A ESCUELA DE FRANKFURT - · PDF fileLa Escuela de Frankfurt es, sin duda alguna, uno de los centros de irradiación del pensamiento mas influyentes del siglo XX. En muchos aspectos

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  • La Escuela de Frankfurt es, sin duda alguna, uno de loscentros de irradiacin del pensamiento mas influyentes delsiglo XX. En muchos aspectos filosficos, polticos, jurdi-cos y sociolgicos expresa la crisis de la cultura que se vivedesde la segunda mitad del XIX a consecuencia del desen-canto de la razn y el embate contra la dialctica de Hegel,ltimo gran sistema de filosofa del mundo moderno.

    La Escuela padece y refleja las condiciones de su siglo deformas mltiples, desde su fundacin en 1923 y su exilio,debido a la amenaza nazi que se cierne sobre sus fundado-res, la vuelta al hogar en 1950 y su estigma de judasmo, laheterogeneidad de los pensadores que alberga y el inevitableeclecticismo que propicia y cuya culminacin en la obra deHabermas la enlaza con la hermenutica de Gadamer, hastasu denodada lucha por rescatar la razn para el siglo y sufracaso final, que le aade un captulo ms a su destino tr-gico.

    La Escuela de Frankfurt, como ninguna otra, ha hecho de lafilosofa poltica y la razn sus temas fundamentales de re-flexin, para honra de Scrates y Hegel. Nacida de su crticade la razn, traducida en crtica histrica y crtica de la cul-

    LAlejandro del Palacio Daz

    A ESCUELADE FRANKFURT:

    EL DESTINO TRGICODE LA RAZN

    TIEMPO 26 LABERINTO

    Alejandro del Palacio Das es profesor-in-

    vestigador del Departamento de Derecho

    de la UAM Azcapotzalco; fundador del

    rea de Constitucional, es jefe del rea

    de Teora General y Filosofa del Derecho.

    En 1992 le fue otorgado el primer Premio

    de Docencia de la Divisin de Ciencias

    Sociales. Entre sus l ibros destacan

    Tetraloga de razn y justicia (2000-2003)

    y El problema de la libertad .

  • no se pliega a la razn ha de ser desechado histricamente,para dar paso a la transformacin social.

    El centro del debate filosfico sobre la dialctica de Hegel loubica Theodor Adorno (19031969) en su rechazo a lapositividad de sta, la cual, afirma, por desembocar en laidentidad conduce la razn al fracaso, la dialctica a la im-

    potencia y la libertad a su negacin. Por la positividad ladialctica pierde su motor y poder liberador, negando la apor-tacin esencial de Hegel y su innovacin revolucionaria.

    El proceso de la historia, advierte Adorno, se verifica por lanegacin y al afirmar la positividad dialctica, sta pone fina s misma y con ella a la razn y la historia.1

    Adorno se propone cambiar la direccin de la dialctica delo conceptual a lo diferente y no permanecer en la identidaddel Ser Absoluto, del Estado, de la nacin, etctera queparaliza al pensamiento y termina por negar a la negacinmisma y aceptar el mundo tal cual es, con la consecuentedeificacin del Estado.

    tura burguesa se propone, en sus inicios, rescatar la razn delas ideologas, en un mundo sumido en las luchas ideolgi-cas y en tiempos en que la objetividad del conocimiento y laverdad son condenados en aras de la existencia y laautenticidad de la vivencia individual, conforme a la heren-cia proveniente de Kierkegaard y Nietzsche y culminante enel existencialismo de Heidegger, quienes encuentran en la

    dialctica hegeliana un sistema de conocimiento donde elhombre se convierte en mero concepto.

    La crtica inicial de la Escuela al mundo que la ve nacer giraen torno a dos ejes: la reduccin formal de la libertad y laigualdad, segn las enseanzas del materialismo histrico, ysu oposicin a la masificacin degradante del hombre.

    Horkheimer y Adorno, del lado de la izquierda hegeliana,conciben la dialctica como un mtodo no un sistemasegn el cual el principio Todo lo racional es real y todo loreal es racional ha de entenderse no como la aceptacin dela realidad que conduce a la defensa de los intereses creadosy el orden establecido, sino en el sentido de que aquello que

    TIEMPO 27 LABERINTO

  • El derecho positivo actualiza la capacidad destructiva delpoder, de l se valen todos los regmenes para amparar laarbitrariedad y mantener el terror mediante la ley; constitu-ye el arquetipo de la irracionalidad racional del instrumen-talismo positivista, que permite el buen funcionamiento detodo lo sancionado por l mismo, en un sistema cerrado,creado a partir de sus definiciones y excluyente de todo cuan-to evita su poder. Es la instancia suprema del control socialque infringe dao e injusticia al individuo, no por el afn deste de no reconocer en la ley su inters, sino a consecuenciade su estructura misma, que inclusive alcanza al ius natura-lismo, que conserva en el fondo y de forma crtica afirmaAdorno la falsedad ideolgica del derecho positivo, cuyacapacidad de dominio en favor de los poderosos se acrecien-ta por la confiscacin de la conciencia, al no permitirle en-tender que el orden impuesto expresa el que aquellos handecidido.

