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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012 5 a SECCION Oliverio Najmias destaca que el trabajo de César Pelli, con trazos elegantes y medidos, intenta “completar” y nunca “imponer”. Clorindo Testa sostiene que todo estilo responde al tiempo que se vive y afirma que lo más atractivo de una ciudad es el cambio. 3 4 C ésar Pelli llega al aeropuerto de Ezeiza desde Nueva York. Es el domingo 10 de junio. No visita la capital porteña desde octubre, cuando disertó en la Bienal de Arquitec- tura de Buenos Aires. Aparece en la puer- ta de arribos, distinguiéndose, como mu- chos de sus rascacielos, por su imponen- te altura. Camina con firmeza, contradi- ciendo los años que registra su documen- to pero no su cuerpo. Me saluda con cor- dialidad y lanza la primera de las carca- jadas que suelen acompañar a la mayo- ría de sus frases. Lo que más me sor- prende, mientras conversamos, es una sucesión gestos que revelan una profun- da modestia en un hombre con una tra- yectoria tan monumental como algunos de sus edificios. En una sola de sus 500 obras, en las Petronas, entrarían apreta- dos todos los habitantes de Tucumán. En tres días vuelve a su provincia na- tal, después de doce años e invitado por LA GACETA, a dar una charla que ha ti- tulado Mi trabajo. “En 2000 recorrí los Valles Calchaquíes con mi esposa y uno de mis hijos. Fui a Belén, Londres, Fuer- te Quemado y Cachi. Después pasamos por Tucumán por dos días, antes de re- gresar a Buenos Aires, y solamente al- cancé a visitar a tres amigos que ya mu- rieron”, recuerda. Le cuento que su visita ha generado un enorme entusiasmo en la Facultad de Ar- quitectura de la UNT, institución derivada de la Escuela de Arquitectura de la que egresó hace más de seis décadas, inte- grando una de sus primeras promocio- nes. “Los profesores venían de Buenos Aires. Eduardo Sacriste, Jorge Vivanco, Horacio Caminos, Alberto Le Pera. El rec- tor de la universidad era Horacio Desco- le. Era una época fantástica. Eramos na- da más que 60 estudiantes en toda la fa- cultad y eso nos permitía tener un con- tacto muy estrecho con nuestros profeso- res. Salíamos, conversábamos, comía- mos juntos y terminamos siendo ami- gos”, rememora con cierta melancolía. Continúa en la página 4... PERFIL César Pelli nació en Tucumán en 1926, se recibió de arquitecto en la UNT y viajó con una beca, en 1952, a Estados Unidos, donde se convertiría en uno de los mayores arquitectos del mundo y en el más reconocido diseñador de rascacielos. Muchos de los edificios más altos y emblemáticos de varias ciudades del planeta llevan su sello. Como las Petronas, de Kuala Lumpur, que con sus 452 metros son las torres gemelas más altas del mundo. Rechaza encerrar su obra dentro de un estilo. Cree que las cualidades estéticas de un edificio deben derivar de las características específicas de cada proyecto, como la locación, su propósito y la tecnología empleada en la construcción. Afirma que cada edificio debe contribuir a renovar la ciudad en la que se emplaza. “Los edificios son el escenario en el cual discurre el drama de la vida”, decía, en una entrevista publicada en este suplemento el año pasado. Después de 12 años, el reconocido arquitecto volvió a su provincia, invitado por LA GACETA, para compartir sus experiencias con los tucumanos. Marcas, presencias y recuerdos locales siguen acompañando al arquitecto que ha dejado su huella en los más diversos puntos del planeta. EL REGRESO DE Por Julio Middagh PARA LA GACETA - TUCUMÁN Un romántico de la tecnología D esde hace años pertenece al séquito de los excepcionales. Sus hijos arqui- tectónicos están en Nueva York, Kuala Lumpur, California, Hong Kong, Miami, Milán, Tokio, Hawaii, Bilbao, Osaka, New Haven, Buenos Aires, Londres, Tokio. Una carrera prolífica que no esta exenta de polémica. Ejecutó más de 500 proyec- tos, unos 300 en su país de adopción. Recibirlo en Tucumán es una situación asombrosa. Nos brinda sensaciones de profundo orgullo. Es un misterio que re- side en su persona por su origen, su obra y trayectoria. Su nombre está consagra- do en el tiempo. Las personas, las cultu- ras, necesitan participar del éxito del que alguna vez se fue y que el mundo recono- ció. Tucumán no es la excepción. Esto su- cedió por los importantes edificios en lu- gares distinguidos, cuyas imágenes luego se hicieron parte del cine, la televisión, la literatura. Pelli posee la existencia indu- dable de un artista contemporáneo. Su presencia es universal. Es sensible a las calidades visuales de la tecnología arqui- tectónica, a la escala, a la jerarquía de los espacios, al uso del color y a la cultura de cada sitio. Un artista que dedica su obra a los demás en un acto de generosidad elocuente. Fumihiko Maki, el distinguido arqui- tecto japonés, lo definió como “un ro- mántico de la tecnología”, en 1971. Hoy, 41 años después, afirmo la vigencia de la definición. Cada nuevo proyecto contiene exquisitos detalles tecnológicos. Su arqui- tectura de sentido común es exaltada por encima de lo prosaico, y se convierte en un medio que vivifica la ciudad. “Tengo dos hijos a los que adoro por igual; y de no haber sido así, jamás les hubiera hecho saber que los quiero de manera diferente. Lo mismo ocurre con mis obras”, confiesa. Todas le producen sensaciones de afecto equilibrado. Su ge- nio está bañado por la flexibilidad e inde- pendencia de cualquier estilo. Ama New Haven, Buenos Aires o Venecia. Sostiene que “la calidad del edificio es secundaria a la calidad del total en una ciudad”. Ad- mira a los ingleses por los cuidados espa- cios verdes y se preocupa por la falta de estos en las ciudades argentinas. Egresado en 1949 de la Escuela de Ar- quitectura de la UNT, siempre reconoció el privilegio de haber recibido las ense- ñanzas de Calcaprina, Caminos, Cavag- na, Sacriste, Tedeschi, Vivanco. Su visión pregona el concepto “arquitectura es 90% transpiración, 10% inspiración”. Hi- zo una vocación del trabajo, el esfuerzo y la constancia. A la par de la profesión siempre ejerció la docencia académica. La constante mención y reconocimiento de aquel importante momento también contribuye a sumar al orgullo que senti- mos por él los argentinos y los tucuma- nos en particular. Es sencillo, amable y modesto. Su vi- vienda, en New Haven, tiene 97 años. Es de un estilo simplificado colonial inglés, frente a un parque, cerca de un río y una montaña. El lugar más importante en su casa es la cocina por todo lo que allí su- cede. En Tucumán inició la construcción de la casa de sus padres que no pudo ter- minar por viajar a Estados Unidos. Tam- bién hizo una casa de veraneo en Salta para sus suegros. Sin desconocer la situación del conti- nente, expresa que el problema y la solu- ción de la vivienda social en Latinoaméri- ca son políticos. “Luego los arquitectos po- demos contribuir”, añade. La manera de abordar sintéticamente la problemática es parte de una visión objetiva y concreta. Repite hasta el cansancio que “en ar- quitectura uno tiene que tener algo que decir pero, además, hay que resolver un problema”. Y afirma: “Uno debe amar la arquitectura, o algún aspecto de ella, por- que es una carrera que trae muchas de- silusiones. Pero si uno la ama, también trae muchas alegrías y muy profundas”. “Tato” es un hombre de carcajada fácil y contagiosa. Este sobrenombre dentro del entorno familiar marca otra de las ca- racterísticas del origen tucumano y la tradición de poner apodos. Es una perso- na como cualquiera de todos nosotros pero también es una persona diferente. De eso se trata. © LA GACETA Julio Middagh - Arquitecto, urbanista, consejero ejecutivo del Colegio de Arquitectos de Tucumán. “He hecho mucho mas de lo que soñaba y no me queda nada pendiente, excepto diseñar el próximo proyecto”, afirma César Pelli, un pragmático a ultranza y un habitante del mundo. Ha logrado trascender construyendo sus ideas en sitios muy diversos, con un estilo que es la calidad constructiva, el detalle tecnológico, el funcionamiento perfecto. PELLI César Por Daniel Dessein PARA LA GACETA - TUCUMÁN

