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AGUA, ESPECULACION URBANISTICA Y CONFLICTIVIDAD
SOCIAL EN EL MEDITERRANEO.
1. EL AGUA COMO FACTOR LIMITANTE DE LA EXPANSION
CAPITALISTA EN EL MEDITERRANEO.
La última década del siglo XX, ha sido la década del despertar de las luchas
por el agua en la Península Ibérica. La escasez y la mercantilización del
recurso hídrico, unido al proceso galopante de contaminación agrícola e
industrial, así como las polémicas entre partidos políticos por imponer un PHN
que cubriera las necesidades de expansión de la Confederación de
empresarios del arco Mediterráneo, pusieron de nuevo en candelero, el viejo
conflicto por el agua.
Para resituar el conflicto del agua en el terreno de la guerra social o del
enfrentamiento histórico entre poseedores y desposeídos, nos ha parecido
interesante abordar desde diferentes perspectivas (geopolíticas y económicas)
el proceso de apropiación, desvalorización y mercantilización del agua a lo
largo del siglo XX.
Hasta mediados del siglo XIX, hito histórico marcado por el advenimiento de la
Revolución industrial, el agua de consumo humano no tenia precio en las
regiones del Mediterráneo, y era considerada un bien común. Por tanto el
acceso a fuentes, manantiales y aljibes estaba permitido para personas y
animales, aunque éstas se encontraran en terreno privado. Por otra parte, los
agricultores del Levante, habían venido considerando tradicionalmente al
agua, como un bien escaso, comunal y autogestionado, cuyo uso, reparto y
concesión se reglamentaba a través de síndicos, juntas o comunidades de
regantes. (Desde hace mas de 700 años, el Código de aguas del Reino de
Aragón y el Tribunal de Aguas de Valencia consideraba que el agua no tenia
propiedad, que pertenecía la tierra y su gestión correspondía únicamente a los
usuarios).
Con el discurrir de los años, comenzaron a aparecer de las primeras
compilaciones legales en esta materia (Ley de aguas de 1866), que significaría
intervención declarada de la maquinaria del Estado, en la gestión de los
recursos hídricos. Este proceso de injerencia estatal, tiene su punto álgido
(punto de no retorno para la gestión comunal) con la creación de las
Confederaciones hidrográficas en 1926, fruto de la aplicación de las políticas
regeneracionistas de Joaquín Costa y Lorenzo Pardo (responsable del plan
nacional de obras hidráulicas entre las que se incluye en Transvase Tajo-
Segura) encaminadas a la reestructuración y modernización del capitalismo
agrario en la fase de lo que llaman por ahí,” fordismo agrario”.
La construcción de grandes embalses, junto a la artificializacion de los cauces
fluviales y los trasvases intercuencas, fueron las sólidas apuestas de los
regeneracionistas, para potenciar el desarrollo del capitalismo agrario,
desarrollo que pasaba necesariamente por incremento salvaje de las
extensiones de regadío. El criterio de reestructuración del territorio, estaba
regido por la visión economicista del Estado franquista en su fase de
nacionalización de la producción.
El sistema hidráulico para la alimentación permanente de los regadíos, pasaba
por la construcción masiva de pantanos y canales fluviales de abastecimiento,
gestionados desde los organismos estatales en materia hídrica, que
representaban las Confederaciones Hidrográficas.
Con la creación de las Confederaciones hidrográficas, la nacionalización del
agua y la construcción de obras publicas, quedaba inaugurada la era del
“fordismo” agrario en el estado español, o lo que es lo mismo, la era de la
producción de mercancías en serie y del consumo de masas.
Todas las legislaciones y las planificaciones estatales sobre agua posteriores a
1926, continúan sin duda, la estela regeneracionista de construcción de
grandes obras hidráulicas, reforzándose la planificación hídrica a medida que
se desarrollaba el siglo XX, con la entrada de las teorías neoliberales y las
estrategias de gestión empresarial aplicadas al agua. La historia de la política hidráulica en el siglo XX es la historia del dominio de la economía sobre el agua.
Haremos un breve repaso a los hitos históricos que marcaron los sucesivos
puntos de “no retorno” en el proceso de apropiación y mercantilización del
agua:
a) 1971, año en el que terminan las obras del trasvase Tajo-Segura,
proyectado inicialmente en 1934, siendo ministro de fomento, el
socialista Indalecio Prieto. Esta gigantesca obra fue la que sentó las
bases para trasvasar agua de una cuenca atlántica a otra
mediterránea. De esta manera, los recursos trasvasados, eran
sometidos a un proceso de valorización monetaria (el agua se vende
a un precio determinado a los usuarios), al tiempo que se
desvalorizaba el agua como fuente de vida y socialización.
(La planificación hidrológica, tiene la capacidad de sustituir en el
imaginario colectivo, los valores simbólicos del agua y
transformarlos en un símbolo de valor. Nos referimos a que a través
de la planificación, el agua se convierte en un concepto tecnológico,
ingenieril, en un producto industrial, de compra venta, con una carga simbólica de muerte, por efecto de la gestión empresarial a la que
es sometida. El binomio agua-vida queda invertido en binomio agua-
muerte cuando se mira a través del espejo invertido de la gestión
capitalista de los recursos.)
Ni que decir tiene que el Transvase Tajo-Segura, es el primero, de una
serie de estrepitosos fracasos ligados a la aplicación de las políticas
regeneracionistas basadas en la construcción de obras hidráulicas y en
la aplicación de la “vieja política de la oferta”. No se puede paliar el
déficit hídrico de una cuenca como la del río Segura, si no se controla la
demanda de agua y la brutal reconversión de hectáreas de secano en
regadío. El Trasvase Tajo-Segura se diseño inicialmente (1934) para
trasvasar 1000 Hectómetros cúbicos/año, pero en el momento de su
finalización (1971), trasvasaba un volumen real de unos 300 Hm.
cúbicos/año. Es fácil hacerse una idea de la reconversión territorial que
sufrió el Sureste ibérico bajo la perspectiva de la llegada de un volumen
de agua muy superior al que realmente llegó. Esta política de las “falsas expectativas” desarrollada por el franquismo, dio lugar a que
muchas de las miles de hectáreas reconvertidas en regadíos ilegales,
no pudieran ser abastecidas con un volumen real de 300 Hm. cúbicos.
Por lo tanto el Trasvase Tajo-Segura, lejos de paliar la escasez de agua,
la incremento brutalmente al no controlar las demandas de agua del
agronegocio.
Al tiempo, este trasvase, fomentó la desertización y el abandono de las
tierras, que una vez reconvertidas en regadíos, no podían ser
abastecidas por un trasvase mal planificado, basado en el descontrol de
la política de la oferta y en la propaganda del Estado franquista,
generadora de unas “falsas expectativas” que los agricultores tuvieron
que sufrir en sus carnes.
40 años después vemos como la superficie de regadío se ha vuelto a
incrementar de manera notable en el Sureste ibérico, solo con el rumor
de la aprobación del trasvase del Ebro (de nuevo las falsas
expectativas). También observamos como nuevos “actores” han entrado
en la escena hidrológica demandando ingentes cantidades de agua
suelo y energía, para convertir al mediterráneo en el “geriátrico” de la
Unión europea con la estandarización del modelo de vivienda tipo
“resort” o duplex adosados, ubicados en los márgenes de un campo de
golf o una instalación acuática de recreo.
