ALPHA #5 RE - #1Al fin

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Escrito número cinco de Memoria correspondiente al universo Alpha. En este caso se trata de un reescrito del primero.

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El juego lo es todo. Al menos para ella, el juego lo era todo. Se lo haba tomado como un ideal de vida, as pues no poda tener nada ms, viva absolutamente para el juego. Un monstruoso juego sin nombre, a veces llamado deporte, donde todo el ser interior sala a relucir, o ms bien a morir. Perder significaba perder la vida, y la victoria era el sinnimo de una fama y una riqueza inigualable. Por eso tanto riesgo, al final todo recae en lo mismo: el dinero. El juego la haba hecho ser como era ahora, falta absoluta de sentimientos, toda una psicpata. Porque el principal objetivo era matar al oponente, y aqu las falsas ilusiones, que algunos llamaban sentimientos, no tenan cabida. No era un juego de supervivencia, todos saban a lo que iban y en ningn momento se vean obligados, haba trabajos ms denigrantes que este. As que mucha gente lo aceptaba, con el sueo de ser famoso y una gran cantidad de dinero de manera rpida, pero la mayora no solan durar ni dos semanas, aun jugando en equipos no muy famosos. Pero siempre haba sustitutos, el ansa del hombre haca que no pararan de presentarse voluntarios.

Esta actividad apenas tena nombre, ya que era tan monstruosa como para definirla en una sola palabra. Aun as, la mayora de gente de todo el universo la vea con normalidad, aislados totalmente al otro lado del televisor. Sin duda alguna, este deporte crece de los lloros y la ira de la gente que aun viva en la Tierra, cuando la superpoblacin lleg a tal nivel que unos cuantos se montaron en un cohete de dudosa calidad, y despus de muchos aos consiguieron construir algo que llamaran una colonia espacial. Por supuesto era una colonia puramente artificial, pero que gracias al avance asombroso, gran parte obtenido a partir de una nueva religin una que no crea en Dioses, pero que crea en el progreso del ser humano, lograron que fuera completamente habitable. Y desde entonces, ms de ciento cincuenta colonias poblaron el sistema solar, con miedo a salir de l por lo que el hombre pudiera encontrar. Tambin lograron adaptar las atmsferas del resto de planetas, para que la humanidad pudiera habitarlos, pues el ritmo de nacimiento creca exponencialmente. Aunque pareca que con la creacin de colonias artificiales todo se poda remediar.

Pandora estaba ahora en la primera colonia creada, la que nombraron capital de todo el sistema, llamada Magnum, simplemente para demostrar poder. La gente comnmente la llamaba el Nexo, ya que era el punto de unin de todo el sistema, y adems no les haca gracia que tambin tuviera el nombre de un bombn helado. Pandora haba nacido en Marte, era de esperar que despus de cientos de aos de progreso, algunas personas ya se las pudiera calificar literalmente como Marcianas. Pues realmente lo eran. Aun as, el aspecto de Pandora estaba muy alejado de lo que la humanidad imaginaba como extraterrestre. Sus rasgos eran muy bellos, a la par que sutiles, no era una chica muy exuberante pues no tena muchas curvas, pero pareca tan sumamente delicada que creas que se pudiera romper en cualquier momento. Es una de esas mujeres, que sin duda nadie deja escapar. Llevaba el pelo largo, ondulado y de un color azul muy claro, casi llegando al blanco. Aunque tena treinta y dos aos, aparentaba veinte. Esto era gran parte de su atractivo como jugadora, pareca tan inocente, tan justa, pareca una Diosa, pero cuando la veas pegar patadas para rematar a un adversario o aporrear la cabeza de alguien con una gran maza, no te lo podas creer. Lo ms anecdtico es que segua manteniendo su elegante figura.

Ella jugaba ya en la Liga profesional, de hecho casi haba acabado la temporada, nicamente faltaba la final y por ello estaba en el Nexo. En la Liga todo era diferente, la gente no se lo tomaba en serio, se lo tomaba como si le fuese la vida en ello, y es que era as. Gente preparada desde pequeos para ser uno de los mejores, gente dispuesta a hacer de todo para llevarse dinero. Y cmo es que acab Pandora en este deporte? Y adems justo en el centro del meollo, en la Liga profesional. Ella tambin lo vea una manera de ganar dinero, haba gente que simplemente lo haca por poder desfogar su ira, incluso haban partidos benficos, toda una irona. Pero a parte del dinero, ella senta que lo haca por algo ms, no encontraba palabras para ello. No era su deseo de sangre, no era su deseo de venganza por tantos aos de maltrato que le haba aplicado su padre, quizs slo fuese porque este era el pleno motivo de su existencia, quizs slo haba sido creada para esto. .

