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    Qu se entiende por alfabetizacin?

    Berta Braslavsky*

    Se podra aceptar que la escritura culmin su propia expansin aunque siempreinacabada, en la cultura de la modernidad asociada a la revolucin industrial, yque las nuevas tecnologas de la comunicacin han conquistado su hegemona enla cultura globalizada de la era electrnica, en la posmodernidad.

    No es extrao que se ponga en tela de juicio la hegemona que ha tenidola alfabetizacin por medio de la escritura impresa en la escuela, que en pocasremotas naci para ponerse al servicio de la cultura escrita. Las tecnologas y, enparticular, la informtica no slo han participado en los cambios geopolticos yeconmicos, sino que tambin han producido y producen cambios culturales tanprofundos que ponen en duda el futuro de la escuela misma y del maestro.

    A este respecto, Leu y Kinzer (2000:111) consideran que

    en el futuro, las fuerzas culturales van a seguir definiendo las formas y funcionesde la alfabetizacin tanto como la naturaleza esencial de su enseanza.

    Y si bien resulta imposible predecir lo que suceder dentro de 200 o de600 aos, s se puede prever que en el tiempo ms inmediato prevalecer laconvergencia entre la enseanza de la lectura y la escritura y las tcnicas de lainformacin y la comunicacin. Mientras tanto, la escuela sigue todava sinresolver los problemas que siempre ha tenido con la alfabetizacin, y surgennuevas investigaciones y reflexiones sobre esta ltima, cada vez ms complicadaante los cambios acelerados de la informtica.

    Por de pronto, se generaliza una nueva nocin del tiempo que ocupar laalfabetizacin en la vida humana. Antes se entenda que ese proceso debainiciarse deliberadamente en determinado momento del desarrollo individual ylos sistemas formales regularon normas para su comienzo a los 6 7 aos conuna duracin variable de 3, 4 6 aos de escolarizacin persiguiendo un modelode alfabetizacin basado en la escritura manuscrita e impresa al que se querallegar.

    No en vano la Dcada de la Alfabetizacin (2003-2012), que se lanza por

    iniciativa de las Naciones Unidas, se presenta con una visin renovada. Ahorala alfabetizacin se entiende como un largo proceso que comprende todo eldesarrollo humano, que cambia en las culturas y en la historia; que,efectivamente, mucho tiene que ver con la escuela, sobre todo si dichaalfabetizacin se contextualiza en el entorno escolar; pero que tambin dependede la sociedad y de la poltica. Surgen nuevos modelos que explican sunaturaleza y ayudan a comprender las discusiones sobre su desescolarizacin,hecho que ha preocupado a los educadores desde hace algunas dcadas y quetanto tiene que ver con la validez de la educacin formal en la sociedadorganizada.

    * Profesora Honoraria de las universidades nacionales de Buenos Aires y La Plata. AsesoraPedaggica en el Programa de Accin Prioritaria de la Secretaria de Educacin del Gobierno de laCiudad de Buenos Aires.

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    Qu se entiende por alfabetizacin?

    La palabra alfabetizacin, que parece haberse formulado por primera vez afines del siglo XIX, se ha generalizado en los tiempos recientes: se la utiliza en

    una acepcin original generalmente ambigua y sin consenso, pero tambin se laemplea con un sentido metafrico en muy diversas expresiones tales comoalfabetizacin tecnolgica, alfabetizacin musical alfabetizacin cientfica,ecolgica, informtica, tele-alfabetizacin. Se generan confusiones quepueden deberse a la inmadurez de los conceptos o, simplemente, amalentendidos en la equivalencia entre las lenguas, especialmente a partir de suuso como traduccin del trmino ingls literacy.

    Su definicin no es una cuestin meramente acadmica sino que tieneotros alcances cuando se reconoce que la poltica afecta a la definicin de laalfabetizacin y que, a su vez, la definicin afecta a la poltica. Algunos autores

    creen quela definicin de alfabetizacin determina el nivel de involucramiento y, enconsecuencia, el nivel de financiamiento de la educacin bsica (Venezky, 1990:2).

    Si bien es cierto que ni la poltica ni la curricula del sistema formal sehallan generalmente orientadas por un concepto previo y formal de laalfabetizacin, este concepto est implcito tanto en la enseanza como en laevaluacin y en la promocin de los alumnos. Si se lograra explicitarlo yreformularlo, tal vez se ampliaran las polticas ms generales de la alfabetizacinpara facilitar la elaboracin y reelaboracin de las orientaciones y adaptaciones

    curriculares en todos los niveles, con sus consecuencias para la alfabetizacinreal.

    Definiciones

    Por motivos similares a los que ahora nos preocupan, en el ao 1987 tuvo lugaren la Universidad de Pennsylvania un simposio donde Richard Venezky deca queel vocablo literacy(equivalente a alfabetizacin en castellano) es

    una de esas clases de trminos autopositivos, como libertad, justicia,felicidad, que asumimos por su contenido y cualidades necesarias y sus

    deseables atributos en nuestra cultura. Pero que bajo una indagacin msprofunda se hace vastamente ms compleja y a menudo elusiva sin producir unacaracterizacin simple o una definicin ( Venezky, 1990: 2).

    Por su parte, en el Diccionario de Alfabetizacin de la AsociacinInternacional de Lectura (Harris y Hodges, 1995:140) donde se enumeran treintay ocho tipos de alfabetizacin, se dice que

    un consenso sobre una definicin nica de alfabetizacin es casi imposible.

    Prefiriendo el uso plural de alfabetizaciones, enumera varias definicionesque se refieren a habilidades de leer, niveles de lectura y escritura, niveles decomprensin, dimensiones funcionales sociales y culturales, la extensin deltrmino para nuevas competencias y ms an, como estrategia de liberacin en

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    la capacidad de leer el mundo, como lo propone Paulo Freire.

    Advertida la ambigedad del trmino literacy, tanto o ms ambiguaresulta su traduccin a nuestro idioma por el vocablo alfabetizacin, que seencuentra en los diccionarios de lengua castellana, incluido el de la Real

    Academia, como accin y efecto de alfabetizar, y alfabetizar, como ponerpor orden las letraso ensear a leer, y analfabeto( del griego an: sin yalphabetos) como el que no sabe leer. Tambin se encuentra la dadaletrado/ iletrado, equivalente al literate/ illiterate, ms cercano al vocabloliteracyque se vincula al adjetivo ilustrado, derivado del latn litteratusquesignifica sabio, docto, instruido.

