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UNIVERSIDAD DE LOS ANDES FACULTAD DE DERECHO Aquí hay desde estrato uno hasta estratósfera Aproximación al estrato socioeconómico como factor de identidad de los habitantes de la localidad de Chapinero Por: Yenny Guzmán Moyano Código 200910140 Directora: Tatiana Alfonso Sierra Bogotá, junio de 2016

Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

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Page 1: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

UNIVERSIDAD DE LOS ANDES

FACULTAD DE DERECHO

Aquí hay desde estrato uno hasta estratósfera

Aproximación al estrato socioeconómico como factor de identidad de los

habitantes de la localidad de Chapinero

Por: Yenny Guzmán Moyano

Código 200910140

Directora: Tatiana Alfonso Sierra

Bogotá, junio de 2016

Page 2: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

2

Contenido

Resumen ..................................................................................................................... 3

Palabras clave ............................................................................................................. 3

Glosario de siglas y abreviaciones .............................................................................. 4

INTRODUCCIÓN ...................................................................................................... 5

CAPÍTULO I: La estratificación socioeconómica en Colombia .............................. 17

CAPÍTULO II: Formas de clasificar la sociedad ..................................................... 27

Posición estructuralista ......................................................................................... 27

Posición funcionalista ........................................................................................... 28

Diferencias entre la noción técnica y la sociológica de estratificación. ............... 31

Críticas a la política de estratificación socioeconómica ....................................... 32

CAPÍTULO III: ¿Se vive o se es un estrato? ............................................................ 35

Contexto ................................................................................................................ 38

Auto-comprensión ................................................................................................ 41

Identificación categórica ....................................................................................... 44

CONCLUSIONES .................................................................................................... 52

Bibliografía ............................................................................................................... 54

ANEXO 1. Entrevistas realizadas para el proyecto .................................................. 60

Page 3: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

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Resumen

Esta investigación analiza cómo la política pública de estratificación social, y su

consagración normativa, es utilizada como categoría de identificación por los ciudadanos

objetos de la política. Para tal fin, caracteriza las representaciones de identidad –self-

understanding, identificación categórica y oficial- que realizan los individuos a partir del

estrato social al que pertenecen. Dicho análisis, parte de un recorrido histórico y normativo

de la política pública de estratificación social para luego diferenciar conceptualmente la

noción sociológica de estratificación con la técnica que es la utilizada en la política pública

colombiana. Respecto a la identidad, se sugiere que el estrato resulta ser una categoría de

identificación al querer distinguir al nos de los otros y por tanto es un concepto legal que

crea identidad. Sin embargo su definición no es el resultado de lo expresado en la ley sino

que por el contrario ha sido construido a partir de las interacciones entre el derecho y la

vida diaria de los categorizados.

Palabras clave

Estratificación socioeconómica, política pública, identidad, auto-compresión,

identificación categórica.

Page 4: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

4

Glosario de siglas y abreviaciones

DANE: Departamento Administrativo Nacional de Estadística

DNP: Departamento Nacional de Planeación

ONU Hábitat: Organización de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos

SISBEN: Sistema de Identificación y Clasificación de Potenciales Beneficiarios para

Programas Sociales

SPD: Servicios públicos domiciliarios.

Page 5: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

5

INTRODUCCIÓN

Durante el 2014, se generó un gran debate en el país debido a la propuesta de la

Alcaldía de Bogotá, dirigida por el alcalde en turno Gustavo Petro, de acabar con el sistema

de estratificación socioeconómica para el cobro de servicios públicos domiciliarios (SPD).

El Alcalde buscaba que Bogotá fuera el programa piloto para el desmonte sucesivo de los

estratos en todo el país (Lippi, 2014). La estratificación socioeconómica es una política

pública implementada en las ciudades colombianas desde los años ochenta y formalizada en

1994 por medio de la ley 142 de SPD. A partir de la cual, los inmuebles residenciales se

clasifican hasta en seis grupos, homogéneos en sí y heterogéneos entre sí, según sus

características físicas y de hábitat urbano o rural, con el fin de cobrar a sus residentes, de

manera diferencial, los consumos de energía eléctrica, gas, agua, alcantarillado, aseo y

telefonía fija (Alzate, 2006).

Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (DANE)- ¨La

estratificación socioeconómica es el mecanismo que permite clasificar la población en

distintos estratos o grupos de personas que tienen características sociales y económicas

similares, a través del examen de las características físicas de sus viviendas, el entorno

inmediato y el contexto urbanístico o rural de las mismas" (Alcaldía Mayor de Bogotá,

2004). En otras palabras, consiste en un sistema de clasificación de las viviendas de las

ciudades colombianas en categorías definidas por la calidad del entorno y de los materiales

empleados, con el fin de otorgar subsidios a los residentes más pobres para el pago de los

SPD. Se organiza como un esquema de subsidios cruzados en el cual los estratos superiores

pagan costos más altos por el mismo servicio que reciben los estratos bajos. Se asume que

las residencias en las cuales viven los distintos hogares refleja el poder de pago de sus

ocupantes (Uribe-Mallarino, 2008).

Uno de los grandes aliados de la Alcaldía en la propuesta de eliminar la

estratificación fue la oficina de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos

Page 6: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

6

(ONU Hábitat), a cargo de Roberto Lippi en Colombia. Dicha oficina envió al gobierno la

propuesta de incluir la eliminación de la estratificación socioeconómica en el Plan de

Desarrollo del país1. En términos generales, ONU Hábitat argumentaba que la

estratificación ha venido consolidando una situación de segmentación y segregación de las

ciudades entre estratos altos y bajos, y –por la forma como se clasifica a la población– está

generando inequidad, exclusión y estigmatización (Gómez, 2014). Las noticias del país y

algunos artículos publicados en periódicos internacionales, retrataron la discusión y los

argumentos en contra y a favor de desmontar la estratificación socioeconómica en el país

(Acevedo, 2014; Gómez, 2014; Noyola, 2015; Sarmiento & Escorcia, 2015; Wallace,

2014). Muchas de las posiciones asumidas por la prensa encuentran sustento en los debates

e investigaciones académicas que se han realizado alrededor de este tema.

La política pública de la estratificación socioeconómica, en Colombia y

específicamente en Bogotá, ha recibido la atención de académicos en aspectos relacionados

con su impacto económico, legal, financiero, sus problemas de gestión e inclusive, en sus

efectos sobre los derechos de los ciudadanos. Así existen estudios que tratan la cobertura de

los SPD, el incremento en las tarifas, la situación financiera y de gestión de las empresas

públicas de SPD, su calidad como instrumento de focalización de subsidios, su eficiencia

para encontrar a los hogares que necesitan los subsidios, así como los costes de

financiación del esquema (Alzate, 2006; Benjumea Zapata & Varas Guerrero, 2004; Castro

Méndez, 2013; Cuevo Villafañe & Ramírez Gómez, 1992; Duek & Graciela, 2014; Medina

de Ruíz & Rincón de Galvis, 1985; Mena Lozano, 2008; Rosero, 2004), también sobre la

segregación que produce o potencia (Perea Jiménez, 2004; Universidad Nacional &

Secretaría Distrital de Planeación, 2013; Uribe-Mallarino & Pardo, 2006) y sobre cómo ha

sido utilizada como mecanismo de manipulación política (Medina & Morales, 2006).

1 Ver http://www.onuhabitat.org/index.php?option=com_content&view=article&id=1358:construir-

un-sistema-alternativo-a-la-estratificacion-socioeconomica-propuesta-para-el-calculo-de-los-subsidios-cruzados-en-el-pago-de-tarifas-para-servicios-publicos-en-la-ciudad-de-bogota-colombia-&catid=161:noticias&Itemid=171

Page 7: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

7

Sin embargo, poco se ha tratado sobre los efectos sociales que ha tenido el marco

normativo de estratificación socioeconómica en Colombia. En este sentido encontramos las

investigaciones de la socióloga Consuelo Uribe-Uribe-Mallarino (2006) sobre cómo la

estratificación ha incidido en la segregación geográfica en la ciudad de Bogotá, en el valor

de la vivienda y de los impuestos de propiedad. Dicha incidencia ha provocado en los

ciudadanos la renuncia a aspirar a ascender de estrato, atrapamiento en los estratos que

reciben subsidios y largos tiempos de movilidad de la zona de residencia los lugares de

trabajo. Para Uribe-Mallarino (2014) el problema es al enfocar los subsidios sobre las

residencias, y no sobre los ingresos, porque el sistema basado en la vivienda le ha dado a la

diferencia social una clara dimensión espacial que ha terminado marcando y segregando el

territorio (Uribe-Mallarino, 2014).

En este sentido, los subsidios de estratificación parecen desincentivar a las personas

a invertir en su vivienda o en sus condiciones de vida. “No hay incentivos para moverse de

estrato, ni tampoco para mejorar la residencia, porque se corre el riesgo de que le

reclasifiquen el estrato y se termine pagando más” (Uribe-Mallarino, 2006; Uribe-

Mallarino, 2014). Este trabajo sobre segregación, fue complementado posteriormente por

una investigación de la misma autora, en la cual analiza los efectos de las leyes sobre

estratificación socioeconómica respecto a cómo los ciudadanos piensan las diferencias y las

jerarquías sociales (Uribe-Mallarino, 2008). Uribe-Mallarino (2014) señala que aunque la

ley dice que son las residencias las que están estratificadas (ley 142 de 1994), se piensa que

lo que está estratificado son las personas. Como resultado, los ciudadanos también ha

terminado asociando estratos con comportamientos, actitudes y hasta valores particulares

(Uribe-Mallarino, 2014).

De tal manera, para la autora, los estratos son un esquema de clasificación que

individual y colectivamente realizan los bogotanos de sí mismos y de su sociedad. Dicha

identificación se ha sumado a nociones heredadas sobre las jerarquías sociales como clases

o sectores sociales y ha logrado que los bogotanos piensen las diferencias sociales en forma

alineada con la lógica que tiene la política pública (Uribe-Mallarino, 2008). Siguiendo ese

orden de ideas, tanto Uribe-Mallarino (2008) como UNU-Hábitat (Lippi, 2014) consideran

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que el impacto de la legislación de estratificación social no es por el hecho de crear un

sistema de clases –que existe en todo el mundo y existía en Colombia antes de la

estratificación–, sino porque es un programa oficial que asigna y recuerda constantemente

el lugar que ocupa cada ciudadano en ese sistema de clases. En ese orden de ideas, la

estratificación socioeconómica destinada a servir como instrumento para la redistribución

de recursos a través de subsidios (un fin consistente con el Estado Social de derecho) se ha

implantado en el imaginario colectivo como una manera de diferenciar socialmente a

las personas (Universidad Nacional; Secretaría Distrital de Planeación, 2013).

Uribe-Mallarino (2008) propone que las categorías de estrato como forma de

clasificación de las viviendas se trasladan a prácticas sociales ajenas al pago de servicios

públicos, como por ejemplo a la educación, a las relaciones laborales, etc. Tal es su

utilización en el campo social que se convierte en un elemento de identidad del individuo.

En palabras de Uribe-Mallarino (2008) “El poder clasificatorio logrado por la

estratificación marca la identidad de los colombianos, al punto de que el estrato se coloca al

lado de la demás información personal como la edad, el género o el nombre”. De tal

manera, la autora reconoce a los estratos sociales como criterios de determinación de la

identidad que el Estado se encarga de definir por medio de la ley. Esta posición de Uribe-

Mallarino (2008) concuerda con el argumento de Bourdieu (1980; 1991), según el cual es

posible que estructuras legales o normativas terminen legitimando roles sociales y haciendo

que las personas asuman distinciones sociales como naturales y las asocien a cierto tipo de

conductas.

Sin embargo, a la hora de definir cuál es el rol social que legitima la estratificación

socioeconómica en Bogotá, no es suficiente con señalar que es un elemento que constituye

identidad. Esta afirmación hace dos generalizaciones y simplificaciones que es necesario

reevaluar. En primer lugar, no es claro el concepto de identidad del que parte la afirmación

de Uribe-Mallarino (2008), ya que al hacer referencia al estrato como un elemento de

identidad lo utiliza de manera vaga y sin definir ningún tipo de contenido. La identidad es

un término clave en el idioma cotidiano, político y en el análisis social por tanto es

importante definir sus alcances a la hora de emplearlo. Estos múltiples espacios de uso del

Page 9: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

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concepto de identidad hace que el término pueda hacer referencia a una gran cantidad de

significados distintos (Brubaker, 2004). Entre sus múltiples acepciones, Brubaker (2004)

enlista las siguientes: 1) se utiliza para hablas sobre modos de acción no instrumentales; 2)

para centrarse en la auto-comprensión del individuo; 3) para designar la uniformidad de un

grupo de personas en el tiempo: 4) para capturar los aspectos fundamentales de la

individualidad; 5) para negar que existen aspectos fundamentales; 6) para resaltar lo

procesual, el desarrollo interactivo de la solidaridad y la auto-comprensión colectiva; y 7)

para hacer hincapié en la calidad fragmentada e inestable de la experiencia contemporánea

de uno mismo, elementos fragmentados de identificación que se activan de forma

contingente en diferentes contextos.

