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1. El Auditorio Manuel de Falla el 11 de agosto de 1986. 144 DOS PROYECTOS PARA EL AUDITORIO MANUEL DE FALLA. tG1 ANÁLISIS COMPARADO Antonio J. Gómez-Blanco y Fernando Acale Sánchez El Auditorio Manuel de Falla de Gra- nada representa un caso singular den- tro de la arquitectura española contem- poránea. En el año 2003 se cumplió el vigésimo quinto aniversario de su inau- guración y, aprovechando tal efeméri- de, la Consejería de Cultura de la Jun- ta de Andalucía ha incoado el expediente para su declaración como Bien de In- terés Cultural, siendo así el primero que recibe tal grado de protección de los edi- ficios construidos en Granada durante la segunda mitad del siglo xx. El origen del Auditorio habría que buscarlo en 1962, año en el que se da- ría un gran impulso al deseo de dotar a la ciudad de Granada de un centro destinado al estudio de la vida y obra de Manuel de Falla. El Ayuntamiento adquiere la casa donde viviera el mú- sico entre 1921 y 1939, el conocido como Carmen del Ave María, situado en la calle Antequeruela Alta, en la co- lina de la Alhambra. Y ese mismo año, el arquitecto José María García de Pa- redes ya comienza a trabajar sobre la idea de edificar un auditorio junto a la casa de Falla. En 1972 el Ayuntamiento adquie- re los terrenos contiguos a la casa, concretamente los Cármenes de Ma- tamoros, Santa Rica y Gran Capitán, y un año más tarde encarga al men- cionado arquitecto el proyecto de un gran centro cultural dedicado a Ma- nuel de Falla.

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1. El Auditorio Manuel de Falla el 11 de agostode 1986.

144 DOS PROYECTOS PARA EL AUDITORIO MANUEL DE FALLA.tG1 ANÁLISIS COMPARADO

Antonio J. Gómez-Blanco y Fernando Acale Sánchez

El Auditorio Manuel de Falla de Gra-nada representa un caso singular den-tro de la arquitectura española contem-poránea. En el año 2003 se cumplió elvigésimo quinto aniversario de su inau-guración y, aprovechando tal efeméri-de, la Consejería de Cultura de la Jun-ta de Andalucía ha incoado el expedientepara su declaración como Bien de In-terés Cultural, siendo así el primero querecibe tal grado de protección de los edi-ficios construidos en Granada durantela segunda mitad del siglo xx.

El origen del Auditorio habría quebuscarlo en 1962, año en el que se da-ría un gran impulso al deseo de dotara la ciudad de Granada de un centrodestinado al estudio de la vida y obrade Manuel de Falla. El Ayuntamientoadquiere la casa donde viviera el mú-sico entre 1921 y 1939, el conocidocomo Carmen del Ave María, situadoen la calle Antequeruela Alta, en la co-lina de la Alhambra. Y ese mismo año,el arquitecto José María García de Pa-redes ya comienza a trabajar sobre laidea de edificar un auditorio junto ala casa de Falla.

En 1972 el Ayuntamiento adquie-re los terrenos contiguos a la casa,concretamente los Cármenes de Ma-tamoros, Santa Rica y Gran Capitán,y un año más tarde encarga al men-cionado arquitecto el proyecto de ungran centro cultural dedicado a Ma-nuel de Falla.

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l/DE CARLO, GIANC41110. "üuesnoni" En Rev. Spazio e Societs. nO6. pp. 31- 33. Milán, 1979.2/ SERT,jOSEP uus. "Un Centro per la Masica e per il Progresso dellaSocietá". Efl Rev Spazio e Sociots n" 6. pp. 46- 47. Milán, 19793/ Ladifusión del edificio abarcó a diferentes publicacionesinternacionales tales corno: I.LAU.D. Anual repon (1978);BauITIeistef 11979),Controspazio 11979); llndustria delleCostruzioni (1980); y TI18 Architectural Review (1980)

