Artículo La comunicación primigenia. Noemí Reyes

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En este trabajo se reportan algunos avances de investigación realizada con recién nacidos y sus madres en las que se observa específicamente el tipo de comunicación preverbal y verbal que mantienen durante la primera media hora de contacto. Tal comunicación se analiza desde la perspectiva psicoanalítica y de la teoría de la comunicación a partir de la aproximación de N. Luhmann.

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LA COMUNICACIN PRIMIGENIA: EL PRIMER ENCUENTRO MADRE-HIJO O HIJA.

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LA COMUNICACIN PRIMIGENIA: EL PRIMER ENCUENTRO MADRE-HIJO O HIJA.

Dra. Noemi Reyes PartidaDra. Silvia Molina y Vedia

Resumen:En este trabajo se reportan algunos avances de investigacin realizada con recin nacidos y sus madres en las que se observa especficamente el tipo de comunicacin preverbal y verbal que mantienen durante la primera media hora de contacto. Tal comunicacin se analiza desde la perspectiva psicoanaltica y de la teora de la comunicacin a partir de la aproximacin de N. Luhmann. La informacin procesada ha sido producto de la videograbacin de la primera media hora de contacto entre madre e hijo o hija y su anlisis minuto a minuto. El estudio reviste importancia particular debido a la escasez de investigaciones previas sobre la primera vez que un recin nacido (a) es interpelado directamente por medio de una comunicacin dirigida exclusivamente a l o ella, (b) se le atribuye una identidad (hijo o hija) y (c ) se lo encauza en el proceso comunicacin.

Introduccin:

Esta ponencia presenta avances de un trabajo de investigacin de mayor alcance, que dirige la Dra. Noem Reyes Partida sobre El primer encuentro entre neonatos y sus madres, que se inici en 1996 y en el que colabora -adems de las autoras de esta ponencia- la Lic. Alejandra Lpez-Duplan.El objetivo general de la investigacin fue estudiar el universo de comportamientos que se desencadenan en el primer encuentro madre-hijo o hija. El objetivo de esta presentacin es tratar, no los comportamientos, sino las caractersticas principales de la comunicacin que se establece en este primer encuentro.El material que sirvi de base para hacer las observaciones pertinentes es: a) el registro videograbado de la primera media hora[footnoteRef:1] de contacto madre-hijo o hija, es decir, lo que ocurre cuando por primera vez se encuentra la madre con su beb, b) una entrevista semiestructurada con orientacin psicoanaltica a cada una de las madres, realizada despus del parto y de la videograbacin del primer encuentro con su o sus bebs y c) las vietas descriptivas de cada uno de los videos, con registros minuto a minuto. [1: El tiempo de videograbacin del primer encuentro madre-hijo fue de 30 minutos, debido a que tal como lo indica el etlogo Konrad Lorenz, en El Anillo del Rey Salomn, ese periodo es el adecuado para poder obtener una muestra completa de la conducta que se observa.]

En todos los casos quienes recogieron la informacin tuvieron entrenamiento psicoanaltico. Las madres no fueron advertidas previamente que seran videograbadas, sino que con posterioridad se les solicit su aprobacin para utilizar los videos, evitando as que al saberse observadas modificaran su conducta o que no fueran del todo espontneas. Asimismo, se instal slo una cmara fija, para evitar que el tcnico hiciera una seleccin previa del material a registrar, impidendo de este modo que pudiera estar contaminado por su experiencia subjetiva. El nmero de viedograbaciones fue de 30, que es el mismo de mujeras entrevistadas y cuestionarios respondidos.La interpretacin de los datos se hizo con base en la teora psicoanaltica[footnoteRef:2] y la teora de los sistemas autorreferentes y autopoiticos[footnoteRef:3], ya que ambas teoras mantienen una relacin de complementariedad (tal como se podr observar a continuacin). [2: La teora psicoanaltica fue creada por Freud. A travs de la misma,se encuentra significado a los aspectos inconcientes de la conducta humana.] [3: La teora de los sistemas autorreferentes y autopoiticos fue desarrollada por el socilogo alemn Niklas Luhmann y en la actualidad est siendo aplicada tanto a la sociologa como a la psicologa como a la comunicacin (entre otras disciplinas).]

Antecedentes tericos.

Antecedentes desde la teora psicoanaltica: En los ltimos treinta aos la investigacin y la observacin directa con nios asociadas al estudio e interpretacin del material clnico en el campo del psicoanlisis se ha incrementado en forma preponderante; esto es especialmente notable en la ltima dcada. Con anterioridad la teora psicoanaltica se desarrollaba a partir de las hiptesis sustentadas por la reconstruccin del material proporciondo con el trabajo de pacientes adultos en tratamiento, ahora en cambio, el ejercicio y la influencia de la observacin directa con nios ha permitido, no slo la reconfirmacin de dichas hipotsis sino que las ha ampliado y ha generado nuevas teoras con respecto al desarrollo infantil, al realizar un seguimiento longitudinal de manera detallada y minuciosa de su desarrollo.Spitz[footnoteRef:4], al introducir las tcnicas de anlisis cinematogrfico en la observacin de infantes, ampli el campo de la investigacin de las primeras etapas formativas del individuo y dio lugar a otra disciplina: la teora evolutiva psicoanaltica. En Inglaterra desde 1948 en la Clnica Tavistock se implant la observacin dinmica de nios. En 1950 Kris y Lowenstein[footnoteRef:5] y posteriormente, Ana Freud[footnoteRef:6] en el 1958, convocaron a diversos colegas para realizar observacin directa en nios pequeos y as comprobar hiptesis previas en psicoanlisis. [4: Spitz, Ren, El primer ao de vida, Fondo de Cultura Econmica, 1965.] [5: Kris y Lowenstein.] [6: Freud, Ana, Child Observation and the Prediction of Development, The Psychoanalitic Studies of the Child, vol. XII, pgs. 112-116, 1958.]

