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Noviembre, 2010. Bilbao Núm. 14 D.L.: 1278-07 · ISSN: 1886-5437 de la Sociedad Filarmónica de Bilbao El oletín b

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Noviembre, 2010. Bilbao Núm. 14D.L.: 1278-07 · ISSN: 1886-5437

de la Sociedad Filarmónica de Bilbao

El oletínb

Ante el Árbol de Gernika. De izq. a dcha.: no identificado, Juan Carlos de Gortázar,

Mathieu Crickboom, Lope de Alaña, Javier Arisqueta y no identificado.

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Sociedad Filarmónica de Bilbao

presentación

ESTE NÚMERO, decimocuarto de nuestro Boletín, nace cerca ya de las fiestasna videñas. Con este motivo queremos felicitar a nuestros socios y amigos y

esperamos que con el nuevo año se renueven los deseos de todos, incluyendo a losque no nos leen, de que éste sea un año de felicidad, lleno de buena música.

Comienza con un artículo sobre la situación de la educación musical en nuestropaís que, como todos sabemos, tiene muchas carencias. ¿Qué futuro musical nosespera si la educación de la próxima generación es tan precaria?

El piano en la música de cámara es otro trabajo en el que se destaca la gran vin-culación que tiene nuestra Sociedad con la música de cámara, en este caso referidaa las obras con piano.

La programación de una sonata para violín y piano de Enescu por Ilya Gringoltse Itamar Golan da lugar a dedicar un recuerdo al músico rumano ya que este artis-ta, además de ser un gran compositor, participó varias veces en los conciertos de laFilarmónica como el célebre violinista que fue.

La semblanza histórica está dedicada esta vez al recuerdo del compositor XavierMontsalvatge, socio de honor y entrañable amigo nuestro. Con motivo de la inter-pretación de sus mundialmente famosas Canciones negras por Nancy Fabiola Herreray Rubén Fernández, el autor del escrito se centra en esta obra imperecedera.

La entrevista está protagonizada por el director canadiense Yannick Nézet-Séguinque nos ofreció con la Chamber Orchestra of Europe un concierto memorable.

Por último, la programación detallada del segundo trimestre de la temporada2010/11 y unas notas que pueden ser de interés para nuestros socios cierran estenúmero.

¡Que pasen unas felices fiestas!

Asís de AznarPresidente de la Sociedad Filarmónica de Bilbao

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¿Por qué hay tan poca gente joven en losconciertos de música clásica de nuestro país?

CUANDO LOS PROMOTORES de mú -si ca clásica intentamos captar el in -

te rés del público joven siempre surge lamis ma pregunta ¿por qué resulta tan di -fí cil? Sin duda, no se trata de una cues-tión de precios, ni de variedad respectoa la oferta en las formaciones y en lospro gramas, más bien nos enfrentamos alos prejuicios y al gran desconocimien-to existente respecto a la música clásica.

¿Cómo puede interesar a un adolescenteacudir a un concierto si su única for ma -ción se limita a las pocas clases de músi-ca que recibe en el colegio? Ex pli car a unalumno de secundaria que la va riedad ycantidad del repertorio es tal que aunqueno le guste una Sinfonía de Shos ta ko -vich, le puede gustar una So nata parapia no de Chopin o un aria de Puccini escomo pretender que comprenda las dife-rencias entre la mú sica regional deYunnan y Man chu ria.

La escasa educación musical que se reci-be en el País Vasco durante la ESO(edu cación secundaria obligatoria) y elba chillerato tiene mucho que ver conto do esto. La enseñanza musical de laESO (alumnos de 12 a 15 años), segúnel horario de referencia del Depar ta -men to de educación del GobiernoVasco (www.hezkuntza.ejgv.euskadi.net)se reduce a 1 hora semanal en 1º y a 2horas en 3º. En 2º, la música es sustitui-da por la asignatura de Educación parala ciudadanía y los derechos humanos,por lo que los alumnos interrumpen unaño su “educación musical” ¿Se imagi-

nan que un colegio ofertara una hora declase semanal de inglés o que duranteun curso no se diera clase de matemáti-cas porque ese año no toca? A partir deen tonces, la situación es aun peor y lamú sica se convierte, exclusivamente, enuna asignatura optativa. Continuandoen la misma línea, nuestra universidadno oferta estudios superiores de músicani tiene una orquesta como la mayoríade las universidades europeas.

Si la educación de cada país es reflejode su sociedad, resulta evidente que lanues tra no demanda para nuestros hijosla enseñanza de la música. La mayoríade los padres prefieren que sus hijosaprendan más matemáticas, inglés,prac tiquen muchos deportes… a costade dejar de lado las enseñanzas artísti-cas como la música. El que quiera estu-diar música que se lo pague aparte. Enrealidad tendríamos que estar orgullo-sos del milagro que supone que, reci-biendo una hora semanal de clase, aunquede algún alumno interesado en acu-dir a un concierto o en matricularse enuna escuela de música.

