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 DOCUMENTOS LA REFORMA EDUCACIONAL CARTA PASTORAL DEL COMITÉ PERMANENTE  DE L  EPISCOPADO 1 .  E l  país está vivi endo un proces o de  cambio  glo- bal,  profundo  y  rápido  en el  campo  de la educación. La autoridad pública  ha  manifestado  l a  necesi da d  d e  formar  a los  chilenos  e n  una nueva mentali- dad.  H a  explicitado  y  puesto  e n  vig or criterios  y  e n  ta n omo:  e l  papel  d e l  Estado  y de la  comunidad en  e l proceso educativo;  la  estructura del sistema educacio- nal;  l o s  planes  y  programas  d e  estudio;  l a  relación entre  l a  educación  y e l  desarrollo del país;  l a  forma- ión  y  funciones  d e  los edu cadores... Estos distintos puntos se entrelazan í nti mamente. Tales criterios  y  medidas buscan,  s i n  duda,  l a supera ción de problemas importantes de la educación nacional,  algunos de los cuales se arrastran desde largo tiempo. 2 .  L a  educación no tiene sólo una dimensión téc- nica;  tiene también  u n  significad o prof undo  e n función  del  hombre,  de la  sociedad  y  de la  cultura; po r  l o  mismo debe merecer  la  atención  d e  todos  l os chilenos. La Iglesia, interesada  e n  todo problema  q u e afecta  a l  hombre, así como  lo  hizo en otr os procesos de cambios educacionales (ver:  "El  momento actual de  l a  educación chilena , —sobre  la  ENU,—  junio  d e 1973), llama ahora nuevamente  a una  reflexión  y quiere contribuir a iluminarl a con s u pensam iento. P a ra ello, no s dirigimos a todos lo s chilenos in- teresados en el problema, invitándolos a compenetrar- e  de la  magnitud  y  consecuencias previsibles de  l os cambios,  a  refl exionar sob re los mismos  y  a conside- ra r lo s esfuerz os que puedan ha ce r a fin de cont ri bui r a que sus resultados para el país sean los mejores. Lo hacemos como  u n  since ro aporte  a l  bien común  y en la  esperanza  d e  que, sintiéndolo  así, muchos compatriotas  y  hermanos nuestros  hagan u s o  d e  es te documento  en sus  centros educativos, asociaciones  de  padres  d e  familia, comunidades cris- tianas de base  y  otras instancias en que puedan com- partir  y  expresa r su s inquietudes  y  sus esperanzas. Pedimos  q u e  nadie  s e  sienta excluido,  ni s e excluya,  d e  este examen, seren o  y  elevado  en sus motivaciones,  de un  problema que a  todos  n o s afecta vitalmente como comunidad nacional  y  que, por  l o  mismo, requiere la convergencia de voluntades, cualesquieras sean  la s  posiciones de ca da cual fr ente a las realidades contingentes. Los Cambios Educacional es Recientes La Directiva Presidencial 1 .  L a  actual reestructuración del sistema educacio- nal chileno  fu e  anunciada  d e  manera  s orgánica  a l  país  e n  marzo  d e  1979,  a  través  d e la  Dir ecti va Preside ncia l so bre Educación Nac ional . Ella comunica  u n  conjunto importante de  medidas  y, al mismo tiempo, esclarece los  criterios  gubernamen- tales en materia educativa. Sumariamente, las principales orientaciones de la Directiva fueron las siguientes: 2 .  L a  orientación gen era l  del sistema educacional y  e l  grado de participación  y  de libertad que en él  s e  permitan, estarán regulados por  l a  ideología  d e l actual Gobierno.  Así s e  expresó  e n  dicha ocasión:  Todo  e l  siste ma educacional estará guiado  por el humanismo cristiano,  que s e  expresa  en la  Declara- ción de Principios de la Junta de Gobierno de Chile  y e n  lo s  Objetiv os Nacional es 1 .  "La  planificación educacional respetará  la  libertad religios a,  d e  pensa- miento  y  técnico-pedagógica, en  e l  solo pero estricto marco  de la  Declaración  d e  Principios del Gobierno de Chile  y  del Objetivo Nacional 2 . Más en concreto, se decide una revisión  y  reformulación de los progra- m a s  y  plane s de estudio para ase gur ar s u concordan- cia"  con la ori ent aci ón señ ala da. 3 .  E l  Estado  n o  expandir á los se rvicios educacio- nales  que hoy le  otorga, determinación  q u e supone  un  criterio  de  de la  educación, ya que  "la  expansión f ut ur a e bus car á de preferencia e n  l a  ini ciativa particular 3 . 4 .  E l  Estado centra  s u  responsabilidad  en la  edu- cación básica reconociendo  e l  deber histórico y  legal,  de que  todos  l o s  chilenos,  no  sólo tengan 36 6 MENSAJE N°300. JULIO 1981

Carta Pastoral La Reforma Educacional 1981

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La reforma educacional 1982

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    LA REFORMAEDUCACIONAL

    CARTA PASTORALDEL COMIT PERMANENTE DEL EPISCOPADO

    1. El pas est viviendo un proceso de cambio glo-bal, profundo y rpido en el campo de la

    educacin.La autoridad pblica ha manifestado la necesi

    dad de formar a los chilenos en una nueva mentali-dad. Ha explicitado y puesto en vigor criterios ymedidas que innovarn en aspectos tan importantescomo: el papel del Estado y de la comunidad en elproceso educativo; la estructura del sistema educacio-nal; los planes y programas de estudio; la relacinentre la educacin y el desarrollo del pas; la forma-cin y funciones de los educadores... Estos distintospuntos se entrelazan ntimamente.