En el XX Congreso Internacional de Psicologa en Pars, se concluy que la observacin directa de nios constitua un elemento complementario indispensable en la revaloracin de las hipotsis metapsicolgicas. El ejercicio de la observacin directa y longitudinal, como por ejemplo los estudios de Stoller[footnoteRef:7] (1968), han aportado nuevos datos en torno al desarrollo psicosexual temprano del nio y de la nia. Spitz en 1965[footnoteRef:8] y Stern[footnoteRef:9] en 1977 observaron en sus estudios los intercambios afectivos en la dada madre hijo. [7: Stoller, R.J., De Sense of Femaleness, Psychoanalytical Quarterly, tomo XXXVII, pgs. 42-55, 1968.] [8: Spitz, Ren, op. cit.] [9: Stern, Daniel, La primera relacin madre-hijo, ed. Morata, Madrid, 1985.]

Algunos especialistas en la materia comparten el criterio de que el beb es fundamentalmente activo en su avance hacia una complejidad psicolgica creciente, que llegan al mundo prederminados por la evolucin y de que innatamente contienen una serie de capacidades que se reactivan en el vnculo con la madre o con aquella persona que se haga cargo de ellos. De acuerdo con Emde[footnoteRef:10], el beb es un ser activo, de organizacin compleja, que se desarrolla siguiendo ciertas transformaciones rectoras, como por ejemplo, su preadapatacin para participar, iniciar, mantener y terminar interacciones humanas; una sensibilidad de respuesta para ser activado o calmado por holding[footnoteRef:11], contacto corporal y acunamiento. De acuerdo con Stern, en los nios existe una propensin a manifestar estados de alerta prolongada ante rasgos de estmulos contenidos en la voz y rostros humanos.[footnoteRef:12] [10: Robert, Emde. Desarrollo Terminable e Interminable. Revista de Psicoanlisis. Vol. 44, p.p. 673-702.1987.] [11: Holding es un trmino desarrollado por Donald Winnicott para describir el sostenimiento adecuado que la madre hace del beb. Se refiere al sostn que la madre realiza con sus dos brazos para cargar a su hijo o hija.] [12: Stern, Daniel, op. cit.]

Segn Lozoff[footnoteRef:13], la evolucin ha predispuesto al neonato para responder selectivamente a estmulos de la madre, como son su voz, su olor, su presencia. La evolucin tambin plantea la presencia de conductas del recin nacido que propician la interaccin humana, como son los diversos tipos de llanto. [13: Lozoff, Betsy et al. The mother-newborn relationship limits of adaptability. Journal of Pediatrics. Vol.. 91. Num 2, p.p. 1-12]

Antecedentes desde la teora de los sistemas autorreferentes y autopoiticos: Las ciencias sociales y en especial, la comunicacin presentan un enorme e inexplicable vaco en el estudio de la comunicacin en el primer encuentro entre la madre y su beb. Las escasas referencias al nacimiento y la maternidad, as como a la comunicacin primigenia son, por lo general, producto de deducciones ms que de la investigacin sistemtica. Sin embargo, las ciencias sociales han desarrollado teoras capaces de abordar productivamente tal investigacin.Entre estas teoras se ha seleccionado la de los sistemas autorreferentes y autopoiticos formulada por Niklas Luhmann porque implica una forma de observacin de la realidad particularmente afn al tipo de fenmeno (la comunicacin en el primer encuentro madre-hijo o hija) que se est tratando.Luhmann seala que muy tempranamente los bebs (l lo ubica alrededor de los dos meses) expresan ciertos modos de comportamiento que se entienden como comunicacin, y que como tal reciben respuesta, es decir, esto sucede an antes de que hayan adquirido el lenguaje y casi al mismo tiempo que el desarrollo de la capacidad perceptiva[footnoteRef:14]. Pero es posible demostrar actualmente que la capacidad de diferenciacin perceptual del beb es mucho ms temprana, de modo que su observacin tendra que ser aplicable tambin al recin nacido. [14: Luhmann, Niklas, La ciencia de la sociedad, Universidad Iberoamericana, ITESO y Anthropos, Mxico, 1996, p. 18.]

La posibilidad de que el beb se considere como un alter en el sistema de comunicacin que Luhmann desarroll en teora (y que ms adelante se demostrar en esta ponencia), presupone que prcticamente desde su nacimiento las personas estn acopladas estructuralmente a la sociedad, ya que la comunicacin es un fenmeno bsicamente social. En otras palabras, el sistema psquico madre y el sistema psquico personificado[footnoteRef:15] en el beb se encuentran en interpenetracin, y sto estimula el desarrollo del psiquismo, porque le ofrece la posibilidad de evolucionar apropindose selectivamente (autorreferencialmente) de la complejidad de su entorno. [15: Dentro de la teora de los sistemas autorreferentes y autopoiticos personas son las unidades de comunicacin que se constituyen en el acto de comunicar. Las personas no constituyen sistemas psquicos o seres humanos completos, porque ni todo el sistema psquico ni todo el ser humano es requerido para comunicar. Luhmann indica que quin o qu puede considerarse persona depende de la forma en que la sociedad resuelve sus problemas de inclusin.]

El acoplamiento estructural es un empalme temporal de unidades independientes; tal empalme o acoplamiento, en el caso de la comunicacin, implica la participacin de dos o ms sistemas que se prestan mutuamente parte de su complejidad con fines productivos o reproductivos, pero sin que uno intervenga sobre el otro, sino manteniendo su autonoma funcional. A este fenmenos se lo llama interpenetracin.Todo el proceso de comunicacin es producto de la interpenetracin sistmica bajo diversos acoplamientos, y en todos los casos ste se encuentra sujeto a un alta improbabilidad, que puede ser mejor entendida mediante la doble contingencia.La doble contingencia[footnoteRef:16] implica que en el proceso de comunicacin participan un alter y un ego que constantemente hacen selecciones de sentido en las que pretenden involucrar al otro, de modo que la comunicacin se contine con xito. [16: Contingente es algo que es de una manera pero tambin que podra se de otra, o algo que se selecciona pero que tambin podra ser sustituido por otra seleccin.]

