orientación nueva a sus vidas. Sin su intervención, no nace nunca un verdadero cristiano. Los creyentes hemos de vivir con más fe la pre-sencia viva de Cristo y su mirada sobre cada uno de nosotros. Si no es él, ¿quién puede dar una nueva orientación a nuestras vidas?

Pero lo más decisivo es escuchar desde dentro su llamada: «Venid detrás de mí». No es tarea de un día. Escuchar esta llamada significa despertar la confianza en Jesús, reavivar nuestra adhesión personal a él, tener fe en su proyecto, identificarnos con su programa, reproducir en nosotros sus actitudes... y, de esta manera, ganar más personas para su proyecto.

Este podría ser hoy un buen lema para una comunidad cristiana: Ir detrás de Jesús. Ponerlo al frente de todos. Recordarlo cada domingo como el líder que va por delante de nosotros. Generar una nueva di-námica. Centrarlo todo en seguir más de cerca a Jesucristo. Nuestras comunidades cristianas se transformarían. La Iglesia sería diferente.

-José Antonio Pagola-

Año 12 / 25 de Ene 2015

DON BENITO

IR DETRÁS DE JESÚS

Cuando el Bautista fue detenido, Jesús vino a Galilea y co-menzó a «proclamar la Buena Noticia de Dios». Según Marcos, no enseña propia-mente una doctrina para que sus discípu-los la aprendan y di-fundan correctamente. Jesús anuncia un acontecimiento que está ya ocurriendo. Él lo está ya viviendo y quiere compartir su experiencia con todos.

Marcos resume así su mensaje: «Se ha cumplido el plazo»: ya no hay que mirar hacia atrás. «Está cerca el reino de Dios»: pues quiere construir un mundo más humano. «Convertíos»: no podéis seguir co-mo si nada estuviera ocurriendo; cambiad vuestra manera de pensar y de actuar. «Creed en esta Buena Noticia». Este proyecto de Dios es la mejor noticia que podéis escuchar.

Después de este solemne resumen, la primera actuación de Jesús es buscar colaboradores para llevar adelante su proyecto. Jesús va «pasando junto al lago de Galilea». Ha comenzado su camino. Es un profeta itinerante que busca seguidores para hacer con ellos un reco-rrido apasionante: vivir abriendo caminos al reino de Dios. No es un rabino sentado en su cátedra, que busca alumnos para formar una escuela religiosa. Ser cristiano no es aprender doctrinas, sino seguirle a Jesús en su proyecto de vida.

El que toma la iniciativa es siempre Jesús. Se acerca, fija su mira-da en aquellos cuatro pescadores y los llama a dar una

—SIGUE ATRÁS—

CONSEJO PASTORAL— El Miércoles 29, a las 20:00 horas. Evaluaremos la marcha de la parroquia

y podremos compartir y coordinar las actividades para fechas próximas.

CHARLA PREBAUTISMAL— El viernes 30, a las 20:00 horas, se reúnen para preparar el bautismo con los padres y padrinos de los que van a recibir pronto este sacramento. Si alguno está interesado en participar, que se ponga en contacto con nosotros.

TERMINA LA SEMANA DE ORACIÓN POR LA UNIDAD DE LOS CRISTIANOS Aunque ya sea para “sacarlo de la agenda”, pero no de nuestros corazo-nes. Debe ser siempre una inquietud que nos mantenga en vigilancia para promover el encuentro, el dialogo, la comunión: desde nuestras familias, en nuestros movimientos, en las parroquias, en Don Benito… .

Dios todopoderoso, sopla en nosotros el viento de la unidad que reconoce nuestra diversidad.

Sopla en nosotros la tolerancia que acoge y nos hace comunidad. Sopla en nosotros el fuego que une lo que está separado y que

cura lo que está enfermo. Sopla en nosotros la gracia que vence el

odio y nos libera de la violencia. Sopla en nosotros la vida que se entrega

y vence la muerte. Bendito sea el Dios misericordioso, Pa-

dre, Hijo y Espíritu Santo, que hace nuevas todas las cosas. ¡Amén!

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LOS FRUTOS (abundantes) DE LA VISITA PAPAL A LA FRONTERA DE ASIA

“¿Aguantará?", se preguntaban con preocupación en el Vaticano. Y no sólo aguantó misas, abrazos, riadas de gen-te, humedad, calor tropical, lluvia y hasta un tifón, sino que, además, re-gresa a Roma con un cesto cargado de frutos. Estratega de la seducción. Con Fran-

cisco en Roma, la estrategia de la Iglesia no es la de imponer sus tesis ni apabullar con su poder. Ni siquiera por sus obras de caridad. Ahora, la vía es conquistar por atracción, por la cercanía y la sencillez. Personalizando su misericordia y su compasión en rostros de personas concretas: los pescadores de Tacloban, la niña abusada, los niños de la calle... La per-sona siempre en el centro y siempre por encima de la masa.

