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Alfred Hitchcock “Uso exclusivo Vitanet, Biblioteca virtual 2004”

13. Hitchcock Alfred - Los Tres Investigadores - Misterio Del Gato de Trapo

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  • Alfred Hitchcock

    Uso exclusivo Vitanet, Biblioteca virtual 2004

  • CAPTULO 1 La feria Una tarde, a principios de septiembre, JUpiter y Pete trabajaban en el taller que el primero tena montado en el Patio Salvaje de los Jones. En realidad, era Jupiter quien trabajaba. Quiz por eso fue Pete el primero en ver a to Titus acercndose a ellos cargado con dos enormes cubas de madera. Muchachos! grit Titus, luego de posar su carga en el suelo, aqu traigo tarea para vosotros. Quiero que las pintis a rayas rojas, blancas y azules. Pete contempl las cubas. Rayas de colores en cubas de lavar la colada? Y ha de ser ahora mismo, to Titus? quiso saber Jupiter. El recio muchacho mir alicado la coleccin de diminutas piezas esparcidas sobre su banco de trabajo. Jupe est construyendo un nuevo ingenio para los Tres Investigadores explic Pete. Un nuevo ingenio, eh? repiti Titus, olvidndose momentneamente de las cubas. De qu se trata, Pete?

  • Yo qu s! Recanastos, es que no conoce a Jupe? exclam Pete. Ningn maestro se digna informar a su aprendiz. Jupiter, primer investigador de la juvenil empresa de detectives, gustaba de mantener secretos sus inventos hasta hallarse convencido de que funcionaban. Tambin le disgustaba interrumpir un proyecto antes de finalizado. No podramos pintar las cubas ms tarde, to Titus? pregunt desilusionado. No, deben quedar listas para esta noche. Bueno, si estis tan ocupados, har que las pinten Hans o Konrad. To Jones se refera a los gigantescos hermanos bvaros, sus ayudantes en el negocio de objetos usados. Pero entonces tambin ellos entregarn las cubas. Es lo justo. Jupiter se alert. Hay algo especial en quin adquiri las cubas, to Titus? Lo s intervino mordaz Pete. Se trata de una lavandera patritica. O quiz las utilizan para baar enanitos brome Jupiter. To Jones se sonri. Qu pensarais si os diera que son asientos para un len? Pues claro! exclam Pete, rindose. Los leones necesitan mecedoras rojas, blancas y azules. Jupiter abandon su aire festivo. Una repentina luz alumbr sus ojos, al tiempo que gritaba: Ya lo s! Colocadas boca abajo, son asientos perfectos para leones de circo.

  • Cscaras! Un circo! se maravill Pete. Puede ser que accedan a ensernoslo si somos nosotros quienes entregamos las cubas. Titus Jones se ri entre dientes. Bien, muchachos, no es un verdadero circo, pero si lo parece. Se trata de una feria donde hay exhibiciones, carreras y juegos. La inauguraron anoche en Rocky Beach. El domador perdi en un incendio los pedestales de su len amaestrado, y como no hall con qu sustituirlos en la ciudad, vino aqu, y yo le suger la idea de las cubas. To Titus mostraba un semblante feliz. Le gustaba alardear de que en el Patio Salvaje de los Jones haba de todo en sus montones de chatarra, y nada le complaca tanto como poseer un objeto, al parecer intil, que luego resultase de inters para alguien. Una feria repiti pensativo Jupiter. Algo nico y fascinante, cuyos orgenes se pierden en el tiempo. S un sitio donde divertirse, Jupe aadi Pete, que no siempre comprenda la intencin encerrada en las palabras de su jefe. La feria Carson! Ahora recuerdo. La instalaban cerca del abandonado parque de atracciones. Quiz podamos verla entre bastidores dijo Jupiter. A qu aguardamos, Jupe? grit Pete. Voy en busca de la pintura. T trae las pistolas. Media hora despus las cubas estaban pintadas. Mientras se secaban, los muchachos fueron al Puesto de Mando secreto a comprobar cunto dinero tenan para gastar en la feria. El Puesto de Mando era un viejo remolque totalmente oculto entre montones de chatarra, en un ngulo alejado del

  • patio. Los Tres Investigadores alcanzaban su interior mediante pasos secretos entre los trastos viejos. Los adultos haban olvidado por completo que el remolque estuviese all. Ya dispuestas las cubas, Pete se dirigi en bicicleta a la biblioteca pblica de Rocky Beach para comunicar a Bob Andrews la novedad. Bob, encargado del registro y archivo de los Tres Investigadores, trabajaba en la biblioteca durante el verano. La noticia le supo a miel, como haba sucedido a sus amigos. Los tres muchachos cenaron rpidamente y a tas siete y media ya estaban en camino con las cubas pintadas, peligrosamente bailarinas en dos de sus bicicletas. No tardaron en divisar las torres combadas y las ruinosas montaas rusas del parque de atracciones abandonado. Cerca se hallaba el recinto feriado, en unos terrenos junto al ocano. Las tiendas, cabinas de madera y otras instalaciones, se alineaban a lo largo de dos amplias calles. Las luces resplandecan ya, y sonaba la msica del tiovivo para animar a la multitud. La noria, vaca, giraba, y dos payasos hacan cabriolas. Era el ensayo general antes de la apertura al pblico. Los muchachos localizaron una caseta de lona que luca un alegre cartel rojo. Deca: El Gran Ivn y su Rajah, el len ms formidable del mundo. Al entrar, un hombre alto, con brillante uniforme azul y no menos relucientes botas negras, les cerr el paso moviendo sus fieros mostachos. Al fin las cubas! Perfecto! Ddmelas. Jupiter recit la frase predilecta de Titus Jones: El Patio Salvaje de los Jones tiene cuanto usted necesite.

  • El Gran Ivn se ri. Eso suena a grito publicitario de uno de nuestros ladradores, jovencito. Qu es un ladrador, seor? quiso saber Pete. Muchacho, intenta averiguarlo. Apuesto que Jupe silo sabe intervino Bob. Los dos colaboradores de Jupiter no ignoraban que ste sola saber un poco de cada cosa. Un ladrador aclar Jupiter es un hombre que a la puerta de un circo o feria, pregona las excelencias del espectculo. Quiz sea el ms antiguo sistema de anuncio. Esplndido, jovencito alab el Gran Ivn. A veces son meros charlatanes embusteros, aunque por regla general lo que dicen es cierto. Mi ladrador explica a la gente que Rajah es un len feroz y algunas de las cosas que es capaz de hacer. Habis visto alguna vez a un len en un trapecio? Canastos! exclam Pete. De verdad puede subirse a un trapecio? Puede alarde el Gran Ivn. La primera representacin ser dentro de una hora. Bien, os invito a presenciarla. Tal vez, incluso, lleguis a tocar a Rajah. No faltaremos, seor prometi entusiasmado Bob. En el exterior la feria habla ya comenzado, anunciaban las atracciones a los escasos recin llegados. Los chicos montaron en el ltigo y en la noria, y repitieron dos veces en el tio vivo. Contemplaron las moneras de un payaso bajo y gordo durante un rato, y luego visitaron las barracas de tiro, donde podan conseguirse premios con el lanzamiento de dardos, pelotas, anillas y disparos de rifle.

  • Esos juegos tienen su trampa asever Bob, despus de observar un rato. Parecen demasiado fciles. No explic Jupiter. Sencillamente, son ms difciles de lo que parecen. Es cuestin de matemticas y fsica, Tercero. Las probabilidades... El resto de la explicacin de Jupiter fue ahogada por un repentino gritero delante de ellos. Tramposo! Dame el premio! Delante de ellos, un hombre alto, de edad madura, tocado de chambergo y bigote espeso y largo, con gafas oscuras pese a que ya haba anochecido, gritaba a un joven rubio encargado de la barraca de tiro. Repentinamente cogi un animal de pao de las manos del chico y corri hacia los Tres Investigado res. El joven chill: Detnganlo ladrn! Guardias!

  • CAPTULO 2 Alto al ladrn! Cuidado! grit Pete. Su advertencia lleg tarde. El hombre que hua miraba hacia atrs para comprobar si era perseguido, cuando tropez violentamente con Jupiter. Ambos cayeron a tierra en confuso montn. Uh! gru Jupiter. Dos vigilantes corrieron hacia ellos mientras los escasos espectadores se apartaban. No se mueva! conmin uno de los guardas al envigotado ladrn de gafas negras. El hombre se puso en pie de un salto, se coloc el animal debajo de un brazo y agarr a Jupiter. Un largo cuchillo reluci en su mano libre. No se aproxime a m! amenaz con voz rasposa, empujando a Jupiter hacia la salida. Bob y Pete miraban horrorizados. Los dos vigilantes trataron de cerrar el paso al ladrn, que se distrajo un momento, y Jupiter aprovech la ocasin para intentar zafarse. El

  • hombre grit unas palabras y con presteza se volvi al muchacho. Empero, con el juguete mal sujeto debajo del braza, perdi el equilibrio, y la mano que sostena el cuchillo golpe el hombro de Jupiter. El arma salt por los aires. El ladrn empuj violentamente a su presa, que sali proyectado hacia sus perseguidores y huy por la salida con el premio robado. Jupiter, recuperada la estabilidad, grit: Tras l! Los Tres Investigadores persiguieron al fugitivo, seguidos de los guardas. El hombre iba hacia el ocano y desapareci por un ngulo de la alta vala de madera que rodeaba el parque de atracciones abandonado. Los guardas alcanzaron a los tres muchachos. Gracias, muchachos dijo uno de ellos. Ya nos encargamos de l. Por ah no tiene salida jade Pete. La vala va directamente al agua. Est acorralado! Quedaos aqu -orden uno de los vigilantes. stos, pistolas en mano, caminaron sigilosos hacia la esquina de la vala. Los chicos aguardaron. Tras largo silencio, Jupiter se impacient. Algo va mal dijo. Segudmela Al otro lado de la vala encontraron a los vigilantes, solos. El hombre del bigote haba desaparecido! No est ca! coment uno de los guardas. Sorprendidos, los Tres Investigadores observaron la reducida rea, con la vala a la derecha, las profundas aguas del ocano a la izquierda; y ninguna otra salida que el camino por ellos recorrido.

  • Os equivocasteis, chicos asegur un guarda. Quiz se fue nadando aventur Bob. No tuvo tiempo, hijo. Lo hubiramos visto en el agua afirm el otro. Logr despistarnos. No, vi cmo corra en lnea recta hacia aqu afirm Jupiter. Pete, que inspeccionaba detenidamente cuanto le rodeaba, de pronto exclam: Miren! Se agach, y del suelo alz un objeto. Era el animal que el hombre haba robado. Pete lo exhibi triunfalmente. Esto confirma que estuvo aqu dijo. Lo soltara para huir opin Bob, algo perplejo, mientras sus ojos iban de un lado a otro. Pero, cmo sali? Por algn lugar de la valle respondi un guarda. Tal vez hay un agujero o una puerta aventur su compaero. O un tnel por debajo de la cerca dijo Pete. Examinaron la empalizada en toda su longitud y nada hallaron. Norepuso Jupiter. La vala parece estar en buenas condiciones, y no se observa ningn camino por debajo de ella. Entonces tendra alas ese individuo exclam uno de los guardas. Es el nico camino para salir de aqu sin cruzarse con nosotros cuando entramos. Esta cerca mide cuatro metros, o ms, de alto dijo el otro vigilante, y no hay dnde asirse. Resulta imposible escalara.

