14
57 Capítulo III Bebidas con tradición Marcos Gabriel Molina López Vicente Tadeo Ramos Cruz Desde la época de los mayas la bebida representaba todo un universo de actividades a su alrededor, tal era la importancia de éstas que por ejemplo si no había aguardiente, no se podían cerrar o empezar tratos. Los mayas habían desarrollado el conocimiento sobre ciertas plantas, palmas y árboles con las cuales produjeron sus bebidas embriagantes. Durante la conquista española el consumo de aguardiente aumentó de- bido a que fue parte importante de intercambio entre españoles e indí- genas de la región (De la Fuente, 2009). La bebida forma parte cultural de los pueblos indígenas y en las ma- nifestaciones sociales de toda civilización. En Chiapas, hay etnias de as- cendencia maya, con manifestaciones culturales diversas y que se pueden observar con claridad en nuestros días en torno a ellas (Bellicer, 1988). Una bebida que ha acompañado a las culturas de Chiapas desde tiempos antiguos es el pox, para los hispanohablantes, destilado arte- sanal de caña y maíz, con sabores de las frutas de la región chiapaneca. Este aguardiente es preparado por comunidades que descienden de los mayas, la Región de los Altos de Chiapas es donde se consume no sólo en las celebraciones religiosas o personales, sino también está presente en rituales de sanación (Ruiz López, 2008). En este sentido, como herencia prehispánica, en los años cincuenta, el aguardiente conocido como pox, tomó tal importancia en la región,

Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

  • Upload
    others

  • View
    7

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

57

Capítulo IIIBebidas con tradición

Marcos Gabriel Molina LópezVicente Tadeo Ramos Cruz

Desde la época de los mayas la bebida representaba todo un universo de actividades a su alrededor, tal era la importancia de éstas que por ejemplo si no había aguardiente, no se podían cerrar o empezar tratos. Los mayas habían desarrollado el conocimiento sobre ciertas plantas, palmas y árboles con las cuales produjeron sus bebidas embriagantes. Durante la conquista española el consumo de aguardiente aumentó de-bido a que fue parte importante de intercambio entre españoles e indí-genas de la región (De la Fuente, 2009).

La bebida forma parte cultural de los pueblos indígenas y en las ma-nifestaciones sociales de toda civilización. En Chiapas, hay etnias de as-cendencia maya, con manifestaciones culturales diversas y que se pueden observar con claridad en nuestros días en torno a ellas (Bellicer, 1988).

Una bebida que ha acompañado a las culturas de Chiapas desde tiempos antiguos es el pox, para los hispanohablantes, destilado arte-sanal de caña y maíz, con sabores de las frutas de la región chiapaneca. Este aguardiente es preparado por comunidades que descienden de los mayas, la Región de los Altos de Chiapas es donde se consume no sólo en las celebraciones religiosas o personales, sino también está presente en rituales de sanación (Ruiz López, 2008).

En este sentido, como herencia prehispánica, en los años cincuenta, el aguardiente conocido como pox, tomó tal importancia en la región,

Page 2: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

58

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

que desató uno de los conflictos más enérgicos en su desarrollo. En re-ferencia a la historia de este aguardiente en el estado, en ese entonces, se creó un monopolio llamado Aguardientes de Chiapas que, gracias a sus precios altos y mala calidad, provocaron que se buscara otras formas de elaborar el tan apreciado líquido. De esta forma, surgió el clandestinaje del aguardiente, principalmente en los pueblos indígenas que lo consu-mían, provocando conflictos entre todos los involucrados, indígenas, gobierno y quienes tenían el control de la producción, persiguiendo y deteniendo a los responsables de dedicarse al clandestinaje, de esta forma se eliminaba la competencia. Los hechos continuaron hasta que llegó un inevitable enfrentamiento armado, que provocó la interven-ción del gobierno federal, tomando cartas en el asunto y debilitando al monopolio (De la Fuente, 2009).