La solución de las Confederaciones de empresarios al nuevo déficit
provocado por el agronegocio y la mafia turístico-inmobiliaria, será un
trasvase de la envergadura del Ebro o mayor y dentro de 10 años
pedirán agua al Rodano o al Rhin…La estupidez es una droga de la que
nadie se quiere desenganchar.
b) La ley de aguas de 1985 (PSOE), introduce el principio de planificación
hidrológica basada en el desarrollo de los planes hidrológicos propios
de cada cuenca. El agua a partir de la aplicación de esta ley, deja de ser
un bien comunal para convertirse en un bien de dominio público
(gestionado teóricamente por el estado). También se consideran de
dominio público las aguas subterráneas, pero no así los pozos que
captan agua de los acuíferos que tradicionalmente se consideran como
privados. Esta ley socialista en realidad abre las puertas a la
privatización del agua, deja manos libres a particulares y empresas para
que gestionen el mercado de agua subterránea y abre la vía de las
concesiones del abastecimiento urbano a empresas privadas.
c) Reforma de la ley de Aguas 1999 (PP). Esta ley privatiza, desregula y liberaliza el negocio del agua en el único sector que aun no había sido
liberalizado: los regadíos. Por otro lado, da rienda suelta a la
privatización del sector, ya que facilita la compra-venta de agua a todos
los niveles, dejando en manos del mercado, la tradicional gestión hídrica
por parte de las administraciones del Estado.
También sienta definitivamente las bases de la liberalización del
mercado del agua, ya que permite a grandes empresas y multinacionales
obtener concesiones de construcción de obras hidráulicas, así como de
gestión de desaladoras y depuradoras para la reutilización de aguas. La
mercantilización es un hecho consumado y las mafias multinacionales
del agua (Aguas de Barcelona-ABGAR) se hacen cargo de la gestión de
las “fronteras” en el flujo de agua, compuertas, tuberías, llaves de paso,
contadores, recibos… Se disparan las tarifas de agua, todo el proceso
de descontaminación, potabilizaciòn de agua y reparación de tuberías
queda “externalizado” por parte de Aguas de Barcelona en el Levante, lo
que quiere decir que todo el ciclo de descontaminación, depuración y
mejora de tuberías lo pagan los usuarios mensualmente a través de un
“impuesto revolucionario” obligatorio reflejado en los recibos de agua.
Se impone la lógica del mercado como solución al “fracaso” del Estado.
d) En el año 2000 entra en vigor la Directiva-marco sobre el agua en la
Unión europea (Código penal de agua). Esta directiva, supone la
aplicación del principio “quien contamina paga”, lo que quiere decir
que las empresas que contaminen cursos fluviales, deberán pagar
sanciones equivalentes al daño causado. En la práctica las sanciones
son irrisorias y no incluyen la mayor parte de los aspectos del desastre
ambiental y dependen mucho de la empresa a la que se sancione. (ahí
queda el ejemplo de la empresa Boliden y el desastre ecológico que
desató en Aznarcollar-Huelva…)
Una de las realidades de la aplicación del principio “quien contamina
paga”, fue el impulso para el gran mercado de la descontaminación,
desarrollado por empresas privadas que fabrican tecnología para tal fin,
financiada con dinero publico.
e) El Plan Hidrológico Nacional del 2001(PP), propone la construcción
de 118 pantanos, la creación de 1 millón de nuevas hectáreas de
regadío y el trasvase de agua entre diferentes cuencas hidrográficas en
función de su clasificación en “excedentarias” y “deficitarias” (trasvase
del Ebro), como ya se hiciera con el Transvase Tajo-Segura. Junto a las
grandes infraestructuras, este PHN propone que se comience a
“controlar” la demanda, a través de la aplicación de una política de
precios adecuada, para lograr una gestión más efectiva los recursos
hídricos.
A la luz de las propuestas del PHN del 2001, caemos rápidamente en la
cuenta que los planes hidrológicos de finales del siglo XX y principios del XXI, son continuistas con la política “pantanera” franquista que se basaba en la construcción masiva de infraestructuras,
con la salvedad de que durante el franquismo la planificación se limitaba
a cubrir las necesidades de los planes económicos del Estado, y en
esto que llaman democracia, los PHN se dedican a cubrir las
necesidades de las empresas del agronegocio y el “holding” turístico-
inmobiliario. El PHN del PP esta especialmente diseñado para favorecer
los intereses de los grupos empresariales, pero costeando el proyecto
de construcción de trasvases con dinero publico. No es casualidad, que
el Estado Español ostente el triste record de ser el país del mundo con
mayor cantidad de embalses por Km. cuadrado y habitante, en el que
1300 presas embalsan el 50 % del agua de todos los ríos. (Por algo
llamaban a Franco, Paco Pantanos).
Con esta argumentación, se cumple la premisa con la que iniciamos el
articulo, de que el agua es uno de los factores limitantes para la expansión del capitalismo en el mediterráneo y que además de factor limitante, es un factor estratégico en la economía y que por
tanto, el agua ha de ser reconducida por todos los medios a las zonas
del litoral mediterráneo, donde su precio se multiplica por efecto de la
escasez y asegura un buen volumen de negocio para los empresarios
2. PLANIFICACION HIDROLOGICA Y DESTRUCCION DEL
TERRITORIO SON, A EFECTOS PRACTICOS, TERMINOS
SINONIMOS.
Hacemos esta relación (planificación-destrucción) porque todos los
efectos sociales o ambientales asociados a la ejecución de planes
hidrológicos son considerados por el Estado y las empresas privadas
adjudicatarias como “daños colaterales.
Al analizar la política hidráulica post-franquista y su visión de “daños
colaterales” no podemos dejar pasar por alto, la decisión del gobierno
del PSOE en 1985 de retomar y llevar adelante, el viejo sueño franquista
de represar los ríos Iratí y Urrobi ubicados en los valles de Artzi/Arce y
Longuida (Pirineo navarro) a pesar del riesgo evidente de catástrofe,
asociado a los movimientos sísmicos y a la geología del terreno donde
se ubica el pantano de Itoiz.
El proceso destructivo no se frenó con el pantano de Itoiz, ya que del
pantano, nace el canal de Navarra, faraónica obra que recorre gran
parte del territorio navarro, arteria hídrica para los regadíos
hiperproductivos de la comunidad foral y orgullo del UPN.
.
La estrategia seguida por la clase política para justificar este proyecto
no tiene desperdicio:
- Construir primero la presa y decidir mas tarde, el destino, los
destinatarios y las funciones del agua disponible.
- Bajo la excusa de llevar agua para riego y consumo humano, han
conseguido reconvertir miles de hectáreas de secano en regadío.
Con esta maniobra se refuerza el dominio y el control de la
producción por parte de los grandes “lobbys” del negocio agrícola en
tierras navarras (los agricultores tradicionales por efecto del
monopolio empresarial pasan a ser jornaleros), y ya de paso se
planifican campos de golf y complejos turísticos en la ribera del Ebro
(han sido expropiados 7 millones de m cuadrados como regalo a las
empresas constructoras para levantar complejos turísticos).
Tras la construcción del pantano Itoiz-Canal de Navarra han sido considerados
como “daños colaterales”: la inundación de 9 pueblos pirenaicos situados en
valles de gran valor ecológico, quedando afectadas 3 reservas naturales y 2
zonas ZEPA (zona de especial protección para las aves). A nivel social,
políticos y empresarios, desarrollaron un abanico amplio de estrategias de
extorsión, sobornos, amenazas, incumplimiento de sus propias leyes,
falsificación y ocultación de documentos, manipulación de estudios de impacto
ambiental, etc. A nivel humano, arruinaron las vidas de las personas que
habitaban los valles, la comunidad foral desplegó un proceso represivo sin
precedentes, sobre los colectivos y organizaciones en oposición al proyecto y
por ultimo encarcelaron a los compañeros/as Solidari@s por utilizar el
ecosabotaje (corte de cables del pantanos) como herramienta legitima de
defensa.