  • Jupiter se mostraba pensativo mientras examinaban la cerca. Si no nad, cay ni vol, entonces slo resta una posibilidad... salt la vala. Es una locura afirm un guarda. hombre, Primero! exclam Pete. Cmo se te ocurre pensar que alguien sea capaz de saltar la valla sin ayuda? No hay nada en que apoyarse. Tal vez pudo escalara, Jupe intervino Bob. No, no es eso en lo que pienso aclar Jupiter. Pero si no hay otra explicacin lgica, eso habr hecho. Descartadas una a una todas las posibilidades, sin duda, lo que queda es lo acertado, aun cuando parezca imposible. Bien, ya no importa cmo lo hizo. Lo cierto es que ha desaparecido dijo un guarda. Es mejor que regresemos a nuestros puestos y devolvamos el premio a la barraca de tiro. El guarda alarg la mano hacia el animal que Pete sostena. Jupiter, que continuaba su inspeccin de la parte superior de la vala, se encar al hombre. Nos gustara devolver el premio, si no le importa. Precisamente bamos a intentar suerte en el barracn de tiro. De acuerdo se avino el guarda. Devolvedlo vosotros. Nos ahorrar tiempo. Hemos de dar parte a la polica. Los vigilantes se marcharon y los chicos regresaron a la feria. Pete dijo: Ignoraba que bamos a disparar al blanco, Primero. No, no era sa nuestra intencin reconoci Jupiter. Pero quiero saber por qu ese hombre atac al chico y rob este premio.

  • Seal el animal y fue entonces cuando lo vieron por vez primera. Los ojos de Pete se abrieron entusiasmados al examinarlo. Carambolas! Es fantstico! Era un gato hecho de pao listado a rayas rojas y negras, de unos ochenta centmetros de largo, patas combadas y cuerpo giboso. Su boca abierta mostraba dientes blancos y afilados, y tena una oreja cada. Era tuerto, y su nica pupila brillaba roja. Luca un collar de pedrera. Resultaba ser el gato de aspecto ms salvaje que jams hubieran visto. No hay duda de que es sorprendente convino Jupiter. Empero, me pregunto por qu el ladrn se fij en l. Quiz colecciona animales sugiri Bob. Mi padre dice que los coleccionistas hacen cualquier cosa para conseguir lo que desean. Un coleccionista de gatos de pao? se mof Pete. Eso es una locura, Tercero. Bien ataj Jupiter, puede parecer una necedad, pero los coleccionistas a veces resultan raros. Hay ricos que roban pinturas, aun cuando luego tengan que ocultarlas. A eso se llama obsesin, y los coleccionistas obsesivos cometen actos desesperados. Pero no creo que nuestro ladrn sea un coleccionista. Ms bien lo supongo una de esas personas que no soportan perder. O quiz se puso tan violento porque le pareci que haba ganado y era engaado. Incluso nosotros podramos encolerizarnos de ser engaados convino Pete: pero nunca llegaramos a la violencia. En el barracn de tiro el chico rubio los salud amistoso. Oh, me trais el gato! Cazasteis al viejo?

  • Huy contest Pete, si bien arroj el gato. Y le dio el animal. Espero que la polica lo atrape dese el chico, visiblemente enojado. Slo derrib tres de los cinco patos. Verdaderamente, es un mal perdedor. Bien, amigos, al menos corristeis se sonri. Me llamo Andy Carson. Yo me cuido de esta caseta. Y vosotros? Bob parpade. Nosotros, qu Andy? Intervino Jupiter. Pregunta si somos de la feria. No, Andy. Vinimos de Rocky Beach. Yo soy Jupiter Jones, y ste, Bob Andrews, y este otro, Pete Crenshaw. Celebro conoceros, camaradas dijo Andy, y aadi enftico: Yo si pertenezco. Soy todo un operador, no un corzo o rompe costillas. Qu dices? pregunt Pete. Un corzo aclar J Jpiter, es un aprendiz de feria, y Un rompecostillas un mozo. Andy quiere decir que est equiparado a una ejecutante adulto de la feria. Eso no es corriente, verdad, Andy? Bueno el chico pareci algo avergonzado, mi padre es el dueo del espectculo. Pero dice que puedo trabajar en cualquier feria. Os gustara probar suerte? Me ilusionara ganar ese gato giboso exclam Pete. Podra ser nuestra mascota dijo Bob. O el smbolo de nuestro trabajo aadi Jpiter. Vamos, Pete, intntalo. Andy Carson se sonri. Tienes que derribar cinco blancos de cinco tiros para

  • ganar el gato giboso. Es un primer premio. No es fcil, pero puede lograse. Ya he entregado cuatro gatos. Yo ganar el quinto declar Pete, y alcanz una de las carabinas encadenadas al mostrador. Raudo, Andy salt ante Pete, con la mano extendida. Espera! grit.

  • CAPTULO 3 Momento peligroso Qu pasa, Andy? inquiri Pete. El chico, sonriente, se puso un sombrero de paja. Calma, oven. Tu prisa en probar tu destreza es admirable, pero antes debes poner una moneda en a palma de mi mano, una moneda de curso legal equivalente a veinticinco centavos, la cuarta parte de un dlar. Algo irrisorio que no compensa tu exhibicin de maa. Cinco monedas por cinco tirazos. nimo, muchacho, todo el mundo gana! Haz gala de tu mano firme y de tu vista de lince. Sitio al hombre, por favor! Cinco blancos ganan el gran premio, el nico y sorprendente gato giboso. Los chicos se rieron. Repmpanos! exclam Bob. Siempre te explicas as, Andy? ste mostrse regocijado. Segn mi padre, llevo la feria en as venas. Dice que soy un charlatn nato.

  • Qu duda cabe! confirm Bob. Podras ensearnos. Ah, muchachos! exclam Andy, con aire de solemnidad. Para esto se necesita estudiar largos aos con el Gran Lama de! Nepal. Luego, y en momento apropiado, mediante econmica tarifa, podra daros algunas lecciones prcticas. Semejante privilegio no est al alcance de cualquiera. Sonrientes, los tres amigos escuchaban la fantstica y floreada palabrera de Andy, que tampoco ocultaba su complacencia de ser escuchado. Ahora concluy con ademn autoritario, hganse a un lado, y dejen al joven aspirante holgado espacio para que demuestre su destreza. Dispara a placer, Pete! El Segundo Investigador cogi una de las carabinas. Despus de estudiar los blancos, apunt decidido y sereno y acert a derribar tres seguidos. Andy aplaudi. Bien, joven. Cuidado ahora. Pete dispar, tocando el cuarto pato. Slo uno ms! grit Andy. Calma, joven tirador! Andy gui un ojo a Bob y Jupiter. stos comprendieron que las advertencias y nimos de Andy eran slo tretas para poner nervioso a Pete, aumentando sus posibilidades de errar. Pero el Segundo Investigador nunca se arredraba una vez en accin. Apunt de nuevo, dispar, y derrib el quinto pato. Gan! grit. Bravo, Pete! alab Andy, entregndole el gato giboso. Eres un buen tirador. ste es mi ltimo gato. Ahora tendr que ofrecer como primer premio globos lunares.

  • Los ojos de Jupiter brillaron. Un globo lunar? Son novedad, Andy. Te importara perder otro premio? Prueba tu suerte, muchacho invit Andy, adoptando de nuevo su voz de charlatn. Mano firme y vista de lince. Cinco tiros. Mientras Pete y Bob se rean, Jupiter cogi Una carabina y pag a Andy. Apunt bien y toc dos patos. Pero fall tres. Djame probar a mi, Jupe rog Bob. No tuvo mejor fortuna que Jupiter. Un nuevo Intento de Pete acab en fracaso. Mala suerte dijo Andy. La prxima vez ser distinto. Premio seguro Otra moneda? Pete neg con la cabeza. Prefiero renunciar ahora que me siento feliz. Ya gan un gato. Todos se rieron al orle hablar as. Otros clientes empezaron a llegar al barracn. La feria se animaba. Andy se enfrasc totalmente en su trabajo. Los chicos miraban. Al fin Andy advirti que estaba ofreciendo globos lunares, sin tener ninguno a la vista. Jupiter, te importara ocupar mi puesto mientras voy en busca de globos? Pete y Bob pueden ayudarme un poco a traerlos. No faltara ms, Andy acept Bob. Anda, Jupe, entra. ste no necesitaba que lo animasen. Se coloc detrs del mostrador e intent suplir la verborrea de Andy. La clientela pareca gozar con el rechoncho parlanchn, que resplandeca de placer.

  • Andy, Bob y Pete se dirigieron a un pequeo remolque situado detrs de la caseta. Lo dejo de modo que pueda vigilarlo desde el barracn explic Andy. Siempre hay quien intenta robar en las ferias. Abri el remolque y sac seis pequeos globos, modelos perfectos de la luna. Luego cerr de nuevo con llave, y se volvi a entregar dos ejemplares al Tercer Investigador. Bob... empez Andy, y se interrumpi. Sus ojos. se engrandecieron al mirar hacia el prximo barracn. Su voz baj de tono. Od! No os movis! Quieto s Bob frunci el ceo. Basta de tretas, Andy. Nosotros... No susurr Andy, temeroso. Giraos lentamente, muchachos. Pero no corris ni hagis movimientos repentinos. Es Rajah! Los chicos miraron fijamente. Pete trag saliva. En las sombras, detrs de una barraca, a menos de seis metros de ellos, un gran len de negro pelambre yaca sobre el suelo.

  • CAPTULO 4 Pete demuestra su valor Retroceded lentamente hasta el barracn orden Andy. Rajah no es un len peligroso, est muy bien amaestrado, pero si se inquieta sembrar el pnico. En la caseta estaremos a salvo y hay telfono. Pedir ayuda. Nadie ms haba descubierto al len escapado. Sus ojos amarillos relucan en la oscuridad. Abri la boca en un bostezo descomunal y sus enormes dientes amenazaron morder la noche. Luego movi su negra cola. Si regresamos a la barraca dijo Pete, temblorosa la voz quiz el len se dirija hacia el pblico. Lo s. Y tambin que las luces y el gento pueden asustarlo convino Andy. Sin embargo, es necesario avisar a Ivn. Pete no apartaba los ojos del len. Regresad vosotros a la caseta y llamad a Ivn dijo. Mi padre y yo hemos trabajado con animales en el cine. Ser mucho ms peligroso si intentamos irnos todos.

  • Pete! exclam Bob temeroso. El len gru suavemente al or la voz de Bob. Vamos, daos prisa, amigos! susurr Pete. El atltico muchacho no se movi cuando Bob y Andy retrocedan hacia la caseta. El len se puso en pie y avanz un paso, fijas sus destellantes pupilas en Bob y Andy. Indudablemente se hallaba nervioso al encontrarse fuera de su jaula. Pete habl tranquilo y con firmeza, y el len mir hacia l. Detente, Rajah dijo Pete. Tindete, Rajah. Su voz era suave pero fuerte, tranquilizadora. El len se detuvo. Mir a Pete con preocupados y entreabiertos ojos amarillos. Quieto, Rajah. Bien, Rajah. Moviendo lentamente la cola, el len pareca sorprendido de que Pete supiese su nombre. El muchacho, sin alterar un solo msculo de su rostro, mantuvo sus pupilas fijas en el enorme ejemplar. Tindete, Rajah! Abajo, Rajah! La voz del Segundo Investigador son firme en la ltima orden: Abajo, Rajah! El len agit su cola, mir en derredor, y se tendi pesadamente sobre la hierba. Observaba a Pete cual enorme gato ronroneante. Bien, Rajah. Pete oy pasos precipitados detrs de l. A grandes zancadas el Gran Ivn se diriga hacia Rajah. El domador llevaba nicamente un palo y una larga cadena. Cuando lleg junto al len empez a hablar suavemente, pero con firmeza,

  • tal cual Pete hiciera antes. No tard en trabar la cadena al collar oculto tras la negra melena de Rajah. conduciendo al sumiso animal a su jaula detrs de los barracones. Pete trag saliva. Recspita! exclam. Bob, Jupiter y Andy corrieron a su encuentro. Estuviste colosal, Segundo! alab Jupiter. Nadie saba que Rajah se hubiese escapado. T evitaste que cundiera el pnico. Yo me sent tan asustado que no poda ni respirar confes Bob. Pete se sonroj ante tales alabanzas. El Gran Ivn se uni a ellos. La placidez de su rostro era la ms elocuente prueba de su emocin. Su mano, cual garra de acero, se cerr sobre el hombro del muchacho. Te felicito, valeroso joven. Tienes corazn y habilidad. Rajah est adiestrado, es manso y no hara dao a nadie; pero si la gente llega a vedo suelto, hubiera cundido el pnico. Pete se sonri confuso. Sabia que est domado, seor. Andy nos dijo que no era peligroso. Mi padre me ense cmo tratar animales salvajes adiestrados. El Gran Ivn asinti. Tu padre te ense bien. Rajah necesitaba or una voz firme y dominante. Estoy en deuda contigo. Ignoro cmo pudo evadirse. La jaula estaba abierta. El domador se sonri. Bien, muchachos, os gustara presenciar una exhibicin de Rajah y ma junto a la jaula? Podemos, seor? inquiri Pete.