Comparando esta situación con la deotros países europeos, llenos de recono-cidos científicos, médicos, políticos yabo gados políglotas, resulta sorpren-dente que todos ellos ofrezcan una ma -yor formación musical y artística en supro puesta escolar. Su sistema educativoestá planteado de tal forma que hay es -pa cio para las ciencias, los idiomas y losdeportes sin detrimento de las artes.

opinión

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To mando como ejemplo el caso de Rei -no Unido, la asignatura de música esobli gatoria desde los 5 a los 15 años.Así se comprende que, por ejemplo,exis ta un festival de música clásica tanpopular como los Proms del Albert Hallen los que, además de venderse todas lasentradas, muchos asistentes acudan conlas partituras correspondientes al pro-grama para poder seguir mejor los con-ciertos. Un caso llamativo es el de susdos colegios más elitistas, Eaton y Ha -rrow, responsables de educar a algunosde los hombres más importantes de lahistoria desde hace seis siglos. Ademásde contar todos los cursos con las asig-naturas de música y tecnología musicalde forma obligatoria y de ofrecer mu -chas posibilidades extraescolares depar ticipación en coros, ensembles, or -ques tas… dan tanta importancia a lamú sica que una de las pocas maneras dere bajar la impresionante cuota anualque pagan sus alumnos es la de obteneruna beca como músico ¿Por qué ese in -te rés en la formación musical de sus

alumnos? ¿Qué habrán visto ellos queno acabamos de ver nosotros?

Su objetivo no es el de formar a grandesso listas. Para eso están los colegios es pe -cia lizados en música. Se trata más bien defo mentar y ser conscientes de las ventajasque a cualquier edad proporciona la prác-tica de toda actividad artística. La músicaes una fuente de creatividad y medio deex presión personal que afecta directamen-te al crecimiento intelectual y emocionalde las personas. Igualmente desa rrolla al -gunos valores como la autodisciplina y eltra bajo en equipo. Además, los que man -te ne mos una relación con la mú si ca, yasea como intérprete u oyente, sa be mosque, por encima de todo esto, se en cuen -tra el inmenso placer de disfrutar de ella.

Quizá no estaría mal imitar al resto deEuropa y empezar desde el principio,invirtiendo más y mejor en la educaciónmusical de nuestros hijos porque si no,a este paso, ni segundo centenario de laFilarmónica, ni cuatro representacionesde ABAO, ni dos orquestas…

P. S.

Orquesta de la Academia Vizcaína de MúsicaEl segundo por la derecha (sentado en el suelo) es Jesús Guridi y

el primero por la izquierda (de pie) Sixto Osorio

EN EL SIGLO XVIII, con la aparicióndel piano como instrumento musi-

cal doméstico, especialmente con laapor tación de Mozart, aunque hubootros maestros que también tuvieronim portancia en su desarrollo, la músicade cámara destacada fue la sonata parapiano con acompañamiento de violín,género en el que el salzburgués llegó aescribir cerca de 30 obras. En las últi-mas, la parte de violín adquirió mayorrelevancia que en el caso de las prime-ras. Con Beethoven la forma se trans-formó en sonata para violín y piano,mo dalidad que a partir de entonces fueseguida por la mayoría de los músicosde los siglos XIX y XX. Emparentadascon estas piezas son las que conocemoscomo trío, cuarteto y quinteto conpiano con tres y cuatro instrumentos decuerda. El trío para piano, violín y vio-lonchelo fue uno de los favoritos deHaydn que escribió unos 45, Mozart yBeethoven media docena cada uno. Loscompositores posteriores que escribie-ron tanto para músicos profesionalescomo aficionados favorecieron la es -truc tura de cuatro movimientos, comolos utilizados en las sinfonías: rápido,lento, minueto-scherzo, rápido. Estemo delo prevaleció en los cuartetos yquin tetos con piano, pero la más im -por tante de todas estas modalidades

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EL PIANO en la música de cámara

fue el cuarteto de cuerda para dos vio-lines, viola y violonchelo. Haydn no fueexac tamente el primer compositor decuartetos pero sí quien desarrolló el gé -ne ro de tal forma que hoy se le tiene co -mo su auténtico creador.

Entre las variadas formas de la músicainstrumental de cámara, como más im -portante, además del cuarteto de cuer da,fi gura el cuarteto con piano, (pia no, vio -lín, viola y violonchelo). Re la cio na doscon ellos existen muchos cuartetos queen el siglo XVIII solían reemplazar unode los violines por un instrumento deviento, con preferencia el oboe, la flautao el clarinete y que ha sido fuente debellísimas composiciones. Tam bién hasido práctica frecuente la formación decuartetos de viento con piano pero estamodalidad no resulta tan adecuada comola de instrumentos de cuerda y piano.

El cuarteto con piano, que en la presen-te temporada podremos escuchar envarias ocasiones, se relaciona con el con-cierto para teclado y también con elacompañamiento en las sonatas. Mu chosconciertos fueron publicados de for maque pudiesen ser interpretados co moquintetos de cuerda y piano, prác tica quehemos tenido ocasión de es cuchar envarias ocasiones en nuestra Sala, como hasido el caso de algunos de los conciertospianísticos de Mozart.

