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7/23/2019 A Los Publicistas-Carlos Skliar http://slidepdf.com/reader/full/a-los-publicistas-carlos-skliar 1/1 Estimados señores publicistas. Hace tiempo quería escribirles, así, en general, con el propósito de hacerles una pregunta. Una sola, una pregunta tonta y solitaria: ¿se proponen ustedes algún límite en su deseo de ender! Es posible que "sta sea una pregunta ingenua de mi parte, y supongo que dado el re#inamiento en el estudio de la publicidad $de la imagen, del lengua%e, del sonido& con que se ha construido su reinado en los últimos tiempos, mi cuestión care'ca de todo sentido y no sea m(s que un gesto #uera de "poca, un gesto anciano. )ido disculpas en todo caso por mi anacronismo. * por mi pro#unda irritación. Es cierto que parto de un pre%uicio: no me gusta nada el mundo que ustedes presentan o representan, e intento en lo posible no habitarlo. )ero tambi"n es cierto que no puedo sustraerme a lo que me rodea: miro a eces la teleisión, recorro una ciudad in#ectada de carteles y luminarias, escucho la radio y me llaman por tel"#ono a diario promocionando desde planes de salud hasta tar%etas de cr"dito, pasando por oces de políticos de dudosa ciencia. +o que quiero saber es si de erdad creen o pretenden que el mundo sea ese: el mundo de las #amilias heteroseuales, blancas, con la madre cocinando o laando ropa, el padre gerente& sonriente, la pare%ita de hi%os, en una casa con %ardín, con un perro por lo general labrador, y a eces uno que otro anciano con sonrisa reci"n hecha- el mundo que con#unde a su #aor la conectiidad con la comunicación, las redes con las co#radías, la amistad con la cere'a y el amor con los  per#umes o los coches descapotables- el mundo donde la gente sonríe por el priilegio de pagar m(s cómodamente sus deudas que seguir(n siendo deudas- el mundo de cuerpos anor"icos, cada e' m(s %óenes, dan'arines sin ton ni son, al borde del paroismo por la noedad, de niños&adultos y adultos&aniñados. e que todo esto puede sonar banal. )ero creo que ale la pena hacerles la pregunta por lo que me acaba de suceder en una escuela. /onersaba con unos niños de siete años a propósito de sus miedos y sus sueños, y uno de ellos $ con una sonrisa a#ectada, con una sonrisa que parecía ya de adulto desdichado& di%o, sin m(s: 0cuando en casa me golpean, despu"s nos sentamos a er la tele y yo puedo elegir qu" me an a regalar. +a otra noche pedí un celular nueo1. +os dem(s niños se quedaron callados. )ens" que  percibían ellos tambi"n el padecimiento de las patadas o las bo#etadas que recibía aquel niño, luego  premiado. )ero no, la cuestión era bien otra. )reguntaron: 0¿)ediste el que iene con la c(mara tal o cual!1, o: 0¿2e qu" color lo pediste!1. e que todo esto puede ser inútil. * lo sería si todo quedara reducido a una suerte de pacto priado entre endedor y comprador. )ero las cosas no son así. Hoy casi todo se ha uelto pura mercancía. 3uedan pocas ecepciones: aún es  posible conersar con desconocidos, er el amanecer y pensar un poco el presente. )or supuesto, me dir(n, se trata de un traba%o: ¿pero est(n satis#echos! Es decir: ¿se sienten con#ortables al limpiar las dentaduras de los nueos políticos antes, incluso, que tengan algo para decir o hacer! ¿+es gustan los paisa%es interrumpidos y depredados por los hoteles de gran categoría! ¿/reen que es (lido que alguien se trans#orme en 2ios, 4uda, o representante de  5aciones Unidas apenas para ender lotería! ¿6precian de erdad a la mu%er enamorada de 7r. 7úsculo! ¿ueñan en serio con una ida que se despliega en 89 cuotas! ¿Un mundo en el que han  borrado y hecho desaparecer toda imper#ección, cuando la imper#ección es de erdad lo humano! 2isculpen mi ingenuidad. /reo, sinceramente, que si un niño cambia un golpe por un celular nueo, algo sustancial se ha muerto. 6tentamente, /arlos liar 

A Los Publicistas-Carlos Skliar

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7/23/2019 A Los Publicistas-Carlos Skliar

http://slidepdf.com/reader/full/a-los-publicistas-carlos-skliar 1/1

Estimados señores publicistas.

