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www.lahora.com.ec Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 902 4-5 Cine. ‘Birdman’, el gran favorito. >> 8 Crónica. ‘La libertad de la palabra’. >> 2 Aventuras retrofuturistas El escritor Xipali Santillán da vida a Leoncio Zambrano en un serial imperdible. FOTO: JAVIER PARRA

Artes & Cultura 25 enero 2015

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Ecuador, domingo 25 de enero de 20158 bambalinas Ecuador, domingo 25 de enero de 2015

Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 Nº 902

O

4-5

Cine. ‘Birdman’, el gran favorito.>> 8

Crónica. ‘La libertad de la palabra’. >> 2

Aventuras retrofuturistasEl escritor Xipali

Santillán da vida a Leoncio Zambrano

en un serial imperdible.

RicaRdo SegReda • En español, ‘Birdman’ significa ‘hombre pájaro’ y, al referirse a esta película, uno puede decir que ‘Bird-man’ toma vuelo y nunca aterriza. Esto es otra manera de decir que dicho filme es una de las experiencias más emocionan-tes en la pantalla al momento.

También es la primera buena obra que el director mexicano Alejandro González Iñárritu ha realizado desde ‘Amores Pe-rros’ (2000).

Debo calificar mi entusiasmo por ad-mitir que no estoy seguro exactamen-te de qué quiere o no decir Iñárritu con su película. Durante esta había muchas instancias en que parecía que la historia podría haber ido en cualquier dirección -tragedia o comedia–, pero no habría im-portado con respecto al resultado final. Así es, no importa, porque ‘Birdman’ es una película para ser apreciada como música-cine emocional o como poesía en lugar de prosa.

Como los lectores ya deben saber, por la publicidad que esta película ha genera-do, ‘Birdman’ se filmó en una sola toma. Esto no es innovador -Alfred Hitchcock experimentó con la idea en 1948, en ‘La soga’- y, más recientemente, está la pelí-cula ‘Arca rusa’. Así que la idea en sí no es emocionante en sí misma, sino más la forma en que se pone en uso.

Esto ha provocado algún debate. Al-gunos han afirmado que la técnica hace la historia más profunda de lo que es. Sin embargo, no estoy de acuerdo porque la historia, en mi opinión, es incidental.

En un nivel literal, ‘Birdman’ trata de un veterano actor de cine, Riggan Thom-son, que se hizo popular en el papel de un superhéroe volador con el nombre de ‘Birdman’. Sin embargo, en su edad me-dia desea prestigio. Así que ha preparado

una adaptación teatral de una historia del autor norteamericano, Raymond Carver, en la que Thomson es el actor principal.

En las últimas 24 horas antes del estre-no, hubo mucho caos, sobre todo porque el otro actor principal sufre una lesión grave cuando una lámpara grande cae sobre su cabeza. Thomson encuentra un

reemplazo que es un actor superior, pero a la vez medio loco. Mientras tanto, hay mucho drama y comedia con su hija, la actriz principal, su novia, su exesposa, además de una brutal crítica de teatro.

En el género literario latinoamericano -el realismo mágico-, los elementos de fantasía se incorporan en una narrativa

realista. El personaje de Birdman, por ejemplo, sigue a Riggan en las calles de Nueva York. Y Thomson, como su papel más famoso, demuestra una capacidad de mover objetos y, por último, volar.

Sin embargo, el éxito del esfuerzo de Thomson es secundario a lo que la pelí-cula en verdad trata. ¿Qué trata? Es muy simple: una celebración de la relación entre la vida y el arte. No es una coinci-dencia que el personaje representado por Keaton es semejante al Keaton que hace 25 años fue Batman, algo que subraya el tema. Y, además, está la historia de Car-ver que, irónicamente, trata la narración de cuentos y el amor.

Así que la película se mueve atrás y adelante entre el escenario, donde los ac-tores actúan en sus papeles y en la vida; donde son ‘reales’, pero no siempre los más honestos o auténticos. Hay muchos argumentos apasionados, incluso peleas físicas entre los personajes, pero el riesgo de crisis perpetua que Iñárritu sugiere, es el precio que un artista paga para reali-zar su arte y expresar sus sentimientos más profundos. Michael Keaton merece un Óscar por su desempeño de elevarse como un águila, pero el resto de los acto-res también son excelentes en una pelícu-la que me hizo sentir más vivo.

[email protected]

‘Birdman’ se elevaHUMOR. Michael Keaton es el gran protagonista. Su actuación busca el Óscar.

DESTACADO. No solo Keaton (izq.) convence. Todo el elenco sobresale en su papel, como el caso de Edward Norton, quien busca su Óscar como Mejor actor secundario.

País: EE. UU.año: 2014Director: Alejandro González IñárrituGuion: González Iñárritu, Nicolás Giaco-bone, Alexander Dinelaris, Jr. Y Armando Bo.reParto: Michael Keaton, Edward Norton, Naomi Watts y Emma Stone.tiemPo: 119 minutoscalificación: ****

‘Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)’

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2 Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 sílabasEcuador, domingo

25 de enero de 2015 7crónica Ecuador, domingo 25 de enero de 2015I I

No hay barreras para la poesíaFReddy ayala PlazaRte* • El escritor pe-ruano Enrique Verástegui, en uno de sus escritos, destacaba la importancia de las ciudades cosmopolitas, llamadas metró-polis, puesto que, con el pasar del tiempo, se convierten en archivos históricos de la memoria colectiva de las culturas. Entre las colosales edificaciones y la muche-dumbre de personas, que se movilizan de un lugar hacia otro, por calles y avenidas, centro mi atención en las librerías de la ciudad de Buenos Aires, donde encuen-tro una producción descomunal de li-bros, con variedad de temas por explorar. Buenos Aires es una ciudad que tiene un constante ritmo cultural, con una serie de eventos musicales, teatrales, literarios, pictóricos, cinematográficos.

Pero, en una tarde del mes de noviem-bre, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra ubicada la Unidad 48 J. L. Suárez del Penal San Martín, un lugar edificado en los escombros de lo que algu-na vez fue un repositorio de basura de la ciudad. Ya en este lugar, lo característico de las gruesas paredes y alambrados con mallas, en todos sus alrededores, la cons-tante vigilancia solo me permite mirar el horizonte hacia arriba y rozar con un cielo que se fragmenta cuando pretendo encontrar al mundo lejos de las paredes. Seis puertas y candados se han abierto y, a la vez, se han cerrado mientras ingreso. Atrás queda el ritmo cotidiano del mundo externo. He venido a este lugar no para saber por qué motivo se encuentran las personas aquí, ni mucho menos para rea-lizar un reportaje biográfico de sus vidas. Mi visita se resume en dar un taller de escritura para los integrantes del Taller Literario Rodolfo Walsh, que coordinan, desde hace algunos años, los escritores Cristina Domenech y Pedro Nazar.

No imaginé que, en el interior de este Centro Penitenciario, podía haber una pequeña biblioteca con libros y una mesa para empezar a leer y debatir sobre la poesía. Martín, el ‘Chaplu’, Larry y otros tres miembros del taller, se sientan a compar-tirme sus poemas, escritos a mano, con esfero o lápiz, y con varios tachones y correc-ciones. Por un instante, tomamos mate y, conjuntamente, leemos poesía.

Se muestran interesados y reflexivos sobre lo que escuchan. Empiezan a deba-tir sobre las imágenes y las palabras. El ejercicio continúa mientras ellos recons-truyen un texto retenido en su libreta de apuntes. Durante dos horas, comparti-mos risas e ideas sobre la poesía. Los re-sultados de lo que han escrito dan un ma-

tiz emotivo a la tarde poética, pero nada ajeno para quienes empeñan sus sentidos y visiones en comprender el mundo desde la palabra. Al final, solo me han permitido escuchar lo que han escrito, ya que guar-dan los poemas que, seguramente, conti-nuarán afinando con sus coordinadores.

Cristina y Pedro me cuentan que hace algunos años vienen trabajando en la coordinación del Taller en este Centro Penitenciario, que lo denominaron Ro-

dolfo Walsh en memoria del célebre periodista argentino, quien combatió, en los 70’, al terrorismo de Estado. La clave de esta actividad está en la constancia, pues se-manalmente se reúnen. La diná-mica consiste en

motivarles a la escritura. Me explican que revisan autores y, poco a poco, van corrigien-do sus creaciones. También, me compar-tieron que muchos de ellos estaban ajenos a la literatura en un inicio; sin embargo, la palabra entró a formar notablemente parte de sus vidas, hasta terminar convir-tiéndose en su lema principal motivación: “La palabra es libertad”.

Los coordinadores del Taller, además de estimular a la creación poética a los penitenciarios y de trabajar en sus tex-tos, han proyectado la publicación de dos libros cartoneros, o antologías poéticas, elaborados manualmente por los talleris-tas, donde se recoge lo mejor de sus crea-ciones: Se trata de ‘Ondas de Hiroshima’ (2011) y ‘Puertas salvajes’ (2012).

Por otra parte, la Universidad de San Martín es el organismo que patrocina la realización de talleres ubicando coordi-nadores o profesores. Además de la escri-tura, cuentan con uno de pintura y otro de teatro. Varios penitenciarios, incluso, continúan sus estudios universitarios desde el penal, y también cuentan con

una cabina de radio y un pro-grama denomi-nado ‘La palabra es libertad’, que se transmite por

la web. La tarde se va esparciendo por el ho-

rizonte y el viento, como una bisagra en los alambrados, acompaña la salida del lugar. Pienso que haber llegado desde el Ecuador ha sido para confirmar que la poesía desconoce las fronteras del

mundo. Un aroma nostálgico y de histo-rias dolorosas parece recoger las pare-des del penal. Martín, poeta y narrador del taller, quien pocas veces puede ver a su familia, debate conmigo su interés en la poesía. En la tercera puerta le in-dican que tiene que regresar a su lugar, las demás puertas ya son parte de este relato.

Recuerdo haber leído la experiencia de Fiódor Dostoievski cuando permaneció

preso en la cárcel de Siberia. El escritor ruso cuenta que, en dicho lugar, leía la Biblia y, al convivir con los presos más peligrosos, encontró grandes cualidades huma-

nas. Si algo he aprendido tras la visita, es que mediante la poesía uno puede experi-mentar la libertad. Lejos de las paredes y estatutos, uno puede tomar el camino de la realidad externa e interna para reinven-tar la condición humana.

*Poeta y ensayista ecuatoriano.

RECUERDO. Ayala Plazarte (segundo desde la izq. en la foto superior) junto a sus colegas y talleristas, tanto en el patio como en la sala de clase del centro de detención argentino.

No imaginé que, en el interior de este

Centro Penitencia-rio, podía haber una pequeña biblioteca”. La palabra

entró a formar notablemente

parte de sus vidas”.

La poesía desconoce las fronteras del

mundo”.

