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Paula Arantzazu Ruiz Enviada especial/San Sebastián sta Concha de Oro se me hace lacuesta arri- ba». Ya fuera en los pa- sillos, en el bar Oquendo o vía Twitter, los chascarrillos previos a la entrega de premios del Festi- val de San Sebastián apuntaban un solo nombre, y no siempre con benevolencia: Los pasos do- bles, de Isaki Lacuesta, la obra más aventurera de la sección competitiva, se llevó el máximo galardón, para chasco de la su- puesta intelligentsia crítica de los medios generalistas. Ante quienes afirmaban de su última película que era una idio- tez, sirvan estas líneas para rom- per una o más lanzas a favor del de Banyoles: de sus interrogan- tes sobre las formas cinemato- gráficas (Las variaciones Marker, de 2007, y sobre el enigmático ci- neasta Chris Marker); de su ex- perimentación con el documen- tal de autor (Cravan vs. Cravan, de 2002; La leyenda del tiempo, de 2006); de su amor por el cine, clásico, moderno, atemporal (La noche que no acaba, de 2010 y dedicado a la belleza de Ava Gardner). En definitiva, el de Lacuesta no se trata de un premio baladí. Cierto que en Los pasos dobles el espectador puede sentirse, en ocasiones, en mitad del limbo narrativo, ¿pero qué es una aven- tura sin esa idea de desubicación; sin esa idea de estar explorando nuevos territorios, nuevas fron- teras, otros escenarios? Si para Jean-Luc Godard un travelling era una cuestión moral, de La- cuesta podríamos decir que su apuesta por el género es asimis- mo un asunto ético. Y no tiene miedo a las consecuencias. Claro, que otros largometrajes a concurso podrían haber logra- do el podio de honor. Sobre todo, Kimizu (Milagro), del nipón Hi- rokazu Kore-eda. Desde que, en 1998, consiguió el premio Fi- presci con After Life, el certamen donostiarra mueve cielo y tierra para que el director repita. Ya lo hizo en otras dos ocasiones más (Hanna, 2006, y Still Walking, 2008), habiendo sido ningunea- do entonces de manera atroz, y, si no puede ser a la tercera, quizá a la cuarta... Muchos, así las cosas, daban por ganador al japonés y su Ki- mizu, pero tuvieron que confor- marse con ese premio al guión que debió de saberles a poco. Simpático y emocionante a raudales («hice esta película para que mi hija de cuatro años pu- diera verla cuando fuera algo ma- yor», decía el cineasta japonés), el largometraje narra el viaje de varios niños a las órdenes de dos hermanos que viven separados, para intentar cumplir sus sueños, el milagro al que hace referencia el título. Como Lacuesta, además, Kore-eda hacía doblete este año en el Zinemaldia. Si el catalán presentaba junto a sus pasos do- bles El cuaderno de barro, suerte de making-of de ese viaje a Mali acompañado de Miquel Barceló, el segundo hacía lo propio con The Day After, un delicado me- diometraje que el compañero Rubén Romero se atrevió a resu- mir como El sexto sentido en un jardín japonés. De lo que no cabe duda es de que Kore-eda ejerce de impecable retratista de los la- zos familiares: su fragilidad, su solidez. ¡Quién sabe si Julie Delpy quiso imitar al maestro en la tam- bién laureada Le Skylab! Será cosa de juzgar ese paralelismo, o la ausencia de..., cuando lleguen ambos trabajos a la cartelera. Problemas griegos Otros premios peliagudos a los que nos referiremos son los de las interpretaciones. Sabe mal que el otrora presidente de la Academia no hubiera luchado más para que a José Coronado le cayera esa Concha de Plata que fue a parar al griego Antonis Kafetzopoulos por Unfair World. Una podría pensar que el jurado tuvo a bien premiar doblemente el filme (también se llevó la Concha de Plata al mejor director, Filippos Tsitos) por aquello de hacer fren- te común a «los problemas de tipo griego», financieros; pero de lo que gran parte de la prensa está segura es de que Santos Trinidad E 06 LA CARTELERA Los pasos dobles se ha llevado el máximo galardón, para chasco de la supuesta intelligentsia crítica de los medios generalistas. Pero el de Lacuesta no fue un premio baladí en una edición que hizo de la necesidad virtud Arriba Lacuesta 59 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN Los pasos dobles: Amassogou Dolo (actor), Luisa Matienzo (productora), Amon Pegnere Dolo (actor), Isa Campo (guionista), Isaki Lacuesta (director). JAVIER ETXEZARRETA/EFE Los pasos dobles, del cineasta Isaki Lacuesta, era la obra más aventurera de la sección competitiva Reportaje cine sigue en 08

Arriba Lacuesta (Cronica del 59 Donostia Zinemaldia)

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Cronica posterior del 59 Festival de San Sebastian - Donostia Zinemaldia.

