26120150 Sonetos y Canciones Francisco Petrarca

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----------------------- Page 1--------------------------------------------- Page 2--------------------------------------------- Page 3----------------------Coleccin Poesa del Mundo Serie Clsicos Sonetos y canciones Caracas - Venezuela 2007 ----------------------- Page 4--------------------------------------------- Page 5----------------------Francesco Petrarca Sonetos y canciones Traduccin de ngel Crespo Seleccin y prlogo de Luis Alberto Crespo Ministerio del Poder Popular para la Cultura Fundacin Editorial el perro y la rana ----------------------- Page 6---------------------- Fundacin Editorial el perro y la rana, 2007 Traduccin: ngel Crespo Av. Panten, Foro Libertador, Edif. Archivo General de la Nacin, planta baja, Caracas 1010. Telfs.: (58-212) 564 24 69 / 808 44 92 / 808 49 86 / 808 41 65 Fax: (58-212) 564 14 11 Correos electrnicos: [email protected] [email protected] [email protected] Hecho el depsito de Ley Depsito legal: N lf40220063201417 ISBN: 980-376-319-9 (Coleccin) ISBN: 980-396-118-7 (Ttulo) Diseo y diagramacin de coleccin: Fundacin Editorial el perro y la rana, 2007 Diseo de portada: Clemetina Corts Rediseo portada: Fundacin Editorial el perro y la rana Edicin al cuidado de: Paola Ynez Diagramacin:Rayl Rangel Correccin: Marjori Lacenere Gema Medina Impreso en Venezuela ----------------------- Page 7----------------------Presentacin Poesa del Mundo, de todas las naciones, de todas las lenguas, de todas las pocas: he aqu un proyecto editorial sin precedentes cuya finalidad es dar a nuestro pueblo las muestras ms preciadas de la poesa universal en ediciones populares a un precio accesible. Es aspiracin del Ministerio del Poder Popular para la Cultura crear una coleccin capaz de ofrecer una visin global del proceso potico humanidad a lo largo de su historia, de modo que nuestros lectores, poetas, escritores, estudiosos, etc., puedan acceder a un material de primera mano de lo que ha sido su desarrollo, sus hallazgos, descubrimientos y revelaciones y del aporte invalorable que ha significado para la cultura humana. Palabra destilada, la poesa nos mejora, nos humaniza y, por eso mismo, nos hermana, hacindonos reconocer los unos a los otros en el milagro que es toda la vida. Por la solidaridad entre los hombres y mujeres de nuestro planeta, vaya esta contribucin de toda la Poesa del Mundo. ----------------------- Page 8--------------------------------------------- Page 9----------------------Petrarca: Entre el ardimiento y la pena El siglo XIV (el de Dante y Boccaccio) vio nacer y perpetuarse a Francesco Petrarca. Camin ciudades y campos de almenas y cipreses, detvose a rimar baladas, loas y sonetos al modo de la Vulgata de los trovadores y del cultsimo endecaslabo stilnovista a la vera de las fuentes y los ros de florentinos y provenzales, el lad al hombro, la sextina y el soneto en la voz y en el recado de escribir. Su tiempo fue el del gobierno de los seores de la seda y el alfanje, la sotana prpura y el sayo, el forajido de la casa grande y de la intemperie, la orga de palacio y de taberna, el matarife de corcel y el desalmado de escarpn, el refinado lirida y el burdo cantor de versos de taberna y malacalle. El palacio del monarca y del feudal y el palacio del Papa y el menestral enmuraban al populacho. Slo la peste, el vmito negro y la lepra conseguan vencer muros e implantar el rgimen igualitario de la pudricin y de la muerte. Slo eso y el arte y el dolce stil nuovo. Obtuvo canonjas, fue de la privanza de no pocos amos de factoras y condados, como aquellos opulentos Visconti, que comerciaban con almacenes de ultramar y con almas de este y el otro mundo. Concedironle no pocos privilegios. Se inclin antes Carlos IV, de quien recibi el petulante ttulo de conde honorfico palatino y algn validodeladel Vaticano Antes a los suyos, fruicin);lo de su ypropuso para secretario de su Santidad. sucumbir a la muerte, hizo testamento: dej lad, una copa de plata (donde libara con un cuadro del Giotto. Quiso que losflorines IX----------------------- Page 10----------------------que abultaban su faltriquera les fueran entregados a su entraable amigo Boccaccio para que se comprara abrigo. Nada se sabe de aquel retrato de su bella amada que pintara para l Simone Martini, como asevera el escritor Elisio Jimnez Sierra en una de sus memorables crnicas ; ni del cdice miniado de Virgilio que le ofrendara el mismo artista siens, como tiene dicho ngel Crespo, el poeta y 2 admirable traductor al espaol de la obra de Petrarca . Haba nacido en Arezzo, ciudad terrible del Aretino y de Piero de la Francesca, los cuervos de Santimigniano y la primera escritura del pentagrama musical. Su padre se haca llamar Sier Pietro di Ser Parenzo, pero responda por el motejo de Petracco. Era un notario florentino. Perseguido, conoci el exilio (el destierro, en esos das del quattrocento, era menos una maldicin que un privilegio). Su extraamiento del burgo florentino prefigurara la derrota que habra de seguir su hijo Francesco Petrarca, bien que la poesa de sus canciones y sonetos torcieran esos castigos de carreteras y mansardas, ventas y cuchitriles hacia las ciudades del brillo cultural y econmico de Italia, Francia y Europa: Venecia, Florencia, Roma, Praga. Sus dones dironle numerosas moradas y cambiantes diligencias de lrida y escribana. Goz hartas veces de apartada vida en balcones y almenas y l mismo concediose largo solaz a la sombra del monte Ventoux y a la orilla de la misteriosa fontana del Vaucluse, en los Bajos Alpes, la patria y la obra del poeta Ren Char, su inseparable vecino de eternidad. X ----------------------- Page 11----------------------Dicen tambin que cierta vez entr a una iglesia y el pasmo que le causara la belleza de cierta Laura cuya verdadera existencia es ms literaria que real no lo abandonara nunca; y que muerta cobrara ms vida que la que le atribuye su difuminada existencia. Ambas, la de su realidad y su ensoacin, tienen por tierra prometida las canciones y sonetos que el poeta de los versos de oro forjara para ella en aquel dolce stil nuovo del que fuera con Dante su ms alto invencionero. Laura, la amada siempre ausente, la de carne y sombra, yese vivir y morir en el cancionero. Es ella la que motiva el canto y la pena. Prxima o lejana, el sentimiento que la atesora y la invoca est indistintamente ferido. un1Nunca hubo en la poesa escrita por hombre tanta endecha, tanto atristamiento y tanto amargor aun en la degustacin del deleite amatorio. El desasosiego acosa al cantor de Laura. Tenerla es saberla imaginaria; imaginarla es saberla real. A ella se llega por soledad y afliccin ms que por convivencia y dicha. Petrarca se conduele de su misma condicin de amado de Laura... sin Laura. Acaso una vez muerta, la recobra, porque su muerte se confunde con su dolencia ms honda: la del llanto que alegra al que ha llorado (...) Y por qu antes no callo ya empedrado? El bardo de Arezzo no entabl amistad alguna con Dante. Lo vio de lejos, pero se aprendi sus sextinas para mejor aorar a su dulcsima enemiga. Sin embargo, anota igualmente Jimnez Sierra en su citado libro, ese ferviente amor por Laura nica no distrajo a Petrarca de rendirse ante la amada celeste, la Virgen Mara, XI ----------------------- Page 12----------------------pues sostena que si a las mujeres de carne pasajera (las otras Lauras) sola l adorar con amor tan encendido a ti, cosa gentil, cunto ms no amar? Muy a menudo, el nombre mismo de Laura luce disfrazado, usa el antifaz conque el poeta disimula su nombre. Fue la Laura real amada ajena? Mas, a qu darnos a fisgonear en su autntica o fingida presencia si lo que la hace verdadera y reconocible es el soneto, el poema que la inventa o la transfigura como criatura universal de la poesa amatoria? Oigamos pues el dulce-amargo entonar del lad de Petrarca, el amoroso del alma llagada que fuera mujer cercana e inalcanzable y cuya nostalgia de (im)posible juntamiento pulsara en un terceto inmortal: Qu dulzura fue aquella, nima amarga! Cmo ardamos, ay, mientras miraba los ojos que ya nunca ms vera. Luis Alberto Crespo 1 Estudios grecolatinos y otros ensayos literarios, Ediciones ImaginariaFun dacin Elisio Jimnez Sierra, San Felipe, Yaracuy, (2004). 2 o, Coleccin Austral, Espasa Calpe, Madrid, (1988). XII ----------------------- Page 13----------------------Petrarca, Cancionero, Sonetos y canciones. Traduccin y prlogo de ngel CrespEn vida de Laura ----------------------- Page 14--------------------------------------------- Page 15----------------------(II) Porque una hermosa en m quiso vengarse y enmendar mil ofensas en un da, escondido el Amor su arco traa como el que espera el tiempo de ensaarse. En mi pecho, do suele cobijarse, mi virtud1 pecho y ojos defenda cuando el golpe mortal, donde sola 2 mellarse cualquier dardo fue a encajarse . Pero aturdida3 en el primer asalto, sent que tiempo y fuerza le faltaba para que en la ocasin pudiera armarme, o en el collado fatigoso y alto4 esquivar el dolor que me asaltaba, del que hoy quisiera, y no puedo, guardarme. 1 Virtud en el sentido de resistencia moral. 2 Porque Petrarca (en adelante P.) haba resistido a otros amores; y de esto es de las mil ofensas hechas por ello a Amor de lo que se venga Laura. 3 La mencionada virtud. 4 El collado simboliza a la razn, la parte ms alta del hombre. 3 ----------------------- Page 16----------------------(VI) Mi loco afn est tan extraviado de seguir a la que huye tan resuelta, y de lazos de Amor ligera y suelta vuela ante mi correr desalentado, que menos me oye cuando ms airado5 busco hacia el buen camino la revuelta: no me vale espolearlo, o darle vuelta, que, por su ndole, Amor le hace obstinado.Y cuando ya el bocado ha sacudido, yo quedo a su merced y, a mi pesar, hacia un trance de muerte me transporta: por llegar al laurel6 donde es cogido fruto amargo que, dndolo a probar, 7 la llama ajena aflige y no conforta . 5 El afn, al que P. compara con un caballo desbocado. 6 Laura simbolizada por el lauro o laurel. 7 Son los frutos del laurel, smbolo de Laura, que renuevan el dolor ajeno, es d ecir, el del poeta. 4 ----------------------- Page 17----------------------(XII) Si del tormento spero mi vida puede guardarse, y de los desengaos, tanto que vea en los postreros aos la luz de vuestros ojos extinguida, la urea melena8 en plata convertida, dejar guirnaldas y vistosos paos, y ajarse el bello rostro que, en mis daos, me hace lento el lamento y me intimida: al fin me dar Amor tanta osada que podr de mis penas descubriros cules fueron el ao y hora y da; y aunque la edad me impida conseguiros, que llegue al menos a la angustia ma un socorro de ya tardos suspiros. 8 La urea, es decir, lurea (de Laura-laurel). Estos juegos de palabras son muy fre cuentes en el Cancionero. 5 ----------------------- Page 18----------------------(XVII) Llanto amargo me llueve de la cara, de suspiros entre un viento angustioso, cuando hacia vos los ojos volver oso, 9 nica que del mundo me separa .Verdad es que la mansa risa clara a mi ardiente deseo es un reposo, pues cuando atento en vos la vista poso, del fuego del martirio10 ella me ampara. Pero luego mi espritu11 se hiela al ver cmo apartis con gestos suaves mis fatales estrellas12, cuando os dejo. Librada al fin con amorosas llaves, 13 por seguiros, del pecho el alma vuela y, pensativo, asaz de ella me alejo. 