ANA MENDOzA, MADRiD, EFE • El escritor mexicano Jordi Soler narra la increíble historia del último descendiente español del emperador Moctezuma en ‘Ese prín-cipe que fui’ (Alfaguara), una novela en la que también critica a los gobernantes españoles por no percibir “el sentimiento ambiguo” y “el rechazo” que España sus-cita a veces en Latinoamérica.

“Si no fuera por Latinoamérica, Espa-ña tendría el peso político, económico y cultural de Polonia, un país de cuarenta y tantos millones de habitantes cuya lengua no habla nadie más”, dice Soler con moti-vo de la publicación de su nueva novela.

Residente desde hace doce años en Barcelona, la ciudad que tuvo que aban-donar su familia al terminar la Guerra Civil, Jordi Soler (Veracruz, 1963) cree que en los gobernantes españoles “hay una especie de ingenuidad con respecto a América Latina”.

“Por supuesto que España es la madre patria, pero por esto mismo suscita una sensación de amor y rechazo”, asegura este novelista y diplomático que “nunca” ha entendido “el afán de enviar al rey de España a las cumbres latinoamericanas, a un continente que se liberó hace doscien-tos años de la monarquía”.

MiradaEn su opinión, “habría que hacer un poco de pedagogía y explicar qué es el rey, por-que en Latinoamérica se ve como una fi-gura rara cuando no ridícula. Es algo me-dieval”, afirma Soler.

“Y eso pasa en toda América Latina”, dice Soler antes de reclamar una política de inmigración hacia Latinoamérica “más generosa”. Los emigrantes latinoamerica-nos “deberían tener una entrada en Espa-ña más fácil que los procedentes de otras partes del mundo”, sostiene el escritor, quien deja claro que “España es lo que es gracias a los 450 millones de latinoameri-canos que hablan su lengua”.

Autor de dos libros de poesía y de diez novelas, Jordi Soler acude al humor y a la ironía para narrar en ‘Ese príncipe que fui’ la rocambolesca historia de Federico de Grau-Moctezuma, inspirada en la del estafador Guillem Grau, que a mediados de los años cincuenta se hacía pasar por heredero directo del emperador Mocte-zuma II y que vendía títulos nobiliarios aztecas.

El supuesto príncipe era el último he-redero en España de la princesa Xipagua-zin, una hija de Moctezuma que llegó en el siglo XVI al Pirineo de Lérida raptada por Juan de Grau, un noble catalán que había participado en la conquista de Mé-xico junto con Hernán Cortés.

“He aprovechado la novela para acabar con ese mito de que los catalanes no parti-ciparon en la Conquista porque la corona (española) los hacía de menos. Ahí está el barón catalán Grau, que aparece en las crónicas de Bernal Díaz del Castillo como Grao”, comenta Soler.

No se sabe si la princesa Xipaguazin (su nombre en náhuatl significa “la hija de la primera estrella de la tarde”) fue se-cuestrada por el noble español o cedida por su padre para congraciarse con los conquistadores.

“Moctezuma era un político y los po-líticos no se tocan el corazón a la hora de perseguir sus objetivos”, indica el autor, que desde hace años le daba vueltas a esta

historia del descendiente directo de Moc-tezuma en España, a la que ya dedicó un artículo en El País.

AtmósferaEl germen de la novela está en Toloríu, un pequeño pueblo del Pirineo lerida-no en cuya parroquia hay una placa en la que se dice que allí murió la princesa Xipaguazin, hija del emperador Mocte-zuma II y esposa de Juan de Grau, barón de Toloríu.

“Inmediatamente identifiqué esa his-toria como mía. La existencia de una princesa azteca en la punta del Pirineo es fastuosa”, comenta Jordi Soler, quien, “ti-rando del hilo”, llegó “al último heredero del emperador Moctezuma en España”.

En la novela, Soler narra la vida de su alteza imperial el príncipe Federico de Grau-Moctezuma, un embaucador de tomo y lomo que supo sacarle partido, en la Barcelona franquista de los años sesenta, a su posición “vendiendo títulos

nobiliarios y condecoraciones a quienes quisieran pagárselos”.

“La mayoría de ellos, cuando el estafa-dor cayó en desgracia, borró esas conde-coraciones de su currículum, pero él ya se había hecho rico con esto”. Luego, la Ha-cienda española tomó cartas en el asunto y al supuesto príncipe dejó de sonreírle la suerte.

Soler ha elegido para su príncipe “un destino acorde con sus orígenes aztecas” y lo hace regresar a México, al pueblo de Motzorongo, en el que hay un mural so-bre “El secuestro de la hija de Moctezu-ma” pintado por De la Concha, un colabo-rador de Diego de Rivera.

El príncipe se relacionó con Franco, que veía en el heredero de Moctezuma en España “al embajador ideal para intentar lavar su imagen en el extranjero, sobre todo en México”, algo que nunca consi-guió porque este país no reanudó las rela-ciones diplomáticas con España hasta que el dictador murió en 1975.

La historia de un príncipe embaucador

JORDi SOLER

AUTOR. En una sesión fotográfica tras ser entrevistado por su última obra.

PerfilJordi Soler

Escritor mexicano (Veracruz, 1963). Su vida se desenvuelve entre sus columnas de opinión y las novelas que escribe. Fue productor, locutor y director de la extinta estación Rock 101. Entre sus novelas destacan ‘Bocafloja’, ‘La mujer que tenía los pies feos’, ‘La fiesta del oso’, ‘Diles que son cadáveres’. Ha publicado los relatos ‘La cantante descalza y otros casos oscuros del rock y ‘Salvador Dalí y la más inquietante de las chicas yeyé’.

Sin Latinoamérica, España tendría el peso cultural de Polonia”.

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Ecuador, domingo 25 de enero de 2015

Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 el librero 3biblioteca6 Ecuador, domingo

25 de enero de 2015

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Luis Alberto Aspiazu

viTRiNA DE LibROS

MONTECRiSTi-CiUDAD ALFAROJaime Mora v.

Desarrollado en tres partes, ‘Montecristi-Ciudad Alfaro: ¿Radicalización de la democracia?’ analiza ética y política-mente el concepto de democracia pre-sente en la Constitución de la República del Ecuador 2008, según el modelo de “democracia raduical” elaborado por la filósofa española Adela Cortina. En sus dos primeros católicos presenta la consistencia y el alcance del ‘ethos’ democrático, mientras que el tercero busca responder la pregunta que titula a la obra. Puce

ESPACiO DE LA MEMORiARodrigo Fierro benítez

‘Espacio de la memoria Vol. III. Escritos del yo, 1930-2015’ es una obra que narra, con un lenguaje sencillo y directo, la autobiografía del autor, adentrándose a sus investiga-ciones en el país y las repercusiones que ha tenido su trabajo a nivel mundial. El autor, nacido en Ambato, posee su doctorado en Medicina por la Universidad Central de Madrid, especializándose en Endocrinología y Medicina Nuclear. Ejerce periodismo de opinión en Diario El Comercio. uasB

LOS MÁS vENDiDOS

ARGENTiNA

° Jasy - Trilogía del Perdón 1, Florencia bonelli (Suma). ° El puñal, Jorge Fernández Díaz (Planeta). ° Destroza este diario, Keri Smith (Paidos). ° Buscando a Alaska, John Green (Castillo).

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random). ° Dora Bruder, Patrick Modiano (Planeta). ° La herencia, John Grisham (Pengüin Random). ° El principito, Antoine de Saint Exupèry (Art Books). FUENTE: LIBRERíA NACIoNAL

COLOMbiA

ESPAñA

MéxiCO

° Intranerso, Carlos Miguel Cortés (Noviembre Poesía). ° La triste historia de tu cuerpo sobre el mío, Marwan (Marwan). ° Mi chica revolucionaria, Diego Ojeda (Alsari). ° Te odio como nunca quise a nadie, Luis Ramiro (Noviembre Poesía). FUENTE: CASA DEL LECToR

° The maze runner 2: Prueba de fuego, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras).° The maze runner: Correr o morir, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras). ° The maze runner 3: La cura mortal, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras). ° Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo). FUENTE: LIBRERíA GANDHI

° Testimonio de un Comandante, Ernesto González (Ernesto González Editor).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).° Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo).° Entre el instinto y la razón, Gabriela Calderón (Paradiso).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Los 11 poderes del líder, Jorge baldano (Conecta).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).° La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).

ECUADOR

nota: listado de libros de ficción de efe, excep-to ecuador.

biografíaPAULO COELHO

° Escritor brasileño (Río de Janeiro, 1947). Se inició en el mundo de las letras como autor teatral. Con la publicación de sus primeros libros, inició un camino lleno de éxitos que le ha consagrado como uno de los autores más leídos en la actuali-dad. Además de recibir destacados premios y menciones internaciona-les, el ministro de Cultura francés lo nombró Caballero de las Artes y las Letras (1996). En 1999, recibió el premio Crystal Award y l’ordre National de la Légion d’Honneur del gobierno francés.

oSWaldo Paz y MiÑo J. • “La pa-reja de dos personas que sean amantes no tiene futuro. Y la pareja de dos personas que sean amadas, bueno, será una costumbre, podrá durar mucho. Hasta que llegue el amante y con su capote, se lleve a una de las dos”. Cito a Antonio Gala, y a su saber de amores, para proponer ‘Adul-terio’, un tomo que ha llena-do de morbo a la parroquia, que ha despertado pasiones, críticas y advertencias. Una obra que se compra a pecho descubierto o de forma tai-mada, con disimulo, que se

lleva en el coche con despar-pajo, o en el bolso, para leerlo en intimidades cercanas a la hipocresía.

‘Adulterio’, define la Real Academia Española como: “Ayuntamiento carnal volun-tario entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge”.

La sola palabra ‘Adulterio’ y el triángulo de cerezas en la portada hacen apetecible a la vista la bien escrita novela de Paulo Coelho, y por ello se compra y se vende a gusto del lector: sea con disimulo o a pecho descubierto, entre

Comparto mi voz y lecturaO O

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éDGAR FREiRE RUbiO • Mis amigos y mecenas han poblado mi velador y alimentan las lecturas que llevo siempre en mi maleta de peatón de Quito. Tengo la capacidad de abstraerme de la cruel bullanga de los buses, de los vendedores, de las insolentes bachatas, de los ‘chistosos’ que se procla-man herederos de la “sal quiteña” y abu-san del dial de las radios… Y hasta de las peroratas gubernamentales y su publici-dad que asquea.

Un buen amigo, el infaltable Fabián Guarderas Jijón, me ha regalado ‘Reduc-ción de condena’, del reciente Nobel de Li-teratura, Patrick Modiano (qué poco se ha comentado sobre este autor al que duran-te años se leyó en Quito. No era un desco-nocido, pero tampoco un bestsellerista).