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Paula Arantzazu RuizEnviada especial/San Sebastián

sta Concha de Oro seme hace lacuesta arri-ba». Ya fuera en los pa-

sillos, en el bar Oquendo o víaTwitter, los chascarrillos previosa la entrega de premios del Festi-val de San Sebastián apuntabanun solo nombre, y no siemprecon benevolencia:Los pasos do-bles, de Isaki Lacuesta, la obramás aventurera de la seccióncompetitiva, se llevó el máximogalardón, para chasco de la su-puesta intelligentsiacríticadelosmedios generalistas.

Antequienesafirmabandesuúltimapelículaqueerauna idio-tez, sirvan estas líneas para rom-per una o más lanzas a favor delde Banyoles: de sus interrogan-tes sobre las formas cinemato-gráficas(LasvariacionesMarker,de2007,ysobreelenigmáticoci-neasta Chris Marker); de su ex-perimentaciónconeldocumen-tal de autor (Cravan vs. Cravan,de 2002; La leyenda del tiempo,de 2006); de su amor por el cine,clásico,moderno,atemporal(Lanoche que no acaba, de 2010 ydedicado a la belleza de AvaGardner).

Endefinitiva,eldeLacuestanose trata de un premio baladí.Cierto que enLospasos dobleselespectador puede sentirse, enocasiones, en mitad del limbonarrativo,¿peroquéesunaaven-turasinesaideadedesubicación;sin esa idea de estar explorandonuevos territorios, nuevas fron-teras, otros escenarios? Si paraJean-Luc Godard un travellingera una cuestión moral, de La-cuesta podríamos decir que suapuesta por el género es asimis-mo un asunto ético. Y no tienemiedo a las consecuencias.

Claro,queotroslargometrajesa concurso podrían haber logra-doelpodiodehonor.Sobretodo,

Kimizu (Milagro), del nipón Hi-rokazu Kore-eda. Desde que, en1998, consiguió el premio Fi-presci conAfterLife, el certamendonostiarra mueve cielo y tierrapara que el director repita. Ya lohizo en otras dos ocasiones más(Hanna, 2006, y Still Walking,2008), habiendo sido ningunea-do entonces de manera atroz, y,si no puede ser a la tercera, quizáa la cuarta...

Muchos, así las cosas, dabanpor ganador al japonés y su Ki-mizu, pero tuvieron que confor-

marse con ese premio al guiónque debió de saberles a poco.

Simpático y emocionante araudales(«hiceestapelículaparaque mi hija de cuatro años pu-dieraverlacuandofueraalgoma-yor», decía el cineasta japonés),el largometraje narra el viaje devarios niños a las órdenes de doshermanos que viven separados,paraintentarcumplirsussueños,el milagro al que hace referenciaeltítulo.ComoLacuesta,además,Kore-eda hacía doblete este añoen el Zinemaldia. Si el catalánpresentaba junto a sus pasos do-blesEl cuadernodebarro, suertede making-of de ese viaje a Maliacompañado de Miquel Barceló,el segundo hacía lo propio conThe Day After, un delicado me-diometraje que el compañeroRubén Romero se atrevió a resu-mir como El sexto sentido en unjardínjaponés.Deloquenocabeduda es de que Kore-eda ejercede impecable retratista de los la-zos familiares: su fragilidad, su

solidez.¡QuiénsabesiJulieDelpyquisoimitaralmaestroenlatam-bién laureada Le Skylab! Serácosa de juzgar ese paralelismo, ola ausencia de..., cuando lleguenambos trabajos a la cartelera.

Problemas griegosOtros premios peliagudos a losquenosreferiremossonlosdelasinterpretaciones.SabemalqueelotrorapresidentedelaAcademiano hubiera luchado más paraqueaJoséCoronadolecayeraesaConcha de Plata que fue a pararal griego Antonis Kafetzopoulospor Unfair World. Una podríapensar que el jurado tuvo a bienpremiar doblemente el filme(también se llevó la Concha dePlata al mejor director, FilipposTsitos)poraquellodehacerfren-te común a «los problemas detipogriego»,financieros;perodeloquegranpartedelaprensaestáseguraesdequeSantosTrinidad

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06 LA CARTELERA

Los pasos dobles se ha llevado el máximo galardón, para chasco de la supuesta intelligentsia crítica de los mediosgeneralistas. Pero el de Lacuesta no fue un premio baladí en una edición que hizo de la necesidad virtud

Arriba Lacuesta59 FESTIVAL INTERNACIONAL DE CINE DE SAN SEBASTIÁN

Los pasos dobles: AmassogouDolo (actor), LuisaMatienzo (productora), AmonPegnereDolo (actor),Isa Campo (guionista), Isaki Lacuesta (director).JAVIER ETXEZARRETA/EFE

Los pasos dobles,del cineasta IsakiLacuesta, era laobra másaventurera dela seccióncompetitiva

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fue atracado esa noche. Aun así,Urbizuysutroupehansidodelosgrandes protagonistas de esta 59edición, eclipsados (a medias)por leyendas como Glenn Closeo Catherine Deneuve.