El caso de Itoiz o el recrecimiento del embalse de Yesa (Aragón) son 2 buenos
ejemplos que nos sirven para clarificar que, a efectos prácticos, planificación hidrológica y destrucción del territorio son sinónimos. Si nos detenemos a
echar un vistazo a la geografía ibérica, caemos rápido en la cuenta de que el proyecto destructivo asociado al agua iniciado en tierras navarras y aragonesas, esta íntimamente conectado con el proyecto destructivo que esta arrasando el litoral mediterráneo, a través del trasvase de Ebro.El trasvase del Ebro, es ese “oscuro objeto del deseo” con el que sueña la
Confederación de empresarios del arco mediterráneo, para terminar de
desplegar con toda su virulencia, el “tsunami urbanizador” (devorador de
terreno, energía y espacios naturales), que ha impuesto el hormigón como
material preferente en el Levante. Y es también el combustible que hace
funcionar la apisonadora “del capitalismo verde” que artificializa el paisaje y
contamina la tierra, reestructurando la vida de miles de trabajadores que
acuden a la llamada precaria de los invernaderos de alto rendimiento.
La razones para elegir el litoral mediterráneo como zona estratégica en el
proceso de “valorización” capitalista” son varias:
1. Porque se concentran las grandes zonas de invernaderos y huertas
hiperproductivas, hasta el momento los mas rentables en el mercado europeo.
2. Por la abundancia de mano de obra inmigrante, sometida a un severo
régimen de explotación y precariedad laboral. Este factor hace que la industria
turística y agrícola, sean competitivas en el mercado.
3. Por que el clima favorece la apisonadora del turismo masivo, primera
industria española, que cada año, requiere más infraestructuras, más territorio,
más alojamientos y más agua para uso recreativo.
4. Porque en el mediterráneo, se concentra en mayor volumen de electores.
3. POLITICAS DE CONSENSO Y COOPERACION SOCIAL:
AGUA PARA TODOS VERSUS AGUA PARA SIEMPRE
Las fracciones que se disputan el poder en el Estado español
(socialdemocracia y derecha populista) se han visto obligadas a construir 2
tipos de discurso de consenso o cooperación social, con el fin de evitar la
extensión de un conflicto latente, que podía quebrar de una vez por todas la
paz social impuesta y dejar al descubierto las relaciones de dominación
implícitas a la gestión capitalista del agua.
El primer discurso a analizar, seria el discurso tardo-franquista, abanderado
por las hordas del PP y la Confederación de empresarios (CEOE) que ahonda
en la política continuista de las grandes obras hidráulicas (embalses y
trasvases) como solución a esa “enorme injusticia de la naturaleza, al haber
creado una España húmeda y una seca”.
En el Levante (Comunidades valenciana y murciana), el slogan “agua para
todos”, es la idea fuerza que resume el programa político del PP en materia de
planificación hidrológica y que le esta garantizando la mayoría absoluta durante
un buen puñado de años. Estas 3 palabras “agua para todos” aparecen
impresas masivamente en pancartas que aparecen colgadas en balcones
consistoriales, instituciones oficiales, sedes de la confederación de empresarios
y campos de fútbol, y nos recuerdan salvando las distancias, a los carteles que
aparecían en las puertas de acceso a los campos de concentración nazis, en
los que se podía leer, “El trabajo os hará libres”, solo que trasformados en “el
agua os hará libres”.
En realidad lo que verdaderamente simboliza el slogan “agua para todos”, es el
pacto de sangre que hizo el PP en el año 2000, con la Confederación de
empresarios del arco mediterráneo, pacto por el cual los altos cargos del PP,
ebrios de mayoría absoluta, afirmaron con toda rotundidad que el Transvase de
Ebro” seria aprobado bajo cualquier circunstancia y que con él, se podría cubrir
sin reservas, el volumen de requerimientos “hídricos” con el que el
empresariado mediterráneo venia soñando desde hace años. Pero por la boca
murió el PP y el trasvase del Ebro fue finalmente derogado. Una vez mas la
política de las “falsas expectativas” hizo acto de presencia.
Tal y como ocurrió con el Trasvase Tajo-Segura, el anuncio de la llegada de un
volumen de agua al Levante, como el que contemplaba el PHN del PP, excitó
sobremanera a la confederación de empresarios, poniendo en marcha un
proceso de reestructuración económica sin precedentes a partir del año 2000.
Nos remitimos a algunos datos que pueden explicar este “efecto dominó”:
- En la región de Murcia, a partir de 2001, se recalifican miles de
hectáreas de suelo agrícola a suelo urbanizable. Muchas de las
huertas tradicionales de la vega del Segura ven firmada así, su
sentencia de muerte, dejando paso a urbanizaciones e isletas
residenciales tipo resort.
- Se proyectan un total de 300.000 viviendas y 40 campos de golf en
un periodo de 10 años.
- Se calcula que la población se multiplicara por 5.
- Se reconvierten ilegalmente miles de hectáreas de secano en
regadío incrementando más si cabe el déficit hídrico de la región.
(Esto solo con el anuncio de que va a llegar agua)
La contrapartida del PSOE a la campaña “agua para todos”, es bastante mas
inteligente que la anterior, ya que se nutre de muchas de las posiciones del
vivero ecologista y viene orquestada desde el Ministerio de Medio Ambiente
entorno al denominado Programa Agua. La idea fuerza que resume los
planteamiento de la socialdemocracia ambientalista es el slogan “agua para
siempre”.
Lo interesante de este programa Agua, es que se alimenta de varias de las
propuestas que formula la denominada Nueva Cultura del Agua. El enfoque de
la Nueva cultura del agua, se basa fundamentalmente en la paradoja de la Sostenibilidad o del desarrollo sostenible, y entre sus propuestas de gestión
hídrica y economía ambiental podemos destacar los siguientes aspectos:
- Generalización de la desalación como alternativa a los trasvases.
- Gestionar el agua con políticas de control de la demanda y no de
aumento de la oferta.
- Generalizar la depuración y reutilización de aguas residuales.
- Reducción de la contaminación de aguas superficiales y subterráneas
Digamos que los planteamientos de la Nueva cultura del agua, diagnostican acertadamente la crisis, pero se despreocupan de los elementos causales que originan realmente la crisis, por considerarlos inevitables. Se rehuye en
cierto modo, el debate social de fondo, en aspectos fundamentales como el
modelo territorial insostenible, la producción agrícola sucia y contaminante, la
conversión del agua en un producto industrial, precio o gratuidad de un recurso
imprescindible para la vida….
Es curioso apreciar como a través del concepto de “desarrollo sostenible”
tanto gobierno y patronal como colectivos sociales ecologistas han conseguido
hablar el mismo lenguaje y utilizar los mismos mecanismos a la hora de
establecer sus propuestas entorno a la gestión y conservación del agua. Entre
estos mecanismos podemos destacar, la reducción del consumo del agua,
mejora de las técnicas de riego, rehabilitación y reemplazo de redes,
reutilización o reciclaje de aguas residuales, tarificacion de los consumos
medidos por contador y por supuesto la política de gravámenes monetarios
para quien contamine (quien contamina paga).
En realidad todas estas propuestas de “Sostenibilidad” entorno al recurso
hídrico se centran en 2 cuestiones fundamentales:
a) Forzar la tecnificación de las empresas para que sean mas “eficientes” en la
actividad que desarrollan, contaminando menos. Se trata de materializar ese
termino, que los planes de gestión de calidad empresariales llaman “mejora
continua”, que tiene como objetivo el aumento de la competitividad y del
volumen de negocio. Por ese motivo, el desarrollo sostenible es un invento
ecologista fabuloso para los empresarios, ya que da buena imagen cara a la
sociedad, abre nuevas perspectivas de marketing como empresa “limpia” y les
posibilita obtener concesiones de la administración si respetan el código del
desarrollo sostenible . El ecocapitalismo vende y se impone como estrategia
moderna de “autovalorizacion” capitalista.
