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La generación de plantas transgénicas resistentes a insectos o con to- lerancia hacia los herbicidas puede ser, bajo ciertas circunstancias y en contextos previamente evaluados que garanticen sustentabilidad, una al- ternativa para alimentar a millones de personas. 68 ciencia enero-marzo 2013 ste es un tema importante que fue abordado en este simposio dentro del evento Ciencia y humanismo, organizado por la Academia Mexicana de Ciencias en enero 2012. El tema ha desencadenado polémica en México, debido a que nuestro país es uno de los centros de origen del maíz y a que existe mucha desinformación sobre el tema. A continuación trataré de hacer un resumen de lo que me pareció más rele- vante. La pregunta de esta mesa: ¿la biotecnología agrícola y agroecología son com- plementarias, u opuestas? Tiene varias respuestas, según la consideremos desde el punto de vista científico, técnico o político. Es posible sostener que actualmente el enfoque adecuado para contestar la pregunta debe ser el de sustentabilidad, en particular desde el punto de vista de la seguridad alimentaria de la población mexicana. El análisis de sustentabilidad requiere integrar la interacción de los pro- cesos ecológicos, económicos y sociales, y no implica que alguna técnica se des- carte a priori bajo argumentos ideológicos. La agroecología se definió como la ciencia que estudia la agricultura desde el punto de vista ecológico. Las tecnologías agroecológicas son las prácticas que contribuyen a una agricultura ecológica, en busca del desarrollo y gestión de sis- temas agrícolas sostenibles. Así, el movimiento agroecológico busca el cambio social en la forma que producimos alimentos y en nuestra alimentación. Existe É Alejandra Bravo nn n n n nn ¿complementarias u opuestas? y agroecología, Biotecnología agrícola

Biotecnología agrícola agroecología - Revista · PDF fileLa generación de plantas transgénicas resistentes a insectos o con to-lerancia hacia los herbicidas puede ser, bajo ciertas

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La generación de plantas transgénicas resistentes a insectos o con to-

lerancia hacia los herbicidas puede ser , bajo ciertas circunstancias y en

contextos previamente evaluados que garanticen sustentabi l idad, una al-

ternativa para al imentar a mil lones de personas.

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ste es un tema importante que fue abordado en este simposio dentro delevento Ciencia y humanismo, organizado por la Academia Mexicana deCiencias en enero 2012. El tema ha desencadenado polémica en México,debido a que nuestro país es uno de los centros de origen del maíz y a que

existe mucha desinformación sobre el tema.A continuación trataré de hacer un resumen de lo que me pareció más rele-

vante.La pregunta de esta mesa: ¿la biotecnología agrícola y agroecología son com-

plementarias, u opuestas? Tiene varias respuestas, según la consideremos desde elpunto de vista científico, técnico o político. Es posible sostener que actualmenteel enfoque adecuado para contestar la pregunta debe ser el de sustentabilidad, en particular desde el punto de vista de la seguridad alimentaria de la poblaciónmexicana. El análisis de sustentabilidad requiere integrar la interacción de los pro-cesos ecológicos, económicos y sociales, y no implica que alguna técnica se des-carte a priori bajo argumentos ideológicos.

La agroecología se definió como la ciencia que estudia la agricultura desde el punto de vista ecológico. Las tecnologías agroecológicas son las prácticas quecontribuyen a una agricultura ecológica, en busca del desarrollo y gestión de sis-temas agrícolas sostenibles. Así, el movimiento agroecológico busca el cambio social en la forma que producimos alimentos y en nuestra alimentación. Existe

É

Ale jandra Bravonnnnnnn

¿complementarias u opuestas?y agroecología,

Biotecnología agrícola

una preocupación de los efectos nocivos que puede ge-nerar en el ambiente el uso de maíces transgénicos, asícomo el uso indiscriminado de productos químicos enla agricultura.