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La formación de quinteto con piano hasido utilizada por grandes maestros co -mo J.C. Bach, Giardini y otros. A esterespecto puede recordarse los interesan-tes Quintetos para clave del PadreSoler, de 1776. En el periodo románti-co la aportación de quintetos con pianofue menor que en tiempos pasados, aúnasí existen obras maestras de Brahms,Dvorák, Franck, Fauré y v. Dohnányientre otros. En el siglo XX acaso el másimportante quinteto con piano lo firmaShostakovich.

En la larga historia de la Sociedad Fi -lar mónica de Bilbao, con su dedicaciónpre ferente a la música de cámara, la for-mación de cuarteto ha gozado de aten-

Trío con piano de Berlín (1904)

ción especial. En su forma más clásicade cuarteto de cuerda o como cuartetode cuerda con algún instrumento solis-ta como el piano y otras combinacionesde parecidas características como quin-tetos, sextetos, tríos, etc. participarondesde el inicio de sus actividades musi-cales. En el primer año de andadura,1896, en el tercer programa de tempo-rada se interpretaron: Trío con pianoOp. 1, nº 3 de Beethoven y Cuartetocon piano K.V. 478 de Mozart. Estosconciertos camerísticos ni mucho me -nos son los únicos pero sí una de lasbases fundamentales en la fecundaselección de cámara de nuestra So cie -dad. Precisamente, abundando en esta

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frutos excelentes de esta música de “laintimidad”; presentarán dos tríos deHaydn, el primero y único del casi olvi-dado Korngold, el segundo de Shos ta -ko vich y los dos bellísimos de Men -delssohn. El último concierto de estascaracterísticas, conjunto de cuerda conpiano está bien representado por el ex -traor dinario Cuarteto Takacs que, ade-más de un cuarteto de Haydn, otro deSchu bert, ofrece el célebre Quintetocon piano y contrabajo “La trucha” delmismo autor vienés.

K. E.

sugestiva práctica de programas, estatem porada tenemos ocasión de escu-char un buen número de obras escritaspara este tipo de formaciones, que co -menzó el jueves 21 de octubre con laac tuación del Cuarteto con piano Mo -zart de Berlín que, junto a piezas dePen derecki y v. Dohnányi, probable-mente como estreno en España ofrecióla ocasión de escuchar una obra de ju -ven tud de Schumann: Cuarteto en dome nor, WoO.32 con el que se continuala presencia de música del genial ro -mán tico alemán en conmemoración delbicentenario de su nacimiento y que ya,en el primer concierto de la presentetemporada, tuvo atención especial conel programa monográfico con tres bellí-simas aportaciones de sus ciclos de lie-der op. 74, 138 y 101. El 13 de enerootro conjunto de las características quenos ocupa, Trío con Piano Brahms deViena con dos artistas invitados, Ver ni -kov, violín, Power, viola, presentarán elTrío con piano nº 2 de Brahms , elQuin teto con piano op. 51 de Arenskyy el Cuarteto con piano op. 47 deSchu mann que encantó a su esposaClara, “fresco y juvenil como un primertra bajo” fue su comentario. El 19 defebrero, los Solistas de Cámara de SanPe tersburgo interpretarán tres significa-tivos quintetos con piano del siglo XXfirmados por B. Bartók, M. Rozsa y E.v. Dohnányi.

La formación trío con piano es, comose ha comentado, uno de los anteceden-tes del cuarteto con piano y desde lamitad del siglo XVIII ha sido una delas formaciones favoritas en la músicade cámara. El Trío Parnassus los días 13y 14 de abril dará ocasión de apreciar

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ENESCUun revolucionario sin el ceño fruncido

George Enescu (1931)

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YEHUDI MENUHIN dijo en su díaque el siglo XXI sería el siglo del

“es píritu de Enescu”. Ya estamos en elsiglo XXI, ¿pero dónde está ese “espíri-tu de Enescu”? ¿Quién es George Enes - cu para el músico, el aficionado de hoy?¿El recuerdo del violinista virtuoso sinapenas grabaciones discográficas quetestimonien su grandeza? ¿El prodigiode precocidad, equiparable sólo a la deMozart o a la de Mendelssohn, pa ra elGuinness de los Récords? ¿El nom bredel maestro de maestros de la interpre-tación violinística: Ferras, Gru miaux,Gitlis, Neveau, el propio Me nu hin? ¿Ola figura del creador, en fin, de obrasúnicas, de sorprendente originalidad,belleza radiante y profunda musicali-dad, que rara vez visitan sin embargo lassalas de conciertos?

La precocidad de Enescu en el dominiodel arte del violín está documentada enexitosos recitales dados en Viena con nomás de doce años, pero se manifestóigual mente a través de la composición.La célebre Rapsodia rumana nº 1, que esprác ticamente la única de sus obras pre-sente en el repertorio de las orquestas,fue escrita en 1901, cuando no contabamás de veinte años de edad. Pero es quepara entonces había compuesto ya unbuen puñado de títulos, alguno de loscuales de una maestría incuestionable,como el Octeto para cuerdas, por ejem-plo, que interpretarán en la Filarmónicalos cuartetos Prazak y Talich el 14 denoviembre de 2012 . Obras, al igual quela Primera sinfonía que habría de ve nirmuy poco después, que denotan no sóloun excepcional dominio de los re cur sosdel oficio, sino además un instinto y unainteligencia musicales de pri mer orden,

capaces de sortear asombrosamentecual quier rasgo de academicismo.