Un amigo que viajó a Madrid, Galo Lara, me regaló un par de libros que aquí casi nadie ha traído, por ejemplo, ‘Ortega y Gasset’, de Jordi Gracias. Dicen que es una de las mejores biografías sobre este pensador español. Es un libraco de 669 páginas. Sabiendo que me gustan las me-morias de los grandes editores, no esca-timó en comprarme ‘Oficio de editor’, de Mario Muchnik. No le he ‘metido el dien-te’ a ‘El jardín de la pólvora’, de Andrés Trapiello, uno de los mejores escritores de dietarios literarios. Sus tomos anteriores son una gozada. Me es inolvidable ‘Una caña que piensa’. Además, es un gran poeta, ensayista y periodista.

Me esperan en las noches los artículos periodísticos de Muñoz Molina compila-dos en ‘La vida por delante’. Debo releer los cuentos de ‘La última noche’, de James Salter, del que no tenía conocimiento y que me ha emocionado. Tengo una deu-

da con Ramón Gómez de la Serna y su inolvidable ‘Automoribundia’. Y Modesto Ponce me sugiere que lea pronto ‘Suave es la noche’, de Scott Fitzgerlad, que yo mis-mo me premié comprando en una feria de saldos de Santillana (si les digo el precio, se caen de espaldas). En fin. Esta es una sencilla muestra de la generosidad de mis amigos, a los que tendré que ‘devol-ver’ el afecto comentando sus presentes (casi me olvido de ‘La ridícula idea de no volver a verte’, de Rosa Montero, que vie-ne precedida de comentarios muy laudatorios). Como ven, le haré una “competencia desleal” a mi colega Oswaldo Paz y Miño.

Obras ecuatorianasNo han faltado los libros de auto-res ecuatorianos. Un tomo (el se-gundo) de ‘El alero de las palomas sucia’, del incansable Huilo Ruales. Su “nicho” de lectores jóvenes no decae. Su estilo no defrauda. Me cuentan que sus talleres son im-batibles. ¡Me alegro porque se lo merece! Siempre fue un hombre asequible y no se ha creído un “monstruo literario”. Ha sido grato leer ‘Fuerzas ficticias’, de An-drés Cadena (Eskeletra, 2014). Ganó un premio Pichincha 2012; como era un libro institucional, casi no circuló (ese es el pro-blema de los libros que patrocina el Esta-do: se regalan o se refunden en las bode-gas), y tuvo que hacer una nueva edición. Hemos podido disfrutar de sus cuentos, que confirman por su calidad y el porqué de su premio. Me han gustado ‘Analepsis’, ‘Itaca’, ‘Familiar’ y, por supuesto, ‘Fuerzas ficticias’. ¡Una voz literaria prometedora!

Edna Iturralde es la escritora más fértil de que dispone nuestra literatura dedica-da a niños y jóvenes. Más de 60 libros y premios internacionales. Reconozco que he leído muy pocos, pero las ventas hacen ver que es una “mina inagotable”. Los úl-timos son ‘Viva el fútbol’ (Alfaguara) y ‘La casa que el bosque se tragó’ (Norma). To-dos sus trabajos los elabora con una rigu-rosa investigación y luego viene la ‘cocina literaria’. ¡Qué bien!

Quedan todavía grandes conversa-dores. Repletos de anécdotas y sabiduría. Pero cuando se les pide que este talento lo trasladen a la escritura, casi siempre fracasan. De este ‘defecto’ no adolece Galo Lara Noguera. Sus vivencias las ha transformado en narraciones y sale campante. La CCE, Núcleo de Im-babura, ha tenido el acierto de res-paldarle. ‘Patio de recreo’ ya circula en la colección Pichaví No. 6. Son cuentos lineales, con prosa nada rebuscada y temas muy cálidos y

humanos. Lo que no sé es si lo hallen en Quito y puedan leerlo (repito lo cansino: lo que editan los Núcleos de la CCE, nun-ca lo hallan en Quito, y lo que se hace en Quito no lo encuentran en ninguna libre-ría capitalina, peor en provincias).

A la escritora ambateña Victoria Tobar se la conoce más por su pseudónimo. Casi todos le dicen ‘La Toya’. Y así titula sus recuerdos: ‘La Toya. Memorias de una mujer desmemoriada’ (CCE, Núcleo de Tungurahua, 2014). Efectivamente, es un texto ecléctico. Brochazos de evocaciones. Anárquico con premeditación, supongo. Lectura ágil y entretenida (lástima las fo-

tos tan desprolijas). Otro texto inhallable. ¡Así funcionan nuestras editoriales! (no todas, por supuesto).

Casi desapercibido, y es uno de los pre-mios literarios serios y rigurosos que sigue en vigencia en el Ecuador, el ‘Aurelio Es-pinosa Pólit’ correspondió este año a Luis Borja Corral con su novela ‘Pequeños pa-lacios en el pecho’, (declaro públicamente que no he leído nada de este joven escritor). Económicamente es como el ‘Goncourt’ francés (allá son 10 euros, pero miles y mi-les de ejemplares y el éxito asegurado). La PUCE debería enaltecer este reconocimien-to (por lo menos en la calidad de la edición) y persistir. ¡Enhorabuena!

Y las revistas…Sigo recibiendo algunas revistas: Gestión (Dinediciones); América Latina en movi-miento (ALAI), Ecuador Debate (CAAP) y Ser Familia. Las devoro en un santia-mén. Y voy a la Librería Rocinante de la UASB a retirar su emblemática revista (Rocinante), que sigue siendo lo “mejorci-to” en animación lectora.

Más vale tarde que nunca: he omitido mencionar la Revista Nacional de Cultura No. 26. Su dossier se titula ‘La magia de la fotografía’. Añaden los índices de los veinte años de vida de esta revista, que ‘rescató’ Irving Zapater a través del Con-sejo Nacional de Cultura. ¡Qué bien!

Si no aparece mi perorata mensual en febrero, no se preocupen. No piensen mal. Es bueno respirar otros aires y regresar renovado. Será en marzo cuando retorna-ré a Revista Artes y comentaré otros libros recibidos en estos 30 días (como ‘Naún Briones’, de un escritor lojano). Amén.

¿Qué libros nos esperan en este año nuevo?

Cualquier envío a la Casilla 17-01-2561 o entregar a Lana Sola en la Sucre 370 y García Moreno (Quito), colo-cando el nombre de Martha Freire Rubio y atención a Édgar Freire Rubio.

tome nota

La libertad y tu cuerpoCoqueta, y despabilada, insinuante y con las bragas en el límite

llegas… al borde del catreprovocadora amada, dueña de mi deseo

cautivado te observo, me deleito, en tu gesto de perversa inocencia…que ha iluminado el ambiente

miro, tu cuerpo,... geometría desquiciante eres tentación pura… mis manos pierden la cordura

un beso nos reúnemientras el tiempo resuelve marcharse,…para no ser cómplice

de nuestro amor secretoEn libertad no tienes esquemas

todos los besos son poemas, versos encendidos, húmedas palabrastoques atrevidos, y lenguaje obsceno

piel contra piel es el juegoel agobio urgente desesperante

cada segundo cuenta, el tiempo es ladinono confiable, se fue pero volverá

tu melena en volandas, dejamos de ser dosfundidos en uno, viajamos a la agonía suprema…vivimos

los sentidos lo proclaman…las sábanas dan cuentaimpregnadas constan nuestras huellas …

Oswaldo Paz y Miño J.ES Mi PALAbRA

DERECHOS DE AUTOR PROTEGiDOS

latidos especiales para algunas y algunos, que pronto quieren llegar a casa y romper el celo-fán y adentrarse solos o acom-pañados –quizá, en adulterio-, en las doscientas setenta y tres páginas, con apreturas de con-ciencia incluidas.

‘Adulterio’ tiene razones: “De joven sufrí por amores no correspondidos, como cual-quier persona normal. Pero desde que me casé el tiempo se detuvo. Hasta que me topé con aquel maldito escritor y su res-puesta. Vaya, ¿qué hay de malo en la rutina o el tedio?

-Para ser sincera, absoluta-mente nada. Sólo…

…sólo el terror secreto de que todo cambie de una hora para otra, tomándome completamen-te desprevenida.” (Pág. 13)

Linda, la protagonista, tiene

“una vida perfecta”, el exitoso marido, los hijos perfectos, una carrera, una casa. Muchas la envidian…

El escritor rompe los esque-mas. El amante llega de otros rumbos. Paolo Coelho, envidia-do por tantos que saben de li-teratura y no venden millones como el palabrista brasileño, con literatura sensible, y cerca-na, evidencia que ‘Adulterio’ no se comete sin causas.

Pecadores en potencia y pe-cantes en ejercicio, no pierden nada con leer un tomo que ha copado el mundo en varios idiomas, a partir de un lengua-je común: el amor.

“Todos conocemos a aman-tes que le temen al matrimonio como a una vara verde porque piensan-sin faltarles razón- que él acaba con todo”. dice Antonio Gala. ¿Ud. qué opina?

[email protected]

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Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 5diálogo diálogoEcuador, domingo

25 de enero de 20154 Ecuador, domingo 25 de enero de 2015

¿Con qué? Se despierta en mí la chispa de la lectura, y de la literatura en general, con ‘Hamlet’. ¡Qué librazo!

¿A qué edad fue eso?Unos 8 u 9 años.

¿bromeas?Para nada. Cogí ese libro, que me lo en-contré por ahí en la casa, y lo leí en voz alta y me quedé mara-villado. Me conecté con la literatura. Después llegó ‘El lobo estepario’, que no lo terminé de leer. Me negué a hacer-lo. Frené en las últimas páginas. No qui-se ponerle punto final a su lectura para que siga germinando la idea de Herman Hesse.

¿Cuándo empiezas a aficionarte por los ‘weird fiction’?Con ‘Star Trek’. Justo acabé de grabar un hermosos capítulo donde Picard llega a un planeta por accidente y es visto como dios. En ese episodio, desde un punto de vista antropológico, se va develando cómo se asume esa dependencia entre dios y el creado… Mira, pienso que la cien-cia ficción, su literatura y películas, que a veces son consideradas como raras, son más eficaces porque trabaja con símbolos, y el símbolo se ancla mucho más. Cuan-do está presente la metáfora, que puede resultar hasta absurda muchas veces, te permite liberar de la resistencia que te ha impuesto un esquema complejo. La litera-tura de ciencia ficción da la sensación de que se va desvistiendo, como que te mues-tra lo real al desnudo.

Y desnudarse puede leerse como un acto de liberación…Claro, pero en general hay unos térmi-nos de libertad que son muy duros de su-perar. Por ejemplo, libérate de tu madre. No me refiero a que le hagas nada, sino que simbólicamente no la mires como mamá sino como una persona. Te hablo de romper las dependencias, de que pue-das elegir a qué quieres adherirte, a qué quieres depender libremente. Se trata de desprogramarse.