9 ,Porque los amantes viven como si no estuviesen en el mundo. 10 Del sufrimiento que causa al poeta el amor no correspondido.11 Espritu, en el sentido medieval de espritu visual (Conf. Dante, Paraso XXVI, 71: per lo spirto visivo). 12 Los ojos de Laura.visualopotencia13 Laura tiene las llaves del pecho (es decir, de los sentimientos) de P. y lo aprovecha para llevarse consigo el alma del poeta, que tambin habita en su pecho. 6 ----------------------- Page 19----------------------(XIX) Existen animales de tan fiera 14 vista que del sol mismo se defiende otros, a los que intensa luz ofende, tan slo por la noche salen fuera; y otros, cuyo deseo loco espera 15 gozar tal vez del fuego, porque esplende su otra propiedad prueban, la que enciende: la ma es, ay de m, la ltima hilera. No soy tan fuerte que la luz resista de esta mujer, y no en los tenebrosos lugares me protejo, ni en la tarde: ms, con ojos enfermos y llorosos, mirarla es mi destino y mi conquista; y s muy bien que voy tras lo que me arde. 14 Se crea que las guilas podan mirar fijamente al sol. , ;15 Porque se sienten atrados por su luz. 7 ----------------------- Page 20----------------------(XXIII) Del dulce tiempo de la edad primera, que vio nacer y todava en hierba al fiero afn para mi mal crecido, pues cantando el dolor se desacerba, cantar como libre entonces era, hasta que Amor mi albergue no ha sufrido. Luego dir de cmo le ha ofendido en demasa, y cmo el resultado es que sirvo de ejemplo a mucha gente; aunque est mi inclemente estrago escrito, y haya fatigado mil plumas: que en el valle y la ribera el grave son de mis suspiros suena dando fe al mundo de mi vida triste. Y si aqu la memoria no me asiste, como suele, disclpela mi pena, y un pensamiento que de tal manera la angustia, que alejarse hace a cualquiera y me fuerza a olvidarme: pues procura 16 lo de dentro, y me deja la envoltura Digo que desde que, ay, por vez primera me asalt Amor, los aos ya pasados el juvenil aspecto me cambiaban; y el corazn, envuelto en mis helados pensamientos, de duro esmalte era y mis afectos ya no se ablandaban. 16 8 ----------------------- Page 21----------------------Las lgrimas mi pecho an no baaban ni rompan mi sueo, y yo crea 17 portento en otros lo por m omitido Ay del que soy, y he sido! La vida elogia el fin, la noche al da. Que viendo aquel cruel que la potencia del golpe de su fecha solamente mis ropas traspasaba, aun siendo aguda, a una fuerte mujer llam en su ayuda, y desde entonces se mostr impotente ingenio o fuerza, o el pedir clemencia; y los dos transmutaron mi existencia; haciendo de hombre vivo laurel verde . Es decir, se queda con mi alma y me deja mi cuerpo. .18 que en la fra estacin hojas no pierde Cmo quedeme, al darme cuenta un da de que se transmutaba mi persona, y mi cabello era la fronda donde esperaba coger yo su corona! Que los pies con que andaba y me mova, pues cada miembro al alma le responde, raz se hicieron que la riba esconde 19 no del Peneo, s de un ro ms fiero ; 17 Lo omitido por el poeta era el sentimiento amoroso, pues quien no ama se mar avilla de los efectos del amor en los dems. 18 El Amor llam en su ayuda a Laura y ambos transformaron al poeta en un laurel (casi imagen de Laura). Se inicia as la serie de metamorfosis de esta cancin, basada s en las del poema de Ovidio Metamorphoseon, si bien en este texto tiene un se ntido diferente del que adquieren ahora. Por ejemplo, es Dafne la que se convierte en Laurel, por obra y favor de los dioses, cuando huye del asedio de polo: la metamorfo sea su propio desdn y no la venganza del Amor, como en el caso de P. 19 El Peneo es el ro junto al que Dafne se convirti en Laurel; el ro ms fiero es el .9 ----------------------- Page 22----------------------y hechos ramas mis brazos vi al momento. No menos pasmo siento de blanca pluma al verme por entero cubierto, y ver ya muerto y fulminado mi esperar, que dems se remontaba. Pues por no saber yo dnde ni cundo lo volvera a encontrar, solo y llorando donde me lo quitaron siempre andaba buscando por las aguas, y a su lado; y ya mi lengua nunca ha silenciado, mientras poda, su cada dura: 20 y el son me dio del cisne la blancura uesto, Durenza (lo que sugiere el ro del pas de Laura. dureza o . ferocidad). Es, por sup20 Se trata de una referencia a la metamorfosis de Cigno, que se convirti en cisne alarrojarse, desesperado, al Po. Es una alusin al encanecimiento del poeta, debido a sus sufrimientos amorosos. 10 ----------------------- Page 23----------------------(XXIX21) Rojo, oscuro o violceo ornamento nunca dama ha vestido, ni en rubia trenza el oro retorca, tan hermosa como sta que ha robado mi arbitrio, y con la cual de libertad pierdo el camino; y no voy sosteniendo carga menos pesada. Y si a veces dispnese al lamento mi alma, que no ha tenido consejo, y su martirio la extrava; su vista, del deseo desenfrenado la frena, y de la loca actividad libra al pecho; y suaviza estarla viendo el desdn de la amada. De cuando fue de amor mi sufrimiento, y lo que an no he sufrido, hasta que al pecho cure quien morda sin piedad, que an lo tiene enamorado, venganza habr; si no, contra Humildad, Orgullo e Ira, el paso interrumpiendo, dejan la llave echada. 21 Obsrvese que los versos de cada estrofa no riman entre s; en cambio, riman ent re s todos los primeros de cada estrofa, todos los segundos, todos los terceros, y as sucesivamente. 11 ----------------------- Page 24----------------------La hora y da en que al blanco y negro22, atento, la vista he dirigido, que me expuls de donde Amor corra, nueva raz de este vivir cuitado. 22 A los ojos de Laura. 12 ----------------------- Page 25----------------------(XXXIII) Ya la amorosa estrella23 llameabapor Oriente, y la otra, que celosa a Juno pone24, bella y luminosa, 25 por Septentrin sus rayos carreteaba descalza an, la viejecita hilaba, tras atizar las brazas, hacendosa; y a los amantes era la hora odiosa, pues a menudo al llanto los llamaba, cuando mi corazn, casi muriendo, mi esperanza26 lleg, no por la va 27 que haba el sueo y el dolor cerrado qu cambiada, ay de m, yo la vea! Y pareca decir: Qu ests temiendo? Ver estos ojos an no te es vedado. 23 Venus. 24 Calixto, amante de Jpiter, que fue convertida en la constelacin de la Osa Mayo r. 25 Carreteaba, porque la Osa Mayor se llama tambin el Carro. 26 Laura. 27 Esta va es, como se comprende, los ojos. 1 3 ----------------------- Page 26----------------------28 (XXXIV ) Apolo, si el deseo ha perdurado 29 que te inflamaba en la tesalia onda y si a la amada cabellera blonda, tras tantos aos, no la has olvidado, del perezoso hielo y tiempo airado, que durar mientras tu faz se esconda, defiende a la honorable y sacra fronda en que, despus que t, yo me he enredado; y por virtud de la esperanza amante que te hizo soportar la vida acerba, brrale al aire los nubosos trazos; y admirados veremos al instante a nuestra dama estar sobre la hierba y hacerse sombra con sus propios brazos. 28 Este soneto figur como primero en la primera redaccin del Cancionero. , ; ,29 Apolo asimilado al sol, pues el verdadero dios solar era Helios, se enamor de Dafne en Tesalia (de ah tesalia honda, es decir, tesalio ro: el Peneo). Este tema del amor por el laurel (Laura) despus de haberlo amado Apolo, es uno de los favorito s de P. 14 ----------------------- Page 27----------------------(XXXV) Voy midiendo abstrado, el paso tardo, los campos ms desiertos, lentamente; pero si he de huir, mi vista es diligente: que ante una huella humana me acobardo. No s hallar ms defensa ni resguardo del claro darse cuenta de la gente, porque en el comportarme tristemente desde fuera se ve que por dentro ardo: tanto, que creo ya que monte y ro, ribera y selva saben el talante de mi vida, pues no hay otro testigo. Mas camino tan spero y bravo no hallo en que Amor no sea mi acompaante: yo con l razonando, y l conmigo. 15 ----------------------- Page 28----------------------(XXXVII) Tan dbil es el hilo al que confo mi fastidiosa vida que, si no es socorrida, pronto ver su ruta terminada: porque despus de mi cruel partida de aquel dulce bien mo, de una esperanza fo que me mantiene vivo en la jornada, diciendo: Aunque privada sea de la amada vista, la triste alma resista; quin sabe si mejor tiempo le espera, y edad ms lisonjera, o si el perdido bien se reconquista? Esta esperanza me sostuvo un da 30 y, al menguar, me entretiene en demasa El tiempo pasa, y quiere que me apronte para el viaje inminente, y espacio suficiente .no hallo para pensar en la partida: de sol apunta un rayo por Oriente y, al punto, al otro monte del opuesto horizonte ves que llega por larga va torcida. 30 Aunque la forma verbal mattempo del original suele ser interpretada como env ejezco, sin duda por atraccin de la estrofa siguiente, que parece coincidir con el significado actual de dicha expresin, prefiero interpretarla, de acuerdo con las anotac iones de Ponchirolli, como me entretiene (o me entretengo, indugio en italiano moderno) . 16 ----------------------- Page 29----------------------Es tan corta la vida, tanto el cuerpo flaquea de la humana ralea, que cuando ya me veo separado del bello rostro amado, y el deseo no vuela, y aletea, del consuelo usual poco subsiste, ni s si durar mi vida triste. Todo lugar me aflige en que no veo los bellos ojos suaves que tenan las llaves del pensamiento, mientras Dios quera; y porque mis retiros sean ms graves, si duermo o me meneo, ya nada ms deseo, pues me enfad lo que despus vea. Cunta montaa umbra, cunto mar, y corriente, me esconden su luciente mirada, que el cenit esplendoroso me volvi tenebroso, para que al recordar ms me impaciente, y cunto era mi vida jubilosa me ensee la presente, tan odiosa. Triste!, si razonando yo renuevo aquel deseo ardiente que me naci en la mente 17 ----------------------- Page 30----------------------cuando a mi mejor parte 31 di de lado, y si amor del olvido cruz el puente, quin me conduce al cebo y a un mayor dolor nuevo? Y por qu antes no callo, ya empedrado32?Nunca el vidrio ha mostrado, ciertamente, por fuera el color que cubriera igual que el alma desolada muestra, clara, la pena nuestra, y an ms del pecho la dulzura fiera, por los ojos que, el llanto deseando, siempre quien se lo apague33 estn buscando. Raro placer, que as al ingenio humano frecuentemente lleva a querer cosa nueva que ms suspiros a acoger invita! Y uno soy yo que al llanto ama y aprueba; y de sutil me ufano porque lloro y me afano y el corazn con ms dolor palpita; y, como a ello me incita de una bella mirada el razonar, y nada tanta emocin me hace sentir adentro, suelo correr, y entro, 31 32 33 18 ----------------------- Page 31----------------------donde la pena sea ms extremada, y a ojos y corazn castigo ofenda, que de amor me guiaron por la senda. Las trenzas de oro de que el sol se siente tal vez de envidia lleno, y ese mirar sereno donde el fuego de Amor est encendido, por los que antes de tiempo muero y peno, y el razonar prudente, en el mundo infrecuente, que, como don gentil, mos ya han sido, se me quitan, y olvido ms cuanto pueda herirme que privado sentirme de ese saludo angelical magnnimo que despertaba en mi nimo la virtud, y me haca consumirme: y as cosa ninguna ya no espero que no me induzca al llanto lastimero. Y, para que llorar ms me contente, esas manos sutiles y los brazos gentiles, y ese proceder suave y altanero, y el humilde desdn, y juveniles senos, y el pecho ardiente, El corazn. Hecho piedra, es decir, insensible. Deseo al que se refiere el segundo verso de esta estrofa.torre de su alta mente, me cela este lugar alpestre y fiero; y ya no s si espero 19 ----------------------- Page 32----------------------ver vivo a mi seora, puesto que, hora tras hora, se yergue la esperanza y no se afirma, y al caer me confirma que no he de ver a la que el cielo honora, 34 do Honestidad se alberga, y Cortesa y donde ver mi albergue yo querra. Cancin, si el dulce sitio de nuestra dama ves, bien creo yo que crees que ella te tender la mano bella, que yo estoy lejos de ella. No la toques; sumisa y a sus pies, dile que en cuanto pueda ir sin duda, con carne y huesos o alma ya desnuda. 