Pero cumplira de verdad? Esa ltima cuestin era lo que le haca dudar, y siempre le haba hecho dudar. Dudaba si haca lo correcto o no, si estaba bien que aunque matase a personas no senta nada por ellos, slo senta pena por s misma, que era incapaz de ser humana. Incluso un androide de ltima generacin tendra ms sentimientos que ella, aunque ciertamente fueran falsos, muchos de los humanos tambin los eran y nadie se daba cuenta. Entonces qu diferencia hay entre un sentimiento y la ilusin de este? La duda que le atormentaba en ocasiones era lo suficientemente fuerte como para decir que en realidad senta lo que estaba haciendo? Ella prefera engaarse y dejar de pensar en estos temas tan filosficos, pues a la hora de la verdad siempre lo haba hecho, y el arrepentimiento este que, de todos modos, no senta no es suficiente despus de haber cometido el crimen. Poda decir con seguridad a cuantas personas haba matado? O peor, poda decir a cuantas personas haba visto morir frente a sus ojos? No poda responder a estas preguntas, y sin embargo le daba igual, para ella no eran ms que simples nmeros, al igual que ella misma no representaba vida alguna. Los trataba a todos como si fueran igual que ella, seres sin alma.

La bocina son, ya era la hora de entrar al campo y jugar la final tan ansiada por todos. El campo de la capital era sin duda uno de los ms extremos, pues se trataba de un campo normal el cual ms de la mitad estaba completamente destruido y daba paso a un acantilado de cientos de metros. Todo esto, claro est, es a propsito. El objetivo del juego era simple, se tena que atravesar un aro colocado a un metro y en vertical. La gracia de esto era que tenas que meterlo con la mano, no era valido lanzarlo, as que un jugador tena que ir all, a las puertas del bando enemigo, y meterlo delante de ellos. No haba ms reglas. Se podan utilizar cualquier tipo de arma, mientras no fuese de fuego, ya que no daba espectculo alguno. La final era entre Marte y La Tierra. La gente estaba claramente a favor de La Tierra, para muchas personas los marcianos seguan siendo gente rara, aunque en realidad eran completamente igual a ellos. Pandora siempre elega una maza con cadena, su habilidad junto con la brutalidad de esta arma, la hacan letal. El mangual tena tanto habilidad punzante gracias a sus pas, como obviamente habilidad aplastante, adems permita un gran alcance. As que este ltigo de guerra era su arma favorita.

La bocina son de nuevo, dando comienzo al partido. Los marcianos comenzaron su ataque. Como lo hacan normalmente, se dispersaban hacia ambos lados, as el otro equipo quedaba rodeado. Pero esta vez era distinto, en el lado izquierdo del campo estaba el acantilado, por lo que la confrontacin directa era inevitable. Cuando ambos equipos llegaron al centro, la masacre se hizo evidente. All por donde pasaba Pandora, quedaban miembros y cabezas aplastados contra la tierra, sin embargo, gente de ambos equipos mora por igual. Pues la agresividad de algunos los haca tan efectivos como la sutileza de Pandora. Entonces se dio cuenta de que nadie estaba prestando atencin al baln, segua en medio de la pista, nadie lo haba tocado. Y esto era exactamente lo que significaba el juego: absolutamente nada. El juego para ellos no era nada, lo nico que importaba era la matanza, y la pelota slo estaba ah para que al final tuviese que quedar uno, que se llevara toda la gloria y sin embargo al da siguiente bien podra no existir. Despus de unos minutos ya slo quedaban tres personas, una era ella y otro compaero ms de su equipo, el adversario que faltaba era el capitn. Desde luego, el capitn pareca toda una bestia, meda al menos dos metros y medio, y en sus ojos nos se vea otra cosa que ira y un pequeo destello que indicaba placer. Porque por encima de todo, disfrutaba haciendo esto, disfrutaba masacrando. Sin embargo ella, no saba si lo que senta era disfrute, pero desde luego no era pena.

Ambos se dirigieron hacia l, dispuestos a acabar ya con esto. El capitn ni siquiera tena armas, pero tena una fuerza inhumana. Agarr a su compaero y lo parti por la mitad, justo en medio. Despus de unos segundos, este dej de agonizar y finalmente muri. A Pandora le daba igual. Entonces se dio cuenta. Se dio cuenta de todo. Aquel tipo no le inspiraba ningn sentimiento, por lo que miedo no senta. Se dirigi y acab con l dndole un golpe en el estomago, y luego cuando se agacho para agarrrselo, le parti el crneo. No result excesivamente difcil, pues le daba igual si mora, le daba igual tambin si mataba. No senta nada hacia nadie, ni siquiera hacia ella misma. As que se acerc al acantilado y finalmente se tir, esbozando una sonrisa y susurrando:

Al fin.