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139 . XLVIII EL MAESTRO NACIONAL EN LA ECONOMIA AGRICOLA (631 aprendizaje correlativo de la mestría; predo- mina aún la experiencia sobre el saber técnico. La fábrica hizo aparecer las primeras escuelas técnicas elementales. Hoy no bastan, y hemos de llegar a un replanteamiento consiguiente de las enseñanzas medias, por supuesto a base de una «previsión social» de la educación, que tenga en cuenta un planeamiento integral del des- arrollo económico-social y de las perspectivas de empleo. IV. CONSIDERACIONES FINALES Múltiples problemas, como es inevitable, han quedado fuera de los breves términos de este trabajo. Me hubiera gustado disponer de más espacio para hablar de las ventajas e inconve- nientes respectivos, en esta edad, de la pedago- gía dura y de la blanda, y de la colaboración o reparto de papeles, al respecto, de la familia y del colegio. Me hubiera agradado también po- der examinar por separado el tema de la educa- ción femenina en la sociedad de hoy, en la que si, por una parte, se aspira a una mayor paridad de posibilidades, por otra se reconoce que ello ha de hacerse con métodos y planes distintos, reconociendo el papel dual de la mujer (como futura madre), y tendiendo más bien a elevar el nivel social de las «profesiones femeninas» que llevar a la mujer a las predominantemente masculinas. Por otra parte, para la mujer como para el hombre, hoy se plantea el problema de la educación continuada en la edad adulta. Tampoco hemos podido abordar el problema de la formación del espíritu social, tema di fi ci- lísimo, pues los padres y los grupos sociales a menudo están divididos sobre puntos ideológicos al respecto. Y tantas otras cuestiones relevantes dentro del tema propuesto. Pero ha llegado la hora de concluir. Hagámos- lo por donde habíamos comenzado. Hoy incum- ben a la familia nuevas responsabilidades edu- cativas; también le incumben a la sociedad, a la Escuela pública, al Estado. De unas y otras sur- gen nuevos problemas de cooperación, que sólo tienen un cauce adecuado a través de la asocia- ción familiar, idea por la que vengo luchando en varios planos. El maestro nacional en la economía agrícola BENITO ALBERO GO TOR Inspector de Enseñanza Primaria, Doctor en Pedagogía INTRODUCCION En el número 122 de esta misma revista nos ocupábamos de analizar la «Correlación existen- te entre Economía y Educación», procurando demostrar que «la base del desarrollo económico es el hombre» y que «sólo la educación le con- vierte en un factor eficaz». Ahora, como sería irracional dar igual valor a todas las actividades económicas y poco peda- gógico prestar la misma atención a todos los grados o niveles educativos, vamos a ocuparnos de estudiar un aspecto limitado de dicha corre- lación. Nos referiremos concretamente a España, teniendo presente que los problemas pedagógicos prácticos varían en su composición dentro de los distintos países, aun cuando lleven el mismo nombre. Lo reduciremos a señalar el cometido del maestro nacional o educador primario en la eco- nomía agrícola, pretendiendo rendir un sincero homenaje en el día señalado para ello a cuantos, por prestar servicios en las zonas rurales del país, únicamente reciben las manifestaciones silen- ciosas de campesinos agradecidos o los elogios literarios que les llegan a través de la Prensa. A. JUSTIFICACION DE SU COMETIDO El maestro nacional obra «por delegación de los padres de familia y por misión que la socie- dad le confía garantizada por el Estado, a quien compete, en armonía con los derechos de la Igle- sia, la formación, nombramiento e inspección de los educadores» (1). A nuestro entender, su cometido en la econo- mía agrícola no le deciden el esnobismo, ni la vanidad, ni el afán de sobrecargar sus funciones profesionales. Es fruto del tiempo que empuja, de una necesidad imperante, del «realismo edu- cativo» y del «humanismo del trabajo». Se jus- (1) Articulo 56 de la Ley de Educación Primaria.

139 . XLVIII EL MAESTRO NACIONAL EN ECONOMIA AGRICOLA …... · 2019-01-20 · 139 . XLVIII EL MAESTRO NACIONAL EN LA ECONOMIA AGRICOLA (631 aprendizaje correlativo de la mestría;

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aprendizaje correlativo de la mestría; predo-mina aún la experiencia sobre el saber técnico.La fábrica hizo aparecer las primeras escuelastécnicas elementales. Hoy no bastan, y hemosde llegar a un replanteamiento consiguiente delas enseñanzas medias, por supuesto a base deuna «previsión social» de la educación, que tengaen cuenta un planeamiento integral del des-arrollo económico-social y de las perspectivas deempleo.

IV. CONSIDERACIONES FINALES

Múltiples problemas, como es inevitable, hanquedado fuera de los breves términos de estetrabajo. Me hubiera gustado disponer de másespacio para hablar de las ventajas e inconve-nientes respectivos, en esta edad, de la pedago-gía dura y de la blanda, y de la colaboración oreparto de papeles, al respecto, de la familiay del colegio. Me hubiera agradado también po-der examinar por separado el tema de la educa-ción femenina en la sociedad de hoy, en la que

si, por una parte, se aspira a una mayor paridadde posibilidades, por otra se reconoce que elloha de hacerse con métodos y planes distintos,reconociendo el papel dual de la mujer (comofutura madre), y tendiendo más bien a elevarel nivel social de las «profesiones femeninas»que llevar a la mujer a las predominantementemasculinas. Por otra parte, para la mujer comopara el hombre, hoy se plantea el problema dela educación continuada en la edad adulta.