¿Y cómo miras a Leoncio zambrano?Leoncio existió, era mi compañerito de escuela, un manabita y colorado como en el libro. Teníamos una profesora que te castigaba duro, una señora algo sádi-ca, por así decirlo. Un día quiso tratar de retar a Leoncio Luna, así se llamaba mi compañero. Le pidió que pase al frente, al pizarrón, para castigarlo, pero él no se movió. Fue el último día de maltrato, con su solo acto de no violencia nos enseñó la rebeldía: eso a mí me cambió la vida. Siempre quise escribir en honor a ese compañerito.

Así nace el personaje. Pero, ¿cómo surgen esa serie de teorías y especulaciones que compartes en tus escritos?Pongo muchas cosas en ficción, pero me baso en cosas que existen. Hay especu-laciones del Catequil, por ejemplo, pero en verdad, cómo explicarlo, hubo una especie de cofradía, donde se empezaba a formar a hombres y mujeres líderes, ellos eran los merecedores de ese cepo… Tam-bién hay una teorías acerca de que uno de

los hijos de Noé, Ofir, es el propio Quitumbe… Me baso en muchas lecturas, como ‘El manuscrito de Quito. Una historia inca preservada por Fernan-

do de Montesinos’, de Sabine Hyland, o en ‘Mitos Quitu-Cara. NI’IPE: La noche del fuego’, de Piedad y Alfredo Costales.

Como señalas, tu trabajo abarca una revisión antropológica, sociológica, ancestral, en fin, ¿cómo fue ese proceso de trabajo?Uno de mis trabajos es la gestión de co-nocimiento y una de las cosas que hago es la sistematización de documentos. Soy capaz de coger 300 libros y poner lo esencial en un documento. Tengo como que ese proceso de revisión, estudio, dis-criminación y síntesis entrenado. Enton-ces, de un complejo y crítico libro como el de Costales, logré sacar la información primordial. Y así, con una serie de lectu-ras complementarias, vas descubriendo cómo se va forjando un líder, cómo llegar a ser un líder Catequil, capaz de apelar a la horizontalidad, al diálogo, que unifique. Se trata de una persona. Es una persona que tiene cualidades y las va trabajando para encabezar un grupo, que no es im-provisada ni actúa como un macho des-almado para ser respetado que insulta y abusa en su poder, que son rasgos que comparten muchos líderes en la actuali-dad. El liderazgo ancestral te enseña a que no es obligatorio ser el macho o la hem-bra alfa grotesca para gobernar, apela a la comunicación y al lado tierno. Es el caso del propio Leoncio Zam-brano, por ejemplo, quien empieza siendo ese tipo de macho bestia, pero empieza a evolucionar.

En tu obra todo se rige por un solo líder, un solo mo-vimiento, una sociedad que castiga si no se actúa como exige el poder. ¿Trata de reflejar la realidad?No trato de hacer un texto coyuntural, aunque te permite desde luego leer la coyuntura. Ahora, puedes relacionarlo como quieras, pero recuerda que si leye-ras este libro 50 o 100 años atrás, te das cuenta que seguimos igualitos. Seguimos mal como sociedad. Seguimos pensando, por ejemplo, que solo los productos de la cultura Occidental son válidos. No nos damos cuenta que los grandes transfor-

madores de Occidente han sido aquellos que fueron perseguidos y castigados en su época y, pasado los años, tras su muer-te, Europa se pavonea de ellos. Lastimo-samente, seguimos siendo una copia pi-rata de Europa. Y, desde esas posturas, se siente cómodo el poder sin importar la época.

Apelas al retrofuturismo, juegas con lo oral y la nostalgia. Cuando terminé las dos prime-ras parte de Leoncio, sentí que escuchaba un pasillo. ¿Qué opinas al respecto?¡Qué bien! Es lo que quise hacer, pero no pensé que lo logré. De hecho, hay unas

citas de pasillos con las que el propio Leoncio describe a la vida. El pa-sillo nunca dejará de ser melancólico, pero tampo-co dejará de ser potente y bello.

Por otra parte, también reflexionas acerca de que la pérdida de individualidad es el sa-crificio para que todo sea homogéneo, ecuá-nime. ¿Qué nos puede decir?Eso es muy de socialismo, pero tam-bién de mercado. Ambos te dicen que, si quieres llegar a tener una vida es-table, te debes quedar calladito, tran-quilito, no opinar. Si tú vas ahora a la Escuela Militar en Ecuador, en-contrarás en sus aulas como lema: ‘La inteligencia será superada por la disciplina’. Imagina como el poder

va formando al aparato de control y seguridad.

Por cierto, solo aparecen dos títulos de Leon-cio, ¿para cuándo los siguientes?Escribí hasta el cuarto de los seis títulos. Fíjate en el grosor del primer tomo con el siguiente: el segundo es más grueso. In-serto mucho las opiniones y sugerencias de mis lectores, así voy engordando mis textos. Hago un trabajo comunitario.

¿Qué esperas del lector?Mira, entrego de a poquito las aventuras de Leoncio. Sé que en este país no se lee. A la gente le gusta oír aventuras, nada que sea denso y reír. Entonces, trato de dar al lector lo que quiere. Busco ponerle cómodo al lec-tor, pero quitándole la silla, que caiga, que se dé un tiempo para pensar. (DVD)

I I

Cuando uno ingresa al blog de Xipali San-tillán, no puede dejar de sorprenderse de que se define como un “escribidor anar-cobudista literario”. Más sorpresa causa que, al conocerlo, aquellas palabras le caen ‘como anillo al dedo’.

Esto, también, puede evidenciarse en su propuesta literaria. Él es el autor de la saga ‘Las increíbles aventuras de Leoncio Zambrano’ (Editorial Carmín), compues-ta por seis títulos, de los cuales dos ya an-dan circulando: ‘Leoncio Zambrano y el Manuscrito de Quito’ y ‘Leoncio Zambra-no y la Hermandad Babilónica’.

Mordaz, reflexivo e incisivo cuando amerita, el escritor nos cuenta cómo el Xi-pali le ganó al Pablo –nombre con el que le bautizaron-, así como da detalles y pers-pectivas de sus libros.

Arranquemos por el nombre, ¿cómo nace xipali?Xipali nos lleva a la obra que estoy escri-biendo ahorita, que trata sobre la búsque-da de mi propio ser, aparte del proyecto identitario que uno busca construir y que no se logra conseguir en su totalidad. Bus-

qué un nombre andrógino, que no exista, y que tenga una sonoridad que sea cerca-na a mi persona. A mí siempre me llamó la atención el hecho de que te tengan que bautizar: te asignan un nombre te guste o no, un nombre que lleva hasta un kar-ma, porque te ponen el de tu tío o tu abue-lo. Por qué no puedes escoger tu propio nombre y aferrarte a él.

¿Eres bautizado?Claro, y no me hago problema por eso. Lo que digo es que si quiero construirme como mi propia persona, uno de los ele-mentos que debo construir es mi propio nombre. Por eso surge Xipali.

¿Te revelas ante todo?Uf, estructuralmente, anarquista desde chiquito. Siempre busqué mi propia for-ma de ser.

¿Cómo se cría a un niño anarquista?Se lo debo mucho a mis viejos. Tenía un papá militar que leía vorazmente. Ese he-cho ya te sorprende, ¿no? Él tenía la cos-tumbre de ir dejando sus lecturas reparti-

das por la casa. Mi mamá también hacía casi lo mismo, sino que ella iba dejando cerca de ti un libro que compró para que lo leyeras específicamente. Ella es psicó-loga y muy ‘roja’. La primera vez que es-tuve preso fue en la panza de ella a los seis meses…

¡No! ¿Me hablas en serio?Por supuesto. Ella participaba en una ma-nifestación… Como ves, tuve unos papás muy singulares, que te mimaban en casa, que te ayudaban, que te permitían crecer.

¿Qué formación te dieron? ¿Dónde estudiaste?En un colegio religioso, en el San Gabriel. La verdad, no me puedo quejar. Siem-pre tuve mis ondas budistas e hinduistas y ellos nunca se opusieron. Los jesuítas siempre fueron muy respetuosos conmi-go. Mira, la imposición, realmente, viene por el aparato estatal. Por eso es que los temas que abordo tienen que ver con en-frentar al poder. El poder te trata como si fueras cualquier cosa, ahora ya no somos ni mercancía: solo somos carbones que sirven para calentarle las pezuñas…

Entonces, ¿el poder es el director de un dra-ma social?Siempre. El poder tiene sus métodos. Ahora el poder es mucho más sutil, mu-cho más psicológico. Se mete mucho más en tu vida, en tu cuerpo. Te quita el tiem-po libre, te devora el sueño. Emplea técni-cas de control clásicas.

Justamente, tu saga lanza dardos al poder, pero antes continuemos conociendo a xipali. vivías en una casa donde tus padres dejaban libros para que sus hijos los cacen, que se in-teresen por voluntad propia. ¿Cuáles fueron tus primeras lecturas? Como te explicaba, mi mamá compraba libros para nosotros y los dejaba a nuestro alcance, pero sin exigirnos u obligarnos. Empecé con los libros de Charlie Brown, con el de ‘Petete’, ‘Las Siete Maravillas del Mundo’ y todas las enciclopedias potentes que llegaron en combo por esa época… Mi mamá gastaba un platal en libros, pero todo bien aprovechado por su enseñanza y motivación inteligente. Pero, ¿sabes cuándo me conecto con la literatura?

AUTOR. Compartiendo su vida y su obra, durante una amena charla.

TRAbAJO. Sentado junto a su obra. Reposó en la silla más antigua de la sala donde se le entrevistó.

‘Soy anarquista desde chiquito’xiPALi

Puede visitar el blog del autor en: xipali.wordpress.com

PERFiLxiPALi SANTiLLÁN

° Xipali es el pseudónimo de Pablo Santillán Caicedo, nacido en Quito en una familia marcada por el ma-triarcado y la impronta de la cultura indígena andina. La mayor parte del tiempo a escribe, edita y apoya la elaboración de publicaciones técnicas relacionadas con ambiente, desarrollo social y literatura. Dirige la Editorial Carmín y trabaja como consultor en lo educativo, sobre todo para adultos.

Hablo de romper las dependencias, de que puedas eligir a qué

quieres adherirte”.

La literatura de ciencia ficción da la sensación de que se

va desvistiendo, como que te muestra lo real al desnudo”.

Page 5: Artes & Cultura 25 enero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 5diálogo diálogoEcuador, domingo

25 de enero de 20154 Ecuador, domingo 25 de enero de 2015

¿Con qué? Se despierta en mí la chispa de la lectura, y de la literatura en general, con ‘Hamlet’. ¡Qué librazo!

¿A qué edad fue eso?Unos 8 u 9 años.