Para los ecologistas oficiales, el desarrollo sostenible también es un buen
invento, ya que les convierte en interlocutores validos en los conflictos
ambientales y les consolida como fracción especializada que vela por las
buenas prácticas ambientales de ayuntamientos y empresas. Las bases para
el desarrollo de un cuerpo de policía ambiental están creadas.
b) La aplicación de principio “quien contamina paga” (eje del concepto de
desarrollo sostenible), se traduce a fin de cuentas, en una batería de impuestos
finales en las tarifas de agua para destinar lo recaudado al medioambiente
(ecotasas, aplicación de tecnologías de desalación, depuración, desinfectación,
retirada de basuras, mejora de redes…). Es decir se carga sobre el salario de
los trabajadores, todo el peso del desarrollo sostenible, en lugar de cargarlo
sobre la plusvalía de los empresarios. (Recordamos que el volumen agua
asignado a uso urbano es un 10% del total de agua que se consume, el 90%
restante es consumido por la agricultura y la industria).
Al observar los anuncios publicitarios y la propaganda reciente del ministerio
de Medio Ambiente, vemos que va orientada en el sentido de presentar el
desarrollo sostenible como una nueva obligación cívica para los ciudadanos,
a los que de manera velada, les presenta como parte responsable de la crisis
del agua y su despilfarro. Se esta fabricando una especie de ideología ciudadanista de la supervivencia entorno al tema medioambiental mediante
la que nos van convenciendo de que a base de pequeños gestos domésticos-
cotidianos como cerrar el grifo al lavarse las manos, ducharse rápido, distribuir
las basuras en sus contenedores respectivos, etc., se puede ayudar a mitigar la
crisis ambiental que amenaza al planeta. Esta ideología del buen
ecociudadano lleva implícita la ausencia de enfrentamiento directo con las
fracciones que verdaderamente despilfarran el agua y contaminan el planeta.
Para entender, esto de “agua para todos” y “agua para siempre” haremos un
juego de símiles entre la economía del agua y la economía de las fábricas.
Las fábricas tradicionales (fordistas) se dedicaban a producir mercancías y
almacenarlas en “stock”, para luego trasvasar estas mercancías a los centros
de consumo de masas donde se aseguraba un buen volumen de negocio.
Este planteamiento de gestión, coincidiría con el programa del PP entorno al
tema del agua, así, los embalses y acuíferos serian las fábricas donde se
almacena agua industrial y los trasvases serian las infraestructuras
(carreteras) que llevan el agua a donde hay un mayor volumen de negocio (el
litoral mediterráneo, en nuestro caso) donde el agua se paga a un precio
infinitamente superior al costo total de almacenaje en el pantano y distribución.
.Se trata de ofertar masivamente agua sin controlar la demanda. En esto se
resume el slogan “agua para todos”, agua disponible para todos los que
puedan pagarla.
El caso de las fábricas modernizadas es algo diferente, las fábricas son más
pequeñas, se han fragmentado y difuminado por el territorio (descentralización
productiva). Su forma de organizar la producción busca terminar con los
grandes almacenamientos o “stocks”, y permite a los empresarios trabajar en
función de las calidades y la demanda que exija el mercado.
Estas fábricas utilizan tecnología punta para ser eficientes, acentúan la
importancia de los planes de ahorro y eficiencia a través de sistemas de
gestión de calidad y gestión medioambiental, depuran vertidos e implantan
planes de ahorro energético. La flexibilidad a todos los niveles de organización
y producción, se convierte en la nueva consigna de la patronal. Se impone en
las fabricas modernas el termino de “eficiencia”, que tiene como objetivo
“satisfacer las necesidades de los clientes” y de paso aumentar el volumen de
ganancias.
Con el asunto del agua ocurre un poco lo mismo, para el Programa Agua del
PSOE, ya no son los embalses las nuevas fábricas de recursos hídricos, sino las depuradoras (EDAR) y las desaladoras. Las depuradoras y desaladoras
están siendo diseminadas por todo el territorio siguiendo las directrices de la
descentralización productiva y la flexibilidad capitalista aplicada al tema del
agua.
Las depuradoras y desaladoras son los nuevos centros productivos, altamente
tecnificados que tienen la ventaja de satisfacer más necesidades con menos
agua, al tiempo que tienen la capacidad de producir agua industrial con
“calidades de fábrica diferentes”, a gusto de cada “cliente”: Se produce
agua reciclada baja en sales para cultivos frutales, agua de estaciones EDAR
para jardines y campos de golf, agua desmineralizada para cuidar la salud,
agua desalada para usos lúdicos…Ya no se produce en masa un solo producto
hídrico, se produce agua a la carta y con precios diferentes según los usos,
ésta es la característica principal de lo que llaman gestión “post-fordista”
aplicada a la economía del agua.
El agua reciclada por lo tanto, tiene un mercado de futuro asegurado y aunque
tiene un alto coste energético y económico, permite soñar a los tecnócratas ambientalistas (ecocracia) con un consumo de masivo de agua de modo
indefinido a través de la desalacion y la depuración. De hay el slogan de la
socialdemocracia ambientalista, “Agua para siempre”
De lo que no habla el PSOE y la izquierda ambientalista, es de que la llegada
de agua al litoral mediterráneo, ya sea desalada o en trasvasada, supone dar
carta blanca a los grupos empresariales para continuar con el proyecto de
destrucción y artificializacion del litoral mediterráneo.
(Primera parte)
AUTONOMOS MURCIA
ORDENACION DEL TERRITORIO: CUANDO LA DOMINACION SE VISTE DE SOSTENIBILIDADEl agua es un elemento ligado intimamente a los ecosistemas, incluso en su
forma desvalorizada, donde continua formando parte importante de la
diversidad de ambientes artificializados (trasvases, pantanos...), sometidos a
valorizacion tecnologica y a la gestion de las leyes de mercado.
La cesion de las competencias del Estado en materia hidrica (reforma de la Ley
de Aguas diciembre 1999), permitio la entrada en escena de nuevo gestores,
que tomaron las riendas del proceso de privatizacion y liberalizacion de
mercado del agua.
La intervencion de los acuatenientes encabezada por multinacionales del agua
(Aguas de Barcelona- Agbar),las Sociedades Estatales del Agua y la mafia de
las comunidades de regantes, delimitó la gestion privada del recurso hidrico,
en aspectos tales, como la construccion de obras hidraulicas, la potabilizacion ,
depuracion de aguas,el precio del hectometro cubico, asi como en el control
de las tarifas domesticas.
La privatizacion de los recursos hidricos va a ser uno de los epilogos
destacados en proceso de dominacion de la economia capitalista sobre los
ecosistemas. La apropiacion de los recursos naturales y en especial del agua,
se muestra sin duda como una de las formas mas criminales de robo.
No va a existir una gestión del agua-mercancía, sin que haya de antemano,
una gestión del territorio asociado y de las actividades humanas que en él se
desarrollan.
La Ordenación del Territorio, es el enfoque rector que supedita los recursos
naturales y las actividades humanas, a la planificación capitalista. La OT ha
sido la pieza clave para la reorganización productiva de la franja mediterránea.
En este proceso, han sido señalados estratégicamente, el agronegocio, el
turismo, el área de servicios y la construcción, como los nuevos sectores con
prioridad para consumir ingentes cantidades de agua, suelo, recursos
naturales, energía y mano de obra precarizada.
La economía capitalista señala los espacios competitivos (las oportunidades
de negocio) y la burocracia medioambiental, dispara sus proyectiles en forma
de PGOU, PMOU (Planes generales o municipales de ordenación urbana) o
PORN (Planes de ordenación de los recursos naturales).
