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Alfredo Veirave Título: POEMA DEL DOMINGO Hacía tiempo mucho tiempo que no escribía un poema el día domingo como si los poemas tuvieran un solo día de descanso como si la poesía fuera un sonido hebdomadario de las vértebras o de ese imaginario real que ahora anda fantasmal entre las plantas del último día de la semana. ¿Y todo por qué? Respondo a tu pregunta joven profeta: porque esta mañana me puse a leer los poemas de un griego contemporáneo y he advertido que estos descendientes del Peloponeso jamás se han olvidado de sus dioses, de la guerra de Troya, o de la muerte de Aquiles. Y extrañamente, cronológicamente a-histórico, he pensado en los tesoros y en la riqueza de nuestro pasado remoto de nuestra edad de piedra o de la mítica Edad Media; que tenemos en nuestros genes argentinos unos seres mitad reales mitad autoinventados de tiempo actual, casi sin pasado y sin maquillaje. Y en traducción directa del griego o en simple versión francesa alguien nos lee en una voluminosa antología de poetas del mundo. latino, y pregunta, como ahora tú: ¿por qué escribes un poema el día domingo? Y responderé con sentimientos del exilio, quizá, porque hoy es un buen

Alfredo Veiravé

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Algunos Poemas

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Page 1: Alfredo Veiravé

Alfredo Veirave

Título: POEMA DEL DOMINGO

Hacía tiempo mucho tiempo que no escribía un poemael díadomingocomo si los poemas tuvieran un solo día de descansocomo si la poesía fuera un sonido hebdomadario delas vértebraso de ese imaginario real que ahora anda fantasmalentrelas plantas del último día de la semana.¿Y todo por qué? Respondo a tu preguntajoven profeta:porque esta mañana me puse a leer los poemas deun griego contemporáneoy he advertido que estos descendientes delPeloponesojamás se han olvidado de sus dioses, de la guerra deTroya,o de la muerte de Aquiles.Y extrañamente, cronológicamente a-histórico, hepensado enlos tesoros y en la riqueza de nuestro pasado remotode nuestraedad de piedra o de la mítica Edad Media;que tenemos en nuestros genes argentinos unosseres mitad reales mitad autoinventados de tiempoactual,casi sin pasado y sin maquillaje. Y en traducción directa del griego o en simple versiónfrancesaalguien nos lee en una voluminosa antología de poetasdel mundo.latino, y pregunta, como ahora tú:¿por qué escribes un poema el día domingo?Y responderé con sentimientos del exilio, quizá, porque hoy es un buendía para recordar el río local que nada tiene para ofrecero vender en el extranjero, sino es solamente, laversátil claridad de sus aguas,que fluyen heracliteanamente como todo río de aldea odepueblo, y en el cual nunca se hundieron los caballosde Troya, no cantado por homéricos ni tirios,sino por otros poetas mayores que vivieron ymurieronen este mismo siglo, y que ahora están en elcementerio de Gualeguayflotando por estos domingos de poesíay de preguntas que, algún día,otros poetas contestarán sin mirar el dibujoque hacen sus letras entintadas designos ideográficos; despojos de la operaciónque se llama el inconsciente colectivo: esa suma dearenas blancas

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de la costa-que se mueven al compás de un díadomingo,con el ritmo de un movimiento de aguas que corrennaturalmentehacia la curva del molino,hacia este milagro del mediodía, en este fugaz instanteen que los dioses griegos me han permitido hablarpor otra boca.

Título: POETICA Y LINGÜÍSTICA

Hoy he leído es un decir un formidable treno fúnebreque cantan las mujeres del Peloponeso alrededor delféretrodel difunto /un formidable tratado del exiliado ruso Roman Jakobsonacerca de la lingüística y la poética /un tratado científico para ponerse seriosy no reír en las estepas del oso salvajeque se pasea impaciente adentro de nosotros /todo lo cual nos obliga a dejar que la boca cerradasiga comiendolas aberturas de la palabra "nieve".De este modo la distribución de los acentos y lossignificadoscrean una curva ondulatoria regresivaque nos permite dejarnos ir por la puerta de hierrohacialos planetasdonde las máscaras del carnaval (veneciano paracolmo)se refriegan las antenas y se encienden comoluciérnagas por el deseo.Pero de prontorecordé el sombrero de una dama muy viudaamante de los románticos alemanes traducidos que,ofendida por mi sonrisa inoportuna en esa lectura de poemasno me quiso pasar la azucareraen una ceremonia inglesa del téde las 5 de la tarde en Buenos Aires. ¿Y por quéhay que respetar a la poesía de esa manera? mepregunté angustiadoantes de tirarme debajo de la mesa donde pude verfinalmentetus piernas (hermosas)desaforadamente abiertas sin prendas interiorescomo en una fotografía de Playboy.

Título: EL MUDO O LA INVASION DE LOS PERSAS

Cuando recupere el habla voy a escribir un ancho poemasobre los Persas que invadieron el continente de tu 

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cuerposoplando, así empezó la cosa, tu flequillo para que se abriera y dejara tus ojosen una posición fetal antes de que huyeras por las hondas campiñasverdes, en un caballo donde montabas exquisitamente.

Sólo me ocuparé entoncesde la risa que te provocaba en esos momentos el juego de la silla entre las piernasmientras yo desde el suelo, bajo los sicomoros del momento, disparabamis flechas contra tu corazón metido como un músculo elástico debajo de la camisa.El espacio del poemaserá ancho pero no ajeno a la fiel servidumbre queuna mujermundial merece según las reglas de la objetividado del deseo como fuerza positiva de los tajamaresque adornan lapolémica sobre el color local;será inconcluso porque creo que el poeta cuandorompe su mudez escribe como Orfeo de esas sombras del Hades que semueven entre la neblina, sobre el campo de golf o en el aeropuerto.Y Eurídicearrastra la mortaja de los infiernos que cubre su sexo dormido "como un capullo en el atardecer"con una complejidad que nace de los arcosy las flechas persas del subconsciente. 

Mudez, tartamudeo, registro de las angustias de una conversación que nadie escucha, la poesía.Conocimiento desbocado y loco, como ungalope tendido hasta que el caballo se cansa y alrodararroja al jinete como una perdiz muerta de cuyo picosurgeel último silbido.