Lo anterior provocó que la relación entre indígenas y mestizos se fracturara a tal grado de no volver a confiar en personas fuera de su nú-cleo social, llevando ese recelo hasta la actualidad. A manera de olvidar los malos recuerdos en torno al pox, hoy en día cuando nos referimos a esta bebida, nos referimos también a la fiesta, la religión, los pactos en-tre familias, la alegría, la unificación entre lo espiritual y lo terrenal, la muerte, la vida, la fraternidad entre los pueblos, la tranquilidad para el alma, además de tantas cosas más que guardan celosamente los nativos de los municipios indígenas de la Región Altos de Chiapas.

Uno de los antecedentes históricos menciona que, con la llegada de los españoles a nuestro territorio, aparte de imponer la religión católi-ca, dominio ideológico y económico a los indígenas, les crearon nece-sidades de consumo que antes no conocían, una de ellas fue la bebida alcohólica. En nuestra cultura se incorporó la realización de fiestas pa-tronales y a consecuencia de ello se comenzó a generar el uso del pox hasta convertirse en la bebida sagrada por tradición (Navarrete, 1988).

Fue tan grande la importancia del pox entre las comunidades mayas de la Región Altos de Chiapas, que prácticamente circulaba como moneda, con éste se compraba mercancía y se pagaba trabajos y deudas (Anuario, 2006).

Una de las propiedades del aguardiente es curar enojos, envidias, desavenencias sociales o desacuerdos, en este sentido el pox opera má-gicamente abriendo y ablandando los corazones de los individuos en

Page 3: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

59

El sabor del saber de la gastronomía de los Altos de Chiapas

conflicto. Es medicinal en otro sentido: tiene la capacidad de alterar el estado físico del cuerpo pues como se trata de una bebida “caliente”, es frecuentemente usado para curar las enfermedades o malestares que producen “frío”. Es signo de riqueza material y espiritual, es decir, todo aquello que contribuye al mantenimiento de la vida, desde los bienes materiales hasta las facultades de poder (Navarrete, 1988).

Existe una fiesta en Chenalhó la cual gira alrededor del aguardiente, llamada la fiesta de San Pedro, en esta fiesta se bebe abundante cantidad del aguardiente; y es un insulto para ellos el no recibir una copita de pox en esta festividad, según las tradiciones cuando recibes y tomas una copa de aguardiente les agradeces el regalo de esta bebida, fruto del trabajo de la familia. El proceso de elaboración ha evolucionado con el tiempo, es por eso que en datos históricos encontramos un método de elaboración distinto al de hoy en día.

No es una bebida alcohólica cualquiera, es algo así como el líqui-do que le permite al indígena establecer una conexión entre el mundo material y el espiritual. Es un mejunje que aleja a los demonios y que cura las enfermedades del alma y del cuerpo. Este brebaje se prepara en fogones caseros y viejos alambiques en destilerías familiares.

Fuente: Molina, Marcos (2015).

Page 4: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

60

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

Actualmente el clandestinaje ha desaparecido parcialmente, tanto que es posible encontrar pox de variados sabores, diferentes concentra-ciones alcohólicas, hasta incluso, diversas casas destiladoras con rece-tas propias (Vogt, 2008).

Los tsotsiles, que habitan en la comunidad de Zinacantán, tienen y producen esta bebida de forma artesanal para ser utilizado en diversas celebraciones del pueblo.

En la Región Altos de Chiapas, el pox se produce desde la conquista y reemplazó a la chicha como bebida ritual para todo tipo de ocasio-nes, desde audiencias hasta arreglos matrimoniales. Formaba parte de todos los momentos ceremoniales del ciclo de vida, comenzando por el nacimiento y el bautismo. A las parteras se les pagaba con comida y aguardiente mientras que los padres celebraban el nacimiento de su hijo con vastas cantidades de la bebida. Cuando el niño se acercaba a la adolescencia, jugaba un papel central en los complejos rituales de noviazgo. Se esperaba que, habiendo aceptado regalos de aguardiente por parte del pretendiente o sus representantes, los padres de la chica accederían a entregar la mano de su hija. Al final, el aguardiente y la chicha estaban presentes durante velorios, procesiones funerales y en-tierros, en parte para aliviar tensiones. A los difuntos comúnmente se les enterraba con bebidas alcohólicas (Bellicer, 1988).