Estos Planes, regidos en teoría, por las directrices del Desarrollo Sostenible,
son una muestra clara de que la sostenibilidad del Desarrollismo, estriba en el
sometimiento de los territorios, los recursos y sus gentes, a la lógica del
dinero y la circulación de mercancías. Cada Plan de Ordenación aprobado por
un Ayuntamiento o una Comunidad autónoma, es un cheque en blanco de
curso legal, que permite libertad de movimientos a las corporaciones
inmobiliarias, los operadores turísticos y las multinacionales del agua y/o
energía, para dejar su impronta destructiva sobre el territorio. A fin de cuentas,
estas corporaciones se han convertido en las nuevas “tributarias” que han
inundado de dinero negro tanto las arcas municipales, como los bolsillos de los
concejales y técnicos de los ayuntamientos.
La Ordenación del Territorio, como es lógico, esta subordinada a la
planificación de las infraestructuras y redes que favorecen la circulación
acelerada de dinero, personas y mercancías : Autopistas, trasvases del Tajo,
Ebro o Júcar, gaseoductos, trenes de alta velocidad, circuitos de coches, redes
eléctricas y de fibra óptica, aeropuertos, puertos deportivos, campos de
concentración para el ocio y el consumo...Elementos directamente relacionados
con la imposición de modelo de vida burgués y post-moderno, que queda
contextualizado por la adicción a la velocidad, la producción de objetos
standard, el narcisismo, la obsesión por la seguridad y por consumo
compulsivo de tecnología de ámbito domestico.
El problema real de la Ordenación Territorio, no reside en la subordinación de
la planificación territorial a la económica, sino en el proceso de crisis y
desmantelamiento de la planificación publica, en favor de la apisonadora
neoliberal de las Confederaciones de empresarios. La planificación territorial
del poniente almeriense y los litorales valenciano-murcianos ha sido proyectada
desde los despachos europeos de las patronales de la alimentación, de
distribución logística y de las corporaciones del agua o la energía, bajo las
indicaciones del Mercado único de la UE.
El proceso de reorganización productiva del Arco mediterráneo, ha dejado unas
“huellas” imborrables, que merece la pena analizar.
EL DISCRETO ENCANTO DE LA BURGUESIA AGRICOLA
La patronal del “agro-business” (ASAJA, COAG, UPA...), aliada tradicional del
PP en la “cruzada pro-trasvasista”, ha sido la principal peticionaria y
consumidora de recursos hídricos.
Para la patronal agrícola, los trasvases, vengan de donde vengan, ya sean del
Ebro, del Tajo o del Rodano, son la incógnita a despejar en la ecuación: Clima
benigno + 3 cosechas anuales + mano de obra barata + escasez hídrica =
ingente acumulación monetaria, que suele estar asociada a la diversificación de
dinero hacia otros sectores.
El objetivo del agronegocio es acelerar, aun más si cabe, el proceso de
“hipervalorizacion” del recurso hídrico, que llega a la tierra en forma de liquido
trasvasado y se exporta a los mercados nacionales y europeos en forma de
agua-fruta, agua-verdura o agua-hortaliza. Se trata de extraer la mayor
cantidad de “plusvalía” a un recurso como el agua, de riego o subterránea,
para que circule lo más velozmente posible sujeta a un tejido vegetal, por las
plataformas logísticas de alimentación nacionales y europeas.
Para obtener estos altos niveles de “plusvalía hídrica” se necesita imponer
además, un régimen especifico de explotación, marginación y segregación de
la población trabajadora, cercano a los limites de la esclavitud.
Tras de la imagen idílica del levante mediterráneo, al que muchos llaman la
“huerta de Europa”, se ocultan un arsenal de impactos medioambientales y
sociales, a los que hemos optado por calificar como “daños colaterales”, por
utilizar la jerga de los señores de la guerra, convertidos para ocasión en paletos
adinerados administradores de la Nocividad. Entre los daños colaterales del
agronegocio tenemos:
La reconversión salvaje del territorio, por la transformación de vastas
extensiones de cultivo de secano en regadíos ilegales, lo que
incrementa aun mas si cabe, el desequilibrio hídrico.
La sobreexplotación de los acuíferos para alimentar los regadíos
híperproductivos. Los terrenos de cultivo regados por acuíferos en vias
de agotamiento, van quedando progresivamente salinizados por la
extracción conjunta de agua y sales minerales.
La sobreexplotación de terrenos con un régimen de 3 cosechas anuales
de monocultivo, que conduce a la infertilidad y el agotamiento de la
tierra. El abandono de terrenos sobreexplotados favorece el proceso
natural de desertización o bien su reconversión terreno urbanizable.
Las altas tasas de beneficio en el sector agrícola potencian la
diversificación de la inversión especulativa en otros sectores como la
construcción o la industria del ocio.
La contaminación de aguas superficiales y subterráneas, unida al
envenenamiento progresivo de tierra fértil por el uso combinado de
fertilizantes, pesticidas y plaguicidas (Napalm agrícola).
Absorción de las explotaciones agrícolas tradicionales por grandes
“lobbys” agroindustriales, favoreciendo la extensión de un modelo
neolatifundista y la reconversión de los agricultores en jornaleros o en
trabajadores altamente precarios que buscan ocupación en otros
sectores (desertores del arado).
Plastificación del paisaje por la proliferación de invernaderos,
convertidos en verdaderos centros de experimentación bio-química y de
contaminación genética por la utilización de semillas modificadas
(Invasión transgénica).
El agotamiento de las tierras de cultivo favorece el fenómeno de la
deslocalización agrícola y la fragmentación del proceso productivo. Un
ejemplo lo tenemos en las fábricas de conservas y zumos, que tienen la
producción deslocalizada en Marruecos o Sudamérica, y solo conservan
en Levante, el proceso de envasado y etiquetado de producto.
MEDITERRANEO GULAG: LA CRONICA DE UN DESASTRE ANUNCIADO
La reorganización territorial del arco Mediterráneo, fue el elemento clave en la
fase de transición de una economía de producción a otra asentada en el sector
servicios (ocio, comercio, hostelería, teleoperadores, limpiadores, canguros...).
Las sucesivas sentencias de muerte dictadas al “fordismo agrario” desde la
Dirección general de política territorial, se concretaron en la máxima de que
“invertir en agricultura tradicional, era invertir en pobreza”. El futuro quedó por
tanto hipotecado al desarrollo de infraestructuras relacionadas con la
expansión del “tsunami” urbanizador y la industria del turismo de masas.
Otros factores que intervinieron en el proceso de recambio del ciclo productivo,
fueron la sustitución de cuotas de trabajo vivo por prótesis tecnológicas, el
desmantelamiento progresivo de los sectores económicos tradicionales
(calzado, curtidos, conserva...) por efecto de la deslocalización productiva
(Marruecos, China, Sureste asiático) y la falta de respuesta proletaria ante las
sucesivas reformas laborales que venían anunciando el despido libre. Esta
combinación de situaciones dio como resultado una “fragmentación de lo social” de proporciones notables.
La expansión del sector servicios ligado a la industria turística, junto al
volumen creciente de oficios asociados la construcción, provocó que las
relaciones mercantilizadas escaparan de los polígonos industriales y se
extendieran como una mancha de aceite por todo el territorio. La esfera de
subjetividad capitalista, es decir todo el lenguaje, los signos y los gestos
asociados al sistema de cálculo monetario, se infiltraron plenamente en los
estratos existenciales de los trabajadores, demoliendo los últimos resquicios de
ingobernabilidad y solidaridad de clase. Objetos, sujetos y vínculos resultaron
absorbidos por la lógica del valor y la violencia estructural del dinero.
Los automóviles, internet y la telefonía móvil fueron los artefactos de
dependencia, que lograron sujetar permanentemente a los trabajadores a las
redes de circulación de mercancías, a esa red de “autopistas monetarias” de
peaje, y virtuales, capaces de reducir cada gesto cotidiano (movimiento,
lenguaje, información, sexo...) a la lógica del dinero.