    En el diccionario publicado por el diario Clarn (1997) y asesorado por laAcademia Argentina de Letras se encuentra el sustantivo alfabetizacin con dosacepciones: 1) enseanza de las primeras letras, 2) accin para combatir elanalfabetismo.

    Son definiciones que podran responder a la idea surgida empricamentede la experiencia del siglo XX, que se expresara desde el punto de vista de unaprctica elemental de la lectura y la escritura adquirida por las grandes mayoras.Es la experiencia de la promocin de las campaas de alfabetizacin realizadasen algunos pases en ocasin de revoluciones o grandes cambios sociales (URSSo Cuba) e igualmente por agencias internacionales como la UNESCO o la OEA. Y,tambin, del empeoso esfuerzo de quienes, en las jvenes naciones deLatinoamrica, ensearon la lectura y la escritura a las generaciones que, desdelos finales del siglo XIX, se incorporaron al sistema formal naciente.

    La precedente revisin confirma la opinin de los autores que consideranimposible emitir una definicin nica de la alfabetizacin. Sin embargo, a partirde la definicin ms general que se ha presentado en ltimo trmino, convienedespejar la nocin de metfora de la alfabetizacin para desglosarla de las quese refieren, en sentido directo, a la lectura y la escritura.

    Metforas de la alfabetizacin

    La explicacin del sentido figurado de la alfabetizacin que se expresa en lasmetforas puede encontrarse a partir del epgrafe del primer captulo delimportante ensayo sobre alfabetizacin cientfica y tecnolgica de Grard Fourez(1997), que dice:

    Desde hace algunos aos, sobre todo en los pases anglosajones y en los pasesdel norte de Europa, la expresin alfabetizacin cientfica y tecnolgica (Scientificand Technological Literacy) est de moda. Se trata de una metfora que aludea la importancia que ha tenido la alfabetizacin a fines del siglo pasado;la expresin designa un tipo de saberes, de capacidades o de competencias que,en nuestro mundo tcnico-cientfico, corresponder a lo que fue la alfabetizacinen el siglo pasado (Fourez, 1997: 15, el subrayado es nuestro).

    Con el propsito de cambiar esa perspectiva, explica las razones delmovimiento que se titula Ciencia, Tecnologa y Sociedad (CTS) con la tentativa

    de renovar la enseanza de las ciencias y relacionarlas con su contexto humanoa travs de la combinacin de tres ejes: econmico-poltico, social y humanista,siguiendo la direccin de los movimientos emancipadores del siglo XVIII.

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    Son sealadas sus diferencias con el concepto original que tiene solamente

    sentido para la lengua escrita. Por su parte, Oliveira y Valsiner (1998) reconocenlo que todas tienen en comn observando que, si bien se habla de alfabetizacinen computacin, alfabetizacin matemtica, alfabetizacin cientfica, no se

    habla de alfabetizacin en cocina, en manejo de vehculos o en jardinera. Enesas actividades cotidianas, la diferencia interindividual est reconocida por ellenguaje a travs de expresiones como es una buena cocinera o un mejorconductor que otro. Pero el reconocimiento de esas cualidades y diferencias noconduce a una construccin esencialmente alfabetizada. De ese modo,consideran que la

    alfabetizacin es un concepto selectivamente aplicado a los dominios de nuestraactividad socio mental (op.cit:1).

    Al mismo tiempo integran esta concepcin individual a la dimensin msamplia de la misma como

    un fenmeno histrico, vinculado a la historia particular de las sociedades y a latransformacin dentro de esas sociedades(op.cit.:2).

    No se puede concluir el tratamiento de las metforas sin considerar el usoque suele hacerse de ellas en la curricula escolar, especialmente en el nivelinicial, donde a veces se encubren inseguridades bajo la presin de antiguasconcepciones sobre la maduracin biolgica, orientadas por el paradigmabiolgico del positivismo.

    As, se manifiestan a favor de una definicin de la alfabetizacin como a la

    que alude Joyce Manny (2000:65): construccin del conocimiento del mundo, obien como

    el proceso cognitivo-creativo de comprensin y reelaboracin del universoperceptivo simblico-lgico-imaginativo, producto de la cultura de unadeterminada etapa histrica;

    tal como aparece en el Marco General del Pre Diseo Curricular delNivel Inicial de la Ciudad de Buenos Aires (1999:23) porque, se dice,

    es necesario hacer un uso no convencional y metafrico (del trmino

    alfabetizacin) de manera de iluminar ms claramente un campo que ha estadoen penumbras durante demasiado tiempo (Frabboni, 1985).

    En deliberada oposicin a estas definiciones, la declaracin conjunta dedos asociaciones cientficas de gran trascendencia (IRA y NAEYC, 1998:11)propone

    centrarse en la lectura y la escritura ms bien que en una posible definicin msamplia de alfabetizacin.

    Despejado el concepto metafrico, parasitario, de la alfabetizacin, sepuede volver al original, no menos complejo.

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    La dicotoma alfabetizacin/analfabetismo

    Para definir mejor la alfabetizacin conviene analizar el trmino igualmenterelativo de su opuesto, el analfabetismo.

    Los trminos asimtricos de letrado/iletrado (o alfabetizado/analfabeto),que datan de la segunda mitad del siglo XVI, se anticipan en varios siglos altrmino literacy(alfabetizacin) aparecido en el lxico ingls casi al final delsiglo XIX.

    En la Edad Media, ser letrado significaba saber leer, mnimamente, latn.No comprenda la escritura, que entonces era una tcnica compleja y arduareservada a los copistas. Tngase en cuenta que esa tcnica, que inclua elprocesamiento del pergamino y las plumas, requera instrumentos especiales yesfuerzos corporales.

    A partir de los cambios tecnolgicos que produjo el uso del papel y de losrenovados instrumentos de escritura y sus consiguientes cambios, pero sobretodo gracias a la introduccin de la lengua verncula por la Reforma, seconsideraba letrada a una persona que poda leer o mejor dicho descifrar lalengua nativa.

