23

Año 18, n.º 3, julio-septiembre de 2016 - FEPADE · 2 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016 Año 18, n.º 3, julio-septiembre de 2016 AB-sé es la revista pedagógica producida y

  • Upload
    others

  • View
    1

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

2 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Año 18, n.º 3, julio-septiembre de 2016

AB-sé es la revista pedagógica producida y publicada por la Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE). Su propósito es apoyar la labor que docentes, directores, directoras y familias realizan en los centros escolares y en el hogar. Las opiniones y va loraciones contenidas en los artí-culos corresponden a los autores, no representan necesariamente las de FEPADE. Se permite la re-producción del contenido de esta revista para fines educativos, siempre que se cite la fuente: Revista Pedagógica AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016.

El comité editorial agradece toda correspondencia, artículos o comentarios que desee enviar a la re-vista. Dirija su correspondencia a la dirección postal de FEPADE, Revista pedagógica AB-sé; al correo electrónico: [email protected] o llame al 2212 1634. Visite nuestro sitio web:

www.fepade.org.sv Dirección postal de FEPADE: calle El Pedregal y avenida capitán general Gerardo Barrios, frente a Hiper Mall Las Cascadas, Antiguo Cuscatlán, La Libertad. El Salvador, Centroamérica. Teléfono FEPADE: (503) 2212 1600, fax: 2212 1696.

Editorial 3Prevenir la violencia en la escuela

Así aprendemos 4La biomáquina: innovación y tecnología Ada Rosimar Escobar ValenciaComplejo Educativo Católico Pío XII, Ilobasco, Cabañas

Artículo central 8Miles de manos unidas para mejorar la convivenciaPauline MartinDirectora de la Maestría en Política y Evaluación Educativa.Universidad Centroamericana (UCA)

El corazón de la clase 14

Escuela y familia: juntas para prevenir la violenciaMarta Lidia Batres Centro Escolar República Federal de Alemania, Usulután.

Prácticas docentes 20

Narraciones y cuentos como recursos educativosSandra Najarro Escuela de Educación Parvularia Cantón El Limón. Soyapango, San Salvador

ContenidoPágs.

Fundación Empresarial para el Desarrollo Educativo (FEPADE)

Dirección de Investigación y Desarrollo Educativo

Dirección editorialJoaquín Samayoa

EdiciónClaudia Perla Campos

Asistente editorialMarcela Hernández

Maestros escritoresPara este número

colaboraron: Ada Rosimar Escobar, Marta Lidia Batres, Sandra Najarro.

Corrección gramaticalAna María Nafría

DiagramaciónClaudia Perla Campos

FotografíasFEPADE, Centros Educativos.

IlustracionesRicardo Ernesto López

Corrección de fotografíasMiguel Hernández

Impresión ALBACROME S. A. de C. V.

5000 ejemplares

Reciba en su correo elec-trónico la revista AB-sé. Solicítelo a la dirección: [email protected]

3Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

En determinadas zonas y puntos del país, el contexto en el que se desarrollan las labo-res educativas está permeado por situaciones de mayor o menor agresividad: desde lo cotidiano en las relaciones familiares y vecinales, incluyendo la convivencia en el

centro escolar, hasta escenarios marcados severamente por la inseguridad y el riesgo delin-cuencial en el entorno inmediato.

Esta situación, que no es nueva, constituye un problema nacional que debe abordarse desde diferentes flancos, tanto en lo estructural como en los territorios y colonias afectadas. Los centros escolares en coordinación con instancias locales pueden contribuir a prevenir o mo-dificar situaciones de violencia latentes o manifiestas con acciones que estén en su esfera de influencia.

Continuar con el día a día de la escuela, tratando de mantener una “normalidad” en la que se opta por ignorar la problemática, hará que esta permanezca o se incremente. Una mejor elección es hacer un alto, reflexionar sobre los factores de riesgo y discri-minar en cuáles se puede incidir realmente.

Para contribuir a esta reflexión y toma de decisiones, la Revista Pedagógica AB-sé da a conocer un programa de prevención de la violencia que se ha implementado en algunos países de Centro-américa y en centros educativos de El Salvador, con resultados prometedores.

También, se comparte la experiencia de uno de los centros educativos del oriente del país que ha participado en este programa de prevención, sus logros y limitantes, pero, sobre todo, su decisión de continuar trabajando en esa dirección, pues los cambios se logran, aunque no en el corto plazo.

En otros temas, encontrará información sobre un proyecto de Ciencias en el cual el alumnado ha comprobado cómo la energía humana puede transformarse en eléctrica, mediante la cons-trucción de un dispositivo que fue presentado en la feria de Ciencias de su centro educativo.

En el área de Lenguaje, en el nivel de parvularia, una docente comparte cómo ha utilizado cuentos y narraciones como recurso de aprendizaje de muchos contenidos programáticos, comprobando que los niños y las niñas aprenden de historias imaginarias que incitan su fan-tasía y que pueden relacionarlas con la realidad. Revista Pedagógica AB-sé

Prevenir la violencia en la escuela

EditorialEditorial

4 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Así aprendemosAsí aprendemos

Como docente de Ciencias Na-turales en tercer ciclo, durante varios años he observado que la

mayoría de estudiantes se sienten có-modos al trabajar contenidos de biolo-gía y química, pues sabían que muchos van acompañados de una práctica de laboratorio, la cual es un atractivo, ya que les gusta realizar experimentos y ver organismos en el microscopio. En cambio, con el área de física es diferen-te: les parece difícil, tediosa y aburri-da porque la única práctica es resolver ejercicios y problemas de cada conteni-do programado, lo cual no les facilita un aprendizaje real.

En vista de que a los estudiantes les gusta manipu-lar, experimentar y demostrar lo que está planteado en la teoría, así como descubrir y explicar el funcio-namiento de las cosas que nos rodean, me propuse aplicar una forma creativa para aprender y enseñar física por medio de prototipos didácticos.

Desde 2013, incorporo este elemento al desarrollo de las clases, ya que, además de lograr los objeti-vos de aprendizaje, me permite generar en los es-tudiantes una visión integral de estas tres áreas de las Ciencias Naturales y podemos presentarlos en la “Expociencia” de nuestra institución al final del año escolar, en la cual los estudiantes muestran los logros alcanzados en esta disciplina.

A continuación, compartiré una de las experiencias más significativas en nuestra institución, producto de esta estrategia.

La biomáquina: innovación y tecnologíaAda Rosimar Escobar ValenciaComplejo Educativo Católico Pío XII, Ilobasco, Cabañas

Investigar, experimentar o construir ayudan al alumnado a com-prender los contenidos, a comprobar lo aprendido y a explicarlo.

Esta estrategia didáctica se fundamenta en el aprendizaje significativo, ya que permite contex-tualizar los aprendizajes propios de la disciplina, a través de las vivencias e intereses de los estudian-tes, vinculándolos con los fenómenos que ocurren en su entorno1.

En mi experiencia, enseñar y aprender ciencias no se trata solo de realizar experimentos o prácticas con materiales específicos; es necesario tener un objetivo, partir de un problema, de una pregunta sobre algún aspecto de la realidad que nos impulse a investigar para resolver la situación planteada.

Significa consultar diversas fuentes que brinden in-formación para describir, conocer, producir y regis-trar datos que ayuden a explicar cómo y por qué algo funciona así. Por eso, cuando inicié el conteni-do “Energía mecánica total”, de la tercera unidad de

1 B. Rojas, A. Moreno, E. Calixto (2012). Elaboración de un prototipo didáctico para el desarrollo de competencias en jóvenes de bachille-rato. Innovación Educativa, 12(60) pp. 63-75.

5

Así aprendemos

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

primer año de bachillerato, comen-cé con la organización de equipos de siete u ocho integrantes para hacer proyectos científicos, con la indicación de que fueran novedo-sos, originales y relacionados con el tema de la unidad.