Un objetivo de la agroecología es la disminucióndel uso de agroquímicos como herbicidas, insecticidas,fungicidas, nematicidas y fertilizantes. También buscadisminuir o evitar el monocultivo, hacer un uso susten-table de recursos naturales y disminuir el efecto de laagricultura sobre la biodiversidad que existe en un lu-gar determinado. En la agroecología se pretende adaptar las tecnologías agrícolas a las constricciones ecológicas de las regiones, apoyándose en la diversi-dad biológica (desde genes hasta eco-sistemas) para desarrollar tecnolo-gías agrícolas sostenibles.

Por la otra parte, en un senti-do amplio, la biotecnología es laaplicación de tecnología en siste-mas biológicos y organismos vivoso sus derivados para crear produc-tos o procesos. Desde este puntode vista, la biotecnología agríco-la es muy amplia, ya que inclu-ye aspectos tan diversos comocultivo de tejidos vegetales, lamicro-propagación, el uso de mar-cadores moleculares para el mejo-ramiento genético, la genómica y lautilización de organismos genética-mente modificados (OGM) o plantastransgénicas, que expresan genes prove-nientes de otros organismos, adquiridos enformas que no ocurren naturalmente por cruza o recombinación natural. Sin embargo, la controversiasobre si la biotecnología es o no complementaria a laagroecología se da en la acepción más restringida decreación de organismos genéticamente modificados.En lo sucesivo, el concepto de la biotecnología agríco-la será empleado en este sentido particular.

Desde el punto de vista científico se puede decirque la biotecnología agrícola y la agroecología tienenamplias posibilidades de complementariedad. Existen ar-gumentos filosóficos y éticos que cuestionan si la bio-tecnología es natural y si los humanos tenemos derecho

a realizar cambios en el genoma, pero no sólo son difíci-les de resolver, sino que posiblemente son irresolubles.

Para seguir adelante es necesario discutir con másdetalle qué son los organismos genéticamente modifi-cados: organismos a los cuales se ha introducido unmaterial genético propio o extraño por métodos de la-boratorio que involucran el uso de técnicas de ácidodesoxirribonucleico (ADN) recombinante, o ingenieríagenética. El desarrollo de esta tecnología surgió porquela información hereditaria (los genes) de todos los organismos vivos es químicamente idéntica (están for-mados por moléculas de ADN) y funcionalmente muy

parecida. Con el desarrollo de técni-cas de ingeniería genética, la bio-

tecnología alcanzó una nueva dimensión, ya que fue posible aislar genes de un organismo y transferirlos a otro, generando así organismos genéticamente

modificados. Éstos se diseñan yconstruyen para crear una nueva ca-pacidad en el organismo receptor, la cual reside en el material genético transferido. El objetivo es ayudar a resolver problemas específicos.

El ser humano ha manipulado y modificado genéticamente a losorganismos vivos que utiliza para

su alimentación desde hace muchotiempo: las plantas desde hace más de

10 000 años, con la domesticación delmaíz, frijol, tomate, cacao, chile y otras.

También ha incidido en el mejoramiento de animales desde hace más de 5 000 años. Desde

hace cientos de años ha modificado genéticamente aestos organismos utilizando mutágenos (sustancias quecausan mutaciones), aun sin conocer la estructura delADN. Estas técnicas de mutagénesis y los organismosgenerados no fueron cuestionadas como hoy lo son los organismos transgénicos; ni siquiera se consideróque pudiesen ser nocivos al ambiente. Después de quese descubrieron efectos nocivos en los insecticidas yotros compuestos químicos agrícolas, los cuestiona-mientos en relación con su uso en agricultura han sidomás severos.

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Ciencia y humanismo

Actualmente, los organismos genéticamente modi-ficados han sido muy seriamente cuestionados en cuan-to a su potencial efecto negativo sobre el ambiente ysobre la biodiversidad, debido a que los genes extrañospueden pasar a otras especies (flujo génico) vía polini-zación cruzada. El monocultivo que conllevan tambiénha sido criticado, por su impacto negativo en la ecolo-gía y la biodiversidad.