    Tales criterios y medidas buscan, sin duda, lasuperacin de problemas importantes de la educacinnacional, algunos de los cuales se arrastran desde largotiempo.2. La educacin no tiene slo una dimensin tc-

    nica; tiene tambin un significado profundo enfuncin del hombre, de la sociedad y de la cultura;por lo mismo debe merecer la atencin de todos loschilenos.

    La Iglesia, interesada en todo problema queafecta al hombre, as como lo hizo en otros procesosde cambios educacionales (ver: "El momento actualde la educacin chilena", sobre la ENU, junio de1973), llama ahora nuevamente a una reflexin yquiere contribuir a iluminarla con su pensamiento.

    Para ello, nos dirigimos a todos los chilenos in-teresados en el problema, invitndolos a compenetrar-se de la magnitud y consecuencias previsibles de loscambios, a reflexionar sobre los mismos y a conside-rar los esfuerzos que puedan hacer a fin de contribuira que sus resultados para el pas sean los mejores.

    Lo hacemos como un sincero aporte al biencomn y en la esperanza de que, sintindolo as,muchos compatriotas y hermanos nuestros haganuso de este documento en sus centros educativos,asociaciones de padres de familia, comunidades cris-tianas de base y otras instancias en que puedan com-partir y expresar sus inquietudes y sus esperanzas.

    Pedimos que nadie se sienta excluido, ni seexcluya, de este examen, sereno y elevado en sus

    motivaciones, de un problema que a todos nosafecta vitalmente como comunidad nacional y que,por lo mismo, requiere la convergencia de voluntades,cualesquieras sean las posiciones de cada cual frentea las realidades contingentes.

    Los Cambios Educacionales RecientesLa Directiva Presidencial

    1 . La actual reestructuracin del sistema educacio-nal chileno fue anunciada de manera ms

    orgnica al pas en marzo de 1979, a travs de la"Directiva Presidencial sobre Educacin Nacional".Ella comunica un conjunto importante de medidas y,al mismo tiempo, esclarece los criterios gubernamen-tales en materia educativa.

    Sumariamente, las principales orientaciones dela Directiva fueron las siguientes:2. La orientacin general del sistema educacional

    y el grado de participacin y de libertad que enl se permitan, estarn regulados por la ideologa delactual Gobierno. As se expres en dicha ocasin:"Todo el sistema educacional estar guiado por elhumanismo cristiano, que se expresa en la Declara-cin de Principios de la Junta de Gobierno de Chile yen los Objetivos Nacionales"1. "La planificacineducacional respetar la libertad religiosa, de pensa-miento y tcnico-pedaggica, en el solo pero estrictomarco de la Declaracin de Principios del Gobiernode Chile y del Objetivo Nacional"2. Ms en concreto,se decide una revisin y reformulacin de los progra-mas y planes de estudio "para asegurar su concordan-cia" con la orientacin sealada.3. El Estado no expandir los servicios educacio-

    nales que hoy le otorga, determinacin quesupone un criterio de privatizacin de la educacin,ya que "la expansin futura se buscar de preferenciaen la iniciativa particular"3.4 . El Estado centra su responsabilidad en la edu-

    cacin bsica, reconociendo el "deber histricoy legal, de que todos los chilenos, no slo tengan

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    acceso a ella, sino que efectivamente la adquieran yas queden capacitadas para ser buenos trabajadores,buenos ciudadanos y buenos compatriotas"'1.

    En las medidas que se enuncian para cumplircon esta responsabilidad en relacin a los sectoresque requieren de este servicio en forma gratuita, seadvierte el propsito de lograr a travs del contenidode la educacin bsica, a lo menos, una "meta mni-ma y primordial"5.

    5. En cuanto a los otros niveles de enseanza, ope-ra simultneamente para ellos, por una parte,

    un criterio selectivo y, por otra, la bsqueda de unaeducacin ms estrechamente ligada al mercadolaboral. As, respecto a la enseanza media se advierteque se intensificar enrgicamente el nivel de exigen-cias, en forma de desviar haca otras alternativaseducacionales a quienes no tengan vocacin ni/ocapacidad de trabajo compatibles con ese nivel deexigencia"6. Este nivel y, ms aun, los estudiossuperiores son vistos como "una situacin de excep-cin para la juventud, y quienes disfruten de elladebern ganarla con esfuerzo y, adems, debe pagarseo devolverse a la comunidad nacional por quien puedahacerlo ahora o en el futuro"7 . Las alternativaseducacionales anunciadas dependern fuertemente dela iniciativa privada. Entre las medidas arbitradas paraque tales alternativas se realicen se cuentan el traspasode la educacin media tcnica-profesional a la empre-sa privada; la creacin de institutos tecnoigicos paraformar profesionales de nivel medio; los contratos deaprendizaje con las industrias; los mecanismos devalidacin de estudios para autodidactas; el mejora-miento de los montos y sistemas de tramitacin de lassubvenciones; el descargo, como gasto del ejercicio,de las donaciones hechas a la enseanza fiscal yparticular subvencionadas, para los efectos del im-puesto a la renta.