Cada equipo se puso de acuerdo en el proyecto que trabajaría, lo cual no fue fácil, pero se logró. Uno de los equipos tuvo especial dificultad para llegar a un consen-so: una parte quería trabajar la energía del cuerpo humano y, la otra, la energía de las máquinas. Como no llegaban a un consenso, les propuse un reto: investigar y deducir en qué consistían los dos tipos de energía y si había alguna relación entre ellos.

Después de estudiar un poco más ambos temas, descubrieron que el ser humano se parecía a una maquina, la cual era capaz de realizar muchas ac-tividades, moverse, saltar, caminar. En el proceso de la investigación les conté sobre una experiencia de elaboración de un prototipo: una “bicimáquina” y buscamos información en internet.

Luego de dos semanas, la sorpresa fue que habían descubierto algo interesante, una alumna lo expre-só de la siguiente manera: “Seño, encontramos que la bici es una máquina y el cuerpo también trabaja como una máquina”, por lo que decidieron denominar su proyecto “La biomáquina”.

A diseñar y construirEn internet, los estudiantes pudieron ver más de un modelo de bicilicuadora. Después de ver varios vi-deos para decidir cuál construirían y cómo, los es-tudiantes enlistaron los materiales necesarios para hacer el trabajo. Luego, se dieron a la tarea de bus-carlos en sus casas, con sus familiares, amistades y en ventas de chatarra, ya que muchos de estos objetos son inservibles para su función original. Los materiales son:

Así aprendemos

Limpiar, quitar el óxido y pintar la estructura es el inicio del trabajo.

Bicicleta que ya no se utiliza. Vaso (vidrio o plástico) y aspas de licuadora.

Motor extraído de otro aparato eléctrico que no se esté utilizan-do (en este caso, encontraron el de una pulidora en deshuso).

Base de madera para ensam-blar el vaso a la bicicleta.

Base de metal para mantener la bicicleta estática.

Tornillo largo de acero. Rueda de goma adecuada a la función que tendrá (girar con la rueda de la bicicleta).

Con los materiales listos, se ini-ció el proceso de construcción: lo primero fue limpiar bien la bi-cicleta, quitarle el óxido al metal y verificar el funcionamiento del

Llanta trasera

Soporte

Timón y asiento: se cambiaron de posición

Pedestal

Una bicilicuadora con los primeros cambios.

sistema de engranajes y la cadena (si estuviesen dañados, es necesario repararlos).

Dado que la cadena de la bicicleta está unida a la llanta trasera, el timón y el asiento se cambiaron de posición, para que el pedaleo generase el mo-vimiento en el sentido correcto. Como la llanta tra-sera es la única funcional, se puede prescindir de

6 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Así aprendemos

la delantera, o dejarla como elemento decorativo. Con la ayuda de un experto en soldadura y su equi-po, se elaboraron las bases metálicas para colocar el soporte de madera para la licuadora, así como los que mantienen la bicicleta estática.

El momento crucial de la construcción fue cuando se adaptó el motor que hace funcionar la licuadora; para ello se colocó una pequeña rueda de goma en contacto directo con una de las partes laterales de la llanta de la bicicleta, de forma horizontal, de tal manera que, al girar la llanta por el pedaleo, tam-bién lo hiciera la rueda de goma.

Se ensambló la licuadora a la base de madera y justo debajo de ella, se instaló el motor de la puli-dora, el cual se unió a la rueda de goma por medio del tornillo de acero, de modo que funcionara como eje entre las aspas y el motor.

Así fue como se completó el sistema de funciona-miento de la bicilicuadora: al pedalear, el movimien-to de las piernas hace girar la llanta, la cual hace que gire la rueda de goma que, mediante el tornillo, hace girar el motor que da movimiento a las aspas.

Finalmente, la decoraron de acuerdo a su creati-vidad y el nombre de su proyecto reflejaba su idea inicial de que el ser humano tiene la capacidad de hacer funcionar una máquina mecánica median-te la energía que él mismo genera al mover sus piernas.

Licuado de leche con fresa: estudiantes hacen una demostración del funcionamiento de la bicilicuadora.

La ciencia de la bicilicuadora

La bicilicuadora es una bicicleta estática, con una o dos ruedas, a la que se le adapta un mecanismo que permite instalar el vaso de una licuadora para que funcione con el pedaleo de una persona.

Se fundamenta en el principio de transformación de energía que establece: “La energía no se crea ni se destruye, simplemente se transforma”. La fuente de energía para el funcionamiento del mo-tor de la licuadora es el movimiento de las piernas, ya que está comprobado, experimentalmente, que estas tienen más fuerza que los brazos, lo cual hace más rápido el giro.

En los pedales se aplica una fuerza con las piernas, que hace girar el sistema de engranajes unido a ellos, transportando la fuerza a través de la cade-na que mueve el de la llanta y esta, finalmente, al motor adaptado a la base de la licuadora, donde se ubican las aspas, las cuales licúan cualquier ali-mento. con un movimiento circular unida a la rueda de goma más pequeña y esta al motor que gira las aspas del vaso, las cuales trituran y licúan cualquier alimento. En este proceso se ponen de manifiesto los siguientes contenidos de física: energía mecá-nica total, las leyes del movimiento de Newton y movimiento circular uniforme.

Además, se aprovechó el dispositivo para estudiar los beneficios que el ejercicio físico trae al ser hu-

Al pedalear, gira la llanta de la bicicleta, la cual hace rotar la rueda de hule puesta a su costado y, esta, al tornilllo conectado al motor.

7Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Así aprendemos

Estudiantes de primer año de bachillerato participan con la bicilicuadora en Feria Salesiana Bicentenario.

Prototipos didácticos

Son objetos diseñados y construidos por estu-diantes para demostrar un principio científico. Puede ser un dispositivo tecnológico, un ju-guete, una maqueta, un modelo, una máquina o cualquier otro recurso que permita entender y relacionar las ciencias con la vida cotidiana.

Este carrito autónomo se construyó con el ob-jetivo de elaborar un prototipo que produjera corriente inducida a partir de la aplicación de la Ley de Faraday denominada: “Inducción electromagnética”, mediante la utilización de imanes de neodimio (elemento de la tabla pe-riódica del tipo “metales”) y bobinas de alam-bre de cobre. Para ello se contó con el apoyo de un mecánico automotriz.

Para construirlo se utilizó la estructura interior de una caminadora de gimnasio; las llantas y el asiento de un carrito de juguete; el timón, de un escúter, la estructura de metal de una silla de playa entre otros.

Más allá de la ciencia en los licuadosAdemás de ayudarnos a entender y explicar los contenidos anteriores, la elaboración de prototipos como este permite que los estudiantes desarrollen interés en la asignatura, se entusiasmen y motiven por investigar y conocer más sobre el fenómeno observado, aprendan a comunicar sus ideas ha-ciendo uso de un vocabulario científico y técnico adecuado, superen el miedo a hablar en público y logren comprender el funcionamiento de las co-sas que nos rodean, desde una visión integral de la Ciencias Naturales.

Con este tipo de recursos, se fomenta la conviven-cia, el trabajo en equipo, el protagonismo de los es-tudiantes, el aprendizaje colaborativo y el liderazgo.

Como mencioné al principio, los dispositivos elabo-rados en la clase se presentan en la “Expociencia” institucional, por lo que la bicilicuadora fue presen-tada aquí en 2015. En septiembre del mismo año, también se expuso en la “Feria Salesiana Bicente-nario”, realizada en el Centro Internacional de Ferias y Convenciones (CIFCO). Además, se participó en la III Feria Regional de Ciencia y Tecnología, en octu-bre en las instalaciones de la Universidad Católica de El Salvador (UNICAES).