Lo social, por otra parte, quedó fragmentado en una multitud se situaciones
socioeconómicas en el limite de la supervivencia, que redibujaron a un nuevo
proletariado altamente precario, huérfano de las antiguas garantías que ofrecía
el Estado del Bienestar de los 70-80 y que nada tenia ya que ver con aquellos
moradores de la “sociedad fabrica” capaces de articular expresiones de
rechazo al trabajo (absentismo, paros, huelgas...).
El Estado del Pacto Social se ha ido convertido progresivamente en un Estado
gestor de la Crisis, de la Restructuración permanente, gestor del monopolio de
la violencia y el control social en los periodos de trabajo-no trabajo y arbitro en
la desregulación total del mercado laboral.
URBANISMO Y TURISMO DE MASAS
Como en un “remake” post-moderno de Bienvenido Mr. Marshall, tanto la clase
política como la empresarial, han intentado convencer durante años a los
trabajadores, de que las hordas de turistas ricos y de clase media europea
iban a constituir esa clase inversora que traería riqueza, trabajo y progreso a
los territorios mediterráneos. La ola neocolonialista europea, ha logrado
polarizar aun más si cabe, los estratos existenciales de la masa trabajadora. La
aceptación entre los trabajadores autóctonos, del inmigrante rico que viene a
gastar dinero en duplex, spas, golf y paellas, es tan evidente, como el odio al
inmigrante empobrecido, que viene a realizar el trabajo que ningún currela
autóctono estaría dispuesto a asumir. Conforme se han ido esfumando las
oportunidades de trabajo en el nuevo ciclo de crisis, el comportamiento y la
psicología de la masa trabajadora se ha ido corroyendo por la ignorancia y el
tumor racista.
La clase política y empresarial, ha tenido un papel clave en el fenómeno de
derechización de la sociedad, así como en el proceso de segregación y
etiquetado del “otro”, del “diferente” : El rol del inmigrante rico, se ha ido
asociando a las categorías del civismo, la educación, la limpieza, el silencio,
inocencia ante el engaño comercial y la privacidad cotidiana . El rol del
inmigrante pobre queda relacionado con categorías negativas como la
delincuencia, el ruido, la holgazanería, el hacinamiento, la suciedad o la
trasmisión de enfermedades erradicadas.
El inmigrante rico no produce, pero gasta dinero en viviendas y servicios, el inmigrante pobre produce, pero casi no gasta dinero porque no lo tiene. En este planteamiento se basa la violencia estructural del dinero, en un
ciclo productivo sometido a la terciarización y la expansión del capitalismo
financiero. En este territorio es prioritario el fortalecimiento del mercado de
capitales frente al mercado de trabajo, (por ese motivo el Estado inyecta dinero
a los bancos, pero no mejora la situación socioeconómica de los trabajadores).
El fenómeno de la marginación y la exclusión social se ceba sobremanera con
la fracción de trabajadores empobrecidos, que ya no tienen interés para la
economía, que no tienen poder adquisitivo suficiente, que no son reductibles a
la dialéctica del valor añadido. En dirección General del Ministerio del Interior y
en las judicaturas se esta preparando una nueva noche de los cristales rotos.
La deportación de los pobres, de los parados, a sus países de origen o a las
periferias metropolitanas ha comenzado y los campos de concentración ahora
reciben el nombre de centros penitenciarios o de internamiento
La renovación del ciclo productivo el Mediterráneo, esta íntimamente ligada a
los dispositivos de transformación de las ciudades en metrópolis.
El objetivo del urbanismo post-moderno estriba en alterar las estructuras
espaciales de las ciudades y ponerlas al servicio de la circulación de
mercancías.
El modelo de imposición territorial en el arco mediterráneo coincidiría con la
conurbación, es decir la fusión de diversos núcleos de población, hasta
configurar un inmenso aglomerado urbano interdependiente, conectado
mediante autopistas, redes eléctricas y gaseoductos. Esta megalópolis
abarcaría desde Cádiz hasta Genova, estableciendo como nodo fundamental
área metropolitana de Barcelona.
Las ciudades han sido progresivamente destruidas y transformadas en
espacios banalizados, standardizados y sin identidad propia, en los que la
primera industria del estado español (el turismo) puede desarrollarse con
plenitud y sin obstáculos que alteren la paz social.
El urbanismo, utilizando criterios de racionalidad fascista eliminó todos aquellos
espacios y rincones que no eran susceptibles de control. Las calles han fueron
ampliadas y linealizadas para permitir la circulación de coches. Los parques
fueron transformados en techos de cemento para parkings subterráneos,
minimizando o eliminado los asientos y la vegetación, para limitar al máximo el
encuentro humano y la sociabilidad. Los centros comerciales y de ocio fueron
desplazados hacia los cinturones periféricos de la ciudad, fomentando la
dependencia automovilística. El diseño militar de estos espacios de
acumulación de capital, estaba enfocado hacia el control de masas, mediante
la parcelación de grandes áreas videovigiladas y patrulladas por ejércitos de
guardias de seguridad. El concepto clave del urbanismo post-moderno ha sido
la seguridad.
En la cuestion de la reorganización territorial se impone el modelo de ciudad
dispersa frente al de ciudad compacta. La ciudad dispersa configura un
mosaico desordenado en el que se mezclan viviendas tipo duplex o chalet, con
terrenos de cultivo y zonas verdes. La ciudad dispersa invierte la relación
numero de habitantes/ metro cuadrado, de modo que una pequeña proporción
de habitantes ocupan mas superficie y consumen mayor números de recursos
que una ciudad verticalizada y compacta.
Otro modelo de organización espacial relacionado con la ciudad dispersa lo
constituyen las “islas Resort”. Un Resort es un complejo turístico de alto
standing, del modelo americano, rodeado de campos de golf y habitado por
colonos europeos con alto poder adquisitivo. Los resorts son recintos
videovigilados que suelen estar enclavados junto a zonas agrícolas o lindando
con espacios naturales, aislados del entorno por muros o vallas de seguridad
que le dan aspecto de “isla verde amurallada”. El contaste del islote de
naturaleza artificial con el paisaje semidesértico es salvaje. En la región de
Murcia estas “islas” ocupan aproximadamente unos 40 millones de metros
cuadrados. En los resorts las corporaciones inmobiliarias venden algo mas
casas, venden un estilo de vida de corte burgués, en el que se reproducen
todas las lacras de la sociedad capitalista: desvalorización del agua, la
obsesión por la seguridad, la standardización de comportamientos,
aislamiento...
Estos resorts son los nichos soleados que aseguran el progresivo fenómeno
geriatrizacion del litoral mediterráneo. Además tienen la capacidad de hacer
visible la dicotomía clasista y racista derivada de la restructuración territorial,
matizando el contraste entre los inmigrantes ricos que habitan en el interior del
Resort (y que gastan unos 180 euros al día) y los inmigrantes pobres que
trabajan de sola sol en los terrenos colindantes (y que gana 180 pero a la
semana). Las islas resort son los espacios esperpénticos que separan las
clases sociales por un delgado muro de vergüenza.
EL CIUDADANISMO EN TIEMPOS DE CÓLERA
El necesario e ineludible discurso antidesarrollista no ha llegado nunca a
materializarse y cristalizar, con todas sus aristas, en el arco Mediterráneo.
Salvo honrosas excepciones no se ha planteado el conflicto en términos de
confrontación contra la mercancía, la dominación tecnológica, el control social y
la devastación ambiental. Debido a éste vacío, el timón de las protestas contra
los desmanes especulativos lo han tomado organizaciones y plataformas pro-
ambientalistas, de marcado discurso ciudadanista y democrático.
