Analisis curriculo LOMCE

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  • 7/24/2019 Analisis curriculo LOMCE

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    28ESCUELA Nm. 4007 (68) 16 de enero de 2014

    A B / Catedrticode Didctica y Organizacin Esco-lar. Universidad de Granada

    C on la premura para poneren marcha la Lomce el cur-so que viene, para que no leacontezca como la LOCE, los nue-

    vos currculos (de Primaria, Secun-

    daria y Bachillerato), lo que venaa ser los Decretos de EnseanzasMnimas, han estado unos das enexposicin pblica, sin importarleque justo coincidieran con las vaca-ciones de Navidad. Pronto estarnen el BOE y, a su vez, deberan sercompletados por las administracio-nes educativas de cada ComunidadAutnoma y, particularmente, laseditoriales con los nuevos libros detexto. Con la ingenuidad que noscaracteriza, al margen de lo queaconseja la teora y la prctica delcambio educativo, aqu la realidadeducativa se pretende cambiar (?)desde el Boletn Ocial.

    Las materias

    sueltas demandan

    un marco coherente

    de sentido

    Como describa Saray Marqusen su artculo de la semana anterioren ESCUELA(N 4.005. Los desa-rrollos de la Lomce generan nuevasdudas), hay muchas cuestiones quemerecen ser discutidas, tanto porel contenido como por la forma dehacerlo.Entre otras razones, porque

    van a alterar muchas de las condi-ciones del ejercicio profesional, enparticular con la recentralizacindel currculo por la evaluacin elprofesorado se va a ver obligado aresponder a los nuevos estndaresdel aprendizaje, que controlarn laspruebas externas y que darn lugara un rankingentre centros. Comohemos aprendido de otros pases(Chile o EEUU) que han llevadoa cabo estos procesos, esto generaansiedad y presin por los resulta-dos en las pruebas externas.

    Sobrecarga de contenidosen asignaturas sueltas

    Asombra, en primer lugar, lasobrecarga de contenidos queaparecen en el millar de pgi-nas, que llega al lmite con los

    estndares de aprendizaje paracada bloque de contenidos. Porejemplo, para Lengua Castellanaen Educacin Primaria, mi cole-ga Fernando Trujillo ha conta-bilizado 55 tems de contenidos,40 criterios de evaluacin y 101estndares de aprendizaje. Ade-ms, an quedan por determinar

    las evaluaciones nales de ESO yde Bachillerato, que cerrarn de-nitivamente el currculo. A lo quese suma la parte que completarcada Administracin autonmica.

    La cacareada autonoma de loscentros docentespara desarrollar elcurrculo queda en entredicho. Poresto el artculo 11 de la Lomce dedi-cado al tema de la autonoma que-da como una declaracin retricadiscursiva. La verdadera autonomade la ley no est en el currculo, contoda esta recentralizacin, sino enla competicin entre centros paraconseguir clientes, segn la cali-dad ofrecida a la clientela. De ahla contradiccin entre querer darms autonoma a los centros para

    asegurar el xito educativo y recen-tralizarla hasta niveles increbles.La posible especializacin curricu-lar de los centros en funcin de lositinerarios ofrecidos se inscribe enesta rbita de oferta a la clientela.

    Resulta una novedad nunca sehaba hecho integrar EducacinPrimaria, Secundaria y Bachillera-to enun solo Real Decreto, donde lasasignaturas aparezcan todas orga-nizadas simplemente por ordenalfabtico, independientemente dela etapa a la que pertenezcan. Si sepretende, como dice, una continui-dad en el currculo bsico de aque-llas asignaturas que se imparten alo largo de las tres etapas, esta nopuede ser solo alfabtica.

    A menos que todo sea delorden de cada asignatura y suscontenidos, las materias sueltasdemandan un marco coherentede sentido y coherencia, que no

    viene nicamente por su deno-minacin, curso, etapa y horas enque se imparte. Cada una tiene,como viene siendo habitual, unaintroduccin sobre el sentido de lamateria y sus grandes orientacio-nes. Novedad en nuestro contextoes la introduccin en los currcu-los de todas las asignaturas, jun-to a los bloques de contenido ya los criterios de evaluacin, delos estndares de aprendizaje,trmino procedente del mbito

    anglosajn y muy extendido, porinfluencia, en Amrica Latina,pero alejado de nuestro lenguajepedaggico habitual.