Es de mucha satisfacción para mí trabajar con pro-totipos como la biomáquina, que dan lugar a un abordaje diferente de las Ciencias Naturales.

mano, acelerando el metabolismo y mejorando las funciones biológicas de los sistemas de órganos; también, se destacó la importancia de una alimen-tación saludable que permita obtener la energía necesaria para realizar las actividades cotidianas.

En el área de química, se pudieron estudiar la mez-clas y combinaciones presentes en los licuados de frutas y salsas preparadas con la bicilicuadora.

8 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo centralArtículo central

“E stamos botando paradigmas y (cam-biando) las maneras de hacer las cosas en la escuela, desde el director hasta el

personal docente”, manifiesta un educador partici-pante del proyecto Miles de Manos, en el departa-mento de San Miguel. Expresa que este proyecto va orientado a mejorar la convivencia escolar y a fomentar la unión de la familia con la escuela, con la finalidad de mejorar los resultados en la convi-vencia y en los aprendizajes de los niños y de las niñas. Agrega que las actividades del proyecto han permitido cambiar la situación de las relaciones en el centro educativo: hay menos confrontación con el director, mejor comunicación entre padres y ma-dres, entre docentes y estudiantes.

Los centros escolares de San Miguel tienen carac-terísticas similares a muchos del país: atienden a un número grande de estudiantes en una infraes-tructura limitada, las colonias o alrededores pre-sentan retos socioeconómicos significativos. Los equipos docentes expresan su preocupación por los incidentes de violencia que ocurren en la co-munidad y por la presencia de otros riesgos para la niñez y la adolescencia, como el uso de drogas, la pornografía —con el acceso a internet—, la porta-ción de armas, el crecimiento de actividades ilíci-tas, entre otros.

El programa Miles de Manos es impulsado en El Salvador por el Ministerio de Educación (MINED) con el apoyo de la Cooperación Alemana (GIZ), en centros educativos públicos de La Paz, Usulután y San Miguel. En él, docentes, padres y madres unen esfuerzos y voluntades, con el fin de mejorar el am-

biente en el cual niños, niñas y jóvenes aprenden y crecen. Miles de Manos es parte de la estrategia regional del Programa Regional de Prevención de la Violencia Juvenil en Centroamérica (PREVENIR), el cual es ejecutado por la GIZ en cooperación con el Sistema de Integración Centroamericana, SICA. El programa Miles de Manos se basa en la impor-

Miles de manos unidas para mejorar la convivenciaPauline MartinDirectora de la Maestría en Política y Evaluación Educativa, Universidad Centroamericana (UCA)

Docentes facilitadores preparan el encuentro con y madres, con apoyo de personal de la GIZ y del MINED.

Un programa regional

Miles de Manos es la propuesta de PREVENIR-GIZ para las escuelas, una metodología desa-rrollada a lo largo de 2013 y 2014 con pruebas piloto en escuelas de Honduras, El Salvador, Guatemala y Nicaragua. Puede conocer más sobre este programa regional de prevención de violencia en http://www.gizprevenir.com/

Foto

s: P

REV

ENIR

-GIZ

9

Así aprendemos

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

9Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

tancia de la figura adulta como modelo de aprendi-zaje social; y reconoce los factores individuales, in-terpersonales, comunitarios y sociales que inciden en el comportamiento de niños, niñas y jóvenes (ver figura 1). Se basa en tres metodologías exi-tosas de prevención de violencia desarrolladas en los Estados Unidos (LIFT, PBIS, Nuestras Familias), cuya efectividad fue comprobada científicamente. El programa PREVENIR seleccionó elementos de estos modelos para ser adaptados y contextuali-zados para Centroamérica (se está impulsando en Guatemala, Honduras y Nicaragua.

La clave de la prevención de la violencia es la inter-vención temprana, especialmente para niños y niñas entre 9 y 12 años, cuando las personas adultas to-davía son referentes en su conducta, antes de pasar a una etapa de mayor presión social entre pares.

El programa considera de gran importancia tres ac-ciones preventivas:

a) actuar ante las situaciones pequeñas de forma consistente;

b) actuar oportunamente;

c) actuar sobre el contexto en el cual vi-ven los estudiantes.

Una maestra de parvularia de Usulután expresa: “El cambio viene desde nosotros mismos”. Poco a poco, los padres, las madres y los equipod de

Figura 1. Modelo explicativo de los factores que inciden en la violencia

Nivel individual

Nivel de relaciones

Nivel comunitario

Nivel desociedad

PREV

ENIR

-GIZ

docentes reconocen que los comportamientos, pensamientos y sentimientos de niños y niñas sur-gen de las condiciones y relaciones sociales en la familia, la escuela y con los pares. Las personas adultas, por ende, pueden decidir proteger y for-talecer a los niños y a las niñas bajo su cuidado y ayudarles a optar por un camino que los acerque a una vida feliz, productiva y libre de violencia.

Juntos pueden generar cambiosEl proyecto Miles de Manos está organizado en torno a momentos de formación con las familias y con los docentes de forma separada, denomi-nados “encuentros”. En momentos específicos del proceso, ambos actores se unen en reunio-nes “puente”, en las cuales, entre otras cosas, se ponen de acuerdo en:

a) los comportamientos que esperan que los menores aprenda en la casa y en la escuela (expectativas);

b) qué medios de comunicación utilizar;

c) qué acciones se pueden hacer para pre-venir la violencia (ver esquema).

Figura 2. Modelo explicativo de los factores que inciden en la violencia

PadresDocentes

Niños y niñas

Encuentrospuente

Componente familia

Componente escuela

(( [

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

10 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

En los encuentros, la metodología es práctica y a través de modelaje, para lograr un aprendizaje expe-riencial, es decir, reflexionar a partir de las experien-cias propias y observar cómo actuar de mejor mane-ra. Al final de cada encuentro, hay tareas y prácticas que realizar, tanto en la escuela como en la familia.

El personal de la escuela y las familias, unidos en una misma dirección, logran que se cumpla uno de los principios más importantes de Miles de Ma-nos: “Desde la orientación y la supervisión de las personas adultas es que se logran los cambios en niños y niñas”.

Siete estrategiasEl programa Miles de Manos está basado en siete estrategias que se trabajan con padres, madres de familia y docentes, en los “encuentros” menciona-dos, con sus respectivas prácticas en casa y en la escuela. Las estrategias son complementarias entre sí y no se pueden ver aisladas unas de otras porque en su conjunto permiten, de manera integral, que los niños y las niñas formen comportamientos sociales pacíficos y constructivos. Las estrategias son:

Comu-nicación efectiva

Expectati-vas claras

Recono-cimiento positivo

Límites y consecuencias

Resolución de problemas

Manejo de emociones

Supervisión adulta

Siete estrategias

En la familia, las estrategias fortalecen la armo-nía y la capacidad de padres y madres de orientar a sus hijos e hijas; en la escuela, se unen las estrategias para echar a andar un plan de convi-vencia escolar. A continuación, se comentan al-gunas de ellas.

La comunicación efectiva se resume en dos habili-dades: hablar claro y escuchar atentamente. En el siguiente cuadro, se resumen algunas característi-cas de las habilidades mencionadas:

Comunicación efectiva

• Ir al grano, con cortesía

• Modular la fuerza de la voz

• Hablar despacio• Pronunciar bien

las palabras• Mirar de frente y

a los ojos• Pensar antes de

hablar

• Mirar de frente y a los ojos

• Dejar otras actividades• No interrumpir• Mostrar que se está

comprendiendo (“ajá”, “sí”, asentir con la cabeza, etc.)