Y es también en plena juventud, en1903 –el maestro había nacido en1881–, cuando ve la luz una pieza declarividente novedad, que desde su sen-cillez conceptual sacude sin acritud ycon una sonrisa en los labios, sin ese ce -ño fruncido característico de las futurasvanguardias, los principios mismos dellen guaje musical vigente hasta el mo -men to. Bajo la piel de cordero de unapá gina amable, la Primera suite apunta unreplanteamiento de los conceptos me -ló dicos, armónicos, formales y or ques -ta les desde dentro, es decir, desde lapro pia música, sin mediar fundamentoteórico alguno, que en el fondo, en últi-ma instancia, no deja de ser siempre al -go extramusical. La suerte estaba echa-da, y desde ese momento, el pensamien-to musical de Enescu iniciará un cami-no de ascesis en que irá depurándosepro gresivamente para tomar cuerpo enpartituras de una originalidad cada vezmás inaudita; músicas que no se pare-cen mas que a sí mismas. El pianísticoCarillón nocturno, la Tercera suite orquestal,la ópera Edipo, la Tercera sonata, “en estilopopular rumano”, para violín y piano –unajoya que escucharemos en nuestra So -cie dad el próximo 3 de marzo, a travésde Ilya Gringolts e Itamar Golan–, elSe gundo cuarteto de cuerda, la Sinfonía de cá -ma ra... son todas ellas obras maestrasque se inscriben entre lo mejor que lamúsica nos ha legado en el siglo pasado.

El nombre de George Enescu se asociade inmediato con Rumanía, su tierrana tal. Y es cierto, desde luego, que es elmúsico rumano más importante de to -dos los tiempos. Pero esta considera-

ción no ha hecho sino perjudicar laapreciación de su arte, que es muchomás que una mera expresión de nacio-nalismo. Música, la suya, genuinamenterumana, que toma el folclore para tras-cenderlo y arribar a las raíces más hon-das del hecho musical, del mismo modoque las fuerzas que dirigen su discursollegan también mucho más allá de losesquemas formales que lo sustentan.Enes cu –que visitó como violinista entres ocasiones la Sociedad Filarmónicabilbaína– es un caso impar en la histo-

ria de la música, un creador sin antece-dentes ni consecuentes, que no ha sidoaún, más de cincuenta años después desu muerte, acaecida en 1955, compren-dido en toda su magnitud. Y si no lo hasido es precisamente por salirse de todosistema, de toda corriente estética, detodo estilo que no sea el suyo propio,de toda retórica, de todo lugar común.Un creador puro, profundo, comopocos lo han sido.

C. V.

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Observarán los lectores en este programa de la Filarmónica que el apellido de Enescu está escrito Enesco. Esto es debido a que al trasladarse a vivir a París,

cambió su apellido por la dificultad de pronunciación de la u francesa.

Cinco Canciones negras de

Xavier Montsalvatge

recuerdo

EL NOMBRE Y LA MÚSICA de XavierMontsalvatge han estado unidos a

la vida de nuestra Sociedad Filarmónicadesde el mes de abril de 1952 en el que,en la voz extraordinaria de Nan Me rri -man, se escuchó por vez primera su“Can ción de Cuna para dormir a unne grito”, hoy tan famosa y celebrada. Elestreno había tenido lugar sólo sieteaños antes en el Ateneo Barcelonés, enun recital ofrecido por la soprano Mer -cé Plantada con el pianista Pere Vall ri -be ra. A lo largo de los años, los lazos deamistad entre la Filarmónica y el com-positor gerundense fueron gradualmen-te estrechándose, y la amistad haciéndo-se profunda, un devenir nada difícil conuna personalidad tan entrañable comoXavier Montsalvatge, y en noviembrede 1975 nuestra sociedad fue honradacon el estreno absoluto de su Con cer ti -no 1+13, interpretado por la Orquestade Cámara de Londres, bajo la direc-ción de Adrian Sunshine. En 1996,cuan do la Sociedad Filarmónica cele-bró orgullosa su primer centenario,nom bró a Xavier Montsalvatge, con to -do merecimiento, Socio de Honor. Suca tegoría como compositor, mundial-mente reconocida, sólo podía ser igua-lada por sus cualidades humanas, abso-lutamente extraordinarias. Mont sal vat -