La comunicacin es, de acuerdo con esta teora, el conjunto de tres selecciones: seleccin de la informacin, seleccin del mensaje y seleccin de la expectativa de xito. Cada seleccin hace posible algo que antes era improbable, dado el enorme abanico de posibilidades que existieron hasta el momento mismo de actualizarla (llevarla a cabo). Y como quienes realizan esas selecciones son alter y ego, ambos hacen esas selecciones constantemente sobre una base de opciones contingente. En eso consiste la doble contingencia y no existe ninguna forma de estabilizar o controlar totalmente el sentido para que signifique lo mismo; por eso Luhmann es muy preciso cuando dice que comunicacin no significa transmisin de sentido.Este enfoque es aplicable al primer encuentro entre la madre y su hijo o hija porque plantea con gran claridad lo que sucede en l: la madre y el beb son observables como sistemas psquicos autnomos (y tanto es as, que las madres a veces se desesperan por no entender al beb) que, en tanto personas, hacen selecciones de sentido que se expresan como comunicacin, lo cual les exige adems encontrarse en interpenetracin y estar disponibles para comunicar. Ciertas observaciones de Luhmann sobre la interpenetracin entre ser humano y ser humano tambin son aplicables a la relacin madre-beb en el primer encuentro. Dice Luhmann: Quien se compromete en una relacin ntima de dos, para lo cual no existe casi apoyo social y que es, en s misma, bastante improbable, tiene que encontrar puntos de apoyo que le permitan considerar probable la casualidad que se presenta inicialmente como improbable. Slo puede referirse en este esfuerzo () a la persona individual de la pareja. todos los dems recursos quedan fuera de un sistema especializado en la interpretacin de los seres humanos. El comportamiento del otro se lee, por lo tanto, en relacin con las caractersticas personales ms fuertes, para despus apropiarse de esas caractersticas y hacer plausible que el compaero elija esa relacin ntima. El yo del otro se convierte en punto de referencia de una atribucin ciertamente paradjica: tiene que reconocer disposiciones fuertes y, a la vez, manifestar disposicin a trascenderse a s mismo en direccin del otro, es decir, no actuar slo de acuerdo con sus intereses y costumbres. [footnoteRef:17] [17: Luhmann, Niklas, Sistemas Sociales; lineamintos para una teora general, p. 233.]

De este modo, la interpenetracin humana slo se puede producir mediante la formacin de un sistema social en el que fluya la comunicacin. Este aspecto productivo y reproductivo de la interpenetracin -seala Luhmann- adems de la comunicacin, supone que se delimitan las posibilidades del lenguaje y que puede haber algn acercamiento fsico.[footnoteRef:18] [18: Idem, p. 236.]

Integracin terica e hiptesis de trabajo.Desde el horizonte de la teora de los sistemas autorreferentes y autopoiticos, la comunicacin no implica ni transmisin ni tener algo en comn. Se trata en cambio del conjunto de tres selecciones de sentido que entablan un alter y un ego y que consisten en seleccin de la informacin (los datos), seleccin del mensaje (de la forma en que se integrar la informacin) y seleccin de la expectativa de xito (es decir, del modo en que ser expresado el mensaje para que el otro pueda interesarse en l y continuar produciendo comunicacin). Alter y ego son roles intercambiables y aluden a quienes producen, captan, reelaboran y reproducen la comunicacin.[footnoteRef:19] [19: Luhmann, Niklas, Sistemas Sociales; lineamientos para una teora general, Alianza Universidad y Universidad Iberoamericana, Mxico, 1991. Silvia Pappe y Bruhnilde Erker, traductoras, bajo la coordinacin de Javier Torres Nafarrate. ]

Esta forma de concebir la comunicacin se aproxima a la orientacin psicoanaltica en relacin al intercambio de seales emocionales que una persona inicia para darle significado y sentido a una situacin por medio del fenmeno llamado referenciamiento social[footnoteRef:20], lo cual implica concebir los diferentes niveles de relacin comunicativa entre alter y ego. Desde este marco terico las selecciones que hacen alter y ego durante el proceso comunicativo se alternan y complementan incorporando diversos niveles de expresin de los mensajes y procesamiento de los mismos. [20: El referenciamiento social, de acuerdo a Campos y Steimberg, es un proceso en virtud del cual una persona busca informacin emocional significativa de otro, a fin de dar sentido a lo ambiguo o desorganizado. Con relacin a la investigacin que nos ocupa, el referenciamiento social se observa en primer trmino en la madre, y en segundo trmino en el beb.]

La comunicacin que se establece en el caso del primer encuentro con la madre y l o los neonatos, implica bsicamente un acoplamiento estructural[footnoteRef:21] entre ambos, acoplamiento en el cual la madre toma la iniciativa, pero en el que l o los bebs son tambin parte activa, a pesar del caracter primitivo de la informacin que disponen y de los escasos recursos que tienen para comunicar. [21: Niklas Luhmann caracteriza tales acoplamientos como empalmes temporales de unidades independientes cuyos enlaces surgen mediante seleccin y al actualizarse, excluyen otras posibilidades. En el caso al que se hace referencia el acoplamiento se establece entre madre y beb como sistemas psquicos autorreferentes.]

Partiendo de este horizonte terico, las hiptesis que se sostienen en esta presentacin son las siguientes: 1) que en este primer encuentro, dada la regresin de enlace[footnoteRef:22] que tiene la madre en el parto (y an desde la gestacin), sta puede mantener una escucha[footnoteRef:23] muy amplia de las necesidades del nio o nia y sus signos comunicativos, de forma que no slo es sensible a los mensajes primarios[footnoteRef:24] sino que los decodifica y les hace devoluciones[footnoteRef:25] que fungen como hiptesis o tentativas de entenderlo-la desde ella y el estado de ensoacin en que se encuentra, y 2) que el hijo o hija dentro de la enorme limitacin de formas de expresin e informacin que tiene, va expresando comunicativamente estados primarios de satisfacin, malestar, ansiedad, desorganizacin, etc., directamente al objeto madre. [22: Regresin de enlace es un trmino acuado por J.Luis Daz Rosell y colaboradores en su obra La madre y su beb. Primeras interacciones, para describir el proceso en el cual la madre entra en contacto y/o enlaza con el beb por la reactivacin de canales preverbales de comunicacin.] [23: Escucha es la disposicin para percibir lo que el otro expresa.] [24: Mensajes primarios son aquellos mensajes elementales, simples, que se derivan directamente a travs de a expresin fsica o sonidos, no de palabras o frases. Los mensajes primarios no poseen estructuras desarrolladas ni ofrecen ms opcin que un juego binario elemental.] [25: Por devoluciones se entienden las interpretaciones que hace la madre en funcin de alter de la comunicacin del beb y las consiguientes ofertas de sentido que le propone a travs de sus propias selecciones de sentido.]