Existen muchos genes que comparten bacterias,plantas y animales, incluyendo al humano. El 98% delgenoma humano es similar al del chimpancé, y el 40%es similar al de la mosca. En el caso de las plantas, seha demostrado que del 30 al 35% de sus genesson de origen bacteriano. Los eventosde transferencia horizontal de ma-terial genético ocurren cotidia-namente en la naturaleza, y han sido parcialmente res-ponsables de la evolución delas especies.

Los virus y las bacteriasson los principales responsa-bles del fenómeno de trans-ferencia horizontal de materialgenético. Este fenómeno ocurrecotidianamente en las bacterias,que incorporan nuevo materialgenético de diferentes organismosdel suelo, mediante el proceso llama-do transformación genética. Tambiénse ha demostrado la transferencia gené-tica de bacterias a plantas, como la bac-teria Agrobacterium tumefaciens, que trans-fiere ADN propio a plantas de tabaco. Además,las plantas tienen gran cantidad de genes de origenbacteriano proveniente de bacterias fotosintéticas quedieron lugar a los cloroplastos.

En el genoma de los organismos hay material ge-nético repetido, probablemente de origen bacteriano o viral: los llamados transposones, que representan almenos 30% del genoma humano. En maíz, los transpo-sones constituyen el 85% de su genoma. Los trans-posones son secuencias de ADN que pueden cambiar deposición en el genoma; por ello han jugado y siguen jugando un papel importante en la reorganización y

evolución de los genomas. De hecho, pueden inclusi-ve causar mutaciones de manera natural en las plantas,al transportar genes de un lugar a otro.

Otro tipo de material genético repetido es el retrovi-ral, el cual probablemente se estabilizó en los genomasmediante mecanismos de infección viral y posterior incorporación al genoma. Así, podemos concluir quela transferencia horizontal de ADN no es un fenómeno“antinatural”.

Para generar una planta transgénica existen dosmétodos principales. El primero utiliza a la bacteria A.tumefaciens, ya mencionada, la cual naturalmente in-

troduce fragmentos de ADN en plantas, con la fina-lidad de hacer que la planta produzca sustancias

llamadas opinas, que son substrato para la alimentación de la bacteria. De

esta manera, los genes que estabacteria introduce en la plantacausan la formación de tumo-res en donde se fabrican las opinas. La ingeniería genética utiliza este mecanismo de

transferencia de material gené-tico, pero en vez de introducir los

fragmentos que normalmente utilizaesta bacteria, ahora se introduce cual-quier otro fragmento de ADN, que pue-

de ser de origen bacteriano, vegetal o deotro organismo. La otra estrategia es la

introducción de ADN a las células vege-tales por medio de un sistema de bombar-

deo directo con macropartículas envueltas enADN. Éste se incorpora por un fenómeno de re-

combinación genética, mediante el que el transgén seincorpora dentro del genoma. En caso de que esta inser-ción se realice dentro de un gen que codifica para unafunción importante en la planta, es decir una funciónvital para la célula vegetal, el organismo transgénico nosobreviviría. Hipotéticamente, este mismo evento podríasurgir por inserción de un gen viral en una infeccióncon un retrovirus o por la inserción de un transposón.

El primer reporte de expresión de genes heterólogos(de otra especie) en plantas fue en 1983 (Herrera-Es-trella y colaboradores, 1983); la primera patente para la producción de plantas transgénicas fue presentada

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• Biotecno log ía agr íco la y agroeco log ía , ¿complementar ia s u opuestas?

por la Universidad de Gante, en Bélgica. Después deun litigio de cerca de 20 años y un costo de más de 25millones de dólares, la patente fue otorgada a la com-pañía Monsanto, que desarrolló plantas transgénicasresistentes a insectos o tolerantes a herbicidas que sonlas que actualmente se utilizan comercialmente en to-do el mundo, incluyendo a México. Hoy más de 134millones de hectáreas se cultivan con plantas transgé-nicas en 27 países, y los organismos genéticamentemodificados y sus productos son consumidos en más de50 países por más de 300 millones de personas.

