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CAPÍTULO XVII La enseñanza y el aprendizaje de estrategias de búsqueda y la selección de la información en entornos virtuales. . 1. Necesidad, importancia e impacto social de la búsqueda y selección de información. 1.1 Buscar para sobrevivir. En los ámbitos académicos y profesionales existe un impacto imparable, que desea complementar una tarea académica, desarrollar un proyecto profesional de calidad, investigar con el rigor requerido, son actividades intelectuales que requieren contar con fuentes informativas diversas, exhaustivas, accesibles y fiables, y una red como internet cumple con suficiencia esas expectativas. Algunos estudios realizados con estudiantes de nivel universitario, demuestran que sus habilidades de búsqueda y selección en la red dejan mucho que desear. Si esa es la situación en el ámbito universitario, podemos imaginar qué puede estar ocurriendo en el resto de niveles educativos. Formar a los estudiantes en estrategias y competencias de búsqueda de información en entornos virtuales es pues una necesidad ineludible. HENRY (2006) emplea una expresión muy elocuente para referirse a una persona con ese conjunto de destrezas, gatekeeper skills, alguien capaz de gestionar el flujo de información que entra en un sistema y, por consiguiente, de localizarla, filtrarla, organizarla y utilizarla de la mejor forma posible. Un “gatekeeper”, es decir, un buscador eficaz, sería el aprendiz, capaz de enfrentarse con éxito a los principales desafíos de un mundo informatizado, en las dos aceptaciones del término, digitalizado y basado en la información. A partir de la literatura, esos desafíos puedes sintetizarse en seis características de la red, seis “Cs”. Cantidad, caducidad, certidumbre, calidad, comprensibilidad y consumibilidad. En

Capítulo XVII

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Capitulo XVII

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CAPÍTULO XVII

La enseñanza y el aprendizaje de estrategias de búsqueda y la selección de la información en entornos virtuales.

.

1. Necesidad, importancia e impacto social de la búsqueda y selección de información.

1.1 Buscar para sobrevivir.

En los ámbitos académicos y profesionales existe un impacto imparable, que desea complementar una tarea académica, desarrollar un proyecto profesional de calidad, investigar con el rigor requerido, son actividades intelectuales que requieren contar con fuentes informativas diversas, exhaustivas, accesibles y fiables, y una red como internet cumple con suficiencia esas expectativas.

Algunos estudios realizados con estudiantes de nivel universitario, demuestran que sus habilidades de búsqueda y selección en la red dejan mucho que desear. Si esa es la situación en el ámbito universitario, podemos imaginar qué puede estar ocurriendo en el resto de niveles educativos.

Formar a los estudiantes en estrategias y competencias de búsqueda de información en entornos virtuales es pues una necesidad ineludible. HENRY (2006) emplea una expresión muy elocuente para referirse a una persona con ese conjunto de destrezas, gatekeeper skills, alguien capaz de gestionar el flujo de información que entra en un sistema y, por consiguiente, de localizarla, filtrarla, organizarla y utilizarla de la mejor forma posible. Un “gatekeeper”, es decir, un buscador eficaz, sería el aprendiz, capaz de enfrentarse con éxito a los principales desafíos de un mundo informatizado, en las dos aceptaciones del término, digitalizado y basado en la información.

A partir de la literatura, esos desafíos puedes sintetizarse en seis características de la red, seis “Cs”. Cantidad, caducidad, certidumbre, calidad, comprensibilidad y consumibilidad. En relación con el primero de los retos, la cantidad de información a manejar, no por repetido deja de ser cierto: internet es inabarcable.

En cuanto a la caducidad, lo más visitado permanece, y aun así, si no se actualiza constantemente, sus posibilidades de desaparición crecen exponencialmente.

La certidumbre de la información es posiblemente el punto de mayor fragilidad de la red. La fiabilidad y validez de la información que circula en internet está bajo sospecha.

En lo relativo a la calidad de la información, el valor de un material encontrado en la red no se limita a su rigor. Un documento puede ser muy fiable pero no ser novedoso, e incluso suponer un plagio, algo realmente fácil y demasiado frecuente en internet.

La comprensibilidad, la lectura y comprensión de documentos en internet requiere estrategias específicas; leer de forma secuencial, de arriba hacia abajo y de izquierda a

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derecha, sin perder detalles, empezando siempre por el principio, no es a menudo la mejor manera de gestionar una gran cantidad de información, que puede estar expresada en distintos lenguajes.

1.2 Antecedentes: De la búsqueda centrada en los documentos o la tecnología, a la búsqueda centrada en los procesos psicológicos del buscador.

