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AÑO IV REPUBLICA DE NICARAGUA N° 30. LA TERTULIA Este periódico se publica tres veces al mes. Suscripción mensual adelantada 25 cs. números sueltos 10. Jerónimo Pérez Fundador Masaya, junio 28 de 1878. AJENCIAS Managua Don Juan Manuel Caldera. Granada Manuel Mejía. Rivas Isac Vidaure. León Vicente Ramírez. El Viejo Rafael Ramírez. Ocotal Pablo Gutiérrez. Acoyapa Marcos Quezada. Potosí Pbtr. Juan Gaitan. LA TERTULIA SOCIEDAD CATOLICA. No habiamos tenido oportunidad de consagrar unas pocas líneas de nuestro humilde periódico á la Sociedad de señoras, fundada en Chinandega el 5 de diciembre del año próximo pasado; mas hoi que la tenemos lo verificamos con el gusto mas intenso, porque á la verdad arrebata nuestro admiracion esa Sociedad, digna de imitación, que tiene objetos tan grandiosos. Los artículos primero i segundo de su reglamento dicen así--- “Art. 1º La Sociedad Católica de Señoras, de Chinandega, tiene por principal objeto el ejercicio de la caridad cristiana para con el prójimo, remediando en lo que sea posible sus necesidades espirituales i temporales. “Art. 2º La Sociedad Católica de Señoras, tiene por fin único i exclusivo la conservacion, defensa i progreso de la santa religion católica con el auxilio divino, teniendo siempre en mira la caridad para con Dios i el aumento de su gloria.” Solo esto es bastante para saludar con férvido entusiasmo ese pensamiento consolador, que no dudamos va á producir inmensos bienes á todo Nicaragua. Por causas que es innecesario mencionar, mucha parte de la juventud nicaragüense ha adoptado la moda de parecer irreligiosa para merecer el título de ilustrada, que ciertas sociedades estrañas acuerdan solo á los que miran con desden la práctica del catolicismo. Hablamos de la moda de parecer, por que á la verdad no hemos creido ni creemos radicada la irreligiosidad que se ostenta por pura jactancia. Podria asegurarse, sin temor de equivocarnos que el mas abanzado de nuestros libres pensadores, no sufre el crisol de la muerte. En ese lance supremo nuestros libres pensadores son verdaderos ultramontanos. Pero lo cierto es que esa apariencia de nuestra juventud puede convertirse en realidad. El corazon humano tan propenso al mal, los libros corruptores que se leen en todas partes i las sociedades contrarias que trabajan con empeño, campean, sentimos decirlo, ó mejor dicho repetirlo, sin la menor oposicion, porque el clero ó mucha parte de él no cumplen el sublime cometido: vosotros sois la sal de la tierra i la luz del mundo. Mas, si los especialmente encargados, si los hombres en general no cumplimos este deber tan imperioso, las señoras toman nuestro lugar, i se proponen remediar los males, ó por lo menos detener su impetuoso curso. No está lejos que de la decision de ellas resulte que el clero se estimule i se consagre á moralizar á los pueblos i á enseñarlos con la palabra i especialmente con el ejemplo. Deseamos que esta sociedad recoja óptimos frutos del noble propósito de su fundacion. ________ MIS RECUERDOS. Lectura á mis discípulos. XXVIII. Disuelto el Congreso volví á ocupar el Ministerio, en donde cada dia mas me persuadia de que para estas Repúblicas no habrá dicha mayor que el tener un Gobierno basado en la opinion pública. No teniamos necesidad de guardia de honor ni de guarniciones numerosas, porque todo respiraba la confianza interior del país, no menos que la esterior, porque estábamos en completa armonía con todo el mundo. Así era que nuestro Gobierno consagraba su atencion á los ramos de vida i progreso de la Nacion. Entonces pudimos visitar los siete departamentos de la República, dividir unos de otros i aprobar á cada pueblo sus planes de arbitrios i bandos de buen gobierno, i en fin prodigarles cuantos bienes estaban a alcance del Gobernante. Aquella situacion feliz única en los fastos de Nicaragua, como lo confiesan de concierto todos los partidos, solo era turbada al pensar en el cambio del Gabinete.