El edificio comenzó a construirse en·.noviembre de 1975, inaugurándose el

'1Q de junio de 1978. La construccióndd Centro Cultural Manuel de Fallano estuvo exenta de polémica, comoacostumbra a suceder con muchos delos grandes proyectos arquitectónicosde nuestro tiempo. Si la preocupacióninicial residía en la adecuada integra-ción del edificio en su peculiar entor-no, como también en la perfecciónacústica de su auditorio, el resultadofinal sería, en palabras de GiancarloDe Carlo, "un edificio magistral" 1,constituyendo uno de los principalesexponentes de la arquitectura españo-la de los primeros años de la democra-cia. Así es como lo define Josep LluisSert, cuando en junio de 1979 publicaen la revista Spazio e Societá su artí-culo "Un centro per la musica e peril progresso della societá " 2.

Desde el mismo momento de suinauguración, el Auditorio se convir-tió en un hito cultural para la ciudadde Granada y una referencia arqui-tectónica internacional 3. Durante laprimera mitad de los años ochenta eledificio acogió importantes actos ycongresos, así como innumerablesconciertos de las más prestigiosas or-questas nacionales e internacionales;y así debiera haber continuado de nosufrir el lamentable atentado -perpe-trado por un pirómano resentido- delaño 1986. La tarde del 11 de agosto,un incendio en el edificio redujo a ce-nizas la sala de conciertos (fig. 1). Lazona donde se ubicaban los carneri-nos y las salas de ensayo no se veríaafectada, pero la sala del auditoriopropiamente dicha quedó completa-mente inservible y la estructura seria-

mente dañada. En realidad, como ex-presara a la prensa local el propio Jo-sé María García de Paredes tres díasdespués del siniestro, la parte afecta-da del edificio era aproximadamenteun tercio, aunque por desgracia erala más valiosa.

El edificio sería inmediatamentereconstruido bajo la dirección dequien mejor lo conocía, su arquitec-to. José María García de Paredes tu-vo así la oportunidad de rehacer suobra, introduciendo una serie de va-riaciones respecto al proyecto original.Las modificaciones proyectadas mejo-raron diversos aspectos del edificio,tanto funcionales como acústicos, pu-diendo afirmarse, por tanto, que exis-ten dos proyectos -construidos- delmismo edificio. El presente texto ana-liza la abundante documentación ela-borada por José María García de Pa-redes antes y después del incendio.

Manuel de Falla decía que la mú-sica, para comprenderla, "había quevivirla", idea que aquí sería traslada-da al campo de la arquitectura por Jo-sé María García de Paredes, quien pu-do "vivir" el edificio durante toda unadécada y descubrir así los aspectosque debían ser mejorados de tener laoportunidad de revisar nuevamenteel proyecto. El arquitecto era cons-ciente de la irrepetibilidad de la ar-quitectura, lo que en principio la dis-tingue del resto de las artes; pero ellamentable incendio le brindó la opor-tunidad de reconstruir su auditorio)renaciendo así entre sus cenizas, tal ycomo sucediera con el teatro la Feni-ce de Venecia y, más recientemente,con el Liceo de Barcelona.

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La documentación sobre elauditorio

Para la reconstrucción del edificio,el arquitecto redactó un nuevo docu-mento sirviéndose de la planimetría yadibujada para el proyecto de 1975-78,e introdujo sobre ella las modificacio-nes previstas; estas afectarían princi-palmente a las plantas y a la secciónlongitudinal del edificio. Esta circuns-tancia nos ha facilitado ciertamente lacomparación entre ambos proyectos.Comparativa en la que se aprecian nosólo las mejoras funcionales acometi-das, sino también la adaptación tecno-lógica y estructural del edificio.