Tampoco hemos podido abordar el problemade la formación del espíritu social, tema difici-lísimo, pues los padres y los grupos sociales amenudo están divididos sobre puntos ideológicosal respecto. Y tantas otras cuestiones relevantesdentro del tema propuesto.

Pero ha llegado la hora de concluir. Hagámos-lo por donde habíamos comenzado. Hoy incum-ben a la familia nuevas responsabilidades edu-cativas; también le incumben a la sociedad, a laEscuela pública, al Estado. De unas y otras sur-gen nuevos problemas de cooperación, que sólotienen un cauce adecuado a través de la asocia-ción familiar, idea por la que vengo luchandoen varios planos.

El maestro nacional

en la economía agrícola

BENITO ALBERO GO TOR

Inspector de Enseñanza Primaria, Doctor en Pedagogía

INTRODUCCION

En el número 122 de esta misma revista nosocupábamos de analizar la «Correlación existen-te entre Economía y Educación», procurandodemostrar que «la base del desarrollo económicoes el hombre» y que «sólo la educación le con-vierte en un factor eficaz».

Ahora, como sería irracional dar igual valora todas las actividades económicas y poco peda-gógico prestar la misma atención a todos losgrados o niveles educativos, vamos a ocuparnosde estudiar un aspecto limitado de dicha corre-lación. Nos referiremos concretamente a España,teniendo presente que los problemas pedagógicosprácticos varían en su composición dentro de losdistintos países, aun cuando lleven el mismonombre. Lo reduciremos a señalar el cometido delmaestro nacional o educador primario en la eco-nomía agrícola, pretendiendo rendir un sincerohomenaje en el día señalado para ello a cuantos,

por prestar servicios en las zonas rurales del país,únicamente reciben las manifestaciones silen-ciosas de campesinos agradecidos o los elogiosliterarios que les llegan a través de la Prensa.

A. JUSTIFICACION DE SU COMETIDO

El maestro nacional obra «por delegación delos padres de familia y por misión que la socie-dad le confía garantizada por el Estado, a quiencompete, en armonía con los derechos de la Igle-sia, la formación, nombramiento e inspección delos educadores» (1).

A nuestro entender, su cometido en la econo-mía agrícola no le deciden el esnobismo, ni lavanidad, ni el afán de sobrecargar sus funcionesprofesionales. Es fruto del tiempo que empuja,de una necesidad imperante, del «realismo edu-cativo» y del «humanismo del trabajo». Se jus-

(1) Articulo 56 de la Ley de Educación Primaria.

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tifica por las exigencias actuales de esa ramade la actividad productiva y por el papel asig-nado a la educación primaria en su desarrollo.

a) POR LAS EXIGENCIAS ACTUALESDE LA ECONOMIA AGRICOLA

Finalizada la última contienda mundial, du-rante los arios que pudiéramos llamar de «eco-nomía de guerra contra la escasez», se dirigiómayormente la mirada al campo, teniendo porlema «producir más y mejor», como tabla de sal-vación para el resurgimiento nacional.

Según las últimas estadísticas consultadas, lapoblación empleada en trabajos agrícolas, fores-tales y ganaderos se cifró en 5.381.386. que re-presentaba la mitad de los productores nacio-nales y el 17,97 por 100 de todos los españoles,aproximadamente. De esa población, alrededorde 525.944 eran propietarios o arrendatarios queutilizaban la mano de obra asalariada, y tra-bajadores directos, 4.855.442. Otra clasificaciónestablecida habló de 2.087.858 propietarios, 490.891arrendatarios, 308.261 aparceros, 42.683 obrerosfijos, 1.139.221 hombres y 403.528 mujeres °ore-ros eventuales. En 1957 el número de obrerosagrícolas, forestales y ganaderos parados f ue de26.000, sin incluir los eventuales ni los trabaja-dores de tierras propias que no estaban inscritosen censos laborales. La capacidad de empleo delcampo español ascendía a 831.500.000 jornales,y la capacidad de trabajo de la masa campe-sina (a razón de 230 jornales laborales al arioy por individuo) se elevaba a 1.177.000.000 jor-nales. Las jornadas perdidas a causa del paropermanente se cifraron en 6.000.000. Hubieran so-brado 285.500.000 jornales al ario si el trabajohubiera sido totalmente aprovechado. Y, en estecaso, deberían haberse dedicado a otros traba-jos 1.240.000 campesinos. Actualmente está yaen marcha el proyecto de mecanizar el campo,sirviendo de índice el aumento de 123.000 tracto-res. La mecanización a este ritmo dejará sintrabajo a dos hombres de cada tres y aumentaráen 24.000 el número de obreros sobrantes. La so-lución del problema del paro está en absorberlopor la creación y aplicación de otras fuentes deriqueza en el campo y en la ciudad. De esosobreros sobrantes muchos podrán ser empleadosen los nuevos regadíos (se están transformando1.300.000 hectáreas de secano), en talleres mecá-nicos, de reparaciones, repuestos y entreteni-miento de máquinas (2).