AÑO IV REPUBLICA DE NICARAGUA N° 30. LA TERTULIA · de la decision de ellas resulte que el clero se estimule i se consagre á moralizar á los pueblos i á enseñarlos con la palabra

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AÑO IV REPUBLICA DE NICARAGUA N° 30.

LA TERTULIA Este periódico se publica tres veces al mes.

Suscripción mensual adelantada 25 cs. números sueltos 10.

Jerónimo Pérez Fundador Masaya, junio 28 de 1878.

AJENCIAS Managua Don Juan Manuel Caldera. Granada “ Manuel Mejía. Rivas “ Isac Vidaure. León “ Vicente Ramírez. El Viejo “ Rafael Ramírez. Ocotal “ Pablo Gutiérrez. Acoyapa “ Marcos Quezada. Potosí “ Pbtr. Juan Gaitan.

LA TERTULIA

SOCIEDAD CATOLICA.

No habiamos tenido oportunidad de consagrar unas pocas líneas de nuestro humilde periódico á la Sociedad de señoras, fundada en Chinandega el 5 de diciembre del año próximo pasado; mas hoi que la tenemos lo verificamos con el gusto mas intenso, porque á la verdad arrebata nuestro admiracion esa Sociedad, digna de imitación, que tiene objetos tan grandiosos. Los artículos primero i segundo de su reglamento dicen así---

“Art. 1º La Sociedad Católica de Señoras, de Chinandega, tiene por principal objeto el ejercicio de la caridad cristiana para con el prójimo, remediando en lo que sea posible sus necesidades espirituales i temporales.

“Art. 2º La Sociedad Católica de Señoras, tiene por fin único i exclusivo la conservacion, defensa i progreso de la santa religion católica con el auxilio divino, teniendo siempre en mira la caridad para con Dios i el aumento de su gloria.”

Solo esto es bastante para saludar con férvido entusiasmo ese pensamiento consolador, que no dudamos va á producir inmensos bienes á todo Nicaragua.

Por causas que es innecesario mencionar, mucha parte de la juventud nicaragüense ha adoptado la moda de parecer irreligiosa para merecer el título de ilustrada, que ciertas sociedades estrañas acuerdan solo á los que miran con desden la práctica del catolicismo. Hablamos de la moda de parecer, por que á la verdad no hemos creido ni creemos radicada la irreligiosidad que se ostenta por pura jactancia. Podria asegurarse, sin temor de equivocarnos que el mas abanzado de nuestros libres pensadores, no sufre el crisol de la muerte. En ese lance supremo nuestros libres pensadores son verdaderos ultramontanos.

Pero lo cierto es que esa apariencia de nuestra juventud puede convertirse en realidad. El corazon humano tan propenso al mal, los libros corruptores que se leen en todas partes i las sociedades contrarias que trabajan con empeño, campean, sentimos decirlo, ó mejor dicho repetirlo, sin la menor oposicion, porque el clero ó mucha parte de él no cumplen el sublime cometido: vosotros sois la sal de la tierra i la luz del mundo.

Mas, si los especialmente encargados, si los hombres en general no cumplimos este deber tan imperioso, las señoras toman nuestro lugar, i se proponen remediar los males, ó por lo menos detener su impetuoso curso. No está lejos que de la decision de ellas resulte que el clero se estimule i se consagre á moralizar á los pueblos i á enseñarlos con la palabra i especialmente con el ejemplo.

Deseamos que esta sociedad recoja óptimos frutos del noble propósito de su fundacion. ________

MIS RECUERDOS.

Lectura á mis discípulos.