  • Por supuesto. Venid al entoldado dentro de un rato. Espero que Rajah se halle en condiciones de actuar. El Gran Ivn regres a sus dominios. Los chicos acompaaron a Andy Carson de regreso a su barracn. La gente, agolpndose frente al tiro al blanco, abrum de trabajo a Andy Carson. Los Tres Investigadores se dirigieron al entoldado del len, detenindose en el trayecto para contemplar las payasadas de dos cmicos mezclados entre la multitud. El payaso bajo y gordo que vieran antes iba acompaado ahora de otro ms alto, de triste semblante. ste se haba pintado de blanco el rostro y llevaba puesta una delgada nariz roja. Vesta de vagabundo, con enormes pantalones bombachos sujetos en los tobillos. La nariz del payaso bajo y gordo se encenda y se apagaba como una lmpara. El bajo y gordo, luego de una serie de piruetas acrobticas, se mostraba orgulloso como un pavo real. El otro lo observaba, y cada vez que intentaba imitar las piruetas, fallaba. Eso acentuaba la tristeza perenne de su rostro, y la gente se desternillaba de risa. Por ltimo, al bajo y gordo le fall una mano, y se cay espatarrado de bruces. El payaso triste se sonri al fin. Los tres amigos aplaudieron. Una actuacin notable apunt Jupiter, cuyo final era conseguir que sonriera el payaso triste. Eso gusta a la gente. Cuando yo actuaba en el cine trabaj con payasos. stos son buensimos. Muchos se sorprendan de los conocimientos de Jupiter sobre cine y televisin. Olvidaban que haba sido actor infantil con el seudnimo de Beb Gordito. Este nombre desagradaba mucho a Jupiter.

  • Finalizada la actuacin de los cmicos, los Tres Investigadores corrieron al entoldado del len. La jaula de exhibicin se hallaba en el centro de la gran tienda de lona, unida por un tnel de barras a la jaula en que viva la fiera, detrs de la instalacin. Las dos cubetas rayadas que Pete y Jupiter pintaran se vean en el interior de la jaula de trabajo, de cuyo techo colgaba un trapecio. En el preciso momento en que los muchachos entraron, el Gran Ivn apareci en la jaula. Les salud con una reverencia, e hizo la seal convenida. Rajah atraves el tnel rugiendo como la bestia ms salvaje del mundo. Corri alrededor de la jaula, si bien de vez en cuando se detena para hacer un amago de zarpazo al Gran Ivn. Los muchachos se sonrieron. Saban que los feroces modales de Rajah eran pura ficcin, cual corresponde a un actor profesional. Pero eso no les priv de gozar sorprendidos de las evoluciones de Rajah cuando el Gran Ivn le orden que saltara, se revolcase, diera unos pasos de danza, brincos y, finalmente, que se encaramara al balanceante trapecio. El pblico aplaudi a rabiar. Tomate! exclam Pete. Yo slo consegu que se tendiera. Verdad que es una actuacin colosal, Jupe? grit Bob. iJupe! El Primer Investigador haba desaparecido. Al fin lo descubrieron detrs de la jaula. El Gran Ivn y Rajah repetan algunos nmeros. Jupiter hizo seas a sus amigos para que se reunieran con l. Qu ocurre, Primero? quiso saber Bob.

  • Jupiter no contest, pero seal el remolque donde se alojaba el len, y el tnel enrejado que conduca hasta l. De la puerta de la jaula-remolque colgaba un gran candado. Este candado ha sido forzado, amigos dijo el Primer Investigador. Alguien dej suelto a Rajah!

  • CAPTULO 5 Una sombra amenazadora El Gran Ivn es Un domador diestro continu Jupiter, y cuida a Rajah como si fuera un cachorro. No comprendo cmo alguien pudo dejar abierta la jaula sin que Ivn lo advirtiera. Por eso vine a examinarla. Mirad este candado. Jupiter lo sostuvo. Veis estos dos rasguos alrededor del ojo de la cerradura? El acero reluce en las hendiduras. Esto demuestra que han forzado el candado, y no hace mucho. Ests seguro, Jupe? Jupiter asinti. Recuerdas el libro que tenemos en el Puesto de Mando sobre evidencia y mtodos criminales? Pues bien, aquellas marcas son idnticas a stas. Cspita! exclam Pete. Quin tendra inters en dejar suelto un len. Mientras los Tres Investigadores meditaban sobre lo ocurrido, se oy un estampido de aplausos. Luego fue el ruido de una portezuela de hierro. Rajah pas orgulloso por el

  • tnel hasta la jaula-remolque. Los chicos contemplaron el enorme len. Tendra que ser algn loco, Jupe decidi Bob. Los brillantes ojos del Primer Investigador miraban fijos al len y su jaula. Loco, o lleno de rencor hacia la gente, Bob. Tambin es posible que la causa sea otra. Caramba, Jupe! Cul? inquiri Pete. Asustar al pblico en perjuicio de la feria confes Jupiter. O deseo de convertirse en hroe capturando a Rajah. O quizs una simple treta para distraer a alguien. Acaso ha sucedido algo ms, Jupe? objet Pete. Nadie intent capturar a Rajah hasta que el Gran Ivn intervino seal Bob. Pienso en que Pete se adelant concluy Jupiter. Si hubo algn plan, Pete lo estrope al detener a Rajah. Repmpanos, Jupe! exclam Bob. Sin duda es un sistema muy peligroso, si en verdad quisieron perjudicar la feria. No s qu decirte musit Jupiter. Andy saba que Rajah no es peligroso. Todos los empleados parecen saberlo. Sospechas que pudo ser alguien de la feria? pregunt Bob. Jupiter asinti. Eso creo. Para llegar desde este remolque hasta donde Pete lo detuvo, Rajah debi ser conducido. Truenos, Jupe! Slo el Gran Ivn pudo hacer eso afirm Pete. Sin embargo, l no necesitaba forzar su propio candado.

  • No, a menos que quisiera desorientar a la gente dijo Jupiter. Resulta extrao que no advirtiera la ausencia de Rajah. Bob y Pete no hicieron comentario alguno. Jupiter frunci el ceo. El problema sigui, radica en que no sabemos lo suficiente ni para adivinar quin o por qu, al menos por ahora. Por ahora? pregunt Pete. Quieres decir que vamos a...? Investigar interrumpi entusiasmado Bob. Un caso para los Tres investigadores! S, eso pienso corrobor Jupiter. El Primer Investigador, de repente, se puso un dedo sobre los labios en demanda de silencio, y seal hacia la parte posterior del entoldado. Bob y Pete se volvieron a mirar. Una sombra gigantesca se proyectaba sobre la lona. Era la silueta de un hombre que pareca desnudo. Tena hombros macizos y su cabeza de pelos en desorden apareca inclinada como si escuchase. Vamos, camaradas! susurr Jupiter. No habla salido por detrs de la jaula-remolque del len, y tuvieron que deslizarse por la parte destinada a espectculo. Cuando alcanzaron la esquina de la lona no vieron a nadie. Debi ornos musit Bob. De pronto, captaron fuertes pisadas detrs de ellos. Ah! Estis aqu ?dijo una voz profunda junto a sus odos. Qu hacis? Pete trag saliva cuando al volverse contempl a un gi-

  • gantn que les miraba fijamente. Llevaba un gran martillo en las manos. No..., no..., nosotros slo... tartamude Pete. En aquel momento, Andy Carson apareci detrs del hombre. Los ojos del muchacho se iluminaron cuando vio a los Tres Investigadores. Vaya, chicos; parece que mi padre os encontr. Pete volvi a tragar saliva. Tu padre? As es, amigos. El seor Carson se sonri. Os buscaba para daros las gracias por haber sabido mantener tranquilo a Rajah. Me hallaba con los anunciantes, y por eso Andy no pudo encontrarme. El muchacho aadi: Mi padre quiere recompensarnos con algo ms de la feria que el gato giboso ganado por Pete. Mi gato! exclam el aludido. No lo tengo! Qu gato? pregunt el seor Carson. Uno de los primeros premios de mi barracn, pap explic Andy. Quiz se halle en el entoldado del len sugiri Bob. Pero all no lo encontraron, ni tampoco donde antes calmara a Rajah. Regresaron al barracn de tiro. Lo tena antes de ver a Rajah dijo Pete, desanimado. Debi carseme, y alguien lo encontrara. Jupiter, silencioso desde que advirtieron la desaparicin del gato, intervino en la conversacin. Quizs Andy pueda proporcionarte otro, Pete. Seor Carson, cuando nosotros...

  • Andy lo interrumpi. Cominos! No puedo conseguir otro gato para Pete. Era el ltimo, no lo recuerdas? Ya encontraremos algo mejor dijo el seor Carson. Jupiter pregunt de improviso: Hay problemas en su feria, seor? Problemas? repiti el seor Carson, con voz profunda y sombros ojos clavados en el Primer investigador. Qu te hace preguntar eso? Antes de que usted diera con nosotros, observamos a Un hombre que nos vigilaba o nos escuchaba. Os vigilaba? El seor Carson frunci el ceo y luego se ri. No debes estar equivocado. Tu imaginacin se ha disparado tras lo ocurrido con Rajah. Es posible acept Jupiter, pero no es imaginacin lo que descubrimos antes de saber que nos espiaban. Rajah no escap; fue soltado! El seor Carson los contempl, perplejo. Venid a mi remolque, muchachos. Los camiones, automviles-vivienda y remolque de la feria se hallaban aparcados en un campo prximo a las instalaciones. El seor Carson y Andy vivan all. El remolque de ellos, engarzado en un auto, tena dos literas, sillas, un escritorio cubierto de papeles de negocios, una pequea caja de caudales, un gran cesto repleto de premios defectuosos: perros de trapo reventados, un gato de pao sucio, muecas rotas, etctera. Yo arreglo los premios rotos dijo Andy. El seor Carson segua grave. Sentaos, muchachos, y contadme.

  • Escuch atento mientras Jupiter describa lo referente a la jaula de Rajah. He estudiado cuanto se relaciona con el forzamiento de cerraduras, seor, y reconoc las huellas. No olvide que somos detectives experimentados. Jupiter ofreci al seor Carson la tarjeta de su empresa.

    LOS TRES INVESTIGADORES Investigamos todo

    Primer investigador Jupiter Jones Segundo investigador Pete Crenshaw Tercer investigador Bob Andrews El seor Carson se sonri. Una aficin interesante, muchachos... Nuestro trabajo es ms que una aficin, seor replic orgulloso Jupiter. La polica de Rocky Beach respalda nuestra solvencia. Present la segunda tarjeta que los chicos llevaban siempre encima. El portador de la presente es un auxiliar voluntario de la polica de Rocky Beach. Cualquier ayuda que se le preste, ser agradecida.

