo y en qué medida tal participación moldó la acción de los personajesenvueltos?

La respuesta a tales preguntas exigirá una atención especial con la pluralidad de vocesdentro del grupo, factor relegado por buena parte de la historiografía a ese respecto. Si losmiembros del Centro parecen marchar todos a brazos dados, cada uno quiere llevar lacorriente humana para el lado que mejor le parece, generando tensiones y solidaridaddetectables a partir de las diferencias internas de los textos producidos para A Ordem o de lacorrespondencia cambiada entre algunos de sus miembros. En la medida que el grupo adquierefuerza como articulador de la identidad católica en diversas esferas de la vida social, se tornamás evidente también una disputa por la definición de “catolicidad” y como movilizarla frentea los dilemas vividos durante este período – ¿apoyar o combatir el presidente Vargas?¿Rechazar el modernismo o en él ingresar? ¿Pero bajo cual perspectiva, frente a unmovimiento plural?

Discusión bibliográfica

Hay diversas investigaciones sobre Alceu Amoroso Lima o que traten tangencialmentedel tema de su participación en la vida política y cultural de ese período, pero apenas cuatro deellas se profundizan en el Centro Don Vital. (RODRIGUES, 2006; MOTTA, 2002; FARIAS,1998; DIAS, 1996) Todas ellas se dedican a comprender la importancia del Centro para lahistoria intelectual del período, mas ninguna se dedica a su dinámica interna defuncionamiento.

El libro de Candido Moreira Rodrigues es un estudio innovador sobre las matricesideológicas de la revista durante el decenio de 1930. Identifica la continuidad entre los artículosde este período y el pensamiento contra-revolucionario europeo del ochocientos en sus linajesinglés (Edmund Burke) y francés (de Maistre y de Bonald). El texto tiene el gran mérito dedemostrar las inserciones del debate brasileño en el ámbito mundial, o sea, de como lacomprensión da revista no puede ser desligada de las tradiciones de pensamiento a las cuales sefilia. En virtud de esa opción, no contempla la discusión sobre las funciones socialesdesempeñadas por estos escritos, tema en parte abordado por los otros textos.

Vistos en conjunto, los libros de Rodrigo Motta, Damião Duque Farias y RomualdoDias demuestran una tendencia de plantear la actividad intelectual del Centro en la divulgaciónde un discurso justificador del combate al comunismo y de la intervención del Estado en lavida social. El Centro es visto como un monolito en su apoyo a la política represora alcomunismo de Vargas, a partir de dos perspectivas. La primera era la formación de unaintelectualidad contraria a los ideales comunistas y la segunda era la creación de agremiacionesobreras para ocupar los espacios de la vida social de esta clase en los cuales el Estado aún noestuviera muy presente. Los círculos obreros, de los cuales Amoroso Lima sería el presidente

Page 15: 10-DossierBrasil.pdf

15

nacional hasta 1937, tendrían como función actuar paralelamente a los sindicatos oficiales eimposibilitar la formación de espacios de resistencia a ellos.

Las diferencias metodológicas de las investigaciones resultan de los intereses distintosde los tres autores. Para Rodrigo Motta, el problema es comprender la formación de unpensamiento anticomunista en Brasil y su sobrevivencia a lo largo de todo el siglo XX. Son doslos períodos de mayor fuerza del anticomunismo: los años entre la “Intentona Comunista”(1935) y la instalación del Estado Novo (1937)5 y el período siguiente al Golpe de 1964, 6 que engran medida reproduce los argumentos generados en meados del decenio de 1930 por mediode revistas como A Ordem. Damião Duque Farias y Romualdo Dias demuestran más atención aotros elementos presentes en los escritos del grupo, como una concepción de Estadocorporativo, árbitro de las disputas entre patrones y trabajadores.

Así como en el caso de Candido Moreira Rodrigues, fue privilegiado el análisis de lospuntos de unidad del grupo, en detrimento de sus discordancias internas. Además, y noobstante el mérito de esas cuatro investigaciones, no existen grandes avanzos en el sentido deverificar el pasaje de tales ideas a las prácticas sociales. El único trabajo a adentrar por esasveredas es el extenso y fecundo libro de Jessie Jane Vieira de Souza (2002). La opción de laautora de desvendar la influencia de los círculos obreros en la configuración del mundo deltrabajo la llevó a comprender como los escritos de Amoroso Lima (a quien ella consideracomo el primer filósofo brasileño a reflexionar sobre la cuestión del trabajo) hicieron surgiruna política de actuación de la Iglesia Católica embasada en prácticas asistencialistas ymutualistas. Tal propuesta defendía la formación de cuerpos profesionales que reglamentaríanlas condiciones de trabajo sin el protagonismo del Estado.

Igualmente a los otros autores, Jessie Jane Vieira de Souza establece una identificaciónentre los escritos de Amoroso Lima, la postura oficial del Centro y los intereses de la jerarquía.Además, considera la participación de las ideas de Amoroso Lima en la configuración de lasleyes que reglamentan el trabajo como algo secundario en relación al suceso de los círculos. Enmi tesis de maestría (ARDUINI, 2009), intenté demostrar que las discusiones promovidas porel Centro tuvieran importancia política mayor de la que Vieira de Souza evaluó. En laAsamblea Constituyente de 1933, por ejemplo, las obras de Amoroso Lima son citadas pordiversas veces. En 1937, la Confederación de Círculos fundada por el Centro Dom Vital torna-se una entidad mantenida por el Ministerio del Trabajo. En 1941, se organizó un Congreso de

5 La sublevación militar conocida como “Intentona Comunista” fue provocada por comandoscomunistas infiltrados en las bases militares de las ciudades de Recife, Natal y Rio de Janeiro, perofracasaron en pocos días. Provechándose de la tensión siguiente al evento, Vargas puso en práctica sudeseo de declarar un estado de sitio que le facilitó otorgar una nueva Constitución en 1937, claramenteautoritaria, empezando un nuevo período político en el país conocido como Estado Novo (EstadoNuevo). La semejanza de nombre con el salazarismo portugués no es mera coincidencia.6 En medio a un clima de tensión social provocado por las “amenazas de golpe comunista” en el país,una Junta cívico-militar se apoderó de la presidencia de la República en el 1er abril de 1964. Diversosmilitares ocuparían el puesto hasta 1985.

Page 16: 10-DossierBrasil.pdf

16

Derecho Social que reunió juristas de pensamiento católico – varios de ellos miembros delCentro, como el proprio Amoroso Lima -- y técnicos del Ministerio del Trabajo. 7

También aquí cabe realizar una comparación entre A Ordem y otras revistas de laprimera mitad del siglo XX en Brasil que fueron temas de otros estudios, como los de Angelade Castro Gomes (1999). Su objeto de estudio consistía en una publicación intitulada AméricaLatina, en la cuál estarían reunidos muchos nombres que pocos años después fundarían elCentro Don Vital. Por ejemplo, en sus páginas fue publicado en fascículos el principal libro deJackson de Figueiredo, Pascal e a inquietação moderna. Circulando entre agosto de 1919 y febrerode 1920, América Latina fue el principal medio de vinculación de las ideas católicas antes de lacreación de A Ordem, la cual hereda en gran medida sus contribuyentes de su antecesora.Además, Angela de Castro Gomes demuestra que los textos sobre espiritualismo y catolicismorepresentan un poco más que una quinta parte del total de artículos de la revista. Es el temamás recurrente de América Latina, secundado por el modernismo literario, con unaparticipación de 16,2% de los artículos.

Para Castro Gomes, la revista América Latina es una objetivación de proyectos deintervención en la escena literaria ya a partir de la formación de una militancia católica en lacapital federal, empezada en la segunda mitad de la década de 1910 y fortalecida después de lacreación de A Ordem. La militancia se propagaría por otras sociedades literarias a lo largo delos decenios de 1920 y 1930, como la “Sociedad Literaria Felipe d’Oliveira”, en la cual variosmiembros relevantes del Centro Don Vital reaparecerían: por ejemplo, Alceu Amoroso Lima,Augusto Schmidt y Murilo Mendes. La sociedad fuera fundada por João Daudt d’Oliveira,nacido en la provincia de Rio Grande do Sul, pero radicado en Rio de Janeiro y dueño de unlaboratorio farmacéutico muy bien sucedido. Ella estimularía nuevos artistas por medio depremios monetarios y de la publicación en una revista anual (Lanterna Verde).

Tal actitud hacía parte de un proyecto mayor de João Daudt d’Oliveira, que envolvióinvestimentos en la enseñanza técnica y en la fundación de la PUC-RJ en 1941, a pedido delpadre Leonel Franca. Existe un criterio en común en la sociabilidad de la Sociedad Feliped’Oliveira y en el Centro Don Vital después de la muerte de Jackson de Figueiredo: laevocación de una proximidad con el fallecido, por ejemplo, serviría como un elementorelevante en la búsqueda por consagración dentro de la revista. El culto a la persona fallecidase torna un factor también relevante en la formación de la sensibilidad de los integrantes deesos espacios, como demuestra la palestra realizada por Sobral Pinto en noviembre de 1935 enel Centro Dom Vital.

Como era la costumbre del Centro, se realizó durante ese mes una celebración enmemoria a Jackson de Figueiredo, fallecido en noviembre de 1928. Pero al contrario del tonolisonjero de la conferencia de otros años, Sobral Pinto decidió exponer las angustias y dudasexistenciales de Jackson, que le habían sido confiadas por medio de cartas. Estaría asídestrozada el imágen del héroe de fe indestructible. La conferencia chocó a todos los que laescuchaban y resultó en severas críticas a Sobral Pinto, registradas en su correspondencia conAmoroso Lima (DULLES, 1991).

7 Con relación al tema, conferir también Biavaschi (2005).

Page 17: 10-DossierBrasil.pdf

17

Existen también diferencias significativas entre las dos sociedades. La Felipe d’Oliveiraera mucho más restricta en la admisión de nuevos socios, pero les garantizaba una cantidadmás grande de recursos monetarios para la publicación de libros y de la revista Lanterna Verde.Es significativo que el único intento registrado por el Centro Don Vital de crear un premiopara obras literarias, ocurrida en 1932, no fue bien sucedida: no hubo candidatos.(AMOROSO LIMA, 1932) Las causas de tal hecho inusitado no son explicitadas, pero seríaposible inferir que una de ellas fue el bajo valor ofrecido, a partir del informe de que el premiosería acumulado para ser ofrecido en un valor más alto, en otra oportunidad (lo que nunca sellegó a concretizar).

Para el diálogo del Centro con los intelectuales de otros países vía conferencias y viajes,es posible consultar la obra de Olivier Compagnon (2003), lo cuál intentó entender el papel deAmoroso Lima como una especie de “traductor transatlántico” de los católicos franceses,especialmente Jacques Maritain, y de esa forma agregar nuevas regiones a la área de influenciade eses autores. Olivier también se ocupó de demostrar las razones de la asimetría en el diálogoentre europeos y latino-americanos. Con eso, el autor subyuga la realidad nacional y nocontempla importantes diferencias regionales, como ocurre en su descripción de la LigaElectoral Católica (LEC). 8

Al ignorar los hechos ocurridos en la provincia de Ceará, de São Paulo o de RioGrande do Sul, donde la LEC dejó de ser un grupo no caudatario de ningun partido paraenvolverse directamente en la pelea por asientos en los parlamentos, Compagnon concede aAmoroso Lima más poder de lo que él poseía. De hecho, la LEC creó una estructura de poderregional que huyó al control de sus líderes nacionales. Este ejemplo refuerza la tesis de queestudiar la trayectoria de Amoroso Lima apenas por ella misma puede sobre valorizar la acciónde ese individuo, especialmente cuando se lo hace a partir de memorias producidas enmomentos muy posteriores y sin la debida comparación con la opinión de otros autores.

Por ese y por todos los otros motivos presentados arriba, se torna relevante desarrollarun estudio sobre las actividades de estos intelectuales en el interior del Centro y, en la medidaen que eso resuelta posible, verificar de qué forma la diferencia de opiniones remete también alas diferencias de trayectoria de los personajes y de las alianzas de los grupos políticosespecíficos de cada región, así como de la compleja trama que une tales alianzas a la actividaddel Centro. Es lo que se pretende hacer a seguir.

El Centro Dom Vital y la revista “A Ordem”

Bajo la dirección de Alceu Amoroso Lima, el Centro Don Vital se difunde por filialesesparcidas por varias ciudades de Brasil y empieza o amplía sus publicaciones, en consonanciacon el crecimiento vigoroso del mercado editorial de la época, registrado por Sergio Miceli

8 La Liga Electoral Católica fue creada para las elecciones de diputados para la Asamblea NacionalConstituyente de 1933. Su plan inicial era que no ocupara de los partidos, sino de los candidatos. Ellosse comprometerían personalmente con una docena de reivindicaciones católicas, como la enseñanza dela religión en las escuelas públicas o leyes que invocaran conceptos de la Doctrina Social Católica.

Page 18: 10-DossierBrasil.pdf

18

(2001). En su libro se afirma que la parcela del mercado dominada por las casas editoriales depequeño porte llega a casi un cuarto del mercado. Delante de tal cuadro, no sorprende elaumento en el número de títulos impresos por el Centro. El crecimiento es registradoanualmente por medio de un informe a ser publicado todo noviembre, mes en el cuál secelebraba el aniversario de muerte del fundador, Jackson de Figueiredo. En 1935, se registranfiliales del Centro por las ciudades de Rio de Janeiro, Recife, São Paulo, Aracaju, S. João d’el-Rey, Belo Horizonte, Salvador, Juiz de Fora, Porto Alegre, Fortaleza y Itajubá. (AMOROSOLIMA, 1935).

Esparcidos de norte a sur del país, los centros se localizaban en varias de las capitalesprovinciales y también en ciudades menores pero crecientes, como es el caso de Juiz de Fora.Eso permitía una circulación considerable de A Ordem, con un pico de 1500 asignaturas ennoviembre de 1934. Sumadas a la venta de libros de carácter católico por la librería de la propiaorganización, el resultado fue una entrada de capital considerable. 9 En 1935, el informe citacomo su principal conquista del año la asignatura de una columna semanal en el O Jornal, unode los principales diarios de la capital, mantenida por todo el año.

Entre diciembre de 1928 y enero de 1937, fueran contabilizados 87 ediciones de larevista y casi doscientos colaboradores de artículos. Ese número elevado suscitaconsideraciones sobre los motivos que llevaron tantos a intentaren se consagrar por medio dela colaboración con la revista e, principalmente, en qué medida tales esfuerzos tuvieron losresultados deseados. El cuadro más exacto de los autores de la revista resulta en dos modelosde actuación bastante distintos. La mayoría de los articulistas registra contribuciones muyesporádicas y sobre temas variados. Apenas algunos nombres son registrados comocolaboradores fijos y se especializan en determinadas áreas, lo que no significa que ellos tenganel monopolio del tema. Una sección intitulada “Crónica Literaria” es instalada en 1931 yaparece en todos los números siguientes. Hasta junio de 1932, ella es asignada por elpseudónimo de “Pedro Dantas”, perteneciente a Prudente de Morais Neto. Según Barbosa(2002), repitiendo lo que dijo el propio Morais Neto, el motivo de la opción por elpseudónimo fue se deshacer del peso del apellido, puesto que él llevaba el nombre de suabuelo presidente de la República.

De junio de 1932 en delante, la crónica pasa a ser asignada por Jônathas Serrano. Este,por su vez, escribe la crónica literaria hasta octubre de 1937. Durante estos cinco años decolaboración, Serrano dejó de publicar en pocos meses, lo que lo transforma en una de lascolumnas más longevas de la revista. La longa duración de su participación está íntimamenteligada a su proyecto en la revista, que también trasparece por medio del contenido de lascolumnas publicadas. Serrano ya había contribuido con la revista durante el decenio de 1920,pero se había desentendido con Jackson de Figueiredo y por eso se decidió por dejarla(ZANATTA, 2005).

De este modo, el reingreso de Serrano era una victoria de Amoroso Lima y resultadode un cambio en el perfil de intelectual reclutado para la defensa del punto de vista de la

9 Más precisamente, 13:718$900.

Page 19: 10-DossierBrasil.pdf

19

Iglesia: profesor consagrado del Colegio Pedro II, 10 autor de diversos libros didácticos deHistoria de suceso editorial, Serrano traía consigo una “legitimación científica” a la causacatólica. Su participación en las reformas educacionales de la década de 1920 podría atraer elpúblico interesado en educación, además de conferir a la revista un perfil más moderado de lode Jackson de Figueiredo. En ese sentido, Serrano difería bastante de su antecesor. Conformelo demuestra su breve biografía abajo, este último estaba mucho más cerca del polo de la razónque de la fe, para utilizarse de la misma alegoría de Amoroso Lima citada en el epígrafe de estecapítulo.

Durante sus estudios de Derecho en la ciudad de São Paulo, en la década anterior,Morais Neto conquistara la amistad de Sergio Buarque de Holanda, 11 crítico literario ehistoriador. Junto a este fundó en 1924 la revista Estética, una de las porta-voces delmodernismo en Rio de Janeiro. Además de ser un colaborador del periódico Revista do Brasil yde diversos otros de São Paulo y Recife. Durante el decenio de 1930, Prudente de Morais Netovendría a tornarse jefe de redacción de dos diarios de Rio de Janeiro: la Folha Carioca (1934) ydel Diário Carioca (1936). Se puede decir que Serrano estuvo lejos de obtener consagración ennivel semejante a ese, atingiendo su zénit al lograr un asiento en el Instituto Histórico yGeográfico Brasileño (IHGB). 12 Él no encontró espacio en la prensa ni fue considerado uncrítico literario de primer grandeza; no contribuyó significativamente para ninguna de lasrevistas literarias que pautaría el debate intelectual de los años 1920 y 1930, con excepción de lapropia A Ordem.

Por lo tanto, Serrano transformó su necesidad en virtud al investir en el único espacioque le fue concedido para que él intentara escribir su nombre en el mundo literario, en paralelocon las investidas de este autor en el cine y en la educación. En los tres casos, él se atribuyó elmismo papel de “traductor” del mundo moderno para los católicos, legitimando lo que puedey lo que no puede ser incorporado. La encarnación de ese papel es especialmente visible en elcaso del cine. Además de los ya citados trabajos en la área da educación, Serrano fue tambiénMiembro de la Comisión Nacional de Censura Cinematográfica (1932), después de haberactuado como fundador del Secretariado de Cine de la Acción Católica.

En lo que dice respecto al contenido de las discusiones, el cambio de cronistarepresentó una reprogramación de la revista, cuyos “ojos” pasaron a estar vueltos menos paralas tendencias literarias seculares que para la formación de un mercado literario católico, en locual el criterio religioso fuera la característica principal en la evaluación de una obra. El modocomo están construidas las columnas de Pedro Dantas y las de Jônathas Serrano permiteconcluir que ellas se destinan a públicos muy distintos. Dantas quiere dialogar con un lectormás informado de las tendencias contemporáneas de la literatura brasileña, estableciendo una

10 El Colegio D. Pedro II era mantenido por el gobierno de la República y determinaba los currículosde las escuelas de enseñanza primaria y secundaria de todo el país. Por eso, era considerado el másprestigioso colegio brasileño.11 Sergio Buarque de Holanda (1902-1982), historiador y crítico literario. Autor de clásicos de lahistoriografía nacional, como Raízes do Brasil.12 El IHGB representa, hasta hoy, los guardianes de una versión de la Historia nacional producida poramadores pero aprobada por los órganos oficiales y, por lo tanto, muy erudita pero poco crítica.

Page 20: 10-DossierBrasil.pdf

20

preferencia por autores modernistas de estética y temática lejas de aquellas del modernismopaulista. Prueba de eso es la lista de los primeros autores comentados: Augusto FredericoSchmidt, Carlos Drummond de Andrade, Murilo Mendes y Mario de Andrade. 13 Otra pruebason los constantes comentarios de ataque a una corriente llamada pau-brasil. 14

Durante el semestre en que actuó en la revista, Pedro Dantas se tornó un interlocutorde Amoroso Lima, papel que ningún otro autor desempeñaría durante ese período. Los dosescribían mensualmente artículos en los cuales defendían puntos de vista distinctos sobrefilosofía, literatura y artes. El diálogo es finalizado con un artículo-síntesis de Alceu AmorosoLima, una forma sutil de reafirmar su condición de conductor del grupo – él es el responsablepor empezar y por finalizar el debate. Durante este período, los dos parecen actuar en conjuntoen la defensa de un tipo de modernismo que se alejara del movimiento pau-brasil y, de esemodo, no rechazara totalmente la tradición. Por otro lado, Pedro Dantas demuestra unaindependencia mayor con respecto a los otros columnistas en lo que dice respecto al repertorioy al contenido de sus análisis. Los criterios de evaluación de las obras no llevan en cuenta lapresencia o ausencia de contenido religioso en el libro, diferentemente de lo que ocurre conJônathas Serrano.

Para este, a inserción en este ambiente de producción intelectual católico se da de otromodo. Las obras por él comentadas versan sobre asuntos más variados: de la defensa de laindisolubilidad del matrimonio, por Leonel Franca, a un curso de Derecho Romano, deAlfredo Lobo, pasando por la defesa de una pedagogía católica por Amoroso Lima... no hayseñales de especialización en temas específicos. La única característica que une todas las obrascomentadas es la defensa del catolicismo. El caso de Alfredo Lobo es lo más representativo:la parte de su libro que más merece comentarios de Serrano es intitulada “Influencia delCristianismo sobre las principales instituciones jurídicas, desde el Imperador Constantino hastaJustiniano”. Se hace el elogio del punto de vista del autor de que el “Derecho Cristiano” essuperior al Romano, sin que se definiera de modo consistente qué quiere decir “DerechoCristiano”. Así como en sus otros artículos, no hay espacio para reflexiones más profundas ocomentarios eruditos sobre otros autores, ya que el público visado es distinto de Pedro Dantas,menos amante de las controversias literarias.

Otro contribuyente asiduo de la revista es Augusto Frederico Schmidt. De 1929 a 1932,publica sus poemas en 13 de los 25 números que vienen a la luz. A Ordem hace parte de unaestrategia bien sucedida para valorizar el nombre de este poeta dentro del escenario católico,pues todos os poemas publicados poseen temas religiosos. Con menos de dieciocho años,Schmidt ya trabajaba voluntariamente en la Biblioteca del Centro Dom Vital, donde conoció a

13 Augusto Frederico Schmidt (1906-1965), Carlos Drummond de Andrade (1902 - 1987), MuriloMendes (1901-1975) y Mario de Andrade (1893-1945) eran todos poetas ligados al modernismoliterario. En los años 1930 todos ellos vivían en Rio de Janeiro y, a excepción de Schmidt, eranburócratas empleados en la administración de la enseñanza pública.14 El Manifiesto Pau-Brasil, publicado en 1924 por Oswald de Andrade (radicado en São Paulo)representaba la corriente más iconoclasta del modernismo brasileño y proponía el rompimientocompleto con la tradición literaria y cultural anterior. Identificaba en el catolicismo uno de susprincipales enemigos.

Page 21: 10-DossierBrasil.pdf

21

Alceu Amoroso Lima. Es para Alceu que él escribe en 1928, de la ciudad de Nova Iguaçu,ubicada en el interior de Rio de Janeiro, donde era dueño de una ferretería: “Yo, AugustoFrederico Schmidt, escribo por vanidad. Yo no puedo vivir más en medio a herreros ymadereros” (BELOCH, 2001, 5329). La declaración es evidencia de un momento vivido comoun exilio. Schmidt se sentía ligado a la ciudad del Rio de Janeiro, de la cual sin embargo aún nohabía obtenido la consagración deseada en los negocios o en las letras. Publicar sus poemas enA Ordem era un modo de suplir tal demanda por consagración y investir en un nuevo mercadode producción cultural.

Aún en 1928, Schmidt publica su primer libro: Canto del brasileño Augusto FredericoSchmidt. Al mismo tiempo en que el libro atinge críticas positivas, sus investimentos en elcomercio también son bien sucedidos. El resultado es que en 1930 él retorna a Rio de Janeiro,donde adquiere la Librería Católica de la familia de Jackson de Figueiredo y establece unaeditora que vendría a tornarse conocida y respectada durante toda la década de 1930. La famase debe a publicaciones como la Colección Azul, o libros de autores famosos como GracilianoRamos, Gilberto Freire o Jorge Amado, o aún por investimento en el sector católico comoOtávio de Farias, padre Leonel Franca y el propio Alceu Amoroso Lima. 15 Además del ramoeditorial, Schmidt actuó en diversos otros ramos del comercio y diversos repertoriosbiográficos lo consideran como un empresario de suceso. En paralelo, mantuvo unaproducción literaria que se valoriza constantemente, saliendo de la revista en el momento enque ya era un nombre relativamente consagrado dentro de la escena intelectual. Después de1932, no hay más registros de poemas suyos en la revista, lo que denota una alteración derumbos en relación a su trayectoria anterior, hasta entonces íntimamente ligada al catolicismo.

Además de la crónica literaria, A Ordem contaba con otras columnas, como la “CrónicaFemenina”, asignada sin interrupciones por Lúcia Miguel Pereira, entre diciembre de 1932 yenero de 1934. De esa fecha su presencia se va escaseando hasta su último artículo publicado,en septiembre de 1934. Lúcia Miguel Pereira era proveniente de una familia donde abundabanlos ejemplos de intelectuales de renombre: su padre era médico y profesor y su madrepertenecía a una familia de hombres cultos. Su columna en A Ordem es testigo de un ciertodesconcierto de los católicos cariocas, obligados a aceptar un ritmo de transformaciones en loscostumbres para lo cual ellos no estaban predispuestos. Por ejemplo, ya no era posible aceptarla imagen de una mujer restricta de modo sumiso a las obligaciones domésticas, pero loslímites impuestos por la revista forzaban un alejamiento crítico del feminismo. El resultado esuna secuencia torcida de ideas, presente en textos como el citado abajo, en lo cual Lúcia MiguelPereira procuró demostrar como la acomodación al papel tradicionalmente asociado a lasmujeres podría ser un gesto de independencia:

15 Graciliano Ramos (1892-1953), Jorge Amado (1912-2001), y Otávio de Farias (1908-1980)escribieron romances sobre el crisis de las viejas oligarquías y el surgimiento de una sociedad urbana enBrasil. Los dos primeros trataban sobre todo del Nordeste de Brasil. Farias empezó los años 1930dedicándose a la política pero al final del decenio empezó su serie de una veintena de obras sobre loque llamó de Tragédia Burguesa, en clara alusión a Balzac. Gilberto Freire (1900-1987) fue un sociólogo,autor de Casa Grande & Senzala, entre otros libros. Por fin, Leonel Franca (1893-1948) fue en elprincipal apologeta de la fe católica en la primera mitad del siglo XX.

Page 22: 10-DossierBrasil.pdf

22

Por eso mismo que ha de ser más independiente, necesita la chica de hoy deuna formación moral muy más sólida, más severa que la antigua, para nodesvirtuar, no traicionar a su misión. Los frenos internos deben aumentar arazón directa da caída de las barreras externas. Ser libre es una responsabilidad.Ser libre, en último análisis, es saber servir voluntariamente, conscientemente.Es tener el derecho de abdicar de su libertad en favor de un más elevado ideal.(Pereira, 1933ª: 433)

El mismo texto indica, por ejemplo, que dentro de ese “elevado ideal” estaría larenuncia al trabajo afuera de casa para tomar cuenta de la familia. El tema del trabajofemenino extra doméstico reaparece en otras crónicas, asociada a consecuencias negativas: faltade tiempo para convivir con otras personas, capitulación de la subjetividad a las ambiciones detener siempre más, o de una forma más general, una “libertad estéril”, en los términos de lapropia autora. Ella cualifica el modernismo, tanto en las artes como en la literatura, como “unatentativa en ese sentido, una huida al elemento humano integral, una fragmentación dapersonalidad”. (Pereira, 1934ª: 68)

Su trayectoria posterior resultó, sin embargo, en un alejamiento de una conviccióncatólica tan extremada, como lo prueba su matrimonio con Otávio Tarquínio de Sousa, unMinistro de la alta esfera del Judiciario, autor de algunas obras históricas y que se divorciarapoco años antes de juntarse a Lucia Pereira. No hay registros de una producción tanmarcadamente católica en los años posteriores a la década de 1930.Aunque nacida de dentro dela escena intelectual católica, su carrera obtuvo más suceso afuera del orbe católico que adentrode ella, pero fue abreviada por la muerte en un accidente aeronáutico, en meados del deceniode 1950.

Sería imposible concluir sin mencionar el nombre de Heráclito Sobral Pinto,responsable por las veinte y seis “Crónicas Políticas” publicadas entre diciembre de 1930 ymarzo de 1933. Esta es la única sesión de la revista de la cual es posible saber exactamente lasrazones que llevaran a su creación y a su término, determinado por el propio Cardenal Leme.Tanto uno como el otro están relacionados a los posicionamientos de Sobral Pinto durante losaños 1920 y 1930, de los cuales es posible retirar algunas permanencias en medio a loscambios espectaculares. Sobretodo en ese caso, vida y obra del autor necesitan sercomprendidos al mismo tiempo.

Nacido en el interior de la provincia de Minas Gerais, Sobral Pinto obtuvo una becajunto a un colegio jesuita para realizar los años de estudio previos a la universidad. En esemismo colegio conocería Leonel Franca, de quien sería amigo por toda su vida. Prosiguió susestudios en la misma institución por donde pasaría Amoroso Lima, la Facultad de Derecho delRio de Janeiro, de la cual salió con algunas buenas amistades que le permitieron asumir, porejemplo, la función de jefe de policía de la capital federal durante la presidencia de ArturBernardes. En el desempeño de su función, Sobral Pinto ejerció fuerte persecución acomunistas, militares revueltos y cualesquiera otros opositores de Bernardes, de quien logróapoyo por todo el período de su presidencia.

Page 23: 10-DossierBrasil.pdf

23

Su modo de actuar era considerado excesivamente riguroso en las acusaciones quepresentaba, conforme indican los editoriales d’O Jornal. (Curiosamente, el mismo diario queacusaba Sobral Pinto acogía una columna semanal de Amoroso Lima). Por medio del ministrode la Justicia Affonso Penna Júnior, Sobral Pinto conoce a Jackson de Figueiredo. En esemomento, Sobral Pinto pasa a frecuentar el grupo que reúnel os co-fundadores del CentroDom Vital: Hamilton Nogueira, José Vicente de Souza, Perilo Gomes, Lourival Fontes,Francisco Karam y Augusto Frederico Schmidt. En 1927 y con sólo 34 anos, Sobral Pinto estáal topo de su prestigio intelectual, profesional y religioso. Contribuye con varios artículos paraA Ordem, y es admirado dentro del Centro por su trabajo en la Procuraduría del DistritoFederal.

No obstante, problemas personales lo llevan a renunciar al cargo, y su nombre caeríaen relativo ostracismo hasta el final del decenio de 1920. Apenas el surgimiento del Golpe deEstado de octubre de 1930, de la cual hacen parte Arthur Bernardes y Affonso Penna Júnior(sus padrinos políticos), le permite volver a la escena pública, ahora como pieza fundamentalen la fundamentación jurídica de las reivindicaciones católicas.

La adopción por la revista de una sección de crónica política fue la respuesta a undilema sobre la necesidad de mantener la imparcialidad frente a los eventos de 1930. Laposibilidad de una condenación formal del golpe fue vetada por la autoridad de Don Leme,allende contar con la oposición de algunos de los miembros del Centro, incluso el propioSobral Pinto. Esta decisión no agradaba a Amoroso Lima, heredero de Figueiredo en la críticaal rompimiento de la obediencia a los poderes constituidos. Además, varios de sus miembrosse mostraron especialmente temerosos a lo que consideraban una aproximación de los“tenentes” 16 al comunismo. El impase seria resuelto por la continuación de la directrizeditorial ya citada en el comienzo del texto, con su énfasis en la creación de una cultura católica.La observación de la política se daría por medio de una crónica mensual, bajo la observancia delos principios de sólo envolverse con los temas de interés directo para la Iglesia.

La lectura de las “Crónicas Políticas” permite visualizar las cuestiones crucialesenfrentadas por los miembros del Centro Don Vital: ¿como interpretar la alianza que permitióa Vargas asumir la Presidencia de la República? ¿Cual era la mejor estrategia para ocuparpuestos estratégicos en la creciente expansión de la burocracia sin comprometerse con unrégimen de futuro incierto? Los vitalistas tenían motivos para lamentar la quiebra del modusoperandi de los arreglos políticos pré-1930, pero en poco tiempo percibieron que el nuevoequilibrio de fuerzas políticas no había retirado las oligarquías completamente del juego. Ellaseran más un grupo a medir fuerzas en la Alianza Liberal e, por eso, pasaran a ser discretamenteapoyadas pela revista.

Consecuencia de ese hecho fue la estrategia de las primeras crónicas políticas siguientesa octubre de 1930, cuyo objetivo era invariablemente perseguir el brazo tenentista a ocupar laAlianza. Dentro de ella, de acuerdo con Sobral Pinto, existirían dos corrientes de voluntadesmuy distintas entre si. La oligarquía de las provincias de Rio Grande do Sul y Minas Gerais aúnrepresentarían algún respecto a la tradición y al principio del orden, diferentemente de los

16 Sobre los “tenentes” ver nota 1 del presente texto.

Page 24: 10-DossierBrasil.pdf

24

tenientes. Durante el segundo semestre de 1931, la participación de los políticos de la provinciade Minas Gerais en la política nacional tenía buenos motivos para ocupar estos católicos:provenían de este Estado los responsables por la configuración del Ministerio de la Educaciónde Vargas: Francisco Campos y Gustavo Capanema. De 1931 a 1934, Campos seria el Ministrode la Educación, siendo sucedido por Capanema. El envolvimiento de los dos con los interesesde la Iglesia fue objeto del estudio de Simon Schwartzman, Helena Bomeny y Vanda Costa(2000). 17

Los autores asocian el curto pasaje de Campos en el Ministerio (sólo tres años) encomparación à la longevidad de Capanema (casi once años como ministro) a dos factores. Elprimer es el grado de autonomía del ministro frente a Vargas, suficientemente grande para queeste pudiera implementar una política de longo plazo. También fue esencial el apoyo intensivoque Capanema recibiría al longo de toda la década de 1930 por parte de la Iglesia. Para esafinalidad, Alceu Amoroso Lima y el Centro Dom Vital actuaban como porta-voces de losintereses de las congregaciones y diócesis en la manutención o en la ampliación de sus redes deescuelas. Para que ellos fueran satisfechos, era esencial la actuación favorable del Ministerio enlos trámites burocráticos.

Otro indicio de que Sobral Pinto buscaba para si el papel de intérprete oficial de laIglesia son las referencias constantes à la doctrina social de la Iglesia como la línea ideológicaque debería ser seguida por los gobernantes del país. Santos y papas son citados comoejemplos a ser trasplantados para la realidad brasileira, a fin de salvarla. Con esa estrategia,Sobral Pinto cumple disciplinadamente la estrategia trazada para todo el Centro Dom Vital:formular lo que sería una política “católica” suficientemente coherente para atraer la empatíade ciertos sectores de la elite y al mismo tiempo, suficientemente vaga para no atraerenemistades poderosas. Las crónicas empezaran a huir del itinerario pre-determinado paraellas cuando pasan a atacar directamente la figura de Vargas, a partir de diciembre de 1931.Este seria su leitmotif hasta su prohibición por Dom Leme, en fines de 1933.

El cardenal comandaba una Iglesia que se había reformulado en los últimos cuarentaaños a ponto de extender su capacidad de actuación a los puntos más lejos del país y por esoquería consolidar su posición de institución central en la vida social brasileira por medio deactos simbólicos – la consagración del país a Nuestra Señora, la presencia de señales religiososen los lugares públicos, la invocación a Deus en la Constitución – y de realizaciones materiales– la ayuda en la expansión de los seminarios y de los centros misionarios en el interior del paíso la libertad de actuación en el medio educacional y obrero. Por su lado, Vargas podía contarcon el apoyo de una institución prestigiada en todo país en cambio de un relativo pequeñoesfuerzo, visto que ninguna de las medidas, no obstante su valor simbólico o su costomonetario, encontraría grandes resistencias entre los otros apoyadores.

Después de septiembre de 1933, y sin ninguna explicación al lector, la sección másantigua y que ya asomaba más de dos años fue suprimida para siempre. De acuerdo conentrevistas realizadas por Margareth Todaro (1975) y el relato de Dulles (1991), el motivo delcorte inesperado fue un acuerdo entre Don Leme y Getúlio Vargas. Este garantizó que las

17 La edición utilizada para este capítulo es la segunda, revisada, pero el original del libro es de 1984.

Page 25: 10-DossierBrasil.pdf

25

reivindicaciones católicas entonces vigentes serían respectadas, desde que Don Leme obtuvieradel clero un apoyo irrestricto e, entre otras medidas, retirara de A Ordem la crónica de SobralPinto. El acuerdo fue cumplido, por ambas las partes. Este seria el segundo revés serio en lacarrera de Sobral Pinto, al cual se acrecentaría su demisión sin aviso previo de la dirección delotro diario católico del Rio de Janeiro, A União, en enero de 1934. La situación se tornó aúnmás dramática al se llevar en consideración que Sobral Pinto había ocupado una posición dedestaque en la creación de la Liga Electoral Católica, escribiendo sus estatutos y que tambiénhabía atendido, junto con Alceu Amoroso Lima, al pedido de Vargas para componer unapropuesta de texto para iniciar los trabajos de la Constituyente entre fines de 1932 y elcomienzo de 1933.

Aún después de estas dos derrotas sucesivas, Sobral Pinto continuó trabajando por laLiga Electoral Católica y recobró un poco de su antiguo prestigio cuando ella integró elgobierno de la provincia de Sergipe, en asociación con las oligarquías locales y contra loscandidatos de los tenentes. La LEC consiguió elegir dos nombres para la Cámara Federal enfines de 1935: José Barreto Filho y Armando Fontes. Esa nueva oportunidad no duró muchotiempo: Sobral Pinto logo se enemistó con los dos diputados y acabó por alejarse (una vezmás) de la política. Durante todo el período, su actuación de bastidores de la política seencuentra bien documentada por medio de su correspondencia con Amoroso Lima. Para alládel registro de los cambios de idea concernientes a la actividad en conjunto, sucorrespondencia documenta la gran amistad que los dos hombres mantuvieran, de la cuál nacíauna gran sinceridad de expresión. Por eso las cartas se tornan piezas fundamentales en lacomprensión de la posición que Amoroso Lima ocupaba dentro de la escena intelectual ypolítica de los años 1930, junto con la lectura de las crónicas que Sobral Pinto hizo para AOrdem.

La sinceridad de la crítica a la postura de Alceu y dom Leme con respecto al régimengenera situaciones inusitadas como la declaración de Sobral Pinto de que se sentía“avergonzado en ser constreñido a decir cosas tan desagradables a personas que yo amo yadmiro como don Leme y tú [Alceu Amoroso Lima].” 18 Él se refería al que consideraba larendición de la Iglesia al golpe de Vargas en la instalación del Estado Novo, en pago de laabsorción de sus principales representantes en la burocracia federal. En su respuesta, Alceuprocuró convencer Sobral Pinto de que la Acción Católica, movimiento de bachilleres yuniversitarios católicos, estaría preservada de toda opción política.

“Alceu respondió que la Carta Constitucional de 1937 contenía algunos puntosexcelentes y no podía, de forma alguna, ser considerada la expresión del‘Estado totalitario’. Percibiendo que el abuso del poder se pasara hasta mismosobre las constituciones más liberales del mundo, Alceu escribió que, por másparadoxal que pudiera parecer, una Constitución autoritaria podría cohibir losabusos del poder de que ‘tienen sido fértil en nuestra historia política’.Sobral, rechazando el apelo de Alceu, le escribió, diciendo que [Francisco]Campos y el jefe del Estado-Mayor del Ejército, Pedro Aurélio de Goés

18 Carta de Sobral Pinto a Alceu Amoroso Lima, Rio de Janeiro, 1er diciembre 1937, citado conformeDULLES (1991, 119).

Page 26: 10-DossierBrasil.pdf

26

Monteiro, procuraban conducir Brasil como se el país fuera un caso deenfermedad mental, necesitando de docenas y docenas de años de tratamiento,y declaró que el silencio de la Acción Católica era peor que la deserción.”(Dulles, 1991: 119-120)

Sobral Pinto percibe la contradicción en la propuesta de Alceu. Este apoya elanticomunismo de Vargas y desea hacer de la Acción Católica una de las frentes de batallacontra los comunistas. En una situación como esa, seria imposible decir que la Acción Católicano sería política, apenas por el hecho de mantenerse en silencio sobre Vargas.

A despecho de toda la rebeldía demostrada por declaraciones como esas, el trabajoconjunto entre Sobral Pinto y Amoroso Lima se mantuvo durante toda la década de 1930.Prueba de eso es que aunque salido de la Acción Católica, disgustado por el hecho de que ellano se tornó una fuente de oposición al régimen como él deseaba, Sobral aceptó la invitación deAlceu para integrar el cuerpo docente de la Universidad de Brasil y de la Universidad Católicade Rio de Janeiro a partir de 1941. Sobral compartía de la misma trayectoria que sus colegas deCentro, no obstante haber pasado la década anterior protestando contra el modo de obrar desus colegas del Centro.

El ejemplo de Sobral Pinto demuestra la compleja trama de concordancias yenfrentamientos por la cual el Centro es formado. Configurase un contraste importante con laimagen generalmente atribuida al Centro, que le confiere características de un ejército deintelectuales sumisos al orden directo de Amoroso Lima (y indirecto de Don Leme).

Conclusión

El análisis comparativo entre algunos de los miembros del Centro permite ver lapluralidad de motivos que llevan sus miembros a participaren de él y incita a proseguir en esaperspectiva, escogiendo como objetos de análisis otros soportes de vehicular ideas. Serianecesario investigar, por ejemplo, de que modo la producción de libros en ese período dialogacon las constataciones hechas en ese pequeño estudio, que por motivos de espacio tuvo querestringirse al análisis de la revista. Para adelantar, es posible observar que la producción deJonathan Serrano estuvo más ligada a su actividad como profesor y que nombres menosproductivos en número de artículos, como Hamilton Nogueira, tienen una producción delibros considerable por el número y por la variedad dos temas.

Otra característica peculiar a la producción en libros era la preferencia clara por elgénero de la biografía. El primer libro de Alceu Amoroso Lima fue una biografía de su amigoAfonso Arinos de Mello Franco 19 (1922); Hamilton Nogueira y Perillo Gomes escribieron,cada cual, un libro sobre Jackson de Figueiredo; Serrano prefirió abordar las vidas de JúlioMaria (1924) y Farias Brito (1939). 20 La excepción que confirma la regla es la única incursión

19 Afonso Arinos de Mello Franco (1868-1916) fue un jurista, escritor y periodista brasileño.20 Júlio César de Morais Carneiro (llamado de Júlio Maria después de su consagración como cura) nacióen 1850 y murió en 1898. Trabajó como abogado del Estado en pequeñas ciudades de Minas Gerais y

Page 27: 10-DossierBrasil.pdf

27

de Serrano por el romance, como es el caso de Ludovico (1919), Serrano escribe lo que sería labiografía de un militante católico ideal: joven, bien educado y comprometido con la defensa delas opiniones da Iglesia en la arena pública, o sea, el opuesto de un burgués acomodado.

Está presente en la escoja de los autores sobre cuáles serán los biografiados la mismatentativa de formar un panteón de modelos católicos, pero con escojas distintas de cómodeberían ser tales modelos. La opción por Afonso Arinos, Farias Brito o Júlio Maria, indica uncristianismo abierto al diálogo con la escena intelectual del momento. La elección deFigueiredo, por otro lado, revela una doctrina capaz de una crítica ácida a todo lo queestablezca un diálogo con la modernidad.

El embate tiene proseguimiento con otros libros de estos autores. A Doutrina da Ordem(1925) de Hamilton Nogueira, inicia explorando la condenación que el tomismo reserva acualquier forma de contestación al orden establecido, para terminar haciendo un juzgamientobastante pesimista sobre la situación brasileña en 1925. Serrano, por su vez, al escribir su librointitulado A Escola Nova 21procura dialogar con algunas innovaciones pedagógicas, relativizadasy circunscritas de modo a no comprometer la visión del hombre como ser transcendental.Serrano procura demonstrar que una buena parte de los educadores del movimiento de laEscola Nova son católicos o simpatizantes a ese tipo de enseñanza.

Tras recorrer un extenso panorama de productores culturales del período entre losaños 1920 y meados de los años 1940, resta aún determinar cuales fueron las herencias de esteperíodo para el período siguiente al fin de la primera presidencia Vargas. En pocas palabras, larespuesta pasa por dos circunstancias simultáneas: a) el surgimiento de una internacional de laDemocracia Cristiana a partir del Manifiesto de Montevideo, en 1947, de lo cual hizo parteAlceu Amoroso Lima; b) las experiencias sociales de los católicos en Francia. Los dosindicaban a su modo una reorientación de las reflexiones hacia los problemas sociales. Lastendencias artísticas del período indicaban en el mismo sentido, conjugando los esfuerzos paraconstruir una intervención que uniera desarrollo económico, combate a la miseria, educaciónmasiva y valorización de un arte popular y nacionalista. Los miembros del Centro Don Vitalpermanecieron como piezas claves en la vida pública brasileña como políticos y burócratas de

vivió una crisis psicológica tras la muerte trágica de su mujer. Reconvirtió su carrera hacia el sacerdocioy se consagró en la defensa de la fe católica contra la hegemonía del cientificismo en el período. Sutrayectoria tiene algunas semejanzas con la de Raimundo de Farias Brito (1862-1917), abogado delEstado en provincias del extremo norte del país que también resultó viudo poco tiempo después decasarse y acabó por cambiar de profesión tornándose profesor de filosofía y escritor de tratados demetafísica, en los cuales también enfrentaba el cientificismo y el materialismo. En ambos los casos, susobras evidencian un esfuerzo de construir una creencia más racionalizada filosóficamente, abierta alreconocimiento del valor de la erudición de las humanidades y la moviliza de modo a servir suspropósitos de defensa de la fe católica.21 La Escola Nova (Escuela Nueva) fue un manifiesto asignado por diversos pedagogos interesados enprivilegiar un sistema educacional público, democrático y de currículo científico. Si concretizado, lasideas escolanovistas podrían representar un serio revés en los planes de expansión de las escuelas católicas.La propuesta de Jônathas Serrano consistía básicamente en hacer uso de las metodologías prácticas deinvestigación pedagógica propugnadas por la Escola Nova, y recusar su discusión filosófica sobre laeducación.

Page 28: 10-DossierBrasil.pdf

28

alto escalón, como fue los casos de Augusto Frederico Schmidt22 , Alceu Amoroso Lima 23 yHamilton Nogueira. 24

22 Abogado de la apertura del país a los investimentos norte-americanos, fue el hombre fuerte de lapresidencia Kubitschek (1956-1960) en su tentativa de atraer ayuda externa para el país.23 Miembro del Consejo Nacional de Educación, órgano responsable por la reglamentación de laeducación en todos sus niveles.24 Diputado constituyente (1946), senador (1946-1955) y diputado federal (1959-1967).

Page 29: 10-DossierBrasil.pdf

29

Bibliografia

Artículos de la Revista “A Ordem”[AMOROSO LIMA, Alceu] Mais um ano de trabalho. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 33, 11p., nov.1932a.____. 1932-1933. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 45-6, 11p., nov. 1933a.DANTAS, Pedro. (Prudente de Morais Neto) Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 14, 5p., abr.1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 15, 10p., mai. 1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 16, 7p., jun. 1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 17, 6p., jul. 1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 18, 5p., ago. 1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 19, 3p., set. 1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 21, 6p., nov. 1931.____. Crônica literária. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 24, 3p., fev. 1932.PEREIRA, Lúcia Miguel. Crônica feminina. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 34, 2p., dez. 1932.____. Crônica feminina. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 35, 2p., jan. 1933.____. Crônica feminina. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 37-8, 3p., mar.-abr. 1933.____. Crônica feminina. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 39-40, 3p., mai.-jun. 1933a.____. Crônica feminina. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 43-44, 4p., set.-out. 1933.____. Crônica feminina. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 47, 3p., jan. 1934a.SERRANO, Jônathas. Pensamento y ação. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 13, 7p., mar. 1931.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 24, 6p., fev. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 25, 6p., mar. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 26, 3p., abr. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 27, 4p., mai. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 28, 5p., jun. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 29, 4p., jul. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 30, 5p., ago. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 31, 4p., set. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 32, 4p., out. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 33, 3p., nov. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 34, 6p., dez. 1932.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 35, 4p., jan. 1933.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 36, 4p., fev. 1933.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 37-8, 4p., mar.-abr. 1933.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 39-40, 4p., mai.-jun. 1933.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 41-42, 5p., jul.-ago. 1933.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 43-44, 4p., set.-out. 1933.____. Letras Católicas. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 45-46, 5p., nov.-dez. 1933.SOBRAL PINTO, Heráclito. A dura realidade. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 10, 11p., dez. 1930.____. A Igreja y a política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 12, 10p., fev. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 13, 9p., mar. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 14, 12p., abr. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 15, 12p., mai. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 16, 14p., jun. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 17, 10p., jul. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 18, 11p., ago. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 19, 7p., set. 1931.

Page 30: 10-DossierBrasil.pdf

30

____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 20, 12p., out. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 21, 12p., nov. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 22, 14p., dez. 1931.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 24, 12p., fev. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 25, 12p., mar. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 26, 14p., abr. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 27, 13p., mai. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 28, 13p., jun. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 29, 16p., jul. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 30, 21p., ago. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 31, 20 p., set. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 32, 13p., out. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 33, 14p. nov. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 34, 12p., dez. 1932.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 35, 12p., jan. 1933.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 36, 11p., fev. 1933.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 37-8, 26p., mar.-abr. 1933.____. Crônica política. A Ordem, Rio de Janeiro, n. 43-44, 13 p., set.-out. 1933a.

Livros, artículos acadêmicos y teses

AMOROSO LIMA, Alceu. Affonso Arinos. Rio de Janeiro/Lisboa/Porto: Anuário del Brasil/SearaNova/Renascença Portuguesa, 1922.

____. Memorando dos 90. Entrevistas e depoimentos coligidos e apresentados por Francisco de AssisBarbosa. Rio de Janeiro: Nova Fronteira, 1984.

ARDUINI, Guilherme Ramalho. en busca da Idade Nova : Alceu Amoroso Lima y os projetos catolicos deorganización social (1928-1945). [Dissertação de Mestrado] Campinas:IFCH/Unicamp, 2009.

BARBOSA, Ana Claudia. Perfil de Prudente de Morais, Neto. [Dissertação de Mestrado] Assis:UNESP/Letras, 2002.

BIAVASCHI, Magda Barros. O direito del trabalho no Brasil - 1930/1942 : a construción del sujeito de direitostrabalhistas. [Tese de doutoramento] Campinas: Unicamp, 2005.

CASTRO GOMES, Angela de. Essa gente del Rio... Rio de Janeiro: FGV, 1999.COMPAGNON, Olivier. Jacques Maritain et l’Amérique du Sud. Paris: Sepentrion, 2003.DULLES, John W. F. Sobral Pinto: A consciência del Brasil: a cruzada contra o regime Vargas (1930-1945). Rio

de Janeiro: Nova Fronteira, 1991.FAUSTO, Boris. História Geral da Civilización Brasileira. Volume 10: O Brasil Republicano, sociedade e

política (1930-1964). Rio de Janeiro: Bertrand Brasil, 2007, pp. 431-532.FRANCA, Leovegildo. Testemunho. Rio de Janeiro: Lumen Christi, 1944.MICELI, Sérgio. Intelectuais à brasileira. São Paulo: Companhia das Letras, 2001.NOGUEIRA, Hamilton. A Doutrina da Ordem. Rio de Janeiro: Ed del Centro Dom Vital (col. Eduardo

Prado), 1925.RODRIGUES, Cândido Moreira. A Ordem: una revista de intelectuais católicos. Belo Horizonte/São Paulo:

Autêntica/FAPESP, 2006.RODRIGUES, Leôncio Martins. “Capítulo VIII – O PCB: os dirigentes y a organização” EM:

SERRANO, Jonathas. Júlio Maria. Rio de janeiro: Livraria Boa Imprensa, 1941 [1ª Ed. 1924].____. Farias Brito. São Paulo: Companhia Editora Nacional, 1939.____. A Escola Nova. Rio de Janeiro: Schmidt, 1932.SCWARTZMAN, Simon; BOMENY, Helena Maria Bousquet & COSTA, Vanda Maria Ribeiro. Tempos

de Capanema. São Paulo: Paz y Terra & Editora FGV, 2000.

Page 31: 10-DossierBrasil.pdf

31

SOUZA, Jessie Jane Vieira de. Círculos operários: a Igreja y o mundo del trabalho no Brasil. Rio de Janeiro:Editora UFRJ, 2002.

TODARO, Margareth. Pastors, prophets and politicians: a study of the brazilian catholic church (1916-1945) Columbia University, PH. D., 1971.

VILLAÇA, Antonio Carlos. O pensamento católico no Brasil. Rio de Janeiro: Civilización Brasileira, 2006.ZANATTA, Regina Maria. Jonathas Serrano e a escola nova no Brasil: raízes católicas na corrente progressista.

[Tese de doutoramento] São Paulo: Faculdade de Educação/USP, 2005.

Page 32: 10-DossierBrasil.pdf

32

CONJUNÇÕES NEOLIBERAIS NO DESENVOLVIMENTOESTATAL BRASILEIRO

WALISSON PEREIRA FERNANDES

Neoliberalismo no Brasil e suas nuances

A globalização deve ser analisada sob a perspectiva do capitalismo e da diminuição dosespaços econômicos de um determinado Estado Nação o qual irá formular com outros anecessidade de acordos economicamente viáveis à sua continuidade. Desta forma, o pano defundo das prerrogativas advindas da globalização são, necessariamente, determinantes advindasdo sistema capitalista, o qual, por sua vez, é denominado capitalismo tardio no Brasil, devido àseu desenvolvimento posterior aos países desenvolvidos.

Devemos salientar, então, que o neoliberalismo, vertente atual e hegemônica do modode produção capitalista, ascende a partir da implementação do ideário produzido pela Escolade Chicago e implementado no Chile de Pinochet com o apoio da Universidade Católicadaquele país. A partir da implementação, na década de 1970, o fracasso fora iminente e,mesmo assim, o modelo neoliberal de regulação socioeconômica não deixara de serimplementado na Inglaterra de Tatcher e nos Estados Unidos de Reagan, ao final da década de1970 e no primeiro lustro da década de 1980.

Apesar da crise neoliberal nos setores sociais e previdenciários, o capitalismo tardioganha solo fértil em terras brasileiras, de modo a ser iniciado no governo Collor e garantir suacontinuidade nos governos subseqüentes. Como nos aponta Ianni (2003), por meio dainfluência sobre governos ou por dentro dos aparelhos estatais, grandes corporaçõesestabelecem objetivos e diretrizes que se sobrepõem à sociedade civil, não apenas no que serefere às políticas econômico-financeiras, mas, também, sobre a seguridade social de modo adesestabilizar a dinâmica das políticas sociais públicas, uma vez quedado o financiamentodestas por meio do aparelho de governo, como visto na década de 1990 e explicitado por Ianni(2003).

Diante de tal cenário, a dinâmica da globalização encarrega-se de possibilitar aberturasde mercado às organizações multilaterais e às corporações transnacionais, fomentando umahegemonia de mercado a qual se desenvolverá mediante ações estratégicas políticas,econômicas e ideológicas. Neste sentido, cabe ressaltar que a política externa, em muito,contribuiu para que os valores do grande capital fossem mantidos, porquanto que semantivessem os sistemas e órgãos de financiamento, bem como o apoio da economiaestrangeira. Uma vez conseguido tal feito através da política externa, a ascensão econômica de

Assistente Social, Especialista em Política de Saúde, Mestrando em Antropologia pela UniversidadeFederal de São Paulo.

Page 33: 10-DossierBrasil.pdf

33

um país estaria determinada, uma vez que se transformaria em lócus de produção ativo, o que,por sua vez, fortaleceria e movimentaria a economia nacional.

Vale ressaltar que um dos frutos do desenvolvimento econômico dos Estados Naçõessob intermédio de uma política globalizada fez aumentar a volatilidade do capital financeiro,fato o qual não permite o controle sobre o valor da moeda ou mesmo sobre o nível das taxasde juros, como nos aponta Siqueira (2002).

A globalização (ou mundialização) tem por fim último realizar uma aproximação dospaíses, seja através do intercâmbio cultural, ou mesmo econômico (blocos econômicos eacordos de exportação). As referências deste ao neoliberalismo estão centradas nos fatoreseconomicistas, que gerariam as preponderâncias necessárias para a consecução do modelo deeconomia a ser estudado neste trabalho.

Voltando ao neoliberalismo, a escola austríaca produziu extensa e ardorosa teorizaçãosobre a "necessidade" de se romper com o modelo keynesiano a fim de manter a economia queestaria seguindo seu curso natural (ou, a mão invisível de Smith em seu A riqueza das Nações)proporcionando melhor utilização do lócus do bem-estar na sociedade.

Esta perspectiva seria amplamente difundida pela escola de Chicago e seurepresentante maior, Milton Friedman, o qual rechaçava as idéias do New Deal de Roseevelt,que prezaram pela intervenção do Estado na economia, na década de 1930. Esta políticarecessiva (para Friedman e seus discípulos da escola de Chicago) estaria realizando umaextensão do processo conhecido como a grande depressão de 1929, nos EUA.

Subsequentemente, duas crises vieram a abalar as estruturas organizacionais daeconomia mundial, a crise do petróleo de 1973 e o constante colapso economicista causadopelo endividamento dos países em desenvolvimento, frente aos empréstimos para a realizaçãode políticas desenvolvimentistas.

No Chile de Pinochet, as incursões neoliberais promovidas por convênio entre aUniversidade Católica do Chile e a Escola de Chicago (Comblin, 2001) proporcionaram aomundo a contemplação daquilo que viria a ser o desmantelamento estatal, em relação aspolíticas públicas e à crescente pauperização da população e das regulamentações trabalhistas.

Posterior a este reflexo negativo, têm-se então a adoção do ideário neoliberalista pelogoverno Inglês, sob égide de Margarth Tatcher, a dama de ferro, corroborando para aimplementação vilipendiosa do regimento economicista referido aos Estados Unidos e, nadécada de 1990, ao Brasil. Com a promulgação da Constituição de 1988 consagrou-se oentendimento de política social como um conjunto integrado de ações ofertadas como direitodo cidadão e dever do Estado.

A partir de então as políticas de saúde, previdência e assistência social foram instituídas,integrando o tripé da Seguridade Social Brasileira, combinando um modelo de seguro, voltadopara a proteção social dos trabalhadores contratados formalmente e um modelo assistencial,

Page 34: 10-DossierBrasil.pdf

34

direcionado aos destituídos de vínculos trabalhistas. Nesta mesma Carta foram definidos osprincípios que organizam a seguridade social, a saber: universalidade na cobertura e noatendimento; uniformidade e equivalência dos benefícios e serviços aos trabalhadores urbanose rurais; irredutibilidade do valor dos benefícios; seletividade e distributividade na prestaçãodos benefícios e serviços; equidade na forma de participação do custeio; diversidade das basesde financiamento e caráter democrático e descentralizado da administração (Couto, 2008).

Porém, ainda que a institucionalização do sistema de proteção social brasileirorepresentasse um avanço para a sociedade brasileira, introduzindo novos parâmetros para aorganização das políticas e ampliando os direitos, ela encontrou diversas barreiras erguidas emtorno dos princípios neoliberais. Estes como já descritos pregam o distanciamento do Estado esua não interferência na economia levando o Estado a uma indefinição quanto aoenfrentamento das diversas expressões da questão social (Couto, 2008). A consagração de umnovo patamar de relação entre o Estado e a sociedade, deu-se em um contexto, que Soares(2000) esclarece como de: “esgotamento do Estado Desenvolvimentista, cujo padrão sebaseava no tripé Estado-capital estrangeiro-capital nacional, com surtos de crescimento edesenvolvimento que possibilitavam os movimentos de fuga par à frente, em que seacomodavam os diversos interesses dominantes” (Soares, 2000: 35).