Los campesinos españoles se ponen en pie«a la hora sublime del alba», cuando la tierrallama y despierta a sus hombres y trabajan lar-gas jornadas, «de sol a sol». Muchos de ellos se

(2) ROBERTO, Antonio : Informe sobre la economia es-pañola y la integración europea. Madrid. Ed. ConsejoEconómico Sindical. 1958.

resisten todavía a introducir nuevos cultivos ovariedades de semillas más productivas, pierdenel tiempo trasladándose del campo al pueblo, oviceversa, e ignoran la existencia de serviciosgratuitos que pueden ayudarles a resolver susproblemas laborales. En general, pueden incre-mentar mucho la cría de animales útiles y laspequeñas industrias derivadas de los productosagropecuarios, que constituyen una provechosaocupación y contribuirían notablemente no sóloa remediar el paro, sino también al desarrollode la economía agrícola. La cooperación social,en ese aspecto, resulta todavía insuficiente y lasmejoras productivas «no han representado du-rante los últimos arios más del 15 por 100 de lasinversiones financiadas por el sector público (3).

Es verdad que la Agricultura sigue siendo fuen-te principal de nuestras divisas, y que se estáoperando ya una profunda transformación cul-tural, social y económica en las localidades ru-rales. Pero no lo es menos que «la productividadpor unidad de superficie cultivada por personaactiva, por unidad de tiempo laboral y por capi-tal invertido son bastante inferiores en compa-ración con otras naciones» (4).

Las energías y la facultad creadora de los cam-pesinos son muchas veces, cuando no siempre,«el mayor recurso natural sin aprovechar de quese dispone en las regiones de economía insufi-cientemente desarrollada» (5). El trabajador ru-ral se considera como el primer elemento de di-cha producción, máxime hoy día en que «el valorde la tierra aumenta considerablemente y quese hace necesario explotarla con competenciapara obtener productos remuneradores en rela-ción con el capital que representa y con las exi-gencias de la vida humana, también en aumen-to». El trabajo agrícola está caracterizado por suobjeto, lugar, duración de la jornada, salarioo beneficio, etc. No puede someterse a reglastan fijas y matemáticas como las que rigen lasdemás actividades económicas porque requiereuna acomodación continua a factores variables(constitución del suelo, temperatura, humedad,altitud, tenencia de la tierra, disponibilidad demano de obra y de maquinaria, especializacióno diversificación de los cultivos, vías de comuni-cación, medios de almacenamiento y transporte,demanda del mercado nacional e internacional,etcétera) que condicionen los distintos tipos devegetación y la obtención remuneradora de susproductos. Cada familia de agricultores consti-tuye una unidad de producción económica. Conesta finalidad, la gran empresa ofrece conside-

(3) ORGANIZACIÓN EUROPEA DE COORDINACIÓN ECONÓMI-CA Informe sobre la economía española. Madrid. Ed. Ofi-cina de Coordinación y Programación Económica. 1959.Pág. 15.

(4) CONSEJO SOCIAL DE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL ES-PAÑOLA: El Campo. Madrid. Ed. «Pueblo». 1959. Pág. 39.

(5) Ussin, A., y TAYLOR, C.: Informe de la Misiónencargada de estudiar la organización y el desarrollo delas comunidades rurales en Méjico y la región del Caribe.Ed. Naciones Unidas. Marzo 1953. Pág. 49.

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rabies ventajas. En ambos casos, «su magnituddebe medirse por el propósito para el cual sirve»;los cambios continuos en las condiciones bási-cas que rigen la demanda y la of erta, junta-mente con las fluctuaciones en torno a sus ten-dencias, traen como consecuencia una inesta-bilidad y justifican la intervención del Estado,que es un factor importante en el desarrollo dela economía agrícola.

La producción agrícola final, ya se de produc-tos vegetales o animales, puede tener tres usosprincipales: consumirla para alimento del hom-bre, utilizarla para combustible y servir de mate-ria prima para la industria (6). Tiene que some-terse a imperativos económicos, cuales son: «losque derivan de la utilización de medios limitadosen cantidad de producir el máximo rendimientocon el menor esfuerzo y, en fin, de elegir entrelos varios procedimientos técnicos con los quepuede producir el mismo bien». En las explota-ciones agrícolas modernas existen funciones ad-ministrativas para las cuales se requieren conoci-mientos, más o menos elementales, de economíaagrícola.

Esa materia enseña a «aplicar los conocimien-tos de la Economía política al ambiente limitadode la Agricultura» y a «investigar, explicar o pre-ver los acontecimientos económicos en las ac-tividades agrícolas» (7). Expresa la relación exis-tente entre los diversos factores de las explota-ciones rurales al objeto de asegurar el mayorbeneficio posible a quienes se dedican al trabajode la tierra. Además, pretende obtener con elmáximo rendimiento de la superficie cultivada,aumentando el bienestar con el mínimo ‘.iesgaste

de riqueza y actividades, o sea, el cumplimientode la finalidad eminentemente social que tienela producción agrícola (8).

Salta a la vista, pues, que si el medio ambientede la escuela primaria es rural, el cometido delmaestro en el aspecto educativo que nos ocupase justifica por las exigencias actuales de laeconomía agrícola.

b) POR EL PAPEL ASIGNADO A LA EDUCA-CION PRIMARIA

Con la declaración V del Fuero del Trabajo,que es «Ley fundamental o de valor análogoa la Constitución Política de otros países», el Es-tado español se comprometió a «cuidar de laeducación del agricultor» y a «capacitarle pararealizar todos los trabajos exigidos por cada uni-dad de explotación».

(6) COHEN, L. R.: Economía en la Agricultura. Mé-jico. Ed. Fondo de Cultura Económica (tercera ediciónespañola). 1953. Pág. 15.

(7) FABILA, Gilberto : Administración rural. Méjico.Ed. Bolívar. 1947. Pág. 1.

(8) LEÓN GARRE, Aniceto : Manual de Agricultura.Fundamentos económico-sociales de la producción agri-cola. Barcelona, Ed. Salvat. 1955. Págs. 675-700.