Los chamanes solían verter aguardiente sobre sus pacientes o sobre rocas calientes para exponer al paciente al vapor. También lo utiliza-ban para entrar en trance y averiguar las causas de una determinada enfermedad. Los boticarios ladinos de San Cristóbal y otros empren-dedores practicantes de la medicina occidental también hacían amplio uso del aguardiente y del alcohol desnaturalizado. Servía para calentar el cuerpo durante las frías mañanas en el monte, rompía con la mono-tonía y disminuía los dolores de una vida difícil (De la Fuente, 2009).

Usos y costumbres alrededor del pox

El uso curativo del pox entre las comunidades que lo consumen puede ayudar a aliviar el dolor de cabeza, estómago, para el enojo, para los

Page 5: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

61

El sabor del saber de la gastronomía de los Altos de Chiapas

escalofríos, para los nervios, para la tristeza; para el dolor de huesos, y sirve como antidepresivo, según sus creencias.

Se dice que los jóvenes comienzan a ingerir alcohol cuando la co-munidad opina que son “casaderos” o candidatos al matrimonio; en ese momento y antes de casarse se les permite a manera de aprendizaje, participar en las rondas de aguardiente: los muchachos servirán como escanciadores y no faltara quien les devuelva la copa llena para que se integren cabalmente a la reunión, generando calor y disposición social para intercambiar sentimientos, ideas, proposiciones y bromas. Así los hombres inician el consumo de la bebida antes que las mujeres.

Las muchachas serán invitadas a ingerir alcohol por primera vez mientras ayudan a preparar el alimento que se elabora para reuniones sociales únicamente cuando han contraído matrimonio.

Chanal fue una de las primeras comunidades con producción indí-gena de este aguardiente, a diferencia de lo que ocurrió en poblacio-nes de tránsito cercanas a las ciudades donde la población ladina tenía completamente controlada su producción y venta.

Fue unas de las primeas mercancías que no siendo producidas por los indios se consumía como un bien necesario; pero si no lo producían, la única manera de adquirirlo era vendiendo algún producto o su fuer-za de trabajo; se requería entonces intercambiar alguna mercancía por dinero para obtener trago.

En el consumo social, su intercambio obligado por la reciprocidad que rige sus relaciones comunitarias, están explícitas las razones que los indios atribuyen a sus relaciones; ahí está la justificación de sus sen-timientos y acciones solidarias, pero también puede deducirse de este acto social, total y recurrente lo siguiente:

Ū Que la circulación y consumo de aguardiente, signo de vida y poder, simboliza los principios ideológicos de sus prácticas so-ciales.

Ū Que el carácter simbólico de la circulación y consumo de aguar-diente recrea ideológicamente las condiciones de reproduc-ción de las relaciones sociales de producción y sus demás instancias sociales.

Page 6: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

62

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

Tradiciones alrededor de la magia del pox

Juan Santiz, habitante de San Juan Chamula, cuenta que para festejar a San Juan Bautista que es conocido como el patrón de los chamulas, la gente entona música regional, hace oraciones pidiendo por el agua, por el tiempo, para purificar la vida y así dar ánimo a las personas del pue-blo. Es un rito muy importante porque ellos aun protegen y conservan la selva, al término de esta celebración se consumen grandes cantidades de pox, tamales, pescado, atol y refrescos. Su uso es muy importante durante las fiestas tradicionales, especialmente para los habitantes de los pueblos de Chamula, Zinacantán, Oxchuc, San Andrés Larráinzar, Huixtán, Tenejapa, entre otros.

El señor de Esquipulas es uno de los patronos principales de Zina-cantán. Para muchos zinacantecos, es una representación diferente a las imágenes de Cristo que hay en las otras iglesias. El señor de Esquipulas juega un papel importante en Zinacantán como patrono de la capilla de los juramentos, donde todos los miembros de la jerarquía religiosa y del gobierno civil prestan compromiso al entrar en funciones.