La misma miseria pedigüeña se esconde bajo decenas de lemas y siglas
distintas en todo el arco Mediterráneo como: “Coordinadora ciudadana en
Defensa del Territorio”, “Murcia no se vende”, “Red Andaluza de Defensa del
Territorio”, o la Valenciana “Asociación Abusos Urbanísticos No”. La base
social de todos estos grupos está formada por varias categorías que podríamos
agrupar en:
b) Ecologistas “tradicionales” como Ecologistas en Acción y Green-
peace. Legalistas que manejan mucha información técnica y poco
uso eficaz de la misma. Se han autoerigido en interlocutores válidos
del desastre y su lenguaje ha sido absorbido por los tecnócratas del
Estado. Sus cuadros dirigentes han aprovechado la situación de
conflicto para medrar, engordar sus exiguas filas e intentar dirigir las
acciones sociales llevadas a cabo por las distintas plataformas y co-
lectivos. Dentro de sus filas pueden encontrarse personas recupera-
bles para la lucha pero que han sido desaprovechadas y manipula-
das por sus organizaciones formales. Suelen celebrar las victorias
parciales más ridículas obviando la globalidad del conflicto.
c) Progres pro-ambientalistas: Es el prototipo del “ciudadano de bien”
que protesta contra la especulación, aunque en realidad sólo cuestio-
na el excesivo número de viviendas y los posibles impactos ambien-
tales. A este tipo de personajillos podemos encontrarlo en multitud de
manifestaciones-pasacalles de distinto cuño: contra la guerra, contra
la especulación o a favor de Palestina. De lo que se trata es de pro-
testar civilizadamente y volver a casa con la conciencia “tranquila”.
Entremezclados en estas agrupaciones se encuentra la vanguardia
política y sindical. Estos pagafantas esperan agazapados el momen-
to oportuno para manipular y dirigir el conflicto según sus propios in-
tereses partidistas (desde el psoe a la extrema izquierda clásica: cnt,
cgt, lcr, pcpe, pce…).
d) Asociaciones locales y de vecinos: formadas por gente enfadada,
con buenas intenciones pero que no saben como incidir de forma efi-
caz en el conflicto existente en su pueblo o ciudad. Para solucionar
su falta de capacidad de intervención, pensaron que lo mejor sería
coordinarse con otros con los que compartan problemas. Así se van
aglutinando siglas muy diversas bajo el mismo lema, coordinadora o
plataforma. Confunden coordinarse (tomar decisiones entre todos los
grupos de forma horizontal) con aglutinarse (ser muchos). Buscaron
en la coordinación apoyo y recursos y lo que obtienen es invisibilidad
de sus luchas locales y difuminación de sus objetivos inmediatos.
Con el paso del tiempo estas agrupaciones de vecinos se sienten fa-
gocitadas por la supra-organización, pierden el ímpetu inicial y se
desmovilizan, perdiéndose, a veces para siempre, un interesante gru-
po de personas con potencial de lucha. A nivel sociológico nos pare-
ce importante reseñar que en el Mediterráneo no hay un sustrato so-
cial que haya interiorizado una cultura de lucha. Es decir, se funcio-
na por impulsos, a la defensiva y no suele crearse el tejido necesario
para afrontar las próximas contiendas que vendrán. Es el eterno re-
torno y vuelta a comenzar, resultado de la dispersión, atomización y
la incomunicación entre diferentes generaciones.
LA AMARGA MISERIA DEL CIUDADANISMO
1- El ciudadanismo es una ideología, pero además una ideología de
derrota, de plegamiento al sistema democrático y al partido del Estado. Sus
raíces ahondan en el desmantelamiento del viejo movimiento obrero y la
pérdida de confianza en el “hombre-fábrica” como único sujeto histórico
revolucionario. Sustituyen a la clase obrera sin constituir una clase social.
Consideramos que los ciudadanistas son el relevo alegre y desenfadado que
aspira a contestatario pero se contenta con chanzas y pasacalles. Cuatro son
las principales pautas ideológicas que les caracterizan:
a-Creen ciegamente en que la democracia por medio del Estado burgués es capaz de reformar el capitalismo.
b- Su proyecto central es el de reforzar el Estado para poner en
marcha su política reformista.
c-Los ciudadanos son los principales protagonistas y la base activa de esta política.
d- Consideran que el progreso económico, industrial y tecnológico
es bueno en sí mismo y que la tecnología, bien usada bajo sus
directrices, tendría una direccionalidad positiva para toda la
humanidad.
La dura realidad se ha encargado de enseñarnos que la tecnología no es
neutral porque está al servicio del capital y de las fuerzas represivas. Que
progreso es equivalente a destrucción, y que los intereses del Estado y de la
partitocracia son totalmente contrarios a los intereses de las personas.
2- Las organizaciones ciudadanas caen en el error cuantitativo de confundir cantidad con calidad. Es decir, el propósito es juntar mucha gente,
preferiblemente en manifestaciones, para dar apariencia de oposición fuerte.
Plantean el conflicto como una oportunidad para la legitimación simbólica de su
posición ciudadanista. Como resultado estas organizaciones crean la ficción
de extender redes sociales horizontales que hablen del conflicto pero sin
desarrollar un verdadero enfrentamiento: difundiendo luchas de baja
conflictividad, suplicando reformas al estado y reivindicando su espacio político
y social. La distribución de tareas prácticas dentro del área de la baja
conflictividad como: manifestaciones, pegatinas, carteles, conferencias,
conciertos, paginas Webs, concentraciones… suponen una actividad
confortable que cualquiera puede hacer sin comprometerse demasiado. Así
con el paso del tiempo van falsificando el conflicto y vaciándolo de contenido,
parcializando las áreas de actuación y perdiendo la visión global del porqué las
cosas están como están.
3- El análisis crítico que hacen los ciudadanistas de la realidad es
superficial y por tanto no plantean la lucha más allá del espectáculo. En
ningún momento han considerado protestar contra la causa principal de tanto
despropósito urbanístico: la mercantilización de todos los aspectos de la vida.
Así mismo tampoco han pensado actuar contra los causantes: principalmente
banqueros, políticos y empresarios. O bien plantean el conflicto bajo el
genérico “contra la especulación”, cuando especular es una actividad inherente
al capitalismo, consistente en aplicar la lógica del dinero a cualquier cosa o
persona que pueda ser vendida o comprada. O bien identifican el conflicto con
algún grupo particular de la mafia inmobiliaria (ver apéndice).
4- La izquierda ambientalista arrastra en su práctica serias
deficiencias organizativas:
e) Cuando presumen de organización “asamblearia” y horizontal, en
realidad nos encontramos con dirigismo jerárquico.
f) Como consecuencia existe centralización en la toma de decisiones que conlleva la paralización y difuminación de las
diversas luchas locales.
g) La información existente del conflicto no está bien utilizada; o no es
comprensible para la mayoría de la gente; es sesgada de forma
intencionada por los “vanguardia medioambientalista” o no señala
directamente a los culpables, con nombre y apellidos.
h) El límite de la lucha es el límite legal, es decir, es el Estado
burgués el que pone las reglas del juego, el tablero y los dados.
5- Por último decir que los ciudadanistas confían en la justicia y la
consideran un pilar básico del Estado para luchar contra los desequilibrios del
sistema. Por este motivo se felicitan cuando algún alcalde cateto de 3ª
categoría es encarcelado. Así contribuyen a crear la falsa ilusión de que el
propio sistema es capaz de corregir sus desvaríos. A la vez, el sistema alienta
a las organizaciones ciudadanas a continuar por el costoso, lento e inútil
camino de las alegaciones y las recogidas de firmas, pensando que obtendrán
algún resultado positivo, obviando que “no se puede combatir la alineación con
métodos alienantes”*
Resumiendo, estas organizaciones nunca van a plantear el conflicto en sus
términos correctos de enfrentamiento contra la destrucción y sus causantes.