La Orden ministerial de 6 de mayo de 1944

(Boletín Oficial del Ministerio de Educación Na-cional de 17 de agosto) publicó el Reglamentooficial de Cotos Escolares de Previsión, cuyo es-tablecimiento se recomienda y estimula en todaslas escuelas primarias. Tales «instituciones pe-dagógicas» tienen una finalidad predominante-mente económica: «arraigar en los escolares lamás firme e inteligente vocación por los queha-ceres y actividades rurales de modo que su fu-tura actuación sea beneficiosa a la riqueza fo-restal y a la defensa y acrecentamiento de lafertilidad y productividad del suelo». Con estafinalidad está íntimamente relacionada otra decarácter social, consistente en «solidarizar entresí a los escolares y a los miembros de la comuni-dad mediante la práctica diaria del mutualismoy del seguro, para habituarles a luchar conjun-tamente contra los riesgos que amenazan su ca-pacidad de trabajo». La Ley de Educación Pri-maria, de 17 de julio de 1945 (Boletín Oficialdel Estado de 18 de julio), señaló a la escuelaprimaria el cometido de «contribuir, dentro desu esfera propia, a la orientación y formaciónprofesional para la vida del trabajo agrícola».En ella se contemplaron ya las Escuelas de Ini-ciación profesional y se dió un nuevo sentidoa las clases de adultos. El Decreto de 12 de mayodispuso la creación de Escuelas Primarias deOrientación Agrícola, que funcionan bajo el Pa-tronato del Instituto Nacional de Colonización,y en cuyos programas se incluye un tema de«Economía agrícola» (el último), señalando laconveniencia de que se trate brevemente en lasescuelas de niñas o con toda amplitud y detalleen las escuelas de niños. Comprende las siguien-tes cuestiones: el capital y el trabajo, condicio-nes económicas que debe reunir toda explota-ción agrícola; contabilidad agrícola por partidasimple, modelo de libros, prácticas, etc. (9).

Esas y otras disposiciones concordantes hancontribuido notablemente a la profunda trans-formación cultural que se está operando en laslocalidades rurales al combatir la ignorancia, larutina, el empleo de técnicas deficientes, la faltade cooperación, la carencia de ordenación racio-nal y otros obstáculos para el desarrollo de laeconomía agrícola. La educación primaría ad-quiere cada vez más importancia, por ser fun-damental o preparatoria y la única realmenteaccesible a todos los campesinos, aun cuandosurjan instituciones docentes encargadas de me-jorar su capacitación profesional (Institutos,Universidades laborales, Granjas escuela, etc.).«Saber elevar al campesino en fortaleza física,en cultura y en moral es premisa indispensablea toda labor transformadora de un pueblo, deuna raza, a fin de que pueda dar el máximo ren-

(9) Folleto redactado por los Inspectores Centralesde Enseñanza Primaria y colaboradores del InstitutoNacional de Colonización don Gonzalo Gálvez Carmonay don Francisco Argos Madrazo.

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dimiento» (10). Cualquier tentativa de mejorarel nivel de vida de la población descansa en elsupuesto previo e indiscutible de que el campe-sino conozca las nuevas técnicas agrícolas y lasnociones precisas de economía, así como su uti-lización adecuada, que le convierte en agricul-tor. Se trata de una actuación dirigida a con-vertir los campesinos en agricultores; de unaenseñanza adecuada; de una puesta a prueba desus aptitudes y vocaciones; de resolver bien unproblema de orientación profesional; de pro-porcionar elementos con que vencer en la luchaeconómica.

Sin embargo, contrastando con los planes yprogramas de estudios primarios vigentes en al-gunos países hispanoamericanos, los cuestiona-rios oficiales prestan poca atención al aspectoeconómico de la enseñanza agrícola. El conoci-miento de la economía agrícola es convenienteincluso a los campesinos adultos que se consi-deran maestros del campo: unas veces para sa-ber modificar aquellos procedimientos viejos yanticuados que tienen poca eficacia práctica encomparación con los actuales; otras veces paradescubrir perspectivas y horizontes que no venpor estar apegados al trabajo productivo. Puedeproporcionarse fácilmente porque cualquier acti-vidad agrícola lleva implícita una finalidad eco-nómica. Por ejemplo: «el campesino que derribaun árbol a fin de proporcionarse leña actúacomo técnico si se preocupa por hacer un corteperfecto y por elegir el instrumento mejor pararealizarlo»; pero «efectúa una actividad econó-mica cuando se procura medios con que satis-facer su necesidad de calórico desarrollando elesfuerzo mínimo adecuado».

En consecuencia, se debe, se necesita y se pue-de atender más a la enseñanza de la economíaagrícola en todas las escuelas primarias situa-das en medios rurales. Y en las de orientaciónagrícola, en las clases prácticas de iniciaciónprofesional agrícola y en las clases de adultos,interesa proporcionar algunos conocimientos dedicha materia (financiación, uso de créditos, pla-nificación, cooperativismo, administración, racio-nalización y organización del trabajo, etc.) queejercen actualmente una gran influencia en laproductividad agrícola y permiten conseguir lamayor utilidad posible de todos los medios deproducción (11).

Salta a la vista, pues, que, si se trata de escue-las emplazadas en medios rurales, el cometido

(10) LEÓN GARRE. Aniceto : Manual de Agricultura.Fundamentos económico-sociales de la producción agrí-cola. Barcelona. Ed. Salvat. 1955. Pág. 670.