• No opinar ni dar conse-jos si no son solicitados

• No juzgar

Hablar claro Saber escuchar

Cuadro 1. Comunicación efectiva

En la familia, la buena comunicación es clave para superar diferencias de opinión y orientar a los hi-jos e hijas. En la escuela, es fundamental para la convivencia, así como para el proceso de apren-dizaje. A continuación, se desarrollan unos ejemplos de cómo los docentes pueden trabajar esta estrategia con los estudiantes.

La técnica del sociodrama puede ser apropiada para introducir el tema. Una idea sería que dos parejas de estudiantes voluntarios representen las características de la comunicación. Se sugie-re solicitar a una de las parejas que demuestre la forma atinada de hablar y escuchar; y, a la otra, la forma errónea. Luego de la representa-ción, los demás estudiantes pueden deducir por ellos mismos las características de cada una al contrastar ambas representaciones. El docente orienta y completa (ver cuadro 1).

Escuchar es más que estar en silencio. Es saber responder a lo que se nos está diciendo.

11

Así aprendemos

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

11Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Preguntar: ¿Por qué es importante tener una respuesta adecuada? Trate de concluir que es para demostrar interés y aclarar el mensaje si no se ha comprendido. Con el grupo, identifi-quen otros tipos de respuesta que demuestren una escucha activa. Escríbalos en la pizarra y explique.

Comentar: usar palabras y pequeños comenta-rios para demostrar que estamos poniendo aten-ción; por ejemplo: ¿De verdad? ¡Qué cosa!, sí.

Expectativas claras

Si familiares y docentes se ponen de acuerdo y hablan claro sobre las expectativas (los comporta-mientos que esperan), se dará un único mensaje, con lo que se evita la confusión y la ambigüedad. Dejar atrás los gritos, tanto en casa como en la escuela, será un gran avance.

En el hogar y la escuela es muy común escuchar la frase “portate bien”. Pero, ¿qué es “portarse bien”? Las expectativas son los comportamientos esperados de los niños y de las niñas por las per-sonas adultas, en cuanto a su aprendizaje en la escuela y a su desarrollo personal y social.

Dichos comportamientos deben delimitarse con claridad a partir de los valores que se quieren pro-mover. Por ejemplo, si se quiere fomentar la res-ponsabilidad, las expectativas serán: cumplir con las tareas, llevar el uniforme limpio, ser puntual, cumplir con las tareas de la casa, etc. La definición de las expectativas se logra mediante una reflexión con la participación de los niños y de las niñas, para tener un consenso sobre ellas.

No es suficiente definir y consensuar las expecta-tivas. Es necesario comunicarlas oportuna y reite-radamente con carteles, rótulos, hojas volantes, recordatorios en clase y otros. Los niños y las ni-ñas no deben tener dudas acerca de ellas.

En los encuentros con las familias se hace énfasis en que, si se pone atención a las cosas buenas

Dime más: hacer preguntas para que nos digan más y aclaren información. Por ejemplo: Dime más, qué pasó después, cómo hiciste.

En otras palabras: decir con otras palabras lo que dicen, para comprobar si se ha compren-dido bien. Por ejemplo: o sea/ es decir/ lo que dices es…Sentimiento: reconocer los sentimientos de la persona que está hablando. Por ejemplo: ¡Te gustó mucho! ¡Qué miedo! Te sentiste bien.

El equipo de facilitación se prepara mediante un taller para saber dirigir cada encuentro.

que hacen los hijos y las hijas y se les comunica, lo más probable es que las seguirán haciendo, pues se sentirán estimulados y querrán que esa sensa-ción se repita. En la escuela, el reconocimiento positivo también trata de identificar las acciones positivas de los estudiantes y reconocerlas en el momento propicio.

Para lograr mejores resultados, es necesario enseñar las expectativas, es decir, modelar con precisión lo que se quiere, más de una vez si es necesario. Por ejemplo, si se ha establecido que deben respetarse las participaciones de los es-tudiantes durante la clase, se pueden seguir los pasos que se muestran en el cuadro 2, en la pá-gina siguiente.

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

12 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

El reconocimiento positivo se fundamenta en un hecho: cuando se fortalece y se motiva una acción positiva, es más probable que se repita; si se igno-ra, ocurre lo contrario. Esta relación se da con más fuerza en los primeros años y, en la medida en que el niño y la niña desarrolla su autonomía, depende menos del reconocimiento de otras personas para tomar sus decisiones.

El siguiente ejemplo ilustra cómo, en una escuela, se practica esta estrategia durante el recreo.

En la Escuela “Paz y amor”, en cada grado se han trabajado, con la participación del estu-diantado, las expectativas de convivencia a la hora de recreo. Los estudiantes han identifica-do que deben:

• Jugar y compartir con respeto.• Jugar con seguridad en los columpios.• Tomar el turno para jugar con el equipo.• Formarse en orden para regresar al salón.

1) ¿Qué esperamos que haga el estudiante?

2) ¿Por qué es importante la habilidad? Explicar.

3) ¿Cómo NO se debe realizar? Demostrar la manera inco- rrecta.

4) ¿Cómo se debe realizar? Demostrar la manera correcta.

5) Practicar y retroalimentar. En varios momentos se les ofrece la oportunidad de practicar y se re-troalimenta.

Respetar las participaciones de mis compañeros y compañeras.

Porque así aprendo de sus ideas y les doy a entender cómo quiero que me traten.

Con apoyo de los estudiantes se modela, en sociodrama, la manera incorrecta: ver hacia otro lado o hablar con el vecino cuando alguien está participando, reírse, hacer comentarios irrespetuosos, etc.

Se modela con un juego de roles la manera de escuchar con actitud respetuosa: escuchar sin interrumpir, hacer preguntas para aclarar, mostrar con el cuerpo que se está atento, ver el rostro de la persona que habla.

Dar oportunidad a los estudiantes para que demuestren con ejemplos las formas correctas e incorrectas de practicar esta habilidad social y retroalimentar oportunamente.

Pasos Ejemplo de cómo enseñar la expectativa

Cuadro 2. Comunicación efectiva

Reconocimiento positivo

En los encuentros de capacitación con docentes y con familia, se desarrolla un aprendizaje experiencial.

Estos acuerdos están colocados en un cartel en cada salón y en el pasillo.

Se han asignado docentes para observar y circular en las distintas zonas. El subdirector pasa por todas las zonas para estar pendien-te de cualquier situación. El equipo de se-guimiento tiene una bolsa con pulseras de colores (tipo hule) y, cuando observa a estu-

13

Así aprendemos

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

13Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Disciplina orientadora

diantes que cumplen los acuerdos, se les acer-ca, les dice lo bueno que están haciendo, los anima a seguir así y les entrega una pulsera.

Durante el recreo, tres alumnas se están turnan-do para usar el columpio. La maestra asignada a la zona observa, luego se acerca y les dice: “Rosita, estás espe-rando tu turno con paciencia. Any, veo que tuviste cuidado de no acercarte al columpio y tú, Marina, estás colabo-rando con Rosita. Excelente trabajo”. El reconocimiento debe ser específico y breve y se les entrega una pulsera.

Al regresar al salón, se entregan todas las pul-seras, se contabilizan y se guardan en un reci-piente transparente en un lugar visible. Cuando se llene el recipiente, el grado recibe una re-compensa que se ha determinado con ante-rioridad. Generalmente, las recompensas no implican ningún gasto económico, puede ser tiempo adicional de recreo, reconocimiento en una asamblea de la escuela, un refrigerio es-pecial compartido entre el grupo, u otros.

En las escuelas de La Paz, Usulután y San Miguel, los docentes usan el reconocimiento positivo en el aula con palabras y frases específicas para llamar la atención sobre los buenos comportamientos, elogios para fortalecer la autoestima, felicitaciones sinceras por el trabajo realizado en aula. Dichas acciones se hacen de manera constante, es de-cir, cada día. Como resultado, se ha logrado más participación y colaboración de los estudiantes y un ambiente de mayor confianza con la persona adulta. Marta, una directora en Usulután, explica que ha observado efectos positivos al decirles a los jóvenes: “Tú puedes hacerlo”. Nadie les ha dicho que son inteligentes y que son capaces.