    Se reconoce que el trmino moderno alfabetizado o letrado (literateen ingls) connota un nivel bajo del conocimiento y uso de la lectura y laescritura. Cuando se hace referencia a los que ponen en juego las habilidadessuperiores que intervienen en la lectura por ejemplo, para leer a los grandesautores de la literatura, se agrega modificadores como alfabetizadosavanzados o altamente alfabetizados. Algunos diferenciaron la alfabetizacinpragmtica de la alfabetizacin cultural (Venezky, 1990: 3).

    Nuevas investigaciones histricas, con enfoques originales, sobre lasrevoluciones de la lectura (Cavallo y Chartier, 1998:52) consideran laimportancia de

    la identificacin de las grandes diferencias que, a largo plazo, se fueronahondando entre los lectores y las lectoras.

    Estas investigaciones han reconocido las diferencias entre modelos comoel cortesano, el monstico, el escolstico, el moderno y, aunque ms

    preocupados por los usos y sus formas, no deja de tener presencia la asimetraentre las dos tendencias de la alfabetizacin: una selectiva y otra popular.

    La diferencia se hace ms explcita en los niveles de alfabetizacin delsiglo XX cuando se define la alfabetizacin funcional.

    La alfabetizacin y sus niveles

    Durante la primera guerra mundial, cuando se comprueba que los reclutaspodan leer y escribir pero en un nivel que no les permita cumplir sus funcionescomo soldados efectivos, se origina en Estados Unidos el concepto de

    alfabetizacin funcional.

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    En cuanto a la extensin de la educacin formal obligatoria de educacin

    comn o, ms recientemente de Educacin General Bsica, histricamente,de hecho, ha variado de acuerdo con las necesidades de la vida pblica o, msconcretamente, con las necesidades de que el alumno estuviera preparado para

    el trabajo. As, por ejemplo, mientras que con tres aos de escolaridad unapersona poda haber estado alfabetizada para su desempeo en el rea rural, nopudo haberlo estado despus de la tecnificacin de la agricultura.

    Nuevos niveles y alfabetizacin avanzada

    En las cuatro dcadas transcurridas desde esa categorizacin se han producidocambios dramticos en cuanto a las expectativas en la alfabetizacin y hanvariado los criterios para definir los niveles, debido a la gran complejidadocupacional en la sociedad post-industrial; los materiales ocupacionales(manuales, instructivos, memos, etc.), que estn escritos en un nivel ms alto

    que el requerido por la alfabetizacin funcional; la acumulacin de informacin yla dificultad para su procesamiento; la renovacin de informacin que requiereese procesamiento; los cambios en los textos y su lecturabilidad cada vez msdifcil.

    Mientras aumentan las dificultades, se comprueban grandes falencias en lacomprensin de los textos escritos, an entre los jvenes que han cursado elnivel medio. En los Estados Unidos, por ejemplo, hace poco tiempo se hacomprobado que el 70% no puede comprender un editorial del New YorkTimes. En nuestro pas, dos investigaciones dirigidas por la Dra. Kovaccidemostraron que los alumnos que ingresan a la carrera de Letras en la UBAmuestran grandes falencias en la produccin de textos escritos y en lacomprensin de la lectura1.

    Ante estos hechos se propician cambios en los alcances de laalfabetizacin y sus equivalencias escolares. La pregunta principal es cul es laalfabetizacin requerida para vivir en una sociedad post-industrial compleja?,desde su laboratorio en la Universidad de Harvard, J. S. Chall (1990) sugiere lossiguientes niveles:

    1) por debajo del nivel funcional, que comprende desde el completamenteiletrado hasta el que slo lee etiquetas y signos;

    2) nivel funcional, que permite leer textos simples, tales como artculos fcilesde revistas y el peridico local;

    3) lectura avanzada, que permite leer textos escritos de manera abstracta, concapacidad de resolver problemas procesando una informacin compleja. Deberacorresponderse con diez aos de escolarizacin.

    1 Proyecto UBACyT F1-024/1991-1994, Estudio de la comprensin y produccin lingstica deestudiantes que ingresan a la Universidad (Letras) y Proyecto UBACyT F1-078/1997, La

    comunicacin acadmica en la Universidad, bajo la direccin de la Dra. Ofelia Kovacci, y con laintervencin de las siguientes investigadoras: Isabel de Santa Catalina, Hilda Albano, MabelGiammatteo, Laura Ferrai y Dorotea Liberman.

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    Se puede advertir que la alfabetizacin, reconocida y virtualmente definidacomo prctica elemental de la lectura y la escritura de las grandes mayoras, queen un principio particip de los proyectos emancipadores de la modernidad y delas utopas igualitarias, en realidad, y especialmente a partir de la segunda mitaddel siglo XX, se adapt formalmente a las caractersticas heterogneas de la

    sociedad que la construy.En los sistemas formales, los grados terminales de la educacin bsica se

    correspondieron con los niveles de la alfabetizacin funcional de acuerdo con lasexigencias del trabajo. Su evolucin, impulsada por las nuevas tecnologas,implicaba la necesidad de tener nuevas habilidades para leer los materiales mscomplejos que se generaban. En efecto, la alfabetizacin avanzada, tal como ladefine Chall, no deja de ser un grado ms alto de la alfabetizacin funcional.

    Analfabetismo versus alfabetizacin

    En los pases desarrollados se considera virtualmente eliminado el analfabetismo,en los cuales, segn los datos de 1990 (Greaney, 1996), la tasa delanalfabetismo era del 3.3 % con una proyeccin del 1,4% para el ao 2000. Peroen el mundo era del 26,5% (con una proyeccin del 21,8% para el 2000).Adems, estaba distribuido del siguiente modo: 52,7% en el Sub-Sahara; 52,7%en frica; 48,7% en los Estados rabes; 53,9% en Sudfrica; 23,8% en el Esteasitico; 15,3% en Latinoamrica y el Caribe.

    El analfabetismo en los pases en desarrollo

    Las cifras ponen de manifiesto la heterogeneidad que existe en el mundoglobalizado con respecto al alcance de la alfabetizacin, teniendo en cuenta questa se toma como uno de los indicadores del desarrollo de los pases, junto conel de la mortalidad infantil, la expectativa de vida, el nivel de ingreso de lafamilia.