Estos usos señalados anteriormente, no son simplemente heterogéneos sino que

pueden ser contradictorios entre sí. Esta falta de claridad en su definición puede afectar el

análisis y resultados de una investigación (Brubaker, 2004). En el caso en concreto, no es

claro a qué acepción del término hace referencia Uribe-Mallarino (2008), lo cual no solo

afecta el lenguaje de la investigación sino que hace totalmente vaga su afirmación de que el

estrato construye identidad. Si por un lado, Uribe-Mallarino (2008) define el término a

partir de una concepción “fuerte” de la identidad (Brubaker, 2004). La cual está asociada al

uso coloquial de la palabra, entendiéndola como un núcleo estático y poco variable de

características compartidas por un grupo de personas en un espacio de tiempo. De partir de

esta acepción, la autora estaría cayendo en una serie de suposiciones profundamente

problemáticas. Ya que al hacer énfasis en las similitudes (samaness) a través del tiempo y

las personas hace que la idea de identidad se asocie a que (Brubaker, 2004, pág. 37):

• Es algo que las personas tienen o deberían tener o están en busca de.

• Es algo que todos los grupos (al menos algunos tipos- étnicos, racionales o

nacionales) tienen o deberían tener.

Page 10: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

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• Es algo que las personas (y grupos) pueden tener sin ser conscientes de ello

en esta perspectiva: identidad es algo a ser descubierto y algo sobre lo cual

uno se puede equivocar2.

• Implica nociones fuertes de homogeneidad y fronteras (boundedness), una

similitud entre los miembros del grupo y una clara frontera entre adentro y

afuera.

Estos supuestos son difíciles de sostener en las investigaciones actuales sobre

identidad, porque simplifican las formas múltiples en las cuales una persona puede

identificarse por un tiempo o no como parte de un grupo, como los límites y fronteras de

división pueden ser porosos o difusos, como la identidad puede varias dependiendo el

referente externo del que se quiera diferenciar, etc. (Brubaker, 2004). Si por el contrario,

Uribe-Mallarino (2008) parte de un concepto “débil” de identidad, el cual busca romper

conscientemente con el significado cotidiano del término. Entonces entiende la identidad

como múltiple, inestable, fluida, contingente, fragmentada, construida, negociada y etc.

Brubaker (2004) señala que esta noción también resulta problemática como base para

análisis académicos.

En primer lugar porque esta lista de características de la identidad se han vuelto tan

familiar y automáticas en los últimos años que se corre el riesgo de convertirse en un

marcador de posición o en un gesto señalando una posición más que palabras con un

significado. En segundo lugar, porque no es claro por qué las nociones débiles de identidad

son concepciones de identidad. El sentido común de identidad fuerte sugiere al menos

alguna similitud en el tiempo, alguna persistencia de algo que permanece igual, lo mismo,

mientras que otras cosas cambian. ¿Cuál es el punto de usar el término identidad si este

significado central es expresamente repudiado – no hay elementos estables que caracterizan

al grupo? Por último, en su preocupación de limpiar el término de sus desacreditadas

connotaciones de la definición fuerte, la noción débil insiste en que las identidades son

múltiples, maleables, y fluidas. Por tanto, las identidades suaves terminan en el otro

2 La concepción fuerte de identidad reproduce la epistemología marxista de clase –no necesariamente

se es consciente de lo que se es (Brubaker, 2004).

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extremo con un término infinitamente elástico donde cualquier cosa puede ser identidad

(Brubaker, 2004, pág. 38).

De tal manera, el presente trabajo busca hacer una aproximación a la noción de

estrato como elemento de identidad a partir de conceptos más claros y mesurables como los

propuestos por Brubaker (2004): auto-comprensión (self-understanding), identificación

categórica e identificación oficial, los cuales serán definidos en el tercer capítulo. En ese

orden de ideas planteo resolver la siguiente pregunta de investigación: cuáles son las

características o contenidos de las representaciones de identidad –como self-

understanding, identificación categórico y oficial- que realizan los individuos a partir del

estrato social al que pertenecen.

La segunda generalización de Uribe-Mallarino (2008) es respecto a cómo se da esta

apropiación o imposición de la categoría de estrato como elemento de identidad. No es

claro, si dicha noción es una imposición, o las personas la naturalizaron, o la apropiaron.

Uribe-Mallarino (2008) no responde a ¿cómo es que una categorización legal y técnica para

un subsidio, como herramienta que busca igualdad material, termina generando inequidad y

segregación? De tal manera, también se hace necesario investigar cuál es el rol o la

relación de la ley al crear, reproducir o imponer realidades sociales. Respecto a este

punto, es importante tener una visión no exegética de la creación, promulgación y vida de

la ley. En este sentido, Jan Hoffman French (2009) señala que en múltiples ocasiones la ley

no es el resultado de un clamor popular (como lo es cuando surge de un movimiento social)

sino que por el contrario las motivaciones previas a la ley poca relación tienen con los

ciudadanos. De tal manera, su definición, interpretación y efectos surgen de las

negociaciones posteriores a su promulgación.

Siguiendo con tal argumento, no solo es el Estado quien le da contenido y

significado a lo que expresa la ley, sino que las personas en su aplicación también

determinan el alcance y apropiación que tiene lo que dice la ley (Hoffman French, 2009).

Así, podríamos afirmar que la construcción del sistema jurídico no es unilateral, del Estado

a las personas. Sino que por el contrario, para entender el significado y el alcance del

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derecho y de una ley específica también es necesario identificar cómo esta cobra sentido

después de ser promulgada.

Siguiendo esta línea de ideas, se vuelve fundamental hacer referencia al concepto de

Foucault (2003) Governmentality, el cual hace referencia de manera general a las

estrategias que producen orden social en lo público y lo privado. Se asocian instituciones,

procedimientos, análisis dentro de las cuales juega un papel la diseminación de la

información y de las nuevas categorías disponibles -que da el gobierno en relación con la

sociedad civil- para reclamar derechos asociados a ellas. Governmentality, nos permite ver

el proceso de construcción del derecho como un proceso no binario por el cual algunas

personas que potencialmente tienen unos derechos se identifican y se hacen reconocer por

el Estado (Hoffman French, 2009). A partir de este concepto, podemos identificar a las

personas clasificadas por estrato, como actores en la definición del alcance y efectos de la

política pública de estratificación socioeconómica y no como simples receptores de la

misma. Y de esta manera, podemos determinar cuál ha sido el alcance que le han dado las

personas a la noción de estrato frente a la categorización oficial que realiza el DANE.

Seleccioné Chapinero como mi caso de estudio porque dentro de la organización

política de la ciudad, que divide la ciudad en localidades resulta ser la localidad con la

mayor cantidad de estratos (según la clasificación de la Secretaría Distrital de Planeación se

encuentran todos los estratos) en el espacio más reducido de la ciudad –entre la calle 53 y la

calle 74, desde la avenida Caracas hasta los cerros orientales3. Para la selección del caso

tuve en cuenta que la localidad tuviera todas las variaciones posibles en el atributo de

interés –estrato- de manera que la comparación sea útil para identificar las dinámicas entre

la política de clasificación y la construcción de identidades sociales pero que el contexto de

vida fuera similar para no hacer referencia a experiencias lejanas o distintas de ciudad.

Como se ve en el mapa que presento a continuación, en esta área se encuentran clasificados

todos los estratos del uno al seis.

3 Ver los mapas de estratificación socioeconómica de Bogotá: http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estratificacion_So

cioeconomica/Mapas

Page 13: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

13

Chapinero es la quinta localidad más pequeña de Bogotá con 122.089 personas, un

1,80% del total de la Ciudad. Por sexo, el 55% constituida por mujeres y el 45% por

hombres (Mena Lozano, 2008). Según datos de la Secretaría Distrital de Recreación,

Cultura y Deporte, en Chapinero predominan los estratos altos: El 45,8% de predios son de

estrato 6 y ocupa la mayor parte del área urbana local, el 30,8% pertenece a predios de

estrato 4, el estrato 5 representa el 11,7%, el 5,5% corresponde a predios de estrato 3, el

1,6% corresponde a predios no residenciales y el 1,5% restante corresponde a predios de

estrato 1 (Mena Lozano, 2008).

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14

Fuente: Mapa de estratificación socioeconómica Secretaría distrital de Planeación4

Metodología

Teniendo en cuenta la ya mencionada pregunta de investigación, la cual tiene como

objetivo identificar narraciones, estereotipos, significados y conceptos que las personas

relacionan con la categoría estrato, los métodos cualitativos de investigación parecen los

más adecuados para este fin. Ya que, el énfasis de la investigación cualitativa es el

conocimiento a profundidad en la depuración y la elaboración de conceptos (Ragin, 2007).

Por tanto, lo que se busca es el entendimiento profundo de un problema determinado y no

las tendencias generales, que sería el caso de metodologías cuantitativas. La investigación

cualitativa me permite conocer de manera detallada lo que las personas piensan que

significa pertenecer a un determinado estrato a comparación de los otros.

La técnica de recolección de información escogida para esta investigación fue

realizar entrevistas semi-estructuradas. La entrevista es un instrumento adecuado para

temas de investigación que son ampliamente explicativos y examinan las actitudes y

perspectivas individuales, como en el caso de esta investigación. Ya que, las entrevistas

permiten recolectar información sobre el conocimiento, valores y preferencias de una

persona (Obasogie, 2014). Obasogie (2014) señala que este enfoque puede llegar a los

significados que la gente le atribute a fenómenos sociales al igual que cómo ciertas

experiencias moldean su entendimiento del mundo.

Junto a lo anterior, escogí fueran semiestructuradas ya que este tipo de entrevista se

realizan a partir de una lista preparada de preguntas, lo cual permite realizar

4http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estratificacion_Socioeconomica/Mapas/IE003-LocalidadChapinero-V02-27122013.pdf

Page 15: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

15

comparaciones, pero también dan la libertad de hacer preguntas adicionales para aclarar o

ahondar en respuestas que da el entrevistado o entrevistada (Obasogie, 2014). Ya que el

proyecto busca comparar las distintas visiones y conceptos de identidad que tienen los

entrevistados a partir de la categoría estrato, es necesario partir de unas preguntas

establecidas con anterioridad para que sean comparables. Sin embargo, debido a que lo que

se busca es entender a profundidad cómo se identifica una persona de un estrato frente a

otras, lo cual hace parte de la opinión personal, es necesario tener cierta flexibilidad que

permita comprender claramente a qué se refiere.

El muestreo de la investigación es teórico y se realizó siguiendo la técnica “bola de

nieve”. Así, contacté a dos sujetos líderes en la zona, a quienes les realicé entrevista y

posteriormente ellos me contactaron con otras personas que cumplían los criterios de

selección de la investigación que pudieran realizar la misma entrevista. Este tipo de

muestreo teórico se adecua a la presente investigación ya que no tiene ninguna pretensión

de representatividad estadística. Por el contrario resulta útil debido a que la confianza que

puede brindar la conexión entre los posibles entrevistados y la investigadora puede que

permita una mayor disposición a responder sinceramente preguntas que se consideren

personales. Se realizaron un total de doce entrevistas semi-estructuradas, a un hombre y una

mujer por cada estrato socioeconómico según la clasificación actual de la Secretaría

Distrital de Planeación, antes de realizar la entrevista se pidió el respectivo consentimiento

informado a cada participante y todos autorizaron fuera utilizada sus opiniones y sus

nombres para la construcción del presente documento.

Los resultados de dicho trabajo de campo son presentados a continuación de la

siguiente manera. En el primer capítulo, abordaré el concepto de estratificación

socioeconómica junto a la historia y desarrollo de ésta como política pública en el país. En

el segundo capítulo, analizaré la noción de estratificación social desde el concepto

sociológico del término para luego distinguirlo del uso que se le ha dado en la legislación

colombiana como instrumento de focalización para los subsidios en SPD. Luego presentaré

las críticas actuales en las cuales se basa el debate de desmonte de la estratificación

socioeconómica que fue presentado en los primeros párrafos de este escrito y a partir de las

Page 16: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

16

cuales se desprende la identificación de consecuencias sociales de la política, como lo es la

construcción de identidad. Por último, presentaré los resultados de campo al discutir cómo

la normatividad en el tema de estratificación social es utilizada como elemento de

identidad, haciendo referencia a las distintas o formas de categorización que puede surgir.