34 20 ----------------------- Page 33----------------------(XLVI) El oro y perlas y el floral tocado que ajar debi el invierno riguroso, son pas cuyo extremo ponzooso se me clava en el pecho y el costado. De mis das ser el curso truncado, 35 que un gran dolor no suele hacerse aoso y al homicida espejo36 culpar no oso: que, al miraros a vos, le habis cansado. Este impuso silencio al clamoreo de mi seor37, cuando por m peda, viendo en vos terminar vuestro deseo; fue fabricado sobre el agua umbra 38 del abismo, y baado en el Leteo donde empez a nacer la muerte ma. , ; Se albergan en Laura, en su interior. ,35 nullum enim dolorem longun esse, qui magnus est (Sneca, Epist., XXX, 14).36 Los ojos de Laura. 37 El Amor. 38 El agua umbra del nfierno, antes de que Dante olvido en quien las bebe. spejo), al haber sido baados poeta. 21 ----------------------- Page 34----------------------(XLIX) Aunque te haya guardado de mentira y en cuanto puedo te haya enaltecido, ingrata lengua, nunca me has rendido honor, y me has pagado con tu ira: que, cuando por mercedes ms suspira mi corazn, si ayuda te he pedido, fra, un discurso errado has proferido semejante al que el sueo nos inspira. Lgrimas tristes, vos me acompais por la noche, aunque estar solo quisiera, y luego hus donde mi paz39 se haya; y vos, que angustia y pena me causis, suspiros, quebrantados sals fuera: 40 slo mi faz del corazn no calla 39 40 22 ----------------------- Page 35----------------------(L) Cuando el cielo ms rpido41 se inclina hacia Occidente, y nuestro da vuela donde otra gente ya lo est esperando, sola, y cansada ya, la vejezuela que en un pas lejano peregrina, ms se apresura, el paso redoblando, y, tan solita estando al fin de la jornada, Laura. La agitacin del rostro es reflejo de la del interior de P. . abismo es la del Leteo, ro que los antiguos situaban en el I lo situase en el Paraso Terrenal. Dichas aguas provocan el Petrarca dice, pues, que los ojos de Laura (el homicida e en ellas, olvidan cuanto ven y, en consecuencia, olvidan alquizs es consolada por un breve reposo, en el que olvida el tedio de la va recorrida. Mas, ay de m, cuanto dolor me aqueja de da, ms la herida me encona, si la eterna luz nos deja. Apenas vuelve el sol las inflamadas ruedas, llega la noche y se descuelga la sombra de la sierra y, como aumenta, el labrador avaro el arma cuelga y, para ver sus penas ahuyentadas, con sus alpestres notas se contenta; y a la mesa se sienta, con tan pobre comida como la preterida 42 de bellotas, que todo el mundo honora . 41 Cielo del sol, segn las ideas astronmicas de la poca. 42 Que todos honran de palabra, aunque nadie las come. Era un tpico muy frecuent e el elogio de la sobriedad de los antiguos, quienes solan comer frecuentemente estos frutos de la encina. 23 ----------------------- Page 36----------------------Mas quien quiera se alegre en buena hora, que una alegre, ni aun quieta, no he tenido hasta ahora, 43 ni por giro de cielo ni planeta . Cuando el pastor al gran planeta44 , observa y ve a su luz bajar hacia su nido45 y oscurecer las tierras del Oriente, coge el cayado, tras haberse erguido, dejando hayas y fuentes, y la hierba, y a su ejrcito mueve lentamente; y lejos de la gente la choza o la espelunca con verde fronda enjunca y, sin tristezas, pronto est soando. Ay, cruel Amor!, por ti, entonces, buscando voy a la fiera que mi paz destruye, sus huellas rastreando: y a esa no la atas, que se amaga y huye. Y los marinos en alguna rada echan sus miembros, cuando el sol se ha ido, bajo la spera manta, en duro lecho. Pero yo, aunque en las olas se haya hundido, y deje a espaldas suya a Granada,y a Espaa y a Marruecos y al Estrecho, 43 Por mucho que cambien el tiempo y las influencias de los astros. 44 El sol. 45 Segn la mitologa grecorromana, el sol pasaba la noche en una nave de oro su nido en el que viajaba durante toda la noche para reap arecer, por la maana en Oriente. 24 ----------------------- Page 37----------------------y todo humano pecho, y mundo y animales, descanse de sus males, me obstino siempre y no me desengao, y cada da ve aumentar el dao: y en afn voy creciendo al acercarme, ay, al dcimo ao, y no acierto quin de l pueda librarme. Y, porque con hablar me he desahogado, veo esta tarde bueyes desuncidos que vuelven de la tierra labranta: por qu no se me quitan los gemidos, cuando sea, ni el yugo me es quitado? por qu lloran mis ojos noche y da? 25 ----------------------- Page 38----------------------(LX) El que am gentil rbol46 muchos aos, mientras su bella fronda no me hua, mi ingenio dbil florecer haca a su sombra, y crecer mis desengaos. Despus que, sin temer yo sus engaos, el dulce leo se hizo impo un da, a un solo fin volv la mente ma, que es hablar siempre de sus tristes daos. Qu podr hablar quien por amor suspira, si le hubiesen mis rimas nuevas47 dado otra esperanza, que por sta pierde? Ni lo coja poeta48 , ni salvado sea por Jove49 , y el Sol sienta tal ira que seca haga caer su fronda verde. 46 Laura-laurel.47 En el sentido de rimas juveniles. 48 No lo coja ningn poeta para coronarse. 49 Como ya se ha dicho, era fama que Jpiter (Jove) no hera al laurel con sus r ayos. 26 ----------------------- Page 39----------------------(LXIV) Si vos pudieseis, por turbados gestos, por bajar de ojos o inclinar de testa, o por ser al huir ms que otras presta, desdeando los ruegos ms honestos, salir jams, o usando otros pretextos, del pecho en que ms fronda tiene puesta Amor del primer lauro50, fuera sta razn justa a desdenes como stos: que gentil planta en ridos terrenos parece inconveniente, y parte leda de all naturalmente, y presurosa; y pues vuestro destino, empero, os veda en otra parte estar, cuidaos al menos de no estar siempre en actitud odiosa. 50 Es decir, de Dafne-Laura. 27 ----------------------- Page 40----------------------(LXIX) Ay, Amor, contra ti yo bien saba que nunca humano aviso me ha valido; tanto tus fieras garras he sentido, tantos lazos ya vi, tanta falsa. Y me admiro de nuevo, porque hua (lo dir, porque el caso me ha ataido, que en el agua salada lo he sentido, entre Elba y Giglio y la Toscanza ma51) yo de tus manos, y por un camino, por viento y cielo y ondas agitado, 52 iba, que era ignorado y peregrino : cuando he aqu a tus nuncios, no s dnde, que del propio destino me han mostrado que a l cede aquel que lucha, y quien se esconde.51 Se refiere al viaje a Roma por mar, a travs del archipilago toscano. 52 Era peregrino e ignorado, dada la infrecuencia de los viajes por mar en la vida de P. 28 ----------------------- Page 41----------------------(LXXI) Porque la vida es breve y al ingenio la empresa alta intimida, ni en l ni en ella estoy muy confiado; mas fo que sea oda donde anhelo, y all donde estar debe, esta pena que grito, aunque callado. Ojos bellos do Amor nido ha encontrado, a vos dirijo mi imperfecto acento, al que, aunque es perezoso, el gusto impele: que a quien cantaros suele le ayuda a ser gentil el argumento y, en alas amorosas, le aparta de cualquier vil pensamiento. Alzado en ellas, vengo a decir cosas que en mi pecho mantuve silenciosas. No creis que no siento que os estn mis elogios afrentando: mas no puede el deseo ser frenado que hay en m desde cuando vi aquello que no iguala el pensamiento ni por mi voz ni otra es igualado. Principio de mi dulce y triste estado, otro que vos s bien que no me entiende. Cuando entre ardientes rayos me hago nieve, vuestros desdenes mueve tal vez mi indignidad, porque os ofende. Si el temor, con frecuencia, 29 ----------------------- Page 42----------------------no templara la llama que me enciende, feliz desfallecer!, que en su presencia ms prefiero morir que su carencia. No, pues, yo me deshaga, frgil objeto a tan ardiente fuego que de l no es mi valor quien me libera, sino que el miedo luego, que de mis venas el ardor apaga, me asegura, y as sigo en la hoguera. Oh monte, oh valle, oh bosques, oh ribera, testigos todos de mi dura vida, cunto me osteis invocar la muerte! Ay, dolorosa suerte, quedarse aflige, y no ayuda la huida. Mas si mayor pavurano me frenase, ms pronta salida fin pondra a esta pena spera y dura; y su origen53 no ve tal desventura. Dolor, por qu mis trenos me empujas a decir aunque no quiero? Aydame cuando a mi encanto acudo. Ya no os acuso, empero, 54 ojos sobre el mortal curso serenos ni al que me tiene atado con tal nudo Ved de cuntos colores, a menudo, 53 54 55 30 ----------------------- Page 43----------------------Amor el rostro mo va pintando, e imaginad; por dentro, el alma ma, do se est noche y da con el poder que en vos va cosechando, ojos que os alegris aunque a vos mismos no os estis mirando: mas cuantas veces hacia m os tornis, por otro lo que sois sabiendo estis. Si os fuese a vos mostrada la divina belleza que me gua56 al escribir, como a quien s la mira, no templada alegra sentirais; por ello est alejada del vigor natural que os abre y gira. Feliz el alma que por vos suspira, luces del cielo, por las que hallo grata la vida que otras cosas me han agriado. Ay, por qu tan contado me dais lo que la sed en m no mata? Y por qu ms frecuentemente no veis que Amor me desbarata? Por qu me despojis tan prontamente del bien que el alma slo a veces siente? Que slo a veces, digo, gracias a vos, en mi alma triste siento 56 Si a vosotros ojos que me guiais mientras escribo, os fuese mostrada vuestra propia belleza. Laura. Ms serenos de lo que es natural en una mujer. Amor. , 55 .31 ----------------------- Page 44----------------------una dulzura nueva inusitada, la cual, si un pensamiento es enojoso, no le presta abrigo, y uno de mil tan slo halla morada: para l, y nada ms, vivir me agrada. Y si mi bien ms perdurable fuese ningn estado al mo igualara, mas tanto honor hara que, si me envidian, me ensoberbeciese: mas ya estoy lamentando que ante el llanto la extrema risa cese, y, los gneos suspiros apagando, a m vuelva, de m mismo pensando. El suave pensamiento que vive dentro57 aleja de mi pecho, pues tal se muestra, toda otra alegra; y mi palabra y mi hecho son tales que con ser inmortal cuento aunque haya de morir la carne ma. Si os mostris, huyen tedio y agona, y juntos vuelven tras vuestra partida. Mas, porque la memoria enamorada le impide la entrada, en parte extrema58 no tienen cabida; y si un buen fruto crece en mi alma, a su semilla disteis vida: 57 Dentro de Laura, cuyos ojos no estn en su interior. 