96
Álvaro Capalvo Los Celtas en Aragón Testimonios antiguos

Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

  • Upload
    lyhuong

  • View
    222

  • Download
    2

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

Álvaro Capalvo

Los

Celtasen Aragón

Testimonios antiguos

Page 2: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

Equipo

Dirección:

Guillermo Fatás y Manuel Silva

Coordinación:

Mª Sancho Menjón

Redacción:

Álvaro Capalvo, Mª Sancho Menjón, Ricardo CentellasJosé Francisco Ruiz

Publicación nº 80-97 de la

Caja de Ahorros de la Inmaculada de Aragón

Texto: Álvaro Capalvo

I.S.B.N.: 84-95306-83-2Depósito Legal: Z. 342-01

Diseño: VERSUS Estudio Gráfico

Impresión: Edelvives Talleres GráficosCertificados ISO 9002

Page 3: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

EL NOMBRE DE LOS CELTAS (O GALOS) 5

EL PAÍS DE LOS CELTAS 11

EL ARAGÓN ANTIGUO SEGÚN LOS GEÓGRAFOS GRIEGOS

Y ROMANOS 15

LA GUERRA DE COMPLEGA 31

SEGEDA. LA GUERRA QUE CAMBIÓ EL CALENDARIO 47

LA CAMPAÑA DE FULVIO NOBÍLIOR 53

LA CAMPAÑA DE CLAUDIO MARCELO 61

DOS PASAJES DE LA GUERRA DE SERTORIO 73

LAS INSCRIPCIONES DE BOTORRITA 79

BIBLIOGRAFÍA 92

Í N D I C E

Page 4: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli
Page 5: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

Celta fue una denominación que usaron los miem-bros de ese pueblo para referirse a sí mismos, y fuetambién ése el nombre que les dieron los grie gos,

que casi siempre se refirieron a ellos con la expresión kel-toi, esto es, «celtas». Los romanos, en cambio, no usaron esaexpresión en latín salvo en raras excepciones, sino que uti-lizaron en su lugar la palabra galli, esto es, «galos». Quedeclaro, por tanto, que los dos nombres, celta y galo, sonsinónimos e intercambiables, y que las dos denominacio-nes se refieren a un mismo pueblo.

Por ello es errónea la tradición literaria española demantener ambas palabras, y traducir por «celtas» el keltoigriego y por «galos» el galli latino. La demostración de queesto es así se encuentra, por ejemplo, en las obras griegasy romanas que narraron la Guerra de Haníbal: los autoresque la escribieron en griego (algunos de ellos, romanos denacimiento) pusieron siempre keltoi, mientras que los queredactaron en latín, al relatar los mismos hechos y aludir aesas mismas gentes, escribieron siempre galli.

Algo parecido es lo que sucedió con las expresioneshibero e hispano. La primera tiene origen griego y la

– 5 –

EL NOMBRE DE LOS CELTAS (O GALOS)

Page 6: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

segunda cartaginés y romano, pero ambas designan unamisma cosa: al habitante de la Península, a la que los grie-gos llamaron Hiberia y los romanos Hispania. La costum-bre literaria de mantener en español las cuatro denomina-ciones citadas, celta y galo, hibero e hispano, ha creadouna confusión histórica y étnica nada deseable.

Así, pues, quede claro al lector que aquí se hablará sólode celtas y de hiberos, por mantener el uso más antiguo y

– 6 –

Guerreros celtibéricos en una cerámica de Numancia (Foto: Museo Numantino)

Page 7: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

extendido, y que esas dos voces no son excluyentes: dadoque se llamó Hiberia al conjunto de la Península, es porello que la voz hiberos denominó a todos los pueblospenin sulares, cualesquiera que fuesen su lengua, costum-bres o el color de su piel o de su cabello. Es decir, quenadie debe sorprenderse si lee en estas páginas, por ejem-plo, que los celtíberos lusones eran un pueblo de hiberos,ya que esos lusones quedaron agrupados dentro del con-cepto de los celtas por su cultura o por su raza, o porambas cosas, pero como habitantes de la Península, estoes, de Hiberia, también fueron considerados hiberos. Yuna última precisión sobre el nombre de estos últimos:debe escribirse tal y como se ha indicado, con «h» aspiradainicial, que es como siempre se puso en latín; la historia de cómo perdió ese nombre la aspiración inicial tiene que ver con los copistas bizantinos del siglo IX, pero no esasunto que deba tratarse aquí.

Otra cuestión es el origen del nombre de los celtíberos.Es de sobra conocida la teoría antigua (pero no por ellocorrecta) que explica esa denominación por un proceso demestizaje de celtas e hiberos, que resume Diodoro Sículoen un famoso pasaje: «como ya hemos hablado suficiente-mente de los celtas, trasladaremos la historia a sus vecinoslos celtíberos. Pues éstos, los hiberos y los celtas, despuésde guerrear en otro tiempo unos contra otros por moti-vo de la tierra, se habían reconciliado después y habitadola tierra en común, e incluso habían convenido entre ellos

– 7 –

Page 8: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

alianzas matrimoniales, y por sumezcla recibieron precisamente es -te nombre. Como se mezclaron dospueblos fuertes y era fértil la tierraque poseían, ocurrió que los celtí-beros llegaron a adquirir am pliacelebridad e incluso, tras ha berseresistido durante largo tiempo a losromanos, sólo con dificultad fueronvencidos» (D. S. 5. 33).

Esa explicación que recoge Dio-doro, sin embargo, no tiene ningu-na base histórica, y es mucho másrazonable preferir esta otra: «celtí-bero» es como decidió llamar a losceltas que vivían en el territoriodenominado Hiberia un autor queescribió en lengua griega. Del aná-lisis de los textos antiguos conser-vados, se deduce que el posibleinventor de la palabra fue un sena-dor romano llamado Fabio Píctor,que escribió en griego la historiade la II Guerra Púnica; y es que

antes de esa guerra nadie utilizó nunca la expresión «celtí-bero», a pesar de que numerosos autores antiguos escribie-ron sobre Hiberia; y, además, los celtíberos fueron men -

– 8 –

Representación figurada de un soldado celtibérico

(Dibujo de Angus McBride)

Page 9: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

cionados durante esa guerra sólo en los relatos que pare-cen provenir de la historia prorromana de ese Fabio Píctor,mientras que en otros relatos sobre esa guerra que se creeprovienen de fuentes procartaginesas se habla siempre de celtas.

– 9 –

Notas breves sobre los celtas

n No parece que sus rasgos físicos estuvieran muy mar-cados: eran de raza blanca, pero los había tanto rubioscomo morenos, altos o bajos. Y tampoco es seguro quelas creencias religiosas o sus costumbres fuesen las mis-mas para todos los celtas; de hecho, el único rasgocomún a todos ellos pudo ser la lengua, y ni siquieraésta fue del todo uniforme, ya que hablaron idiomasmuy emparentados entre sí, pero no uno solo. Fueronlenguas (y todavía lo son) de las llamadas indoeuro -peas, próximas al latín o al griego; y hoy perviven en elactual irlandés, en el galés y en el bretón, los tres pue-blos que mantienen vivo su carácter céltico.

n Palabras célticas antiguas fueron sego (victoria —de ahí Sigüenza), briga (monte —Nertóbriga, en torno a laactual Almunia de Doña Godina), dunum (fortaleza —Berdún, como el Verdún francés), anas (pantano —Guadiana), pennos (cabeza —y quizá de ahí Peña) o ambos (río —Amposta). El español actual ha conser-vado palabras celtas en el habla común, entre ellas

Page 10: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 10 –

«gordo», «carro», «braga», «camino», «legua», «jabón» o«novio» (que es como se decía «nuevo» en celta).

n La cultura material de los diferentes pueblos celtas no fue uniforme. Los tipos de utensilios metálicos ycerámicos que usaron variaban de unas regiones euro-peas a otras, según las materias primas de cada lugar, el clima o las costumbres peculiares de cada grupo, yen función también de las diferentes influencias cultu-rales que recibieron de otros pueblos.

Por ejemplo, muchas inscripciones celtas del valle delRódano se escribieron en alfabeto griego, por influen-cia de la colonia de Marsella; en cambio, en la Penínsu-la, los celtas adoptaron un sistema de signos por sílabasy nunca utilizaron las letras del griego clásico para susescritos.

n Se ha conservado literatura céltica de época medieval.La obra más famosa es la llamada Mabinogion, unacolección de relatos escritos en galés hacia el siglo XI,muy valiosa por documentar muchas palabras que sonde ayuda para el estudio del celta antiguo. Allí aparece,por ejemplo, la palabra cantref, «ciudad», «poblado prin-cipal de una comarca», que es la misma del nombre deContrebia, la denominación celta del importantísimoyacimiento arqueológico próximo a Botorrita.

Page 11: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

La tierra llamada «Céltica», según la mayor parte de losautores antiguos, se correspondía en líneas generalescon la actual extensión de Francia, Bélgica y Suiza;

esto es, las regiones europeas en las que ha pervivido lalengua francesa. Ése es el contenido de la famosa descrip-ción con la que comenzó César la Guerra de las Galias y ala que ya antes se ha aludido: «toda la Galia está dividida entres partes, de las cuales los belgas habitan una, los aquita-nos otra, y la tercera los que se llaman celtas en la lenguade ellos mismos y galos en la nuestra. Todos estos difierenentre sí por el lenguaje, las instituciones y las leyes».

No es seguro si esa Céltica definida por César fue lapatria original de los celtas. Pero sí se sabe a ciencia ciertaque los hubo en más lugares de Europa, aparte de en losantiguos territorios de Francia, Bélgica y Suiza. Por ejem-plo, en el valle del Po, al norte de Italia, que fue coloniza-do por pueblos celtas ya en época histórica, de ahí quefuera llamada la Gallia cisalpina, esto es la «Céltica dellado de aquí de los Alpes» (mirando desde Roma, claroestá). Es también el caso de la Península, ocupada en bue-na parte por pueblos que los antiguos identificaron comoceltas. Sin embargo, dado el éxito de las denominacionesHiberia e Hispania, y la necesidad de distinguir con nom-

– 11 –

EL PAÍS DE LOS CELTAS

Page 12: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

bre diferente a los países situados de uno y otro lado delPirineo, la denominación de Céltica para la Península que-dó pronto abandonada.

Ciertamente, numerosos autores griegos y latinos infor-maron en sus obras de historia y geografía sobre la existen-cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a losque llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín gallio celtiberi. Denominaciones que, según lo que hoy seconoce, aludieron todas a pueblos celtas, sin que pue-da saberse a ciencia cierta, bueno es reiterarlo, si ese carác-ter céltico que les reconocían griegos, cartagineses o roma-nos residía en su aspecto, su lengua o sus costumbres.

Algunos de esos escritores clásicos, de entre los másantiguos (es el caso de Éforo, por ejemplo, que vivió en elsiglo IV a. C.), llegaron a decir que la Céltica ocupaba lamayor parte de la Península, hasta Gades; y lo decían enuna época en la que de España sólo se conocía la costamediterránea y cuando, al parecer, tan sólo se llamabahiberos a los tartesios, el pueblo casi mítico que vivía aloeste de Gades.

De algunos de esos celtas de Hiberia se sabe que no eran originarios de la Península y que procedían deemigraciones célticas, llegadas del otro lado del Pirineo. El caso más evidente es el de los berones, los habitantes de la actual Rioja, de los que decía el geógrafo Estrabón

– 12 –

Page 13: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

(siglo I a. C.): «llegados con la emigración céltica». Sinembargo, según los actuales conocimientos, es imposiblesaber si todos los pueblos celtas peninsulares llegaron emi-grados desde la Céltica tradicional, la «francesa», ni tampo-co si pudo ocurrir lo contrario: que algunos de los pueblosde la Céltica «española» hubieran sido en realidad los másantiguos, y que de ellos provinieran los celtas del resto deEuropa. El desciframiento de la lengua celtibérica, hoytodavía un enigma, podría significar un gran avance enesas investigaciones sobre el origen de los celtas.

– 13 –

El sur de la Céltica francesa según la Tabula Peutingeriana

Page 14: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli
Page 15: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 15 –

El testimonio literario más antiguo que se ha conser-vado acerca de la existencia de celtas en el territoriode lo que hoy es Aragón pertenece a una obra grie-

ga escrita en el siglo I antes de la era cristiana. El autor fueEstrabón, un geógrafo que nunca pisó el suelo de Hiberiay que sólo conoció esta tierra a través de lo que leyó enotros libros más antiguos, sobre todo los que había escritocien años antes el historiador Polibio sobre las guerras cel-tibéricas y el que más tarde redactó Salustio sobre la guerrade Sertorio.

Con los datos tomados de esas historias, y probable -mente muy poco más, Estrabón hizo una descripción delactual territorio aragonés y de sus aledaños de la siguientemanera: el Pirineo y su somontano era de los jacetanos;Osca e Ilerda (Huesca y Lérida) pertenecían a los ilerge-tes; Pompaelo y Calagurris (Pamplona y Calahorra) de losvascones; junto al Ebro estaban la colonia Celsa (Gelsa-Velilla) y la ciudad de Cesaraugusta (Zaragoza), esta últimasituada junto a los celtíberos; y todo el territorio montaño-so al sur del Ebro era de los celtíberos, en la cordillera quegriegos y latinos llamaron Idubeda.