El ritual en honor al señor de Esquipulas se inicia en la casa del ma-yordomo rey, después pasa a la capilla, en donde se celebra la parte principal de la ceremonia, terminando de nuevo en la casa del mayordo-mo rey. El mesonero, acompañado de su hijo, se levanta muy de maña-na, mete dos botellas de pox en su morral, se envuelve en una chamarra negra, se pone un sombrero y penetra en la obscuridad para recorrer la corta distancia que lo separa de la casa del mayordomo rey. Estando todos los presentes, se inicia la ceremonia. El mayordomo rey se sienta frente al altar del cofre, el mesonero se acerca, se inclina y presenta una botella de aguardiente; el mayordomo rey la acepta y la da, junto con una botella suya, a los escanciadores que las usarán durante la ceremo-nia.

Page 7: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

63

El sabor del saber de la gastronomía de los Altos de Chiapas

Fuente: Saldaña, Jesús (2016)

El pox se consume durante el ritual por que posee un espíritu ch’ulel que asciende a los totilmeiletik y a los santoetik, quienes lo reciben como una ofrenda agradable. Hace que el participante en el ritual se ponga más alegre, lo que place a los dioses porque les muestra que el media-dor ritual está cumpliendo sus deberes con gusto. Algunas personas afirman que no usar pox durante el ritual es signo de mala voluntad y el santo castigará a quien celebra el ritual.

Para la comida ritual se coloca de este a oeste una mesa baja ante el altar del cofre, cubierta con un mantel blanco de rayas rojas. Los par-ticipantes del ritual toman su lugar en la mesa según el orden de im-portancia. En el extremo este de la mesa se coloca una botella de pox y un platito con sal, frente a los dos participantes de más alto rango. La comida se empieza con la acostumbrada ronda de pox. Esta es aceptada, se saluda brevemente a cada uno de los presentes y se vacía el vaso, a lo que generalmente sigue un saludable escupitajo en el suelo. Terminan-do los preliminares se sirve la comida. Frente a cada persona se coloca un recipiente con caldo de pollo, una o dos piezas de pollo. En el centro

Page 8: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

64

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

de la mesa hay tortillas calientes. Finalmente, el guía toma el recipiente y bebe su contenido; nuevamente los demás hacen lo mismo. Quienes sirven la comida regresan en este momento y llenan de nuevo los reci-pientes de aquellos que quieren más caldo. Después se sirve otra ron-da de pox. Los encargados de servir distribuyen café en calabazos con dos piezas de pan encima cubiertas con una servilleta. A una señal del hombre principal, se retira la servilleta y se consume el pan remojado en café. Se lavan las manos y la boca y finaliza la comida con una ronda final de pox (Sántiz, 2015).

Proceso de elaboración del pox en la Antigüedad

De acuerdo con lo que nos platicó Domingo Gómez Castellanos, habi-tante de San Juan Chamula, las primeras generaciones dedicadas a la elaboración del pox hablaban de que era un proceso no muy costoso, utilizaban: agua para la elaboración de la mezcla o supiaque que habrá de convertirse en aguardiente y para el proceso de enfriamiento que provoca la condensación; madera para calentar la mezcla y producir la evaporación, y corteza de timbre, llamado xaxib que sirve de catalizador ya que contiene acido tánico. Todo esto lo obtenían de la tierra en el mismo paraje.

En 1988, el escritor e investigador Carlos Navarrete plasmó en su obra que el pox se elaboraba con los siguientes ingredientes: agua, cor-teza de xaxib, masa de maíz y panela o piloncillo (Navarrete, 1988).

Los medios de trabajo que utilizaban en las fábricas eran: recipien-tes hondos para la fermentación, de preferencia toneles de madera, pero pueden ser tinajas de barro o tambos metálicos que son los más usuales con una capacidad de 200 litros, masa de maíz, panela o piloncillo, el alambique que consta de un tambo, trapos que hacen como empaque, un cántaro con tres perforaciones en su base, un tecomate o pieza de madera que se coloca a manera de codo en la boca del cántaro, dos ca-rrizos, un serpentín o culebra de cobre, una tina de enfriamiento y ga-rrafones de plástico.