Por último, presentaré las conclusiones de la investigación.

Page 17: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

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CAPÍTULO I: La estratificación socioeconómica en Colombia

En 1929 por medio del Acuerdo 48 de Bogotá se implementó el primer sistema

preliminar de subsidios cruzados en Colombia, usando los avalúos catastrales de las

propiedades para que cada empresa de SPD determinara el valor de pago por el servicio

público (Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015). Este sistema de subsidios fue

utilizado por la Empresa de Acueducto de la ciudad, aquellos con propiedades más costosas

pagarían más cara el agua para que la empresa pudiera extender la infraestructura a los

nuevos barrios (Alzate, 2006). Posteriormente, en los años cincuenta Medellín empezó a

cobrar derechos de conexión a los dueños de casas más caras para extender las redes a los

nuevos barrios que se formaban por el acelerado proceso de urbanización nacional

(Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015).

En los años sesenta, por medio del Decreto 3069 de 1968 el sistema de

estratificación se hizo nacional. El decreto ordenaba dividir en niveles los municipios

(hasta en seis rangos) a partir de los avalúos catastrales de las propiedades para determinar

el sistema de subsidios cruzados (Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015).A finales de

los años setenta estaba siendo fuertemente criticada la utilización de los avalúos como

criterio para los subsidios, ya que estos siempre estaban desactualizados. Como respuesta a

la crítica se buscó transformar la estructura tarifaria a partir de criterios socio-económicos

(Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015). De tal manera, la Ley 14 de 1983 ordenó

desvincular la clasificación de los inmuebles residenciales por rangos de avalúos catastrales

del cobro tarifario diferencial, dado que estaba desactualizado y presentaba inconsistencias

(Alzate, 2006, pág. 11).

Sin embargo, los nuevos criterios y lineamientos técnicos para definir los niveles de

cobro fueron diferentes para cada empresa de SPD y además cambiaron con frecuencia, lo

cual no permitía la comparación entre estratos, ni entre la estratificación de la ciudad

capital y las del resto del país (Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015; Alzate, 2006).

Page 18: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

18

Como respuesta a esta desorganización y confusión del modelo de estratificación, el

Gobierno nacional a través de la Junta Nacional de Tarifas de Servicios Públicos expidió

los Decretos 969 y 970 de 1991. Estos fueron las primeras normas que establecieron los

derroteros para el funcionamiento de la estratificación: las clasificaciones serían de

inmuebles residenciales, estarían a cargo de los alcaldes como principal autoridad local,

quienes las llevarían a cabo con metodologías nacionales suministradas por el DANE y con

el apoyo de comités municipales y distritales, y serían de obligatorio cumplimiento por las

empresas, de modo que un usuario tuviese un único estrato para todos los SPD que

recibiese (Alzate, 2006).

A pesar de que la estratificación socioeconómica ya existía en el país como método

para otorgar subsidios cruzados en los servicios públicos, a partir de la Nueva Constitución

Política de Colombia de 1991 se le asignó la función de registrar las zonas donde residen

los pobres del país con el fin de identificar las personas objeto de gasto social. Como

condición básica para la asignación de subsidios, la población debía certificar el estrato

socioeconómico de la vivienda en la cual residía. (Benjumea Zapata & Varas Guerrero,

2004, pág. 17) El Decreto 2220 de 1992 reglamentó la nueva metodología para la

aplicación de la estratificación a nivel nacional. Adicional a esto, este mismo decreto, en su

artículo segundo establece que la estratificación es un instrumento para la fijación de las

tarifas de servicios públicos y para la asignación de los subsidios que en desarrollo del

artículo 30 de la Ley 60 de 1993 determina el CONPES para la política social. (Benjumea

Zapata & Varas Guerrero, 2004, pág. 17). De tal manera, la estratificación deja de ser un

mero instrumento técnico para el cobro de una tarifa diferencial en materia de SPD para

convertirse en el criterio de focalización para las políticas sociales. Determina quiénes

pueden acceder a subsidios y quiénes no.

La aplicación del sistema de estratificación pasó a ser obligatorio en todo el país a

partir de la Ley 142 de 1994 que señala: a) la obligatoriedad de que cada Alcalde

estratifique todos los inmuebles residenciales, en máximo seis (6) estratos

socioeconómicos, b) que sólo se realice el estudio de acuerdo con las metodologías

suministradas por el Departamento Nacional de Planeación (DNP), c) que la estratificación

Page 19: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

19

resultante se aplique sobre cada uno de los SPD (art. 101 y s.s.). También, a partir de esta

ley de 1994, la estratificación se eleva a la categoría de método de focalización del “gasto

público social” y las tarifas cobradas a los estratos bajos se clasifican como subsidios de

inversión social (art. 100) (Benjumea Zapata & Varas Guerrero, 2004, pág. 18).

La Corte Constitucional se profirió respecto al nuevo régimen de estratificación

social mediante la Sentencia C-252 de 1997, en la cual declaró exequibles todos los

artículos de la Ley 142 de 1994 relacionados con la estratificación5. En dicha sentencia, la

Corte planteó que:

El legislador se ha basado en un supuesto fáctico al cual normalmente se asocia un

determinado nivel de bienestar económico. El costo y calidad de las viviendas, deducibles

de los materiales de que son hechas y de su dotación y ubicación urbanísticas, son

elementos susceptibles de observación empírica sobre parámetros objetivos, los cuales

organizados debidamente sobre una matriz estadística pueden arrojar datos relevantes

sobre la capacidad económica mayor o menor de sus moradores.

A partir de este diseño inicial, los años posteriores han sido para ajustar los criterios

de la regulación, aplicación y metodología. El cambio más significativo ha sido que el

diseño de la metodología pasó a ser competencia del DANE, quien es el encargado

actualmente (Alzate, 2006). En el siguiente cuadro, hago un recuento normativo de la

política de estratificación socioeconómica desde sus inicios.

Desarrollo del marco jurídico de la Estratificación Socioeconómica en Colombia

Fuente Jurídica Descripción

Acuerdo 48 de 1929, Concejo

de Bogotá

Derogado

Primer sistema preliminar de subsidios cruzados en

Colombia.

5 artículos 86 numerales 4º, 87 numeral 3º, 89 numeral 1º, 99 numeral 7º, 101, 102, 103 y 104.

Page 20: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

20

Decreto 3069 de 1968

Derogado

Establece a nivel nacional el uso de la estratificación

socioeconómica para el cobro de las tarifas de SPD.

Ley 14 de 1983

Derogada

Desvincula el cobro de tarifas diferenciales de SPD a la

clasificación de los inmuebles residenciales por rangos

de avalúos catastrales.

Decretos 969 y 970 de 1991

Derogados

Establecen por primera vez criterios, autoridades

encargadas y metodología para el funcionamiento de la

estratificación en todo el país.

Decreto 990 de 1992

Derogado

Modifica parcialmente Decretos 969 y 970 de 1991.

Asigna al DANE el deber de realizar las instrucciones

metodológicas para los estudios que definan los

estratos.

Decreto 2220 de 1993

Derogada

Determina la metodología para la aplicación nacional.

Establece que la estratificación es un instrumento para

la fijación de las tarifas de servicios públicos y para la

asignación de los subsidios de la política social.

ley 142 de 1994

Vigente

Subsidios clasificados como inversión social

Ley 177 de 1994

Derogada

Establece plazos para adoptar la estratificación urbana.

Ley 188 de 1995

Derogada

Plan Nacional de Desarrollo e Inversiones 1995 -1998

en el cual se utiliza el estrato como un criterio de

focalización para ser beneficiario de programas

sociales.

Decreto 1538 de 1996

Derogado

Reglamenta las funciones de los gobiernos

Departamentales señaladas en la ley 142 de 1994.

Decreto 2034 de 1996

Derogado

Modifica el Decreto 1538 de 1996, respecto a los

plazos máximos para adoptar la estratificación.

Decreto 2366 de 1996 Modifica el plazo de las Empresas de SPD para

Page 21: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

21

Derogado mediante resolución adoptar las nuevas tarifas según el

estudio de estratificación realizado por las alcaldías.

Ley 383 de 1997

Derogada

Aplazamiento de la estratificación socioeconómica de

las zonas rurales.

Ley 505 de 1999

Vigente

Fija términos y competencias para la realización,

adopción y aplicación de la estratificación contemplada

en la ley 142 de 1994.

Ley 632 de 2000

Vigente

Define el Régimen de subsidios que deben adoptar las

empresas prestadoras de SPD.

Ley 689 de 2001

Vigente

Adiciona metodología para la estratificación

socioeconómica a la ley 142 de 1994.

Ley 732 de 2002

Vigente

Nuevos plazos para realizar, adoptar y aplicar las

estratificaciones socioeconómicas urbanas y rurales

Ley 812 de 2003

Derogada

Plan Nacional de Desarrollo 2003-2006 en el cual se

utiliza el estrato como un criterio de definición de la

población y de focalización para ser beneficiario de

programas sociales

Decreto 262 de 2004

Vigente

Asigna al DANE el diseño de las metodologías de

estratificación.

Decreto 1013 de 2005

Vigente

Establece la metodología para la distribución de los

recursos provenientes de aportes solidarios en el

otorgamiento de subsidios de los servicios públicos.

Ley 1151 de 2007

Derogada

Plan Nacional de Desarrollo 2006-2010 en el cual se

utiliza el estrato como un criterio de definición de la

población y de focalización para ser beneficiario de

programas sociales.

Decreto 007 de 2010 Define criterios para el modelo y aplicación de la

Page 22: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

22

Vigente estratificación.

Determina los aportes de las empresas de SPD deben

hacer a las alcaldías para garantizar la estratificación.

Decreto 4715 de 2010

Derogado

Modifica metodología para la distribución de los

recursos provenientes de aportes solidarios en el

otorgamiento de subsidios de los servicios públicos.

Ley 1450 de 2011

Derogada

Plan Nacional de Desarrollo, 2010-2014 en el cual se

utiliza, en menor medida, el estrato como un criterio de

definición de la población y de focalización para ser

beneficiario de programas sociales.

Decreto 4924 de 2011

Vigente

Modifica metodología para la distribución de los

recursos provenientes de aportes solidarios en el

otorgamiento de subsidios de los servicios públicos.

Ley 1753 de 2015

Vigente

Plan Nacional de Desarrollo, 2014-2018. Se hace poca

referencia al estrato como criterio de diferenciación o

focalización.

Fuente: Elaboración propia a partir de la legislación a la que hace referencia: Alzate, 2006; Acevedo Guerrero, Furlong, & Arias, 2015; DANE, 2016

Después de haber hecho un recorrido por la historia y trayectoria de la

estratificación como política pública en Colombia, es necesario hablar de cuál es el

funcionamiento actual de dicha política. Como lo hemos podido ver, la estratificación

socioeconómica fue diseñada con el fin de facilitar la aplicación de tarifas diferenciales a

los distintos usuarios de los SPD, para ayudar a seleccionar una determinada población

objetivo entre las de menores recursos y para focalizar algunos programas sociales (Rosero,

2004). Junto a los índices del SISBEN y de necesidades básicas insatisfechas (NBI), la

estratificación socioeconómica es una de las principales herramientas de focalización del

gasto público en Colombia (Rosero, 2004). Se diferencia de las otras dos (focalización

individual), por ser un instrumento de focalización geográfica, o indicativa de áreas

geográficas pobres (Alzate, 2006; CONPES 022 de 1994). Sin embargo, la estratificación

se puede utilizar de manera complementaria al SISBEN o a los índices de NBI, en un

Page 23: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

23

primer nivel se tiene en cuenta la focalización geográfica y en segundo nivel la focalización

individual (Benjumea Zapata & Varas Guerrero, 2004, pág. 18).

Según el DANE, la estratificación se adelanta mediante el procesamiento de la base

predial catastral urbana actualizada. La unidad de estratificación es el inmueble residencial

(casa o apartamento) y se realiza con el acompañamiento del DANE, quien suministra a la

alcaldía los manuales, el aplicativo para computador, los formularios y los formatos que le

permiten mantenerla vigente y actualizada. (DANE, 2016)

Los estratos socioeconómicos en los que se pueden clasificar son 6:

1. Bajo-bajo

2. Bajo

3. Medio-bajo

4. Medio

5. Medio-alto

6. Alto

Las variables que se utilizan para su definición están relacionadas con las

características de las viviendas y su entorno (Rosero, 2004). Estas son por ejemplo: a)

Existencia de viviendas en el lado de la manzana con entrada principal. b) El tipo de vías de

acceso, sendero o camino, peatonal, vehicular en tierra, etc. c) Presencia de focos de

contaminación en el lado de la manzana o frente a esta. d) Predominio de andenes en el

lado de la manzana, sin andenes, con andenes pero sin zona verde o con ambos elementos.

e) Predominio de viviendas en el lado de la manzana sin antejardín, con ese ya sea pequeño,

mediano o grande. f) Presencia de viviendas sin o con garajes en la manzana. g) Material de

las fachadas. h) Tipo de material de la puerta (Rosero, 2004).