    Firmado, SAMUEL REYNOLDS

    Jefe de Polica

  • Os ruego me disculpis, jovencitos se sonri el seor Carson. La tarjeta del jefe Ayala que ciertamente sois detectives. Sin embargo, esta vez os habis equivocado. Jupe no se equivoca nunca, seor declar Bob. Vamos, Bob. Estoy seguro de que Jupe es un muchacho admirable, pero todos podemos equivocarnos. Pero, pap... intervino Andy, ellos... El seor Carson se puso en pie. basta, Andy! Basta!, me oyes? Jupiter est equivocado. Pero nos han prestado un buen servicio, y aqu tienen tres pases para todas las atracciones de la feria. Los entreg a los chicos. Os parece buena recompensa? Es usted sumamente generoso reconoci Jupiter. Oh, no! grit Bob. miren la puerta! A travs de la cortina de la entrada vieron la sombra de pelo en desorden y abultados msculos en los hombros. Esa es la sombra! musit Pete. El seor Carson se apresur hacia la puerta, la abri y luego se volvi sonriente. Entr un hombre de talla normal, desnudo el trax musculoso. Vesta pantalones ajustados color negro y oro, pegados a sus piernas como una segunda piel, y botas altas de brillo impecable. Su pelo y barba aparecan desordenados y espesos. ste dijo sonriente el seor Carson es Khan, nuestro forzudo. As, uno de nuestros misterios queda explicado, muchachos. Khan es el responsable de nuestra seguridad. Supongo que os vera ir a hurtadillas, y decidi vigilaros. As es confirm Khan. El seor Carson asinti. Bien, muchachos. Ahora tengo asuntos que tratar con

  • Khan. Andy debe regresar al barracn. Vosotros divertiros. Todo est aclarado. Gracias, seor repiti Jupiter. Bob y Pete siguieron a su amigo y jefe hasta alcanzar la trasera de un camin, fuera del campo visual del cochecasa. Jupiter se agach y mir hacia el remolque. Qu haces, Jupe? pregunt Bob. Estoy seguro de que no todo va bien en la feria, Tercero. Ese Khan se lleva algo entre ceja y ceja. No se pareca en nada a un guarda cuando nos escuchaba a nosotros. y tengo la certeza de que Andy nos hubiera aclarado cosas interesantes de no interrumpirlo su padre. Acerqumonos a la ventana del remolque y escuchemos. espera! susurr. Pete. Andy Carson abandon el remolque y corri hacia su barracn. Los muchachos se deslizaron hasta la ventana. La voz profunda de Khan deca: ... y Rajah se escapa. Y qu ms, Carson? Quiz nadie nos pague nada. Todos cobrarn la semana prxima, Khan contest el seor Carson. Khan sigui: Usted sabe cun supersticiosa es la gente de feria, seor. La exhibicin ser desafortunada. Habr ms problemas... Ahora, Khan, atindame. Usted... Los Tres Investigadores oyeron pasos en el interior, y la ventana se cerr de golpe encima de sus cabezas. No pudieron or nada ms y se marcharon de prisa. Cscaras! Hay problemas! exclam Pete. Pero,

  • qu podemos hacer si el seor Carson se niega a hablar de ello? Jupiter, pensativo, coment: Impidi que Andy hablara. Bien, nosotros tenemos pases, y podemos vigilar. Bob buscar en la prensa de la biblioteca historias de problemas friales en otras ciudades. Maana nos reuniremos y veremos lo que decidimos. Qu piensas hacer, Primero? pregunt Bob. Meditar fue la misteriosa respuesta del jefe. Dedicar el resto de la noche a documentarme.

  • CAPTULO 6 Andy se maravilla Pete durmi mal aquella noche intentando hallar razones convincentes para que el seor Carson los dejara investigar. Amaneci sin que hubiese logrado ninguna idea feliz. Cuando baja a desayunarse, coincidi con su padre. Hola, pap. S que has madrugado hoy. Una llamada urgente de Alfred Hitchcock explic el seor Crenshaw. Trabajo especial en un nuevo filme. Desgraciadamente promet a tu madre limpiar hoy el stano. Mucho me temo que esa responsabilidad sea tuya ahora. Pete gimi en silencio, empero contest: No faltara ms, pap. Lo har. Pete no pudo acudir al Patio Salvaje de los Jones hasta despus de comer. Una vez all se introdujo por un largo tubo acanalado que pareca acabarse debajo de un montn de chatarra. Se trataba del Tnel Dos, la entrada principal al Puesto de Mando. Pete no tard mucho en alzar la trampa en el piso del remolque. Jupiter estaba all.

  • Ya has resuelto cmo lograr que el seor Carson nos deje ayudarle? pregunt el Primer Investigador. No suspir Pete. No se me ocurri nada, a pesar de pensar mucho en ello. Ni a mi admiti Jupiter. Espero que Bob encuentre algo en la biblioteca. El jefe, de pie ante el Todolov, se puso a observar el exterior. El Todolov era un periscopio rudimentario, pero eficaz, que Jupiter haba construido para remediar la nica desventaja del Puesto de Mando: su falta de visin exterior. El Todolov sobresala por encima de la chatarra con aspecto de simple tubo. Con l, los chicos podan ver la mayor parte del patio. Ahora llega dijo Jupiter. Minutos despus Bob emergi por la trampilla agitando una libreta de notas. Pareca entusiasmado. Hallaste problemas feriales? exclam Pete. Bob rebosaba de satisfaccin. Precis de toda la maana, pero lo consegu. Las ferias no son muy importantes, y eso me oblig a leer muchos peridicos de ciudades pequeas. Qu hallaste, Bob? pregunt Jupiter. ste abri su libro de notas. Hace tres semanas la feria perdi su atraccin de ponies en Ventura. Tres de los caballitos murieron por envenenamiento en la comida. Luego, hace tres das, se declar un incendio cuando se encontraban al norte de San Mateo. Se quemaron cuatro tiendas: la de tragafuegos, la de lanzamiento de anillas, la del len y parte del barracn de tiro. Tuvieron mucha suerte al poderlo apagar a tiempo.

  • El entoldado del len? exclam Pete. Eso representa un segundo accidente all. Podra ser una coincidencia aventur Jupiter. Nunca debemos sentar conclusiones. Empero me gustara saber si los ponies se hallaban dentro del recinto ferial. Los peridicos no lo aclaran, jefe contest Bob. No exclam Jupiter, pensativo. Esos dos accidentes hubieran podido ser mucho peores. La feria tuvo suerte, a menos que... Imagino que no es todo lo que encontraste, verdad, Bob? Cmo lo sabes, Jupe? pregunt Bob, sorprendido. Anoche omos a Khan que mencionaba la supersticin record Jupiter. Cuando llegu a casa habl con to Titus y le alguno de sus libros. No ignoris que mi to trabaj en un circo. Una de las supersticiones ms antiguas de las ferias es que los accidentes se repiten hasta tres veces. Luego la escapatoria de Rajah era el tercero. Canastos! Acaso lo crees t tambin? inquiri Pete. Esa gente vive en constante nomadismo, Segundo, y conservan celosamente sus viejas creencias. Pero anoche hice algo ms que leer historias. To Titus me habl de una gua con el nombre de todos los circos y artistas. Telefone a la biblioteca de Los ngeles esta maana. No est en la lista ningn forzudo llamado Khan. Lo supones Un impostor? intuy Pete. Puede ser nuevo en el oficio corrigi Jupiter. O tal vez proceda del extranjero. Lo cierto es que hay algo sospechoso en Khan. Bien, se me ha ocurrido una idea que nos facilitar intervenir en la feria, si convencemos a Andy que venga aqu y colabore con nosotros.

  • Cul es tu plan? quiso saber Pete. Jupe lo explic. Sus amigos se sonrieron y asintieron. * * * Pete, que se entretena en manejar el Todolov, exclam: Ah llega, amigos Cuando Andy alcanz el taller del Puesto de Mando, el atltico del grupo lo aguardaba. Qu sucede, Pete? pregunt Andy. Pensamos que te gustara conocer nuestro Puesto de Mando secreto y cmo trabajamos. Lo condujo por el Tnel Dos y, a travs de la trampilla, entraron en el remolque. Cominos! Qu sitio ms fantstico! exclam Andy. Mir con ojos muy abiertos el microscopio, el telfono, el periscopio, las radios porttiles colgadas de la pared, los archivos, el detector de metal, estantes con libros y trofeos, y el resto del equipo que los muchachos haban dispuesto de modo que Andy lo viera. ste mir a Bob y a Jupiter, al parecer enfrascados en algn trabajo importante. Ninguno de los dos alz la cabeza. Jupiter estudiaba con lupa una cerradura, y de vez en cuando consultaba un libro. Pete habl en voz baja. Sabemos que algo va mal en tu feria, Andy. Investigamos los detalles. No puede ser .objet el muchacho. Vosotros no sabis nada.

  • La ciencia y nuestro adiestramiento nos dir lo que vosotros no queris decir, Andy declar Pete, sonando tan pomposo como Jupiter. De repente, el jefe se puso en pie. Un profesional del crimen solt a Rajah, compaeros anunci como si no hubiera advertido la presencia de Andy. No cabe ninguna duda. Las mellas en la cara exterior del candado estn hechas con una ganza del tipo siete. Sospecho que han querido provocar problemas. Andy, en pie, parpade al or tan floridas palabras, que slo entendi a medias. Antes de poder recuperarse de su asombro, Bob dijo: Es cierto. La muerte de tres ponies hace tres semanas oblig a suspender el nmero de exhibicin que stos realizaban. Ms tarde el fuego destruy tres tiendas y parte del barracn de tiro, con la consiguiente prdida econmica. Desde entonces, el seor Carson no ha podido pagar los salarios. Jupiter pregunt: Qu sabemos de los artistas? El forzudo Khan anunci Bob no tiene antecedentes de trabajo en otras ferias. Posiblemente se trate de un impostor. La boca de Andy, a medida que se desarrollaba la fingida escena, se abra en una mueca de estupefaccin. Al fin no pudo contenerse. Quin os cont eso? Bob y Jupiter se giraron como sorprendidos de que Andy se hallara en el Puesto de Mando. El jefe lo envolvi en la ms inocente de las miradas.

  • Andy! Ignoraba que estuvieses aqu. Alguien debi deciros eso insisti el muchacho. No, Andy. Somos investigadores, y, sencillamente, lo hemos averiguado. Significan tus palabras que estamos en lo cierto? Andy asinti. Todo; incluso lo de Khan. Es cierto que usa un nombre falso, pero es actor de circo. Necesitaba dinero y vino a trabajar con nosotros. Las ferias son inferiores a los circos, y no quiso que nadie supiera que trabaja con nosotros. Incluso ignoramos su verdadero nombre, pero es un buen forzudo. Te creo, Andy asever Jupiter, empero no hay duda en cuanto a que alguien intenta perjudicaros. Nos gustara ayudaros a esclarecer los hechos, si es que tu padre nos lo permite. Andy los observ un momento, antes de hablar. Si nadie os lo cont, decidme cmo lo averiguasteis. No creo en la magia; no, seor. Cmo lo hacis, chicos? Elemental, mi querido Andy le dijo Jupiter, que se sonri. Bob y Pete se sonrieron tambin, mientras su jefe explicaba cmo haban logrado averiguar los problemas de la feria. Andy, admirado y sorprendido, exclam: Cominos vosotros s que sois buenos detectives! Apuesto a que podrais descubrir qu sucede en la feria. Pero los feriantes son muy orgullosos y mi padre no quiere ayuda exterior. En tal caso su negocio no tardar en hundirse coment Jupiter.

  • Lo s. Si no pagamos la semana prxima... Andy se interrumpi, pero a su rostro aflor una firme determinacin. bien, si mi padre no quiere, yo s! Muchachos, alguien intenta que mi padre pierda la feria por ? mi causa.