Los primeros modelos de búsqueda de información se orientaron más hacia los propios objetos de búsqueda, los documentos en sí, o hacia la tecnología que permitía esa búsqueda, que hacia los procesos psicológicos que presumiblemente debía poner en juego el agente humano, el “buscador”. Uno de los precursores de la búsqueda documental, Calvin MOOERS, a quien se atribuye la paternidad de la noción de recuperación de información – information Retrieval-, afirmaba que el problema de la búsqueda documental consiste en encontrar información en un depósito de documentos a partir de una correcta especificación de los temas contenidos en ellos.

Miranda LEE PAO definía la búsqueda informacional como el acto a partir del cual se identifica y recupera información relevante y precisa en respuesta a una consulta dada y se pone a disposición del usuario, es decir de quien ha generado la consulta, en el momento preciso y de la manera más adecuada.

2. Estado de la cuestión: Revisión de marcos teóricos, conceptos fundamentales y líneas de investigación.

2.1 Los modelos psicológicos de búsqueda de información.

El primer grupo se caracteriza por enfocar las distintas fases y operaciones de búsqueda en base a la gestión de textos y documentos, es decir, estrictamente en los productos de la búsqueda. Se refiere sobre todo a la búsqueda en medios y soportes tradicionales, y no tanto a la efectuada en redes telemáticas como el internet.

Dentro de este grupo se sitúan propuestas como la Taxonomía REACTS o el Model of the information Search Process.

El segundo grupo incluye los modelos que consideran el proceso de búsqueda y selección como subsidiario de cualquier proceso de investigación, tomando en consideración la búsqueda en internet. Subrayan la necesidad de transferir los datos obtenidos y la importancia de la comunicación y divulgación de resultados, pensando en que el trabajo revierta sobre la propia comunidad científica. Forman parte de este grupo aportaciones como “Les étapes d’un Project de recherche d’information”, The process of Inquiry & Research, etc.

En el tercer grupo engloba los modelos que basan su propuesta en los procesos cognitivos y metacognitivos que realizan los expertos cuando buscan información, en especial en redes como internet, tiene como principal referencia la búsqueda en internet y en las que podemos distinguir cinco elementos definitorios:

(I) Estrategias de búsqueda.

(II) La necesidad y la motivación por la búsqueda.

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(IV) Las fases de planificación y regulación.

(V) La búsqueda como una actuación estratégica.

2.2 Hacia un modelo psicoeducativo estratégico de búsqueda de información.

Los modelos que toman como punto de partida las operaciones psicológicas que realizan los expertos cuando buscan información en la red, se puede postular un modelo integrador caracterizado por tres rasgos esenciales:

a) Se centra en un usuario - aprendiz.b) Enfatiza la toma de decisiones contextualizada.c) Se orienta especialmente a la búsqueda en redes telemáticas como internet.

Modelo psicoeducativo de búsqueda de estratégica.

Fase 1: análisis de la consulta.

En esta primera fase las decisiones deben referirse al sentido y naturaleza de la búsqueda, para lo cual será preciso revisar su finalidad, deberá esclarecerse por qué y para qué necesitamos localizar una determinada información.

Revisar los propios conocimientos sobre el tópico de la búsqueda y el proceso de búsqueda, lo que puede desencadenar una primera decisión: formular unas primeras preguntas y realizar una exploración previa, algo comparable a la pre- lectura que se aconseja que realice el lector cuando se enfrenta a un texto desconocido y presumiblemente complejo.

Fase 2: planificación de la búsqueda.

Las decisiones deberán orientarse a la “lectura” del contexto en el que se produce la búsqueda, lo que exige abordar las cuestiones de donde buscar y, muy especialmente, como buscar en una doble perspectiva: mediante qué procedimientos hacerlo y bajo qué actitud realizar la búsqueda.

Fase 3: (Auto) regulación de la búsqueda.

Esta fase resulta decisiva. El buscador debe elegir los documentos que definitivamente empleará y empezar a identificar la información concreta que extraerá de los mismos. Para que el proceso resulte eficaz, debe conocer y manejar algunos criterios de fiabilidad.

Fase 4: Evaluación del producto o resultado de la búsqueda.

Una vez seleccionada la información o las informaciones, es conveniente extraerlas del documento original e integrarlas en un nuevo y único documento que permita una evaluación global.

Fase 5: evaluación del proceso de búsqueda.

El análisis que se produzca en este momento del proceso puede condicionar la calidad de búsquedas futuras. Este análisis requiere tener una representación clara y completa del proceso seguido y, al mismo tiempo, ser capaz de tomar distancia de la propia ejecución

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para apreciar mejor las decisiones y los procedimientos alternativos que no se contemplaron.

Fase 6: Utilización/explotación de los resultados de la búsqueda.

Esta última fase no siempre marca el final del proceso de búsqueda, sino que puede suponer el comienzo de uno nuevo cuando lo encontrado, al situarlo finalmente en su contexto de destino, no satisface la demanda por ser incompleto, confuso, insuficiente, inadecuado, etc. Aquí la materia prima ya es aceptable.