De esta clasificación resultante, los estratos 1, 2 y 3 “corresponden a estratos bajos

que albergan a los usuarios con menores recursos, los cuales son beneficiarios de subsidios

Page 24: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

24

en SPD”; los estratos 5 y 6 son los “estratos altos que albergan a los usuarios con mayores

recursos económicos” y por tanto, pagan sobrecostos (contribución) sobre el valor de los

SPD. El estrato 4 no es beneficiario de subsidios, ni debe pagar sobrecostos, paga

exactamente el valor que la empresa defina como costo de prestación del servicio (DANE,

2016). Las tarifas subsidiadas solo cumplen un nivel de consumo básico que es

determinado por las comisiones de regulación de cada sector, la porción del consumo que

exceda ese umbral se cobra con la tarifa plena (Castro Méndez, 2013).

Además de recibir un subsidio en la tarifa de los SPD, el estrato al identificar a las

personas con menores recursos económicos también es utilizado para orientar la planeación

de la inversión pública; realizar programas sociales como expansión y mejoramiento de

infraestructura de servicios públicos y vías, salud y saneamiento, y servicios educativos y

recreativos en las zonas que más lo requieran; cobrar tarifas de impuesto predial diferentes

por estrato y orientar el ordenamiento territorial (DANE, 2016).

De tal manera, la estratificación socioeconómica parece tener un objetivo más allá

de lo técnico: busca redistribuir recursos y también busca solidaridad entre la ciudadanía.

Este tipo de objetivos, hacen que la estratificación pueda ser catalogada como una política

pública más que un instrumento meramente técnico con fines analíticos o descriptivos. Una

política pública es un proceso mediante el cual las instituciones estatales asumen, total o

parcialmente, la tarea de alcanzar objetivos estimados como deseables o necesarios para

cambiar un estado de las cosas percibido como problemático (Alzate, 2006, pág. 11). En

este caso, la estratificación desde su formulación se ha orientado a compensar o a soportar

un problema socialmente relevante, que es en principio la equidad en el cobro SPD para

contribuir a su acceso y posteriormente resolver otros problemas de equidad al identificar a

los ciudadanos más pobres sujetos de ayuda social (Alzate, 2006, pág. 11).

Como lo señala el CONPES social número 22 de 1994, la estratificación

socioeconómica como método de focalización geográfica es “una de las maneras más

sencillas de identificar los beneficiarios para la aplicación del gasto social es su ubicación

geográfica. Consiste en localizar las áreas geográficas en donde se concentra la población

Page 25: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

25

pobre, para dentro de ellas aplicar los programas sociales a todos sus habitantes”. Sin

embargo, después de ver el diseño de la política queda la pregunta en el aire: cómo se

puede o qué tan acertado es identificar qué tan rica o qué tan pobre es una persona

solamente a partir de la apariencia de su vivienda y de su entorno. A lo cual, el DANE

contesta de la siguiente manera:

La clasificación en cualquiera de los seis estratos es una aproximación a la

diferencia socioeconómica jerarquizada, léase pobreza a riqueza o viceversa. Como

resultado de dicha clasificación en una misma ciudad se pueden encontrar viviendas tan

disímiles como las que van desde el tugurio que expresa -sin lugar a dudas- la miseria de

sus moradores, hasta la mansión o palacete que, en igual forma evidencia una enorme

acumulación de riqueza. Lo mismo sucede en la zona rural con viviendas que van desde

chozas sin paredes hasta "ranchos", haciendas de grandes extensiones de tierra productiva

y fincas de recreo de exuberantes comodidades. (DANE, 2016)

En ese orden de ideas, para el DANE las características físicas externas e internas de

las viviendas, su entorno inmediato y su contexto habitacional y funcional urbano o rural,

tienen asociaciones significativas (correspondencia) con la condiciones socioeconómicas de

los usuarios de SPD que viven de dichas viviendas (DANE, 2016). De tal manera, para el

DANE, y para algunos autores, el estrato es un indicio fiable sobre la condición

socioeconómica de la persona y por tanto se justifica su utilización como un “artificio

socio-económico y estadístico” lo suficientemente contundente también para agenciar otras

políticas públicas (Alzate, 2006, pág. 10).

Pese a que las características de la vivienda sean o no una señal fiable de la

condición socioeconómica de sus habitantes –discusión que desborda los objetivos de este

trabajo6, actualmente han sido grandes las críticas que se le han realizado a la política por

sus efectos sociales no contemplados, como la contribución que ha tenido la estratificación 6 Para la cual puede consultar: http://www.dane.gov.co/files/geoestadistica/Estratificacion_Solidaridad_CEPAL.pdf https://www.econbiz.de/Record/estratificaci%C3%B3n-socioecon%C3%B3mica-

aproximaci%C3%B3n-conceptual-y-dise%C3%B1o-metodol%C3%B3gico-cuervo-villafa%C3%B1e-dario/10001140610

Page 26: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

26

a aumentar la ya marcada segregación de la ciudad (Uribe-Mallarino & Pardo, 2006;

Gonzalez, 2007). Según estas críticas, la política de estratificación ha favorecido a la

segregación espacial de la población por medio de núcleos de viviendas con características

similares que impiden que residentes con niveles de ingreso muy diferente compartan un núcleo

común (Uribe, Vásquez, & Pardo, 2006). La contribución a la segregación fue uno de los

argumentos que utilizó la Alcaldía y ONU-Hábitat al presentar la propuesta de acabar con la

estratificación socioeconómica en el país (Lippi, 2014).

Ante estas duras críticas el DANE (2016), entidad actual encargada de definir la

estratificación, señala que si bien es cierto que en las ciudades del país, la dinámica de la

finca raíz está tomando en cuenta el estrato (algunas corporaciones vienen otorgando

créditos de vivienda en función del estrato asignado al inmueble y se ofrecen arriendos

anunciando éste) y la población tiene tal "cultura" de estrato que hasta en las telenovelas se

ventilan las diferencias socioculturales inherentes a cada estrato, esta opción económica y

social convertida en tradición oral, simplemente evidencia la segregación generada por los

mercados y las políticas de suelo. La estratificación socioeconómica no genera tales

diferencias, simplemente las capta, pondera, jerarquiza y clasifica (DANE, 2016). De tal

manera, parece ser que para el DANE las diferencias socioeconómicas entre los ciudadanos

son una realidad y que la política lo que hace es solamente evidenciar esas diferencias al

clasificarlas y jerarquizarlas en una escala del uno al seis.

La respuesta del DANE, hace referencia a una concepción de la sociedad como un

conjunto de individuos que se subdivide en segmentos diferentes y jerarquizados según las

características que se determinen, en este caso el criterio de jerarquización son las

características de las viviendas de los individuos. Tal visión de la sociedad es similar a la

contemplada por la sociología en algunos de sus análisis. En el capítulo siguiente,

desarrollaré el concepto de estratificación social desde la sociología y presentaré las

diferencias que dicha noción tiene con el diseño de política pública que lleva el mismo

nombre en Colombia.

Page 27: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

27

CAPÍTULO II: Formas de clasificar la sociedad

La estratificación social en sociología es un concepto que hace referencia a la

distribución de individuos o grupos en estratos superiores o inferiores que forman un orden

jerárquico de prestigio, dinero y poder. (Benjumea Zapata & Varas Guerrero, 2004, pág.

39). Por medio de este concepto la sociología estudia la “desigualdad en la sociedad, es

decir, la distribución desigual de bienes y servicios, derechos y obligaciones, poder y

prestigio” (Benjumea Zapata & Varas Guerrero, 2004, pág. 39). De tal manera, la

estratificación es una forma de clasificación de las personas en una sociedad, sin embargo

cómo se determina esta clasificación responde a dos corrientes principales, que pasaré a

describir a continuación.

Posición estructuralista

En primer lugar, nos encontramos con la posición estructuralista, basada en la

noción de clase de Marx y Weber. Para esta posición, la estratificación es un problema de

clases, de la posición de los individuos frente a los medios de producción. (Medina de Ruíz

& Rincón de Galvis, 1985). En ese orden, la posición de un individuo puede determinarse a

partir de sus actos, ideas, prestigio, poder, o ingreso pero lo que determina qué estrato

ocupan los individuos es su posición en la estructura social y en las relaciones de

producción (Barber, 1964). En este sentido, la estratificación desde el estructuralismo es un

análisis de la situación material (control de los medios de producción, propiedad privada)

de los individuos dentro de una sociedad con sistema capitalista.

Siguiendo ese orden de ideas, la delimitación y diferenciación de grupos (clases)

sociales se vincula directamente con la forma en que se organiza el proceso de trabajo en un

determinado momento histórico (división social del trabajo) (Sémbler, 2006). Es decir, la

estratificación y las clases sociales, a partir del enfoque marxista, son el resultado del

acceso y control diferenciado de los medios de producción. Por tanto, los grupos sociales se

diferencian y ordenan jerárquicamente a partir de la distinción binaria elemental propiedad /

no propiedad de los medios de producción. Así, la visión marxista de la estratificación

social identifica y define a los grupos sociales a partir de los modos en que se insertan en la

Page 28: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

28

estructura productiva, los cuales no solo tienen una posición diferenciada sino que además

supone la existencia de intereses antagónicos (Sémbler, 2006).

Para sociólogos posteriores a Marx, como Parsons la noción de clase en sentido

marxista tiene que ser reevaluada, ya que reduce los criterios de determinación de la

posición a una sola pauta: la relación con los medios de producción. En este sentido, para

Parsons, esta visión se queda corta al tratar de analizar las sociedades contemporáneas si

tenemos en cuenta que las nociones en las que Marx basa las diferencias entre clases se han

debilitado, conceptos como status, poder y los derechos relacionados con la propiedad de

los medios de producción han dejado de ser centrales en algunas sociedades (Duek &

Graciela, 2014, pág. 169). Como respuesta a esta crítica, la visión funcionalista re

conceptualiza el concepto de estratificación en la sociología.

Posición funcionalista

Para esta corriente, la estratificación social se considera como la ordenación

(ranking) diferencial de individuos humanos que componen un sistema social dado y el

orden de superioridad o inferioridad reciprocas que guardan sobre ciertos respectos

socialmente importantes. (Parsons, 1967, pág. 62). La estratificación social es un aspecto

generalizado de la estructura de todos los sistemas sociales, y su rasgo distintivo es que

ordena a los actores de un sistema en una jerarquía social general, de acuerdo con las

normas del sistema valorativo común (Parsons, 1967, pág. 335). La diferencia con la visión

estructuralista, es que en vez de basar la división en elementos materiales como la

propiedad privada, la estratificación social debe ser analizada considerando la función que

cumplen los individuos de cada posición dentro del sistema social. (Duek & Graciela, 2014,

pág. 155).

La estratificación es entonces para Parsons una valoración: es la atribución de un

valor cualquiera a la unidad, valor que corresponde al reconocimiento de la contribución

del individuo al sistema, es decir, de su función en el sistema. Todas las funciones son

necesarias para mantener el sistema de manera integrada y son complementarias entre sí

(Parsons, 1967). Estas funciones y su importancia dependen del rol que cumpla el

Page 29: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

29

individuo en la sociedad7. La estructura de roles, a partir de la cual se le asigna valor a la

contribución del individuo a la sociedad (función), está estrechamente relacionada con el

trabajo que realiza el individuo. La división del trabajo acarrea la existencia de una

diversidad de ocupaciones que son valoradas, en mayor o menor grado, de acuerdo a su

importancia funcional para la supervivencia de la sociedad. De este modo, los roles que

tienen mayor importancia para la sociedad obtienen recompensas superiores y un nivel de

prestigio mayor, dando forma al ordenamiento estratificador de los individuos de acuerdo a

la valoración social de su ocupación (Sémbler, 2006).

Junto al rol ocupacional del individuo, Parsons identifica otros dos elementos

importantes de valoración: parentesco y el sistema de propiedad. Son estos tres elementos

estructurales – ocupación, familia y propiedad (ingreso) – los que representan el “complejo

instrumental” que debe considerarse para determinar la posición de un individuo en la

estratificación social. De la mano con los tres criterios centrales de estratificación, la

corriente funcionalista considera que deben tenerse en cuenta otros rasgos individuales que

contribuyen al status del individuo al darle una posición de prestigio social. Cualidades

personales, logros, poder, autoridad y de manera secundaria con factores como pertenencia

étnica, filiación religiosa, comunidad de residencia, política. (Duek & Graciela, 2014, pág.

168).