A continuacin, y para exponer la informacin obtenida en funcin de la comprobacin de tales hiptesis, se tratarn: a) las formas predominantes de la comunicacin que la madre dirige hacia su o sus bebs, b) las formas de comunicacin que mantiene el beb con ella y c) una interpretacin de tales comunicaciones con base en las teoras antes citadas. Con posterioridad se presentarn las conclusiones de esta presentacin, en las cuales se tratar el impacto de los datos en la validacin de las hiptesis y sus reverberaciones tanto en la teora psicoanaltica como en la teora de los sistemas autorreferentes y autopoiticos.

a) Las formas predominantes de la comunicacin que la madre dirige hacia su o sus bebs:

Como puede parecer obvio, la iniciativa de la comunicacin recae en la madre. Sin embargo, debido al estado de regresin de enlace en que sta se encuentra, los mensajes que elabora y dirige al beb son extraordinariamente sencillos y se basan en recursos primarios o poco estructurados. La madre utiliza como recursos para tal comunicacin (a.1) el contacto tactil, (a.2) su voz , (a.3) el ritmo y (a.4).a.1. La comunicacin tactil es la ms importante en este primer encuentro y, de acuerdo con el material disponible, es la que introduce al recin nacido al mundo de la comunicacin y el desarrollo del psiquismo. Ya desde 1923 Freud[footnoteRef:26] en El Yo y el Ello, plante que los inicios del desarrollo del nio tenan su base en el contacto de la piel y del cuerpo del nio o nia por parte de la madre. [26: Freud, Sigmund, El Yo y el Ello, ed Amorrortu, Buenos Aires, 1986.]

El contacto de la piel por parte del objeto materno cumple diversas funciones: (a.1) de sostenimiento, al generar en el beb una sensacin que algo lo sujeta, (a.2) de comunicacin, porque filtra los intercambios entre el interior y el exterior, (a.3) de placer, porque por medio de la estimulacin tactil recibe caricias, y (a.4) de ritmo, porque la madre a travs de la misma estimulacin tctil tambin transmite ritmos.Klaus[footnoteRef:27] y colaboradores comprobaron que un porcentaje muy alto de las mujeres estudiadas en su primer acercamiento con el cro, le tocan las extremidades con las yemas de los dedos, continan con masajes, caricias, y con un amplio contacto con las palmas de las manos; aspectos que se reconfirman en esta investigacin, adems de que se observaron palmoteos en diferentes partes del cuerpo y la presencia muy frecuente de besos. [27: Klaus, M. y J. Kennell, La relacin madre-hijo, ed. Mdica Panamericana, Montevideo, 1978.]

El amamantamiento es la forma de comunicacin ms significativa y elemental que existe en la dada, y suele iniciarse cuando la madre le ensea al beb a aproximarse al pecho, a acoplarse a l y a acomodarse en una posicin apropiada. La altsima incidencia de amamantamiento entre las madres estudiadas puede guardar relacin con los datos de las entrevistas donde se reporta el hecho de que todas ellas a su vez fueron, a su vez, amamantadas por sus propias madres. Estudios previos como los de Klaus y Kennell[footnoteRef:28] efectuados en Guatemala, sobre madres que parieron recientemente, sealan un paralelismo en este sentido en cuanto a que la mayora de ellas contaba en sus historias, la experiencia previa de haber sido amamantadas por sus propias madres. [28: Idem.]

Asimismo, los resultados en Mxico probablemente tienen relacin con el impacto que pueden haber tenido las campaas de salud para la revaloracin de la lactancia por medios naturales, lo cual estara indicando un aprendizaje cultural de la comunicacin por amamantamiento que puede ser complementario de cualquier otra conducta institntiva al respecto.En el primer encuentro, la mayora de las madres del grupo estudiado opt por amamantar a su cro. Estas madres ocuparon la mayor parte del tiempo en dicha actividad, concentraron su atencin en alimentarlo y observaron sus reacciones rompiendo la barrera de la burbuja invisible de la que nos habla Stern[footnoteRef:29]. Independientemente de las interferencias (ruido, otros llantos o llamado de otra persona), haba un periodo de envolvimiento e involucracin emocional absoluta al acto de amamantar. [29: La burbuja invisible sera para Stern, el espacio territorial que guarda la intimidad entre humanos y que se preserva para no ser invadidos. ]

Las sesiones de amamantamiento observadas variaban de una pareja a otra, y cada una de ellas posea un estilo propio.[footnoteRef:30] [30: En cada dada (madre-hijo o hija) existe un estilo propio de amamantamiento en el cual, la aproximacin, estimulacin y enseanza de la crianza mediante la alimentacin de pecho vara, lo mismo que el tipo de sostenimiento.]

La sensibilidad materna al desplegarse durante la lactancia, suele constituir un componente vital de la interpenetracin, y un determinante fundamental en la futura vinculacin. Por lo tanto, es muy factible que la alimentacin con leche materna juegue un papel vital en todo el proceso y naturaleza de la relacin desde el principio, al establecerse diferencias en las parejas participantes en la alimentacin. Es ms, es posible afirmar que el tipo de vnculo[footnoteRef:31] y relacin especifica de las madres con sus propias madres, sienta las bases para esa relacin futura con su hijo o hija. [31: Se entiende por vnculo a la relacin emocional estable con el otro . Los intercambios pueden ser estables o efmeros.]