ge ha dejado en sus Papeles Auto bio -grá ficos una narración amena y detalla-da de la gestación de las “Cinco Can -cio nes Negras”, que comenzó siendouna –la Canción de cuna– luego fuerontres, y finalmente la colección se cerrócon las cinco que conocemos. MercéPlan tada, era una cantante muy estima-da en Barcelona, “con una voz mórbida,de alto vuelo lírico cautivador” –cuentaMont sal vat ge– “Me sentí orgulloso deque me pidiera una obra para su pro-grama y empecé a pensar el tema quepodía escoger... cuando vino a mis ma -nos un librillo del escritor uruguayoIdel fonso Pereda Valdés, La guitarra delos negros, que reúne varios poemas so -bre las gentes de color, muy bellos, bas-tante influidos por Lorca pero conacentos propios del costumbrismo co -lo nial. Indagué qué otra cosa podía co -no cer de este poeta y conseguí un libropre cioso del cubano Emilio Ballagas, elMa pa de la poesía negra americana, quees una verdadera antología de los mejo-res textos poéticos que sobre los negrosse han escrito en el Norte, Centro y Su -da mérica y quedé prendado por uno delmismo Pereda Valdés, la Canción de cu -na para dormir a un negrito, exacta-mente la letra que necesitaba para una“berceuse” a propósito para el estilo

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vocal de la Plantada. La escribí, cosarara, sin es fuerzo. Le gustó mucho ytanto a ella co mo a mí nos sorprendióla sincera emo ción que despertó en elauditorio.” Este éxito inicial animó alcompositor a escribir otras melodíassobre el mismo tema, y pensó que lanana podía ir precedida y seguida deotras canciones que formasen un con-junto orgánico. Consi deraba que la ber-ceuse exigía una melodía preparatoriavigorosa y, para terminar, otra viva y ale-gre. En el libro de Emi lio Ballagasencontró las rimas de Ni colás Guillen,

un cubano de raza ne gra, cuya poesíatenían una intensidad dra mática y oscu-ra, en palabras de Nés tor Luján, y sesintió especialmente atraí do por el textode Chévere, que en el vocabulario anti-llano significa ma tón ele gante, y al queaplicó, disfrazado, el tema de un coralluterano. Dedicó Ché ve re al musicólogoportugués Santiago Kast ner, que habíaescrito una biografía de FedericoMompou y varios artículos elogiosossobre el propio Monsalvatge. Otra poe-sía de Guillen, Canto negro, fue la ins-piración perfecta para la última pieza,

Xavier Montsalvatge

“de ritmo fragoso combinado con unaeufonía onomatopéyica a ma nera derumba cubana”, que dedicó a PierretteGargallo, hija única del ínclito escultoraragonés y escultora ella mis ma, “a laque me unió una buena amis tad”.

“Cuando ya daba por concluso estetrián gulo lírico” –sigue narrandoMont salvatge– “Néstor Luján, hablan-do de los negros americanos, me dio aco nocer unos versos suyos afines a losque yo había escogido: su Punto de ha -ba nera (siglo XVIII). No dudé un mo -mento en incorporar el poema a losotros tres y escribí una música ingrávi-da, tenue de acuerdo con el poder evo-cador del texto. La dedicatoria corres-pondió a Lola Rodríguez de Aragónque ya se había interesado por mi obray que en el futuro haría que se interesa-ran por ella sus numerosas discípulas,entre las que se encontraba Teresa Ber -gan za quien ha dado de las CancionesNegras interpretaciones subyugantes.

Pe ro “el carácter de este Punto de haba-nera (cuya música es en realidad unritmo de guagira) descompensaba elcon junto y me obligó a buscar unaquinta canción. No tardé en decidirmepor los nostálgicos versos de Rafael Al -ber ti Cuba dentro de un piano, idealespara iniciar el ciclo. Fue, en cambio, aes te texto al que apliqué el ritmo de ha -ba nera. La idea me vino al darme cuen-ta que parte de la letra

Mulata vuelta bajera,dime dónde está la florque el hombre tanto venera...

conjugaba con “El Abanico”, una po -pu lar habanera aprendida de los pesca-dores en la Costa Brava, inefable, con su

punto de mixtura catalana... Me gustódedicar Cuba dentro de un piano aCon chita Badía, otra de las primerascan tantes que me animó demostrándo-me que creía en mi obra”.

Las Canciones Negras fueron estrena-das con gran éxito por Mercé Plantadasó lo una semana después de ser escritasen otro recital celebrado en el AteneoBarcelonés. Este nuevo triunfo animó alcompositor a orquestar la parte pianís-tica, con un resultado brillante. GerardoDiego, poeta y músico, escribió un artí-culo que Montsalvatge, en su habitualmodestia, calificó de ditirámbico. Elpoe ta-crítico consideraba la nueva par-titura “una música tierna, de exquisita eirónica poesía, maravillosamente colo-reada con las más suaves tintas de unaor questa desvanecida. Auguramos a es -tas canciones la más rápida y elevadapo pularidad entre las mejores de cual-quier país.”

Y así fue, efectivamente. El propioMont salvatge confesaba que “si unaobra he compuesto que haya tenido lasuer te de hacer camino rápido y ascen-dente para ser conocida mundialmente(me excuso por la vanidad que se mepuede atribuir por estas afirmaciones)ésta es el conjunto de Cinco CancionesNegras que, sin embargo, antes de quese difundieran profusamente debieronpasar por variadas peripecias”.