EL ARAGÓN ANTIGUO SEGÚN LOS GEÓGRAFOS GRIEGOS

Y ROMANOS

Page 16: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 16 –

0 100 Km.20 40 60 80

Pompaelo

Jacca

Cesaraugusta

Celsa

Ilerda

JACETANOS

ILERGETES

CELTÍBEROS

VASCONES

Osca

LOS PUEBLOS DEL ARAGÓN ANTIGUO SEGÚN LOS DATOS DE ESTRABÓN

Page 17: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 17 –

Con esas informaciones tan imprecisas es con las que debe dibujarse el más antiguo mapa de Aragón, dividi-do de manera aproximada como sigue: los jacetanos en elPirineo y hasta la sierra de Guara; los ilergetes en las zonasmedia y baja de los valles del Cinca y Segre, con sus res-pectivos afluentes; los vascones ocupando el curso medioy bajo del Aragón; junto al Ebro las dos ciudades citadas,Celsa y Cesaraugusta, que fueron colonias romanas; y losceltíberos en la mayor parte del territorio situado en lamargen derecha del Ebro.

Estrabón da también una información adicional quecompleta un poco esas pinceladas que se acaban de men-cionar. Se trata de la descripción de los límites de la Celti-beria y de las partes en que ésta se dividía, una informa-ción que retrata, más o menos, cómo de grande era elterritorio que habitaban esos celtíberos cuando tuvieronlugar sus guerras contra los romanos hacia el año 150 a. C.Dice así el texto del geógrafo griego (y para entender lasorientaciones, recuérdese que los antiguos creían que elEbro discurría de norte a sur):

«Inmediatamente después de sobrepasar la Idubeda estála Celtiberia, grande y desigual [...]. Viven en la parte nortede los celtíberos unos vecinos de los cántabros coniscos lla-mados berones, que llegaron con la emigración celta y quetienen la ciudad de Varia [Varea, junto a Logroño], dondeestá situado un paso del Hibero [...]. Por el oeste de los cel-tíberos están algunos de los astures, callaicos y vaccaios, así

Page 18: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 18 –

como de los vettones y carpetanos. Al sur tienen a los ore-nos, además de los bastetanos y dittanos que viven en laOrospeda. Y por el este la Idubeda. De estos celtíberoshacen hasta cuatro partes: los más poderosos viven, prin -cipalmente, hacia el este y el sur; los «posteriores», que limitan con los carpetanos y con las fuentes del Tagos —Nomantia es su ciudad más famosa, y demostró su valoren la Guerra Celtibérica contra los romanos, que duró vein-te años; en efecto, aniquilaron muchos ejércitos con susgenerales, y los numantinos al final, asediados, se mantu-vieron firmes, salvo unos pocos que entregaron la mura-lla—; también los lusones están hacia el este, limitando conlas fuentes del Tagos; y de los arvactos es la ciudad deSegeda, y también Pallantia» (Str. 3. 4, 12-13).

El pasaje anterior, sobre el que durante varios siglos se ha discutido cómo debe interpretarse (y la discusiónaún no está cerrada, ni mucho menos), permite añadir tres datos a esa somera partición del territorio aragonésentre jacetanos, vascones, ilergetes y celtíberos, sin entrarpor ahora en más detalles: en el límite oriental de la Cel -tiberia, en la falda norte del Moncayo como luego se verá,vivían los lusones; entre éstos y el nacimiento del Tajo, es decir, en la vertiente opuesta del Moncayo, estaban esosceltíberos a los que pertenecía Numancia (junto a Soria); y en torno a ellos, en algún lugar sin precisar, se encon -trarían esos «arvactos», posiblemente los famosos areva-cos que mencionan otros autores antiguos, con Segeda yPallantia.

Page 19: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 19 –

LA PENÍNSULA HIBÉRICA Y LOS CELTÍBEROS SEGÚN ESTRABÓN

[Litoral no descrito]

Cabo Nerio

Cabo Barbario

CaboSagrado

1.000 estadios

Los más poderosos

Anas

Betis

N

S

O E

Orospeda

Socros Hiber

Céltic

aTagos

Pyrene

Carpetanos

Vettiones

Oretanos

Bastetanos

Vacceos

Callecos

Berones

Astyres

Idubeda

Dureias

Dittanos

Las cuatro partes de los celtíberos

1

1 Los uracos o posteriores2

Los lusones3 Los arevacos4

2

3

4

Page 20: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 20 –

Algunas costumbres de los celtíberos

«Tienen, por otra parte, una singular y extraña costum-bre; pues, siendo cuidadosos de sí y limpios en su modo devivir, practican un solo hábito de mal gusto, repugnante yque participa de gran suciedad; pues en toda ocasión bañansu cuerpo en orín y, frotándose incluso los dientes, conside-ran que esto es un cuidado para su cuerpo» (D. S. 5. 33).

«Por otra parte, utilizan para las comidas carnes variadasy abundantes, y para la bebida vino mezclado con miel: elpaís suministra la miel en cantidad, el vino lo compran delos mercaderes que vienen por mar» (D. S. 5. 34).

Un pasaje del historiador latino Orosio documenta otrapeculiar costumbre de los celtíberos, que es también una delas primeras referencias conocidas a una cerveza de trigo:

«Finalmente [los numantinos] salieron todos de prontopor dos puertas tras haber bebido antes gran cantidad no de vino, por cuanto aquel lugar no lo produce, sino deun jugo de trigo de confección artesana, al que llaman«celia» porque se produce por calentamiento; en efecto, confuego engordan el tamaño del grano de trigo húmedo, des-pués lo secan y luego, convertido en harina, lo mezclan con un jugo dulce; la fermentación consigue un productode sabor áspero y que produce el calor de la embriaguez»(Oros. 5. 7, 13-14).

Page 21: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 21 –

Unos cincuenta o cien años después de Estrabón, undestacado político y científico latino que murió mientrasinvestigaba la erupción del Vesubio, el famoso Plinio elViejo, redactó la primera gran enciclopedia que conoció lahumanidad: la Naturalis Historia, esto es, la historia o des-cripción de la Naturaleza. Este Plinio, digno precedente de los enciclopedistas franceses del siglo XVIII, tambiénrecogió informaciones sobre el Aragón antiguo, pero pre-sentadas de una manera muy diferente a la de Estrabón, yaque los datos que recopiló ese autor latino fueron sobretodo jurídicos: menciona cómo Cesaragusta era la cabecerade un extenso partido judicial (conventus, se decía enlatín) que abarcaba el territorio de Aragón y parte o la tota-lidad de las actuales provincias de Navarra, Rioja, Soria,Guadalajara, Madrid y Lérida, y añade una lista de pueblosordenados por categorías jurídicas y orden alfabético, en laque se reconocen los nombres de algunas de las ciudadestodavía existentes:

«Cesaraugusta, de la región de Sedetania, colonia inmu-ne, bañada por el río Hibero, donde hubo una ciudad lla-mada Salduvia, acoge a 55 pueblos. De éstos son de ciuda-danos romanos los bilbilitanos, los celsenses de la colonia,los calagurritanos cognominados násicos, los ilerdenses dela estirpe de los surdaones, a cuya vera pasa el río Sícor, lososcenses de la región de Uesetania y los turiasonenses. Dederecho latino viejo, los cascantenses, ergavicenses, leoni-censes y osicerdenses. Son federados los tarracenses y esti-pendiarios los arcobrigenses, andelonenses, aracelitanos,

Page 22: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 22 –

los calagurritanos cognominados fibularenses, los complu-tenses, carenses, cincienses, cortonenses, damanitanos,ispalenses, ilursenses, iluberitanos, iacetanos, libienses,pompelonenses y segienses» (Plin. nat. 3. 24).

Según los datos de Plinio, los pueblos del otro lado delMoncayo, los del valle del Duero, dependían de otro parti-do judicial, el que tenía su juzgado en la antigua Clunia,cerca de la actual Peñaranda de Duero. Allí acudían a diri-mir sus pleitos, entre otros, los cuatro pueblos de los celtí-beros llamados pellondones, uno de los cuales eran losfamosos numantinos. Duero abajo de esos pellondones, sedice también en la Naturalis Historia, quedaban los areva-cos, con Úxama (Osma) y Termes, entre otras ciudades, ylos vacceos, con Palantia y Cauca (Coca):

«Al distrito cluniense los várdulos llevan 14 pueblos, delos que sólo deseo nombrar a los alabanenses, y 4 los tur-mógidos, entre los cuales están los segisamonenses y lossegisamajulienses. Al mismo distrito acuden los carietes ylos venenses, con 5 comunidades, de las que una son losvelienses. También allí van los pellondones celtibéricos concuatro pueblos, a uno de los cuales pertenecieron los famo-sos numantinos, así como figuran entre las 17 comunidadesde los vacceos los intercatienses, palantinos, lacobrigen-ses y caucenses» (Plin. nat. 3. 26).

Es evidente que las informaciones que utilizó Plinio parahacer la descripción de los dos partidos judiciales mencio-nados, el de Cesaraugusta y el de Clunia, fueron muy dife-

Page 23: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 23 –

rentes. La lista administrativa o fiscal que permitió al autorlatino enumerar los habitantes de las ciudades aragonesasproporciona a los historiadores categorías jurídicas y nom-bres de lugares, pero nada acerca de si unos u otros perte-necían a alguno de los pueblos que Estrabón había men-cionado en su obra: celtas, vascones, ilergetes o jacetanos.

Aracelitanos

Pompelonenses

Jacetanos

OscensesSegiensesCarenses

Río Ebro

Río S

egre

Celsenses

Arcobrigenses

Bilbilitanos

Numantinos

Turiasonenses

Complutenses

Jurisdicciónde

CARTAGENA

Aesonenses

Dertosanos

Jurisdicciónde

TARRACO

Jurisdicciónde

CLUNIA

Río Aragón

Río Ja

lón

CESARAUGUSTA

CalagurritanosGraccurritanos

Cascantenses

BursaonensesIlerdenses

LA JURISDICCIÓN (CONVENTUS) DE CESARAUGUSTA SEGÚN PLINIO (se indican los pueblos de localización conocida)

Page 24: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 24 –

Ptolomeo es el otro geógrafo antiguo que proporcionainformación sobre el Aragón de época romana. Se sabeque este autor vivió en el siglo II, en época del emperadorMarco Aurelio (el anciano emperador de Gladiator) y quesu obra conservada, la Guía geográfica, fue el primerintento de construir un mapa científico del mundo, basadoen coordenadas de latitud y longitud. El resultado de sutrabajo fue una obra de aspecto geográficamente impeca-ble: listas de ciudades a las que acompañan su situaciónexacta en grados y minutos, y además ordenadas por gru-pos étnicos. Por este motivo, la Guía geográfica se consi-deró durante mucho tiempo una fuente muy fiable para el conocimiento de la geografía antigua, al suponer que elmapa que dibujan las coordenadas una vez dispuestassobre el papel podía ser tan correcto como un modernomapa de carreteras.

La realidad, sin embargo, es muy diferente. Ptolomeo,según cuenta él mismo en el prólogo a su obra (muy pococonocido), no dispuso de datos procedentes de métodosastronómicos o topográficos para situar pueblos y ciuda-des, sino que utilizó textos como los ya comentados deEstrabón y Plinio para dibujar su mapa, y se ayudó paracompletarlo de itinerarios de caminos terrestres y de rutasmarítimas. Además, como cualquier otro geógrafo antiguo,mez cló informaciones de diversas épocas, más antiguas y más modernas, lo que complica todavía más la interpre-tación de sus datos. Así, pues, no debe dejarse engañar el

Page 25: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 25 –

Carpetanos

Dorios

Tagos

Ana

Betios

OretanosBasti

tanos

Orospeda

Idubeda

Hibero

Ilergetes

VasconesMurbogos

Pelendones

Arevacos

Vacceos

Celtíberos

500 estadios

Berones

Autrigones

Lobetanos

Edetanos

Edulion

LOS CELTÍBEROS Y SUS PUEBLOS LIMÍTROFES SEGÚN LAS COORDENADAS DE PTOLOMEO

Page 26: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 26 –

lector por las apariencias y sí recordar, en cambio, que sólomil quinientos años después dispuso la Geografía de un Labaña que fuese capaz de dibujar el primer mapa bienconformado de Aragón, tras caminar por todo el reino conun teodolito al hombro y hacer una cuidadosa observa-ción del territorio desde montes y campanarios.

Sin embargo, pese a estas advertencias todavía hoynecesarias, es cierto que los datos de Ptolomeo tienen unevidente interés para el estudio de los pueblos antiguos yproporciona sobre ellos una información muy valiosa. Enlo que respecta a Aragón, los grupos mencionados son losceltíberos, los edetanos, los ilergetes y los vascones.