  • CAPTULO 7 Descubrimiento alarmante Es mi abuela! Odia a pap confes Andy. El rostro del muchacho se entristeci. Mi madre falleci cuando yo era pequeo. Sufri un accidente. Apenas la recuerdo. Lo sentimos, Andy se condoli Bob. Sucedi hace mucho. Mi abuela materna nunca acept a pap por causa de la feria. Se opuso a que mam se casara con l, y cuando ella muri, mi abuela culp a pap y a la feria. Odia a sta, y dice que no es lugar adecuado para un chico. La muerte de mam desmoraliz a mi padre, y desde entonces la feria va de mal en peor. Yo era pequeo y mi abuela se empe en que viviese con ella. No es rica, pero tiene algn dinero, y pap viajaba mucho. Al fin consinti en que me fuese con la abuela. El rostro de Andy se ensombreci. Me hice mayor y dej de gustarme la compaa de la

  • abuela. Ella es amable, pero todo le asusta y no me dejaba hacer nada. Ansi estar con mi padre en la feria. Eso me indujo a huir y reunirme con l. Mi abuela, enloquecida, trat de obligarme a regresar, pero pap la mand a casa. Jupiter lo interrumpi. Hubo amenazas, Andy? El chico asinti. Dijo que no consentira en yerme hecho un saltimbanqui como pap, expuesto a correr la misma suerte de mi madre. Amenaz con recurrir a la ley y demostrar que pap no poda cuidarse de m. sa es la razn de que pap tratase de probar suerte en California. As se alejaba de la abuela, y tal vez ganarla suficiente para refutar sus alegaciones. Pero esos accidentes...! Pap puede perder todo el espectculo. Jupiter asinti grave. Crees que tu abuela ir tan lejos como para arruinar la feria? Lo ignoro, Jupiter. He intentado no pensar en ello. Siempre fue buena conmigo, pese a su odio hacia pap. Y no se me ocurre que pueda ser otra persona. Pero esos accidentes pudieron perjudicarte, Andyarguy Jupiter, pensativo. No creo que recurriera a tan desesperadas medidas. Quizs haya algn enemigo de tu padre que t desconozcas. Alguien con un motivo ms fuerte para arruinarlo. Lo ignoro, Jupe. En cambio, s que se saldr con la suya si no lo averiguamos contest Andy. Todo el personal de la feria espera asustado el prximo accidente. El prximo? repiti Jupiter, sorprendido. De he-

  • cho debiera de haberse tranquilizado ya, pues se consum el tercer accidente. Andy deneg con la cabeza. Para ellos la escapatoria de Rajah no cuenta, porque nadie sufri dao alguno, gracias a Pete. An esperan el tercero. Eso es peligroso seal Bob. Lo que la gente aguarda, sucede un da. Bien intervino Pete, si hay un responsable de estos accidentes, ocurrirn otros. Estamos de acuerdo, Segundo contest el jefe, sobriamente. y me preocupa que la escapatoria de Rajah no se parezca a los otros dos accidentes. No sigue el mismo modelo. Los anteriores sucedieron con la feria cerrada. Ninguna persona poda sufrir dao. Es como si el causante slo hubiera pretendido causar perjuicio en las Instalaciones. En cambio, si Pete no llega a detener a Raah, hubiera sido muy peligroso para las personas. Quiz la escapatoria de Rajah fue Un verdadero accidente aventur Pete. No, estoy convencido de que no insisti Jupiter, frunciendo el ceo. Es anonadante, muchachos, cuando algo no encaja. Debemos buscar la pieza que resuelva este rompecabezas. Bien, ya es hora de que todos regresemos a la feria. Puedes hacernos pasar, Andy, aunque ahora est cerrado? Por supuesto que si. Dir que deseis ver el ensayo general y puesta a punto. Todos saben lo de Pete y Rajah, y no se sorprendern. Qu buscaremos, Primero? quiso saber Pete.

  • No estoy seguro admiti Jupiter. Alguna clase de relacin entre los tres accidentes, o algo que se asemeje a un sabotaje. En fin, cualquier cosa no habitual o sospechosa. Tendremos que ser cautelosos, por lo tanto... Todos oyeron una voz lejana procedente del exterior. Pete se precipit al Todolov. Es ta Mathilda inform. Quiere a Bob. Algo relativo a una cita. La cita con mi dentista gimi Bob. Lo olvid. Jupiter frunci el ceo. El Primer Investigador detestaba que sus planes fueran interferidos. Suspir. Ser mejor que vayas, Tercero. Empezaremos solos. En caso de que nos ausentemos de la feria o sigamos a alguien, utilizaremos mis nuevas seas direccionales, para que puedas localizarnos. Tus nuevas, qu? exclam Pete. Seal direccional y de alarma o emergencia explic Jupiter, sintindose orgulloso. En eso trabajaba ayer, Segundo. Lo acab esta maana mientras os esperaba. Slo he podido completar dos unidades. Nos llevaremos una y daremos a Bob la otra. Es precisamente lo que necesitamos esta vez. Nuestras radios seran demasiado visibles. Debemos dar la sensacin de que no buscamos nada. Qu hace tu seal, Jupe? interrog Andy. Es un sistema de localizacin. Algo as como una paloma mensajera. Emite un ruido continuado que se vuelve ms intenso a medida que uno se acerca al otro detector. Va dotado de una esfera que indica la direccin. Es una sencilla esfera con una flecha, que muestra s la seal viene de la derecha, de la izquierda o del frente. Cada unidad es a la

  • vez emisor y receptor, y lo suficientemente pequea para llevarla en un bolsillo. Para las emergencias, la unidad posee una pequea luz roja que se activa sola cuando uno de nosotros se halla en peligro. Basta con decir la palabra auxilio cerca de la unidad, y la luz roja se encender en las otras unidades. Es preferible a las radios porttiles, por su menor volumen. cominos! Andy no ocult su admiracin. Eres capaz de todo, verdad, Jupiter? Bueno, Andy... el Primer Investigador confundise un instante. Intento mantener nuestro equipo de investigacin a la altura de los tiempos. Nuestra seal slo puede ser captada por una de nuestras propias unidades, y su alcance es de unos cinco kilmetros. Me llevar la ma e ir a la feria tan pronto pueda dijo Bob. El Tercer Investigador recogi su bicicleta y dijo a ta Mathilda que se iba al consultorio del dentista. Los otros salieron unos minutos despus y se dirigieron a la feria. El da soleado se volva gris y el viento aumentaba. De no estar en California del Sur y a principios de septiembre, los chicos habran esperado lluvia. Incluso sin llover, el da se haba vuelto triste y sombro mientras pedaleaban hacia el recinto ferial. Andy dijo Jupiter, desmontando de su bicicleta, te incorporars a tu trabajo para que nadie recele. Pero mantn abiertos los ojos en tu barracn de tiro. Pete vigilar a los artistas y yo paseare entre las cabinas y las tiendas. Permaneced alerta y captad cualquier cosa extraa o sospechosa. Entendido?

  • Andy y Pete asintieron, y los tres caminaron hacia sus puestos. Bob lleg al consultorio del dentista, pero ste se hallaba ocupado en una urgencia, y el chico tuvo que aguardar. Impaciente, hoje todas las revistas, maldiciendo interiormente la espera que le impeda irse a la feria. Despus de acabar con las revistas, decidi consultar la primera edicin vespertina del peridico de Rocky Beach, por si haca referencia a la escapatoria de Rajah. No encontr mencin alguna sobre el len, pero s un artculo sobre la feria, animando a la gente a que fuera a visitarla. Bob, hijo de un periodista de uno de los ms importantes rotativos de Los ngeles, comprendi en seguida que aquel articulo era lo que los profesionales denominan recurso. Su autor no haba estado en la feria. Sencillamente, se haba inspirado en la propaganda llegada a sus manos. Semejante prctica es muy frecuente en los peridicos de poca importancia. No obstante, Bob consider una gran suerte que no hubiera habido ningn reportero en la feria la noche anterior. De haberse publicado la historia de Rajah, las autoridades locales hubieran revocado la licencia para la feria. De repente, su atencin fue captada por un pequeo anunci:

    SE NECESITAN GATOS GIBOSOS Gatos de pao para nios pequeos. Deben ser a rayas rojas y negras, con lomo encorvado, un solo ojo, y collar rojo. Se pagarn 25 $ por cada gato que se

  • ajuste a esta descripcin. Llamen al 7-2222, de Rocky Beach. Bob dio Un salto. La descripcin era exactamente la del gato giboso que Pete ganara, y perdiese despus. Rasg el anunci y corri hasta la puerta del despacho del odontlogo. Doctor! Tengo que irme grit, y antes de que el dentista pudiera contestar, corra hacia su bicicleta.

  • CAPTULO 8 Quin quiere un gato giboso? En la feria, Pete llevaba ms de una hora sumido en atenta observacin. Los dos cmicos ensayaban Un nmero distinto del presenciado por Pete la noche anterior. El payaso alto y tristn portaba una escoba diminuta y un recogedor de basura con tapa y largo mango. Cada vez que alzaba del suelo el recogedor, se abra su fondo y desparramaba los residuos. El cmico contemplaba tristemente lo caldo, mientras su compaero bajo y gordo se desternillaba de risa. El come fuegos practicaba con tacos llameantes sujetos en las puntas de sus espadas. Pete, admirado, vio cmo se los pona tranquilamente en la boca. Khan, el forzudo, alzaba pesos y parta gruesos libros. Pete lo observ detenidamente, sin que en ningn momento le resultase sospechoso. El Gran Ivn trabajaba en el interior de la jaula de exhibicin con Rajah, enseando al magnfico len un nuevo nmero sobre las cubas rayadas que los chicos pintaran.

  • Los equilibristas ensayaban su especialidad sobre alambres tensados entre dos altos postes. Jupiter deambulaba entre casetas y tiendas donde los empleados hacan reparaciones disponindolo todo para el espectculo nocturno. Tampoco descubri nada sospechoso. Se hallaba ante el tiovivo cuando Andy se uni a l. El muchacho haba terminado su trabajo en el barracn de tiro. No probis la noria, Andy? pregunt Jupiter. Seal la quieta y enorme rueda, con sus gndolas cubiertas con una lona. Vale demasiado el hacerla funcionar explic Andy. La ponemos en marcha en el momento en que abrimos la feria, y ello sirve de prueba. Tenis un mecnico que se encargue de ella? Lo hace mi padre. Jupiter se qued pensativo. Es la atraccin ms importante. Vale como el smbolo de las ferias. Ah viene Bob dijo Andy. Parece alterado. Bob pedaleaba con vigor hacia Pete. No tardaron ambos en reunirse con ellos. Bob empez a hablar antes de descender de la bicicleta. Jupe! Alguien est interesado en comprar gatos gibosos! Gatos iguales al que yo perd! exclam Pete. No creo que Pete lo perdiese dijo Bob, buscando en uno de sus bolsillos el anuncio arrancado del peridico. Estoy convencido de que se lo robaron. Mira esto, jefe. Todos se reunieron alrededor de Jupiter mientras lea el

  • pequeo anuncio. Sus ojos brillaron de modo elocuente. Si, parece que buscan gatos como el de Pete admiti el Primer Investigador. Andy, cuntos gatos de esta clase tenias t? Cinco en Rocky Beach, Jupe. El de Pete era el ltimo. Jupiter asinti. Y Pete perdi el ltimo. O como dice Bob, quiz se lo robaron. En tal caso, sera la segunda vez que roban el mismo gato. Muchachos, creo que empezamos a vislumbrar una pista. Qu pista, Primero? quiso saber Bob. Alguien desea esos gatos gibosos, Tercero afirm Jupiter convencido. Quiz los quiera todos.., o slo uno. Ahora comprendo por qu soltaron a Rajah. S? exclam Pete. Por qu? Por qu soltaron a Rajah. Primero? inquiri Bob. para distraernos, Tercero! declar Jupiter. El viejo, al fracasar en su empeo de robar el gato, debi regresar a la barraca de tiro, y vio cmo Pete se lo llevaba. Mientras nosotros disparbamos, fue en busca de Rajah. Y tan pronto vosotros dos y Andy fuisteis al remolque, lo solt para distraernos. Pete dej caer el gato y se olvid de l. Luego, el anciano, slo tuvo que recogerlo y llevrselo. Recanastos, jefe! exclam Pete. cunto me gustaba poseer el dichoso minino! Ha de ser valioso e importante. Eso me temo concedi Jupiter. Andy, habla algo especial en esos gatos gibosos? Se te ocurre por que alguien pudiera desear uno de ellos, o todos? Andy deneg con la cabeza.

