8/9/2019 A Lo Personal
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Este verano he conocido a una persona muy especial, una mujer
con sus hijos , su
marido , el hijo de este , sus trabajos temporales, sus
creencias, sus dichas y como no, sus desdichas.
Os la presentar, su nombre Mara, como ms de una verdad?. Nuestro
encuentro? Casual, como
Pero, algo hizo que dejara huella y me planteara compartirlo con
vosotr@s. Me ha gustado
conocerla, al igual que a mucha otra gente en mi vida; pe
antes y un despus de este verano, o quizs en mi vida.
Intent sonrer a cada una de sus palabras, presenta que era lo
que ella necesitaba, y
su voz me haca sentir. Le mostr mi silencio cuando no era
necesario terminar la frase, mi
conversacin cuando haba tensin en sus recuerdos, mi apoyo y mi
confianza cuando no haca
falta aceptar su conducta, cuando su tono de voz atenuaba en un
susurro su
seguramente tambin, su maana.
No s, si he conseguido estar a la altura de estos momentos de mi
vida, pero os aseguro que se ha
ganado un trocito en mi corazn.
Supongo que en algn lugar estar escrito, para la mayora de
nosotr@s siempre es ms fcil, en un
momento de tensin, contar nuestros desventuras a un desconocid@,
y aunque esto aparentemente, no
solucione nada, en nuestro interior conseguimos un suspiro, un
desahogo. Esta persona, con un nombre y
una vida, pero annimo para nosotros, nos escucha y sin
juzgarnos, nos ofrece su tiempo, su compaa y
quizs algo que no aprendemos a valorar, lo ms importan
Era verano, haca calor, ni en la orilla del mar corra una suave
brisa, mamas en las toallas y
tumbonas, los nios, jugaban y rean en la arena. Nunca nos
habamos visto, y por lo que he aprendido en la
vida, tampoco creo que nos volvamos a ver. Era el momento de que
se cruzaran nuestras vidas, y as ocurri.
Estoy pensando que esto se pierde con la edad, verdad? Cuando
eres
nio, no te preocupa lo ms mnimo no saber el nombre del nio con
quien ests
jugando, solo te quieres jugar, pasar el rato, rer y quedar la
mayora de veces
para otra tarde, que casi siempre, nunca llega. Nos hacemos
adultos, y
necesitamos mucho ms tiempo para poder empezar a sonrer, y a
intercambiar
un saludo, y s ,
empezamos a charlar con un desconocid@. Los nios, por el
contrario, slo requieren proximidad.
En fin, mi encuentro con Mara me hizo recordar momentos de mi
vida, que pens haba
sobrevalorado. La escuche cuando contaba que antes era ms tmida,
pero por el bien de sus hijos tuvo que
lanzarse a la aventuracomo ella misma defina, y empezar hablar
con todo el mundo. Me cont que tuvo que
aprender a sonrer a todos, aunque el da no acompaara... A
mostrar serenidad ante comentarios que
llevaran direccin de agraviarla.
Me hizo ver que no merece la pena discutir con tu pareja por
asuntos que no sean realmente
personales, y que no vale a tomarse todo a lo personal. Y
entender que a los hijos les ayudas a venir a este
mundo, pero sin escritura de propiedad. Que ellos tienen que
vivir su vida, y t la tuya. S! S! Hay que
procurar ensearles lo que esta bien, pero hay que entender que
tienen derecho a decidir.
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Conforme pasa la vida amiga ma, me deca, te rodeas de gente
nueva, a la que puedes gustarle o no,
sea quien sea!. Y que aunque te adaptes a las nuevas condiciones
de tu vida, no tienes el por que cambiar los
pilares que te han llevado hasta este punto. Si siempre has
dicho las cosas claras, y ahora haces lo mismo,
seguramente
palomitas que pululan asu alrededor...
En otras palabras, que la vida no es tan diferente a cuando eras
ni@, que no cambiamos la vida, sino
nuestra manera de vivirla, apliquemos las normas de nuestros
hijos, no nos tomemos la vida a lo
personal, que al fin y al cabo, como dijo
Me aconsej colocarme un saco roto en la espalda, y echar en su
interior
muchos momentos que se cruzan en tu da a da, as al seguir
caminando me explic-,
estos caern al suelo que vas dejando atrs, y dormirs mejor sin
tener que llevar
tanta carga en tu vida.
Qu os parece? Hacemos un agujero en esa mochila que llevamos
todos en la
Trato hecho!,
Autor: Marisa Tormo (2012)