17-06-2011 LITERARIA

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Domingo 17 de junio de 2012 Literaria LA GACETA

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SAN MIGUEL DE TUCUMAN, DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012

5aSECCION

Oliverio Najmias destaca que el trabajo deCésar Pelli, con trazos elegantes y medidos,intenta “completar” y nunca “imponer”.

Clorindo Testa sostiene que todo estiloresponde al tiempo que se vive y afirma quelo más atractivo de una ciudad es el cambio.

3 4

César Pelli llega al aeropuerto deEzeiza desde Nueva York. Es eldomingo 10 de junio. No visita lacapital porteña desde octubre,

cuando disertó en la Bienal de Arquitec-tura de Buenos Aires.Aparece en la puer-ta de arribos, distinguiéndose, como mu-chos de sus rascacielos, por su imponen-te altura. Camina con firmeza, contradi-ciendo los años que registra su documen-to pero no su cuerpo. Me saluda con cor-dialidad y lanza la primera de las carca-jadas que suelen acompañar a la mayo-ría de sus frases. Lo que más me sor-prende, mientras conversamos, es unasucesión gestos que revelan una profun-da modestia en un hombre con una tra-yectoria tan monumental como algunosde sus edificios. En una sola de sus 500obras, en las Petronas, entrarían apreta-dos todos los habitantes de Tucumán.

En tres días vuelve a su provincia na-tal, después de doce años e invitado porLA GACETA, a dar una charla que ha ti-tulado Mi trabajo. “En 2000 recorrí los

Valles Calchaquíes con mi esposa y unode mis hijos. Fui a Belén, Londres, Fuer-te Quemado y Cachi. Después pasamospor Tucumán por dos días, antes de re-gresar a Buenos Aires, y solamente al-cancé a visitar a tres amigos que ya mu-rieron”, recuerda.

Le cuento que su visita ha generado unenorme entusiasmo en la Facultad de Ar-quitectura de la UNT, institución derivadade la Escuela de Arquitectura de la queegresó hace más de seis décadas, inte-grando una de sus primeras promocio-nes. “Los profesores venían de BuenosAires. Eduardo Sacriste, Jorge Vivanco,Horacio Caminos, Alberto Le Pera. El rec-tor de la universidad era Horacio Desco-le. Era una época fantástica. Eramos na-da más que 60 estudiantes en toda la fa-cultad y eso nos permitía tener un con-tacto muy estrecho con nuestros profeso-res. Salíamos, conversábamos, comía-mos juntos y terminamos siendo ami-gos”, rememora con cierta melancolía.

Continúa en la página 4...

PERFILCésar Pelli nació en Tucumán en 1926, se recibió de arquitecto en la UNT y viajó con una beca, en 1952, aEstados Unidos, donde se convertiría en uno de los mayores arquitectos del mundo y en el más reconocidodiseñador de rascacielos. Muchos de los edificios más altos y emblemáticos de varias ciudades del planetallevan su sello. Como las Petronas, de Kuala Lumpur, que con sus 452 metros son las torres gemelas más altasdel mundo. Rechaza encerrar su obra dentro de un estilo. Cree que las cualidades estéticas de un edificiodeben derivar de las características específicas de cada proyecto, como la locación, su propósito y la tecnologíaempleada en la construcción. Afirma que cada edificio debe contribuir a renovar la ciudad en la que seemplaza. “Los edificios son el escenario en el cual discurre el drama de la vida”, decía, en una entrevistapublicada en este suplemento el año pasado.

Después de 12 años, el

reconocido arquitecto volvió

a su provincia, invitado por

LA GACETA, para compartir

sus experiencias con los

tucumanos. Marcas,

presencias y recuerdos

locales siguen acompañando

al arquitecto que ha dejado

su huella en los más diversos

puntos del planeta.