58 No van ms all de las primeras partes del espritu (fantasas y pensamiento) y no llegan a las partes extremas, defendidas por la memoria. (Giovanni Ponte). 32 ----------------------- Page 45----------------------que, tierra seca, en m nada florece, y, as, el mrito a vos os pertenece. T no me aquietas, no, que antes me inflamas y hablo de lo que tanto me extasa: 59 sabe que no ests sola, cancin ma . 59 La cancin va seguida por otras dos, que tambin cantan a los ojos de Laura, por lo que se la ha llamado las tres hermanas. 33 ----------------------- Page 46-----------------------(LXXII) Gentil seora ma. en vuestros ojos una dulce lumbre muestra el camino que al cielo conduce; y, por larga costumbre, 60 donde slo es Amor mi compaa el corazn ya casi se trasluce. Esta visin a hacer el bien me induce, y el fin glorioso ya me est mostrando; lejos del vulgo slo ella me lleva: no hay lengua que se atreva a contar lo que siento contemplando una luz tan serena cuando el invierno escarchas va sembrando, y luego el ao nueva vida estrena, como ocurri al principio de mi pena Yo pienso: si all arriba, donde el santo motor de las estrellas mostrar quiso sus obras en la tierra, 62 , se hallan otras tan bellas brase su prisin y, fugitiva, 63 siga mi alma el camino que le cierra 60 En los ojos de Laura. 61 Petrarca conoci a Laura en la primavera del ao 1327, siendo Viernes Santo. 62 Otras luces tan bellas como los ojos de Laura. 63 Yo pienso: si en el cielo, all donde Dios se dign hacer ver en la tierra una parte de sus obras (los ojos de Laura), todo el resto de las obras es tan bello, s alga ya pronto de esta prisin corporal que me encierra y me impide mo verme hacia semejante felicidad. (Guido Bezzola) 34 ----------------------- Page 47----------------------Luego regreso a mi diaria guerra, dando gracias al da en que he nacido y a Natura, que tal bien me han mostrado, y a la que ha levantado mi corazn; porque antes me he sentido a m enojoso y grave y desde el da aquel me he halagado . ,61 .llenando el corazn de un pensar suave, pues de los bellos ojos es su llave. Nunca estado gozoso concedieron Amor o la Fortuna voluble a sus amigos ms felices, que no cambie por una mirada de do viene mi reposo como viene la flor de las races. Chispas bellas de clicos matices, que me alegris, donde el placer se enciende que dulcemente me arde y me destruye: como se esfuma y huye toda otra luz donde la vuestra esplende, as en mi pecho siento, cuando tanta dulzura hasta l desciende, que huyen de l todo objeto y pensamiento, y a Amor y a vos tan slo da aposento. El dulzor que han sentido cuantos amantes fueron venturosos, ni aun reunido, al mo igualara cuando entre los hermosos 35 ----------------------- Page 48----------------------blanco y negro64 la luz habis movido que del Amor juguete y alegra; que an en paales, y en la cuna ma, a mis defectos y a Fortuna aviesa este remedio preparaba el cielo. Mal me hicieron el velo y la mano que tanto se atraviesa entre mi sumo agrado65 y los ojos, do el llanto nunca cesa, por ver deseo y pecho desahogado, que ste, cuando cambiis, cambia de estado. Porque veo, y me apena, que no pueden mis dotes ayudarme ni me hacen digno del mirar que aguardo, me esfuerzo en comportarme como a la alta esperanza ms consuena, y a ese fuego gentil en el que ardo. Si al bien veloz, y a su contrario tardo, despreciador de cuanto el mundo ama, por solcito estudio puedo hacerme, podra sostenerme en el benigno juicio una tal fama: que el fin de mis dolores, pues a otra parte el corazn no llama, viene al temblar los ojos seductores, fe extrema de los finos amadores. 64 El blanco y negro de los ojos de Laura.65 36Laura.----------------------- Page 49----------------------Cancin, delante tienes a una hermana y al mismo albergue66 la otra est llegando, y por ello el papel voy preparando. 66 La mente del poeta. 37 ----------------------- Page 50----------------------(LXXIII) Puesto que mi destino del deseo encendido a hablar me incita que desde siempre me ha forzado al llanto, Amor, que a ello me invita, sea mi escolta, y enseme el camino, y el deseo armonice con mi canto; mas que no el corazn decaiga tanto como temo, si el dulce afecto crece que siento donde no llega ojo ajeno; que al cantar ardo y peno, no por mi ingenio lo que me estremece, si, como a veces suelo, me creo que el ardor mental decrece, pues me derrite el son con que me duelo como si fuese al sol hombre de hielo. Al comenzar, crea que cantando iba a darle a mi encendido deseo tregua, o un breve reposo. Esta esperanza ha sido quien me hizo declarar lo que senta: y ahora se esfuma mientras yo la gloso. Pero tan alta empresa seguir oso, las amorosas notas continuando, tan fuerte es el querer que me enajena: la razn no lo frena porque, muerta, contra l no est luchando. 38 ----------------------- Page 51----------------------Mis versos, pues, yo diga por Amor instruido, y si escuchando se hallase mi dulcsima enemiga, no ma, de piedad la hagan amiga. Si en pocas pasadas, cuando habit el honor pechos ardientes, su industria a algunos hombres diriga por tierras diferentes,cerros y ondas pasando, tras honradas cosas, y la mejor flor recoga, puesto que Amor, Natura y Dios un da a todas las virtudes han juntado en los ojos o vive el gozo mo, este y el otro ro no he de pasar, ni he de cambiar de estado. A ellos siempre regreso, fuentes de mi salud, esperanzado, y si el afn me mata con su exceso, verlos me alivia del penoso peso. Igual que el navegante a quien el fuerte viento desalienta mira a dos luces67 del nocturno cielo, lo mismo, en mi tormenta de Amor, miro en dos luces68 al brillante signo en el que hallo mi nico consuelo. Mas siempre es ms lo que robarles suelo, 67 La Osa Mayor y la Osa Menor, que miran los marinos para orientarse. 68 Los ojos de Laura. 39 ----------------------- Page 52----------------------de ac y de all, que Amor me ensea, ay laso, 69 que cuanto don gentil tomando voy y lo poco que soy es porque son la norma en que me baso; pues, tras verlas, no he dado sin ellas hacia el bien un solo paso: y en mi cima a las dos las he plantado, que engao fuera verme yo estimado. S que nunca podra narrar, ni imaginar, cuantos efectos esos ojos tan suaves me han causado; que los gozos y afectos de esta vida, y belleza y gallarda, son casi nada, puestos a su lado. Paz, sin ningn afn atormentado, muy como la del cielo, que es eterna, procede de su risa enamorada. Ojal mi mirada pudiese ver cmo Amor los gobierna, y as un da pasase 70 sin que girara la rueda superna ni en otros ni en m mismo yo pensase y muy escasas veces parpadease. , ;69 Les robo ms miradas que las que ella me concede por cortesa. 70 Sin que girase el cielo superior, que hace progresar al da, es decir, sin q ue pasase el tiempo. 40 ----------------------- Page 53----------------------Triste!, que deseando voy lo que es imposible que suceda, y vivo de querer sin esperanza: si el nudo con que enreda mi lengua Amor, y la detiene, cuando la luz ms que la humana vista avanza, se desatase, osara sin tardanza palabras tan pasmosas ir cantando que haran sollozar al ser odas; mas las ya hechas heridas a otra parte a mi pecho van forzando: y ya plido y yerto, mi sangre a dnde va? se est ocultando, y el que era ya no soy; y en ello advierto que este es el golpe con que Amor me ha muerto. Cancin, del razonar dulce con ella, ya que la pluma se me cansa siento, mas no de hablar conmigo el pensamiento. 41 ----------------------- Page 54----------------------(LXXIV) Me canso de pensar cmo cansado no se encuentra de vos mi pensamiento, y cmo de esta vida no me ausento por no estar de suspiros abrumado; y cmo de decir del rostro amado, cabellos y ojos que sin tregua miento, no han fallado la lengua y el acento que de da y de noche os han llamado; y de que ya los pies no sienta lasos de seguir vuestro rastro en toda parte perdiendo intilmente tantos pasos; de ello viene el papel que por mi parte de vos lleno, y la tinta: y mis fracasos sern culpa de Amor, no falta de arte. 42 ----------------------- Page 55----------------------(LXXV)Los ojos que de modo me han llagado que ellos mismos podran curar la llaga, y no virtud de hierba o de arte maga, o de diamante de ultramar llegado, la va de otro amor tal me han cortado que un solo pensamiento ya me embriaga; y si mi lengua de ir tras l se paga, 71 no ella, su gua puede ser mofado Estos los ojos son que victoriosas las empresas de Amor estn haciendo doquiera, y ms an al asaltarme; estos los ojos son que estn ardiendo siempre en mi pecho, chispas luminosas: y por eso los canto sin cansarme. 71 Es decir, el pensamiento, que gua a la lengua. 43 ----------------------- Page 56----------------------(LXXXIX) Cuando de la prisin de Amor hua donde muy a su antojo fui tratado, seoras mas, fuera dilatado contar cunto estar libre me dola. Me dijo el corazn que no sabra vivir solo; y, tras poco haber andado, encontr a aquel traidor72 tan disfrazado que a otro ms sabio confundido habra. Por lo que, suspirando al tiempo ido, dije: Ay de m, que el cepo y las cadenas eran ms dulces que el andar tan suelto! Ay, qu tarde conozco bien mis penas, y con cuntas fatigas he salido del error en que yo me haba envuelto! 72 44 ----------------------- Page 57----------------------(XC) Al aura73 el pelo de oro vi esparcido que en mil sedosos bucles lo volva; la dulce luz sobremanera arda de aquellos ojos que hoy tanta han perdido; Al Amor. .el rostro de corts color teido, no s si es cierto o falso, ver crea: si en mi pecho amorosa yesca haba, quin, porque ardi, se siente sorprendido? No era su caminar cosa mortal, sino de forma anglica; y sonaba su voz como no suena voz humana. A un celestial espritu miraba, a un sol vivo; si ya no fuese igual, porque distienda el arco no me sana. 73 Juego de palabras: A Laura. 45 ----------------------- Page 58----------------------(XCIII74) Escribe, Amor me dijo; y repeta: escribe lo que viste en letras de oro: cmo a mis seguidores descoloro y a la vez les doy vida y agona. Hubo un tiempo en que tu alma esto senta, clebre ejemplo al amoroso coro; otra empresa75 emprendiste en mi desdoro, mas antes que escapases te prenda. Si a los ojos do viste mi figura, y en los que tuve yo mi dulce fuerte al romper tu rigor, me restituyen arco y flechas que todo lo destruyen, seca la faz no siempre vas a verte, que bien sabes que el llanto es mi pastura. 74 75 46 ----------------------- Page 59----------------------(XCV) Poner quisiera en verso el pensamiento como en mi corazn lo pongo mudo, que nunca ha habido espritu tan crudo que no le conmoviera mi lamento. Mas vos, ojos, me disteis tan violento golpe, que no vali yelmo ni escudo; 76 A lo largo de todo este soneto, es Amor quien habla al poeta. Probablemente, el poema frica o el libro De viris ilustribus.y por fuera y por dentro voy desnudo aunque el dolor no impulse a mi lamento. Puesto que en m vuestra mirada esplende como el sol por el vidrio reflejado 77 baste el deseo, sin que yo lo diga No a Mara78 ni a Pedro, ay, desgraciado! da la fe, que a m me es enemiga; y s que nadie, sino vos, me entiende. .,76 Ningn velo (en sentido metafrico) oculta mis sentimientos 77 Puesto que veis claramente en m de la misma manera que la luz atraviesa el cri stal, es intil que yo diga lo que siento (Guido Bezzola) 78 Mara Magdalena. 