Neste caso, o Estado envolto em uma crise financeira, sem controle da moeda, e dasfinanças, vivendo um processo de redução dos investimentos públicos e ausência de políticasde investimento e em um contexto de grave crise econômica (mundial e nacional), afastou-sede funções essenciais liberando “o livre jogo do mercado” (Soares, 2000: 39). Esta realidadeimpulsionou, entre outras, a proposta de privatização das empresas estatais, contribuindo paraa redução do setor público, para o reordenamento das funções estatais, integrando um amploprojeto de Reforma do Estado.

A falsa compreensão de uma deficiência da máquina burocrática estatal em trazerresultados de qualidade (que comprovem eficácia e eficiência de suas ações) na implementaçãode suas políticas criou uma espécie de rejeição social em relação aos seus serviços o quefortaleceu ainda mais a lógica privatista na oferta de serviços sociais.

Assim, o Estado foi se configurando como “Estado Mínimo”, reduzindo os gastossociais e se responsabilizando pela oferta de alguns serviços básicos (saúde, educaçãofundamental, etc.) e criação de uma infra-estrutura que desse suporte ao desenvolvimento(Soares, 2000).

Netto, ao discutir sobre as transformações societárias, que ocorrem, desde os anos1970, marcando também os anos 1980 e 1990, em todo o mundo capitalista, afirma que oesgotamento de um padrão de acumulação rígido trouxe como alternativa “outro regime deacumulação, flexível, que implica, necessariamente, um correspondente modo de regulação”(Netto, 1996: 91). É fato que a flexibilização corresponde às necessidades históricas do capitalpara continuidade de sua ampliação.

Page 35: 10-DossierBrasil.pdf

35

Deste modo, entende-se a potencialização do processo de financeirização daseconomias, a existência de uma forma de produção difusa (em que os pólos produtivosespalham-se pelos diversos países), a organização dos países em blocos supranacionais (UniãoEuropéia, NAFTA, etc.) que reforçam a possibilidade de lucros extraordinários, os altosinvestimentos tecnológicos, como elementos estruturantes de uma nova modalidade deorganização do mercado de trabalho frente às novas exigências do capital. Neste são visíveisalterações da relação entre excluídos/incluídos, das formas precárias de contratação, novasformas de estratificação e discriminação por sexo, idade, cor, entre outros, demanda por umaqualificação elevada e domínio de múltiplas funções (Netto, 1996).

Entretanto, neste contexto de reestruturação produtiva que acentua a concentração derenda, riqueza e propriedade, que medidas em relação às garantias sociais vão se flexibilizando.Estas produzem como saldo social um universo de desprotegidos (crianças, idosos,aposentados, minorias estigmatizadas, trabalhadores desempregados, subempregados, expulsosdo mercado de trabalho) que são vistos “como uma não sociedade ou uma contra sociedade –e assim interatuam com a ordem” (Netto, 1996: 96). Antunes (1996: 81) endossa as afirmaçõesacima, quando diz que: “não é preciso dizer que esse sistema de flexibilização do trabalhosupõe a flexibilização (ou a desmontagem) dos direitos do trabalho. Um sistema de produçãoflexível supõe direitos do trabalho também flexíveis, ou de forma mais aguda, supõe aeliminação dos direitos do trabalho, e se o trabalhador tem direitos rígidos, essa rigidez dosdireitos conquistados ao longo de décadas obsta essa flexibilidade produtiva que necessita dotrabalhador disponível; necessita do trabalho parcial, do trabalho de terceiros e do trabalhoprecário, dessas várias formas de trabalho que eu chamo de subtrabalho, umasubproletarização dos trabalhadores, de modo que flexibiliza e dá efetividade a um modo deprodução que é essencialmente destrutivo e que também destrói a mercadoria força detrabalho”.

Acompanhando e reforçando a realidade de desconstrução dos direitos sociais ganhaespaço uma cultura do consumo, do efêmero, da descontinuidade, deixando a percepçãoconstruída propositadamente “do triunfo do indivíduo sobre a sociedade” (Netto, 1996: 98).Além da proliferação de noções de responsabilização dos sujeitos pelos seus atos (de fracassoou sucesso), ganham corpo idéias que difundem a naturalização e também criminalização dapobreza. Este caldo cultural libera o Estado para a expansão de sua desresponsabilização noenfrentamento das desigualdades entre as classes sociais e permite tanto a transferência de seusdeveres para a sociedade civil quanto à assistencialização dos direitos sociais.

Na década de 1980 o Brasil rompia com a ditadura militar, que perdurara durante 30anos. Esta, por sua vez, antecedeu o neoliberalismo de forma, talvez, inimaginável:proporcionou solo fértil à concretização da política neoliberal, fornecendo o subsídio básicopara sua implementação – o aumento da pobreza e o desmonte estatal. A história brasileira,intermediada pelo hiato da ditadura, mostra-nos que a ascensão do poderio militar ao podernacional veio a estancar um possível desenvolvimento social, rompendo com as classes

Page 36: 10-DossierBrasil.pdf

36

trabalhadoras e endividando o país com o capital estrangeiro para o financiamento dasdenominadas obras faraônicas, como a Rodovia Transamazônica (jamais concluída), RodoviaRio-Santos, Ponte Rio-Niterói, Ponte Colombo-Salles (SC), Usinas siderúrgicas de Tubarão(ES) e Açominas (MG), Ferrovia do Aço (MG) – interrompida em 1979 –, Usinas hidrelétricasde Itaipu (PR), Tucuruí (PA) e Sobradinho (BA), acordo nuclear com ALE para construção de08 usinas nucleares (apenas uma realmente começou a funcionar – ANGRA I), entre outras.

Em 1979 o general João Baptista Figueiredo sucedeu o general Ernesto Geisel napresidência. Figueiredo se comprometera com seu aliado a dar continuidade ao processo deabertura política e social que este último havia iniciado. No entanto, toda a carreira deFigueiredo estava ligada à comunidade de informações e essa comunidade (formada pelo CIE,SNI e DOI-CODI1) era responsável direta pela repressão à esquerda (Molica, 2005). Então,mesmo disposto a continuar o trabalho do antecessor, Figueiredo fez o possível para nãoentrar em atrito com os serviços de informações, pois estes, principalmente o CIE, estavamirritados com o rumo que a política estava tomando: eles haviam sido responsáveis porcentenas de casos de tortura e desaparecimento. O fim da ditadura poderia representar o fimda comunidade de informações; seus membros temiam a revolta nas ruas e um possívelrevanchismo por parte da oposição caso essa assumisse o poder.

Por isso, para estes órgãos, era de interesse que a esquerda se envolvesse com lutaarmada para que, desta forma, pudessem justificar seus atos de repressão. Mas no fim dadécada de 1970 a esquerda brasileira havia abandonado os métodos de guerrilha e o grandenúcleo de oposição ao governo era o PCB, que nunca aderira à luta armada. Na falta de umperigo real, as alas radicais da ditadura estavam dispostas a fabricar ameaças para justificar umavolta à repressão mais violenta, como ela era no governo Médici2. (Molica, 2005)

Com o avanço da classe trabalhadora em meio ao processo de abertura política iniciadapor Figueiredo, o Brasil retoma a democracia, fundamentando em 1989 sua sétimaConstituição da República Federativa do Brasil, com grande enfoque em temas comoparticipação popular, gestão democrática, direitos humanos e seguridade social. Entretanto, jáem 1990, quando Collor assume a presidência da República, inicia-se o processo dedesconstrução estatal, com a drenagem dos motivos neoliberais importados da Inglaterra eEstados Unidos. Mesmo com a experiência desastrosa ocorrida no Chile (Comblin, 2001) oBrasil lança ao limbo todas as expectativas geradas a partir da outorga constitucional:estrangula os cidadãos com o superávit da inflação, furta as poupanças acima de cinqüenta milcruzeiros dos bancos, desestatiza empresas nacionais, dentre outros.

1 Serviço Nacional de Informações (SNI), Centro de Informações do Exército (CNE) e Destacamentode Operações de Informações - Centro de Operações de Defesa Interna (DOI-CODI).2 Em 1979 pôde-se observar o enfraquecimento da ditadura militar brasileira, com a aprovação das leisde anistia e do pluripartidarismo, o que causou revolta dos segmentos mais exaltados ditatoriais quereagiram com atentados à bomba (Molica, 2005).

Page 37: 10-DossierBrasil.pdf

37

As mudanças que se iniciaram timidamente na década de 1980 no Brasil, ganharamforça com o consenso de Washington em 1989 e alcançaram um movimento frenético nadécada de 90, basicamente com a eleição de Fernando Henrique Cardoso para Presidente daRepública e, mais precisamente, com a publicação do Plano Diretor da Reforma de Estado. Apartir de 1995 a classe trabalhadora brasileira observou as conquistas alcançadas com aConstituição Federal de 1988 desmancharem-se. As privatizações, agencificações,contratualizações acarretaram mudanças no mundo do trabalho, tanto dos trabalhadoresestatais, quanto dos trabalhadores do serviço público.

Desta forma, com a minimização estatal frente ao poderio do grande capital, as classestrabalhadoras encontraram-se à mercê das transformações do mundo do trabalho, tendendo aadaptar-se às mesmas para garantir sua subsistência. Este momento de ascensão neoliberal noBrasil é denominado por Mandel (1979) enquanto capitalismo tardio3.

Filgueiras (2000) aponta que o neoliberalismo: “já havia adentrado na maior parte daAmérica Latina, implanta-se no Brasil, com toda força, a partir do Governo Collor. O discursoliberal radical, combinado com a abertura da economia e o processo de privatizações inaugurao que poderíamos chamar da “Era Liberal” no Brasil. Até então, apesar da existência dealgumas iniciativas nesse sentido, durante o Governo Sarney, e de uma já forte massificação epropaganda dessa doutrina nos meios de comunicação de massa, havia uma forte resistência àmesma, calcada principalmente, na ascensão política, durante toda a década de 1980, dosmovimentos sociais e do movimento sindical. A Constituição de 1988, apesar de seus váriosequívocos, foi a expressão maior dessa repulsa da sociedade brasileira, por isso mesmo, ela foialvo privilegiado tanto do Governo Collor quanto do Governo Cardoso, que recolocou, maistarde, o projeto liberal nos trilhos” (Filgueiras, 2000: 83-84).

É interessante ressaltar ainda que, segundo Filgueiras (2000), a classe dominante,composta em sua maioria, na época, por novos ricos, rechaçava quaisquer possibilidades deconsecução de um Estado de bem-estar social, pois não se beneficiariam do mesmo e aindateriam de financiá-lo através de impostos. Desta forma, conforme atesta Filgueiras (2000), estaclasse era formada por: “executivos de empresas, certos segmentos de profissionais liberais, aalta burocracia governamental, uma nova intelectualidade identificada com os valores e hábitosforâneos e um pequeno grupo de consultores e trabalhadores autônomos altamentequalificados, ocupados em atividades econômicas recém surgidas e típicas dos novosparadigmas tecnológicos. Um segmento social que se beneficiou com a “farra dasimportações” e também com as altas taxas de juros e que, ao descobrir os padrões de consumopróprios dos países desenvolvidos, e a ele ter acesso, se deslumbrou e se sentiu incluído noprimeiro mundo (Filgueiras, 2000: 4).

3 Jameson (2004) caracteriza esta fase como sendo a do capitalismo tardio, cuja nomenclatura do termo“tardio” representa a terceira fase do capitalismo, e, por isso, revela-se um estágio mais puro do que deoutras fases.

Page 38: 10-DossierBrasil.pdf

38

Em meio à turbulenta gênese tardia do neoliberalismo brasileiro, a massificação dodesemprego imprimiu a imagem da década de 1990. A reestruturação produtiva das empresas(privadas e públicas), através da reorganização dos seus processos de produção, com aintrodução de novos métodos de gestão do trabalho e de novas tecnologias teve implicaçõesdevastadoras sobre o mercado de trabalho. Esse impacto negativo foi reforçado pela aberturacomercial e financeira da economia e pelo longo ciclo de estagnação iniciado no começo dosanos 1980, que se caracterizou por baixíssimas taxas de crescimento do PIB e reiteradasflutuações de curto prazo (Filgueiras, 2000).

Junto com o desemprego e como produto de uma ampla desregulação do mercado detrabalho – efetivada na prática pelas empresas e por diversos instrumentos jurídicos emanadosdos sucessivos governos – veio um processo generalizado de precarização das condições detrabalho, formas de contratação instáveis que contornam ou burlam a legislação trabalhista,prolongamento da jornada de trabalho, redução de rendimentos e demais benefícios,flexibilização de direitos trabalhistas e ampliação da informalidade, enfraquecendo edeslocando mais ainda a ação sindical para um comportamento defensivo (Druck, 2001).

Temos que o neoliberalismo arruinou quaisquer expectativas de transformaçõespositivas no que concerne ao mundo do trabalho, desestruturando toda uma construçãocoletiva em prol de melhores condições para as classes trabalhadoras, expressas nosmovimentos sindicalistas, sociais e políticos brasileiros. O neoliberalismo retoma a propensãoinicial dos órgãos empregatícios do século XIX, quando trabalhadores eram forçados atrabalhar em condições precárias, vastas cargas horárias, para perceber salários deficitários.

Este cenário não mudou tanto se observarmos o mercado de trabalho brasileiro dasúltimas décadas do século XX, onde a maximização dos lucros reteve o desenvolvimento dosprodutores dos lucros. Desta forma, por mais ampla que sejam as argumentações dos teóricos dotrabalho, que discutem seu fim, definimos que o extermínio do trabalho é tarefa impossível, eao mesmo tempo improvável, dada à centralidade do trabalho na vida humana. Mesmo tendodesenvolvido sistemas cada vez mais abrangentes para a substituição do trabalho humano, atecnologia não suprime a força humana de criação. Entretanto, mesmo tendo existido umareflexão crítica dos autores que discutem o fim do trabalho, ainda temos os rebatimentos sobreo trabalho, a partir da adesão do regimento neoliberal.

A expansão da “questão social”, a refilantropização das políticas sociais, o desmonte doEstado, a quebra dos paradigmas políticos alcançados com o processo de redemocratização noBrasil, possibilitaram, aliadas a outros fatores, um terreno propenso ao descontentamento dasmassas, à revolta civil, à organização da sociedade em torno de demandas não respondidas peloEstado mínimo (Montaño, 2007). O leitor percebe então, que mesmo em um terreno propícioà desconstrução social do Estado, um regime como o neoliberalismo perdurou durante toda adécada de 1990, alastrando-se para o século XXI e proliferando seu rizoma para vários outrossegmentos da vida pública. Seu método para tal feito está contido em sua ideologia, sem seumodo de ser, operacionalizado através do desenvolvimento da tecnologia, das relações sociais,

Page 39: 10-DossierBrasil.pdf

39

das nuances sócio-econômicas, e mesmo da própria consciência humana. A esta ideologiaatribui-se o termo pós-modernidade, sendo ela a grade constituinte da perpetuação doneoliberalismo nas esferas subjetivas.

E veremos a seguir como a subjetividade do trabalho é ainda força produtiva,fomentando ideologias que são disseminadas às classes subalternas como método infalível deperpetuação do ideário neoliberal entre as gerações.

Para refletirmos a respeito da subjetividade do trabalho, devemos ter em mente astransformações materiais consubstanciadas em seu mundo como visto anteriormente. Todasestas transformações materiais possibilitaram a criação de um sistema de pensamento rigoroso,dotado de infinitas variantes, talvez sendo esta característica a mais importante paracompreendermos a subjetividade atribuída ao trabalho e à vida social na contemporaneidade(Grenz, 2008).

Quando analisamos o indivíduo, separado de seu meio, temos um objeto relevante àfilosofia ou mesmo à psicologia, portanto devemos ter o cuidado com relação à análise dasubjetividade do trabalho e das relações sociais para que possamos abstrair suas característicasfundamentais para esta análise. Desta forma, iniciemos a discussão com uma breve explanaçãosobre o conceito subjetividade, tendo em mente que, como explicitado por Iamamoto (2007),desenvolver este tema “supõe explicitar a noção mesma de trabalho” (Iamamoto, 2007: 348).

A discussão a respeito da subjetividade vem sendo realizada no campo sociológico apartir das reflexões sobre as formas de controle da classe trabalhadora, conforme nos apontaIamamoto (2007: 340): “No campo da sociologia do trabalho, as preocupações voltam-se àprodução do consentimento por parte dos trabalhadores aos mais sutis mecanismos decontrole adotados no toyotismo ou pós-fordismo. As estratégias de resistência e negociação naesfera da produção são salientadas, em seus condicionantes no campo fabril e extrafabril,abrangendo a família, relações de gênero, étnico-raciais e tradições culturais”.

Neste sentido, temos uma denominação ainda não refletida neste trabalho efundamental para a elucidação deste excerto de Iamamoto (2007), que diz respeito aotoyotismo4. Este teve marcante papel na história da organização do trabalho, sendogradativamente construído no Japão, através de diversas experiências históricas, seja no interiorde outras empresas5 ou mesmo da própria Toyota, vindo a substituir o “cronômetro e a

4 Para melhores explanações e elucidações teóricas condizentes ao fenômeno do toyotismo no processode organização do trabalho, sugerimos uma leitura de Murray (1983), Sabel e Piore (1984), Annunziato(1989), Clarke (1991), Golnet (1991 e 1992), Harvey (2003) e Coriat (1992a e 1992b).5 O toyotismo é fruto da observação de fatores e causalidades empresariais históricos no Japão, comopor exemplo a experiência sofrida pelos sindicatos, quando da demissão em massa dos trabalhadores daToyota em 1953, sendo criado em 1954 a estratégia dos sindicatos de empresa, que tinham sua sede nointerior das empresas no Japão. Outros métodos vieram mesmo dos Estados Unidos, como aimportação das formas gerenciais de supermercados, que, segundo Antunes (2002) deram origem aokanbam, produção somente quando necessária. Podemos dizer, então, que todo o processo de

Page 40: 10-DossierBrasil.pdf

40

produção em série e de massa” por um processo de “flexibilização da produção, pelaespecialização flexível, por novos padrões de busca de produtividade” e por “novas formas deadequação da produção à lógica do mercado” (Antunes, 2002: 23).

Quando surge, o toyotismo propõe algo sonhado pelas classes dominantes: amaximização dos lucros e o controle total das classes trabalhadoras. Segundo Antunes (2002:24): “Direitos e conquistas históricas dos trabalhadores são substituídos e eliminados domundo da produção. Diminui-se ou mescla-se, dependendo da intensidade, o despotismotaylorista, pela participação dentro da ordem e do universo da empresa, pelo envolvimentomanipulatório, próprio da sociabilidade moldada contemporâneamente (sic) pelo sistemaprodutor de mercadorias”.

Para tanto, criam-se os Círculos de Controle de Qualidade (CCQ), a “gestãoparticipativa”, dentre outros, familiarizando a classe trabalhadora ao ambiente de trabalho,como uma idílica parte indissociável do mesmo (Antunes, 2002). Entretanto, todos estesmecanismos serviram de alicerce para a implementação do novo regime de produção, desta vezflexibilizada, o que, para que o leitor compreenda, determinava o quantum produtivo, sendoestes realizados conforme a demanda social dos mesmos. Ou seja, produzia-se conforme anecessidade societária, para que se mantenha o controle dos gastos com insumos necessáriospara a produção, bem como com energia, dentre outros.

O que desejamos explicitar, neste caso, adentra-se à discussão da subjetividade dotrabalho: o modelo toyotista serviu de alicerce, como já dito anteriormente, para a construçãode um controle total das classes trabalhadoras, ao passo em que as mesmas eram constantementeinseridas na rotina empresarial, participando de atividades em benefício da empresa, tendocomo troca o reconhecimento interno de seus feitos enquanto trabalhador do ano, ou mesmoatravés das competições entre grupos de CCQs, que visavam a melhoria dos processos detrabalho no interior das empresas. Têm-se ainda, como elucidado por Antunes (2002), acélebre máxima empresarial da Toyota, “proteger nossa empresa para defender a vida”(CORIAT apud Antunes, 2002: 32) onde percebe-se, claramente, o caráter ideológico utilizadopela empresa para o controle de seus funcionários.

Entretanto, mesmo com o controle das classes trabalhadoras, sistema algum poderásuprimir a heterogeneidade entre o conjunto dos trabalhadores, tendo em vista que trata-se deseres humanos, dotados de diferentes perspectivas, proposições, ideologias, conceituações,moral, ética, entre outras, o que completa a diversidade do ser social. Conforme Netto e Braz(2006: 41): “o ser social constitui-se como um ser que, dentre outros tipos de ser, separticulariza porque é capaz de realizar atividades teleologicamente orientadas; objetivar-sematerial e idealmente; comunicar-se e expressar-se pela linguagem articulada; tratar suas

formulação e implementação do toyotismo deu-se através de um processo histórico e estrategicamenterealizado, tendo como princípios a produção limitada, a familiarização dos sindicatos, a expansão docontrole total, dentre outras. Vide Antunes (2002).

Page 41: 10-DossierBrasil.pdf

41

atividades e a si mesmo de modo reflexivo, consciente e autoconsciente; escolher entrealternativas concretas; universalizar-se e sociabilizar-se”.

É essa riqueza do ser social que constitui a sua particularidade, sua inegável importânciaem relação aos demais seres: sua organização e capacidade de transformação coletiva, não comoum subproduto do trabalho, mas como algo inerente ao mesmo, indissociável das relaçõessociais. Todas estas afirmativas de Netto e Braz (2006: 41) caracterizam o ser social como“síntese dessas determinações estruturais”, descritas no excerto supracitado.

A subjetividade é marcada pela capacidade individual dos sujeitos, esta ratificada pelapotencialidade de cada indivíduo socialmente inserido, o que nos leva à profunda discussãorelevante à práxis humana. Como já discutido anteriormente, vimos que a práxis écompreendida como toda a atividade humana geradora de transformação e criação, dotada desentido histórico, político, sendo característica da espécie humana (Marx, 1974). Desta forma, apráxis pode ser utilizada pelos indivíduos pertencentes às classes dominantes como método decoerção e controle, como produtora de consenso.

Como nos aponta brilhantemente Netto e Braz (2006: 44), “a práxis pode produzirobjetivações que se apresentam aos homens não como obras suas, como sua criação, mas, aocontrário, como algo em que eles não se reconhecem”. Este “estranhamento” é corrente naleitura marxiana, sendo denominada alienação. Sua característica primordial, sua significância éatribuída ao processo no qual o homem não se “encontra”, não se reconhece em seu processode trabalho, e é próprio da divisão social do trabalho, onde o processo de produção épartilhado em diversos setores, como método de controle de produção e das classestrabalhadoras (Marx, 1996). É na alienação que encontra-se a parcela principal do controle dotrabalho e onde garante-se a autonomia empresarial sobre as massas produtivas.

Destarte, a alienação não se esgota no processo de produção, tendo em vista queconstitui-se enquanto categoria rizomática, pendendo aos níveis da subjetividade humana,como a ideologia, a moral e a ética. Como visto anteriormente, a ideologia, vista às célebresconceituações de Guattari e Rolnik (2005: 43), trata-se dos processos de “construção dasubjetividade coletiva”. Esta construção garante níveis de massificação cultural como, porexemplo, uma maior aceitação dos modelos propostos pelos sistemas sócio-econômicos(Halebsky, 1978).

Compreendendo desta forma a alienação, podemos dizer que a mesma finda-se pordelimitar a ação humana de transformação, a práxis propriamente dita, restringindo as classestrabalhadoras às previ-ações originárias do sistema em vigência, no que concerne ao modus vivendi,ao modus operandi, entre outros. Neste caso, repetimos, suprimi-se várias possibilidades deorganização da classe trabalhadora e é neste ponto que temos a chave para a discussão destetrabalho: o Serviço Social, como conjunto de trabalhadores que tem por objeto as relaçõessociais e por finalidade uma transformação societária, está passível às mesmas condições desubtração ideológica e política que os demais conjuntos humanos produtivos. Ora, sendo osassistentes sociais pertencentes à classe trabalhadora, implica que sofram dos mesmos males

Page 42: 10-DossierBrasil.pdf

42

impostados pelo grande capital aos demais trabalhadores, no que tange à organizaçãoprofissional e à reivindicação por melhorias nas condições de trabalho.

Retomando, a problemática da alienação, neste sentido, estende-se aos níveis dareprodução metabólica dos indivíduos, em suas relações sociais e em suas construçõessocialmente dispostas, impregnando a ação humana de ideologias, estas que, por sua vez, sãoproduzidas como mecanismos de consenso (Parsons, 1966). Toda a ação humana tem em seubojo ideologias, que são necessárias para tomadas de decisões inerentes às relações sociais, sejano âmbito do trabalho, seja no âmbito social propriamente dito, de vida em sociedade. Emexcerto de Marx (1979: 159) 6: “Por conseguinte, no mundo da concorrência tudo apareceinvertido. A forma exterior das relações econômicas, tal como se apresenta na superfície dosfenômenos, em sua existência real e também, portanto, nas concepções pelas quais seusportadores e agentes procuram compreende-las, difere muito e é, na realidade, o inverso, ocontrário à sua estrutura interna essencial ainda que oculta, e ao conceito que ela corresponde.

Conforme Bottomore (1988: 184), a partir deste excerto de Marx (1979) temos que a“ideologia oculta o caráter contraditório do padrão essencial oculto, concentrando o foco namaneira pela qual as relações econômicas aparecem superficialmente”. Obviamente que aideologia, no excerto supracitado, mantém-se a âmbito econômico, mas tendo compreendido otrabalho como categoria central da vida humana, observa-se o rigor intelectual de talobservação de Marx (1979), pois a economia ainda guia os rumos históricos de uma sociedade.

Sendo assim, temos duas determinantes relacionadas à subjetividade do trabalho: aalienação e a produção de ideologias voltadas ao consenso das classes trabalhadoras. O grandecapital retifica-se às classes subalternas através da alienação e da ideologia, produzidas comoformas de adestramento dos quadros fixos das empresas. Isto não se retém somente ao níveldas indústrias ou empresas, mas ramifica-se, também, ao viés societário, donde a reproduçãodo ideário de trabalho encontra campo fértil para sua reprodução constante.

A práxis está diretamente ligada à subjetividade, conforme Chauí (2000: 543): Asubjetividade humana se exprime num objeto produzido por ela e a objetividade do produto éa materialização externa da subjetividade. Pelo trabalho, os seres humanos estendem suahumanidade à Natureza. É nesse sentido que o trabalho é praxis: ação em que o agente e oproduto de sua ação são idênticos, pois o agente se exterioriza na ação produtora e no produto,ao mesmo tempo em que este interioriza uma capacidade criadora humana, ou a subjetividade.

6 Tendo em vista o desconhecimento, por parte dos pesquisadores, de publicação em português,tomamos como referência a publicação do terceiro tomo de O Capital em espanhol. N.T.: “Porconsiguiente, en el mundo de la concurrencia todo aparece invertido. La forma exterior de las relacioneseconómicas, tal como se presenta en la superficie de los fenómenos, en su existencia real y también, portanto, en las ideas con que los representantes y los agentes de estas relaciones pretenden ver claro enellas, difiere mucho y es, en realidad, lo inverso, lo contrario a su estructura interna esencial aunqueoculta, y al concepto que a ella corresponde.” (MARX, 1979, p. 159)

Page 43: 10-DossierBrasil.pdf

43

Ora, temos o homem inserido em determinada sociedade, como ponto primordialdesta análise, servindo de base para as representações dos diversos autores que discutemsubjetividade; o indivíduo como visto anteriormente, é ser constituído e constituinte dediversificadas determinações, concernentes à sociabilidade do mesmo com seus iguais. Temosentão que, a partir da subjetividade – categoria própria do ser humano – criam-se aspossibilidades de construção de relações sociais vitais à continuidade das trajetórias de vidahumanas. Isto nos mostra que, conforme a análise de Marx (1996), que outorgava à teleologia agrande diferenciação dos animais aos homens, é a subjetividade humana, encarregada daspossibilidades humanas, dos anseios tipicamente humanos, o equivalente à teleologia. Todavia,aproximando-nos da subjetividade humana, o que podemos perceber é que as relações sociaisconstruídas em ambientes laborais, tendem à separação da mesma (subjetividade) e de seucontrário, a objetividade.

Segundo Chauí (2000), a objetividade distingue-se da subjetividade pela materializaçãodesta segunda categoria, ou seja, nos ambientes laborais, a teleologia, capacidade de previ-açãodo que vir a ser de determinado objeto, é exercida pelos empregadores, que delimitam asfunções de seus funcionários conforme suas especializações: um para cortar, outro paramontar, etc. Desta forma garante-se o controle das massas, pois isenta-as da problemática dopensamento, que traz consigo os questionamentos necessários para a superação do sistema, detodo o modo de produção necessário ao pleno funcionamento do capitalismo.

Ao passo em que a teleologia mantem-se enquanto categoria isolada nos ambientes detrabalho objetivado, a ideologia dominante, como visto anteriormente, isenta os profissionaisliberais da práxis necessária à transformação societária. O Serviço Social, tendo como princípiofundamental o compromisso para com as classes trabalhadoras, o que, de certa forma, detém acapacidade revolucionária da práxis pela construção de um novo sistema societário, quiçá osocialista, finda nos ambientes de trabalho por não suportar uma base ontológica amplamentedifundida, limitando a ação dos profissionais à fundamentos capitalistas: a necessidade doemprego anula a práxis profissional. Não queremos aqui desmerecer as análises de Iamamotosobre a capacidade propositiva dos profissionais, mas compreendemos que mesmo tendo talcategoria apreendida, ainda sim não realiza as balizas necessárias ao processo de construção deuma nova realidade social, ainda que disposto a tal feitio7.

O projeto burguês de alienação está bem estruturado, e tem por limite as orlassocietárias, ou seja, contempla o todo ao ponto de adequar as classes à suas ideologias,garantindo o controle. Foucault (1979: 10) refletiu sobre o poder através das verdades(ideologias produzidas pelo grande capital), afirmando que estas não existem “fora do poderou sem poder”. Isto nos remete à discussão sobre o poder, que se utiliza da ideologia como

7 Esta reflexão é fruto das análises realizadas em estágios pelos pesquisadores no decorrer do processode graduação acadêmica, e dizem respeito aos processos de trabalho realizados por profissionaisassistentes sociais inseridos no Poder Judiciário, terceiro setor, conselhos de determinadas políticas, àequipamentos da política de Assistência Social, à Saúde e à movimentos sociais.

Page 44: 10-DossierBrasil.pdf

44

método de disseminação e aceitação das massas. Pois bem, temos então que o poder éenveredado pela ideologia e que a mesma é constituída de verdades produzidas como formasde consenso, como visto em Parsons (1966). Sendo assim, por conseguinte, temos que o poderé fim último e contemplativo do projeto burguês, que se objetiva nos lucros produzidos, e sesubjetiva através da ideologia dominante, como visto anteriormente.

Esta mesma ideologia, dominante e dominadora, “esconde as máquinas sociaisefetivas” (Deleuze e Guattari, 1995: 84), manipula as potencialidades humanas e impede o fimúltimo marxiano e marxista, ou seja, a emancipação humana. Desta forma o poder do grandecapital expande-se, legitima-se socialmente e mantém o controle sobre as instituições estatais(judiciário, legislativo e executivo), sobre as organizações societárias, sobre as empresas (emseus diversos setores) e sobre a (re)produção das relações sociais.

Todo o processo de construção do neoliberalismo e de seu fator ideológico, a pós-modernidade, advém de um processo histórico de desenvolvimento, tentativa e erro, e não dacausalidade das crises econômicas sofridas pelos países que, à época, voltaram-se ao ideárioneoliberal como sistema de regulamentação sócio-econômica.

Neste ponto, a subjetividade do trabalho mantém-se atrelada às condições impostadaspelos organismos empregatícios. Iamamoto (2007: 347) afirma que “cada forma de produçãocria, organicamente, suas próprias relações jurídicas e políticas e as idéias que lhescorrespondem”, vindo a reafirmar o que aqui foi explanado: que é o poder, o controle, oobjetivo da subjetividade do trabalho. Segundo Marx apud Iamamoto (2007: 346), “todaprodução é apropriação da natureza pelo indivíduo no interior e por meio de uma formadeterminada de sociedade”. Entretanto, quando esta produção é direcionada não ao produtor,mas sim ao empregador de forças produtivas, esta é banalizada, mistificada, alienante ealienadora, fomentando as bases para a dominação capitalista, num regimento neo-escravocrata, onde os indivíduos são alugados por salários, alocando sua força produtiva àsnecessidades do grande capital.

Estas necessidades produzidas pelo capitalismo, tais como o consumo, sãoideologicamente introduzidas através de aparelhos ideológicos legitimados socialmente, como atelevisão e a internet, mecanismos de difusão ideológica e cultural massificados. Bourdieu(1997) realiza observação a este respeito: Ora, quando se faz sociologia, aprende-se que oshomens ou as mulheres têm sua responsabilidade, mas que eles ou elas são em grande partedefinidos em suas possibilidades e suas impossibilidades pela estrutura na qual estão situados epela posição que ocupam nessa estrutura. (...) Penso então que atualmente todos os campos deprodução cultural estão sujeitos às limitações estruturais do campo jornalístico. (...) E essaslimitações exercem efeitos sistemáticos muito equivalentes em todos os campos. O campojornalístico age, enquanto campo, sobre outros campos. Em outras palavras, um campo, elepróprio cada vez mais dominado pela lógica comercial, impõe cada vez mais suas limitaçõesaos outros universos. (Bourdieu, 1997: 77-81).

Page 45: 10-DossierBrasil.pdf

45

Neste caso, a análise de Bourdieu (1997) está pautada no poder ideológico exercidopela televisão, tal qual se apresenta aos telespectadores, produzindo comportamentos eopiniões, ou seja, ideologias. Todos estes mecanismos fazem parte do bojo constitutivo dogrande capital: são aparelhos indispensáveis para se garantir a ordem necessária à continuidadedo sistema.

A subjetividade humana, então, é reproduzida conforme as classificações capitalistaspara sua utilização em relações sociais, reduzindo a capacidade dos indivíduos dequestionamento aos preceitos objetivados em sociedade. A ideologia é o poder central para arealização do capital no cotidiano: sua subjetividade está contida no trabalho como forma de(re)produzir relações sociais dispostas à continuidade do sistema capitalista de produção. Suaspredisposições garantem o controle da sociedade no que diz respeito aos consensos geradossocialmente, capazes de incapacitar permanentemente toda uma classe que, por determinaçãodo mesmo sistema sustentado por estas, possuem baixos níveis de consciência críticacondizente à práxis, ou seja, à transformação, à ação em prol de determinados direitossocialmente garantidos.

Caminhando para uma análise mais aprofundada, a fábrica de consensos do grandecapital não limita-se aos aparelhos midiáticos, mas está engendrada, também, na educação.Segundo Mészáros (2005: 45): Uma das funções principais da educação formal nas nossassociedades é produzir tanta conformidade ou “consenso” quanto for capaz, a partir de dentroe por meio dos seus próprios limites institucionalizados e legalmente sancionados. Esperar dasociedade mercantilizada uma sanção ativa – ou mesmo mera tolerância – de um mandato queestimule as instituições de educação formal a abraçar plenamente a grande tarefa histórica donosso tempo, a tarefa de romper com a lógica do capital no interesse da sobrevivência humana, seria ummilagre fundamental.

Como percebemos, Mészáros (2005) afirma que a educação é, também, um mecanismode (re)produção das ideologias dominantes: ora, se transmitem a ideologia a crianças eadolescentes garante-se que os mesmos irão não somente tomar para si as proposiçõescapitalistas, como também irão reproduzir as relações sociais básicas para a continuidade docapital. Mészáros (2005: 44) afirma ainda que: “a questão crucial, sob o domínio do capital, éassegurar que cada indivíduo adote como suas próprias as metas de reprodução objetivamentepossíveis do sistema. Em outras palavras, no sentido verdadeiramente amplo do termo educação,trata-se de uma questão de “internalização” pelos indivíduos (...) da legitimidade da posiçãoque lhes foi atribuída na hierarquia social, juntamente com suas expectativas “adequadas” e asformas de conduta “certas”, mais ou menos explicitamente estipuladas nesse terreno.

Deste modo, então, assegura-se os parâmetros reprodutivos gerais do sistema docapital, estipulados através de séculos de dominação. O sistema de dominação secular docapitalismo consiste em dois períodos determinados por métodos de legitimação amplos:primeiramente, com a violência, o que, de certa forma, gerava resistência principalmente pelossetores estudantis, intelectuais e sindicais (Foucault, 1979; Arendt, 1981); em segundo, temos

Page 46: 10-DossierBrasil.pdf

46

os meios de massificação da ideologia, por meio da educação e da comunicação (Mészáros,2005; Bordieu, 1997). Estes meios se solidificam quando encontrados no ambiente laborativo:tanto a violência institucional quanto a educação e, consequentemente, a comunicação,atrelam-se para um objetivo comum: controle.

Conforme Alves (2005: 210), discorrendo sobre a captura da subjetividade da força detrabalho: “A terceirização concorre para a desconcentração operária, o que possibilitou, porparte do capital, maior controle do trabalho e redução da luta de classes na produção,contribuindo, deste modo, para a elaboração de novo consentimento operário, imprescindívelpara a adoção dos novos paradigmas de produção capitalista”.

Desta forma, como já salientamos, o grande capital encarcera a subjetividade nata dosindivíduos sociais, condizente à contestação das formas de opressão, trocando-a por uma novasubjetividade, uma identidade atribuída, artificialmente produzida e constantemente reproduzidaem sociedade.

Toda a subjetividade do trabalho foi programaticamente desmontada, esmiuçada elançada ao limbo: os mecanismos de coesão de massas funcionam a todo o vapor, o queimpede o emprego da consciência crítica-revolucionária. As ações libertárias tendem a seremvistas com maus olhos; os prodígios intelectuais do grande capital investiram sua genialidadeaos ditames comercialistas, globalizando as culturas como método de aceitação não dos valoresétnicos do outro, mas como forma de garantir a massificação da ideologia dominante.

As classes subalternas encontram-se em meio à arena do grande capital, como oscristãos que eram lançados aos leões. A cada novo movimento, o capitalismo produz maiorescolapsos sociais, como visto na história do Brasil, principalmente na década de 1990, com avigência neoliberal: sindicatos marginalizados e enfraquecidos, planos de reforma estatal e daseguridade social, desestatizações, empobrecimento, superávits de juros anuais e inflação,diminuição salarial, entre outros.

Os impactos do cerceamento da subjetividade crítica do trabalho encontram-se nosdiversos níveis das relações sociais, como visto nas discussões quanto à diminuição da idadepenal, ou mesmo em questões sobre o (des)armamento populacional, justificado sempre peloaparelho midiático, que realiza sua contribuição ao grande capital através da informação, sendoagraciado pelo recebimento de quantidades inimagináveis por veiculação de publicidades.

Com isto, evidenciamos neste espaço que a subjetividade do trabalho está subsumida,desprivilegiada, mas não aquela subjetividade a qual se refere Marx (1974), relacionadadiretamente ao controle através do desconhecimento da exploração, mas sim a subjetividadevinculada à práxis humana, elemento substancial para a tomada da consciência de classe(Lukács, 1975). Suprimindo a consciência de classe, suprime-se a ação humana transformadora.

Page 47: 10-DossierBrasil.pdf

47

Referências bibliográficas

Alves, Giovanni. O novo (e precário) mundo do trabalho: reestruturação produtiva e crise do sindicalismo.São Paulo: Boitempo Editorial, 2005.

Anderson, Perry. “Balanço do neoliberalismo”. In: SADER, Emir & GENTILI, Pablo (orgs.)Pós-neoliberalismo: as políticas sociais e o Estado democrático. Rio de Janeiro: Paz e Terra, 1995.

Antunes, Ricardo. “Dimensões da crise e metamorfoses do mundo do trabalho”. In: RevistaServiço Social e Sociedade. Ano XVII. Nº 50. São Paulo: Cortez, 1996.

Arendt, Hannah: A Condição Humana. Rio de Janeiro: Forense, 1981.

Bello, Walden. Desglobalização – Idéias para uma nova Economia Mundial. Petrópolis: Vozes, 2003.

Bottomore, Tom. Dicionário do Pensamento Marxista. Rio de Janeiro, Jorge Zahar Editor, 1988.

Bourdieu, Pierre. Sobre a Televisão. Rio de Janeiro: Zahar, 1997.

Castells, Manuel. O poder da identidade. São Paulo: Paz e Terra, 2000.

Chauí, M. Convite à Filosofia. São Paulo: Ed. Ática, 2000.

Comblin, José. O Neoliberalismo: Ideologia Dominante na Virada do Século. Petrópolis: VozesEditora, 2001

Couto, Berenice Rojas. O Direito Social e a Assistência Social na Sociedade Brasileira: uma equaçãopossível? 3. ed. São Paulo: Cortez, 2008.

Deleuze, Gilles e Guattari, Félix. Os mil platôs: capitalismo e esquizofrenia. Vol. 1. São Paulo:Editora 34, 1995.

________. Os mil platôs: capitalismo e esquizofrenia. Vol. 4. São Paulo: Editora 34, 1997.

Derrida, Jacques. A escritura e a Diferença. São Paulo: Perspectiva, 1995.

Druck, Maria da Graça. Terceirização: (des) fordizando a fábrica. Um estudo do complexo petroquímico.São Paulo: Editorial Boitempo, 2001.

Fernandes, Florestan. Sociedade de Classes e subdesenvolvimento. Rio de Janeiro: Zahar, 1968.

Filgueiras, Luiz. “O neoliberalismo no Brasil: estrutura, dinâmica e ajuste do modeloeconômico”. In: Basualdo, Eduardo M.; Arceo, Enrique (orgs). Neoliberalismo y sectoresdominantes: Tendencias globales y experiencias nacionales. Buenos Aires:

Foucault, Michel. Microfísica do Poder. Rio de Janeiro: Edições Graal, 1979.

Page 48: 10-DossierBrasil.pdf

48

Guattari, Félix; Rolnik, Suely. Micropolítica: Cartografías del Deseo. Madrid: Traficantes de Suemos,2005.

Habermas, Jürgen. Further refletions on the public sphere. In: Calhoum, Craig. Habermas andthe public sphere. Cambridge : MIT Press, 1992.

_______________. Escritos sobre moralidad y eticidad. Barcelona: Paidós, 1991.

Halebsky, Sandor. Sociedade de Massa e Conflito Político. Rio de Janeiro: Zahar Editores, 1978.

Heller, A. Paradigma della produzione e paradigma del lavoro. Critica Marxista 4. Roma: EditoriRiuniti, 1981.

Hobbes, T. Leviatã . São Paulo: Abril Cultural, 1978.

Iamamoto, Marilda Vilela. Serviço Social em tempo de Capital Fetiche. São Paulo: Cortez Ed., 2007.

Ianni, O.(org.). Desafios da Globalização. Petrópolis: Vozes, 5ª edição, 2003.

Kurzweil, Ray. Singularity Is Near: The When Humans Transcend Biology. New York: VikingAdult, 2005.

La Boétie, E. Discurso sobre a Servidão Voluntária. São Paulo: Brasiliense, 1987.

Lessa, Sérgio. A ontologia de Lukács. Maceió: EDUFAL, 1996.

Maquiavel, N. O Príncipe. São Paulo, Abril Cultural, 1979.

Marx, K. O 18 Brumário de Luis Bonaparte. In: O 18 Brumário e Cartas a Kugelmann. Rio deJaneiro: Paz e Terra, 1968.

Meszaros, Istvan. Para Além do Capital. São Paulo: Boitempo Editorial, 2002.

________. A educação para além do capital. São Paulo: Boitempo, 2005

Montaño, Carlos. Terceiro Setor e questão social: crítica ao padrão emergente de intervenção social. SãoPaulo: Cortez, 2002.

Netto, José Paulo. Transformações Societárias e Serviço Social: notas para uma análiseprospectiva da profissão no Brasil. In: Revista Serviço Social e Sociedade. Ano XVII. Nº 50. SãoPaulo: Cortez, 1996.

Rousseau, J.J. O Contrato Social. São Paulo: Abril Cultural, 1979.

Soares, L. T. Os Custos Sociais do Ajuste Neoliberal na América Latina. São Paulo: Cortez, 2000.

Page 49: 10-DossierBrasil.pdf

49

INDIVIDUALISMO E PARTIDOS NA POLÍTICABRASILEIRA

ANTÔNIO SÉRGIO ROCHA

Introdução: do personal vote ao “voto personalizado”?

O personal vote é um fenômeno institucional complexo. Em seus termos fundamentais,esse fenômeno pode ser entendido como uma modalidade específica de intermediação políticaentre representante e representado, estabelecendo-se um vínculo que é estruturado e mantidopela destinação de benefícios particularistas por parte do legislador em troca dos votos de umadada base eleitoral. É aquela porção dos votos dessa base eleitoral, conferidos ao legislador emvista de seus atributos individuais, sem considerações pela agremiação política que estepertence, que cristaliza o chamado personal vote.

Se o fenômeno é teórica e empiricamente complexo, a trajetória formativa do conceitotambém é algo sinuosa, recolhendo elementos da análise de vários e distintos autores. Em suasorigens, a idéia da existência de um personal vote remonta à descoberta empírica daselevadíssimas taxas de reeleição na House of Representative do Congresso americano, ocorridas aolongo das décadas de sessenta e setenta. Em artigo que se tornou clássico, Mayhew (1974a)identificou um acentuado declínio da competição política a ocorrer nos distritos americanos,visível pelos dados sobre a diminuição dos chamados distritos “marginais” (i.e., com acirradadisputa pela vaga na Câmara dos Deputados) e conseqüente ascensão dos distritos “seguros”(safe), nos quais, eleição após eleição, o mandatário corrente daquela circunscrição seguiavencendo os pleitos por larga margem de votos.

Refletindo a partir dessas evidências, Morris Fiorina (1977) desenvolverá a perspectivasegundo a qual, naquela quadra da política americana, o fator decisivo na disputa eleitoraldeixou de ser o partido e passou a ser o papel que o legislador joga na sua própria reeleição.Nessa análise, a atuação individual do legislador seria decisiva precisamente porque eleconseguiria extrair recursos políticos de cunho particularista em sua atividade no Congresso edestiná-los ao eleitor, independentemente e ao largo do agenciamento partidário: o vínculopolítico dar-se-ia entre o eleitor e o político, em termos pessoais e diretos.

Em outra obra (1974b), o próprio Mayhew já havia indicado as variáveis institucionais queajudariam a forjar esse vínculo individualizado e a permitir o comportamento parlamentarorientado ao particularismo. De acordo com o seu argumento, tais fatores institucionaisestariam localizados, em parte, no interior do próprio Legislativo. Nesse sentido, a organizaçãocongressual americana, disposta num sistema de comissões com vasto grau de autonomia,ensejaria um comportamento não-partidário por parte do legislador, permitindo-lhe cuidar dosinteresses particularistas referentes à sua base eleitoral. Mais ainda: tal organização legislativa,descentralizada no sistema de comissões, também permitia a prática de conchavos e permutasentre os legisladores (nos chamados logrolling), de modo que, individualmente, cada legislador

Docente de Ciência Política da UNIFESP e coordenador da pesquisa “Em busca do ProcessoConstituinte, 1985-88”, no âmbito do CEDEC. Contatos: [email protected].

Page 50: 10-DossierBrasil.pdf

50

detivesse a possibilidade de auferir benefícios pessoais, sob forma de vantagens para oseleitores de seu distrito.

A esse quadro se agregaria ainda uma outra característica institucional americana: o fato deque a arena eleitoral funciona com disputas prévias conhecidas como primárias, na qual, deacordo com a literatura relevante, ocorreria um forte incentivo ao personalismo político: nadisputa pela indicação, o candidato pode apelar diretamente aos seus eleitores, mobilizando-osinclusive contra eventuais hostilidades ou vetos da cúpula partidária.

Fixada a noção de representação política como “conexão eleitoral”, a literatura dedicada aoestudo do Congresso americano passaria a adotar, como regra geral, a motivação dos legisladorescomo ponto de partida das análises: congressistas desejam, fundamentalmente, reeleger-se. Sendoassim, as ações dos parlamentares deveriam ser compreendidas tendo como referência essaintenção – que era comprovada pela contínua reapresentação de suas candidaturas. E o fato deserem reeleitos confirmava que logravam sucesso, que encontraram a estratégia eleitoraladequada.

Entretanto, além do pressuposto motivacional básico – a reeleição --, há em toda essaliteratura outras premissas propriamente institucionais que convém explicitar. Em primeiro lugar,a noção de que os partidos políticos, como estruturadores da atividade parlamentar, não contam.Em favor dessa idéia, os autores invocam as evidências do escasso controle que os partidosrepublicanos e democratas exercem sobre seus membros – na arena eleitoral, através dasprimárias; na legislativa, através do sistema de comissões. Em segundo, e crucialmente, a premissade que as políticas particularistas estão relacionadas com o caráter geográfico da relaçãocongressista/eleitor. A precisão e a delimitação geográfica do eleitorado-alvo, concentrando osbenefícios, e a dispersão dos custos, sob forma de tributação generalizada, são os eixosdefinidores da chamada de política de pork-barrel (Lancaster, 1986). Em outras palavras, a electoralconnection só de torna possível em vista do geographic link. E a dimensão institucional desse vínculoé forjada na arena eleitoral, através do sistema distrital. Para essa literatura, o sistema distrital, aoacentuar o localismo dos legisladores, age como poderoso incentivo à escolha de políticasdistributivistas por parte do Congresso americano.

Em termos da literatura internacional sobre os Estudos Legislativos, o mais famoso einfluente dos modelos teóricos sobre o funcionamento do Congresso americano –precisamente o modelo distributivista – postula que serão as atividades subsumidas noconceito de arena distributiva as preferidas pelos políticos em busca de maximização de seudesempenho eleitoral. E, dentre tais atividades, tem particular saliência a inclusão de projetosparticularistas no orçamento público – atividade que a literatura denomina de pork-barrel(Lancaster, 1986). Desse modo, o conjunto articulado dos elementos tanto da arena eleitoralcomo da arena legislativa, produzindo políticas públicas particularistas, delineará uma certaconfiguração institucional que a literatura de língua inglesa denominou de personal vote (Cain,Ferejohn and Fiorina, 1987).

A partir desse marco teórico, desencadeou-se um empreendimento no interior da área dePolítica Comparada, no qual vários autores – sobretudo os brazilianistas Barry Ames (1991;1992; 1993; 1995; 2001) e Scott Mainwaring (1990a; 1990b; 1991), tomando por base otrabalho de autores brasileiros (Lamounier, 1984; 1994; Lamounier e Meneguello, 1987, entreoutros) – empenharam-se em sustentar a existência do personal vote no Brasil. Nessa empreitada,

Page 51: 10-DossierBrasil.pdf

51

tais autores identificam na política brasileira práticas que remetem diretamente aos fenômenosassociados ao modelo americano: clientelismo na arena eleitoral e individualismo na arenalegislativa. A argumentação desenvolvida acentua a fragilidade partidária na arena eleitoral paradaí derivar a prevalência do interesse individual dos políticos sobre o interesse coletivo, deonde se dá por demonstrada a existência do personal vote no Brasil.

Não é imediato, entretanto, aceitar-se que tal transposição de modelo possa ser bem-sucedida; como veremos, a aclimatação ao caso brasileiro do conceito de personal vote e daliteratura a que este faz referência está cercada de dificuldades. Para se demonstrar a existência dovoto personalizado, faz-se necessário ir além dos “incentivos” que se pretende existentes na arenaeleitoral.

Preliminarmente, note-se que, ademais do sistema de governo, poucas das outrascaracterísticas institucionais dos Estados Unidos estão replicadas no país sul-americano. Inexisteno caso brasileiro um traço institucional fundamental que caracteriza o funcionamento dosistema político americano, que é o “voto distrital”. Como se sabe, o personal vote é calcado nodistrito eleitoral uninominal, cuja disputa política é regulada por fórmula majoritária. O modelobrasileiro conta com distritos plurinominais, todos com magnitude muito elevada, e a competiçãopelas cadeiras parlamentares é regulada por sistema proporcional. Nessa situação, a ausência do“voto distrital”, por um lado, torna menos estreitos os laços entre eleitor e político e, por outro,aumenta muito a incerteza quanto aos retornos eleitorais das políticas públicas produzidas pelocongressista.

Outros autores apontarão mais uma variável diferenciadora, decisiva na moldurainstitucional brasileira: o fato de que a organização legislativa da Câmara dos Deputadosfederais é inteiramente distinta daquela presente no fenômeno do personal vote. Ao contrário dasua congênere americana, a Câmara dos Deputados brasileira apresenta uma estruturaorganizativa extremamente centralizada, na qual os líderes partidários desempenham um papelcrucial na condução do processo legislativo (Figueiredo e Limongi, 1999).

Igualmente distintas são as evidências disponíveis sobre os padrões de carreira política noBrasil. Antes de tudo, não são as taxas de reeleição, mas as de renovação do Congresso Nacionalé que são altas. A cada legislatura, aproximadamente metade de seus membros não retorna aoparlamento. E -- o que é o mais importante para os nossos propósitos -- por decisão de nãoconcorrer à reeleição no parlamento: um contingente apreciável de congressistas escolhe, depoisde um mandato legislativo, concorrer para cargos no Poder Executivo. Diferentemente dosEstados Unidos, em que o Congresso exibe carreiras internas estruturadas (Polsby, 1968), nãoparece existirem no caso brasileiro fronteiras nítidas entre os distintos ramos de governo: o quehá é uma comunicação constante entre os membros dos Poderes Legislativo e Executivo(Samuels, 1998).

Diante dessas dificuldades, a que fatores e evidências irá recorrer a literatura paraargumentar pela replicação do personal vote no Brasil? Mais que tudo, como se aludiu, a literaturarecorrerá à bem-estabelecida visão corrente que afirma o predomínio do individualismo epersonalismo na vida política nacional, resultado direto da tibieza e inoperância dasagremiações partidárias no país.

Page 52: 10-DossierBrasil.pdf

52

Em primeiro lugar, a literatura brasilianista reterá o pressuposto motivacional básico: talcomo seus congêneres americanos, os congressistas brasileiros (assim como os eleitores) sãomovidos pelo interesse próprio. Para viabilizar o atendimento desses interesses, os políticosdevem ganhar eleições, para, no exercício do mandato, realizar seus objetivos.

Essa literatura manterá, igualmente, o suposto de que o comportamento político é ditadopelos incentivos que emanam das instituições. Parte-se da idéia de que a toda ação estáassociada um custo e um benefício, que, em conjunto, redundam num incentivo para que osindivíduos comportem-se desta ou daquela maneira. Em outras palavras, o suposto analíticofundamental que se adota na literatura comparativista afirma que as instituições políticasproduzem efeitos sobre o comportamento dos políticos. Instituições determinam incentivos –um conjunto de recompensas ou sanções. Tais incentivos motivarão as ações dos políticos,induzindo ou dificultando a adoção de políticas públicas de determinada modalidade.

O passo seguinte da literatura consiste em flagrar, nas instituições políticas nacionais, oselementos que ensejariam a replicação do fenômeno americano em solo pátrio. Esseselementos, de acordo com os autores, são, sobretudo, a legislação eleitoral e partidária.

O argumento procede da seguinte forma: a existência de individualismo político entre oscongressistas brasileiros sinaliza que os partidos, como estruturadores da atividade parlamentar,não contam. Em favor dessa idéia, os autores invocam as evidências do escasso controle queos partidos nacionais exercem sobre seus membros, em vista da “permissividade” da legislaçãoeleitoral e partidária: a lista aberta, a candidatura “nata”, as elevadas magnitudes, a possibilidadede coligações seriam, para essa literatura, não só condição necessária, mas também suficiente,para a ocorrência do fenômeno do personal vote – como no caso exemplar da argumentação deMainwaring (1990; 1991).

Embora Estados Unidos e Brasil apresentem configurações institucionais distintas, essaliteratura sustenta que os incentivos emanados pelas instituições políticas de um e do outropaís são essencialmente os mesmos e exercem seus feitos sobre políticos profissionais comessencialmente as mesmas características: atores racionais, movidos pelo interesse próprio, paraisso promovendo, no Legislativo, políticas particularistas para um eleitorado cativo. O personalvote se converte, assim, no voto personalizado.

Individualismo e as instituições políticas brasileiras

No Brasil, partidos políticos não contariam. Na arena eleitoral, eles têm sido “historicamentefracos e fragmentados, [sendo] alianças de máquinas de patronagem, instrumentos nas mãos delíderes locais para construir e sustentar uma base de apoio” (Samuels, 1997: 504). Na arenalegislativa, os políticos brasileiros “freqüentemente trocam de partido, votam contra asdiretrizes partidárias e recusam qualquer tipo de disciplina, sob pretexto de que a liberdade derepresentação de suas bases não pode sofrer interferências” (Sartori, apud Silva, 1996: 163).

De modo geral, a literatura aponta um rol de aspectos do sistema normativo que regula aseleições brasileiras como determinantes para o personalismo da vida política nacional, quepodemos elencar da seguinte forma: a combinação da fórmula proporcional com lista aberta; a

Page 53: 10-DossierBrasil.pdf

53

candidatura ‘nata’; a super-oferta de candidatos; o recurso às coligações partidárias; e osmegadistritos eleitorais. Vejamos cada uma dessas variáveis.

(a) Sistema Proporcional com Lista Aberta: a Estrutura do Voto

De acordo com Samuels (1997: 501) e Mainwaring (1991: 38), poucos são os países queadotam uma fórmula eleitoral proporcional combinada com listas partidárias abertas. Nopassado, Chile (até 1973) e Itália (até 1993) fizeram uso dessa sistemática. Presentemente,apenas a Finlândia e o Brasil fazem uso de tal configuração. Para esses autores, essacombinação institucional conduz ao enfraquecimento dos partidos políticos, ao retirar daslideranças os meios que poderiam ser empregados para punir o comportamento individualistae antipartidário de seus membros. O resultado é uma tendência em centrar a campanha e arelação eleitor-legislador em termos individualizados, fragilizando a mediação partidária.

(b) Sistema Proporcional com Lista Aberta: a Disputa Intra-partidária

Por um lado, a lista aberta induz ao voto no candidato, em detrimento do apoio eleitoral àagremiação política em si. Por outro, e como corolário desse estímulo, deflagra-se uma acirrada“competição intrapartidária, solapando a coesão dos partidos políticos e fomentando oindividualismo dos candidatos” (Silva, 1999: 125).

(c) A ‘Candidatura Nata’Instituída na legislação brasileira pela Lei Complementar 42/82, a ‘candidatura nata’

significava a autorização para inscrição automática na lista partidária por parte de detentoresde mandatos, no pleito subseqüente àquele no qual foram eleitos, e pelo mesmo partido. Emoutras palavras, o instituto da candidatura ‘nata’ garantia o acesso à lista ao deputado quebusca a sua reeleição – independentemente da aquiescência ou não das lideranças do partido.Para a literatura, essa seria uma prova cabal da prevalência dos interesses individuais dospolíticos sobre a estrutura da máquina partidária.1

(d) A Super-Oferta de Candidaturas

O fato de haver muitos cargos em disputa, e a legislação brasileira permitir a apresentaçãode candidatos em número igual ou superior à totalidade dos cargos, ensejaria, segundo aliteratura, uma acentuada fragmentação partidária, tanto ao nível interno quanto do sistemapartidário como um todo. Ainda que nem todos partidos preencham toda a sua lista, o númerode candidatos, efetivos ou nominais, é muito grande, uma vez mais provocando alto grau dedisputa no interior do partido.

(e) As Coligações Partidárias

1 Em abril de 2002, o Supremo Tribunal Federal suspendeu, em caráter liminar, a norma da candidatura‘nata’.

Page 54: 10-DossierBrasil.pdf

54

A intensa disputa interpartidária, resultante da permissão do lançamento de largaquantidade de candidatos por partido, é agudizada pelo recurso à formação de coligaçõeseleitorais entre partidos distintos.

(f) Magnitude: os Megadistritos BrasileirosNo Brasil, as circunscrições eleitorais coincidem com os limites geográficos das unidades

federativas. Os vinte e seis estados e o Distrito Federal apresentam magnitudes que variam deoito a setenta. Em termos comparados, a magnitude média brasileira (M =19) confere ao Brasilo estatuto de megadistritos eleitorais (Nicolau, 1995: 80). Com distritos de tamanha dimensão,a conseqüência, na avaliação da literatura, é que os candidatos se veem obrigados a buscar umadiferenciação relativamente aos demais, para isso lançando mão de apelos personalistas ediretos ao eleitorado.

Presidencialismo

A definição constitucional da relação entre os poderes Executivo e Legislativo tambémafetaria diretamente os incentivos dos políticos (Linz, 1991). O ponto invocado é simples.Presidencialismo implica mandatos fixos. Nesses termos, não há como o chefe do Executivoafetar o tamanho dos mandatos dos parlamentares. Como se assume que tudo que os políticosquerem é reeleger-se (isto é, obter novos mandatos), segue-se que não haverá incentivos paraque os legisladores cooperem com o Presidente. Logo, parlamentares se comportarão demaneira individualista.