En este sentido, la estratificación es inherente a cualquier sociedad y sirve para

realizar una ordenación de las relaciones sociales en el sistema a partir de la función que

cumplen los individuos. Para la corriente funcionalista, las relaciones de superioridad e

inferioridad deben estar regidas, en todo sistema estable, por ciertas normas compartidas y

el sistema de estratificación de una sociedad alude justamente a esa estructura de las

relaciones. (Duek & Graciela, 2014, pág. 156). En esta medida, las posiciones diferenciadas

en el sistema y la correlativa diferenciación en los bienes concedidos (recompensas) es

consecuencia directa del individuo y su contribución en el sistema (Parsons, 1967, pág.

335). De tal modo, el estrato de una persona es el resultado únicamente de sus actuaciones

7 Las personas puede tener múltiples roles en la estructura social.

Page 30: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

30

individuales. Así, mediante la estratificación social la sociedad se asegura de motivar a los

individuos a ocupar ciertas posiciones relevantes funcionalmente, y una vez en ellas, a

cumplir de buena manera las tareas respectivas, de modo tal que la desigualdad de prestigio

se concibe como un elemento fundamental en la estabilidad y el funcionamiento integral de

la sociedad (Sémbler, 2006).

Por lo tanto, para la visión funcionalista la estratificación institucionalizada legitima

las diferencias de poder y riqueza, y más en general, el acceso diferencial a objetos y status

valorados. En otras palabras, la estratificación puede justificar las desigualdades

institucionalizadas, al presentar los beneficios, el poder y el prestigio como recursos

adquiridos legítimamente por los individuos en base a sus cualidades y esfuerzos (Duek &

Graciela, 2014, pág. 173). Siguiendo con este argumento, esta teoría de la estratificación

parece apoyar teóricamente los principios básicos del capitalismo liberal, al hacer creer a

los individuos que tienen igual cantidad de oportunidades iniciales de beneficiarse del

intercambio capitalista y que su posición se debe a su propia suerte. Así las cosas, el

individuo está convencido de que él mismo es el único responsable de su “posición social”,

de que su inserción en el proceso productivo es conforme a sus elecciones y aptitudes, a sus

capacidades y disposiciones naturales (Duek & Graciela, 2014, pág. 174). Al legitimar la

diferencia del status de clase y justificar la desigualdad, minimiza, también, el conflicto de

clases. Por tanto, claramente la visión funcionalista va en contra de la representación

marxista de la estructura de clases como constituida por lugares antagónicos y

contradictorios, que no resultan de una operación analítica del investigador sino que son

producto de una larga historia de luchas (Duek & Graciela, 2014, pág. 174).

De tal manera, la estratificación para ambas posiciones es el reconocimiento de la

posición socioeconómica de los individuos dentro de una sociedad. Dicho concepto está

muy relacionado con la noción de clase. A estas posturas materialista y funcionalista es

necesario agregarle una visión simbólica la cual busca significados y representaciones que

tienen las personas sobre su posición de clase o estrato. Bourdieu (1969) señala que las

clases sociales no deben analizarse solo a partir de características particulares, sino que es

preciso analizarlas a partir de la posición que ocupan en el entramado de relaciones sociales

Page 31: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

31

que se puede definir como estructura de clases (Bourdieu, 1969). Para cumplir con este fin

es necesario tener en cuenta dos dimensiones de la clase. La condición que hace referencia

a las características “materialistas” de la clase en un determinado espacio social y la

posición de clase que se caracteriza por producir prácticas, experiencias subjetivas y

representaciones similares entre sus miembros, es decir, por articular disposiciones

significantes compartidas (Bourdieu, 1969). Por tanto, las clases no sólo existen en la

objetividad del espacio social, sino también en una dimensión subjetiva que representa el

compartir prácticas y representaciones del mundo (Sémbler, 2006).

Diferencias entre la noción técnica y la sociológica de estratificación.

Tras haber hecho un recorrido por el concepto de estratificación social desde la

sociología, podemos definirla como la forma en que una comunidad determinada, en un

momento dado, reconoce que se encuentra dividida -los factores y criterios de dicha

división dependen de la corriente que utilicemos: estructural o funcional (Cuevo Villafañe

& Ramírez Gómez, 1992, pág. 119). Desde la sociología, el proceso de estratificar

socioeconómicamente una comunidad en particular, estará orientado a tratar de obtener de

ella una radiografía de las diferentes clases en que se encuentra dividida, en un momento

del tiempo, y de los elementos que igualmente ella considera como los más adecuados para

caracterizar la diferenciación entre ellos (Cuevo Villafañe & Ramírez Gómez, 1992, pág.

119). Sin embargo, la noción sociológica de estratificación no parece corresponder a lo que

la política pública de estratificación socioeconómica en Colombia hace referencia.

En primer lugar, para la sociología la estratificación es algo que tienen

inherentemente las sociedades, las personas se dividen e identifican entre ellas y el

científico social lo único que hace es identificar dichas divisiones a partir de un estudio de

la sociedad específica. Por el contrario, el concepto de estratificación socioeconómica de la

política pública es una división arbitraria creada de manera técnica e impuesta a la

sociedad. En segundo lugar, el concepto sociológico parte de un análisis del individuo o de

las unidades familiares, a diferencia de esto, la estratificación como política pública en

Page 32: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

32

Colombia se basa en criterios definidos técnicamente sobre la vivienda y el contexto de la

misma (Cuevo Villafañe & Ramírez Gómez, 1992, pág. 119).

De tal manera, la Estratificación socioeconómica en el marco jurídico colombiano

fue creada como instrumento base para aplicar medidas políticas, especialmente en lo que

concierne al establecimiento de tarifas de SPD, lo cual obligó al Estado a tener que

establecer ciertos parámetros sobre los cuales se deberían adelanta todos los análisis, pero

estos no tienen que ver, por lo menos en un sentido sociológico, con la identificación de

clases sociales que realiza la estratificación socioeconómica en un sentido académico

(Cuevo Villafañe & Ramírez Gómez, 1992, pág. 119). De esta forma, fueron condiciones

de carácter operativo más que las del principio conceptual de la sociología, las que

inspiraron la reglamentación de los estratos socioeconómicos en Colombia, buscando con

ella dar una orientación para que cada una de las municipalidades pudiera adelantar su

proceso dentro de un marco de referencia más o menos similar, de tal forma que se

pudieran aplicar medidas de política de carácter general (Cuevo Villafañe & Ramírez

Gómez, 1992, pág. 119). Así las cosas, aunque la política de focalización del gasto público

haya sido nombrada en Colombia con el término de estratificación socioeconómica esta no

alude al concepto sociológico por todas las razones ya mencionadas. En el siguiente

apartado, me referiré a las consecuencias negativas que ha señalado la academia a la

estratificación socioeconómica en Colombia como herramienta de focalización.

Críticas a la política de estratificación socioeconómica

Oficialmente la política pública de estratificación socioeconómica no ha tenido una

evaluación, ni revisión desde su implementación a nivel nacional (Alzate, 2006). Sin

embargo, en la literatura podemos encontrar algunas críticas que se han hecho al respecto.

En primer lugar, desde la economía hay un gran debate respecto a la efectividad de la

estratificación para identificar la población pobre que requiere el subsidio (Rosero, 2004;

Alzate, 2006; Lippi, 2014). Según los estudios, esto se debe a que el criterio de

diferenciación mal refleja la real capacidad de pago de las familias, siendo la medición por

estrato mal correlacionada con un amplio panorama de indicadores uni y multivariados de

Page 33: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

33

disponibilidad de recursos (Mina, 2004). Dichos errores debilitan la efectividad del sistema

ya que implican una alta probabilidad de clasificar como beneficiaria de un subsidio a una

familia de nivel socioeconómico alto. Lo cual, sostienen los autores, puede generar

problemas de sostenibilidad a mediano y largo plazo (Alzate, 2006; Rosero, 2004)

El segundo gran elemento de crítica está relacionado con la segregación que

produce o fomenta la estratificación (Universidad Nacional; Secretaría Distrital de

Planeación, 2013; González, 2007). En este sentido encontramos la investigación de Uribe-

Mallarino (2006) sobre cómo la estratificación ha incidido en la segregación geográfica en

la ciudad de Bogotá, en el valor de la vivienda y de los impuestos de propiedad. Lo cual,

como lo mencioné en la introducción, provoca en sus residentes la renuncia a aspirar a

ascender de estrato, atrapamiento en los estratos que reciben subsidios y largos tiempos de

movilidad de la zona de residencia los lugares de trabajo. No hay incentivos para moverse

de estrato, ni tampoco para mejorar la residencia, porque se corre el riesgo de que le

reclasifiquen el estrato y “se termine pagando más” (Uribe, Vásquez, & Pardo, 2006).

La última gran crítica que se le ha hecho a la estratificación socioeconómica es

respecto a cómo se piensan las diferencias y las jerarquías sociales a partir de los estratos.

Los colombianos hemos naturalizado los estratos como forma de dividir las ciudades. Nos

parece normal, que siempre han existido, que es un sistema que se emplea en todas partes

del mundo y la relacionamos con contenidos de clase (Uribe-Mallarino & Pardo, 2006).

Como lo señala Benjumea Zapata y Varas Guerrero (2004), en la concepción colombiana el

estrato socioeconómico está directamente relacionada con la concepción de diferencia entre

clases sociales. Por tanto son categorías utilizadas para determinar y entender el mundo

social que habitamos. Así, los estratos han sido utilizados por los ciudadanos como un

esquema de clasificación que individual y colectivamente realizan de sí mismos y de su

sociedad los habitantes de la ciudad. Esta clasificación ha generado estereotipos que

desfavorecen a las personas con menores recursos (Bogliacino, Jiménez Lozano, & Reyes

Galvis, 2015). Lo anterior por cuanto dicho esquema se ha agregado a nociones heredadas

sobre las jerarquías sociales como clases o sectores sociales y ha logrado que los bogotanos

Page 34: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

34

pienses las diferencias sociales en forma alineada con la lógica que tiene la política (Uribe-

Mallarino, 2008).

En este sentido, la estratificación económica se ha implantado en el imaginario

colectivo como una manera de diferenciar socialmente no solo condiciones materiales sino

también presentaciones sociales (Uribe-Mallarino, 2008). Como ya fue señalado en la

introducción, para los autores que han tratado este tema, el impacto no es por el sistema de

clases –que existe en todo el mundo–, sino porque es un programa oficial. En Colombia el

gobierno les recuerda constantemente a los ciudadanos qué lugar ocupan en la sociedad,

enfatiza las diferencias (Bogliacino, Jiménez Lozano, & Reyes Galvis, 2015). En el

capítulo siguiente problematizaremos esta última crítica que se le ha hecho a la política de

estratificación social a partir del análisis de la construcción de identidad que alegan los

autores ha generado la política.

Page 35: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

35

CAPÍTULO III: ¿Se vive o se es un estrato?

Los seres humanos creamos conocimiento y le otorgamos significado al mundo que

nos rodea a partir de los sistemas de representación (Hall, 2002). El primero de estos

sistemas es el conceptual, que son las representaciones mentales a partir de las cuales

organizamos y clasificamos conceptos en nuestra mente. Las representaciones mentales nos

permiten hacer distinciones entre ideas y pensamientos, por ejemplo diferenciar como luce

una silla a diferencia de una mesa. Este proceso de clasificación es básico y necesario para

comprender e interpretar el mundo que nos rodea. Como complemento, el sistema del

lenguaje es el que nos permite crear significados compartidos, de lo contrario cada uno

tendría un mapa conceptual distinto en su cabeza y sería imposible comunicarse con los

demás (Hall, 2002). Es necesario construir significados compartidos que nos permitan

interactuar y por lo tanto construir un mundo social. El lenguaje nos permite a través de

signos (escritura, sonidos, imágenes) transmitir ideas y relaciones conceptuales que

tenemos en la mente para convertirlas en parte del sistema de significado que compartimos

como sociedad y cultura.

A partir de estos sistemas de representación, nos identificamos a nosotros como

individuos (unidad), y como parte de un grupo social específico determinando

características compartidas y nos diferenciamos de otros a partir de las distinciones que

construimos con ellos (Hall, 2002; Brubaker, 2004). Sin embargo, el diferenciarnos los

unos de los otros, disminuyendo las distinciones dentro del grupo y enfatizando las de los

individuos que están fuera de él, no es un proceso neutral y responde a contextos e intereses

históricos y sociales específicos (Brubaker, 2004).