De los celtíberos, Ptolomeo enumera dieciocho ciuda-des, ordenadas según un itinerario que parte de los ríosHuecha y Queiles y se dirige por el cauce del Jalón a laprovincia de Cuenca: Belsinon, Turiasso, Nertóbriga, Bilbis,Arcóbriga, Caesada, Mediolon, Attacon, Ergavica, Segóbri-ga, Condabora, Bursada, Laxeta, Valeria, Istonion, Alaba,Loibana y Urcaesa. De todas ellas, sólo se iden tifican clara-mente con lugares aragoneses Belsinon, quizá Fréscano;Turiasso, Tarazona; Nertóbriga, en torno a La Almunia oCalatorao; Bilbis, que es Bílbilis, junto a Calatayud; y quizáAttacon y Bursada, aunque no es del todo seguro que secorrespondan con las modernas Ateca y Borja.

Entre los edetanos menciona doce ciudades, dispuestassegún un recorrido que parte de Zaragoza y baja por el

Page 27: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 27 –

Ebro, según parece, aunque acaba en Sagunto: Cesarau-gusta, Bernaga, Ebora, Beleia, Arse, Damania, Leonica, Osicerda, Etobesa, Lassira, Edeta (también llamada Liria) ySagunto. De ellas, es evidente la identificación de Cesarau-gusta, y es probable que Leonica y Osicerda estuvieransituadas en torno al Bajo Aragón; Etobesa se identifica conuna Otogesa por la que se cruzaba el Ebro a la altura deRibarroja o Flix, no lejos de Mequinenza.

De los ilergetes, con algunas ciudades de identificaciónevidente, Ptolomeo cita Bergusia, Celsa, Bergidon, Erga,Succona, Osca, Burtina y Gállica Flavia (estas dos, localiza-das por un Itinerario en las proximidades de Almudévar yZuera, respectivamente), Orcia e Ilerda. Y de los vascones,separados de los anteriores por los montes Edulion (quizála Sierra de Guara o la divisoria entre los valles del Gállegoy del Aragón), el geógrafo griego menciona las siguientesciudades: Iturissa, Pompelon, Bituris, Andelos, Nemantu -rista, Curnonion, Jacca, Gracuris, Calagorina, Casconton,Ergavica, Tarraga, Muscaria, Segia y Alauona. La mayorparte de éstas se identifica con lugares de la actual Nava-rra, pero otras son claramente aragonesas, como Jacca,Alauona (Alagón) y Segia (muy posiblemente, Ejea).

Fuera del actual territorio aragonés y limítrofes con él,habrían quedado otros dos pueblos que también mencionaPtolomeo, los pelendones (los pellondones de Plinio, sesupone) y los arevacos. Entre los primeros, las ciudades de

Page 28: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 28 –

500 estadios

1

1

101

1

1

2 3

3

2 46

85

10

79

2 34

56

87

910

13 111214

171615

18

2 3

5 4

76

98

10

11 1213

14

15

98

7

56

4

32

1

2

3

4 56

78

910

1112

PELENDONES

AREVACOS

CELTÍBEROS

EDETANOS

ILERGETES

VASCONES

EBRO

CIUDADES DEL ARAGÓN ANTIGUO Y LUGARES LIMÍTROFES SEGÚN LAS COORDENADAS DE PTOLOMEO

Page 29: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 29 –

Visontion, Augustóbriga (Ágreda) y Savia; entre los segun-dos, Comfloenta, Clunia colonia, Termes, Uxama Argellai,Segontia Lakta, Veluca, Tucris, Numantia, Segubia y NovaAugusta, todas ellas situadas en las actuales provincias deSoria y Burgos, según parece. La información que propor-cionan Estrabón, Plinio y Ptolomeo, como puede verse, esheterogénea y difícil de conciliar. Los datos de que dispu-sieron esos tres geógrafos fueron imprecisos, parciales,contradictorios, tomados a veces de segunda o terceramano, y basados en informes de diferentes épocas o perte-necientes a lugares que ninguno de ellos había visitado.De ahí la dificultad para construir, hoy día, con esos datos,un mapa completo del Aragón antiguo.

CELTÍBEROS1. Belsinon2. Turiasso3. Nertóbriga4. Bílbilis5. Arcóbriga6. Caesada7. Mediolon8. Attacon9. Ergavica10. Segóbriga11. Condabora12. Bursada13. Laxeta14. Valeria15. Istonion16. Alaba

17. Loibana18. Urcaesa

EDETANOS1. Cesaraugusta2. Bernaga3. Ebora4. Beleia5. Arse6. Damania7. Leonica8. Osicerda9. Etobesa10. Lassira11. Edeta o Liria12. Sagunto

AREVACOS1. Comfloenta2. Clunia colonia3. Termes4. Uxama Argellai5. Segontia Lakta6. Veluca7. Tucris8. Numantia9. Segubia 10. Nova Augusta

PELENDONES1. Visontion2. Augustóbriga3. Savia

ILERGETES1. Bergusia2. Celsa3. Bergidon4. Erga5. Succona6. Osca7. Burtina8. Gállica Flavia9. Orcia10. Ilerda

VASCONES1. Iturissa2. Pompelon3. Bituris

4. Andelos5. Nemanturista6. Curnonion7. kJacca8. Gracuris9. Calagorina10. Casconton11. Ergavica12. Tarraga13. Muscaria14. Segia15. Alauona

Leyenda

Page 30: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 30 –

LOS PUEBLOS DEL ARAGÓN ANTIGUO SEGÚN LOS DATOS DE PTOLOMEO

0 100 Km.20 40 60 80

Jaca

ILERGETESOsca

BurtinaGallicaFlavia

Pompelon

Arcóbriga

Cesaraugusta

Celsa

Ilerda

Etobesa

¿Attacon?Bílbilis

Nertóbriga

Allavona

TuriassoBursada Belsinon

GracurisCalagorina

Segia

EDETANOS

CELTÍBEROS

VASCONES

Page 31: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 31 –

Los romanos comenzaron la conquista de la Penínsuladurante la guerra que mantuvieron con los cartagi -neses de Haníbal, hacia el 200 a. C. En los primeros

años, su principal objetivo fueron las tierras de la costamediterránea; primero Ampurias, Tarragona y Sagunto, lue-go desde Cartagena a Cádiz, y, a la vez, la ruta terrestreque unía estos dos últimos lugares a través del valle delGuadalquivir y de los ricos yacimientos mineros de SierraMorena. Eran territorios del sur peninsular que, en buenamedida, estaban en aquella época habitados por pueblosceltíberos, ya que a ellos pertenecían ciudades como Mai-nake (en la costa malagueña), Arunda (Ronda) o Iliturgi yCástulo (en el alto Guadalquivir).

Años después, los romanos fueron extendiendo suinfluencia hacia el interior de la Península, y una de lasrutas que siguieron fue la del valle del Ebro. Se sabe, porejemplo, que el pretor romano Manlio Acidino había yapenetrado con sus tropas río arriba en el año 188 a. C., yaque hay constancia de que llegó a combatir contra los cel-tíberos cerca de la ciudad de Calagurris, posiblemente entorno a la actual Calahorra.

No siempre se trató de una penetración impuestamediante las armas y con el solo ánimo de oprimir a los

LA GUERRA DE COMPLEGA

Page 32: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 32 –

pueblos hiberos. Con frecuencia, según se aprecia en lostextos antiguos, Roma utilizó sus legiones para establecerla paz entre vecinos mal avenidos, para favorecer elcomercio o, incluso, para permitir la realización de obraspúblicas que produjeron inmediatos beneficios a los indí-genas. Otra cosa es que esos logros del progreso requirie-sen el pago de un tributo a la metrópoli, pero no debe darse por supuesto que el balance entre las ventajas de lapaz y el costo de los tributos fuera negativo para los anti-guos habitantes del valle del Ebro.

Esto que acaba de decirse podrá verlo con claridad ellector en la historia de la primera guerra «aragonesa» de laque se tiene noticia, la de Complega, que tuvo lugar haciael año 180 a. C. en el valle del Huecha, en lo que actual-mente se conoce como Campo de Borja. El relato de esaguerra se ha conservado en una historia de Hiberia queredactó, hacia el año 150 de la era, Apiano, otro autor grie-go contemporáneo de Marco Aurelio.

El conflicto comenzó durante el mando del pretor roma-no Fulvio Flaco, cuando unos hiberos del pueblo de loslusones, que habitaban junto al río Ebro, se sublevaroncontra los romanos por carecer de suficientes tierras parasu sustento. Flaco fue contra ellos con sus tropas, segura-mente con el fin de defender las tierras de los que se man-tenían en la alianza con los romanos, y venció en batalla alos rebeldes, tras lo cual éstos se dispersaron. Pero todos

Page 33: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 33 –

los que estaban especial-mente faltos de tierra,aquellos que se ganabanla vida como jornalerosallí donde era necesariasu mano de obra, se con-gregaron en la ciudad deComplega, que segúndice Apiano era de funda-ción muy reciente, bienfortificada y que se habíadesarrollado con rapidez.Desde ese lugar, los re - beldes saquearon los pue - blos de los alrededo res yemplazaron al pretor ro -mano a retirarse y a entregarles por cada uno de sus muer-tos un caballo, una espada y un sayo (en latín, sagum),una prenda de lana entonces desconocida fuera de lospueblos celtibéricos y que Apiano explicaba así a sus lec -tores: «utilizan un manto doble y grueso que abrochantodo alrededor a la manera de una casaca militar y lo llaman sayo».

Según parece, no pudo el pretor con los rebeldes, por-que Complega fue poco más tarde el foco de otro gravedisturbio del orden romano que obligó a intervenir mili -tarmente al sucesor de Fulvio Flaco, Tiberio Sempronio

Fíbula de Herrera de los Navarros (Foto: L. Mínguez)

Page 34: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 34 –

Graco, el padre, uno de los más renombrados políticos dela época. Los sublevados, en esta ocasión, habían rodeadouna de las ciudades fieles a Roma llamada Caraues, queasediaban de manera muy estrecha y que no debía de estarsituada muy lejos de la propia Complega.

Precisamente es gracias a esa mención a Caraues por loque se puede localizar con precisión el entorno de la gue-rra, ya que esa ciudad es citada por el llamado Itinerariode Antonino, un repertorio romano de caminos que mues-tra la distancia y las etapas que separaban Za ragoza deTarazona a través de Alagón (mencionado en ese texto conla forma «Allobo»): de Caesaragusta a Allobo, 16 millas; deAllobo a Carauis, 21 millas; de Carauis a Turiasso, 18millas. Como la milla ro ma na se corresponde, aproximada-mente, con un kilómetro y medio, puede afirmarse conseguridad que Carauis o Caraues se hallaba situada en elvalle del Huecha, pro bablemente en algún lugar estratégi-co junto al río, entre Borja y Fréscano, quizá en Magallón.

Complega no es posible localizarla con tanta aproxi -mación, pese a su más que probable cercanía al río Huecha. La ciudad se describe con tres calificativos: reciénedificada, amurallada y «que había crecido con rapidez»,algo poco apropiado para un núcleo agrícola. A la vez, el lugar fue utilizado como refugio seguro para rebeldes y estuvo situado, dado el contexto histórico, en la fal-da noreste del Moncayo. Es posible, con esos datos, imagi-

Page 35: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 35 –

nar un núcleo minero en torno a alguno de los yacimientosde hierro o plata que en aquella época se explotaron en esa comarca, quizá en torno a Alcalá del Moncayo,Tabuenca o algún lugar de similares características, fácil-mente defendible de un ejército que se aproximara desdeel Ebro y con una buena vía de escape hacia la otra ver-tiente de la sierra.

Osca(Huesca)

Río

Gálle

go

Bortina(¿Almudévar?)

XII

XVIII

Gallicum(¿Zuera?)

XV

Cesaraugusta

XVI

XVI

Secontia(¿La Muela?)

XIV

XXINertobriga

(¿La Almunia?)Bilbilis

(Calatayud)

Río Ja

lón

Allobo(Alagón)

Río Ebro

Caravis(¿Magallón?)

Cascantum(Cascante)

Turiaso(Tarazona)

XIV

XVIII II Balsio (¿Fréscano?)

XXI

XXRío Huecha

CAMINOS DE ÉPOCA ROMANA DOCUMENTADOS EN EL ITINERARIO DE ANTONINO

Page 36: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 36 –

Los pactos de hospitalidad y algunos datos sobre laescritura celtibérica

La hospitalidad entre los celtíberos era algo proverbial, y de ello ha quedado eco en los autores antiguos. En la obrade Diodoro Sículo se encuentra el siguiente pasaje: «En cuan-to a sus costumbres son crueles con los malhechores y ene-migos; con los huéspedes, sin embargo, son afables y huma-nitarios. En efecto, todos consideran a los huéspedes quevienen a su país dignos de residir entre ellos y compitenentre sí en dar hospitalidad; a aquellos con quienes losextranjeros se relacionan los alaban y los consideran ama-dos por los dioses» (D. S. 5. 34).

Esa tradición ha dejado uno de los restos arqueológicosmás peculiares que se conocen de las antiguas culturas deHiberia, las llamadas «téseras» (tablillas) de hospitalidad. Setrata de pequeñas piezas metálicas que se fabricaban porparejas, asemejando ser las dos mitades complementarias deun mismo objeto. Cada una de las partes que sellaban el pac-to quedaba en propiedad de una mitad, en la que se habíaescrito el nombre del otro firmante del pacto.