EL REGRESO DE

◆ Por Julio MiddaghPARA LA GACETA - TUCUMÁN

Un romántico de la tecnología

Desde hace años pertenece al séquitode los excepcionales. Sus hijos arqui-

tectónicos están en Nueva York, KualaLumpur, California, Hong Kong, Miami,Milán, Tokio, Hawaii, Bilbao, Osaka, NewHaven, Buenos Aires, Londres, Tokio.Una carrera prolífica que no esta exentade polémica. Ejecutó más de 500 proyec-tos, unos 300 en su país de adopción.

Recibirlo en Tucumán es una situaciónasombrosa. Nos brinda sensaciones deprofundo orgullo. Es un misterio que re-side en su persona por su origen, su obray trayectoria. Su nombre está consagra-do en el tiempo. Las personas, las cultu-ras, necesitan participar del éxito del quealguna vez se fue y que el mundo recono-ció. Tucumán no es la excepción. Esto su-cedió por los importantes edificios en lu-gares distinguidos, cuyas imágenes luegose hicieron parte del cine, la televisión, laliteratura. Pelli posee la existencia indu-dable de un artista contemporáneo. Supresencia es universal. Es sensible a lascalidades visuales de la tecnología arqui-tectónica, a la escala, a la jerarquía de losespacios, al uso del color y a la cultura decada sitio. Un artista que dedica su obra

a los demás en un acto de generosidadelocuente.

Fumihiko Maki, el distinguido arqui-tecto japonés, lo definió como “un ro-mántico de la tecnología”, en 1971. Hoy,41 años después, afirmo la vigencia de ladefinición. Cada nuevo proyecto contieneexquisitos detalles tecnológicos. Su arqui-tectura de sentido común es exaltada porencima de lo prosaico, y se convierte enun medio que vivifica la ciudad.

“Tengo dos hijos a los que adoro porigual; y de no haber sido así, jamás leshubiera hecho saber que los quiero demanera diferente. Lo mismo ocurre conmis obras”, confiesa. Todas le producensensaciones de afecto equilibrado. Su ge-

nio está bañado por la flexibilidad e inde-pendencia de cualquier estilo. Ama NewHaven, Buenos Aires o Venecia. Sostieneque “la calidad del edificio es secundariaa la calidad del total en una ciudad”. Ad-mira a los ingleses por los cuidados espa-cios verdes y se preocupa por la falta deestos en las ciudades argentinas.

Egresado en 1949 de la Escuela de Ar-quitectura de la UNT, siempre reconocióel privilegio de haber recibido las ense-ñanzas de Calcaprina, Caminos, Cavag-na, Sacriste, Tedeschi, Vivanco. Su visiónpregona el concepto “arquitectura es90% transpiración, 10% inspiración”. Hi-zo una vocación del trabajo, el esfuerzo yla constancia. A la par de la profesión

siempre ejerció la docencia académica.La constante mención y reconocimientode aquel importante momento tambiéncontribuye a sumar al orgullo que senti-mos por él los argentinos y los tucuma-nos en particular.

Es sencillo, amable y modesto. Su vi-vienda, en New Haven, tiene 97 años. Esde un estilo simplificado colonial inglés,frente a un parque, cerca de un río y unamontaña. El lugar más importante en sucasa es la cocina por todo lo que allí su-cede. En Tucumán inició la construcciónde la casa de sus padres que no pudo ter-minar por viajar a Estados Unidos. Tam-bién hizo una casa de veraneo en Saltapara sus suegros.

Sin desconocer la situación del conti-nente, expresa que el problema y la solu-ción de la vivienda social en Latinoaméri-ca son políticos. “Luego los arquitectos po-demos contribuir”, añade. La manera deabordar sintéticamente la problemática esparte de una visión objetiva y concreta.

Repite hasta el cansancio que “en ar-quitectura uno tiene que tener algo quedecir pero, además, hay que resolver unproblema”. Y afirma: “Uno debe amar laarquitectura, o algún aspecto de ella, por-que es una carrera que trae muchas de-silusiones. Pero si uno la ama, tambiéntrae muchas alegrías y muy profundas”.

“Tato” es un hombre de carcajada fácily contagiosa. Este sobrenombre dentrodel entorno familiar marca otra de las ca-racterísticas del origen tucumano y latradición de poner apodos. Es una perso-na como cualquiera de todos nosotrospero también es una persona diferente.De eso se trata.

© LA GACETA

Julio Middagh - Arquitecto, urbanista,consejero ejecutivo del Colegio deArquitectos de Tucumán.

“He hecho mucho mas de lo que soñaba y no me queda nada pendiente, excepto diseñar

el próximo proyecto”, afirma César Pelli, un pragmático a ultranza y un habitante del

mundo. Ha logrado trascender construyendo sus ideas en sitios muy diversos, con un estilo

que es la calidad constructiva, el detalle tecnológico, el funcionamiento perfecto.

PELLICésar

◆ Por Daniel DesseinPARA LA GACETA - TUCUMÁN

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LITERARIA2 LA GACETA

DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012

A R Q U I T E C T U R A / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C É S A R P E L L I / L A G A C E T A L I T E R A R I A / A R Q U I T E C T U R A / L A G A C E T A L I T E R A R I A /

Desde hace unos cienaños, el arte visualmás activamente in-dependiente ha sido lapintura. En siglos an-

teriores, la pintura reflejaba lasobras y las apariciones de la pre-sencia divina y su impacto en la vi-da humana. Santos y héroes, reyesy obispos eran todos enviados es-peciales de Dios, a diferencia delos seres humanos comunes y co-rrientes. Ellos, sus allegados y susobras eran dignos de ser retrata-dos y venerados y por consiguien-te, el medio que lo hacía posiblefue también exaltado. Durante elRenacimiento se produjo un cam-bio significativo. El artista obtuvoprestigio y llegó a ser más impor-tante que la obra creada. Los te-mas sagrados, heroicos y princi-pescos continuaron legitimando ala pintura, pero el artista podía asi-mismo elegir otros temas que tam-bién eran aceptados como arte.Ese cambio fue crítico.

