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Aspectos formativos Entenderemos por formación aquel proceso que el educando va construyendo para asimilar contenidos relacionados con algún ámbito en concreto y constituir su personalidad mediante cambios sustanciales que irán produciéndose a partir de experiencias que induzcan a la auto-reflexión y la auto-valoración. Esta serie de cambios pueden estar planificados por un docente de manera intencionada y consciente, llevando a cabo una acción pedagógica entendida como Educación en su sentido estricto. Por otra parte, el sujeto también puede formarse inconscientemente y de manera inintencionada. En este caso hablaremos de socialización. Dicho esto, la formación, o educación, supone en el alumno cambios constantes y significativos que conducen hacia la auto- estructuración de la personalidad. Por ello, si hablamos de Educación Física nos dirigimos a este proceso llevado a cabo a partir del movimiento y dentro de este se incluyen términos tales como el Deporte o la Gimnasia. Educar en movimiento resulta ser una tarea vital para el ser humano, entendiendo el movimiento como un proceso mecánico que debemos aprender para desplazarnos, alimentarnos, interactuar con el entorno, etc. Pero además de su funcionalidad, debemos contemplar su finalidad para entender cuál es el motor que mueve que se realice dicha práctica, qué motivo lleva al sujeto a iniciarla y a mantenerla durante un tiempo determinado. Son varios los sentidos que se le otorgan al movimiento. De entre ellos destacan: el carácter lúdico de la actividad, por su atractivo de diversión y festejo; el valor agonístico, motivado por la competición contra otros sujetos; el valor expresivo, fruto de la necesidad de comunicar y expresar cualquier idea o sentimiento; el sentido creativo, que surge para el cambio y la innovación de nuevos movimientos o adaptaciones; el valor eronista, del movimiento por placer y la experimentación del cuerpo. En la escuela, el valor predominante es el agonista, y no solo en la educación física, ya que frecuentemente se cae en el error de querer plasmar a nivel escolar los deportes, en la totalidad de su conjunto, tomando como referencia el deporte profesional. Además, la falta de recursos en los centros conlleva que la

Aspectos formativos de la Educación Física

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Valoración de los aspectos formativos que rodean la Educación Física, en relación a los estudios y enseñanzas del maestro Seirul·lo Vargas.

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Page 1: Aspectos formativos de la Educación Física

Aspectos formativos

Entenderemos por formación aquel proceso que el educando va construyendo para asimilar contenidos relacionados con algún ámbito en concreto y constituir su personalidad mediante cambios sustanciales que irán produciéndose a partir de experiencias que induzcan a la auto-reflexión y la auto-valoración. Esta serie de cambios pueden estar planificados por un docente de manera intencionada y consciente, llevando a cabo una acción pedagógica entendida como Educación en su sentido estricto. Por otra parte, el sujeto también puede formarse inconscientemente y de manera inintencionada. En este caso hablaremos de socialización.

Dicho esto, la formación, o educación, supone en el alumno cambios constantes y significativos que conducen hacia la auto-estructuración de la personalidad. Por ello, si hablamos de Educación Física nos dirigimos a este proceso llevado a cabo a partir del movimiento y dentro de este se incluyen términos tales como el Deporte o la Gimnasia. Educar en movimiento resulta ser una tarea vital para el ser humano, entendiendo el movimiento como un proceso mecánico que debemos aprender para desplazarnos, alimentarnos, interactuar con el entorno, etc. Pero además de su funcionalidad, debemos contemplar su finalidad para entender cuál es el motor que mueve que se realice dicha práctica, qué motivo lleva al sujeto a iniciarla y a mantenerla durante un tiempo determinado.

Son varios los sentidos que se le otorgan al movimiento. De entre ellos destacan: el carácter lúdico de la actividad, por su atractivo de diversión y festejo; el valor agonístico, motivado por la competición contra otros sujetos; el valor expresivo, fruto de la necesidad de comunicar y expresar cualquier idea o sentimiento; el sentido creativo, que surge para el cambio y la innovación de nuevos movimientos o adaptaciones; el valor eronista, del movimiento por placer y la experimentación del cuerpo.