(11) Para estimular la consecución de esa finalidad,el Instituto Nacional de Previsión y el Ministerio deAgricultura conceden premios anuales a los maestrosque más se distinguen. La Orden del Ministerio deAgricultura de 12 de enero de 1955 («Boletín Oficial delEstado)> de 26 de febrero) estableció 10 premios anualespara oficios agrícolas, disponiendo que cinco de ellosse concedan a los adultos y mutualistas de las escuelasnacionales donde funcione el Coto Escolar de Previsión.

del maestro nacional en la economía agrícola sejustifica por el papel asignado a la educaciónprimaria.

B. PROYECCIONES DEL MISMO

Admitido el cometido del maestro nacional enla economia agrícola todavía queda planteada laproblemática en torno a las proyecciones delmismo.

De lo expuesto se infiere claramente que nodebe ni puede atender a todas las exigenciasactuales de esa rama a la actividad produc-tiva.

También se aprecia, sin gran esfuerzo, que laeducación de niños, adolescentes, jóvenes y adul-tos, en el sector rural de la población, está es-trechamente relacionada con el desarrollo de laeconomía agrícola y justifica las principalesproyecciones de ese cometido profesional delmaestro.

a) COMO EDUCADOR DE NIÑOSY ADOLESCENTES

El maestro nacional debe y puede realizar uncometido importante en el desarrollo progresivode la economía agrícola, a largo plazo, como edu-cador de los niños y adolescentes.

En la Ley de Educación Primaria se preceptúala enseñanza agrícola para «inclinar a los esco-lares hacia el cultivo del campo», así como paraprepararlos profesionalmente dentro de su esf e-ra propia, según las especiales aptitudes de aqué-llos y atendiendo a las exigencias peculiares delnúcleo de poblaciones (12). La Unesco, aludiendoa los medios rurales, señala la importancia deque la enseñanza, sin adoptar un carácter pro-fesional, «se inspire en la vida y el trabajo delcampo a fin de dar a los alumnos un sentido deespíritu práctico, de contribuir a mejorar el nivelde vida de la población y de hacerles compren-der la relación que existe entre ese mejoramien-to del nivel de vida y la utilización racional delos recursos naturales» (13).

Los escolares, en los medios rurales, poseenespeciales aptitudes y vocación para el aprendi-zaje de la Economía Agrícola, y ésta es absolu-tamente necesaria al progreso de los individuosy de la sociedad. La finalidad mediata de la edu-cación de los niños y adolescentes campesinos secifra en orientarlos e iniciarlos sobre las condi-ciones, funciones y faenas del agricultor, porquea tales actividades se dedicarán, generalmente,al abandonar la escuela. Está dirigida a estable-

(12) Artículos 1, 11 y 23.

(13) Recomendación 47 de la XXI Conferencia Ge-neral ae Instrucción Pública a los Ministros de Educa-ción. Celebrada en Delira Dun (India) el año 1954.

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cer las bases culturales y laborales que son ne-cesarias para conducir provechosamente las ex-plotaciones rurales. La acción del maestro, en elcampo que nos ocupa, comprende la formaciónde la conciencia y de la sensibilidad para queaprecien el valor de la Economia Agrícola comofuente de prosperidad individual y social. Se li-mita a sembrar la semilla que germinará y fruc-tificará al fraguar un espíritu abierto a los cam-bios que impongan las directrices futuras y unadisposición de ánimo favorable al asesoramien-to de los economistas y agrónomos. Tiene lasproyecciones siguientes:

1. Enseñar a leer, escribir y calcular paracombatir la ignorancia y la rutina, que son losenemigos principales del pretendido desarrolloeconómico, es decir, proporcionar la cultura pri-maria indispensable. Es evidente que los pueblosmás cultos tienen mejor nivel de vida aun dis-poniendo de menos recursos naturales.

2. Trabajar para educar, especialmente en elaspecto moral, porque los quebrantos morales seconvierten siempre en quebrantos económicos al

'sobrevenir contrariedades que nunca faltan enla vida del campesino. Sin la verdadera forma-ción moral decae pronto el rendimiento produc-tivo hasta en los mejores trabajadores agrícolas.

3. Inculcar el amor a los recursos naturaleslimitados y renovables, proporcionando conoci-mientos indispensables para su conservación oaprovechamiento mediante las labores que serealizan en los Cotos Escolares de Previsión. Conellas puede hacerse comprender la estrecha re-lación que existe entre su utilización racional yel mejoramiento del nivel de vida en las loca-lidades rurales del país.

4. Estimular la práctica del ahorro, en el sen-tido cristiano, que es economía, porque requieregastar menos de lo adquirido, y previsión, por-que lo economizado tiende a satisfacer necesi-dades futuras. Mediante su proyección social seconvierte en la institución del seguro y se tra-duce directamente en provecho de la economíanacional.

5. Proporcionar enseñanzas elementales o ideasmadres de Economía Agrícola para satisfacer lanecesidad imperante de crear conciencia social yexcitar la realización de valores económicos. In-cluso el progreso científico de esa materia pos-tula inclinar al hombre desde su más tierna in-fancia y prepararle para realizar posteriores es-tudios en otras instituciones superiores.

6. Iniciar en los trabajos rurales que requie-ran «el ejercicio de la actividad humana aplica-da a la producción económica», y estimular elrendimiento productivo, que tiene gran impor-tancia económica, porque al aumentar disminu-ye el precio de costo. A través de esas enseñan-zas prácticas se atienden las exigencias vitalesde los campesinos y de todos los españoles, in-culcando la pretendida tecnificación y ordena-ción económica de las ocupaciones agrícolas.

