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I. La vieja Achicay (Chakwas Achikay) 1 En las tantas veces en que las pérfidas Usya (sequía) y Muchuy (hambruna) visitaron nuestros pueblos, las gentes andaban trastabillándo como sonámbulas porque ellas les habían arrebatado las energías. Si no fuera por la shitqa, ese nabo silvestre de hojas ásperas y flores amarillas que destroncamos de nuestras chacras, todos habrían perecido. Ella fue la única planta que verdeó. Las terribles visitantes se paseaban exhalando gases secos y hediondos que provocaron la aparición de muchas pestes. Una de sus inolvidables visitas fue a un pueblo de la tierra baja donde vivía una familia con una niña y un niño. La familia había sobrevivido durante mucho tiempo bajo un régimen estricto de un bocado de comida por día. Hasta que llegó el día de tener que comerse la última mazorca de maíz guardada para la semilla. Los padres se pusieron de acuerdo para tostar los granos a medianoche cuando los niños estuvieran ya dormidos. La mujer comenzó a tostar sigilosamente, pero los granos rompieron el silencio al reventar y zapatear dentro del tiesto de barro. Y cuando ella quiso retirar el tiesto del fogón necesitó un trapo para no quemarse las manos. —Busca el trapo, rápido —susurró la mujer. El hombre, alumbrado por la escasa luz del fogón, lo buscaba desesperado, la cancha ya comenzaba a quemarse y su olor llenaba toda la habitación. —¡Dónde está el trapo! — la mujer alzó la voz.

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cuento andino

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I. La vieja Achicay(Chakwas Achikay)1En las tantas veces en que las prfidasUsya(sequa) yMuchuy(hambruna) visitaron nuestros pueblos,las gentes andaban trastabillndo como sonmbulas porque ellas les haban arrebatado las energas. Si no fuera por lashitqa, ese nabo silvestre de hojas speras y flores amarillas que destroncamos de nuestras chacras, todos habran perecido. Ella fue la nica planta que verde. Las terribles visitantes se paseaban exhalando gases secos y hediondos que provocaron la aparicin de muchas pestes.Una de sus inolvidables visitas fue a un pueblo de la tierra baja donde viva una familia con una nia y un nio. La familia haba sobrevivido durante mucho tiempo bajo un rgimen estricto de un bocado de comida por da. Hasta que lleg el da de tener que comerse la ltima mazorca de maz guardada para la semilla. Los padres se pusieron de acuerdo para tostar los granos a medianoche cuando los nios estuvieran ya dormidos. La mujer comenz a tostar sigilosamente, pero los granos rompieron el silencio al reventar y zapatear dentro del tiesto de barro. Y cuando ella quiso retirar el tiesto del fogn necesit un trapo para no quemarse las manos.Busca el trapo, rpido susurr la mujer.El hombre, alumbrado por la escasa luz del fogn, lo buscaba desesperado, la cancha ya comenzaba a quemarse y su olor llenaba toda la habitacin.Dnde est el trapo! la mujer alz la voz.Est en el hueco de la esquina intervino el nio que se haba despertado por el sonido y el olor de la cancha. Y la comedida nia alcanz el trapo a su madre.Los padres, avergonzados y enojados de haber sido descubiertos, los metieron en un costal. Y esa misma noche, por sugerencia de la madre, el padre los carg hacia una colina de donde los arroj hacia el precipicio. Pero la soga que amarraba la boca del costal se enred en una rama de quenua que creca en la falda saliente del pecho del precipicio.Cuando amaneci, los nios comprendieron el terrible peligro. Clamaron a todas las fuerzas protectoras que recordaron, y con mucho cuidado hicieron un hueco para pedir el auxilio. A cada cndor que pasaba le pedan.Kunturllay, kuntur: Apakallaamay!(To cndor, to cndor: Squenos de aqu!).Jo! Estoy apurado porque tengo que tocar en una fiesta contest el cndor flautista y se fue silbando.Otro cndor, despus de or el mismo clamor, respondi: Jo! Debo bailar en la fiesta, estoy apurado. No me quiten el tiempo pas raudo.El tercer cndor respondi: Jo! Soy el servidor de comida. Y ya me he hecho tarde alete ms rpido.El cuarto cndor tampoco les hizo caso: Jo! Tengo que recibir la comida del msico y del bailarn. No tengo tiempo pas con toda prosa como si fuera el nico para ese oficio.Y cuando el sol ya estaba alto apareci el quinto cndor de vuelo lento y vacilante, daba la impresin de cansado o muy viejo o muy enfermo.Kunturllay, kuntur: Apakallaamay!El