    La totalidad como sistema cerrado y acabado, la identidadabsoluta, slo es posible por la mala infinitud que originaen el orden social la paradoja del capitalismo, necesitado deexpansin constante para permanecer igual a s mismo. Portanto, la lgica y la poltica demuestran que la identidaddebe eliminarse para que la filosofa y el hombre recuperensu libertad.

    La razn burguesa, que no es razn y universaliza la indivi-dualidad para reclamar igual derecho a toda opinin y pare-cer personales, genera un sistema opresor del espritu dondela verdad no es posible, que demanda su permanencia a cos-ta de reducir al hombre a sus lmites y termina por negar alsujeto individual en tanto le impide objetivarse por su con-ciencia.

    La identidad total de la sociedad, cuya culminacin es elEstado, realidad tica del hombre expresada en el derecho,identificado con el poder en una unidad indisoluble se-gn quiere Hegel, debe ser negada, pues mediante el de-recho positivo realiza un proceso por el cual el individuocree hacer propio lo que en verdad le es extrao, con el pro-psito de reconciliar la conciencia del derecho personal conel impuesto por la norma a fin de garantizar que lo indivi-dual, bajo el dominio del sistema, no sea mejor que ste.

    Sin embargo, la desconfianza de Adorno en los movimien-tos revolucionarios, debida al envilecimiento a que ha sidoobjeto el hombre bajo el dominio capitalista, lo lleva a dejar

    Contra la afirmacin de Hegel el todo es lo verdadero,Adorno opone su concepcin de la filosofa como una bs-queda inacabada de la verdad en el esfuerzo permanente einconcluso de la experiencia vital, realizado con los recursosdel concepto. Contra la identidad aparente de la dialcticapositiva afirma la primaca de la negacin y el rechazo a lasumisin al sistema conceptual, que reduce el saber a fr-mulas y esquemas reproductores de la identidad del ordenque mantiene la opresin del hombre.

    La dialctica negativa escapa a la lgica positiva del instru-mentalismo capitalista, afirma la primaca de la negacin so-bre la identidad aparente del sistema, dado que el objeto esms que su concepto y el primado de aqulla proporciona elndice de lo que hay de falso e inacabado en cada identidad.

    La dialctica, precisa Adorno, establece la contradiccin con-forme a la lgica de la identidad, pero sta se rompe cuandose juzga lo que no se acomoda a ella. Lo distinto es lo con-tradictorio, de modo que identidad y contradiccin inte-gran una unidad indisoluble donde la pretensin de totali-dad y unidad de la identidad hace necesariamente de lodistinto lo negativo.2

    La identidad absoluta consumada en el Ser Absolutotraiciona a la dialctica, el predominio que le da Hegel hasido condenado por la historia. La dialctica debe confiaren que el concepto puede ser superado por l mismo y al-canzar lo sobreconceptual, habida cuenta que todo concep-to tiene un origen no conceptual.

    El concepto, por importante que sea para la comprensin,no puede identificarse con la realidad total, es tan slo unelemento de su trama.

    La dialctica negativa de Adorno constituye un poderosoesfuerzo por acabar de manera racional con la primaca delconcepto y su culto sin renunciar al rigor lgico, ya que lmismo afirma que lo vago es lo mal pensado. Pero el pensa-miento es en s mismo negacin de todo contenido definiti-vo, es rebelde y resiste a lo que pretende imponrsele.

    En el mbito social la negatividad de la dialctica implica laoposicin al sistema de dominio contrario a la libertad ysoporte de la irracionalidad burguesa, objetivada en el man-tenimiento incesante de la injusticia mediante el derechopositivo, que la reviste con la apariencia del bien.3

    TIEMPO 28 LABERINTO

  • su protesta, si la hay, es asimilada y convertida en prueba delas libertades que l alienta.

    La racionalidad instrumental del sistema se transmite porlas instituciones sociales que la hacen penetrar la existenciaindividual y la mente, hasta reducir la realidad total a ladimensin nica del hombre alienado y administrado, cuyaindividualidad resulta ser un producto programado, que eligesin decidir y se convierte en un centro de reaccionesconductuales predictibles conforme a la seleccin de est-mulos a que se le sujete.

    El hombre unidimensional de la sociedad industrial avan-zada es el mismo de Skinner, objeto de controles represivosocultos y no aversivos para quien los conceptos de libertad ydignidad han dejado de tener sentido. Es el hombre condi-cionado segn el inters social decidido desde el poder, alque, una vez satisfechas la mayor parte de sus necesidades,sus actitudes, actividades, emociones, sentimientos y pensa-mientos le son determinados por poderes heternomos frentea los cuales se encuentra totalmente indefenso.

    La capacidad tecnolgica contina Marcuse permitehacer pasar los controles que sustentan a la sociedad indus-trial avanzada como objetivaciones de la razn en beneficiode todos, hasta el punto donde la oposicin se vuelve impo-sible y la funcin crtica del derecho, manifiesta como opo-sicin poltica, se anula, se vuelve anacrnica ante la exigen-cia de mayor racionalidad tecno