Así, definirnos como parte de un grupo a su vez implica una diferenciación de los

que no se consideran dentro de la categoría nosotros / los otros. Estas diferenciaciones

muchas veces se realizan con base en nociones de “raza”, religión, género, grupo étnico o

clase social (esta última puede verse como una forma de determinar grupos identitarios a

Page 36: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

36

partir de la capacidad adquisitiva o tipo de trabajo de los individuos) (Sémbler, 2006). Este

tipo de clasificaciones de los individuos pueden realizarse de manera relacional o

categórica. Relacional hace referencia cuando la definición del nosotros en oposición a los

otros se da en el medio de una red de relaciones de individuos, un grupo de individuos

frente a otro grupo de individuos con los que tiene relación. Como por ejemplo, dentro de

las relaciones de parentesco o amistad, dentro de las relaciones patrón-cliente, o las

relaciones profesor alumno. El segundo tipo de definición es la categórica, por medio de la

cual una persona se puede identificar a sí mismo (u otra persona) por la pertenencia a una

clase de personas que comparten algún atributo categórico común (tales como raza, etnia,

nacionalidad, género, etc.) (Brubaker, 2004).

Respecto a este último tipo de clasificación, la categórica, los estados modernos

rutinariamente clasifican las poblaciones que buscan gobernar. Los estados clasifican

poblaciones por género, por edad, por poder adquisitivo, por ejemplo para regular el acceso

físico y político a la comunidad soberana en cuyo nombre pretenden gobernar

legítimamente (Loveman, 2014, pág. 3). La identificación categórica de segmentos de la

población es central para la administración burocrática moderna, cuando clasifican a las

personas en categorías, hacen esas distinciones categóricas particulares

administrativamente relevantes (y hacen las demás administrativamente irrelevantes). Por

lo tanto la clasificación oficial (la que hace el Estado o la autoridad competente) reconoce

selectivamente, lo cual eleva la relevancia de algunas líneas de distinción dentro de una

población y reprime la prominencia de otras (Loveman, 2014, pág. 13). En la medida en

que los individuos "reconocen" que pertenecen a las categorías nombradas o impuestas por

el Estado, la clasificación oficial da forma a su comprensión subjetiva del "tipo" de persona

que son en relación con las otras clases que componen oficialmente la sociedad dada. De tal

manera, la conciencia de ser clasificado de una manera particular "puede cambiar la forma

en que las personas se experimentan a sí mismos” (Loveman, 2014).

En el contexto colombiano, según Uribe-Mallarino (2008), el poder clasificatorio

logrado por la estratificación socioeconómica marca la identidad de los colombianos. Según

la autora el estrato socioeconómico ha pasado a definir la identidad social del individuo y a

Page 37: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

37

marcar las diferencias sociales entre ciudadanos. En este sentido, Uribe-Mallarino (2008)

argumenta que la categorización por estratos socioeconómicos, hecha por el derecho

colombiano y las entidades administrativas encargadas de su ejecución, se ha naturalizado y

convertido en un elemento de la vida social, más allá de los alcances de la política pública

(Uribe-Mallarino, 2008). Sin embargo, como lo mencioné en la introducción, no es claro el

concepto de identidad del que parte Uribe-Mallarino (2008), ya que en ningún momento

define qué entiende por identidad y cuáles son los alcances que tiene dicho concepto en su

estudio. Como lo resalté con anterioridad, esto resulta problemático respecto a las

conclusiones de Uribe-Mallarino (2008) ya que hace su afirmación pueda ser entendida de

múltiples formas dependiendo de qué tipo de definición de identidad asuma el lector que es

a la que hace referencia la autora.

Si Uribe-Mallarino (2008) parte de una definición “fuerte” de identidad estaría

asumiendo una serie de supuestos difíciles de defender con el estado actual de

investigaciones en el tema. Ya que las definiciones fuertes de identidad simplifican las

formas múltiples en las cuales una persona puede identificarse por un tiempo o no como

parte de un grupo, como los límites y fronteras de división pueden ser porosos o difusos,

como la identidad puede variar dependiendo el referente externo del que se quiera

diferenciar, etc. (Brubaker, 2004 ). Si al contrario, Uribe-Mallarino (2008) utiliza un

concepto “débil” de identidad, entendiéndola como múltiple, inestable, fluida, contingente,

fragmentada, construida, negociada y etc., también pueden encontrarse problemas al

analizar su afirmación de que la estratificación genera identidad. Lo anterior por cuanto esta

definición es tan amplia y tan flexible que termina siendo imposible determinar qué cabe y

que no dentro de este concepto (Brubaker, 2004, pág. 38).

En ese sentido y para superar la falta de claridad del término identidad y sus

múltiples significados que se le atribuye, Brubaker (2004) propone dividir estos contenidos

en expresiones más determinadas y limitadas. En específico, el autor utiliza tres grupos de

términos 1) Identificación, categorización, 2) auto-comprensión (self-understanding) y 3)

grupismo, conectividad y “comunalidad” (Brubaker, 2004). Teniendo en cuenta los

primeros dos grupos de términos realicé doce entrevistas a habitantes de la localidad de

Page 38: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

38

Chapinero, igual número de hombres y mujeres, dos por cada estrato. A continuación

presento los resultados. En un primer aparte, hablaré sobre el contexto general de los

participantes para luego referirme a la categoría de auto-comprensión, en específico a cómo

estas personas se definen a ellos mismos, a los que reconocen como similares y a los que

señalan como diferentes, haciendo referencia a los criterios o características que utilizan

para hacer tal diferenciación. Por último desarrollaré el concepto de identificación

categórica, a partir del cual deseo debatir el alcance de definición que tiene el derecho sobre

los conceptos que se trasladan a la vida social de los individuos. En este caso, sobre el

alcance que tiene la definición legal de estratificación socioeconómica, definición vista en

el primer capítulo, para determinar los contenidos que se utilizan por los individuos en su

vida social para categorizar a los otros y a ellos mismos como pertenecientes a un estrato

dado.

Contexto

Como lo señalé en la introducción, realicé dos entrevistas semiestructuradas, a un

hombre y una mujer por cada estrato. A continuación presento un mapa que muestra a los

participantes de acuerdo a la zona en la que viven. La ubicación de los nombres no

responde a la ubicación exacta de sus viviendas sino al barrio en el que viven y el estrato

socioeconómico en el que ha sido clasificado. Como lo muestra el mapa, todos los

participantes residen en la misma área de la ciudad y tienen contacto con los otros barrios

de varias maneras, porque los han visitado, porque tienen conocidos, o por lo menos han

pasado por ahí y saben cómo es el barrio. Como se puede ver en el mapa, los participantes

de estrato uno, viven en el barrio Bosque Calderón Tejada, los participantes de estrato dos

en el barrio Juan XXIII, los de estrato tres en Chapinero central, estrato cuatro en Quinta

Camacho y Granada; los participantes de estrato cinco en INGEMAR y EMAUS y por

último los de estrato seis viven en los barrios Bellavista y Rosales.

Page 39: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

39

Fuente: Elaboración propia a partir del mapa de estratificación de la Secretaría Distrital de

Planeación8.

En el cuadro siguiente presento un resumen de algunos datos sociodemográficos de

los participantes que me permiten contextualizar al lector sobre las personas participantes.

8http://www.sdp.gov.co/portal/page/portal/PortalSDP/InformacionTomaDecisiones/Estratifi

cacion_Socioeconomica/Mapas/IE003-LocalidadChapinero-V02-27122013.pdf

Page 40: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

40

Estrato I de G9 Origen Educación Vivienda Ocupación

1 M Villavicencio No terminaron

bachillerato Casa propia

multifamiliar Actividades comunitarias H Villeta

2 M Bogotá Bachiller

Casa propia Líder comunitaria

H Cali Noveno de bachillerato Pensionado

3 M

Bogotá Profesionales

Apartamento arrendado Edil

H Apartamento propio

Community manager

4 M

Bogotá Profesionales Apartamento propio

Pensionada H Líder comunitario

5 M

Bogotá Profesionales Apartamento propio

Arquitecta H Independiente

6 M

Bogotá Profesionales Apartamento propio

Abogada H Estudiante

Fuente: Elaboración propia a partir de las entrevistas realizadas para el proyecto (Anexo 1)

Como se ve en el cuadro, la mayoría de los entrevistados son originarios de Bogotá

con excepción de los participantes de estrato uno y el hombre participante de estrato dos

que vienen de Villavicencio, Villeta y Cali respectivamente. Respecto al nivel educativo de

los participantes, los de estrato uno no terminaron el bachillerato. Los de estrato dos, la

mujer terminó el bachillerato y el hombre estudió hasta grado noveno. Los demás

participantes de estrato tres, cuatro, cinco y seis todos recibieron estudios universitarios. En

relación a el tipo de vivienda de cada participante la mayoría son propietarios de sus

hogares y viven en apartamentos salvo los participantes de estrato uno y dos que viven en

casas. Hay una gran variedad de ocupaciones y actividades a las que se dedican los

participantes como se puede ver en la tabla. Realizada una descripción general de las

personas entrevistadas pasaré en el siguiente aparte a describir cómo se definen y describen

los participantes a ellos mismos, a las personas que viven en su mismo barrio y a los que

viven en barrios distintos.

9 Identidad de género

Page 41: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

41

Auto-comprensión

Auto-comprensión designa lo que puede ser entendido por “subjetividad situada”.

Es decir, el sentido propio de quién es uno, de su ubicación social, y de cómo (dada las dos

primeras) uno está preparado para actuar. Brubaker (2004) señala que pertenece al ámbito

de lo que Bourdieu ha llamado el sentido práctico que las personas tienen de sí mismos y su

mundo social. Sin embargo, no hay que creer que esa comprensión es una entidad

delimitada, homogénea y unitaria, por el contrario la comprensión de lo que se es puede

variar dependiendo el contexto y el tiempo. La auto-comprensión se refiere únicamente a lo

que el individuo de manera subjetiva entiende que es dentro de su contexto social. Por

tanto, no captura cómo los otros distintos lo entienden o categorizan. A pesar de esto, la

categorización, identificación y representación externas pueden ser decisivas en la

determinación de cómo uno es considerado y tratado por los demás, de hecho, en la

conformación de la propia comprensión de uno mismo.

En este sentido y respecto a la estratificación social, como una forma de

clasificación externa realizada por una política pública, debemos preguntarnos si ha sido tal

su influencia en la sociedad que ha llevado a los individuos a entenderse a ellos mismos y a

los demás por medio de dicha categoría. En el trabajo de campo encontré que respecto a

cómo se describen a ellos mismos los participantes, todos hacen referencia a sus cualidades

y valores, especialmente a la honestidad. También algunos hablan sobre sus intereses

personales como estudiar o contribuir al bienestar general. Por ejemplo, Carlos se describe

como “tranquilo, pragmático, amigable, quejetas (…)”10, por su lado Socorro señala que es

una “persona conservadora tengo principios, me gustan las cosas rectas, trato de que sean

muy transparentes (…)”11. De tal manera, ninguno de los participantes hizo referencia al

estrato como un elemento que los definiera, por el contrario si hicieron referencia a otras

categorías como género o profesión.

10 Segmento de entrevista número 10, ver ANEXO 1 11 Segmento de entrevista número 7, ver ANEXO 1

Page 42: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

42

A partir de estos resultados, parece ser que el estrato no parece haber influenciado

tanto socialmente que llegue a ser un elemento de auto-compresión de los individuos. Sin

embargo, en este caso, como la unidad de estratificación han sido los barrios, también es

necesario analizar si un elemento de auto-comprensión del barrio es el estrato

socioeconómico. Es decir, si las personas caracterizan su zona de vivienda haciendo

referencia al estrato. En este caso, al preguntarle a los participantes cómo describirían su

barrio, las respuestas son bastante similares a las obtenidas respecto a cómo se entendían a

ellos mismos. En general hicieron referencia a la calidad de los SPD, a la ubicación y a

cualidades o problemas del barrio, como seguridad, tranquilidad, diversidad y tranquilidad.

Paula describe Bellavista como “un barrio muy bonito, pero es bien arriba de la montaña,

entonces llegar no es fácil”12, Celso habla de Juan XXIII como una “zona muy sana, muy

muy bonita, la cual es muy privilegiada, más que todo por los de las novelas, (…) porque

cada rato vienen a hacer filmaciones acá en el barrio”13.

En general casi ninguna persona hizo referencia al estrato socioeconómico como un

elemento que caracterizara el barrio. Solamente dos personas utilizaron dicho término en

sus descripciones. Sofía señaló que “yo vivo en uno de los barrios más apetecidos de la

ciudad, es un barrio estrato dos pero está en medio de los estrato seis de la ciudad (…)”14,

Por su parte, Marcela dijo que Chapinero centro es un barrio “absolutamente diverso de

todos los estratos socioeconómicos tenemos acá”15. Como lo vemos en estas dos citas, el

estrato parece volverse relevante a la hora de hablar y caracterizar a otros, es decir no es

relevante sino hasta que se va a hablar de varios. En ese orden de ideas parece necesario

analizar cómo se diferencian los participantes de los otros que consideran diferentes. El

segundo elemento al que hace referencia Brubaker (2004) sobre la auto-comprensión es la

ubicación social, es decir la posición en la que se ubica el individuo frente a los otros, y

cómo realiza tal distinción.

