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A propósito del Internet y las TIC: su papel en la democracia omo punto de partida se debe definir la relación establecida entre las TIC – sobre todo Internet – y la democracia, concretamente los mecanismos de participación ciudadana en la toma de decisiones públicas, acotando así la observación de la realidad en torno a la participación institucionalizada en media de aplicación de las TIC. C En el campo actual de las Ciencias Políticas – y aún más allá – debemos entender que vivimos en una sociedad enmarcada en el consumo de tecnología comunicativa, esta se encuentra en cada rincón de nuestra vida. Dicho esto, se debe ver el subsecuentemente papel que desempeña el Internet en dicha sociedad. La mayor parte de las implicaciones democráticas que se adjudican a Internet han sido relacionadas directamente a sus atributos tecnológicos, como lo son: su interactividad, el bajo costo de acceso, su forma reticular, la velocidad, la capacidad de almacenamiento de datos, el alcance global y la teórica dificultad para ser controlada. En este contexto social específico en el que se desenvuelve la red – política, económica, sociocultural – tiene una influencia decisiva sobre su desarrollo y puede

A propósito de Internet y las TIC: su papel en la democracia

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Cátedra de Informática, Universidad de Carabobo. Profesor Francisco Gelanzé, Estudios Políticos. Sección "04" Alfredo Stelling. Miguel Viera. Carlos Medina. Leonardo Cuevas.

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A propósito del Internet y las TIC: su papel en la democracia

omo punto de partida se debe definir la relación establecida

entre las TIC – sobre todo Internet – y la democracia, concretamente los mecanismos de participación ciudadana en la toma de decisiones públicas, acotando así la observación de la realidad en torno a la participación institucionalizada en media de aplicación de las TIC.

C

En el campo actual de las Ciencias Políticas – y aún más allá – debemos entender que vivimos en una sociedad enmarcada en el consumo de tecnología comunicativa, esta se encuentra en cada rincón de nuestra vida. Dicho esto, se debe ver el subsecuentemente papel que desempeña el Internet en dicha sociedad.

La mayor parte de las implicaciones democráticas que se adjudican a Internet han sido relacionadas

directamente a sus atributos tecnológicos, como lo son: su interactividad, el bajo costo de acceso, su forma reticular, la velocidad, la capacidad de almacenamiento de datos, el alcance global y la teórica dificultad para ser controlada. En este contexto social específico en el que se desenvuelve la red – política, económica, sociocultural – tiene una influencia decisiva sobre su desarrollo y puede facilitar u obstaculizar la realización de esas potencialidades (Jorge, 2014).

Es decir, este elemento tiene menos de 3 décadas, y siguiendo un modelo de apertura pública ha logrado revolucionar la forma de hacer y comunicar la política. En manera de ejemplificación, en un pasado era impensable que el contacto de un agente político tuviese vías alternativas – y en la actualidad, con más peso – que las medidas comunicativas tradicionales. Así se infiere que al hablar de “democracia digital” se refiere al aprovechamiento de los recursos digitales por parte de las formas democráticas establecidas.

“Este sitio es un foro participativo. Está a tu disposición si queréis participar de las decisiones que nos afectan a todos”. Así se presentaba Désirs d’avenir –“Deseos para el Futuro”–, el sitio web de Ségolène Royal, la candidata socialista a la presidencia de Francia, que en mayo de 2007 perdería en segunda vuelta

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con Nicolás Sarkozy. El programa de gobierno de Royal consistió en 100 propuestas surgidas de 6.000 debates populares en todo el país –unos centenares on-line– sobre temas clave de la agenda política. Con su enfoque inclusivo y sus rasgos afines a los de un medio social, desirsdavenir.org insinuaba el espíritu que Royal buscó imprimir a toda su campaña: crear “un continuo flujo relacional entre la gente, los expertos y quien decide” (Cypel, 2009). Royal asistió en enero del año siguiente a la ceremonia de asunción de Barack Obama. “Yo inspiré a Obama y sus equipos”, aseveró. El primer presidente negro de los EE. UU. Había logrado –él sí– explotar a fondo las herramientas y los principios interactivos de la Web 2.0 para derrotar a John McCain. Acababa así de fijar otro hito: instalar un nuevo medio que “cambia la política” para siempre (Miller, 2008).