Para que el lector pueda leer por sus propios medios latésera puede verse la tabla siguiente, que incluye la lecturade los símbolos del sistema de escritura celtibérico, interpre-tados sobre todo gracias a los estudios de Gómez Moreno(aunque en la actualidad todavía hay dudas sobre el signifi-cado de algunos caracteres o sobre cómo debían leerse algu-nas combinaciones de ellos). No está claro cuál pudo ser el

Page 37: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 37 –

Tésera de París, anverso y reverso: l-u-bo-s : a-l-i-s-o-ku-m : a-u-a-lo : ke : ko-n-te-bi-a-s : be-l-a-i-s-ka-s; lo que en aragonés castizo podría quizá traducirse así:

Lubo de casa Aliso, el hijo de Avalo, de Contrebia Belaisca

Page 38: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 38 –

Caracteres delsignario

celtibérico

Monedas de Bílbilis con el rótulo en caracteres celtibéricos(izquierda) y latinos (derecha); obsérvese la correspondencia

entre los signos (Fotos: Archivo CAI)

origen de este sistema de escritura, pero pare-ce razonable imaginarlo como una adaptación de alguna forma arcaica del alfabeto griego quehubiesen traído hasta la Península colonos ocomerciantes.

Téngase en cuenta que los signos silábicos utilizados en esta escritura no diferenciaban sono-ras de sordas, esto es, que no se distinguían la «t»de la «d», la «p» de la «b», ni la «c» de la «g»; algoparecido a lo que ocurría en latín entre Gayo yCayo, que de las dos maneras podía escribirse. Y recuérdese también que, como no disponían de signos para todos los sonidos, debían hacerdiferentes combinaciones que complican la lectu-ra e interpretación; por ejemplo, para poner «bri»debían poner «bi-r-i».

Page 39: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 39 –

Cuando Tiberio Sempronio Graco llegó a la zona consus tropas, encontró Caraues rodeada y sin posibilidadesde comunicarse con ella. Cuenta entonces Apiano lasiguiente anécdota acerca de cómo fueron avisados loscarauenses acerca de su próxima liberación:

«Por aquel tiempo asediaban la ciudad de Carauis, queera aliada de Roma, veinte mil celtíberos. Como era muyprobable que fuera tomada, Graco se apresuró a acudir ensocorro de la ciudad, pero después de haber establecido uncerco en torno al enemigo, no pudo comunicar a la ciudadsu proximidad. Por consiguiente, Cominio, uno de los pre-fectos de caballería, tras meditar consigo mismo el asunto yexponer su audaz proyecto a Graco, se ciñó un sayo a lausanza hibera y se unió secretamente a los soldados enemi-gos que iban en busca de forraje. De este modo penetró, ensu compañía, en el campamento, como si fuera un hibero y,atravesando a la carrera hasta Carauis, les comunicó queGraco venía hacia ellos. Estos consiguieron mantenerse asalvo aguantando con fortaleza el asedio, hasta que llegóGraco al cabo de tres días, y los sitiadores levantaron elasedio» (App. Hisp. 43).

Derrotados de esa manera los rebeldes, veinte mil habi-tantes de Complega (recuérdese que en las historias anti-guas —y también modernas— el tamaño de los ejércitosenemigos se exagera con frecuencia), que posiblementeeran los mismos que el romano acababa de dispersar, sedirigieron al campamento de Graco con ramos de olivo enseñal de paz y de súplica. Sin embargo, según narra Apiano,

Page 40: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

Representación figurada de un corneta celtibérico; obsérvese la fíbula sujetando el sayo (Dibujo de Angus McBride)

Page 41: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 41 –

se trataba de una artimaña: «veinte mil habitantes de Com-plega llegaron hasta el campamento de Graco con ramasde olivo a modo de suplicantes y, cuando estuvieron cerca,le atacaron de improviso y provocaron la confusión. Éste,con habilidad, les dejó su campamento y simuló la huida.Después, dando la vuelta, los atacó mientras se dedicabanal saqueo, mató a la mayoría y se apoderó de Complega yde los pueblos vecinos».

Resuelto así por las armas el conflicto, Tiberio Sempro-nio Graco se dedicó a solucionar la verdadera causa que lohabía originado: la escasez de tierras y la pobreza de lossublevados. Para ello, asentó a los celtíberos desposeí-dos como si de colonos se tratara, mediante el reparto delotes de terreno, y preparó tratados de paz muy elaboradospara establecer la concordia entre los pueblos de la región,y entre éstos y Roma. Este aspecto de la labor de la metró-poli, como ya se ha apuntado, ofrece el interés de mostraral invasor en su vertiente civilizadora, y la posibilidad decontemplar el proceso de colonización romana no sólocomo la creación de ciudades y suelo agrícola para benefi-cio de veteranos del ejército romano, sino también parafavorecer al pueblo indígena, incapaz por sí mismo de aco-meter esas tareas de progreso. No debe olvidarse que elestablecimiento de una colonia, en la Antigüedad o encualquier otra época de la historia, no es sólo un simplereparto de tierras, sino también (y sobre todo) una com -pleja labor de medidas topográficas, de expropiaciones, de

Page 42: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 42 –

obras hidráulicas o de nive-laciones de terrenos; y só-lo un poder centralizado esca paz de or ganizar tareas se me jantes.

No puede asegurarsedónde llevó a cabo Tiberioese «asentamiento en ciu-dad» y esos repartos de «tie-rra medida» a los lusonesmenesterosos que mencio-na Apiano en su texto. Hayconstancia, por otras fuen-tes, de que este pretor ro -mano realizó, al me nos,

dos asentamientos de co lonos en Hiberia: uno en la celtí-bera Iliturgis, cerca de Mengíbar, junto al Guadalquivir;otro en la antigua Ilurcis, que refundó con el nombre deGracchuris y que posiblemente estuvo situada en el valledel río Alhama, a medio camino entre Cascante y Calaho-rra, según documenta el Itinerario de Antonino ya citado.

Es posible que los compleguenses, o parte de ellos, fue-ran trasladados al norte y asentados en esa Gracchuris,pero no puede descartarse la posibilidad de que alguno delos núcleos de población romanos que hay atestiguados en época romana en los valles del Huecha o del Queiles

Agrimensor romano con la groma, un antiguo aparato de topografía

(Dibujo de David Macaulay)

Page 43: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 43 –

hubieran tenido su origen en esta labor colonizadora deTiberio Sempronio Graco.

La pacificación de la Celtiberia del Moncayo se asegurócon esos tratados de paz que preparó el pretor romano yque resume así Apiano: «Llevó a cabo tratados perfecta-mente regulados con todos los pueblos de esta zona, sobrela base de que serían aliados de los romanos. Les dio ytomó juramentos que serían invocados, en muchas oca -siones, en las guerras futuras. A causa de tales hechos,Graco se hizo célebre en Hiberia y Roma y fue recompen-sado con un espléndido triunfo». Además, según se deducede un pasaje de Suidas, autor de un diccionario históricoen época bizantina, esos tratados habrían obligado a losnuevos aliados hiberos, en un principio, a proporcionar ala metrópoli tributos y soldados, pero los gobernantesromanos les eximieron de esa obligación. En esas condi-ciones, no es de extrañar que la paz de Graco fuera bienaceptada por los celtíberos y que tuviera una larga vida.

Por lo que respecta a los lusones, restablecida así la pazdesaparecieron casi definitivamente de la historia escrita.Sólo en una ocasión volvieron a citarse en los relatos con esa misma denominación. Fue en el año 139 a. C.,cuando un ejército romano enviado contra Numancia, almando de un tal Popilio, atacó a los lusones, de los que enesa ocasión afirman los autores antiguos que eran un pue-blo vecino de los numantinos.

Page 44: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 44 –

Los lusones, el dios Lug y las dos Contrebias

El nombre del pueblo de los lusones proviene, pro-bablemente, de una palabra emparentada con la espa-ñola «luz» y el lux latino: los celtas tenían un dios muypoderoso llamado Lug, que era la divinidad del sol y del rayo (en bretón, relámpago se dice luhed), y tam-bién el dios del comercio y del ingenio.

El nombre de Lug está asimismo relacionado con lapalabra celta que designaba el color blanco, «leucos»,esto es, lo luminoso, como en la palabra griega que lla-ma leucocitos a los glóbulos blancos. Ese dios celta dionombre a varios pueblos y ciudades en la Antigüedad,como fue el caso de la conocida Lugo gallega, perotambién el del pueblo aragonés de Luco de Jiloca, o elde Luzaga y Luzón, junto al río Tajuña, al sur de Medi-naceli. Quizá, incluso, el dios Lug fuera expresamenteel origen del nombre de los lusones, en cuyo caso esadenominación debería de entenderse en el sentido de«pueblo de Lug»; aunque tampoco debe descartarse unsignificado basado en el color: «el pueblo blanco».

Los textos antiguos hablan de una ciudad llamadaContrebia Leucade, que se identifica habitualmente conel yacimiento de Inestrillas, en el valle riojano del ríoAlhama. Como en celta la palabra «contreb», documenta-da en lengua gala y en galés, venía a significar algo asícomo «poblado» o «ciudad», y ese Leucade se explica

Page 45: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 45 –

bien por el «leucos» citado, el nombre de ese lugar sepodría traducir por «ciudad blanca» o, también, «ciudadde los lusones».

En contraposición a lo anterior, se puede intentarexplicar el nombre de la otra Contrebia, la Belaisca. Lamejor hipótesis es relacionarla con el actual antropóni-mo Velasco o Blasco, derivados de un antiguo bela,cuervo, que no es seguro de qué lengua procede (elorigen pudo ser céltico, y se ha conservado en el belevasco y en la heráldica de esos apellidos). Hay otrostopónimos similares en España, en el sur de Francia yen la Lombardía: Balasc, Balasque, Velasca..., y tambiénestá el nombre del antiguo pueblo celtíbero de losbellos, que habitaba en torno a los valles del Jalón, Jilo-ca y Huerva (recuérdese también el Bello de la lagunade Gallocanta).

Según todo esto, puede proponerse para Belaisca ybellos una relación con «cuervo» y «negro», e interpretarel nombre de esa Contrebia como «ciudad negra» o «ciu-dad de los bellos».

Page 46: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli
Page 47: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 47 –

Unos treinta años después de que se acordara la pazde Graco, hacia el año 155 a. C., surgió nuevamen-te la discordia entre los celtíberos del antiguo terri-

torio de Aragón y Roma. Al parecer, en torno al Moncayose había llegado a unas condiciones económicas muy favo-rables, lo que previsiblemente había convertido a estospueblos en una amenaza potencial para el poder romano(aunque también pudiera pensarse, sin más, que ese enri-quecimiento celtibérico había despertado la codicia de losgobernantes del imperio).

La causante directa del conflicto fue la ciudad de Segeday sucedió de esta manera, según el relato de Apiano:

«No muchos años después, estalló en Hiberia otra guerra,difícil a causa del siguiente motivo. Segeda es una ciudadperteneciente a una tribu celtíbera llamada bellos, grande ypoderosa, y estaba inscrita en los tratados de SempronioGraco. Esta ciudad forzó a otras más pequeñas a establecer-se junto a ella; se rodeó de unos muros de aproximadamen-te cuarenta estadios de circunferencia [unos 7,5 km] y obli-gó también a unirse a los titthos, otra tribu limítrofe. Alenterarse de ello, el senado prohibió que fuera levantada lamuralla, les reclamó los tributos estipulados en tiempos de

SEGEDA. LA GUERRA QUE CAMBIÓEL CALENDARIO

Page 48: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 48 –

Graco y les ordenó que proporcionaran ciertos contingen-tes de tropas a los romanos. Esto último, en efecto, tambiénestaba acordado en los tratados. Los habitantes de Segeda,con relación a la muralla, replicaron que Graco había prohi-bido fundar nuevas ciudades a los celtíberos, pero no forti-ficar las ya existentes. Acerca del tributo y de las tropasmercenarias, manifestaron que habían sido eximidos porlos propios romanos después de Graco. La realidad era queestaban exentos, pero el senado concede siempre estos pri-vilegios añadiendo que tendrán vigor en tanto lo decidan elsenado y el pueblo romano» (App. Hisp. 44).

Hay otro relato antiguo de estos mismos hechos que dauna imagen más vívida de cómo se sucedieron los aconte-

Vista aérea del Poyo de Mara, yacimiento arqueológico identificado como Segeda I

Page 49: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 49 –

cimientos, aunque por un probable error de copia en el texto griego se llama a la ciudad Begeda, en lugar delcorrecto Segeda. Procede de la obra del historiador Dio -doro Sículo y se ha preservado en una colección de frag-mentos sobre sentencias judiciales de época bizantina.Dice así:

«Había en la Celtiberia una pequeña ciudad llamadaBegeda, que obligada por el aumento de su poblaciónvotó construirla más grande. Pero el senado, desconfian-do de su creciente poder, envió emisarios para impedirloen nombre de los tratados, donde, con otras muchascosas, estaba escrito que los celtíberos no podían cons-truir una ciudad sin el consentimiento de los roma-nos. Contestó a esto uno de los ancianos llamado Caciro,que los tratados prohibían fundar nuevas ciudades, perono ampliar las antiguas, y que ellos no fundaban unaciudad sino que reparaban una ya existente, con lo quenada hacían ni contra los tratados ni contra la comúncostumbre de todos los hombres; en todo lo demás pres-tarían siempre obediencia y cordial ayuda al puebloromano, siempre que de ello tuviese necesidad, pero enesta ocasión de ningún modo desistirían de edificar laciudad. La asamblea aprobó unánimemente la propuestay los enviados la refirieron al senado; éste consideró rotoel pacto y declaró la guerra» (D.S. 31, frag. 39).