Desde fines del siglo XVIII, el sis-tema religioso, aristocrático y je-rárquico que respaldaba y legiti-maba a la pintura fue debilitándo-se y ya para la Primera GuerraMundial había perdido el statuselevado. Además, durante el sigloXIX, con la invención de la fotogra-fía, la pintura perdió su monopoliocomo registro de imágenes. De lasartes, la pintura fue la más amena-zada y algunos críticos predijeronel final de la pintura de caballete.Sin embargo, la pintura se rein-ventó a sí misma como un lentemágico que permite ver aquelloque de otro modo sería invisible.

Probablemente, la recreación delsignificado de la pintura comenzóa fines del siglo XIX con la obra devarios artistas, especialmente la deCézanne, y fue, para nuestros fi-nes, completada por Picasso y Bra-que antes de la Primera GuerraMundial. Este logro, la gran cali-dad de las obras creadas y el am-plio apoyo teórico que obtuvo leotorgaron a la pintura una nueva ybien merecida preeminencia entrelas artes visuales. A los pintores fa-mosos se les comparaba con loschamanes y ganaron más autori-dad que nunca.

El éxito de la pintura fue ayuda-do porque sus productos son por-tátiles y pueden ser vendidos, co-leccionados y expuestos, adaptán-dose muy bien al capitalismo de-mocrático. Los pintores, quienesen otros tiempos trabajaban bási-camente por encargo –como aúnhoy lo hacen los arquitectos– co-menzaron a trabajar por especula-ción, con la esperanza de que enun futuro se venda su obra. La vi-da de los pintores jóvenes se hizocada vez más difícil e incierta, pe-ro el poder y la riqueza de museos,galerías, publicaciones, escritores,coleccionistas, vendedores de arte

y artistas ha crecido enormemen-te. Esta red tiene tanto peso quecasi ha logrado apropiarse delnombre “arte” para la pintura ysus artes más afines, el arte de losmuseos (como era de esperar, ac-tualmente algunos artistas desa-fían los límites físicos de los mu-seos con sus trabajos).

Con algunas salvedades, elmundo del arte ha sido muy bue-no para la pintura y otras artes vi-suales. También ha sido benefi-cioso para la arquitectura. Sinembargo, promueve conceptos so-

bre la naturaleza del arte que noson del todo adecuados para laarquitectura. Muchos de estosconceptos han sido adoptados sincuestionarse por la cultura arqui-tectónica y no han sido debida-mente asimilados. Creo que debe-mos replantearlos.

Libertad artística: para los pin-tores contemporáneos, esta condi-ción puede ser un ideal, pero es unobjetivo confuso para los arquitec-tos. Un arquitecto libre es un ar-quitecto desempleado.

Novedad e invención: Estascualidades son primordiales en lapintura, en la que cada objetivo

artístico brinda una nueva visióndel arte, la vida o el mundo. Estaes la razón de pintar un nuevocuadro. El propósito y la validezde la arquitectura se justifican deotras maneras más básicas. Lainvención es fundamental en laarquitectura, como en todas lasartes, pero la búsqueda ilimitadade novedad en la arquitectura,especialmente de la novedadprescrita, está dañando nuestrasciudades.

Consistencia estética: Un pintorpersigue una visión interna cuadro

tras cuadro. Sin embargo, para elarquitecto –cuyos proyectos exis-ten para fines diversos, en climasdiversos, para satisfacer a perso-nas diversas y para formar partede entornos diversos– la consisten-cia estética es cuestionable. Laconsistencia estética también esimportante cuando la obra com-pleta de un pintor se presenta enuna exposición. Las retrospectivasse han convertido en un modo decelebrar y evaluar toda la obra deun pintor. Los edificios de un ar-quitecto nunca podrán exponerseuno al lado del otro en un museo oen cualquier sitio. Permanecerán

cumpliendo su propósito dondefueron construidos. El libro de ar-te, como catálogo o monografíacrea mayor confusión. Para la obrade un pintor, un libro de imágeneses un facsímil de una exposición, yuna fotografía, por imperfecta quesea, puede reproducir un cuadroentero. Para un arquitecto, la mo-nografía crea la falsa impresión deque la relación estética entre losdiferentes edificios de un arquitec-to es importante y a su vez, le res-ta importancia a la relación funda-mental entre un edificio y su lugar.La consistencia que importa es laque apreciamos en los edificios deuna ciudad, no en las obras des-perdigadas de un arquitecto.

Propiedad: Hoy en día, los cua-dros son propiedad de los pinto-res, lo cual no era el caso en épo-cas anteriores. Es por eso que lospintores pueden vender sus obrasy son los únicos con autoridad pa-ra opinar sobre las cualidades desus cuadros. La arquitectura, encambio, tiene muchos propieta-rios. El arquitecto la concibe peroel propietario legal es el cliente, elcual puede venderla. El edificiotambién pertenece a las personasque lo usan, a la ciudad o vecinda-rio del que forma parte y a sus ciu-dadanos. Todos pueden opinar so-bre las cualidades del edificio por-que todos tienen que convivir conél. La legitimidad de la preserva-ción histórica se basa en esta per-cepción extendida de los derechosde propiedad.

Colecciones: La colección decuadros, a diferencia de las colec-ciones de edificios define el arte deun período con sus mejores expo-nentes. Todos los demás cuadros–la gran mayoría– pueden ser ig-norados. Las ciudades son nues-tras colecciones arquitectónicas yhan sido formadas por las obrasde arquitectos buenos, malos y re-gulares. Todas son importantes.

Arte: por último, muchos arqui-tectos y críticos han aceptado elconcepto de que “arte” es lo quehacen los pintores y los escultoresy que las formas similares a las dela pintura o la escultura son por lotanto más “artísticas” que las for-mas arquitectónicas.