Em termos brasileiros, talvez tenha sido Lamounier (1986; 1993; 1994) o autor que maisinsistiu na tese da incompatibilidade entre presidencialismo e disciplina partidária, o queredundaria em baixa capacidade governativa da nova democracia brasileira:

“... podemos concluir que a questão política de efetividade [desempenho real do sistemademocrático] tem como fulcro os partidos e o Legislativo, em sua relação com o Executivo nonosso presidencialismo (1993: 125) [...] porque, utilizando o mandato eletivofundamentalmente com objetivos clientelistas, a maioria dos políticos busca apenasposicionamento tático que lhes assegure a reeleição, e não uma inserção estável em correntespolítico-ideológicas de seus partidos” (1993: 126).

Arena legislativa - A neutralização dos incentivos eleitoraisOs sistemas eleitorais centrados no candidato – como é o caso brasileiro (Samuels, 1997:

507) -- podem ser condição necessária para a existência do voto personalizado, mas não sãocondição suficiente para a ocorrência do fenômeno. O controle dos trabalhos legislativos,exercido internamente pelas lideranças partidárias, em articulação com os ‘poderes de agenda’detidos pelo chefe do Executivo, implicam uma centralização do processo decisório quevirtualmente anulam as chances de comportamento personalista por parte dos deputados. Emoutras palavras, o argumento é que as regras internas, que organizam o funcionamento daCâmara dos Deputados, neutralizam os alegados incentivos ao individualismo provenientesdas regras externas, que estruturam a disputa eleitoral-partidária.

Tal argumento está calcado no extenso trabalho de pesquisas desenvolvido por Figueiredoe Limongi (1993; 1996; 1999; 2000a; 2000b; 2002a; 2002b). Ao colocar em foco as instituiçõesinternas ao Legislativo, os autores mostram que as bases institucionais de funcionamento do

Page 55: 10-DossierBrasil.pdf

55

Congresso brasileiro são inteiramente distintas das americanas. Em particular, a Câmara dosDeputados organiza-se de forma altamente centralizada, com os poderes decisórios radicando-se no âmbito da Mesa Diretora e do Colégio de Líderes. Essa concentração de poderes deslocao eixo de gravidade das atividades legislativas para o Plenário da Casa. Como conseqüência, ofuncionamento do sistema de comissões permanentes, tão importante no esquema analítico dopersonal vote, resulta esvaziado e inoperante. E os parlamentares, destituídos da estruturadescentralizada que lhes daria acesso aos recursos legislativos, vêem-se privados de umainstância vital para a moldagem de políticas públicas de cunho particularista.

Por seu turno, o modo pelo qual os trabalhos legislativos se desenvolvem em Plenárioigualmente desfavorece a participação personalista dos deputados. O Regimento Interno daCâmara assegura às lideranças dos partidos amplas prerrogativas na condução do processolegislativo. Essa condução tem se caracterizados por dois aspectos: de um lado, pelaestruturação das atividades da Casa ao longo de linhas partidárias; por outro, pela marcanteinfluência do chefe do Executivo sobre o conteúdo e o timing dos trabalhos desenvolvidos naCâmara dos Deputados.

A Constituição de 1988 assegurou ao Presidente da República amplas competências notocante à produção de matéria legislativa. Seja na área de iniciativa exclusiva, na alteração dosritos de tramitação, do poder de decreto e de veto, ao Executivo se conferiu diversasprerrogativas que redundaram numa posição estratégica decisiva para comandar a elaboraçãode normas jurídicas. Desse modo, o Presidente se converte, de facto e de jure, no ‘grandelegislador’ nacional, controlando a agenda de trabalhos no parlamento. Como conseqüênciadesse arranjo institucional, é muito limitada a capacidade de o congressista influenciar, direta eindividualmente, as políticas públicas gestadas e emanadas da Câmara dos Deputados.

Ainda assim, há autores que mantêm a hipótese distributivista sobre as políticas públicaslegislativas no Brasil. É o caso exemplar de Ames (1991; 1992; 1993a; 1993b; 1995a; 1995b;1996; 2001), para quem as restrições institucionais de ordem legislativa ao comportamentoindividualista dos congressistas não alcançariam os trabalhos desenvolvidos no âmbito daComissão Mista de Orçamentos (CMO), no Congresso Nacional. Em tal instância, osparlamentares encontrariam a oportunidade de construir os laços pessoais e diretos com o seueleitorado através da permissão regimental para introduzir emendas individuais ao projeto deorçamento público anual, destinando recursos públicos em troca dos votos de uma baseeleitoral cativa. Nessa visão, o voto personalizado se construiria e se consumaria na CMO.

Na figura 1 abaixo, resumimos e esquematizamos os dois modelos de comportamentolegislativo discutidos até aqui.

Page 56: 10-DossierBrasil.pdf

56

Figura 1DEPUTADO FEDERAL BRASILEIRO:

DETERMINANTES INSTITUCIONAIS DO COMPORTAMENTO LEGISLATIVO

________________________________________________

| |

| |

| |

| |

| |

| |

Legislação Regimento

Eleitoral-Partidária Interno

+ +

CMO Poder de Agenda do Executivo

| |

| |

| |

VOTO PERSONALIZADO VOTO PARTIDÁRIO

(Ames) (Figueiredo e Limongi)

Urna & Emendas orçamentárias

Nesta seção, introduzimos os dados básicos a respeito das duas arenas de interesse, para finsde posterior tratamento empírico: a arena eleitoral e a arena orçamentária.

Duas são as eleições examinadas neste trabalho: 1994 e 1998. Nos dois pleitos, concorreramum total de 6.018 candidatos, sendo que 2.813 candidaturas foram apresentadas na eleição de1994 e outras 3.205 na de 1998. Escolhidos nas urnas em 1994, 635 deputados participaram da50ª Legislatura da Câmara dos Deputados Federais.

Não foram essas mais de seis centenas de deputados, entretanto, os parlamentaresescolhidos para o nosso estudo. A análise de tal contingente demandaria o esforço combinadode vários pesquisadores, desenvolvendo a investigação num trabalho em equipe. Nessas

Page 57: 10-DossierBrasil.pdf

57

circunstâncias, de início planejamos realizar o estudo unicamente para o estado de São Paulo.A escolha dessa unidade federativa resultava, sobretudo, de sua elevada magnitude – a maiordo país, com setenta cadeiras na Câmara dos Deputados –, o que deveria proporcionar,segundo a literatura já discutida, o incentivo mais intenso ao individualismo dos políticos.Contudo, foi necessário ampliar o estudo no sentido de comparar São Paulo com outrasunidades da federação. Decidimos escolher outras quatro unidades federativas, a ser feita pormeio de um sorteio simples. Desse modo, a amostra de estados a derem estudados, em ordemdecrescente de magnitude, ficou assim:

São Paulo, com magnitude igual a 70; Minas Gerais, com magnitude igual a 53; Bahia, com magnitude igual a 39; Rio Grande do Sul, distrito de magnitude igual a 31; E o Piauí, com magnitude igual a 10.

Contrariamente à maioria dos estudos dedicados às questões eleitorais, escolhemostrabalhar com variáveis expressando proporções, e não valores absolutos. Esse tipo deindicador evita, em primeiro lugar, os enganos que podem surgir das oscilações em volumes devotos (de candidatos, de partidos e de municípios) que decorram apenas do crescimento porassim dizer ‘vegetativo’ do eleitorado de cada localidade.

Mas a principal vantagem de trabalhar com variáveis expressas em proporções é apossibilidade de identificar com mais facilidade a distribuição relativa de votos e de recursosorçamentários das nossas unidades de análise. Tome-se, por exemplo, a questão dos redutoseleitorais, tão central na argumentação de Ames (2001), ao pretender seguir de perto aliteratura americana do personal vote. Com esse propósito, elaboramos a variável Pca, que indicaa proporção de votos que um dado candidato obteve em determinado município em relação àtotalidade de votos que este mesmo indivíduo amealhou em toda aquela unidade federativa.Nesse sentido, um Pca de valor igual a 0,17 num dado município indicaria que aquele candidatologrou obter nesta localidade 17% de todos os seus votos no estado. Procedendo desse modo,torna-se possível identificar a distribuição de ‘redutos’ dos candidatos e de seus partidos, demodo a confrontá-los, posteriormente, aos focos de concentração de recursos orçamentários.

De modo análogo, buscamos trabalhar com proporções dos valores das emendasorçamentárias, com o mesmo intuito de identificar as localidades privilegiadas pelos deputados epor seus partidos.

Assim, por exemplo, a variável Pdapv expressa a proporção do valor total das emendasendereçadas por um dado deputado a um determinado município, em relação ao valor total dasemendas que este deputado logrou aprovar durante toda a 50ª Legislatura. Tal variável foiconstruída com a intenção de identificar os municípios mais favorecidos pelo deputado dentreaqueles para os quais este conseguiu aprovar emendas. Pdxec indica a proporção de valor totaldas emendas destinadas por um dado deputado a um determinado município, em relação aovalor total das emendas que este deputado logrou ver executadas durante toda a 50ª

Page 58: 10-DossierBrasil.pdf

58

Legislatura. Essa variável foi construída com a intenção de identificar os municípios maisfavorecidos pelo deputado dentre aqueles que dele receberam recursos.

Em busca do voto personalizado

A partir das variáveis criadas, iremos agora buscar evidências a respeito docomportamento eleitoral dos deputados e do uso que fazem das emendas orçamentárias. Essasevidências serão buscadas por intermédio de técnicas estatísticas básicas, como correlação eanálise de regressão linear. Buscaremos examinar três aspectos da atuação dos parlamentaressupostos pela visão corrente: seu ‘paroquialismo’, ou a atenção predominante que concede odeputado às suas bases eleitorais em sua atuação legislativa; seu ‘clientelismo’, expresso narelação positiva a existir entre destinação de recursos orçamentários e retornos eleitorais; e seupersonalismo, quando se atribui aos esforços individuais do político, à margem e ao largo deseu partido, a obtenção de novos mandatos.

Competição política e localismo

Para a literatura, existiria no Brasil uma espécie de ‘distritalização informal’ da votaçãodos políticos, traduzindo a tendência de manter e mesmo ampliar o seu contingente eleitoralem localidades bem definidas. Um teste simples e preliminar que fizemos acerca dessasuposição foi obter a correlação entre o Pca dos deputados nos pleitos de 1994 e 1998, em cadaunidade federativa. Os resultados estão dispostos no quadro 1 abaixo.

QUADRO 1DEPUTADOS

CORRELAÇÕES ENTRE PCA94 E PCA98

UFCorrelação

SP 0,957

MG 0,949

BA 0,861

RS 0,962

PI 0,670

FONTE: banco de dados do autor

Os índices de correlação observados são não só positivos como de fato muito elevados.Em São Paulo, Minas Gerais e Rio Grande do Sul, a participação relativa dos votos de cadadeputado nos municípios do estado foi praticamente a mesma nas duas eleições. Ainda que

Page 59: 10-DossierBrasil.pdf

59

não tão elevado, mesmo o Piauí apresenta índice de correlação de Pca94/Pca98significativamente alto.

Esses indicadores, entretanto, são claramente insuficientes para concluirmos acerca de‘distritalização informal’ dos votos dos deputados, já que neles não se capta a dimensãoespacial – a contigüidade entre os municípios – dessa votação. Podemos no máximo concluirpela presença de acentuado localismo do padrão de votos entre os dois pleitos por parte dosparlamentares selecionados.

De todo modo, o passo seguinte é investigar se tal localismo é alimentado pelos recursosorçamentários que os deputados logram extrair das políticas públicas? Vejamos primeiramentese os mais densos locais de votação dos políticos são também os municípios que estesparlamentares procuram privilegiar, com a destinação das emendas que fazem ao orçamento.

Emendas “Paroquiais”?

No processo orçamentário, as emendas devem ser primeiramente aprovadas (ou não) noâmbito da CMO2 para que, no exercício fiscal seguinte, possam ter seus gastos liberados pelogoverno. As emendas aprovadas parecem ser um melhor sinalizador das intenções políticas doparlamentar (já que a destinação desses recursos é de sua livre escolha), ao passo que asemendas executadas servem melhor ao propósito de examinar os eventuais retornos políticosdos recursos orçamentários. Vamos inicialmente calcular os índices de correlação entre oslocais privilegiados de votação dos deputados (Pca983) e os municípios para os quais tentaramdestinar recursos.4 O quadro 2 abaixo apresenta os resultados.

QUADRO 2DEPUTADOS:

CORRELAÇÕES ENTRE PCA98 E PDAPV

UFCorrelações

SP 0,792

MG 0,822

BA 0,681

RS 0,710

2 E depois no Plenário do Congresso Nacional.3 Empregamos os dados do pleito de 1998 porque o modelo do personal vote equipara os recursospúblicos a investimentos a serem colhidos em eleições futuras, garantindo a continuidade dosmandatos. Ademais, a correlação entre Pca94 e Pca98 é muito elevada.4 Também tomados em sua forma relativa, expresso na variável Pdapv.

Page 60: 10-DossierBrasil.pdf

60

PI 0,338

FONTE: banco de dados do autor

Os índices de correlação são positivos e de novo muito altos. O Piauí discrepafortemente dos demais estados, mas ainda assim a correlação é algo elevada. Pareceindisputável que os deputados efetivamente buscam destinar recursos orçamentários para seusmunicípios eleitoralmente mais importantes. Mas seriam essas intenções de aportar recursosem seus redutos recompensados com retornos eleitorais significativos?

Para examinar esse aspecto, vamos agora fazer uso dos dados relativos às emendasparlamentares executadas, tematizando o seu impacto e importância na disputa eleitoral.

Competição Política e Recursos Orçamentários

Buscamos um modelo que pudesse evidenciar o eventual impacto que os recursosorçamentários executados teriam sobre a votação do deputado federal da bancada queselecionamos. Operacionalmente, construímos o modelo a partir de duas novas variáveis:CAN_QE98 e EXEC/1000.

CAN_QE98 expressa a quantidade de votos obtidos pelo deputado em todo estado em termos doquociente eleitoral daquela unidade federativa. Colocado nesses termos, podemos ter um razoável indicador dasvariações relativas do capital eleitoral de cada político. Por outro lado, tomamos o total de recursos das emendasexecutadas e o dividimos por 1 milhão, de modo a permitir uma melhor compatibilidade entre as unidades demedida das duas variáveis. À equação CAN_QE98 = + 1 (CAN_QE94) + 2 (EXEC/1000)chamamos de Modelo 1. Os resultados da regressão para cada UF estão nos quadros mais adiante.

MODELO 1: CAN_QE98 = α+ β1 (CAN_QE94) + β2 (EXEC/1000000)

SÃO PAULO --Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

1

(Constant) 0,129 0,06 2,159 0,036

CAN_QE94 0,624 0,089 0,706 7,047 0

Exec/1.000.000 -1,27E-03 0,003 -0,039 -0,39 0,698

Page 61: 10-DossierBrasil.pdf

61

a Dependent Variable: CAN_QE98

MINAS GERAIS --Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

1

(Constant) 0,129 0,06 2,159 0,036

CAN_QE94 0,624 0,089 0,706 7,047 0

Exec/1.000.000 -1,27E-03 0,003 -0,039 -0,39 0,698

a Dependent Variable: CAN_QE98

BAHIA --Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

1

(Constant) 0,148 0,156 0,95 0,349

CAN_QE94 0,89 0,226 0,555 3,94 0

Exec/1.000.000 -4,12E-03 0,004 -0,13 -0,922 0,363

a Dependent Variable: CAN_QE98

RIO GRANDE DO SUL --Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

1(Constant) 0,148 0,073 2,021 0,055

CAN_QE94 0,933 0,114 0,876 8,19 0

Page 62: 10-DossierBrasil.pdf

62

Exec/1.000.000 -1,86E-02 0,007 -0,283 -2,643 0,015

a Dependent Variable: CAN_QE98

PIAUÍ --Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

1

(Constant) 0,129 0,06 2,159 0,349

CAN_QE94 0,624 0,089 0,706 7,047 0

Exec/1.000.000 -1,27E-03 0,003 -0,039 -0,39 0,698

a Dependent Variable: CAN_QE98

Como se pode observar nos resultados do Modelo 1 para as várias UFs, em nenhuma delaso valor das emendas executadas gera qualquer impacto sobre a variação dos quocienteseleitorais dos deputados. Além disso, também se pode notar que os resultados não sãoestatisticamente significantes. Gastos orçamentários, portanto, não parecem reverter empatrimônio em votos. A hipótese de Figueiredo e Limongi (2002c) se torna mais plausível à luzdesses resultados. Por outro lado, também se nota uma forte relação entre CAN_QE94 eCAN_QE98, o que não deixa de favorecer a hipótese do voto personalizado. Ademais, comojá observado, os parlamentares retiveram suas bases eleitorais.

De que maneira os esforços em buscar recursos orçamentários podem estar ligados àobtenção de novos mandatos legislativos? Eventualmente, reter bases pode explicar o êxitoobtido na própria reeleição, e a execução das emendas explicaria a manutenção das baseseleitorais.

Deputados, Partidos e Emendas ‘Paroquiais’

Do mesmo modo, buscamos a eventual relação entre os municípios melhor aquinhoados derecursos orçamentários pelos partidos e os locais onde as agremiações participação eleitoralrelativa mais elevada. Os resultados, também justapostos aos dos deputados, constam doquadro 3 abaixo.

Page 63: 10-DossierBrasil.pdf

63

QUADRO 3DEPUTADOS E PARTIDOS:

CORRELAÇÕES ENTRE PCA98/PDAPV E PPA98/PPAPV

UFDEPUTADOS PARTIDOS

SP 0,792 0,744

MG 0,822 0,828

BA 0,681 0,632

RS 0,710 0,815

PI 0,338 0,704

FONTE: banco de dados do autor

Os padrões observados para deputados e partidos de uma mesma UF são bem próximos– com exceção, uma vez mais, do Piauí. É evidente que não se pode inferir desses resultadosque os deputados sigam os padrões eleitorais e orçamentários de seus partidos, vulnerando,com isso, a hipótese do personalismo político. Mas os indicadores encontrados talvez nãosejam inteiramente inúteis. Se os deputados perseguissem uma relação emendas/votoscompletamente autônomas daquela de seus partidos, provavelmente as correlações entrepolíticos e agremiações de um mesmo estado seriam bem mais divergentes.

Reeleição: Esforço Individual e Contribuição Partidária

Ainda na tentativa de delinear eventuais proximidades nos padrões de atuação deparlamentares e seus partidos, buscamos alguns outros modelos estatísticos para examinar arelação entre os recursos mobilizados pelo próprio parlamentar, na forma de emendasorçamentárias executadas e o apoio genérico que possa receber do seu partido. Procuramosdetectar essa eventual influencia partidária incluindo, no Modelo 1 anterior, a variável‘Coalizão_Gov’.

MODELO 2: PARTIDO MEMBRO DA COALIZÃO GOVERNAMENTAL

SÃO PAULO -- Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

(Constant) 0,107 0,073 1,47 0,148

Page 64: 10-DossierBrasil.pdf

64

CAN_QE94 0,608 0,094 0,688 6,443 0

EXEC/1.000.000 -1,47E-03 0,003 -0,045 -0,447 0,657

COALIZAO_GOV 3,70E-02 0,071 0,056 0,524 0,602

a Dependent Variable: CAN_QE98

MINAS GERAIS -- Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

(Constant) 0,107 0,073 1,47 0,148

CAN_QE94 0,608 0,094 0,688 6,443 0

EXEC/1.000.000 -1,47E-03 0,003 -0,045 -0,447 0,657

COALIZAO_GOV 3,70E-02 0,071 0,056 0,524 0,602

a Dependent Variable: CAN_QE98

BAHIA -- Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

(Constant) 8,73E-02 0,154 0,567 0,575

CAN_QE94 0,765 0,229 0,477 3,344 0,002

EXEC/1.000.000 -4,32E-03 0,004 -0,136 -1 0,325

COALIZAO_GOV 0,176 0,095 0,258 1,852 0,073

a Dependent Variable: CAN_QE98

Page 65: 10-DossierBrasil.pdf

65

RIO GRANDE DO SUL -- Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

(Constant) 0,143 0,077 1,843 0,079

CAN_QE94 0,932 0,116 0,875 8,007 0

EXEC/1.000.000 -1,93E-02 0,008 -0,293 -2,535 0,019

COALIZAO_GOV 1,79E-02 0,065 0,031 0,276 0,785

a Dependent Variable: CAN_QE98

PIAUÍ -- Coefficients(a)

Unstandardized Coefficients StandardizedCoefficients t Sig.

B Std. Error Beta

(Constant) 0,107 0,073 1,47

CAN_QE94 0,608 0,094 0,688 6,443 0

EXEC/1.000.000 -1,47E-03 0,003 -0,045 -0,447 0,325

COALIZAO_GOV 3,70E-02 0,071 0,056 0,524 0,602

a Dependent Variable: CAN_QE98

Como se pode observar nos resultados que apresentamos abaixo, as variáveis escolhidasimpactam moderadamente na variação do ‘patrimônio de votos’ dos deputados que buscamreeleger-se. Partido importa – entretanto, um pouco mais do que esforços isolados dosdeputados.

Considerações FinaisEste trabalho pretendeu examinar o uso eleitoral das emendas orçamentárias por parte

dos deputados federais brasileiros. O período selecionado foi o da 50ª Legislatura (1995-98) eas unidades federativas, o Piauí, a Bahia, Minas Gerais, São Paulo e o Rio Grande do Sul.

Comparamos as votações obtidas pelos deputados (e seus partidos) nos pleitos de 1994 e1998. Usamos proporções de votos, assim como proporções dos valores destinados aos

Page 66: 10-DossierBrasil.pdf

66

municípios pelas emendas orçamentárias, em testes simples de correlação e de regressão linear,em busca de evidências acerca da presença no Brasil do chamado personal vote, complexoinstitucional delineado e discutido na introdução deste trabalho.

No modelo original do personal vote, as conseqüências da atenção dos legisladores aosimperativos da constituency implicam um estilo de políticas públicas com padrão decisórioaltamente fragmentado e de elevada ineficiência econômica. No caso brasileiro, parece-nos quea questão do voto personalizado está associada a uma problemática distinta, que se refere àsuposta ‘crise de governabilidade’ que acometeria o sistema político brasileiro. Nessaperspectiva, o individualismo político engendrado por nossa matriz institucional ameaçariacontinuamente o funcionamento adequado do processo governativo e, de maneira mais ampla,da própria democracia no país (cf. Ames, 2001).

Ocorreria que, nos marcos do presidencialismo multipartidário que o Brasil adota,Executivo e Legislativo têm pouca chance de coordenarem suas ações na produção daspolíticas públicas, movidos que são por interesses políticos divergentes (Mainwaring, 1990a;1990b; Linz, 1991; Lamounier, 1994). De uma parte, a “conexão eleitoral” povoaria oCongresso de legisladores personalistas e orientados pela busca da reeleição. De outra, namedida em que o Executivo depende dos votos desses parlamentares para aprovar a suaagenda e não conta com a ameaça da dissolução da legislatura, o governo acabaria por ser presados interesses especiais e localistas dos congressistas. Apoio político só seria obtido quandotais interesses fossem atendidos. Em outras palavras, o Legislativo seria capaz de impor a suavontade ao Executivo, e as políticas governamentais seriam moldadas pelo voto personalizado.No coração desse processo, o orçamento, instituto público, seria predado pelos interessesprivados dos legisladores.

Nesse sentido, uma investigação acerca da existência ou não do voto personalizado noBrasil pode contribuir para aferir a adequação da tese da ingovernabilidade a sobrepairar asinstituições políticas nacionais.

Ainda que simples e algo básicos, os dados coligidos por esta investigação e os examesestatísticos empreendidos não evidenciaram, ao menos nas duas eleições mencionadas e para aamostra de deputados selecionada, qualquer relação entre investimento orçamentário e sucessoeleitoral, como sustentam Ames (2001) e Samuels (1998). Por outro lado, a base empíricapropiciada por esta pesquisa permite concluir pela inequívoca presença de localismo na atuaçãopolítica dos parlamentares.

Geografia conta. A variável espacial é de capital importância nas eleições brasileiras.Políticos retêm votos em áreas específicas do distrito, e esforçam-se em destinar recursosorçamentários para tais localidades. Mas dessa constatação não se segue que paroquialismoimplique personalismo político.

Por um lado, porque o localismo identificado pode ser um reflexo da estratégia perseguidapelos partidos ao comporem suas listas de candidatos. O aclaramento dessa questão pede umacomparação entre a dispersão espacial dos votos partidários e dos votos dos parlamentares, demodo a contrapor a competição intrapartidária à disputa entre as diferentes agremiaçõespolíticas, em cada unidade geográfica. A questão do personal vote no Brasil aguarda, assim,

Page 67: 10-DossierBrasil.pdf

67

ampliação das investigações empíricas e maior esforço analítico, de modo que permita elucidarseu alegado impacto sobre as instituições políticas nacionais.

Page 68: 10-DossierBrasil.pdf

68

Referências

AMES, B. (2001). The Deadlock of Democracy in Brazil. Cambridge: Cambridge University Press.

___________ . (1995a). “Electoral Strategy Under Open-List Proportional Representation”.American Journal of Political Science, vol. 39, nº 2, maio.

___________ . (1995b). “Electoral Rules, Constituency Pressures, and Pork-Barrel: Bases ofVoting in the Brazilian Congress”. The Journal of Politics, Vol. 57, nº 2, maio.

___________ . (1993a). “Wheeling, Dealing, Stealing and Apealing: Bases of Voting in theBrazilian Congress”. Washington University Political Science Department Paper nº 217.

___________. (1993b). “Understanding New Legislatures? Observations and Evidence fromthe Brazilian Congress”. Washington University Political Science Department Paper nº 215.

___________ . (1992). “Disparetely Seeking Politicians: Strategies and Outcomes in BrazilianLegislative Elections”. Departamento de Ciência Política e Relações Internacionais.Universidade de Brasília.

____________ . (1991). “Electoral Strategy and Legislative Politics in Brazil, 1978-1990”.Department of Political Science. Washington University.

______________. (1986). “O Congresso e a política orçamentária no Brasil durante o períodopluripartidário”. Rio de Janeiro: Revista DADOS, vol. 29, n. 2.

CAIN, B., FEREJOHN, J. and FIORINA, M. (1987). The Personal Vote: Constituency Service andElectoral Independence. Harvard University Press.

FIGUEIREDO, A. e LIMONGI, F. (2002a). “Incentivos Eleitorais, Partidos e PolíticaOrçamentária”. São Paulo: mimeo.

_______________________________. (2002b). Em Busca do Orçamento Perdido – (I), (II) e (III).São Paulo: mimeo.

________________________________. (2000a). “Forma de Governo, Leis Eleitorais ePoder de Agenda”. Trabalho apresentado ao XXIIIº. ENCONTRO ANUAL DA ANPOCS.

_______________________________. (2000b). Executivo e Legislativo na formulação e execução doOrçamento Federal. Trabalho apresentado no II Encontro da Associação Brasileira de CiênciaPolítica. São Paulo, novembro.

_______________________________. (1999). Executivo e Legislativo na nova ordem constitucional.Rio de Janeiro: Editora FGV.

Page 69: 10-DossierBrasil.pdf

69

_______________________________. (1996). Congresso Nacional: Organização, ProcessoLegislativo e Produção Legal. Cadernos de Pesquisa CEBRAP, nº 5. Editora Entrelinhas.

________________________________. (1993). O Desafio do Congresso Nacional: MudançasInternas e Fortalecimento Institucional. Cadernos de Pesquisa CEBRAP, nº 3. Editora Entrelinhas.

FIORINA, M. (1977). Congress: Keystone of Washington Establishment. New Haven: Yale UniversityPress,.

LAMOUNIER, B. (1994 ). “A democracia brasileira, de 1985 à década de 90: a síndrome daparalisia hiperativa”. In: VELLOSO, J. P. R. (org.). Governabilidade, sistema político e violênciaurbana. Rio de Janeiro: José Olympio,.

____________________. (1984). “Apontamentos dobre a questão democrática brasileira”, inLAMOUNIER, Bolívar, ROUQUIE, Alain e SCHVARZER (orgs.). Como Renascem asDemocracias. São Paulo: Brasiliense.

LAMOUNIER, B. e MENEGUELLO, R. (1986). Partidos políticos e consolidação democrática. SãoPaulo: Brasiliense.

LANCASTER, T. (1986). “Electoral Structures and Pork Barrel Politics”. International PoliticalScience Review, vol. 7.

LIMONGI, Fernando (1996). “Organização legislativa e os partidos políticos”. São Paulo:Instituto Konrad Adenauer.

LINZ, J. (1991). “Presidencialismo ou Parlamentarismo: Faz Alguma Diferença?”, inLAMOUNIER, B. (org.). A Opção Parlamentarista. São Paulo: Sumaré.

MAINWARING, S. (1991). “Políticos, partidos e sistemas eleitorais”. São Paulo: NovosEstudos CEBRAP, nº 29, março.

__________________. (1990b). “Brazil: Weak Parties, Feckless Democracy”. Trabalhopreparado para o Encontro Annual da American Political Science Association, em SãoFrancisco, Califórnia.

__________________, (1990a). “Brazilian Party Underdevelopment in ComparativePerspective”. Kellog Institute: Working Paper nº 14, University of Notre Dame.

MAYHEW, D. (1974a). Congress: The Electoral Connection. New Haven: Yale University Press.

____________.(1974b). “Congressional Election: The Case of the Vanishing Marginals”.Polity, nº 6.

Page 70: 10-DossierBrasil.pdf

70

NICOLAU, J. M. O Sistema Partidário Brasileiro (1985-94): Um Estudo sobre as Razões daFragmentação. Tese de Doutorado apresentada ao IUPERJ (Instituto Universitário de Pesquisado Rio de Janeiro), 1995.

POLSBY, N. (1968 ). “The Institutionalization of the U. S. House of Representatives”.American Political Science Review, 62.

SAMUELS, D. J. (1997). “Determinantes do voto partidário em sistemas eleitorais centradosno candidato: evidências sobre o Brasil”. DADOS- Revista de Ciências Sociais, vol. 40, n. 3.

________________ . (1998). Carreerism and Its Consequences: Federalism, Elections and Policy-Making in Brazil. Tese de doutorado: Universidade da Califórnia, San Diego,.

SILVA, L. V. A. da. (1999). Sistemas Eleitorais: tipos, efeitos jurídicos-políticos e aplicação ao casobrasileiro. São Paulo: Malheiros Editores.

Page 71: 10-DossierBrasil.pdf

71

DOSSIER BRASIL

La anomalía brasileña: el Partido dosTrabalhadores

Page 72: 10-DossierBrasil.pdf

72

CONDICIONES DE EXISTENCIA EN EL OFICIALISMO:EL PT, EL MST Y LA CUT EN EL GOBIERNO LULA

DOLORES ROCCA RIVAROLA

Introducción

El Partido dos Trabalhadores (PT), el Movimento dos Trabalhadores Sem Terra (MST) y la CentralUnica dos Trabalhadores (CUT) han sido el foco de numerosos estudios, especialmente entérminos de su relación con el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y de las transformacionesque estas organizaciones experimentaron en los años previos a 2002, momento de llegada deaquél a la presidencia.

El propósito de este trabajo es analizar a estos actores colectivos —junto con algunasfuerzas políticas de la base parlamentaria de Lula— en tanto parte de lo que podríamosdenominar el oficialismo. Este concepto refiere al conglomerado de sectores organizados quefueron confluyendo, alejándose y realineándose en torno de la figura de Lula. En otrostérminos, la base organizativa en la que se sostenía el presidente, y cuyas organizaciones yespacios políticos desarrollaron manifestaciones públicas de apoyo a la política oficial o a lafigura misma del primer mandatario. Se trata, asimismo, de organizaciones y espacios conalgún grado de presencia institucional en el gobierno, ya sea en el Estado o en candidaturaselectorales en apoyo al presidente. La noción de oficialismo no equivale a la de coaliciónpartidaria, porque aquella implicaría una reducción de la amplia diversidad de sectores queconformaban la órbita política de Lula y que lo sustentaban (no sólo en el parlamento o en elgabinete).

A través del análisis de entrevistas cualitativas realizadas entre 2008 y 2009 en San Pabloy Río de Janeiro a miembros de las tres organizaciones (además de documentos elaborados poréstas y declaraciones públicas de sus miembros), se examinará aquí un aspecto de lapertenencia de estas tres organizaciones al oficialismo de Lula durante su primer gobierno: lascondiciones de existencia dentro del conjunto. La noción de condiciones de existencia aludeno a requisitos para pertenecer, sino a condiciones prácticas en las cuales los entrevistadosconsideraban que se encontraban sus organizaciones u espacios en tanto actores dentro deloficialismo. Este concepto refiere a un conjunto de dimensiones tales como el origen de larelación con el gobierno, el lugar que interpretaban como propio dentro del conjunto (rol) y el

Doctora en Ciencias Sociales (UBA). Becaria Post-doctoral Instituto de Investigaciones GinoGermani (Fac. Ciencias Sociales-UBA)

Page 73: 10-DossierBrasil.pdf

73

impacto que los entrevistados identificaban como derivado de la pertenencia al oficialismosobre sus propias organizaciones.1

Condiciones de existencia dentro del oficialismo

Las condiciones de existencia, que ya han sido definidas, serán desarrolladas aquí a partirde dos de esas dimensiones antes mencionadas, que podríamos traducir en ejes, pensados apartir de la propia lógica del relato de los entrevistados: a) el carácter original del vínculoestablecido por los distintos actores del espacio partidario con el gobierno; y b) el modo enque los entrevistados concebían su propio rol (el de su organización o espacio) dentro deloficialismo.

A- Vínculo

Más allá de la caracterización que los distintos entrevistados iban haciendo de la relaciónque sus organizaciones o espacios respectivos mantenían con el gobierno, se perfilaba unadiferencia significativa derivada del momento en el que se forjaba el vínculo o la incorporaciónal oficialismo. Y era significativa porque parecía condicionar las definiciones de pertenencia,los modos de manifestación de la lealtad y el apoyo. Por un lado, un vínculo por coyuntura,forjado en el mismo desenvolvimiento del gobierno (o frente a la segunda vuelta electoral enlas elecciones de 2002). Y, por otro, un vínculo histórico, definido por una trayectoria común,y tensado por la coyuntura.

I. Vínculo por coyunturaPor un lado, había una parte del oficialismo cuyo apoyo al presidente era decidido con

posterioridad a la llegada del mismo al poder. Ello podía definirse a partir de una lecturapositiva de las medidas tomadas por el gobierno o bien ser presentado por los entrevistadoscomo un producto directo de negociaciones con el presidente o con intermediarios(especialmente José Dirceu). Este vínculo forjado a partir de la coyuntura caracterizaba, porejemplo, a varios de los sellos partidarios brasileros que fueron confluyendo en la baseparlamentaria oficialista y obteniendo cargos en el gobierno y que no habían mantenido unarelación histórica de alianzas con el PT: PMDB, PP, PTB, etc. Esos aliados exhibían unadesconfianza dirigida no a Lula mismo sino a su partido de origen, al PT. Reinaldo,proveniente del PSDB –partido históricamente opuesto al PT– y que en 2005 se afiliaría al PSBpara poder ser candidato a legislador por ese partido, ilustraba esa desconfianza del siguientemodo:

1 La idea de “condiciones de existencia dentro del oficialismo” se fue delineando durante el proceso decodificación y análisis cualitativo de las entrevistas, como una categoría más conceptual, que englobabaotras más empíricas que aparecían con frecuencia en los relatos.

Page 74: 10-DossierBrasil.pdf

74

Reinaldo: La verdad es que yo era muy crítico de Lula. Estuve a favor del gobiernode Lula realmente después de que fui elegido, porque él demostró muchoscambios en su comportamiento. Hasta entonces yo pensaba que Lula tenía muchoaquella cara del PT, de huelgas y protestas. Entonces nunca había votado por Lula.En esta última elección de 2006 fue la primera vez que voté por él. Sentí que élestaba siendo un buen presidente, que había cambiado su comportamiento y queestaba dando continuidad a aquellas políticas del ex presidente Fernando Henrique[Cardoso], que habían funcionado para el país.

(Entrevista N º 25 en Brasil. Reinaldo, legislador del Partido Socialista Brasilero –PSB– en Río de Janeiro).

Más allá de si la explicación de Reinaldo de por qué decidió apoyar al gobierno nosresulta verosímil o no, era significativa su descripción de Lula y de su política. Para Reinaldo,Lula se había desprendido de su perfil histórico como líder sindical y había conducido unapolítica económica que no rompía radicalmente con la de su antecesor del PSDB (FernandoHenrique Cardoso), y aquel rumbo era un elemento central en la explicación de su apoyo.Reinaldo, asimismo, era un exponente claro de la política partidaria brasilera: su migraciónpartidaria tuvo lugar en un momento estratégico, las elecciones de 2006. Su traslado del PSDBal PSB le permitía ser candidato a un cargo por este partido, cuyos referentes locales se lohabían ofrecido. Y Reinaldo se integró al oficialismo una vez que él mismo había ganado supropio cargo como legislador por el PSB, es decir, para la segunda vuelta de las eleccionespresidenciales de 2006. La campaña de Reinaldo en la primera vuelta había sido, en sus propiostérminos, bien personalizada, sin referencia alguna a Lula o siquiera al partido al que Reinaldose había afiliado para poder ser candidato, el PSB (partido aliado a Lula).2

El testimonio de Reinaldo hacía patente cierto resquemor respecto del partido del queprovenía Lula, respecto de lo que ese partido parecía representar, y una valoración de ladistancia que el presidente habría supuestamente tomado respecto de esa tradición. Su casoilustraba un tipo de apoyo al gobierno que no era producto de una trayectoria de lucha oacción común, ni tampoco de un aval a la trayectoria del presidente y del partido del que ésteprovenía, sino que se enmarcaba en un vínculo concebido en la coyuntura misma, a partir delas medidas tomadas por el gobierno o de negociaciones con éste en el marco de una estrategiade formulación de alianzas.

II. Vínculo históricoEl otro tipo de vínculo con el gobierno que aparecía en las entrevistas era el

caracterizado por una trayectoria histórica común. Esa trayectoria común aglutinaba al PCdoB

2 Reinaldo explicaba esa personalización de su propia campaña y su adhesión a Lula recién para elballotage de 2006 afirmando que si hubiera manifestado su apoyo a Lula para la primera vuelta (cuandosu propia candidatura estaba en juego), su electorado no lo habría entendido, porque el “venía departidos de oposición a Lula”.

Page 75: 10-DossierBrasil.pdf

75

(y en menor medida al PSB3), además de al MST y a la CUT. El vínculo de esos actores era conLula y con el PT, planteándose ambos como indisociables uno del otro. Después de todo, Luladirigía el partido desde su fundación –aunque no hubiese sido su conductor formal en los añosinmediatamente anteriores a su llegada al poder– y había sido candidato en todas las eleccionespresidenciales que éste disputó. Lula encarnaba, para estas organizaciones, el legado del PT.

En cuanto al MST (organización de más peso dentro de lo que podríamos considerarorganizaciones sociales oficialistas) y la CUT (representativa de la pata sindical dentro deloficialismo de Lula), su vínculo con Lula se inscribía en trayectorias históricas comunes delucha social, sindical y política, y aparecía tensado (aunque no roto) por el rumbo encarado enla primera etapa por el gobierno de Lula.

Para el MST, Lula había sido su candidato por muchos años, aunque se incrementaran apartir de los años noventa las críticas al PT. Desde el MST se describía ese vínculo del siguientemodo:

Jair: al inicio de los años setenta, hasta el final de los ochenta, la propia iglesiacomienza a participar en la movilización, y comienza a organizar a los trabajadores.A finales de los setenta hubo una gran movilización. Ahí nacen la CUT, el PT, elMST y otros movimientos populares. Ahí surgió la idea de que necesitábamosproponer otra idea de país. Y salió la figura de Lula como candidato a presidentepara representar ese proyecto.

(Entrevista N ° 6 en Brasil. Jair, dirigente del MST en San Pablo).

Dolores: Uds. tuvieron algunas instancias de coordinación, de cooperación con laCUT en momentos específicos, importantes, durante el gobierno de Lula.

Manuela: ¿Cuál es nuestra relación con la CUT, con el PT? Hay un respetohistórico muy grande, porque nacimos en el mismo período que ellos, en elproceso final de la dictadura militar, redemocratización. Entonces a inicios de losochenta, y buena parte de la década del noventa, todos los proyectos convergíanen la transformación. Entonces está ese respeto histórico, hubo un proceso de

3 He aclarado que “en menor medida”, porque ese sello tuvo su propio candidato presidencial en 2002,Anthony Garotinho, y éste llevó a cabo una campaña de duras críticas a Lula, y especialmente al PT deRío de Janeiro, estado del que Garotinho había sido gobernador. El PSB apoyó a Lula recién para lasegunda vuelta y luego se convirtió en uno de sus más cercanos aliados. Sin embargo, la heterogeneidadal interior de este sello partidario hacía, que mientras algunos de sus dirigentes se consideraban a laizquierda del gobierno en términos políticos, otros miembros, como Reinaldo, uno de los entrevistados,constituyeran ejemplos de significativos sectores más conservadores dentro del PSB y en distintasregiones del país. El PcdoB, en cambio, había formado frentes electorales con el PT desde el retorno ala democracia.

Page 76: 10-DossierBrasil.pdf

76

lucha, de construcción de militancia muy fuerte. En la década del ochenta, muchosde nuestros militantes eran del PT, eran de los núcleos de base del PT, muchos dela iglesia, de los sindicatos rurales.

(Entrevista N ° 22 en Brasil. Manuela, militante del MST en Río de Janeiro)

Y es en el marco de ese vínculo histórico, y de la alternativa que Lula significaba ante laposible continuidad del PSDB en el gobierno, que el MST participó de la campaña de Lula en2002. Esa participación incluyó la distribución, por parte de militantes del MST, de materialproselitista (material centralizado desde la coordinación de campaña de Lula y material del PT,no un material propio del MST sobre su posicionamiento en torno a las elecciones). Según suspropios militantes, el movimiento “jugó fuerte” en esa campaña, haciendo boca de urna [términoen portugués que alude a hacer campaña en las inmediaciones de los lugares de votación](Entrevista N ° 22 en Brasil. Manuela, militante del MST en Río de Janeiro).

Luego de la llegada de Lula a la presidencia, en la propia lectura sobre el gobierno, aquelvínculo histórico aparecía tensado por la orientación que éste asumía, aunque ello no derivabaen una ruptura. Se configuraba, por tanto, una suerte de “apoyo crítico”, concebido comonecesario en vista de lo que implicaba un eventual retorno del PSDB al poder. Veamos en quéconsistía ese apoyo crítico:

Jair: Fernando Henrique tenía una clara política de dividir y destruir almovimiento. Con Lula nosotros pudimos respirar, y aunque sabíamos que noíbamos a avanzar mucho en esa área [reforma agraria], entonces comenzamos atrabajar más la cuestión interna, para reorganizar nuestros propósitos, laproducción, la alfabetización de nuestras bases, y hasta la formación más político-ideológica.

(Entrevista N ° 6 en Brasil. Jair, dirigente del MST en San Pablo).

Gildo: El tema es la dificultad que tiene el MST de haber, durante años,colaborado, en cierta medida, en el triunfo de Lula, independientemente del apoyoelectoral en la última elección […] Lula es el presidente de ellos [de los Sin Tierra].Entonces existe una dificultad muy grande de despegarse en ese punto delgobierno. Sin embargo, el presidente que es de ellos lleva adelante una política queen el campo prioriza el agro-negocio en lugar de priorizar las reivindicacioneshistóricas de los Sin Tierra.

Dolores: Ellos lo dicen eso

Gildo: Ellos lo dicen abiertamente. Por eso yo creo que es interesante esta relaciónque tienen con el gobierno... si bien tienen una relación histórica con el gobierno,también tienen ciertas consideraciones críticas en un conjunto de aspectos.

Page 77: 10-DossierBrasil.pdf

77

(Entrevista N ° 1 en Brasil. Gildo, profesor universitario que colaboraba con laEscuela de Formación Florestan Fernandes en Guanarema, San Pablo)

El “apoyo crítico” era el modo en que el MST podía no romper su relación con Lula:mediante la continuidad de las críticas al rumbo del gobierno y de la movilización yocupaciones, el MST se presentaba como un aliado histórico que podía seguirlo siendo sinsacrificar su propio proyecto y objetivos.

La CUT, por su parte, también mantenía un vínculo histórico con Lula y, a lo largo de sugobierno, lo consolidó. Y es que Lula mismo provenía de la CUT. Recordemos, en ese sentido,las palabras de Aníbal: “nosotros elegimos a nuestro candidato trabajador, nuestro líderhistórico” (Entrevista N º 16 en Brasil. Aníbal, dirigente de un sindicato de la CUT de SanPablo). Los dirigentes de la CUT tenían con Lula una trayectoria común de lucha sindical pero,también, en muchos casos, una pertenencia común al PT, partido que Lula lideraba. Para losentrevistados, las elecciones de 1989, 1994 y 1998, y luego, el triunfo del candidato en 2002eran parte de la historia de Lula pero también de la de ellos mismos y esa experiencia comúndeterminaba un vínculo muy estrecho con el gobierno electo, un vínculo sindical, partidario, yen algunos casos hasta personal. En palabras de Jonás, dirigente de la CUT en Río de Janeiro,

Jonás: Hay que registrar el hecho de que la gran mayoría de los dirigentes quehoy están en la CUT, la gran mayoría de los dirigentes de los sindicatos, milita enese campo político desde los años...desde finales de los años ochenta. Por lo tanto,la gran mayoría participó de todas las campañas de Lula. Todas las veces que él fuederrotado, la mayoría de ellos estaba allí.

(Entrevista N ° 19 en Brasil. Jonás, dirigente de la CUT en Río de Janeiro)

Y más allá de esos lazos forjados en el pasado entre la central y Lula (su líder histórico),la elección de 2002, de todos modos, marcaba un posicionamiento más explícito de la CUTcomo central en torno a la candidatura de Lula: por primera vez la CUT (dentro de la cualhabía representantes de distintas fuerzas políticas) apoyaba formal y públicamente, comocentral entera, con sus distintas tendencias políticas internas, la candidatura de Lula en primeravuelta. Es decir, por primera vez, el sector petista dentro de la CUT lograba imponer en 2002una resolución de apoyo electoral a Lula en la primera vuelta y no, como era la tradición, suproclamación recién para el ballotage (habilitando apoyos diversos entre distintos candidatos de“izquierda” para no herir la susceptibilidad de las distintas corrientes políticas dentro de lacentral). La posibilidad cierta de llegada del PT al poder homogeneizaba a la CUT. Y esaposición unitaria impuesta por los petistas de la CUT sería el antecedente de lo que luego, unavez iniciado el gobierno, se perfilaría como una homogeneización interna aún mayor, derivadade la salida de las demás corrientes políticas y la formación de nuevas centrales sindicales -CONLUTAS, Intersindical y CTB-, proceso que dejaría a la CUT como una central de caráctermás plenamente petista.

Page 78: 10-DossierBrasil.pdf

78

El vínculo histórico, la experiencia común y la noción de que en 2002 la CUT habíaelegido a su propio líder sindical y político como presidente, no significaban, de todos modos,que sus dirigentes no expresaran luego algún tipo de malestar en relación con el rumbo delgobierno, como lo ilustraba la caracterización de Aníbal, dirigente sindical en San Pablo. Losmiembros de la CUT parecían encontrarse en una difícil situación en torno a qué hacer con esedescontento. Había que defender, en su visión, aquel proyecto que había llevado a Lula alpoder, aquel proyecto en el que ellos mismos estaban insertos, que ellos “conocían pordentro”, como sostenía Jonás y al que podían querer “ajustar” pero a la vez debían“fortalecer”, en palabras de Aníbal. Veamos ambos relatos de estos dirigentes y cómo definíanel vínculo de la central con Lula:

Aníbal: Se nos crea mucha contradicción...cuando elegís un...digamos...unapersona que viene de tu propio medio. Primero, algunos creen que no es necesariohacer más nada, que todo va a pasar por la simple acción de la naturaleza. Y yodecía, no. Hay que desarrollar mucha lucha, porque la derecha es fuerte. Entoncesnosotros tenemos que hacer una disputa permanente, incluso para garantizarnosespacio en el movimiento social, y garantizar que el movimiento social continúealineado, pero no un alineamiento sumiso, sino un alineamiento consciente...deque tenemos problemas con Lula pero que queremos ajustar este, queremosfortalecerlo, no cambiarlo.

(Entrevista N º 16 en Brasil. Aníbal, dirigente de un sindicato de la CUT de SanPablo)

Jonás: Nosotros [en la CUT] bromeamos con ese tema de quién es más oficialista,con un campeonato de la CUT del más oficialista. Yo ya casi que gané esecampeonato unas tres veces [risas]. Entonces no tengo ningún problema deafirmar nuestra identidad con el gobierno de Lula, continúo creyendo que tengoabsoluta identidad con el proyecto que llevó a la elección de Lula. Es evidente queel gobierno de Lula está lleno de contradicciones. Es evidente que las tiene. Seobligó a una coalición que generó un grado de insatisfacción muy grande, perosabemos que es un avance. Queremos que sea un avance mayor pero todo eltiempo sabemos que... conocemos las contradicciones, conocemos el gobierno pordentro.

(Entrevista N ° 19 en Brasil. Jonás, dirigente de la CUT en Río de Janeiro)

III. Vínculo sin un correlato organizativoUn aspecto a resaltar dentro del oficialismo de Lula, es la ausencia de un correlato

organizativo de todo el conjunto en el vínculo establecido con el gobierno. Los entrevistadosse quejaban regularmente de la ausencia de un espacio estratégico de articulación y

Page 79: 10-DossierBrasil.pdf

79

coordinación entre las fuerzas oficialistas, de un mecanismo que organizara la dinámica internadel oficialismo.4 La reflexión de Vítor, dirigente local del PT, era representativa de esa nociónentre fuerzas políticas que habían sido aliados históricos de Lula.

Dolores: En la práctica, ¿cómo son los espacios de coordinación, de esfuerzocomún, entre el PT y el PcdoB, por ejemplo?

Vítor: La verdad no existen. No hay de verdad una coordinación de Estado Mayorentre las fuerzas políticas que constituyen el núcleo del “bloque democráticopopular” [noción aparecida en los documentos del PT, que incluía aorganizaciones que el PT consideraba más afines]. El PT, el PcdoB, el PSB, elPDT y las organizaciones de masas que esos partidos influyen no tienen hoy unespacio, un vínculo de construcción estratégica. […] Hay diversos niveles dearticulación más puntuales, pero no existe un espacio estratégico general [con esospartidos]. Y hay una diferencia que hace al caso más grave. El grado dedesarticulación de los partidos políticos en Argentina es mucho mayor que aquí.Cosas como el “kirchnerismo” no existen aquí. El PT no se siente “lulista” sinopetista. Aquí no es que los partidos no existan. Existe una tentativa [desde elgobierno] de no darles un papel importante. Es más grave. Este problema tieneque ver con el estilo de liderazgo de Lula. Es un estilo pasivo. Los espacios que élcontrola... no los convoca, no interfiere […] Ese estilo de Lula, en mi opinión,echa a perder, desperdicia, no potencia una de las ventajas comparativas quenosotros tenemos, que es un nivel alto de organicidad en comparación con otrospaíses de América Latina.

Dolores: ¿Por qué lo desperdicia?

Vítor: Porque podría aprovechar mucho más el hecho de tener un partido.

(Entrevista N º 15 en Brasil. Vítor, dirigente del PT de San Pablo).

La dinámica de un oficialismo funcionando sin un espacio de articulación permanenteentre los distintos actores y sectores, y con organizaciones políticas que no lograban incidir en

4 Recién en el segundo mandato de Lula se crearía el denominado “Consejo Político”, formalmentepresentado como un espacio de discusión y relaciones internas de las distintas fuerzas políticas con elpresidente. De todos modos, tanto Felipe, del PcdoB, como Raimundo, del PSB, dos aliados cercanosal PT, identificaban serias limitaciones en su potencialidad y en tanto ámbito de posible incidencia delos partidos de la base oficialista sobre las decisiones del gobierno. Para Raimundo, el “margen detrabajo” de los partidos brasileros en el Consejo Político era “mínimo, por no decir ninguno”. ParaFelipe, el Consejo sólo funcionaba en la crisis: “Cuando está todo bien, no. Es así la cuestión, porqueLula no es ningún angelito que vaya a dejar que nosotros lo dirijamos. Lula es muy autonomista”.

Page 80: 10-DossierBrasil.pdf

80

tanto tales sobre la orientación del gobierno era un elemento constitutivo del vínculo que esosdiferentes actores establecían con el gobierno. Lo dicho no niega que hubiese una convocatoriaa esas fuerzas políticas en tanto partidos y un posterior tratamiento también de ese carácter. Enla definición de la composición del gabinete, por ejemplo, se los tomaba en cuenta de esemodo, asignándose ministerios a representantes de los distintos sellos partidarios deloficialismo.5 De todos modos esa dinámica no caracterizaba a todos los casos. El PMDBconstituyó, en el primer gobierno de Lula, el ejemplo más evidente de la negociación individualde Lula o de interlocutores con dirigentes, legisladores y figuras del partido pero que noestaban representándolo como totalidad al incorporarse a la base oficialista en el primermandato de Lula.6 Asimismo, la composición de estos partidos en términos de los legisladorespropios era muy fluctuante dado el fenómeno generalizado de migraciones partidarias en elCongreso.

B- Rol dentro del oficialismo¿Qué rol le atribuían los entrevistados a su propia organización dentro del conjunto

oficialista, tanto en términos del papel como del espacio que ocupaban y que interpretaban seles asignaba desde el gobierno?

Podrían apreciarse tres modos de pensar el propio rol: I) asociado a la gobernabilidad, através de la movilización defensiva; y II) asociado con la incidencia sobre el rumbo delgobierno, a través de la movilización crítica. Y, por otro lado, aparecía un tercer tipo de rol(III), concebido en términos del espacio institucional que tenían esas organizaciones en elgobierno. Aquí sólo nos referiremos al primero de esos modos.

Gobernabilidad y movilización defensiva

A partir de la identificación de distintas amenazas externas al gobierno,7 en el MST y laCUT se explicitaba una noción de su propio rol en términos de consolidar y fortalecer al

5 Para Leiras (2007) ese tipo de funcionamiento en Brasil podía ser denominado como de “coalicionesinformales”, consistiendo en la formación de coaliciones a partir de la distribución de puestos en elgabinete entre partidos o figuras extrapartidarias que apoyaban al presidente.

Santos y Vilarouca (2008) relevan la composición partidaria de los gabinetes desde Sarney a Lula paraluego sostener que se mantuvo bastante, durante el primer gobierno de Lula, la proporcionalidad en ladistribución de ministerios según el peso relativo de los distintos sellos partidarios en el parlamento.6 En línea con este proceso, Santos (2005) afirma, por ejemplo, que una vez iniciado el gobierno deLula, el PT intensificó lo que el autor denomina la “cooptación” de distintos bloques del Congreso,negociando con legisladores individualmente y fomentando así la fractura de los distintos partidos.7 Aquellas amenazas variaban en su protagonismo y peligrosidad según la organización, perogeneralmente cubrían desde la prensa -que era acusada de manipular la información y de pretender unadesestabilización o desmoralización del gobierno (e incluso era considerada en algunos casos una suertede partido político opositor)-; los “grupos concentrados”, el “poder económico”, la “derecha”. Estasúltimas tres categorías oscilaban dependiendo de con qué grupos económicos o actores el gobierno

Page 81: 10-DossierBrasil.pdf

81

gobierno, y la movilización defensiva o de aclamación era presentada como un mecanismofuncional a ese papel, como un modo de hacer operativo ese rol. Es decir, frente a las distintasamenazas, los entrevistados de estas organizaciones consideraban que su defensa al gobiernopodía llevarse a cabo a través de la movilización. Era esa capacidad de movilización y dedemostración de fuerza propia lo que los distinguía de otros actores, aquello que ellos podíanaportar para sustentar al gobierno, mucho más que la tracción de votos.

En el MST, ese rol de defensa era manifestado sólo para referirse a momentosespecíficos que el movimiento concebía como de amenaza factible a la estabilidad delgobierno. Dos de ellos, como ya vimos, fueron el momento de la amenaza opositora deimpulsar un proceso de impeachment contra Lula en 2005 por los escándalos de corrupción,8 ypara la segunda vuelta en las elecciones presidenciales de 2006, en la que Lula procuraba sureelección y competía con Alckmin, candidato del PSDB. Dos testimonios ilustraban eseapoyo activo al gobierno frente a la posibilidad de que éste estuviera en peligro. João PabloRodrigues, entrevistado por la revista del propio MST, en referencia a las elecciones de 2006, yJair, dirigente del movimiento, entrevistado para este trabajo, hablando sobre las denuncias delMensalão:

Rodrigues: Establecimos como decisión política en el MST y en los otrosmovimientos, que deberíamos hacer una gran campaña para la derrota de Alckminen las urnas […] votar al presidente Lula, inclusive como voto de protesta, perosobre todo, como un intento de unificar a la izquierda en torno a un candidato quees progresista. […] Sabemos que es un gobierno con muchas limitaciones, quetiene una alianza extremadamente diferente desde el punto de vista del proyectopolítico, pero creemos que puede ayudar más a acumular en la lucha política de losmovimientos sociales que la vuelta de los tucanos [PSDB] […] no depositamosninguna ficha y ningún cheque en blanco en el gobierno de Lula. Nuestro voto fuecrítico, de autonomía. (Entrevista a João Pablo Rodrigues, Revista Sem Terra,10/11/06).

Jair: Alckmim, el PSDB, Serra...Nosotros evaluamos que no podíamos quedarnosde brazos cruzados viendo eso pasar. Tuvimos que hacer una gran reunión convarios movimientos sociales. Y ahí vimos que muchos no se involucraban. Todo el

confrontaba en ese momento. Por otro lado, aparecía la izquierda como un “otro” externo (PSTU ycentral sindical CONLUTAS).8 Según Hochstetler y Friedman (2008), cerca de 10.000 personas se manifestaron reclamando unimpeachment a Lula en agosto de 2005, y la contra-protesta en apoyo a Lula alcanzó un número similar el17 y 20 de agosto en San Pablo. Santos (2005) también menciona esas movilizaciones en apoyo algobierno por parte de la CUT y el MST. Es en esos episodios, por ejemplo, que el MST participaríadefendiendo al gobierno. Los mismos autores mencionan discursos y movilizaciones de 2006 tanto delMST como de la CUT para la segunda vuelta electoral.

Page 82: 10-DossierBrasil.pdf

82

proceso de corrupción del gobierno, algunos que aún creían en el gobierno, conese proceso cayó todo. Nosotros nos organizamos con sectores que creían que nodebíamos dejar a la derecha venir de esta forma. […] lo que pudimos hacer frentea esa situación [segunda vuelta del proceso electoral de 2006] fue mantener una ciertaposición, para evitar que la derecha pudiese venir con más fuerza. Y con esohicimos campaña en la calle, con periódicos, panfleteando.

(Entrevista N ° 6 en Brasil. Jair, dirigente del MST en San Pablo).

En ese sentido, el rol auto concebido del MST en forma cotidiana no era el de defendero afianzar al gobierno, y no se asociaba con este último. Pero ese rol de defensa sí era activadoen determinadas situaciones de amenaza concreta, en las que su posición a tomar era clara,porque en última instancia, las amenazas a la gobernabilidad de Lula, como el PSDB, erantambién amenazas para el propio movimiento. El retorno del PSDB al poder, por ejemplo,implicaría, según los entrevistados, el retorno de la represión, de la persecución ycriminalización de los sin tierra. La asociación era directa, y su contundencia era marcada encada relato explicativo del apoyo que le dan al gobierno en determinados momentos clave.9

Para la CUT, el rol de movilización defensiva asumía un sentido más permanente. Pero,en los relatos de los entrevistados, eran esos mismos dos momentos que vimos para el MST –frente al escándalo del Mensalão en 2005 y para las elecciones de 2006– los que habíanmotivado una movilización defensiva. Así lo recordaba Jonás, dirigente de la CUT, en relacióncon 2005:

Jonás: En 2005, cuando fue el show del Mensalão, se comenzó a hablar de unimpeachment a Lula, y la CUT organizó una invasión a Brasilia. El gran mensaje era:“No hay impeachment a Lula”.