XXVIII. Disuelto el Congreso volví á ocupar el Ministerio, en donde cada dia mas me persuadia de que para estas Repúblicas

no habrá dicha mayor que el tener un Gobierno basado en la opinion pública. No teniamos necesidad de guardia de honor ni de guarniciones numerosas, porque todo respiraba la confianza interior del país, no menos que la esterior, porque estábamos en completa armonía con todo el mundo. Así era que nuestro Gobierno consagraba su atencion á los ramos de vida i progreso de la Nacion.

Entonces pudimos visitar los siete departamentos de la República, dividir unos de otros i aprobar á cada pueblo sus

planes de arbitrios i bandos de buen gobierno, i en fin prodigarles cuantos bienes estaban a alcance del Gobernante. Aquella situacion feliz única en los fastos de Nicaragua, como lo confiesan de concierto todos los partidos, solo era

turbada al pensar en el cambio del Gabinete.

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260 LA TERTULIA quien tomó sin resistencia las fortalezas de rio de San Juan.

Otro asalto se proyectó en Masaya sobre la pequeña guarnicion, i sobre los jefes de una fuerza granadina que pernoctaba en dicha ciudad i que iba para Leon á incorporarse con el ejército de Martinez.

El Jefe que debia ponerse á la cabeza del movimiento era el General don Dolores Estrada; pero este proyecto fué

frustrado por haberse descubierto el plan, i entonces este General i varios comprometidos se retiraron á los pueblos i tomaron unas pocas armas que habia dejado almacenadas en Jinotepe el General don Francisco Gutierrez, perteneciente á las filas de Martinez.

Aquí es preciso contar un episodio para conocimiento de nuestros lectores. El depósito de dichas armas en Jinotepe

no dejó de creerse intencional para que Estrada las tomase, i con este motivo aun se siguieron algunas averiguaciones para aclarar la verdad, i en ellas aparecia como cómplice el Presbítero don Juan M. Loredo, uno de los tres que negaron el voto á Martinez en su primera eleccion i que se mantenía aun firma contra él, porque el Padre es de un carácter indomable, especialmente en política. Muchas personas habian trabajado en vano por atraer al Martinismo á dicho Pbtr. porque se le consideraba un hombre de mucha importancia.

El Padre negó la complicidad que se le atribuia i teniendo en sus manos un documento que le justificaba, convino

en brindárselo al Lcd. don Justo Abaunza para que lo exhibiese al Presidente. El señor Abaunza despues de hablarle algunas palabras sobre el particular, iba á mostrar el papel ó carta anunciada. El General Martinez sin vacilar le contestó: “no necesito prueba alguna del Padre Loredo; es uno de esos hombres, á quienes por sola su palabra, se les debe dar crédito.”

Este Padre á quien ningun alhago habria bastado para doblegarle, al oír el juicio emitido por Martinez, prorrumpió en aplausos i en ofrecimientos de que desde ese dia seria su amigo, como en efecto lo fué hasta la muerte de este General.

El General Estrada salió de Jinotepe i subió á las cierras de Managua, donde contaba con sus partidarios; pero o se le reunieron como él deseaba, i aun se quejaba algun tiempo despues de los ofrecimientos que la habian hecho, i que no habian cumplido, porque en realidad, aunque tan claro se veia el triunfo de la fusion, no todos quieren comprometerse antes de tener una seguridad indudable.

Entre tanto, el 27 de abril (1863) salió el General Martinez de Leon para el campamento, donde estaba situado su

ejército, i allí supo con certeza la direccion que traia Jerez, i no era otra que la de llegar á Leon atravesando la cordillera, ó por la garganta de San Jasinto, ó por el estrecho de Rota. Entonces ordenó al Gral. don José Guerrero que con el grueso del ejército marchara á situarse en la primera, procurando subir mui demañana para colocarse en el punto, antes que Jerez pudiese verificarlo; i el mismo General en Jefe se dirigió con 400 hombres i dos piezas de artillería para el punto de Rota, con ánimo de atacar á los invasores por retaguardia si se dirigian por San Jasinto, ó que Guerrero hiciese lo mismo si se encaminaba á Rota, á cuyo fin debian darse los avisos oportunos.