Durante el mes de abril de 1986 la So -cie dad Filarmónica quiso ofrecer unme recido homenaje a Xavier Mont sal -vat ge que el año anterior había recibido

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el Premio Nacional de Música. Esteho menaje se desdobló en dos partes–los días 14 y 15– y tuvo también dosescenarios. El primer día Montsalvatgepronunció una interesantísima confe-rencia en la Sociedad Bilbaina sobre elte ma “El compositor ante su obra” conilustraciones musicales de algunas desus composiciones. Las notas al progra-ma señalaban muy justamente que Xa -vier Montsalvatge “es figura señera co -mo compositor, musicólogo y crítico.Ejemplo de músico de incansable tarea,con una dedicación racional, Mont sal -vatge se nos ofrece como un hombre desu tiempo –‘hombre en su siglo’, quediría Gracián, prenda del ‘discreto’– tanlejos de los ultras como de los inmovi-listas, y cada vez más dueño de unos re -cursos técnicos amplios, que le permi-ten desplegar su talento sin trabas enmuy distintos campos”.

El martes 15, un brillante recital de En -ri que Pérez de Guzmán completó elho menaje. La segunda parte de estecon cierto estuvo íntegramente dedicadaa la obra pianística de Montsalvatge. Elprograma de mano decía, entre otrasco sas, que a la Sociedad Filarmónica“en el concierto de hoy le cabe un doblehonor, rendir homenaje al músico insig-ne en su vertiente pianística y contarcon su inestimable presencia”.

El afortunado e inspirado ciclo de lasCin co Canciones Negras que escribióXa vier Montsalvatge se ha escuchadoen diversas ocasiones en nuestra Sala,al gunas veces también de forma parcial.Dentro de la presente temporada decon ciertos, en el mes de febrero de2011, estas aclamadas canciones denues tro desaparecido amigo volverán a

la Sociedad Filarmónica en la voz de lamezzo soprano canaria Nancy FabiolaHe rrera acompañada por el pianistaRu bén Fernández-Aguirre.

Ya he comentado en otra ocasión la en -tra ñable amistad que durante muchosaños me ha unido a Xavier y ElenaMont salvatge (hoy su viuda) y no deseore petirme. Sólo quiero recordar una no -che muy agradable, en el mes de mayode 1996, que disfruté con el matrimo-nio Montsalvatge en un conocido res-taurante bilbaíno. Xavier, con su certe-ra inteligencia y su ironía, comentabaque a su edad sabe, naturalmente, muybien qué música le gusta y cuál le dis-gusta, aunque –añadía sonriente– “escasi seguro que estoy equivocado y laque más me gusta no es la mejor”. Yhablando de la popularidad internacio-nal que gozaban sus Canciones Negras,co mentaba una grabación, entonces re -ciente, que Kathleen Battle había hechocon Grover Washington Jr., CyrusChest nut y otros músicos de jazz, y queincluía una versión libre de su Canciónde cuna para dormir a un negrito. Suapostilla liberal, con la misma sonrisa,fue: “no tiene mucho que ver con loque yo escribí, pero es una maravilla”.Así era Xavier Montsalvatge.

R. R.

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YANNICK NÉZET-SÉGUIN

entrevista

EL PASADO 15 DE OCTUBRE disfrutamos de un concierto real-mente memorable. El programa, la orquesta y, sin duda, el

director nos dejaron un soberbio sabor de boca. La sala entera depie ovacionando a los artistas fue la respuesta a un concierto magis-tral que no pudo ser mejor.

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Yannick Nézet-Séguin protagoniza unamerecida, extraordinaria y fulgurante ca -rrera de director: si en 2008 sucedió aVa lery Gergiev al frente de la Or ques taFi lar mó nica de Rotterdam y fue de sig -nado primer director invitado de la Or -ques ta Fi lar mónica de Londres, este añoha sido nombrado director musical deuna de las big five orquestas americanas, laOr questa de Filadelfia, puesto que co -men zará a de sem peñar a partir de 2012.

Imparable, antes de su gira con la Eu ro -pean Chamber, Yannick venía de Parísdonde había dirigido a la Filarmónicade Rótterdam. Después de Bilbao, le es -pe raba la Filarmónica de Berlín en laca pital alemana y, posteriormente, laOr questa de Filadelfia y las representa-ciones de Don Carlo en el Met neoyor-quino. Un lujo tenerlo en Bilbao.

Era esta su segunda visita a la Filar mó -ni ca -la anterior había sido casualmenteel 15 de octubre de 2008- también alfrente de la Chamber Orchestra of Eu -ro pe, su orquesta de cámara favorita, se -gún sus propias palabras. También él esun director favorito para ellos. Ya desdeel ensayo, cuando al finalizar los músi-cos se pusieron a patear el escenario,pudimos ver la especial comunicaciónexistente entre ellos. En el intermedio, el

camerino del director con la puertaabierta de par en par, era un continuo iry venir de músicos felicitando al maes-tro. Al finalizar el concierto, nos conce-dió esta entrevista con una naturalidad ysimpatía extraordinarias. Todo un placerdisfrutar de su música y de sus palabras.