Dolores: ¿Y qué organizaciones estaban?

Jonás: Todas las organizaciones, pero fue una iniciativa de la CUT. Un grandelegación de la CUT...fuimos básicamente a decir “ni se les ocurra hacer eso”. Laverdad es que decíamos “el Mensalão es un chiste, basta de campaña mediática”,pero básicamente el mensaje con el que entramos en el Congreso fue “si ustedespiensan provocar el impeachment de Lula, vamos a parar Brasil”, “prepárense paraeso”. Y los tipos retrocedieron, con miedo a aquello. Fue la primera manifestaciónvigorosa que tuvimos en el gobierno, más allá de las reivindicaciones sindicales.

(Entrevista N ° 19 en Brasil. Jonás, dirigente de la CUT en Río de Janeiro)

9 Esta movilización defensiva del gobierno esporádica y selectiva también ha sido analizada por Bringel(2006) y Vergara-Camus (2006).

Page 83: 10-DossierBrasil.pdf

83

En esta cita Jonás no sólo exhibía la noción cutista de que la movilización defensiva erauna capacidad que caracterizaba a la central (e incluso la presentaba como organizadora de lamisma). También sugería que esa movilización defensiva era efectiva, lograba su objetivo, enaquella ocasión, de evitar la desestabilización.

La cuestión de la movilización defensiva adquiría, así, mayor centralidad en los relatos deentrevistados del MST y de la CUT que en los del espacio partidario. De todos modos, enestos últimos, también podían observarse diferentes nociones sobre la movilización oficialista ysus implicancias.

La movilización de aclamación constituía, entre las fuerzas políticas que apoyaban algobierno, un criterio delimitador del tipo de vínculo forjado con éste. Cabe aclarar, sinembargo, que esa movilización no era vista como garante de la gobernabilidad en la mayoría delos entrevistados, que identificaban esa garantía mucho más en la composición de la política dealianzas (en la amplitud de la base parlamentaria y de lazos con gobernadores que Lula habíalogrado tejer). ¿Por qué, entonces, podríamos hablar de la movilización como criteriodelimitador en la visión de los propios actores? La disposición a movilizarse en defensa delgobierno aparecía sólo en el PT, sus aliados partidarios históricos y, como ya vimos, la CUT yel MST. Los sellos partidarios que conformaban la base oficialista pero que no tenían unatrayectoria común con el PT no se movilizaban en defensa del gobierno. Y aquí es donde seobservaba la noción, presente entre los entrevistados del autodenominado “núcleo” oficialistade Lula, de la movilización como delimitante de la pertenencia al conjunto, como demarcandola lealtad al gobierno. 2005 –con el escándalo del Mensalão– y, en menor medida, 2006 –cuandoLula no obtuvo los votos necesarios para vencer en primera vuelta y debió competir en elballotage contra Alckmin–, habían sido dos momentos de revitalización de la movilización queparecía desactivada desde antes de 2002 (los distintos entrevistados del PT, por ejemplo,recordaban haber participado de movilizaciones en ambas ocasiones). Pero ese aumento de lademostración activa de apoyo frente a la sensación de amenaza no se observaba en toda la baseoficialista sino sólo en aquellas organizaciones consideradas más afines al gobierno(autoconcebidas como el núcleo oficialista) y definidas por el PT como “bloque democrático-popular”: PT, PCdoB, CUT, MST, etc. Para los entrevistados de esas organizacionesmovilizadas, ello evidenciaba quiénes estaban abogando genuinamente por la supervivencia delgobierno y quiénes, por otro lado, una vez más mostraban, a través de su ausencia en losprocesos de movilización defensiva, su carácter de aliados circunstanciales.

La noción de gobernabilidad como garantizada por la movilización en defensa delgobierno, sin embargo, no fue mayoritaria en el PT durante el primer gobierno de Lula.Primaba, en cambio, la idea de una necesaria alianza parlamentaria con aquellos sellospartidarios no históricamente afines al PT para poder asegurar la sustentación del gobierno.En otros términos, la movilización defensiva no carecía de importancia para los entrevistadospetistas y de otras fuerzas dispuestas a movilizarse a favor del gobierno, pero primaba, como

Page 84: 10-DossierBrasil.pdf

84

elemento garante de la gobernabilidad, la confección de una base parlamentaria oficialistaamplia y con actores no históricamente asociados o afines al PT.

Observaciones finales

Se ha examinado, en este trabajo, un aspecto dentro del oficialismo de Lula durante suprimer gobierno: las condiciones de existencia de distintas organizaciones en tanto parte delconjunto. Para ello, se han delineado dos ejes posibles (no exhaustivos) –el vínculo con elgobierno y el rol auto concebido dentro del oficialismo- que fueron siendo construidosdurante el análisis de las entrevistas realizadas a dirigentes y militantes de esas organizacionesentre 2008 y 2009 y San Pablo y Río de Janeiro. Los argumentos esbozados aquí, por lo tanto,se restringen a las características del oficialismo brasilero en aquellos dos distritos.

Aunque gran parte de lo analizado aquí acerca de las condiciones de existencia dedistintos actores colectivos dentro del oficialismo no puede más que circunscribirse al período2002-2006, las dinámicas internas del conjunto que subyacen a esas condiciones puedenconstituir ejes pertinentes de análisis para cotejar el primer gobierno de Lula con su siguientemandato y con la administración de Dilma Rousseff.

Más allá de la comparación, más frecuentemente esbozada, de los perfiles de ambospresidentes, el análisis de sus bases de sustentación activa más allá del parlamento puedeaportar información ciertamente rica acerca del funcionamiento de esos conjuntos, que nopueden ser reducidos a coaliciones partidarias y que dicen mucho acerca de otrasproblemáticas como el rol actual de los partidos políticos, su relación con el electorado, lasmodalidades de vinculación del presidente con sus aliados y con la ciudadanía.

Page 85: 10-DossierBrasil.pdf

85

Bibliografía

Amaral, Oswaldo (2010). “Adaptação e resistência: o PT no Governo Lula entre 2003 e 2008”,Revista Brasileira de Ciência Política (RBCP), N ° 4, outubro.

Boito, Armando (1994). “The State and Trade Unionism in Brazil”, Latin American Perspectives,Vol. 21, N ° 1.

Boito, Armando; Galvão, Andréia y Marcelino, Paula (2009). “Brasil: o movimento sindical epopular na década de 2000”, Observatorio Social de América Latina (OSAL), CLACSO, AñoX, N ° 26, octubre.

Bringel, B. Marques (2006). “El lugar también importa. Las diferentes relaciones entre Lula y elMST”, Nera, Ano 9, N º 9, Julho-Dezembro.

Coggiola, Osvaldo (2003). “La crisis en el PT de Brasil”, En Defensa del Marxismo, Año 11, N º31, Agosto, Buenos Aires, Ediciones Rumbos.

Comelli, María; García Guerreiro, Luciana; Petz, Inés; Wahren, Juan (2007). “Movimiento SinTierra: antecedentes y construcción territorial”, en: Giarracca, Norma et al., Cuando elterritorio es vida: la experiencia de los sin tierra en Brasil, Buenos Aires, Antropofagia.

D’Araujo, Celina y Romero Lameirão, Camila (2009). “O compromisso sindical do governoLula da Silva”, XXI Congreso mundial de Ciencia Política IPSA, Santiago de Chile.

Di Tella, Torcuato (2003). “El sindicalismo. Tendencias y perspectivas”, en: Palermo, Vicente(comp.). Política brasileña contemporánea. De Collor a Lula en años de transformación, Buenos Aires,Siglo XXI.

Dias Martins, Mônica (2000). “The MST challenge to Neoliberalismo”, Latin AmericanPerspectives, Issue 114, Vol. 27, N º 5, September.

Freire de Lacerda, Alan Daniel (2002). “O PT e a Unidade Partidária como Problema”, en:DADOS, Revista de Ciências Sociais, Vol. 45, N º 1.

Guidry, John A. (2003). “Not just another labour party. The workers’ party and Democracy inBrazil”, Labor Studies Journal, West Virginia University Press, Vol. 28, Nº1, Spring.

Hochstetler, Kathryn; Friedman, Elizabeth Jay (2008). “Representação, partidos e sociedadecivil na Argentina e no Brasil”, Caderno CRH, VOL. 21, N º 52, Janeiro/fevereiro.

Keck, Margaret (1992). The Workers’ Party and Democratization in Brazil, New Haven, YaleUniversity Press.

Page 86: 10-DossierBrasil.pdf

86

Leher, Roberto (2005). “Opção pelo mercado é incompatível com a democracia: a crise nogoverno Lula da Silva e no PT e as lutas sociais”, OSAL, Año VI, N º 17, Mayo-agosto.

Leiras, Marcelo (2007), Todos los caballos del rey. La integración de los partidos políticos y el gobiernodemocrático de la Argentina 1995-2003, Buenos Aires, Prometeo.

Lucca, Juan Bautista (2004). “A singularidade da representação Política e sindical no BrasilContemporâneo”, Tesis de licenciatura, Instituto de Filosofia y Ciencias Humanas de laUniversidad Federal de Rio Grande do Sul, Febrero, Mimeo.

Marenco dos Santos, André Luiz (2001). “Sedimentação de lealdades partidárias no Brasil:Tendências e descompassos”, Revista Brasileira de Ciências Sociais, Vol. 16, N ° 45, febrero.

Marques, Marta Inez Medeiros (2006). “Relação Estado e MST: algunas fases e faces”, em:Lutas e resistencias, Londrina, Vol. 1, Setembro.

Meneguello, Rachel y Amaral, Oswaldo (2008). “Ainda novidade: uma revisão dastransformações do Partido dos Trabalhadores no Brasil”, BSP Occasional Papers, Oxford.

Ottmann, Goetz (2006). “Cidadania mediada. Procesos de democratização da políticamunicipal no Brasil”, Novos Estudos, N º 74, CEBRAP, Março.

Palermo, Vicente (2003). “El PT desde la oposición al gobierno y las gestiones de FernandoHenrique Cardoso”, en: Palermo, Vicente (comp.). Política brasileña contemporánea. De Collora Lula en años de transformación, Buenos Aires, Siglo XXI.

Piñeiro, Diego E. (2004). En busca de la identidad. La acción colectiva en los conflictos agrarios deAmérica Latina, Buenos Aires, CLACSO.

Power, Timothy (2008). “Centering Democracy? Ideological Cleavages and Convergence inthe Brazilian Political Class”, in: Power, Timothy; Kingstone, Peter (Editors) (2008).Democratic Brazil Revisited, Pittsburgh, University of Pittsburgh Press.

Radermacher, Reiner y Melleiro, Waldeli (2007). El sindicalismo bajo el gobierno de Lula,Montevideo, Fundación Ebert.

Ribeiro, Pedro José Floriano (2008). “Algumas notas sobre as eleições brasileiras de 2006:disputa presidencial e reafirmação da força eleitoral do PT”, em: Santander, Carlos Ugo eFreire Penteado, Nelson (org.). Os processos eleitorais na América Latina (2005-2006),Brasília, LGE.

Rubim, Antonio Albino Canelas (2003). “Cultura e política na eleição de 2002: as estratégias deLula presidente”, XII Encontro Anual da Associação Nacional dos Programas de Pós-Graduaçãoem Comunicação (COMPÓS), Recife/PE.

Page 87: 10-DossierBrasil.pdf

87

Sader, Emir (2005). “El movimiento social brasileño se aparta de Lula”, Le Monde Diplomatique,enero.

Sallum Jr., Brasilio (2003). “Brasil. De la continuidad al cambio”, Nueva Sociedad, N º 184,Marzo/abril.

Samuels, David (2004). “From Socialism to Social Democracy: Party Organization and theTransformation of the Workers’ Party in Brazil”, Comparative Political Studies, Vol. 37, N°9.

Santos, Andrea Paula dos (2006). “Trajetórias do PT e do MST: A ação política entre aResistência e a Institucionalização”, Revista FAFIBE Online, Ano 2, N º 2, Mayo.

Santos, Fabiano and Vilarouca, Márcio Grijó (2008). “Political Institutions and Governabilityfrom FHC to Lula”, in: Power, Timothy; Kingstone, Peter (Editors). Democratic BrazilRevisited, Pittsburgh, University of Pittsburgh Press.

Santos, Raimundo (2005). “Crise no Brasil: esquerda e política em tempo recente”, NuevaSociedad, N ° 200, noviembre-diciembre.

Telles, Helcimara (2006). “La política brasileña después de las elecciones presidenciales”.Presentación en el Instituto Gino Germani (UBA). 12 de octubre.

Vergara-Camus, Leandro (2006). “The experience of the landless workers movement and theLula government”, Interthesis [online], Vol.3, N ° 3, January-June.

Page 88: 10-DossierBrasil.pdf

88

DEL CLASISMO AL POPULISMO: LA TRANSFORMACIÓNDE LA IDENTIDAD DEL PARTIDO DOSTRABALHADORES.

AMÍLCAR SALAS OROÑO

El Partido dos Trabalhadores: una identidad en movimiento

Todo relato histórico presenta imprecisiones de distinto grado: establecer el recorridocontemporáneo de las identidades políticas de nuestro continente más de las veces puederesultar en un mapeo confuso, de ritmos dispares y tonalidades forzadas. Sin embargo, si en elmarco de esa historia, “disolvemos la idea de que los procesos culturales pueden ser controlados por laselites” (Sarlo, 2006: 82), y establecemos cruces entre las representaciones colectivas y las formasen que se construyen los léxicos políticos y los lenguajes circulantes, puede apreciarse que lainjerencia de determinadas instituciones de raigambre popular es más fecunda de lo que asimple vista puede parecer. Es lo que sucede y ha sucedido con el Partido dos Trabalhadores(PT): su influencia a lo largo de las últimas décadas sobre el sistema político brasileño, sobre las“visiones del mundo” que allí se confrontan, ha sido decisiva. Se constituyó en una verdadera“identidad política”, con las consecuencias performativas que supone, en tanto “conjunto deprácticas sedimentadas, configuradoras de sentido, que establecen, a través de un mismo proceso de diferenciaciónexterna y homogeinización interna, solidaridades estables, capaces de definir, a través de unidades denominación, orientaciones gregarias de acción en relación a la definición de asuntos públicos” (Aboy Carlés,2001: 54). Su presencia, que ha remodelado los términos de las disputas, es actualmente el ejedominante desde donde se definen las posiciones argumentativas, el principal centro discursivoa partir del cual se reacomodan el resto de las agendas públicas, mediáticas y políticas en Brasil.Pero hay que señalar que esta “instalación” debe ser comprendida no sólo desde el punto devista gradual de su crecimiento como fuerza electoral; también debe ser estudiada en tantosingular “interpretación” que va encontrando su propia precisión a lo largo del tiempo. Es enel dinamismo de sus “estructuras semánticas” (Tavares, 1992) donde reside buena parte de suvirtud, y lo que convierte al PT en uno de los partidos políticos más importantes de la historialatinoamericana.

En las páginas siguientes se describirá este particular movimiento histórico: el de latransformación y metamorfosis de la identidad política del Partido dos Trabalhadores.Fundado hacia finales de la década del ´70, el partido experimentó diversos cambiosideológicos que supusieron un desplazamiento de su impronta “clasista” original hacia unaasimilación “populista” en su concepción del poder. El trayecto se explica a partir de lacombinación de dos procesos: por un lado, el relacionado con las transformaciones internas delos lenguajes partidarios en el marco de su asimilación como actor gravitante del juego políticobrasileño y en tanto actor “opositor” al interior del sistema. El otro proceso de reelaboraciónprogramática viene a desplegarse con mayor intensidad una vez que el PT accede a la

Licenciado en Ciencia Política (UBA). Magister en Ciencia Política (Universidade de Sao Paulo). Doctor enCiencias Sociales (UBA). Becario Post-doctoral CONICET.

Page 89: 10-DossierBrasil.pdf

89

Presidencia en el 2002, en lo que supuso su adaptación al ambiente propio de la lógica de lagestión estatal. Se trata de dos momentos ideológicos que se complementan, elementos de unamisma trayectoria, tanto en la secuencia temporal como en sus núcleos propositivos.

La inscripción de su impronta “clasista” es deudora de las influencias de su origen: elsindicalismo de la periferia de San Pablo. La primera generación de dirigentes del partido, susposiciones, las políticas públicas resultantes aplicadas a las administraciones locales o estadualesque le tocó gestionar durante los primeros años, se construyeron en función de ladisponibilidad de recursos objetivos y subjetivos que marcaron sus inicios. En ese sentido,puede afirmarse que una determinada visión partidaria “paulista”, elaborada a partir de lospropios actores sociales a los que se pretendía representar – junto con los intelectuales ymediadores socioculturales dispuestos en aquella región del país- fue determinante para laconfección del fundacional “núcleo ideológico” del PT (Salas Oroño, 2012). Se trató, más bien,de una “perspectiva” ideológica, pues a partir de ese mismo “núcleo ideológico” seprefiguraron diversos escenarios, cada vez más amplios; por eso la visión “paulista” debe sercomprendida como un punto de partida que se desplaza y modifica con el tiempo, es decir, una“ideología en movimiento” que se presenta a la manera de una trayectoria, tal como ha sidoestudiada por varios autores (Iasi, 2003): la que va “de la clase a la Nación”.

La visión “populista” del partido se asienta precisamente sobre la extensión que supusoese punto de partida “paulista”; supone, además, un encuadramiento con propias definiciones,algunas de las cuales se remontan a una referencia histórica anterior – quizás iniciada en laetapa varguista. En cierta medida, también podría afirmarse que se trata de una micro-trayectoria entre dos términos: la que se proyecta “de la Nación al pueblo”. Durante los añosde ejercicio de la Presidencia (desde el 2002) fue apareciendo - o, más bien, consolidándose -otra visión al interior de la orientación política del partido: de manera progresiva, el “pueblo”como referencia – y el “populismo” como metáfora política- dejó de ser un anacronismo asuperar o una estigma referido a la práctica de políticos conservadores para convertirse, en suresignificación, en una forma aceptada de “pensar” y “concebir” el poder en términosgenerales. El reconocimiento de esta matriz “populista” se corresponde con las apelacionescada vez más permanentes en relación a lo popular y a la identificación que, tanto con Lulacomo con Dilma, asumen los lazos representativos que se propician.

Tensiones ideológicas en el Partido dos Trabalhadores

Por lo tanto, en términos secuenciales, pueden distinguirse en la historia política del PTdos cuerpos doctrinarios, que van a desplegarse de manera sucesiva: un inaugural “clasismo”,acorde con las tradiciones de izquierda dentro de las cuales el PT vino a instalar un específico“socialismo petista”, y el “populismo” de los últimos tiempos, expresado de manera máselocuente en la propia figura política de Dilma - cuyo biografía no sólo evoca la lucha armadasino también, y quizás esto sea más determinante, un recomienzo político en las estructuraspartidarias del laborismo de Brizola, principal heredero de la experiencia política varguista. Así,si la idea de “clase” va siendo desplazada, la noción de “pueblo” es la que comienza a tenermayor protagonismo en los léxicos políticos de los principales dirigentes y en las Resolucionesy Declaraciones partidarias de los últimos años. En todo caso lo que tiene que quedar bienclaro es que se trata de un mismo movimiento ideológico – de dos momentos- el que supuso esta

Page 90: 10-DossierBrasil.pdf

90

construcción dialéctica de la fuerza política. En las páginas siguientes se describirá, a partir dealgunos documentos partidarios emblemáticos, las transformaciones señaladas en el sentido“de la clase a la Nación” para volver luego sobre el pasaje “de la Nación al pueblo”, último“giro discursivo” vinculado a la idea de la “protección social”, tal como se comentará hacia elfinal del trabajo.

Por las circunstancias de su fundación y el momento de su arribo a la presidencia, unregistro documental del Partido dos Trabalhadores resulta un indicador emblemático del pasodel tiempo en tanto atraviesa - y actúa sobre – situaciones de muy diversa índole: el final de ladictadura, la reaparición en escena del movimiento sindical, la agitación ciudadana ligada a lafundación de la Nueva República, una Asamblea Constituyente, el final abrupto del primerPresidente de la redemocratización, reorientaciones geopolíticas internacionales y, finalmente,las secuelas socio-culturales de diez años de neoliberalismo, manifestaciones moldeadas por uncapitalismo ejemplaramente anómalo (Oliveira, 2003). Sobre este terreno de complejadialéctica, el PT no dejó de afianzarse: desde las primeras intendencias importantes deFortaleza – en 1985-, San Pablo, Porto Alegre y Vitoria – en 1988- el partido fue suscitandoadhesiones, votos, acumulando militantes – hoy en día tiene más de 1.500.000 afiliados -intelectuales de diversas orientaciones, y sumando como cuadros políticos a representantes dediversos sectores de la sociedad. Actualmente es el principal partido brasileño que confirma elvoto “en función de una identificación” (Balbachevsky; Holzhacker, 2004: 252): habiendo sido re-electo Lula con el 62% de los votos en el 2006, tras la contundente victoria de Dilma en laselecciones presidenciales del 2010 y las elecciones municipales del 2012, puede afirmarse, sinexageraciones, que el Partido dos Trabalhadores se ha convertido en la principal fuerzapolítico-partidaria de la historia democrática brasileña. Administra un gran número deintendencias del país, y junto a su coalición gubernamental, controla el Senado Nacional y tienemayoría en la Cámara de Diputados. Y lo que lo hace una fuerza política singular para estostiempos: en su último IV Congreso Nacional del 2010 reafirmo su compromiso “con losvalores socialistas y democrático”, con más de mil delegados de todo el país.

El Partido dos Trabalhadores surgió como un producto tan original que su aparición fuesaludada por la reflexión académica como una “novedad”1: “para nosotros, lo que explica la novedades, sobre todo, la ruptura con los padrones de organización partidaria conocidos en el país” (Meneghello,1989: 15). Se trata de una de esas experiencias inéditas puesto que “la izquierda latinoamericananunca logró movilizar al movimiento obrero y representarlo” (Lozano, 2005: 131). La novedad tenía untrasfondo sociológico: era la clase trabajadora la que estaba promoviendo su reingreso en elescenario político, de la mano de una vigorosa acción sindical proveniente de una región de laque los intelectuales y los analistas brasileños jamás hubieran esperado alguna rebeldía de la

1 Son numerosos los estudiosos que se han dedicado a analizar el surgimiento del Partido dosTrabalhadores, entre ellos, Iasi, Mauro (2006) As Metamorfoses da consciência de classe. São Paulo: ExpressãoPopular, Singer, André (2002) O PT. São Paulo: Publifolha, César, Benedito Tadeu (2002) PT: acontemporaneidade possível. Porto Alegre: Editora da Universidade; Meneguello, Raquel (1989) PT: aformacão de um partido. São Paulo: Paz e Terra; Berbel, Márcia Regina Partido dos Trabalhadores: tradicão eruptura (1978-1980) São Paulo: Dissertacão-FFLH/USP; Sader, Emir y Oliveira, F (org.) (1986) E agoraPT: caráter e identidade. São Paulo: Brasiliense; Pont, Raul (1985) Da critica ao populismo à construcão do PT.Porto Alegre: Seriema; Gadoti, Moacir y Pereira, Otavio 1989 Para que PT? São Paulo: Cortez.

Page 91: 10-DossierBrasil.pdf

91

conciencia – de clase. “Lo interesante es que aquello que se moverá es una fracción de clase que secorresponde exactamente con aquella a la que la acción del capital había apostado sus fichas, o sea, un nuevoproletariado divorciado de la experiencia de las décadas de luchas anteriores, reclutado a partir de los migrantesinternos, localizado fuera de la ciudad de São Paulo en un nuevo polo industrial (el ABC), plenamenteconvencido de la separación profiláctica de las luchas económicas reivindicativas y la dimensión política, valoradacon un poco de saludable desconfianza y puro preconcepto” (Iasi, 2006: 362). Al momento de asumir laPresidencia del Sindicato de los Metalúrgicos de San Bernarndo do Campo e Diadema, en1975, Lula inaugura un ritmo – y un sentido- de la acción política que será una improntadeterminante, años más tarde, en el proyecto político del PT: “el futuro depende del presente, las victoriasdel mañana serán el fruto de lo que hacemos hoy. Con la certeza de que, solamente mediante nuestra propiaacción, conseguiremos alcanzar los objetivos deseados por la clase a la que representamos.”(Rainho; Bargas,1983: 187).

La represión dictatorial al movimiento sindical le imprimió un contenido que forzó sucorrimiento hacia la política: una “necesidad objetiva”, pedagógica, impulsora de la concienciade la necesidad de una organización propia de los trabajadores. En la Carta de Principios(1979) – documento preliminar anterior a la Fundación- se enuncia esta necesidad: “Los malesprofundos que se abaten sobre la sociedad brasileña no podrán ser superados sin una participación decisiva delos trabajadores en la vida de la Nación. El instrumento capaz de propiciar esa participación es el PT”.(Almeida; Vieira; Cancelli; 1998:50). En esta oportunidad el PT se declara “abierto a laparticipación de todas las camadas asalariadas del país”, excluyendo a aquellos representantes de las“clases explotadoras”: “el Partido dos Trabalhadores es un partido sin patrones”. Esta Carta dePrincipios irá acompañada de una Declaración Política y una Plataforma Política, en la que seanuncian las principales medidas que, según el partido, era de urgencia implementar. En laDeclaración Política – también de 1979- “el PT se define como el partido de las masas populares” quecomprendería, a todas las categorías “explotadas”, desde la industria hasta los bancarios,profesores, empleados públicos, empleados de comercio, profesionales liberales, estudiantes,etc. Esta amplitud, sin embargo, no repercute demasiado en la conformación de la ComisiónNacional Provisoria, de 1979, donde la proporción de obreros industriales llega al 47% de losmiembros. En el Manifiesto de Fundación – 1980- los elementos doctrinarios, lascaracterizaciones de clase y el perfil del partido confirman los documentos previos: “el Partidodos Trabalhadores nace de la voluntad de independencia política de los trabajadores ya cansados de ser masa demaniobra de los políticos y los partidos comprometidos con el mantenimiento de la economía, social ypolíticamente. Nace, por lo tanto, de la voluntad de emancipación de las masas populares. Los trabajadores yasaben que la libertad nunca fue y nunca será otorgada libremente, sino que será obra de su propio esfuerzocolectivo”. El PT se afirma como un “partido amplio y abierto a todos aquellos comprometidos con la causade los trabajadores y su programa”. La cuestión de la “amplitud” y de la “clase ampliada” será unacuestión fundamental sobre la que pivoteará en círculo gran parte de la historia política del PT.

Todas las Declaraciones, Manifiestos y Resoluciones que aquí citamos del Partido dos Trabalhadores,salvo los del III y IV Congreso Nacional y el Documento “El Socialismo Petista” del VII EncuentroNacional –que pueden consultarse en http://www.pt.org.br - fueron extraídas de la compilaciónrealizada por Almeida, Jorge; Vieira, Maria; Cancelli, Vitória (org.) (1998) Resolucões de encontros e congresos.São Paulo: Fundacão Perseu Abramo, de allí que de aquí en adelante se decide no repetir la fuente encada una de las citas realizadas a lo largo de este trabajo.

Page 92: 10-DossierBrasil.pdf

92

A contramano de lo que muchas veces se cree, en el Manifiesto de Fundación no seexpresa la meta socialista, apenas se habla de que el PT pretende “llegar al gobierno y a la direccióndel Estado” para realizar una “democratización” desde el punto de vista de los trabajadores,transformaciones que culminarían en una “sociedad igualitaia, donde no haya explotados niexplotadores”. La cuestión del socialismo – mejor dicho, de la “meta socialista”- sólo va aaparecer en ciertas definiciones del I Encuentro Nacional – en 1981. El discurso de Lula eneste I Encuentro Nacional será uno de los momentos claves en la constitución de la identitariadel partido: “El sindicato es la herramienta adecuada para mejorar las relaciones entre capital y trabajo, perono queremos simplemente eso. No queremos apenas mejorar las condiciones del trabajador explotado por elcapitalista. Queremos cambiar la relación entre capital y trabajo. Queremos que los trabajadores sean los dueñosde los medios de producción y de los frutos de su trabajo. Y eso sólo se consigue con la política”. El hecho decolocar la orientación hacia “los medios de producción” dispone la argumentación hacia unobjetivo estratégico socialista, tal como queda explicitado en la famosa frase, también deldiscurso de Lula: “Nosotros, los del PT, sabemos que el mundo camina hacia el socialismo [...] queremosuna sociedad sin explotadores. Qué sociedad es esta sino una sociedad socialista?” Establecida la “metasocialista”, la cuestión era descifrar a qué tipo de socialismo se estaba aludiendo. Aquí aparece,desde otro ángulo, otra “novedad” del propio movimiento: se trata de un original “socialismopetista” que recoge una saludable crítica tanto a las formulaciones predominantes del PCBrespecto de lo que debería ser un partido de los trabajadores, como a la visión “paternalista” –y un tanto anticuada - del PTB. El “socialismo petista” asumía la presentación ya realizada enla Carta de Principios, en el sentido de que se trata de un “proceso a construir” a partir de las“exigencias concretas de las luchas populares”, con un determinado sentido y dirección. Se trata de unavance importante en térmnos de la conciencia: proceso histórico y proyecto político comienzan afundirse en una nueva experiencia de la clase trabajadora.

En el II Encuentro Nacional – 1982- se presentarán una Plataforma Nacional Electoral yuna Carta Electoral, teniendo como objetivo las elecciones convocadas por el régimendictatorial para ese año. Eran traducciones tácticas de los principios bosquejadosanterioremente, con algunos cambios. Si en la Plataforma Política – 1979- se había realizado unmínimo punteo de las urgencias a resolver en el país y la mayoría de las políticas públicas a seraplicadas en lo inmediato tendían a “estatizar” importantes sectores de la economía, en este IIEncuentro hay una instistencia en la necesidad de un “fuerte planeamiento de la economíanacional...sometido al control popular”: con la mera formulación de la “estatización” no alcanza ytiene que haber un involucramiento mayor por parte de los trabajadores en lo que hace a lagestión – política. Otro elemento interesante de este II Encuentro Nacional es la ponderaciónque se realiza de lo que implica la vía electoral y las alianzas con otros partidos. La enunciaciónde que “no habrá candidatos en el partido, sino del partido” y de que “el PT no hará coaliciones”, puedecomprenderse como la aceptación propia, por primera vez, de una identidad política definidade cara a la ciudadanía: es el momento a partir del cual el partido se asume a sí mismo como unverdadero actor en un juego donde participan otros.

El III Encuentro Nacional – 1984- intentará coordinar precisamente el inmensocrecimiento del partido; se especifican, mediante la aprobación de un Reglamento Interno, lastareas de organización, finanzas y formación política, procurando encontrar las formas másplurales posibles: “democratización” de la sociedad y del partido al mismo tiempo. Hay querecordar que los imaginarios de la época están muy marcados por las tensiones que se generanen torno a la salida de la dictadura, las formas del traspaso, el papel de la ciudadanía, etc. En

Page 93: 10-DossierBrasil.pdf

93

este III Encuentro Nacional, todavía, se insistirá con que “para transformar la sociedad, no basta contomar el poder del Estado. Para nosotros, el poder no simplemente se toma, sino que se contruye”, y seempieza a utilizar repetidamente un término específico, como lo resaltan la mayoría de losestudiosos del partido: la “acumulación de fuerzas”, que no sólo está describiendo el caráctergradualista que tendrán los cambios futuros - “el socialismo que se construye”- sino que además essintomático del lenguaje cada vez más sofisticado de las Resoluciones, efecto del papel queempiezan a tener los intelectuales en las articulaciones políticas de la época - grupo que luegode la amnistía recupera una presencia social perceptible.

El Encuentro Extraordinario del PT – 1985- está marcado por las posiciones en torno ala particpación – o no- en el Colegio Electoral. Por primera vez aparecen discrepancias entre labancada parlamentaria y las posiciones de la Dirección Nacional. Se vuelve a insistir en que loscandidatos y, eventualmente, los diputados, son del partido y no consecuencias de fracciones enel partido, mostrando claramente la importancia de los “mandatos” surgidos desde la base. ElIV Encuentro Nacional – 1986-, como bien señala M. Iasi, inaugura una etapa de losdocumentos partidarios que dice bastante respecto de la corporeidad que va adquiriendo el PT.Por primera vez, “el partido se formula una caracterización acerca de la formación social brasilera, actividadque se constituirá en una cuestión importante para la elaboración de una estrategia en el encuentro siguiente”(Iasi; 2006: 395). Se desarrollan diversos temas como el desarrollo capitalista brasileño, laestructura de clase y las condiciones subjetivas de las clases populares. Se marcan las diferentesetapas en las cuales el capitalismo brasileño, “con una poderosa clase burguesa”, fue integrandoparcialmente a distintos sectores de la sociedad; al mismo tiempo, se hace hincapié en lasdesigualdades generadas por la propia dinámica de la acumulación. Lo interesante de lasResoluciones de este IV Encuentro Nacional es que, respecto de la identidad del PT, hay unacompaginación de los informes anteriores, sectoriales, en un mismo análisis: la dinámicacapitalista, antes observada casi exclusivamente desde el punto de vista industrial, ahorainforma sobre todas las regiones del país, en su mayor o menor desarrollo, y afecta a todas lasclases y fracciones de clases: la clase media – urbana y rural-, los asalariados formales einformales, los migrantes internos, los trabajadores temporarios, todos, son contemplados en eldiscurso del PT. Se trata de una formulación un tanto ambigua e intermitente– “conjunto de laclase”, “bloque social”, “clases trabajadoras”- dispuestas en su “acumulación de fuerzas”. De estaforma, el partido comienza a proyectarse hacia la sociedad como un todo, abarcando a unconjunto más amplio de la ciudadanía: esto es lo que justifica – o no- la necesariedad de una (omás) alianzas políticas, para darle unidad al “conjunto heterogéneo de fuerzas políticas y sociales”.

Hay que tener siempre presente que desde el fin del régimen militar hasta el año 1987,año del V Encuentro Nacional, la vida cotidiana brasileña se caracteriza por grandesmovilizaciones callejeras, con fuerte contenido obrero y con reivindicaciones de diferentessectores2; es el clima de apertura de una de las dictaduras más extensas del continente. En elplano político, 1987 estará pautado por la lucha contra la prorrogación del mandato a cincoaños del entonces presidente J. Sarney. El V Encuentro Nacional impone una diferenciaciónentre estrategia y táctica partidaria frente a la multiplicación de opiniones divergentes y defracciones al interior del partido; se priorizan los aspectos relacionados con aquellas cuestiones

2 Sobre el clima de época de luchas reivindicativas, ver: Gennari, Emilio (1999) “O Movimento operáriosindical no Brasil: uma panorâmica dos últimos 15 anos” en Sindicato e organizacão de base. São Paulo:CPV.

Page 94: 10-DossierBrasil.pdf

94

organizativas que aseguren internamente la coherencia y la unidad. Las distintas tendencias secomprimen en la reafirmación del “socialismo petista” que se convierte en un “objetivoestratégico”, cuya exclamación es, al mismo tiempo, un recurso de alteridad frente a lacompleja escena política brasileña: “Podemos decir, hasta este punto, que las formulaciones representabanun esfuerzo de constitución de una identidad que buscaba contrarestarse frente a algo localizado por fuera delgrupo (por ejemplo, los políticos progresistas del PMDB, los partidos comunistas, los sindicalistas vinculados ala vieja estructura sindical, la política tradicional…”(Iasi; 2006: 416). Pero la consolidación de laestrategia y las diferentes tácticas se expresan más claramente en el nuevo giro respecto de la“política de alianzas”, cuya reformulación va acompañada por una descripción novedosarespecto del “bloque social”: aparecen camadas que, sin ser exactamente de la “clase trabajadora”– como microempresarios urbanos y rurales, asalariados no fabriles y agrícolas- “poseenprofundas contradicciones con el capital y, por eso, pueden incorporarse a la lucha por transformaciones socialesen un sentido socialista”. Así es como la “política de alianzas” adquiere substancialidad históricapara la identidad partidaria: deja de ser, si es que en alguna de las resoluciones anteriores podíallegar a pensarse que lo era, una “cuestión de principios” para pasar a ser una decisiónpartidaria que debe ajustarse a la “correlación de fuerzas”. La estrategia declarada pasa aestructurarse sobre una dimensión temporal elástica, pues las condiciones generales de lacoyuntura, en 1987, no permiten en el corto plazo “cambios revolucionarios”: la “acumulaciónde fuerzas”, mediante la acción combinada de “movilización de masas” y las disputaselectorales, dirigida organizadamente por el PT, suponía un plazo histórico lo suficientementeamplio y “en construcción”. Con estos elementos, sintetizados en el V Encuentro Nacional, elPT culmina una etapa fundacional: el sistema político brasileño cuenta con una opcióndefinida, que ha encontrado su propio espacio de significación y su propia identidad política.

La derrota de 1989 y el VII Encuentro Nacional -1990- inician un nuevo período del PT.En en lenguaje de las Resoluciones, influenciado por las reorientaciones geopolíticasinternacionales y los “cambios de paradigmas” que se bosquejan en los circuitos intelectuales,el partido empieza a reorientarse a partir de “presupuestos democráticos”: “El comprimoso de raízcon la democracia nos hace igualmente anticapitalistas”, donde lo que cuenta es “la igualdad fundamentalentre todos los ciudadanos”. Por el crecimiento de los años anteriores, tanto socialmente como ensu proyección institucional, la relación entre las direcciones y las bases partidarias empieza amostrar signos de fricción. Por eso es que, organizativamente, a partir de este momento losEncuentros/Congresos van a ocuparse específicamente de una doble necesidad: resolver lasdiferencias internas y disponer los planes de acción futura. La cuestión de si el PT era un“partido de masas” o un “partido de cuadros” que, en principio, había sido resuelta en el VEncuentro Nacional con la figura de un “partido de masas organizado por cuadros militantes”, vuelvea aparecer, con una nueva solución: distinguir entre “base militante” (los que actúan en la vidaorgánica del partido), “base partidaria” (afiliados) y “base social”(sectores que se relacionancon el partido de manera esporádica). El famoso Documento “El Socialismo Petista”aprobado en este VII Encuentro Nacional, y que será reafirmado varias veces de allí enadelante, es una prolongación de las posiciones anteriores sobre el tema; contiene algunasdefiniciones novedosas, como la necesidad de una unidad entre “socialismo y humanismo” o laimportancia de una “recuperación ética de la política”.

El carácter más inclusivos de los Congresos, a difrencia de los Encuentros – el ICongreso Nacional se reúne en 1991- permitirá no sólo que una mayor base partidaria se hagapresente al momento de la deliberación sino que posibilitará una publicidad mayor de las

Page 95: 10-DossierBrasil.pdf

95

actividades internas del partido: durante esos días la cobertura mediática potencia áun más lafederalización del PT como opción política mediatizada y consciente y no simplemente como unacandidatura popular coyuntural, como podría haberse supuesto en 1989. Las posicionesprincipales de este I Congreso Nacional – “la democracia es un medio y un fin”- ajustan sus juiciossobre los “socialismos reales” y, dada la equilibrada “correlación de fuerzas” interna, danespacio a determinadas posiciones que se reflejarán en la meta de la “Revolución Democráticay Popular” del 8 Encuentro Nacional – 1993- que recoloca al “socialismo petista” bajo unaretórica polarizada que intenta “aislar a las elites y reducir su poder de maniobra” en vistas a laselecciones presidenciales del año siguiente. Lo que suecede de allí en adelante, una vezconsolidado el bloque político de F. H. Cardoso en la Presidencia, podría resumirse bajo dosaspectos: por un lado, hay una fuerte exposición de algunos liderazgos partidarios queterminan reorganizando las formas internas de agrupamiento y conformación de tendencias,fenómenos que también se registran en los movimientos sociales afines y en los sindicatos3;por otro lado, tal como lo confirma el X Encuentro Nacional -1995- se inicia una período conuna nueva estrategia: “el PT deberá dar un salto de cualidad: reelaborar su estrategia de poder, desarrollarun proyecto de sociedad [...] alternativo al neoliberalismo [...] articulando fuerzas sociales amplias”. Laamplitud se hace cada vez más inclusiva pues ya se corresponde con una identidad política quese formula apoyándose esencialmente en lo nacional: “La defensa de la Nación exige una nueva políticaeconómica y una alianza social más amplia”.

El proyecto del PT deviene, entonces, en una opción definitvamente nacional, comoquedará explicitado en el texto del XII Encuentro Nacional – 2001: “el apoyo de amplias fuerzassociales que den soporte al Estado –Nación”, cuestión que habilitaría la alianza con el Partido Liberal(PL) en el 2002. Ahora bien, el hecho de que el PT asuma este perfil debe entenderse enrelación al marco histórico en el que se encuentra: la posibilidad de establecer “rupturas” alcomplejo mapa económico-social neoliberal hace que el PT se dirija hacia formas de lo políticoque, si bien no formaban parte de sus núcleos ideológicos originales, constituyen principiosteórico-prácticos que permiten gestionar los cambios con cierto grado de efectividad. Alaceptar a “la Nación” como centro referencial y objeto de su proyección política, el PT asumeuna “amplitud” que permite el ingreso de ciertos elementos soterrados – pero parecidos a losde otras fuerzas políticas que se proponene objetivos similares; esto explica las adaptaciones“populistas” que empiezan a escucharse en las declaraciones públicas de algunos dirigentes, lareorientación desenvolvimentista de sus cuadros económicos, el énfasis en la integraciónlatinoamericana, entre otras cuestiones. Este “encuentro” del PT con su propia figuración“nacional y popular”, cuestión que está en la base discursiva del ciclo político latinoamericanoactual, debe comprenderse precisamente como un “encuentro” contemporáneo con losfundamentos de un tipo de acción pública que es la que pareciera tener mayores grados deprobababilidad para desestructurar las complejas transformaciones neoliberales. Nuevamente,un movimiento en función de las necesidades.

3 Respecto del funcionamiento partidario, hay otros dos fenómenos que merecen subrayarse: por unlado, la preponderancia cada vez mayor, a partir de 1994, del Instituto da Cidadania, organismoencargado de centralizar la elaboración de los los datos e informes utilizados por el PT; por otro lado, elcambio en las formas de elección interna de los representantes a los Congresos – y sus potestades- talcomo fue resuelto en el XI Encuentro Nacional.

Page 96: 10-DossierBrasil.pdf

96

Gobierno, protección social y “pueblo”

El III Congreso Nacional - 2007- es la primera convocatoria realizada en el marco delGobierno Lula y se efectúa luego de 4 años desgastantes en el ejercicio de la Presidencia. Aligual que en la mayoría de las Resoluciones y Documentos posteriores al VII EncuentroNacional, se reafirma el “socialismo petista” como “un proceso de construcción teórica y política”. La“herencia maldita” de la formas anteriores de “dominación conservadora y autoritaria” secontrapone a “las conquistas del primer mandato del Gobierno democrático y popular” que han permitidoque “la disputa por la hegemonía se establezca en otros niveles”; la llegada del PT a la Presidenciarepresenta una “Revolución democrática que rompe las tradiciones elitistas, clientelistas y patrimonialistas”.Respecto de la “política de alianzas” se presenta una novedad interesante: se especifican losactores con los cuales deben componerse los núcleos de actuación, en lugar de formulacionesmás abstractas como en otras ocasiones: “el Partido de los Trabajadores debe buscar, junto al PC do By al PSB, componer el núcleo de la coalición del Gobierno Lula”; esto también explica el recambio de laidea de “bloque social” por la de “nuevo bloque social y político”, donde las confluencias no seremiten simplemente a la dimensión económica sino también en relación a las expresionespolíticas.

Hay también una aceptación de que las complejidades brasileñas son de larga data y quela función del partido tiene que ser la de resgurdar e informar sobre los pasos a seguir: “Apartir de nuestros ideales y valores socialistas y de un necesario análisis de la sociedad brasileña, debemosformular las contribuciones del PT para dar continuidad a la construcción del Brasil que queremos”. En estesentido, la identidad partidaria encuentra una funcionalidad precisa respecto de la lógica delpoder gubernamental, demarcando los límites de la relación entre partido y Estado: “el PT debeestar preparado para discutir”. Esta es una de las cuestiones más interesantes que pueden extrarsede las Resoluciones del III Congreso Nacional: nos muestra por dónde irán las líneas de acciónfuturas del partido y nos permite comprender el sentido práctico de una identidad política. Alenunciar los actores que deben avanzar en la construcción del “gobierno democrático ypopular” se establece una diferenciación clara entre “el PT, el Gobierno Lula, los movimientos socialesy las demás fuerzas de izquierda”, todos, tras el mismo objetivo. De lo que se concluye que el PTno es el Gobierno Lula ni se agota en él, pues es una relación entre factores: la identidadpolítica del PT mantiene un espacio propio – “debe estar preparado para discutir”- como proveedorde sentidos y estructurador de las apuestas del Gobierno.

El IV Congreso Nacional – 2010, junto con las Resoluciones aprobadas conposterioridad- vuelve a dictaminar la necesidad de una separación entre el partido y elGobierno, de cara al futuro recambio presidencial que colocará a Dilma en la Presidencia. Almargen de que buena parte de las Resoluciones se dedican a establecer un balance sobre elGobierno de Lula, se destacan expresiones tales como “la autoestima del pueblo brasileño”, “lasnecesidades del pueblo”, “la fuerza del pueblo” – un slogan que incluso venía de antes, de la campañapresidencial del 2006- que remiten a formulaciones más abstractas pero no por ello menosperformativas y con menos impacto que los discursos originales arraigados en una visión de la“clase trabajadora”. El propio discurso de asunción de Dilma Rousseff y varias de susposiciones en Foros Internacionales confirma este “giro lingüístico”.

En el fondo, lo que los años de Gobierno trajeron para el PT fue la reafirmación de unadeterminada “metáfora política” (De Ipola, 2001) que había sido parcialmente desplazada: la de

Page 97: 10-DossierBrasil.pdf

97

la importancia del Estado, de una regulación estatal integradora, basada en la univerzalizaciónde la “protección social”. Si bien los derechos sociales, pilares de una ciudadanía ampliada,estaban definidos en la Constitución de 1988 y en la Ley Orgánica de Asistencia Social(LOAS), su tenue y dispersa aplicación se había convertido en el principal diagnóstico políticodurante las gestiones de Fernando Collor, Itamar Franco y Fernando Henrique Cardoso. ConLula y Dilma lo social vuelve a ser el principal argumento adminstrativo: en ese sentido debecomprenderse desde el inaugural Fome Zero hasta la extensión de Bolsa Familia, que hoycubre a casi 12 millones de familias. A diferencia de la perspectiva originaria del PT, en la quese entremezclaba cierta desconfianza hacia el Estado y los reparos lógicos a las formas encómo hasta ese momento había sido encarado lo que usualmente se denomina “clientelismo”,el Gobierno imprime otros matices: ahora es el Estado el que debe intentar actuar sobre lasociedad, y no al revés. Por supuesto que no se trata de un cambio absoluto, pero laperspectiva se invierte.

No es sólo la capacidad “protectora” del Estado lo que pasa a resaltarse como discursopartidario, es también la importancia de que ésta impulse un retrasado movimiento ascendenteen la escala social; en esa dirección deben comprenderse, por ejemplo, las políticas inclusivasde acceso a la Universidad4 o los programas crediticios para las clases medias bajas. “En suma,se trata de políticas que, en conjunto, procuran proteger no sólo a quienes se encuentran excluidos de lacompetencia – por edad, enfermedad o condiciones miserables de vida -, sino también a ciertos sectores mejorposicionados, como los obreros calificados y la clase media baja, que participan de la sociedad competitiva pero encondiciones desfavorables” (Sallum, 2008: 166). Así, a diferencia de la perspectiva dispuesta por Lulaen 1979 que aquí ha sido citada, respecto de cómo debía comprenderse el avance y eldesarrollo de las condiciones de vida de los sectores subalternos– “sólo mediante nuestra acción” –el arribo a la Presidencia pareciera haber transformado la visión del PT acerca de laspotencialidades mismas de la acción estatal, cuestión que reposiciona al “pueblo” como elprincipal sujeto a atender y, en consecuencia, al “populismo” como perspectiva integradora dela acción política .

Conclusiones provisorias: ideas y sentidos para seguir en movimiento.

Todo movimiento necesita de un punto de apoyo; las identidades políticas son, de algunamanera, los puntos de apoyo que nominan y ordenan los elementos que hacen a lasposibilidades y variaciones de la acción política (Laclau, 1994). Son justificaciones que permitenestrutruar comportamientos y emprender determinados sentidos de transformación. Es ciertoque las identidades políticas no se conforman de un día para el otro: como intentó demostrarseson construcciones lentas, sedimentadas, que van procesando diferentes elementos según lostiempos de cada escenario nacional. Su composición, desarrollo y trayecto también es unpropio movimiento y es importante que así lo sea, de lo contrario, estaríamos ante identidades

4 En este sentido se destacan cuatro programas: ProUni, que distribuye becas para jóvenes con buendesempeño en el colegio secundario pertenecientes a familias de bajos ingresos, para que estudien enescuelas superiores privadas adheridas al programa; el FIES, que concede financiamiento de largo plazopara estudiantes de nivel superior en escuelas particulares; el ReUni, que busca ampliar el cupo de losestudiantes en las Universidades públicas federales; y los programas de “cotas”, que privilegian aestudiantes de escuelas secundarias públicas y minorías como negros, mulatos e indígenas.

Page 98: 10-DossierBrasil.pdf

98

políticas esqueléticas, sin circulación interna, que fuerzan los rumbos sin una dialécticaincorporadora de la experiencia social (César, 2002). Está claro que el movimiento de unaidentidad política no es el simple accionar voluntario de algunos dirigentes: es el metabolismocombinado de procesos históricos, opciones teórico-políticas, tácticas coyunturales,discusiones intelectuales, recursos organizativos y situaciones de las clases sociales, que semezclan para producir determinadas cristalizaciones; “visiones del mundo” que se consolidan yhabilitan a otras en su desarrollo. Si afirmamos que, en el mapa actual de los gobiernoslatinoamericanos que se proponen desajustar las fórmulas de la agenda neoliberal, el Partidodos Trabalhadores se destaca – así no sea de forma incompleta y a veces indeterminada- poruna forma reconocible de identidad política, esto no nos tiene que llevar a pensar que por esolos objetivos declarados en sus Resoluciones ya han sido alcanzados de manera integral; éstos,más de las veces, dependen de la combinación de otra serie de variables. Lo que sí podemosafirmar, haciendo uso de la política comparada, es que, el Gobierno de Dilma Rousseff cuentacon un punto de apoyo construido en el tiempo que le ha permitido contener y condensar unacuantiosa experiencia política en su interior.

Es cierto, la región tiene problemas de diverso tipo, pero también de carácter identitario.Por un lado, es saludable que se hayan reabierto discusiones acerca de qué es lo que se entiendepor América Latina, por su “Comunidad de Naciones”, la “Patria Grande”, su integraciónenergética, cultural y produtiva, las “epistemologías del sur” y la coordinación de lasdiversidades culturales. Pero, por otro lado, también es necesario focalizarse en lo que sucedeen los distritos nacionales, a fin de cuentas, las dimensiones en las que se expresan las nuevaspropuestas. Las identidades políticas presentan ese doble carácter: cristalizan y condensan y, almismo tiempo, exteriorizan y objetivan. El PT se caracterizó por ser un fuerza democratizanteque abrió espacios de participación, colocó en visibilidad problemáticas macrosociales ydomésticas, organizó, cultivó y potenció la conciencia de amplios sectores subalternos.Impulsó la “popularización” de la clase política brasileña, no sólo por el desplazamiento de lastradicionales elites gobernantes5 sino también, si se tienen en cuenta las fuentes dereclutamiento partidario, porque estableció una redimensión profunda en el padrón deocupación del Estado y de las burocracias públicas (Rodriguez Martins, 2006). Gradualmente,despejó, reorganizó y modernizó las variantes electorales, provocando “la emergencia de unbipartidismo a escala nacional, que simplifica el proceso de representación e identificación; el ocaso electoral delas oligarquías estaduales y la crisis de representatividad de la derecha pre-moderna, anidada en el clientelismo yel caudillismo” (Echegaray, 2006: 27). Hoy en día, por ejemplo, los términos de los debatespúblicos y las opciones de la ciudadanía – al margen de las estridencias de la última campañapresidencial del 2010, condimentada por elementos excepcionales - presentan un marco biendiferente a la situación de finales de los años ´80: si en 1989 ninguna de las fuerzas políticasque disputaron la elección presidencial logró reunir más de 1/3 de votos - sólo entre 7 partidossumaban el 90% de los votos-, en la última elección del 2010, simplemente entre las coalicionesdel PT y del PSDB superaban más del 80%. Hay una “simplificación” del sistema institucionalque también empuja un avance democrático: si en 1994, los partidos conservadores y lospolíticos vinculados a los núcleos más tradicionales y clientelares de la sociedad brasileña (PFL,

5 Entre otros indicadores, porque el patrimonio promedio de los diputados del PT siempre ha sido elmás bajo dentro de la Cámara de Diputados (Rodriguez Martins, 2006).

Page 99: 10-DossierBrasil.pdf

99

PP, PTB, entre otros) juntaban el 40% de los votos, en la última elección, obligados a unirseentre sí y a cambiarse de nombre, apenas han superado el 15% de los votos.

Es cierto que la “nacionalización” del PT y la internalización de la metáfora “populista”vino acompañada de una construcción de la imagen de Lula (o Dilma) como el últimoresguardo de la política, casi al margen y por fuera del sistema - carácter “arbitral” vinculadocon la importancia misma de la acción del Estado. Sin embargo, esta situación, contrariamentea lo que se piensa, no implica la ruina y la desagregación de la identidad política del partido –tal como quedó explicitado en la movilización partidaria de las elecciones municipales del 2012.Los atributos de ciertos liderazgos son una fuente pedagógica indispensable para unacomprensión colectiva de los procesos históricos: las biografías de Lula y Dilma condensaninterpretaciones – complementarias – sobre los dilemas históricos brasileños, sobre lasconductas públicas y privadas, otorgan conciencia reflexiva a partir de sus propios recorridospersonales. La aparición de “la Nación” primero y del “pueblo” después en el horizonteprogramático del PT adquirió – y adquiere- una determinada profundidad a través de Lula ycon Dilma. No son sólo sus propias figuras las que se proyectan como catalizadores ypartícipes de un programa de dimensiones nacionales: en un caso, son mutaciones pasadas enla movilidad social brasileña, producida por un movimiento de emergencia popular inédito, delcual el propio Lula ha sido partícipe (Lessa, 2006); en el otro caso, son las resignificaciones delo que implica la internalización de la democracia como “valor universal” y su adhesión comoparte de una – sacrificada – experiencia personal.

Ahora bien, la construcción de esta incorporación identitaria “populista” permitedesplazar de manera más directa los dilemas políticos hacia el nivel de lo nacional, acelerando laempatía con los objetivos y disposiciones del “bloque social” al que se pretende representar: la“nacionalización” del partido a través de la figura de Lula y su reafirmación en Dilma permitiótraspasar dialécticamente las raíces sectoriales de la cultura política partidaria, condiciónindispensable para “ir con agilidad más allá de sus propios intereses y los de algunos grupos afines yhabilitarse así para liderar medidas factibles de reforma democrática de la sociedad”(Santos, 2005: 7). Eneste sentido, la impronta “paulista” original se entremezcla con la tradición “carioca”, que lasubvierte: si es cierto que, como han mostrado varios autores (Lahuerta, 1999), la perspectiva“paulista” surgió en respuesta al “nacionalismo desarrollista” discutido y difundido en loscírculos intelectuales y políticos de Río de Janeiro, o por proyectos políticos que allí secentralizaron o que desde allí se reinterpretaron, las paradojas del destino político brasileño – ydel PT, como formación emblemáticamente “paulista” – muestran el regreso de ese mismonacionalismo/desarrollismo/populismo una vez que el Partido dos Trabalhadores llega a laPresidencia. Teniendo en cuenta su formación política previa con el brizolismo, Dilma puede serregistrada como un elemento inequívoco de estos cambios.

En un sentido más general, debe puntualizarse que las identidades políticas son unadimensión clave para el análisis de nuestros tiempos; gran parte de las encrucijadas a las que seexponen los diferentes gobiernos que componen el “nuevo ciclo de ascenso político” (RamírezGallegos, 2006) se vinculan con el carácter particular de las identidades políticas que sustentansus orientaciones. Es verdad que comparten un sentido exploratorio - incluso el propio PT-,comprensible si tenemos en cuenta el ritmo vertiginoso y desestructurador que tuvieron laspolíticas neoliberales: “lo que está sucediendo en la región es en realidad la búsqueda de opciones, de caminosque se abran a nuevos esfuerzos que ofrezcan respuestas diferentes, capaces de superar la exclusión social y

Page 100: 10-DossierBrasil.pdf

100

política de la gran mayoría de personas. Superar y mitigar los efectos de las reformas estructurales efectuadashace más de una década es el reto de los nuevos gobiernos” (Rojas Aravena, 2007: 115). Sin embargo,estos “caminos” o “búsquedas de opciones” no se realizan en el vacío, tal como se haargumentado. Se reconfiguran a partir de ciertos puntos de apoyo que les permiten movimiento,la “clase” y/o el “pueblo”, aspectos que deben ser siempre discutidos, en tanto la orientaciónque marcan para los tiempos actuales. En ese sentido, el PT tiene un valor inestimable comoejemplo para la región: profundiza el proceso histórico democrático del país a partir de un proyectopolítico que va adaptando sus elementos ideológicos según las circunstancias del contexto.

Page 101: 10-DossierBrasil.pdf

101

Bibliografía

Aboy Carlés, Gerardo (2001) Las dos fronteras de la democracia argentina. La reformulación de lasidentidades políticas de Alfonsín a Menem. Rosario: Homo Sapiens.

Almeida, Jorge; Vieira, Maria; Cancelli, Vitória (org.) (1998) Resolucões de encontros e congresos. SãoPaulo: Fundacão Perseu Abramo.

Balbachevsky, E.; Holzhacker, D. (2004) “Identidad, oposición y pragmatismo:el contenidoestratégico de la decisión electoral en 13 años de elecciones” Revista de Opinião Pública(Campinas) v. 10, N 4, oct. 2004.

Carcanholo, Reinaldo; Sampaio Jr., Plinio (2006) “Identificación y análisis de los principalescambios realizados por los nuevos gobiernos” en Elías, Antonio Los Gobiernos progresistas endebate. Argentina, Brasil, Chile, Venezuela y Uruguay. Buenos Aires: Clacso-Instituto CuestaDuarte.

César, Benedito Tadeu (2002) PT: a contemporaneidade possível. Porto Alegre: Editora daUniversidade.

De Ipola, Emilio (2001) Metáforas de la política. Rosario: Homo Sapiens.

Echegaray, Fabián (2006) “Elecciones en Brasil: hacia un sistema político moderno ysecularizado” Revista Nueva Sociedad (Caracas) N 206, nov./dic. 2006

Iasi, Mauro (2006) As Metamorfoses da consciência de classe. São Paulo: Expressão Popular.

Laclau, Ernesto (Ed.) (1994) The Making of Political Identities. London: Verso.

Lessa, Renato (2006) Presidencialismo de Animação: ensaios sobre a política brasileira, 1993-2006. Riode Janeiro: Vieira & Lent.

Meneguello, Raquel (1989) PT: a formacão de um partido. São Paulo: Paz e Terra.

Moisés, José Álvaro(2005) “Cidadania, Confiança e Instituições Democráticas” Revista LuaNova (São Paulo), v. 65, p. 71-94, São Paulo.

Musse, Ricardo (2006) “A consciência de classe entre a negacão e o consentimento” en Iasi,Mauro (2006) As Metamorfoses da consciência de classe. São Paulo: Expressão Popular.

Oliveira, Francisco (2003) Crítica à razão dualista - O ornitorrinco. São Pulo: Boitempo.

Ramirez Gallegos, Franklin (2006) “Mucho más que dos izquierdas”. Revista Nueva Sociedad(Caracas) N 205, sept./oct 2006.

Rainho, Luis Flavio; Bargas, Osvaldo (1983) As lutas operárias e sindicais dos metalúrgicos em SãoBernardo (1977/1979). São Bernardo do Campo: Editora FG.

Rojas Aravena, Francisco (2006) “El nuevo mapa político latinoamericano”. Revista NuevaSociedad (Caracas) N 205, sept./oct. 2006.

Page 102: 10-DossierBrasil.pdf

102

Rodriguez Martins, Leoncio (2006) Mudancas na classe política brasileira. São Paulo: Publifolha.