Una disciplina que orienta más que castigar busca en un equilibrio entre el control y el apoyo. Como se demuestra en el gráfico, la disciplina extrema-mente enfocada en imponer límites es punitiva,

mientras, el otro extremo, es una disciplina permi-siva, que apoya todas las iniciativas y necesidades del niño o de la niña. Existe también una disci-plina negligente, que es no poner límites ni dar apoyo; es ignorar o desconectarse de la situación.

La recomendación es un equilibrio de disciplina que establezca límites y brinde apoyo, definiendo expectativas claras, pero teniendo en cuenta al niño o a la niña y sus necesidades. La discipli-na orientadora enfatiza el aprendizaje, toma en cuenta el porqué del comportamiento y busca restablecer relaciones y rectificar errores. Se lo-gra por medio de cuatro acciones específicas:

1. Anticipar las situaciones de indisciplinaCon la observación y el seguimiento se puede in-tervenir positivamente antes de que crezca la si-tuación.

2. Establecer consecuencias orientadoras a las expectativas de convivenciaLas expectativas compartidas de convivencia de-ben venir acompañadas de consecuencias que se derivan de su incumplimiento.

3. Comprender la función del comportamientoAl observar una situación de indisciplina, la prime-ra pregunta debe ser: ¿por qué se ha comportado de esa manera?, ¿qué quiere lograr?, ¿qué función tiene su comportamiento? Generalmente, el com-portamiento disruptivo tiene un objetivo: se busca llamar la atención o escaparse/huir de la situación. Si logra su objetivo, lo repetirá las veces que pueda.

4. Restaurar relaciones y dañosReconocer que el daño de la indisciplina es a las personas y sus relaciones, no a una regla o norma establecida. El diálogo es la opción al castigo ante

NEGLIGENTE

ORIENTADORA

PERMISIVAPUNTIVA

LÍMITES APOYO

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

14 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

el rompimiento de una buena convivencia. Debe buscarse reestablecer las relaciones y reparar los daños físicos o materiales, si los hubo.

Llamados de atención

Un llamado de atención es una oportunidad de enseñanza en la que la persona adulta, en vez de gritar, regañar o elevar las emociones, enseña nue-vamente la expectativa que se ha incumplido. Mo-delarla para reforzar el aprendizaje es buena opción.

Es importante no llamar la atención a un estudian-te frente a sus compañeros o en un espacio público

porque el propósito es orientar, no avergonzar. La orientación en privado puede hacerse de la si-guiente manera:

1. Describa con claridad al estudiante lo que lo ob-servó hacer (sin extenderse en largos regaños) y por qué no es adecuado. Por ejemplo, “Vi que le pegaste a tu compañero con tu estuche; en nuestra clase hemos establecido que nos trata-mos con respeto”.

2. Pida al estudiante que reconozca y acepte lo que ha hecho y que exprese lo que tenía que hacer. Si no quiere, usted puede expresarlo y que él lo repita. Por ejemplo, “Le pegué a mi compañero con el estuche, pero necesito tratarlo con res-peto. Si tengo un problema con él, puedo pedir ayuda a la maestra”.

3. Dé unas opciones al estudiante de cómo reorientar su comportamiento. Por ejemplo, si el compañero lo está molestando mucho, se le puede cambiar de lugar. Como ha dañado la relación con su compañero al pegarle, debe pedirle disculpas. Mencione las consecuen-cias ya establecidas en el salón de clases y la escuela.

4. Aplique la consecuencia de inmediato y felicítelo por tomar una buena opción al corregir su com-portamiento.

Docentes practican las nuevas habilidades que son parte de las estrategias Miles de Manos.

Búsqueda de soluciones

Tanto en la familia como en la escuela siempre habrá diferencias y problemas en gustos, necesidades, in-tereses y preferencias. Por ejemplo, la hija quiere usar cierto tipo de aretes y la mamá no está de acuerdo. O los niños de segundo grado nunca pueden usar la cancha porque los de sexto grado siempre la están ocupando. Para buscar soluciones, se proponen cinco pasos que se describen a continuación:

Paso 2. Realizar una lluvia de ideas para resolver el problema

Se establecen las reglas para efectuar la lluvia de ideas: todas las ideas cuentan, no hay idea que no valga, no deben ser juzgadas. Anotan las ideas en un pliego de papel bond o en la pizarra después de haber enunciado el problema.

Paso 1. Definir el problema

Con el problema definido por el grupo involucrado, analizan la situación juntos para des-cubrir cuál es realmente el problema. Lo escriben en for-ma de enunciado en un plie-go de papel o en la pizarra.

Cinco pasos

12

3 4

5

15

Así aprendemos

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Artículo central

15Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Manuel Eligio Argueta, docente de un centro escolar de Usulután, considera exitosa la aplicación de las estrategias del programa Miles de Manos.

En esta estrategia, no es prioridad analizar causas de los problemas, sino enfocarse en la acción: qué se puede hacer ante la situación.

En la familia, cuando surja una diferencia, se puede realizar una reunión familiar para llegar a un acuer-do. En el aula, funciona la asamblea de clase para resolver los asuntos.

El impacto de Miles de Manos Después de la primera fase de implementación en San Miguel, Usulután y La Paz, se ha comprobado que el proyecto contribuye a una reducción signi-ficativa de los problemas de comportamiento que, con el tiempo, podrían escalar y convertirse en conductas violentas.

Miles de Manos aumenta la capacidad de los do-centes para influir en los comportamientos proso-ciales de sus estudiantes. De igual forma, con mejor comunicación, hay más confianza y más respeto hacia los niños y las niñas y se fortalece el trabajo en equipo de los docentes. Los equipos docentes expresan que ha bajado el número de peleas entre estudiantes durante el año, porque las estrategias para orientar el compartamiento han sido efectivas. Asimismo, manifiestan mayor habilidad para resol-ver problemas y han podido dejar atrás prácticas pu-nitivas, como pegar con un metro u obligarlos a lavar el baño, que no contribuyen al crecimiento personal ni a la construcción de una mejor convivencia.

Las madres y los padres participantes dicen que el proyecto aumenta sus habilidades para crear rela-ciones respetuosas, agradables y atentas con sus

hijas e hijos. Estas características son claves para reducir el comportamiento antisocial y violento en los jóvenes. En padres y madres de familia, se ob-servan cambios de actitudes, un ambiente más positivo y de confianza en el hogar, incluso en el trato con personas de fuera.

Los “encuentros” sirven a las familias como grupos de apoyo, en los cuales padres y madres dan su-gerencias, comparten experiencias y ofrecen con-sejos a sus pares. También, reconocen sus errores y toman conciencia de la necesidad de mejorar. El entusiasmo ha sido tanto que muchos padres y madres comparten lo aprendido con otros fami-liares y vecinos que no están recibiendo la capaci-tación. Los familiares de los estudiantes expresan su satisfacción con las habilidades adquiridas con su participación, aunque reconocen que es un reto aprender nuevas formas de relacionarse.

Paso 4. Elaborar un plan con todos los involucra-dos sobre la solución.

Se definen acciones, res-ponsables y tiempos para implementar el plan.

Paso 5. Intentar realizar el plan.

Destaque que se deben programar tiempos de revi-sión y evolución de la so-lución para determinar si funciona o no.

Paso 3. Decidir cuál idea probar como solución.

El docente o líder facilita una discusión para analizar y eva-luar cada idea y seleccionar, entre todos, solo una. Puede usarse la votación.