cndor, sorprendido, afin bien sus sentidos y movi su cabeza a uno y a otro lado. Al localizar a los nios que clamaban llorando se compadeci y los sac a tierra segura.To cndor, a dnde estaba yendo? le pregunt el nio.Jo! Estaba yendo a la fiesta que, segn el mayordomo que me invit, ser la mejor de todas. Pero, por mi edad, todos me dejaron atrs.El cndor, con el aspecto de un abuelo carioso, despus de descansar un rato, se fue balancendose porque sus dbiles alas ya no le ayudaban mucho para surcar con facilidad el espacio.Los nios erraron por cerros y quebradas hasta que vieron un gorrin con una flor de papa en el pico. Siguiendo al pajarillo llegaron a un papal en plena florescencia. Escarbaron y sacaron unas papas con que aplacaron el hambre. En esos instantes apareci la duea de la chacra, una anciana de edad incalculable.Pobrecitos nios hambrientos! Si quieren comer bien, sganme, en mi casa abunda la comida.Desde los primeros das la anciana comenz a mostrar sus extraos prodigios: de da estaba ausente, en las noches sancochaba piedras, las parta y las coma como papa. Los nios, naturalmente, no podan compartir esa comida. Despus de unos das separ a los hermanitos. El nio fue enjaulado para ser mejor alimentado. La nia fue destinada a la cocina para ayudar y acompaar a la hija.2Desde esa noche el nio comenz a ser cebado y cuidado. Una noche el nio escuch en su sueo los consejos de un abuelo: La vieja te est cebando. En la noche te va pedir que le muestres tu dedo para saber si ya ests gordo; pero t no se lo des; alcnzale la cola del ratn que te va acompaar en las noches.Efectivamente, cada cinco das, a media noche, llegaba puntual la vieja.A ver, hijito, cmo ests? Dame un dedo.Aqu est, ta le haca tocar la cola del ratn.Cmo! Tan flaquito? Parece que no te dan de comer, voy a decir a tu hermana que te d ms comida.La vieja sigui con sus visitas, y el nio la sigui engaando. Pero una noche el ratn no lleg puntual de su paseo; y el nio tuvo que presentar su dedo.Qu bien! Ahora s ests gordito Tu hermana te ha dado de comer. Sal de la jaula para lavarte y despiojarte.Aquella noche la hermana oy el llanto de su hermanito en el cuarto de la vieja.Ta, qu le pasa a mi hermano? Por qu llora?No le pasa nada. Tu hermano llora porque le saco los liendres y piojos. Es que desde maana ya va a vivir fuera de la jaula.En el transcurso de la noche los lamentos se debilitaron y dejaron de ser continuos hasta que lleg la madrugada silenciosa. Apenas la nia se despert con la primera luz del alba se acerc sigilosa al cuarto, abri la puerta y vio slo a la anciana que dorma roncando como el puma despus de devorar un animal cebado. El piso estaba manchado de sangre, los huesos frescos estaban regados y la ropa de su hermanito a un lado. Recin comprendi la nia que la vieja era la temible Achicay. Recogi la ropa con la que envolvi los huesos y escondi el bulto afuera. Y, para ocultar lo que saba, volvi a su cama fingiendo dormir despreocupada.Achicay, apenas despert, llam a su hija para impartirle las rdenes del da.Rosa, atindeme bien: Esta maana hervirn el agua en la olla grande. Cuando el agua est en plena ebullicin soltars este collar adentro y gritars emocionada:Qu bonito collar! Y cuando la nia se agache para verlo, la empujars dentro de la olla. As tendremos un rico almuerzo. Ahora voy a salir; pero volver a medioda.La nia, que simulaba dormir, haba escuchado toda la conversacin. Rosa y la nia, obedientes, llenaron el agua en la olla grande, atizaron el fuego hasta que el agua comenz a borbotar a risotadas. En todo estos momentos la nia se mantena a cierta distancia de la olla, hasta que Rosa grit desde el fogn.Aaau!Qu bonito! Qu bonito collar hay adentro! Ven, mira.La nia corri fingiendo curiosidad, pero se detuvo cerca de Rosa.Dnde est? Mustrame.Ve, agchate aqu.A ver, cmo?Rosa, se agach, en ese instante la nia la empuj dentro de la olla. Puso ms leas en el fogn, cogi su bulto y sali huyendo cuesta arriba.A medioda Achicay volvi a su casa. Feliz devor la carne sancochada y, cuando se hart, llam a su hija. Despus de un eructo algo se movi bruscamente en su estmago, lo que le hizo pensar en algo fatal.Rosaaa! la llam conteniendo el llanto.Mamita?Era la voz de Rosa que sala desde su estmago. He comido a mi propia hija! Se lament desesperada. Inmediatamente se dirigi a una laja grande a ras del suelo donde vomit y defec. Con esa masa tibia comenz a recrear a su hija mientras