47 ----------------------- Page 60----------------------(XCVI) Estoy ya de esperar tan fatigado, y de la lid de llanto en que me empleo, que odio ya la esperanza y el deseo, y cuanto tiene al corazn atado. Mas el gracioso rostro, que pintado llevo en el pecho, y donde mire veo, me obliga; y al primer martirio reo contra mi voluntad soy empujado. Bien s que err cuando la antigua estrada de libertad me fue cortada un da, que es mal seguir lo que a la vista agrada; entonces a su mal libre corra, y ahora al arbitrio ajeno es empujada, por un solo pecado, el alma ma. 48 ----------------------- Page 61----------------------(CXVI) Lleno de la inefable dulcedumbre que en mis dos ojos estamp su huella el da en que, por cara menos bella no ver, deb privarlos de su lumbre, dej lo que ms quiero79 ; que al relumbre avec a mi razn slo de aqulla,pues no ve ms, y cuanto no sea ella odia y desprecia siempre por costumbre. En un valle cerrado80 todo en torno, que alivia el suspirar desfalleciente, entr con Amor slo, meditando. No all mujeres, sino roca y fuente; y a ver la imagen81 de aquel da torno, que, donde mire, voy imaginando. 79 Lo que ms quiere es contemplar a la amada. 80 Valclusa, refugio del poeta, significa Valle Cerrado 81 La de Laura. 49 ----------------------- Page 62----------------------(CXVIII) El dcimo sexto ao de mi llanto quedose atrs; y sigo caminando hacia el fin de mi vida, imaginando que no dura mi afn desde hace tanto. Lo amargo es dulce, y til mi quebranto; y, aunque el vivir me pesa, estoy rogando que supere a Fortuna, y recelando que antes mueran los ojos que yo canto. En otra parte quiero estar ahora; y ms querer quisiera, y ms no quiero, y hago por no poder cuanto es posible; que si de nuevo el viejo anhelo llora, prueba que otro no soy, sino el primero, que ante mil cambios soy inconmovible. 50 ----------------------- Page 63----------------------(CXXII) Diecisiete aos ha girado el cielo desde que ardo, y jams me he apagado; mas cuando pienso en mi presente estado en medio de las llamas siento un hielo. Cierto es el dicho, que uno cambia el pelo mas no el vicio; y si el cuero est cansado, no est el afecto humano atenuado: 82 causa es la sombra del pesado velo .Ay, triste!, llegar el da dichoso en que, mirando huir a la edad ma, salga del fuego, libre ya de enojos? Podr mirar cuanto desee un da ese aire dulce de su rostro hermoso y un sensato placer dar a mis ojos? 82 El pesado velo es el cuerpo. 51 ----------------------- Page 64----------------------(CXXVI) Fresca y dulce agua clara do la nica a quien miro 83 como a mujer pona su hermosura rama en la que apoyara (lo recuerdo y suspiro), como en una columna, su figura; hierba que por ventura su vestido cubra 84 al par que al puro seno ; aire sacro, sereno, do, al mirarme, al amor mi pecho abra: escuchad juntamente de mi discurso extremo85 el son doliente. Pero si es mi destino, y as lo quiere el cielo, que estos ojos Amor cierre llorando, a mi cuerpo mezquino 86 , dad vosotros consuelo y mi alma hasta su hogar suba volando. Sea el morir ms blando si llevo esta esperanza a ese dudoso paso: que el espritu laso 83 P. se refiere al agua del ro Sorga, en la que se reflejaba a veces la figu ra de Laura (Conf. la cancin de Dante Tre donne intorno al cor, v. 26: E sol di s par do nna...) 84 Segn el soneto CLX, vv. 9-11, Laura sola tumbarse bocabajo en la hierba. 85 Discurso pronunciado en el extremo de la muerte. 86 Se dirige al agua, las hierbas y el aire. ;52 ----------------------- Page 65----------------------no hallar en otro puerto tal bonanza ni en ms tranquila fosa dejara su carne fatigosa. Tal vez llegue el instante en que al acostumbrado lugar torne la mansa fiera hermosa y, donde me ha mirado un da a m sagrado, vuelva la vista alegre y deseosa de verme, y triste cosa!, 87 tierra entre piedras viendo , tan slo, Amor la inspire de modo que suspire dulcemente, por m merced pidiendo, y la obtenga del cielo secndose los ojos con el velo. Del ramaje bajaba (y es dulce a la memoria) lluvia de flor que el cuerpo le cubra; y ella sentada estaba, humilde en tanta gloria, y el amoroso nimbo la envolva; una al manto caa, otra en las trenzas blondas, que oro pulido y perlas parecan al verlas; cul se posaba en tierra, o en las ondas, 87 Viendo el cuerpo del poeta convertido en polvo. 53 ----------------------- Page 66----------------------o pareca, errando, Reina aqu Amor, decir otra girando. Cuntas veces pensaba entonces, temeroso: S que en el paraso sta ha nacido. Sent que me llenaba aquel porte glorioso y el rostro y viva voz de tanto olvido, que dije, dividido ya de la verdadera imagen, suspirando: Cmo aqu vine, o cundo?; pues cre el sitio el cielo, y no el que era. Y amo tanto a este prado que paz, si no es en l, nunca he hallado. Si adornada t fueses cual deseas,podras audazmente salir del bosque, e irte con la gente. 54 ----------------------- Page 67----------------------(CXXVII) Al sitio hacia el que Amor me va empujando debo volver las rimas lastimeras que son secuela de mi triste mente. Cules ltimas son, cules primeras? Quien de mi mal conmigo est tratando 88 me hace dudar, pues dicta oscuramente Mas, porque leo tan frecuentemente la historia, que su mano ha escrito en medio del corazn, de cuanto voy sufriendo, la dir; que diciendo doy tregua al llanto, y al dolor remedio. Y digo que, aunque viendo est mil cosas varias con fijeza, slo a una mujer veo, y su belleza. Desde que, despiadada, mi ventura del mayor de mis bienes me ha alejado, inexorable, spera y superba, 89 Amor con el recuerdo me ha salvado y as, si veo en juvenil figura 90 al mundo que se viste ya de hierba ver me parece en esa edad acerba91 la bella joven, que es mujer ahora; 88 Es Amor quien trata de su mal con el poeta y quien le dicta oscuramente. Rec urdese el clebre pasaje de Dante, Purgatorio, XXIV, 52-54: Imi son un che quando / Amor mi spira, noto, e a quel modo / che ditta dentro vo signifcando. 89 Segn el contexto de esta cancin, le ha salvado de la muerte. 90 El mundo en juvenil figura es el mundo en primavera. 91 Edad adolescente, todava inmadura. 55 ----------------------- Page 68----------------------luego que el sol asciende con ms lumbre, la creo, por costumbre, llama de amor del corazn seora; no lo har; que si algunas veces huyo, , : .en cielo y tierra el paso me ha impedido, que a mis ojos ha sido siempre presente, mientras me destruyo. Y a ella estoy tan unido que otra no veo ni deseo ni amo, ni el nombre de otra suspirando llamo. Sabes, cancin, que cuanto digo es nada respecto al amoroso pensamiento que da y noche oculto est en mi mente, por el que nicamente un consuelo en tan larga guerra siento: que por mi alma ausente y lejana morir podra llorando, mas voy con l la muerte retrasando. 56 ----------------------- Page 69----------------------(CXXIX) De monte en monte voy, de pensamiento en pensamiento, por Amor guiado, y cuantas rutas s turban mi vida. Si en cuesta, arroyo y fuente hallo aislamiento, o en un valle entre lomas sombreado, all se aquieta el nima afligida; y si amor la convida ya re o llora, o teme o se asegura; y el rostro, que refleja siempre al alma, ya se inquieta o se calma, y en un estado poco tiempo dura; y quien supiera de esta vida el uso dira: ste arde y sintese confuso. Por altos montes y en las selvas pruebo algn reposo, y es cualquier morada fiera enemiga de la vista ma. A cada paso un pensamiento nuevo de mi seora me hace que cambiada vea en gozo la pena que traa; y apenas yo querra ver mudarse esta vida amarga suave, pues me digo: Tal vez te guarda Amor para un tiempo mejor 92 y, vindote t vil, alguien te alabe Y en stas cambio, y digo suspirando: Podr ser cierto? Pero cmo y cundo? 92 Se refiere a Laura. 57 ----------------------- Page 70----------------------Donde da sombra un pino o un collado, en cualquier piedra pinta el pensamiento .su bella faz, si acaso me detengo; y, vuelto en m, y en lgrimas baado de compasin, Ay, triste, me lamento, donde he llegado y qu lejos te tengo! Pero mientras mantengo en el primer pensar la mente inquieta y, olvidado de m, su rostro veo, tan cerca al Amor creo que mi alma con su propio error se aquieta: y, al verla en tantos sitios tan hermosa, no quiero, si el error dura, otra cosa. Muchas veces (habr quien creerlo pueda?) en aguas claras y en la hierba verde, o en un haya, la he visto igual que viva, y en blanca nube que la misma Leda confesara que su hija pierde como estrella a que el sol de su luz priva. Y cuanto ms esquiva es la parte en que me hallo, y ms desierta, tanto ms bella yo la voy haciendo. Despus la verdad viendo y el dulce error, cual una piedra muerta, y helado, en una viva tomo asiento, igual que uno que escribe su lamento. 58 ----------------------- Page 71----------------------Donde de otra montaa no ha podido dar la sombra en la cima ms saliente llevarme suele mi deseo intenso; all mis daos con los ojos mido y empiezo all, llorando amargamente, a despejar la niebla que condenso; y en cuanto miro y pienso cunto aire de su bella faz me aleja, que siempre est tan lejos y conmigo, en voz baja me digo: Qu sabes, triste? All tal vez se queja ella porque ests lejos, y suspira . Y cuando pienso as mi alma respira. Cancin, tras aquel alpe donde es alegre el aire y ms sereno, t me vers al pie de una corriente93 donde la aura se siente de un laurel odorfero y ameno. Quien roba mi alma all con ella mora; 94 que aqu mi imagen sola ves ahora 93 Alusin al ro Sorga, en Valclusa. 94 Mi alma est junta a quien me la roba (Laura) y aqu slo puedes ver mi cuerpo, imagen de mi alma. Parece que esta cancin fue escrita en Selvaplana, cerca de .Parma, en el ao 1345. 59 ----------------------- Page 72----------------------(CXXXII) Si Mas Si Si no es amor, qu es esto que yo siento? si es amor, por Dios, qu cosa y cul? es buena, por qu es spera y mortal? mala, por qu es dulce su tormento?Si ardo por gusto, por qu me lamento? Si a mi pesar, qu vale un llanto tal? Oh viva muerte, oh deleitoso mal, por qu puedes en m, si no consiento? Y si consiento, error grave es quejarme. Entre contrarios vientos va mi nave que en altamar me encuentro sin gobierno tan leve de saber, de error tan grave, que no s lo que quiero aconsejarme y, si tiemblo en verano, ardo en invierno. 60 ----------------------- Page 73----------------------(CXXXIII) Como blanco a saeta Amor me ha puesto, como al sol nieve, como cera al fuego, y niebla al viento: y aunque ronco os ruego, vos, mi seora no hacis caso de esto. Golpe mortal de vuestros ojos presto parti, y tiempo y lugar no vali luego; de voz procede, y os parece un juego, el fuego y el viento y sol a m funesto. El rostro es sol, saeta el pensamiento, fuego el deseo: Amor viene a hostigarme y con estas tres armas me destruye; y el anglico canto, y el acento, y el dulce aliento, lejos de salvarme, son la aura ante la cual mi vida huye. 61 ----------------------- Page 74----------------------(CXXXIV) Paz no encuentro, y no tengo armas de guerra; temo y espero; ardiendo, estoy helado; vuelo hasta el cielo, pero yazgo en tierra; no estrecho nada, al mundo as abrazado.Quien me aprisiona no me abre ni cierra, por suyo no me da, ni me ha soltado; y no me mata Amor ni me deshierra, ni quiere verme vivo ni acabado. Sin lengua ni ojos veo y voy gritando; auxilio pido, y en morir me empeo; me odio a m mismo, y alguien me enamora. Me nutro de dolor, ro llorando; muerte y vida de igual modo desdeo: en este estado me tenis, seora. 