¿bromeas?Para nada. Cogí ese libro, que me lo en-contré por ahí en la casa, y lo leí en voz alta y me quedé mara-villado. Me conecté con la literatura. Después llegó ‘El lobo estepario’, que no lo terminé de leer. Me negué a hacer-lo. Frené en las últimas páginas. No qui-se ponerle punto final a su lectura para que siga germinando la idea de Herman Hesse.

¿Cuándo empiezas a aficionarte por los ‘weird fiction’?Con ‘Star Trek’. Justo acabé de grabar un hermosos capítulo donde Picard llega a un planeta por accidente y es visto como dios. En ese episodio, desde un punto de vista antropológico, se va develando cómo se asume esa dependencia entre dios y el creado… Mira, pienso que la cien-cia ficción, su literatura y películas, que a veces son consideradas como raras, son más eficaces porque trabaja con símbolos, y el símbolo se ancla mucho más. Cuan-do está presente la metáfora, que puede resultar hasta absurda muchas veces, te permite liberar de la resistencia que te ha impuesto un esquema complejo. La litera-tura de ciencia ficción da la sensación de que se va desvistiendo, como que te mues-tra lo real al desnudo.

Y desnudarse puede leerse como un acto de liberación…Claro, pero en general hay unos térmi-nos de libertad que son muy duros de su-perar. Por ejemplo, libérate de tu madre. No me refiero a que le hagas nada, sino que simbólicamente no la mires como mamá sino como una persona. Te hablo de romper las dependencias, de que pue-das elegir a qué quieres adherirte, a qué quieres depender libremente. Se trata de desprogramarse.

¿Y cómo miras a Leoncio zambrano?Leoncio existió, era mi compañerito de escuela, un manabita y colorado como en el libro. Teníamos una profesora que te castigaba duro, una señora algo sádi-ca, por así decirlo. Un día quiso tratar de retar a Leoncio Luna, así se llamaba mi compañero. Le pidió que pase al frente, al pizarrón, para castigarlo, pero él no se movió. Fue el último día de maltrato, con su solo acto de no violencia nos enseñó la rebeldía: eso a mí me cambió la vida. Siempre quise escribir en honor a ese compañerito.

Así nace el personaje. Pero, ¿cómo surgen esa serie de teorías y especulaciones que compartes en tus escritos?Pongo muchas cosas en ficción, pero me baso en cosas que existen. Hay especu-laciones del Catequil, por ejemplo, pero en verdad, cómo explicarlo, hubo una especie de cofradía, donde se empezaba a formar a hombres y mujeres líderes, ellos eran los merecedores de ese cepo… Tam-bién hay una teorías acerca de que uno de

los hijos de Noé, Ofir, es el propio Quitumbe… Me baso en muchas lecturas, como ‘El manuscrito de Quito. Una historia inca preservada por Fernan-

do de Montesinos’, de Sabine Hyland, o en ‘Mitos Quitu-Cara. NI’IPE: La noche del fuego’, de Piedad y Alfredo Costales.

Como señalas, tu trabajo abarca una revisión antropológica, sociológica, ancestral, en fin, ¿cómo fue ese proceso de trabajo?Uno de mis trabajos es la gestión de co-nocimiento y una de las cosas que hago es la sistematización de documentos. Soy capaz de coger 300 libros y poner lo esencial en un documento. Tengo como que ese proceso de revisión, estudio, dis-criminación y síntesis entrenado. Enton-ces, de un complejo y crítico libro como el de Costales, logré sacar la información primordial. Y así, con una serie de lectu-ras complementarias, vas descubriendo cómo se va forjando un líder, cómo llegar a ser un líder Catequil, capaz de apelar a la horizontalidad, al diálogo, que unifique. Se trata de una persona. Es una persona que tiene cualidades y las va trabajando para encabezar un grupo, que no es im-provisada ni actúa como un macho des-almado para ser respetado que insulta y abusa en su poder, que son rasgos que comparten muchos líderes en la actuali-dad. El liderazgo ancestral te enseña a que no es obligatorio ser el macho o la hem-bra alfa grotesca para gobernar, apela a la comunicación y al lado tierno. Es el caso del propio Leoncio Zam-brano, por ejemplo, quien empieza siendo ese tipo de macho bestia, pero empieza a evolucionar.

En tu obra todo se rige por un solo líder, un solo mo-vimiento, una sociedad que castiga si no se actúa como exige el poder. ¿Trata de reflejar la realidad?No trato de hacer un texto coyuntural, aunque te permite desde luego leer la coyuntura. Ahora, puedes relacionarlo como quieras, pero recuerda que si leye-ras este libro 50 o 100 años atrás, te das cuenta que seguimos igualitos. Seguimos mal como sociedad. Seguimos pensando, por ejemplo, que solo los productos de la cultura Occidental son válidos. No nos damos cuenta que los grandes transfor-

madores de Occidente han sido aquellos que fueron perseguidos y castigados en su época y, pasado los años, tras su muer-te, Europa se pavonea de ellos. Lastimo-samente, seguimos siendo una copia pi-rata de Europa. Y, desde esas posturas, se siente cómodo el poder sin importar la época.

Apelas al retrofuturismo, juegas con lo oral y la nostalgia. Cuando terminé las dos prime-ras parte de Leoncio, sentí que escuchaba un pasillo. ¿Qué opinas al respecto?¡Qué bien! Es lo que quise hacer, pero no pensé que lo logré. De hecho, hay unas

citas de pasillos con las que el propio Leoncio describe a la vida. El pa-sillo nunca dejará de ser melancólico, pero tampo-co dejará de ser potente y bello.

Por otra parte, también reflexionas acerca de que la pérdida de individualidad es el sa-crificio para que todo sea homogéneo, ecuá-nime. ¿Qué nos puede decir?Eso es muy de socialismo, pero tam-bién de mercado. Ambos te dicen que, si quieres llegar a tener una vida es-table, te debes quedar calladito, tran-quilito, no opinar. Si tú vas ahora a la Escuela Militar en Ecuador, en-contrarás en sus aulas como lema: ‘La inteligencia será superada por la disciplina’. Imagina como el poder

va formando al aparato de control y seguridad.

Por cierto, solo aparecen dos títulos de Leon-cio, ¿para cuándo los siguientes?Escribí hasta el cuarto de los seis títulos. Fíjate en el grosor del primer tomo con el siguiente: el segundo es más grueso. In-serto mucho las opiniones y sugerencias de mis lectores, así voy engordando mis textos. Hago un trabajo comunitario.

¿Qué esperas del lector?Mira, entrego de a poquito las aventuras de Leoncio. Sé que en este país no se lee. A la gente le gusta oír aventuras, nada que sea denso y reír. Entonces, trato de dar al lector lo que quiere. Busco ponerle cómodo al lec-tor, pero quitándole la silla, que caiga, que se dé un tiempo para pensar. (DVD)

I I

Cuando uno ingresa al blog de Xipali San-tillán, no puede dejar de sorprenderse de que se define como un “escribidor anar-cobudista literario”. Más sorpresa causa que, al conocerlo, aquellas palabras le caen ‘como anillo al dedo’.

Esto, también, puede evidenciarse en su propuesta literaria. Él es el autor de la saga ‘Las increíbles aventuras de Leoncio Zambrano’ (Editorial Carmín), compues-ta por seis títulos, de los cuales dos ya an-dan circulando: ‘Leoncio Zambrano y el Manuscrito de Quito’ y ‘Leoncio Zambra-no y la Hermandad Babilónica’.

Mordaz, reflexivo e incisivo cuando amerita, el escritor nos cuenta cómo el Xi-pali le ganó al Pablo –nombre con el que le bautizaron-, así como da detalles y pers-pectivas de sus libros.

Arranquemos por el nombre, ¿cómo nace xipali?Xipali nos lleva a la obra que estoy escri-biendo ahorita, que trata sobre la búsque-da de mi propio ser, aparte del proyecto identitario que uno busca construir y que no se logra conseguir en su totalidad. Bus-

qué un nombre andrógino, que no exista, y que tenga una sonoridad que sea cerca-na a mi persona. A mí siempre me llamó la atención el hecho de que te tengan que bautizar: te asignan un nombre te guste o no, un nombre que lleva hasta un kar-ma, porque te ponen el de tu tío o tu abue-lo. Por qué no puedes escoger tu propio nombre y aferrarte a él.

¿Eres bautizado?Claro, y no me hago problema por eso. Lo que digo es que si quiero construirme como mi propia persona, uno de los ele-mentos que debo construir es mi propio nombre. Por eso surge Xipali.

¿Te revelas ante todo?Uf, estructuralmente, anarquista desde chiquito. Siempre busqué mi propia for-ma de ser.

¿Cómo se cría a un niño anarquista?Se lo debo mucho a mis viejos. Tenía un papá militar que leía vorazmente. Ese he-cho ya te sorprende, ¿no? Él tenía la cos-tumbre de ir dejando sus lecturas reparti-

das por la casa. Mi mamá también hacía casi lo mismo, sino que ella iba dejando cerca de ti un libro que compró para que lo leyeras específicamente. Ella es psicó-loga y muy ‘roja’. La primera vez que es-tuve preso fue en la panza de ella a los seis meses…

¡No! ¿Me hablas en serio?Por supuesto. Ella participaba en una ma-nifestación… Como ves, tuve unos papás muy singulares, que te mimaban en casa, que te ayudaban, que te permitían crecer.

¿Qué formación te dieron? ¿Dónde estudiaste?En un colegio religioso, en el San Gabriel. La verdad, no me puedo quejar. Siem-pre tuve mis ondas budistas e hinduistas y ellos nunca se opusieron. Los jesuítas siempre fueron muy respetuosos conmi-go. Mira, la imposición, realmente, viene por el aparato estatal. Por eso es que los temas que abordo tienen que ver con en-frentar al poder. El poder te trata como si fueras cualquier cosa, ahora ya no somos ni mercancía: solo somos carbones que sirven para calentarle las pezuñas…

Entonces, ¿el poder es el director de un dra-ma social?Siempre. El poder tiene sus métodos. Ahora el poder es mucho más sutil, mu-cho más psicológico. Se mete mucho más en tu vida, en tu cuerpo. Te quita el tiem-po libre, te devora el sueño. Emplea técni-cas de control clásicas.

Justamente, tu saga lanza dardos al poder, pero antes continuemos conociendo a xipali. vivías en una casa donde tus padres dejaban libros para que sus hijos los cacen, que se in-teresen por voluntad propia. ¿Cuáles fueron tus primeras lecturas? Como te explicaba, mi mamá compraba libros para nosotros y los dejaba a nuestro alcance, pero sin exigirnos u obligarnos. Empecé con los libros de Charlie Brown, con el de ‘Petete’, ‘Las Siete Maravillas del Mundo’ y todas las enciclopedias potentes que llegaron en combo por esa época… Mi mamá gastaba un platal en libros, pero todo bien aprovechado por su enseñanza y motivación inteligente. Pero, ¿sabes cuándo me conecto con la literatura?

