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Alcor Man

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2005-2009

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RECOPILACIÓN DE LASHISTORIETAS PUBLICADAS

EN BALCEI ENTRE DICIEMBREDE 2005 Y FEBRERO DE 2009

Joaquin Macipe:

Isbn: 978-84-613-1512-3nº de registro: 09/34268primera edición Abril 2009edita Joaquín Macipe

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Prólogo ...............................................................................................4Nota del autor .................................................................................6Cosechar en campo ajeno ............................................................8Dulces sueños ....................................................................................10Vándalo ..............................................................................................12El encuentro .....................................................................................14En el lago .........................................................................................18S.o.s que viene papá noel .............................................................20El día del árbo l...............................................................................22El robo de las judías ......................................................................24Por fin, verano ................................................................................26Momentos críticos .........................................................................28La fiesta de la villa .......................................................................32Campaña peculiar ...........................................................................34Viva la comparsa ............................................................................36Vacaciones ........................................................................................38Fluvi se desmadra ............................................................................40Making of .........................................................................................42Las setas ...........................................................................................44La pasia ............................................................................................46

Yo, Macipe, haré lo que buenamente pueda. Como el que pide la sal, meencargas un prólogo para tu obra; y no es mi intención dejarte desamparado,pero ¿no te das cuenta de que el salero lo llevas tú? Todo el que lo merecebusca que se lo alabe, y soy un crítico con los mínimos conocimientos léaseesto bien sobre la parte artística de tu trabajo, así que podré hacer mi elogiotodo lo hiperbólico que tú quieras, pero siempre merecerás mucho más.

Sea como acabare siendo y para pasmo de otros entendidos en materiaartística, te diré que al primer vistazo trae tu obra a la memoria muchaspelículas clásicas, de esas antiguas que dicen están en la historia del cine con eltítulo en letras doradas, a las cuales tu cómic en lo que se parece esprecisamente en el color del resto, o sea, en el tratamiento de una paleta queva y vuelve del blanco al negro, del negro al blanco, manejada por ti conabsoluta maestría. En cuanto al trazo de tus dibujos y que sea ésta mi últimabroma, además de, me temo, la menos original- percibo un claro influjo de lavanguardia japonesa y también una evidente deuda con la tradición españolamás rancia, por lo que me atrevo a decir que inventas un nuevo género, unhíbrido que bien podríamos llamar el manga... por hombro. Al cual, por cierto,podemos augurarle un gran futuro, pues se extiende de un arte u otrovertiginosamente, como puedes ver en el salto que ha dado de tu pincel a misletras. En fin, siempre estaremos a tiempo de cambiar.

Más en serio, aunque con parecidos conocimientos, me arriesgaré aenjuiciar ahora el contenido de tus historietas. Es aquí donde yo veo méritosmás sobresalientes, tanto que sólo se me ocurre una objeción que se te puedahacer, y es que advierto una especie de heterogeneidad en las mismas, de talforma que algunas son ingeniosas aunque más o menos corrientes y otrascualquiera diría que sacadas de manos más literarias que plásticas- alcanzantal genialidad que, sin temor a resultar exagerado, me atrevo a calificarlascomo auténticas obras maestras y a afirmar que son dignas de encabezar lasmás selectas antologías del mundo del cómic.

POR ALFONSO MAGARÍN

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Especialmente, pues, en las segundas, los temas han sido escogidosoportunamente; la trama se desarrolla limpia y acertadamente; los personajessecundarios están bien creados y definidos, en particular el abuelo que sirvecomo portavoz para expresar la opinión del pueblo; hacen sonreír, e inclusosoltar la carcajada, muchas de las gracias que inventas... Y si ya todo lo anteriores muy destacable, lo mejor sin duda es la creación de un protagonista de latalla de Alcormán. Tiene tu personaje el acierto de ser, ante todo, uno másentre nuestros vecinos, con sus circunstancias personales, sus cualidades y susvicios y defectos, como los de cualquiera, y con un acertado aire local queevoca -¡qué alegría para este pueblo!- el carácter de los habitantes de Alcorisa.Por otro lado, es también un héroe clásico que, en aventuras a veces casidomésticas que a los ojos de los no avisados puedan parecer intrascendentes,lucha siempre por los ideales a los que ha aspirado la mejor parte de lahumanidad: la paz, la justicia, la igualdad, la dignidad humana, el bien común y elprogreso; la otra parte, en la que estamos casi todos que nadie se engañe-, a lonuestro, si no a entorpecer a los que buscan dichos ideales.