Guerreo, ó porque no se movió á la hora debida ó por la lentitud de la marcha, no subió la cordillera antes que

Jerez, i lejos de eso le encontró bajándola en el punto llamado el Bosque el mismo dia 28 por la mañana. El juego se rompió en el acto, i tanto por la desventaja del terreno, como por la flogedad de algunos jefes, el triunfo de Jerez no tardó en pronunciarse, volviendo derrotado lo principal del ejército nicaragüense.

Sabedor Martinez del fracaso, procuró regresar á Leon antes que Jerez le estorbase la marcha, i en efecto llegó á

Leon con su gente completa, sin haber encontrado el menor embarazo en el tránsito. Solo una circunstancia habia favorable entre tantas adversas, i era que según los partes mas frecuentes, los

derrotados en el Bosque, es decir, la tropa, se habian dirigido unos á los cuarteles, otros á sus respectivas casas i otros vagaban en los montes; pero ninguno se presentaba al enemigo.

El General Martinez halló la ciudad en confusion, como era natural, i aun no se habia repuesto de las fatigas del dia,

cuando se vió en su habitacion rodeado de los jefes derrotados el dia antes, que se acusaban de toda falta, hasta de traicion. Guerrero inculpaba al General Benard que no habia hecho fuego á su debido tiempo, i solo recomendaba al oficial don Isidro Urtecho--- Benard esplicaba bien su conducta: otros atribuian la mayor inculpabilidad al Jefe de la izquierda, que era, segun datos un oficial Carbajal, i á este tenor se hacian recriminaciones de toda especie.

Martinez, como inspirado ordenó á todos el silencio, i dijo: “yo no culpo á ninguno: nadie es responsable del mal

suceso, en que se cometerian algunas faltas; pero jamas una traicion. El culpable soi yo únicamente, yo que conociendo al General Guerrero le confié la direccion de la batalla. Guerrero es exelente para fortificarse, para mantener la vijilancia en su campamento, i sobre el enemigo; pero no para disponer una accion i sostenerla. Por tanto, prohibo que se discuta mas el suceso pasado, i que todos nos alistemos para mañana. Ahora señores, lo que resta es que se reclute la gente suficiente para sostener esta plaza, porque si mañana no nos ataca Jerez, yo salgo á batirlo donde quiera que esté, i ya sea en esta ciudad ó en el campo estoi seguro de derrotarle; i en prueba de que no ha habido traicion, ni en Leon hai un solo traidor, voi á dar en público la señal de campo, cierto como estoi de que ninguno la trasmitirá al enemigo”--- Aproximándose entonces á la puerta, donde habia un grupo de gente que escuchaba dijo alzando la voz

NICARAGUA TRIUNFARÁ. Esta es, señores, la señal de campo para el dia de mañana i UU. verán que el enemigo la ignorará como si la

diésemos en el mas estricto secreto.

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262 LA TERTULIA El General Martinez que por su propia esperiencia habia conocido la importancia de la opinion pública, estaba resuelto á

dejar el triunfo á la mayoría. El partido liberal fué el primero que se lanzó á esternar su candidatura, en la persona de don Eduardo Castillo, conociendo que este hombre era popular en varios departamentos, i que por su caida del Ministerio habia roto con el partido conservador de una manera irreconsiliable, de manera qe no tanto por los méritos personales de Castillo, cuanto por su estado de relaciones con sus antiguos partidarios, se habian decidido por el sus proclamadores.