En la mayora de los casos, las madres que alimentan a pecho a sus lactantes mantienen una significativa proximidad fsica con ellos; dicha proximidad es un factor que permite la ocurrencia de diversas formas de comunicacin. De esta manera las madres y sus infantes se envan mutuamente mensajes por medio de cambios de posicin, ritmo, sostenimiento. Desde esta perspectiva, la alimentacin con leche materna no slo juega un papel importante en la comunicacin materno-infantil sino que facilita el acoplamiento para que se ejerzan otras formas de comunicar y se ejerciten otros lenguajes. En la lactada se da un dialogo a nivel corporal, la madre al estimular con el pezn en la boca y la succin del beb, le da pautas de como desplegar ciertos turnos en la comunicacin humana. Esto contribuye a la fragmentacin temtica (tiempo de succin, tiempo de no succin durante el amamantamiento) y la formacin de episodios, que son caractersticas de las formas ms evolucionadas de comunicacin.Asimismo, se observaron en casi todos los casos, no slo la inspeccin, exploracin y reconocimiento del cuerpo del beb, sino la facilitacin por parte de la madre de algunas formas en que ste podra investigarla corporalmente a ella. Este tipo de comunicacin puede observarse cuando la madre ensea al beb a ajustarse o acomodarse en su brazo sostenedor[footnoteRef:32] y en sus pechos. [32: Brazo sostenedor es un concepto desarrollado por J.Luis Daz Rosell y colaboradores para referirse al brazo que regularmente utilizan las madres para cargar y acunar al beb.]

Amantamiento, inspeccin, exploracin y reconocimiento se encuentran complementados por diversos tipos de caricias. Las caricias no slo indican el amor materno, sino que tienen su propia forma de hablar al beb: pueden alertarlo para que se despierte, servir para reducir su displacer o indicar la bienvenida y la despedida, as como plantear la principal forma de sentar las bases del futuro erotismo[footnoteRef:33] del o la recin nacida. Un tipo de caricia que no se da en todos los casos es el beso. Este se produce en momentos en que la madre alcanza a expresar su afecto y depende del nivel de expresividad de cada madre; tambin se da como un signo de despedida -tal vez- como una respuesta social, culturalmente aprehendida. Los besos se pueden manifestar en cualquier momento durante el primer encuentro entre la madres y el beb. [33: Desde el punto de vista psicoanaltico, se entiende por erotismo el placer que facilita la estimulacin y satisfaccin ertica.]

Mediante el contacto tactil la madre estimula al beb para que ste vaya participando en la comunicacin preverbal. Este estmulo tambin es observable a partir del sostn estabilizador que mantiene la madre algn tipo de movimiento desorganizado del beb. El contacto tactil materno transmite, adems, calor y sensacin de envolvimiento, ritmo, sensualidad.a.2. La comunicacin materna a travs de la voz plantea una serie de aspectos de inters. Entre ellos es posible diferenciar los juegos de entonacin suave, el arrullo (como las nanas que se cantan para tranquiliar), el canto (con palabras) y las palabras que se dirigen al beb.En la mayora de los casos observados, el tono de la voz suele ser aniado, aunque puede cambiar cuando se regaa al beb o se le dan indicaciones.Comunmente el discurso, el tipo de lenguaje y la entonacin que la madre guarda con el o la recin nacida difiere sustancialmente de la sostenida con adultos. En este intento por funcionar a niveles ms primitivos, ella lentifica frases, repite los mensajes, habla como si fuera una nia, usa sonidos onomatopyicos y diminutivos.A pesar de que a veces puedan perder la paciencia por no atinar a contener el displacer del beb, los regaos no suelen hacerse en el mismo tono de voz que la madre empleara con nios de mayor edad o adultos, tal vez porque ella est tratando de ponerse a un nivel de comunicacin muy elemental, que segn su perspectiva, tiene mayor posibilidad de ser entendido por el beb y de satisfacer expectativas. Los regaos pueden ir acompaados de desasosiego y de ruego en el tono de voz de la madre.El arrullo y el canto introducen al beb en el lenguaje del ritmo, al que se har referencia ms adelante. Son estmulos que ayudan a reconocer la musicalidad del sonido y suelen utilizarse para expresar la armona con la criatura o para apaciguarla si est inquieta, para comunicar la ternura y la sintona afectiva.Respecto a las palabras, la madre suele dirigirse a su beb con diminutivos por la misma situacin regresiva en que se encuentra y para nivelarse con el beb y, de este modo, acoplarse para obtener mayores posibilidades de buena comunicacin. Asimismo, usa trminos muy sencillos que coinciden con lo anterior y lo reafirman. De este modo, le da rdenes (Quietecito!), le llama la atencin (Mira que si sigues as no vas a comer nada), le comunica sus propias expectativas (Quiero que cuando usted sea grande sea), le reporta situaciones actuales (Oye noms que ruido hay), lo adula (Mi chiquita hermosa) y, adems, va nombrando los estados emocionales del beb (hambre, sueo) y sus estados emocionales (placer y displacer),[footnoteRef:34] sostiene su narcisismo (Preciosa, hermosa, guapo), le comunica su estado de nimo (Estoy tan contenta), le deposita sus valores y deseos (Las damitas primero). Es decir que desde el inicio de la relacin los bebs ocupan un lugar en el inconciente[footnoteRef:35] de sus madres, en lo que se refiere a los temas de la comunicacin verbal, a la seleccin de la informacin que proporcionan y a la seleccin del mensaje o forma de lo que se dice. [34: Las palabras incluyen necesariamente algn tipo de entonacin.] [35: Inconciente es uno de los tres sistemas del aparato psquico, en el que se albergan los contenidos reprimidos.]

En cuanto al dilogo (la forma verbalizada de la comunicacin), Stern[footnoteRef:36] seala la existencia de un dilogo no comn en la dada madre-beb; es decir, un monlogo de la madre en forma de dilogo imaginario, porque la madre deja despus de cada una de sus intervenciones un espacio de tiempo para la supuesta respuesta del beb. [36: Stern, op. cit.]