    En 1990, siguiendo a Greaney (1996), se puede afirmar que la granmayora del total de los analfabetos por encima de los 15 aos de edad seencontraba en tres regiones: Sudasitica, Este asitica y Sub Sahara africana.Varios de los pases comprendidos alcanzaban entre el 73% del analfabetismo(Gambia) y el 82% (Burkina Faso). Sin embargo, las estadsticas demuestranque, cuando se compara el analfabetismo por grupos de edad, las tasas sonmucho mayores para los que superan los 44 aos. La diferencia con el grupo de15-19 aos es muy notable en todos los casos, especialmente en el Este asitico,donde es ms de ocho veces menor (grupo de 44 + aos representa el 51,8% yel de 15 -19, el 6,3%).

    La diferencia entre esas franjas de edad demuestra el xito en laeducacin a pesar de la subsistencia del analfabetismo cuyos problemas sonpolifacticos y comprenden dimensiones culturales, econmicas y polticasntimamente relacionadas con las condiciones de vida y el nivel de escolaridad dela mayora de la poblacin.

    Antes de alfabetizarse, los nios y nias deben pasar por la prueba del

    hambre y la desnutricin de los crticos primeros aos y sobrevivir a lasenfermedades que resultan de condiciones sanitarias deplorables, que

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    determinan millones de muertes antes de los cinco aos de edad. Se agrega alas dificultades, la escasez de escuelas para la educacin bsica, de personaldocente capacitado, de bibliotecas y materiales escritos en general.

    Un dato muy importante, dada sus consecuencias, es el de las diferencias

    de gnero en el analfabetismo, tanto en los pases centrales como en losperifricos. En los totales, en los pases desarrollados se enmascara esadiferencia, ya que la tasa promedio de los analfabetos de gnero masculino yfemenino es, respectivamente, del 19.4% y del 33.6%. Por su parte, en lospases emergentes la diferencia promedio es del 25.1% para los hombres y 45%para las mujeres, pero se distribuye de manera diferente segn las regiones. Conexcepcin de Latinoamrica y el Caribe, la tasa femenina de analfabetismo esms del 50% mayor que la masculina. Entre los pases donde el analfabetismofemenino es el 80% ms alto se cuentan: Afganistn, Benin, Burkina Faso, Chad,Gambia, Nepal, Nger, Sierra Leona, Sudan (Greaney,1996: 9-10).

    Se destaca especialmente el estudio sobre la alfabetizacin en pasesperifricos realizado en 1992 por la Asociacin para la Evaluacin sobre losLogros Educacionales, en el cual se identific

    al entorno familiar como el factor ms crtico en el desarrollo de la alfabetizacin(Lundberg y Linnakyla, 1993).

    La alfabetizacin femenina es especialmente relevante en este aspecto.Numerosos estudios consideran que la alfabetizacin de la madre es, para estosefectos, ms importante que la del padre (Greaney, 1996).

    El analfabetismo en las sociedades letradas

    Otros son los problemas que surgen cuando se trata del analfabetismo en lassociedades letradas, ya sea en los pases desarrollados o en los medios urbanosextensamente alfabetizados de los pases perifricos. En primer lugar, se trata deresolver el problema de los lmites entre el alfabetizado o letrado y elanalfabeto.

    Aunque comnmente se reserva el trmino de analfabetismo para lasituacin ms extrema del analfabetismo absoluto, usado en las estadsticas, seconsidera que el concepto ya tratado de funcionalidad que introdujo la UNESCOtuvo la intencin de resolver las dificultades que genera la posibilidad de

    establecer un corte entre los trminos de la dicotoma alfabetizado/ analfabeto.En las sociedades letradas, raramente se aplica el concepto de analfabetismo yalfabetizacin en sus respectivos extremos, ya que dependen del quantum quese define segn los niveles en cada pas y cada poca. Es frecuente el uso delectores pobres en oposicin a buenos lectores.

    Pero el concepto de funcionalidad cambia segn la evolucin de la culturadel trabajo. Segn el concepto de alfabetizacin funcional del ao 1978, losrequerimientos para intervenir en todas las actividades en que la alfabetizacines requerida, en la sociedad industrial y postindustrial, pueden ser inaccesiblespara muchos, aunque hubieran logrado la capacidad de interpretar el simbolismo

    de la lengua escrita y producir escritura con significacin.

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    En la sociedad post-industrial muchos de los que estaban alfabetizados setransforman en analfabetos funcionales. Si consideramos ms profundamenteesta cuestin, dice Ryan (1995), nos damos cuenta de que todos somosanalfabetos de una u otra manera, podemos leer la pgina de un libro pero nopodemos comprender una pgina con estadsticas; podemos leer un mapa pero

    no comprender el diagrama de un circuito de electricidad.La dicotoma alfabetizado versus analfabeto no es suficiente para manejarnos conlos niveles de habilidades que van desde cero hasta Shakespeare (Ryan,1995:90).

    Reacciones individuales de los analfabetos en la sociedad ilustrada

    Walter Ong (1993) ha sintetizado los mtodos utilizados en investigaciones cuyosresultados conducen a la conclusin de que existe una marcada diferencia entrelas caractersticas del pensamiento contextualizado en el ambiente inmediato conrespuestas concretas en el caso de los analfabetos y las caractersticasabstractas, generalizadoras, del pensamiento de los alfabetizados.

    Son ms recientes las publicaciones de estudios acerca de lasconsecuencias que tiene sobre un individuo su condicin de iletrado y susreacciones ante las actitudes que la sociedad letrada asume ante los analfabetos(Hagell y Tudge, 1998).

    Mientras la alfabetizacin ha sido considerada como una necesidad paraacelerar el progreso, como un mrito y una virtud que le confiere poder a quienla adquiere, el analfabetismo ha sido contemplado como un oprobio social ycomo un estigma individual. En esas condiciones, el analfabeto no slo padece

    las consecuencias de su inhabilidad para manejarse en el mundo letrado y lasconsecuencias prcticas de esa minusvala social, sino que adems recibe losefectos del estigma de la rotulacin. Se trata de averiguar de qu modo seinternalizan en el individuo rotulado las representaciones sociales descalificantesdel analfabetismo y cmo se hace consciente de esa doble limitacin.