Esto surge a raíz de un infunda-do sentido de inferioridad por par-te de la arquitectura. La arquitec-tura sigue siendo la más rica y lamás robusta de las artes visuales.Si alguno de nosotros desea usarformas que derivan de otras artes,estamos en todo nuestro derecho.Pero cuando usamos dichas for-mas, el valor de éstas no provienedel arte en el que se originaron si-no de la arquitectura que logran,juzgadas como arquitectura.

* Fragmento del libro Observacionessobre la Arquitectura (EdicionesInfinito, 2000).

LA GACETA / ARCHIVO

Es probable que la arquitectura haya sido el primer arte visual en reconocer latransformación de nuestro tiempo y en modernizarse. Pero la práctica de la arquitectura yla función social de los edificios no sufrieron un cambio significativo similar al de la pintura.

Muchos arquitectos han envidiado la renovada energía de la pintura y de los pintores yhan tratado de emularlos de diversas maneras.

SEVILLA. La Torre Cajasol -más conocida como “Torre Pelli”- es más alta que la Giralda, el campanario de la catedral, lo cual generó controversias. Pero el arzobispoapoyó la construcción. “Dijo que si hubieran frenado este tipo de emprendimientos en el pasado, probablemente hoy no tendríamos la Giralda”, relató Pelli.

1926 Nace en Tucumán.

1949 Se recibe de arquitecto en la Escuela de Arquitectura y Urbanis-mo de la Universidad Nacional de Tucumán.

1952 Gana una beca para perfeccionarse en la Universidad de Illinois.

1954 Trabaja con Eero Saarinen durante 10 años. Diseña, entre otros,el proyecto de la Terminal de TWA en el aeropuerto John F. Kennedy,de Nueva York.

1964 Trabaja en el estudio Gruen Associates, en California.

1969 Diseña el Palacio Municipal de San Bernardino, California.

1972 Diseña la Embajada de Estados Unidos en Tokio.

1977 Es nombrado decano de la Universidad de Yale, cargo que ejer-

cerá hasta 1984. Funda su estudio en New Haven y se encarga de laampliación del Museo de Arte Moderno de Nueva York.

1981 Diseña el Centro Financiero Mundial para la ciudad de NuevaYork.

1987 Diseña la Torre del Carnegie Hall, en Nueva York.

1990 Diseña las oficinas centrales de la NTT, en Tokio.

1991 El Instituto Americano de Arquitectos lo distingue como unode los 10 arquitectos vivos más influyentes. Cuatro años después leotorgará la medalla de oro de la institución, galardón que se suma-rá a los más de 200 que recibió a lo largo de su carrera. Entre otrosreconocimientos, será nombrado miembro de la Academia America-na de Artes y Letras, de la Academia Nacional de Diseño, de la Aca-demia de Arquitectura de Francia y de la Academia Internacional deArquitectura. Es el único arquitecto que recibió el Connecticut StateArts Award.

1993 Diseña el Edificio República (Buenos Aires), el primer edificio in-teligente de la Argentina.

1998 Se inauguran las Torres Petronas. Durante cinco años serán los edi-

ficios más altos del mundo. Hoy siguen siendo las torres gemelas más al-tas. Por su diseño, Pelli recibió el Premio Aga Kahn de Arquitectura.

1999 Publica uno de sus libros más destacados: Observaciones parajóvenes arquitectos (Monicelli Press).

2003 Se inaugura el Centro Financiero International Two, en HongKong.

2004 Diseña el edificio de Goldman Sachs, en New Jersey, y la Torrede Cristal, en Madrid.

2005 Se inaugura el Edificio YPF, en Buenos Aires.

2007 Comienza a construirse la Torre Iberdrola, hasta 2009 la más al-ta de Bilbao, y la Torre Cajasol, la más alta de Sevilla.

2009 Se construye el Centro Costanera, en Santiago de Chile, el edi-ficio comercial más grande de América latina.

2012 Recibe su decimotercer doctorado honoris causa, en estaoportunidad otorgado por la Universidad Nacional de Córdoba. Di-serta en Tucumán en el marco de la celebración de los 100 años deLA GACETA.

◆ Por Por César Pelli *

La arquitecturay la pintura

MADRID. Los 259 metros de la Torrede Cristal se inauguraron en 2009.

NUEVA YORK. Carnegie Hall Towertiene 60 pisos y 231 metros de alto.

OKLAHOMA. El centro de convenciones de Tulsa: una “arena” multiusos.

PELLICésarSegún pasan

los años

LA GACETA / ARCHIVO

LA GACETA / ARCHIVO

LA GRAN MANZANA. El World Financial Center, en New York.

JAPÓN. El Museo Nacional de Arte, en Osaka.

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LITERARIA 3LA GACETA

DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012

A R Q U I T E C T U R A / L A G A C E T A L I T E R A R I A / C L O R I N D O T E S T A / L A G A C E T A L I T E R A R I A / A R Q U I T E C T U R A / L A G A C E T A L I T E R A R I A

“Una de las cosas más atractivas deuna ciudad es el cambio”

- ¿Cuándo se sintió arquitecto? - Cuando gané el concurso para

el edificio de la Cámara de la Cons-trucción, que fue mi primera obrade importancia. Habían pasadocuatro o cinco años desde el mo-mento de recibirme. Más o menospor la misma época realicé mi pri-mera exposición de pintura. Mehabía invitado Franz Van Riel, aquien había conocido en Europa.Yo desde chico era aficionado aldibujo. Con el tiempo fui obtenien-do las cosas que quería y pasé alóleo. Durante muy poco tiempoprobé con el naturalismo. Pasé alinformalismo, estilo que nuncaabandoné. (Apoyados contra lasparedes hay muchos cuadros. Mellama la atención el hecho de quemuchos de ellos no presentan de-masiado colorido). Sí, no tienenmucho color. De hecho, ésta es só-lo blanco y negro. Hay una largaserie de ese tipo.

- ¿Se arrepiente de haber acep-tado alguna obra de arquitectura?