Para seleccionar una planta transgénica se produ-cen más de 200 líneas transgénicas con el mismo gen,a fin de poder seleccionar la planta que tenga las ca-racterísticas esperadas; por ejemplo, una mayor resis-tencia a insectos. Se seleccionan mínimo 50 líneas, yse eliminan las que tengan defectos. De las 50 selec-cionadas, se escogen las 10 o 15 mejores, que presen-tan las mismas características que sus progenitoras, y seprueban en campo para examinar su productividad,tiempo de desarrollo y fenología (respuesta al clima).De las líneas evaluadas en campo, se seleccionan dos otres para hacer pruebas de campo en diferentes locali-dades, y se elige la planta que presente mayor resisten-cia a insectos sin afectar ninguna de sus característicasrespecto a las plantas progenitoras. Finalmente, se ha-cen análisis de alergenicidad y toxicidad para otros or-ganismos, antes de su aprobación para uso comercial.

La mejor manera de evitar la selección de mutacio-nes en la planta es iniciar con un gran numero de lí-neas y seleccionar aquéllas cuya inserción esté en un“sitio silencioso” que permita el correcto desarrollo de

la planta. Nunca se han comercializado plantas quemuestran aberraciones en su fenotipo: todas han sidodesechadas. Es importante mencionar que en la natu-raleza existen muchos agentes que pueden causar mu-taciones en todos los organismos vivos, incluyendo alas plantas; por ejemplo, los transposones y retrovirusmencionados anteriormente, pero también agentes fí-sicos y químicos como por ejemplo la luz ultravioleta,que pueden producir variantes con mutaciones en elgenoma.

Las plantas resistentes a insectos expresan a unaproteína de origen bacteriano (de la bacteria Bacillusthuringiensis) que destruye las células del intestino delos insectos. Esta proteína, llamada Cry, no es tóxicapara los mamíferos, y es altamente específica para losinsectos contra los que se dirige; ni siquiera es tóxicapara todos los insectos lepidópteros, dípteros o coleóp-teros del mundo. Además, es completamente biodegra-dable y se ha utilizado por más de 60 años de maneracomercial como insecticida tipo spray sin causar nin-gún daño en humanos.

Las plantas que expresan esta proteína eliminan lanecesidad de aplicar masivamente insecticidas quí-micos para contender con el insecto particular quepueden controlar. De esta manera se reducen los costosde producción y se evitan pérdidas cuando el ataque deinsectos es severo. Esta tecnología puede ser muy efi-caz y poco dañina al ambiente, ya que permite evitar el uso de insecticidas químicos. Se ha reportado que enausencia total de insecticidas, la producción agrícola sepuede ver afectada de 20 a 30% cuando hay un ataquesevero por insectos. Las toxinas Cry de B. thuringiensistambién se utilizan como insecticidas tipo spray encampos agrícolas, estrategia que no daña el ambientedebido a su alta especificidad y a que son biodegrada-bles. Sin embargo, en general las prácticas actuales uti-lizan sobre todo insecticidas químicos, que en generalson de amplio espectro de acción y resultan tóxicospara muchos organismos, incluyendo mamíferos, y sonrecalcitrantes; es decir, necesitan periodos de tiempomuy largos para degradarse.

Existen otros ejemplos de plantas transgénicas queen el futuro podrían aportar grandes beneficios a losproductores, como plantas resistentes a hongos queutilizan el gen rpi-bt1, que proviene de papa silvestre y

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Ciencia y humanismo

que disminuye el uso de fungicidas; plantas transgé-nicas resistentes a nemátodos (gusanos) mediante latransferencia del gen npr1, proveniente de la plantaArabidopsis, que permite disminuir el uso de nematici-das; asimismo, plantas tolerantes a sequía gracias a laintroducción del gen cspB, tomado de una bacteria yque codifica para una proteína chaperona de ARN queda resistencia a diferentes tipos de estrés abióticos.