En la escuela, el valor predominante es el agonista, y no solo en la educación física, ya que frecuentemente se cae en el error de querer plasmar a nivel escolar los deportes, en la totalidad de su conjunto, tomando como referencia el deporte profesional. Además, la falta de recursos en los centros conlleva que la práctica se limite a introducir una variedad muy reducida de deportes (destacando el futbol y el baloncesto) sin dar tregua a los alumnos con talento para otro tipo de deporte. En resumen, “el deporte escolar es una mala réplica del deporte profesional que satisface de manera negligente los intereses agonísticos y lúdicos del movimiento humano, pero que olvida totalmente los de expresión, creación y el eros placentero del movimiento por el movimiento.”

El deporte escolar debe practicarse fuera del horario escolar, ya que las horas de educación física son justas e insuficientes para iniciarse en un deporte. Sus contenidos deben modificarse para que la orientación pedagógica trate de completamente las áreas del movimiento, dejando en segundo plano el valor agonista. Para lograrlo, se debe modificar el tipo de competición y dejar de basarse en el modelo profesional. También es importante que para los alumnos talentosos se desarrollen programas especiales para que se pueda realizar un seguimiento de apoyo en grupos reducidos.

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REFLEXIÓN

El valor agonístico fluye en la escuela fruto de la sociedad capitalista que exige un modelo de competencia constante y de lucha por ser el mejor. La gran mayoría de programas de televisión o reality shows tienen como finalidad encontrar a un vencedor, un único ganador que es aquel que se lleva el premio. Este hecho salpica a nuestro sistema educativo con sus ideales y complementa a la estructura institucional actual, que también está alzada sobre esos principios (se evalúa con un valor numérico a los alumnos y se premia con becas a aquellos que obtienen la puntuación más alta).

Del mismo modo, para nosotros, los docentes de educación física, debemos evitar que estos ideales se instauren en nuestras sesiones. Siendo nosotros los guionistas de nuestras propuestas pedagógicas debemos plantear actividades variadas que contemplen en su totalidad el movimiento del sujeto y trabajar para que la práctica deportiva abarque valores creativos, eróticos y expresivos, dando margen al agón, que supongan para nuestros alumnos diferentes experiencias de auto-conocimiento que incentiven su desarrollo personal.

En esta línea, el deporte escolar actual no se practicará de manera correcta si se sigue basando en los modelos profesionales que logran despertar el valor lúdico de la actividad solamente en una minoría de los alumnos. Estos ideales buscan alcanzar un fin sin tener en cuenta los medios, un resultado sin contemplar el procedimiento, ocasionando que los alumnos menos talentosos perciban el fracaso y pierdan la motivación por la práctica y el valor erótico de la actividad motriz. Nuestras propuestas deben cubrir las cinco áreas de interés del movimiento, adaptando cada planificación a nuestros alumnos. Tenemos que tratar que ellos se sientan protagonistas de las actividades para que surja la voluntariedad y no que el contenido esté por delante forzosamente.

La E.F. es la única materia del currículum que contempla la educación a través del movimiento y forma al alumno a partir de su propio cuerpo. Por este motivo, en la escuela tenemos que luchar para lograr enraizar la educación física en su programación y obtener la valoración por su labor. Es muy importante que el centro esté de nuestra parte ya que se requieren unas instalaciones dignas y una dedicación horaria adecuada. No podemos permitirnos realizar la práctica deportiva en cualquier lugar, ni en un lugar externo que conlleve perder tiempo durante los desplazamientos. También debemos encargarnos de combinar con el resto de asignaturas el tiempo dedicado a estos traslados y a la higiene posterior a la práctica, potenciando su transversalidad.