    Hagell y Tudge (1998) consideran que es un estigma mucho msfrecuente que los que se han generado histricamente por falencias de origenorgnico (segn las estadsticas en la relacin de 1:10, en comparacin con laceguera de 1:2500).

    Estos autores analizan objetivamente, en la sociedad letrada, cmo semanejan los adultos analfabetos o los lectores pobres, que estn en el difusolmite de la alfabetizacin/ analfabetismo. Sus datos dan cuenta de diversasrespuestas de evasin, negacin, ocultamiento. Eligen porciones de la culturaque ponen poco nfasis en la lectura y se concentran en la prctica de sufuncionamiento; optimizan las actividades manuales ms que el uso de papel ylpiz; explcitamente aceptan restricciones ocupacionales y se conforman conuna menor movilidad social: yo s que no soy muy inteligente, as que me limitoa lo que puedo hacer para ganarme la vida. Otros opinan que en nuestros dasse puede obtener informacin sin tener que leer, gracias a la televisin y a laradio, o que no han aprendido su oficio por los libros sino a travs del contacto

    y la interaccin con personas experimentadas.

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    La oralidad alfabetizada en los grupos urbanos

    Ms all de los estudios que revelan las reacciones individuales de losanalfabetos en la sociedad letrada, se dispone de informes sobre nuevos estudios

    que se realizan en Brasil sobre el letramento, que enfocan el impacto social dela escritura segn la tradicin que en ese pas fue iniciada por Paulo Freire (A. B.Kleiman, 1998). Tngase en cuenta que en Brasil el 25% de la poblacin nopuede leer y que en el Noreste llega al 68%.

    ngela B. Kleiman se ocupa de los grupos urbanos que, habiendo sidoexcluidos de la escuela, realizan una variedad de estrategias para desenvolverseen las instituciones que demandan el manejo de la lengua escrita. En esecontexto, los estudios se vinculan, en particular, a las necesidades prcticas delos grupos comprometidos en la transformacin de sus condiciones sociales.

    Resulta sumamente interesante el anlisis del discurso de los lderes demovimientos populares o sindicales que permite descubrir un nuevo tipo deoralidad alfabetizada. Comparada con la segunda oralidad que describiWalter Ong (1993:133-136) en las sociedades tecnificadas mediante el uso deltelfono, la radio, la televisin, sta es una oralidad secundaria de cuopopular.

    El concepto de oralidad aqu propuesto se vincula fuertemente con la nocin depopular versus las formas acadmicas y culturales (Kleiman, 1998: 210).

    El discurso alfabetizado, en ese caso, no es el producto del aprendizajecon los libros sino a travs de la prctica discursiva, caracterizado por elpodercreciente de verbalizar los temas que se relacionan con el mundo social. Suanlisis demuestra que existen diferencias entre los aspectos estructuralesy retricos de su discurso; que los primeros fonolgicos, morfolgicos,sintcticos todava pueden ser fuente de estigmatizacin aunque incorporanestrategias hesitaciones, muletillas, hipercorrecciones como sistemticosesfuerzos para reproducir las formas correctas del habla. Pero que en el nivelretrico tienen un impacto equivalente a los textos altamente alfabetizados porsu consistencia interna, por la descentracin y distancia del sujeto inmediato(los derechos de los trabajadores, en lugar de mis derechos) produciendo unefecto de objetividad y neutralidad tpico de los discursos acadmicos.

    As se constituyen en autores de textos completos en toda su relevanteintersubjetividad (Kleiman, 1998:212) con la misma eficacia de los discursos dequienes han adquirido una alfabetizacin acadmica de alto nivel.

    Sin embargo, manifiestan su inhabilidad para el uso del sistema alfabtico,que cumplen a travs del uso de secretarias, es decir, adoptando las prcticasdel mundo de los negocios. Las secretarias registran los textos dictados deacuerdo con las reglas de la escritura. As se establece una negociacin entreambas partes, pero quien produce los contenidos tiene el poder de lasdecisiones.

    Con estos argumentos, Kleiman se rebela contra lo que considera el mitode la inferioridad intelectual de los analfabetos. Procura demostrar que en

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    estos lderes sociales se ha desarrollado una capacidad discursiva sin apoyo delsistema alfabtico que permite desmitificar el extendido concepto de la relacinde causa a efecto entre el dominio de la escritura, tal como se plantea en elsistema formal, y la capacidad reflexiva de los individuos. Por lo que, dice,

    existe evidencia de que el uso y la adquisicin formal del sistema de escritura nopuede seguir siendo el criterio que defina la inclusin o exclusin en unacomunidad letrada (Kleiman, 1998:210).

    Modelos de la naturaleza de la alfabetizacin

    Con respecto a los enfoques que se aplican para investigar e interpretar laalfabetizacin se reconocen los modelos que Street (1984) identifica comoautnomo e ideolgico. Ms recientemente, Hagell y Tudge (1998) hanelaborado el modelo: co-constructivo que, de manera expresa, tambin incluyeal analfabetismo, como ya se ha visto.

    Modelo autnomo

    El modelo autnomo trata a la escritura como una variable independiente, yconsidera a la alfabetizacin asociada al progreso, la civilizacin, la libertadindividual, la movilidad social. La analiza per se, ignorando el contexto einteresndose solamente por los principios lgicos de su coherencia interna.

    Es el modelo comnmente asociado a la prctica escolar que,tradicionalmente, se ha ocupado con preferencia de los aspectos formales, aveces mecnicos de la escritura y de los mtodos y que, en todo caso, ha cedidoante las influencias de una psicologa y una lingstica sin compromisos con los

    problemas sociales y culturales.

    Modelo ideolgico

    El modelo ideolgico, por el contrario, reconoce explcitamente que la prcticade la alfabetizacin no es neutral sino que, en todos los casos, es producto deuna cultura, de las estructuras de poder de una sociedad y de las instituciones enque se adquiere: la familia, la escuela, la iglesia, las organizaciones populares.

    Este modelo se halla implcito en la apreciacin de los historiadores quereconocen que

    cualquiera que sea la definicin, la extensin de la alfabetizacin y delanalfabetismo refleja condiciones sociales, econmicas y educacionales (E.Radwin, 1993).