- Mal puedo arrepentirme de al-gunas de mis obras ya que casi to-das ellas las gané por concurso.Me gusta presentarme a ellos. Segana y se pierde, pero en todo sudesarrollo me divierto mucho. Estoes muy importante: divertirse conlo que uno hace. Si, ya sé que no esdemasiado común, pero a mí meha tocado esa suerte.

- ¿Qué opina de las construccio-nes cada días más altas?

- Para nada estoy en desacuer-do. Todos los estilos responden altiempo en el que se vive y yo notengo el menor inconveniente enadaptarme a mi época. Me gustanlas torres que parecen inacabablesen su altura.

- Pero parece que no le ha tenta-do entrar en esa competencia.

- No he entrado en esa compe-tición porque nunca me han pedi-do algo de ese tipo, pero le asegu-ro que si hubiera un concurso pa-ra hacer una construcción de va-rios cientos de pisos, yo interven-dría.

- Usted alguna vez dijo que un edificio debe ser evaluado diez años después de inaugurarse. ¿Si-gue creyéndolo?

- Sigo encontrándolo atinado.No sólo porque en 10 años pue-den cambiar ciertas concepcio-nes sino también porque ese lap-so da la oportunidad de ver có-mo puede envejecer la obra en-carada, es decir, si se han toma-do todos los recursos para quesu vejez sea digna.

- ¿Choca con sus comitentes o su prestigio lo libera de esos cho-ques?

- No, raramente choco. Peromás que por mi presunto presti-gio, como usted dice, eso se debea que la gente que acude a mí sa-be cuál es mi forma de trabajar,mi estilo, cuáles son las cosas pa-ra las que estoy más capacitado.Además, soy de la idea de que ca-da uno, en la medida de sus posi-bilidades, debe vivir como real-mente quiere, y ¿quién soy yo pa-ra doblegar una voluntad que tie-ne que ver con el estilo de vida alque aspira?

- ¿Entonces el arquitecto no tie-ne que tener un estilo?

- Por supuesto que debe tenerlo,pero adaptándolo a lo que se le pi-de. Es decir, obtener lo que el co-mitente quiere utilizando sus pro-pias convicciones artísticas y pro-fesionales. Si un señor me pide unbaño de un metro y medio por unmetro y medio, le señalaré los in-convenientes que esa extravagan-cia puede traerle y, luego, lo queresulte de la consiguiente negocia-

ción, trataré de proyectarlo de laforma más eficiente posible. Si unaseñora quiere ese baño con medi-das de cinco por cinco metros por-que le gusta ensayar ballet en eseámbito, trataré de obtener algo ra-zonable y el resultado lo volcaré enun proyecto en el que todo sea ar-monioso. Dentro de las solucionesque me son más afines, trataré deque esta señora pueda bailar enese lugar.

- ¿Proyectó muchas casas? No muchas, 10 o 12. Una de

ellas fue en Pinamar, para usonuestro durante los veranos. Su-pongo que debimos de habernossentido cómodos con el resultadoporque la mantuvimos durante 10años, más o menos.

- ¿Le costó desprenderse de ella?

No, yo creo que todas las cosascumplen un ciclo y, en lo posible,es conveniente respetar su dura-ción.

- ¿Que opinión le merecen, par-ticularmente, los proyectos que son arquitectura y escultura mo-derna?

- Me gustan mucho. Y si se refie-re al Guggenheim de Bilbao, le di-go que la obra de Gehry me pare-ce excelente, con un gran sentidoartístico.

- Háblenos del entorno. Hay gen-te que opina que al edificio del Banco de Boston (actual Banco Hi-potecario) le falta cielo abierto, más verde.

- El entorno es un componenteimportante de la arquitectura. Si elbanco tuviera mucho cielo y verde,grandes espacios libres, el proyectohabría sido encarado en forma to-talmente distinta. El entorno del(ex) Banco de Londres son edificiosy gente casi podríamos decir enaje-nada por sus actividades. No ha-bría sido lógico rodearlo de un pai-saje bucólico o idílico. Lo proyectéde esa manera porque su durezacoincide espiritualmente con la du-reza de lo que espiritualmente al-berga un banco.

- El Centro Cultural Recoleta tie-ne un colorido muy especial. ¿Es influencia suya?

- No, Benedit y Bedel intervinie-ron mucho y con ellos hubo unabuena confluencia en lo cromático.Además, en aquella época ya se re-curría al color.

- ¿Se sintió algo intimidado ante el templo budista que debía pro-yectar? Digo, por el factor religio-so.

- No, de ninguna manera, todofluyó normalmente. Fueron muy

gentiles en todo momento. No hu-bo sobreactuación en cuanto a susresponsabilidades. Eso no quieredecir que desconocieran la impor-tancia espiritual de lo que estabanhaciendo.

- De usted se dijo que estaba 20 años adelantado a su época. ¿Está de acuerdo? ¿La Tumbona sería un ejemplo?

- Lo tomo como gentileza. Encuanto a La Tumbona, la gentecree que esa casa fue hecha para elnúcleo familiar pero no es así. Ésa,la de Ostende, fue por un pedido.

- Concibe una actitud de diseñar y no construir? Me refiero a Amancio Williams. ¿Lo considera un teórico?

- Es un teórico, pero eso no qui-ta que haya podido realizar vivien-das. De hecho las ha realizado. Yolo considero un gran arquitecto.

- ¿Le gusta Gaudí?- Me gusta. Fue un artista muy

personal, y esos recursos persona-les eran tan marcados que nadiecontinuó con su obra. Fíjese queno tuvo seguidores ni imitadores.

- ¿Barcelona sería distinta si a Gaudi no lo hubiera atropellado ese tranvía?

- Tendría más puntos demostra-dores de una gran personalidad,como lo tiene ahora, pero no creaque Gaudí construyó tanto. Mu-chos creen que Barcelona es unaespecie de catálogo Gaudí. No sontantas las obras encaradas por él,pero sí lo suficientemente imagina-tivas como para destacarse y con-vertirse en íconos.

- ¿Le gusta la arquitectura del si-glo XVIII o XIX?

- Sí, para su época tiene cosasmuy logradas.