repeta:Wawa tukuy. Wawa tukuy(Transfrmate en hija. Transfrmate en hija). La magia se estaba realizando hasta que un entrometido, curioso y travieso zorzal escarb una parte de la masa.Maldito pajarraco! Fuera de aqu! Por travieso y por hacer las cosas al revs dios te azot hasta dejarte bubas en tu trasero.Achicay volvi a su labor y la mueca recobr la vida y hasta se sent. En ese instante el zorzal, que estaba observando todo desde el aliso cercano, vol asustado y cag sobre la mueca que cay desparramndose.Maldito zorzal de culo buboso! Algn da te atrapar.Colrica, impotente y consciente de su fracaso, volvi a su casa para atrapar a la nia. Al no hallarla, usando su fino olfato comenz a subir la cuesta empinada. La nia, fatigada, vio que la vieja se le acercaba. Por suerte vio a un zorrillo que hociqueaba la entrada de su cueva.Aasllay, aas: pakaykallaamay!(To zorrillo, to zorrillo: Escndame, por favor!). Achicay ha comido a mi hermano. Ahora me persigue para comerme.El zorrillo se compadeci de la nia y la escondi en su cueva. Luego continu hociqueando hasta que lleg la vieja.To zorrillo, no has visto a una nia?No, seora.Cmo que no! Veo sus huellas y siento su olor.Bueno, si quiere que le avise hgame el favor de lavar esta piel de mi pariente hasta que se blanquee todo.La vieja corri al arroyo cercano llevando el mazo y la piel. Aunque lavaba a golpes y sobes no se blanqueaba la parte negra. Entonces comprendi el engao. Furiosa volvi a la cueva.Zorrillo apestoso y comegusanos, aprtate! Yo misma voy a sacar mi presa.Mientras ella insultaba, el zorrillo ya le haba dado la espalda y levantando su cola le dispar con destreza y puntera un chorro pestilente y amargo a los ojos. La vieja cay revolcndose de dolor y vmitos. Chui!, algo se movi en sus polleras. La nia reinici su huida. El zorrillo, descontento del merecido castigo, rabi y rechin los dientes: Winchichin!Achicay, cuando apenas pudo abrir los ojos adoloridos, comenz a subir la ladera. La nia, asustada y desesperada al verla cerca, se meti en el bosque de espinosos queshquis donde el oso negro estaba comiendo.Ukumarillay, ukumari: pakaykallaamay!(To oso, to oso: Escndame, por favor!).El oso, compadecido, la ocult con troncos de queshqui. All lleg la vieja.To oso, no has visto una nia por aqu?Mmmm. No, seora continu comiendo las hojas y resinas del queshqui.Cmo que no! guiada por su olfato se acerc al montculo de hojas y troncos, cuando el oso la detuvo de un brazo.Seora, si quiere que le avise, ruede estas piedras redondas hacia la cima porque el cerro las necesita para su honda.La vieja comenz a tirar las piedras hacia arriba, pero stas volvan rodando sobre ella. Herida de tantos golpes, se enoj.Maldito oso de cabeza redonda como estas piedras! Por algo no llegaste a ser persona.El oso, no acostumbrado a los insultos, le dio un puetazo en la frente con el que la desmay. Chui, chui!, algo se sacudi en las faldas. Fue otra ocasin para que la nia continuara la subida.Achicay, repuesta del desmayo, reinici la persecucin. La nia corri a pedir el favor al venado que estaba labrando la tierra para sembrar la oca.Lluytsullay, lluytsu: pakaykallaamay!(To venado, to venado: escndame, por favor!).El venado la tap con hierbas y terrones en el borde de su chacra. All lleg la vieja.To venado, dnde est la nia que acaba de llegar?No s, seora sigui roturando la tierra con su chaquitaclla.Es que siento su olor.Seora, si quiere mi ayuda, aydeme tambin a remover la tierra le seal la parte rocosa.La vieja no saba usar el arado de pie. Adems, la tierra era muy dura. Se enoj.Venado de pies y cabeza huesudos!Ni bien termin el insulto cuando el venado le golpe la cabeza con su chaquitaclla. Chui, chui, chui!, hubo quejas dentro de las faldas. La nia mir que la cima estaba cerca, pero jadeaba de cansancio y soroche, sus pies pesaban ms que las rocas. Abajo, la vieja reptaba y saltaba para acortar la distancia. La nia subi arrastrndose sobre un pen de donde estaba decidida a saltar para no ser atrapada y devorada. Cuando al levantar la vista vio al cndor viejo que la estaba observando serio.Kunturllay, kuntur: pakaykallaamay!