Salas Oroño, Amilcar (2006) “Neoliberalismo e identidades políticas en Argentina y Brasil” enToer, Mario; Martinez Sameck, Pablo (edit.) Alternativas para América Latina. Los dilemas dela izquierda en el siglo XXI. Buenos Aires: Ed. Cooperativas

Sallum, B. (2008) “La especificidad del gobierno de Lula” Nueva Sociedad, N°217.

Sampaio Jr., Plinio (2007) Notas sobre o PAC: um passo atrás. Ponencia presentada enCORECON-RJ – 14/03/2007-. http://www.corecon-rj.org.br/

Samuels, David (2004) “As Bases do petismo” Revista de Opinião Pública (Campinas) v. 10, N4, oct. 2004, p. 221-241.

Santos, Raimundo (2005) “La crisis en Brasil: izquierda y política en tiempos recientes” RevistaNueva Sociedad (Caracas) N 200, nov./dic.2005.

Sarlo, Beatriz (2006) “Conflitos e representacões culturais” Revista Novos Estudos-Cebrap(São Paulo) N 75 julio 2006.

Skidmore, Thomas; Smith, Peter (1999) Historia contemporánea de América Latina Barcelona:Crítica

Singer, André (2002) O PT. São Paulo: Publifolha.

Toer, Mario (2006) De Moctezuma a Chávez. Buenos Aires: Ediciones Cooperativas.

Page 103: 10-DossierBrasil.pdf

103

UNA REVISIÓN DEL CONCEPTO DE “LULISMO”: LAINTERPRETACIÓN DE ANDRÉ SINGER

ARIEL ALEJANDRO GOLDSTEIN*

A modo de introducción: interpretaciones del gobierno Lula

En este trabajo nos proponemos realizar una revisión acerca de las características yrepercusiones de un concepto que ha adquirido relevancia en la definición de lo que ha sido laexperiencia política hegemónica de los últimos años en la política brasileña: lo que variosautores han convenido en denominar el “lulismo”.

Por la densidad política que combinaban la historia de construcción de su liderazgo y latrayectoria de su partido, la llegada en enero de 2003 al Palacio del Planalto de Luis Inácio“Lula” da Silva representando al Partido de los Trabajadores (PT), supuso un momentosignificativo de la política brasileña reciente. A partir de entonces comenzó un proceso deinstitucionalización de una nueva clase política en el poder, el cual produjo importantesmutaciones, tanto al interior del PT, como en la relación que se estableció desde 2003 entre laclase gobernante y los distintos sectores de la sociedad. Estas mutaciones fueron interpretadasde diferentes modos por los intelectuales brasileños. Entre la crítica a lo que era interpretadocomo una traición del PT a sus reivindicaciones programáticas históricas por parte de ciertaintelectualidad de izquierda1 y la crítica a la falta de institucionalidad del gobierno por parte decierta intelectualidad social-liberal2, una parte significativa de los intelectuales brasileñosmanifestaron sus discordancias con este proceso. De este modo lo expresaba el sociólogobrasileño Francisco “Chico” de Oliveira:

*Becario de Posgrado del CONICET en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe -IEALC (FSOC-UBA). Correo Electrónico: [email protected] Una importante ruptura producida en este sentido fue la de Francisco “Chico” de Oliveira, sociólogoy fundador del partido, que realizó un movimiento similar al de los militantes denominados “radicalesdel PT” (Joao Batista de Araújo (Babá) (PA), Luciana Genro (RS) y especialmente la Senadora HeloísaHelena (AL)), quienes denunciaron la traición del partido a sus banderas históricas y luego de la rupturaimpulsaron la creación en 2004 del PSOL (Partido Socialismo e Liberdade). A pesar de ello, resultaimportante destacar la presencia de importantes intelectuales ligados al PT que continuaron apoyando algobierno brasileño, los más importantes de ellos son probablemente Emir Sader, Marilena Chauí yWanderley Ghillerme Dos Santos. Su apoyo fue importante especialmente en 2005, cuando el gobiernode Lula experimentó una dura crisis política a partir del denominado escándalo del “mensalao”.

2 En este lugar podría situarse la crítica de lo que Francisco “Chico” de Oliveira denomina como laintelectualidad “fernandista”, por su cercanía con el ideario del ex presidente Fernando HenriqueCardoso y el Partido de la Socialdemocracia Brasileña (PSDB). Un ejemplo de esta posición estárepresentada por el fundador del PT José Álvaro Moisés, luego alejado del partido y cercano al PSDB.Una aproximación a estas posiciones resulta identificable en: “O presidente Lula passou dos limites”, OEstado de São Paulo, 09/12/2010. Disponible en: http://www.estadao.com.br/noticias/impresso,o-presidente-lula-passou-dos-limites,607186,0.htm. Fecha de consulta: 31/08/2012.

Page 104: 10-DossierBrasil.pdf

104

“Es difícil encontrar hoy a algún intelectual que sea un verdadero militante del PT. Hayalgunos que circulan por allí –como André Singer, que es una rara avis-, que tienen una posturamuy crítica en relación con su propio partido y el lulismo, pero siguen siendo del PT. No haymuchos que estén en esa posición, una postura abierta en relación al partido” (De Oliveira,2011; 73)

Durante el período que abarcó los dos mandatos presidenciales de Lula (2003-2010), lacaracterización de su gobierno fue objeto de numerosos debates. Entre la multiplicidad deinterpretaciones que sobrevinieron sobre este nuevo liderazgo y su relación con la sociedadbrasileña, dos interpretaciones resaltaron, con el tiempo, por su capacidad explicativa. En lareunión entre ambas se destacaban, como señaló Perry Anderson (2011), los claroscuros deeste complejo y contradictorio proceso político3. A nivel cronológico, una primerainterpretación relevante fue la de Francisco de Oliveira, quien sugirió conceptualizar algobierno de Lula a partir de su definición de “hegemonía a la inversa”, caracterizando elproceso como una cesión de la administración del statu quo de los dominadores a losdominados. Una segunda interpretación fue la de André Singer (2009), quien ha formulado suconcepto de “lulismo” para explicar el “realineamiento electoral” que expresa una mutación enla base social del gobierno e implicaría la construcción de un nuevo liderazgo por parte delpopular líder nordestino.

El propósito de este trabajo radica en realizar una revisión sobre las características delconcepto de “lulismo” postulado por esta segunda interpretación de Singer, lo cual nos llevaráa referirnos a ciertos debates críticos del período que involucraron a otros intelectuales.

André Singer: el “lulismo” como retorno del populismo

André Singer fue portavoz de Lula durante la campaña presidencial de 2002. Sudesempeño en el cargo lo llevó luego a convertirse en Portavoz de la Presidencia durante el

3 Como señala Conti al respecto:

“El antagonista explícito de Lulismo [el nuevo libro de Singer], nombrado por el propio André Singer, es elsociólogo Francisco de Oliveira. La discordancia entre ambos dice respecto a la caracterización delresultado social de los gobiernos Lula. Para Singer, como se dijo, la fase es de progreso, deincorporación de los trabajadores en la vida nacional. A pesar de que el progreso sea lento y precario,hay una caída real en la desigualdad.

Para Oliveira, la fase es de regresión. Con la economía de los centros capitalistas en una fase derevolución científica y tecnológica, los programas asistenciales brasileños mantienen a los trabajadoresal margen del progreso real. De este modo, los gobiernos petistas aceptan la desindustrialización y elatraso social. Disminuir la desigualdad en ese cuadro es una quimera: los super-ricos brasileños existenporque existen los super-pobres. Una condición no existe sin la otra”. Conti, Mauro Sergio: “Marcha aré para a frente”, Revista Piauí, Edición 72, Septiembre de 2012.

Page 105: 10-DossierBrasil.pdf

105

primer gobierno del ex presidente (2003-2006). Posiblemente, esta experiencia le posibilitó aSinger una reflexión acerca de la relación entre la especificidad del liderazgo ‘lulista’ y el lazo deidentificación que éste produjo en las masas populares empobrecidas del Nordeste. En estesentido se ha expresado en diferentes entrevistas:

“pienso que el presidente tiene una óptima comunicación con la población, sobre todo la demenor salario. El es un gran comunicador y tiene una forma directa de dirigirse a la población”(Singer, 2010; 530).

“En cuanto a la cuestión de la comunicación directa, creo que existe, o sea, el ex presidenteLula es un gran comunicador popular, el hecho de haber nacido en el Nordeste, de haber sidoel primer presidente que hubo pasado por la experiencia directa de la miseria brasileña no esalgo de menor importancia, es algo significativo” (Singer, 2012).

Para explicar el vínculo de identificación que se constituyó entre el liderazgo de Lula yuna base popular sustancialmente anclada en el Nordeste brasileño, Singer utilizó el conceptode “subproletariado”, en referencia a una categoría elaborada por Paul Singer. Esta categoría de“subproletariado” aspiraba, desde una postura marxista, a caracterizar a las masas populares ensu especificidad periférica de acuerdo a las características de nuestra región latinoamericana.Así, a diferencia del proletariado clásico marxista, el “subproletariado” se definiría por su noencuadramiento colectivo y por su atomización, dada su condición pauperizada en el interiorde la estructura económica. Según Paul Singer, subproletarios son aquellos que “ofrecen sufuerza de trabajo en el mercado sin encontrar quien esté dispuesto a adquirirla por un precioque asegure su reproducción en condiciones normales” (Singer P, 1981: 22)4.

Analizando las transformaciones que el gobierno de Lula produjo en las relacionesentre las clases sociales, André Singer ha postulado la hipótesis de un “realineamientoelectoral” que se ha producido a partir del denominado escándalo del “mensalao”5 de 2005. A

4 Agrega André Singer que “a pesar de que no disponemos de una actualización del trabajo realizadopor Singer [Paul], la lógica permite suponer que los procesos de aumento de la productividad,desindustrialización, desempleo estructural, subempleo, precarización del trabajo en general ycrecimiento de la pobreza que acompañaron la implantación del neoliberalismo en los años ’90 han,como mínimo, mantenido la proporción de subproletarios en el proletariado en general” (Singer, 2009:98).5 “El estallido de la “crisis del Mensalao” comenzó en mayo de 2005 a partir de una serie de denunciasdel diputado Roberto Jefferson (PTB-Río de Janeiro), que era parte de la coalición gubernamental. Enuna entrevista de Jefferson el 6 de junio de ese año en la Folha de S. Paulo, éste acusó al Partido de losTrabajadores de estar pagando una mensualidad –de allí el nombre “mensalao”– a los parlamentarios dela base aliada a cambio de apoyo al gobierno de Lula en el Congreso. Este acontecimiento redefinió lasrelaciones entre la oposición y el gobierno brasileño. La conmoción que la sobreexposición mediáticaintencionada de este escándalo produjo en la opinión pública tuvo por efecto una importante erosióndel capital político del gobierno –generando la renuncia de cuadros históricos del partido como elentonces jefe de Gabinete José Dirceu y el entonces presidente del partido José Genoíno– así como laapertura de varias Comisiones Parlamentarias de Investigación (CPI) encargadas de investigar losacontecimientos en el Congreso”, Goldstein Ariel “Un caso de sobreexposición mediática” enPágina/12, 02/08/2012.

Page 106: 10-DossierBrasil.pdf

106

partir de este acontecimiento, que implicó la más dura crisis política que experimentaron tantoel gobierno de Lula como el PT durante el período en cuestión, el autor identifica que seprodujo una mutación en la base electoral del gobierno: cierta defección en los sectores mediosy una mayor adhesión en los sectores populares del “subproletariado”, principalmente ancladosen el Nordeste brasileño. Esta mutación en la base social del gobierno daría nacimiento alfenómeno del “lulismo”, que implica una nueva y específica relación de Lula con las masas debajos salarios del Nordeste, en relativa autonomía respecto de las directivas de su partidopolítico. De este modo, la base electoral del gobierno ha experimentado una importantemutación entre 2002 y 2006. Así lo ha referido el autor:

“en ausencia de un avance de la izquierda, el primer mandato de Lula terminó por encontrarotra vía de acceso al subproletariado, amoldándose a él, más que modelando, pero al mismotiempo, constituyéndolo como actor político. Eso implicó un realineamiento del electorado y laemergencia de una fuerza nueva, el lulismo, tornando necesario un reposicionamiento de losdemás segmentos” (Singer, 2009; 99).

Esta emergencia del “lulismo”, que implica esta especial relación de autonomía del líderbrasileño sobre el Partido dos Trabalhadores -en base al lazo de identificación constituido con lasmasas de más bajos salarios del Nordeste-, Singer la interpreta como un retorno del populismo, elcual evoca resonancias de la Era Vargas. El lulismo transformaría a Lula, que comanda esteproceso, en un nuevo “padre de los pobres”. Esta interpretación se constituye notoriamente encontra de las caracterizaciones de ciertas corrientes institucionalistas en el análisis de losprocesos políticos latinoamericanos, que identifican el caso brasileño justamente en oposicióna los gobiernos “populistas” de Venezuela, Bolivia y Ecuador.

A diferencia de estas últimas corrientes mencionadas, este analista y activo participantedel período identifica el signo de lo popular como una marca distintiva del proceso brasileño:

“Lo popular, que había quedado fuera de moda, sea por la retórica de la modernización, alcentro, sea por el discurso de clase, a la izquierda, está de vuelta. A diferencia de la experienciapessedebista, el “Real de Lula” vino acompañado de un mensaje que tiene sentido para los demenor renta: por primera vez el Estado brasileño mira para los más frágiles y, por lo tanto, sepopularizó” (Singer, 2009; 101).

Al evocar la figura del Plan de Estabilización del Real, Singer se refiere a una políticainstitucionalizada desde la presidencia de Fernando Henrique Cardoso (1994-2002), donde seprodujo un plan de estabilización de la moneda nacional para reducir la importante inflaciónque había acompañado la redemocratización brasileña6.

6 Dada la importancia del Plan Real implementado por Cardoso para la economía brasileña, Lula y supartido debieron atravesar un largo aprendizaje político en el tramo de las elecciones disputadas en elperíodo 89-98, durante el cual vieron rechazadas sus posibilidades de acceso al poder por el temor alcambio y la inestabilidad que inspiraban en parte de los sectores populares y medios. Fue precisoentonces comprometerse a respetar la ortodoxia económica legada por el gobierno anterior, irampliando el marco de alianzas partidarias y flexibilizar el discurso ideológico hasta llegar al 2002,cuando la moderación generó la aceptación de una porción importante del electorado compuesta desectores medios. En este sentido, Singer marca las tensiones que experimentó el gobierno de Lula en

Page 107: 10-DossierBrasil.pdf

107

El populismo que Singer observa en la experiencia brasileña tiene sin duda susparticularidades. Se encuentran aquí los rasgos de un proceso que podríamos caracterizar de“populista con características institucionales”. Según Singer, el “lulismo” ha combinadoestabilidad económica con redistribución y cambio, produciendo cambio dentro del orden, loque atrae especialmente a sectores de baja renta, temerosos de fuertes cambios en lareproducción del orden social que afecten su vida cotidiana. Han sido éstos los principaleselectores de Lula en los últimos años. Parecería ser que esas políticas de distribucióneconómica exigen ser realizadas en un marco de cierta estabilidad para resultar atractivaselectoralmente para los sectores más bajos de la población. Desde este punto de vista, laoriginalidad de este proceso reside para el autor en que:

“Al incorporar tanto los puntos de vista conservadores, principalmente que la conquista de laigualdad no requiere un movimiento de clase auto-organizado que rompa el orden capitalista,como los progresistas, de que un Estado fortalecido tiene el deber de proteger a los máspobres, independientemente del deseo del capital, el encontró en símbolos de los años de 1950la gramática necesaria. La antigua noción de que el conflicto entre un Estado popular y laselites antipueblo se sobreponía a todos los otros podrá caer como un guante para el próximoperíodo. Ahora enunciada por un nordestino salido de las entrañas del subproletariado, ganauna legitimidad que tal vez no haya tenido en la boca de estancieros gaúchos. Por eso, si lahipótesis del realineamiento se confirma, el debate sobre el populismo resurgirá de las capaspre-sal anteriores a 1964, en donde parecía destinado a dormir para siempre” (Singer, 2009;102).

Son la popularización del Estado, que incorpora de forma atomizada y constituye a lossectores populares como sujetos en los cuales se referencia, así como una actualización delclivaje “pueblo-oligarquía” característico del populismo varguista7, aquellos rasgos del

sus comienzos: “la continuidad del paquete “FHC” fue puesta por la burguesía como condición de queno hubiera “guerra” de clases y el consecuente riesgo del gobierno de ser acusado de destruir el Real”(Singer 2009: 97).7 En un trabajo clásico sobre la aparición del populismo en la política brasileña centrado en explicar laemergencia del varguismo, Francisco Weffort busca captar el movimiento contradictorio de lapolitización y la activación que produce el fenómeno populista al señalar que “lo que esta relaciónpaternalista entre líder y masas contiene esencialmente, desde el punto de vista político, es, a pesar de laasimetría típica de todo paternalismo, el reconocimiento de la ciudadanía de las masas, elreconocimiento de su igualdad fundamental dentro del sistema institucional” (Weffort, 1999; 147). Estaambigüedad queda plenamente reflejada en que según la visión de Weffort, el populismo representaba“un mecanismo a través del cual los grupos dominantes ejercían su dominación y, a la vez, un medio deamenazar potencialmente esa dominación” (Weffort, 1999; 136). A partir de entonces, la presiónpopular de las masas sobre las estructuras del estado se convertirá en un factor determinante delproceso político y “las formas de adquisición o de preservación del poder estarán cada vez másimpregnadas de la presencia popular” (Weffort, 1999; 142). En este contexto, “condicionadas desde elcomienzo por la crisis interna de los grupos dominantes, las masas populares urbanas penetran en lapolítica brasileña. Ellas representan la única fuente social posible de poder personal autónomo para elgobierno y, en cierto sentido, se transformarán en la única fuente posible de legitimidad para el Estadomismo” (Weffort, 1999; 144).

Page 108: 10-DossierBrasil.pdf

108

“lulismo” que Singer identifica para sostener su tesis de un retorno del populismo. El autor, enuno de los puntos más controversiales de su interpretación, recurre a un liderazgo del pasadocomo el de Vargas para ilustrar la originalidad del fenómeno que según su visión permitecomprender el actual proceso político brasileño.

El debate sobre los antecedentes del “lulismo”: Vargas y Roosevelt

A partir de su aparición en 2009, las tesis de Singer acerca del nuevo tipo de liderazgoencarnado por Lula en relación con su base social han sido incorporadas en los debates de lasciencias sociales brasileñas por su originalidad para la reflexión sobre el fenómeno. Parte deestos debates han girado en torno al hecho de que, en diferentes artículos donde desarrolla sutesis, el autor ha pensado el “lulismo” en comparación con el populismo varguista y con laexperiencia de Roosevelt en Estados Unidos. De esta manera, las comparaciones a las cuales elautor ha recurrido para señalar similitudes con su objeto de investigación han suscitado engeneral mayores cuestionamientos que la interpretación misma sugerida sobre el “lulismo”.

Una importante diferenciación en este sentido ha provenido de un reciente artículo enla Revista del Centro de Estudos de Análise e Planejamento (CEBRAP), donde el historiador marxistainglés Perry Anderson elogia el carácter explicativo de la hipótesis del “realineamiento” deSinger, pero niega cierta línea de continuidad que el autor parece establecer entre la figura deLula y la propia de Getúlio Vargas8:

8 Este tipo de reflexión que plantea la continuidad entre el legado de Getulio Vargas y el gobierno deLula, se encuentra presente en otros importantes intelectuales brasileños, como es el caso de EmirSader. Señala este autor:

“La derecha brasileña nunca -hasta hoy- se recuperó de la derrota sufrida con la victoria de Getúlio en1930, con la construcción del Estado nacional, del proyecto de desarrollo económico con distribuciónde la renta, del fortalecimiento del movimiento sindical y de la ideología nacional y popular queacompañó esas iniciativas. Fue una derecha siempre anti-getulista, anti-estatal, anti-sindical, anti-nacional y anti-popular.Getúlio era su diablo -así como Lula ocupa ahora ese papel-, quien representaba la derrota de laburguesía paulista, la economía exportadora, de las oligarquías que habían gobernado el país excluyendoal pueblo durante décadas. La derecha fue golpista desde 1930, comenzando por el movimiento -llamado por Lula de golpista y contrarrevolucionario- de 1932, que hasta hoy define a la derechapaulista, con su racismo, su separatismo, su sentimiento profundamente antipopular.” Emir Sader: “OGolpe, a ditadura e a direita brasileira” 28/03/2012 en Blog do Emir. Disponible enhttp://www.cartamaior.com.br/templates/postMostrar.cfm?blog_id=1&post_id=931. Último acceso:21/08/2012.

Las resonancias históricas que vinculaban la experiencia de Lula con Vargas en relación con laresistencia de la clase dominante frente a las reformas populares –el retorno del clivaje varguista“pueblo-oligarquía”- estuvieron presentes en el discurso presidencial, especialmente durante la crisispolítica del “mensalao” en 2005, durante la cual Lula acusó a la oposición política de “lacerdismo” enreferencia a Carlos Lacerda, político y periodista brasileño que realizó una cruda oposición al segundogobierno de Vargas (1951-1954), formando parte del escenario de acontecimientos que condujeron a susuicidio. Es posible que ciertos intelectuales hayan contribuido también a esta operación del gobiernoLula que consistía en una reapropiación del pasado que sitúa a la “historia como forma de la política”(Aboy Carlés, 2001). A esto se refería el director del Instituto Fernando Henrique Cardoso ligado alPSDB, Sergio Fausto, en una entrevista que le fue realizada durante mi estadía de investigación: “A

Page 109: 10-DossierBrasil.pdf

109

“las comparaciónes con Vargas, para no hablar de Perón, eran el blanco. Las diferencias en lasformas de gobierno entre ellos y Lula son fundamentales. Ni que los grandes adeptos delpopulismo en Brasil y Argentina fueran tan parecidos. La retórica de Vargas era paternalista ysentimental, la de Perón, exaltada y agresiva, en su relación con las masas era bien distinta.Vargas construyó su poder incorporando trabajadores recién urbanizados en el sistemapolítico, como beneficiarios pasivos de sus cuidados, con una legislación laboristaproteccionista y una sindicalización castrada desde la cima para abajo”

“El ejercicio de poder de Lula no envolvió nada de eso. Su ascenso fue basado en unmovimiento sindical y un partido político mucho más moderno y democrático que cualquiercosa que Vargas o Perón habían alguna vez imaginado. Pero en la época en que él ganó lapresidencia, en su cuarto intento, el PT había sido reducido en gran parte a una máquinaelectoral. Una vez en el poder, Lula no movilizó y tampoco incorporó el electorado que lohabía aclamado. Ninguna conformación estructural nueva le dio forma a la vida popular. Lamarca de su gobierno fue, por el contrario, la de la desmovilización” (Anderson, 2011; 33)

“tampoco las formas de clientelismo características del populismo clásico fueron reproducidas.El Bolsa Familia es administrado de forma impersonal, libre de los sistemas capilares delclientelismo” (Anderson, 2011; 34).

Al diferenciar la especificidad del “lulismo” respecto de los populismos clásicoslatinoamericanos9, Anderson rescata lo específico de esta experiencia y la sustrae de ciertascomparaciones que reducen su peculiaridad. La ausencia de clientelismo, por lo menos encomparación con los gobiernos de Getulio Vargas, donde primaba una relación paternalista

partir de 2004 el país comienza a crecer de nuevo y hay un movimiento de movilidad social ascendenteimportante y Lula tiene una capacidad de comunicación simbolizando ese movimiento de ascensosocial de los de abajo. Eso permitió neutralizar las oposiciones y caracterizarlas como una especie degrupo elitista que se vale del tema de la corrupción con el único propósito de provocar un daño políticoa un presidente comprometido con las causas populares. Esa fue una operación política que surtióefecto, y que contó con algunos intelectuales que tuvieron un papel importante en ese proceso. Elescenario político que se armó encontraba algún paralelo histórico con el período de Vargas. En elperíodo de Vargas existía la UDN, que era un partido de clase media liberal-conservador. Getúlio, conun estilo populista corporativo, tenía un enraizamiento en el sector trabajador que era importante yarticulaba un discurso dirigido a las masas trabajadoras de Brasil. Y la UDN de hecho fantaseaba con elgolpe militar. Entonces, cuando se configuró esta batalla política más reciente entre un presidente deorigen popular y el principal partido de oposición [se refiere al PSDB], que era un partido de clasesmedias, algunos intelectuales, cuya expresión más importante fue Wanderley Ghillerme Dos Santos, quees un intelectual importante de Río, construyeron la tesis de que la vieja UDN había vuelto. Eso tuvopeso en la construcción de un discurso que neutralizó a la oposición” Entrevista a Sergio Fausto,director del Instituto Fernando Henrique Cardoso, San Pablo, 10/04/2012.9 De acuerdo con cierto consenso de los latinoamericanistas, cuando se habla de populismos clásicos delos años 30’ y ’40 en América Latina nos referimos a los gobiernos de Perón en Argentina, Vargas enBrasil y Cárdenas en México. Para este tema ver Mackinnon, María Moira y Petrone, Mario Alberto,"Los complejos de la Cenicienta", en María Moira Mackinnon y Mario Alberto Petrone (comps.),Populismo y neopopulismo en América Latina: el problema de la Cenicienta, Buenos Aires: Eudeba, 1999.

Page 110: 10-DossierBrasil.pdf

110

con respecto a las estructuras sindicales ancladas en el Estado, constituye para Anderson unaimportante diferencia10.

En un artículo publicado en 2010 en la revista Piauí11, Singer esboza una nuevacomparación y asemeja el proceso liderado por el ex presidente brasileño con el propio deFranklin D Roosevelt en Estados Unidos, quien implementó los programas del New Deal decuño intervencionista como respuesta a los efectos de la crisis bursátil de 1929. Sin embargo,en esta misma revista, las comparaciones planteadas por Singer fueron criticadas por dejar delado el análisis sobre el carácter democrático o no de estos fenómenos y las divergencias entreel contexto de asunción de Roosevelt y Lula12. En este sentido, Marcos Nobre realizó unacrítica respecto de las posibilidades de efectuar una comparación entre el período de Lula y elperíodo de Roosevelt:

“La comparación con el New Deal parece descolocada por varias razones. Comenzando por elhecho de que, en los Estados Unidos, éste siguió nada menos que a la crisis de 1929. Alcontrario de Obama ahora, Roosevelt llegó tres años después de la mayor catástrofeeconómica de la historia del capitalismo en tiempos de paz y encontró el terreno propicio – noobstante la derrota histórica en las elecciones legislativas de 1938 – para alcanzar un nuevogran acuerdo social. Sin hablar del hecho elemental de que el nivel de desarrollo social,económico y democrático de los Estados Unidos pre-1929 no tiene base de comparación conel Brasil de 2002. Y, todo sumado, un vaivén entre el New Deal, Lula y el Estado Novo ni delejos puede ser considerada como una operación inofensiva.

De cualquier modo, está ausente la referencia a la democracia y a una cultura políticademocrática – tanto en el caso de los Estados Unidos como en el caso de Brasil. Como si lapresencia o ausencia de la tradición y de la práctica democrática no fuera un elementoestructural para pensar cualquier aproximación o comparación entre situaciones sociales ehistóricas distintas. […] Surge como un economicismo de nuevo tipo. No apenas por ignorarel papel de las instituciones y de una cultura política democrática – fenómenos “super-estructurales”, como se acostumbraba decir en la vieja jerga marxista –, sino por reducir lapolítica al reflejo de una población que compra y consume”13.

10 En una línea inversa con Perry Anderson, que niega la comparación por la negativa frente a Lula, seinscriben las consideraciones de Chico de Oliveira, quien señala:

“Generalmente, se compara a Lula con Vargas. Esa comparación es impropia porque Lula no es uninstitucionalizador, mientras que Vargas lo fue. Todas las modernas instituciones del Estado brasileñoson de origen varguista, pero Vargas colocó la política social en el centro del debate político, hacía lasreformas al estilo de una revolución pasiva. Actualmente, ya no el tema de la desigualdad o de unapolítica social estructural sino el tema de la política contra la pobreza ocupa el centro de la agendapolítica brasileña, es por ahí que se construye el lulismo” (De Oliveira; 2011; 69)11Singer, André; “O lulismo e seu futuro”, Revista Piauí, Edición 49, Octubre de 2010.12 Nobre, Marcos: “O fim da polarização”, Revista Piauí, Edición 51, Diciembre de 2010.

13 Otra crítica en este sentido es realizada por Mario Sergio Conti: “Lulismo avanza entonces con otraanalogía. Con el realineamiento electoral de 2006, confirmado con la elección de Dilma Rousseff, la

Page 111: 10-DossierBrasil.pdf

111

En el caso de Nobre, la crítica que pretende invalidar la comparación sugerida porSinger se estructura sobre los distintos contextos económicos entre Estados Unidos 1929 yBrasil 2002, así como sobre las diferencias entre los regímenes dictatoriales y democráticos -diferencia entre Vargas y Lula-. Sin embargo, es posible señalar en favor de Singer que Vargastuvo un segundo gobierno para el cual fue elegido de forma democrática. Por otra parte,podemos agregar a la reflexión que seguramente los significados del término “democracia”, asícomo la legitimidad de esta concepción a nivel occidental resultaban sensiblemente distintos en1930 y en 2002. De este modo, mientras que una opción sería descartar en función de laheterogeneidad de contextos y situaciones una comparación entre Lula y Vargas, otraposibilidad sería efectuar esta comparación teniendo en cuenta ciertos recaudos y diferenciaspolíticas e históricas.

En resumen, si bien la caracterización de Singer ha resultado un aporte indispensablepara comprender la nueva base de sustentación política y electoral del proceso brasileño14, loque genera mayores divergencias es la cuestión de la comparación con otras experienciashistóricas y herencias a partir de las cuales identificar al gobierno Lula.

Es posible afirmar que si Singer recurre a Vargas y Roosevelt para pensar enfenómenos similares al lulismo, sus análisis dejan de lado la influencia del liderazgo de Lula envarios países latinoamericanos contemporáneos. Quizás un aspecto interesante pero nosuficientemente atendido del fenómeno del lulismo resida justamente en su innovación dentrode las experiencias políticas en América Latina, al instaurar un nuevo tipo de liderazgo que halogrado producir una exitosa sucesión, así como convertirse en referencia para otros políticosde la región al combinar una especial composición entre cambio y orden, identificaciónpopular e institucionalidad. Esta última característica dificulta justamente las comparaciones

nueva organización de clases abrió un período duradero en Brasil. Esa situación histórica tendría unasemejanza con el New Deal, el “nuevo acuerdo” hecho por el presidente F. D. Roosevelt en los años30, que combatió la recesión económica, suprimió la extrema pobreza y reconfiguró la economíaamericana.

La analogía no funciona con la fuerza de la anterior [...]. Ella es más una especulación mal construidaque esclarecimiento real. Eso ocurre porque la imagen literaria de Marx –el campesinado como saco debatatas– es una metáfora sugestiva, fruto de un análisis político histórico y materialista, que adquirió unlugar destacado entre los conceptos de la política moderna. Pero el New Deal fue un conjunto desituaciones y medidas gubernamentales. No es una categoría política”.14 Resulta necesario añadir que en un artículo posterior -“A segunda alma do Partido dosTrabalhadores” en Novos Estudos Cebrap, v.88, 2010-, Singer relativiza el proceso de identificación de lossectores de más baja renta con la figura de Lula como aquello que provee autonomía a su liderazgo porencima del partido. En esta ocasión, el autor señala que el partido se populariza porque ingresan nuevosmilitantes que provienen justamente de esos sectores, así como comienzan a adherir no sólo alliderazgo de Lula sino a identificarse con la estructura del partido. Esta cuestión constituiría otra pruebade la necesidad de pensar el proceso brasileño como un liderazgo popular de característicasinstitucionales.

Page 112: 10-DossierBrasil.pdf

112

con experiencias anteriores15, aunque podría indicar sobre la pertinencia de explorar lasexperiencias latinoamericanas contemporáneas para encontrar las particularidades de laexperiencia lulista.

Palabras finales

Como resulta visible en este trabajo, el concepto de “lulismo” de André Singer haresultado de una importante potencialidad para comprender las ambigüedades ycontradicciones de la experiencia brasileña de los últimos años. Los atributos propios de esteconcepto, como la idea de un realineamiento electoral en los términos de “pueblo-oligarquía”,la caracterización del fenómeno como un liderazgo popular que combina cambio y estabilidaden continuidad con la tradición brasileña de reducción del antagonismo (“orden y progreso”)(Anderson, 2011) han resultado elementos originales de esta interpretación. De este modo loresume Mario Sergio Conti:

“La representación política en la cual una masa popular delega al líder el papel de representarlaparece reflejar la situación de Lula en su segundo mandato. Ese apoyo pasivo le diocondiciones de conceder beneficios a los super-pobres. Y también de atender a los reclamos delos super-ricos, en la forma de una ampliación del mercado propiciada por el Bolsa Familia ycon la concesión de mayores ganancias rentistas al capital financiero. El líder así se alzó delsuelo de las clases, colocándose encima de ellas con su política de conciliación” (Conti, 2012)

15 En abril de 2009, en una reunión del G-20, el presidente estadounidense Barack Obama, alencontrarse con Lula, señaló: “éste es el hombre” para asegurar que “Lula es el político más popular dela tierra”. Ya en octubre del mismo año, cuando se desarrollaba la campaña electoral en Uruguay ypromediaba la segunda presidencia del líder nordestino, Mujica declaró "mi modelo es Lula, porque usaesa metodología de ubicar en el centro la negociación política permanente. Yo no quiero atomizar elpaís".

En abril de 2011, Humala fue un poco más allá: no solo declaró que “si hay un modelo a seguir es el deLula Da Silva en Brasil”, sino que su campaña fue “lulizada” bajo el asesoramiento de expertos enmarketing político ligados estrechamente al Partido de los Trabajadores brasileño. La asociación queestos asesores produjeron entre las características de Humala y la figura de Lula fue clave en aquelmomento electoral para moderar su imagen y desvincular la asociación que la prensa peruanadominante quería construir entre Chávez y Humala como encarnación de un cambio radical.

De esta manera, la apelación de varios políticos a la figura de Lula podría ser interpretada -entre otras-de esta manera: “lulización” podría significar la operación de ciertos candidatos progresistas quemoderan sus discursos y programas políticos para atraer a sectores de la sociedad que les seríanesquivos en una versión radical, operación de signo “lulista” que también retoma sus rasgos de latradición brasileña de conciliación, “orden y progreso” y reducción de la irradiación del antagonismo.La “lulización” entonces, podría ser considerada como uno los momentos de una política progresista,aquel en el cual la competencia electoral fuerza a los candidatos con ambiciones electorales a constituiralianzas hacia el centro para conquistar el voto de ciertos sectores que priorizan la estabilidad. Sinembargo, esta operación requiere, para completarse, de implementar políticas de distribución social parabeneficiar a los sectores populares y mantener viva la esperanza del cambio. Finalmente, “lulización”podría significar entonces, y de un modo más general pero no menos significativo, el ejercicio político,desde la izquierda, de estimar las condiciones de la compleja interacción de un liderazgo con la sociedadde la cual se aspira a ejercer su representación.

Page 113: 10-DossierBrasil.pdf

113

Para finalizar, y como hemos ya señalado, la pretensión por parte de Singer de concebiral gobierno Lula como un retorno del populismo debe ser considerada, aunque quizás sería posiblepensar esta experiencia como la emergencia de un nuevo tipo de liderazgo popular, que produce unaidentificación popular pero amparada bajo una importante continuidad a nivel institucional.Desde nuestra perspectiva, la originalidad del liderazgo lulista, que implica en la visión deSinger “cambio dentro del orden”, reside en que el populismo encarnado por Lula no es unpopulismo como lo “otro” de las instituciones ni posee frente a ellas un caráctervocacionalmente refundacional16, sino que resulta un liderazgo popular circunscripto a losmarcos institucionales vigentes, a la vez que capaz de reformularlos en función de laredistribución social. Allí, en esa combinación entre ambos aspectos, reside posiblemente partede su originalidad, lo que dificulta su comparación con casos extemporáneos.

El debate sobre el lulismo continúa abierto, y es posible pensar en la productividad deuna comparación con las experiencias latinoamericanas contemporáneas y estudios másabarcativos acerca de las limitaciones o alcances de las formulaciones esbozadas por Singer.Nuestro trabajo ha procurado ser, en este marco, apenas una revisión inicial acerca de estosnuevos e interesantes intercambios.

16 En este punto probablemente resida una importante diferencia entre los gobiernos de Lula y lospropios de Hugo Chávez en Venezuela, Evo Morales en Bolivia y Rafael Correa en Ecuador. Mientrasque estos liderazgos son claramente caracterizados como liderazgos y procesos de carácterrefundacional (Rouquié, 2011), no puede afirmarse lo mismo de los gobiernos de Lula.

Page 114: 10-DossierBrasil.pdf

114

Bibliografía

Aboy Carlés, Gerardo (2001): Las dos fronteras de la democracia argentina. La reformulación de las identidadespolíticas de Alfonsín a Menem. Rosario: Homo Sapiens.

Anderson, Perry: “O Brasil de Lula” Novos Estudos Cebrap 91 – Noviembre de 2011.

Conti, Mauro Sergio: “Marcha a ré para a frente”, Revista Piauí, Edición 72, Septiembre de 2012.de Ciencias Sociales

Mackinnon, María y Petrone, Mario (comps.), Populismo y neopopulismo en América Latina: el problema de laCenicienta, Buenos Aires: Eudeba, 1999.

Modonesi, Massimo: “El Brasil lulista: una hegemonía al revés. Entrevista a Francisco “Chico” deOliveira” en Observatorio Social de América Latina, Año XII Nº 30 - Noviembre de 2011. ConsejoLatinoamericano.

Nobre, Marcos: “O fim da polarização”, Revista Piauí, Edición 51, Diciembre de 2010.

Singer, André (2009): “Raízes Sociais e Ideológicas do Lulismo” en Novos Estudos Cebrap, v.85.

Singer, André (comp.): No Planalto, com a Imprensa. Secretaria de Imprensa, Presidencia da República,2010.

Singer, André: “O lulismo e seu futuro”, Revista Piauí, Edición 49, Octubre de 2010.

Singer, Paul: Dominação e desigualdade, São Paulo, Paz e Terra, 1981.

Weffort, Francisco. “El populismo en la política brasileña” en María Moira Mackinnon y Mario AlbertoPetrone (comps.), Populismo y neopopulismo en América Latina: el problema de la Cenicienta, Buenos Aires:Eudeba, 1999.

Entrevistas:

Entrevista realizada a Sergio Fausto, director del Instituto Fernando Henrique Cardoso (IFHC), SanPablo, 10/04/2012.

“Cientista político André Singer explica sua tese sobre o lulismo” en Folha de São Paulo, 19/08/2012.Disponible en: http://www1.folha.uol.com.br/ilustrissima/1139728-cientista-politico-andre-singer-explica-sua-tese-sobre-o-lulismo.shtml

Page 115: 10-DossierBrasil.pdf

115

PARTIDO DOS TRABALHADORES: FONTESARQUIVÍSTICAS E BIBLIOGRÁFICAS

CARLOS H. METIDIERI MENEGOZZO*

1. Introdução: porque estudar o PT?

O cenário político latino-americano sofreu profundas transformações no rastro da crisedo neoliberalismo a partir do início dos anos 2000. Em diversos países, ascenderam aogoverno central grupos políticos identificados com projetos progressistas ou de esquerda.Argentina, Bolívia, Brasil, Equador, Paraguai e Venezuela são alguns exemplos disso. Aindaque compartilhem de um mesmo impulso, todavia, cada situação nacional possui suasparticularidades, cuja compreensão se impõe como condição a um entendimento maiscompleto do quadro atual e futuro de nosso continente.

Frente a isso, um primeiro desafio se coloca, qual seja, o de encontrar um ponto departida para o entendimento de algo tão amplo e complexo quanto uma inteira formaçãosocial. Uma pista valiosa nesse sentido pode ser encontrada em Gramsci. Em determinadotrecho de seus Cadernos do Cárcere, numa passagem que já é célebre, o autor afirma que ahistória de um partido – desde que tenha peso e influência reais na sociedade – coincide com ahistória de toda uma formação social, elaborada de um ponto de vista monográfico. Isso sedeve a uma razão muito simples: os partidos políticos consistem de um programa globalmentearticulado encarnado numa máquina organizativa, e que não apenas procura interpretar etransformar (ou manter) uma dada formação social; mas que também se insere numa rede derelações e conflitos que se estende, em função da globalidade de seu programa, por todo otecido social (C.f. Gramsci, 2007, p. 87).

No caso do Brasil, um partido dentre outros se destaca no cenário político atual, por suahistória e influência real: o Partido dos Trabalhadores. Seguindo as indicações de Gramsci, oestudo da história do PT corresponde a um dos diversos caminhos possíveis para se conhecero Brasil – ainda que de um ponto de vista monográfico. Esse ponto de partida é muito útil, namedida em que permite um primeiro recorte em termos de fontes primárias e secundárias, aoentendimento de algo tão amplo e complexo como a formação social brasileira.

O estudo da história do PT, entretanto, possui uma dimensão científica e política quetranscende o entendimento da formação social brasileira, e que remete diretamente ao esforçopor transformá-la. Noutras passagens de seus Cadernos do Cárcere, Gramsci estabelece umarelação bastante estreita entre auto-conhecimento e conhecimento do terreno que se pretendetransformar (C.f. Gramsci, 2007, p. 46; entre outras tantas passagens). Em termos mais

* Sociólogo e bibliotecário, especialista em arquivologia. Dedica-se à história da esquerda e dosmovimentos estudantis no Brasil nos anos 1970 e 1980 e ao tratamento de fontes documentaisrelacionadas a essas temáticas. Trabalha atualmente no Centro Sérgio Buarque de Holanda daFundação Perseu Abramo (Brasil), onde é o responsável técnico pelo trabalho do arquivo históricodo Diretório Nacional do PT e pelo projeto “Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada”.

Page 116: 10-DossierBrasil.pdf

116

específicos, ele sugere que o desconhecimento de si mesmo, combinado ao coesionamentoexigido à ação coletiva (que acaba assentado sobre os desvios de análise que aqueledesconhecimento pressupõe) introduz um condicionamento cognitivo que impede a adequadainterpretação e, assim, a transformação profunda da sociedade. Nesses termos, ao PT – comode resto a qualquer partido – é exigido um conhecimento aprofundado de si mesmo comocondição ao entendimento e à transformação da formação social na qual está inserido.

Frente a essa possibilidade, todavia, alguns obstáculos se impõem. Dentre eles, se podedestacar a dificuldade de acesso às fontes primárias e secundárias necessárias àquele estudo.Seja por conta da dispersão das fontes; da precariedade de muitas de nossas bases de dadoscientíficas; bem como do estágio de organização de fontes primárias da maior relevância; alémda barreira do idioma, que tornam tais fontes, dispersas e desorganizadas, praticamenteinacessíveis a pesquisadores estrangeiros.

Nesse contexto é que se insere o presente artigo. O objetivo aqui é o de oferecer umavisão panorâmica de algumas das mais relevantes fontes primárias e secundárias para o estudodo PT. O recorte proposto, que destaca as iniciativas desenvolvidas pelo próprio PT e pelaFundação Perseu Abramo – fundação partidária instituída pelo partido em 1996 – contempla ohistórico, o processo de tratamento e a composição geral dos arquivos do Diretório Nacionaldo PT; os cuidados com o registro da memória oral; bem como um resumo dos resultadosobtidos na primeira fase do projeto “Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada”, cujoobjetivo é localizar e sistematizar os estudos produzidos sobre o partido no Brasil e noexterior.

2. Partido dos Trabalhadores: uma primeira aproximação1

As origens do PT remontam ao final da década de 1970. No Brasil, essa épocacorrespondeu a um momento de retomada das lutas democráticas contra a ditadura militarinstaurada com o golpe de 1964, possibilitado pelo fortalecimento de movimentos reprimidospelo regime, articulados a novos movimentos sociais recém-surgidos no contexto brasileiro.Dentre estes, destacam-se os movimentos comunitários em bairros periféricos e os sindicais,além dos estudantis, feministas e as campanhas por liberdades democráticas. Uma série defatores contribuiu para desencadear estas lutas:

1) politização de amplos setores da classe trabalhadora rural e urbana, sobretudo nosgrandes centros industriais dos estados de São Paulo, Minas Gerais e Rio Grande do Sul, cujosprotestos serviram de catalizadores para o conjunto dos movimentos sociais progressistas e daoposição democrática ao regime;

2) dedicação militante das organizações clandestinas de esquerda egressas da luta armadae de lideranças políticas e parlamentares ligadas ao antigo Movimento Democrático Brasileiro(MDB), que muito contribuíram para potencializar aqueles movimentos e para dar sustentaçãoinicial à proposta do PT;

1 Este item corresponde a um trecho revisado e ampliado do primeiro artigo resultante do projeto“Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada”, publicado em fins de 2007 (C.f. Menegozzo,2007: 70).

Page 117: 10-DossierBrasil.pdf

117

3) além do compromisso e do vínculo de setores progressistas da Igreja commovimentos reivindicatórios protagonizados pelos trabalhadores, refletindo o esforço deorganização de um campo de oposição desde as bases e a persistência da Igreja enquantoespaço de convívio e participação no contexto de intensa repressão política.

As energias políticas despertadas nesse processo fortaleceram-se ao longo de toda adécada de 1970 e, por condições históricas absolutamente singulares, aglutinaram-se numinstrumento político único, e bastante diverso: o Partido dos Trabalhadores (PT).

Desde sua fundação e até os dias de hoje, o PT viveu momentos claramentediferenciados. Surgido num contexto politicamente restritivo, emergiu como um partidocombativo, autêntico representante das classes trabalhadoras e comprometido, ainda que demodo difuso, com um projeto socialista democrático. Experimentou, em meados dos anos1980, um processo de vigoroso crescimento político, tanto junto aos movimentos sociaisquanto de sua representação no âmbito do Estado, definindo-se ideologicamente econsolidando-se no cenário brasileiro como um partido socialista, democrático e de massas.

Abalado pelas mudanças ocorridas no início dos anos 1990 no Brasil, no mundo, e em simesmo, o PT viveu um momento de crise do qual emergiu em oposição aos governos deinspiração neoliberal, de Fernando Collor a Fernando Henrique Cardoso. Firmou-se nesseperíodo como uma força decisiva no cenário político nacional, fato que culminou na eleição ereeleição de Lula à Presidência da República nos pleitos de 2002 e 2006, e na eleição datambém petista Dilma Rousseff no pleito de 2010.

Na condição de autêntico representante das classes trabalhadoras e de força políticadecisiva, o PT tem sido, ao longo dos últimos 30 anos, objeto de registros memorialísticos,análises políticas e investigações acadêmicas. Sua importância enquanto instrumento político etema de pesquisa, todavia, não tem encontrado a devida correspondência no que se refere àsistematização das fontes primárias e secundárias indispensáveis ao seu estudo, desde aformação do partido aos dias de hoje.

3. O tratamento da memória e da história no PT (1980-2012)

3.1. Das origens à instituição da Fundação Perseu Abramo (1980-1996)

O PT nasceu como organização partidária sob brutais restrições materiais, o que serefletiu na precariedade do tratamento de seus arquivos durante muitos anos2. Inicialmente, suasede foi instalada no gabinete do deputado Airton Soares, parlamentar egresso do Partido doMovimento Democrático Brasileiro (PMDB). Era dividida entre o bairro do Bixiga em SãoPaulo, e a capital federal, Brasília. Sob tais condições, por exemplo, muito material se perdeuentre as duas sedes, já que os originais eram enviados para cópia em Brasília e dalí eramdistribuídos por todo país. Pouco ou nenhum cuidado significativo pode ser reservado aos

2 Informações obtidas junto a ex-funcionários do Diretório Nacional do PT e militantes do partido:Angélica Atalla, Mila Frati, Marcio Machado, Ricardo Azevedo, Rose Spina, Rogério Chaves e PauloZocchi.

Page 118: 10-DossierBrasil.pdf

118

arquivos do partido, apesar das iniciativas propostas pela Fundação Wilson Pinheiro (FWP) –primeira fundação partidária do PT.

Em meados dos anos 1980, a sede do PT seria transferida para o bairro da Água Branca,na zona oeste de São Paulo, mas ainda em condições bastante precárias. Somente em 1985,com sua instalação na Vila Mariana, na zona sul da cidade, o arquivo pode receber tratamentomais sistemático: por iniciativa dos funcionário do Diretório Nacional, os primeiros conjuntosdocumentais foram organizados, contemplando materiais das Secretarias de AssuntosInstitucionais, Relações Internacionais, Formação Política e Movimentos Populares. Nessemesmo período, a FWP realiza uma pequena exposição utilizando a documentação históricado partido, retratando seus primeiros anos de existência.

Em 1987, a preocupação com a história do PT, que até então estava praticamente restritaa essa exposição e também às cartilhas e cursos de formação promovidos pela SecretariaNacional de Formação, ganha um novo impulso com a publicação da revista Teoria e Debate3

Inicialmente editada pelo Diretório Estadual de São Paulo, incluía a seção “Memória”,reservada a entrevistas com militantes e destinada a registrar e difundir a história do PT e daesquerda no Brasil (Ferreira e Fortes, 2008: 11).

A situação dos arquivos do PT no final dos anos 1980 pode ser avaliada a partir deestudo dedicados às condições de produção e guarda dos arquivos da campanha presidencialde 1989 – a primeira eleição presidencial ocorrida no Brasil desde os anos 1960. E resumo, oque este estudo revela que não havia à época uma política de tratamento do acervo do partido(Guevara e Gomes, 1991). Esse fato condicionou a acumulação desordenada da documentaçãonos setores do comitê, como na sala de reuniões da coordenação da campanha, situados nasede do Comitê Nacional em São Paulo, na Vila Mariana (Singer, 1990: 14-15); bem como adispersão inicial do acervo entre integrantes da direção do comitê e do partido.

Finalizado o processo eleitoral o acervo existente na sede do Comitê foi submetido pelaassessoria da coordenação da campanha a processo de avaliação e descarte. A parcela doacervo preservada foi então transferida à sede do Governo Paralelo – uma estrutura ligada aoPT que daria origem ao Instituto Cidadania e, posteriormente, ao Instituto Lula –, também naVila Mariana. Em função das inadequadas condições de guarda alí existentes, o acervo foientão dividido entre ex-integrantes do órgão. Uma parcela do retornado acabou retornando àsede do PT, enquanto a outra foi recuperada com ex-militantes e integrada ao acervo apenasem 2008 (C.f. Fundação..., 2010).

Assim como o arquivo, carente de tratamento técnico sistemático, avolumava-se tambéma produção bibliográfica dedicada ao PT – um reflexo da visibilidade política adquirida pelopartido nas eleições de 1988 e 1989. Embora o incremento da produção bibliográfica tenhasido detectada na época, não havia uma iniciativa de acompanhamento sistemático dessaprodução, ainda que houvesse uma clara preocupação nesse sentido, conforme registra umaartigo publicado na revista Teoria e Debate em 1990 (C.f. Pomar, 1990).

3 A coleção está disponível em: <http://www.teoriaedebate.org.br/>. Acesso em 30 ago. 2012.

Page 119: 10-DossierBrasil.pdf

119

No ano seguinte, em 1991 a sede do partido foi transferida para a região de CampoElísios, na zona oeste de São Paulo. No novo espaço, os arquivos nacionais se confundiramcom os do Diretório Estadual de São Paulo, que compartilhava o mesmo prédio, e foramparcialmente danificados ou destruídos pela ação do tempo e da umidade. Problemassemelhantes continuaram a ocorrer mesmo com a transferência da sede para sua localizaçãoatual, no bairro da Sé, região central da capital paulista.

Tendo em vista o enfrentamento de uma série de desafios em termos de formulaçãoprogramática, formação política e sistematização da experiência do PT – dentre os quais seincluía a organização do arquivo do partido –, o Diretório Nacional institui, em 1996, umanova fundação de apoio – a Fundação Perseu Abramo. Ela substitui a antiga Fundação WilsonPinheiro, dilacerada por divergências políticas internas, e cujas atividades haviam se encerradoanos antes.

A FPA, como foi a FWP, é uma fundação partidária, conforme definido na legislaçãobrasileira em vigor. Algumas de suas responsabilidades incluem a reflexão e a pesquisa sobretemas que tocam o PT, bem como a formação política de seus militantes e dirigentes. Suaprincipal fonte de financiamento advém do chamado Fundo Partidário, que reúne recursosdistribuídos aos partidos pelo Estado, observando critérios como sua representatividade noparlamento. Como uma entidade de apoio ao PT, a FPA tem como missão a consolidação doprojeto petista e de uma nova cultura política em nosso país.

3.2. Projeto “Memória e História do PT” (1996-2001) 4

Com a instituição da FPA em 1996, o trabalho com o arquivo do PT e o cuidado com osregistros de história oral ganham nova qualidade. Em 1997, a Editora da FPA publica umacoletânea, reunindo as entrevistas registradas entre 1987 e 1995 na seção Memória da revistaTeoria e Debate, cuja publicação passava a ser responsabilidade da FPA (C.f. Azevedo eMaués, 1997). No mesmo período, são realizados os primeiros levantamentos na sede nacionaldo partido, com o intuito de avaliar o estágio de conservação e o perfil da documentaçãohistórica remanescente. Isso culminou, em 1998, na implantação do Projeto “Memória eHistória do PT” (PMH), dedicado, sobretudo, ao tratamento técnico do arquivo e suadisponibilização ao público.

Instalado na FPA, o projeto foi inicialmente pensado como um centro de referência –isto é, como um órgão responsável por mapear fontes documentais relevantes à história dopartido, e também por organizá-las, mas transferindo a guarda do material a entidadesparceiras. Sob tais diretrizes, o tratamento técnico sistemático do arquivo histórico doDiretório Nacional do PT foi finalmente iniciado – cerca de 18 anos passados de sua fundação.Naquele momento, os arquivos foram primeiramente separados daqueles pertencentes aoDiretório Estadual de São Paulo, lembrando que ambas as instâncias compartilhavam umamesma sede e a documentação acabou se confundido. Separados, os materiais pertencentes doDN/PT foram transferidos para a sede da FPA.

4 Este item corresponde a uma versão revisada e ampliada de um trecho de introdução ao Guia deAcervo do CSBH (C.f. Menegozzo et alii, 2009: 9-12).

Page 120: 10-DossierBrasil.pdf

120

Ao longo dos primeiros anos de trabalho, a equipe empenhou-se na realização deseminários dedicados a debater momentos marcantes da história do país e das lutas populares,bem como ao tratamento inicial dos arquivos do partido. Desses esforços resultaramseminários sobre os movimentos estudantis de 1968 e 1977 e sobre as greves de 1978, um livroque reúne documentos básicos e resoluções do PT desde a fundação até fins dos anos 1990(C.f. Fundação Perseu Abramo, 1998), as exposições “PT 20 anos, traço a traço” e“Trajetórias” (que gerou publicação homônima – C.f. Fundação Perseu Abramo, 2000), alémde CD, também comemorativo dos vinte anos partido, que registra músicas que marcaram suatrajetória5.

Além do arquivo histórico do Diretório Nacional do PT, cujo tratamento é suaprioridade, o PMH acolheu arquivos remanescentes da Seção Nacional da Fundação WilsonPinheiro, constituiu coleções de tendências internas do PT, e de documentos anteriores àlegalização do partido, e recebeu, como doação, acervos pessoais de José Dirceu e de PerseuAbramo. A guarda de ambos os arquivos pessoais seria transferida posteriormente para oArquivo Edgard Leurenroth (AEL), ligado à Universidade Estadual de Campinas (Unicamp),por meio de convênio de cooperação estabelecido para esse fim, onde encontram-se hojedisponíveis para pesquisa.

3.3. Centro Sérgio Buarque de Holanda: documentação e memória política6

Em 2001 o PMH se consolidou e deu origem ao Centro Sérgio Buarque de Holanda. Emnovo espaço projetado no interior da FPA especialmente para suas atividades, o Centro abriu adocumentação sob sua guarda à consulta pública; colaborou para a definição de uma políticade gestão da documentação corrente do PT, mediante a implantação, em 2001, do Núcleo deDocumentação (NUD); assessorou a implantação de iniciativas congêneres junto aosDiretórios Estaduais do partido; subsidiou a produção das peças de propaganda da campanhade Lula à Presidência da República em 2002; e atualizou a publicação que retrata a história doPT após a vitória de Lula nas eleições (C.f. Fundação Perseu Abramo, 2003).

Além da microfilmagem dos primeiros conjuntos documentais7, contemplando órgãosde comunicação nacionais do PT e uma seleção de publicações avulsas, no período de início desuas atividades o CSBH lançou a coleção “História do Povo Brasileiro”, com ensaios sobrehistória, política e cultura brasileira; atualizou a exposição “Trajetórias”, que retrata a históriado partido desde sua fundação e que foi editada posteriormente em livro; realizou um

5 Detalhes sobre estes e outros produtos do trabalho da FPA, bem como sobre sua disponibilidadeno caso dos materiais comercializados, podem ser obtidos junto à equipe do CSBH.

6 Este item corresponde a uma versão revisada e ampliada de um trecho de introdução ao Guia deAcervo do CSBH (C.f. Menegozzo et alii, 2009: 9-12).

7 O projeto de microfilmagem foi iniciado com apoio do Program for Latin American Libraries andArchives desenvolvido pelo David Rockfeller Center for Latin American Studies, instalado na Universidadede Harvard. Parte dos microfilmes produzidos nesta primeira iniciativa e noutras, realizadasposteriormente, encontram-se disponíveis para pesquisa na Fundação Perseu Abramo; no Arquivodo Estado de São Paulo, localizado na capital paulista; no Arquivo Edgard Leuenroth, sediado naUniversidade de Campinas; no Instituto de Historial Social, sediado na Holanda; e também naUniversidade do Texas, nos Estados Unidos, entre outros centros de pesquisa.

Page 121: 10-DossierBrasil.pdf

121

seminário internacional dedicado a debater a história e as perspectivas da esquerda e, emmeados de 2005, promoveu uma campanha de doação de documentos, lançada publicamenteentre os filiados e simpatizantes do PT.

Nesse período, mais precisamente entre 2002 e 2004, é que o Projeto de História Oraldo PT dá seus primeiros passos. Dois projetos-piloto foram realizados. Um deles, no Rio deJaneiro, em parceria com o Laboratório de História Oral e Iconografia da Universidade FederalFluminense (Labhoi/UFF). Outro no Rio Grande do Sul, em parceria com o Núcleo dePesquisa Histórica da Universidade Federal do Rio Grande do Sul (Ferreira e Fortes, 2008: 12).Em 2004 o Projeto ganha novo impulso em escala nacional, mediante a formalização de umaparceria com Centro de Pesquisa e Documentação de História Contemporânea da FundaçãoGetúlio Vargas (CPDOC/FGV).

Entre 2005 e 2006, pode-se dizer que o CSBH inicia uma nova fase de trabalho. Além darealização de seminário dedicado à compreensão da Era Vargas e da ampliação da coleção“História do Povo Brasileiro”, o centro, em comemoração aos 25 anos do partido, preparouuma versão ampliada do livro de documentos e resoluções do partido em CD-Rom econsolidou o Projeto de História Oral Nacional do PT, realizando, em parceria com o CPDOC,cerca de vinte e duas entrevistas com dirigentes que desempenharam papel destacado nafundação do PT em 1980 (Ferreira e Fortes, 2008: 11-12).

Paralelamente, a política de documentação do PT foi redefinida. O CSBH foidesincumbido do tratamento do arquivo corrente do Diretório Nacional, o que levou àextinção do NUD em 2005. Com isso, o centro passou a concentrar praticamente toda adocumentação histórica (definido, em linhas gerais, como toda a documentação produzida peloPT antes de 1989) em suas próprias dependências, ampliando enormemente seu acervo. Emcontrapartida, ao centro foram designadas novas atribuições, que incluíam a publicação darevista Perseu: História, Memória e Política8, pelo CSBH; a realização dos seminários A Propósito,aberto ao publico e referentes, sobretudo, à história da esquerda e dos movimentos sociais; aorganização do acervo do partido (mais que apenas sua integração e incorporação), o queresultaria posteriormente na publicação de seu Guia de Acervo em 2009 (C.f. Menegozzo etalii, 2009); e a bem como a incorporação do Centro ao projeto Memórias Reveladas9, lançadopelo Governo Federal.