Cierta noche, en Granada, llevaron á Martinez una serenata, ó mejor dicho una cencerrada para impresionarle con el numeroso pueblo que gritaba viva Castillo, intercalando á cada momento otro para Martinez, i no dejaron de lanzar unos pocos, i poco acompañados mueras á algunos conservadores notables. Esta especie que le reveló malos designios de un partido contra otro, lo mucho que le satisfacia el candidato Joaquin Cuadra, i el exesivo empeño de muchos amigos le obligaron á ofrecer su apoyo moral á esta candidatura, i como el viento disipa el humo así fué disipada la de Castillo.

Los liberales lejos de enojarse con Martinez comenzaron á discutir en Leon un antiguo pensamiento de los señores Juares i Cortez (publicado por la imprenta) de que Martinez era elegible, por no estar comprendido su período en el art. 32 de la Constitucion.

La justa nombradía de los jurisconsultos que apoyan el pensamiento, Zepeda, Salinas, Zeledon, Selva i otros muchos decidieron á la generalidad de los occidentales, i Jerez que tenia el doble prestigio de la ciencia i del caudillaje se encargó de pedir al Congreso una resolucion sobre aquel punto; pero no la pidió sin serciorarse de que el partido conservador no la acogeria, pues á la verdad la mira era dividir á este del General Martinez, pues de ninguna manera les convenia la proclamacion con el consentimiento de todos los nicaragüenses. El Lcd. don Pascual Fonseca fué el designado para esplorar la verdadera opinion de los orientales.

Hasta entonces yo no habia halado palabra sobre el asunto, i mi pensamiento era decidirme por la reeleccion de acuerdo con mi antiguo partido, porque yo tenia la mas acendrada opinion de que los bandos conservadores en la América latina han manejado un poco mejor los negocios públicos; pero nó, si el partido adoptaba otro pensamiento.

________ Leimos en la Estrella de Panamá que el actual Pontífice en su primer alocucion no mencionó ni á la Vírgen Santísima, ni

á Pio IX, su antecesor, i no pudiendo insertar íntegra dicha alocucion que tomamos del Correo de Ultramar de 6 de abril, nos concretamos á los párrafos siguientes.

“Venerables hermanos: “Desde que fuimos llamados, el mes pasado, por vuestro sufragios á tomar la direccion de toda la Iglesia i á ocupar sobre

la tierra el sitio de príncipe de los pastores, Jesucristo, hemos sentido nuestro espíritu sobrecogido de agitacion i de temor. “De un lado, en efecto, nos sentimos asustados, principalmente por la íntima conviccion de nuestra indignidad i por la

impotencia de nuestras fuerzas para soportar una carga tanto mas pesada, cuanto que la reputacion de nuestro predecesor, el Papa Pio IX, de imperecedera memoria, se habia propagado con grande brillo é ilustracion para el mundo. Porque ese insigne pastor del rebaño católico que ha combatido siempre con gloria por la verdad i la justicia, i que ha realizado de un modo ejemplar tan grandes trabajos para el gobierno de la República cristiana, no solamente ha ilustrado la sede apostólica con el brillo de sus virtudes, sinó que tambien ha llenado toda la Iglesia de su amor i de su admiracion, i ha sobrepujado á todos los obispos de Roma por la duracion de su pontificado, i ha obtenido además, quizá en mayor grado que sus predecesores, los mas grandes i constantes testimonios de respeto público i de veneración…………………………………………….

“Por lo demas, venerables hermanos, no dudamos de que auxiliando con vuestros esfuerzos los nuestros, trabajareis ardientemente con nos para la proteccion i el mantenimiento de la religion, para la defensa de esta sede apostólica i aumentacion de la gloria, porque sabeis que tendrémos en el cielo una recompensa comun si hemos trabajado en comun para dirigir los asuntos de la Iglesia. Suplicad, pues, humildemente á Dios, rico en misericordia, por la intervencion poderosa de su madre inmaculada, de San José, el celeste patron de la Iglesia, i de los santos apóstoles Pedro i Pablo, á fin de que su bondad nos asista; que él dirija nuestros pensamientos i nuestros actos, que él disponga felizmente el tiempo de nuestro ministerio, i en fin, que esta barca de San Pedro que él nos ha confiado que gobernemos sobre un mar furioso, la conduzca, despues de haber acallado i dominado los vientos i las olas, hasta el puerto deseado de la tranquilidad i de la paz.”