(To cndor, to cndor: Escndame, por favor!).El cndor abri sus alas y la abrig paternalmente. Y mientras clavaba su mirada a la anciana que ligera se acercaba al pen, sigui meditando sobre el hambre y el egosmo en el mundo de los seres humanos.To cndor, t que todo lo ves, que todo lo oyes y que todo lo sabes, puedes decirme dnde est la nia que ha llegado a esta pea?Jo! Seora, mientras pienso en la respuesta, trigame agua en este cedazo. Tengo mucha sed.Sin perder el tiempo, la vieja corri al manantial cercano. Hizo muchos esfuerzos vanos porque el agua se escurra en el camino. Otra vez entr en clera, destroz el cedazo y fue a enfrentarse al cndor.Maldito cndor, ladrn de animales, devorador de carne cruda sin masticar, de pies escamosos y sucios, mentiroso!Una patada voladora en el pecho la call. Y cuando quiso erguirse con una piedra en la mano, un terrible aletazo en la cabeza la dej tendida. Chui, chui, chui, chui!, hubo ms alboroto dentro de las polleras.La nia agradeci al abuelo cndor y con mucho nimo lleg a la cima desde donde vio una inmensa pampa de pajonales. En la mitad de la llanura hall una piedra plantada y rodeada de montculos de pequeas piedras, ofrendas de los viajeros. Puso tambin su ofrenda. Entonces pidi ayuda a toda la naturaleza. Achicay tambin lleg a la cima desde donde comenz a correr y a volar. Del mundo de arriba baj una cadena amarilla y brillante como el sol de la tarde. La nia se at con esa cadena y comenz a ascender ante los gritos de la vieja.Achicay, confiada en la magnanimidad divina, tambin pidi otra cadena. Como los odos del creador estn atentos a todos los ruegos, otra cadena baj para ella; pero sta era de la paja llay. Tan pronto como pudo se amarr y comenz a subir. El mundo de abajo se iba volviendo pequeo. En esa ascensin oy ruprup!, ruprup!, ruprup! en la parte alta de la soga. Un ratn estaba royendo la soga.Trompudo ratn!, por qu muerdes la cuerda que mi dios me ha enviado?Mamaa millkapamanqan chukru tantatam mikukuykaa(Estoy comiendo el pan duro que mi madre me ha dado de fiambre). Chui, chui, chui, chui, chui! se ri y sigui royendo hebra por hebra.Era el mismo ratn que prestaba su cola al nio, pero que esa noche fatal haba llegado muy tarde por estar cortejando a su novia. Impotente y prendido en la pollera de Achicay, haba presenciado cmo sta devoraba al nio, cmo se banqueteaba a su propia hija, y cmo haba sido castigada por los animales. Roy tanto hasta que troz la cuerda.Achicay no tena miedo en los primeros momentos de la cada, pareca que iba a descender suavemente sobre los mantos blancos tendidos en el cielo; slo cuando traspas velozmente las alfombras de espuma vio que la tierra corra con agresividad hacia ella y todo se agrandaba ante su vista. En ese momento comenz a repetir:Pampallaman. Pampallaman. Pampallaman(A la pampa no ms. A la pampa no ms. A la pampa no ms)Pero, al ver abajo las rocas planas, se asust y grit:Pararrallaman!(A la laja no ms). Plash! Se estrell sobre el vientre ptreo de la tierra. Ella haba querido decir:Pararrallaman, ama(A la laja no, por favor). Le falt el tiempo para decirlo todo.Achicay se deshizo en miles de pedazos dando origen a muchas cosas ms: Sus pelos se convirtieron en espinas. Su sangre se convirti en pantano maloliente. Sus dientes y huesos se convirtieron en cascajos y guijarros. De su ltimo ftido aliento naci la nube de polvillo que quema las plantas.La nia subi hasta un lugar de claridad y de eterna primavera donde encontr a un anciano que le aconsej:Deja los huesos de tu hermanito en la boca de aquella cueva. Regresa maana, a la misma hora. All encontrars a tu hermanito.Recordando que era el tiempo depitsqayde su hermanito, o sea el rito al quinto da despus de la muerte, emocionada se dirigi a la cueva mucho antes de la hora fijada. Vio a su hermanito que estaba levantndose con mucha dificultad como si le faltaran las energas. Y cuando el hermanito comenz a fajarse, ella corri emocionada para ayudarlo. Pero el nio, al verla de sorpresa, se asust y cay desmoronndose como una frgil escultura de arena o de nevada fina. En el suelo qued un montn de ceniza. Recin ella record: Maana, a la misma hora. Ella estaba totalmente confundida. Cmo poda haber el maana cuando todo era claridad permamente? Cundo poda ser a la misma hora cuando la claridad era igual? No poda pedir ms, estaba sola para siempre. Recogi la ceniza, fue a una colina de donde la arroj al espacio infinito. En ese momento apareci un ro ceniciento que es llamadoMayu(Va Lctea). Y ella, sin esperar ms consuelos se arroj al espacio convirtindose enYana Quyllur(Estrella Negra). Y dicen que ella cuida para que esas partculas brillantes del ro ceniciento no se desparramen y corran unidas para siempre.