El marco jurídico que existe en México en relacióncon el uso de organismos genéticamente modificadosestá integrado por el Convenio sobre la Diversidad Bio-lógica, el Protocolo de Cartagena y la Ley de Biose-guridad de Organismos Genéticamente Modificados(Bolívar y colaboradores, 2011). El uso de cualquier tec-nología tiene riesgos potenciales: el maíz Starlink, enEstados Unidos, es un ejemplo, pues se reportaron po-sibles efectos alergénicos y fue retirado del mercado. Esimportante mencionar que no se ha reportado ningúnefecto alergénico producido por los cultivos transgé-nicos que actualmente se utilizan en más de 50 paísesen todo el mundo. Asimismo, la información científi-ca disponible hasta ahora no ha mostrado daños a lasalud humana.

El objetivo de la Ley de Bioseguridad de Organis-mos Genéticamente Modificados es garantizar la pro-tección de la salud humana, el ambiente, la diversidadbiológica y la sanidad animal, vegetal y acuícola en relación con el uso de organismos genéticamente mo-dificados. El consenso es que hay que evaluar y dar seguimiento a caso por caso, con base en el cono-cimiento científico. El análisis debe contemplar losposibles riesgos por la utilización de organismos gené-ticamente modificados, pero también los riesgos de noemplearlos, que en algunos casos son muy claros, comoocurre con el uso de plantas transgénicas resistentes a insectos. El hecho de no utilizarlas hace necesarioaplicar pesticidas químicos que, como se mencionó,conllevan una gran cantidad de problemas, como con-taminación y desarrollo de enfermedades.

Existen algunas publicaciones que reportan efectosnegativos en animales por el consumo de ciertos orga-nismos genéticamente modificados. Los riesgos a lasalud se han evaluado mediante la alimentación de ra-tones y conejos con altas dosis de proteínas Cry puraso de alimentos que contienen esta proteína, sin que se

hayan demostrado efectos nocivos en estos animalesaun cuando se utilizan dosis que equivaldrían a queuna persona promedio comiera diariamente tres o cua-tro toneladas de tomates transgénicos.

Es importante que estos experimentos sean repe-tidos por otros grupos para validar sus resultados, yaque podrían existir otros factores responsables del daño,como presencia de pesticidas o herbicidas en las varie-dades analizadas. Sin embargo, de demostrarse algúnperjuicio debido a algún organismo genéticamente mo-dificado, habría que cancelar el uso del mismo. A lafecha no se ha cancelado el uso de los organismos ge-néticamente modificados resistentes a insectos o tole-rantes a herbicidas que se usan en todo el mundo, yque se han usado de manera intensiva por varios años,por lo que se continúa su utilización y su consumo.

Es importante tener en cuenta que el genoma de losorganismos tiene una gran plasticidad, que le da capa-cidad de reorganización y de transferencia horizontalde ADN como un fenómeno natural, que resulta du-rante la infección de bacterias o de virus. Por ello, laposibilidad de que un gen, incorporado en plantas me-diante técnicas de ingeniería genética que da resisten-cia a insectos pueda generar una catástrofe ecológica,es difícil de entender. Aquí quisiera enfatizar que cadacaso debe ser estudiado con cuidado, ya que otrosgenes introducidos en una planta particular podríanser diferentes.

Es claro que si un objetivo de la agroecología es disminuir el uso de agroquímicos como insecticidas,fungicidas y nematicidas, y permitir una agriculturamás sustentable que optimice el uso de los recursos

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• Biotecno log ía agr íco la y agroeco log ía , ¿complementar ia s u opuestas?

naturales como el agua, entonces la biotecnología agrícola, entendida como el uso de plantas transgéni-cas, podría ser complementaria a la agroecología.