Esa conjunción de lo local y lo universal, de realismo e idealismo, mepermite emparentar a tu héroe con los más famosos personajes de nuestraliteratura, pues no otra cosa es Alcormán sino un compendio de las mejoresvirtudes de don Quijote y de Sancho Panza, a los cuales, igual que hizo quien loscreó, has fundido en una sola pieza, un personaje de cómic en tu caso, quealcanza a ser representación de la complejidad del alma humana. Y esto, porsupuesto, adaptándolo a nuestros tiempos, prescindiendo de adarga y rodela,morral y rucio, y vistiendo a tu criatura con unas mallas de lycra, que es lo queahora llevan quienes aspiran a salvar el mundo; y no se enfaden las autoridadesque puedan sentirse aludidas, por lo de las mallas, claro, que por lo otro...

No se puede pedir más, ni por tanto hace falta que yo siga con esteinflamado elogio, el cual, por cierto, espero habrá satisfecho tu petición.Quisiera, pues, despedirme de ti y de tus lectores recordando a otro clásico ydeseándoos que Alcormán os guarde de alguaciles y demás peligros; noobstante, ya que es una mera creación de tu ingenio y desafortunadamente loveremos sobrevolar nuestro pueblo sólo pintado en papel, haré que mi deseocoincida con tu intención: ojalá que todos, los que somos reales y pensamosque no vamos tan mal vestidos, aprendamos a ser un poco como él. Vale.

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Llegué a Alcorisa en el año 2005 y descubrí un pueblo dinámico yacogedor. Desde mi puesto de profesor de plástica en el instituto fui pocoa poco conociendo el carácter alcorisano y gracias a la “sana insistencia”

de Antonio Martínez me hice colaborador de la revista balcei. Cómo laliteratura no es mi fuerte, decidí crear un tebeo de temática Alcorisana yahí ando hasta hoy.

Ya lo decía el eslogan “en Alcorisa tienes de todo”.

¿De todo?, no. Faltaba algo, faltaba un superhéroe que se desvelase porproteger a los habitantes de la villa, así que me dispuse a llenar ese huecocon “Alcormán”.

Al poco de comenzar a publicar sus aventuras, viví una curiosa anécdota.Un alcorisano, desconocedor de mi autoría, comenzó en mi presencia lasiguiente frase:-Eso de Alcormán...”-Me froté las manos, a sabiendas de que iba a recibir una sincera opiniónsobre mi trabajo (reitero que quien hablaba no sabía que yo era el autor).Y el anónimo crítico continuó con su valoración del personaje:-Cascan la primera chorrada que se les ocurre.-Indignado respondí que en ningún modo publicaba la primera chorradaque se me ocurría, que por lo menos era la segunda o la tercera, (loprimero que se me ocurre casi nunca es publicable en un medio serio comobalcei).

El caso es que poco a poco Alcormán ha madurado, hemos ido conociendoa su familia, sus idas y venidas, sus hazañas cotidianas... y es que nuestrohéroe es ante todo un Alcorisano más con la única intención de arrimar elhombro y es que pretende ser el reflejo de tanta gente que día a díatrabaja para Alcorisa desde sus asociaciones o a título personal. Quieroque estas líneas sirvan de sincero agradecimiento a todos los que desdeque aterricé por estas tierras, ha conseguido hacer que me sintiese comoen casa.

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En concreto, no quiero dejar pasar la oportunidad de personalizar eseagradecimiento a algunas personas que han conseguido que Alcormánsea lo que es:

Alfonso Magarín, que con sus correcciones ha conseguido que mis tebeosadquieran una corrección lingüística y ortográfica casi perfecta (mereservo el casi por posibles gazapos que, siempre por mi culpa, no acerté acorregir).

Cuando he tenido tentaciones de matar al héroe, siempre ha acudido en surescate Antonio Martínez, alejando de mi intención cualquier atisbo dedesánimo.

Los alumnos del instituto, feroces críticos, sin pelos en la lengua, quehan sido desde el primer día un fiable baremo de la calidad de mishistorietas, así como fuente de ideas e inspiración.

Félix Lourerio, reciente incorporación a nuestro instituto, que me cubrióen el penúltimo capítulo, cuando yo andaba “liado en otros menesteres”.

Y todos y cada uno de los alcorisanos que habéis hecho de estos cuatroaños un camino de rosas.

A todos gracias.

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