- ¿Y si ahora, en 2012, se cons-truyera un edificio con ese estilo? Me refiero a las columnas, a las mansardas.

- Me parece un disparate. Eso sedebe a que la gente no tiene crite-rio, es gente que cree que el máxi-mo de cada una de las cosas tienedomicilio en París. Y no es así, deuna vez por todas tienen que dar-se cuenta de ello. Y es gente a ve-ces culta, sobre todo informada,pero creo que deberían tomar con-ciencia de que los edificios, ahora,no están hechos para gente queusa pelucas empolvadas. Y en pin-tura pasa lo mismo.

- ¿Es conservacionista?- Considero que hay cosas que

merecen preservarse, otras queno. No me parece razonable tomar100 manzanas y decidir que no de-ben cambiar por ningún concepto.Una de las cosas más atractivas deuna ciudad es el cambio, algo queBuenos Aires tiene de sobra. Espor eso que podemos ver mediane-ras que iluminan la ciudad.

- ¿Actuando como pantallas re-flectoras?

- Claro. Al haber diferencias dealtura por las demoliciones y lasnuevas construcciones, se produ-cen diferencias de altura. Aquí eneste lugar donde nosotros esta-mos, no entra un mínimo rayo desol. Sin embargo tenemos luz desobra a cualquier hora del día.

- ¿Y París, con su línea de edifi-cación tan estricta?

- París es una ciudad triste, y esose lo debe a que no tiene mediane-ras al sol que iluminen su climagris. Y aclaro que no estoy negan-do la belleza de su arquitectura.

© LA GACETA

Asher Benatar – Novelista,dramaturgo y fotógrafo.

E N T R E V I S T A A C L O R I N D O T E S T A

GENTILEZA DE CLORINDO TESTA

Uno de los grandes arquitectos y pintores argentinos habla sobre sus inicios, su obra y acerca dealgunos debates controvertidos dentro de la arquitectura. “Todos los estilos responden al tiempo

en el que se vive”, afirma. También habla sobre su colega César Pelli.

PERFILClorindo Testa se recibe de

arquitecto en la Universidad deBuenos Aires. En 1952 presenta su

primera muestra individual depintura. En 1961 obtiene el PremioNacional de Pintura del Instituto Di

Tella y cuatro años después elPremio Arte de América en la

Bienal IKA, de Córdoba. En 1962gana el concurso para el nuevo

edificio de la Biblioteca Nacional deBuenos Aires. Es autor, como

arquitecto, del Centro Cívico deSanta Rosa, el ex Banco de Londres

y América del Sud, el Balneario LaPerla, el Buenos Aires Design

Center y el Centro Comunitario dela Sociedad Hebraica Argentina.

Desde 1975 integra el GrupoCAYC, con el cual obtiene, en

1977, el Gran Premio de la Bienalde San Pablo. En octubre de 1994,en el Museo de Arte Moderno de

Buenos Aires, se realiza unaexposición retrospectiva de sus

obras. El Museo Nacional de BellasArtes de Buenos Aires presenta, en1999, la exposición Clorindo Testa.

Pintor y arquitecto.

POR DENTRO. Las líneas armoniosas del interior de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires. Ganó el concurso para el nuevo edificio hace cinco décadas.

◆ Por Asher BenatarPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

SOBRE PELLI“Hace mucho tiempo que sigo con muchaatención su trabajo. Es, sin duda, uno de losgrandes arquitectos del mundo. Las Petronas megustan muchísimo, no dejan de impactarme lasfotografías que las registran. Son una suerte deafirmación de lo que es la arquitectura actual.Me parece intrascendente la polémica deaquellos que critican la irrupción de las torres enlas ciudades. Creo que la arquitectura deberesponder a las necesidades de su tiempo y no alas del pasado”.

POR FUERA. El edificio: mitad enterrado, mitad elevado. La planta baja es continuidad de la plaza, que no se interrumpe.

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LITERARIA4 LA GACETA

DOMINGO 17 DE JUNIO DE 2012

... Viene de la página I.

En Tucumán dejó una serie de vivien-das sociales, que provienen de la épocaen que dirigía un organismo público, yunas pocas casas construidas para ami-gos de las que hoy no queda casi nada.“Fue antes de irme, era muy jovencito yno tenía idea de lo que estaba hacien-do”, bromea. “También hice una casapara mis entonces futuros suegros enCampo Quijano, al norte de Salta. En elterreno había unos cimientos de unavieja escuela y la levanté sobre ellos. Esacasa existe pero tuvo muchos agregadosque hacen que la versión original seairreconocible”.

Me muestra las fotos que tomó desde elavión. Reflejan un colchón de nubes blan-cas atravesadas, a lo lejos, por torres devidrio. Destaca de Buenos Aires la conti-nuidad de sus construcciones, los cafés ylos negocios en las bases de los edificiosque les dan vida a la ciudad y la diferen-

cian de muchas grandes capitales. Acabade estar en Francia. “El modelo de Bue-nos Aires, sin duda, es París”, afirma.

Está muy interesado por lo que ocu-rre en la Argentina. Uno de los proyec-tos que tiene en marcha en el país es elCentro Municipal de Rosario. Por otrolado, planea iniciar tres torres de vi-viendas en Mar del Plata y la sede delBanco Macro en Buenos Aires. Pero te-me que estas obras puedan frenarsepor las restricciones a la compra de dó-lares que han impactado significativa-mente en el mercado inmobiliario. “De-be haber miles de decisiones similares,esfuerzos e inversiones que se estánposponiendo. Trabajo que debería sercreado y que lamentablemente no secrea”, resume. También me preguntapor Clorindo Testa, amigo de mi padre yuno de los grandes arquitectos argenti-nos. Recuerda, además, a Mario Rober-to Alvarez, otro brillante colega, quienmurió hace seis meses.