Durante la redacción del segundoproyecto se darían nuevas circunstan-cias que serían determinantes. En1986, José María García de Paredesya contaba con la experiencia de ha-ber proyectado los auditorios de Ma-drid y Valencia. También existían otrascondiciones económicas que, comoapunta Ángela García de Paredes, lle-varían a un sector de la sociedad a de-mandar una reestructuración del pro-yecto para poder aumentar lasposibilidades escénicas del mismo. Noobstante, José María García de Pare-des prefirió reconstruir el edificio se-gún las trazas del proyecto original,aunque mejoraría algunos aspectos queen 1975-78 no pudieron ser optimiza-dos como consecuencia del ajustadopresupuesto entonces disponible.

Para el análisis del proyecto de 1975-78 se han utilizado diversas fuentes.Principalmente se ha consultado la me-moria del proyecto y la planimetría re-cogida por el arquitecto en su artícu-lo titulado «11 Centro Manuel de Fallaa Granada», publicado en la revista

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41 GARCIA DE PAREDES, JOSE M "11 Centro Manuel de Falla a

Granada", En Rev Spazio e Societa. n" 6, pp, 34- 48, Milán, 1979,

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Ee1Spazio e Societá en junio de 19794. Pa-ra comprender algunos aspectos for-males del edificio en esta su primeraépoca, también ha sido de una granayuda la consulta del material fotográ-fico facilitado por Elena García de Pa-redes procedente del Archivo Manuelde Falla, situado este en el propio Cen-tro Cultural Manuel de Falla.

Por su parte, para el análisis del pro-yecto de 1986 se han utilizado repro-ducciones de sus planos suministradaspor Ángela Carcía de Paredes para laelaboración del expediente de BIC deledificio, así como también toda la do-cumentación recabada y el análisis ela-borado para dicho expediente por losarquitectos Javier Gallego Roca y Fer-nando Acale Sánchez.

El análisis comparado se ha realiza-do de forma sistemática en un proce-so de ida y vuelta entre la imagen foto-gráfica y la planimétrica de ambasetapas del edificio. Incluso se han llega-do a detectar variaciones existentes en-tre dos versiones de planos de un mis-mo proyecto. Este hecho pone demanifiesto la continua revisión del pro-yecto que José María García de Pare-des realizara durante el transcurso delas obras, llevándole a modificar algu-nos espacios -quizá por imperativosfuncionales- como fue la decisión deampliar la sala de descanso/ensayos/reu-niones de la planta -3,23, suprimiendoel paso posterior a través de un pasillo;variación recogida en los planos origi-nales del proyecto respecto a la plani-mctría publicada en Spatio e Socictd.

A todas estas modificaciones reali-zadas por el propio arquitecto, tantoen la ejecución del proyecto originalcomo en la reconstrucción de 1986, se

51 GARCí!\ OE PAlllIJLS, ÁNGEU\' Auditorio Manuel de Falla, Granada,1975- 1978, José María García de Paredes Archivos deArquitectura, España Siglo )0( Ed. Colegio de Arquitectos deAlmería, 1995

unen las alteraciones introducidas enel edificio durante los últimos años co-mo consecuencia de la diversidad deusos que en él actualmente conviven:el Auditorio, gestionado por la Funda-ción Pública Centro Cultural Manuelde Falla, perteneciente al Ayuntamien-to de Granada; la sede de la OrquestaCiudad de Granada; la sede del Festi-val Internacional de Música y Danza;la sede de los Cursos Manuel de Falla;y el Archivo Manuel de Falla, gestio-nado por la Fundación Archivo Ma-nuel de Falla.

Buena parte de estas últimas altera-ciones, efectuadas por el personal demantenimiento del edificio o por lostécnicos del Ayuntamiento de Grana-da, han permitido mejorar algunos as-pectos del edificio, aunque también sehan abordado otras que desdichada-mente han desvirtuado la obra de Jo-sé María García de Paredes: sea el ca-so del cambio de uso de algunas salas,la sustitución de aseos, o el cierre delpaso al Mirador de Melisendra.