Los análisis de sustentabilidad del maíz transgénicoen el mundo indican que podría representar eficienciaproductiva, con posible reducción del uso de insectici-das si se usan plantas resistentes a insectos, pero conincremento en el uso de herbicidas si se usan plantastolerantes a éstos, lo cual podría generar otros efectosderivados del uso de glifosato y la generación de resis-tencia en malezas, además de los posibles efectos no-civos en humanos producidos por este herbicida. Eluso de organismos genéticamente modificados podríapresentar un incremento en el número de insectos be-néficos no susceptibles a las toxinas Cry, insecticidasnaturales utilizadas en estas plantas, pero también ge-neraría resistencia en insectos hacia las toxinas Crypresentes en los transgénicos (Franke y colaboradores,2011).

Actualmente, las variedades transgénicas disponiblesno tienen un aumento intrínseco de rendimiento enpaíses desarrollados, aunque sí generan una reducciónde costos. Por otro lado, en el caso de nuestro país,existen externalidades (monitoreo, control de movi-miento de semilla y otros) que aparentemente tendránque ser pagadas socialmente. Carecemos de claridad

legal respecto a las responsabilidades en casos de dis-persión inadvertida, y el grupo de agricultores que sepueden beneficiar pudiera ser reducido. Todos estos aspectos deben tomarse en cuenta. Las “tecnologíasagroecológicas” tampoco son necesariamente de apli-cación generalizada a cualquier condición, y podemosencontrar prácticas con sustento científico endeble yhasta inexistente. Desde el punto de vista técnico, lacomplementariedad de la biotecnología y la agroecolo-gía no es generalizada, y requiere análisis específico delos casos.

Como tecnologías, no es posible darle carta blancaa la biotecnología agrícola ni a la agroecología; am-bas deben ser evaluadas en sus aplicaciones específi-cas para determinar su contribución, o falta de ella, ala sustentabilidad. Las posibilidades de aplicación de labiotecnología son increíblemente amplias, y es prác-ticamente imposible que todas las aplicaciones seanbenéficas para la sustentabilidad. Aplicaciones que enalgunos países o regiones tienen sentido, en otras con-diciones pueden no tenerlo. En México, el maíz trans-génico está en esta situación: la importancia de los recursos genéticos nativos, el manejo de las semillas,sus formas de uso y la historia e importancia social delcultivo introducen condiciones distintas al resto de los países, que requieren ser consideradas en su espe-cificidad. Es por eso que en la Ley de Bioseguridad deOrganismos Genéticamente Modificados y en su Re-glamento se propone analizar caso por caso.

Es en los aspectos sociales y políticos donde la con-troversia se torna áspera, y donde la complementariedaddesaparece. En México la controversia y disputa por lasiembra de maíz transgénico ha adoptado característicasde imposición autoritaria. Del lado del discurso pro-transgénico se busca despolitizar el debate moviéndolosólo al ámbito científico. Por otro lado, el control casicompleto de la agenda biotecnológica y de los derechosintelectuales por las corporaciones multinacionales,con las instituciones públicas prácticamente subordina-das a ellas, no sugiere sustentabilidad de largo plazo. Porsu parte, la prensa exagera los riesgos, creando percep-ciones públicas mal informadas. Los efectos a largo plazoson desconocidos; sin embargo, el monocultivo tambiénafecta a la biodiversidad, y su uso no ha sido severamen-te criticado. Ya existe la percepción de que científicos