La comunicacin de la madre se dirige fundamentalmente al hijo o hija, le informa cosas acerca del mundo, le habla de sentimientos y, ocasionalmente, se vuelve hacia s misma se despega de la comunicacin, pero sto slo para volver a orientarse inmediatamente a su hijito o hijita, lo cual implica que en la mayora de las madres observadas existe un sobreinvestimiento[footnoteRef:37] del beb. [37: El sobreinvestimiento es la hipervestidura libidinal que la madre realiza en estos momentos con su hijo o hija.]

En todo caso, la comunicacin verbal refuerza a la tactil y se reafirma mediante la ratificacin del gesto. Ejemplo de esto es el video que muestra a una de las madres que luego de calmar el llanto de su hijo lo toca y le dice: Tiene que dejar de ser chilloncito. Eh? Eh? Eh?, al mismo tiempo que sube y baja la cabeza reafirmando con ese gesto[footnoteRef:38] sus plabras y las entona con cierta firmeza. [38: La funcin de la madre en cuanto a la comunicacin desde el punto de vista estrictamente comunicativo parecera la de establecer el acordamiento, que tal como lo define Flusser, es el acuerdo transformado en gesto. Mediante el acordamiento, cada sistema psquico puede intentar atribuir sentido y significado a su vida y al mundo que habita. El acordamiento es un artificio que indica que existe acoplamiento estructural con algn otro (alter) en el entorno.]

Adems, tal como ya se indic, las madres al establecer comunicacin verbal con sus bebs, suelen plantearles preguntas y dejar espacios de silencio en los cuales estaran contenidas las respuestas del beb (y que ellas imaginan). Encontramos aqu una dimensin del sentido del silencio muy interesante, que coincide plenamente con la posibilidad de contener todos los sentidos que le atribuye E. Pulcinelli Orlandi.[footnoteRef:39] De hecho, en el primer encuentro madre-hijo, el silencio ocupa una posicin privilegiada con respecto a la palabra, por cuanto hace a la variedad y calidad de significaciones que pone en juego. [39: Pulcinelli Orlandi, Eni, As formas do silencio nel movimento dos sentidos, UNICAMP, 1992.]

a.3. El ritmo se presenta tanto en el arrullo y la cancin como en el acunamiento, el acto de mecer y de pasear al beb, de acariciarlo y de estimularlo tactilmente.El ritmo cumple una importante funcin comunicativa de apaciguamiento, que se puede demostrar a travs del hecho de que es intenso cuando el beb est irritado y se va atenuando a medida en que se tranquiliza. El ritmo parecera ser parte de otras formas de comunicacin (tactil o a travs de la voz) pero no se reduce a ellas, sino que las atraviesa. Por lo mismo, reviste cierta complejidad en la construccin que se compensa con la facilidad con que es comprendido por el beb. ste parecera entender perfectamente el lenguaje del ritmo dada la forma en que se acopla a l. Desde este punto de vista, podramos decir -a reserva de buscar una comprobacin ms rigurosa a futuro- que el del ritmo es un lenguaje innato o que el ser humano est condicionado para responder al ritmo.Resulta notorio que cada madre ejerce un tipo de ritmo o tiene preferencia por un ritmo, pero lo interesante es que sus bebs se adaptan rpidamente al ritmo presentado por ellas, de tal manera que el o la recin nacida se acopla sin problemas a l. Es posible que esto se deba en parte a un ritmo propio de las personas y que cada madre haya acostumbrado al suyo a su hijo desde que lo estaba gestando.a.4. Otro tipo de comunicacin elemental es la mirada, que en este caso se ejerce recurrentemente mediante el contacto visual cara a cara entre la madre y el neonato; es decir, que la madre establece tambin una relacin de tipo visual, procurando situar esta comunicacin dentro de una perspectiva frontal mediante la cual reconoce al beb y lo identifica para diferenciarlo de cualquier otro beb. Inclusive al amamantarlos tratan de mantener un contacto ojo a ojo con su hijito o hijita, y si no lo logran, su preferencia es enfocar el rostro.Con la mirada es posible que la madre trate de estimular el inters del recin nacido, aunque este no se encuentre en condiciones an de percibirla y responder. Sin embargo, en la mirada de la madre parece encontrarse el estmulo primitivo para la diferenciacin entre un objeto y el mundo que lo rodea, diferenciacin que es indispensable para el avance de cualquier tipo de desarrollo psquico, lenguaje, comunicacin y relacin social.Tanto la alimentacin como la mirada ocupan un lugar preponderante en la comunicacin de la madre con su beb. Es una forma de establecer el vnculo dado que hay una especial preferencia por el rostro del hijo o hija. Otras veces, la cara es un espejo en el cual se mira al nio, tal como lo plantea N. Reyes.[footnoteRef:40] Es decir, hablando en sentido metafrico, la madre tiende a observar y a proyectar sus propias expectativas en l o ella. [40: Reyes Partida, Nohem, Psicosis infantil, Revista de Psicoanlisis, vol. XXX, Nos. 1 y 2, 1957.]

En su trabajo, Stern[footnoteRef:41] refiere que desde la perspectiva etolgica sirve de desencadenante innato del comportamiento de cuidado a la prole por parte de los padres. La mirada mutua de la dada puede adquirir tambin otro significado, ya que para Levobici,[footnoteRef:42] el beb configurar la imagen de s mismo, distinta y diferenciada de la imagen materna. [41: Stern, op. cit.] [42: Lebovici, Serge, El lactante, su madre y el psicoanalista: las interacciones precoces, ed. Siglo XXI, Mxico, 1988.]

b. Las formas predominantes de la comunicacin del beb.