Ángela GarcÍa de Paredes, en su es-pléndido libro sobre el Auditorio 5,nos da una idea general sobre las va-riaciones que fueron introducidas porsu padre en la reconstrucción del edi-ficio. Aquí analizaremos dos de ellas,las que afectan a la biblioteca delCentro Cultural y a la sala de con-ciertos. La primera de ellas no es re-almente una modificación del proyec-to de cara a la reconstrucción deledificio, sino más bien se trata de uncambio de U60 realizado con el con-sentimiento del arquitecto. La segun-da transformación destaca básicamen-te por la variedad e importancia dela intervención.

6/ Véase HERNÁlIDEZ PEZZi, CARLOS. La Arquitectura de José MaríaGarcía de Paredes. Ed. Colegio de Arquitectos de Málaga. pp. 52,53. MEilaga, '1992

La bibliotecaEl complejo programa de usos y la

adaptación a la topografía que el arqui-tecto tuvo que resolver al iniciar el pro-yecto ya se manifiestan en el propio fo-yer. Desde este espacio se visualiza ungran vestíbulo inferior destinado a ex-posiciones, y las perspectivas se cruzanentre este y el foyer. Sólo la luz proce-dente de la sucesión de lucernarios y larítmica secuencia de la estructura vis-ta que descuelga del techo, logran di-namizar un espacio en el que el tiempose detiene por su función de antesala alauditorio propiamente dicho.

La zona expositiva del vestíbulo in-ferior fue concebida por José María Gar-cía de Paredes como un lugar estático ypermanente, ajeno al tránsito habitualdel público entre el foyer y la sala deconciertos, un lugar destinado al estu-dio de la obra de Manuel de Falla enel que se ubicaría su biblioteca personal-situada bajo el foyer- y una exposicióncon sus objetos personales (fig. 2).

El propio arquitecto ya había orga-nizado en 1962 una exposición en laque se mostraban los objetos persona-les del músico 6. En el refectorio del Mo-nasterio de San Jerónimo de Granadase expusieron veinticuatro vitrinas deforma campaniforme, diseñadas por élmismo, con los objetos recuperados delmúsico, objetos que tras su fallecimien-to había dejado diseminados por Al-tagracia (Argentina), Cádiz y Granada.

En la zona expositiva del nivel in-ferior del vestíbulo se proyectaría lacolocación de veinte de las veintic11!1-

tro vitrinas de San Jerónimo, todasellas iluminadas cenitalmente median-te una instalación colgada del forja-do inclinado que sustenta el graderío

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del auditorio. De esta forma, las vi-trinas podrían ser contempladas en suintegridad desde el antepecho del fo-yer, abarcando su doble altura, y deuna forma más detallada si se circu-la por la propia sala de exposiciones.

Junto a la sala de exposiciones se en-contraba situada la biblioteca (fig. 3).Se trataba de un espacio blindado, deplanta aproximadamente cuadrada(7,60 x 8,70 m.), destinado a acogerinicialmente el archivo de documentosdel compositor. El interior de la sala es-taba revestido con baldas para sus li-bros y documentos, y frente de la puer-ta se dispuso una mesa cuadrada. Todoestaba preparado para su función co-mo archivo, pero sus fondos aún tar-darían en llegar unos años más.

Fue en febrero de 1991 cuando losfondos del archivo llegaron a Grana-da, pero este no se instalaría en ellu-

gar previsto inicialmente por el arqui-tecto, sino en un nuevo pabellón -cons-truido a partir del año 1989- que ocu-paba parte del Jardín de Matamoros,junto al muro de contención del Paseode los Mártires. También se vería frus-trada la intención de colocar las vi-trinas en la zona expositiva, optándo-se finalmente por destinar todo esteespacio, junto a la propia sala de la bi-blioteca, para albergar exposicionestemporales. La primera de ellas mos-traría la obra del pintor granadino Ma-nuel Rivera, coincidiendo con la inau-guración del edificio.