La supia o mosto es la mezcla de agua, panela, xaxib y masa de maíz que sufre un proceso de fermentación y que al destilarse se convertirá

Page 9: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

65

El sabor del saber de la gastronomía de los Altos de Chiapas

en aguardiente. El xaxib y la masa constituyen una base de 10 centíme-tros de espesor que se pone al fondo del tambo y que se sustituye cada 6 o 7 meses al perder su fuerza catalizadora.

Para almacenar el pox, usualmente se utilizaba el huaje o guaje, que es una especie arbórea perteneciente a la familia de las leguminosas o fabáceas. Produce vainas comestibles conocidas con el mismo nombre. Está incluida en la lista de 100 especies exóticas invasoras más dañinas del mundo por la Unión Internacional para la Conservación de la Na-turaleza.

Para añadirle el sabor dulce y favorecer la creación de alcohol por la fermentación su utilizaba la panela, conocida también como raspadura, atado dulce, tapa de dulce, chancaca (del náhuatl chiancaca), empani-zao, papelón, piloncillo o panocha en diferentes latitudes del idioma español. Es un alimento cuyo único ingrediente es el jugo de la caña de azúcar que es secado antes de pasar por el proceso de purificación y que se convierte en azúcar morena. Su nombre hace referencia al acto de pa-nificar el jugo de caña de azúcar, cociéndolo a altas temperaturas hasta formar una melaza bastante densa, deshidratándolo y solidificándolo en paneles o moldes de diferentes formas.

Los pasos a seguir en este método eran los siguientes: Ū Fermentar con tres días de anticipación la supia (agua, panela,

corteza de xaxib y masa de maíz), tapar la olla, transcurrido el tiempo se encuentra listo para destilarse.

Ū Agregar tres cuartas partes de agua a un tambo de 200 litros y 10 atados de panela con todo y las hojas de caña.

Ū Reposar 2 o 3 días, sin ponerle nada para que fermente más rá-pidamente.

Ū Vaciar la supia de un color ocre oscuro en otro tambo igual, el cual es llenado a media capacidad. Es acomodado en los alambi-ques y apoyado en tres piedras, dejándole un espacio suficiente para colocar los leños abajo, para que pueda fermentarse mejor.

Ū Ensamblar las piezas del alambique colocando el cántaro para-do sobre la boca de unos 20 centímetros de diámetro que tiene la tapa del tambo, donde se embonaba perfectamente. Un trapo enlodado se pone como empaque alrededor, se repite la misma

Page 10: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

66

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

operación sobre la boca del cántaro con un tecomate ensartado en un carrizo de un metro que da en el otro extremo. Al ser-pentín de cobre se le asegura bien con un amarre y es puesto en una tina de enfriamiento, donde es colocado bajo leñas para que posteriormente sea encendido. Se revisan bien los leños y la brasas para que no se desborde la supia.

Ū Posteriormente el vapor sube al cántaro y al tecomate, de ahí al carrizo y finalmente es escurrido por el serpentín.

Ū Vaciar en garrafones poniendo una tela al embudo, la cual sirve para impedir el paso a las impurezas, entre otras cosas.

Ū Enfriar el alambique y extraer el pox (Navarrete, 1988).

En chamula utilizan levadura para convertir el azúcar en alcohol rá-pidamente, en otros lugares utilizan amoníaco y hasta naftalina o inclu-so le ponían un pedazo de carne que se introduce dentro de los tambos de fermentación.

En la actualidad el proceso de elaboración del pox ha evolucionado y así como lo relata Domingo Gómez Castellanos, menciona que incluso los ingredientes han sido sustituidos.

El Atol

El atol es una bebida que tiene su origen en la época prehispánica, no se tiene el dato exacto de cuando fue, pero en un capítulo del Códice Florentino, dedicado a la comida de los señores donde aparecen diferen-tes nombres de atoles como Tonqui atolli, nequatolli, chilneaquitolli, quauhne-xatolli entre otros, aunque omiten datos importantes cuando cambian del náhuatl al castellano. Los primeros escritos de los atoles como tales corresponden a la segunda mitad del siglo XVI y ofrecen valiosos datos de este producto cultural de origen prehispánico.