Recin ingresado al mundo por medio del parto, el beb recin nacido expresa sus estados internos mediante el manejo de su cuerpo (movimientos de brazos y piernas, aequeamiento de la espalda, cabeza) y su voz (gemidos y llanto). Sin saber diferenciar entre l y el mundo, ya que en su mundo anterior l mismo era el centro, cuenta con recursos muy limitados para comunicar en este nuevo mundo. Como parte de los recursos de que dispone de manera innata hemos encontrado que est filogenticamente capacitado para rechazar el displacer, para reaccionar con el reflejo de Moro y para seguir con la cabeza y el cuerpo la orientacin de la voz de la madre.A pesar de sus escasas posibilidades motrices, el recin nacido hombre o mujer utiliza todo su cuerpo como recurso comunicativo.Expresa rechazo o profundo displacer arqueando su cuerpo en direccin opuesta al estmulo que lo irrita. Agita manos y piernas para indicar ansiedad o malestar, el cual puede ser ocasionado por hambre, como seal de resistencia y rechazo a la estimulacin externa o como pedido de atencin. Se introduce la mano a la boca y la chupetea tambin para expresar hambre, y cuando ste es mucho, los chupeteos llegan a ser muy ruidosos.El reflejo de Moro se produce cada vez que la madre tiene un movimiento brusco, ya que el beb corresponde al mismo con otro. Este reflejo es, al mismo tiempo, una muestra de que el acoplamiento estructural est dado, lo cual es bsico para que se produzca comunicacin.En cuanto a dirigirse fsicamente a la madre cuando esta habla, los bebs dirigen su cabeza hacia su voz (si les es posible porque estn los suficientemente libres, tambin orientan su cuerpo hacia ella), ya sea como reflejo o como demostracin de inters y atencin. De esta manera el beb contribuye a crear las condiciones bsicas de disponibilidad para que la comunicacin tenga lugar.Asimismo, es perfectamente notorio desde este primer encuentro que los bebs tienen preferencias: se muestran sosegados y atraidos por los tonos de voz suaves y melodiosos, rechazan y se asustan hasta el punto de manifestar conductas muy desordenadas y llanto ante ruidos estridentes o voces muy duras y fuertes; les gustan las caricias muy suaves que suelen adormecerlos y se atemorizan ante cualquier movimiento brusco; se contentan con lo tibio y protestan irritados ante el calor o el fro, reaccionan al ritmo suave y cadencioso de la madre y, generalmente, cuando su madre los aprieta o sujeta contra su cuerpo dejan de llorar o de mostrarse inquietos.Adems, si bien no pronuncian palabras, emiten gemidos y llanto. Ambos (gemidos y llanto) admiten categoras de diferenciacin que permiten distinguir varios sentidos.El llanto puede tener su origen en diferentes fuentes de malestar: calor, hambre, sueo desorganizacin interna, displacer, falta de sostn, dolor, y sto se puede verificar mediante los intentos de las madres por calmarlos en los que ellas tienen que descubrir mediante ensayo y error cul es el motivo de ese llanto para sosegarlo. Medida que la madre conoce mejor a su beb o que tiene experiencia en el trato con l, puede reconocer que estos llantos que al principio parecen similares, son realmente distintos entre s.En esta etapa primigenia de la comunicacin del beb, los gemidos aununcian el llanto y de esa manera le dan a la madre la primera seal de que debe atender sus necesidades, malestares, displaceres o dolor. Desde el registro que hace la madre la madre de ese tipo de mensajes, es posible observar en las videograbaciones que sta desarrolla una respuesta automtica y desde su funcin de reverie[footnoteRef:43] responde intuitivamente a las demandas de su hijo o hija. [43: La funcin de reverie es un estado de ensoacin en el cual las madres estn en la condicin de recibir las proyecciones o necesidades del beb, de tal manera que transforman el displacer en alivio.]

Aunque en general, los bebs no parecen muy activos en el proceso de comunicacin en el que apenas se estn iniciando, dos casos especiales entre los que se videograbaron sirven para tener una impresin mucho ms completa de los que es capaz de llegar a comunicar un beb en el primer encuentro con su madre. Estos casos fueron el de una madre juguetona que estimulaba a su hijito jugando con sus manos, brazos y piernas y el de una madre intrusiva con una clara patologa para percibir los estados de su hijo.En el primer caso (el de la madre juguetona) el beb estuvo, a lo largo del perodo observado, mucho mas activo que los dems bebs. Mova sus brazos y piernas, volteaba el cuerpo, rechazaba los estmulos cuando se cansaba y, en general permaneci ms tiempo despierto.En el segundo caso (el de la madre intrusiva) el beb libr una dura batalla contra su madre que pretenda obligarlo bruscamente a mamar. En su lucha el beb daba manazos contra la madre, lloraba, pataleaba, se arqueaba y en fin, combinaba todos sus recursos expresivos para comunicar que l no quera hacerlo y que lo dejaran en paz.Tanto en el caso de la madre juguetona como en el de la intrusiva, fue evidente la sobreestimulacin del beb, y a partir de ella se pudo observar que lo que el beb rechaza no es la sobreestimulacin sino el que lo obliguen a hacer algo que le provoca displacer o que, de plano, no quiere. A pesar de sto, la sobreestimulacin de la madre hacia el beb en todos los casos tiende a generar expresiones comunicativas diversas y mucho ms evolucionadas (complejas) que las que tienen los bebs que no han sido sobreestimulados. A travs de esta accin que algunas madres le plantean al beb, es posible que ste pueda acceder a la interpenetracin y a la comunicacin tempranas, reconociendo el vnculo, optando por el apego o el desapego y proveyndolo de elementos valiosos (informacin) para la posterior orientacin persuasiva o disuasiva de sus mensajes al objeto materno.

Conclusiones.