    La cola que menea alperro: los estndares deaprendizaje

    Estos estndares de aprendizajeevaluablesestn llamados a cons-tituirse en el currculo real: mar-carn el referente de indicadorespara las evaluaciones, promociny pruebas de revlidas. Son lacola que menea al perro, segnla expresin de Hargreaves, enla medida que condicionarntodo lo que se hace. Recordandolos otrora objetivos operativos,segn indica el proyecto de RealDecreto, tienen que ser observa-bles, medibles y evaluables, ya quecontribuyen y facilitan el diseode pruebas estandarizadas y com-parables. No obstante, muchos delos estndares (mejor indicado-res de logro) que aparecen nocumplen estas condiciones, enexceso positivistas o reductorasde la labor educativa. Por tanto,sern lo que se evale en las prue-bas externas, convirtiendo todoel currculo en ensear para laspruebas (TTT: Teaching to thetest, que dicen los americanos).

    Es preciso advertir que estable-

    cer los estndares de aprendiza-jes, en aquellos pases de Amri-ca Latina que los estn haciendo(Chile, Per, Colombia, Ecuador)

    es un proceso complejo y una tareamuy costosa. Debieran aprenderdel proceso seguido en cualquie-ra de ellos, sin limitarse comoparece a copiar la denicin deestndares: lo que el alumno debesaber y saber hacer en cada asig-natura. En el caso de Chile, haparticipado un amplio grupo deexpertos nacionales e internacio-nales, sometidos a consulta de losactores implicados y, nalmente,aprobados por el Consejo Nacionalde Educacin. As, por ejemplo, lanecesaria pertinencia del nivelde exigencia de los estndaresno puede ser establecida a priori,menos desde un gabinete; exige su

    validacin prctica para ver emp-ricamente que son alcanzables y enqu grado por la poblacin respec-tiva. Por eso solo se han estableci-do para algunos cursos y grados,en un proceso sujeto a revisinque durar mucho tiempo. Comodice un experto como GuillermoFerrer, su establecimiento precisadel debate, de compromisos entrelos diferentes grupos de inters.

    Adems, si de verdad se qui-siera potenciar un enfoque compe-tencial, estos estndares debieran

    ir ligados a las competencias bsi-cas, y no a los contenidos, comomuestra la correspondencia en lossucesivos cuadros. Por eso, aun-

    que se pretende con la reforma,entre otras cosas, mejorar nuestrolugar en PISA, ya deberan orien-tarse a competencias y no a nive-les de logro de contenidos curri-culares, como harn las revlidas,que mucho nos tememos que, deacuerdo con lo anterior, sean loscontenidos los que dominen.Mxime cuando han desapareci-do los objetivos como elementoexplcito.

    Por eso, hay una evidentecon-tradiccin sobre las competencias,del que es elocuente este enuncia-do del Proyecto de Decreto: Todala reforma educativa se basa en lapotenciacin del aprendizaje porcompetencias, como complemen-to al tradicional aprendizaje decontenidos. Si las competenciasson solo un complemento a loscontenidos, ya se sabe, lo sustan-cial son los contenidos. No se pue-de armar que todo el enfoque esun aprendizaje por competenciasy, luego, quedar reducidas a uncomplemento de los contenidos.Por eso, se habla de competencias,pero quedan reducidas a las anali-zadas por PISA (lingstica, mate-mtica y cientca), que son las

    que cuentan en las evaluacionesindividualizadas. En los currcu-los de cada materia, prcticamen-te, estn ausentes.

    Los nuevos currculos de la Lomce.

    Un primer anlisis crticoEl profesorado tendr que responder a los nuevos estndares del aprendizaje, que controlarn

    las pruebas externas y que darn lugar a un rankingentre centros

    OPININ

    FOTO:THINKSTOCK