Le cuento que estuve recientemente enSevilla, ciudad en la que sobresale la To-rre Cajasol, conocida por todos como “To-rre Pelli”. El edificio supera la altura de laGiralda, el campanario de la catedral, yeso ha generado una gran controversia.“Cuando algunos sevillanos hablan demodernismo se refieren al siglo XVI. Hayquienes no quieren ningún cambio y estaes una actitud que me resulta muy simpá-tica aunque no la comparto. Hace una se-mana el arzobispo apoyó la construcciónde la torre y eso cuenta mucho en Sevilla.Dijo que si hubieran frenado este tipo deemprendimientos en el pasado, probable-mente hoy no tendríamos la Giralda.”

“Nadie construye en el mundo comolos japoneses”, me dice cuando le pre-gunto por las decenas de proyectos quetiene en los más diversos lugares delmundo. Me llama la atención esa refe-rencia asociada a un país azotado porsismos. “Con los avances de la ingenieríay con las nuevas tecnologías y materiales

hoy ha dejado de ser un problema.Cuando diseñamos edificios altos pensa-mos en la protección contra el viento.Esa protección es suficiente para res-guardarlos de los sismos. Cuanto más al-tos son los edificios, menos los afectanlos terremotos. Las Torres Petronas, porejemplo, pueden oscilar unos 30 centí-metros. Un ingeniero de estructura quetrabaja conmigo suele decirme ‘si vieneun terremoto, hay que correr hacia eledificio más alto’.”

Dejó Tucumán hace seis décadas peroTucumán nunca terminó de dejarlo. Unacento en el que pelea el inglés con la to-nada de la infancia delata su origen. Lostucumanos siguieron teniendo una pre-sencia relevante en su vida y en su profe-sión. Amigos como su colega JulioMiddagh o comprovincianos que vivíanrelativamente cerca de su casa, como To-más Eloy Martínez, quien se instaló enlos 90 en New Jersey y con quien tuvolargas charlas. “Me regaló y disfruté mu-

cho sus novelas sobre Perón y Evita. Fueuna gran pérdida”, rememora.

Vive desde 1977 en New Haven, unaciudad de 120.000 habitantes en la quese localiza la Universidad de Yale. Pelli seinstaló allí porque ese año lo nombrarondecano de su Facultad de Arquitectura.“Cuando me nombraron decano, vivía enLos Angeles. Un mes después de mi llega-da, me encargaron la expansión del Mu-seo de Arte Moderno. No tenía equipo, nisiquiera un tablero de dibujo. Así que tu-ve que armar rápidamente un estudio”,narra. Hoy trabajan allí más de cien per-sonas. Unos 85 son arquitectos, diez delos cuales son argentinos y uno de ellostucumano. “Aníbal Bellomío tiene la ma-ravilla de que su esposa hace empanadaspuramente tucumanas”, me dice antes decerrar nuestra charla con una carcajadaque transmite la alegría, la vitalidad y lahumildad del más destacado de los tucu-manos vivos.

© LA GACETA

GENTILEZA DE OLIVERIO NAJMIAS

ESTRELLAS GEMELAS EN LA CAPITAL DE MALASIA. Las imponentes torres Petronas se elevan hasta los cielos oscuros de la noche de Kuala Lumpur, que sirve de telón de fondo para las majestuosas estructuras diseñadas por un tucumano.

El regreso de César Pelli

“La verdadera arquitectura aparececuando

el hombre siente la necesidad decrear, no sólo

un espacio que reúna las condicionesfísicas

indispensables para protegerse delfrío, del calor

o de la lluvia, sino que contenga un‘no se qué’

de aspecto, de forma y proporciónque satisfaga

su deseo de belleza.”Miguel de Fisac Serna

Desde la voluntad por sobresalir delas ricas familias del San Gimig-nano medieval, en adelante, el

hombre ha intentado conquistar las altu-ras para rascar los cielos. El narcisismodel cliente o el afán de mostrar su éxito o

poderío económico llevó a la arquitectu-ra a un colosal desarrollo tecnológico pa-ra poder dar soluciones a estos nuevosdesafíos; en este proceso, y con el pasodel tiempo, algunas interesantes oportu-nidades fueron apareciendo, y las torres,si bien continúan en el centro del debate,se elevan como una posible solución avarias de las problemáticas de la ciudadcontemporánea.

Densificar la ciudad con torres de usosmixtos para maximizar la utilización delas infraestructuras que de otra maneraquedarían vacantes durante largas horasdel día aparece como una de las alterna-tivas más sustentables –lamento la utili-zación de un término ya por demás bas-tardeado- para uno de los recursos másfinitos del planeta, la tierra.

Por otro lado, el punto de contacto en-tre el cuerpo del edificio que reclama su

autonomía y la trama urbana que inexo-rablemente atrae con su diversidad la vi-da pública de los primeros niveles gene-ra una oportunidad, desde hace tiempoya, para la creación de verdaderas pla-zas públicas, siendo nuevos polos de de-sarrollo y revitalización de la vida peato-nal y social de la ciudad.

Es en este contexto que el trabajo deCésar Pelli se inscribe, opinando y dandosolución a cada uno de estos temas consus trazos personales, siempre elegan-tes, siempre medidos, intentando com-pletar y no imponer. Recordando las pa-labras de Fisac Serna, las obras de CésarPelli sin dudas tienen ese no se qué.

© LA GACETA

Oliverio Najmias – Arquitecto, profesorde la Universidad de Buenos Aires, sociodel estudio NOA.

◆ Por Oliverio NajmiasPARA LA GACETA - BUENOS AIRES

LOS PERSONALESY ELEGANTESTRAZOS DE

Su obra es por demás abundante y variada, tanto en programas como enescalas. El abanico abarca desde sus inicios en la OFEMPE, en su Tucumánnatal, diseñando viviendas de interés social a rascacielos que marcan laiconografía mundial. Sin embargo, su vasta obra no logra opacar esasimágenes que inmediatamente se dibujan en la mente de quien lo piense:torres elegantes y funcionales que completan el skyline de la urbecontemporánea.

DISEÑO PARA ARGENTINA. El Repúblicafue el primer edificio inteligente del país.

LA GACETA / ARCHIVO

BUENOS AIRES. El edificio de YPF, en lacapital de la República Argentina.

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PELLI