12 Segmento de entrevista número 11, ver ANEXO 1 13 Segmento de entrevista número 4, ver ANEXO 1 14 Segmento de entrevista número 3, ver ANEXO 1 15 Segmento de entrevista número 5, ver ANEXO 1

Page 43: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

43

Teniendo la posición social en mente, es relevante identificar si el estrato

socioeconómico es una característica con la cual los participantes definen a los otros a

partir de su auto-comprensión. Es decir, al momento de preguntarles a los individuos por

los que son “otros” qué es lo que resalta el individuo que lo diferencia o comparte con esos

otros. En ese sentido, los participantes se refirieron tanto a las personas que habitan su

mismo barrio, como a los que habitan otro barrio.

Respecto a los primeros, las personas que viven en su mismo barrio de manera

general utilizaron cualidades y ocupaciones para describirlos. Benedicto dijo que “son

familias (…) la mayoría son trabajadores de construcción… que tienen que ver con pintura,

mampostería, todo ese tipo de construcción (…)”16. Diego señaló que las personas que

vivían en su barrio eran “gente parecida, de misma edad, están en la universidad, y los

señores y las familias que conozco pues son amigos de mi papá y de mi mamá”17. La

mayoría hizo alguna referencia a la situación económica de las personas utilizando frases

como “no son pobres”, “económicamente bien”, “gente que tiene recursos”. Como

sinónimo de la situación económica en dos ocasiones hicieron referencia los estratos,

“estrato medio”, “estrato dos”. De tal manera, el estrato no parece ser un elemento que

caracterice a las personas que viven en un mismo barrio, más allá de ser utilizado como

sinónimo a condición socioeconómica.

En relación a los que viven en barrios distintos la respuesta parece ser muy distinta.

Para diferenciar a los otros barrios parece ser un elemento distintivo relevante la situación

económica o el estrato. De nuevo parece ser que el estrato resulta una categoría importante

cuando se quiere realizar distinciones a partir de las condiciones económicas de las

personas que viven en distintos barrios. De manera general, la mayoría de personas hicieron

referencia a barrios ricos y pobres, escasos o abundantes recursos, pero también utilizaron

el estrato para caracterizar los barrios distintos al que viven. Tomás indicó que “Chapinero

tiene una característica, que tu aquí encuentras todos los estratos en unas pocas cuadras,

aquí este sector es estrato tres, hay cuatro, si llegas al Castillo es estrato cinco y seis y al 16 Segmento de entrevista número 2, ver ANEXO 1 17 Segmento de entrevista número 12, ver ANEXO 1

Page 44: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

44

lado del Castillo hay un barrio estrato uno” 18. Aunque se hable de muchas más

características, el estrato sí parece ser una categoría relevante para hablar de los otros y

distinguirlos. En este sentido, el estrato se está utilizando como una categoría identitaria

que permite agrupar personas en un grupo, por ejemplo: los de estrato tres, los de estrato

cuatro que son distintos a mí. Sin embargo, decir estrato no significa que se esté haciendo

referencia a lo que la ley define como estratificación socioeconómica. En ese orden de

ideas, en el último segmento de este capítulo me referiré a cuál es el contenido que le dan

las personas entrevistadas a la categoría de estrato.

Identificación categórica

Otro de los términos que Brubaker (2004) propone para terminar con la

indeterminación del concepto identidad es hacer referencia a los verbos identificación y

categorización. Estos términos hacen referencia a la utilización de categorías por medio de

la cual una persona se puede identificar a sí mismo (u otra persona) por la pertenencia a una

clase de personas que comparten algún atributo categórico común (tales como raza, etnia,

nacionalidad, género, etc.) (Brubaker, 2004). La identificación aunque es un concepto muy

cercano al de auto-comprensión, pueden diferenciarse porque la compresión puede ser

entendida como un fenómeno tácito; forma lo que el individuo piensa de sí y su acción pero

sin necesariamente ser articulada discursivamente. Por el contrario, la identificación sí hace

referencia a relacionarse o acogerse a categorías explicitas que hacen parte de los discursos

que se comparten socialmente (como los que hay alrededor de conceptos como clase o

género). Sin embargo, esto no quiere decir que el individuo deba identificarse con una

única categoría durante su vida y no variarla. Uno puede ser llamado a identificarse a sí

mismo de maneras distintas dependiendo el contexto en el que se encuentre (Brubaker,

2004). Es decir, cómo uno se identifica uno mismo y cómo uno identifica a los otros es

fundamentalmente situacional y contextual.

La definición de estas categorías con las cuales las personas pueden identificarse o

identificar a los otros pueden crearse o complementarse tanto por los individuos como por 18 Segmento de entrevista número 6, ver ANEXO 1

Page 45: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

45

el Estado. Por un lado las categorías pueden ser codificadas y formalizadas mediante los

sistemas de categorización creados por el poder de instituciones autorizadas como los

Estados modernos (Brubaker, 2004). También las categorías de identificación pueden ser

impuestas por el grupo o actor mayoritario que detenta el poder de determinación y

organización de la sociedad. Esta definición social puede verse reforzada o reproducida por

las instituciones de la sociedad por medio de actos sistémicos de inferiorización y

otrerización de los grupos que se constituyen como otros (Kamili, 2009, pág. 41).

De tal manera, en la determinación de las categorías con las que las personas se

identifican puede ser resultado de una práctica social, una práctica estatal o de una mezcla

de ambas. En este sentido, y respecto a la estratificación socioeconómica tanto la

investigación de Uribe-Mallarino (2008) como los resultados del aparte anterior, parecen

sugerir que el estrato se convierte en una categoría para identificar a los otros y

distinguirlos de lo que el individuo no es. Sin embargo, hasta ahora no tenemos claro qué

entienden las personas por estratificación socioeconómica y cuáles son las características

que tiene pertenecer a un estrato dado. A continuación presento las ideas que asocian los

participantes al concepto de estratificación socioeconómica y posteriormente describo las

características que se les atribuyen a cada uno de los estratos. Presentando dichos

contenidos podré discutir la tensión que hay entre la definición de la norma (categorización

oficial) y la que en la práctica adquiere la noción de estrato.

Las personas participantes asocian de manera inmediata la estratificación con el

pago de SPD, como lo señala Camilo “pues mira yo realmente lo asocio con el pago de

servicios públicos”19. Sin embargo ninguno se queda en esa definición: en general hicieron

referencia a que la estratificación es una forma de catalogar, encasillar, categorizar o

clasificar a las personas a partir de la capacidad adquisitiva, según sus condiciones de vida,

su capacidad de pago, nivel económico y en general según sean ricos o pobres. En palabras

de Rosario “a uno le da pena explicarlo porque no hay forma de explicarlo de una buena

manera, cómo lo hace, no pues ricos y pobres, ah, sí que a ellos les llegan los servicios más

19 Segmento de entrevista número 8, ver ANEXO 1

Page 46: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

46

baratos y supuestamente en algunos estratos hay subsidios, sigue siendo ellos allá y

nosotros acá”20. Como lo muestran las palabras de Rosario no solo es una clasificación sino

que esta es vista como algo negativo y discriminatorio en general. Sin embargo, aunque el

principal elemento de diferenciación por estrato sea el económico, las características de

clasificación parecen ir más allá de esto. Por ejemplo, aunque en principio el estrato denote

la condición económica de una familia también el estrato está relacionado a los

comportamientos, la educación y la cultura de una persona. Todos los participantes

describieron a cada estrato con características por fuera de lo económico. En ese sentido,

Socorro menciona que los estratos “son como el nivel económico de las personas y

también el nivel de estudio, su comportamiento, sus amigos, las relaciones (…)”21. Las

características y valores que se les adjudican a las personas varían dependiendo del estrato

al que se haga referencia.

Las personas que viven en estrato uno y dos tienen como característica principal la

falta de recursos o de oportunidades a las que se enfrentan, tienen menos opciones y menos

suerte. Son caracterizados como familias, humildes, con poca educación, que

principalmente se dedican a trabajos en construcción o trabajos domésticos. También es

interesante que especialmente el estrato uno se asocia con percepciones de inseguridad (que

no necesariamente son reales), drogadicción, delincuencia, etc. Diego menciona que las

personas de estrato uno y dos “es gente con poca educación. Bajos recursos, entonces muy

pocas oportunidades en cuanto a cultura, en cuanto a conocimiento, educación (…)”22. De

hecho, los entrevistados de estrato uno y dos también hacen referencia a estos estereotipos

negativos, sin embargo se alejan de ellos diciendo que eso pasa es en la periferia o en el sur

de la ciudad. Refiriéndose al estrato uno Celso señala que “son sitios muy apartados de la

ciudad donde realmente a veces no entra ni el sol, entonces es difícil el transporte, la

20 Segmento de entrevista número 9, ver ANEXO 1 21 Segmento de entrevista número 7, ver ANEXO 1 22 Segmento de entrevista número 12, ver ANEXO 1

Page 47: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

47

comunicación, difícil de pronto la sostenibilidad de una casa de un hogar y es donde hoy en

día pasan muchas cosas, violaciones, homicidios, asesinatos, drogas, de todo”23.

Por su lado, la definición de estrato tres y cuatro no es tan clara, en algunos casos

tres se compara al uno y el dos y cuatro se compara al cinco y seis. Sin embargo, en la

mayoría de entrevistas sí se establecieron características distintivas de estos estratos. De

nuevo la primera característica que resalta es la situación económica, tienen más ingresos,

mayores ventajas, más comodidades. En ese sentido, Benedicto señala que “digamos que

normalmente estrato tres y cuatro son personas que han tenido un tipo de preparación, que

generalmente viven de un salario, sí, entonces son personas que han recibido alguna

educación”24. Los describen con expresiones como “término medio”, “clase media”, la

“clase trabajadora”. Piensan que las personas de estrato tres y cuatro han tenido acceso a

educación y son principalmente empleados de oficinas. Son pocas las características

negativas que se asocian a estos estratos, solo que el hecho de estar en la “mitad” hace que

no tengan subsidios ni ayudas del Estado pero tampoco tienen estabilidad económica ni

recursos suficientes como los estratos más altos. En palabras de Tomás “el estrato tres no

tiene los beneficios que tiene el estrato uno y el estrato dos, por ejemplo esas becas de ser

pilo paga son para esos estratos, o sea que si uno es estrato tres, no y no tiene la posibilidad

de pagar una universidad entonces no puede estudiar”25.

Por último, los entrevistados hablando de estrato cinco y seis sigue siendo el

elemento más relevante la situación económica, son los que tienen poder económico, tienen

mejores beneficios, más posibilidades, más estabilidad, mayor educación, mayor cultura, su

posición de poder para algunos les hace tener un deber mayor frente al resto de la sociedad.

Sin embargo, estos estratos se asocian a muchas cualidades negativas, el dinero los hace

intocables, codiciosos o excluyentes, como señala Carlos, al estrato cinco y seis “no les

importa nadie, no elegimos políticos, no nos influyen los cambios económicos (…)”26, o

23 Segmento de entrevista número 4, ver ANEXO 1 24 Segmento de entrevista número 2, ver ANEXO 1 25 Segmento de entrevista número 6, ver ANEXO 1 26 Segmento de entrevista número 10, ver ANEXO 1

Page 48: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

48

como dice Adela “son gente que lo mira a uno por encima del hombro”27. Adicional a esto,

es interesante ver que al igual que el estrato uno, el estrato seis parece ser algo muy lejano,

al respecto Marcela dice que “yo creo que el estrato seis ya estamos hablando de personas

que, que se mueven en otro nivel, en aviones, pues tienen muchas propiedades, pues sí, no

es lo mismo tener una finca en San Andrés o tener una casa quinta en San Andrés a tener

una quinta en la mesa”28.

En general, parece que les es más fácil hablar y caracterizar los extremos –estratos

bajos y altos y que les es difícil realizar las distinciones específicas entre estrato y estrato.