Consideramos que los ciudadanistas sólo pueden ofrecer al estado garantías
morales para la represión del que se atreva a mirar más allá y luche sin
aspiraciones negociadoras, sin absurdas alternativas cívicas, con un lenguaje
propio y unas formas organizativas que rompan la dictadura de la
cotidianeidad.
¿Y AHORA QUÉ? ¿AHORA QUE ME VAIS A HACER?**
La mafia inmobiliaria, agraria y política nos había prometido “Agua para todos=desarrollo y riqueza para todos”. Pero a finales del año 2008,
comienzos del 2009 el espectáculo de crecimiento y prosperidad empezó a
derrumbarse como un castillo de naipes.
El Mediterráneo es una de las zonas del Estado que con mayor virulencia está
sufriendo las consecuencias de un nuevo ciclo de crisis capitalista. Al mismo
tiempo que cae el ladrillo desaparece la justificación del discurso ambientalista
que tenían los grupos ciudadanistas. Para ellos el problema residía en la
invasión del territorio por el cemento. Al frenarse la construcción masiva de
urbanizaciones, su discurso se quedó sin argumentos. Comienza así la lenta agonía del discurso ambientalista. Para el imaginario colectivo ciudadanista
la crisis del sector de la construcción les ha hecho el trabajo sucio de parar el
“tsunami urbanizador”.
Debemos añadir que no han entendido nada porque “una crítica del capitalismo
sin crítica de la sociedad industrial es tan insensata como una crítica de la
sociedad industrial sin crítica al capitalismo”***
Algunas consecuencias actuales:
I. Por efecto de la saturación del litoral Mediterráneo las ratas del sector
turístico han huido del barco, redirigiendo sus planteamientos
destructivos hacia nuevos lugares del planeta menos explotados. El
objetivo es conseguir nuevos márgenes de beneficios y más facilidades
para explotar a los obreros nativos y los recursos naturales de la zona.
Algunos ejemplos son Brasil, Costa Rica, países del Este Europeo e
Indonesia. Es la llamada deslocalización productiva del sector turístico.
II. La construcción ha parado en seco, las casas no se venden y las
delirantes expectativas capitalistas de llegada de riqueza en forma de
divisas extranjeras no se ha producido. Ahora los miles de votantes
que se creyeron el cuento han dado con sus huesos en el paro (o
trabajan en negro y/o en precario), tienen hipotecas desorbitadas e
inmuebles que compraron para hacer negocio y no pueden vender.
III. Con la caída de la construcción se produce un efecto dominó que
afecta a multitud de sectores asociados directamente a ella como:
carpinteros, cristaleros, fontaneros, pintores, electricistas, escayolistas,
transportistas, etc… Pero también afecta al sector servicios:
camareros, servicio de limpieza, animadores socio-culturales,
monitores de tiempo libre etc A todos estos trabajadores la realidad les
golpea ya que tenían la certeza de que el trabajo les duraría para
siempre. Ahora están en paro porque los contratos fijos no eran más
que una broma pesada, y sin perspectiva de encontrar una nueva
ocupación porque el mercado decide que no están capacitados.
Debemos reseñar que una parte de los obreros legitimaban en las
urnas los trasvases y el modelo de desarrollo urbanístico salvaje.
IV. Cuando la demanda agregada de mano de obra cae tan rápidamente,
todos los ciudadanos exigen al Estado que ponga en funcionamiento
medidas fiscales expansivas y promocione la oferta pública. De esta
forma aumentará la demanda de trabajo pero sólo en una cantidad
limitada y para el corto plazo. Con esto se consiguen dos cosas
principalmente: reforzar de nuevo al Estado (con todo lo que conlleva)
y dar vía libre para seguir construyendo infraestructuras básicas
para el desarrollo capitalista: (carreteras, aeropuertos, desalinizadoras,
puertos marítimos...) y otras directamente represivas como nuevas
cárceles, centros de extranjería y centros de menores.
V. Ahora que se están generando amplias bolsas de excluidos y la
situación social se está caldeando, el estado se dispone a tomar
medidas que eviten que la gente dirija su ira contra los que les están
jodiendo la vida:
1. Todo el espectro político (patronal, sindicatos, derecha e
izquierda) hace llamamientos desesperados por un nuevo
“pacto social” que será la mejor garantía para evitar la
conflictividad social.
2. El estado y las autonomías se hacen cargo de la gestión de la
devastación social y la miseria: ayudas de urgente necesidad,
geriatría, servicios sociales, grupos excluidos, servicios
educativos especiales. Al mismo tiempo aumenta el número
de efectivos de los cuerpos de represión del estado y su
masiva presencia en las calles.
3. Toda la red de ONGs y organizaciones cristianas se esfuerzan
en tapar los agujeros que el propio sistema no es capaz de
rellenar. En forma de donaciones de comida, ayudas
económicas, alojamiento, terapias de grupo…
VI. El momento actual no es más que otra vuelta de tuerca a la clase
obrera. Una nueva oportunidad a la clase dirigente para exigir un
nuevo abaratamiento del despido, reestructurar el mercado laboral y
pedir a los obreros un “esfuerzo”, que en la práctica se traduce en:
menos salario por las mismas horas, más movilidad, menos seguridad
y en definitiva el empeoramiento generalizado de las condiciones
laborales y la pérdida de derechos. Se generaliza la flexibilidad en
todos los aspectos de la vida, corroyendo el carácter de quien la sufre,
generando ansiedad, resignación, inestabilidad, sensación de riesgo
continuo e incertidumbre. Esta situación es silenciada por los
sindicatos que parecen preocuparse sólo por las cifras de
desempleados y el número de expedientes de regulación de empleo.
También está el silencio cómplice y cobarde de la mayoría de la gente,
que educada en el hedonismo y el egoísmo, piensan más en mantener
su puesto de trabajo a cualquier precio, antes que acabar con todo lo
que nos convierte en esclavos.
Apéndice:
Como ejemplo de la vaguedad de su análisis describimos un suceso que
vivimos en una de las últimas manifestaciones organizadas por “Murcia no se
vende”, que congregó a 15.000 personas. El recorrido habitual de la misma
incluye la Gran Vía de la capital murciana, lugar donde se encontraban las
sedes centrales de dos de las constructoras-destructoras más importantes a
nivel nacional: Polaris World y Profusa*. La primera se dedica en exclusiva al
negocio de la especulación, por tanto, para darse a conocer y vender su
producto estrella (islas resort) invirtió mucho capital en publicidad. Como
consecuencia la izquierda ambientalista relacionó especulación y destrucción
del territorio con Polaris World, siendo uno de sus lemas-fuerza “No queremos
un mundo Polaris” demostrando la superficialidad de su idea de la realidad.
Mientras tanto Profusa, igual de dañina que Polaris, no necesitaba tanta
publicidad porque tenía un sustrato industrial muy fuerte que le permitía invertir
en destrucción sin exponerse públicamente. Como consecuencia de la
simplicidad del mensaje que se lanzaba a la ciudadanía (Polaris=diablo),
cuando la manifestación pasaba por la puerta de sus sedes, la de Polaris era
acribillada a pegatinas, pintada, escupida e incluso alguien con buen gusto
intentó reventar las lunas del escaparate. Al mismo tiempo, justo en la acera
de enfrente, la sede de Profusa quedaba prácticamente indemne.
*Miguel Amorós “Las armas de la crítica”.
** La Polla Records
*** Anselm Jappe
****Promociones Fuertes S.A, perteneciente al grupo ElPozo, la empresa de
cárnicas más grande de España, donde ejecutan cada día a unos 9.000
cerdos.
AUTONOMXS MURCIA