Palmarés sorprendente, nocabe duda. Incluso, el premio aMaríaLeónporsuinterpretaciónen la sensibleraLa voz dormida,de Benito Zambrano, llamó laatenciónporquemuchoshabíandado por vencedora en sus qui-nielas a Arcelia Ramírez, una delas grandes actrices mexicanascontemporáneas, esposa del de-legado de la Semana de la CríticaenCannes,Jean-ChristopheBer-jon. Ramírezencarnabaa la ené-sima Madame Bovary fílmica enLas razones del corazón, esta vezsegún una firmeza poco comúnen Arturo Ripstein, y, permítan-me la expresión, se salía. Comotambién Rachel Weisz en TheDeep Blue Sea, del británico Te-rence Davies y otra historia demujer adúltera. Mexicanaso bri-tánicas,enblancoynegrootech-nicolor, las historias de infideli-dades femeninas sobrepasanfronteras, son melodramas uni-versales.Lasrazonesdelcorazón,de Ripstein, no tardará en estre-narse en nuestra cartelera. Ojalápudiéramos decir lo mismo delfilme de Terence Davies.

El efecto FassbenderEntre cosas de familia y adulte-rios, también ha habido lugarpara películas sobre sexo y sobreinmigración. O sobre ambas te-máticas. De eso se ha llenado elprograma de Zabaltegi-Perlas.De eso y de Michael Fassbender.La única puesta en común entreprensa apocalíptica y prensa in-tegrada fue la apabullante pre-sencia de Fassbender dentro yfuera de las pantallas. El pelirro-jo aparcó frente al Hotel María

Cristina suBMW1200 cc, se dejóhacer fotos, flirteó y dedicó son-risas y simpatía para promocio-nar la polémica Shame, de SteveMcQueen,trabajoquelepropor-cionó la Copa Volpi en la recien-te Biennale de Venecia. El filmees un largometraje sobresalientesobre un tipo adicto al sexo en laNuevaYorkpost11S,aquienlavi-sita de su hermana (Carey Mulli-

gan) le perturba de manera insó-lita. Más que vergüenza, lo queprovocó fue mucho debate entorno a las intenciones deMcQueen y la física actuación deFassbender.Sobrelapelícula,Ni-colas Provost, uno de los niñosmimados del videoarte contem-poráneo, señaló: «He estado es-perando durante años el tipo depoesía que Steve McQueen pro-pone en Shame». Quiere la ca-sualidadqueenamboscineastassedanmássimilitudesdelasqueunopuedeimaginarapriori.Em-pezandoporsuspelículas:enTheInvader, Provost muestra a suprotagonista,uninmigranteafri-cano que se hace llamar Obama,practicandosexofrenteaunven-tanal; en Shame, Fassbender re-aliza lo ídem. Llamémoslo signode los tiempos.

Quien debería, en todo caso,dar lecciones ante estos tiempos

apesadumbrados es el finlandésAkiKaurismäki,quienpromocio-nabaLeHavre, filme en una Nor-mandía que nada tiene que envi-diar a Finlandia, en torno a unaparejayunpequeñochicoafrica-no que quiere llegar a Londres. ElcineastafuevistoporlaterrazadelMaría Cristina con un capazodonde portaba un par de zapati-llas,másalegredelohabitual,quees decir mucho. Su apuesta, paraconcluir, es una miniatura a con-tracorriente que demuestra queenlasencillezmuchasvecessees-condelaexcelencia.Unsímilquepodría usarse para resumir la 59edición del Festival de Cine deSan Sebastián. Menos presu-puesto ha obligado a hacer de lanecesidad, virtud; de la carencia,entusiasmo.Veremosquésucedeen años venideros. Por lo pronto,en 2012 toca soplar velas y unagran puesta de largo.�

08 LA CARTELERA

De lo que granparte de la prensaespecializada estásegura es de queSantos Trinidad fueatracado esa nocheen San Sebastián

Muchos apostabanpor Kore-eda y suKimizu, perotuvieron queconformarse conese premio alguión que debió desaberles a poco

Antonis Kafetzopoulos.J. E./EFE

Bai Ling (jurado) y laactrizMaría León.JUANHERRERO/EFE

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Los premiados, en el escenariodel Kursaal.

VINCENTWEST/REUTERS