Por tanto, los de Segeda decidieron seguir el parecer desu senador, aprobado por la asamblea de la ciudad, y nohacer caso del requirimiento; así que continuaron la cons-

Page 50: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 50 –

La localización de Segeda

No es seguro dónde estuvo situada la ciudad celtibérica, perosí existe una hipótesis generalmente aceptada, que es localizarlaen Durón de Belmonte, junto al río Peregil, cerca de Calatayud.Se trata de la identificación que propuso Adolf Schulten el año1933, basándose sobre todo en la conservación en el lugar devarios tramos de un muro de grandes sillares, en la tradicionalaparición de monedas de bronce y plata de «Sekaisa» (esto es,Segeda) en los campos de los alrededores y en la proximidaddel lugar al teatro de la guerra celtibérica del año 150, que indu-dablemente tuvo en el valle del Jalón uno de sus principalesescenarios.

En la actualidad, el gran valedor de esta hipótesis es Francis-co Burillo, el investigador que excava el citado yacimiento y que ha publicado varios estudios en los que defiende laidenti ficación de dos Segedas: la más antigua o Segeda I en elyacimiento conocido como el Poyo de Mara, que sería la des-truida por Nobílior; y la más moderna, denominada Segeda II,en los restos muy próximos de Durón de Belmonte, que fueronlos estudiados por Schulten, ciudad que habría llegado a su findurante las guerras civiles del siglo I a. C.

Page 51: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 51 –

trucción de su muralla, a la vez que se negaban al pago delos tributos y a facilitar tropas. Consideraron los segeden-ses, probablemen te, que disponían del tiem po suficientepa ra terminar sus fortificaciones y asegurar la defensa desu ciudad, ya que Roma, al parecer, no con taba con tropasbastantes en Hiberia para atacar a los celtíberos bellos ynecesitaba reclutar antes un nuevo ejército.

Para organizar una leva de tropas en la capital del impe-rio, primero debían ce lebrarse las elecciones anuales de losmagistrados. Éstos comenzaban su mandato el día primerodel año, que por aquel entonces se celebraba el 1 de mar-zo, y a partir de entonces se desarrollaba el reclutamientoy aprovisionamiento de las tropas; a continuación, era pre-ciso embarcar todos los efectivos militares y trasladarlos ala provincia; y, por último, acercar el ejército por tierra a suobjetivo. Por tanto, si los de Segeda sabían que Roma nodisponía de tropas listas para el ataque, no es de extra-ñar que creyeran disponer de tiempo suficiente para ter -minar su muralla y organizar una defensa que fuera capazde desanimar a cualquier atacante.

Los gobernantes romanos fueron partidarios de lasmedidas más extremas, casi podría decirse que de unamanera desesperada, dado que la urgencia en llevar laguerra a Hiberia fue evidente por la excepcional medi-da que hubo de adoptarse: en ese año de 153 a. C., en elque dio comienzo la Guerra de Segeda, se rompió la tradi-

Page 52: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 52 –

ción secular que ponía el comienzo del año romano el 1de marzo y se adelantó esa fecha al 1 de enero. Con ello sepretendía dar tiempo a los nuevos cónsules para organizarsu ejército de tal manera que pudieran llegar ante Segedacon antelación suficiente como para guerrear antes delpró ximo invierno; y también, por supuesto, para sorpren-der a los bellos antes de que terminaran sus fortificaciones.

La modificación del calendario fue un éxito (que aúnperdura en el Año Nuevo actual), ya que las legiones llega-ron ante la muralla de Segeda cuando ésta estaba aún sinterminar, lo que obligó a huir a sus habitantes, que se refu-giaron en Numancia.

Roma contra Segeda(según José Manuel Pastor)

Page 53: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 53 –

El ejército romano enviado contra los bellos de Sege-da estaba al mando del cónsul Fulvio Nobílior y sullegada, probablemente remontando el valle del

Ebro y luego el del Jalón, provocó la huida de los habi -tantes de la ciudad. Formaban la expedición unos treintamil hombres, es decir, un ejército consular completo: doslegio nes de seis mil soldados y su equivalente en auxiliaresitálicos, además de un cuerpo de caballería de unos cincomil jinetes.

Los segedenses, según el relato de Apiano, se refugiaronentre los arevacos, y todos ellos unieron sus tropas bajo elmando de Caro, posiblemente el mismo Caciro antes cita-do, y tendieron una emboscada a Nobílior en algún lugarsituado entre Segeda y Numancia, que era el lugar hacia elque se dirigieron tanto los segedenses como Nobílior. Así,pues, si se acepta la hipótesis de situar la ciudad celtíberaen el valle del río Peregil, la emboscada se habría produci-do en el camino que en aquella época habría unido ambasciudades, probablemente el mismo que hoy día va de Cala-tayud a Soria remontando la rambla del Ribota. El texto deApiano lo cuenta de la siguiente manera:

«Nobílior fue enviado contra ellos con un ejército decasi treinta mil hombres. Los segedanos, cuando supie-

LA CAMPAÑA DE FULVIO NOBÍLIOR

Page 54: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 54 –

ron de su próxima llegada, sin dar remate ya a la cons-trucción de la muralla, huyeron hacia los arevacos consus hijos y sus mujeres y les suplicaron que los acogie-ran. Estos lo hicieron así y eligieron como general a unsegedano llamado Caro, que era tenido por hombrebelicoso. A los tres días de su elección, apostando enuna espesura a veinte mil soldados de infantería y cincomil jinetes, atacó a los romanos mientras pasaban. Aun-que el combate resultó incierto durante mucho tiempo,logró dar muerte a seis mil romanos y obtuvo un bri-llante triunfo. Tan grande fue el desastre que sufrióRoma. Sin embargo, al entregarse a una persecucióndesordenada después de la victoria, los jinetes romanosque custodiaban la impedimenta cayeron sobre él ymataron al propio Caro, que destacó por su valor, y asus acompañantes, en número éstos no inferior a seismil, hasta que la llegada de la noche puso fin a la bata-lla. Estos sucesos tuvieron lugar el día en el que losromanos acostumbraban a celebrar una procesión enhonor de Vulcano. Por este motivo, desde aquel tiempo,ningún general romano quiso comenzar un combatevoluntariamente en este día».

La fecha de ese primer combate, determinada por lafecha de las Vulcanalia, fue el 23 de agosto, así que puedededucirse lo acertado del cambio en el calendario, ya quepese a los tres meses de adelanto en la toma de posesión,Nobílior sólo alcanzó la zona de guerra bien avanzado elverano. En lo referente a las seis mil bajas del ejército

Page 55: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 55 –

romano, debe tenerse en cuenta que la cifra se corres -ponde con los efectivos habituales de una legión o los deuna de las formaciones de auxiliares itálicos que acompa-ñaban habitualmente a las tropas romanas. Esto es, que lacelada celtíbera sorprendió casi con seguridad en orden demarcha al ejército de Nobílior y acabó con uno de suscuerpos de ejército antes de que las reservas romanas reac-cionaran contra los atacantes.

A partir de la batalla de las Vulcanalia, el conflicto aban-donó por un tiempo el territorio del actual Aragón y diocomienzo lo que propiamente se denomina la Guerra deNumancia, que tuvo como principal protagonista a esa ciu-dad, principal reducto de los celtíberos enfrentados conRoma y cuyos restos se encuentran junto a la actual Soria.

La campaña inicial en tierras de la Meseta no fue favora-ble a las tropas de Nobílior, pese a recibir el refuerzo dediez elefantes enviados desde África, ya que fracasaron losromanos en todos sus intentos.

Además, tras la traición de la ciudad de Hocilis, quizá laactual Medinaceli, en la que tenían almacenados sus per-trechos de guerra y su dinero los romanos, acabaron éstospor verse prácticamente bloqueados en territorio hostil ytuvieron que invernar junto a Numancia, faltos de víveres y sin equipo apropiado para soportar la nieve y el inten-so frío.

Page 56: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli
Page 57: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

Yacimiento de Durón de Belmonte, identificado como Segeda II(Foto: F. Burillo)

Page 58: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 58 –

El armamento de un celtíbero

El ajuar funerario de una de las tumbas de Alpanseque, enSoria, es uno de los ejemplos más ricos que muestran cómoera el armamento celtibérico. A la izquierda, puede verse unade las características espadas cortas, con una hoja en torno alos 25 cm de longitud y filos extraordinariamente cortantes;va introducida en su vaina, y en su interior apareció tambiénla punta metálica de una lanza (el mango, de madera, no seha conservado). El escudo era casi siempre en madera recu-bierto con un umbo de chapa metálica que, en este caso,cubría casi la totalidad del armazón, lo que es poco frecuen-te; debajo, las hebillas utilizadas para sujetar el escudo conuna correa de cuero. A la derecha, arriba, los restos de un casco, un elemento raro entre los hallazgos de armas

Page 59: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 59 –

celtibéricas. Y por último, una espuela y parte del bocadoutilizado para embridar la montura, los rasgos distintivos deun caballero.

Un texto de Diodoro Sículo describe en detalle a los solda-dos celtíberos, y dice así: «no sólo presentan en los combatesexcelentes jinetes, sino también un ejército de infantes que sedistinguen por su vigor y firme destreza. Éstos suelen llevarunos ásperos sayos negros y que tienen la lana semejante alvellón de las ovejas. Algunos celtíberos van armados de lige-ros escudos alargados, al estilo galo, y otros con escudos cir-culares de mimbre que tienen el tamaño de los áspides, entorno a las piernas se enrollan grebas de crines, en las cabe-zas se ciñen cascos de bronce adornados con penachos de color púrpura. Usan espadas de doble filo y forjadas enexcelente hierro, llevando puñales de un palmo de los que sesirven cuando se traba el encuentro en los combates. Algoparticular es en ellos su modo de preparar las armas ofensi-vas. Esto es: ocultan bajo tierra unas láminas de hierro y lasdejan así hasta que el orín que nace por efecto del tiem-po consume la parte más débil del hierro y queda la par-te más sólida, de la cual fabrican magníficas espadas y todolo demás que concierne a la lucha. Y el arma así hecha escapaz de hendir todo lo que caiga bajo ella, su golpe no loresisten ni el escudo, ni el casco, ni el hueso por la extrema-da calidad del hierro. Como se valen de dos modos de lucha,cuando obtienen la victoria habiendo luchado a caballo, sal-tando a tierra y adoptando el orden de tropa a pie, entablanluchas admirables» (D. S. 5. 33).

Page 60: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

Panoplia de armas celtas, según un bajorrelieve de Pérgamo

Page 61: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 61 –

Así las cosas, la metrópoli tuvo que enviar refuerzos,probablemente para abrir un paso hasta las tropasde Nobílior. Al frente del nuevo ejército venía Clau-

dio Marcelo, un experimentado general que consiguiópenetrar las líneas enemigas con ocho mil infantes, qui-nientos jinetes y máquinas de asedio, que emplazó frente aHocilis. Esta ciudad, vistas las circunstancias, aceptó la paza cambio de entregar algunos rehenes y treinta talentos deplata, algo menos de 800 kg de plata (unos 175.000 dena-rios, si es que se trataba de plata amonedada), un dineroque era quizá el tesoro del ejército de Nobílior, del que losde Hocilis se habían apropiado meses atrás.

Ante la benevolencia de Marcelo, los nertobrigensestambién pidieron la paz, que fue aceptada a cambio deproporcionar cien jinetes al ejército romano. De esta Nertó-briga se conoce bastante bien su ubicación, de nuevo gra-cias al Itinerario de Antonino. Estaba situada en las proxi-midades de La Almunia de Doña Godina, guardando laentrada a los desfiladeros del Jalón, el camino natural quemuy posiblemente utilizaron durante esta guerra las tropasromanas para adentrarse hasta Segeda y Numancia. Losdatos del Itinerario que permiten localizar la ciudad son

LA CAMPAÑA DE CLAUDIO MARCELO

Page 62: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 62 –

los siguientes, y recuérdese que debe aplicarse la equiva-lencia aproximada de un kilómetro y medio por milla: deCesaraugusta (Zaragoza) a Secontia, 16 millas; de Secontiaa Nertóbriga, 14 millas; y de Nertóbriga a Bílbilis (en elcerro de Bámbola, junto a Calatayud), 21 millas. El cambiode bando de la estratégica Nertóbriga iba a alterar demanera importante la balanza de la guerra, pero el acuerdose vio estorbado por la actitud de la caballería nertobri -gense, que atacó por sorpresa las líneas de abastecimientoromanas. Por ello, Marcelo decidió comenzar el asedio deesta ciudad, lo que obligó a sus habitantes a pedir indul-gencia mediante un heraldo revestido con piel de lobo,indumentaria que posiblemente era la que utilizaban losmensajeros celtíberos para reclamar su inviolabilidad.