Su función como sala de exposicio-nes temporales concluiría en el año2003, cuando la Dirección General deInstituciones del Patrimonio Históricode la Consejería de Cultura de la jun-ta de Andalucía aprobó el proyecto decreación del "Universo Falla", una ex-

2. Planta a cota -3,23 del proyecto de 1975-78.3. Comparativa entre la imagen interior de la bibliote-ca tras las obras de 1975-78 (Archivo Manuel de Falla)y la imagen actual en la que se aprecia el exterior dela exposición permanente "Universo Falla".

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posición permanente diseñada por elartista Julio Juste con fondos del Ar-chivo, y que complementaría la visiónpersonal del músico ofrecida en la Ca-sa-Museo de la calle Antequeruela.

De alguna manera puede decirse queel deseo de José María García de Pa-redes de contar en el corazón del edi-ficio -bajo el gran foyer de acceso- conlos documentos y objetos personalesdel músico, se vería cumplido con elpaso del tiempo. Hoy ya es posible ha-cer un recorrido visual y sonoro por labiografía del compositor a través delos diferentes documentos y objetosque se encuentran expuestos. Tambiénse muestra una de las vitrinas de la ex-posición del Monasterio de San jeró-nimo, así como dos vitrinas de paredadaptadas por el arquitecto, de las di-señadas en 1981 para la instalación delGuernica de Picasso y sus bocetos enel Casón del Buen Retiro en Madrid.

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La sala de conciertosLa sala de conciertos es el espacio que

mejor ilustra la calidad del edificio.Construida con materiales bastante aus-teros, el resultado es inmejorable. Nosólo por la espacialidad conseguida enla sala, sino también por su excelentecomportamiento acústico, con un tiem-po de reverberación optimizado para lamúsica de Manuel de Falla.

Pero el incendio de 1986 consiguiódevorar dicho espacio. Sólo se conservóparte de su estructura vertical; el restotuvo que ser totalmente reconstruido.Consultando los diferentes documentosgráficos disponibles nos ha sido posiblecomparar la naturaleza de las modifica-ciones que josé María Carcía de Pare-des introdujo sobre el proyecto original.

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4. Planta a cota ±O,OOdel proyecto de 1975-78.5. Planta a cota ±O,OOdel proyecto de 1986.6. Sección lonuitudinal del provecto de 1975-78.7. Sección longitudinal del proyecto de 1986.8. Planta a cota +6,50 del proyecto de 1975-78.9. magen de la sala de conciertos el día de lainauguración del Auditorio (Archivo Manuel de Falla).10. Imagen de la galeria lateral de la sala deconciertos antes del incendio (Archivo Manuel de Falla).

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Sustituyó el sistema de elevación delescenario por uno mecánico, lo que fa-cilitaría considerablemente la subida deinstrumentos pesados desde el monta-cargas, como también el uso exclusivode la sala B al poder subir todo el esce-nario a su cota. Esta modificación se ma-nifiesta particularmente en la secciónlongitudinal del edificio (Fig. 6 y Fig. 7),aunque también en la planta, donde elarquitecto varía la geometría del esce-nario, incorporando dos escaleras late-rales, junto a los palcos, para conectarel nivel de las dos salas (Fig. 4 y Fig. 5).

También se mejoró la distribuciónde los asientos en la sala A y los pal-cos laterales. Suprimió una butaca porcada fila de asientos y aumentó la ca-pacidad de los palcos laterales, a losque les añadió una fila más, constru-yendo unos antepechos que los reco-gían a modo de cubículos. La distribu-ción de los asientos en los palcos sobreel escenario fue igualmente modifica-da, aumentando el número de locali-dades y variando su forma de acceso.Los asientos de todo el auditorio fue-ron sustituidos por otros de mejor ca-lidad, satisfaciendo así los deseos delingeniero acústico Lothar Cremer,quien tras la inauguración del edificioya habría propuesto al arquitecto cam-biar las butacas por ser inapropiadaspara un edificio de sus características.