62 ----------------------- Page 75----------------------(CXXXV) La ms distinta y nueva95 cosa que hubo jams en otro clima a m, si bien se estima, ms se asemeja: Amor esto me hace. All donde el sol nace vuela un ave soltera de tal suerte que de querida muerte 96 renace, y toda en vida se renueva Vida igual slo lleva mi querer, pues as sobre la cima de su alto pensamiento al sol se vuelve, lo mismo se disuelve y de nuevo la vida as lo anima: arde y muere, y con fuerzas deja el fuego para luego de ser Fnix dar prueba. Una piedra se cita97 que, en el ndico mar, de tal manera atrae al hierro, que de la madera lo arranca y echa a pique el bastimento. Esto entre olas yo siento de amargo llanto; que el escollo amado con su orgullo ha llevado al naufragio mi vida ya marchita: as sus armas quita 95 Nueva, en el sentido de extraordinaria. 96 Se refiere al ave Fnix, que vive en el Oriente y renace de sus cenizas. 97 Se refiere a la piedra imn. 63 ----------------------- Page 76----------------------.al corazn (que cosa dura era y me mantuvo, y ahora anda esparcido) la piedra que ha atrado carne y no hierro. Oh suerte traicionera: que, siendo carne, arrstrame a la riba aquella viva piedra calamita98 ! Al extremo Occidente muestra su mansedumbre y dulce encanto una fiera, mas llanto 99 muerte y dolor dentro en sus ojos tiene avisado conviene que hacia ella quien la ve la vista gire, quien sus ojos no mire lo dems puede ver tranquilamente. Mas yo, incauto y doliente, corro siempre a mi mal, y s bien cunto sufro y sufrir espero; pero, luego, el querer sordo y ciego tanto puede, que el bello rostro santo y los ojos sin par harn que muera por esta fiera anglica inocente. Surge en el medioda 100 la fuente a la que el sol su nombre ha dado de modo desusado, suele de noche hervir, de da helarse; 98 Calamita, es decir, piedra imn. 99 Este fantstico animal era llamado catblepadel griego Kat (hacia abajo) y blpei n (mirar) por su manera de dirigir la mirada. Quien se fijaba en sus ojos, m ora al instante. 100 P. se refiere a la fuente llamada Sol, de la que escribi Plinio. 64 ----------------------- Page 77----------------------pues ms suele enfriarse cuanto ms sube el sol y el calor crece. Y esto a m me acontece, que es fuente de dolor el alma ma: y cuando se desva la que es sol para m, y estoy privado de mi luz, y en la oscura noche lloro, suelo arder; mas si el oro veo y los rayos de mi sol amado, por dentro y fuera empiezo a transformarme y a congelarme: as mi alma se enfra. Tiene Epiro otra fuente101 que, siendo de agua fra escriben de ella, : :si un candil no destella, lo enciende, pero apaga al encendido. Mi pecho, que ofendido no estaba an por amoroso fuego, al acercarse luego, a esa fra102, que al llanto hace que aumente, se incendi: y tan hirviente martirio nunca han visto sol ni estrella, que a un corazn de piedra ablandara; pues cuando mi alma arda apagola virtud helada y bella. Mi corazn as apaga y enciende: mi alma lo entiende y justa ira siente. Lejos de este mar leo 101 Se trata de la fuente Dodona, sobre la que escribieron, entre otros, Plinio y Lucrecio. 102 Laura. 65 ----------------------- Page 78----------------------en las famosas islas de Fortuna103 dos fuentes hay: quien de una de ellas bebe, riendo alegre muere; si en la otra beber quiere, se salva. As es mi suerte: que riendo morira, no siendo, ay, por mi doloroso clamoreo. Pues mi gua te creo, Amor, hacia una fama oculta y bruma, callemos de esta fuente siempre llena, que con ms ancha vena 104 vemos cuando con Tauro el sol se aduna que as mis ojos lloran todo el tiempo, y ms al tiempo en que a mi dama veo. Cancin, si, impertinente, alguien me espa, dile: Se halla junto al pen en que el ro Sorga surge; y nadie le ve ni urge sino Amor, que jams le deja un punto, y la imagen fatal que le destruye, puesto que huye del resto de la gente. 103 Las islas de Fortuna son las Afortunadas, nombre mtico de las Canarias. 104 Cuando el Sol entra en la constelacin de Tauro, es decir, en abril, poca en la que crecen la aguas del ro y, como veremos, el llanto del poeta. 66 ----------------------- Page 79----------------------;(CXL) Amor, que vive en mi alma y la domea y en mi pecho su sede mayor tiene, 105 , armado a veces a la frente viene se instala all, y all planta su ensea. La que a amar y a sufrir a m me ensea, y quiere que el deseo ardiente frene con respeto y razn que as conviene, porque me muestro osado me desdea. Y Amor huye hacia el pecho, temeroso, toda empresa abandona y tiembla y llora, y no asoma, escondido y silencioso. Qu ms har, si es mi seor medroso, que estar con l hasta la extrema hora? Quien muere amando tiene un fin dichoso. 105 Se muestra en la cara del poeta. 67 ----------------------- Page 80----------------------(CLI) Nunca de oscura tempestad marina huy al puerto el barquero fatigado cual yo del pensamiento alborotado huyo a donde el deseo ms me inclina. Ni venci a ojos mortales luz divina como a mi vista el rayo despiadado del blanco y negro suave y delicado106 en que su dardo Amor dora y afina. No ciego, con la aljaba yo le veo; nudo cuanto vergenza no le vela; garzn con alas, no pintado: vivo. Me muestra desde all lo que a nosotros cela: punto por punto en esos ojos leo cuanto digo de Amor, y cuanto escribo. 106 El blanco y el negro de los ojos de Laura. 68 ----------------------- Page 81----------------------(CLVI) Anglicas costumbres vi en el sueloy una celeste y nica hermosura, cuyo recuerdo es gozo y amargura, pues entre sombras y humo me desvelo. Dos bellas luces vi llorar con duelo, que a la lumbre del sol hacen oscura, y o cosas que al Tber, por ventura, haran parar, y andar al Mongibelo. Cordura, Amor, Dolor y Cortesa tan bien armonizaba su lamento que nunca el mundo oy tal armona; y el cielo estaba a ella tan atento que en las ramas ni una hoja se mova, pues su dulzura saturaba al viento. 69 ----------------------- Page 82----------------------(CLXI) Oh pasos vanos, oh ideas vehementes, oh memoria tenaz, oh fiero ardor, oh dbil pecho, oh afn arrollador, oh mis ojos, que ms que ojos sois fuentes! Oh fronda, honor de las famosas frentes, oh del valor gemelo107 nico honor! Oh fatigada vida, oh dulce error, que me empujis tan lejos de las gentes! Oh bello rostro a quien, para que pueda excitarme y frenarme, espuela y brida ha dado Amor, y resistir no vale! Oh almas gentiles, si es que alguna queda, y vos, sombras y polvo ya sin vida, paraos a ver si hay mal que al mo iguale! 107 70 ----------------------- Page 83----------------------(CLXIII) Amor, que mi alma ves y me has guiado por un camino duro e inclemente, pon la vista en el fondo de mi mente, donde ves lo que a todos he ocultado. Bien sabes, tras de ti, cunto he penado, mas surges ante m constantemente, da a da, y en monte y en pendiente, y no ves que el sendero es empinado. El laurel coronaba a hroes y poetas.La dulce luz de lejos estoy viendo y a ella me empujas por fragosa va, mas volar como t jams entiendo. Contenta dejars al ansia ma si, aunque de desear estoy muriendo, no le disgusta a ella mi agona. 71 ----------------------- Page 84----------------------(CLXXV) Cuando el tiempo y lugar me represento en donde me perd, y el nudo amado con que Amor de tal forma me ha ligado que amargo es dulce, y llanto esparcimiento, soy mecha y yesca, y fuego dentro siento, pues siempre su sollozo delicado108 oigo, y gozo sintindome inflamado y de ello vivo, a nada ms atento. El solo sol que ante mi vista esplende an me calienta con su lumbre cara 109 en la tarde, como hace tanto tiempo y me alumbra de lejos y me enciende tanto, que la memoria firme y clara me muestra el nudo aquel, y el sitio y tiempo. 108 El sollozo de Laura. 109 En mi vejez como en mi juventud. 72 ----------------------- Page 85----------------------(CLXXVI) Por los salvajes bosques arriesgados, 110 y aunque con gente armada he de cruzarme voy tranquilo, pues no pueden turbarme ms que unos ojos por Amor armados. Cantando voy (oh afectos alocados!) a quien ni el cielo puede arrebatarme: va en mis ojos, y suelo figurarme ver su compaa, y son los arbolados. Creo orla, y del aire oigo el rumor en las frondas, del pjaro el lamento, y al agua huyendo entre la hierba verde. , ,Nunca un silencio, un solitario horror de umbrosa selva diome tal contento: si no es porque mi sol lejos se pierde. 110 En agosto del ao 1333, Petrarca atraves, en su camino de Colonia a Lin, el bosq ue de las Ardenas, en pleno conflicto armado entre el conde de Flandes y el du que de Brabante. Parece tratarse de un recuerdo, no de un hecho inmediato, si no e s que el soneto est muy desplazado cronolgicamente. 73 ----------------------- Page 86----------------------(CLXXVIII) Amor a un tiempo me espolea y frena, me asegura y me espanta, arde y enfra, mima y desdea, llama y se desva, ora me da esperanza y ora pena, y me eleva o me arrastra, y me encadena donde el vago deseo se extrava, y su sumo placer es agona, de error tan singular mi alma est llena! Mustrale un pensamiento amigo el vado, no de agua que en los ojos se deshace, para ir a donde espera estar contenta; pero fuerza mayor volverse la hace, y que por otra va, y no de grado, su larga muerte, y ma, ella consienta. 74 ----------------------- Page 87----------------------(CLXXXIII) Si el suave hablar y la gentil mirada me matan cuando mira de esta suerte, y si Amor sobre m la hace tan fuerte slo con que hable, o ra sosegada, ay, triste!, qu ser cuando apartada, o por mi culpa o por perversa suerte, tenga la vista de Merced, y a muerte me rete, mientras hoy mi paz le agrada? Pero si tiemblo el corazn helado cuando veo cambiada su figura, tal temor desde antiguo est probado. Mujer es cosa mvil por natura: 111 ,y yo s bien que un amoroso estado en pecho femenil muy poco dura. 111 Hace tan fuerte a Laura. 75 ----------------------- Page 88----------------------(CXCVIII) La aura suave al sol despliega y vibra el oro que el Amor mismo ha tejido, y con esos cabellos me ha ceido un lazo del que mi alma no se libra. No hay mdula en mis huesos, sangre en fibra, que no me hayan temblado cuando he ido junto a la que en su peso suspendido me tiene, y muerte y vida all equilibra, viendo a la luz arder en que me enciendo, 112 y el nudo que me tiene tan atado flotando al lado izquierdo o al derecho. Yo no puedo decir lo que no entiendo: de tanta luz, mi juicio est ofuscado, y de tanta dulzura, estoy deshecho. 112 El cabello de Laura. 76 ----------------------- Page 89----------------------(CCI) Amor me haba hecho, y mi ventura, el don de un bello guante recamado, y a ser casi feliz haba llegado, dicindome: De quin fuiste envoltura! Y nunca sin temblar esa aventura, que me hizo rico113 y pobre, he recordado, pues el dolor y la ira me han llenado de amorosa vergenza y de amargura: pues constante no supe all mostrarme cuando la noble presa retena de que un ngel quera despojarme; ni con alados pies hui aquel da, aunque tan slo fuera por vengarme de la mano que causa mi agona. 