16 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

El corazón de la claseEl corazón de la clase

D e acuerdo con los datos de la Policía Na-cional Civil (PNC) de Usulután, en 2013, nuestro centro escolar se ubicaba en la

“zona roja” del municipio, lo que significa un lugar de alto riesgo para la comunidad educativa, debido a la presencia de pandillas y por los altos niveles de delincuencia. Esa fue una de las razones por las que, en ese año, fuimos seleccionados por la Di-rección Departamental de Educación, de Usulután, para formar parte del programa Miles de Manos, el cual tiene como objetivo la prevención de la violen-cia mediante el fomento de la sana convivencia en la escuela y la familia.

Para iniciar, nos informaron que el programa Mi-les de Manos es impulsado por la Cooperación Alemana (GIZ, por sus siglas en alemán), nos compartieron sus fundamentos, componentes, estrategias y metodología de trabajo. Desde el principio, lo tomamos con mucho compromiso, lo vimos como una oportunidad para contribuir al desarrollo social de la comunidad y para fortale-cer nuestra práctica pedagógica, y así iniciamos el proceso de formación.

En un primer momento, fuimos capacitados todos los docentes del centro (21 en total). Aprendimos, mediante la práctica, cómo implementar el modelo con los estudiantes y sus familias, de manera que vivenciáramos cada una de las actividades que rea-lizaríamos con ellos.

Durante ese año, desarrollamos el modelo en nuestro centro escolar y obtuvimos resultados sa-tisfactorios, razón por la que seleccionaron a un grupo de 6 docentes para ser capacitados con una

mayor profundidad en el modelo, con la intención de divulgarlo y promoverlo en el Sistema Integrado de Escuela Inclusiva de Tiempo Pleno al cual per-tenecemos. Este equipo docente integra el Comité de Convivencia de nuestra institución, encargado de coordinar la implementación de programa.

Planificación y puesta en marcha de los encuentros

El programa contempla la realización de diez reu-niones al año con los estudiantes, programadas en forma quincenal, y ocho con las familias, a ejecutarse mensualmente. A esta serie de reu-niones se les llama encuentros, son dirigidos por los docentes y coordinados por el Comité de Con-vivencia.

Escuela y familia:juntas para prevenir la violenciaMarta Lidia BatresDirectora del Centro Escolar República Federal de Alemania, Usulután

Marta Batres explica que el programa Miles de Manos forma parte de la planificación estratégica del centro.

17Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

El corazón de la clase

Al inicio del año lectivo, programamos las fechas de realización de los encuentros, tanto para estudiantes como para fami-lias. Una semana previa a la realización de cada encuentro, tomamos una hora diaria para leer el tema por desarrollar, organizar las actividades, elaborar material didácti-co y resolver inquietudes en equipo. Aun-que contamos con una guía metodológica para la implementación de las sesiones, siempre es importante recordar, entre to-dos, los elementos que se trabajarán en cada jornada.

El trabajo con los estudiantes inicia con el establecimiento de las normas de conduc-ta esperadas de su parte a lo largo del año escolar, estas se conocen como expecta-tivas de convivencia y son propuestas por los mismos estudiantes a partir de la lectu-ra de cuentos sugeridos en la guía.

Reunidos en equipos, los estudiantes leen el cuento asignado, el docente les solicita que iden-tifiquen los valores presentes en la historia y luego los escriben en la pizarra. Se pregunta a los estu-diantes cómo se pueden promover esos valores en el aula; las ideas que dan en las respuestas son la base para construir los acuerdos o expectativas de convivencia que se tendrán en el salón de clases

para todo el año. Nues-tra experiencia nos ha

Lo aprendido en los encuentros de docentes es aplicado por cada maestro y maestra con el alumnado.

permitido consolidar estos valores a nivel institu-cional; para este año trabajamos con tres: respeto, responsabilidad y orden.

En nuestro centro escolar, desarrollamos los en-cuentros con estudiantes de todos los niveles educativos en forma simultánea, de acuerdo a la programación establecida; sin embargo, el trabajo es continuo y no es necesario esperar al siguien-te encuentro para aplicar una de las estrategias de convivencia aprendidas en Miles de Manos.

Para desarrollar los encuentros con las familias, nos organizamos en dos equipos de tres docentes, tanto para coordinarlos como para implementarlos.

Durante este año, los realizamos en forma de asamblea general, es decir que atendemos a los encargados de todos los niveles educativos en la misma sesión, las cuales se programan un mes por la mañana de 7:00 a 9:00 y, el siguiente, por la tarde, de 3:00 a 5:00. Previamente, se envía una convocatoria por escrito a padres, madres de familia o encargados, en la que se detalla el tema que se desarrollará.

Si son menos de 80 asistentes, se les recibe en la biblioteca; si excede esta cantidad, el encuentro se realiza en la cancha de basquetbol de la es-

El manual de convivencia y el libro de asistencia a los encuentros con familias: 110 participaron en uno de ellos.

18 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

El corazón de la clase

cuela; generalmente, la participación de las familias es mayor cuando los encuentros son en la jornada matutina. El horario es parte de lo que debemos evaluar.

Estos encuentros son muy dinámicos, buscan la participación activa de los familiares a través de dramatizaciones, juegos de roles, reflexiones indi-viduales y conjuntas, círculos de discusión y otras técnicas dirigidas a implicar a los adultos en mejo-res prácticas de crianza, que ayuden a reducir com-portamientos de riesgo que puedan conducir a si-tuaciones de violencia en la familia o el vecindario.

Técnicas para promoverla sana convivencia Mediante el programa Miles de Manos, aprendemos técnicas que nos ayudan a mejorar la convivencia escolar, a fortalecer las relaciones entre padres, madres e hijos y a fomentar la comunicación efec-tiva entre estudiantes, docentes y familiares. Estas técnicas son variadas y se aplican tanto a las siete estrategias del modelo como a nuestras prácticas pedagógicas cotidianas. Compartimos algunas que nos han dado excelentes resultados en la institución:

1) Círculo de la comunidad. Organizados en cír-culo, los estudiantes discuten y reflexionan sobre casos planteados por el docente, quien les hace preguntas sobre las consecuencias y posibles solu-ciones a las situaciones planteadas. Los estudian-tes aportan su opinión de manera individual, a cada uno le corresponde un turno para expresarse to-mando un micrófono simulado, mientras los demás escuchan con atención.

Debe respetarse la intervención de todos. Aque-llos que no desean dar su opinión, pueden pasar el micrófono, pero no alejarse del círculo, pues es importante que escuchen la propuesta de solución que se construirá con las ideas de los participantes.

2) Asamblea de clases. Está orientada a resol-ver problemas disciplinarios. Cuando suceden, se plantea en la clase la falta cometida, lo que se co-noce como conducta contraria a las expectativas de convivencia. Junto al docente, los estudiantes

buscan solucionar el problema, discuten sobre las consecuencias de esta acción y reflexionan sobre cómo puede repararse el daño ocasionado.

El objetivo es que entre todos lleguen a la conclu-sión de que las conductas negativas traen conse-cuencias negativas que alteran la sana convivencia entre ellos y que, para restaurarla, es necesario re-parar el daño; muchas veces esto se hace a través de una sincera disculpa, pero si el daño implica la reposición de algo material, es indispensable ha-cerlo; de esta forma, buscamos el compromiso por respetar las expectativas de convivencia con las cuales todos nos hemos comprometido.

La docente Janet de Gómez orienta y participa con los estudiantes en la actividad fuera del aula.

3) Reconocimiento positivo. Consiste en desta-car las cualidades y potencialidades del estudiante, resaltarlas sobre sus defectos y enfatizar su impor-tancia. Puede realizarse en forma verbal o escrita, a través de una felicitación o una frase positiva, acompañada de la razón por la que se otorga, por ejemplo: “Te felicito, Carlos, porque en la clase de hoy aportaste buenas ideas sobre el tema”.