    6. El problema universitario merece a la Directivauna atencin especial; se da a conocer la crea-

    cin de una Comisin Especial que tendr como tareala elaboracin de una Ley General de Universidades.

    Documentos posteriores

    7. A partir de la Directiva Presidencial y, especial-mente en el ltimo ao, el pas ha conocido

    un gran nmero de medidas educacionales cuyaimportancia y significacin hacan ms deseable aunque ellas hubieran podido ser conocidas y comenta-das por los interesados en el proceso educativo, antesde que se transformaran en disposiciones de carcterlegal.

    A fin de que ellas estn presentes en la reflexina que invitamos y se pueda juzgar sobre los efectosque podrn tener en la formacin de los educandos,en la situacin de los profesores, en la organizacinde los centros de estudios y de los organismos llama-dos a tenerlos bajo su dependencia y control, recorda-remos las principales.

    8. 1. Por decreto ley 2.327, de 1978, se establecila Carrera Docente, que fue destacada como un

    gran triunfo del profesorado dependiente del Ministe-rio de Educacin Pblica, en atencin a que habravisto, al fin, satisfechas sus expectativas en orden acontar con un sistema definido de ascensos, remune-raciones, estabilidad, calificaciones y otras materiasde la mayor importancia.

    Este decreto ley, sin embargo, ha sido objetode innumerables modificaciones que, en una u otraforma, han alterado su primitva concepcin. Entreotras: decreto ley 2.571, de 1979; decreto ley 2.877,de 1979; decreto ley 3162, de 1980 y decretos leyes3.356 y 3.470, del mismo ao; decreto supremo 103,publicado en el Diario Oficial del 13 de noviembre de1979 y decreto supremo 3.466, publicado en elDiario Oficial del da 23 de octubre de 1980.

    A ellas deben aadirse las que autorizan el tras-paso de los establecimientos del Estado a las Municipalidades y el de los tcnicos-profesionales del mismocarcter a entidades privadas, que significan, en laprctica, que una gran cantidad de profesores quedependan del Ministerio de Educacin y estabanincorporados a la Carrera Docente, salgan de sta parapasar al sector laboral privado. Si se advierte que lapoltica gubernamental seala que la totalidad, o a lomenos la gran mayora de los establecimientos delEstado pasarn al rgimen municipal, fcil es concluirque la Carrera Docente, como concepcin jurdica,no tiene futuro.

    Tambin, lo que, al respecto, dispuso el artculo23 del decreto ley 3.476, de 1980 -constituye eltexto de la nueva ley de subvenciones quei al derogarel artculo 73 del decreto ley sobre Carrera Docente,dej a los profesores de los establecimientos subven-cionados sin el salario mnimo que podi'an ganar -e l75O/o asignado al sueldo base del ltimo grado delescalafn del personal de los establecimientos fisca-les, entregando la fijacin de sus remuneraciones allibre pacto con sus respectivos empleadores, con elriesgo que ello ordinariamente involucra para el tra-bajador.9. 2. Por decreto ley 678, de 1974, el Gobierno,

    considerndola como una de sus mejores y msprogresistas medidas, aprob la creacin del Colegiode Profesores de Chile, colocando a los profesionalesde la enseanza en el mismo pie que a los restantesprofesionales, en orden a que tuvieran un organismo anivel nacional que los representara. Incluso, entre lasDirectivas Presidenciales del ao 1979, que se hanrecordado, al referirse a las que se adoptarn paraenaltecer la consideracin nacional del profesorado seseala textualmente: "En todo caso, la accin delEstado se canalizar preferentemente a travs delColegio de Profesores, cuyo sistema de generacinser revitalizado mediante la debida consideracin delas regiones y de las especialidades docentes".

    Sin embargo, por decreto ley 3.621, de 1981,se fija al Colegio de Profesores, al igual que a losrestantes Colegios Profesionales, un plazo de 90

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    das para que se transformen en Asociaciones Gre-miales, bajo sancin de declararlo disuelto por el soloministerio de la ley; se suprime, adems, desde lafecha de dictacin del cuerpo legal referido, la obli-gacin de los profesores de inscribirse en su Colegio oen las futuras Asociaciones que se establezcan, o demantener su inscripcin en aqul o en stas.

    En otras palabras, pierden los profesores elorganismo que poda representarlos a nivel nacional.10. 3. Por decreto ley 3.166, de 1980, se autoriz

    al Ministerio de Educacin Pblica para entre-gar la administracin de establecimientos de educa-cin tcnico-profesional a instituciones del sectorpblico, o a las personas jurdicas que no persiganfines de lucro y cuyo objeto principal diga relacindirecta con las finalidades perseguidas por el plantel.1 1 . 4. Por decreto supremo, publicado en el Diario

    Oficial del 5 de junio de 1980, se fijan nuevosobjetivos, planes y programas a la educacin generalbsica. Ellos introducen el criterio de objetivos mni-mos v de flexibilidad curricular, adelantados en la Di-rectiva Presidencial, permitiendo a los directores deescuelas adaptar el curriculum, disminuyendo, inclu-so, contenidos y redistribuyendo horas cuando exis-tan dificultades de aprendizaje o estrechez econmica.12. 5. Por decreto ley 3063, de 1979, D.F.L.