Hace tiempo quería escribirles, así, en general, con el propósito de hacerles una pregunta. Una sola,

una pregunta tonta y solitaria: ¿se proponen ustedes algún límite en su deseo de ender!

Es posible que "sta sea una pregunta ingenua de mi parte, y supongo que dado el re#inamiento en el

estudio de la publicidad $de la imagen, del lengua%e, del sonido& con que se ha construido su

reinado en los últimos tiempos, mi cuestión care'ca de todo sentido y no sea m(s que un gesto #uerade "poca, un gesto anciano.

)ido disculpas en todo caso por mi anacronismo. * por mi pro#unda irritación.

Es cierto que parto de un pre%uicio: no me gusta nada el mundo que ustedes presentan o representan,

e intento en lo posible no habitarlo. )ero tambi"n es cierto que no puedo sustraerme a lo que me

rodea: miro a eces la teleisión, recorro una ciudad in#ectada de carteles y luminarias, escucho la

radio y me llaman por tel"#ono a diario promocionando desde planes de salud hasta tar%etas de

cr"dito, pasando por oces de políticos de dudosa ciencia.

+o que quiero saber es si de erdad creen o pretenden que el mundo sea ese: el mundo de las

#amilias heteroseuales, blancas, con la madre cocinando o laando ropa, el padre gerente&

sonriente, la pare%ita de hi%os, en una casa con %ardín, con un perro por lo general labrador, y a eces

uno que otro anciano con sonrisa reci"n hecha- el mundo que con#unde a su #aor la conectiidadcon la comunicación, las redes con las co#radías, la amistad con la cere'a y el amor con los

 per#umes o los coches descapotables- el mundo donde la gente sonríe por el priilegio de pagar m(s

cómodamente sus deudas que seguir(n siendo deudas- el mundo de cuerpos anor"icos, cada e'

m(s %óenes, dan'arines sin ton ni son, al borde del paroismo por la noedad, de niños&adultos y

adultos&aniñados.

e que todo esto puede sonar banal.

)ero creo que ale la pena hacerles la pregunta por lo que me acaba de suceder en una escuela.

/onersaba con unos niños de siete años a propósito de sus miedos y sus sueños, y uno de ellos $ 

con una sonrisa a#ectada, con una sonrisa que parecía ya de adulto desdichado& di%o, sin m(s:

0cuando en casa me golpean, despu"s nos sentamos a er la tele y yo puedo elegir qu" me an a

regalar. +a otra noche pedí un celular nueo1. +os dem(s niños se quedaron callados. )ens" que

 percibían ellos tambi"n el padecimiento de las patadas o las bo#etadas que recibía aquel niño, luego

 premiado. )ero no, la cuestión era bien otra. )reguntaron: 0¿)ediste el que iene con la c(mara tal o

cual!1, o: 0¿2e qu" color lo pediste!1.

e que todo esto puede ser inútil.

* lo sería si todo quedara reducido a una suerte de pacto priado entre endedor y comprador. )ero

las cosas no son así. Hoy casi todo se ha uelto pura mercancía. 3uedan pocas ecepciones: aún es

 posible conersar con desconocidos, er el amanecer y pensar un poco el presente.

)or supuesto, me dir(n, se trata de un traba%o: ¿pero est(n satis#echos! Es decir: ¿se sienten

con#ortables al limpiar las dentaduras de los nueos políticos antes, incluso, que tengan algo para

decir o hacer! ¿+es gustan los paisa%es interrumpidos y depredados por los hoteles de grancategoría! ¿/reen que es (lido que alguien se trans#orme en 2ios, 4uda, o representante de

 5aciones Unidas apenas para ender lotería! ¿6precian de erdad a la mu%er enamorada de 7r.

7úsculo! ¿ueñan en serio con una ida que se despliega en 89 cuotas! ¿Un mundo en el que han

 borrado y hecho desaparecer toda imper#ección, cuando la imper#ección es de erdad lo humano!

2isculpen mi ingenuidad.

/reo, sinceramente, que si un niño cambia un golpe por un celular nueo, algo sustancial se ha

muerto.

6tentamente,

/arlos liar