Hemos comprendido la importancia de hacer este reconocimiento en forma constante, no centrándo-nos en los estudiantes destacados, sino en todos, ya que esta práctica ayuda a elevar su autoestima, los incentiva a hacer mejor sus actividades cotidia-nas, los hace sentir importantes para otras perso-nas y los motiva a continuar con esas actitudes.

19Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

El corazón de la clase

Logros y desafíos

Después de tres años de implementar el programa Miles de Manos, hemos visto cambios importantes en las conductas de nuestros estudiantes, los cua-les han incidido en su rendimiento académico. Las manifestaciones de violencia han disminuido y las agresiones físicas y verbales entre ellos son meno-res; antes eran frecuentes los golpes y patadas a paredes y puertas, ahora eso casi no se observa.

No podemos decir que se han eliminado totalmente, pues somos conscientes de que el cambio es paula-tino, y será más evidente en la medida en que nues-tro esfuerzo sea permanente. Nos atrevemos a decir que hemos logrado un 50 % del avance total que esperaríamos, sobre todo con nuestros estudiantes. Sin embargo, podemos decir que el programa está instalado como parte central de las prácticas pe-dagógicas e institucionales del centro escolar. Está contemplado en el PEI y en el Plan Escolar Anual.

Con las familias no ha sido fácil, pero creemos que, con uno que haya logrado cambiar las relaciones con sus hijos, ya se ha obtenido una ganancia. El testimonio de una madre de familia nos dice que, a través de los encuentros, ella aprendió a platicar con sus hijos, a comunicarse con ellos en forma directa, sin gritos ni agresiones; comprendió que, para corregirlos, no es necesario golpearlos ni tra-tarlos mal y que se gana más si se habla con ellos y se tiene su confianza.

También nosotros, como docentes, llegamos a comprender que muchas de nuestras prácticas disciplinarias no eran correctas, ya que no tenía-mos idea del daño que causábamos a los niños y a las niñas con acciones punitivas y represivas que, sin saber, fomentaban aún más las conduc-tas negativas en ellos, pues era una forma de vio-lentarlos. Ahora vemos las cosas de otra manera, aprendimos a identificar y promover sus actitudes positivas, a ser flexibles en la toma de decisiones relacionadas con su comportamiento.

Como equipo docente nos seguimos fortalecido, nuestra relación está fundamentada en el respeto mutuo y la cooperación, nos sentimos comprome-tidos a continuar impulsando el programa y a apo-yar a aquellos compañeros que todavía no están del todo convencidos de los logros que se pueden alcanzar. Además, hemos conocido técnicas de enseñanza activa que muchos docentes ponen en práctica en el desarrollo de sus clases.

Pese a todos estos logros, también tenemos gran-des retos, el principal es concientizar a padres y madres sobre el valor del trabajo compartido entre la escuela y la familia. Nuestro ideal es que, dentro de algunos años, tengamos una relación más uni-da con ellos, que podamos trabajar como aliados para lograr los objetivos esperados con sus hijos y que podamos contribuir al desarrollo de nuestra comunidad.

Estudiantes representan las características de la mala y la buena comunicación frente sus compañeros.

20

Prácticas docentesPrácticas docentes

Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

L as narraciones y los cuentos son recursos muy útiles para desarrollar aprendizajes y cultivar, desde la primera infancia, el gusto

por la lectura. Esto lo he comprobado con los es-tudiantes y lo he confirmado en las formaciones recibidas, especialmente a partir de 2015.

En el nivel de parvularia, se trabaja tomando en cuenta varios principios. Uno de ellos es el globali-zador, que orienta a comprender que los niños y las niñas perciben la realidad como un todo, conocen el mundo desde su experiencia real, es decir, de lo que pueden ver, tocar, oler, etcétera, y de su relación con el entorno y con las personas que los rodean. Ellos van de lo concreto a lo abstracto; de lo conocido, a lo desconocido.

Por lo anterior, los cuentos que se seleccionan para narrar en clase deben tratar de lo que las niñas y los niños ya conocen, de lo que les interesa o les puede llegar a interesar con la motivación adecua-da. A ellos les gustan los animales, todo lo que es juego, las aventuras y la fantasía. Así van cons-truyendo nuevos conocimientos, pueden compren-der nueva información y aprender valores como la amistad, la honradez, la solidaridad, la valentía.

En este artículo, se expone la experiencia “Lecturas y narraciones divertidas”, la cual se ha trabajado con educación parvularia de 4, 5 y 6 años desde 2014, y consta de dos elementos: 1), sesiones de lectura en la Biblioteca recreativa con la participación de fami-liares de los estudiantes; y 2), la narración de cuen-tos y relatos vinculados a los ejes globalizadores.

Los ejes globalizadores articulan contenidos que se desarrollan a través de situaciones de aprendizaje diseñadas para trabajarlas de forma integral.

El inicioHace quince años, en el 2001, escribí la historia “Juan el veterinario”, la cual quedó engavetada, pues no hubo apoyo en la escuela donde trabajaba.

En el 2014, cuando leí el nuevo programa de par-vularia, sección 4 años, encontré que se recomen-daba el cuento “Josefina en el país de las verduras y la comida chatarra” para introducir el tema “há-bitos de alimentación”. Decidí retomarlo y hacerlo como un libro: transcribí la historia y le elaboré di-bujos. Lo hice con material de bajo costo, es decir, al reverso de cartones de publicidad. Lo narré en la clase con muy buenos resultados, pues algunos comenzaron a traer refrigerios más saludables.

Este mismo año, ilustré otro cuento que aparece en el programa, en la sección 6 años: “La Pilocha”. La Pilocha es una rama que quiere ser niña, pero

Narraciones y cuentos como recursos educativosSandra Elizabeth Najarro DíazEscuela de Educación Parvularia Cantón El Limón, Soyapango, S. S.

Sandra Najarro, mientras utiliza una de sus narraciones como recurso de aprendizaje.

21Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Prácticas docentes

se da cuenta de que no tiene todas las partes del cuerpo de una niña real. Aquí se puede trabajar el esquema corporal de niños y niñas.

En estas dos experiencias observé que los estudian-tes están más atentos por más tiempo a lo que se les narra. Me interesé más en los cuentos y continué ilustrando otros que vienen en el programa. Compro-bé su gran utilidad, pues son amenos y adecuados a los contenidos; además, se promueven valores, actitudes y la participación de niños y niñas.

De aquí resurgió la idea de 2001, de crear cuen-tos y narraciones propias. El primero fue “Joselita de paseo por el centro comercial”, que trata sobre educación fiscal (ver recuadro 1). En 2015, escribí “Verdurilandia en el país de las fru-tas” y “La pelota de colores”. Este último trata sobre un niño con una discapacidad y es apropiado para trabajar valores y actitudes. El día que lo narré, un alumno expresó que sus demás compañeros lo mar-ginaban y no lo dejaban jugar con ellos. Conversa-mos sobre la solidaridad, el respeto, la convivencia; el resultado fue la inclusión del niño en los juegos.

Soy una persona apasionada por mi trabajo y me encanta escribir. Me siento motivada a narrar algu-nos cuentos y relatos propios, pues estos ya van con intención para trabajar determinados contenidos.

El cuento en parvulariaLa narración de cuentos tiene un rol importante en el desarrollo psicológico de niños y niñas, pues, además de la estimulación sensorial, les ayuda a

Recuadro 1. Educación fiscal

En 2014 participamos en un taller sobre edu-cación fiscal, impartido por el Ministerio de Ha-cienda. Aprendimos los tres ejes de la educación fiscal: 1) formación en valores, 2) construcción de ciudadanía y 3) hacia una cultura fiscal.

Para culminar el curso, debíamos elaborar un trabajo con el cual introducir a los estudiantes a la educación fiscal. Fue así que escribí el cuento “Joselita de paseo por el centro comercial”, con los principales contenidos del taller. Presenté el cuento el 24 de mayo de ese año.