Sin embargo, el resultado de la guerra no debía de estar,con todo, muy claro, ya que ambos bandos pactaron un armisticio y detuvieron los enfrentamientos. Nada sedice del ejército de Nobílior que el invierno anterior habíaquedado aislado junto a Numancia, y para el que Marcelo,según se deduce del relato de Apiano, quizá no con -siguió abrir una vía de escape por la fuerza. En cambio, símenciona este historiador un importante obstáculo queimpidió en ese momento un rápido acuerdo de paz paradevolver la región a la estabilidad que habían logrado lostratados de Graco, y es que los celtíberos de la región noformaban un frente común antirromano, sino que estabandivididos entre sí y enfrentados; algo que no era nuevo,

Page 63: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 63 –

según se vio ya durante la Guerra de Complega. Dice así eltexto griego:

«Al año siguiente llegó, como sucesor en el mando deNobílior, Claudio Marcelo con ocho mil soldados de infante-ría y quinientos jinetes. Logró cruzar con suma precauciónlas líneas de los enemigos que le habían tendido una embos-cada y acampó ante la ciudad de Hocilis con todo su ejército.Hombre efectivo en las cosas de la guerra, logró atraerse deinmediato a la ciudad y les concedió el perdón, tras exigirrehenes y treinta talentos de plata. Los nertobrigenses, alenterarse de su moderación, le enviaron emisarios para pre-guntarle por qué medios obtendrían la paz. Cuando les orde-nó entregarle cien jinetes para que combatieran a su ladocomo tropas auxiliares, ellos le prometieron hacerlo, pero,por otro lado, lanzaron un ataque contra los que estaban enla retaguardia y se llevaron algunas bestias de carga. Pocodespués, llegaron con los cien jinetes, como en efecto sehabía acordado, y con relación a lo ocurrido en la retaguar-dia, dijeron que algunos de los suyos, sin saber lo pactado,habían cometido un error. Entonces, Marcelo hizo prisione-ros a los cien jinetes, vendió sus caballos, devastó la llanura yrepartió el botín entre el ejército. Los nertobrigenses, al serconducidas contra ellos máquinas de asalto y plataformas,enviaron un heraldo revestido de una piel de lobo en lugardel bastón de heraldo y solicitaron el perdón. Éste replicóque no lo otorgaría a no ser que los arevacos, bellos y titthoslo solicitaran todos a la vez. Cuando se enteraron estas tribus,enviaron celosamente emisarios y pidieron a Marcelo que,tras imponerles un castigo moderado, se atuviera a los trata-

Page 64: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 64 –

dos firmados con Graco. Se pusieron en contra de esta peti-ción algunos nativos a quienes ellos habían hecho la guerra»(App. Hisp. 48).

Dos fueron las embajadas enviadas a Roma por Marcelo:una la de los «amigos», a la que los romanos hospedaronen la propia ciudad; otra la de los «enemigos», que debie-ron acampar fuera de la muralla, al otro lado del Tíber.Aunque no queda del todo claro quiénes fueran unos yotros, ya que un fragmento de las Historias de Polibio quese ha conservado menciona que estos amigos de Romaeran bellos y titthos, pero no todos ellos; de ahí se deducenecesariamente que el resto de esos pueblos estaba con

Cabezal de catapulta romana del siglo I a. C., hallado en La Caridad de Caminreal

Page 65: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 65 –

los enemigos, grupo que en ese momento de la guerraparecía formado sobre todo por los arevacos.

El general Claudio Marcelo recomendó la paz y cederante los belicosos, pero los bellos y titthos partidarios deRoma expusieron al senado que era preciso un escarmien-to, ya que en caso contrario sería necesario un ejércitoconsular permanente que les protegiese de los arevacos yque castigase los daños que les producían. Alusión estaúltima difícil de explicar, salvo que se piense en el posibleenfrentamiento que podrían producir anualmente los gana-dos arevacos al trasladarse desde la Meseta a pastos deinvierno reivindicados por otros pueblos, o quizá al lasti-mar cultivos de estos últimos. Recuérdese que la importan-cia de la cabaña ovina entre los celtíberos de la Mesetaqueda reflejada en las cifras de sayos de lana que entre -garon algunas de sus ciudades a las tropas romanas, porejemplo los 18.000 que aportaron numantinos y termesti-nos, según cuenta un pasaje de Diodoro Sículo.

Los tratados con Roma

Según los autores antiguos, el tratado más antiguo quepactaron celtíberos y romanos fue el que preparó TiberioSempronio Graco hacia el año 180 a. C., por el que se ins-tituyó un estado de paz en la región. Se conocen tres delas cláusulas del acuerdo: los pueblos firmantes seríanaliados de Roma, no podrían construir ciudades sin el

Page 66: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 66 –

permiso del senado y, a cambio, los romanos renunciarí-an a exigirles tributos y tropas. Además, se sabe que elacto del acuerdo fue acompañado de juramentos solem-nes, pero también algo más: los pueblos que aceptaron eltratado estaban “inscritos” en él.

Esto último, que demuestra que los términos de la pazfueron puestos por escrito —lo que era algo habitual enla época—, tiene su importancia, sobre todo si se recuer-da el pacto al que llegaron numantinos y romanos el año137, tras la ignominiosa derrota que sufrieron las tropasde Hostilio Mancino ante Numancia. La rendición del ejér-cito consular, una de las más afrentosas para Roma, serealizó de acuerdo con un tratado que por parte romananegoció un nuevo Tiberio Sempronio Graco, el hijomayor del que ya había pactado años antes la paz con losceltíberos.

La derrota de Mancino y el posterior acuerdo fueronmás tarde debatidos por el senado, que se resistió a reco-nocer la validez de un tratado con los numantinos en elque éstos aparecían como iguales a los romanos, nocomo aliados ni como súbditos. A la ciudad del Tíber acu-dieron Mancino, el general en jefe, y Graco para defenderlo que se había acordado, y también embajadores numan-tinos con el mismo propósito. Pero el senado desoyó losargumentos de todos ellos, condenó el pacto como «elmás vergonzoso» que se había realizado y entregó a Man-cino desnudo a los numantinos para que respondiera ante

Page 67: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 67 –

ellos de una paz que el gobierno romano no asumiócomo suya.

Dos pasajes proporcionan más información de interéssobre ese pacto. Uno es del propio Apiano, donde se afir-ma que los numantinos «mostraron» el tratado ante elsenado; es decir, que se había puesto por escrito y quetenía la forma de un objeto que podía transportarse.

El otro pertenece a la obra De uiris illustribus, atribui-da a Aurelio Víctor, en el que se dice que el tratado encuestión fue realizado según las leyes celtíberas, in legeshostium, y que fue “grabado”: foedus percussit.

Informaciones todas ellas que permiten concluir, comomuy posible, que el tratado firmado por los numantinoscon Mancino fue, en realidad, un epígrafe de bronce gra-bado en caracteres celtibéricos y redactado según las nor-mas legales vigentes en Numancia. Es decir, que su aspec-to pudo ser similar al de uno de los bronces indígenas deBotorrita.

Bronce de Botorrita I (Cara A) antes de su restauración (Foto: J. A. Duce)

Page 68: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 68 –

Los senadores desoyeron los consejos de Marcelo, enquien habían perdido la confianza, y decidieron continuarla guerra y reclutar un nuevo ejército que pusieron al man-do de Licinio Lúculo, un general que pronto se hizo famosopor su avaricia y crueldad. Pese a ello, mientras las nuevastropas iban camino de Hiberia, Claudio Marcelo, un políti-co muy experimentado y de gran prestigio, trató en privadocon el jefe de la embajada enemiga que había ido a Roma yllegó a un acuerdo secreto con él. Según se deduce del tex-to de Apiano, aunque no se afirme con claridad en el textogriego, los rápidos acontecimientos que sucedieron a conti-nuación ha brían sido el resultado de esa negociación priva-da: los arevacos reforzaron Nertóbriga, la estra tégica forta-leza del Jalón, con cinco mil soldados, lo que aseguraba suposición de fuerza al controlar el principal acceso a laregión en guerra; y los celtíberos permitieron al ejércitoromano marchar libremente hasta Numancia para recibirallí la rendición de «bellos, titthos y arvacos» a cambio dedinero y rehenes, estos últimos rápidamente liberados porMarcelo. Apiano lo narra de la manera que sigue:

«Lúculo se puso en camino, y Marcelo anunció pública-mente la guerra a los celtíberos y les devolvió sus rehenescomo lo habían pedido. Después llamó a su lado al porta-voz de los celtíberos en Roma y estuvo conferenciando conél en privado durante largo rato. En razón de esto, se empe-zó precisamente a sospechar ya entonces, y después fueconfirmado en mayor medida por los acontecimientos pos-

Page 69: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 69 –

teriores, que intentaba convencerles de que pusieran en susmanos sus asuntos, buscando con ansiedad dar fin a la gue-rra antes de la llegada de Lúculo. Después de esta entrevis-ta, cinco mil arevacos ocuparon Nergóbriga, y Marcelo sepuso en marcha hacia Numancia y acampó a una distanciade cinco estadios de ésta [1 km aprox.]. Persiguió a losnumantinos acorralándolos en la ciudad y, finalmente, eljefe de éstos, Litennón, haciendo un alto, dijo a voces quequería reunirse con Marcelo para negociar. Cuando estu -vieron reunidos, afirmó que los bellos, titthos y arevacos se ponían voluntariamente en manos de Marcelo. Éste, felizpor la noticia, exigió rehenes y dinero a todos ellos y,habiéndolos tomado, los dejó libres. De este modo, terminóla guerra de los bellos, titthos y arvacos antes de la llegadade Lúculo» (App. Hisp. 50).

Así acabó la contienda, con una rendición más formalque efectiva de los celtíberos rebeldes, pero compensadapor el pago de una elevadísima indenmización de guerra:600 talentos de plata (más de 16 toneladas), según dicePosidonio, una cantidad que esta vez sí fue un argumentode peso ante los senadores romanos, que ratificaron elacuerdo y permitieron que volviera la paz a la región.

Page 70: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 70 –

Agua, plata, hierro y oro

Los pueblos celtíberos que se asentaron en el Siste-ma Hibérico eligieron bien su territorio, que de ningu-na manera podía considerarse en aquella época pobreo poco favorecido. Por un lado, la región es abundan-te en ríos de caudal constante y gran pendiente, loque ha facilitado tradicionalmente el aprovechamien-to agrícola de las márgenes gracias a obras hidráulicasde poco coste; recuérdese que ya Marcial hablaba dedóciles corrientes de agua que riega, esto es, de ace-quias (12, 31).

Por otra parte, desde antiguo son famosos los yaci-mientos minerales del Moncayo y de Sierra Menera,donde hasta épocas recientes se han mantenido enexplotación filones de plata y hierro. La importanciade tales yacimientos mineros en la Antigüedad quedabien reflejada en datos como esas dieciséis toneladasde plata con las que bellos, titthos y arevacos com-praron la paz el año 151 a. C.; o también en los rela-tos antiguos que mencionan la calidad del hierro quese forjaba en Turiaso o Bílbilis. La propia fuerza mili-tar de los pueblos celtibéricos habría sido impensableen aquella época para un pueblo que no hubiesecontado con abundante mineral y con importantesferrerías.

Page 71: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 71 –

Y no debe olvidarse el oro del Jalón, documentadoen dos epigramas de Marcial que no dejan lugar adudas: uno narra la emoción del poeta al volver a sutierra bilbilitana, y comienza ducit ad auriferas quodme Salo celtiber oras (10, 13), esto es, el celtíberoJalón me lleva a las orillas auríferas; el otro es un rela-to de cómo pasaba Marcial los días en su ciudadnatal, de la que dice: «Bílbilis, soberbia por su oro ypor su hierro» (12, 18).

Forja antigua según la pintura de un vaso griego de figuras negras

Page 72: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli
Page 73: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 73 –

Unos cincuenta años después de la Guerra deNuman cia, que concluyó con la destrucción de esaciudad en el 133 a. C., tuvo lugar otro conflicto que

afectó a todo el antiguo territorio aragonés y del que haquedado constancia escrita. El protagonista fue Quinto Ser-torio, un general romano que durante las luchas civiles quese desataron en Roma en esa época decidió apoyar desdeHiberia al bando que había sido derrotado en la metrópoliy sublevar toda la Península contra el poder central. EsteSertorio hizo de Osca su capital y contó con el apoyo denumerosos pueblos hiberos, manteniendo una encarnizadalucha contra varios ejércitos que Roma envió contra él. Dela historia de esta guerra, escrita originalmente por Salus-tio, posiblemente el mejor historiador de la Antigüedad,proviene un relato que recogió Livio sobre la captura deuna ciudad celtíbera llamada Contrebia, que no pue-de identificarse con certeza con la localidad del mismonombre que estuvo junto a Botorrita, aunque tampoco hayargumentos suficientes como para descartar esa posibili-dad. Dice así el texto de Livio:

«Pero a la noche siguiente, estando él mismo [Sertorio]encargado de la guardia, se levantó otra torre en el mismo

DOS PASAJES DE LA GUERRA DE SERTORIO

Page 74: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 74 –

lugar, espanto para los ene-migos cuando la divisaron ala luz del alba. Al mismotiempo, la torre de la ciudad,que era su principal defensa,rotos sus cimientos, se de -rrumbó y empezó a arder.Aterrorizados a la vez por eltemor al incendio y a lademolición, los habitantes deContrebia huyeron de lamuralla presos del pánico ytoda la población pidió agrandes gritos que se envia-ran parlamentarios para ren-dir la ciudad. El mismo valorque había provocado sucólera cuando asediaba laciudad hizo más benévolo alvencedor. Después de recibirlos rehenes, exigió una sumamoderada de dinero y lestomó todas sus armas. Encuanto a los tránsfugas, or -denó que se le entregaranvivos los que fueran hom-bres libres, y ordenó que alos desertores esclavos, cuyonúmero era mucho mayor,ellos mismos los ejecutaran;

Equipo militar del legionario romano(siglo II a. C.), según P. Connolly

Page 75: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 75 –

así que los degollaron y arrojaron los cadáveres desde lamuralla. La captura de Contrebia costó grandes pérdidas enhombres y tuvo lugar tras un asedio de cuarenta y cuatrodías. Dejó allí al mando a L. Insteyo y él condujo sus tropasal Ebro, donde construyó sus cuarteles de invierno junto ala ciudad llamada Castra Aelia [¿Azaila?]» (Liv. 91 fragm.).