    Oliveira y Valsiner (1988) consideran tambin que

    al cubrir todo el desarrollo humano y no solamente la infancia, el desarrollo de laalfabetizacin (y el correspondiente discurso sobre letrado/ analfabeto) es tomadocomo un fenmeno histrico, vinculado a la historia particular de las sociedades ya las transformaciones dentro de las sociedades (1998: 2).

    Sugieren, como ejemplo, entre otros, la alfabetizacin universal iniciadapor la Reforma Protestante en Europa en el siglo XVI a travs de la lectura

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    personal de la Biblia, que en el fondo responda a los objetivos sociopolticos dela internalizacin de los mecanismos sociales de control poltico de la moralindividual.

    Este enfoque permitira comprender cmo han actuado universalmente,

    por lo menos en Occidente, las relaciones de poder en la alfabetizacin delsistema formal, a travs de una curricula destinada a la educacin bsica de lasgrandes mayoras limitada a la alfabetizacin funcional y pragmtica, con pocoespacio para la alfabetizacin cultural.

    Con este modelo tambin podran explicarse las diferencias a favor deAmrica Latina en las tasas de la alfabetizacin (a la vez con grandesdistinciones entre sus pases). Tomando en particular el caso argentino, suprimera ley de educacin, la ley 1420, surgi en 1884 como resultado detormentosas discusiones que culminaron en el Congreso Pedaggico ms clebrede la historia del pas y quizs de Amrica Latina. En dicho Congreso finalmente

    triunf el modelo educacional de la modernidad ilustrada que haba orientado alos mejores lderes de la revolucin por la independencia, quienes, desde susprolegmenos, haban luchado contra la poltica educacional de la Colonia, queno era otra que la de la Europa feudal.

    Esa ley, de educacin comn, obligatoria, gratuita, no confesional,estuvo formulada con tanta sencillez que a veces dificulta explicar por qu fuetan atacada y a la vez tan defendida durante todo el siglo XX. Su gran mritoconsisti en que su implementacin dio como resultado una alfabetizacin que yaalcanz altos porcentajes en la dcada del 30.

    Pero no pudo evitar el fracaso de numerosos alumnos que repetan y/odesertaban. Las relaciones de poder, basadas a la vez en causas econmicas ysociales estn, sin duda, en la base de la explicacin que puede ofrecer elmodelo ideolgico. Sin embargo, tambin jug su parte la limitacin que se tenaen el conocimiento de los alumnos y sus relaciones e interrelaciones con lafamilia, la comunidad, la cultura y la escuela. Las ciencias humanas lapsicologa, la sociologa, la antropologa recin comenzaban a esbozarse acomienzos del siglo XX, y los cientficos no podan dar el asesoramientoadecuado. Por el contrario, a veces sus recomendaciones, impensadamente,dieron lugar a discriminacin y exclusiones como fue el caso de la aplicacin detests para diferenciar en sistemas paralelos a los que supuestamente no podanaprender.

    Ahora es el momento en que se plantea como responsabilidad del poderpoltico, la obligacin de prestarle atencin a los avances que el conocimientopuede ejercer sobre la poltica educacional, para impulsar la equidad de laeducacin.

    Tambin aplica Kleiman (1998) el modelo ideolgico en el ensayo que aquse comenta, confrontando la alfabetizacin que se adquiere en los movimientospopulares con la que ofrece el sistema formal.

    Como se ha dicho, esta autora sigue la tradicin brasilea iniciada por

    Paulo Freire en su pedagoga de la liberacin o pedagoga del oprimido y suprctica con las poblaciones marginales de ese pas y de Amrica Latina.

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    Considera que Freire

    ya hace 30 aos le dio un nuevo significado a la prctica de la alfabetizacin,acentuando la necesidad de desarrollar los programas de alfabetizacin deadultos

    con el objeto de desarrollar

    la conciencia crtica de los sujetos para su liberacin de los lmites delconfinamiento impuesto por la sociedad letrada a sus miembros no letrados(Kleiman, 1998: 183).

    Pero, adems, adopta expresamente los enfoques de Bourdieu y Passeronsobre la teora de la reproduccin para demostrar de qu manera la ideologadominante se reproduce en la ideologa de la alfabetizacin, el conflicto que sepuede generar en las clases oprimidas cuando esas ideologas dominantes sontrasladadas a las actitudes y a la prctica de los maestros y, finalmente, cmo

    ese conflicto construye paso a paso el fracaso escolar.

    Modelo co-constructivista

    En relacin con las nuevas investigaciones sobre el analfabetismo, Hagell yTudge sugieren un modelo basado en el enfoque histrico cultural vigotskiano.Al respecto, dicen:

    El analfabetismo, tanto como la alfabetizacin, es una co-construccin formadaen el curso de las transacciones entre la cultura y el individuo, a menudo mediadapor aquellos (padres, maestros, medios) que ayudan a hacer la cultura mscomprensible (1998:179).

    A diferencia de otros modelos que consideran el desarrollo individual conindependencia del contexto sociocultural, el modelo de desarrollo de Vigotskyexplica el desarrollo individual en trminos complejos de interaccin de factoresindividuales, culturales, sociales e histricos. A partir de su ley de internalizacin,Hagell y Tudge ensayan algunas hiptesis sobre la manera en que se internalizanlas representaciones sociales del analfabetismo. A propsito de los sentimientosde frustracin o de vergenza, el que es estigmatizado como analfabeto secontempla a s mismo en el espejo de la visin que tienen los dems sobre supersona. Al internalizar el punto de vista del otro puede comprender cules sonlos valores dominantes y puede responder a sus expectativas.

    Sin embargo, ni los factores puramente individuales ni los puramenteculturales pueden ejercer un rol independiente en las definiciones o en lasexperiencias de la alfabetizacin y del analfabetismo. Desde esa perspectiva, unlogro individual, tal como el de aprender a leer, es simultneamente individual,cultural, social e histrico.