    N 1.3063, publicado en el Diario Oficial del2 de junio de 1980 y decretos leyes 3474, 3476 y3477 de 1980, se mplementa todo un sistema detraspaso a las Municipalidades de los establecimientosde enseanza bsica y media del Estado, facultndosea su vez, a las Corporaciones Edilicias para celebrarconvenios de administracin de los mismos conpersonas jurdicas de derecho privado que no persiganfines de lucro, cuya creacin puede nacer de larespectiva Municipalidad en conjunto con personasjurdicas ya existentes o provenir de la iniciativaprivada, sea por que ya las tengan establecidas, seaporque las creen especficamente para los efectos decelebrar dichos convenios.

    Por decreto ley 3476, de 1980, se dicta, comoya se dijo, una nueva ley de subvenciones a la ense-anza privada, que mejora sustancialmente los mon-tos de la misma y aligera las tramitaciones al llevarlasal plano regional.

    El conjunto de estas normas indica una clarainclinacin de la poltica gubernamental hacia laprivatizacin de la enseanza.13. 6. Por D.F.L. N 1, publicado en el Diario

    Oficial del 3 de enero de 1981; D.F.L. No 4,publicado en el Diario Oficial del 20 de enero de1981; D.F.L. N 5, publicado en el Diario Oficial del16 de febrero de 1981 y D.F.L. N 24, publicado enel Diario Oficial del 24 de abril de 1981, se reestruc-tura toda la enseanza superior, arbitrndose medidascuya magnitud e importancia revisten caracteres talesque requieren una reflexin especial, en la cual noentraremos ahora.

    Para fos efectos de que esta reflexin sea fruct-fera y a la !uz de estos antecedentes, proponemos a laconsideracin de quienes se interesan por la educa-cin algunos elementos del pensamiento de la Iglesiaen materia educacional.

    Elementos Doctrinales

    1. La Iglesia Catlica ha manifestado en mltiplesoportunidades su pensamiento en materia edu-

    cacional.El se basa en la visin del hombre y de la socie-

    dad que tiene sus races en el Evangelio, del cual laIglesia es depositarla y difusora.

    Por lo mismo, su inspiracin es ajena a todointers que no sea el servicio del hombre y de la socie-dad, y alcanza una permanencia que hace aplicablescon objetividad sus criterios bsicos aun a circunstan-cias y situaciones histricas diversas.2. Como toda actividad del orden de la cultura, la

    educacin ha de tener una finalidad humaniza-dora. La persona humana es su centro y su fin. Laeducacin es un servicio al hombre y, a travs de ste,a la sociedad que l constituye con sus semejantes.Busca ayudar a la formacin de un hombre pleno y ala construccin de una sociedad justa y fraterna.

    Eilo significa, en primer trmino, que ha deprocurar el desarrollo total y armnico de la persona.El hombre es una realidad compleja, que no puedereducirse a una sola dimensin sin desnaturalizarla.Ha de ser considerado en sus diversas facultades y po-tencialidades, en su singularidad individual y en sucompromiso social, en su condicin de ser histricoy en su misin trascendente. Olvidar cualquiera deestos elementos conllevara mutilar su identidad,distorsionar su realidad, desviarlo de su destino pro-pio, imponerte una renuncia a ser ms.

    La Iglesia rechaza por igual todas las visionesincompletas del hombre: las deterministas, que niegansu libertad y su esencial igualdad; las positivistas ocientistas, que prescinden de su dimensin espiritual,y las utilitaristas, que reducen el sentido de la existen-cia al goce del bienestar o al afn de lucro y de poder.

    Procuramos servir al hombre integralmente con-cebido, en que alma y cuerpo forman una unidad,toda ella humana y digna; en que el crecimiento no seda slo en cuanto individuo, sino en cuanto ser socialque a la vez es "uno" y "con los otros": cuya vidatranscurre en la historia, pero que tiene, a la vez,un destino trascendente, que lo hace sentirse en ten-sin hacia lo eterno y lo absoluto; que desarrolla unaaccin para transformar el mundo hacindolo digna-mente habitable, pero que busca tambin los desinte-resados goces de la contemplacin espiritual que mar-can su superior jeraraua en medio de todo lo creado.

    El objetivo humanizante de la educacin impli-ca, por otra parte, que el proceso educativo ha deconcebirse y realizarse con pleno respeto de los atri-

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    butos inherentes a la persona humana, su libertad ysu dignidad.3. La Iglesia ha sostenido siempre e! derecho uni-

    versal e inalienable de todos los hombres a laeducacin - lo que ha pasado a ser, posteriormente,de amplio reconocimiento en el mundo entero.

    Ha agregado, invariablemente que, por su digni-dad, ese derecho ha de ejercerse en correspondenciacon su carcter, sexo, cultura y tradiciones.

    En esta posicin subyace un criterio de justiciareferido a las personas, en cuanto reconoce y respetasus inalienables derechos naturales, como tambin uncriterio de justicia social, en cuanto la oportunidad deamplio acceso a ms altos niveles de la educacin y dela cultura es, asimismo, un requisito del bien comnde la sociedad, la que se beneficia cuando todos susmiembros pueden ejercer todas sus potencialidades.