A continuación, el relato describe cómo organizó Serto-rio a las ciudades aliadas para reunir pertrechos durante elinvierno y para fabricar armas. Y luego explica los planesdel general para la campaña del siguiente año contra losberones (en La Rioja), en la que se identifican claramentelas menciones a Borja y Cascante:

«Decidió avanzar con su ejército contra los berones yautrigones, quienes con frecuencia, según había comproba-do mientras asediaba las ciudades de Celtiberia durante elinvierno, habían implorado ayuda de Pompeyo y le habíanenviado guías para mostrar el camino al ejército romano;además, en muchas ocasiones sus jinetes habían hostigadoa sus propios soldados durante el asedio de Contrebia,cuando éstos salían del campamento para forrajear o parareunir trigo [...]. Sertorio condujo su ejército a través de unaregión pacífica situada más allá del Ebro, sin ser atacado ysin causar el menor daño. Desde allí, se dirigió contra lastierras de los bursaones [Borja], de los cascantinos [Cascan-te] y de los graccuritanos, y tras haberlas devastado y aso -lado sus cosechas llegó junto a Calagurris Nasica [Cala -horra], ciudad de los aliados, donde acampó tras cruzar elrío cercano a la ciudad por un puente que él mismo hizo

Page 76: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 76 –

construir. Al día siguiente envió al cuestor M. Mario a los arvacosy a los cerindones para reclutar soldados entre esos pueblos ypara transportar el trigo que pudieran reunir a Contrebia Leucade[¿Inestrillas?]: más allá de esa ciudad se encontraba un paso cómo-do para salir del territorio de los berones, fuera cual fuese laregión a la que quisiera dirigirse. Envió también a Segovia, entrelos vacceos, a C. Insteyo, su prefecto de caballería, para reclutarjinetes, con orden de esperarle en Contrebia. Una vez partieronsus oficiales, él fue a establecer su campamento en la frontera delpaís de los berones, tras atravesar el territorio de los vascones. Aldía siguiente llegó ante Vareia [Varea, junto a Logroño], la ciudadmejor fortificada de esta región [...]» (Liv. 91 fragm.).

Los celtíberos tras la conquista romana

No debe pensarse que los celtíberos fueron aniquiladoscon la conquista romana. La desaparición de una poblaciónnativa pocas veces tiene lugar en el transcurso de la his -toria, y lo que ocurre es más bien un proceso de asimila-ción progresiva. Los celtíberos siguieron viviendo en sus

Page 77: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 77 –

tierras y fueron perdiendo en el curso de los años lo quepodría calificarse como sus señas de identidad, entre ellassu lengua y sus costumbres más peculiares.

Hay algunos pasajes en los autores antiguos que mues-tran bien ese proceso; uno es de Estrabón, en el que seexplica que los celtíberos y los habitantes de las dos orillasdel Ebro se habían vuelto extremadamente pacíficos y quehabían adoptado un modo de ser y una imagen muy simi-lares a las de los itálicos, incluso por la costumbre de vestir la toga (3. 4, 20). Algunas antiguas peculiaridades, sin embargo, pervivieron, y la habitual rudeza de este pueblo fue proverbial durante bastante tiempo; de ella se hace eco, por ejemplo, un famoso epigrama de Marcialque fue escrito ya bien entrado el siglo I de la era y quedice como sigue.

«Gloriándote tú de ser munícipe de Corinto, Carmenio,sin que nadie te contradiga, ¿por qué me llamas herma-no, yo que procedo de hiberos y celtas, y soy ciudadano del Tajo? ¿Acaso nos parecemos en la cara? Tú andas bri-llante de perfumes con tu cabellera rizada, yo llevo desgre-ñada mi pelambrera de español; tus miembros aparecenlisos merced a la pasta depilatoria, que te aplicas todos losdías, mis piernas y mis mejillas están erizadas de pelos; tuboca balbucea y tu lengua no tiene fuerza, mis intestinoshablan con más vigor; no es tan diferente la paloma deláguila, ni el furioso león de la tímida gacela. Por tanto, dejade llamarme hermano si no quieres, Carmenio, que te lla-me hermana» (Mart. 10. 65).

Page 78: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli
Page 79: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 79 –

Los hallazgos de Botorrita, que se comentarán a conti-nuación, han sido el principal motivo de la revitali -zación de los estudios célticos en España, y también

la razón de que se hayan recuperado plenamente las anti-guas teorías de que los celtíberos eran gentes celtas, estoes, poblaciones relacionadas con la Europa del otro ladodel Pirineo.

El yacimiento citado ha resultado ser, además, una prue-ba palpable de que los restos de cultura material son unaayuda que no es siempre del todo fiable para el estudio delos pueblos antiguos. Hasta que se reconoció la lengua cel-ta en que estaba escrito el primer bronce de Botorrita,todos los investigadores rechazaban el celtismo de los anti-guos pobladores del valle del Huerva por los hallazgosarqueológicos que allí se realizaban, que no parecían responder a lo que se creía apropiado para un pueblo cel-tibérico.

La historia de este reciente auge histórico celta en Espa-ña comenzó el 28 de abril de 1970, cuando la hoy cate -drática de Prehistoria Teresa Andrés encontró lo que se havenido en llamar el primer bronce de Botorrita, por aquel

LAS INSCRIPCIONES DE BOTORRITA

Page 80: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 80 –

entonces la más larga inscripción escrita en la lengua delos antiguos celtas de Hiberia. Pasaron varios años y fuerondiversas las interpretaciones propuestas para el texto gra-bado en esa tablilla metálica, que fue considerado de muydiferentes maneras. Para algunos, sobre todo desde el estu-dio de Javier de Hoz y Luis Michelena de 1974, parecióseguro que era una inscripción celta; pero otros defen -dieron que se trataba de un antiguo texto en lengua vas -cuence. Las discusiones científicas cesaron en 1979, tras elhallazgo del segundo bronce de Botorrita, el latino, queestudió Gui llermo Fatás y que demostró que el lugar don-de se reali zaban los hallazgos era la antigua Contrebia, asícomo que sus habitantes fueron celtas, según la hipótesisque se había planteado tras el estudio del anterior epígrafe.

El primer bronce de Botorrita

Son veinte líneas escritas con los habituales caracteressemisilábicos, tan frecuentes en numerosas inscripciones dela Península. Aunque han sido muchos los intentos de tradu-cir el texto, todavía no hay una interpretación segura del mis-mo, salvo en una cosa que sí queda clara: el epígrafe lo fir-man, o lo garantizan, quince personas, encabezadas por unAbulu Ubocum, casi todas ellas llamadas «pintis», una expre-sión similar al «pymtheg» documentado en galés con la yuxta-posición de dos numerales: «pym», cinco, y «theg», diez, estoes, quince. De aquí que pueda deducirse que el senado con-trebiense pudo estar formado por quince miembros, y que

Page 81: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 81 –

éstos recibieran una denominación tomada de su propionúmero (como el duoviro romano). Los nombres de algunosde esos firmantes eran los que siguen:

Lubos Counesicum Melmunos, pintis

Melmu Barausanco Lesunos, pintis

Letondu Ubocum Turo, pintis

El orden nominal, según los paralelos que pueden verseen otras inscripciones, sería el de nombre propio en primerlugar, luego el grupo familiar (la Casa) y, por último, el nom-bre del padre en genitivo. Pueden parecer muy extrañas esasdenominaciones, pero se hacen un poco más comprensiblessi se tiene en cuenta que la relación entre ese «Melmu» y el

Bronce de Botorrita I (cara B) según el dibujo publicado por A. Beltrán

Page 82: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 82 –

El hallazgo del primer bronce fue importante, pero eldel segundo, que se hizo pronto famoso en todo el mundoy al que se conoce como el Bronce de Contrebia, lo fuetodavía más: la inscripción que llevaba escrita estaba enlatín, se databa perfectamente el 15 de mayo del año 87 a. C., y narraba el proceso judicial que se había seguidoen la antigua ciudad de Contrebia Belaisca por un conflictode aguas entre dos pueblos vecinos. Es decir, había apare-cido en Aragón el más an tiguo pleito hi dráu li co conocido.

Los protagonistas del bronce fueron el senado de la ciu-dad de Contrebia, la predecesora de la actual Botorrita, ellugar don de aparecen los bronces; los salluienses, habi -tantes de la Salluie que estaba donde luego se edificóCesarau gusta; los allavonenses, que fueron los habitantesde la antigua Alagón; y los sosinestanos, un pueblo éste deubicación desconocida, pero muy posiblemente situadosobre el Jalón, aguas arriba de Allavona, quizá en torno aGrisén, o entre ese río y Zaragoza, en torno a la actual Pin-seque. El motivo del juicio fue decidir si los salluiensespodían construir una acequia a través del territorio sosi -nestano, pese a la opinión contraria de los alla vonenses.

apellido «Melmunos» es la misma que entre los actuales San-cho y Sánchez (esto es, «hijo de Sancho»); o que ese «Lubos»es una forma muy antigua del moderno Lope, ambos con elsignificado de «lobo».

Page 83: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 83 –

«Sean jueces quienes del senado contrebiense se hallarenpresentes. Si resulta probado que el terreno que los salluiensescompraron a los sosinestanos para construir una canalización ohacer una traída de aguas —de cuyo asunto se litiga—, lo ven-dieron los sosinestanos con pleno derecho a los salluienses,contra la voluntad de los allavonenses. [...] Si sentenciaran quelos salluienses podían hacer la canalización, que los salluiensespaguen entonces corporativamente por el campo privado porel que será conducida la canalización, de acuerdo con el arbi-traje de cinco que la magistratura designe de su senado. San-cionó aprobatoriamente este procedimiento judicial Cayo Vale-rio Flacco, hijo de Cayo, general en jefe. Manifestaron estaopinión: «Puesto que poseemos la facultad de juzgar, fallamos,en el asunto de que se litiga, a favor de los salluienses». Cuan-do este asunto fue juzgado, éstos fueron los magistrados contre-bienses: Lubbo, de los Urdinos, hijo de Letondo, pretor. Lesso,

Bronce de Contrebia (Foto: Archivo CAI)

Page 84: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 84 –

de los Sirisos, hijo de Lubbo, magistrado. Babbo, de los Bol-gondisos, hijo de Ablón, magistrado. Segilo, de los Annios, hijode Lubbo, magistrado. _ato, de los _ulovios, hijo de Uxentio,magistrado. Ablón, de los Tindilios, hijo de Lubbo, magistra-do. La causa de los salluienses la defendió _assi, hijo de _eihar,salluiense. La causa de los allavonenses la defendió Turibas,hijo de Teitabas, allavonense. Actuado en Contrebia Balaisca[sic], en los Idus de mayo, siendo cónsules Lucio Cornelio (Cin-na) y Gneo Octavio. [El 15 de mayo del año 87 a. de C.]

(Trad. G. Fatás)

Page 85: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 85 –

La interpretación del pleito no da lugar a muchas dudas.Dado que los beneficiados eran los de la antigua Salluie ylos perjudicados los de Allavona, está claro que se tratabade una obra pensada para tomar agua del Jalón y, pro -bablemente, regar tierras salluitanas en la ribera derechadel Ebro. Una obra de esas características habría requeridola construcción de un azud aguas arriba de Allavona, loque podía perjudicar su abastecimiento y explicaría ladenuncia. Téngase en cuenta que tomar agua del Ebro estarea que sólo ha sido posible en época moderna (siexceptuamos ingenios mecánicos como las norias), ya quelo dificulta el escaso desnivel del cauce y el alto costo deconstruir una presa en el río debido a su anchura, al eleva-do caudal y a las frecuentes avenidas.

El bronce latino, por tanto, es un valioso testimonio quedemuestra la preocupación que ya desde antiguo tuvieronlos habitantes del valle del Ebro por las obras hidráulicas.Pero, además, este epígrafe da también fe de cómo unaantigua ciudad celtibérica en la primera mitad del siglo Iejercía la función de capital de la comarca, el lugar dondese administraba justicia; y también atestigua cómo estabadotada esa ciudad de una elaborada estructura de gobier-no, con un pretor y un senado que era capaz de actuarcomo una verdadera corte de magistratura.