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Ciencia y humanismo

E n M é x i c o l a c o n t r o v e r s i a y d i s p u t a

p o r l a s i e m b r a d e m a í z t r a n s g é n i c o

h a a d o p t a d o c a r a c t e r í s t i c a s d e

i m p o s i c i ó n a u t o r i t a r i a …

P o r o t r o l a d o , e l c o n t r o l c a s i

c o m p l e t o d e l a a g e n d a b i o t e c n o l ó g i c a

y d e l o s d e r e c h o s i n t e l e c t u a l e s

p o r l a s c o r p o r a c i o n e s m u l t i n a c i o n a l e s ,

c o n l a s i n s t i t u c i o n e s p ú b l i c a s p r á c t i c a m e n t e

s u b o r d i n a d a s a e l l a s , n o s u g i e r e

s u s t e n t a b i l i d a d d e l a r g o p l a z o

de instituciones públicas actúan como voceros de lascompañías biotecnológicas y se alían con éstas en con-tra de la sociedad civil. Esta percepción no es correcta,y pudiese tener efectos contraproducentes. Esto ya co-mienza a suceder, al confundirse los transgénicos conlos híbridos convencionales. El problema principal esla pérdida de confianza en los biotecnólogos y los cien-tíficos en general. Si la disputa continúa en los tér-minos actuales, existe el riesgo de que esta visión se extienda.

La disputa entre las plataformas discursivas de losbiotecnólogos y el movimiento agroecológico se inscri-be en términos ideológicos que no parecen tener puntode acuerdo. El rechazo generalizado a toda la biotec-nología por parte del movimiento agroecológico estambién un ejemplo de lo anterior. Continuar con lassiembras de maíz transgénico en medio de un amplio

rechazo social de agricultores y otros grupos socialestambién es ejemplo de lo anterior. Es posible caracteri-zar conflictos de interés en las posiciones y argumentosde ambos discursos, más preocupados por llevar ade-lante su agenda que por el bien común de los mexica-nos. Nos arriesgamos a que amplios grupos socialespierdan confianza en los científicos, al percibirlos co-mo aliados de las compañías agroindustriales. La bio-tecnología requiere, en particular, mayor sensibilidaden aspectos sociales, y su regulación necesita incorpo-rar procesos democráticos si se busca tener una acepta-ción social menos impugnada. Se requiere una legis-lación que permita el control democrático y libertadde decisión del público en cuanto a la selección de susalimentos.

La agricultura es un proceso que requiere de un con-junto de técnicas; ninguna es suficiente en sí misma.

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• Biotecno log ía agr íco la y agroeco log ía , ¿complementar ia s u opuestas?

Como ciencias, ambas disciplinas, la biotecnología y la agroecología, tienen el gran potencial de ser com-plementarias para buscar la sustentabilidad de la agri-cultura.

No hay una sola tecnología que por sí misma re-suelva la seguridad alimentaria del país. La biotecno-logía agrícola no es innatamente buena o mala. Tieneel potencial de mejorar la actividad agropecuaria y deproteger el ambiente, pero el reto es desarrollar, prove-er y manejar la biotecnología en beneficio del ser hu-mano protegiendo la biodiversidad y el ambiente.

Se requiere de una sociedad bien informada quepueda analizar todas las alternativas tecnológicas paracontender con los problemas específicos y con las demandas de producción. Se requiere además de un de-cidido apoyo a la comunidad científica para poder evaluar y aprovechar todas estas tecnologías disponi-bles. La concentración excesiva de inversión en bio-tecnología, en menoscabo del resto de las tecnologíasnecesarias para la agricultura, puede producir retro-ceso en lugar de avance. La inversión debe hacerse enproyectos de los dos lados.

Es importante realizar investigacióncientífica interdisciplinaria sobre lostransgénicos para realmen-te entender las res-puestas que los trans-genes podrían generaren la planta, y que noson evidentes. Se hadebatido sobre los pro-blemas de coexistencia deorganismos genéticamentemodificados junto con plantas nativas,y de la posibilidad de contaminacióngenética vía polinización cruzada. Los maíces nativos de México son do-minantes en el centro y sur del país, perotambién los hay en el norte. No cono-cemos si los transgenes pudiesen tener interacciones genómicas negativas con losfondos genéticos de las variedades nativas de Mé-xico. Existen estudios de simulaciones con mode-los computacionales que muestran que lacontaminación en plantas no modifi-