Las bebidas de Chiapas, sean calientes o frescas, son el reflejo de un proceso prolongado en donde se han acrisolado las tradiciones indí-genas con las españolas. Son el resultado de una clara expresión de la riqueza y variedad de los pueblos y culturas que han habitado durante mucho tiempo en este espacio del sureste de México.

Page 11: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

67

El sabor del saber de la gastronomía de los Altos de Chiapas

El atol es una bebida tradicional de origen muy antiguo; en la actua-lidad, el consumo de esta bebida se ha preservado en todos los estados de la República Mexicana, aunque su sabor varía en cada uno de sus pueblos. Es una bebida, también consumida en Guatemala y otros paí-ses de Centroamérica.

Considerando los relatos de Fray Bernardino de Sahagún, se conoce la elaboración y consumo del atol entre los pobladores nahuas del cen-tro del país, destaca la descripción de la venta de atol en un mercado indígena del siglo XVI, en donde el papel de las mujeres era principal. El atol era caliente o frío.

La palabra atole proviene del náhuatl atolli, que se deriva de dos raí-ces: atl que significa agua y toloa que refiere a comer o tragar, aunque hay otra interpretación que dice que el significado o traducción al es-pañol del nombre es “aguado”. El atole en algunas partes del país se conoce también como atol.

El atol es una bebida que se prepara con maíz y agua y desde tiem-pos prehispánicos acompañan o van acompañados de los tamales. En la cocina mexicana, ésta relación atol/tamal es indisoluble desde tiempos inmemoriales.

En la Región Altos de Chiapas, la cultura del maíz es una herencia que prevalece y enriquece la dieta de sus pobladores; se puede encon-trar en platillos o bebidas, así como en panes o postres. Cabe mencionar que entre los pobladores de las regiones indígenas, el maíz es conside-rado como un alimento sagrado, de ahí que los productos sólidos ob-tenidos del maíz son para alimentar la carne del cuerpo humano y las bebidas, que del maíz se obtienen, son el complemento indispensable para alimentar la sangre.

La elaboración del atole es casera y su consumo es muy frecuente y cotidiano. Se pueden encontrar distintas variedades de esta bebida en cada ciudad o pueblo y esa riqueza radica fundamentalmente en el tipo de maíz utilizado para su elaboración, así como en los ingredientes que complementan su elaboración.

Por lo general, el atole es una bebida hecha a base de maíz rojo, ama-rillo, blanco o negro lo que permite a esta bebida obtener tonalidades naturales, que van desde las más claras hasta lilas o púrpuras.

Page 12: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

68

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

En el estado, es una bebida de consumo generalizado y es necesario ha-cer énfasis en la variedad de su sabor. Es importante mencionar que hay atoles dulces y agrios, éstos son los más conocidos, pero también se pueden encontrar aquéllos que son salados y picantes y que deben su sabor a ingre-dientes como el achiote, la pimienta, el chile, incluso el frijol, el jengibre y el tamarindo en algunos municipios de la costa chiapaneca. Con el mestizaje, el atol experimentó en su sabor la adición del azúcar, la panela o la cáscara de naranja, así como en su composición la leche de vaca por ejemplo.

Se ha mencionado que el atole se elabora y se consume cotidianamen-te, pero es preferido cuando hay alguna celebración o los fines de semana.

Fuente: Morales (2014).

Atol de pimienta

Zinacantán es un municipio indígena de habla tsotsil, localizado hacia el oeste de la ciudad de San Cristóbal de Las Casas, en la zona monta-ñosa del estado de Chiapas. Se caracteriza por mantener su identidad cultural y por la sabiduría de su gastronomía como resultado de cultura milenaria. Es un pueblo pintoresco, gracias a los colores de su vesti-menta tradicional y sus casas.