8 Desde o 2007 até 2011, o CSBH publicou seis edições de Perseu, nas quais incluem-se dossiêstemáticos que contemplam documentos e imagens históricas. Em seu primeiro número, apresentaum dossiê sobre a fundação do PT; e nos seguintes, dossiês sobre a campanha de 1982; sobre a lutapela anistia e por eleições diretas; sobre permanêcias e rupturas no mundo do trabalho; rebeliões noperíodo da Nova República; a luta por direitos na América Latina; e finalmente, sobre a luta dasmulheres (C.f. Fundação..., 2007-).

9 O Projeto Memórias Reveladas é uma iniciativa lançada pelo Arquivo Nacional em 2009. Seuobjetivo é estabelecer e gerenciar uma base de dados eletrônica cooperativa, o Centro de Referênciadas Lutas Políticas no Brasil (1964-1985), contendo informações sobre conjuntos documentaisrelativos ao período da Ditadura Militar. A base corresponde uma fonte de pesquisa imprescindívelaso interessados na história do PT e da esquerda em nosso país (C.f. Brasil, 2010c).

Page 122: 10-DossierBrasil.pdf

122

Em termos de tratamento dos arquivos do partido, esse processo desembocou numamudança em termos de orientação: daí em diante o centro passa a adotar de modo maissistemático os referenciais teórico-metodológicos consagrados na arquivologia. Umaorientação básica que exemplifica essas referências corresponde à rigorosa diferenciação entreacervos de diferentes tipos, a saber, os fundos e as coleções. Os fundos correspondem aacervos orgânicos, quer dizer, diretamente resultantes de atividades de uma pessoa ouinstituição. Corresponde ao arquivo propriamente dito dessa pessoa ou instituição. Ascoleções, por outro lado, são conjuntos que resultam da reunião de itens documentais dediferentes origens, produzidos por diferentes instituições ou indivíduos, e que foram agregadosem função de uma característica que os mantém em comum, como assunto, por exemplo.

Outros fundamentos arquivísticos incorporados ao nosso trabalho poderiam serarrolados, tais como o princípio de respeito aos fundos, que implica na manutenção dessesarquivos em sua integralidade; a classificação arquivística, que corresponde ao método deorganização dos acervos, observando a estrutura interna da entidade responsável pelaprodução do material ou as atividades desempenhadas pelas pessoas e instituições que ogeraram; e a descrição arquivística, cujos padrões encontram-se fixados na NormaInternacional de Descrição Geral Arquivística (ISAD-G), e sua adaptação brasileira, a NormaBrasileira de Descrição Arquivística (Nobrade)10.

A revisão dos referenciais teóricos e metodológicos do Centro entre 2005 e 2006permitiram significativo incremento qualitativo e quantitativo de nossas atividades. Provasdisso são a conclusão da integração do arquivo histórico do PT nas dependências do CSBH; olevantamento geral da documentação que se seguiu a esse processo; o restabelecimento parcialde conjuntos documentais recebidos como doação e anteriormente integrados ao fundoPT/Diretório Nacional; a classificação e microfilmagem dos arquivos das campanhaspresidenciais de 1989, 1994 e 1998; a pré-classificação dos acervos dos comitês do PT nascampanhas ocorridas entre 1982 e 1996 e dos fundos Fundação Wilson Pinheiro, MovimentoComunista Revolucionário e Movimento pela Emancipação do Proletariado; bem como aelaboração de seu primeiro guia de acervo.

Vale assinalar, adicionalmente, que o avanço possibilitado pelo tratamento técnico destesmateriais, permitiu à equipe do CSBH experimentar os limites das formulações arquivísticasclássicas frente aos desafios suscitados pelas condições particulares de produção do tipo deacervo com o qual lidamos – atravessada por divergências profundas e por condições materiaisbrutalmente desfavoráveis – uma reflexão cujos parâmetros fundamentais esbocei em estudoelaborado em 2010 (C.f. Menegozzo, 2010), e que localizam o trabalho do centro de memóriado contexto de alguns dos debates teóricos atualmente em curso no âmbito das Ciências daInformação.

Nessas condições é que o CSBH chega ao ano de 2010, data em que se comemorou os30 anos de fundação do PT. Para o centro de memória, aquele ano se inicia com o lançamento

10 Detalhes sobre os conceitos podem ser encontrados na Nobrade, na página eletrônica do ArquivoNacional, disponível em: <http://www.arquivonacional.gov.br>. Acesso em 30 ago. 2012.

Page 123: 10-DossierBrasil.pdf

123

da exposição “PT 30 anos – Cartazes” (C.f. Fundação Perseu Abramo, 2010b), que retrata ahistória do partido com base nos cartazes existentes nos acervos sob guarda do CSBH; e deum curso sobre história oral e tratamento dos arquivos correntes do partido, oferecido emparceria com o núcleo de Formação Política da FPA11, são algumas de nossas iniciativasrecentes, que, almejando projetar o CSBH e seu acervo junto ao público, resultam também dareavaliação de nossas prioridades e rotinas de trabalho. Paralelamente, o Centro dá novos eimportantes passos em relação ao projeto de História Oral do PT Nacional, com a publicação,em 2008, do primeiro livro resultante das entrevistas com dirigentes e militantes do partido(C.f. Ferreira e Fortes, 2008).

Atualmente, além prosseguir com a edição da revista Perseu, a equipe do CSBH tem sededicado à preparação do segundo volume do Projeto de História Oral, a ser publicado embreve. E também ao tratamento técnico do arquivo do Diretório Nacional: entre 2009 e 2012,outros acervos foram objeto de tratamento sistemático, dentre os quais vale destacar a coleçãodedicada aos diretórios regionais do PT, a pré-organização de todo o material fotográfico queintegra seus acervos, bem como a conclusão do processo de organização da documentaçãohistórica relacionada ao Encontro, Congressos, Convenções e fóruns setoriais nacionais,contemplando desde o encontro de fundação do partido em 1980 até o 12º EncontroNacional, realizado em 2001.

4.4. Perfil geral da documentação

Hoje o CSBH abriga praticamente todo o acervo do Diretório Nacional do PTproduzido anteriormente a 1989, bem como alguns conjuntos produzidos até 2006. A esseacervo – nosso objeto de trabalho privilegiado – somam-se de cerca de outros cinquentaacervos relacionados ao partido, entre acervos pessoais, institucionais e coleções, de dimensõese graus de fragmentação muito variados. De modo geral, tais acervos incluem arquivos deinstituições com as quais o PT manteve relação ao longo de sua trajetória, arquivos pessoais dedirigentes e militantes que integram ou integraram o partido, além de coleções recebidas comodoação ou constituídas pelo próprio Centro. Desse modo, o acervo retrata momentosmarcantes do PT, da história do país e também de outros partidos de esquerda e demovimentos sociais existentes não somente no Brasil como em outros países, sobretudo daEuropa e América Latina.

Traduzido em números, o acervo sob guarda do CSBH – incluindo os dois acervos sobcustódia do AEL – reúne cerca de 110 metros lineares de documentação textual (equivalente amais de 900 caixas-arquivo), 300 adesivos, 1.970 cartazes, 8.040 fotogramas em folhas decontato fotográfico, 745 diapositivos, 21.450 fotografias, 24.030 negativos, 1.450 fitasaudiomagnéticas, 1.410 registros audiovisuais em diferentes formatos, 80 bandeiras e faixas,1.000 broches, 200 camisetas, além de outros materiais como brindes de campanha, bolsas,discos de vinil, bonés e chaveiros, por exemplo. Uma visão detalhada do conteúdo de cada umdos mais de 50 conjuntos documentais nos quais esse material encontra-se distribuído pode serencontrado em nosso Guia de Acervo, publicado em 2009 (C.f. Menegozzo et alii, 2009).

11 As orientações referentes à questão do tratamento de arquivos encontram-se sistematizadas emMenegozzo e Silva (2010).

Page 124: 10-DossierBrasil.pdf

124

4. Projeto “Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada”

4.1. Breve apresentação do projeto

No contexto daquele novo período vivido pelo CSBH, uma das iniciativas desenvolvidascorresponde ao levantamento e análise da produção bibliográfica relacionada ao partido.Oferecemos aqui uma apresentação da proposta – o projeto “Partido dos Trabalhadores:bibliografia comentada” – bem como um resumo dos resultados obtidos em sua primeira fase,dedicada aos livros publicados no Brasil e no exterior entre 1980 e 2002. O intuito aqui é o deoferecer uma espécie de guia de estudos que facilite o acesso, por parte de pesquisadoresbrasileiros e estrangeiros, à produção dedicada ao PT, potencializando assim odesenvolvimento de novos estudos, bem como uma abordagem mais qualificada das fontesprimárias já disponíveis para pesquisa.

O projeto foi iniciado formalmente em meados de 2006, embora os levantamentos quepermitiram concretizá-lo tenham sido iniciados por volta de 2004. Num primeiro momento,previa a localização e o resumo da produção bibliográfica sobre o PT desenvolvida na formade livros, artigos científicos, além de dissertações de mestrado e doutorado, contemplando operíodo compreendido entre a fundação do partido em 1980 e a eleição de Lula em 2002. Oprimeiro artigo do projeto, publicado em 2007, refletia a expectativa de que esses materiaisfossem trabalhados simultaneamente. A partir do segundo artigo e até o sexto, publicadosentre 2008 e 2011, o objetivo da proposta foi redesenhada: decidiu-se que, numa primeiraetapa, nos concentraríamos na produção em livro12.

O levantamento da produção bibliográfica sobre o PT foi baseado, primeiramente, emlevantamentos já existentes13, em consultas a catálogos eletrônicos de bibliotecas14, a bases dedados de periódicos científicos15 e na verificação das listagens de referências bibliográficasincluídas nas obras até então localizadas. No levantamento, priorizou-se a inclusão dereferências em que a história e as opiniões do PT e de seus dirigentes figuram como assuntoprincipal – incluindo-se aí os estudos biográficos –, em detrimento daquelas em que aparecemcomo uma informação secundária, sobretudo em estudos gerais sobre a transição do Brasil oregime dito “democrático” que aqui vigora desde o fim da ditadura, e sobre os processos

12 Para maiores detalhes do projeto e para acessar a lista de referências localizadas, acompanhas deseus respectivos resumos, confira os artigos completos: Menegozzo (2007, 2008 e 2009);Menegozzo e Silva (2010); Menegozzo, Silva e Maciel (2010) e Menegozzo, Maciel e Silva (2011).

13 Lima Junior, O. B. de; Schmitt, R.; Nicolau, J. C. M. A produção brasileira recente sobre partidos, eleições ecomportamento político: balanço bibliográfico. BIB, n. 34, p. 3-66, jul./dez. 1992; Revista brasileira de ciênciassociais. Índice geral (1986-1997). Revista Brasileira de Ciências Sociais. Associação Nacional de Pós-Graduação em Ciências Sociais (ANPOCS), v. 12, n. 35, p. 170-184, out. 1997; dados: revista de ciênciassociais. Índice cronológico (1966-1986). Dados, v. 29, n. 3, p. 395-422, 1986.

14 Biblioteca Nacional, Centro Sérgio Buarque de Holanda da Fundação Perseu Abramo(CSBH/FPA), Sistema de Bibliotecas da Universidade de São Paulo (SiBi/USP) e Biblioteca doCongresso dos Estados Unidos da América (Library of Congress/USA).

15 Centro de Estudos de Cultura Contemporânea, Hispanic American Periodicals Index (HAPI),History Study Centre, International Political Sciences Abstracts, Eletronic Reference Library (ERL),Pro-Quest: digital dissertations, Scientific Eletronic Library On-Line (SiELO), Web of Science,Scholarly Journal Archives (JSTOR).

Page 125: 10-DossierBrasil.pdf

125

eleitorais ocorridos desde o início dos anos 1980 e até os dias hoje. Indicações a reediçõesforam incluídas na listagem do levantamento.

Por outro lado, alguns critérios de exclusão foram também estabelecidos. Nolevantamento não constam livros que, contemplando o PT, tenham sido publicados poreditoras mantidas por organizações políticas (incluindo-se as tendências do PT e o próprioPT), em função da dificuldade de localização desses materiais. Pelo mesmo motivo, e tambémpelo volume extraordinário de material, excluídas publicações editadas por entidades deassessoria e formação popular; instituições de pesquisa ou de assessoria a gestores públicos,muitas dedicadas sobretudo ao tema das políticas públicas16, por mandatos exercidos porintegrantes do PT.

5.2. Análise bibliográfica: ciclos da produção em livro dedicada ao PT

No total, cerca de 370 referências em livro, produzidas entre 1980 e 2002, foramlocalizadas e incluídas nos artigos originais do projeto, publicados entre 2007 e 2010. Com oprosseguimento das pesquisas, mais de 65 novas referências foram localizadas, totalizandoassim um conjunto de cerca de 405 estudos. O gráfico abaixo representa a distribuiçãocronológica desse material17. Isso proporciona uma visão de conjunto das obras disponíveis emlivro, oferecendo um primeiro critério de ordenação do material, de modo que se possaperceber alguns padrões mais gerais. Consideradas as variações quantitativas e tambémaspectos de conteúdo, foi possível identificar cinco ciclos distintos de produção bibliográfica,compreendidos nos períodos 1980-1982, 1983-1986, 1987-1993, 1994-2000 e 2000 em diante.Adiante, analisaremos cada um dos ciclos anteriormente indicados, indicando algumasabordagens recorrentes, bem como o contexto de produção dessas publicações. E oferecendo,assim, um guia para o estudo do conjunto das referências localizadas, apontadas em cada umdos artigos publicados desde 2006.

Gráfico 1. Evolução da Produção Bibliográfica sobre o PT: Livros (1980-2002)

16 Entre outras instituições, destacam-se: Centro de Estudos de Cultura Contemporânea (CEDEC),Instituto de Estudos Econômicos, Sociais e Políticos de São Paulo (IDESP), o Instituto Cidadania eo Instituto de Estudos, Formação e Assessoria em Políticas Sociais (Instituto Pólis). Os catálogos depublicações destes institutos de pesquisa e assessoria constituem imprescindível fonte de pesquisa.Ver, por exemplo: POLIS. Catálogo de publicações. São Paulo, 2005, 30 p. Disponível em:<www.polis.org.br>, acesso em fevereiro de 2008; CEDEC. Publicações. Disponível em:<www.cedec.org.b>, acesso em abril de 2008.

17 Além do acréscimo de referências em relação aos artigos originais, o gráfico inclui também acorreção de erros de cálculo referente a produção bibliográfica compreendida entre 1989 e 1990. Talerro superdimensionou a produção referente ao período e, despercebido, acabou sendo reproduzidonos artigos originais.

Page 126: 10-DossierBrasil.pdf

126

5.2.1. Primeiro ciclo (1980-1983)

Considerando a evolução quantitativa dos estudos localizados, bem como o recortetemático privilegiado naquelas publicações, um primeiro e breve ciclo de produçãobibliográfica pode ser identificado, compreendido entre 1980 e 1982. Uma leitura detida dostrabalhos publicados nesse período revela que é bastante significativo o peso dado à visão dossindicalistas sobre o PT e também às origens sindicais do partido: a quase totalidade daspublicações daqueles anos correspondem a entrevistas com lideranças sindicais.

Este recorte temático predominante aparece junto a alguns trabalhos ensaísticos queprocuram interpretar as origens e a composição social do PT, e também junto a publicaçõesque procuram difundir alguns dos documentos básicos produzidos no processo de suaformação. Combinadas ao peso conferido no conjunto das publicações às opiniões dossindicalistas a respeito do novo partido, essas temáticas dizem muito sobre o processo defundação do PT, sobre sua composição social e sobre os interesses e questionamentos quedespertava junto aos setores progressistas da sociedade.

Isto, num momento em que o partido, ainda muito reduzido numericamente e poucodefinido em termos ideológicos, dava seus primeiros passos quanto à estruturação de suasinstâncias dirigentes e de base, e vivia os seus primeiros desafios – que neste período inicialculminaram com as eleições gerais de 1982. Aliás, dessas eleições o PT sai relativamentecombalido porque, tendo sido frustradas algumas de suas expectativas, foi desafiado a superar-se em termos programáticos e organizativos. E isso parece ter se refletido de alguma maneirano nível da produção bibliográfica, com uma drástica redução das publicações dedicadas aopartido no ano de 1983.

5.2.2. Segundo ciclo (1984-1987)

Page 127: 10-DossierBrasil.pdf

127

A partir de 1984 ocorre uma retomada sensível da produção em livros dedicada ao PT,iniciando um ciclo que, a julgar pela evolução quantitativa das publicações e pelo recortetemático privilegiado, se encerra em 1987. Neste período, prevalece claramente uma série depublicações inteiramente dedicadas à orientação política do PT. Isso inclui a divulgação dedocumentos básicos do partido; a publicação de ensaios a respeito da história e orientaçãoideológica de forças políticas não hegemônicas no partido, reveladores de suas divergênciasinternas; e também a produção de materiais que integram o esforço do partido por aprofundarsuas formulações.

Nestes estudos, é bastante evidente que este de aprofundamento aponta comoperspectiva a intervenção do PT na Assembleia Nacional Constituinte, cujos trabalhos seiniciariam em 1987. Mas é evidente também a tentativa de se consolidar algumas orientaçõesmais gerais sobre política de alianças e sobre a relação do partido com o Estado e osmovimentos sociais. Em menor medida, o conjunto inclui também as primeiras avaliaçõessobre a participação do PT na campanha eleitoral de 1982 e sobre a composição da bancadaconstituinte do partido, definida no pleito ocorrido em 1986.

Interessante notar que o período compreendido entre 1984 e 1987 corresponde, emtermos gerais, a um momento maior visibilidade e crescimento do PT, em decorrênciasobretudo de sua participação na campanha por eleições diretas e da posição firme que adotoufrente ao colégio eleitoral que elegeu indiretamente o Presidente da República em 1985, após aderrota da emenda por eleições diretas no paramento no ano anterior. Paralelamente, o partidovivencia a experiência e os desafios de seus primeiros mandatos, eleitos em 1982, 1985(eleições municipais) e 1986 (onde se definiram as bancadas constituintes).

Nesse contexto, gozando de maior visibilidade na sociedade brasileira, e considerando aexperiência da derrota nas eleições de 1982 e na campanha por eleições diretas, o PTamadurece politicamente e é conduzido a enfrentar novos desafios. Em particular, os desafiosde concretizar aquela sua genérica referência num modelo democrático de socialismo emtermos de um projeto político adequado às condições particulares da formação social brasileira.À luz desse desafio, o partido estabeleceu nesse período uma orientação para o movimentosindical e produziu suas primeiras leituras sistemáticas sobre o caráter do Estado e a estruturade classes existente no Brasil, concretizando sua visão de socialismo num programa detransição de caráter democrático e popular.

Por ser decisivo, esse é um momento de muita luta interna, que acaba também refletidana bibliografia: em termos sucintos, parte das forças que afluíram ao PT consideravam asorientações estabelecidas no período como expressão de uma tendência à moderação políticado partido, uma capitulação antes à democracia burguesa – perspectiva que conformou asorientações básicas dos primeiros coletivos a deixar o partido, no período seguinte, dandoorigem a outras organizações, notadamente o Partido Socialista dos Trabalhadores Unificadose o Partido da Causa Operária, ambos de orientação trotsquista.

Page 128: 10-DossierBrasil.pdf

128

5.2.3. Terceiro ciclo (1988-1993)

Posteriormente à relativa redução do volume de trabalhos em 1987, observa-sesignificativa retomada em 1988, seguida de uma evidente inflexão em 1989, o que a marca aemergência de um terceiro ciclo de produção bibliográfica dedicada ao PT, compreendidoentre 1988 e 1993. Do ponto de vista qualitativo, em todo esse período é evidente o peso dasbiografias de militantes e dirigentes partidários. Dentre estes, destaca-se Chico Mendes –militante petista cujo assassinato alcançou ampla repercussão internacional, o que se refletiu demodo evidente no nível da produção bibliográfica. Outros temas adquirem peso além dasbiografias. Entre estes incluem-se o interesse pelas origens, trajetória e perfil geral do PT, e quecorrespondem à publicação dos primeiros livros inteiramente dedicados ao partido.

O ápice deste terceiro ciclo – representado pela produção internacional, que nessemomento supera a nacional – aparece em 1990, seguido de uma redução significativa dovolume de publicações no período 1991-1993. Num segundo momento deste ciclo deprodução bibliográfica, persistem os temas anteriormente assinalados, mas a eles se somamnovas questões. Dentre estas, duas adquirem maior relevância: a avaliação das experiências doPT na administração dos municípios conquistados até as eleições de 1988; e o esforço porcompreender as origens da crise do socialismo em escala internacional e seus impactos sobre oprojeto político do PT – uma inflexão que é marcada pelo forte decréscimo da produção emtermos quantitativos, se consideramos apenas as publicações nacionais.

Estas questões refletem os desafios que se impunham ao PT no início da década de 1990ante as vitórias das eleições municipais de 1988 e os processos de burocratização que se sentiano partido à medida que se ampliava sua presença institucional. Refletiam também a derrota nacampanha de 1989, quando se sentiu a necessidade de ampliação das bases do partido entre ossetores mais pauperizados, o que suscitou a realização das Caravas da Cidadania. Refletiam,ainda, as tensões internas ao PT suscitadas pela crise que culminou no impeachment do entãopresidente Collor, pelas propostas de reforma constitucional, apresentada pelo governo em1993, de viés conservador e pelos planos de estabilização monetária que desembocaria naimplantação de uma nova moeda, o Real.

Sob tais desafios, e num contexto de enormes pressões conservadoras reforçadas pelaqueda do muro de Berlim em 1989 e pela dissolução da União Soviética em 1991, o PT revisitae procura aprofundar sua concepção de socialismo naquilo que se pretendeu que fosse umaespécie de refundação em seu 1o Congresso, realizado em 1991; evento a partir do qual opartido adentra numa crise interna que não se resolveria por completo até meados de 1995.Supõe-se que a relativa queda observada na produção bibliográfica, e que fecha um terceirociclo de publicações, seja um reflexo desse período delicado na trajetória do partido.

5.2.4. Quarto ciclo (1994-1999)

Em termos quantitativos, o ano de 1993 representa uma queda relativa da produçãobibliográfica sobre o partido, seguida de uma retomada em 1994. Essa retomada dá início a umnovo ciclo, que se estende até 1998. Do ponto de vista qualitativo, a produção desse período ébastante diversificada. Entre os temas recorrentes, vale assinalar a participação do PT em

Page 129: 10-DossierBrasil.pdf

129

campanhas eleitorais, sobretudo as campanhas presidenciais, e dentre estas o pleito de 1994.São recorrentes também estudos biográficos e coletânea de artigos, notadamente de ensaiospolíticos, produzidos de lideranças e intelectuais petistas.

Duas outras questões parecem se apresentar com alguma intensidade no mesmoperíodo: a reflexão sobre as experiências administrativas do PT, além da história e do projetopolítico assumido pelo partido. Quanto ao primeiro tema, destacam-se, sobretudo, asexperiências acumuladas a partir dos mandatos conquistados com as eleições de 1988,contemplando as regiões sul, sudeste e nordeste do país. De modo geral, tais estudos nãoapenas destacam os instrumentos de democratização implementados pelas gestões petistascomo analisam novos paradigmas de governo assumidos pelo PT, sobretudo a partir de 1992,nas quais passam ser ampliadas, pro exemplo, as parcerias do poder público com a iniciativaprivada.

Quanto ao segundo tema, o que se destaca é o esforço por compreender a trajetória doPT, além do perfil e dos desafios impostos ao seu projeto político. Isto, à luz dastransformações profundas vividas em escala nacional e internacional na passagem dos anos1980 para a década de 1990. É patente nos estudos localizados uma tensão entre esforços quenem sempre se combinam harmonicamente: de um lado, encontram-se trabalhos queprocuram reafirmar a identidade e o horizonte socialista do PT, enfrentando os desafiosimpostos pelo momento; de outro, estudos que propõem uma espécie de refundação doprojeto petista em novas bases; passando por esforços de aprofundamento em relação adebates mais específicos ou setoriais, como as questões econômica, educacional, ética e degênero, por exemplo.

A produção bibliográfica deste período reflete de alguma maneira a situação pela qualatravessava o partido na segunda metade da década de 1990. A derrota na campanha de 1989,combinada às dificuldades do partido em fazer frente ao avanço do neoliberalismo e daimplantação de um novo plano de estabilização monetária, o plano real, acabaram seaprofundando com as derrotas nas campanhas presidenciais de 1994 e 1998. Isto, combinada acrise do socialismo em escala internacional, suscitava um debate interno acirrado e uma criseprogramática na qual se impunha o desafio que retomar a ofensiva política num quadro deretrocesso intenso da correlação de forças. Sob tais dificuldades, e refletindo o debate políticodo momento, o PT avançada em termos de representação institucional, elegendo seusprimeiros governadores de estado em 1994 e ampliando sua presença nas administraçõesmunicipais.

5.2.5. Quinto ciclo (2000...)

No ano 2000, a produção bibliográfica o PT sofre nova e significativa inflexão emtermos quantitativos, sugerindo que aquele momento marca o início de um novo ciclo naprodução bibliográfica. O conjunto dos estudos publicados naquele ano apresenta, também,algumas alterações qualitativas em termos de recorte temático privilegiado. Enquanto no cicloanterior observa-se forte presença de avaliações de experiências administrativas do PT em nívelmunicipal; biografias de lideranças destacadas do partido; além de estudos sobre o projetopolítico do PT, com aparente ênfase em questões setoriais; no ano 2000 é relativamente menor

Page 130: 10-DossierBrasil.pdf

130

das biografias, contrastante com a ampliação do número de publicações que, simpáticas oucríticas ao PT, avaliam de um modo geral sua trajetória e orientações estratégicas eprogramáticas.

A princípio, pode-se supor que a ampliação do número de publicações sobre o PTrevelam um maior interesse pelo partido no contexto imediatamente anterior ao das eleiçõesmunicipais, que ocorreram naquele ano, e no qual o PT obteve vitórias importantes.Parcialmente recuperado do impacto provocado pela crise do socialismo em escalainternacional em fins da década de 1980, o partido realinha seu projeto político no final dosanos 1990, consolidando a expectativa e a tendência de ampliação de sua presença nos poderesexecutivo e legislativo que se refletiram nas conquistas da eleição de 2000.

Do ponto de vista da produção bibliográfica, no ano de 2001 observa-se uma fortequeda em termos quantitativos, o que leva a supor que o ano 2000 encerraria um curto ciclo.Uma análise qualitativa da produção dos anos seguintes, todavia, revela que algumas tendênciasobservadas a partir de 2000 parecem se consolidar: o volume de estudos dedicados à históriado PT de um ponto de vista mais geral e a uma avaliação de seu projeto político é crescente,passando mesmo a predominar em 2001 e 2002. Interessante observar, também, que esseprocesso é acompanhado por uma tendência de polarização ideológica: é marcante oincremento tanto da produção simpática ao PT, que enfatiza o conteúdo socialista de suaprática e formulações, quanto de trabalhos críticos ao PT, muitos de orientaçãodeclaradamente conservadora, que procuram denunciar o caráter supostamente autoritário dastradições marxistas e petistas.

Em suma, o que se observa entre 2000 e 2002, período compreendido entre as vitóriasdo PT na campanha municipal de 2000 e nas eleições presidenciais de 2002, é certo padrãorecorrente em termos de recorte privilegiado pelos estudos publicados em livro; masacompanhados de forte inflexão em termos quantitativos. Isso, num contexto em que apossibilidade de eleição de um candidato petista à Presidência da República, posteriormenteconfirmada, se anuncia concretamente. Um processo que, vale lembrar, se desenrola numcenário de polarização entre um projeto de desenvolvimento que contemplasse o investimentoem áreas sociais e o projeto neoliberal, encarnado nos mandatos presidenciais de FernandoHenrique Cardoso (1995-2002) – polarização esta que aparece claramente refletida claramentena bibliografia.

6-Considerações finais

Na Fundação Perseu Abramo, e no Centro Sérgio Buarque de Holanda em particular,esperamos dar continuidade ao trabalho de organização dos arquivos do partido, de registro dedepoimentos de suas lideranças, e também de levantamento e análise da bibliografia dedicadaao PT. O que apresentamos aqui é um breve resumo dos resultados de algumas das nossasiniciativas. Convidamos a todos os interessados, pesquisadores, militantes e o publico em geral– brasileiros ou estrangeiros – a conhecer em maior detalhe os nossos acervos e nossotrabalho, esperando com isso contribuir para um melhor entendimento do PT, da sociedadebrasileira, e do cenário atual e futuro de nosso continente. Isso, na perspectiva de realização da

Page 131: 10-DossierBrasil.pdf

131

missão que orienta nosso trabalho na Fundação Perseu Abramo, qual seja, a ampliação e oaprofundamento da democracia.

Page 132: 10-DossierBrasil.pdf

132

Referências bibliográficas

Azevedo, Ricardo De y Maués, Flamarion (Orgs.). Rememória: entrevistas sobre o Brasil do séculoXX. São Paulo: Editora Fundação Perseu Abramo, 1997.

Brasil. Arquivo Nacional. Memórias Reveladas: Centro de Referência das Lutas Políticas no Brasil (1964-1985). Brasília, 2010c. Disponível em: <http://www.memoriasreveladas.gov.br>. Acesso em30 ago. 2012.

Ferreira, M D y Fortes, A (Org.). Muitos caminhos, uma estrela: memórias de militantes do PT. SãoPaulo: Editora Fundação Perseu Abramo, 2008. v. 1.

Fortes, A. O Partido dos Trabalhadores na voz de seus fundadores: memória oral, memória coletiva einstitucionalização. Perseu: História, Memória e Política. São Paulo, a. 1, n. 1, dez. 2007, p. 13-35.Disponível em:<http://www.fpabramo.org.br/sites/default/files/P1_Alexandre%20Fortes.pdf>. Acesso em30 ago. 2012.

Fundação Perseu Abramo. Centro Sérgio Buarque de Holanda. Instrumentos de pesquisa: FundoPartido dos Trabalhadores/Grupo Disputa Eleitoral (1989-1998). São Paulo, 2010.

Fundação Perseu Abramo. Centro Sérgio Buarque de Holanda. Perseu: História, Memória ePolítica. São Paulo: Editora Fundação Perseu Abramo, 2007-. ISSN: 1982-4289.

Fundação Perseu Abramo. Centro Sérgio Buarque de Holanda. PT 30 anos: Cartazes. São Paulo,2010. Disponível em:<http://www.fpabramo.org.br/uploads/Exposicao_PT_30_anos_Final_site.pdf>. Acesso em30 ago. 2010.

Fundação Perseu Abramo. Projeto Memória e História. Partido dos Trabalhadores: Trajetórias – dasorigens a vitória de Lula. 2. ed. rev. ampl. São Paulo: Editora Fundação Perseu Abramo, 2003.

Fundação Perseu Abramo. Projeto Memória e História. Partido dos Trabalhadores: Trajetórias. SãoPaulo: Editora Fundação Perseu Abramo, 2000.

Gramsci, Antônio. Cadernos do cárcere, volume 3. Rio de Janeiro: Civilização Brasileira, 2007.

Menegozzo, Carlos Henrique Metidieri y Silva, P. R. (2010) Arquivos do PT: manual prático detratamento. São Paulo: Centro Sérgio Buarque de Holanda/Fundação Perseu Abramo.

Menegozzo, Carlos Henrique Metidieri. (2012) Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada(1979-1988). Perseu: História, Memória e Política, v. 1, p. 69-89, dez. 2007. Disponível em: <http://www.fpabramo.org.br/sites/default/files/P1_Carlos%20H%20Menegozzo.pdf>.Acesso em 30 ago.

Page 133: 10-DossierBrasil.pdf

133

______. (2008) Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada, livros (1989-1992). Perseu: História,Memória e Política, v. 2, p. 293-324, ago.

______. (2009) Partido dos Trabalhadores: bibliografia comentada, livros (1993-1996). Perseu: história,memória e política, v. 3, p. 223-257, mai.

Menegozzo, Carlos Henrique Metidieri; Maciel, A F; Silva, P R; Ramires, M F y Góes, W L.(2012) Centro Sérgio Buarque de Holanda: Guia de Acervo. São Paulo: Editora Fundação PerseuAbramo, 2009. 248 p. Disponível em: <www.fpabramo.org.br/uploads/guia_CSBH.pdf>.Acesso em 30 ago.

Menegozzo, Carlos Henrique Metidieri; Maciel, A. F. y Silva, P R. (2011) Partido dosTrabalhadores: bibliografia comentada, livros (2001-2002). Perseu: História, Memória e Política, v. 6,p. 225-255, abr.

Menegozzo, Carlos Henrique Metidieri y Silva, P. R. (2009) Partido dos Trabalhadores: bibliografiacomentada, livros (1997-1999). Perseu: História, Memória e Política, v. 4, p. 187-216, dez.

Menegozzo, Carlos Henrique Metidieri; Silva, P. R. y Maciel, A. F. (2010) Partido dosTrabalhadores: bibliografia comentada, livros (2000). Perseu: História, Memória e Política, v. 5, p.217-234, jun.

Partido dos trabalhadores. Secretaria Nacional de Formação Política; Fundação PerseuAbramo. (1998) Projeto Memória e História (Orgs.). Resoluções de encontros e congressos (1978-1998).São Paulo: Editora Fundação Perseu Abramo.

Pomar, Valter. (1990) Que partido é esse?: O enigma petista em letra de fôrma. Teoria e Debate, a. 4, n.9, jan./mar.

Page 134: 10-DossierBrasil.pdf

134

DOSSIER BRASIL

Nuevos temas, nuevas teorías, perspectivas

Page 135: 10-DossierBrasil.pdf

135

ESTUDOS PÓS-COLONIAIS NO BRASIL: SUJEITOS,PROCESSOS E PROPOSIÇÕES DA TRAJETÓRIA DEEDUCAÇÃO ESCOLARIZADA OFERTADA AOS POVOSCAMPESINOS NO BRASIL

DENISE XAVIER TORRESJANSSEN FELIPE DA SILVA

Introdução

O presente artigo é fruto da pesquisa de Mestrado em andamento, que está vinculada aoNúcleo de Formação de Professores e Prática Pedagógica do Programa de Pós-graduação emEducação da Universidade Federal de Pernambuco – Brasil. Neste trabalho trataremosespecificamente do cenário de constituição dos mecanismos legais vigentes que delineiam apolítica específica para a oferta de educação escolarizada em áreas rurais no Brasil. Nessesentido, este texto tem como ponto de partida a seguinte questão: como se constituiu oarcabouço legal que institui o trato específico e diferenciado à oferta de educação escolarizadapara os povos campesinos?

Para tratarmos esta questão delineamos o seguinte objetivo geral: compreender como seconstituíram as ações que deram origem à legislação vigente para a Educação do Campo. Ecomo objetivos específicos: a) identificar os sujeitos e os processos que concorreram para aconstrução da legislação; b) identificar os elementos que apontam para o trato específico ediferenciado na educação escolar ofertada aos povos campesinos.

Esta investigação é uma pesquisa bibliográfica e de revisão teórica (BELL, 2008). Paraseleção das fontes obedecemos aos seguintes critérios indicados por Bardin (2004): a regra daexaustividade (consiste na reunião de todos os dados passíveis de análise); a regra darepresentatividade (é correspondente a parte significativa de dados que permitam umageneralização dos resultados); a regra da homogeneidade (diz respeito à singularidade de critérios deescolha de dados, de acesso a eles ou ainda de técnicas de coleta) e a regra da pertinência (trata dafunção dos documentos a serem analisados enquanto fontes precisas de informação, coerentescom o objeto e objetivo da pesquisa).

Pedagoga pela Universidade Federal de Pernambuco (UFPE) – Campus Agreste. Mestranda noPrograma de Pós-graduação em Educação da UFPE. Professora Substituta da UFPE no Núcleo deFormação Docente – Campus Agreste. Email: [email protected]. Mestre e Doutor em Educação pela Universidade Federal de Pernambuco (UFPE) – Centro deEducação. Professor Adjunto da UFPE no Núcleo de Formação Docente. Professor do Programa dePós-Graduação em Educação da UFPE - Centro de Educação e Campus Agreste. Email:[email protected].

Page 136: 10-DossierBrasil.pdf

136

Salientamos que o olhar para a educação escolarizada ofertada nas áreas rurais do Brasilse deu considerando as proposições dos Estudos Pós-Coloniais da vertente Latino-Americana(Castro-Gómez e Grosfoguel, 2007; Mignolo, 1996; 2005; Quijano, 2005; 2007). Esta opção sedeu por identificarmos que as investigações que tomam os Estudos Pós-Coloniais comoabordagem teórica evidenciam as formas de dominação cultural e epistêmica entre povos.Estas formas de dominação materializam-se através das formas de subjugação esubalternização, em que um grupo hegemônico exerce o poder dominante em detrimento dosdemais.

No caso da América Latina, os Estudos Pós-Coloniais nos oferecem subsídios paraquestionarmos o processo de colonização ao qual fomos submetidos, questionando as basesque sustentaram/sustentam o processo de dominação política, econômica, cultural eepistêmica ocorrido desde o século XV e tão latente nos dias atuais.

Assim, os Estudos Pós-Coloniais Latino-Americanos nos oferecem lentes de análise darealidade, evidenciando que a dominação colonial não teve fim com a libertação das colônias,pois, através do aprimoramento de mecanismos de subalternização e silenciamento semanteve/mantém a lógica de dominação entre povos, subjugando e excluindo aqueles que nãose enquadram no padrão político-econômico-sociocultural dominante.

Para além do questionamento das formas de dominação entre os povos, os Estudos Pós-Coloniais “põem em questão a metodologia da comparação e o tipo de narrativa histórica dasociologia moderna que coloca tudo o que está fora da Europa Ocidental, isto é, ‘o resto domundo’, como um ‘ainda não existente’” (Silva Araujo, 2010, p. 225). As lentes se voltam paraas formas de produção do imaginário subalterno, mas questionam também os lócus deenunciação das verdades que sustentam este imaginário e que posteriormente se traduzem najustificação da dominação.Nesse sentido, compreendermos que durante muito tempo a lógicacolonial negou as formas de produção de conhecimento surgidas nas periferias do mundo,condicionando a validação de todo e qualquer conhecimento aos parâmetros europeus. Sobeste primado, se fundou a racionalidade científica européia-patriarcal-branca-cristã, tornandoinúteis e improdutivas as demais formas de produção de conhecimento.

Estes aspectos nos ajudam a compreender como se sustentaram/sustentam os processosde distanciamento entre a educação escolarizada ofertada nas áreas rurais e as vivências e reaisnecessidades educacionais dos povos que nelas habitam. Esses processos ocorreram e ocorremdevido ao fato de que os saberes desses povos, assim como dos demais povos subalternizadospela lógica colonial, foram postos à margem das políticas educacionais. Ou seja, os saberes ecostumes da vida no campo não poderiam estar presentes nos conhecimentos que circulavamnas escolas, já que o modelo hegemônico se sustentava na racionalidade científica,inviabilizando e negando outras epistemes. Da mesma forma, a cultura e as vivências dessespovos ocupa lugar inferior diante da exacerbação dos benefícios da vida em centros urbanos.

Os reflexos dessa postura colonial e homogeneizante são diretamente notados naeducação escolar ofertada aos povos do campo, corroborando para a manutenção dosmecanismos de silenciamento e de subalternização desses povos. Por esse motivo, a adoçãodos Estudos Pós-Coloniais Latino-Americanos, como direcionamento teórico-epistêmico,

Page 137: 10-DossierBrasil.pdf

137

possibilita-nos advogar pela produção de conhecimento por meio do lócus de enunciaçãooutrora negado.

Diante do exposto e a título de organização deste artigo, dividimo-lo da seguinte forma:a) a abordagem dos Estudos Pós-Coloniais como lente de análise da realidade; b) sujeitos eprocessos das lutas por uma educação específica e diferenciada: aproximações de umparadigma da Educação do e no Campo; e c) resultados e considerações.

A abordagem dos Estudos Pós-Coloniais como lente de análise da realidade

As formas de sociedade que temos hoje se constituíram ao longo dos anos sob ainfluência de diversos fatores (econômicos, políticos, culturais, entre outros), fazendo com quea compreensão de suas atuais tessituras esteja intrinsecamente ligada à compreensão dos seusprocessos de formação.

Nessa perspectiva, ao conceber as formas de produção e de disseminação doconhecimento para além de sua universalização, nos é cara a compreensão de que os lugares deprodução de conhecimento influenciam indistintivamente as verdades que são produzidas,bem como as pessoas que os produzem. Assim, o conhecimento produzido sob a alegação daobjetividade e da neutralidade poderá servir para reiterar as formas hegemônicas de produçãode conhecimento e/ou para subalternizar outros conhecimentos. O que aconteceu com osconhecimentos dos povos do campo na escola.

Nesse sentido, para o posicionamento adotado neste texto, é necessário explicitar quesua inserção na discussão dos Estudos Pós-Coloniais Latino-americanos (Quijano, 2005, 2007;Mignolo, 2005) visa o questionamento da constituição das metanarrativas da modernidade eevidencia a supervalorização do lócus de enunciado eurocentrado em detrimento dos demais.No que diz respeito a nossa herança colonial, é pertinente destacarmos que a disseminação decostumes que se assemelhassem aos moldes da vida europeia foi a tônica do processo dedominação da cultura, da economia e da política das colônias (Quijano, 2007). Com o contínuoprocesso de expansão colonial, surge, então, a necessidade de criar um modelo de sociedadeprodutiva, pacífica e subalterna, modelo este que ganha espaço na educação escolarizada.

A violência física foi uma das formas mais eficazes de silenciamento dos povos queforam resistentes ao colonialismo1, o extermínio dos povos indígenas durante o processo decolonização do Brasil é exemplo dessa resistência. À parte a violência explícita, muitos foramos fatores (gênero, raça, território, etc.) que serviram como parâmetro para a segregação dospovos que não se enquadravam no ideário de sociedade/indivíduo eurocêntrico, como porexemplo, os negros, os ciganos e as mulheres.

A justificação do processo de segregação se ancorou em duas pilastras principais, aracialização e a racionalização (Quijano, 2005). Estas pilastras sustentaram a sociedade colonial

1 Segundo Maldonado-Torres (2007, p. 131) “Colonialismo denota una relación política y económica,en la cual la soberanía de un pueblo reside en el poder de otro pueblo o nación, lo que constituye a talnación en un imperio”.

Page 138: 10-DossierBrasil.pdf

138

moderna, justificando a segregação dos povos a partir da raça e do trabalho intelectual. Essadivisão garantiu as bases sociopolíticas para a consolidação de um mercado mundial,culminando no sistema de capitalismo mundial2.

Esse processo condicionou a formação da sociedade moderna, tendo em pauta oatendimento das demandas mercantis dos colonizadores. Assim, a racialização forja arepresentação de uma nação masculina, branca, eurocêntrica e monocultural, supervalorizandoesse padrões em detrimento das demais matizes culturais. Da mesma forma, a racionalização setraduziu na determinação das formas, pessoas e lugares ditos capazes de produzir cultura econhecimento científico e desenvolver atividades econômicas reconhecidas. A estas pessoasreconhecidas se garantia não somente o direito à escola, mas a própria educação escolarizadatomava como referência a sua cultura.

Com a finalidade de realizar a distinção entre inferiores e superiores, a racialização e aracionalização ditam as formas de organização do trabalho, justificando a separação entre osdignos do trabalho intelectual dos destinados ao trabalho braçal. Outro aspecto quedestacamos é que lógica eurocentrada fica intacta pelo fato de que os povos inferiorizados sãoimpedidos de produzir conhecimento válido, ou seja, a diferença cultural foi eliminada dareflexão epistemológica e da produção do conhecimento sistematizado (Santos e Menezes,2010).

Com o passar dos séculos, esse modelo de sociedade se aperfeiçoa. O capitalismo seagrega à colonialidade3. Esta, por sua vez, passa a ser condicionante das relações intersubjetivasentre os indivíduos, ampliando seu poder de manipulação, desde a esfera do poder econômicoaté a das relações mais simples de convivência entre os povos. A colonialidade é ferramentaútil ao capitalismo por seu poder de alcance e penetração. Essa característica de abrangência sedá por sua capacidade de influenciar e condicionar as principais esferas da vida cotidiana, bemcomo a subjetividade, se expressando em quatro eixos principais. São eles: colonialidade do poder;colonialidade do saber; colonialidade do ser (Quijano, 2005); e colonialidade da natureza (Walsh, 2008).

A colonialidade do poder se refere aos processos de dominação por meio da inferiorizaçãocultural de um povo frente a um padrão pré-estabelecido de organização social. A colonialidadedo saber utiliza-se das formas de produção de conhecimento como lócus de legitimação cultural,descartando formas, sujeitos e lugares outros de se conceber e disseminar o conhecimento. Acolonialidade do ser se expressa nas formas de inferiorização dos sujeitos, aproximando-os oudistanciando-os de um modelo cultural, econômico, social e comportamental ditado pelopoder hegemônico. Por fim, a colonialidade da natureza se materializa na relação de exploração dohomem para com a natureza, extraindo dela tudo que possa ser lucrativo.

2 Quijano (2005) explicita como se forjou um padrão global de produção e divisão do trabalho,ancorados na ideia de raça e de produção de conhecimento.3 La colonialidad se refiere a un patrón de poder que emergió como resultado del colonialismomoderno, pero que en vez de estar limitado a una relación formal de poder entre dos pueblos onaciones, más bien se refiere a la forma como el trabajo, el conocimiento, la autoridad y las relacionesintersubjetivas se articulan entre sí, a través del mercado capitalista mundial y de la idea de raza(Maldonado-Torres, 2007. p. 131).

Page 139: 10-DossierBrasil.pdf

139

Nesse sentido, a colonialidade se configurou, e ainda se configura, como forma eficaz demanutenção da organização sociopolítica, econômica e cultural, a partir das demandas docapitalismo mundial. Desta forma, o controle exercido pelo capitalismo, através dacolonialidade, reitera os processos de silenciamento e de subalternização dos povosinferiorizados desde a colonização. Povos estes historicamente localizados, principalmente, nasáreas rurais e nas periferias urbanas.

Mesmo com o grande investimento na manutenção desse modelo de sociedade,justificados pela racialização e pela racionalização, muitos grupos resistiram, como os MovimentosNegros e os Movimentos Feministas em âmbito mais global, e os movimentos de resistênciados Zapatistas no México, dos indígenas no Equador, do Movimento dos Trabalhadores SemTerra no Brasil, dentre tantos outros. Estes movimentos, dentre outros, se engajam na luta pelapromoção do diálogo e da coexistência respeitosa entre os povos, em que a racialização e aracionalização são contestadas na busca pelo direito à diferença e à igualdade. Assim, o termoInterculturalidade (Walsh, 2008) passa a ser empregado para designar estas formas outras4 deperceber as relações culturais, sociais, políticas e econômicas, indo além do reconhecimento eda tolerância às diferenças, se configurando como um projeto de sociedade contra-hegemônicooutro.

A discussão sobre a Interculturalidade versa sobre dois pontos principais: por um lado,as crescentes reivindicações por direitos expropriados pelo processo colonizador enfraquecemo Estado no que diz respeito ao seu poder de manipulação e controle frente aos gruposreivindicatórios (Sartorello, 2009); por outro lado, o discurso da globalização e da igualdadetorna-se cada vez mais abrangente, concomitantemente ao aumento do poder aquisitivo dasminorias, logo o atendimento a essas demandas começa a representar um mercado lucrativo(Sartorello, 2009).

As lutas engendradas pelas minorias passam a ser compreendidas como crítica àlegitimidade do Estado, enfraquecendo o discurso de unidade do Estado-Nação5. Logo, oatendimento às demandas reivindicadas passa a ser ponto-chave de articulação entre o Estadoe seus membros, entrando na pauta das políticas estatais a absorção dos interesses dos grupossociais historicamente silenciados. Duas questões vêm à tona: Para os grupos hegemônicos,como atender parte das demandas dos grupos subalternos sem transformar a lógica dacolonialidade do poder? E para os grupos subalternizados, como transformar a colonialidade dopoder através da inserção crítica e propositiva de suas reivindicações nas políticas de Estado?

Diante desse quadro, se erguem dois debates sobre a Interculturalidade: uma perspectivaFuncional e outra Crítica, ambas alicerçadas em projetos de sociedade distintos. AInterculturalidade Funcional fundada na colonialidade do poder, do ser, do saber e da natureza. A

4 O temo outro/outra é usado por Walsh (2008) para designar o posicionamento fronteiriço, que nãosignifica contraposição ou alternativa, mas sim possibilidades distintas, com origens distintasmarcadamente contra-hegemônicas.5 Aqui compreendido na perspectiva de Quijano (2005) como estrutura de poder e produto do poderem busca da homogeneização de seus membros.

Page 140: 10-DossierBrasil.pdf

140

Interculturalidade Crítica rompendo com os processos de silenciamento e de subalternização dospovos que sofreram processos de colonização. Nesse sentido, a Interculturalidade Funcional sedispõe a realizar o acolhimento superficial da diferença, sem que isto modifique as estruturasde dominação. Isso se dá principalmente por um fator: as cotas de poder deliberadas àsminorias nem sempre têm a representatividade necessária para a tomada de decisões e acabampor silenciar as lutas.

Em contrapartida, a Interculturalidade Crítica se traduz enquanto luta contra-hegemônicapela igualdade de direitos e pela colaboração entre os povos, assumindo delineamentos outros.Nesse sentido, é específico a esta proposta a criação de um posicionamento outro quepossibilite formas justas e igualitárias de partilha, de complementaridade e de coexistência entreos povos e a natureza. Não é objetivo da Interculturalidade a apropriação do status delegitimidade de um povo sobre outro, ou ainda a mera descrição do imediato reconhecendo aexclusão histórica sofrida por esses povos (Walsh, 2007, 2008).

Assim a Interculturalidade Crítica ultrapassa as ações de absorção das demandas emergentese do reconhecimento das formas violentas de silenciamento, pois o reconhecimento dessesaspectos não assegura que as formas de coexistência entre os povos serão mudadas, muitomenos as estruturas de poder da sociedade moderna. O desejo por um novo projeto societal epor formas outras de conceber as relações entre sujeitos, bem como entre eles e a natureza,também é tônica das questões levantadas pelos povos campesinos nas últimas décadas.

Sujeitos e processos das lutas por uma educação específica e diferenciada:aproximações de um paradigma da Educação do e no Campo

A população campesina, outrora força motriz do Brasil colonial-agrário, possui em suahistória a marca dos processos de dominação política, econômica e cultural. Desde o início dacolonização até a expansão da agroindústria e o recrutamento de mão de obra especializadapara lidar com a terra, as áreas rurais e os povos que lá habitam têm sido espaço de disputa porse configurarem como lócus de poder político e econômico.

Esses processos de dominação são marcadamente refletidos na vida das populações quehabitavam e habitam as áreas rurais desse país. Seja na forma de organização social,educacional, política, econômica, entre outras, aos povos campesinos foi relegado somente odireito de acatar as decisões daqueles que pouco conheciam seus anseios e sua realidade. Aospovos do campo, assim como as minorias criadas desde a colonização, restou a ação dacolonialidade, sob a forma da subalternidade, do silêncio, da negação da condição humana,bem como da precarização da educação.

No Brasil, desde o início do século XX, os problemas relacionados à terra são tomadoscomo questões relevantes, principalmente quanto à distribuição e àprodutividade/lucratividade destas. Esse cenário é composto pela necessidade de expansãocomercial, pelo desejo de modernização do modelo produção agrícola-familiar, bem como pelofortalecimento da política latifundiária.

Page 141: 10-DossierBrasil.pdf

141

Nesse cenário, concomitantemente aos anseios pelo fortalecimento de uma políticaagrária, surge a preocupação com as escolas e com a instrução para os trabalhadores rurais. Ofortalecimento da agricultura começa a ser pensado agregado à educação formal, uma vez queos avanços pretendidos seriam advindos do processo de modernização agrícola e que ostrabalhadores deveriam saber os conhecimentos básicos para lidar com as máquinas, dentreoutras tecnologias. Atrelada à necessidade de aperfeiçoamento da mão de obra, a educaçãoassume ainda um papel equalizador das desigualdades sociais. Sob essa ótica,

as experiências educacionais (escolas, programas e currículos especiais,campanhas nacionais, etc.) voltadas para a população rural – desde a década de1920, quando a educação rural começou a ocupar espaço na problemáticaeducacional – se pautam pela lógica da educação como mola propulsora dodesenvolvimento social (Vendramini, 2007, p. 127).

A oferta de educação, nesse contexto, apresenta-se como justificação para asdesigualdades sociais, inscrevendo-se como única forma de superação da condição marginalpara àquelas minorias criadas ao longo da história de nosso país. Desta forma, a educaçãoofertada para os povos do campo também assumia esse caráter, forçando-os a buscar aformação escolar, sendo a educação o meio de obter dignidade, de ter restituída a condiçãohumana.

Nessa perspectiva, o trabalhador que durante muito tempo foi visto como nãomerecedor da educação oferecida na cidade, vê-se obrigado a estudar. Passa, então, afrequentar classes improvisadas, mantidas pelos senhores de terra, sob a regência de umapessoa que não necessariamente deveria ser professor(a). Além disso, o ensino ofertado sob osmoldes da educação urbana apresentava-se, além de precário, distante e desconectado da vidacotidiana rural, negando os saberes desses povos e a forma de conhecimento que não fossepropedêutica.

Nesse sentido, a educação, o ensino e a escola no campo tornam-se novos espaços denegação do povo e da cultura campesina, criando outros modos de silenciamento através daexacerbação dos conhecimentos científicos de caráter instrumental. O que, de acordo com osEstudos Pós-Coloniais, delineia um exemplo concreto de materialização da colonialidade, emais especificamente da colonialidade do saber e do ser. Colonialidade do saber ao negar os saberesdesses povos, mas também, colonialidade do ser ao negar os sujeitos que produzem esses saberes,subjulgando sua condição humana e sua condição epistêmica.

A literatura sobre Educação do Campo nos aponta alguns caminhos em direção àcompreensão do problema da educação ofertada aos povos campesinos, principalmenteporque as lutas por uma educação digna para os povos do campo vão de encontro ao modeloinstrumental que se instituiu ao longo dos anos. Esse modelo instrumental, assentado numaconcepção utilitarista, denota a visão que se criou da educação oferecida para os povos docampo, e como nos aponta Arroyo (1999, p. 11) “em nossa história domina a imagem de que aescola no campo, tem que ser apenas a escolinha rural das primeiras letras. A escolinha cai nãocai, onde uma professora que quase não sabe ler, ensina alguém a não saber quase ler”. Assim,o ensino ofertado deveria servir unicamente para lidar com o trabalho. Trabalho esse também

Page 142: 10-DossierBrasil.pdf

142

concebido como meramente instrumental. Desta forma, quando se enseja ofertar algum tipode escolarização para os povos do campo, isso se dá pelos mesmos moldes da educaçãourbana, contudo sem nem atingir a qualidade de uma educação de caráterpropedêutico/instrumental/eurocêntrico.

Atrelada a esta questão, a modernização e a tecnologia começam a ganhar destaque nocenário econômico, a agricultura comercial tem uma expansão considerável e a agriculturafamiliar perde cada vez mais espaço. O camponês, sem saída, começa a se deslocar para oscentros urbanos em busca de empregos, educação, saúde, entre outros serviços.

Entre as décadas de 1960 a 1980, o êxodo rural tem seu ápice com a propagação dosideários do capitalismo, que chega a expulsar do campo cerca de 30 milhões de camponeses.Mesmo a modernização da agricultura capitalista prometendo avanços econômicossubstanciais, o desemprego torna-se a moeda de troca na busca pela produtividade (Fernandes,1999).

Outro aspecto que caracteriza e justifica o êxodo se traduz nas questões culturais, umavez que

as populações do campo incorporam em si uma visão que é um verdadeirocírculo vicioso: sair do campo para continuar a ter escola, e ter escola parapoder sair do campo. Ou seja, uma situação social de exclusão, que é um dosdesdobramentos perversos da opção de (sub)desenvolvimento do país, feitapelas elites brasileiras, acaba se tornando uma espécie de bloqueio cultural queimpede o seu enfrentamento efetivo por quem é de direito. As pessoas passama acreditar que para ficar no campo não precisam mesmo de ‘muitas letras’(Caldart, 2001, p. 38).

Além de não prover uma educação contextualizada e preocupada com o campo e com asquestões do campo, são disseminados os mecanismos de subalternização a partir da racializaçãoe da racionalização. Primeiramente o camponês não se reconhece como parte do campo e buscasuperar a posição que ele julga inferior. A superação pretendida se daria por meio da educação,que por sua vez segrega-os ainda mais apontando os que são aptos, ou não, ao trabalhointelectual. Como resultado dissemina-se uma ideia comum: a incapacidade de produzirconhecimento válido no contexto campesino. Essa ideia é acatada e inquestionada, fazendocom que o trabalhador rural aceite sua posição inferior e, sobretudo, justifique-a negando suacondição humana, reiterando mais uma vez a força da colonialidade.

É possível destacar ainda que essa oferta de educação pensada de fora para dentro docampo (onde os camponeses são sujeitados à educação e não sujeitos dela) é maneira deexpressão de, ao menos, duas formas de colonialidade: a colonialidade do poder (impondo aocamponês a forma de existir e manipulando as suas tomadas de decisão) e a colonialidade do saber(as formas de produção e disseminação do conhecimento científico são validadas e exaltadasem detrimento das demais formas de conhecimento).

Nesse sentido, a educação escolar ofertada se traduzia enquanto “educaçãodomesticadora e estava atrelada a modelos econômicos perversos” (Caldart, 2002, p. 19). Essesaspectos são refletidos, sobretudo, na precarização das escolas, dos professores e do ensino em

Page 143: 10-DossierBrasil.pdf

143

escolas rurais. A saída do camponês para buscar melhores condições de vida na cidade tambémé reflexo do descaso com a educação escolar ofertada a esses povos.

Dados de uma pesquisa realizada pelo Instituto Nacional de Estudos e PesquisasEducacionais Anísio Teixeira (INEP), publicada em 2007 sob o título de “Panorama daEducação do Campo”, aponta quão sucateada encontra-se a educação ofertada em áreas rurais.Dentre os resultados, destacam-se: a precariedade das instalações físicas das salas de aula, adificuldade de acesso às escolas, a falta de professores habilitados e efetivados, a ausência deassistência pedagógica, o currículo urbanocêntrico de caráter desenvolvimentista, o baixodesempenho dos estudantes, além da distorção idade/série (INEP, 2007).

Contudo, indo de encontro aos ideários do Estado capitalista, os povos campesinos, osmovimentos sociais e outras organizações civis, se unem na lutam contra o modelo deeducação escolarizada vigente, tendo como pleito romper com as formas violentas dedominação, com a segregação e a homogeneização cultural. A década de 80 foi propícia àefervescência dessas lutas, uma vez que, o fim da Ditadura Militar e o processo deredemocratização do Brasil assinalaram novas formas de diálogo entre o Estado e a sociedade.Nesse contexto, os movimentos sociais campesinos ganham espaço e força e vão ganhadostatus e legitimidade na busca por uma educação pensada pelos sujeitos do campo, delineandoassim, o Paradigma da Educação do Campo.

Para Caldart (2009, p.154), o surgimento da Educação do Campo no cenário brasileiroocorre através da

mobilização/pressão de movimentos sociais por uma política educacionalpara comunidades camponesas: nasceu da combinação das lutas dos Sem Terrapela implantação de escolas públicas nas áreas de Reforma Agrária com as lutasde resistência de inúmeras organizações e comunidades camponesas para nãoperder suas escolas, suas experiências de educação, suas comunidades, seuterritório, sua identidade.

A reivindicação pela redistribuição de terra para os trabalhadores rurais e pela qualidadeda vida no campo é a tônica dessas lutas. As tensões entre o Estado e os povos campesinos, noque diz respeito à educação, ocorrem devido às discussões dos movimentos sociaisreivindicarem e apontarem a necessidade de promover uma educação mais contextualizada, oque coloca as especificidades da vida no campo em evidência. Nesse sentido, os movimentossociais campesinos também começam a ganhar força e representatividade.

Como resultado das lutas para a redemocratização do país é promulgada a ConstituiçãoFederal (CF) de 1988 do Brasil, cuja oferta de educação à população torna-se obrigatória egratuita, como podemos comprovar nos seguintes artigos:

Art. 205. A educação, direito de todos e dever do Estado e da família, serápromovida e incentivada com a colaboração da sociedade, visando ao plenodesenvolvimento da pessoa, seu preparo para o exercício da cidadania e suaqualificação para o trabalho.