Es decir, es más fácil ver las diferencias entre estratos uno y seis que entre estratos tres y

cuatro. Además de esto, el término de estrato parece usarse frecuentemente como un

sinónimo del término clase económica y social. Al igual que con clase se usan calificativos

como clase alta, clase baja, los entrevistados mencionan en varias ocasiones estratos bajos y

estratos altos. En ese sentido y teniendo en cuenta todas las características mencionadas que

hacen parte de los estereotipos que tienen los participantes de quienes viven en cada estrato

es claro que la categoría de estrato se utiliza para identificar y agrupar a personas que tienen

condiciones de vida económica y socialmente similares. De tal manera, es posible afirmar

que una consecuencia no prevista de la aplicación de una ley, en este caso la concerniente a

estratificación socioeconómica, puede ser la producción de nuevas categorías de ser

persona (Hoffman French, 2009)

La creación de este tipo de categorías de identidad por parte del derecho, ha sido

conceptualizada por Hoffman French (2009) con el término legalización de identidad. Este

fenómeno requiere por lo menos dos elementos, el primero es que exista una ley, la cual

puede tener su origen en legisladores o funcionarios públicos, y segundo la ley tiene que

tener como propósito proteger o legalizar derechos de grupos específicos a partir de una

diferenciación. En el caso de análisis de la autora ella hace referencia a categorías de tipo

etnoracial, sin embargo, ella aclara que el término de legalización de identidad puede ser

aplicado más ampliamente. Respecto a la estratificación socioeconómico, se cumplen estos 27 Segmento de entrevista número 1, ver ANEXO 1 28 Segmento de entrevista número 5, ver ANEXO 1

Page 49: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

49

dos requisitos, existe un conjunto de normas que crean y regulan la estratificación en

Colombia, como lo señalé en el primer capítulo, y en segundo lugar, por medio de dichas

leyes se busca crear mecanismos de protección y derechos con fines retributivos en cabeza

de los estratos más bajos.

Sin embargo, como lo vimos en el aparte anterior esta categoría no parece estar “del

todo” interiorizada por los individuos. Es decir, es utilizada para identificar y caracterizar a

los otros pero no es un elemento relevante para definirme a mí mismo (auto-comprensión).

Es decir, que aunque las clasificación de estratificación es oficial y obligatoria es

reconocida pero no compartida por completo por los clasificados. En este sentido, Loveman

(2014) ha señalado que las distinciones oficiales categóricas pueden no reflejar

perfectamente las utilizadas en la interacción informal y la identificación subjetiva, aunque

sí afecten los contenidos de las fronteras sociales operativas en la vida diaria (las

características que separan un grupo de otro) (Loveman, 2014).

Esto se da, porque no todas las clasificaciones afectan en igual medida el cuerpo y

la vida diaria de los individuos clasificados, tanto más sea utilizada en la administración

burocrática de la vida diaria y más tenga relación con distinciones categóricas que la gente

realiza socialmente, la categoría será mucho más interiorizada y utilizada por los individuos

(Loveman, 2014). Este podría ser el caso de categorías raciales que son una diferenciación

muy “pegada” al cuerpo y la vida diaria de las personas. Otro ejemplo puede ser la

nacionalidad en el caso de los inmigrantes, quienes en su interacción con el Estado y demás

ciudadanos se les es reforzada constantemente su categoría de inmigrantes (Loveman,

2014).

Por el contrario, cuando la clasificación oficial está unida a los cuerpos individuales

solo en momentos particulares (nacimiento, matrimonio, muerte), no se utilizan en la vida

diaria, ni para fines de asignación administrativa, las clasificaciones oficiales son menos

propensas a convertirse en un elemento fundamental para la auto-comprensión individual.

En esta medida, la estratificación socioeconómica parece ubicarse en un punto intermedio,

aunque no es una categoría que defina la vida diaria de los individuos, sus fines

Page 50: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

50

redistributivos hacen que sea utilizada con fines administrativos por más de una vez en la

vida de los individuos. Este hecho puede explicar por qué aunque sí constituye una

categoría de identidad, esta no sea del todo naturalizada por los individuos.

Cabe resaltar que aunque la categoría sea utilizada en la vida social de los

individuos, los contenidos de esta clasificación oficial son susceptibles de ser acoplados y

relacionados de manera más flexible con la gama de categorías sociales al ser una categoría

menos “pegada” al individuo (Loveman, 2014). En el tema de estratificación

socioeconómica, de acuerdo con la afirmación anterior, las personas parecen ir mucho más

allá de los contenidos legales de la estratificación social. De tal manera, todos los

entrevistados aunque algunos reconocieran que el estrato es una clasificación de las

viviendas, les otorgaban las características principales a los individuos que las habitan.

Claro, que la casa de una persona sea estrato uno hace que tenga acabados y materiales

distintos a alguien que viva en estrato seis, como es la definición legal. Pero los individuos

también le agregan contenidos distintos a la categoría, criterios de educación, costumbres,

actividades, problemas, etc. que están asociados al tipo de personas que habitan dichos

espacios. Tan es así, que al preguntar a los participantes sobre la posibilidad de subir o

bajar de estrato pareciera que eso no es una posibilidad, puede que alguien obtenga más

recursos o pierda los que tiene y le toque cambiar de barrio y de vivienda, sin embargo no

por eso deja de ser del estrato en el que vivía y “encajaba”.

La idea de cambiar de estrato es tan extraña que las situaciones en las cuales se les

ocurre a los participantes que esto podría pasar son pocas y son vistas como situaciones

extremas o poco comunes. Paula señala que “se puede subir ganando la lotería y bajar si se

quiebra”29, Rosario, añade a las opciones de Paula “que se suba o baje de estrato al casarse

o divorciarse”30. De tal manera, para todos los entrevistas cambiar de estrato es algo difícil,

no creen que haya mucha movilidad social. Sumado a esto, a pesar que la persona tenga que

vivir en un barrio de estrato más alto o bajo por circunstancias económicas no va a

pertenecer ahí. Para Camilo puede que una persona suba de estrato estudiando y trabajando 29 Segmento de entrevista número 11, ver ANEXO 1 30 Segmento de entrevista número 9, ver ANEXO 1

Page 51: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

51

“pero se va a los clubes y le hacen el feo, le hacen el feo porque no es de los apellidos (…)

es difícil cambiar de estrato, sí una persona es sencilla, porque, por los modales por el

apellido, porque no sé qué, entonces si eso es difícil”31. Para Adela subir o bajar de estrato

es muy difícil “si sube va a quedar como mosco en leche, porque no está acostumbrado (…)

y si baja sería tenaz el cambio, se muere la persona de tristeza por vivir así”32.

En ese orden de ideas es claro que aunque la categoría de estrato socioeconómico

del derecho se le imponga a las viviendas, el estrato en su uso cotidiano termina siendo

entendido por los individuos como una característica de lo que es la persona. Retomando lo

dicho anteriormente, el derecho efectivamente crea y construye una categoría identitaria

que afecta la conciencia de los individuos clasificados de una manera particular, y de tal

forma cambia la forma en que las personas se experimentan a sí mismos y a quienes los

rodean (Loveman, 2014). Sin embargo, esto no es una simple imposición de la categoría

por parte del derecho. Por el contrario, hay un proceso de definición posterior en el cual se

ven involucrados los individuos categorizados.

De acuerdo con lo anterior, la clasificación oficial y la social son fenómenos

estrechamente relacionados, y en la práctica, casi inevitablemente operan uno al lado del

otro y por tanto se ven mutuamente influenciados (Loveman, 2014). No solo en el caso de

leyes que pueden afectar la identidad del individuo sino en general cualquier tipo de norma

termina de construir su significado en la tensión que se da entre el derecho y la práctica

social de la norma. En este sentido, Hoffman French (2009) propone una visión más

compleja de la actividad legislativa, en la cual la definición del impacto, las consecuencias,

interpretaciones e incluso los significados de cualquier ley no se agotan antes de su

promulgación – negociación post-legislativa. Por el contrario, la determinación de una ley

se realiza a nivel de la población, policías, jueces, abogados, funcionarios del gobierno y la

prensa después de que el congreso la haya expedido (Hoffman French, 2009). Así, esta

forma de entender la construcción de la ley no ve a los ciudadanos como meros receptores

31 Segmento de entrevista número 8, ver ANEXO 1 32 Segmento de entrevista número 1, ver ANEXO 1

Page 52: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

52

de los postulado legales, por el contrario les da un rol activo al momento de definir el orden

y contenidos que propone la ley.

Siguiente esta línea de ideas, las definiciones que le dan los individuos a la categoría

de estrato en su vida social se convierte en parte determinante de cómo se entiende y

construye la estratificación socioeconómica en la ciudad, así los procesos de segregación a

los que puede haber influido no son consecuencias aisladas de la política pública sino por el

contrario efectos directos de como se ha negociado y definido la categoría de estrato

después de su promulgación. De tal manera, el derecho no monopoliza la producción y

difusión de identidades y categorías, y las que produzca pueden ser modificadas. Son

diferentes los actores que participan en la construcción y determinación de las categorías,

por lo tanto, la tensión es constante entre los modos institucionalizados de identificación

(como el DANE) y los modos alternativos que envuelven las prácticas diarias de los

clasificados (Brubaker, 2004).

CONCLUSIONES

A lo largo de este escrito he analizado la política pública de estratificación social y

su relación con la construcción de categorías de identidad. En un primer momento, hice un

recorrido histórico y normativo por lo que ha sido la estratificación socioeconómica a nivel

oficial. Seguido a esto, se realizó la diferenciación entre la teoría sociológica de

estratificación socioeconómica –la posición estructuralista y la funcionalista- y la noción

técnica que ha sido utilizada en Colombia como instrumento de focalización del gasto

social. De manera general, para la sociología la estratificación es un fenómeno social el

cual puede ser observado e identificado por el científico social y corresponde a criterios de

múltiples tipos como educación, cultura, economía, prestigio, etc. Por el contrario, la

estratificación de la política pública en Colombia es una herramienta técnica diseñada para

clasificar viviendas según sus características de construcción sin tener en cuenta otros

criterios, con el objetivo de asignar un subsidio a los estratos más bajos.

Page 53: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

53

Realizada la descripción del concepto de estratificación social en sus múltiples usos,

en el tercer capítulo se analizó los efectos identitarios que tuvo la política pública de

estratificación social. En este tema se puede concluir que el estrato parece no ser un

elemento de auto-compresión de los individuos sino por el contrario solo se convierte en

relevante al momento de trazar fronteras con quienes nos consideramos distintos. En este

sentido, es una categoría de identidad que permite la diferenciación con los otros. En

segundo lugar, quedó claro que las personas si utilizan la categoría de estrato para

identificarse a ellos y a los demás como parte de un grupo y que cada estrato se asocia no

solo a características económicas sino también culturales, de educación, etc. por lo tanto, el

estrato es una categoría que construye identidad pero sus contenidos no son los impuestos

por la política pública (definición oficial) por el contrario, los individuos tienen un rol

activo en cómo entender y llenar de contenido dichas categorías.

En conclusión, este análisis nos permite tener una visión más compleja de cómo se

construyen y utilizan categorías oficiales de identificación cuando entran a la vida social de

los individuos. De tal manera, es claro que no es una imposición unilateral del derecho a los

individuos sino que por el contrario hay tensiones y procesos que se llevan a cabo posterior

a la promulgación de la ley que terminan definiendo los alcances y efectos de la ley en

materia de identidad. Quedan preguntas abiertas y espacio para trabajos complementarios.

En primer lugar, puede que la percepción de lo que es vivir en determinado estrato cambie

si las personas no tienen mucha o nula relación con estratos distintos al de ellos. En la zona

de estudio el contraste es tan cercano que las personas hablan de referentes que conocen,

pero puede que las nociones con las que relacionan a los estratos varíen si no han tenido de

manera cercana estas interacciones. También, es necesario ahondar en cómo se han visto

influenciadas las nociones de identidad que se tienen del estrato a medida que ha cambiado

la legislación al respecto, ¿era distinta la compresión que se tenía cuando cada empresa de

SPD imponía su propia clasificación y una familia podía tener distintos estratos?, ¿Cuál ha

sido el rol de los medios de comunicación en definir estos contenidos, específicamente

ahora con todo el debate sobre si es necesario acabarlos o no?

Page 54: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

54

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Page 60: Aproximación al estrato socioeconómico como factor de

60

ANEXO 1. Entrevistas realizadas para el proyecto

No. Entrevistadora Sujeto: Identidad

de género

Sujeto:

edad

Estrato

DANE Barrio

1 Yenny Guzmán M 40-54 1 Bosque Calderón Tejada

2 Yenny Guzmán H ≥ 55 1 Bosque Calderón

Tejada

3 Yenny Guzmán M 40-54 2 Juan XXIII

4 Yenny Guzmán H ≥ 55 2 Juan XXIII

5 Yenny Guzmán M 25-39 3 Chapinero Central

6 Yenny Guzmán H 25-39 3 Chapinero Central

7 Yenny Guzmán M ≥ 55 4 Quinta Camacho

8 Yenny Guzmán H 25-39 4 Granada

9 Yenny Guzmán M 40-54 5 INGEMAR

10 Yenny Guzmán H 40-54 5 EMAUS

11 Yenny Guzmán M 25-39 6 Bella vista

12 Yenny Guzmán H 25-39 6 Rosales