¿Cómo va a compaginar sus puestosco mo director de tantas orquestas co -mo la de Montreal, Rotterdam, Fi la -delfia y la London Philha r mo nic?

Durante años, he sido director invitadode muchas orquestas. En este momentode mi carrera, he decidido limitar mi re -la ción con otras orquestas y dedicarmea las orquestas de las que soy titular. Meda mucha pena pero es la única ma ne ra.

¿Cuáles son sus proyectos con la Or -questa de Filadelfia?

Mi nombramiento como director de laOr questa de Filadelfia es muy recienteasí que aún tengo que pensar en cómovoy a encaminar mi trabajo con ellos.De todos modos, lo que tengo claro esque trataré de desarrollar y sacar elmáximo partido del corazón de los mú -sicos. Mi obligación es cultivar las cua-lidades específicas de esta orquesta,pro ducir un sonido denso que procedadel corazón de sus músicos.

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¿Cómo hace para trabajar con un re -per torio tan extenso y variado a lavez?

Me gusta tener en mis manos todo elrepertorio que tengo programado. Cadadía dedico un tiempo para estudiar al -gu nas de las obras que dirigiré más ade -lante. Prefiero estudiar muchos estilos ala vez y no centrarme en una única par-titura. Es mi manera de descubrir la in -ter pretación adecuada a cada estilo, acada composición. Hoy por ejemplo heestudiado la quinta sinfonía de Mahlerque dirigiré con la Orquesta de Fi la del -fia en unas semanas.

¿Qué nos puede decir del programaque ha dirigido en la Filarmónica?

Elegí interpretar la Sinfonía nº4 “Trá -gica” de Schubert porque Clau dioAbba do también dirigió esta mismaSin fonía en la Filarmónica al frente dela Chamber Orchestra of Europe. Mu -chos de los músicos que están hoy aquítam bién la tocaron con Abbado así queme pareció una buena idea. Además, apesar de su belleza no es una Sinfoníatan habitual en los programas. Res pec -to a la segunda obra, la Sinfonía nº39de Mozart, pienso que está muy rela-cionada con la Trágica. Sus dos movi-mientos lentos son similares, están muycerca entre sí. De la segunda Sinfoníade Schumann, que protagoniza la se -gun da parte, se puede resumir diciendoque es sencillamente preciosa. El Ada -gio es, sin duda, una de las páginas mu -si cales para orquesta más bellas escritaspor este compositor.

Usted que trabaja tanto con orquestaseuropeas y americanas ¿podría decir-

nos si hay diferencias en su educaciónmusical?

Yo diría que en su educación no. Laedu cación varía más según las escuelas,los maestros… más que según el país.Lo que sí es diferente, desde mi puntode vista, es su aproximación a la música.Ahora se tiende a decir que todas las or -questas son iguales pero yo creo que noes verdad. Cada orquesta tiene sus pro-pias características y así es como tieneque ser. Los directores debemos cul tivarla identidad propia de las orquestas.

¿Qué le parece nuestra Sala?

Es el mejor lugar para hacer música decámara, una Sala ideal. Cuando la músi-ca empieza a sonar, ya desde el primercompás, los músicos se oyen perfecta-mente los unos a los otros, hay una co -municación total entre ellos. Ademásde la claridad del sonido, está la calidez,el ambiente y la atmósfera que transmi-te y contagia.

¿Hará un hueco en su apretadísimaagen da para volver a la Filarmónica deBilbao?

Me encantaría. Hace dos años que vineasí que no tardaré más de 2 ó 3 años enregresar.

Muchas gracias por todo y no olvideque le estaremos esperando.

P. S.

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Conciertos del segundo trimestre de la temporada 2010/2011

programación

LA PROGRAMACIÓN del segundo tri-mestre de la temporada 2010/11

co mienza después de Reyes, el 13 deenero, con el Cuarteto Hugo Wolf y lame zzosoprano Bernarda Fink. En estecon cierto conmemoramos el “Cientocin cuenta aniversario del nacimientodel gran compositor Hugo Wolf ”. Suobra está centrada en el lied y formaparte de los seis grandes maestros conSchubert, Schumann, Brahms, Mahler yStrauss que hicieron imperecedera estaforma musical. Bernarda Fink cantarácinco lieder del Cancionero italiano –libroI– y otros cinco del libro II en unosarre glos para voz y cuarteto de cuerdarealizados por el propio Cuarteto Wolf.

Creo que es interesante recordar que en2003, con motivo del centenario de sumuerte, la Filarmónica programó esteCancionero completo a cargo deDietrich Henschel, barítono y MichaelaKaune, soprano con Fritz Schwing ham -mer al piano y una selección de los Mö -ri ke lieder interpretada por WolfgangHolz maier barítono con Imogen Coo -per al piano. Bernarda Fink tambiéncantará el poema lírico para voz y cuar-teto de cuerda de Respighi Il tramonto,obra muy poco programada. El con-cierto se completa con dos obras ins-trumentales: el segundo cuarteto de Ja -na cek y la Serenata de Wolf.