Page 144: 10-DossierBrasil.pdf

144

Art. 208 (...)§ 1.º O acesso ao ensino obrigatório e gratuito é direito públicosubjetivo (CF, 1988).

Nesse momento, o trato com a educação no Brasil reforça e normatiza, entre outrosaspectos, a promoção de educação para todos. Logo, a oferta de escolarização para os povosdas áreas rurais também passa a ser assegurada legalmente. Porém, não há menção de tratoespecífico que garanta a esses povos uma educação pautada no atendimento de suassingularidades. Oito anos depois, em 1996, é sancionada a Lei de Diretrizes e Bases daEducação Nacional (LDB 9394/96). É nesse dispositivo legal que se aponta um avanço emrelação à Constituição Federal de 1988, pois pela primeira vez a educação para os povos docampo é tratada com caráter específico. Em seu Artigo 28, a LDB, dentre outras indicações,determina a adequação da educação e do calendário escolar às peculiaridades da vida rural.

No ano seguinte a sanção da LDB, as discussões junto aos movimentos sociais ganhamespaço ainda mais notório com a realização do “I Encontro Nacional de Educadoras eEducadores da Reforma Agrária” (I ENERA), realizado em julho de 1997, na Universidade deBrasília. Historicamente, esse momento é concebido como início do Movimento de Educaçãodo Campo no Brasil, pois é a partir dele que se estabelece a representatividade de um grupoforte e atuante nas discussões por uma educação de qualidade para os povos do campo. Umadas ideias postuladas no I ENERA foi a criação da Conferência Nacional por uma EducaçãoBásica do Campo, que veio a se materializar em julho de 1998, em Luziânia-GO. Nesse evento,é criada a Articulação Nacional por uma Educação do Campo, que passa a configurar comoespaço de referência no trato a questões de educação do campo.

Diante do novo cenário constituído, a Articulação Nacional por uma Educação doCampo está a frente das lutas por políticas públicas educacionais para atender às questõesespecíficas dos povos do campo. Após entraves e discussões, consegue-se elaborar e aprovar oParecer CNE/CEB 36/2001, que dispõe sobre a adequação necessária para garantir aeducação dos povos campesinos em seu caráter singular, crítico e emancipatório, tomando pelaprimeira vez as realidades e especificidades do campo como cerne da organização educacional.

No ano seguinte, a Resolução CNE/CEB nº 1/2002 institui as Diretrizes Operacionaispara a Educação Básica nas Escolas do Campo, onde o poder público reconhece a necessidadede promover através da Educação do Campo a cidadania e a justiça social. Compondo assim, oprimeiro conjunto de disposições legais específico para a Educação do Campo. No entanto, aimplementação dessa legislação se tornou uma nova luta, pois mesmo aprovada pelo ConselhoNacional de Educação, o Ministério da Educação (MEC) não a incorporou nas suasorientações para as escolas do campo. Nesse mesmo sentido, o espaço de decisões do MECainda era espaço privilegiado de especialistas em educação, não havendo uma abertura para osestudiosos de Educação do Campo advindos dos movimentos sociais que durante a últimadécada vinham discutindo Educação do Campo no Brasil.

Com a eleição e a troca de governo, a população do campo volta a se mobilizar e ganhanovamente espaço nas discussões do cenário político. Isso é explicito em 2003, na criação doGrupo Permanente de Trabalho de Educação do Campo. Esse grupo passa a atuar junto aoMEC, espaço outrora intransitável aos militantes, agora passa a ser compartilhado. Em 2004, é

Page 145: 10-DossierBrasil.pdf

145

criada também a Secretaria de Educação Continuada, Alfabetização e Diversidade (SECAD),órgão vinculado ao MEC, que tem como uma de suas finalidades garantir o cumprimento dequestões específicas a Educação do Campo.

Em 2008, a Resolução CNE/CEB nº 2/2008 estabelece as Diretrizes Complementares,Normas e Princípios para o Desenvolvimento de Políticas Públicas de Atendimento daEducação Básica do Campo, traçando as medidas legais para garantir o funcionamento, bemcomo a criação de escolas do campo. Em 2010, é assinado o Decreto nº 7.352/2010 quedispõe sobre a política de Educação do Campo e o Programa Nacional de Educação naReforma Agrária (PRONERA). Constitui-se de um importante avanço nas lutas por umaeducação do campo de qualidade, tendo em vista que fortalece as conquistas dos últimos anos,bem como amplia a cobertura do governo na oferta de educação aos povos do campo.

Esse conjunto de mecanismos legais, que se forjou no bojo das lutas dos povoscampesinos e dos Movimentos Sociais do Campo, entre outros, nos últimos anos, teve comouma de suas preocupações o enfrentamento da concepção de educação ruralista hegemônicadedicada a forjar uma educação insipiente e instrumentalista. A educação reivindicada pelospovos do campo não é a educação propedêutica e enciclopedista, o camponês luta por umaeducação que valorize sua cultura, seus saberes, suas crenças, seus modos de vida outros. Eleluta para que a diferença que caracteriza o campo não desvalorize seus processos de produçãode conhecimento e suas formas de organização da ação educativa.

Tomando o campo como um fértil espaço de produção de conhecimento, Caldart (2002,p. 22) vai afirmar que nele há um projeto de educação próprio que, dentre outros fatores, tempor objetivo na “ação educativa ajudar no desenvolvimento mais pleno do ser humano, na suahumanização e inserção crítica na dinâmica da sociedade de que faz parte”. A criação de umaproposta diferenciada de educação para os povos do campo não renega a função e das demaisescolas, oportunizando o acesso às outras culturas. Mas, partir da cultura campesinaarticulando-a a formas alternativas de pensar a educação, representa também um dos espaçosde resistência à homogeneização cultural, o que aponta alguns delineamentos do paradigma daEducação no e do Campo6.

Assim, a Educação do Campo não preconiza somente a garantia do acesso aoconhecimento sistematizado, mas também a crítica às formas de produção do conhecimentoimpostas pela colonialidade do saber. Nesse sentido, é possível perceber que a concepção deEducação do Campo se sustenta em pilares pedagógicos e princípios políticos firmados em norespeito entre as culturas na direção da construção de uma sociedade outra.

Considerações Finais

6 Segundo Caldart (2009, p. 149 – 150), “No: o povo tem o direito de ser educado no lugar onde vive;Do: o povo tem o direito a uma educação pensada desde o seu lugar e com a sua participação, vinculadaà sua cultura e às suas necessidades humanas e sociais”.

Page 146: 10-DossierBrasil.pdf

146

Diante do exposto e retomando a questão norteadora desta investigação, apontamoscomo resultados ao menos três elementos: a) o processo de silenciamento e de subalternizaçãodos povos campesinos a partir da negação da educação escolar específica e diferenciadadurante quase todo século XX; b) o papel dos movimentos reivindicatórios nas proposiçõesque fomentaram/fomentam uma proposta outra de educação escolar para os povoscampesinos; c) a construção de aparato legal que normatiza a Educação do Campo fruto dastensões entre os movimentos sociais e o Estado brasileiro.

Nesse sentido, para compreendermos como se constituiu o arcabouço legal que institui otrato específico e diferenciado à oferta de educação escolarizada para os povos campesinos,torna-se necessário analisar, primeiramente, os limites e as lacunas que deram origem àsreivindicações desses povos. Estes limites e lacunas se expressam no processo de dominaçãocultural e de negação da diferença cultural, sobretudo, através da manutenção de modelosretrógrados e discriminatórios de educação escolarizada.

Com uma história marcada por processos desumanos de escolarização, negação dedireitos e renegados a um status “menor”, os povos do campo são exemplo dos processos desilenciamento e subalternização. Nos processos educativos imperava a precarização e odescaso tanto com o espaço físico das escolas, quanto com o trato pedagógico. Por muitotempo a educação para os povos campesinos retratou a materialização da racialização e daracionalização.

Em segundo lugar, é imprescindível também compreender o papel dos povoscampesinos, dos movimentos sociais do campo, dentre outras entidades e organizações civis,ao assumir a postura reivindicatória e propositiva, que deu visibilidade às questões relacionadasà educação escolarizada. Assim, é pertinente ressaltar que essas lutas têm status validado poruma recente legislação, que normatiza e abre possibilidades de materialização das proposiçõespleiteadas.

Assim, a questão da escolarização toma como ponto de partida a concepção de educaçãoatrelada a concepção de campo, em que ambas se complementam enquanto espaço dereflexão e de luta contra a subalternização, o silenciamento e a negação da diferença cultural,sendo também espaço epistêmico de contestação das heranças coloniais manifestadas nascolonialidades do poder, do saber, do ser e da natureza.

Por fim, diante da criação de uma política nacional que acolhe as reivindicações dosmovimentos sociais campesinos, instituindo uma legislação específica para a Educação doCampo, concluímos este artigo apontando duas inquietações surgidas durante este estudo: a) oEstado brasileiro estaria desenvolvendo uma política que conduz à formas outras decomplementaridade e de coexistência respeitosa entre os povos e a natureza? Ou esteposicionamento seria apenas um desdobramento da Interculturalidade Funcional, cujo objetivomaior seria manter uma política educacional de reconhecimento das diferenças, mas astratando de maneira homogeneizante, buscando silenciar o movimento popular cada vez maisrepresentativo?

Page 147: 10-DossierBrasil.pdf

147

ReferênciasARROYO, M. G. A educação básica e o movimento social do campo. In: ARROYO, M. G.;

FERNANDES, B. M. (Org.) Por uma educação do Campo. Brasília, DF: ArticulaçãoNacional por Uma Educação Básica do Campo, 1999.

BARDIN, L. Análise de Conteúdo. Lisboa. Edições 70, 2004.BELL, J. Projeto de pesquisa: guia para pesquisadores iniciantes em educação, saúde e ciências

sociais. 4ª ed. Porto Alegre. Artmed, 2008.BRASIL. Constituição (1988). Constituição da República Federativa do Brasil. Brasília, DF,

Senado, 1998. Disponível em<http://www.alep.pr.gov.br/system/files/corpo/Con1988br.pdf>. Acesso em: 15 mar.2011.

BRASIL. Lei de Diretrizes e Bases da Educação: Lei nº 9.394/96 – 24 de dez. 1996. Estabeleceas diretrizes e bases da educação nacional. Brasília, 1998. Disponível em<www.planalto.gov.br/ccivil_03/Leis/L9394.htm>. Acesso em: 10 fev. 2011.

BRASIL. Panorama da Educação do Campo. Brasília: Instituto Nacional de Estudos ePesquisas Educacionais Anísio Teixeira (INEP), 2007.

CALDART, R. S. A escola do campo em movimento. In: BENJAMIN, C.; CALDART, R. S.Projeto popular e escolas do campo. 2º ed. Brasília, DF: Articulação Nacional por UmaEducação Básica do Campo, 2001.

CALDART, R. S. Por Uma Educação do Campo: traços de uma identidade em construção. In:KOLLING, E. J.; CERIOLI, P. R.; CALDART, R.S. (Org.). Por uma educação docampo. Brasília, DF: Articulação Nacional por Uma Educação do Campo, 2002.

CALDART, R. S. A escola do campo em movimento. In: ARROYO, M.G.; CALDART, R.;MOLINA, C.M. (Org). Por uma educação do campo. 4ª ed. Petrópolis, RJ. Vozes, 2009.

CASTRO-GÓMEZ, S. y GROSFOGUEL, R. Prólogo: Giro decolonial, teoría crítica ypensamiento heterárquico. In: CASTRO-GÓMEZ, S. y GROSFOGUEL, R. El GiroDecolonial: Reflexiones para una diversidad epistémica más allá del capitalismo global.Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Universidad Central, Instituto de Estudios SocialesContemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar, 2007.

FERNANDES, B. M. Por uma Educação Básica do Campo. In: ARROYO, M. G.;FERNANDES, B. M. (Org.). Por uma educação do campo. Brasília, DF: ArticulaçãoNacional por Uma Educação Básica do Campo, 1999.

MALDONADO-TORRES, N. Sobre la colonialidad del ser: contribuciones al desarrollo deun concepto. IN: CASTRO-GÓMEZ, S. y GROSFOGUEL, R. El Giro Decolonial.Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Universidad Central, Instituto de Estudios SocialesContemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana, Instituto Pensar, 2007.

MIGNOLO, W. Herencias coloniales y teorias postcoloniales. In: STEPHAN, B.G. (org.).Nueva sociedade – Nubes y Tierra. Caracas, Venezuela, 1996.

MIGNOLO, W. Cambiando las éticas y las políticas del conocimiento: La lógica de lacolonialidad y postcolonialidad imperial. Conferencia Inaugural del Programa deEstudios Postcoloniales, en el Centro de Estudios Avanzados, de la Universidad deCoimbra (Enero 4, 2005).

QUIJANO, A. Colonialidad del Poder y Clasificación Social. In. CASTRO-GÓMEZ, S. yGROSFOGUEL, R. El Giro Decolonial: Reflexiones para una diversidad epistémicamás allá del capitalismo global. Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Universidad Central,

Page 148: 10-DossierBrasil.pdf

148

Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana,Instituto Pensar, 2007.

QUIJANO, A. Colonialidade do poder: eurocentrismo e America Latina. IN: LANDER, E.(org.) A colonialidade do saber: eurocentrismo e ciências sociais. Perspectivas latino-americanas. 3ed. Buenos Aires. CLACSO, 2005.

SANTOS, B. S. e MENEZES, M. P. Introdução. IN: SANTOS, B. S. e MENEZES, M. P.(Org). Epistemologias do Sul. São Paulo. Cortez, 2010.

SARTORELLO, S. C. Una perspectiva crítica sobre interculturalidad y educación interculturalbilingüe: El caso de la Unión de Maestros de la Nueva Educación para México (UNEM)y educadores independientes en Chiapas. Revista Latinoamericana de EducaciónInclusiva, 2009.

SILVA ARAÚJO, S. M. Educação do campo no Brasil: um discurso para além do pós-colonial? Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, vol. 8, n. 1,enero-junio, 2010, pp. 221-242.

VENDRAMINI, C. R. Educação e trabalho: reflexões em torno dos Movimentos sociais docampo. Caderno Cedes, Campinas, vol. 27, n. 72, maio/ago. p. 121-135, 2007.

WALSH, C. Interculturalidad y Colonialidad del Poder: Un pensamiento y posicionamiento“otro” desde la diferencia colonial. In: CASTRO-GÓMEZ, Santiago y GROSFOGUEL,Ramón. El Giro Decolonial. Bogotá: Siglo del Hombre Editores; Universidad Central,Instituto de Estudios Sociales Contemporáneos y Pontificia Universidad Javeriana,Instituto Pensar, 2007.

WALSH, C. Interculturalidad, plurinacionalidad y decolonialidad: las insurgencias político-epistémicas de refundar el Estado. Tabula Rasa. Bogotá - Colombia, No.9: 131-152,julio-diciembre 2008.

Page 149: 10-DossierBrasil.pdf

149

LA DIRIGENCIA JUVENIL DEL PT EN EL ESTADO DESÃO PAULO Y LAS POLÍTICAS DE JUVENTUDIMPULSADAS DESDE EL GOBIERNO DE LULA:PRINCIPALES AVANCES Y DESAFÍOS

NATALIA GARRIDO*

1. Introducción

En el presente artículo se abordará la participación política de los jóvenes militantes del PTen el Estado de São Paulo y las principales transformaciones efectuadas en materia de políticapública dirigidas a los jóvenes brasileros durante el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva(2003-2010). Por último, se mencionarán algunas de las problemáticas y desafíos pendientes1.

2. Acerca del presente contexto de vuelta de los jóvenes a la participación política

La participación de los y las jóvenes en la política en los últimos años ha sidorevalorizada y su influencia ha sido reconocida en distintos lugares del mundo, sobre todo en elaño 2011. Entre las causas de este resurgimiento se destaca el presente contexto de “pérdida decentralidad del trabajo, la distancia entre los avances de la educación y las limitaciones delmercado laboral, la brecha entre los anhelos de autonomía y las posibilidades ciertas deejercerla, y la base tecno-económica sobre la que descansa todo esto: la expansión de lasnuevas tecnologías de la información y la comunicación en el marco de la sociedad delconocimiento” (Natanson, 2012: 54). Se trata, de todas maneras, de dimensiones de alcanceglobal que es preciso ponderar en cada caso nacional incluido en esta dinámica.

Asimismo, en términos generales, podría pensarse que en la actualidad la participaciónjuvenil se evidencia a partir de dos vías dominantes:

— En el apoyo a ciertos gobiernos y procesos electorales: como pudo evidenciarse, entre otros casos, enlos recientes resultados en Estados Unidos, donde para alcanzar la victoria electoral de Obama(2008 y 2012) ha sido relevante el voto de los jóvenes2 (jóvenes, mujeres e inmigrantes); en lamilitancia juvenil que apoya al gobierno kirchnerista en la Argentina; en las elecciones recientesde São Paulo, como por ejemplo se evidencia en el Manifiesto pro-Haddad de la Pastoral de laJuventud (identificados con la Teología de la Liberación) y la importante participación de los

* Becaria de Posgrado del CONICET en el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe -IEALC (FSOC-UBA). Correo Electrónico: [email protected] Para ello, se toman como fuente las entrevistas realizadas durante marzo de 2012 a algunos jóvenesdirigentes de la juventud del PT (JPT-SP).2 En relación con la última elección ver http://www.people-press.org/2012/11/26/young-voters-supported-obama-less-but-may-have-mattered-more/

Page 150: 10-DossierBrasil.pdf

150

jóvenes en la campaña en la que finalmente Fernando Haddad3 — profesor de Ciencia Políticade la Universidad de São Paulo (USP) y ex ministro de Educación (2005-2012) del gobierno deLula— obtuvo la mayoría del 55,57% de los votos. Ya sea porque representa un porcentajesignificativo del electorado o porque habría en este sector una mayor receptividad hacia laspromesas de transformación social, lo cierto es que el apoyo de los jóvenes se ha tornado claveen diversos y significativos casos.

— En los nuevos movimientos y protestas sociales recientes: tales como las rebeliones de masas en elnorte de África; las ocupaciones y huelgas en países de Europa como Grecia, España(Movimiento 15-M, por el 15 de mayo de 2011), Portugal (el M12M, Movimiento 12 de marzo)y las revueltas en los suburbios de Londres; las movilizaciones por la educación pública enChile4, y los “ocupas” (como es el caso de Occupy Wall Street) en decenas de ciudades deEstados Unidos. Con todos estos movimientos y protestas, en los que la participación de losjóvenes ha ocupado un lugar central, se ha conseguido alterar el discurso hegemónico mundial—más allá del neoliberalismo— y discutir la naturaleza del sistema, al que ya no ven comoinevitable (Wallerstein, 2012).

En un escenario en el que la participación política en general, y la partidaria enparticular, ha sido objeto de desacreditación (en muchos casos justificada), sospechada sutransparencia, y deslegitimada la veracidad de sus objetivos y propuestas, podríamos pensarque la participación juvenil asume un rol destacado en movimientos disímiles perocoexistentes.

3. Nuevas voces: la “antielitización” de la participación juvenil brasilera

Como señala Melucci, “cuando la democracia fue capaz de garantizar un espacio paraque las voces juveniles sean oídas (…) los movimientos juveniles pudieron tornarseimportantes actores en la innovación política y social de la sociedad contemporánea” (2007:43). En este sentido, resulta relevante interrogarse ahora acerca de la capacidad de escuchahacia los jóvenes en el actual contexto de crisis mundial.

En relación con la militancia juvenil dentro del Partido de los Trabajadores (PT) deBrasil, cabe destacar que el accionar del partido, y su rol desde el gobierno en los últimos años,ha repercutido en lo que podría denominarse “antielitización” de la participación juvenil, queasimismo puede enmarcarse en consonancia con otros procesos de la misma índole en laregión latinoamericana (ver Salas Oroño, 2011).

Desde la llegada de Lula al gobierno, podría pensarse que fue cambiando el perfil delos militantes, tanto por su profesionalización como por su origen socio-económico5. La

3 Cuyo Programa de Gobierno incluye la promoción de la participación de los jóvenes en laformulación de políticas públicas, la ampliación de proyectos existentes y la creación de nuevasiniciativas dirigidas a este sector.4 Que no sólo se instalaron como un tema de interés nacional sino que lograron sumar reivindicacionesde otros sectores, cuestionar las herencias pinochetistas y socavar la legitimidad del gobierno neoliberalde Sebastián Piñera.5 Según pude constatar en las entrevistas que he realizado en marzo de 2012 a distintos referentes,gestores y académicos de São Paulo.

Page 151: 10-DossierBrasil.pdf

151

relevancia político-social de este fenómeno radica en que, al cambiar el perfil de los jóvenesque empiezan a llegar y a empoderarse, también se produce un cambio en las demandas queempiezan a llegar a las instancias de poder. Llegan al poder otras voces, ya no sólo las propiasdel movimiento estudiantil universitario, sino que se instala un nuevo debate en torno a laasistencia, que para los jóvenes de los sectores populares es muy importante para podermejorar sus condiciones de vida y poder, entre otras demandas, estudiar6.

4. La importancia de la juventud en Brasil y el Partido de los Trabajadores (PT): laPolítica Nacional de Juventud

En Brasil, la franja etaria que corresponde a la juventud, de 15 a 29 años, representacasi un tercio de la población de 186 millones, es decir, alrededor de 51 millones de jóvenes,según datos de 2010 (Instituto de Investigación Económica Aplicada7, Ipea, sigla en portugués,y censo de IBGE, 2010). En este sentido, debido a la composición demográfica de Brasil, lajuventud se ubica particularmente en un lugar estratégico a la hora de pensar el desarrollo deeste país.

Aunque este sector de la población ha estado presente en el origen mismo del PT –desde las huelgas obreras en 1980, la campaña de 1989, así como en las manifestaciones delmovimiento estudiantil “caras pintadas8” y el posterior impeachment a Collor de Mello en 1992,etc.—, es recién con el gobierno de Lula que la juventud no sólo ingresa como tema relevantea la agenda política, sino que esta incorporación se traduce en una serie de medidas incluidas enla denominada Política Nacional de Juventud, desarrollada desde el 2005 por el gobierno federal.

La Política Nacional de Juventud involucra la creación de la Secretaría Nacional deJuventud (SNJ), el Conjuve9, el Programa Nacional de Inclusión de Jóvenes (ProJovem)10,instituidas con la Ley 11.12911, y las dos Conferencias Nacionales a partir del 200812.

6 En la actualidad de Brasil muchos jóvenes, gracias a los programas sociales mencionados, son losprimeros integrantes de sus familias que pueden acceder a la educación universitaria.7 Fundación pública vinculada a la Secretaría de Asuntos Estratégicos de la Presidencia de la República.8 Jóvenes con las caras pintadas con colores verde y amarillo que participaron de las protestasinvolucradas.9 “Conjuve é um espaço de interlocução entre Estado e sociedade civil e está voltado especificamentepara a construção de políticas públicas de juventudes no Brasil. É um órgão de caráter consultivo,criado no Brasil em fevereiro de 2005, que prevê a participação de 20 conselheiros representantes dopoder público e 40 da sociedade civil. Seus principais objetivos são assessorar a Secretaria Nacional daJuventude (SNJ) para a formulação de diretrizes pelos governos, promover estudos e pesquisas acercada realidade socioeconômica juvenil, e, sobretudo, contribuir para assegurar que a política nacional dejuventude do governo federal seja conduzida por meio dos direitos e das capacidades dos jovens e daampliação da participação cidadã”. (Fuente:http://www.redetis.org.ar/media/document/juventudetempopresente.pdf).10 Que fue lanzado para atender a jóvenes de 15 a 29 años que están fuera de la escuela y que no poseenformación profesional.11 En http://www.planalto.gov.br/ccivil_03/_Ato2004-2006/2005/Lei/L11129.htm.

Page 152: 10-DossierBrasil.pdf

152

Entre los antecedentes relevantes para que ello fuera posible se menciona un seminariorealizado el noviembre de 2002 en São Paulo, que aglutinó a diversos actores bajo el título“Seminario Políticas Públicas Juventud en Pauta”, consolidando un grupo de especialistasacadémicos, y que posteriormente se tradujo en la publicación del libro Políticas Públicas:juventude em pauta (2003). Del mismo modo, es importante destacar que estos organismos optanpor la mirada hacia la juventud que la considera sujeto de derechos.

5. Algunas problemáticas pendientes y urgentes

Si bien, como ya ha sido mencionado, en Brasil la juventud se ubica particularmente enun lugar estratégico a la hora de pensar el desarrollo de este país, cabe subrayar que muchas desus demandas, asociadas a problemáticas y niveles de vulnerabilidad específicos, aún seencuentran insatisfechas.

En particular, con relación a la juventud negra, la situación es compleja. Además dever restringidas sus oportunidades sociales (mayores condiciones de precarización laboral quelos jóvenes blancos, sobrerrepresentación en el segmento de los jóvenes que no trabajan ni

12 Entre los antecedentes, para el caso argentino, Balardini señala: “Existe un importante antecedentepoco recordado y desconocido para muchos. El 11 de octubre de 1973, bajo el gobierno provisorio deRaúl Lastiri, por Decreto Nº 1.854, se crearon, en jurisdicción de la Presidencia de la Nación, lasSecretarías: General y Técnica. En el artículo 2º del mismo decreto, leemos, que la ‘Secretaría Generalse integrará con las Secretarías: Política, Militar, Gremial y de la Juventud’. Apreciando la temática de lasrestantes tres Secretarías que comparten el sitial en la Secretaría General de la Presidencia, podemosconcluir la importancia otorgada a la juventud bajo las circunstancias políticas de ese entonces,fuertemente movilizada. Entre las funciones de la propia Secretaría General se incluía ‘el fomento de lasactividades juveniles y la participación de la juventud en el proceso de perfeccionamiento social’ y ‘laintegración de la juventud en el programa de reconstrucción y liberación nacional’. Y en cuanto a la‘misión’ que específicamente se le asignaba a la Secretaría de la Juventud, puede leerse: Asistir alPresidente de la Nación por intermedio del Secretario General en la formulación de la política delEstado referida a la juventud y, en particular: Funciones: 1. La realización sistemática de unrelevamiento de las necesidades y requerimientos de la juventud. 2. La atención de todo lo inherente aldesarrollo de las actividades juveniles para su incorporación al proceso de reconstrucción y liberaciónnacional. 3. El asesoramiento en la organización y coordinación de las actividades juveniles juntamentecon los Ministerios y Gobiernos de las Provincias. 4. La recopilación y evaluación, cuando le searequerido, de la información y antecedentes vinculados a los temas a tratarse, en materia de sucompetencia, en las audiencias acordadas por el Presidente de la Nación. 5. El estudio de todos losproblemas vinculados a la juventud que le encomiende el Primer Magistrado requiriendo la informacióndel caso. 6. El proyecto y formulación de planes de acción tendientes a la formación de dirigentes de lajuventud.

Debemos subrayar que la puesta en marcha de esta Secretaría de la Juventud, acorde con el espíritu dela época, se orientó más a la acción movilizadora de la juventud en dirección a apoyar las acciones deciertos sectores políticos, más que a la acción de programas de gobierno, en el marco de las fuertescorrientes y contradicciones internas del período” (Balardini, 2003: 107, 108).

Page 153: 10-DossierBrasil.pdf

153

estudian, etc.)13, un estudio evidencia que “entre 2001 y 2007 la mitad de los jóvenes negros, deentre 15 y 29 años, tuvo como causa de muerte la violencia, entre ellas, el homicidio” (Ipea14).

Por lo tanto, no se trata sólo de que la juventud es un segmento con tasas más altas dedesocupación y/o precarización laboral, sino que dentro de ella sectores tales como lapoblación negra o las mujeres se encuentran en situaciones incluso más desfavorables y conproblemáticas complejas que deben ser estudiadas y atendidas.

Según algunos investigadores referentes en la materia, como es el caso de Abramo(2003), hasta los años sesenta los debates acerca de la cuestión juvenil giraban en torno a losjóvenes escolarizados de clase media, politizados; mientras que en los años noventa el debatehizo foco en los jóvenes en situación de riesgo o vulnerabilidad social. También en la décadade 1990 el tema de la juventud en Brasil comienza a ganar lugar en los gobiernos, durante elprimer mandato del Presidente Fernando Henrique Cardoso (1995-1998), aunque de manerafragmentada y sectorial (Rocha, 2012). Entre los antecedentes relevantes durante esos años, semenciona el Estatuto de los Niños y Adolescentes (ECA, Ley Federal N° 8.069) que implicabauna concepción ampliada de derechos (ver Sposito y Carrano, 2003). Sin embargo, comoseñalan Freitas y Souza (2005), en Brasil, en la década de 1990, la juventud todavía no eradestinataria de políticas específicas15.

Durante la presidencia de Lula, el gobierno tomó algunas medidas específicas para estesector. Entre ellas podemos mencionar la ampliación del empleo juvenil, la creación de lasUniversidades Federales y la creación de polos regionales.

Según Gabriel Medina16 (presidente del Consejo de Juventud del Gobierno Federal —Conjuve— durante el bienio 2010-2012), el pasivo de políticas públicas en general, y para lajuventud en particular —propio de las décadas neoliberales precedentes— todavía no hapodido ser saldado. Esto se ve reflejado en las tasas referidas a la mortalidad, los bajos salarios,empleo, etc. En este sentido, si bien considera que estas políticas se han venido mejorando, elvacío heredado aún no ha sido resuelto.

13 Según un informe de Ipea de 2008, ver: www.ipea.gov.ar.14Fuente:http://www.ipea.gov.br/portal/index.php?option=com_content&view=article&id=12603&catid=159&Itemid=75.15 Según las autoras: “No Brasil, na década de 90, a juventude ainda não era destinatária de políticasespecíficas. Ainda que os jovens ocupassem grande espaço na mídia - seja como mercado consumidorintensamente disputado, seja como personagens centrais de notícias das páginas policiais -, nãoconstituíam um público singular do ponto de vista da agenda pública. A única política de caráteruniversal mais claramente identificada com a juventude, a educacional, não se orientava por nenhumareflexão acerca de uma especificidade da ação educativa dirigida a jovens” (Freitas y Souza, 2005: 17).16 Quien ha venido militando en los últimos doce años en distintas instancias tales como el movimientoestudiantil, la organización del Foro Social Mundial, así como en la constitución de propuestas eimplementación de la Política Nacional de Juventud, entre otras.

Page 154: 10-DossierBrasil.pdf

154

Por otro lado, según Leandro Ferreira (JPT-SP), responsable de la coordinación ysistematización de políticas de juventud en el Estado de São Paulo, podrían señalarse dosvisiones en relación con las políticas de juventud:

— Para la juventud que ya milita: al joven ya organizado políticamente se le deben garantizar lascondiciones de debate con la sociedad política, en las instituciones sostenidas por el Estado.Por ejemplo, en las Conferencias Nacionales de Juventud y las diversas temáticas que en ella setrabajaron. Se trata de procesos que dialogan con la juventud organizada y activa políticamente,pero también de jóvenes que se acercan a estas instancias para incorporar sus demandas aldebate. De hecho, de las demandas incorporadas en las Conferencias, surgieron directrices parala elaboración de políticas públicas.

— Para la juventud que no milita: son políticas públicas vinculadas a las ayudas para la educación,para colectivos de juventud organizados, tales como el de jóvenes para preservar el medioambiente. Además, son receptores, por ejemplo, de acciones culturales. De esta forma —sostienen— se democratiza el destino de los fondos públicos y pueden participar aquellosjóvenes que no se ven interpelados por la dinámica política “clásica”.

6. Participación política juvenil desde la perspectiva de la JPT: la tercerageneración del PT y la lucha por la renovación de la política brasilera

Si pensamos en términos generacionales, podría afirmarse que una primera generacióndel PT sería la de Lula, es decir, la de los fundadores del partido. Una segunda generación seríaaquella de los años 1980-1990, enfocada en el debate de la redemocratización. La tercerageneración, la actual, sería la que surge durante el gobierno de Lula, que ha impulsado yparticipado en el desarrollo de políticas públicas para la juventud brasilera.

En consonancia con las Resoluciones del 2° Congreso de la Juventud del PT, realizadoen noviembre de 2011, Jefferson Lima, electo Secretario Nacional de Juventud del PT (JPT),señala que esta juventud se caracteriza por defender sus políticas, la democratización de losmedios de comunicación, el combate contra la corrupción, la emancipación juvenil, financieray laboral. Se trata además de implementar una nueva cultura para la renovación políticabrasilera.17

En las Resoluciones de este Congreso, se señala la necesidad de que, durante elgobierno de Dilma, se profundicen las transformaciones estructurales efectuadas y se trabajeen erradicar la miseria y el hambre. También, entre otras muchas cuestiones que aquí nodesarrollaremos, se destaca que las políticas públicas de juventud deben colaborar en lasuperación del ciclo de reproducción de la pobreza que involucra a las nuevas generaciones.Encontramos entonces que en las resoluciones se recupera esta perspectiva del joven como

17 Entrevista a Jefferson Lima, secretário nacional de Juventude do PT (JPT), “Nós vamos criar uma

onda vermelha da juventude” Fuente:

http://www.pt.org.br/noticias/view/nos_vamos_criar_uma_onda_vermelha_da_juventude.

Page 155: 10-DossierBrasil.pdf

155

sujeto de derechos, lo que resulta fundamental para abordar un proceso de democratizaciónsocial como el que se viene desarrollando.

Por otro lado, fue en este Congreso, realizado en 2011 (luego del primer Congreso dela JPT en 2008), que se presentó una propuesta de enmienda a la Reforma del Estatuto delpartido, referida a la organización de los jóvenes petistas en lo que concierne a su autonomíaorganizativa y su financiamiento.

7. Política afirmativa de la JPT: cuotas para la juventud

Por “acciones afirmativas” se entiende aquellas que buscan “promover oportunidades uotros beneficios para personas pertenecientes a grupos específicos, blancos de discriminación.Tales acciones tienen como objetivo garantizar el acceso a recursos, proponiéndose remediaruna situación de desigualdad considerada socialmente indeseable” (Ipea, 2008).

En relación con estas acciones, en el IV Congreso del PT se incorporó una acciónafirmativa que involucra “cuotas para la juventud” dentro de la dirección. Este cambio implicaque las mismas serán del 20%, clara expresión de la injerencia de la juventud dentro de ladirección del partido. Así, ha quedado instituido que en todas las instancias de gobierno(municipales, estaduales y federales) un 50% tendrá que ser ocupado por mujeres, un 30% pornegros y un 20% por jóvenes. Este 20% permitirá, por ejemplo, que dieciocho de los ochentamiembros del Directorio Nacional sean jóvenes de hasta 29 años.

Dicha modificación podría ser considerada como parte de la búsqueda de unareaproximación de la juventud y el Partido de los Trabajadores, ante la manifiesta necesidad derenovar sus cuadros y transformar la política brasilera. Teniendo en cuenta que laburocratización del partido y la verticalización de las estructuras del poder suele producir unaclase dirigente con dificultades para absorber nuevos cuadros y renovar su estructura, seconsidera que la política de cuotas no debería ser desestimada como un intento legítimo detransformación necesaria18.

8. Militancia partidaria, movimientos sociales y nuevos imaginarios

Gabriel Medina reconoce algunas dificultades en torno a la militancia orgánica(denominada “clásica” o “tradicional”) y otras formas de militancia más ligadas a la cultura, almedio ambiente, a Internet y a la cultura digital. Las mismas podrían clasificarse de carácterrelativamente más horizontal y desburocratizadas. Existiría —según afirma— un problemamundial con las instituciones republicanas, que repercute también en el PT, debido a que losjóvenes suelen sentirse poco involucrados, tal como evidencian los estudios consultados.Asimismo, en la Ciudad de São Paulo, los jóvenes afiliados al PT rondarían los 22.000,mientras que en la totalidad de São Paulo rondaría los 54.000, aproximadamente.

18 Para ver respuesta dada a quienes han criticado este tipo de perspectiva ver el artículo de Sader(2012).

Page 156: 10-DossierBrasil.pdf

156

Este joven dirigente siente que el PT, aun con sus deficiencias, trata de abrir el diálogocon la sociedad civil a partir de instancias tales como las Conferencias, los Consejos y laautonomía de los movimientos sociales, incluso cuando suelen ser críticos al gobierno.

En relación con los movimientos sociales, aunque en la actualidad se encuentran endiálogo y poseen participación dentro de las estructuras del PT, en términos generales serequeriría que los mismos salieran de la micro-política para integrarse a fenómenos másamplios y organizativos, junto con sus representantes, es decir, dar mayor lugar a unadimensión macro de la política y, al mismo tiempo, sería necesario que las estructuraspartidarias lograran una mayor comprensión acerca de estas nuevas formas participativas.

En el aspecto cultural, Gabriel Medina considera que el joven de la década de 1990 eraun joven más consumista, más individualista, que tenían al neoliberalismo como modelo. Conla llegada al gobierno de un partido de izquierda, como el PT, se produjo una disputa en losvalores hegemónicos del neoliberalismo. Según sostiene, aun cuando los idearios neoliberalesno hayan desaparecido, se produjeron ciertas transformaciones en los imaginarios. Y en estesentido advierte que en la actualidad existen más jóvenes dispuestos a participar en proyectosde transformación social colectiva, pero, sobre todo, en proyectos orientados atransformaciones locales, es decir, de sus propias comunidades.

9. Algunos desafíos presentes y futuros: la importancia de la cultura y losimaginarios sociales

Una de las dificultades señaladas por muchos de los dirigentes juveniles entrevistadosreside en que la mayoría de los jóvenes de la llamada clase C, que es la clase emergente en losúltimos años, no identifica su reciente ascenso social con un proyecto de país específico (elproyecto político impulsado y desarrollado desde el gobierno por el PT), sino que lo sientesólo como fruto de su esfuerzo personal individual.

El gran desafío en la actualidad, según Gabriel Medina, es poder crear un círculo depolíticas públicas que no sólo estén orientadas a la inclusión social, sino que también disputenlos valores de la generación que ha podido ascender en su situación económica. Con esto seevitaría que sean cooptados por el conservadurismo de ciertas iglesias pentecostales evangélicaso por las lógicas capitalistas (individualismo, competición, etc.), que tienden a que los mismosse identifiquen con los intereses de las elites.

En cuanto a las transformaciones pendientes, se señala que algunas de ellas sonconsideradas estratégicas para que Brasil pueda profundizar el proceso iniciado:

— En relación con la comunicación: la necesidad de considerar la comunicación como un derecho.(Existe un Foro Nacional por la democratización de la Comunicación y un Plan Nacional deBanda Larga).

— Fomentar las iniciativas creativas de la sociedad a nivel local: para dar vida a la cultura popular y a lacultura producida por la comunidad (que podría fomentarse desde la política pública llamada“puntos de cultura”).

— Pasar de las políticas de inclusión a las políticas emancipadoras: este tipo de políticas resultafundamental para crear un diálogo con la clase social categorizada como clase C.

Page 157: 10-DossierBrasil.pdf

157

— Reforzar las transformaciones mencionadas con una reforma política y electoral y de la propiedadde la tierra y las comunicaciones.

Estas prioridades se han visto reflejadas en la Segunda Conferencia Nacional deJuventud en la que se realizó, en este sentido, una propuesta de crear un Plan Nacional deComunicación y Juventud que contemple, entre otras cosas, la producción de mediosalternativos basados en los principios y las metodologías de educomunicación.

Observamos que los y las jóvenes de la dirigencia juvenil del PT reconocen que lacultura y la educación tienen un peso muy importante. Por ello —advierten—, se requiere deun proyecto educacional y cultural que logre despertar una conciencia crítica de las personaspara formar otro tipo de ciudadanía, otros patrones de solidaridad, de respeto y de pluralidad;para construir una generación conectada con un proyecto alternativo de país y que pueda,asimismo, disputar en otras partes del mundo.

10. A modo de conclusión

En el presente artículo se ha procurado dar cuenta, de manera sintética, acerca dealgunas de las principales transformaciones, avances y desafíos producidos en Brasil desde lallegada de Lula al gobierno, en lo referido a la juventud brasilera en general y a los militantesjóvenes del PT, en particular. En relación con la militancia dentro del partido y las políticaspúblicas para la juventud, observamos dos cuestiones. Por un lado, una mayorinstitucionalización de la participación juvenil dentro del PT podría traer aparejadas lasproblemáticas propias de la burocratización y verticalidad de las estructuras de poder en elgobierno. Por otro, este fenómeno ha implicado un avance en la problematización eimplementación de políticas públicas dirigidas hacia la juventud, en parte gracias alinvolucramiento de nuevas voces que, por su origen social, implicarían un fenómeno novedosoen la política brasilera de las últimas décadas: la “antielitización” de la participación política delos jóvenes en las estructuras políticas de gobierno tradicionales. Sin embargo, parecería queeste proceso no es del todo suficiente, ya que desde la propia dirigencia juvenil se reclama lanecesidad de renovar la política brasilera para poder avanzar y profundizar lastransformaciones efectuadas, así como para enfrentar los desafíos que involucra el desarrollodel país en un sistema capitalista como el actual.

Page 158: 10-DossierBrasil.pdf

158

Bibliografía citada

Abramo, Helena (2003) “Espacos de Juventude”, en Freitas, Maria et alii. Al (org.) PolíticasPúblicas: juventude en pauta. São Paulo, Cortez Editora, Acción Educativa, Fundación FES.

Balardini, Sergio (2003) “Políticas de juventud: conceptos y la experiencia argentina”, enDávila, Oscar (editor) et alii. Políticas Públicas de juventud en América Latina: Políticas Nacionales,CIDPA Ediciones

Balardini, Sergio, et alii (2005) Políticas locales de Juventud. Experiencias en el Cono Sur, Publicacionesde la Serie PROSUR, Friedrich Ebert Stiftung (FES)

Freitas de, Maria Virginia y Souza Raquel "Centro de Referencia da Juventude de Santo André"en Balardini, Sergio et al. (2005) Políticas locales de Juventud. Experiencias en el Cono Sur,Publicaciones de la Serie PROSUR, Friedrich Ebert Stiftung (FES)

Melucci, Alberto (2007) “Juventude, tempo e movimentos sociais” en Fávero, Osmar et.al.Juventude e Contemporaneidade, Brasilia: UNESCO, MEC, ANPED, Colecao Eduacao paraTodos.

Natanson, José (2012) ¿Por qué los jóvenes están volviendo a la política? De los indignados a La Cámpora,Buenos Aires, Debate.

Rocha, Heber Silveira (2012) Juventude e políticas públicas: formacao de agenda, elaboracao de alternativase embates no Governo Lula. Dissertacao (CMAPG).

Sader, Emir (2012) “Dez anos da política de cotas”, Disponible on-line: en www.pt.org.br

Salas Oroño, Amílcar (2011), “La ‘antielitización’ latinoamericana”. Página 12. Buenos Aires,Argentina. 31de mayo del 2011.

Sposito, Marilia Pontes; Carrano, Paulo Cézar R. (2003) Juventude políticas públicas no Brasil.En: León, Oscar D. (Ed). Políticas Públicas de juventude em América Latina: políticas nacionales.CIDPA.

Wallerstein, Immanuel (2012), “The World Left After 2011”. Disponible on-line:http://www.iwallerstein.com/world-left-2011/

Page 159: 10-DossierBrasil.pdf

159

REGIONALISMO, LIDERAZGO Y CONSENSO. LA POLÍTICAEXTERIOR DE BRASIL PARA LA REGIÓN EN LA HISTORIARECIENTE

JULIÁN KAN*

1. Introducción

En este trabajo se analiza la política regional del gobierno de Brasil en su historia reciente,durante los últimos años del gobierno de Fernando Henrique Cardoso y especialmente durante losdos gobiernos de Luiz Ignacio Lula Da Silva. Los objetivos son, por un lado, analizar lascontinuidades y rupturas de la política regional entre los gobiernos de Cardoso y Lula. Por otro,analizar el lugar que tuvo Brasil en algunas instancias regionales como MERCOSUR y UNASURobservando la relación entre el regionalismo impulsado, el liderazgo buscado y el consenso aplicadoen la relación con los vecinos de la región.

¿Por qué estudiar la política regional de Brasil? El gigante sudamericano ocupa un lugardestacado en el escenario regional por su sola presencia. En el transcurso de las últimas tres décadasse ha convertido en el país más importante de la región en términos económicos. Su PBI es el másgrande de la región: para el año 2008 ya alcanzaba los 1.800 billones de dólares y se ubicaba detrás delos diez países más importantes del mundo, mientras que para el año 2011 ascendía a unos 2293billones y, bajo esta medición, se ubicaba como la sexta economía del mundo. Para ese año, susexportaciones alcanzaban 250 billones de dólares y sus importaciones los 223 billones de dólares,mientras que su población llegaba a los 200 millones de habitantes.1 En los últimos años ha logrado,por parte del establishment financiero, la calificación de investment grade, permitiéndole atraer inversionesde las más importantes del mundo. En relación a la región, en las últimas décadas, su expansióncomercial y financiera ha crecido fuertemente. Por ejemplo, en Argentina el 40 % de la InversiónExtranjera Directa (IED) proviene de Brasil, donde mediante la radicación, compra o fusión defirmas, el capital de origen brasileño tiene una presencia cada vez mayor.2 Desde el aspecto

*Profesor en Historia (FFyL-UBA). Actualmente concluyendo, también en la UBA, sus estudios deDoctorado sobre la temática de la integración regional en América Latina. Becario Doctoral del CONICETcon asiento en el Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Quilmes (UNQ) y docentede la cátedra de Historia de América III (B) (Contemporánea) de la FFyL-UBA. Correo:[email protected] Véase esta información en diferentes medios de la prensa: El Universal de Méxicohttp://www.eluniversal.com.mx/notas/834282.html; El Mundo de España:http://www.elmundo.es/america/2012/03/06/brasil/1331045181.html; la cadena inglesa BBC:http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2012/03/120306_brasil_economia_desplaza_reino_unido_jgc.shtml;y de Argentina, Página 12: http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-184216-2011-12-27.html, yClarín: http://www.clarin.com/mundo/Brasil-Gran-Bretana-economia-mundial_0_616738373.html.2Algunos ejemplos son las estratégicas empresas como Petrobrás (adquirió Pecom), AnBev (adquirióQuilmes), Camargo Correa (adquirió Loma Negra y Alpargatas a través de San Pablo Alpargatas), JBS Friboi(adquirió Swift), Belgo Mineira (adquirió Acindar). Hay que destacar también, la presencia del poderoso Banco

Page 160: 10-DossierBrasil.pdf

160

geopolítico, en los últimos tiempos Brasil tuvo un rol destacado en su participación tanto eninstancias globales –Organización Mundial del Comercio (OMC), Organización para las NacionesUnidad (ONU), Grupo de los 20, Grupo BRICS–, como regionales –MERCOSUR, UNASUR, yCumbre de América Latina y el Caribe (CALC), Grupo Río–, buscando que éstas últimas tuvieran unmayor grado de soberanía y autonomía en relación a los países centrales.

Desde diferentes perspectivas de análisis, autores como Bernal Meza (2008a, 2008b),Caballero Santos (2011), Faria (2008), Katz (2009), Lechini y Giaccaglia (2010), Lucce (2008), SalinasRobinson (2007), entre otros, señalan que en las últimas décadas, a medida que Brasil practicó unamayor inserción en la esfera global, persiguió el objetivo de convertirse en el líder de la región.3

Asumiendo como cierta esta perspectiva, intentaremos caracterizarla aquí en torno a la tradición de lapolítica exterior de Brasil y a las variantes para la región en su historia reciente. Consideramos que ellugar de liderazgo de Brasil en el proceso de integración regional actual ofrece aspectoscontradictorios que invitan a repensar la relación de Brasil con sus vecinos, su inserción regional ymundial, sobre todo a partir del gobierno de Lula y su política exterior para la región llevada desde elPalacio de Itamaraty. En primer lugar, nos preguntamos si existieron cambios entre la políticaexterior de Fernando Henrique Cardoso y la de Lula Da Silva. Luego analizaremos la política regionalde este último en relación a varias instancias que rodean al MERCOSUR y a la UNASUR,observando el regionalismo, el despliegue de liderazgo y la búsqueda de consenso con sus vecinos dela región. A modo de hipótesis sostenemos que la visión de política exterior que introdujo elgobierno de Lula, sobre todo en materia regional, implicó que, para desplegar su regionalismo yafirmar el liderazgo, Brasil necesitara acudir a situaciones en las cuales relegó porciones del mismo yque, en muchos casos, permitió y permite la proliferación de instancias contradictorias con eseliderazgo, sobre todo cuando intenta lograr el mayor consenso posible con sus vecinos.Analizaremos estos aspectos contradictorios en dos instancias regionales: en primer lugar, en elMERCOSUR, a través de la relación bilateral con Argentina, de la pelea contra el Área de LibreComercio de las Américas (ALCA), del posicionamiento de la región en la Ronda de Doha de laOMC y del ingreso de Venezuela al bloque; y, en segundo lugar, en la flamante UNASUR, haciendohincapié en la formación del Consejo Sudamericano de Defensa (CSD), la relación con Venezuela, elrol de la UNASUR en el conflicto de Bolivia en 2008, y las tensiones que tuvieron lugar en Brasil en2006 por la nacionalización de los hidrocarburos que llevó adelante el gobierno de Evo Morales.

2. Política exterior brasileña: su tradición y su historia reciente de Cardoso a Lula

Itau y las exportaciones brasileñas de productos industriales (que constituyen alrededor de un 30 % del totalde las importaciones argentinas), como señales de mayor presencia brasileña al interior de su principal socio dela región. En los últimos años, en el resto de la región ha crecido esta presencia: En Uruguay la inversiónbrasileña concentra el 50 % de su principal actividad (la industria de la carne); en Paraguay el 95 % de laproducción de soja; en Bolivia alrededor del 40% de la actividad de refinación de petróleo y gas, al menoshasta los decretos de nacionalización de Evo Morales. Al respecto véase Lucce (2008).3 Es de destacar que ya en la década del setenta Ruy Mauro Marini señalaba algunas condiciones queperfilaban a Brasil como líder de la región. Para el prestigioso sociólogo marxista de la escuela dependentista,Brasil adquiría la categoría de país “subimperialista” (Marini, 1985). En la actualidad, los mencionados trabajosde Lucce (2008) y Katz (2009) retoman la tesis de Marini.

Page 161: 10-DossierBrasil.pdf

161

En este apartado analizaremos, por un lado, la relación entre la tradición diplomáticabrasileña y la reciente política regional de Brasil. Por otro, observaremos la existencia de rupturas ycontinuidades entre las gestiones de Cardoso y Lula y, por último, la prioridad de ámbitos como elMERCOSUR y UNASUR en la política regional de Brasil, sobre todo bajo las presidencias de LuizIgnácio Lula Da Silva.

La política exterior de Brasil tiene una historia: vários autores (Bernal Meza, 2008b; CaballeroSantos, 2011; Cervo, 2008; Lechini y Giaccaglia, 2010) afirman que existe una tradición en ella –pocofrecuente, sobre todo en América Latina– donde puede observarse una continuidad en loslineamientos de la política exterior que se diseña desde Ministerio de Relaciones Exteriores(Itamaraty) a lo largo de décadas. Si bien existen algunas variantes motivadas por los cambios degobiernos, así como de contextos políticos locales, regionales y mundiales, la política exteriorbrasileña se mueve dentro de un marco establecido por la diplomacia de Itamaraty, que estaríaenlazado con el legado del Barón del Río Branco.

Algunos de los principios que provienen de la herencia clásica de aquél personaje de lapolítica del siglo XIX se podrían resumir de la siguiente manera: “la apuesta por la resolución pacíficay arbitrada de los conflictos, el establecimiento de relaciones de buena vecindad con los demásestados de la región, la salvaguarda del territorio brasileño y el no intervencionismo en los asuntosinternos de otros estados. Así, las dos ideas centrales serían el universalismo y la autonomía”(Caballero Santos 2011:158-159). Estos principios se consolidaron a lo largo del tiempo a través deItamaraty como un ente diplomático, con sus dinámicas propias, con el objetivo de consagrar losfundamentos de su política exterior.4 En esta dirección, según Bernal Meza (2008b:159-161), almenos desde la década de 1930 la política exterior brasileña tuvo como uno de sus principalesobjetivos el favorecer las condiciones externas para contribuir al desarrollo nacional. Durante más desetenta años, el modelo de política exterior ha estado asociado al “desarrollo nacional”, aún cuandolas estrategias de política han sido a veces diferentes entre sí; en particular, respecto de la relación conEstados Unidos. Predominantemente aliado a Washington desde 1902, desde mediados de la décadade 1970 mantuvo una línea autónoma e independiente; más débil bajo los gobiernos de Collor yCardoso, más fuerte bajo las gestiones de Franco y Lula.

Ahora bien, más allá de esa tradición, en el escenario reciente de la política exterior brasileñapodemos observar diversas corrientes o enfoques. De aquella herencia clásica que constituye elnúcleo tradicional en Itamaraty, Caballero Santos (2011) distingue diferentes corrientes en función delos elementos que priorizan y que se han ido perfilando, con más o menos influencia, dependiendode los distintos momentos históricos y de los diferentes gobiernos de turno. Este núcleo dominantese puede dividir entre una versión más liberal e internacionalista y otra más nacional-desarrollista. Laprimera, que se destacaría por una mayor proyección económica en la esfera global, fueespecialmente característica durante los mandatos de Fernando Henrique Cardoso. La segunda, lalínea más nacional-desarrollista, pondría el énfasis en fortalecer la industria nacional y tendría algunossesgos de cariz más proteccionista. Esta segunda tuvo un peso específico en las presidencias de Lula,

4 “De hecho, «el Ministerio de Asuntos Exteriores es una institución cerrada en la que todos los jefesdepartamentales tienen que ser diplomáticos de carrera» y que se nutre de la academia diplomática brasileña,formada en el Instituto Rio Branco.” (Caballero Santos, 2011: 159).

Page 162: 10-DossierBrasil.pdf

162

balanceada con la particular visión de política internacional emanada del Partido de los Trabajadores(PT) y personificada en el asesor presidencial para asuntos internacionales, Marco Aurelio García.Este subgrupo que accedió a Itamaraty, a sentar las principales líneas de la política exterior brasileñaen los últimos años, introdujo una especial preponderancia por el ámbito regional y por consolidar yfortalecer los vínculos con los vecinos. Así, mientras los liberal-internacionalistas y los nacional-desarrollistas podían concebir la región como trampolín o como medio para un fin superior que es elámbito internacional, el enfoque del PT -que se introduce de la mano de Lula- destaca sobre losotros la cuestión regional. Esta tercera corriente prioriza la sintonía con los demás estados de laregión sudamericana, dando una especial relevancia a la integración regional y a la dimensiónidentitaria de la misma por encima de las posibilidades que pudiera ofrecer la categoría de global player.Esta corriente tiene una especial importancia para la redefinición del MERCOSUR y para la apuestabrasileña por la integración regional con posterioridad a la crisis del bloque entre 1999 y 2002. Detodas formas, pareciera que la tradicional política de Itamaraty, de corte más nacionalista y deproyección global, ha continuado teniendo un papel importante en los gobiernos de Lula, encontraposición con la línea de política exterior marcada por el propio Partido de los Trabajadores,con un cariz más regional y un mayor compromiso con la integración regional con sus vecinossudamericanos.

Los análisis de Raúl Bernal Meza (2008a y 2008b) nos permiten también observar el devenirde la política regional de Brasil, y la importancia del regionalismo en la historia reciente, al establecercontrastes y continuidades entre las etapas de Cardoso y Lula, por ejemplo, a través de las políticaspara el MERCOSUR. En torno a los orígenes del mismo, afirma que los formuladores de políticaque acompañaron a Collor de Mello en su estrategia de creación del MERCOSUR tenían clarosobjetivos cercanos al neoliberalismo. Así, el bloque fue concebido como un instrumento para laredefinición de su inserción internacional en el marco de una política de apertura económica(liberalización), iniciada por Collor y continuada por las dos gestiones de Fernando HenriqueCardoso. El primer desafío era pasar de una economía cerrada a otra más abierta y competitivainternacionalmente, aumentando el poder de negociación y la extensión de mercados por vía de laintegración económica. La conformación de una amplia zona geoeconómica en el Cono Sur, formabaparte de una estrategia de posicionamiento político hemisférico, otorgándole a Brasil prestigio ypoder, permitiéndole un liderazgo frente a Estados Unidos y sus iniciativas hemisféricas, enparticular la formación del ALCA (Bernal Meza, 2008b: 159-160). Según este análisis, estoselementos fueron suficientes para sustentar las aspiraciones de las clases dirigentes brasileñas paraque Brasil fuera reconocido como una potencia regional en la medida que el bloque se constituyeraen un proyecto exitoso.

Sin embargo, el paradigma de política exterior que sostenía ese objetivo no fue homogéneo.Así, “mientras Cardoso buscó ese reconocimiento participando de la visión multilateralista del expresidente Bill Clinton, basado en el neoidealismo kantiano, Lula da Silva lo ha hecho bajo una visiónrealista de la política mundial, según la cual las principales potencias rivalizan por el poder mundial yno se reconoce la existencia de un unipolarismo explícito. Con su gobierno ha habido unaprofundización de las pretensiones de liderazgo, ahora a nivel global, bajo esa visión realista, quebuscaba llevar a Brasil a ascender en la jerarquía del poder mundial y posicionarlo en los regímenesmundiales que expresan la configuración jerárquica del sistema internacional, en particular el Consejode Seguridad de Naciones Unidas” (Bernal Meza, 2008b:160). Sin embargo, en paralelo a la inserciónglobal, los gobiernos recientes, –sobre todo los últimos años de Cardoso y particularmente las dosgestiones de Lula– apostaron también a un objetivo regional mediante una red de integración y

Page 163: 10-DossierBrasil.pdf

163

cooperación regionales que tuviera al Brasil como su eje central. En este sentido, afirma Bernal Mezaque: “La visión política brasileña del regionalismo, una vez que se abandonó la perspectiva liberal deCollor, ha sido muy diferente de aquella de los Estados Unidos tanto en su concepción como en susobjetivos e instrumentos. La visión brasileña del MERCOSUR fue construir a través del mismo unnuevo factor de poder, vis à- vis la política hemisférica de Estados Unidos. Fue una estrategiaalternativa, intermedia, entre la continuidad de su política económica nacionalista y la apertura, bajouna economía liberal predominante en el mercado mundial. Dentro del bloque sudamericano Brasilpodía ejercer presiones proteccionistas que serían imposibles de llevar adelante en el marco de unacuerdo hemisférico como el proyecto norteamericano de crear una zona de libre comercio deAlaska a Tierra del Fuego (ALCA)” (Bernal Meza, 2008b: 161). Hacia el final de su gobierno,Cardoso ya había puesto a Brasil en oposición a Estados Unidos, en relación a la negociación de unacuerdo hemisférico de libre comercio y separado a Sudamérica del resto de América Latina. En eseesfuerzo por hacer de Sudamérica el entorno natural del Brasil, impulsó en el año 2000 la creación deuna Comunidad Sudamericana de Naciones (CSN), aunque como veremos más adelante, en uncontexto regional diferente al que tuvo lugar luego del año 2003 en la región y con una visión depolítica regionalista diferente a la de Lula.

Esta visión sobre la existencia de una división entre una América bajo la hegemoníanorteamericana y otra más independiente, cuyo eje debía ser el MERCOSUR fue profundizada por elgobierno de Lula da Silva, quien incluso, iría aun más allá. Las aspiraciones del gobierno Lula dereforzar la vocación internacional del país, sin ataduras que menoscabaran su capacidad de decisiónautónoma sobre la economía nacional, crearon limitaciones al progreso institucional del Tratado deAsunción, a pesar de las sucesivas negociaciones. La estrategia de construcción de un liderazgo enAmérica del Sur seguido por la diplomacia brasileña formó parte de un camino trazado hacia la granpolítica mundial, aunque las políticas para eso fueron distintas: más liberal con Collor de Mello y, enparte Cardoso; más autonomista con Itamar Franco, en parte con Cardoso y, de manera homogéneay constante, con Lula da Silva (Bernal Meza, 2008b: 162).