    En el caso de los analfabetos, se considera lo individual y lo social en larepresentacin social conjunta o ideas comunes sobre el analfabetismo quese traducen en la estigmatizacin. Como se ha visto en las descripcionesanteriores, los individuos emplean estrategias alternativas. Algunas veces las

    consecuencias son psicolgicamente positivas como es el caso de los que sesienten o dicen sentirse tan informados como los letrados, gracias a la radio o la

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    TV y que consiguen trabajo mediante sus contactos personales sin recurrir a losavisos ni al uso de formularios. En otros casos, por el contrario, las interaccionesde los analfabetos con la sociedad letrada tienen consecuencias negativas ya quese sienten culpables al aceptar la propia responsabilidad por su falencia. Loslectores pobres suelen expresar que fueron perezosos, que no tuvieron

    voluntad para concentrarse y que, por eso, es mucho lo que han perdido.Despus del anlisis de esos modelos, se puede considerar como sntesis

    que la alfabetizacin, originalmente referida a la adquisicin de la lectura y laescritura, es un proceso cambiante en la evolucin cultural e histrica que se co-construye socialmente en el continuo de la evolucin individual del ser humano.

    Desescolarizacin y alfabetizacin crtica

    Volviendo al estudio de Kleiman, ella considera que las prcticas dominantes enla escuela

    pueden ser consideradas como prcticas cuyos efectos contribuyen a laseparacin de dos diferentes grupos sociales: los que han sido alfabetizados y losque no lo han logrado (Kleiman, 1998:188).

    Y que la alfabetizacin tradicionalmente asociada con la escuela haayudado a perpetuar la lnea indeleble de la sociedad dividida en clases. Pone enduda la hiptesis general de los efectos cognitivos de la alfabetizacin,especialmente cuando esa alfabetizacin ha sido adquirida en la escuela. Sugiererebelarse contra el mito de la alfabetizacin que estigmatiza a los analfabetos.

    Entre sus conclusiones, al identificar los puntos crticos causantes de la

    violencia simblica en la escuela, destaca su descontextualizacin con respecto ala identidad de los participantes en sus relaciones sociales. Y, les recomienda aaquellos que ensean a leer y escribir pero que

    no estn comprometidos con los movimientos populares, crear contextos dondela escritura sea la respuesta a una necesidad prctica y material: en otraspalabras, donde el aprendizaje de la lectura y la escritura no sea una cosa en s(1988: 213-215).

    La contextualizacin de la escuela sera, as, el complemento de laalfabetizacin desescolarizada, como nico medio de abandonar sus objetivos

    estrechos y pasar al examen crtico de las implicaciones sociales y de lasnecesidades y propsitos de los alumnos como miembros de una sociedadletrada.

    Nuevo sentido de la desescolarizacin

    La alfabetizacin pareca ser patrimonio exclusivo de la escuela, dado que fue elmotivo de su ms remoto origen y, ms especficamente, de suinstitucionalizacin en los sistemas formales a partir de las leyes de educacinpblica de fines del siglo XIX. Para su enseanza estaban bien demarcados loslmites entre la educacin informal difusa, csmica, natural espontneay la educacin formal organizada, graduada, sistemtica, sometida a fines. Suaprendizaje empezaba y se perfeccionaba en la escuela.

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    Cuando aparecen las postulaciones de Freire sobre una alfabetizacinconcientizadora para la liberacin de los marginados en sus propiasorganizaciones populares, fuera de las escuelas sometidas al poder poltico, lostrabajos educativos que propone son considerados como representativos delcreciente movimiento de la desescolarizacin, entendida como crtica radical de

    la educacin escolarizada. Eran cuestionamientos corrientes de distinto signoen la dcada del 70. Adems de Freire, la contraescolarizacin tuvo comoprincipal intrprete a Ivan Illich en Amrica Latina, que sustitua la escuela poruna convivialidadms o menos incidental.o

    Su crtica a la escuela fue mal recibida por quienes siempre en estado dealerta contra los enemigos en acecho, la defendan como una institucindestinada a la educacin popular, segn su proyecto original definido porSarmiento, en su libro Educacin Popular (1849)2.

    No se trata de remover los enfrentamientos de los partidarios de la

    escuela pblica con los que propiciaban la desescolarizacin a favor de unaalfabetizacin en movimientos populares o la posicin an ms extrema de lacontraescolarizacin. Tampoco de renovar las polmicas acerca de la escuelacomo dominio de la violencia simblica. Grande y extendida ha sido la discusina travs de la cual se desplegaron nuevas posiciones, a veces muycontrapuestas, que enriquecieron la teora de la educacin.

    Corresponde reconocer la importancia de la alfabetizacin que tambin seadquiere fuera de la institucin escolar como un hecho de la realidadsociocultural, sin que se debilite la defensa de la escuela y de la educacinsistemtica como una necesidad de la cultura organizada, que ha persistido atravs de la historia con rasgos que le son propios aunque se adaptan a lasvariaciones culturales que ocurren en el espacio y en el tiempo. Ysin eludir, a lavez, las responsabilidades del Estado a travs de la instruccin pblica en laalfabetizacin de las grandes mayoras. En este caso, el trmino dedesescolarizacin no significa lo mismo.

    Extraterritorialidad y especificidad de la alfabetizacin

    Anticipando sus hiptesis sobre la alfabetizacin de adultos y sobre la oralidadalfabetizada, Kleiman destaca el mrito de algunas investigaciones que handemostrado la diferencia que existe entre los nios que en su primera edad hansido socializados solamente mediante el lenguaje oral, cuando los padres tienenun bajo nivel de escolaridad y los que, por el contrario, tuvieron la oportunidadde interactuar con el lenguaje escrito gracias a la mediacin de los padres, ya

    2 Recurdese lo que Sarmiento deca sobre la institucin de la instruccin pblica en el ao 1849:El lento progreso de las sociedades humanas ha creado en estos ltimos tiempos una instruccindesconocida en los siglos pasados: la instruccin pblica. Tiene por objeto preparar las nuevasgeneraciones en masa para el uso de la inteligencia individual, por el conocimiento, aunquerudimentario de las ciencias y hechos necesarios para formar la razn, es una institucinpuramente moderna, nacida de las disensiones del cristianismo y convertida en derecho por elespritu democrtico de la asociacin actual. Hasta ahora haba educacin para las clasesgobernantes, para el sacerdocio, para la aristocracia; pero el pueblo, la plebe, no formaba,propiamente hablando, parte activa de las naciones... Cada proceso de las instituciones ha tenido

    ese objeto primordial y contribuido poderosamente a preparar a las naciones en masa para el usode los derechos que hoy no pertenecen ya a tal o cual clase de la sociedad, sino simplemente a lacondicin de hombre.