  • Ignoro el motivo, Jupe. No hay nada especial en ellos que yo sepa. Jupiter reflexion Un momento mientras los otros lo contemplaban. El recio Primer Investigador se mordi el labio. Slo hay tres posibilidades o razones, chicos dijo al fin. Primero, que alguien desee poseer todos esos gatos, segn se desprende de la lectura del anuncio. Segundo, los gatos gibosos, todos juntos, significan algo. Insinas una razn parecida a la del caso del Loro Tartamudo? se apresur a preguntar Bob. Se refera a un grupo de loros a quienes por separado se les ense parte de un mensaje que resolva un misterio. Exacto confirm Jupiter. Y, tercero, quizs uno de ellos tenga algo valioso que Andy no sepa. Se volvi a ste. Habis estado con la feria en Mjico, o en otro lugar prximo a la frontera? No, Jupe. Slo en California. Por qu en Mjico precisamente? inquiri Bob. Pensaba en contrabandistas. Estos individuos a menudo ocultan cosas en el interior de artculos, semejantes a esos gatos. Dnde los obtuvisteis, Andy? En Chicago. Pap los compr al mismo fabricante. Jupiter frunci el ceo. Bueno, hay algo importante en esos gatos, y tenemos que averiguarlo. Una cosa me intriga, no obstante. Por qu el viejo intent robar solamente el ltimo gato? Andy, hoy es tu tercer da en Rocky Beach, verdad? As es. Hemos dado dos representaciones. Llegamos la otra noche desde San Mateo. Y cundo diste los gatos? pregunt Jupe.

  • Cuatro la primera noche explic Andy. El quinto es el de Pete. Cmo es que entregaste cuatro gatos la primera noche? No te parece un exceso de primeros premios? Procuramos que la primera noche haya muchos ganadores explic Andy. Queremos que la gente hable de que han ganado. Es una buena publicidad. Siempre fueron primer premio los gatos? pregunt Jupiter. Oh, no. Suelo cambiar los primeros premios. Perd los mejores en el incendio de San Mateo, y por eso ofrec los gatos gibosos aqu. Jupiter reflexion. Guardabas los gatos en el remolque? Estaban seguros all? Bueno, el remolque siempre lo tengo cerrado. Cuando la feria no funciona lo ponemos junto a nuestro remolque vivienda y, adems, est dotado de un timbre de alarma. Ms de una vez han intentado robarnos, especialmente los chiquillos. Siempre hay alguno alrededor de nuestro campamento. Y si funciona la feria, lo tengo cerrado detrs del barracn, de modo que pueda verlo. Supone eso que resultara muy difcil robar un gato sin ser visto? Naturalmente. Claro que durante la noche y la mayor parte del da es factible entrar en el remolque, pero sonara la alarma y el ladrn sera descubierto. Si acept Jupiter, y los chicos presintieron cmo el engranaje mental del Primer Investigador se mova. Salisteis de San Mateo con cinco gatos gibosos, y vinisteis

  • directamente aqu. Hubiera resultado difcil robar los gatos entre San Mateo y Rocky Beach. Tampoco era fcil robarlos del remolque sin ser descubiertos. El da de vuestra presentacin entregaste cuatro gatos como primer premio. Luego, anoche, el viejo del bigote y gafas oscuras intent hacerse con el ltimo. Fall, y Pete lo consigui. Rajah fue soltado, y Pete perdi su gato. Ahora alguien publica un anuncio pidiendo gatos. As ha sucedido convino Andy. Pero, qu significa todo eso, Jupe? Los ojos del Primer Investigador adquirieron el fulgor tan conocido por Bob y Pete, y supieron que estaba a punto de madurar una teora. Un hecho queda en pie, Andy dijo el recio jefe de los investigadores. Nadie intent robar tus gatos antes de anoche. A mi, eso me sugiere dos probabilidades. Los ojos de Jupiter relampaguearon. Estoy convencido de que los gatos se hicieron valiosos slo en los ltimos das. Y el hombre que ansia esos gatos es miembro de la feria.

  • CAPTULO 9 Jupiter concibe un plan Pero, Jupiter protest Andy, nadie en a feria se parece al viejo del bigote. Simple disfraz, Andy. Recuerda que era un bigote espeso, que el sombrero le ocultaba el rostro, que usaba gafas oscuras y haba anochecido. Caracoles! salt Pete. Un miembro de la feria hubiera podido hacerse con los gatos en cualquier ocasin favorable. Exacto convino Bob. Luego no precisaba de disfraz, jefe. Pudo cogerlos sin temor a ser descubierto. Estis en un error, amigos. El hecho de que no se intentase asaltar al remolque es precisamente lo que me convence. Un forastero sencillamente lo hubiera hecho, incluso sabiendo lo difcil que le resultara, y sin temor a ser reconocido. Y bien? dijo Bob. Un miembro de la feria hubiera tenido que disfrazarse,

  • con riesgo de ser identificado continu Jupiter. Adems, nunca ignorarla cun difcil le sera penetrar en el remolque. En caso de huir, su ausencia habra sido advertida y, de no hacerlo, se arriesgaba a ser visto con los gatos. Por otra parte, llevrselos del remolque revelarla inters o valor para alguien. Rbanos picantes, Jupiter! exclam Pete. Supone eso que al ladrn no le Interesaba se supiera que haban sido robados? Ahora das en el clavo, Segundo. Sin duda, su propsito fue evitar que nadie prestase atencin a esos gatos. El ladrn temi que alguien pudiera sospechar su valor. Y no comprendo que a un extrao hubiera podido importarle. Uf, parece que tienes razn! admiti Andy. S que la tengo. El hecho de que el ladrn esperase hasta anoche, me reafirma en mi teora. Por tratarse de un empleado de la feria, tuvo que acentuar sus precauciones. l poda aguardar y elegir el momento adecuado para no !levantar sospechas. Slo que esper demasiado. ,Demasiado, Jupe? Pete se hallaba perplejo. Si, amigo mo. Segn Andy, los gatos se ofrecieron de primer premio aqu, en Rocky Beach. l entreg cuatro la primera noche. Eso no se lo esperaba el ladrn, y tuvo que actuar de prisa. Entonces se apoder del ltimo, pero lo perdi. En su desesperacin recurri al arriesgado truco de soltar a Rajah. Andy exclam sorprendido: Slo alguien que conociera a Rajah poda intentarlo Lo peor sigui Jupiter, es que ahora debe estar mucho ms desesperado. Me lo confirma el anuncio. Tal vez

  • el gato de Pete no sea el que deseaba, e Intenta hacerse con los otros, o bien los quiere todos. Bob asinti. Creo que ests en lo cierto, Primero. Sin embargo, por qu se transformaron en valiosos precisamente en los ltimos das? Porque nada aconteci durante las tres semanas antes del incendio de San Mateo, Bob explic Jupiter. A menos que se tratara de un accidente verdadero, todo sucedi despus de eso. Tal vez el fuego constituy el primer intento de conseguir los gatos. Estuvieron en el remolque mientras permanecisteis en San Mateo, Andy? Algunos si. Otros los tena expuestos. Pero, Jupe arguy Bob. Segn t, el ladrn aguardaba su oportunidad. Su intento de hacerse con los gatos en San Mateo, no echa por tierra tu teora? Por supuesto que no replic Jpiter, algo ofendido. Dije que esperaba una buena oportunidad. Si, lo intent en San Mateo, fall y esper una nueva ocasin. Claro que el incendio pudo obedecer a otras razones; eso es algo que hemos de averiguar, muchachos. Ahora lo importante es saber qu sucede, y quin desea con tanta ansiedad esos gatos. Cmo lo sabremos? inquiri Pete. Jupiter respondi luego de breve meditacin: Te quedars aqu, Pete. Sitate donde puedas ver a cualquiera que abandone el recinto, sin que a su vez te descubra. Es necesario hacer eso? protest el inquieto muchacho. Tengo la certeza de que el ladrn es Un empleado de

  • la feria dijo Jupiter. Y ste habr de salir para reunirse con las personas que contesten su anuncio, a menos que disponga de un socio. No obstante, por su modo de actuar opino que est solo se volvi a Bob. Tercero, entrgale tu emisor-receptor de seales. Me quedo el mo para nosotros. Vas a alguna parte? inquiri Andy. Puedo ir con vosotros? Bien, Andy; pero tenemos que darnos prisa concedi Jupiter. Dnde vais, Jupe? grit Pete. Su pregunta rebot en las espaldas de sus amigos, que corran hacia su bicicletas. Cuando Jupiter tena un plan de accin, raramente se entretena a dar explicaciones a sus compaeros de investigacin. Pete contempl cmo se alejaban. Luego busc donde ocultarse sin perder de vista las salidas del recinto. Su mirada se detuvo ante la alta vala del parque de atracciones abandonado, a unos veinte metros de la puerta principal. En la parte inferior de la vala descubri una abertura. Por encima de la vala sobresalan las vigas de las montaas rusas. Era, sin duda, el lugar ideal para observar la feria sin ser visto. Pete mir en derredor, sin que advirtiera la presencia de nadie interesado en l. Todos parecan hallarse demasiado ocupados. El Segundo Investigador anduvo con naturalidad hacia la, vala del viejo parque de atracciones. Seguro de no ser visto, se desliz por la abertura y camin entre las construcciones abandonadas y medio derruidas de lo que antao fuera un animado lugar de diversin. Escal las ruinas de las montaas rusas hasta un lugar desde el que observar la salida de la feria.

  • Sentado entre las vigas empez la vigilancia. Se senta intranquilo. El fro viento arrancaba gemidos a los viejos maderos y las vallas pareca haberlos separado del mundo de los vivos. Cual fantasma, las montaas rusas se alzaban amenazadoras en el grisceo da. La Gasa de la Risa entre l y la vala le pareci irreal, con su entrada a travs de la gran boca riente de un gigante. A la derecha, junto al ocano, el Tnel del Amor presentaba sus paredes agujereadas y tambaleantes. Un estrecho canal de agua sucia lama la entrada. All, pequeas embarcaciones haban aguardado para llevar de paseo a las parejas. La deprimente soledad huy de Pete cuando un hombre apareci en la puerta principal de la feria, y luego de observar las inmediaciones, se fue con prisa hacia el barrio comercial de Rocky Beach. Pete lo sigui con la vista, seguro de que haba algo familiar en l, pero vesta traje de ciudad y, a cincuenta metros, en la claridad tristona del da grisceo, no pudo reconocerlo. Sera Khan? Tena hombros macizos y barba. Pero no abundante cabellera, si bien poda llevarla oculta debajo del sombrero. Sin los ajustados pantalones, pareca otro, y Pete no estuvo seguro. Mientras el muchacho se debata en sus dudas, otro hombre surgi en la puerta. Su figura alta, de nuevo vagamente familiar, le record al Gran Ivn. Pete se desalent al comprender que a cincuenta metros no reconocera a ningn artista sin su traje de trabajo. Otros dos hombres salieron por la puerta lateral. Uno era viejo, de pelo gris, alto tambin. El otro, calvo y de mediana

  • edad, hubiera podido ser el tragafuegos, pero el primero no le record a nadie. Malhumorado, el Segundo Investigador continu su vigilancia. La salida de otras personas del recinto ferial le hizo suponer que haba concluido la hora de los ensayos. Aunque llegara a identificarlos, de nada servira. Al fin, un rostro conocido apareci en la puerta lateral: era el seor Carson. El padre de Andy camin de prisa hacia un coche pequeo y se march en l. Pete se pregunt si deba de quedarse all o irse en busca de sus amigos. El viejo parque de atracciones cruja amenazador bajo el soplo del creciente vendaval.

  • CAPTULO 10 El hombre tatuado Jupiter, Bob y Andy se fueron en sus bicicletas directamente al Patio Salvaje. Una vez all, el Primer Investigador desapareci entre la pila de chatarra sin decir palabra. Qu hace Jupiter, Bob? pregunt Andy. Lo ignoro. Cuando el jefe tiene algn proyecto gordo, suele contarlo una vez resuelto, pero no antes. Oyeron ruidos y golpes entre trastos viejos. Jupiter pareca remover objetos pesados. Al fin oyeron un grito de triunfo, y el fornido Primer Investigador surgi al aire libre. Mostraba una amplia sonrisa y llevaba un objeto extrao. Saba que tenamos uno aqu dijo exaltado. En el Patio Salvaje de los Jones hay de todo! Alz un gran gato de pao como Bob y Andy jams haban visto. Su cuerpo, a motas negras y blancas, luca unas patas rasgadas, le faltaba un ojo y el relleno le colgaba. Para qu lo quieres, Jupiter? pregunt Andy. Para contestar al anuncio.