_________ Vendo

Una Casa de horcones con cocina, á dos cuadras de la plaza principal. Una barbería con mui buenos útiles. Cinco mil palos de café con diez i ocho manzanas de terreno entre los de Pacaya i San Marcos. Leonte C. Alvarado.

________ EFEMERIDES

DE CENTRO AMERICA. AÑO DE 1826.

101. SETIEMBRE 6. El primer Jefe del Estado de Guatemala, señor Juan Barrundia, es sorprendido en la madrugada de este dia, en la casa de su habitacion, i arrestado en el palacio federal; todo por órden del Presidente de la República i despues de haberse desarmado, tambien por sorpresa, á las tropas cívicas del Estado. Este acto fué el motivo ostensible de la revolucion que terminó en abril de 1829. En 30 del mismo mes de este mismo año Barrundia volvió á reasumir el mando despues de haber permanecido separado de él dos años ocho meses.

102. OCTUBRE 10. El Presidente Arce, de propia autoridad, convoca para la villa de Cojutepeque, en el Estado del Salvador, un Congreso nacional extraordinario, plenamente autorizado para restablecer el órden constitucional en la República. Este medida, bien recibida al principio por los Gobiernos de los Estados, fué despues generalmente desechada á consecuencia del decreto que espidió el Gobierno del Salvador en 6 de diciembre del mismo año, invitando á los Diputados federales para que concurriesen á la villa de Ahuachapan. Así quedó eludida la reunion de Cojutepeque. En 20 de abril de 1833 se expidió por el Congreso federal otra revocatoria semejante á la de octubre, pero corrió la misma suerte: no fué aceptada por los Estados i quedó sellada, con esta segunda repulsa, la disolucion de la República.

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LA TERTULIA 263

Continúa la Biografía. Este informe que lo estampamos como verídico por la buena calidad de las personas que nos lo dieron, nos hacer

creer, que dese el mencionado triunfo quedaba sembrada la zizaña entre el Presidente Barrios i su jefe principal de armas.

Desde luego ese mismo triunfo fué el que determinó la invasion á Nicaragua, en donde no creian encontrar la

menor resistencia, sinó que venian á tomar posecion de la República, según vimos en la órden del General Jerez que dejamos insertada.

Jerez continuó la marcha á la cabeza ya del ejército aliado, que ascendia á 2,000 hombres, é inmediatamente llegó á

Satoca, dió á luz la siguiente proclama, que tambien insertamos íntegra, porque acaba de revelar la gran confianza de Jerez en su causa, i no sin razon, porque al paso que venia contando con un ejército bien provisto i con los auxilios de dos Gobiernos vecinos, contaba tambien como aliado al fuete partido de oposicion interior, que esperaba con ansia la invasion para levantarse en su favor.

“A los nicaragüenses. “Compatriotas i amigos: heme ya en el suelo de la patria. Bien conocidas son de vosotros las razones que

últimamente me llevaron al Salvador: habeis tenido noticia de todos mis pasos en favor de la gran causa que defendemos, i estoi seguro de que ya me esperabais con generosa ansiedad. Un ejército de valientes, que en nuestro auxilio me han confiado los Gobiernos del Salvador i Honduras, engrosado por todos los buenos patriotas que pudieron salvar la vijilancia del Gobernante desesperado de Nicaragua, os trae el triunfo de los principios i derechos que con justo dolor habeis visto conculcados.

“Yo os salud nicaragüenses, con el mas puro entusiasmo: os doi mi mas cumplida enhorabuena: i os invito á

rodearme, para que instantáneamente sea terminada la campaña que hoi abrimos bajo tan hermosos auspicios, i lleguemos al momento de dar al Ejército auxiliar i Gobiernos de Honduras i el Salvador, nuestras débiles gracias.