    Principios esenciales que deben orientarla Educacin

    4. Hay muchas formas posibles de organizar las es-tructuras educacionales de un pas. Cualquiera

    de estas formas que se elija ha de garantizar que serespeten ciertos principios fundamentales que en elcampo de la educacin tienen especial importancia. Ala Iglesia le interesan sobre todo estos principios. A laluz de ellos y segn la medida en que se realicen,juzga como ms o menos adecuado un determinadosistema de organizacin educacional. De la observan-cia de estas grandes lneas depende, en otras palabras,el valor de un sistema educacional. Son las siguientes:5. 1" . Toda persona tiene derecho inalienable a

    iihd educacin que responda a su propio fin, aldiferente sexo y concorde a la cultura y tradicionespatrias, a la vez que abierta a las relaciones fraternalescon otros pueblos, para fomentar la paz y la unidadentre ellos (Concilio Vaticano I I , Gravisimum Educationis Momentum, 1).6. 2. El objetivo de toda genuina educacin es

    humanizar y personal izar al hombre, orientndo-lo eficazmente hacia su fin ltimo. Esto se realiza en lamedida en que et educando desarrolle plenamente suconocimiento y su libertad, hacindolos fructificar enhbitos de comprensin y comunin con la totalidaddel orden real, por los cuales el hombre humaniza sumundo, produce cultura, transforma la sociedad yconstruye la histofia. (Cfr. Puebla, 1.025; Gaudiumet Spes, 55).7. 3o. Puesto que los padres han dado la vida a

    sus hijos, tienen la gravi'sima obligacin de edu-carlos y por tanto hay que reconocerlos como "losprimeros y principales educadores de sus hijos". (Grav.Ed. Mom., 3). Deben gozar de libertad para escogerlas escuelas para sus hijos, el Estado ha de procurardistribuir los subsidios pblicos de modo que lospadres puedan ejercer este derecho (Grav. Ed.Mom., 6).

    8. 4 o . La educacin requiere la cooperacin detoda la sociedad. A la sociedad civil, al Estado

    como responsable y ordenador de todo lo que serequiere para el bien comn corresponden ciertasobligaciones y derechos: promover varias formas deeducacin, tutelar los derechos y obligaciones de lospadres y de quienes intervienen en la educacin y co-laborar con ellos; completar la obra educacional segnel principio de accin subsidiaria, crear escuelas e ins-titutos propios segn lo exija el bien comn (Cfr.Grav. Ed. Mom., 3).9. 5o . La educacin no puede ser discriminatoria

    ni clasista. La igualdad de la naturaleza humana,la dignidad de cada persona y el derecho universal a laeducacin adecuada es el fundamento de esta exigen-cia. Tendr que cuidar el Estado, por mecanismosapropiados, que no se produzcan diferencias irritantesentre sectores sociales segn su diversa posibilidad deacceder a una buena educacin, Sobre todo en laeducacin superior ha de atenderse a las cualidades ycapacidades del postulante, evitando que slo los be-neficiados de la fortuna tengan acceso a ella.10. 6. Epecial consideracin requieren los agentes

    educativos que son los maestros y profesores.Ninguna reforma ser eficiente si no cuenta con la co-laboracin de quienes han de educar realmente en lasaulas. La dignificacin del magisterio, su adecuadaparticipacin en la definicin de su propio destino, laconfianza en su labor, la necesaria seguridad laboraly adecuada remuneracin son elementos esencialesde todo progreso educativo.1 1 . 7o. La educacin no se realiza al margen de la

    sociedad sino al contrario, est profundamenteinfluida por los valores que se transmiten a travs delos medios de comunicacin social, por las motivacio-nes que los organismos pblicos y privados cultivanen la poblacin. No puede darse una completa accinen la educacin sin atender a estos fenmenos de la"ciudad educativa".12. 8o. A la Iglesia le corresponde por singular mo-

    tivo el deber y derecho de educar. Est obligadaa dar a sus hijos una educacin que llene su vida delespritu de Cristo, ayudando a la perfeccin de la per-sona humana para bien de toda la sociedad y paraconfigurar ms humanamente la edificacin de!mundo.

    La escuela catlica y toda la accin educadorade la Iglesia tienden, en definitiva, a hacer que el edu-cando "se despoje del hombre viejo. . . y revista elhombre nuevo en la justicia y la santidad que proce-den de la verdad" (ct. Ef. 4, 22-24); a lograr que "lle-guen todos a la unidad en la fe y en el conocimientodel Hijo de Dios, al estado adulto, a la estatura deCristo en su plenitud" (cf. Ef. 4, 13); a hacerlos "ver-daderos adoradores que adoren al Padre en esprituy en verdad" (c. Jn. 4, 23); "siempre dispuestos a darrazn de su esperanza ante quienes se lo pidan" (cf. 1Pedro 3, 15) (cf. Gravissimum Educationis, 2).

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    Reflexiones, Inquietudes y Esperanzas

    1. Al examinar los propsitos, medidas y cambiosconcretos reseados a la luz de la doctrina cat-

    lica sobre educacin, surgen ciertas reflexiones, in-quietudes y esperanzas que queremos compaitir.