De ese modo, formando bien las promocionesanuales de alumnos que salen de la Escuela pri-maria preparados para el desarrollo de la Eco-nomía Agrícola, el maestro nacional cumple unode sus más trascendentes cometidos profesiona-les (14).

b) COMO EDUCADOR DE JOVENESY ADULTOS

El maestro nacional debe y puede realizar uncometido importante en el desarrollo progresivode la Economía Agrícola, a corto plazo, comoeducador de los jóvenes y adultos.

En la Ley de Educación Primaria y disposicio-nes concordantes se contemplan la organizacióny el funcionamiento de clases especiales, asícomo la acción social extraescolar del maestro.Está ordenado dar a la enseñanza un caráctereminentemente práctico y excitar la colabora-ción de corporaciones públicas, entidades priva-das y padres de los alumnos (15). La Unesco, alu-diendo a esa educación (antes llamada «de ba-ses», «fundamental» y «de las comunidades»), leasigna, entre otros, los siguientes cometidos re-lacionados directamente con el desarrollo de laeconomía agrícola: «la introducción de nuevoscultivos destinados al consumo o a la venta; laexplotación mixta que asocia la ganadería con laagricultura; el almacenamiento, limpieza y tra-tamiento de productos agrícolas con vista a suventa y distribución e incluso a su utilizaciónen la industria» (16).

De hecho, incluso en las localidades dondefuncionan bien el Servicio de Extensión Agrícolay otros organismos, el maestro interviene a so-licitud de los campesinos en muchos asuntos deEconomía Agrícola. La educación de jóvenes yde adultos tiende, por todos los medios, a vigo-rizarla, convirtiéndoles en «un factor eficaz». Suprimera finalidad, y más obvia, es de carácterpredominantemente económico, y pretende con-vencer, por demostración y por otros medios, deque es posible lograr resultados más provecho-sos del trabajo agrícola. Se cifra, concretamente,en fraguar la personalidad para que encuentrenfacilidades de expansionarse dentro del ampliomargen de la vida rural, en una preparación diri-gida a capacitar a los campesinos humanamentey a dotarles de conocimientos idóneos para «ven-cer en la lucha económica» (17). Consiste, antetodo, en sugerir ideas y en formar una concien-cia clara del progreso rural, en despertar y es-

(14) La explanación de todas esas proyecciones seraobjeto de posteriores publicaciones.

(15) Decreto de 26 de junio y Orden ministerial de21 de septiembre de 1954.

(16) TRABAJO ANÓNIMO: L'education de base. Descrip-tion et programe. París. Ed Unesco. 1950. Págs. 30-31.

(17) MALLART. Josa. : La elevación material y moraldel campesino Madrid. Ed. Gráfica Mundial. 1933.

Pág. 11.

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timular los intereses del campesino, en fomen-tar el cooperativismo agrícola, en señalar el ca-mino recto para hacer más efectivas las ense-ñanzas de los economistas agrícolas. Tiene lasproyecciones siguientes:

1. Formal o referente a la labor que realizaen las clases de adultos, con alumnos previamen-te matriculados y siguiendo los planes de estu-dios preceptivos. Suele lograrla, mayormente,ocupándose de cuestiones económicas que son deactualidad o interesantes en la localidad.

2. Informal o referente a la labor social querealiza entre los habitantes de la localidad don-de presta servicio, sin exigir su matrícula ni se-guir planes de estudios oficiales. Suele lograrla,principalmente, mediante el acercamiento y laorientación a las familias de los escolares, co-laborando con Hermandades y Cooperativas sin-dicales, excitando la colaboración del Servicio deExtensión Agrícola, de las Cámaras SindicalesAgrarias, de las Jefaturas Agronómicas y deMontes o de otros organismos competentes.

De ese modo, con actuaciones directas o indi-rectas, el maestro nacional suma su esfuerzo ysu ayuda para mejorar el bajo rendimiento deltrabajo, las rutinarias formas de producción, losmétodos anticuados que usan los campesinos yla falta de ordenación económica en las explota-ciones rurales (18).

C) REQUISITOS PARA SU EFICIENCIA

El cometido del maestro nacional en la econo-mía agrícola se efectúa completamente cuandosu actividad no se limita al aula o de ésta «pasaal Coto Escolar, llega al hogar y trasciende a lasociedad» (19).

Por otra parte, es evidente que «nadie puedeenseñar lo que no sabe o que «existe una rela-ción directa entre la obra y los atributos dequien la realiza». En consecuencia, podemos afir-mar que la eficiencia del maestro nacional en eldesarrollo progresivo de la Economía Agrícolaserá tanto mayor cuanto mejor sea su capacita-ción profesional para ese cometido especifico (20).

A fin de que la educación primaria se adaptea las exigencias vitales de los campesinos espa-ñoles, al maestro le corresponde «hacer un estu-dio de la localidad donde va a trabajar para des-cubrir las costumbres de ésta, sus recursos, sus

(18) La explanación de todas esas proyecciones seráobjeto de posteriores publicaciones.

(19) «Biblioteca Panamericana del Maestro». La ense-ñanza agrícola en la escuela primaria. Washington.Ed. Unión Panamericana. 1952. Págs. 11-12.