El análisis de Costa Vaz (2003) señala mayores contrastes entre la política regional deCardoso5 y Lula, al menos en los comienzos del mandato de este último, y la opción por el

5 Sintetizada de la siguiente manera: “De manera general puede verse que la política exterior de Cardoso acabóconcentrándose en aspectos relacionados con intereses y consideraciones de orden básicamente económico,ámbito en el que se identificaban los principales desafíos a la estabilidad y a la gobernabilidad. Aunquepragmática en cuanto al diagnóstico de las asimetrías y contradicciones del mundo globalizado, así como a lasvulnerabilidades y necesidades del propio país, esta perspectiva empezó a contrastar fuertemente con lasprioridades dictadas por EEUU en el plano de la política internacional, generando una disyunción queacompañó a la gestión de Cardoso hasta el final. Como hemos visto, la inestabilidad del escenario pos 11-S, lacreciente vulnerabilidad externa de la economía brasileña, la desaceleración del crecimiento interno y eldebilitamiento político del propio gobierno en las postrimerías de su gestión, se combinaron para circunscribiry limitar sus iniciativas a la esfera económico-comercial. Temas eminentemente políticos que habían sidodefendidos por la diplomacia brasileña en el contexto anterior, como la reforma de la ONU y la disputa porun asiento como miembro permanente del Consejo de Seguridad, fueron relegados a segundo plano. Seconsolidó así un sensible desfase entre, por un lado, discurso diplomático y gestos mediáticos y, por otro, lareal capacidad de acción de que disponía el Gobierno, que encontraba sólo en muy pocos ámbitos algunascondiciones para un mayor compromiso. La diplomacia brasileña intentaba abrir, en medio de numerosas

Page 164: 10-DossierBrasil.pdf

164

MERCOSUR y la integración sudamericana. El inicio del gobierno de Lula se produce en uncontexto de retracción ante las incertezas y la inestabilidad de los escenarios regional y global, y antelas vicisitudes de las negociaciones comerciales internacionales. La definición de las prioridades yestrategias de la política exterior que el gobierno de Lula tomó, como puntos de partida, fueron: 1) lanecesidad de revertir la postura marcadamente defensiva de la gestión de Cardoso; y 2) la opción afavor de rescatar dimensiones y valores de gran centralidad en otros momentos de la política exteriorbrasileña, solapados o amortiguados a lo largo de los años noventa. En este sentido, señala Costa Vazque el nuevo gobierno asumió el compromiso de hacer que los cambios reclamados por losbrasileños alcanzaran también la política exterior, que se producirían, sin embargo, no tanto a travésde una dramática revisión de objetivos y prioridades, sino por medio de una acción máscomprometida, fundada en: 1) la subordinación directa de la política exterior a los dictámenes deldesarrollo, orientado éste por una perspectiva humanista; 2) la reafirmación de la soberanía y de losintereses nacionales en el plano internacional; 3) la centralidad y el apoyo al comercio exterior comoherramienta esencial para el desarrollo económico y para la reducción de las vulnerabilidades externasdel país; 4) el compromiso en la construcción de alianzas y sociedades en los planos regional y globalsimultáneamente, en favor de objetivos y causas identificadas con las necesidades del desarrolloeconómico y social; y, por último, como rasgo efectivamente distintivo, 5) la acción decidida en favorde la promoción de un orden político y económico más democrático, justo y equitativo entre lasnaciones (Costa Vaz, 2003:145-146). Aunque no configuró una ruptura directa con ninguna de lasdimensiones centrales de la política del gobierno anterior y no introdujo tampoco elementos inéditoscon relación a otros periodos, la orientación que la administración de Lula intentó dar a la políticaexterior se construyó desde una evaluación crítica de la conducción y los resultados alcanzados porsu antecesor, así como también de la trayectoria que se imprimió a la acción diplomática de Brasildespués del debilitamiento del desarrollismo nacional a finales de los años ochenta. Contiene, por lotanto, una crítica implícita al desempeño previo, al aumento de la vulnerabilidad externa del país,atribuida al modelo económico adoptado en los años noventa, y a la inflexión sufrida por la políticaexterior con el predominio del ideario liberal.6

Así, señala el autor que Lula asumió una postura revisionista en la cual intenta alinear elfrente externo con los deseos de cambio y con las propuestas y compromisos que asumierainternamente, no obstante sin apartarse de forma radical de ninguno de los principales legados delgobierno anterior. Por el contrario, las prioridades definidas surgen o se asocian a iniciativas gestadasen la administración precedente. En su discurso de toma de posesión, Lula señaló como principalprioridad «la construcción de una América del Sur políticamente estable, próspera y justa»,retomando lo que ciertamente fue la iniciativa más original de Cardoso en el campo diplomático,pero atribuyéndole la importancia que su antecesor no logró conferirle. Pero no se trata de un simple

coacciones externas y de obligaciones impuestas por el modelo de desarrollo a que servía, brechas deoportunidad para hacer avanzar sus intereses. La relativa inmovilidad de la política exterior se debía entoncesno tanto a la indefinición de objetivos y de prioridades, sino a la opción gubernamental por actuar de formacontemporizadora y cautelosa. Con ello intentaba no hacer más explícitas las incertezas que ya se insinuaban,interna y externamente, sobre la dirección de la postura brasileña en el contexto de la nebulosa políticainternacional, tomando en cuenta la transición gubernamental que se avecinaba y las dudas sobre la solidez dela economía local” (Costa Vaz, 2003:144-145).6 Costa Vaz retoma aquí un análisis del prestigioso estudioso de la política exterior brasileña, Amado LuizCervo (2003).

Page 165: 10-DossierBrasil.pdf

165

continuismo. Lula ha logrado, efectivamente, imprimir a la acción externa una inédita dimensiónpolítica al impulsar, sin coacciones, la disposición a ejercer un liderazgo en el continentesudamericano. Señala Costa Vaz, entonces, que el MERCOSUR, por su trayectoria y resultados,además de sus todavía promisorias potencialidades, surge como espacio primero donde ese rol debematerializarse, lo que justifica el énfasis otorgado a su actualización y profundización. “En otraspalabras, el Mercosur representa un test case para las pretensiones brasileñas de ejercer un papelregionalmente proactivo en favor de nuevas propuestas de desarrollo y de integración internacional.Hay, por lo tanto, una nítida preocupación en desplegar políticas activas de vecindad, cubriendo todoel arco que se extiende desde Uruguay a Surinam, siendo el MERCOSUR, a pesar de suscomplicaciones de los últimos años, la iniciativa que mejor materializa la aspiración brasileña deintentar niveles más profundos de relacionarse y de construir una plataforma a partir de la cualpuedan desencadenarse otras acciones internacionales en favor de la plena inserción internacional delpaís y de la región en su conjunto. Se pone en evidencia entonces la prioridad otorgada a larevitalización del MERCOSUR, a su ampliación y profundización en tanto iniciativa de integracióneconómica dentro de la cual se intenta incorporar otras dimensiones en lo social, cultural y científico-tecnológico” (Costa Vaz, 2003: 147).

Lechini y Giaccaglia (2010) también destacan que Brasil en los últimos años buscó laaprobación de los estados vecinos por medio de una estrategia que relativiza los intentos dehegemonía, debido a que el reconocimiento del status de potencia media por parte de los Estados delárea contigua resulta importante para el despliegue de un liderazgo regional. El gobierno brasileñoeligió en el ámbito regional “mirarse” en los espejos que minimizan su reflejo con el objeto de evitartodo recelo o desentendimiento con sus vecinos. A esto le llamamos liderazgo mediante el consensocon los vecinos de la región.

Sin embargo, a pesar de estos cuidados, observan ambas autoras que al gobierno brasileño leha sido imposible evitar los roces a la hora de optar entre preservar el liderazgo o defender interesesnacionales sectoriales y disensos interburocráticos. Sucede que el ejercicio del liderazgo de Brasiltodavía cuenta con resistencias internas y externas. Desde la perspectiva interna, hay variascuestiones no menores que afectan la decisión, la capacidad de iniciativa o el sustento para respaldarsu liderazgo. Por una parte, en ciertos sectores aún persiste la visión aislacionista que niega ocuestiona el interés y las motivaciones para que Brasil corra con los costos del liderazgo. Asimismo,son evidentes las dificultades para construir consenso interno en el marco de un mosaico complejode variados intereses ideológicos, regionales y sectoriales (Lechini y Giaccaglia, 2010: 118). En estecontexto las menciones explícitas a la cuestión del liderazgo se reducen significativamente y seencuentran inmersas en un discurso que apela con fuerza a la iniciativa conjunta.7

Esta posición la explican desde dos dimensiones. En el marco interno, asumir un liderazgoexplícito conllevaría un alto costo político. La mayor oposición proviene de los sectores industrialesbrasileños identificados con la política neoliberal que llevó adelante el gobierno de FernandoCardoso, los cuales consideran que la relación de Brasil con sus países vecinos debe limitarse alcomercio, donde las relaciones políticas con países como Argentina, Bolivia y Venezuela son vistaspor la oposición como algo negativo porque podrían perjudicar las relaciones de Brasil con Estados

7 Las autoras citan a modo de ejemplo la siguiente intervención de Lula en la Cumbre de AméricaLatina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo: “As incertezas que o mundo vive tornam mais urgente conjugarmosesforços e demonstrarmos liderança na busca de soluções inovadoras e solidárias. Os diferentes mecanismos de integração em nossaregião oferecem um sólido ponto de partida” (Lula Da Silva, 16/12/2008, en Lechini y Giaccaglia, 2010: 118).

Page 166: 10-DossierBrasil.pdf

166

Unidos.8 En términos generales, se sostiene que Brasil acepta demasiadas políticas contra susintereses económicos para ganar el apoyo regional. Incluso ciertos sectores del propio gobierno seoponen a esta estrategia. Desde una perspectiva externa, los socios regionales no parecen estar muyde acuerdo con la aceptación de un líder que no esté dispuesto a correr con los costos de tal actitud.En ese contexto, menciona que Brasil ha tenido que sortear varias situaciones complejas, tomancomo ejemplificador al respecto el caso de Paraguay y Uruguay, los dos socios menores delMERCOSUR, cuando critican la falta de mecanismos que tengan en cuenta las asimetrías entre susdébiles economías y la brasileña (Lechini y Giaccaglia, 2010: 119).

Como síntesis de esta primera parte señalamos que los análisis de destacados analistas coincidenen los siguientes aspectos: a) que existe una tradición en la política exterior brasileña que ha sentadolas bases de todas las políticas exteriores desde mitad de siglo XX en adelante, que persiste hasta lasúltimas décadas, más allá de cambios que ha habido sobre todo en los últimos años en función tantode los contextos políticos internos y regionales, como del ámbito global y de los cambios degobernantes; b) que en ese marco, el crecimiento de Brasil implicó una estrategia de una mayorinserción global combinada con la búsqueda del liderazgo regional; c) que los gobiernos recientes deCardoso y Lula, si bien continuaron con esta tendencia de buscar una mayor inserción global deBrasil y desplegar a la vez su “regionalismo”, tuvieron contrastes en algunos puntos de su políticaregional, sobre todo por el desembarco del PT en el Palacio de Itamaraty; d) que a pesar de esoscontrastes, el regionalismo de Brasil y su liderazgo tuvieron como propósito fortalecer instanciassudamericanas como el MERCOSUR y la CSN primero y UNASUR después.

3. Regionalismo, liderazgo y consenso en la política exterior de Brasil para la región

3.i. El contexto regional

Analizamos aquí el contexto regional sobre el que luego observaremos el lugar de Brasil. Enla década pasada el proceso de integración regional en América Latina ha transitado cambios que lohicieron contrastar con las premisas de integración que el neoliberalismo pregonaba en los añosnoventa. De la apertura irrestricta de las economías inspirada en el Consenso de Washington yfomentadas por la CEPAL, bajo la concepción del “regionalismo abierto”, y por Estados Unidos,bajo la idea del libre comercio, para los proyectos de integración regional, asistimos en la décadaanterior a la reconfiguración de los proyectos regionales que existían y a la construcción de nuevasinstancias que pusieron un mayor énfasis en la cuestión de la soberanía y autonomía regional. Así, elescenario de la integración regional latinoamericano en general y sudamericano en particular tomódistancia de aquellas recetas aperturistas y comercialistas recomendadas para la integración.

En este sentido, uno de los momentos de inflexión fue la derrota del proyectonorteamericano del ALCA, que debía instalarse para el año 2005. Este fue rechazado por variosgobiernos de la región, quienes decidieron no someterse a la apertura económica exigida por losintereses norteamericanos, que ponían en juego los intereses y mercados de las vastas industrias de la

8 Para Lechini y Giaccaglia a dichas críticas se suman ciertos medios de comunicación, como elinfluyente periódico O Estado de Sao Paulo o el semanario Veja, y algunos diplomáticos brasileños que escribenregularmente sobre política externa como Luiz Augusto Souto Mayor o Rubens Antonio Barbosa.

Page 167: 10-DossierBrasil.pdf

167

región, entre ellas las de Brasil.9 En el bienio 2003/2004 se cristalizó la divergencia de intereses entorno a la instalación del ALCA, expresada en la disputa entre, por un lado, un grupo de gobiernosde países afines al proyecto estadounidense (ente ellos México, Chile, Colombia, Guatemala,Honduras, Panamá, Perú, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana) y, por otro, aquellosgobiernos de países que, agotadas las negociaciones para discutir algún tipo de apertura consensuada,se oponían a la instalación de alguna forma de ALCA, nos referimos a los cuatro países delMERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y Venezuela.10 En la IV Cumbre de lasAméricas, que tuvo lugar en noviembre de 2005 en la ciudad de Mar del Plata, la divergencia seresolvió a favor del segundo grupo, quién pospuso sin nuevo aviso la instalación del proyectonorteamericano. Esto fue posible, entre otras cosas, porque el MERCOSUR, luego de la parálisis quetransitó entre 1999 y 2002, producto de los ciclos recesivos de las economías que lo integran y sobretodo por la crisis del Real de 1999 en Brasil y la crisis de 2001 en Argentina, se constituyó en laherramienta que posibilitó la cohesión regional de ambos países para enfrentar la iniciativanorteamericana. Cohesión que los gobiernos de Lula y Kichner comenzaron a construir a partir delaño 200311 y que produjo cambios en la forma de inserción regional de ambos países y de la regiónen el escenario regional y global en relación a la década anterior. A partir de allí el MERCOSURocupará un lugar primordial en la agenda externa de ambos países.12 En torno a Venezuela y la

9 Sobre las implicancias del ALCA para la región pueden consultarse los trabajos de Estay y Sánchez (2005),Morgenfeld (2006) y Katz (2006), entre otros.10 Por ese entonces, el rechazo al ALCA y a las iniciativas inspiradas en el libre comercio estuvieron tambiénen la agenda de lucha de los movimientos sociales de la región (Katz, 2006).11 Sobre todo a partir de la firma de los documentos “Consenso de Buenos Aires” en octubre de 2003 y del“Consenso de Río” y “Acta de Copacabana” de marzo de 2004.

12 Por ejemplo, bajo la nueva relación entre Brasil y Argentina, el MERCOSUR avanzó en aspectospolíticos e institucionales, de los que mencionamos los más destacados:A) Se instaló definitivamente en 2004 con sede en Asunción el Tribunal Permanente de Revisión del Mercosurcreado en febrero de 2002 mediante el Protocolo de Olivos para la Solución de Controversias.B) En 2003, por Decisión CMC Nº 11/03, se creó la Comisión de Representantes Permanentes del Mercosur(CRPM) con su Presidente. Éste representa al Mercosur ante terceros, durando dos años en su cargo. Suprimer presidente fue Eduardo Duhalde, luego otro argentino, Carlos “Chacho” Álvarez y recientemente elprestigioso especialista en diplomacia Brasileña, Samuel Pedro Guimaraes.C) En diciembre de 2004, en la Cumbre de Presidentes de Ouro Preto, se estableció el Fondo para laConvergencia Estructural del Mercosur (FOCEM) (Decisión CMC Nº 45/04), con el fin de financiarprogramas de convergencia estructural, competitividad, cohesión social, e infraestructura institucional; se creóel Grupo de Alto Nivel (GAN) para la formulación de una Estrategia MERCOSUR de Crecimiento delEmpleo (Grupo de Alto Nivel para el Empleo); se encomendó a la Comisión Parlamentaria Conjunta laredacción de una propuesta de Protocolo Constitutivo del Parlamento del Mercosur. También en estaCumbre, se decidió dar inicio al Parlamento del MERCOSUR acordando que contaría con 18 representantesde cada país para el 2010, inicio que será rubricado en una Cumbre de Montevideo a fines de 2005.D) El 6 de julio de 2005 se firmó el Protocolo de Asunción sobre Derechos Humanos del Mercosur.E) En la Cumbre de Presidentes de Córdoba (Argentina) del 20 al 22 de julio de 2006 se aprobó el ingreso deVenezuela al Mercosur; se aprobó la Estrategia Mercosur de Crecimiento del Empleo (Decisión CMC Nº04/06); se creó el Observatorio de la Democracia del Mercosur (Decisión 24/06); se estableció que Argentina

Page 168: 10-DossierBrasil.pdf

168

región, el proceso político desarrollado en ese país desde la llegada de Chávez al poder –peroespecialmente desde 2003 en adelante– lo constituyó en el más claro opositor de la región a lasiniciativas norteamericanas. En este contexto, surgían también en la región nuevos gobiernos que sealejaban de las políticas neoliberales y reorientaban sus políticas exteriores y su inserción regional. Lamayoría de ellos, de manera directa o indirecta, habían surgido de rebeliones populares contra elneoliberalismo.13

A su vez, este rechazo sudamericano al ALCA, además de revitalizar el MERCOSUR,posibilitó la emergencia o proliferación de otras instancias de integración –impensables en la décadade los noventa– como la Alternativa Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), el Banco delSur y la Unión de Naciones Sudamericanas (UNASUR) que han contribuido a reorientar las políticasneoliberales y a rediseñar el mapa regional. Este rediseño regional permitió debilitar aún más lahegemonía norteamericana en América del Sur y, a su vez, desarrollar una nueva relación de la regióncon el exterior. El caso de UNASUR, sin duda, es el que le interesa a Brasil. Por un lado, porque esuna iniciativa que se plasmó sobre lo realizado por la CSN y las Cumbres de PresidentesSudamericanos (CSP). Estas últimas, fueron la base de la CSN, que emergieron bajo el gobierno deFernando Henrique Cardoso teniendo su primera cita en septiembre de 2000, en la Cumbre enBrasilia. Aquel encuentro tenía el anhelo de unir en una gran área de libre comercio al MERCOSURy la CAN, con Brasil como conductor. Allí ya se manifestaba la idea de formar un bloque regional decontrapeso para contrarrestar, por ese entonces, lo que podría haber sido una mayor injerencia deEstados Unidos en la región si las negociaciones por el ALCA avanzaban. Con Lula se continuará eseanhelo de lograr la unidad sudamericana, aunque por el contexto y por las particularidades de lapolítica regional del gobierno de Lula, la UNASUR tendrá fines políticos y el eje rector de laintegración no será el comercialista.14

sería sede permanente del Mercosur Cultural. Posteriormente el 21 de diciembre de 2006 Bolivia pedía suingreso al Mercosur como Estado parte. Por Decisión CMC 35/2006 se incorporó al Guaraní como uno delos idiomas del Mercosur.F) En la Cumbre de Presidentes realizada en Mar del Plata el 18 de enero de 2007 se aprobó el pedido deBolivia de integrarse al Mercosur creando un Grupo Ad Hoc para su implementación y los primeros onceproyectos piloto del FOCEM (Fondo para la Convergencia Estructural del Mercosur).13 Nos referimos a la de diciembre de 2001 en Argentina, que derrocó un ciclo de políticas claramenteneoliberales; a las de Bolivia en 2000 (Guerra del Agua), 2003 y 2005 (Guerra del Gas), que posibilitaron luegola llegada de Evo Morales al poder; a las de Ecuador de 1997, que derrocaron a Bucarám, en 2000 a Mahuad yen 2005 la llamada “rebelión de los forajidos”, que derrocó a Lucio Gutiérrez y abrió el camino para la llegadaal poder de Rafael Correa en 2007; las de Venezuela en 2002, donde la movilización popular contra el golpe deEstado que intentó derrocar a Hugo Chávez devolvió y consolidó a éste en el poder. Como parte de este ciclode nuevos gobiernos que también han reorientado algunas de sus políticas en relación a las implementadas enla década del noventa, podemos ubicar también a los llamados gobiernos progresistas o de centroizquierda dela región, como Kirchner en Argentina, Lula en Brasil, Tabaré Vázquez en Uruguay, Bachellet en Chile,Fernando Lugo en Paraguay. Fuera del Cono Sur, podemos también señalar como parte del rediseño de laspolíticas regionales la llegada de Daniel Ortega al poder en Nicaragua y la de Manuel Zelaya en Honduras.14Sobre el comercialismo como eje rector de los proyectos previos a UNASUR, Gudynas (2006), observa quela Declaración de Brasilia “presenta una visión de la integración como esencialmente comercial. El aumentodel comercio permitiría el crecimiento de las economías nacionales y, por lo tanto, todos los países se estabanvolcando a desmontar sus barreras a las importaciones y agilizar las exportaciones. No hay una crítica de laglobalización como tal, ya que los presidentes entienden que tiene muchos potenciales beneficios y que lo que

Page 169: 10-DossierBrasil.pdf

169

En diciembre de 2004 tuvo lugar la tercera CSP15, en Cusco, donde los primeros mandatariosde los 12 países de América del Sur le dieron nacimiento a la instancia predecesora de UNASUR, laCSN. El bloque pretendía constituirse en un área de libre comercio, conformada por la CAN, elMERCOSUR y Chile, y en un organismo de carácter geopolítico aunque con fines poco claros poraquél entonces. Al respecto, observamos en la Declaración de Cusco: “La profundización de laconvergencia entre MERCOSUR, la Comunidad Andina y Chile a través del perfeccionamiento de lazona de libre comercio, apoyándose en lo pertinente en la Resolución 59 del XIII Consejo deMinistros de la ALADI del 18 de octubre de 2004, y su evolución a fases superiores de la integracióneconómica, social e institucional”.16 En este sentido, todavía tenía continuidad el marco comercialistadel “regionalismo abierto” de la CEPAL. Al mismo tiempo, encontramos algunos aspectos políticosde la integración delineados por la CSN que UNASUR retomará y privilegiará posteriormente, queno estaban en los anteriores encuentros de Brasilia y Guayaquil y que se encaminaban a repensar elproblema del regionalismo. Observamos en la Declaración de Cusco que, “Su determinación dedesarrollar un espacio sudamericano integrado en lo político, social, económico, ambiental y deinfraestructura, que fortalezca la identidad propia de América del Sur y que contribuya, […] alfortalecimiento de América Latina y el Caribe y le otorgue una mayor gravitación y representación enlos foros internacionales […] La integración sudamericana es y debe ser una integración de lospueblos”.17 A pesar de la generalidad en los acuerdos, la cita presidencial en Cusco tuvo importantesefectos en la opinión pública y en el marco de discusión de los procesos de integración regionales. Seconvirtió en un nuevo “punto de partida” de la vinculación dentro de América del Sur (Gudynas,2006).

3.ii. El MERCOSUR y el liderazgo de Brasil: La relación Argentina-Brasil, la derrota delALCA, la Ronda Doha y el ingreso de Venezuela al MERCOSUR

Analizado el contexto regional en general, abordamos ahora el análisis de Brasil en particular.La mayor presencia de Brasil en la región se manifestó mediante la reconstrucción desde 2003 de laprincipal instancia de integración de la que forma parte: el MERCOSUR. Para eso, reconstruir larelación con Argentina era de vital importancia. Observamos un primer carácter contradictoriocuando Brasil acude a un bloque que estaba en estado de extinción desde 1999, debido a quejustamente Brasil había implementado cambios macroeconómicos como la devaluación del real18 sin

se debe hacer es manejar esos desafíos. Si bien no se cuestionan las ideas básicas de las relaciones comerciales,los presidentes apuestan a ‘mercados libres’ y critican las protecciones comerciales que establecen las nacionesindustrializadas. Todo esto se daba bajo invocaciones al ‘regionalismo abierto’ de la CEPAL”. A su vez, elinterés del gran capital brasileño en proyectos estratégicos se hacía eco en la creación de la Iniciativa para laIntegración de la Infraestructura Regional (IIRSA) expresada en el “Plan de Acción” (Kan, 2010b).15 La segunda había sido en Guayaquil, Ecuador, en julio de 2002.16“Declaración del Cusco sobre la Comunidad Sudamericana de Naciones III Cumbre PresidencialSudamericana, Cusco, 8 de diciembre de 2004”, enwww.comunidadandina.org/documentos/dec_int/cusco_sudamerica.htm, última entrada agosto de 2010.17 “Declaración del Cusco sobre la Comunidad Sudamericana de Naciones III Cumbre PresidencialSudamericana,Cusco, 8 de diciembre de 2004”, enwww.comunidadandina.org/documentos/dec_int/cusco_sudamerica.htm, última entrada agosto de 2010.18 Al respecto véase Kan (2009b).

Page 170: 10-DossierBrasil.pdf

170

coordinación con el resto de los integrantes del bloque. Luego del ciclo recesivo 1999/2002, elMERCOSUR volvió a estar en la agenda tanto de los gobiernos como de las principalescorporaciones empresarias locales que pudieron sortear la crisis y reorientaron sus alianzas en elpoder (Katz, 2006 y 2008). Estos grupos utilizaron el relanzamiento de la asociación para ponerfreno a las aspiraciones de hegemonía de Estados Unidos en la región, en particular a través delALCA. Más allá que los gobiernos de Lula y Kirchner intentaron darle un lugar preeminente albloque y reconstruir la identidad del mismo, no encontraron soluciones a los problemas de fondo,tales como la falta de instituciones supranacionales para dirimir conflictos y desacuerdos, las quejasde Uruguay y Paraguay por sus escasos beneficios como miembros del bloque y el desequilibriocomercial bilateral entre Argentina y Brasil. Este último problema obliga a Brasil a relegar interesesde su principal industria, la paulista, en pos de mantener la unidad regional con su principal socio enel MERCOSUR, Argentina. Esta guerra comercial de baja intensidad entre ambas industrias, obedecea tamaños diferentes de escala y productividad, haciendo que el conflicto por los saldos delintercambio comercial sea recurrente y que Argentina sufra la avalancha de productos de Brasil,sobre todo en textiles, calzados, electrodomésticos y autopartes de la industria automotor (Kan,2009a). Las transitorias soluciones como barreras, aranceles y salvaguardas fueron permitidas porBrasilia en pos de cuidar la unidad y el buen entendimiento con Argentina, necesario para negociarotras instancias como el ALCA. Así se entiende cómo en los momentos de tensión, los primerosmandatarios y ministros siempre apelaron a reforzar la integración y a buscar solucionesconsensuadas, intentando que el bloque no volviera a entrar en una etapa de crisis aguda.

Las minicumbres entre Argentina y Brasil desde que Lula y Kirchner asumieron en 2003fueron una constante para exponer de cara a la región y al mundo que eran socios estratégicos y queel MERCOSUR era la herramienta privilegiada de inserción. El documento llamado “Consenso deBuenos Aires”, firmado en octubre de 2003, iniciaba esta vía de entendimiento político.19 Así todo, sibien los problemas entre ambos países –por ejemplo los desequilibrios en la relación comercial-bilateral– fueron tratados de mejor manera que durante los gobiernos anteriores, no pudieronencontrarle una solución del todo eficaz. Sin embargo, ante las permanentes tensiones bilaterales,privilegiaron continuar la línea de aquel “Consenso”, por ejemplo, en los momentos cuandoArgentina intentó aplicar salvaguardas en 2005 y 2006 ante los desequilibrios denunciados por losindustriales argentinos como consecuencia de la entrada de productos más competitivos de laindustria paulista. Cuando asumió Cristina de Kirchner la presidencia, Lula volvió a manifestar lanecesidad de la unidad regional: “Hay quienes piensan, en Brasil, que nuestro país podría buscarcaminos por su propia cuenta. Nosotros creemos que trabajar juntos con Sudamérica nos fortalece”(Clarín 9/12/07). En una visita previa a Brasil, la por ese entonces flamante presidenta argentinamanifestaba: "Queremos profundizar la asociación estratégica. Estamos convencidos que de estemodo se fortalecerá nuestra región, en un mundo que tiende a funcionar en bloques"(Clarín20/11/07). Durante el año 2008 ambos países intentaron formar una comisión de seguimiento paraencontrar solución al desequilibrio comercial, invocando que el entendimiento pasaba por cuidar laestratégica relación entre ambos y al mismo tiempo la cohesión del MERCOSUR. Cuando Lula vinoa Buenos Aires con casi 300 empresarios para reafirmar ese vínculo minimizando el traspié de Doha

19 “Tanto en la OMC como en el ALCA, la coordinación del MERCOSUR permitirá fortalecer las posicionesnegociadoras de ambos países miembros y de los que se asocien con ellos, dentro o fuera de la región” (Clarín19/10/03).

Page 171: 10-DossierBrasil.pdf

171

(véase más adelante en este trabajo), ratificó como “estratégica” la relación comercial y la integracióncon Argentina (Página 12 04/08/08).20

Las negociaciones por el ALCA constituyen un buen ejemplo de las características delliderazgo de Brasil. La iniciativa norteamericana no solamente era una amenaza para la industriapaulista, sino también para los mercados regionales donde esta industria tiene incidencia. Además, entérminos geopolíticos implicaba permitir una presencia mayor –a la que el Consenso de Washingtonya había logrado– de Estados Unidos en la región. Para profundizar el liderazgo en la región, Brasildebía dar pelea contra los enemigos mayores y la forma de hacerlo fue logrando la cohesión y unidadal interior de la región, a través del MERCOSUR. Ante el ALCA la imagen de un MERCOSURintegrado fue indispensable para negociar de conjunto y tener más fuerza. En la IV Cumbre de lasAméricas de Mar del Plata del año 2005, al momento de discutir el ALCA, Argentina y Brasilexpresaron los intereses de sus fracciones industriales para evitar la apertura irrestricta de losmercados regionales a los intereses norteamericanos. A su vez, expresaron también las demandas deamplios sectores del movimiento obrero organizado (CGT y CTA de Argentina y CUT de Brasil) deno permitir una nueva apertura económica que profundice los problemas de empleo. De esta forma,el MERCOSUR conformó, en conjunto con Venezuela –quién tenía una oposición más enfrentada alALCA–, el bloque de países que evitó implementar el ALCA en los términos que Estados Unidospretendía (Kan, 2010a). El asesor político de Lula en temas internacionales, Marco Aurelio García,destacaba el rol del MERCOSUR en esa Cumbre: “El MERCOSUR recuperó la fuerza de losmejores momentos” (La Nación 7/11/05).21 Al mismo tiempo, calificaba de “espectacular” (LaNación 7/11/05) el discurso de Kirchner en la Cumbre. La derrota del ALCA alejó a Estados Unidosde la región, lo cual permitió que Brasil consolidara su liderazgo en la misma. Sin embargo, esaderrota posibilitó también el fortalecimiento de proyectos como el ALBA, que podrían opacar elliderazgo regional de Brasil, y, además, opacar las premisas sobre los cuales se construye laintegración que Brasil demanda. Por otra parte, la derrota del ALCA generó espacio político para quenuevas instancias de integración de las que Brasil forma parte, como el Banco del Sur y la UNASUR,se desarrollen. En ambas el gigante sudamericano debe afrontar la contradicción en que laproliferación de esas instancias puede conducirlo a ceder porciones de su liderazgo.22

La entrada de Venezuela al MERCOSUR se constituyó en otro problema para el liderazgode Brasil. El gobierno de Lula impulsó la entrada de ese país al MERCOSUR (hecho resistido pordiferentes sectores de la clase dominante, entre ellos la burguesía industrial paulista) y estableció lazos

20 Decía al respecto: “Mi querida amiga, proponemos que en la negociación con otros bloques regionales elMERCOSUR hable con una sola voz (…). A los problemas del MERCOSUR se los resuelve con másMERCOSUR” (Página 12 09/09/08).21 Según Rafael Bielsa, el canciller argentino de ese entonces: "Argentina, Uruguay, Brasil, Paraguay yVenezuela encuentran que no están dadas las condiciones para seguir negociando en términos equitativos",para agregar que "hace 20 meses que no hay nuevas negociaciones del ALCA y si no hay condiciones puedenpasar muchos meses más" (Clarín 6/11/05).22 Por ejemplo, en relación al Banco del Sur, donde Brasil, siendo la economía más importante de la región,tuvo que aceptar (lentamente) que cada país que aportara capital tendría igual capacidad de opinión y decisiónrespecto del accionar del Banco. Es decir, los 800 millones de dólares que Brasil se comprometió a aportartendrían, traducido a capacidad de decisión y gestión sobre el destino de los fondos, el mismo peso que los100 millones de Bolivia o Ecuador, es decir, cada miembro un voto. Al respecto véase Kan y Socoloff (2008).Sobre UNASUR, nos ocupamos más adelante en este mismo trabajo.

Page 172: 10-DossierBrasil.pdf

172

de cooperación con el gobierno de Chávez, más allá de que ambos países promuevan proyectosestratégicos regionales diferentes. Posteriormente a la Cumbre de Mar del Plata, Venezuela solicitabael ingreso al MERCOSUR, y en la Cumbre de Córdoba de julio de 2006 del MERCOSUR, el pedidofue avalado por todos los miembros. Pero para que Venezuela pudiera ser miembro pleno, suentrada debía aprobarse en los parlamentos de los cuatro socios fundadores. Durante más de dosaños el senado brasileño negó la entrada de Venezuela, justamente por la contradicción que se lepresentaba a las fuerzas políticas de oposición (y a algunos aliados del PT también) en entender queun país como Brasil, que busca el liderazgo de la región, permita que otro país, que también hatenido una influencia cada vez mayor en la misma, y que además tiene otros proyectos estratégicosantagónicos con el MERCOSUR, como el ALBA y el Socialismo del Siglo XXI, sea miembro delMERCOSUR. Una fuerte disputa tuvo que afrontar el gobierno en su política interna, no solamentecon las fuerzas de la oposición sino también con las corporaciones empresarias. Por ejemplo, losindustriales paulistas fueron uno de los tantos grupos de presión impulsores de ese rechazo. Ante lainsistencia de Hugo Chávez de apurar ese tratamiento, la oposición a Lula dejaba muy claro –allá porel año 2007 cuando comenzaba el tratamiento parlamentario en los cuatro socios plenos delMERCOSUR– su negativa a acceder a tal pedido. Recorremos rápidamente el debate entre losrepresentantes de la oposición y el gobierno. Arthur Virgilio y José Agripino, líderes de los bloquesparlamentarios del Partido Socialdemócrata de Brasil (PSDB) de Fernando Henrique Cardoso, enconjunto con el también opositor Partido Demócrata (DEM), anunciaban públicamente que“bloquearán el pedido de ingreso de Venezuela al Mercosur” (Clarín 23/9/07). En respuesta a esereticente senado, el canciller Celso Amorim manifestaba que, para darle prioridad a la integraciónregional, "es preciso intensificar la integración económica con Venezuela” (Clarín 17/11/07). ElConsejo del Mercado Común del MERCOSUR debatía el tema en Montevideo a fines de ese año. Elcanciller de Venezuela, Nicolás Maduro, escuchaba a los cancilleres de Argentina, Brasil, Uruguay yParaguay, quienes ratificaban la “importancia de contar con Venezuela dentro del Bloque” (Clarín26/11/07). En sentido inverso, algunos directivos de la Federación de Industriales de San Pablo(FIESP) sostenían por ese entonces que el ingreso de Venezuela al MERCOSUR podía representarun "potencial perjuicio político" (Clarín 30/11/07). El canciller Celso Amorim también respondía alrespecto: “El MERCOSUR fue, desde su inicio, el Mercado Común del Cono Sur: el sur de Brasil,Argentina, Uruguay, Paraguay, Chile. Pero el norte de Brasil no es parte de ningún Cono Sur. Y nopodemos dividir Brasil en dos partes. Nuestra concepción del sur abarca toda América del Sur. Paratodos será muy buena una integración que vaya del Caribe a la Patagonia. Nos daría una gran fuerza,con un eje vertebral en la relación de Brasil y Argentina, porque son las economías más grandes yavanzadas” (Clarín 9/12/07). Las discusiones tuvieron lugar durante todo 2008 y 2009 y, recién endiciembre de este último año, con una votación ajustada (35 votos a favor y 27 en contra), el Senadobrasileño aprobó el ingreso del país caribeño al MERCOSUR.23

Las negociaciones en la Ronda Doha de la OMC fueron otro espacio de acción comúnpara los países del MERCOSUR, específicamente para Brasil y Argentina. Pero en la reunión deGinebra de julio de 2008 Brasil rompió esa sociedad, aceptando reducir niveles de protecciónindustrial exigidos por los países centrales como contracara de reducir en aquellos lugares los

23 “No necesitamos comprar el barullo y el desgaste político que esa casi-dictadura implantada por el coronelHugo Chávez causará en el Mercosur, un Mercosur que agoniza" (El País, 15/12/09) declaraba el senadoropositor socialdemócrata Arthur Virgilio, quien finalmente perdió la batalla de los votos en el senado.

Page 173: 10-DossierBrasil.pdf

173

subsidios agrícolas.24 Ante este traspié que ocasionó la mayor tensión entre ambos países durante losúltimos años, Lula tuvo que intentar subsanarlo reafirmando sus estrategias regionales: bregar pormás integración, reforzar el MERCOSUR y saldar el episodio de Doha. Así, en otra de las clásicasminicumbres bilaterales ambos países lanzaron una serie de acuerdos que cambiaban la imagen decrisis regional que se había extendido: “El pago en moneda local es un primer paso para laintegración monetaria regional (…). Mi querida amiga, proponemos que en la negociación con otrosbloques regionales el MERCOSUR hable con una sola voz (…). A los problemas del MERCOSURse los resuelve con más MERCOSUR” (Página 12 9/9/08).25 De esta forma, permanentemente y envarias ocasiones, para solucionar los conflictos ocasionados por su liderazgo en el actual proceso deintegración regional, el gobierno de Brasil –en algunos situaciones contradictoriamente a los propioshechos– apeló al discurso de “una mayor integración”.

3.iii. UNASUR y las contradicciones del liderazgo

En abril de 2007, en el marco de la 1º Cumbre Energética de la región, se anunció elrelanzamiento de la CSN pero bajo el nombre de UNASUR. La necesidad de tener instanciasregionales con una mayor autonomía, que permitieran alejarse de la influencia norteamericana queEstados Unidos podría ejercer mediante la Organización de Estados Americanos (OEA), y, a su vez,que permitieran intervenir en conflictos al interior de la región (cuestión que tuvo relevancia a partirdel conflicto entre Colombia y Ecuador a fines de 2007 y posteriormente con el tema de las basesmilitares), estaban en la perspectiva de este nuevo organismo. Brasil estuvo detrás de ambosobjetivos en los últimos años. Así, algunos meses más tarde, en mayo de 2008, la UNASUR se darácarta constitutiva real26 y en el transcurso de ese año Brasil apostará a su afianzamiento, sobre todo apartir del descubrimiento de petróleo en aguas brasileñas y el lanzamiento de la IV Flotanorteamericana27. En este contexto Venezuela se sumaba también a la promoción de la flamante

24 Según Bernal Meza “La mayor flexibilidad del Brasil en la OMC obedece al reposicionamiento que este paísbusca dentro de la OMC como parte de su estrategia de ‘país con intereses globales’ ”, Bernal Meza (2008a:29).25 Decía Lula por esos días: “es preciso refundar los mecanismos de gobernabilidad global, con mayorparticipación de los países en desarrollo (…) Sólo podemos responder a la crisis con mayor integración, mayorcomercio justo, menos distorsiones, y menos subsidios” (Página 12 31/10/08). Al mismo tiempo del episodioDoha estallaba la actual crisis económica mundial que ponía en mayor evidencia las conductas contradictoriasentre ambos países y hacía más explícitos los intereses económicos encontrados, específicamente entre laburguesía industrial argentina con su par brasileña y volverían los clásicos reclamos sectoriales mencionados.Al respecto véase Kan (2009a). También aquí los intentos de solución se manifestaron a través de un discursointegracionista entre ambos gobiernos.26 La carta constitutiva es similar en principios y objetivos a la de la CSN, que había tenido orígenes endiciembre de 2004 en la mencionada Cumbre de Cusco. Pero, a diferencia de aquella, no hace mención a lacuestión comercial y prioriza las instancias supranacionales que tendrá la UNASUR y las formas defuncionamiento. Véanse los documentos oficiales en http://www.comunidadandina.org/sudamerica.htm.Para un análisis de las diferencias entre ambos textos y proyectos, véase Kan (2010b)27 En muchas ocasiones el despliegue de Brasil en la región es caracterizado como la expresión de una política“nacionalista”. Para analizar la relación entre nacionalismo e integración en el presente siglo XXI, véaseCorazza (2008).

Page 174: 10-DossierBrasil.pdf

174

instancia. El lanzamiento de un Consejo de Defensa Sudamericano (CDS) y la intervención en elconflicto entre el gobierno de Evo Morales y las regiones autonómicas de la Media Luna en Boliviafueron los hechos más destacados de los primeros pasos de la UNASUR.

La creación del CDS mostró claramente los deseos de liderazgo del gigantesudamericano, quién desde hace algunos años venía insistiendo en el tema: construir un organismode defensa regional con total autonomía de la OEA y de las posibles injerencias norteamericanas. ElCDS remite a una propuesta lanzada por el entonces Ministro de Defensa de Brasil, Nelson Jobim, ytenía como objetivo crear un organismo que actuara por fuera del marco de la OEA y desconocierael Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) creado en la época de la Guerra Fría,intentando limitar la posible influencia militar que Estados Unidos pudiera ejercer en la región.28

Como era de esperar, países como Perú y Colombia (por tener más afinidad con Washington) no semostraron muy adeptos a la iniciativa, al igual que Chile, quien por ese entonces pedía tiempo paraevaluar la propuesta. Con el lanzamiento de la IV Flota norteamericana sobre las aguas de la región,la idea del CDS volvió a ser levantada por Brasil, pero también por Venezuela, rubricando el intentode planificación conjunta de la política de seguridad y defensa regional.29 De prosperar, el CDSgeneraría cambios en la forma con que Estados Unidos podría intervenir en la región militarmente,por ejemplo con sus bases militares, o a través del Plan Colombia, así como también tomandodecisiones en el marco de la OEA, como lo venía haciendo hasta ese entonces. Este nuevoorganismo estaría en sintonía con el acuerdo logrado en la región para llevar a Brasil como candidatoa ocupar un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Aquí claramente observamoslos deseos de liderazgo regional de Brasil30, aunque este punto de enfrentamiento con EstadosUnidos era compartido con Venezuela.

El segundo aspecto, la intervención en conflictos políticos, por ejemplo el caso deBolivia, fue la primera acción política destacada de la UNASUR. En ella los doce países miembroslograron el acuerdo de respaldar al gobierno de Evo Morales ante cualquier intento dedesestabilización político-institucional, que durante todo el primer semestre de 2008 impulsaron lasoligarquías separatistas de las regiones de la Media Luna en el rico oriente boliviano. El mismo

28 Tal como señala Pignotti (2008), “Brasil propuso archivar el antiguo pacto con Washington para repeler laagresión de una potencia extranjera continental (léase, la extinta Unión Soviética) contra cualquier país delhemisferio y sustituirlo por otro que tendrá entre sus premisas la de velar por la inviolabilidad territorial dedoce naciones independientes”.29 Algunos meses antes Venezuela y Brasil firmaban varios convenios en materia energética y adelantabanpúblicamente la intención de lanzar el CDS. Brasil la hacía pública y el presidente Chávez apoyaba lapropuesta de crear el consejo de defensa regional para ayudar a evitar conflictos y a reducir la dependencia dearmas estadounidenses. El mandatario venezolano declaraba: “extraordinaria propuesta. Está en marcha unnuevo pensamiento, América latina vuelve a cantar en la mañana, América del sur tiene una historia grande yen ese sentido marcha en Consejo de Defensa Suramericana (…). Ese fue el sueño de Simón Bolívar (...)formar una alianza, no sólo económica y política, sino también militar” (Reuters AL, 27/03/08). Al respectovéase Kan (2008).30 Al respecto, en 2007 decía en Washington el ministro de defensa de Brasil, Nelson Jobin: “Basta de pensarpequeño, pensar pequeño significa dependencia, significa continuar siendo pequeños, es preciso arrogancia,estrategia y audacia para enfrentar nuestros problemas” (Citado en Le Monde Diplomatique, Abril 08).

Page 175: 10-DossierBrasil.pdf

175

organismo por el cual Brasil intentaba liderar la región fue la herramienta que contribuyó a sostenerel gobierno de Evo Morales, gobierno que nacionalizó los hidrocarburos –afectando interesesbrasileños– que persigue la construcción del Socialismo del siglo XXI en sintonía con Ecuador yVenezuela, y que es parte del ALBA.31 En este sentido, al igual que en la situación planteada con elingreso de Venezuela al MERCOSUR, Brasil transitó una situación pendular entre ejercer suliderazgo y ceder porciones del mismo ante situaciones que estratégicamente le son antagónicas.

3.iv. Tensiones con Bolivia por la nacionalización de los hidrocarburos de 2006

La nacionalización de los hidrocarburos de Bolivia, que tuvo lugar el 1 de mayo de2006, a través del Decreto Supremo 28701, tocó lo intereses de la principal empresa brasileña decapitales mixtos, Petrobrás. La resolución del conflicto abierto entre ambos países señaló un buenejemplo de la política regional del gobierno de Lula, propensa al diálogo y al consenso, evitando todasituación que pueda dejar a Brasil como un país que, por imponer su liderazgo, pase por encima de lasoberanía de sus vecinos. Esta situación regional le abrió a Lula otro frente interno complicado quele exigía tomar represalias con el gobierno de Evo Morales y es por ello que la elegimos para analizar.

Anunciada la nacionalización, el gobierno de Lula, en búsqueda del equilibrio regionalreconoció la soberanía que tenía el estado boliviano para tomar ese tipo de decisiones, a la vez queintentó defender algunos intereses perjudicados por el decreto nacionalizador pero sin adoptar lapostura conflictiva y de enfrentamiento con Bolivia que la oposición y las corporaciones empresariasle quisieron imponer. Por ello, se registraron momentos en los que el gobierno salió a evitar lastensiones, recurriendo al diálogo, y otros en lo cuáles salió a defender los intereses de su propiaempresa y de las fracciones de la burguesía brasileña directamente afectadas cuando éstas así loexigieron. Al igual que la empresa petrolera, el gobierno de Brasil se manejó inicialmente con cautela.Las primeras expresiones vinieron del senador Aloizio Mercadante, jefe político del oficialismo en losrecintos parlamentarios y asesor directo del presidente Lula, quién se mostró “seguro de que con lacompetencia de nuestra diplomacia y la buena relación que hay entre nuestros dos países, llegaremosa buen término respetando los intereses bilaterales. Los brasileños tenemos un país con una inmensaresponsabilidad en la región y con muchos contratos con Bolivia. Y desde luego, queremos que serespeten las inversiones de Petrobras. Tenemos seis meses para negociar y la certeza de que elgobierno boliviano reconocerá el empeño que pusimos en invertir en el país trasandino comotambién el hecho de que Brasil es uno de los principales compradores de gas” (Clarín 2/05/06).

Esa cautela, que también transmitía simultáneamente enojo y temor por los efectosimpredecibles que pudiera tener el enfrentamiento, continuó en el propio presidente. El gobiernobrasileño reconoció que “la decisión de Bolivia de nacionalizar las riquezas de su subsuelo y controlarsu industrialización, transporte y comercialización, es reconocida por Brasil como un acto inherente asu soberanía. [También] Brasil, como manda su Constitución, ejerce pleno control sobre las riquezasde su propio subsuelo” (Clarín 3/05/06). Al día siguiente, en la antesala de la cumbre de PuertoIguazú entre los presidentes de Argentina, Bolivia, Brasil y Venezuela, Lula continuó manteniendoun equilibrio entre la postura brasileña y la decisión de Bolivia, aunque manifestando la tensióngenerada: “lo que no puede hacer una nación es intentar imponer su soberanía a las otras sin tener en

31 Merecería un análisis exhaustivo el rol de Brasil en el posterior conflicto desatado en la región por lainstalación de las bases militares norteamericanas en Colombia, particularmente en la Cumbre de UNASUR enBariloche. Por razones de espacio dejamos de lado su análisis. Hemos realizado un avance enhttp://www.analisisdecoyuntura.com.ar/index.php?a=459&c=87

Page 176: 10-DossierBrasil.pdf

176

cuenta que el resultado final de la democracia es el equilibrio entre las partes” (Clarín 4/05/06). Lanegociación fue la herramienta elegida por Lula y principal objetivo de esa minicumbre: “[Lasdivergencias] se arreglan en una mesa de negociación. No vamos a descubrir un arma cualquiera enBolivia para justificar una pelea con ese país”, en alusión a la fraguada excusa que utilizó Bush parainvadir Irak. “Aprendí a negociar mucho antes de ser político. Las divergencias se conversan”agregaba el ex-líder sindical metalúrgico.

Finalmente se llegó a un acuerdo que aseguraba las garantías mínimas de abastecimiento einvitaba a discutir racionalmente los precios en el lapso acordado. Fue una salida decorosa que losjefes de estado de Bolivia y Brasil alcanzaron. Si bien el canciller brasileño, Celso Amorim, calificó alencuentro tripartito como “muy bueno”, debió responder a las presiones de las corporaciones,momento en el cual dejó el tono diplomático: “¿Qué querés que haga? ¿Qué invada Bolivia y losobligue a que le pongan al gas el precio que yo quiero? Creo que ese no es nuestro método. Laspersonas que piden dureza muchas veces fueron flexibles y hasta excesivamente flexibles con lasdemandas de las grandes potencias” (La Nación 6/05/06). Más que un cierre, la reunión fue laapertura formal del conflicto y de las negociaciones. Días más tarde, el propio presidente Lula leconfiaba a su par Evo Morales estar sufriendo “unas presiones enormes para que sea duro conBolivia” (Clarín 12/05/06).

En una Cumbre de presidentes de América Latina y el Caribe con la Unión Europea que tuvolugar unos días después en Viena, ambos países, a pesar de las tensiones desatadas, se mostraroncomo aliados y acordaban en “dejar de lado los malentendidos” (Clarín 14/05/06). “Somos grandesaliados como países, como presidentes, como gobierno y en ese marco jamás van a poder hacernosenfrentar”, comentó Evo Morales. Lula fue quien finalmente expresó la complejidad de intereses ylas necesidades subyacentes cuando luego de manifestarle “a Evo Morales que Brasil necesita del gasde Bolivia y que Bolivia necesita vender su gas a Brasil”, admitió estar pagando “un alto preciopolítico interno” (Clarín 15/05/06).

4. A modo de cierre

Hemos analizado cómo la política regional de Brasil en la historia reciente persigue objetivosde liderazgo pero con iniciativas que intentan lograrlo por el consenso. Si bien el regionalismo esparte de la tradición que viene desarrollando Itamaraty desde hace largo tiempo, los gobiernos deLula han implementado algunas variantes en relación a Cardoso que apuntan a consolidar suliderazgo en la región mediante la búsqueda del consenso y la armonía con sus vecinos, a pesar deceder porciones de liderazgo o afrontar presiones internas de la oposición política y lascorporaciones empresarias.

En este sentido hemos observado que ese liderazgo tiene más de un aspecto contradictorio ala hora de ser desplegado en el reciente y cambiante escenario regional, ofreciendo variados ejemplosde estas situaciones. A medida que el liderazgo crece o avanza como tendencia, en muchassituaciones tales como la relación bilateral con Argentina, el desarrollo del MERCOSUR y UNASUR,en la relación con Venezuela, o en la tensión con Bolivia producto de la nacionalización de loshidrocarburos, el mismo cede porciones para solucionar conflictos con sus vecinos y la región,apelando Brasil a una mayor integración de la región.

Page 177: 10-DossierBrasil.pdf

177

El reciente desarrollo capitalista de Brasil ofrece algunas características que pueden explicar,por un lado, su necesidad de liderar la región en busca de mercados para proyectar en mejorestérminos su inserción mundial. Pero, por otro lado, desde nuestro punto de vista, necesita del apoyode la región para tener más peso de negociación ante las potencias centrales y así es que persigueinstancias de mayor soberanía como, por ejemplo, la UNSAUR por fuera del marco de la OEA. A suvez, los cambios observados en el contexto regional obligan a Brasil a construir colectivamente esasoberanía regional y, en variadas ocasiones, respetar asimetrías y proyectos contrapuestos, nopudiendo ejercer plenamente todo su potencial liderazgo. De esta forma, contradictoriamente, semueve el liderazgo de Brasil en la historia reciente de la región.

Page 178: 10-DossierBrasil.pdf

178

Bibliografía:

Bernal Meza, Raúl (2008a): “La política exterior del Brasil: Claves para entender las diferencias conArgentina”, en Revista Densidades, Bs. As. Nº 2.

Bernal Meza, Raúl (2008b): “Argentina y Brasil en la Política Internacional: regionalismo y Mercosur(estrategias, cooperación y factores de tensión)”, en Revista Brasileña de Política Internacional, Brasilia,Instituto Brasileño de Relaciones Internacionales, N° 51 (2): pp. 154-178

Caballero Santos, Sergio (2011): “Brasil y la región: una potencia emergente y la integración regionalsudamericana” en Revista Brasileña de Política Internacional, Brasilia, Instituto Brasileño de RelacionesInternacionales N°54 (2): pp. 158-172.

Cervo, Amado Luiz (2003): “A Política Exterior: de Cardoso a Lula» en Revista Brasileira de PolíticaExterior año 46 Nº 1, p. 4.

Cervo, Amado Luiz (2008): Inserción internacional. Formación de conceptos brasileños, Editora Saraiva, SanPablo.

Costa Vaz, Alcides (2003): “El gobierno de Lula: ¿una nueva política exterior?”, en Nueva Sociedad,Caracas, N° 187, pp. 139-152.

Corazza, Gentil (2008): “Integraçao e Nacionalismo na América Latina: o caso do Mercosul”.Ponencia presentada en el IV Coloquio Internacional de la SEPLA (Sociedad Latinoamericana deEconomía Política y Pensamiento Crítico), Buenos Aires, noviembre.

Gudynas, Eduardo (2006): “Comunidad Sudamericana de Naciones. Las cumbres y la búsqueda deun nuevo marco de integración regional”, en Revista del Sur Nº 168 - Noviembre/Diciembre.

Faria, Luis (2008): “Política exterior y desarrollo: Brasil en el (¿Nuevo?) Orden Mundial” En RevistaCiclos de la Historia, la Economía y la Sociedad Buenos FCE/UBA, Buenos Aires.

Kan, Julián (2008): “La IV Flota y América del Sur: repercusiones esperadas y señales previas” enRevista Mensual Análisis de Coyuntura, Nº 98, agosto, Buenos Aires.

Kan, Julián y Socoloff, María Florencia (2008): “Nuevas instancias de integración regional enAmérica Latina: objetivos, estrategias e implicancias. Desde el fracaso del ALCA hasta la actualidad”.Ponencia presentada en VII Jornadas Nacionales, V Jornadas Latinoamericanas del Grupo deTrabajo Hacer La Historia, Córdoba, UNC, octubre.

Kan, Julián (2009a): “Crisis económica, burguesía industrial argentina e integración con Brasil. Unatríada clave en la historia reciente del MERCOSUR”. Ponencia presentada en el XIV ENEP(Encontro Nacional de Economia Política) de la Sociedad Brasileira de Economía Politica; IXColóquio Latinoamericano de Economia Política e V Coloquio de la Sociedad Latinoamericana deEconomía Política y Pensamiento Crítico (SEPLA), Pontificia Universidad Católica de San Pablo(PUCSP), San Pablo, junio.

Kan, Julián (2009b): “Vuelta previa al 2001. La devaluación del real y algunas implicancias en laburguesía argentina”, en Bonnet Alberto y Piva Adrián (Comp.) Argentina en pedazos. Luchas sociales yconflictos interburgueses en la crisis de la convertibilidad. Bs. As., Ed. Continente / Peña Lillo.

Page 179: 10-DossierBrasil.pdf

179

Kan, Julián (2010a): “De Cancún a Mar del Plata. Las disputas y alineamientos entre los gobiernos dela región y Estados Unidos en la derrota del ALCA”, en Ciclos de la Historia, la Economía y la Sociedad,Nº 37/38 Año XX, Vol. XIX, Bs. As., FIHES-IDEHESI.

Kan, Julián (2010b): “De la apertura comercial a la soberanía y autonomía regional. Un análisis de lastendencias de la integración latinoamericana de las últimas décadas. El caso de UNASUR”, en Ideaçao,Revista de Educaçao y Letras da Unioeste do Paraná, Paraná, Brasil, Volumen Nº 12, Nº 1, pp. 79-100.

Katz, Claudio (2006): El Rediseño de América Latina. ALCA, MERCOSUR y ALBA. Bs. As. EdLuxemburg.

Katz, Claudio (2008): “Integración o unidad latinoamericana”, en www. www.katzlahaine.org /katz

Katz, Claudio (2009): “América latina frente a la crisis global” en www.katzlahaine.org /katz

Lechini, Gladys y Giaccaglia, Clarisa (2010): “El ascenso de Brasil en tiempos de Lula ¿Líder regionalo jugador global?” en Revista Problemas del Desarrollo / Edición Cono Sur, 11 (6), diciembre.

Morgenfeld, Leandro (2006): El ALCA. ¿A quién le interesa? Buenos Aires, Ed. Cooperativas.Lucce, Matías (2008): “La expansión del subimperialismo brasileño. La política de integración delgobierno de Lula en América Latina” en Revista Patria Grande, Año 1 Nº 9.

Marini, Ruy Mauro (1985): Subdesarrollo y revolución, México, Siglo XXI.

Pignotti, Diego (2008): “La construcción de la soberanía regional” en Le Monde Diplomatique, Bs. As.,junio.

Salinas Robinson, Leonardo (2007): “Brasil y la noción de potencia. Un análisis de la política exteriorbrasileña entre 2001 y 2006” en Revista Enfoques, Universidad Central de Chile, Santiago de Chile, N°006, pp.79-102.

Page 180: 10-DossierBrasil.pdf

180

MAESTRÍA EN ESTUDIOS SOCIALES LATINOAMERICANOSPor Resolución CS N° 2060/2011, el Consejo Superior de la Universidad de Buenos

Aires creó la Maestría en Estudios Sociales Latinoamericanos de la Facultad deCiencias Sociales, la cual se pondrá en marcha en los próximos meses, una vez designadaslas autoridades responsables de la misma y conformado el cuerpo docente.La estructura curricular de la Maestría comprende dos (2) ciclos, doce (12) cursos –diez(10) obligatorios y dos (2) optativos-, un (1) taller de tesis, más la realización de una (1)Tesis de Maestría y la acreditación de una segunda lengua. La extensión de la escolaridades de cuatro (4) cuatrimestres académicos. El total de horas presenciales es de 752,equivalentes a 47 créditos, incluyendo el trabajo para la Tesis. Ésta deberá ser presentadaen un tiempo adicional, cuya extensión máxima es fijada por el específico Reglamento deTesis de la Facultad de Ciencias Sociales.

CICLO I. INTRODUCTORIO

Las Ciencias Sociales LatinoamericanasEl Método Comparativo en las Ciencias Sociales

CICLO II. ANÁLISIS SOCIO-HISTÓRICO, POLÍTICO Y CULTURAL

América Latina en la Formación del Mundo ModernoSociología Histórica de América LatinaEstructura Social y Movimientos Sociales de América Latina (siglos XX y XXI)Economías de los países latinoamericanosSistemas Políticos y Procesos Políticos Contemporáneos. Revoluciones socialeslatinoamericanasLos Procesos de Integración en América LatinaHistoria de las Ideas y el Pensamiento LatinoamericanosArte, Culturas y Sociedades en América LatinaDos materias optativasDos Talleres de Tesis

ACREDITACIÓN DE SEGUNDO IDIOMA

La misma puede hacerse efectiva en el momento de la inscripción o en cualquiera deldesarrollo de los cursos. Es una condición sine qua non para la aprobación de la Maestría.

TÍTULO

Los estudiantes que cursen y aprueben todas las asignaturas y talleres y presenten yaprueben la tesis, obtendrán el título de Magister en Estudios Sociales Latinoamericanos.

Director: Dr. Waldo AnsaldiCuerpo docente del primer año de la Maestría: Ansaldi Waldo, Beigel Fernanda, GiordanoVerónica, Korol Juan Carlos, Nercesian Inés, Rostica Julieta, Soler Lorena, Taddei Emilio. Elcuerpo docente del segundo año se encuentra en proceso de constitución.Fecha de inicio de la Maestría: primer cuatrimestre académico 2012 (1ª cohorte).Fecha de comienzo de la 2ª cohorte: primer cuatrimestre académico 2014.