    Especficamente, invitamos a profundizar en lossiguientes temas:

    A. Una nueva mentalidad.B. Municipalizacin y privatizacin.C. Situacin del magisterio.D. Enseanza de la religin.

    A. Una Nueva Mentalidad2. Los profundos y rpidos cambios educacionales

    que est viviendo el pas pueden afectar peligro-samente la formacin misma de las mentes juveniles,y tememos, con fundamento, que la nueva mentali-dad que se cree no se compadezca con los principiossustentados por la Iglesia y con los que, adems, cons-tituyen la mejor tradicin de Chile. La preocupacinsurge a la luz de las siguientes consideraciones, quedeseamos estn presentes en la reflexin a la que he-mos invitado.

    3. 1. El nfasis puesto en el'esfuerzo individual yen la competencia, como pilares en que descan-

    sa el progreso, que contrastan con las enseanzas yejemplos de Jess basadas en el amor y la solidaridadde ios hombres.4. 2. La exaltacin exagerada de los incentivos

    econmicos como meta de los educandos, quese opone a ios ideales evanglicos de sobriedad y ser-vicio y pospone valores propiamente culturales, talvez con menor valoracin material.5. 3. La omisin de una referencia explcita al

    trmino "democracia" en los nuevos programasde estudio de la enseanza bsica, en particular en elde Ciencias Sociales, lo que no se compadece connuestra tradicin histrica, ni con un espritu y formade convivencia y gobierno, cuya consonancia con losvalores cristianos la Iglesia propugna. Es ms, faltatoda referencia a un sentido crtico y a los elementospara ejercerlos en lo que se refiere a la vida social ypoltica. Sin embargo, ello se hace cada vez ms nece-sario, dada la creciente ideologizacin del conoci-miento y el manejo masivo de la informacin.6. 4. La excesiva preocupacin por la seguridad

    nacional, que limita los programas de estudios,lleva peligrosamente a un control ideolgico y dismi-nuye la posible participacin en el proceso educativode personas y grupos realmente interesados en l.7. Como resumen de todos los puntos de reflexin

    que hemos enunciado, nos parece ver el peligrode la formacin de una sociedad consumista y mate-rialista, en la que los medios de comunicacin social

    se encargan de difundir esos antivalores, que produ-cen resultados econmicos apreciables, con sacrificiode los valores autnticos.

    B. Municipalizacin y Privatizacin8. El Gobierno ha puesto en marcha un acelerado

    proceso de municipalizacin y privatizacin delsistema educativo.

    Parece importante reflexionar, desde el puntode vista de la Iglesia, acerca de este proceso, de susmotivaciones y de sus posibles consecuencias.9. Positiva es la dea misma de vincular la escuela

    a instituciones locales, que pueden conocer bienlas realidades inmediatas de los educandos y que podrn, normalmente, agilizar las tareas de administracin.

    Pero hay, de hecho, en la actualidad, un ciertopeligro de control poltico sobre las nuevas generaciones de chilenos, dado que los Municipios dependendirectamente del Poder Ejecutivo y los Alcaldes sondesignados por ste. Ms an si se piensa que el Esta-do continuar reservndose la orientacin, el controly la supervisin de la educacin y que sto se harahora desde ms cerca.

    Se comprende, por lo mismo, la gran inquietudque sienten muchos profesores acerca de su futuro,pues cualquiera podr sin ms, ser separado de sulabor docente por el hecho de no ser grato a la auto-ridad poltica.

    El traspaso de las escuelas a las Municipalidadessupone, para ser realmente positivo, que las autorida-des municipales representen en verdad a la comunidadlocal y que sta tenga cauces para hacerse presentecon eficacia en dichas escuelas. La participacin libree institucionalizada de los profesores y los padres defamilia a nivel escolar, municipal y nacional es as unaexigencia ineludible para que el proceso de municipa-lizacin d sus frutos. Llamamos la atencin acercadel hecho, no prohibido en la ley, de que lasMunicipalidades optarn por someter las escuelas recibidasa un sistema de pago, renunciando a la subvencindel Estado. Si sto ocurriera quedaran, negativamen-te afectados, sectores de bajos recursos econmicos.10. Inquieta asimismo la posibilidad prevista por la

    autoridad pblica de que las Municipalidadestraspasen, a su vez, las escuelas recibidas del Estado,a manos de terceros Quines sern stos? Al no ha-ber respuestas claras para tal interrogante, es legtimotemer que la enseanza pueda quedar radicada en in-dividuos o grupos inadecuados, movidos por ideolo-gas o intereses econmicos, u otros igualmente aje-nos a la educacin y al bien de los educandos.

    Es necesario dar al respecto claras garantas deque la privatizacin ocurrir con pleno respeto a lacomunidad escolar, en especial a los padres de familia,que son "los primeros y principales educadores de sushijos". (Gravissimum Educationis, 3); y que slo insti-tuciones cualificadas en el campo educativo podrn

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  • DOCUMENTOS

    postular a asumir establecimientos de enseanza.1 1 . En el traspaso directo de escuelas tcnico-

    profesionales a determinadas instituciones,preocupa el tipo de trabajadores que stas quieranformar, en especial si se hubiera de enfatizar exagera-damente el aspecto mercantil. Hay que pensar que, sibien las posibilidades ocupacionales deben sei consi-deradas, ta educacin supone amplitud cultural, esp-ritu crtico, formacin de hbitos y crecimiento devalores espirituales. No basta que el sistema satisfagalas necesidades de la economa, sino que es precisoque satisfaga tambin las necesidades personales, so-ciales y espirituales de la poblacin. El Estado tieneun papel insustituible que cumplir para asegurar queello se haga efectivo, en resguardo del Bien Comn.