Engancha, porque es auténtico. En su vida pública y privada no hay trampa ni cartón. Ni postureo. Llega y conecta, porque la gente percibe su autenticidad, su normalidad, su cálida compasión que le sale del alma. Y la gente comienza a exigir a sus políticos que si no son tan santos como el Papa, que al menos, sean o intenten ser igual de auténticos.

Defensor de los empobrecidos. Papa de los pobres, le llamaban en Sri Lanka. Los pobres y los empobrecidos saben o huelen que en Francis-co tienen un defensor desinteresado y a fondo perdido.

Querido y respetado. Los católicos de a pie le adoran. Desde su llega-da pueden levantar la cabeza. Se sienten orgullosos. Presumen de Papa. Los de las demás religiones le respetan y hasta creen en él y en su capa-cidad de liderazgo. Respetado incluso por sus enemigos, que también los tiene, tanto dentro como fuera.

El eco del "puñetazo". Nunca una frase sobre un eventual "puñetazo" del Papa a alguien que ofendiese la memoria de su madre tuvo tanto eco. Con interpretaciones interesadas y aviesas. Francisco no sólo condena la violencia en nombre de Dios como una aberración, sino que hace autocrí-tica y reconoce que la propia Iglesia la utilizó en las guerras de religión y en las cruzadas. Condena total de la violencia religiosa, defensa de la li-bertad de expresión, pero también de la libertad religiosa. Porque las creencias, para los creyentes, son tan sagradas como la memoria de una madre. Y, por eso, no se puede mentar en vano, no se puede ensuciar. La sacralidad íntima de un ser querido como paradigma de los límites de la libertad de expresión.

La teología de las lágrimas. El objetivo primero de la visita del Papa era palpar, sentir, animar y consolar a los afectados por el tifón Yolanda. Francisco lloró y compartió el dolor de las víctimas y de los supervivien-tes. Y, ante su sufrimiento, le faltaron las palabras. "No sé qué decir", mu-sitó. Y, después, ya en Manila, volvió a llorar, al escuchar el relato de Gi-zelle, una niña abusada. "¡Si vos no aprendés a llorar, no sos un buen cristiano!, porque si no lloramos con las injusticias no aprendemos a com-batirlas", logró decir Francisco, conmovido en su corazón de Lolo Kiko (abuelo Kiko).

Y un récord. Entre seis y siete millones de fieles en la misa del Rizal Park. Superando, con creces, la de Juan Pablo II. Y bajo la lluvia. Lo nun-ca visto. Lo jamás logrado en la historia de los Papas o de cualquier otro personaje. Es la fuerza del Papa-imán. Es la mano del Espíritu que sobre él se ha posado. -José Manuel Vidal-

CODEMA ENTRE

NOSOTROS Se trata de un grupo de

mujeres que forman este costurero benéfico que fue creado por la Archicofradía del Corazón de Mª en Don Benito en 1980, como pla-taforma y cauce para la solidaridad y la ayuda so-cial y misionera. Cada Miércoles se reunirán a las 4.30 de la tarde en nues-tros salones para ir realizando sus labores de artesanía con cuya venta ayudaran a distintos proyectos misioneros. Esperamos que se sientan a gusto entre nosotros, a pesar de que en ocasiones podamos estar en los salones tantos grupos a la vez. ¡Bienvenidas!

ENCUENTRO DE MOVIMIENTOS ECLESIALES EN ORACIÓN Por fin se pudo realizar: este jueves pa-sado, día 22, nos reunimos unas cien personas en oración. El motivo: en esta semana por la unidad de los cristianos, comenzar a realizar esa unidad desde los distintos movimientos que enrique-cen con su presencia y su carisma la vida de la Iglesia en Don Benito.

Estuvieron representados la Renovación Carismática, Comunidades Neocatecumenales, Focolares, Encuentros Matrimoniales y Cursillistas de Cristiandad.

Durante una hora, de 7 a 8 de la tarde, ante la presencia de Jesús Eu-caristía y Jesús Comunidad Unida, pudimos rezar y cantar nuestro deseo de construir lo que Él tanto anhelaba: “Padre, como tú en mí y yo en ti, que ellos sean uno para que el mundo crea”.