Otra de las mejoras introducidas enel segundo proyecto afectaba a la ilumi-nación del auditorio. Las cabinas de tra-ducción estaban situadas originalmen-te en los palcos superiores existentes enel lateral derecho de la sala (Fig. H). Enel mismo frente, sobre el palco situadoencima del escenario, existía tambiénuna pequeña sala técnica destinada a larealización de grabaciones. El acristala-

miento que las cerraba provocaba unaserie de destellos y reflejos que distor-sionaban el equilibrio lumínico del es-pacio, originado por los magníficos fa-roles granadinos que colgaban del techo(Fig. 9 Y Fig. 10). Por otro lado, en elfondo de la sala B, a la misma altura quelas cabinas de traducción, se ubicaba unpalco abierto sobre dicha sala.

En el proyecto de 1986, José MaríaGarcía de Paredes modificó la posiciónde las cabinas de traducción, trasladan-do las al palco posterior de la sala B ysiendo acristaladas. El antiguo espaciode las cabinas fue reutilizado como pal-cos abiertos, así como también la peque-ña sala técnica sobre el escenario. De es-ta forma, al suprimir los vidrios laterales,se resolvía el problema existente produ-cido por el reflejo de los faroles.

El palco lateral izquierdo, sobre elescenario, fue también objeto de mo-dificación. Este era el lugar destinadoal órgano, pero hasta su instalación enel año 1994 fue utilizado como palco.En él se sentó José María Pemán el díade la inauguración, y sobre el lugar re-servado al órgano se exhibió el tapizBlau creixent de Pablo Palazuelo. Elproyecto de 1986 volvería a situar eneste mismo lugar el órgano, e inclusose aventuraba su perfil en la planta delproyecto. La realidad es que el órga-no, obra del organero catalán GabrielBlancafort, no fue instalado en el edi-ficio hasta después del fallecimientodel arquitecto, dirigiendo su montajelos arquitectos Ignacio García Pedro-sa y Ángela García de Paredes.

En la sala de conciertos también sevarió la posición de los paneles acústi-cos del techo, siendo nuevamente afina-dos, se hicieron ligeras modificacionesen la geometría de la cubierta, y se rees-

11 MONEO VAI.LÉS, RAFAEL "Ricordo di García de Paredes". En Rev.Spazio e Societe. n" 51. pp. 106- 109. Milán, 1990.

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tructuraron los pórticos de hormigónque soportaban el graderío de la sala A.

José María García de Paredes ama-ba tanto la música y la arquitecturaque su obra así lo reflejaba. Tras la tris-te -a la vez que singular- experienciasufrida con el auditorio granadino, seconvirtió en un prestigioso Luthier, unmaestro en el arte de construir audito-rios, considerados estos, por él mismo,como los más complejos instrumentosacústicos existentes.

Rafael Manea, en su artículo «Ricar-do di García de Paredes» publicado enSpazio e Societá 7 a los pocos días delfallecimiento del arquitecto, definía suobra según dos valores: la razón y la me-sura, cualidades que siendo indiscuti-bles en toda su obra, se manifiestan demanera muy especial en el proyecto delAuditorio Manuel de Falla, Y nosotrosañadiríamos la elocuencia. Valor quemostraba igualmente como persona: enel discurso de entrega del Consejo Su-perior de los Colegios de Arquitectos deEspaña de la Medalla de Oro de la Ar-quitectura 1989 a Francisco Javier Sáenzde Oíza, José María García de Paredeslo describía como cc ••• un caballero oriun-do del Reino de Navarra ... enjuto decarnes, blanco de tez, mirar tan acera-do como la hoja de su espada, platicarnervioso y es fama que combatía a ca-ra descubierta con la celada de su yel-mo siempre alzada sobre la ancha fren-te ... ", descripción que bien pudiera serutilizada para sí mismo, con la única di-ferencia de que él nació en Sevilla, ad-quirió la razón de su arquitectura enMadrid, como apuntaba Manea, apren-dió la mesura en Roma y amó profun-damente la ciudad de Granada.

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