A esas novedades históricas que proporcionaron losbronces se añadió otra poco después, durante la excava-ción de 1981, y fue el hallazgo en ese mismo yacimiento

Page 86: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 86 –

del gran edificio de adobes y porticado con columnas cilín-dricas, una construcción singular, de indudable funciónpública y del que es muy difícil encontrar paralelos.

Los dos epígrafes y el edificio porticado configuraron unconjunto digno de la atención de todos los arqueólogos ehistoriadores de la Antigüedad. Era una gran novedad queun yacimiento de tan pobre apariencia, y cuyos restosmateriales no parecían celtas, hubiera proporcionado unbronce con un texto tan extenso en lengua celtibérica, otrocon un documento jurídico en latín de un valor histórico

Edificio de adobes porticado del Cabezo de Las Minas de Botorrita, acrópolis de la antigua Contrebia Belaisca

Page 87: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 87 –

excepcional, y, por fin, ese gran edificio de adobes, cons-trucción extraña e inusual donde las hubiera.

El tercer bronce, hallado en octubre de 1992, fue, por un lado, la constatación de que Contrebia Belaisca es unexcepcional yacimiento del que todavía cabe esperar gran-des novedades, y que por ello merece toda la atención quepuedan ofrecerle in vestigadores y gobernantes. Pero, porotra parte, fue en cierta manera una decepción. El texto,muy extenso, estudiado por un equipo que dirigió Francis-

Page 88: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 88 –

CONTREBIA BELAISCAPlan Director y últimas excavaciones

(por María Antonia Díaz y Manuel Medrano)

El Plan Director de Contrebia Belaisca fue encargado porel Gobierno de Aragón y concluyó su redacción en 1999. En él se delimita la extensión total del yacimiento arqueoló -gico, que ocupa 32 ha, y se recopilan todas las fuentes histó-ricas que se refieren a la ciudad, la historia de las investi -

co Beltrán, resultó ser una lista de más de doscientos nom-bres de persona, precedidos de cuatro líneas de texto queno ha sido posible traducir.

Las posibilidades de descifrar escrituras y lenguas anti-guas, de no existir una inscripción bilingüe o trilingüe(como la famosa piedra de Rosetta que permitió desentra-ñar los antiguos textos egipcios), están en directa relacióncon el nú mero de textos que se ha yan conservado: a mástextos, más posibilidad de averiguar su significado. De ahíla escasa utilidad de haber encontrado un listado de nom-bres, que son información de poco valor para rastrearestructuras gramaticales o para avanzar en la confección deun vocabulario celti bérico.

Un cuarto bronce de pequeño tamaño, también encaracteres celtibéricos, fue hallado en 1994 por José MaríaOliete y se encuentra actualmente en proceso de estudio.

Page 89: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 89 –

gaciones y toda la bibliografía sobre ella y sus materialesarqueológicos. Diseña también un plan de intervenciones yuna memoria económica que tiene el objetivo de adecuar el yacimiento para su visita por el público, una labor que yase ha comenzado en el año 2000, y que incluye el proyectode construcción de un Centro de Interpretación y la conti-nuación de los trabajos arqueológicos.

Los dos últimos años de excavación han puesto a la luzun potente sistema defensivo, que constaba de un foso quese encuentra nada más acceder al yacimiento desde el cami-no y va adquiriendo un sesgo curvado, en un trazado aproxi-madamente paralelo al Cabezo de las Minas y la muralla delsiglo IV a. C. que se aprecia a continuación. Está tallado en laroca caliza natural del terreno, y se aprovechó como cante-ra de piedras para las construcciones de Contrebia. Tiene 14 m de ancho y una profundidad de 3 m en la zona exteriory de 5 m en el lado próximo a la muralla, un desnivel que sin duda facilitó la defensa y el derribo de las pasarelas de asedio. Estaba defendido por un Campo de Frisa, consti-tuido por un gran número de piedras achatadas por un extre-mo, que se hincaba en el suelo, y puntiagudas por el otro,cuyo objetivo era entorpecer el ataque de la caballería o dela infantería.

En el fondo del foso se colocaron estacas de madera, delas que se han hallado algunos fragmentos y, especialmen-te, sus huellas circulares en el terreno. La excavación de suinterior mostró un relleno constituido por piedras de la mura-

Page 90: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 90 –

Plano de la acrópolis de Contrebia Belaisca (Botorrita), según levantamientoplanimétrico de Felipe Jiménez

lla del siglo IV a. C. y abundantes cantos rodados proceden-tes de otras construcciones, todo ello como consecuencia dela demolición de las defensas. También se encontraron oncebolas de catapulta.

Tras superar el Campo de Frisa y el foso, los atacantes seencontraban con una muralla de cuyo lienzo ya se han exca-vado 46 m y que gira en ángulo, acodándose, tanto en suextremo oriental como en su extremo occidental, delimitandoun espacio que envuelve el gran edificio de adobe por el sur,

Page 91: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 91 –

yendo a unirse con la muralla de grandes sillares de calizaque actúa como base del muro meridional del edificio citado.La altura conservada de esta estructura es de más de 2 m,aunque se estima que debió de alcanzar entre 4 y 5 m.

Se delimitó también una pequeña torre en la esquina mássudoriental de las fortificaciones del cabezo, cuya fundacióndebe de corresponder, como en el caso de las estructurasmás antiguas de este tipo, a finales del siglo V o principiosdel IV a. C., proporcionando en su estrato más antiguo,estrictamente, materiales cerámicos indígenas o de tradiciónde la I Edad del Hierro.

El yacimiento sigue proporcionando interesantísimosmateriales, entre los que destaca una lanza de bronce que se halló en una zona del Cabezo de las Minas donde apa -reció abundante armamento de tipo celta, pero todo en hie-rro, como es habitual en esta época. La lanza de bronce noes de combate o caza, sino ritual, y se trata de un símbolo dejefatura militar y/o religiosa cuyo valor histórico es extraor -dinario.

Bola de catapulta de Botorrita con inscripción celta (Foto: Arxeos)

Page 92: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 92 –

FUENTES

Quien desee ampliar las lecturas de los autores antiguos que aquíse han mencionado, debe consultar:

—APIANO: Historia romana, 1, Biblioteca Clásica Gredos,Madrid, 1980; traducción de A. Sancho. De este libro procedenlas traducciones que se han utilizado para los pasajes de estaobra.

—DIODORO SÍCULO: España en la Biblioteca Histórica de Dio-doro Sículo, Universidad de Granada, 1976; traducción de Mª N. Muñoz.

—ESTRABÓN: España y los españoles hace dos mil años según laGeografía de Estrabón, Colección Austral, Madrid 1945 (nume-rosas reimpresiones), estudio y traducción de A. García Belli-do. Pese a su antigüedad, esta obra, y la que se cita a conti-nuación, siguen siendo el mejor medio para acercarse a laHistoria antigua de España.

—PLINIO: La España del siglo I de nuestra era (según P. Mela y C. Plinio), Colección Austral, Madrid, 1947 (numerosas reim-presiones), estudio y traducción de A. García Bellido.

—PTOLOMEO: Fontes Hispaniae Antiquae, 7. Hispania antiguasegún Pomponio Mela, Plinio el Viejo y Claudio Ptolomeo, Uni-versidad de Barcelona, 1987; traducción de V. Bejarano.

BIBLIOGRAFÍA

Page 93: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 93 –

—FATÁS, Guillermo: Antología de textos para el estudio de laAntigüedad en el territorio del Aragón actual, Gobierno deAragón, Zaragoza, 1993.

Sobre los bronces de Botorrita:

—BELTRÁN, A. y TOVAR, A.: Contrebia Belaisca, 1. El bronce conalfabeto «ibérico» de Botorrita, Universidad de Zaragoza, 1982.

—FATÁS, Guillermo: Contrebia Belaisca, 2. Tabula Contrebiensis,Universidad de Zaragoza, 1980.

—BELTRÁN, Francisco y otros: El tercer bronce de Botorrita (Con-trebia Belaisca), Gobierno de Aragón, Zaragoza, 1996.

ESTUDIOS

Se citan, a continuación, las obras más recomendables para pro-fundizar en el tema:

—BURILLO, Francisco: Los celtíberos. Etnias y estados, Crítica,Barcelona, 1998. Es la más completa síntesis sobre el tema.

—CAPALVO, Álvaro: Celtiberia. Un estudio de fuentes literariasantiguas, Institución «Fernando el Católico», Zaragoza, 1996.Un libro especializado en los textos griegos y latinos sobre laCeltiberia.

—FATÁS, Guillermo, y otros: Los celtas en el valle medio del Ebro,Caja de Ahorros de la Inmaculada, Zaragoza, 1989. Obra colec-tiva con numerosas ilustraciones.

—JORDÁN, Carlos: Introducción al celtibérico, Universidad deZaragoza, 1998. El mejor estudio hoy disponible sobre la len-gua celtibérica.

Page 94: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

– 94 –

—LORRIO, Alberto: Los celtíbe-ros, Universidad Complutense,Madrid, 1997. La visión desdelos aspectos puramente arqueo-lógicos.

—MARCO, Francisco: Los celtas,Biblioteca Historia 16, Historia16, Madrid, 1990. Síntesis conuna amplia visión sobre los es -tudios célticos europeos en sucon junto.

También son de interés:

—ANDREU, Javier: «Las comar-cas de Borja y del Moncayo enépoca celtibérica», en Cuader-nos de Estudios Borjanos, 41-42,pp. 111-238.

—ASENSIO, José Ángel: La ciudad en el mundo prerromano enAragón, Institución «Fernando el Católico», Zaragoza, 1995.

En Internet: las páginas dedicadas a Contrebia Belaisca porManuel Medrano y Ma ría Antonia Díaz pueden consultarse enhttp://www.arxeos.com, de donde provienen algunas de lasilustraciones utilizadas en este libro.

Page 95: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

56. El arte rupestre en Aragón • Mª Pilar Utrilla Miranda

57. Los ferrocarriles en Aragón • Santiago Parra de Mas

58. La Semana Santa en Aragón • Equipo de Redacción CAI100

59. San Jorge • Equipo de Redacción CAI100

60. Los Sitios. Zaragoza en la Guerra de la Independencia (1808-1809) • Herminio Lafoz

61. Los compositores aragoneses • José Ignacio Palacios

62. Los primeros cristianos en Aragón • Francisco Beltrán

63. El Estatuto de Autonomía de Aragón • José Bermejo Vera

64. El Rey de Aragón • Domingo Buesa Conde

65. Las catedrales en Aragón • Equipo de Redacción CAI100

66. La Diputación del Reino de Aragón • José Antonio Armillas

67. Miguel Servet. Sabio, hereje, mártir • Ángel Alcalá

68. Los juegos tradicionales en Aragón • José Luis Acín Fanlo

69. La Campana de Huesca • Carlos Laliena

70. El sistema financiero en Aragón • Área de Planificación y Estudios - CAI

71. Miguel de Molinos • Jorge Ayala

72. El sistema productivo en Aragón • Departamento de Economía - CREA

73. El Justicia de Aragón • Luis González Antón

74. Roldán en Zaragoza • Carlos Alvar

75. La ganadería aragonesa y sus productos de calidad • Isidro Sierra

76. La fauna de Aragón • César Pedrocchi Renault

77. Opel España • Antonio Aznar y Mª Teresa Aparicio

78. La Feria de Muestras de Zaragoza • Javier Rico Gambarte

Page 96: Álvaro Capalvo Los Celtas - fundacioncai.es. LOS... · cia de pueblos celtas dispersos por toda la Península, a los que llamaron, en griego, keltoi y keltiberes, y en latín galli

179. La jota aragonesa • Javier Barreiro

180. Los humedales en Aragón • Jorge Abad y José Luis Burrel

181. Los iberos en Aragón • Francisco Burillo

182. La salud en Aragón • Luis I. Gómez, M. J. Rabanaque y C. Aibar

183. Félix de Azara • María-Dolores Albiac Blanco

184. Las iglesias de Serrablo • Equipo de Redacción CAI100

185. La nieve en Aragón • Salvador Domingo

186. El aceite de oliva en Aragón • Ángel Bonilla y Miguel Lorente

187. El cuento oriental en Aragón • Mª Jesús Lacarra

188. Los Fueros de Aragón • Jesús Delgado y Mª Carmen Bayod

189. Aragón y los Fondos Europeos • Elías Maza

190. Las lenguas de Aragón • Mª A. Martín Zorraquino y José Mª Enguita

191. Cómo Teruel fue ciudad • Equipo de Redacción CAI100

192. Benjamín Jarnés • José-Carlos Mainer

193. José de Calasanz • Asunción Urgel

194. La imprenta en Aragón • Miguel Ángel Pallarés y Esperanza Velasco

195. La energía. Usos y aplicaciones en Aragón • Departamento de Economía - CREA

196. Los Pirineos • Equipo de Redacción CAI100

197. Los celtas • Álvaro Capalvo

198. Ingenios, máquinas y navegación en el Renacimiento • ManuelSilva y Mª Sancho Menjón

199. Breviario de historia de Aragón • Equipo de Redacción CAI100

100. La Corona de Aragón • Esteban Sarasa