(20) Esa finalidad determinó ya la organización decursillos de capacitación para la obra de Mutualidadesy Cotos Escolares de Previsión, así como para el esta-blecimiento de las clases prácticas de iniciación profe-sional agrícola.

problemas, el interés que las gentes prestan aestos problemas y la disposición de espíritu enque se encuentran para resolverlos» (21). Convie-ne, en primer lugar, que analice con cuidado lacontextura de las realizaciones individuales conel propósito de determinar con el máximo deprecisión cuáles son las personas claves, porque«sin esta precisión es dificil edificar nada esta-ble, sólido y duradero» (22). Interesa tambiénque sepa cuáles son las fuentes económicas dela comunidad, en qué grado de desarrollo se en-cuentran, qué innovaciones se pueden plantearen éstas y qué nuevas fuentes se podrían apro-vechar (23).

Partiendo de esa base, el primer paso educati-vo consiste en vencer la habitual desconfianza delos campesinos hacia las nuevas directrices de laEconomía Agrícola. Esto requiere concebir lasfunciones profesionales como «una misión deamor» y aprovechar la colaboración de los «líde-res» o «promotores sociales».

Para su eficacia, como educador de los niñosy adolescentes, lo importante es «prepararlos enlos conocimientos agrícolas fundamentales pararacionalizar y sistematizar el trabajo» (24). Unbuen medio lo encontrará, en la realización devisitas colectivas a explotaciones agrícolas ejem-plares, granjas y Escuelas superiores; en la asis-tencia a ferias y mercados, etc. Hay que resuci-tar y dar vida «no ya efímera y artificiosa, sinopujante y efectiva», a los Cotos Escolares de Pre-visión, que son «uno de los medios mas efica-ces para favorecer la capacitación agraria y laformación profesional de los futuros labrado-res» (25). Mediante la clase bien organizada y lapráctica bien realizada, cuando la reflexión y lostrabajos agrícolas se completan y unifican ar-mónicamente, el maestro inculca hábitos de dis-ciplina, desarrolla destrezas, hace sentir el sanoorgullo de posesión y el noble afán de progreso,crea confianza en las propias acciones y estimu-la el mejoramiento de la Economía Agrícola (26).

Para su eficacia, como educador de los jóvenesy adultos, lo importante das proporcionar esos co-nocimientos útiles de Economía Agrícola queabren cauce al progreso. Tanto en sus actuacio-nes de tipo formal (en las clases especiales)como informal (en su acción social), habrá de

(21) PRIETO, Luis : El concepto de líder. El maestrocomo líder. Tegucigalpa. Ed. Ministerio de EducaciónPública. 1955. Pág. 80.

(22) CLERK, Marcel de : Comment découvrir les lea-ders fontionnels. «Boletín Trimestral de la Unesco», Edu-cation de base et education des adultes. París, abrilde 1954. Pág. 76.

(23) ESTUPIÑAN TELLO, Luis : La educación fundamen-tal. Quito. Ed. Casa de la Cultura Ecuatoriana. 1957.Pág. 73.

(24) ZAPATA CASTILLO, Gerardo H. : Educación Agrí-cola. «Revista de Educación Rural.» Rubio (Tachira,Venezuela), abril-junio de 1959. Pág. 10.

(25) Preámbulo de la Orden del Ministerio de Agri-cultura de 12 de enero de 1945. «Boletín Oficial del Es-tado» de 26 de febrero del mismo ano.

(26) «Biblioteca Panamericana del Maestro». Obra ci-tada. Pág. 72.

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seguir el principio relativo a «enseriar a vivirmejor que en la comunidad vecina». El métodoindirecto es el más recomendable, y consiste enaprovechar prudentemente el buen ejemplo dadopor algunos agricultores inteligentes, que sabencambiar sus puntos de vista laborales con nota-ble provecho económico, y en excitar las colabo-raciones de los aludidos organismos, que puedenayudar a resolver eficazmente los problemas eco-nómicos rurales. El método directo mejor pareceser el llamado «de proyectos», que constituyen«una unidad práctica de aprendizaje en un am-biente natural» y cuya realización requiere uti-lizar conocimientos de Economía Agrícola (pla-nes y organización normativa para el desarrollode faenas, costo de las mismas, elaboración depresupuestos, valores uso de productos agrícolas,contabilidad, etc.). Están llamados a servir deinstrumentos importantes los medios audiovisua-les (cine, radio, televisión, hojas divulgadoras,carteles, etc.), que pueden suplir incluso la faltade competencia en algunos maestros celosos.Además de esos medios y de los indicados ante-riormente, consideramos utilísimo el estableci-miento de Cotos Sociales de Previsión o de Co-operativas Comunales, que, dirigidas por unmaestro o agrónomo competente, son «poderososacicates para desarrollar la iniciativa en las co-munidades rurales económica y culturalmenteatrasadas» (27).

En ambos sentidos, el maestro nacional «debeincluso ser aceptado por los componentes delgrupo no como elemento extraño, sino comocompañero de trabajo que comparte en granmedida las mismas preocupaciones, idénticas in-quietudes, semejantes aspiraciones» (28). Los Co-tos de Previsión han de ser «campos de demos-tración al servicio de la enseñanza agrícola» yverdaderas «cooperativas de trabajo» que cum-plan un cometido esencialmente económico, sien-do instrumentos primordiales de una escuela vivadonde los alumnos aprendan a colaborar entresí y con los habitantes de la comunidad; impli-cando una aplicación de los métodos activos, laIntroducción del niño a la vida social y su ini-ciación consciente en el movimiento cooperati-vo; permitiendo la enseñanza practica de laEconomía Agrícola e incluso el establecimientode dotes para los escolares, etc. (29). Así contri-

(27) VENTURA Rom, Juan : La cooperación escolar.París, «Revista Analítica de Educación». Ed Unesco, nú-mero 6. Pág. 90.