  • Pero, Jupe objet Bob, ste no se parece en nada a los gatos gibosos de Andy. Se parecer, se parecer afirm Jupiter. Vamos. Se introdujo en el Tnel Dos hasta el Puesto de Mando, seguido de Bob y Andy. All se acomod frente a un pequeo banco de trabajo. Bob, llama al nmero de telfono del anuncio y averigua dnde hemos de ir. Jupiter comenz a trabajar con el fesimo gato. Us un tinte rpido, aguja e hilo, y trozos retorcidos de alambre para reconstruir y reparar el felino. Trabajaba aprisa y en silencio, con los ojos brillantes. Bob colg el auricular y se uni a Andy ante el banco. Tienes la direccin, Tercero? pregunt Jupiter sin alzar la vista. El nmero era de una agencia. Me dijeron que fuera al nmero 47 del camino de San Roque. Eso est a slo diez bloques de aqu. Bien. Llegaremos con tiempo sobrado, puesto que fue anoche cuando se public. Probablemente utiliz esa agencia al carecer de una direccin fija. Media hora despus, Jupiter, satisfecho, pona un collar teido de rojo alrededor del cuello del gato de pao. Ah tenis! Rojo y negro, tuerto, con giba y un collar rojo. Aun as, no se parece a los gatos de Andy insisti Bob. Pero basta para nuestros fines declar Jupiter. Ahora vamos a vender un gato giboso.

  • Quince minutos ms tarde, Bob, Andy y Jupiter se agachaban tras un macizo de palmeras no lejos del nmero 47 del camino de San Roque. Se trataba de una casita con un descolorido letrero anunciando un taller de relojera. Pareca desierta en el triste atardecer, sin cortinas en las ventanas ni luces en su interior. Pero la calle no estaba desierta. Varios chicos aguardaban reunidos con gatos de pao debajo del brazo. Los aspirantes a vendedores hallbanse ansiosos ante la puerta de la casa cerrada con llave. La mayora de esos gatos no coinciden con lo solicitado observ Jupiter. Todos pretenden cobrar veinticinco dlares por gatos que apenas valen diez. Si, quieren algo por nada intervino Andy. Los feriantes sabemos eso. Un pequeo coche azul se detuvo junto a la casa. Su conductor descendi y se apresur hacia la puerta. Estaba demasiado lejos, y los chicos no pudieron verlo bien. El hombre abri la puerta principal y el grupo de ansiosos vendedores de gatos entr tras l. Andy se alz entusiasmado. Qu hacemos ahora, Jupiter? Reconoces el coche azul, Andy? ste mir hacia el distante automvil. No, Jupe; no creo haberlo visto antes. Los feriantes usan coches grandes para el arrastre de sus remolques.

  • De acuerdo acept Jupiter. T y yo nos quedaremos aqu. Debemos ser cautelosos; si bien no creo que el ladrn sospeche que alguien lo vigila. De todos modos, si estoy en lo cierto y se trata de un feriante, te reconocerla en seguida, Andy. Qu hago? pregunt Bob. Demasiado lo s! Exacto, Bob. Entrars a vender tu gato. Ya s que rehusar comprarlo, si mis deducciones son correctas, pero t vers quin es, y quizs averiges qu hay de valioso en los felinos. De acuerdo, jefe. Con el gato falso, Bob se alej en bicicleta hasta llegar a la casita. Se detuvo ante la puerta y desmont. Luego se uni al grupo de chicos. En una habitacin amueblada con sillas de raspado recto y una sola mesa alargada, un hombre casi oculto por la concurrencia examinaba los gatos. Lo siento, estos tres no me sirven deca con voz ron-ca a dos muchachos. Comprendido, slo me interesa una cierta clase de ellos. No, se tampoco. Lo siento. Mi anuncio deca claramente qu clase de gato deseaba. El hombre alarg un brazo para coger rpidamente uno exacto al que Pete haba ganado en la feria. Bob mir fijamente aquel brazo. Era el izquierdo y luca un gran tatuaje, con un barco, claro e inconfundible. sta es la clase de gato que necesito, hijo y el hombre le entreg veinticinco dlares. Bob no escuchaba. Si el hombre era un feriante, Andy sabra de aquel tatuaje. Alz sus ojos en lnea recta al rostro atezado del hombre del tatuaje.

  • T, el del jersey rojo. A ver tu gato? Bob se acerc a la mesa. El hombre examin el suyo, y luego se sonri. Es una buena imitacin. A mis chicos les gustar. Aqu tienes tu dinero, hijo. Aturdido, Bob lo cogi sin saber qu suceda en realidad. Miraba como hipnotizado al hombre. Por fortuna, ste se distrajo con otros gatos. Bob retrocedi unos pasos. En el suelo, junto a la mesa, habla un montn de gatos de trapo. Uno era el suyo; dos semejaban ser el ganado por Pete, y otro era completamente distinto. Los chicos empezaban a marcharse. Bob, indeciso, decidi quedarse. Necesito gatos que hagan juego con uno gigante que mis hijos tienen en casa explic el hombre. Lo trajeron de Alemania. Un jovencito a quien haba rechazado el suyo, dijo: Yo s quin tiene uno como el que usted quiere, seor. Mi amigo BilIy Mota gan un gato en la feria. S? contest el hombre tatuado. Puede ser que no haya ledo mi anuncio. Desgraciadamente, me marcho hoy. Vive cerca de mi casa, en Chelham Place, 39. Lo siento. Ya no hay tiempo, hijo. Bob tuvo la impresin de que los oscuros ojos del hombre tatuado se haban clavado en l. Ya slo quedaban en la estancia unos cuantos adolescentes, y Bob comprendi que resultara sospechoso permanecer all despus de haber vendido su gato. Mientras el hombre compraba otro felino, aparentemente igual al de Pete, el Tercer Investigador se desliz silencioso

  • por la puerta. Pedale fuerte de regreso a las palmeras, donde Jupiter y Andy le aguardaban ansiosos. Estuviste mucho rato ah dentro! exclam Andy. Quise averiguar lo que hay de valioso en esos gatos, pero no pude explic Bob. De todos modos, vi al hombre. Andy, es bastante alto, moreno, y tiene un tatuaje grande con un barco en su brazo izquierdo. Conoces algn hombre as en la feria? Un barco tatuado? Andy frunci el ceo. No, Bob. Algunos artistas llevan tatuajes marcados, pero no he visto ningn barco. Jupiter se hallaba pensativo. Probablemente mantenga oculto su tatuaje en la feria. Aunque podra ser falso. Andy investig su coche, y no hall ninguna pista. No obstante, tomamos la matrcula. Tengo algo ms importante, Jupe dijo Bob. Compr el gato! Jupiter pregunt, incrdulo Lo compr? Bob mostr los veinticinco dlares. Compr cinco gatos. Tres se parecan a los de Andy, pero el nuestro y otro, no. Qu tramar, Jupe? Crees que pudo reconocerte? Si no le he visto jams! Puede ser que se trate del ladrn de anoche. En tal caso, si te reconoci, comprara gatos falsos para desorientarnos. Ests seguro de que adquiri tres como los mos? pregunt Andy. Desde luego, si bien un chico le habl de que un ami-

  • go suyo habla ganado un gato en la feria. Seguramente, se aprenderla la direccin del chico, igual que yo. Billy Mota, y vive en Chelham Place, 39. Buen trabajo, Bob alab Jupiter. Si los tres que compr no resultaron ser lo que desea, Ir por el cuarto. Nosotros tambin visitaremos a Billy Mota, pero antes hemos de ver qu hace con los gatos que tiene, y... Andy le interrumpi: Me parece que sale el ltimo chico. Contemplaron cmo un muchacho solitario sala de la casa con un gato azul y blanco. El hombre apareci en la puerta, mir arriba y abajo de la tranquila calle, y luego regres al interior. Vamos susurr Jupiter. Oscureca por momentos mientras se acercaban a la casa. A travs de la ventana de la sala observaron el interior. Ah est susurr Bob. El atezado individuo se sent a la mesa, donde haba tres gatos gibosos, todos ellos iguales al que Pete perdiera. El hombre los examin uno tras otro. Todos son gibosos susurr Andy. iMirad el rincn! dijo Jupiter. En el suelo, detrs de la mesa, haba dos gatos ms, que no se parecan a los de Andy. Jupiter coment: Aquellos los ha desechado! Slo quiere tus gatos, Andy. Chisssssst! demand Bob. Jupiter haba elevado la voz al advertir que el hombre tatuado realmente persegua los gatos de la feria. ste se puso en pie con un cuchillo largo y reluciente en la mano.

  • CAPTULO 11 Encerrona! Inmviles y mudos, los chicas permanecieron junto a la ventana. De repente, el hombre rasg un gato, luego otro, y, finalmente, el tercero. Se detuvo a observar el contenido de los mismos, y en seguida empez a tirar el relleno de trapo al suelo. Lo hacia con frentica prisa, buscando, anhelante. Poco despus solt el cuchillo y se dej caer en la silla. Miraba furioso los restos de los tres gatos. Bob susurr: No encontr lo que busca! No convino Jupiter. Empero lo que sea est en el interior de los gatos, o de un solo gato. Luego las probabilidades de hallarlo se reducen al que falta. El que tiene Billy Mota. Si nos damos prisa, podemos llegar antes... Jupiter grit Andy. Se marcha! El hombre se haba puesto en pie de un salto. Sus ojos miraban furiosos en derredor. Luego cogi su sombrero de una silla.

  • No s, Bob. Quiz si pedaleamos con todas nuestras energas tengamos tempo de... se interrumpi para aadir: Bueno, si no hay nadie en la casa cuando llegue el hombre tatuado. Es una posibilidad, Jupe admiti Bob. Andy dijo: Debe de haber un telfono pblico en alguna parte cerca de aqu, Jupe. ste gimi. Oh, cmo no se me ha ocurrido antes! De repente, oyeron pasos cautelosos en el exterior. La sangre se les hel de espanto. Bob se asom a una ventana. Mir fuera y retrocedi. Es el hombre del tatuaje! Regresa! La ventana! susurr apremiante Andy. No hay tiempo, amigos dijo Bob, asustado. rpido, entonces, a la otra habitacin! orden Jupiter. Era un cuarto pequeo totalmente vaci y a oscuras. Cerraron la puerta y contuvieron la respiracin. La puerta de la calle se abri y volvi a cerrarse. Sigui un largo silencio. De sbito, una voz rasposa se ri junto a la puerta del cuarto vaco. Era una risa baja, desagradable. Vaya chicos listos! Tendr que reprimir vuestra curiosidad, aunque slo sea por vuestro propio bien, amiguitos. Los tres se miraron desalentados. Se oy otra carcajada. Os cresteis fuera de visin en la ventana, eh? En realidad se necesita ser mucho ms listo para engaarme. Vaya tro de mentecatos! Ni siquiera me habis odo regresar. Bien,

  • os sobrar tiempo para reflexionar sobre vuestra estupidez. Captaron el roce de la llave que giraba en la cerradura del cuarto, y luego un ruido deslizante como si pusieran una barra de metal en la puerta. Bien, as os mantendris quietos. Pero aceptad mi consejo! sabuesos. Cuando salgis, alejaos de mil No hubo risa esta vez. Oyeron pisadas que se alejaban y el portazo de la puerta de la calle. Un estado silencio se hizo en la casita. La ventana! grit Jupiter. Tent en la oscuridad, busc para abrir los postigos exteriores... y se detuvo. La ventana tiene reja! se lament. Este cuarto debi ser el almacn del relojero que vivi aqu. Abre los postigos y grita! sugiri Bob. Las voces rebotaron en el cielo gris, sin que nadie acudiese. La casita se hallaba aislada. Andy, sentado en el suelo, observ la penumbra. De repente grit: Mirad! Hay otra puerta! Jupe se abalanz a ella. Pero estaba cerrada y era muy fuerte. Somos sus prisioneros, amigos. Ese hombre conseguir el gato gimi Andy. Puede ser que no habl Jupiter. Olvidaste mi nuevo invento. Pete ver la luz roja, y la aguja direccional le conducir hasta nosotros. El Primer Investigador sac el diminuto instrumento y se inclin sobre l. Auxilio! grit. Auxilio! El pequeo ingenio empez a zumbar muy quedo.