La informacin producto de las observaciones anteriores nos remite de manera directa a las hiptesis de trabajo.En el caso de la primer hiptesis, los datos confirman que la regresin de enlace provoca en la madre una orientacin comunicativa primaria, en la que slo operan las formas de comunicacin ms simples y primigenias. Ejemplo de ello es que en ningn caso las madres utilizan en sus mensajes verbales un lenguaje indirecto (hablan sin sutilezas o subterfugios), tampoco hacen referencias doctas, no mienten, no ocultan sus expectativas e intenciones y, en cambio, utilizan un lenguaje claro y directo, dicen lo que sienten e incorporan de una manera muy notable una serie de recursos comunicativos elementales, tales como la entonacin de la voz, la prolongacin de las palabras (Bonitaaaa), la lentificacin del discurso y el uso de palabras breves y de gestos y movimientos que las refuerzan. Pero adems, dan mayor importancia a los lenguajes no verbales (ritmo, tacto) que al hablado. Esto pone de manifiesto que este estado de regresin de enlace es un facilitador apropiado para situar sus expectativas de xito en la comunicacin con el beb dentro del margen de posibilidades y preferencias de ste. Al respecto, cabe notar que el beb tiene preferencias muy definidas y una gran capacidad para rechazar lo que lo irrita o lo perturba, las cuales va expresando a medida que transcurre la primera conversacin e interpretacin con su madre. El mayor o menor xito de tal conversacin reside en la posibilidad de acoplamiento demostrada por la madre dadas las condiciones propias del beb.Cuando el o la recin nacida se encuentra atenta, la presentacin de un sonido, en este caso la voz de la madre, desencadena una reaccin de orientacin: vuelve la cabeza en direccin al lugar de donde proviene la voz.La propia madre es la que ofrece los elementos necesarios que permiten sostener que mantiene una atenta escucha del beb. Estos se expresan con claridad al decir, por ejemplo: Ya comiste, mi cielo? () Cmo est mi beb?y cuando el beb comienza a moverse: Ya, mi vida.[footnoteRef:44] [44: Corresponde al video y vieta del encuentro de la sra. Guevara Lorenzano con su beb.]

Las madres tambin hacen devoluciones consistentes con sus interpretaciones de los estados internos del beb. As, una madre le pregunta a su hijito: Qu, chiquito?. El nio se mueve. La madre lo lleva al pecho. Hay acople.[footnoteRef:45] En otro caso, la madre con su dedo ndice le empieza a acariciar el pelo (al beb); el beb mueve la mano, ella le dice: Que? Queee?, como preguntndole qu pasa y a qu obedece su movimiento. Le dice algo ininteligible. Con la sbana le limpia la boca. El beb levanta las manos. Ante ese movimiento la madre lo empieza a mecer de arriba hacia abajo y lo observa[footnoteRef:46] En otro caso, la madre enfrentndose a un beb terriblemente irritado logra calmarlo mediante la palabra. Al principio le preguntaba: Por qu lloras? con tono suave y pero insistente e intentaba calmarlo acunndolo, mecindolo o dndole pecho. Para apaciguarlo le dice al nio: Qu vamos a hacer chaparrito? Eh? Qu vamos a hacer, mi vida? No ves que si t te portas mal, algo temos que hacer -el beb se calma y la madre contina- Va a ser usted un chilloncito?. El beb est callado. Luego empieza a mover el cuerpo y la cabeza y entonces le dice: No mi vida, no debe usted de llorar, se lo acerca y le comienza a decir cosas sobre su aspecto y cmo va a parecer ms adelante, mientras el nio se sosiega; a continuacin se mantiene tranquilo.[footnoteRef:47] [45: Corresponde al video y vieta 8.] [46: Corresponde al video y vieta 11.] [47: Corresponde al video y la vieta 10.]

Cada una de las devoluciones con que la madre responde al beb refleja as como sta va elaborando y poniendo a prueba hiptesis o tentativas de entenderlo, en las que procede por el sencillo mtodo del ensayo y error.El carcter netamente autorreferencial de este proceso comunicativo entre la madre y el o la recin nacida se expresa con claridad en las manifestaciones comunicativas del beb, ya que a pesar de no disponer de un lenguaje convencional, procesa los estmulos comunicativos y les hace devoluciones (es decir, modifica los estados de displacer e intranquilidad por placer) que no slo corresponden a las expectativas de la madre, sino a sus propios estados internos. Ejemplo de lo anterior es que no todos los intentos de aproximacin comunicativa de las madres son aceptados y, en ciertas circunstancias, stos pueden ser violentamente rechazados por un beb irritadsimo que manifiesta una conducta totalmente desorganizada, con llanto fuerte, movimientos bruscos de brazos, piernas y arqueamiento del cuerpo. Asimismo, la contencin materna, el arrullo suave, los tonos de voz dulces son selectivamente preferidos por los bebs.En el caso de la segunda hiptesis, el beb va comunicando sus estados internos primarios. Al no disponer de un lenguaje convencional tiene especiales problemas para expresar la irritacin provocada por no poder dormir cuando tiene sueo, ya que la madre -con otras expectativas- puede estr estimulndolo para mantener la vigilia y confundir su llando con un pedido de alimento. La impotencia para dar a entender malestares conduce al beb rpidamente a la manifestacin desorganizada y descontrolada por l mismo, de todos los recursos con que cuenta para expresar malestar. Para salir de este estado debe ser contenido por la madre y adecuadamente interpretado, ser distraido de su enojo por seales que orienten su atencin hacia ellas y le permitan recuperar el autocontrol o cansarse hasta el agotamiento.En trminos de Winnicot[footnoteRef:48], la disponibilidad materna primaria suele evitar (evita en todos los casos observados) que el descontrol agote al beb. [48: Winnicott, Donald, Escritos de pediatra y psicoanlisis, ed. Laia, Madrid, 1956.]

A lo largo del primer encuentro con su madre, el beb aprende lo que es comunicar. Se acopla fsicamente a ella al mamar. Atiende y se interesa por su voz (la sigue con la orientacin de la cabeza y, a veces, de todo su cuerpo). Acta conforme a los tonos que percibe. Tiene brevsimos momentos de atencin antes de sumergirse en el mundo de sus estado internos (aunque probablemente para l sean suficientes, ya que no existen en l muchas impresiones externas registradas). En todo caso, se cumple la prediccin de la hiptesis en el sentido de que el beb dirige a la madre sus esfuerzos comunicativos. La madre no slo fantasea acerca de los estados internos del beb, tambin aprende a decodificarlos y leerlos a partir del idioma en que ste se expresa, le ofrece la satisfaccin a la solicitud expresada y tambin lo instruye acerca del comportamiento que se espera de l. El tono, la palabra y el ritmo son los que marcan el sentido. El significado es an para el beb algo que est fuera de su alcance.Se inicia as, en este primer encuentro y de esta forma primitiva, la experiencia comunicativa que le permitir madurar psicolgica y socialmente a cada ser humano.Bibliografa.

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