Cuarteto Hugo Wolf

El día 19 contaremos con el pianistaru so Nikolai Demidenko que nos ofre-cerá otro programa conmemorativoCho pin-Schumann. Las obras de Cho -pin elegidas no son del repertorio habi-tual en los programas de este composi-tor por lo que creemos ofrecen gran in -te rés. En las obras de Schumann podre-mos comparar los dos Carnavales. Eldía 25 estará con nosotros el TríoBrahms de Viena con dos invitados: elviolinista Pavel Vernikov y el violistaLaw rence Power que reforzarán el con-junto y permitirán confeccionar unpro grama muy sugestivo: el trío nº2 deBrahms, el famoso cuarteto con pianode Schumann, op.47 y el, poco escucha-do pero excelente, Quinteto con piano,op.51 de Arensky.

Comienza febrero, el día 7 con la Or -questa de cámara de Laussane y su di -

rec tor titular Christian Zacharias. Estepianista, bien conocido por nuestrosso cios, nos ha visitado con asiduidadtanto en recitales como con su orques-ta. El programa es renovador con unaobra de Ravel, Le tombeau de Couperin, laSin fonía en do mayor de Bizet y elCon cierto para piano nº25 en do ma -yor de Mozart, uno de sus grandes con-ciertos, que Zacharias dirigirá desde elteclado. El día 10, los Solistas de Cá -ma ra de San Petersburgo, como eshabitual en ellos, presentan otro pro-grama muy interesante con el quintetode la primera época de Bela Bartók, elquinteto de Rozsa, compositor que aligual que Korngold hizo parte de sucarrera en Hollywood circunstancia queno des merece su trayectoria, y el primerquinteto de v. Dohnányi, del que esteaño celebramos el cincuentenario de su

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Trío Brahms de Viena

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Barry Douglas Alison Balsom

Nancy Fabiola Herrera

muer te. El día 16, la mezzosoprano ca -na ria Nancy Fabiola Herrera nos ofre-ce, en la primera parte, un recital decanción española y en la segunda unpro grama en torno a la influencia negraen la canción de concierto. Colaborarácon ella el pianista vizcaíno RubénFernández. El lunes 21, la última reve-lación del pianismo oriental, la jovenYuja Wang, continuará con las conme-moraciones Schumann-Chopin aña-diendo un numeroso conjunto de pie-zas de Scriabin.

Finalmente, el mes de marzo comienzael jueves 3 con el recital del violinistaIlya Gringolts, que actúa para la Fi lar -mónica por segunda vez, con el pianis-ta Itamar Golan. El programa, entreotras obras, estará protagonizado poruna Sonata de George Enescu, del quese hace referencia en este Boletín, las

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Sonatas de Janacek y la famosísima deFranck. El viernes 11 vuelve el Cuar -teto con piano Fauré con un programaMahler, que incluye su única obra decámara - el movimiento de cuarteto-uno de los cuartetos con piano juveni-les de Mendelssohn y, aunque menosprogramado, el magnífico cuarteto deTa neyev. El viernes 18 hará su presenta-ción la Camerata Ireland con su direc-tor titular y pianista Barry Douglas,con un programa prácticamente ruso enel que se incluye el Concierto parapiano y trompeta nº1 de Shostakovich

con B. Douglas y la trompetista AlisonBalsom como solistas. Además estaacre ditada intérprete tocará tambiénunos aires tradicionales irlandeses en unarreglo para trompeta y cuerda del pro-pio director. Cierra el mes y el trimes-tre, el miércoles 23 el Cuarteto Casals.Este cuarteto, que ya ha adquirido ungran renombre, nos visitará con el pia-nista ruso Alexei Volodin con el queinterpretarán el Quinteto de Shos ta ko -vich. También se incluye una sonata pa -ra piano de Beethoven y el último de losgrandes cuartetos de este compositor.

A. A.

Cuarteto Casals

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Notas

El recital del chelista Truls Mörk y el pianista HavardGimse, que no se pudo celebrar el 19 de octubre debido auna lesión muscular del violonchelista, tendrá lugar elviernes 1 de abril de 2011 con el mismo programa.

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Se ha inaugurado en Bilbao la nueva tienda de HarmoniaMundi en la calle Doctor Achucarro nº8. Los socios de laFilarmónica tendrán un descuento del 15% presentando elcarnet de socio.

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Con el objetivo de mejorar la comunicación con nuestrossocios y actualizar nuestra base de datos, aquellos que esténinteresados en recibir información vía email pueden enviarsu dirección a [email protected]

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En el artículo de Asís de Aznar En la conmemoración de GustavMahler correspondiente al Boletín número trece, cuando, alfinal del artículo, se hace referencia al violinista RudolfKolisch debe aparecer –que tocó en la Filarmónica comoprimer violín del Cuarteto de Viena y del Cuarteto Kolischde Viena, nueva denominación del Cuarteto a partir de1927 hasta que fue disuelto en 1942–.

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