    12. Habr que cuidar asimismo que la educacin nopierda el carcter de servicio homogneo y al

    alcance de todos que hasta ahora ha tendido a tener.Tal inquietud se presenta en atencin a las grandesdesigualdades econmicas de unas Municipalidades aotras. Es de desear que el Fondo Comn Municipalestablecido para abordar este problema, logre compen-sar las diferencias que se puedan ir produciendo enlas escuelas dependientes de comunas pudientes ydesarrolladas y aquellas de lasque no lo son. La igual-dad de oportunidades educacionales es tanto msnecesaria cuanto que ella condiciona el avance en elsistema mismo y el nivel del empleo posterior, sobretodo en los sectores menos favorecidos.

    13. La Iglesia siempre ha defendido la libertad deenseanza y los derechos de la educacin parti-

    cular, en especial cuando, en otras pocas, determina-dos sectarismos queran imponerse ideolgicamenteen la educacin estatal y pretendan limitar el derecho de los educandos a recibir la enseanza religiosaque les corresponda de acuerdo a sus propias convic-ciones. Por eso, nos opusimos, aos atrs, a la implan-tacin de la Escuela Nacional Unificada (ENU|, que,de hecho, implicaba el peligro de un monopolio ideo-lgico, que la Iglesia siempre ha rechazado. Dijimosen esa oportunidad palabras que mantienen toda suvigencia: "La forma estructural que adopte en elpresente y para el futuro nuestro sistema de ensean-za no puede depender, hasta tal punto, de una ideolo-gi'a o una corriente poltica particular, sino que debeestar ligada a un comn denominador que despierteun consenso bsico entre los diversos sectores de lacomunidad" (Documento del Episcopado sobre laENU),

    Sin embargo, la libertad de enseanza no impli-ca la aceptacin de cualquiera modalidad de privati-zacin del sistema escolar, por ejemplo de la basadaen el mero juego del mercado econmico, dadas lasconsecuencias negativas que en la prctica se puedenproducir entre escuelas que, entregadas a la librecompetencia, crezcan de manera desigual en desme-dro de los sectores menos favorecidos por la fortuna.Hasta ahora el establecimiento educacional del Estado

    presentaba, en este aspeelo, una imagen favorable deausteridad y sobriedad que en alguna forma revestacierto carcter de mdelo, del cual no era fcilalejarse sin una crtica de a comunidad nacionalCul ir a ser ahora este modelo?

    C. Situacin del Magisterio

    14. Nos inquieta la situacin extremadamente deli-cada a que ha sido llevado el profesorado por la

    profundidad de los cambios educacionales y la drasti-cidad de los procedimientos empleados en su aplica-cin, al punto de que puede hablarse de una crisis in-tegral de la profesin docente. Queremos expresaruna vez ms nuestro afecto y aprecio a ese importantesector de los agentes de la educacin y animarlo a en-contrar un sentido para su vocacin profesional den-tro de la vocacin humana iluminada por la luzdel Evangelio.15. Preocupa que la formacin de los educadores

    haya sido excluida de la lista de actividades ex-clusivas de las universidades, donde tradicionalmentese preparan los profesores del nivel medio y donde elpropio Gobierno reubic a las Escuelas Normales,como reflejo de la importancia y creciente complejidad de la tarea educativa.16. Los profesores en servicio sufren desde aos

    inseguridad laboral. Sin mecanismos claros ypblicos de defensa de sus derechos funcionarios ycon la constante amenaza de que sus rentas se regulenpor el mercado, sufren ahora, adems, como hemosdicho, la inseguridad en la permanencia de sus cargos,atendido el actual proceso de municipalizacin.

    17. Cabe reconocer que los nuevos planes y progra-mas de estudio algunos ya en vigencia y otros

    anunciados para un futuro prximo presentan carac-tersticas que pueden ir en beneficio de la libertad yde la iniciativa del educador en su desempeo docen-te. Con todo, parece improbable que ello se logre enuna magnitud siquiera cercana a lo deseado, cuandoel profesor vive tantas incertidumbres y cuando hoytiene para l, escaso sentido real, el esfuerzo por per-feccionarse y superarse profesionalmente.

    Sin organizaciones representativas y constrei-dos a un rol marcadamente identificable con la merainstruccin, se sienten privados de toda participacinen el estudio de las polticas educacionales que tandirectamente les afectan y en que tienen probadacompetencia.

    Ven cerradas, as, o muy disminuidas sus posibilidades de aporte al estudio y aplicacin de reales in-novaciones educacionales que contribuyan al desarro-llo del pas.

    Sus perspectivas de tener vigencia como un im-portante cuerpo intermedio a nivel nacional parecendefinitivamente afectadas. En cuanto a su positivo influjo en la orientacindel proceso educativo a nivel lo-cal, mucho depender de la participacin que puedareconocrsele y as esperamos se haga en lasdiver-

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  • DOCUMENTOS

    sas modalidades posibles: presencia efectiva en Depar-tamentos y Consejos Comunales de Desarrollo Educa-cional, facilidades para constituir Corporaciones deDesarrollo Educacional formadas por profesores, revi-talizacin de la importancia de los Consejos de Profe-sores a nivel de establecimientos, etc.