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    fueran universitarios, maestros o intelectuales en general. Por su parte, como yase ha dicho, Greaney menciona varias investigaciones que demuestran cunimportante es la contribucin del hogar para desarrollar las primeras etapas de laalfabetizacin (1996:13).

    Ms cercanos a nuestro trabajo, los estudios de alfabetizacin tempranarealizados a partir de la dcada del 50 en hogares letrados y los que seextendieron en medios muy diversos a partir de los 90, demuestran laimportancia y la variabilidad del proceso de alfabetizacin fuera de la escuela.Son investigaciones que han sugerido cambios en los criterios sobre el cundo yel cmo de la iniciacin en la lectura y la escritura (Braslavsky, 2000).

    Por otra parte, investigaciones de la Organizacin para la Cooperacin y elDesarrollo de Europa (OCDE) comprueban una alta correlacin entre el nivel deescolaridad de los padres y el fracaso escolar. Son datos que pudieroncorroborarse en el estudio que se realiz en escuelas de la periferia de la ciudad

    de Buenos Aires que tienen las tasas ms elevadas de repeticin en primer grado(GCBA, 2000). Esta correlacin permite suponer que el crecimiento de laalfabetizacin en la sociedad tiene como valor agregado una alfabetizacin msfcil de las nuevas generaciones y, con ello, los legtimos avances de laeducacin informal como alivio para la escuela que por ahora asume toda laresponsabilidad.

    Nuevas reflexiones sobre los lmites entre la educacin, en su sentidoamplio, y sus formas escolares, reconocen sus diferencias pero, al mismotiempo, la comunicacin entre la extraterritorialidad de la accin educativa y laespecificidad del territorio escolar (G. Frigerio, 2001).

    El modelo co-constructivista, que interpreta el aprendizaje individual comoun fenmeno que es a la vez individual, cultural, social e histrico permitecomprender tambin el papel que juega la escuela en ese aprendizaje. Papel quefue destacado por Vigotsky al establecer los vnculos entre la prehistoria dellenguaje escrito en el desarrollo cultural que recorre el nio desde que inicia susprimeros aprendizajes en la familia, y la historia que se inicia en la escuela comolugar privilegiado para la adquisicin de los procesos psicolgicos superiores. Fueun ideal de escuela que encontr grandes obstculos externos e internos en larealidad.

    Siguiendo las orientaciones del socio-constructivismo o co-constructivismose ensayan mltiples estrategias para entretejer las experiencias del aprendizajecotidiano en el medio social con el aprendizaje sistemtico y organizado de laescuela donde el maestro, en sus transacciones con el nio, participaactivamente para co-construir su alfabetizacin (Moll, 1995). Pero toda la historiade la alfabetizacin y su variabilidad por influencias histricas, de la evolucinde la misma lengua escrita y de los actos de leer y escribir , permite suponerque su co-construccin deber sortear nuevas dificultades en la era electrnica.

    Alfabetizacin crtica y poder

    Kleinman, cuya pertenencia a la pedagoga crtica se anticipa en el ttulo delensayo que aqu se comenta, es fiel a su antecesor, reconocido como uno de los

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    ms conspicuos fundadores de ese movimiento y, ms especficamente, de laalfabetizacin crtica (Green, 2001:9). Pero algunos de los exegetas actuales dela obra de Freire comentan las relaciones entre la alfabetizacin y el poder que lformul, diciendo que la alfabetizacin no ofrece ninguna garanta de poder:

    Es una condicin necesaria pero no suficiente. Tenerla, no garantiza nada perono tenerla significa estar sistemticamente excluido del poder econmico ycultural.

    Se trata, entonces, de tenerla.

    La Dcada de Alfabetizacin

    Con una visin renovada

    Si bien es cierto que la alfabetizacion adquiri su identidad a fines del siglo XIXjunto con las primeras leyes de educacin pblica, en el ao 1950 se estimabaque la mitad o ms de la mitad de la poblacin mundial era analfabeta. Cuando,segn los historiadores, se inicia la edad de oro despus de la segunda guerramundial a partir de la Declaracin Universal de los Derechos Humanos y laconvencin de los Derechos del Nio y en gran medida por los esfuerzos delSistema de Naciones Unidas se inicia un importante decrecimiento delanalfabetismo.

    En 1970 se registran mejores cifras de matriculacin escolar, pero en laDeclaracin Mundial de la Educacin para Todos que tiene lugar en 1990, enJomtiem, Tailandia, se manifiesta que todava existen ms de 100 millones denios y nias que no tienen acceso a la enseanza primaria; que ms de 960millones de adultos dos tercios de ellos mujeres, son analfabetos y que elanalfabetismo funcional es un problema importante en todos los pases, tantoindustrializados como en desarrollo.

    En el Foro Mundial de Educacin que tuvo lugar en Dakar, se elaboraronlos lineamientos de la Dcada de Alfabetizacin de las Naciones Unidas que fueaprobada en diciembre de 2001 y se desarrollar entre los aos 2003 y 2012. Sebasa en una visin renovada de la alfabetizacin que comprende a Todos,gobiernos, comunidades, agencias internacionales; es para Todos y trasciendelas edades; incluye a Todos, nios, adultos; implica asegurar niveles efectivos ysustentables y oportunidades en la familia, la comunidad, el lugar de trabajo, los

    medios de comunicacin. La Alfabetizacin para Todosimplica polticas activasy esfuerzos colectivos para que las personas y grupos alfabetizados hagan usoefectivo de ese conocimiento (Naciones Unidas, 2000).

    Como se dice en el Editorial de LECTURA Y VIDA del ao 24, 1, estelanzamiento, realizado por iniciativa de las Naciones Unidas que ha hechotantos esfuerzos para impedir una guerra de consecuencias imprevisibles paratoda la humanidad a pesar del clima altamente blico en que nos hallamos,permite sustentar la esperanza de que otro mundo es posible (Rodrguez,2003: 4). Ante los horrores de la guerra ya desatada, es una perspectivailuminada por el clamor universal que se eleva a favor de la paz y la legalidad en

    la convivencia internacional.

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    Este artculo fue presentado a la Redaccin de LECTURA Y VIDAen octubre de 2002 yaceptado para su publicacin en noviembre del mismo ao.