Alta Incidencia

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editoria la republica dia domingo 8 de noviembre

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Alta incidenciaAlarmantes y persistentes datos sobre losdelitos sexualesen el Per.Se ha difundido recientemente informacin que evidencia una alta incidencia de los delitos sexuales. La ltima de ellas, a cargo de la Corte Suprema delPoder Judicial, indica que las denuncias porviolacin sexualse han incrementado en 10% en los ltimos aos. A propsito de esta informacin, la Organizacin Panamericana de la Salud (OPS) inform que el Per registra 22.4 denuncias de violacin sexual por cada 100 mil habitantes, en tanto que la fiscala seala que solo entre enero y julio de este ao ha recibido 4,019 denuncias por delitos contra la libertad sexual.Segn la Organizacin Mundial de la Salud (OMS) del ao 2013 revel que el Per ocupa el tercer lugar en el mundo dondelas mujeres entre 15 y 49 aos sufren de violencia sexual por parte de su pareja. Las estadsticas penitenciarias son dramticamente concurrentes. De acuerdo al Informe Estadstico Penitenciario de agosto del presente ao, a cargo del INPE, el 17.7% de los internos de las crceles del pas estn imputados o sentenciados por delitos sexuales, con desagregados alarmantes: 6.0% por violacin sexual tipo bsico; 8.6% por el delito de violacin sexual de menor de edad; 1.7% por delitos de actos contra el pudor; y 1.4% del delito de actos contra el pudor contra menores de edad. Se trata de 13,488 de ms de 75 mil internos, de los cuales casi el 40% no han sido sentenciados, lo que agrava la dimensin judicial del problema.Un primer fenmeno que los estudios indican es el subregistro de este problema, de modo quese estima que la incidencia de casos es mayor que los denunciados.Esta constante se relaciona con otras dimensiones del problema como que una buena parte de los delitos sexuales se llevan a cabo en el entorno familiar y la resistencia de las vctimas y sus allegados a denunciar.El enfoque penal, que implica la creacin de figuras penales, el incremento de penas y la restriccin de los beneficios penitenciarios, ha sido emprendido hace aos, aunquela falta de una justicia oportuna no ha resuelto el grave escollo de la impunidad.A ello se agrega la falta de informacin centralizada, la ausencia de proteccin a las vctimas en los perodos inmediatamente posteriores a la comisin del delito y la falta de seguimiento de los casos por el Estado.Por esa razn debe fijarse la agenda de este caso en el mbito de la prevencin, la salud y la educacin. La alta incidencia de casos pone sobre la mesa la falta de comprensin de los derechos en el mbito de la familia y la comunidad, as como la clamorosa falta de vigilancia en estos mbitos, adems de la escuela y desde los medios.El gran desafo de nuestro pas es superar la renuncia del Estado alcambio de los patrones culturales que legitiman, toleran e incentivan la violencia sexual como parte de la violencia contra las mujeres. Los pases que han acometido con xito este desafo, varios de ellos en esta regin, han podido reducir seriamente la incidencia de los delitos sexuales en todas sus formas. En cambio, aquellos que se han quedado en el enfoque penal sin polticas pblicas integrales, tienen los mismos problemas que el Per.