“Nicaragüenses: pocos son los hombres que tienen la desgracia de rodear al General Martinez; á escepcion de un

pequeño i bien conocido círculo de hombres que maliciosamente postergan los intereses públicos á sus mezquinas pasiones, los demas ya conocen la iniquidad de la causa que por medios violentos se les está obligando á sostener. Nicaragüenses todos: si vosotros no desconoceis la importancia del momento, ni parecerá alterada la paz de nuestra patria, i pronto nos daremos el eterno abrazo de fraternal union—Satoca, abril 20 de 1863.--- Máximo Jerez.”

Tan ventajosa era la situacion de los invasores, cuan desventajosa la de Martinez que contaba apenas con 2,000

hombres armados de armas inferiores á las del enemigo, porque en el período de tranquilidad que habia trascurrido, no se habia pensado, ni pudo pensarse en comprar armamentos de las últimas invenciones. Este ejército contenia además muchos oficiales i soldados adictos á la causa opuesta, porque debe suponerse los trabajos de los enemigos interiores para difundir el terror i poner rémoras á los reclutamientos en todos los pueblos de la República. Añádase á esto la inconstancia natural de muchos partidarios de toda clase que pensaban mas en su propia salvacion, al ver la desventajosa lucha que iba á sostenerse.

Es tiempo i justo que hablemos de un hombre que en esa época se hizo acreedor á todo el aprecio i confianza del

General Martinez. Es el Lcd. don Buenaventura Selva, á quien el mismo Martinez veia con antipatía por el participio que habia tomado en la guerra de la democracia, i sin duda por los informes desfavorables que contra él habia recibido. Nunca se habian relacionado por escrito: de palabras mui poco, si nó fué hasta la cuestion de candidatura, en que Selva escribia i hablaban con tanto entusiasmo de Martinez. Este sabia el carácter franco i leal del señor Selva, de cuya ilustracion no podia dudar, porque no se la negaban ni sus mas acérrimos enemigos. Así fué que llegaron á darse el título de amigos i no tardó mucho tiempo en que una prueba solemne sellase el aprecio que se profesaron mútuamente--- El General Martinez muchas veces nos hizo la siguiente relacion, que no dudamos tomaría de buena fuente, ó al menos tal era su positiva creencia. “En medio del gran conflicto, cuando Jerez se aproximaba i todos me creian perdido: cuando Zeledon en Chinandega se brindaba para obtener garantías con el enemigo: cuando en Leon varios amigos políticos se reunieron para tratar del modo de salvarse en aquella eventualidad, Selva tomó el primero la palabra i dijo: “nosotros hemos comprometido á Martinez en esta lucha, i si hoi le abandonamos caerá sobre nosotros un borron indeleble. Perdernos con él, salvarnos con él debe ser nuestro único programa, i para ello conviene que el pueblo nos vea al frente de la situacion para que no desmaye en el peligro.” Nos contaba además que los otros individuos no pudieron menos que secundarle, i que Selva se dirijió al cuartel, de donde con sus propias manos le vieron arrastrar cañones hacia los atrincheramientos de la plaza.

Tal fué el orígen de la amistad de estos dos hombres tan antipáticos antes, i tales fueron las razones del incremento

de la mútua confianza que elevó á Selva al caudillaje del partido Martinista. Estos cambios dan las útiles lecciones de la falsedad de los odios de partido. El conservador vituperaba siempre á Martinez la colocación de Selva i de Cortez en su Gabinete, i mas tarde hemos visto á los sucesores de aquel mandatario querer al uno, llamar al otro i hacer á ambos justicia á su mérito.

Volvamos al hilo de los sucesos. Al invadir Jerez la República, el vapor San Juan del Lago de Granada fué asaltado

por el estrangero James Thomas, entregado al Coronel Argüello i puesto á la órden del General don Fernando Chamorro,