    Hasta tanto no se repare, en esta y otras formas,la prdida que el profesorado ha venido sufriendo ensu dignidad y en su proyeccin profesionales, nosduele lo que a diario comprobamos: por motivosideolgicos y econmicos, se corre el riesgo de con-formar en el educador un profesional disminuido,pasivo, sin espritu crtico frente a la realidad educa-cional del pas y de convertir a las nuevas generacio-nes en juventudes carentes de verdaderos maestros.De esta manera, la crisis que vive el profesorado incu-ba graves daos para todo el cuerpo social. Anhela-mos que an sea tiempo de enmendar rumbos y evitaresos daos.

    D. Enseanza de Id ReliginMuchos incluso algunos no creyentes estn

    de acuerdo en que es preferible tener una religin queno tenerla. Y que la Escuela debe colaborar con lafamilia, para que el nio tenga la posibilidad, en laescuela misma y en horas de clase, de estudiar su pro-pia religin, as como se inicia en otros ramos del sa-ber y de la vida.

    Se entiende que cada nio debe ser educado ensu propia religin. Y que, especialmente cuando elnio es pequeo, son los padres los llamados a decircul es la religin en la que desean que su hijo sea ins-truido. Deben poder tambin optar porque su nio nosea instruido en ninguna religin, si as lo desean.

    Cada nio debe ser educado en su propia reli-gin por profesores que pertenezcan a esa religin. Laclase de religin no es simplemente cultura religiosa,o una informacin acerca de las diversas religiones delmundo, o una mezcla o extracto de varias religionesa la enseanza de una moral natural o una clase deurbanidad: es la enseanza de una doctrina definida,es la educacin en una religin que informa la con-ducta y la vida entera.

    El profesor de religin debe ser aprobado comotal por la autoridad de su propia religin. Slo aspodrn los alumnos y sus padres tener la seguridad deque la enseanza religiosa que imparte es la quecorresponde.

    El pluralismo religioso de nuestra poblacinescolar, podr causar algunos problemas prcticos,cuando un mismo curso deba dividirse entre variosprofesores o un mismo profesor reunir alumnos dediversos cursos. Al director del establecimiento educa-cional corresponde organizar esta enseanza en la me-jor forma posible, pero no debiera ser autorizado enningn caso a suprimirla o a hacerla imposible en laprctica.

    Por cierto que la enseanza religiosa, como todaotra enseanza, deber ser supervigilada por el Estado

    con miras al bien comn de todos; tomando en cuen-ta la inspiracin cristiana de la Declaracin de Principos y lo que significa el cristianismo, y en especial elcatolicismo, para el pueblo chileno, que se declaracatlico en un 80 90/o.

    Esperamos que la enseanza de la religin, asconcebida, quede integrada en los planes y programasque rijan en todas las escuelas del pas, en la ensean-za bsica como en la media o en la tcnico-profesio-nal. Y que los profesores de religin reciban la remu-neracin correspondiente a su desempeo.

    ConclusinEntregamos este texto a los catlicos y a todos

    los chilenos que se interesan por la educacin nacio-nal. Les invitamos a estudiarlo, a aportar su experiencia y su reflexin a! debate, a hacernos llegar sus puntos de vista. Es difcil emitir un juicio sobre un pro-ceso que est recin empezando. Nuestros temorespueden verse disipados y nuestras esperanzas afirmar-se. Nuestra intencin ha sido cooperar en forma cons-tructiva, y crtica a la vez, para el mayor bien de laeducacin de nuestro pas, de la que, en gran parte,depende nuestro futuro.

    A los padres de familia, a los profesores, a losalumnos catlicos les instamos a tomar parte activaen el proceso educacional a todos los niveles. Quesepan utilizar todo lo positivo de los cambios en cursopara que la educacin chilena se acerque cuanto seaposible al ideal que hemos expuesto, basndonos en laenseanza tradicional de la Iglesia y en la experienciade nuestra historia.

    A los directores, profesores, padres de familiay alumnos de nuestras escuelas y colegios catlicosqueremos, una vez ms, animarlos en su tarea. A ellosles corresponde hacer de sus establecimientos, verda-deras comunidades escolares, en que la enseanza y elestudio, la organizacin y la disciplina, la colabora-cin entre todos, la amistad y el compaerismo ysobre todo la fe, el conocimiento y el amor de Jesu-cristo, la vida sacramental, la conducta moral, el esp-ritu eclesial y apostlico sean ejemplares.

    A las comunidades religiosas dedicadas a laenseanza, les agradecemos su fidelidad a su vocacinde educadores, sus sacrificios y trabajos y la inmensacolaboracin que prestan a nuestra accin pastoral, ElPadre "conoce" a cada uno de sus alumnos y alum-nas, Y "los ha predestinado a ser conforme a la ima-gen de su Hijo" (Rom. 8, 29) Felices los llamados acolaborar con El en esa prodigiosa tarea; hacer decada uno de sus alumnos y alumnas una imagen deCristo!

    EL COMIT PERMANENTE DE LACONFERENCIA EPISCOPAL

    Santiago, mayo 25 de 1981

    372 MENSAJt \ 300, JULIO 1981

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