Sin duda alguna, la incorporación de las tecnologías de la información y la comunicación en la política ha producido cambios fundamentales, y drásticos, en los sistemas políticos democráticos. Ha supuesto nuevas posibilidades de relación entre los ciudadanos y los representantes políticos, permitiendo un cierto reencuentro entre la política y la sociedad. Las TIC pueden ayudar técnicamente a la mejora de los canales de información, comunicación, deliberación y

participación de los ciudadanos en la toma de decisiones públicas, haciéndolos más inmediatos, sencillos y efectivos. Por otro lado permiten minimizar las limitaciones de tiempo y distancia que pueden afectar a la participación política, disminuyen los costes de organización de colectivos y aumentan las oportunidades de comunicación entre personas y de intercambio de contenidos (Colombo, 2014).

Sin embargo, la sociedad de la información todavía no ha llegado para todos. Generalizar el acceso y crear generaciones con una nueva cultura informacional son los principales escollos que se deben salvar para alcanzar una verdadera democracia electrónica, sea cual sea la forma que esta adopte.

Hay quien ve Internet como un simple medio para reparar las fracturas, las brechas del sistema político, la separación entre políticos y ciudadanos, una herramienta para conseguir reenganchar a la sociedad civil, crecientemente desmotivada políticamente, y bien reforzar el sistema representativo o tender claramente hacia una democracia directa. Hay quien, en cambio, mira con escepticismo a los entusiastas de la democracia electrónica y a sus múltiples y prometidos beneficios - concentrados en gran parte en el voto electrónico. - Estos últimos tienden a centrarse en los impedimentos

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prácticos a medio plazo como lo son: el enorme volumen de población todavía sin acceso a Internet, el riesgo de fraude y sabotaje, la pérdida de privacidad, la enorme inseguridad de todo lo digital, entre otros. Aún así, los primeros experimentos de democracias científicas electrónicas o de formación de grupos de presión en Internet han demostrado que la Red podría verdaderamente constituirse como una herramienta movilizadora, motivadora y formativa para los ciudadanos. Si la mayor cantidad de información o la posibilidad de poner a referéndum diariamente a los políticos servirá para fortalecer los sistemas democráticos o para debilitarlos está por ver, pero no parece ninguna insensatez pensar que ello pueda contribuir a tener sociedades civiles más informadas y preparadas para priorizar los problemas mayoritarios - y no aquellos que preocupan sólo a los intereses de unos pocos- y solucionarlos.

Es fácil pasar por alto que las consecuencias políticas y sociales de Internet solo se manifestarán con claridad cuando la tecnología misma esté plenamente desarrollada. Por el momento, la red sigue en estado de flujo: las innovaciones son incesantes y causan continuos cambios en el escenario. Feenberg (2012) nota que las tecnologías solo se estabilizan luego de una fase inicial en la que distintos modelos y vías alternativas

de desarrollo compiten por predominar. Son las fuerzas sociales –y no solo los progresos técnicos– las que determinan qué configuraciones habrán de imponerse. Un ejemplo sencillo es la bicicleta. Al principio había dos modelos: uno, con una gran rueda delantera, privilegiaba la velocidad; otro, con ruedas del mismo tamaño, en el que la estabilidad fue el valor que prevaleció.

Que prevalezca el progreso.

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Material Bibliográfico

Gelanzé, F. “Breve Historia de las TICs” (2015). Universidad de Carabobo. Material Audiovisual.

Rosa, R. “Fare Política in Internet” (2000). Apogeo: Italia.

Colombo, C. “Innovación democrática y TIC, ¿hacia una democracia participativa?” (2009). IDP: Derecho y Política. Revista Virtual.

Jorge, J. “La comunicación política en las redes sociales: enfoques teóricos y hallazgos empíricos” (2014). Argentina: Facultad de Periodismo y Comunicación Social, Universidad Nacional de la Plata.