  • Se ilumina slo en el instrumento receptor explic Jpiter. Permanecieron atentos y en silencio, ansiosos de que Pete advirtiera la seal de socorro.

    * * *

    El emplazamiento de viga de Pete sobre las vigas de la vieja montaa rusa, era azotado por el fuerte viento procedente de las montaas. Apenas divisaba ya las salidas del recinto ferial, debido al lgubre atardecer. Ninguna de las personas que se ausentaran haba regresado, y la feria sera abierta al pblico una hora ms tarde. Dnde se encontraban? Y, dnde se encontraban tambin sus amigos? Andy deba hallarse en la caseta de tiro antes de que abriese la feria. Tampoco era normal que Jupiter o Bob permanecieran tanto tiempo alejados sin enviar un recado. Pete se preocup. La costumbre de Jupiter de mantener sus planes secretos para sorprenderlos despus, enojaba a Pete. Al Primer Investigador le gustaba dramatizar, aunque eso le haba puesto en ms de una ocasin en serios apuros. Pete se resista a abandonar su puesto, pero sentase intranquilo. Descendi del maderamen y se apresur entre las ruinas del parque de atracciones. La enorme boca de la Casa de la Risa pareca carcajearse de l cuando pas junto a ella camino del boquete en la vala. En la feria, las gndolas de la noria haban sido despoja-

  • das de sus cubiertas. El tiovivo dejaba or su alegre msica. Andy Carson no estaba en la caseta. Pete se mordi el labio inferior. Dnde se hallaran? Supuso que Jupiter los habra conducido en busca del hombre que deseaba gatos tuertos y gibosos, pero, dnde? Un sexto sentido le hizo presentir que algo iba mal. S regresaban a la feria esperaran encontrarlo en su puesto. Quiz necesitaran de inmediato su informe. Por otra parte, si precisaban ayuda... Pete record el nuevo aparato de seales de emergencia. Busc en su bolsillo y sac el diminuto instrumento. Lo mir en silencio. La luz roja permaneca apagada.

  • CAPTULO 12 La mosca humana Andy alz la vista del suelo para mirar a Jupiter. Qu alcance tiene tu invento? Seis kilmetros Jupiter se llev las manos a la cabeza. Oh, la feria se halla a diez kilmetros! Pete no ver nuestra seal. Se miraron sobrecogidos. Alguien ha de olmos gritar, amigos dijo Bob, tratando de infundir optimismo. Claro que s! corrobor Jupiter. Pero tambin podemos intentar una solucin por nuestra cuenta. Para los expertos no existe una habitacin sin posibilidades de evasin. Pero, cmo. Jupe? pregunt Andy. La hemos revisado ya. No importa. Hagmoslo otra vez insisti Jupiter. Bob, examina las paredes en busca de lugares dbiles, como paso de tuberas, u otra cosa. Yo estudiar la ventana y Andy comprobar de nuevo las puertas y aquel armario.

  • Sin ninguna confianza, Andy y Bob aceptaron la orden. Pronto llegaron a la conclusin de que no haba camino por donde salir. No renunciis, amigos! apremi Jupiter. Este cuarto ha de tener una falla. El Primer Investigador continu estudiando la ventana enrejada y de vez en cuando daba un fuerte grito de socorro. Bob, a gatas, examinaba las paredes. Andy se dirigi al nico armario que habla en la estancia. Jupe! Bob! Mirad aqu! Andy les mostraba una hoja de papel mecanografiada que hall en el armario. Es un itinerario de la feria. Nuestra ruta completa a travs de California. entonces el hombre tatuado pertenece a la feria! exclam Jupiter. O sigue la feria muy de cerca dijo Bob. Andy pregunt Jupiter, reconociste su voz? No recuerdas el tatuaje ni su cara, pero y su voz? No, estoy seguro de que jams o su voz. Jupiter pens unos segundos. Pudo alterarla tambin. No advertisteis que era rasposa? Bob empez a rebuscar en el largo y estrecho armario, en parte lleno de maderas y cajas. De repente, se alz con extraas ropas en sus manos. Mirad lo que encontr! Era un mono negro muy estrecho que deba ajustarse al cuerpo una especie de capucha negra para cubrir totalmente la cabeza, con una cobertura que dejaba visible el rostro;

  • un par de zapatos de lona negra con suelas de goma en forma de tazas de succin curvada. Jupiter frunci el ceo. Parece un disfraz. No se pie ocurre quin puede usarlo. Y a ti, Andy? ste contemplaba las negras prendas con asombrada expresin. Qu dices, Andy? insisti Jupiter. El feriante sacudi la cabeza. Ninguno de los nuestros lleva una ropa as. Pero... el muchacho vacil. No puedo estar seguro, amigos mos, sin embargo, creo que se trata del disfraz que usaba Gabbo el Sorprendente. Quin es se? pregunt Bob, perplejo. Cuando yo era pequeo, despus de la muerte de mi madre, y antes de que me fuese a vivir con mi abuela, mi padre trabaj una corta temporada en un circo, prximo a Chicago. Gabbo el Sorprendente tambin estuvo all unos das. Lo recuerdo porque rob en el circo y lo despidieron. Despus se puso en mayores apuros y fue a prisin. Se pareca al hombre tatuado, Andy? pregunt Jupiter. No lo recuerdo. Tal vez tengan la misma edad. Es posible que ni mi padre sea capaz de reconocerle a simple vista. Creo que nunca lo vimos fuera de su traje. Y ste es su traje? apremi Jupiter. Andy asinti. Si, eso creo. Los zapatos son de una clase especial que emplean las moscas humanas en sus actuaciones. Ya sabis que los usan para andar por las paredes.

  • Jupiter coment: Una mosca humanal Si dijo Andy. se era el nmero de Gabbo. Jupiter ya no escuchaba. El viejo que intent robar el gato anoche se esfum de aquel sitio sin salida. Slo poda hacerse escalando la vala. Y nadie lo conseguira, excepto un hombre adiestrado como la mosca humana. Y Gabbo sabe cmo manejar un len aadi Andy. Bien, chicos intervino Bob. Pero t, Andy, no has reconocido al hombre tatuado. El tatuaje podra ser otro disfraz, Tercero seal Jupiter. Hay que salir de aqu! Si consigue el quinto gato y huye, es posible que jams podamos encontrarlo. Gritad a todo pulmn, chicos! Sus voces no hallaron respuesta.

    * * * Pete decidi pedalear con fuerza hasta el Patio Salvaje. Estara all media hora antes de salir en busca de sus amigos. En el patio de los Jones hall a Konrad que acababa de descargar un camin. Ha visto a Bob o Jupiter, Konrad? grit Pete al bvaro gigante. Hace mucho rato que no los veo, Pete. Ocurre algo? Pues no lo s. Konrad alz un brazo en demanda de atencin.

  • No oyes un extrao ruido? Parece estar cerca de aqu. El bvaro mir en derredor, perplejo. Pete capt un sonido amortiguado y constante: Beeeeeeeeeee! S, se produca muy cerca... estaba en su bolsillo! La seal! grit sacando el diminuto instrumento. Contempl la reluciente luz roja del sealizador. Konrad, se hallan en apuros! Pete explic al bvaro cmo funcionaba aquel ingenio. Vamos, Pete rugi Konrad. Vamos en su busca! El gigantn se introdujo de un salto en la cabina del camin y tir del muchacho. Mientras el vehculo sala de! Patio Salvaje, el Segundo Investigador observaba el sealizador de la pequea esfera. A la izquierda, Konrad! orden. Y al llegar a la siguiente esquina: De nuevo a la izquierda, y en lnea recta! Konrad condujo sin vacilaciones guiado por el muchacho, que observaba la aguja de direccin de la esfera de su aparato. Era imposible mantener la lnea recta del vuelo de un cuervo en aquel ddalo de callejuelas, pero la hbil direccin del joven detective salv los inconvenientes. A la derecha, Konrad! Izquierda! Otra vez a la izquierda! Ahora a la derecha! Y con matemtica ejecucin del arte de conducir, el bvaro llev el camin hacia el lugar deseado. La seal se ha vuelto ms potente ahora, Konradl grit Pete. Hablan llegado a una tranquila calle, desierta y oscura

  • Konrad aminor la marcha. Pete observaba ambos lados de la silenciosa calle. Luego mir la flecha de direccin. A la derecha, Konrad. Estamos cerqusima! El bvaro, preocupado, dijo: No veo nada de particular, Pete. Parel Hemos rebasado el lugar. El sonido ha disminuido. Konrad pis el freno, que chirri, y dando marcha atrs condujo lentamente en la solitaria calle. Pete seal una casa pequea, algo separada de la lnea de acera. Me parece que es aqu, Konrad. ste inmoviliz el camin, y descendi del vehculo. Vamos, Pete! Los encontraremos! grit con su voz de len. El gigante corri por el sendero que llevaba a la casa. Pete se apresur tras l y lleg cuando Konrad golpeaba ya con fuerza la puerta. Est cerrada con llave! dijo el bvaro. Y no se oye a nadie. Pete observ la oscura y silenciosa morada. Konrad retrocedi unos pasos dispuesto a embestir la puerta. El muchacho lo contuvo. Espere, Konrad. Antes averiguar si estn aqu. Inclinado sobre su diminuto aparato, grit: Auxilio! Auxilio Instantneamente, como un eco, llegaron gritos de la parte posterior de la casa. Socorro, Pete! Aqu, atrs! Los libertadores corrieron hacia la parte trasera del inmueble. Las grandes manos de Konrad rompieron en escasos

  • segundos la puerta. Momentos despus, Jupiter, Bob y Andy miraban sonrientes a sus amigos. Vimos nuestra luz roja y comprendimos que estabas cerca, Pete exclam Bob. As imagin que sucedera coment el segundo detective. Esta seal funciona. Un hombre viejo con cara de pocos amigos lleg hasta ellos procedente de la calle. Agitaba los brazos. Qu hacis en mi casa? grit. los demandar judicialmente por destruir mi propiedad! Bob avanz hacia el viejo. Lamentamos lo ocurrido, seor; pero un individuo nos encerr en el interior. Gritamos y nadie nos oy. Es un hombre con un tatuaje, muy moreno. Nos encerr en el cuarto de atrs. Se trata de su Inquilino, seor? Que os ha encerrado un hombre tatuado? Qu tonteras dices exclam el anciano. Yo alquil esta maana la casa a un seor muy respetable. Se trata de un vendedor y no mostraba tatuaje alguno. Cmo iba a encerraros aqu? Eso es ridculo! Bien, denunciar el caso a la polica. Nos parece muy acertado, seor. La polica debe saberlo convino Jupiter. Le sugiero que lo haga en seguida, seor. El hombre asinti confuso, y se alej. Jupiter aguard un momento, luego se encamin al camin. De prisa, amigos! An podemos conseguir el ltimo gato. Konrad, sube las bicis al camin, y llvanos al nmero 39 de Chelham Place. De prisa!

  • CAPTULO 13 Casi un fracaso Konrad condujo el camin hasta una calle sombreada de rboles, flanqueada de casas grandes y antiguas. Los chicos no vieron el coche azul. Saba que nunca lo alcanzaramos, Primero dijo Bob, decepcionado. Estuvisteis encerrados demasiado tiempo, Jupe record Pete. Siempre cabe la posibilidad de que algo lo retenga insisti el jefe. Aqul debe ser el nmero 39, all, al final. Era un edificio blanco de tres pisos rodeado de altos rboles y parterres. Apareca envuelto por la oscuridad. Haba un turismo aparcado en el camino, pero no era el pequeo de color azul. Cuando se aproximaron las luces se encendieron en el interior de la casa. Alguien acaba de