cadas puede ser un problema serio para la biodiversi-dad si se adoptara el uso de organismos genéticamentemodificados de manera excesiva y sin control de fron-teras con las plantas nativas (Belcher y colaboradores,2005). Sin embargo, también existen estudios experi-mentales en los que se muestra que el flujo génico me-diado por polen en maíz puede reducirse a niveles muybajos si se toman precauciones como el desfase en lasincronización de la floración y con una cierta distan-cia; así, en España se demostró que 10 días de desfaseen la floración y 25 metros de distancia reducen signi-ficativamente el flujo génico en campos experimenta-les (Messeguer y colaboradores, 2006). Este tipo de es-tudios deberían ser realizados en nuestro país, dondelas condiciones ambientales son diferentes.

También es importante incorporar estudios socialesy económicos del uso de esta tecnología, tomando encuenta aspectos bioéticos y sociales, así como los posi-bles beneficios a los agricultores. La adopción de labiotecnología agrícola implicaría cambios en el mane-jo de semilla, ya que no se podría utilizar la semilla ob-

tenida por los productores, y esto es algoque no es fácil de cambiar, ya que ha for-

mado parte de las prácticas de los pe-queños productores por

generaciones. En Mé-xico, 70% del área de cultivo de maíz está

asignada a pequeños y medianos productores

en comunidades indígenas y ejidos. Actualmente, 25%

del maíz en México se siem-bra con semillas comerciales, y 75% essemilla de la cosecha de los agricultores.Esto complica mucho la aplicación de

técnicas biotecnológicas, al restringir elmovimiento de semillas. Existe incertidum-

bre sobre los efectos de la coexistencia demaíces, así como de efectos en la res-ponsabilidad legal y económica que pu-

dieran inclusive afectar el empleo y salario familiarpara quienes no adopten la tecnología. Se debe

evaluar el costo de la tecnología contra losbeneficios para estos agricultores. En India

76 ciencia • enero-marzo 2013

Ciencia y humanismo

y Sudáfrica han reportado efectos benéficos en cuantoa producción y reducción de uso de insecticidas. EnMéxico también, ya que el algodón transgénico ha ge-nerado ganancias en productividad y reducción sig-nificativa del uso de insecticidas químicos (Traxler yGodoy-Ávila, 2004). Después de 10 años de uso de es-ta tecnología, se ha demostrado que la principal plagadel algodón, el gusano rosado, ha sido suprimida en lazona algodonera del norte del país. Éstos son datosalentadores, pero cada caso debe ser tomado con mu-cha precaución, y todos los elementos deben ser anali-zados. México podría desarrollar sus propias variedadestransgénicas buscando contender con problemas de in-sectos que son particulares de nuestro país, así comooptimizar el uso de terrenos desérticos y de recuperartierras contaminadas.

Se requiere que los legisladores y responsables delas áreas administrativas cuenten con información ac-tualizada sobre el tema y con la asesoría de personaltécnico para poder tomar decisiones sobre la libera-ción de transgénicos de acuerdo con la Ley de Biose-guridad de Organismos Genéticamente Modificados yde su Reglamento.

Aún es necesario desarrollar investigación sólida yoriginal en agroecología y en biotecnología. Para estoes indispensable tener una estructura nacional de inves-tigación agrícola de primer nivel, y complementarlacon mecanismos eficientes de extensión y distribuciónde los productos de investigación.

Alejandra Bravo es doctora en investigación biomédica básica

por el Instituto de Biotecnología de la Universidad Nacional Autó-

noma de México (UNAM) e investigadora del mismo. Su especialidad

es el estudio del mecanismo de acción de las proteínas insectici-

das producidas por Bacillus thuringiensis .

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enero-marzo 2013 • ciencia 77

• Biotecno log ía agr íco la y agroeco log ía , ¿complementar ia s u opuestas?

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