Esta participación se convirtió en una experien-cia exitosa e inolvidable porque los niños y las niñas ganaron un recorrido por “Recrehacienda”, donde aprendieron cómo son administrados los impuestos para beneficio social, aprendieron ju-gando acerca del contrabando, la elusión y la evasión fiscal, participaron en el barco “Misión aduanera”, en el “Tesoro salvadoreño” y en otros que los estudiantes disfrutaron a más no poder.

El cuento agradó a los facilitadores por su len-guaje sencillo y fue colocado en la página web del Ministerio de Hacienda.

Posteriormente, lo vinculé a los ejes globaliza-dores “Quién soy, así soy, yo soy” y “Había una vez”, en diversas situaciones de aprendizaje, por ejemplo, “cuenta cuentos” y en el taller “El su-permercado”, donde los estudiantes llevan dinero para comprar y dar cambio. La familia contribuye enviando materiales para montar el estante de mercaderías y algunos “productos” que vender.

dar significado a situaciones que no están al alcan-ce de su comprensión. Mediante una historia pue-den comprender, por ejemplo, relaciones de causa-efecto, la ausencia o pérdida de alguien, códigos éticos como la diferencia entre el bien y el mal.

Según afirma Consuelo Matías Mateos: “El cuen-to provoca y excita la curiosidad de niños y niñas;

22 Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Prácticas docentes

estimula su imaginación; desarrolla su inteligencia; facilita que identifique sentimientos y emociones; da respuesta a sus necesidades; pone al niño en con-tacto con problemas y le ayuda a que dé respuestas a los mismos” (Matías, C. P. 2) 1.

Por eso, esta autora considera que el cuento es un recurso de aprendizaje globalizador que tie-ne valor educativo en sí mismo, ya que ayuda al estudiante a descubrirse, a conocer el entorno social y a aceptar otras realida-des fuera de su marco conocido.

Este planteamiento es el que es-taba intentando comprobar con el proyecto. Continué, en 2015, tra-bajando nuevas narraciones y algunos cuentos con la sección 5 años. Tomé como inspiración varias situaciones de aprendizaje del programa, así como eventos de mi propia experiencia (ver cuadro 2).

Simultáneamente a las narraciones con los estu-diantes, una vez por semana desarrollábamos las sesiones de lectura en la Biblioteca recreativa, con

la participación de algunas madres. Esta actividad tiene el objetivo de involucrar a la familia, acercarlos más a la escuela, pero, principalmente, permitirles

comprender la importancia de narrar cuentos a los niños, para que lo hagan en sus hogares con más frecuencia.

Un nuevo impulso al proyectoEse mismo año recibimos con alegría el apadrinamiento de INTRADESA a través del proyecto Adopte una Escuela, de la Fun-dación Empresarial para el De-sarrollo Educativo (FEPADE). El proyecto “Lectura y narraciones divertidas” se fortaleció, ya que

recibimos capacitaciones y realizamos círculos de estudio. Recibí asesoría para mejorar la narración de los cuentos a través del taller “Cuentos senso-riales” que nos dio la licenciada Ana Luz Belloso.

En esta capacitación, aprendí técnicas para hacer más divertida y efectiva la narración. En particular, aprendí cómo elaborar recursos e instrumentos para

1 C. Matías (2014). Tema 53: Intervención sociocomunitaria, preparadores de oposiciones para la enseñanza 2009. Extractado de: http://preparadores.eu/temamuestra/Secundaria/ISC.pdf

Cuadro 2. Articulación de narraciones y cuentos con ejes globalizadores. Sección 5 años

Una madre participa en el proyecto leyendo cuentos en la Biblioteca.

Cuidemos del planeta Tierra

Una gota de agua

Su majes-tad el Sol

Viajando por el mundo

A cuidar los re-cursos natura-les de mi país

Juguemos a los planetas

Expresión y desarrollo social. Elabora grafismos diversos con direccionaidad

e intención comunicativa.. Disfruta tomar decisiones y resolver conflictos

con otros niños.Expresión y representación. Elabora y responde preguntas.. Mantiene una conversación con un adulto y la

acompaña con gestos.. Ordena series de objetos y señala el primero y

el último.Relaciones con el entorno. Muestra amor y sensibilidad hacia la naturaleza.. Distingue el día de la noche.

. Inventa una historia breve sobre el cui- dado del agua.

. Pega 5 for-mas de cui-dar el medio ambiente.

. Represen-ta figuras geométricas como la esfe-ra, la elipse, el cilindro.

Narración o cuento

Eje globa-lizador

Situación de aprendizaje

Actividades de refuerzo

Algunos indicadores de logro

Personaje de “David aprende

normas de cortesía”.

23Revista AB-sé FEPADE, n.º 3, 2016

Prácticas docentes

practicarlas. También, la licenciada Mercy Orantes, asistente técnico-pedagógica del proyecto, me incen-tivó a escribir esta experiencia y a seguir escribiendo.

Ese año también trabajé “Carlos y Camila aprenden las vocales”, “Una gota de agua”, “Su majestad el Sol”, “Cuidemos el medio ambiente”, “Los granos de maíz” e ilustré “Lo que me agrada y desagrada” y el cuento “La casa de papel”, de Corina Bruni, el cual les encantó a todos.

Es importante que los estudiantes no pierdan su esencia de ser niños y niñas, de lo lúdico, pero que, al mismo tiempo, se vuelvan críticos y creativos. Por eso, las narraciones están en sintonía con la reali-dad existente, los temas son actuales, importantes y tienen una finalidad de beneficio social. Todas las narraciones y los cuentos dejan una enseñanza.

Expectativas y logrosMis expectativas, además de que los niños y las ni-ñas afiancen sus conocimientos, sean competen-tes para expresarse y practiquen valores, son que otros docentes utilicen mis relatos, dar a conocer este proyecto, continuar aprendiendo y escribiendo cuentos y narraciones de utilidad en la educación.

La mayoría se han logrado, los estudiantes se expresan a través del dibujo, la dramatización, la lectura de imágenes y la creación de cuentos pro-pios. Ellos son capaces de tomar las láminas de un cuento, ponerlas en secuencia (o darles otro orden) y narrar, en voz alta, su propio cuento, inventado. También usan el televisor, el franelógrafo, el teatro de sombras y los animadores.

Como parte de las experiencias de éxito de este proyecto menciono:• Quea losniños y a lasniñas les gustaran las

narraciones y los cuentos.• Queelcuentodeeducaciónfiscalfuerapuesto

en la página web del Ministerio de Hacienda y que ganáramos una visita a Recrehacienda.

• Daraconocermitrabajoenlareddeparvulariadel distrito 06-20, con el uso de juegos simbó-licos, que en este caso fue la práctica en la Bi-blioteca recreativa.

El franelógrafo. Con fieltro o franela forre una superficie plana, un delantal u otro. Arriba, utilice color celeste para simular el cielo y, abajo, verde, para el pasto. En cartulina, dibuje los personajes del cuento, recórtelos y pégueles en la parte de atrás “mozote” o lija, para quese adhieran al fieltro.

Televisor. Puede usar una caja de cartón, dura-pax o madera. Fórrelo con papel lustre de color y péguele los botones de control. Use plástico trans-parente para simular la pantalla y, en la parte de atrás, coloque un elástico para detener las láminas e irlas cambiando a medida que avance en la na-rración. Agréguele un control remoto y listo.

Teatro de sombras. Para hacerlo, corte una caja de cartón y, en el lado abierto, pegue papel vegetal (ser-virá como pantalla). Pinte o decore el teatrillo a su gusto. En un fondo oscuro, elabore la silueta de los personajes y, en la parte de atrás, pegue un palito de pincho, de paleta u otro material.