AUTOR. Compartiendo su vida y su obra, durante una amena charla.

TRAbAJO. Sentado junto a su obra. Reposó en la silla más antigua de la sala donde se le entrevistó.

‘Soy anarquista desde chiquito’xiPALi

Puede visitar el blog del autor en: xipali.wordpress.com

PERFiLxiPALi SANTiLLÁN

° Xipali es el pseudónimo de Pablo Santillán Caicedo, nacido en Quito en una familia marcada por el ma-triarcado y la impronta de la cultura indígena andina. La mayor parte del tiempo a escribe, edita y apoya la elaboración de publicaciones técnicas relacionadas con ambiente, desarrollo social y literatura. Dirige la Editorial Carmín y trabaja como consultor en lo educativo, sobre todo para adultos.

Hablo de romper las dependencias, de que puedas eligir a qué

quieres adherirte”.

La literatura de ciencia ficción da la sensación de que se

va desvistiendo, como que te muestra lo real al desnudo”.

Page 6: Artes & Cultura 25 enero 2015

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

CYAN MAGENTA YELLOW BLACK CYAN MAGENTA YELLOW BLACK

Ecuador, domingo 25 de enero de 2015

Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 el librero 3biblioteca6 Ecuador, domingo

25 de enero de 2015

Composición electrónica:Pantone Impresiones

Edita: Editorial Minotauro S.A.Correspondencia:

Planta Diario La HoraAv. Galo Plaza N62-08 y Nazaret

Fax: 247-6085 casilla 17-17-243 CCIcul tu ra @la ho ra .co m.ec

Quito, Ecuador

Director (e): Francisco Vivanco RiofríoEditor: Agustín Garcells CordónRedactor: Damián de la Torre AyoraDiseño: Luis Alberto Aspiazu

viTRiNA DE LibROS

MONTECRiSTi-CiUDAD ALFAROJaime Mora v.

Desarrollado en tres partes, ‘Montecristi-Ciudad Alfaro: ¿Radicalización de la democracia?’ analiza ética y política-mente el concepto de democracia pre-sente en la Constitución de la República del Ecuador 2008, según el modelo de “democracia raduical” elaborado por la filósofa española Adela Cortina. En sus dos primeros católicos presenta la consistencia y el alcance del ‘ethos’ democrático, mientras que el tercero busca responder la pregunta que titula a la obra. Puce

ESPACiO DE LA MEMORiARodrigo Fierro benítez

‘Espacio de la memoria Vol. III. Escritos del yo, 1930-2015’ es una obra que narra, con un lenguaje sencillo y directo, la autobiografía del autor, adentrándose a sus investiga-ciones en el país y las repercusiones que ha tenido su trabajo a nivel mundial. El autor, nacido en Ambato, posee su doctorado en Medicina por la Universidad Central de Madrid, especializándose en Endocrinología y Medicina Nuclear. Ejerce periodismo de opinión en Diario El Comercio. uasB

LOS MÁS vENDiDOS

ARGENTiNA

° Jasy - Trilogía del Perdón 1, Florencia bonelli (Suma). ° El puñal, Jorge Fernández Díaz (Planeta). ° Destroza este diario, Keri Smith (Paidos). ° Buscando a Alaska, John Green (Castillo).

° La oculta, Héctor Abad (Pengüin Random). ° Dora Bruder, Patrick Modiano (Planeta). ° La herencia, John Grisham (Pengüin Random). ° El principito, Antoine de Saint Exupèry (Art Books). FUENTE: LIBRERíA NACIoNAL

COLOMbiA

ESPAñA

MéxiCO

° Intranerso, Carlos Miguel Cortés (Noviembre Poesía). ° La triste historia de tu cuerpo sobre el mío, Marwan (Marwan). ° Mi chica revolucionaria, Diego Ojeda (Alsari). ° Te odio como nunca quise a nadie, Luis Ramiro (Noviembre Poesía). FUENTE: CASA DEL LECToR

° The maze runner 2: Prueba de fuego, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras).° The maze runner: Correr o morir, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras). ° The maze runner 3: La cura mortal, James Dashner (Vergara y Rivas Editoras). ° Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo). FUENTE: LIBRERíA GANDHI

° Testimonio de un Comandante, Ernesto González (Ernesto González Editor).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).° Adulterio, Paulo Coelho (Grijalbo).° Entre el instinto y la razón, Gabriela Calderón (Paradiso).FUENTE: LIBRI MUNDI

° Bajo la misma estrella, John Green (Nube de Tinta).° Los 11 poderes del líder, Jorge baldano (Conecta).° Cincuenta sombras de Grey, E. L. James (Grijalbo).° La analfabeta que era un genio de los números, Jonas Jonasson (Salamandra).

ECUADOR

nota: listado de libros de ficción de efe, excep-to ecuador.

biografíaPAULO COELHO

° Escritor brasileño (Río de Janeiro, 1947). Se inició en el mundo de las letras como autor teatral. Con la publicación de sus primeros libros, inició un camino lleno de éxitos que le ha consagrado como uno de los autores más leídos en la actuali-dad. Además de recibir destacados premios y menciones internaciona-les, el ministro de Cultura francés lo nombró Caballero de las Artes y las Letras (1996). En 1999, recibió el premio Crystal Award y l’ordre National de la Légion d’Honneur del gobierno francés.

oSWaldo Paz y MiÑo J. • “La pa-reja de dos personas que sean amantes no tiene futuro. Y la pareja de dos personas que sean amadas, bueno, será una costumbre, podrá durar mucho. Hasta que llegue el amante y con su capote, se lleve a una de las dos”. Cito a Antonio Gala, y a su saber de amores, para proponer ‘Adul-terio’, un tomo que ha llena-do de morbo a la parroquia, que ha despertado pasiones, críticas y advertencias. Una obra que se compra a pecho descubierto o de forma tai-mada, con disimulo, que se

lleva en el coche con despar-pajo, o en el bolso, para leerlo en intimidades cercanas a la hipocresía.

‘Adulterio’, define la Real Academia Española como: “Ayuntamiento carnal volun-tario entre persona casada y otra de distinto sexo que no sea su cónyuge”.

La sola palabra ‘Adulterio’ y el triángulo de cerezas en la portada hacen apetecible a la vista la bien escrita novela de Paulo Coelho, y por ello se compra y se vende a gusto del lector: sea con disimulo o a pecho descubierto, entre

Comparto mi voz y lecturaO O

I

F

éDGAR FREiRE RUbiO • Mis amigos y mecenas han poblado mi velador y alimentan las lecturas que llevo siempre en mi maleta de peatón de Quito. Tengo la capacidad de abstraerme de la cruel bullanga de los buses, de los vendedores, de las insolentes bachatas, de los ‘chistosos’ que se procla-man herederos de la “sal quiteña” y abu-san del dial de las radios… Y hasta de las peroratas gubernamentales y su publici-dad que asquea.

Un buen amigo, el infaltable Fabián Guarderas Jijón, me ha regalado ‘Reduc-ción de condena’, del reciente Nobel de Li-teratura, Patrick Modiano (qué poco se ha comentado sobre este autor al que duran-te años se leyó en Quito. No era un desco-nocido, pero tampoco un bestsellerista).

Un amigo que viajó a Madrid, Galo Lara, me regaló un par de libros que aquí casi nadie ha traído, por ejemplo, ‘Ortega y Gasset’, de Jordi Gracias. Dicen que es una de las mejores biografías sobre este pensador español. Es un libraco de 669 páginas. Sabiendo que me gustan las me-morias de los grandes editores, no esca-timó en comprarme ‘Oficio de editor’, de Mario Muchnik. No le he ‘metido el dien-te’ a ‘El jardín de la pólvora’, de Andrés Trapiello, uno de los mejores escritores de dietarios literarios. Sus tomos anteriores son una gozada. Me es inolvidable ‘Una caña que piensa’. Además, es un gran poeta, ensayista y periodista.

Me esperan en las noches los artículos periodísticos de Muñoz Molina compila-dos en ‘La vida por delante’. Debo releer los cuentos de ‘La última noche’, de James Salter, del que no tenía conocimiento y que me ha emocionado. Tengo una deu-

da con Ramón Gómez de la Serna y su inolvidable ‘Automoribundia’. Y Modesto Ponce me sugiere que lea pronto ‘Suave es la noche’, de Scott Fitzgerlad, que yo mis-mo me premié comprando en una feria de saldos de Santillana (si les digo el precio, se caen de espaldas). En fin. Esta es una sencilla muestra de la generosidad de mis amigos, a los que tendré que ‘devol-ver’ el afecto comentando sus presentes (casi me olvido de ‘La ridícula idea de no volver a verte’, de Rosa Montero, que vie-ne precedida de comentarios muy laudatorios). Como ven, le haré una “competencia desleal” a mi colega Oswaldo Paz y Miño.

Obras ecuatorianasNo han faltado los libros de auto-res ecuatorianos. Un tomo (el se-gundo) de ‘El alero de las palomas sucia’, del incansable Huilo Ruales. Su “nicho” de lectores jóvenes no decae. Su estilo no defrauda. Me cuentan que sus talleres son im-batibles. ¡Me alegro porque se lo merece! Siempre fue un hombre asequible y no se ha creído un “monstruo literario”. Ha sido grato leer ‘Fuerzas ficticias’, de An-drés Cadena (Eskeletra, 2014). Ganó un premio Pichincha 2012; como era un libro institucional, casi no circuló (ese es el pro-blema de los libros que patrocina el Esta-do: se regalan o se refunden en las bode-gas), y tuvo que hacer una nueva edición. Hemos podido disfrutar de sus cuentos, que confirman por su calidad y el porqué de su premio. Me han gustado ‘Analepsis’, ‘Itaca’, ‘Familiar’ y, por supuesto, ‘Fuerzas ficticias’. ¡Una voz literaria prometedora!

Edna Iturralde es la escritora más fértil de que dispone nuestra literatura dedica-da a niños y jóvenes. Más de 60 libros y premios internacionales. Reconozco que he leído muy pocos, pero las ventas hacen ver que es una “mina inagotable”. Los úl-timos son ‘Viva el fútbol’ (Alfaguara) y ‘La casa que el bosque se tragó’ (Norma). To-dos sus trabajos los elabora con una rigu-rosa investigación y luego viene la ‘cocina literaria’. ¡Qué bien!

Quedan todavía grandes conversa-dores. Repletos de anécdotas y sabiduría. Pero cuando se les pide que este talento lo trasladen a la escritura, casi siempre fracasan. De este ‘defecto’ no adolece Galo Lara Noguera. Sus vivencias las ha transformado en narraciones y sale campante. La CCE, Núcleo de Im-babura, ha tenido el acierto de res-paldarle. ‘Patio de recreo’ ya circula en la colección Pichaví No. 6. Son cuentos lineales, con prosa nada rebuscada y temas muy cálidos y

humanos. Lo que no sé es si lo hallen en Quito y puedan leerlo (repito lo cansino: lo que editan los Núcleos de la CCE, nun-ca lo hallan en Quito, y lo que se hace en Quito no lo encuentran en ninguna libre-ría capitalina, peor en provincias).