(28) TRABAJO ANÓNIMO: Un método didáctico paraadultos. Contenido en «Los Grupos de Educación Fun-damental y las técnicas audiovisuales». París. Cuadernode la Unesco. Pág. 7.

(29) En Italia es verdaderamente ejemplar desde elpunto de vista de su preocupación por el desarrollo eco-nómico, la escuela «Casa del Sole», de Milán, dondefuncionan admirablemente varias cooperativas : de flo-res, horticultura, avicultura y lechera. En ellas se per-mite a los escolares ser accionistas, trabajar e intervenirlibremente en el nombramiento de los principales car-gos (administrativos, propagandísticos, laborales, co-merciales, etc.), recibiendo juntamente con la cuantíacorrespondiente a los beneficios anuales que se obtienen

buye eficazmente a «ejemplarizar la virtud dela constancia en el esfuerzo colectivo» y a «com-penetrarse con el vínculo del interés común», osea a dar «urdimbre y unidad a la vida singu-larmente dispersa e inconexa de nuestra pobla-ción rural» (30). A través de la comprobaciónobjetiva de los resultados prácticos obtenidos(con observaciones, pruebas objetivas, escalas deproducción, censos, estadísticas, encuestas y otrosmedios) influye también en el desarrollo de laEconomía Agrícola, que consume o pone fin a lapretendida eficacia. Algunas veces llega a serverdadero «líder» o «promotor social», es decir,«conductor y guía de todos los miembros de lacomunidad donde le toca actuar» (31). Pero nodebe olvidarse que «el mejoramiento de la situa-ción moral y material del maestro constituye elfactor decisivo del buen éxito de todo esfuerzode esa índole» (32).

CONCLUSION

De lo expuesto se infiere claramente que elmaestro nacional, cuya noble misión se recono-ce y proclama en la Ley de Educación Primaria,puede desempeñar, y desempeña realmente, uncometido todavía más importante en orden aldesarrollo de la Economía Agrícola.

A nuestro entender, no es tanto «causa efi-ciente» cuanto una «causa actualizadora» del re-ferido desarrollo. Ejerce su causalidad per ac-cidens, o en el sentido de apartar los obstáculosque se oponen, colaborando pedagógicamente enla preparación de «elemento humano». Los pre-ceptos legales han de convertirse en su espírituanimador para ser eficaces. Los Programas ylos Cotos Escolares de Previsión son algo asícomo letra muerta cuando no están vivificadospor su aliento. «La tarea de revisión y mejorade los Planes de Estudio resalta la necesidad debuenos maestros nacionales, como primer pasopara toda iniciativa fecunda» (33). Con los ex-perimentos realizados sobre el influjo en las vo-caciones agrícolas se ha comprobado que «la per-

al vender los productos (repartida proporcionalmente alnúmero de acciones) una remuneración especial poresas actividades.

(30) ',LEO SILVESTRE, Antonio : Interés pedagógico yeducador de los Cotos Escolares de Previsión. «Revistade Educación Española.» Madrid. Ed. SEM, número 1,octubre. 1945. Págs. 37-42.

(31) NOLAN CLARK y otros : El maestro en la comu-nidad rural. Guatemala. Ed. Ministerio de Educación.1948. Pág. 7.

(32) Recomendación número 18 sobre la formacióndel personal de la Enseñanza primaria, de la XVI Con-ferencia Internacional de Instrucción Pública.

(33) HERMOSO NÁJERA, Salvador : Problemas específcos de organización de la escuela rural. Publicado porSantiago Hernández en «Organización Escolar». Méjico.Ed. Uteha. 1954. Tomo II. Pág. 302.

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sonalidad del profesor y su trato asumen unaenorme importancia» (34).

Salta a la vista la trascendencia del cometidodel amaestro nacional, tanto desde un punto devista individual como social. Fué acertado afir-mar que «se encuentra en sus manos el éxitode las campañas de revalorización de las profe-siones agrícolas y, por tanto, el porvenir de lasfuturas generaciones campesinas» (35). Se le es-tán encomendando funciones docentes cada vezmás directamente relacionadas con el desarrollode la Economía Agrícola (36).

(34) APODACA, Anacleto : Enseñando al agricultor. Mé-jico. Ed. Intercontinental. 1954. Pág. 82.

(35) Circular conjunta del Consejo Superior de lasCámaras Agrícolas y del Servicio de Capacitación delMinisterio de Agricultura.

(36) Esto explica el creciente interés de algunos paísespor mejorar su competencia y celo profesional con lacreación de Escuelas Normales Rurales y del Institutode Páztcuaro (Méjico), que funciona en colaboracióncon la Unesco.

Finalmente, atendiendo a la otra directriz dela «Correlación existente entre Economía y Edu-cación», que sirvió igualmente de base funda-mental para este trabajo, consideramos necesa-ria la elevación de los sueldos y demás emolu-mentos legales del Magisterio Nacional no sólopor razones de justicia social y de interés pro-fesional, sino también como una inversión prc-ductiva. Quiérase o no, se ejerce la profesión,principalmente, para resolver bien los problemaseconómicos propios y de la familia. Con el logrode esa humana aspiración podrá asegurarse laposesión de buenos maestros y, por tanto, sumayor influencia en el desarrollo de la Econo-mía Agrícola (37).

(37) Dicha correlación constituye un hecho en al-gunos pueblos de Cataluña que proporcionan retribu-ción complementaria a los maestros nacionales, reci-biendo a cambio su entrega total a la obra educativa y,con ello, los frutos del mayor desarrollo de la economíaagrícola.