113 Rico, porque tena el guante; pobre, porque, como se ve ms adelante, Laura se lo ,arrebat de la mano. 77 ----------------------- Page 90----------------------(CCXI) Deseo acucia, Amor la va muestra, Placer me arrastra, usanza me transporta, Esperanza me halaga y me conforta y al laso corazn tiende la diestra: 114 l la coge, y la ciega escolta nuestra ay msero, infielmente se comporta: muerta Razn, tan slo Afecto importa, y un deseo tras otro se demuestra. Virtud, Honor, Belleza, hablar gentil, en las hermosas ramas son el unto suave con que enviscado y preso he sido. En mil trescientos veintisiete, en punto a la hora prima, el da seis de abril, entr en el laberinto, y no he salido. 114 78 ----------------------- Page 91----------------------(CCXVIII) Cuando entre las corteses damas bellas aparece la hermosa sin segundo, hace de las dems en un segundo 115 lo mismo que hace el sol con las estrellas Amor dice a mi odo sus querellas, diciendo: Mientras ella est en el mundo, sus virtudes lo harn bello y jocundo; luego, mi reino morir con ellas. Como si, al cielo, luna y sol, Natura, viento al aire, a la tierra hierba y fronda, al hombre la palabra y la cordura, les quitase, y al mar escama y onda; la tierra as estar, sola y oscura cuando al morir sus ojos nos esconda. 115 Las eclipsa con su belleza. 79 ----------------------- Page 92----------------------, Amor. ,(CCXX) Dnde hall Amor el oro, y en qu vena, de esas dos trenzas rubias? Y en qu espinas cogi las rosas, y esas matutinas escarchas, que de sangre y vida llena116? Dnde las perlas en que forma y frena las honestas palabras peregrinas? En dnde esas bellezas tan divinas de su frente que el cielo ms serena? De qu ngeles procede, de qu esfera el celestial cantar que me est hundiendo tanto que a poco ms ser deshecho? De qu cielo esa luz tan altanera de los ojos que, paz y guerra siendo, con hielo y fuego afligen a mi pecho? 116 Los tintes blancos de la piel de Laura. 80 ----------------------- Page 93----------------------(CCLI) Oh visin miserable y espantosa! Debo pensar que es cierto que no alienta la que era luz por la que vi contenta a mi vida, ya triste o jubilosa? Puede ser que el rumor de tan gran cosa por otros nuncios, y ella, yo no sienta117? Naturaleza, y Dios, no lo consienta, y mi triste opinin sea mentirosa. A m me alivia el esperar ahora la visin dulce de la faz amada que me mantiene118, y nuestro siglo honora. Si por subir a la eternal morada 119 ha dejado el albergue en el que mora yo ruego que se acorte mi jornada. ,117 Que los sueos (otros nuncios, que no quienes propalan los rumores de la muert e de Laura) me la representen y ella me diga la verdad. (Es la opinin comn de lo s comentaristas). 118 Me mantiene vivo (Lo mismo en el soneto original).119 El cuerpo.8 1 ----------------------- Page 94----------------------(CCLIII) Dulce mirar, prudente voz, a verte y orte llegar quiz un da? Cabellos rubios con que amor haca el lazo que me oprime y me da muerte; bella faz que me dio mi dura suerte para que siempre llore y nunca ra: oculto engao, y del amor falsa, darme un placer que slo es dolor fuerte! Y si de los hermosos ojos suaves que albergan cuanto pienso, y a mi vida, me llega acaso una dulzura honesta, luego, por ver a mi merced perdida y alejarme, caballos forja y naves Fortuna, que a mi mal siempre es tan presta. 82 ----------------------- Page 95----------------------(CCLV) La noche desear, odiar la aurora suelen, si son felices, los amantes; la noche dobla en m las agobiantes penas, y es la maana mejor hora: que el otro sol y el sol que mi alma adora abrir suelen entonces dos Levantes120 de belleza y de luz tan semejantes 121 que el cielo de la tierra an se enamora cual le ocurri con la recin brotada fronda del rbol que en mi pecho arraiga122 y que ms que mi vida es por m amada. Y es justo que quien trae quietud123 me atraiga que as me tratan noche y alborada 124 y tema y odie a quien afn me traiga . 120 P. dice que por la maana, cuando Laura se deja ver, es otro sol y por ello h ay dos Levantes: aquel por el que aparece el sol y aquel por el que aparece Laura. ,121 El cielo (Apolo) todava se enamora de la tierra (Dafne). 122 La fronda de Laura-laurel. 123 La maana. 124 La noche. 83 ----------------------- Page 96--------------------------------------------- Page 97----------------------En muerte de Laura ----------------------- Page 98--------------------------------------------- Page 99----------------------(CCLXIV) Yo voy pensando, y al pensar me asalta una piedad de m tan vehemente que muy frecuentemente me hace llorar por lo que no sola pues, viendo que mi fin es inminente, pido a Dios el par de alas que me falta para ascender a su alta 125 ;126 gloria, saliendo de la crcel ma . Mas nada me han valido hasta este da ruego y suspiro, y lo que ya he llorado: y es justo y razonable que as sea, que quien, estando en pie, se tambalea justo es que en tierra yazga mal su grado. Pero aunque, confiado, los brazos an abiertos127 yo contemplo, por el ajeno ejemplo128 que otras cosas me empujan129mucho temo 130 porque tal vez me encuentre en el extremo Un pensamiento dice a mi infeliz mente: Qu ansas? Qu socorro atiendes? Msera, no comprendes que el tiempo, al transcurrir, te est infamando? 125 Por su salvacin eterna. 126 Del cuerpo. .127 Los de Cristo en la cruz. 128 El de quienes se han condenado. 129 Las pasiones. 130 Cerca de la muerte. 87 ----------------------- Page 100----------------------Preciso es que decidas y te enmiendes y de tu pecho arranques la raz del placer que feliz no puede hacerle, que antes lo est ahogando. Si hace tiempo ests lacia y enfermando por la dulzura falsa y fugitiva que este mundo traidor nos puede dar, por qu otra vez en l has de esperar si de toda firmeza y paz nos priva? Mientras tu cuerpo viva, embrida el pensamiento, y a l no cedas: hazlo as mientras puedas, pues es muy peligrosa la demora y no es temprano comenzar ahora. Sabes cuntas dulzuras ofrendaba a tus ojos la vista lisonjera de la que yo quisiera 131 que an debiese nacer por nuestra paz Y debes recordar de qu manera su imagen en el pecho se te entraba, en donde no acertaba a encenderse la llama de otra faz: ella incendiolo; y si el ardor falaz tantos aos dur esperando un da que por su bien y el mo nunca vino pon tu esperanza en ms feliz camino y tu vista al girar del cielo gua 132 , .131 Laura no debera haber nacido para que, de esta manera, P. y su mente tuvi esen paz. 132 Porque de haber accedido Laura al amor de P., ambos se habran condenado. 88 ----------------------- Page 101----------------------y a su eterna armona: que si, aqu abajo de su mal contento, de ojos un movimiento a vuestro anhelo aquieta, o bien un canto, 133cul ser aquel placer, cundo ste es tanto? Mas luego un agridulce pensamiento con carga deleitable y fatigosa entra en mi alma dudosa y al corazn con esperanzas pace; que, tan slo por fama gloriosa, no advierte si me quemo o fro siento, o estoy triste o contento, y si lo mato ms fuerte renace. Este134 de lauro, que amo y me complace desde nio, conmigo ha hecho camino y temo que un sepulcro nos recluya. Mas cuando el alma de mis miembros huya 135 ste no habr de unirse a su destino si el griego o el latino hablan de m tras de mi muerte, es viento mas yo, que miedo siento ; 136 :133 Que si aqu, en el mundo, vuestro anhelo, contento de su mal (del placer de la s pasiones) se aquieta con una mirada o con una cancin, cmo de grande no ser el placer que s e siente en el cielo, si tan grande es el que, a pesar de todo, experimentamos en el mundo? 134 Pensamiento o deseo (el que Petrarca siente por la fama). 135 Porque las pasiones terrenales no pueden ser sentidas por el alma que se ha separado de su cuerpo. 136 S que es una vanidad de fama pstuma que pueda tocarme. 89 ----------------------- Page 102----------------------de acumular fugaces vanidades, 137 quiero cambiar las sombras por verdades Pero ese otro querer138 del que estoy lleno a cuantos nacen cerca los excluye; mientras tanto el tiempo huye, que, escribiendo de otra, a m me olvido; y la luz del mirar que me destruye139 muy suavemente a su calor sereno me tiene son su freno contra el que ingenio y fuerza no han podido. Embrear mi barquilla, qu ha valido, .si entre fieros escollos se ha quedado, retenida por nudo tan potente? T, que de otros140, que en modo diferente atan al mundo, siempre me has librado, por qu no me has limpiado, Seor, esta vergenza de la cara141? 137 Lo que de verdad me importa no es la fama pstuma (el lauro de los poetas), sino cambiar las vanidades (sombras) del mundo por las verdades eternas, pues siento miedo de slo adquirir experiencia de las primeras. 138 El del amor y la gloria (Laura-laurel). 139 La luz de los ojos de Laura. 140 De otros nudos, es decir, de otras pasiones terrenales, como la de la ri queza o el poder. ue nte de este poeta las Pes que simbolizaban a los siete pecados capitales. 90 ----------------------- Page 103----------------------Pues, como si soara, enfrente de la muerte creo verme: y quiero resistir, y estoy inerme. Veo lo que hago, y no me engaa el vero mal conocido; es ms, me enerva Amor que el rumbo del honor nunca deja seguir a quien le cree: y me crece en el pecho un delator noble desdn, que es spero y severo, por el que el verdadero pensamiento en la frente se me ve: que mortal cosa amar con tanta fe cuanta, por deuda, a Dios slo es debida peor cuadra a quien ms elogios ama: Y ste142 tambin en voz alta reclama la razn por los goces pervertida; y aunque oiga, decidida a tornar, por mal uso es empujada, y pinta en mi mirada a aquella que naci para mi muerte, 143 pues tanto amose, y fue mi amor tan fuerte No s qu espacio concediome el cielo el da que me puso aqu en la tierra para sufrir la guerra . 141 La del amor terrenal. Para entender esta expresin hay q recordar que, en el Purgatorio de La divina comedia de Dante los ngeles iban limpiando de la freque en contra ma yo mismo he armado; 142 Este desdn. 143 Pues Laura se am tanto que no accedi a mi amor, aunque fue tan fuerte, por no condenarse. 91 ----------------------- Page 104----------------------ni puedo el da que la vida cierra 144 prever, por culpa del corpreo velo pero cambiado el pelo145 veo, y todo deseo en mi cambiado. Y, sintindome ya poco alejado del tiempo de partir, y an muy vecino, igual que, tras perderse, hace el viajero, recuerdo en que lugar dej el sendero derecho, que conduce al buen destino: y de un lado, ay mezquino!, 146 siento que angustia y duelo atrs me vuelve y de otro, no me absuelve una fruicin tan larga y poderosa 147 que incluso con la muerte pactar osa Cancin, mi corazn est ms fro, de tanto miedo, que la helada nieve, pues veo que a mi fin estoy llegando: que al enjulio148 volv deliberando149 gran parte, ay triste, de mi vida breve; no hay peso menos leve 144 Porque el cuerpo obscurece las facultades de alma, y entre ellas, la de prever o profetizar. 145 Veo que ya tengo canas, me hago viejo. 