A la escritora ambateña Victoria Tobar se la conoce más por su pseudónimo. Casi todos le dicen ‘La Toya’. Y así titula sus recuerdos: ‘La Toya. Memorias de una mujer desmemoriada’ (CCE, Núcleo de Tungurahua, 2014). Efectivamente, es un texto ecléctico. Brochazos de evocaciones. Anárquico con premeditación, supongo. Lectura ágil y entretenida (lástima las fo-

tos tan desprolijas). Otro texto inhallable. ¡Así funcionan nuestras editoriales! (no todas, por supuesto).

Casi desapercibido, y es uno de los pre-mios literarios serios y rigurosos que sigue en vigencia en el Ecuador, el ‘Aurelio Es-pinosa Pólit’ correspondió este año a Luis Borja Corral con su novela ‘Pequeños pa-lacios en el pecho’, (declaro públicamente que no he leído nada de este joven escritor). Económicamente es como el ‘Goncourt’ francés (allá son 10 euros, pero miles y mi-les de ejemplares y el éxito asegurado). La PUCE debería enaltecer este reconocimien-to (por lo menos en la calidad de la edición) y persistir. ¡Enhorabuena!

Y las revistas…Sigo recibiendo algunas revistas: Gestión (Dinediciones); América Latina en movi-miento (ALAI), Ecuador Debate (CAAP) y Ser Familia. Las devoro en un santia-mén. Y voy a la Librería Rocinante de la UASB a retirar su emblemática revista (Rocinante), que sigue siendo lo “mejorci-to” en animación lectora.

Más vale tarde que nunca: he omitido mencionar la Revista Nacional de Cultura No. 26. Su dossier se titula ‘La magia de la fotografía’. Añaden los índices de los veinte años de vida de esta revista, que ‘rescató’ Irving Zapater a través del Con-sejo Nacional de Cultura. ¡Qué bien!

Si no aparece mi perorata mensual en febrero, no se preocupen. No piensen mal. Es bueno respirar otros aires y regresar renovado. Será en marzo cuando retorna-ré a Revista Artes y comentaré otros libros recibidos en estos 30 días (como ‘Naún Briones’, de un escritor lojano). Amén.

¿Qué libros nos esperan en este año nuevo?

Cualquier envío a la Casilla 17-01-2561 o entregar a Lana Sola en la Sucre 370 y García Moreno (Quito), colo-cando el nombre de Martha Freire Rubio y atención a Édgar Freire Rubio.

tome nota

La libertad y tu cuerpoCoqueta, y despabilada, insinuante y con las bragas en el límite

llegas… al borde del catreprovocadora amada, dueña de mi deseo

cautivado te observo, me deleito, en tu gesto de perversa inocencia…que ha iluminado el ambiente

miro, tu cuerpo,... geometría desquiciante eres tentación pura… mis manos pierden la cordura

un beso nos reúnemientras el tiempo resuelve marcharse,…para no ser cómplice

de nuestro amor secretoEn libertad no tienes esquemas

todos los besos son poemas, versos encendidos, húmedas palabrastoques atrevidos, y lenguaje obsceno

piel contra piel es el juegoel agobio urgente desesperante

cada segundo cuenta, el tiempo es ladinono confiable, se fue pero volverá

tu melena en volandas, dejamos de ser dosfundidos en uno, viajamos a la agonía suprema…vivimos

los sentidos lo proclaman…las sábanas dan cuentaimpregnadas constan nuestras huellas …

Oswaldo Paz y Miño J.ES Mi PALAbRA

DERECHOS DE AUTOR PROTEGiDOS

latidos especiales para algunas y algunos, que pronto quieren llegar a casa y romper el celo-fán y adentrarse solos o acom-pañados –quizá, en adulterio-, en las doscientas setenta y tres páginas, con apreturas de con-ciencia incluidas.

‘Adulterio’ tiene razones: “De joven sufrí por amores no correspondidos, como cual-quier persona normal. Pero desde que me casé el tiempo se detuvo. Hasta que me topé con aquel maldito escritor y su res-puesta. Vaya, ¿qué hay de malo en la rutina o el tedio?

-Para ser sincera, absoluta-mente nada. Sólo…

…sólo el terror secreto de que todo cambie de una hora para otra, tomándome completamen-te desprevenida.” (Pág. 13)

Linda, la protagonista, tiene

“una vida perfecta”, el exitoso marido, los hijos perfectos, una carrera, una casa. Muchas la envidian…

El escritor rompe los esque-mas. El amante llega de otros rumbos. Paolo Coelho, envidia-do por tantos que saben de li-teratura y no venden millones como el palabrista brasileño, con literatura sensible, y cerca-na, evidencia que ‘Adulterio’ no se comete sin causas.

Pecadores en potencia y pe-cantes en ejercicio, no pierden nada con leer un tomo que ha copado el mundo en varios idiomas, a partir de un lengua-je común: el amor.

“Todos conocemos a aman-tes que le temen al matrimonio como a una vara verde porque piensan-sin faltarles razón- que él acaba con todo”. dice Antonio Gala. ¿Ud. qué opina?

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Page 7: Artes & Cultura 25 enero 2015

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2 Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 sílabasEcuador, domingo

25 de enero de 2015 7crónica Ecuador, domingo 25 de enero de 2015I I

No hay barreras para la poesíaFReddy ayala PlazaRte* • El escritor pe-ruano Enrique Verástegui, en uno de sus escritos, destacaba la importancia de las ciudades cosmopolitas, llamadas metró-polis, puesto que, con el pasar del tiempo, se convierten en archivos históricos de la memoria colectiva de las culturas. Entre las colosales edificaciones y la muche-dumbre de personas, que se movilizan de un lugar hacia otro, por calles y avenidas, centro mi atención en las librerías de la ciudad de Buenos Aires, donde encuen-tro una producción descomunal de li-bros, con variedad de temas por explorar. Buenos Aires es una ciudad que tiene un constante ritmo cultural, con una serie de eventos musicales, teatrales, literarios, pictóricos, cinematográficos.

Pero, en una tarde del mes de noviem-bre, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires, se encuentra ubicada la Unidad 48 J. L. Suárez del Penal San Martín, un lugar edificado en los escombros de lo que algu-na vez fue un repositorio de basura de la ciudad. Ya en este lugar, lo característico de las gruesas paredes y alambrados con mallas, en todos sus alrededores, la cons-tante vigilancia solo me permite mirar el horizonte hacia arriba y rozar con un cielo que se fragmenta cuando pretendo encontrar al mundo lejos de las paredes. Seis puertas y candados se han abierto y, a la vez, se han cerrado mientras ingreso. Atrás queda el ritmo cotidiano del mundo externo. He venido a este lugar no para saber por qué motivo se encuentran las personas aquí, ni mucho menos para rea-lizar un reportaje biográfico de sus vidas. Mi visita se resume en dar un taller de escritura para los integrantes del Taller Literario Rodolfo Walsh, que coordinan, desde hace algunos años, los escritores Cristina Domenech y Pedro Nazar.

No imaginé que, en el interior de este Centro Penitenciario, podía haber una pequeña biblioteca con libros y una mesa para empezar a leer y debatir sobre la poesía. Martín, el ‘Chaplu’, Larry y otros tres miembros del taller, se sientan a compar-tirme sus poemas, escritos a mano, con esfero o lápiz, y con varios tachones y correc-ciones. Por un instante, tomamos mate y, conjuntamente, leemos poesía.

Se muestran interesados y reflexivos sobre lo que escuchan. Empiezan a deba-tir sobre las imágenes y las palabras. El ejercicio continúa mientras ellos recons-truyen un texto retenido en su libreta de apuntes. Durante dos horas, comparti-mos risas e ideas sobre la poesía. Los re-sultados de lo que han escrito dan un ma-

tiz emotivo a la tarde poética, pero nada ajeno para quienes empeñan sus sentidos y visiones en comprender el mundo desde la palabra. Al final, solo me han permitido escuchar lo que han escrito, ya que guar-dan los poemas que, seguramente, conti-nuarán afinando con sus coordinadores.

Cristina y Pedro me cuentan que hace algunos años vienen trabajando en la coordinación del Taller en este Centro Penitenciario, que lo denominaron Ro-

dolfo Walsh en memoria del célebre periodista argentino, quien combatió, en los 70’, al terrorismo de Estado. La clave de esta actividad está en la constancia, pues se-manalmente se reúnen. La diná-mica consiste en

motivarles a la escritura. Me explican que revisan autores y, poco a poco, van corrigien-do sus creaciones. También, me compar-tieron que muchos de ellos estaban ajenos a la literatura en un inicio; sin embargo, la palabra entró a formar notablemente parte de sus vidas, hasta terminar convir-tiéndose en su lema principal motivación: “La palabra es libertad”.

Los coordinadores del Taller, además de estimular a la creación poética a los penitenciarios y de trabajar en sus tex-tos, han proyectado la publicación de dos libros cartoneros, o antologías poéticas, elaborados manualmente por los talleris-tas, donde se recoge lo mejor de sus crea-ciones: Se trata de ‘Ondas de Hiroshima’ (2011) y ‘Puertas salvajes’ (2012).

Por otra parte, la Universidad de San Martín es el organismo que patrocina la realización de talleres ubicando coordi-nadores o profesores. Además de la escri-tura, cuentan con uno de pintura y otro de teatro. Varios penitenciarios, incluso, continúan sus estudios universitarios desde el penal, y también cuentan con

una cabina de radio y un pro-grama denomi-nado ‘La palabra es libertad’, que se transmite por

la web. La tarde se va esparciendo por el ho-

rizonte y el viento, como una bisagra en los alambrados, acompaña la salida del lugar. Pienso que haber llegado desde el Ecuador ha sido para confirmar que la poesía desconoce las fronteras del

mundo. Un aroma nostálgico y de histo-rias dolorosas parece recoger las pare-des del penal. Martín, poeta y narrador del taller, quien pocas veces puede ver a su familia, debate conmigo su interés en la poesía. En la tercera puerta le in-dican que tiene que regresar a su lugar, las demás puertas ya son parte de este relato.

Recuerdo haber leído la experiencia de Fiódor Dostoievski cuando permaneció

preso en la cárcel de Siberia. El escritor ruso cuenta que, en dicho lugar, leía la Biblia y, al convivir con los presos más peligrosos, encontró grandes cualidades huma-

nas. Si algo he aprendido tras la visita, es que mediante la poesía uno puede experi-mentar la libertad. Lejos de las paredes y estatutos, uno puede tomar el camino de la realidad externa e interna para reinven-tar la condición humana.