En Zinacantán encontramos el atol de pimienta que en su prepara-ción y consumo engloba significados que dotan a esta comunidad de identidad y un fuerte vínculo con la vida e historia de los antiguos po-

Page 13: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

69

El sabor del saber de la gastronomía de los Altos de Chiapas

bladores. Autores de la época colonial como Fray Gerónimo de Alcalá señalan que durante siglos las mujeres campesinas e indígenas man-tienen una fuerte relación con la cultura alimentaria mexicana, elabo-rando alimentos y bebidas, atoles con el color, olor, textura y sabores propios de la cultura alimentaria indígena ancestral.

Fuente: Cruz (2014).

Atole de granillo

El atol de granillo, o atol agrio, como lo llaman muchas personas, es una de las bebidas tradicionales preferidas de los chiapanecos. Aunque no se sirve en los restaurantes, está presente en la mayoría de los hogares como bebida diaria o fiestas de cumpleaños. Es consumido en todo el territorio estatal, que aunque el sabor difiere en los diversos municipios o ciudades, para su preparación se requiere maíz amarillo o blanco, canela, cal, azúcar y agua.

María Gómez Pérez, habitante de San Cristóbal de Las Casas, pero originaria de Chanal comentó que primeramente el maíz es hervido en agua con cal para pelar el grano, una vez obtenido el maíz nixtamali-zado es molido, la mitad de la masa queda gruesa y la otra mitad fina.

Luego se vuelve a cocer y se le agrega el resto de los ingredientes. En clima frío esta bebida es el acompañante idóneo para los tamales de mole, chipilín, bola o de azafrán.

El atol de granillo es de consumo cotidiano en la mayoría de los hogares, se vende en los mercados públicos, principalmente en el José Castillo Tielemans. En los pasillos de los centros de abasto se ofrece

Page 14: Capítulo III Bebidas con tradición - UNICACH

70

Tlayuhua Rodríguez GarcíaMarcos Gabriel Molina López

una gran variedad de atoles, se expende en vasos de plástico, principal-mente en las mañanas como parte del desayuno. Después de descargar mercancía es posible encontrar la bebida, las mujeres que lo venden se instalan antes del amanecer. Junto con el atol le ofrecen pan o tamal, y la señora María cuenta que muchas de sus amigas se dedican a preparar la bebida por lo tradicional, fácil de elaborar y la demanda.

La elaboración de la bebida, detalló, es de forma casera, mediante recetas tradicionales que han enseñado las abuelas. Se consume con frecuencia, sobre todo cuando hace frío, y es cuando más se puede en-contrar incluso en las calles.

Para esta bebida algunas personas usan maíz negro, otras le agregan clavo de olor, canela al gusto, que le da una aroma elegante y un sabor exquisito. El color del grano permite darle una tonalidad natural. En la fiesta de cumple años es común el atol, a veces lo acompañan con el dulce de calabaza, camote y yuca, así como los elotes hervidos. Se consume en la comodidad del hogar, preferentemente. Lo acostumbran en este tipo de festejos o simplemente como bebida diaria y cada quien se encarga de ponerle su toque propio.

Atol agrio

Esta bebida se confunde con el atol de granillo debido a que en algunos lugares lo que se hace es que el atol de granillo lo dejan agriar --pero de acuerdo con lo que dice Rosa López Gómez, habitante de San Cristóbal de Las Casas, pero originaria de Tenejapa y que se dedica desde los ocho años a vender este atole en el Mercado José Castillo Tielemans-- no es el mismo, éste se prepara de manera especial, se necesita maíz negro, azú-car, clavos de olor, canela al gusto y agua aunque según le han dicho en el resto del estado. El atole agrio se hace con maíz blanco. Sea como sea esta bebida es considerada sagrada porque dice que en su familia ha regresado de la muerte a varios familiares que ni los doctores habían podido curar, y quizá haya cierta razón en esta historia debido a que en el proceso de fermentación que desarrolla se cultivan bacterias que ayudan a la recons-trucción de la flora intestinal y que además debido a su alto contenido calórico, es un excelente alimento que restaura el cuerpo.