146 Todo este pasaje est influido por el primer canto del Infierno de Dante, en el que este poeta pierde tambin el camino derecho y est a punto de volverse hacia atrs. 147 Incluso me hace creer que me quedan muchos aos de viday ello para que no me enmiende, como si hubiese pactado su duracin con la muerte. 148 Enjulio: madero del telar, en el cual se va arrollando el pie o urdimbre . 149 Deliberando, pero no tomando decisiones. . ; ;92 ----------------------- Page 105----------------------que el que estoy soportando en tal estado, pues con la muerte al lado busco para vivir nuevo consejo, y el mejor veo, y el peor no dejo. 93 ----------------------- Page 106----------------------(CCLXVIII) Qu debo hacer, Amor, o qu conviene? Tiempo es ya de morir y estoy tardando ms de lo que quiero. Ella ha muerto, y consigo mi alma tiene; yo la quiero seguir y he de acortar mi tiempo lastimero, pues verla ya no espero en este mundo, y esperar me hasta, que toda mi alegra, por su partida, se ha vuelto amargura, y en mi vida no queda ya dulzura. Sientes, Amor, pues oyes mi lamento, que es el dao muy grave, y s bien que mi mal te ha entristecido: el nuestro, que en escollo violento hemos roto la nave y al mismo tiempo el sol150 se ha oscurecido. Quin habra podido describir el dolor al que me entrego? 151 Oh ingrato mundo ciego mucho debieras t llorar conmigo, pues tu belleza se llev consigo. Cada est su gloria, y no lo ves, ni digno, mientras ella 150 Laura. 151 Ciego porque no ha echado en falta la luz de Laura. 94 ----------------------- Page 107----------------------aqu vivi, de conocerla fuiste, ni de que te tocara con los pies, porque cosa tan bella era del cielo, al que hoy con su luz viste. Yo que, sin ella y triste, ni a la vida mortal ni a m mismo amo, ,con mi llanto la llamo: a dar en esto mi esperanza viene y esto tan slo en vida me mantiene. Ay de m, tierra es ya la faz hermosa que daba fe del cielo y a mostrar su bondad aqu vena; ya est invisible en la regin gloriosa, librada de aquel velo152 que a la flor de sus aos sombra haca, para tomarlo un da de nuevo, y de l ya nunca despojarse, cuando pura tornarse y bella la veamos, y ms cuanto ms que el mortal vale el eterno encanto. Ms que antes bella y dama ms lucida, se me pone delante como all donde ser ms grata siente. Ella es una columna de mi vida, y la otra es su triunfante nombre153, que suena en m tan dulcemente. 152 El cuerpo, que oculta al alma. 153 El nombre de Laura triunfa gracias a los versos de P. 95 ----------------------- Page 108----------------------Mas si vuelve a mi mente que ha muerto mi esperanza, que viva cuando ella floreca, ve Amor cmo me quedo; y yo quisiera que quien ve a la Verdad154 tambin lo viera. Damas, las que habis visto su beldad, y la anglica vida, su porte celestial viendo en la tierra, doleos de m, tened de m piedad y no de ella, ascendida a tanta paz, dejndome a m en guerra: tal que, si alguien me cierra el camino hacia ella mucho tiempo, porque Amor me habla a tiempo 155 , a no cortar el nudo me acomodo que en mi interior razona de este modo: Frena el dolor que as te desconcierta, porque se pierde el cielo por desear dems, y a l tu alma aspira, y en l vive la que otros juzgan muerta, y de su hermoso velo156 se re, que por ti slo suspira;y su fama, que admira a cuantos de tu lengua el eco llega, que no calles te ruega 154 155 Quien ve a Dios, es decir, Laura. Consiento en no cortar el nudo de mi vida.156 Los despojos mortales. 96 ----------------------- Page 109----------------------y logres que su nombre sea an ms claro, si su mirar te ha sido dulce y caro. Huye lo claro o verde, no vayas a donde haya risa o canto, no, cancin, sino llanto: no vayas donde hay gente que se alegra, t viuda, sin consuelo, en veste negra. 97 ----------------------- Page 110----------------------(CCLXX157) Amor, si, cual parece, te has propuesto volverme al yugo antiguo, una alta prueba maravillosa y nueva, para domarme, hacer te convendra. A encontrar mi tesoro en tierra prueba, que est escondido y yo en miseria puesto y el corazn honesto que sola albergar la vida ma; y si en el cielo tal soberana ejerces cual se dice y se razona, y en el abismo (porque en este mundo tu poder sin segundo suele sentir toda gentil persona), quita a la Muerte lo que me ha quitado y pon tu ensea en el semblante amado. Pon en su faz la luz resplandeciente que era mi gua, y la suave llama que an, ay triste, me inflama, y est apagada: qu no haca ardiendo? Que no se vio jams ciervo ni gama buscar con tal deseo ro y fuente cual yo la complaciente costumbre amarga; y ms disgusto atiendo cuanto a m mismo y a mi anhelo entiendo, pues cuando pienso en ella ardo y me altero y ando por donde s que no hay estrada 157 En esta cancin, Petrarca se defiende de la tentacin de un nuevo amor que su cediera al que senta por Laura.98 ----------------------- Page 111----------------------y, con mente cansada, 158 voy tras lo que jams lograr espero No acudo a tu llamada, porque fuera de tu reino tu propia ley no impera. Hazme sentir aquel aura gentil por fuera, como dentro en m se siente; la cual, tan dulcemente cantando, suavizaba ira y mudanza, que seren mi tempestuosa mente limpindola de niebla oscura y vil y, ms alto y sutil, alz a mi estilo hasta donde l no alcanza. Con el deseo iguala la esperanza; y, siendo el alma en su razn ms fuerte, a ojos y odos da su objeto electo sin el cual imperfecto es su obrar, y la vida ma es muerte. En vano me declaras otra guerra si a mi primer amor cubre la tierra. Los ojos hazme ver que un sol han sido 159 para el hielo con que iba yo cargado haz que te halle en el vado160 que pas el corazn, y no volva; toma el arco y aquel dardo dorado y haz que lo pueda or, como he solido, 158 Pues es imposible volver a ver a Laura en este mundo. 159 P. da a entender que slo los ojos de Laura lograron vencer su prevencin contra el amor. 160 Este metafrico vado son los ojos de Laura. 99 ----------------------- Page 112----------------------con el dulce sonido de la voz161 que en tus artes me instrua; mueve la lengua en la que siempre haba, para tenerme preso, algn anzuelo y el cebo ansiado; y puesto un lazo deja162 en la rubia guedeja, que slo all se enviscar mi anhelo; con tu mano el cabello esparce al viento, tame en l, y me dars contento. ; .Nadie me libre del dorado nudo, peinado o descuidado sabiamente, ni del influjo ardiente de su mirada dulcemente acerba: que, ms que lauro o mirto, asiduamente tuvo verde a mi anhelo su saludo cuando el bosque desnudo se ve, y vestido de su fronda y yerba Y aunque la muerte ha sido tan superba que ha roto el nudo del que yo soltarme tema, no hallars en este mundo quien anude el segundo. Qu vale, Amor, que quieras hoy tentarme? Pas el tiempo, y sin armas someterme no podrs ya: qu puedes ahora hacerme? 161 La voz de Laura. 162 Se refiere a un lazo, probablemente untado de liga, de los que suelen us ar los cazadores, dicho, claro est, en sentido metafrico. 163 Es decir, durante todas las estaciones del ao: siempre y sin cesar. 100 ----------------------- Page 113----------------------Te armaron los dos ojos que encendidas flechas lanzaban de invisible fuego a toda razn ciego, que contra el cielo no hay defensa humana; y el pensar, el callar, la risa, el juego, la honestidad, razones comedidas, las palabras que, odas, gentil haran a un alma villana; la anglica apariencia, humilde y llana, que oa por doquier ser alabada; y en pie o sentada estar: lo que a menudo hizo dudar, y dudo, qu actitud debi ser ms elogiada. no hubo para estas armas pecho duro; t desarmado ests: yo estoy seguro. Las almas que a tu reino el cielo inclina con un nudo o con otro t has atado; que yo fuera ligado con uno solo el cielo ha permitido. Ese est roto; y no exulto librado, pues lloro y grito: Ay noble peregrina, qu sentencia divina me at primero y antes te ha eximido? Dios, que al mundo de ti ha desposedo, nos mostr tal virtud y tan cumplida slo para inflamar nuestro deseo. Ya no temo ni creo, Amor, que abrirme puedas otra herida. 163 .101 ----------------------- Page 114----------------------Que el arco tenses no me causa enojos: perdi fuerza al cerrarse aquellos ojos. De tus leyes, Amor, me libra Muerte: subi al cielo la que era mi seora, y triste y libre yo me encuentro ahora. 102 ----------------------- Page 115----------------------(CCLXXV) Ojos mos, nuestro sol se ha oscurecido; es ms, subi hasta el cielo y all esplende: lo veremos all, pues nos atiende, tal vez porque tardamos afligido. Odos mos, su anglico sonido suena donde mejor alguien lo entiende. Pies mos, vuestra fuerza no se extiende a donde se halla la que os ha movido. Por qu me hacis, entonces, esta guerra, si por mi culpa no os est vedado el verla, orla y encontrarla en tierra? De la Muerte quejaos, y sea alabado quien ata y suelta, y abre al par que cierra, y tras el llanto alegra al que ha llorado. 103 ----------------------- Page 116----------------------(CCLXXXI) Mil veces, ay, en mi refugio amado, huyendo de m mismo y de la gente, con mi llanto las hierbas he baado y ha roto el aire mi suspiro ardiente. Mil veces, receloso, me he emboscado entre sombras, buscando con la mente al placer164 que la Muerte me ha quitado, al que suelo llamar frecuentemente. Ora en forma de ninfa o de otra diva que en el fondo del Sorga est morando y salga a reposar en una riba, ora la he visto, por la hierba andando, pisar flores como una mujer viva, y en su aspecto piedad de m mostrando.164 104Laura.----------------------- Page 117----------------------(CCLXXXIV) Tan que que mas raudos son el tiempo y pensamiento me devuelven a mi amada muerta, a curarme ningn remedio acierta: ningn mal mientras la veo siento.Pero Amor, que en su cruz me da tormento, tiembla cuando la ve junto a la puerta del alma que me mata, an tan alerta, dulce a la vista, y de tan suave acento. Como dama a su albergue, altiva viene, del corazn oscuro y grave echando, con faz serena, al pensamiento triste. El alma, que sus ojos no sostiene, Bendita la hora, dice suspirando, 165 en que esta va con tu luz abriste! 165 Segn casi todos los intrpretes, la del corazn de P. 105 ----------------------- Page 118----------------------(CCXCII) Los ojos de que habl exaltadamente, los brazos, pies y rostro que no olvido, que me haban a m mismo dividido y hecho desemejante de la gente; los crespos rizos de oro reluciente y el sonrer anglico encendido que al mundo en paraso ha convertido, ahora son poco polvo que no siente. Yo en cambio vivo, y ello me impacienta, privado de la luz que amaba tanto, en desarmado leo y con tormenta. Aqu concluya mi amoroso canto, que a mi ingenio su vena no alimenta y mi ctara entona slo llanto. 106 ----------------------- Page 119----------------------(CCXCIV)Sola en mi pecho estar hermosa y viva, como alta dama en un humilde estrado: ahora soy porque el paso extremo han dado no ya un mortal, un muerto; y ella es diva. El alma, a quien su ausencia de bien priva, y Amor, que de su luz fue desnudado, habran de piedad piedras quebrado, mas no hay quien su dolor cuente y escriba: me lloran dentro, y slo all mi odo los escucha; y en tal dolor me sumo que slo suspirar ya se me alcanza. En verdad, somos slo polvo y humo, en verdad, el deseo ciego ha sido, y falaz, en verdad, es la esperanza. 107 ----------------------- Page 120-----