*Poeta y ensayista ecuatoriano.

RECUERDO. Ayala Plazarte (segundo desde la izq. en la foto superior) junto a sus colegas y talleristas, tanto en el patio como en la sala de clase del centro de detención argentino.

No imaginé que, en el interior de este

Centro Penitencia-rio, podía haber una pequeña biblioteca”. La palabra

entró a formar notablemente

parte de sus vidas”.

La poesía desconoce las fronteras del

mundo”.

ANA MENDOzA, MADRiD, EFE • El escritor mexicano Jordi Soler narra la increíble historia del último descendiente español del emperador Moctezuma en ‘Ese prín-cipe que fui’ (Alfaguara), una novela en la que también critica a los gobernantes españoles por no percibir “el sentimiento ambiguo” y “el rechazo” que España sus-cita a veces en Latinoamérica.

“Si no fuera por Latinoamérica, Espa-ña tendría el peso político, económico y cultural de Polonia, un país de cuarenta y tantos millones de habitantes cuya lengua no habla nadie más”, dice Soler con moti-vo de la publicación de su nueva novela.

Residente desde hace doce años en Barcelona, la ciudad que tuvo que aban-donar su familia al terminar la Guerra Civil, Jordi Soler (Veracruz, 1963) cree que en los gobernantes españoles “hay una especie de ingenuidad con respecto a América Latina”.

“Por supuesto que España es la madre patria, pero por esto mismo suscita una sensación de amor y rechazo”, asegura este novelista y diplomático que “nunca” ha entendido “el afán de enviar al rey de España a las cumbres latinoamericanas, a un continente que se liberó hace doscien-tos años de la monarquía”.

MiradaEn su opinión, “habría que hacer un poco de pedagogía y explicar qué es el rey, por-que en Latinoamérica se ve como una fi-gura rara cuando no ridícula. Es algo me-dieval”, afirma Soler.

“Y eso pasa en toda América Latina”, dice Soler antes de reclamar una política de inmigración hacia Latinoamérica “más generosa”. Los emigrantes latinoamerica-nos “deberían tener una entrada en Espa-ña más fácil que los procedentes de otras partes del mundo”, sostiene el escritor, quien deja claro que “España es lo que es gracias a los 450 millones de latinoameri-canos que hablan su lengua”.

Autor de dos libros de poesía y de diez novelas, Jordi Soler acude al humor y a la ironía para narrar en ‘Ese príncipe que fui’ la rocambolesca historia de Federico de Grau-Moctezuma, inspirada en la del estafador Guillem Grau, que a mediados de los años cincuenta se hacía pasar por heredero directo del emperador Mocte-zuma II y que vendía títulos nobiliarios aztecas.

El supuesto príncipe era el último he-redero en España de la princesa Xipagua-zin, una hija de Moctezuma que llegó en el siglo XVI al Pirineo de Lérida raptada por Juan de Grau, un noble catalán que había participado en la conquista de Mé-xico junto con Hernán Cortés.

“He aprovechado la novela para acabar con ese mito de que los catalanes no parti-ciparon en la Conquista porque la corona (española) los hacía de menos. Ahí está el barón catalán Grau, que aparece en las crónicas de Bernal Díaz del Castillo como Grao”, comenta Soler.

No se sabe si la princesa Xipaguazin (su nombre en náhuatl significa “la hija de la primera estrella de la tarde”) fue se-cuestrada por el noble español o cedida por su padre para congraciarse con los conquistadores.

“Moctezuma era un político y los po-líticos no se tocan el corazón a la hora de perseguir sus objetivos”, indica el autor, que desde hace años le daba vueltas a esta

historia del descendiente directo de Moc-tezuma en España, a la que ya dedicó un artículo en El País.

AtmósferaEl germen de la novela está en Toloríu, un pequeño pueblo del Pirineo lerida-no en cuya parroquia hay una placa en la que se dice que allí murió la princesa Xipaguazin, hija del emperador Mocte-zuma II y esposa de Juan de Grau, barón de Toloríu.

“Inmediatamente identifiqué esa his-toria como mía. La existencia de una princesa azteca en la punta del Pirineo es fastuosa”, comenta Jordi Soler, quien, “ti-rando del hilo”, llegó “al último heredero del emperador Moctezuma en España”.

En la novela, Soler narra la vida de su alteza imperial el príncipe Federico de Grau-Moctezuma, un embaucador de tomo y lomo que supo sacarle partido, en la Barcelona franquista de los años sesenta, a su posición “vendiendo títulos

nobiliarios y condecoraciones a quienes quisieran pagárselos”.

“La mayoría de ellos, cuando el estafa-dor cayó en desgracia, borró esas conde-coraciones de su currículum, pero él ya se había hecho rico con esto”. Luego, la Ha-cienda española tomó cartas en el asunto y al supuesto príncipe dejó de sonreírle la suerte.

Soler ha elegido para su príncipe “un destino acorde con sus orígenes aztecas” y lo hace regresar a México, al pueblo de Motzorongo, en el que hay un mural so-bre “El secuestro de la hija de Moctezu-ma” pintado por De la Concha, un colabo-rador de Diego de Rivera.

El príncipe se relacionó con Franco, que veía en el heredero de Moctezuma en España “al embajador ideal para intentar lavar su imagen en el extranjero, sobre todo en México”, algo que nunca consi-guió porque este país no reanudó las rela-ciones diplomáticas con España hasta que el dictador murió en 1975.

La historia de un príncipe embaucador

JORDi SOLER

AUTOR. En una sesión fotográfica tras ser entrevistado por su última obra.

PerfilJordi Soler

Escritor mexicano (Veracruz, 1963). Su vida se desenvuelve entre sus columnas de opinión y las novelas que escribe. Fue productor, locutor y director de la extinta estación Rock 101. Entre sus novelas destacan ‘Bocafloja’, ‘La mujer que tenía los pies feos’, ‘La fiesta del oso’, ‘Diles que son cadáveres’. Ha publicado los relatos ‘La cantante descalza y otros casos oscuros del rock y ‘Salvador Dalí y la más inquietante de las chicas yeyé’.

Sin Latinoamérica, España tendría el peso cultural de Polonia”.

Page 8: Artes & Cultura 25 enero 2015

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Ecuador, domingo 25 de enero de 20158 bambalinas Ecuador, domingo 25 de enero de 2015

Ecuador, domingo 25 de enero de 2015 Nº 902

O

4-5

Cine. ‘Birdman’, el gran favorito.>> 8

Crónica. ‘La libertad de la palabra’. >> 2

Aventuras retrofuturistasEl escritor Xipali

Santillán da vida a Leoncio Zambrano

en un serial imperdible.

RicaRdo SegReda • En español, ‘Birdman’ significa ‘hombre pájaro’ y, al referirse a esta película, uno puede decir que ‘Bird-man’ toma vuelo y nunca aterriza. Esto es otra manera de decir que dicho filme es una de las experiencias más emocionan-tes en la pantalla al momento.

También es la primera buena obra que el director mexicano Alejandro González Iñárritu ha realizado desde ‘Amores Pe-rros’ (2000).

Debo calificar mi entusiasmo por ad-mitir que no estoy seguro exactamen-te de qué quiere o no decir Iñárritu con su película. Durante esta había muchas instancias en que parecía que la historia podría haber ido en cualquier dirección -tragedia o comedia–, pero no habría im-portado con respecto al resultado final. Así es, no importa, porque ‘Birdman’ es una película para ser apreciada como música-cine emocional o como poesía en lugar de prosa.

Como los lectores ya deben saber, por la publicidad que esta película ha genera-do, ‘Birdman’ se filmó en una sola toma. Esto no es innovador -Alfred Hitchcock experimentó con la idea en 1948, en ‘La soga’- y, más recientemente, está la pelí-cula ‘Arca rusa’. Así que la idea en sí no es emocionante en sí misma, sino más la forma en que se pone en uso.

Esto ha provocado algún debate. Al-gunos han afirmado que la técnica hace la historia más profunda de lo que es. Sin embargo, no estoy de acuerdo porque la historia, en mi opinión, es incidental.

En un nivel literal, ‘Birdman’ trata de un veterano actor de cine, Riggan Thom-son, que se hizo popular en el papel de un superhéroe volador con el nombre de ‘Birdman’. Sin embargo, en su edad me-dia desea prestigio. Así que ha preparado

una adaptación teatral de una historia del autor norteamericano, Raymond Carver, en la que Thomson es el actor principal.

En las últimas 24 horas antes del estre-no, hubo mucho caos, sobre todo porque el otro actor principal sufre una lesión grave cuando una lámpara grande cae sobre su cabeza. Thomson encuentra un

reemplazo que es un actor superior, pero a la vez medio loco. Mientras tanto, hay mucho drama y comedia con su hija, la actriz principal, su novia, su exesposa, además de una brutal crítica de teatro.

En el género literario latinoamericano -el realismo mágico-, los elementos de fantasía se incorporan en una narrativa

realista. El personaje de Birdman, por ejemplo, sigue a Riggan en las calles de Nueva York. Y Thomson, como su papel más famoso, demuestra una capacidad de mover objetos y, por último, volar.

Sin embargo, el éxito del esfuerzo de Thomson es secundario a lo que la pelí-cula en verdad trata. ¿Qué trata? Es muy simple: una celebración de la relación entre la vida y el arte. No es una coinci-dencia que el personaje representado por Keaton es semejante al Keaton que hace 25 años fue Batman, algo que subraya el tema. Y, además, está la historia de Car-ver que, irónicamente, trata la narración de cuentos y el amor.

Así que la película se mueve atrás y adelante entre el escenario, donde los ac-tores actúan en sus papeles y en la vida; donde son ‘reales’, pero no siempre los más honestos o auténticos. Hay muchos argumentos apasionados, incluso peleas físicas entre los personajes, pero el riesgo de crisis perpetua que Iñárritu sugiere, es el precio que un artista paga para reali-zar su arte y expresar sus sentimientos más profundos. Michael Keaton merece un Óscar por su desempeño de elevarse como un águila, pero el resto de los acto-res también son excelentes en una pelícu-la que me hizo sentir más vivo.

[email protected]

‘Birdman’ se elevaHUMOR. Michael Keaton es el gran protagonista. Su actuación busca el Óscar.

DESTACADO. No solo Keaton (izq.) convence. Todo el elenco sobresale en su papel, como el caso de Edward Norton, quien busca su Óscar como Mejor actor secundario.

País: EE. UU.año: 2014Director: Alejandro González IñárrituGuion: González Iñárritu, Nicolás Giaco-bone, Alexander Dinelaris, Jr. Y Armando Bo.reParto: Michael Keaton, Edward Norton, Naomi Watts y Emma Stone.tiemPo: 119 minutoscalificación: ****

‘Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)’

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