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Piura fue la primera ciudad española en América del sur. Fue fundada por Francisco Pizarro con el nombre de San Miguel de Tangarará en el valle del río Chira en 1532, sin embargo, por diversas razones tuvo luego tres desplazamientos, el primero de ellos fue hacia lo que hoy se conoce como como Piura la vieja, en el actual Morropón, este desplazamiento fue ordenado por Diego de Almagro, a petición de los pobladores, en 1534, La ciudad se llamó entonces San Miguel de Piura. Más tarde en 1569, el virrey Toledo autoriza un nuevo traslado de la Ciudad, pues Piura la Vieja era considera insalubre, hacia el puerto de San Francisco de Paita, pero los constantes ataques de piratas y corsarios así como las dificultades para conseguir leña y agua dulce obligaron a realizar un nuevo desplazamiento. Esta vez, ya de manera definitiva, el 15 de agosto de 1588, se lleva a cabo la fundación de la Ciudad de San Miguel del Villar de Piura, en honor al VII virrey del Perú don Fernando de Torres y Portugal, Conde del Villar Don Pardo, quien ordenó el traslado y fundación de la ciudad en la Zona del Chilcal, emplazamiento donde se erige la hoy ciudad de Piura. He querido comenzar este pequeño recorrido por la historia de la catedral de Piura haciendo un escueto recuento de la historia fundacional de la ciudad de Piura, pues es imposible separar la historia de Piura de la Historia de la Iglesia, de hecho la primera misa en tierras del Pacífico sur fue realizada en territorio piurano. Es conveniente saber que en cada emplazamiento de la ciudad había una iglesia matriz, la primera de ellas, sería una construcción Tallán (la cultura de estas tierras del norte del Perú), que fue acomodada para que funcionara como Templo. En Piura la Vieja también contaban con una Iglesia matriz de la cual se dice, que hacia 1571, “no contaba con muchas limosnas porque la población era escasa, pero eso no le impedía de estar bien proveída de aderezos, ornamentos y Cruces y, además, tenía un Cura, un vicario, y un sacristán”[1]. La ciudad de Piura ya en su definitivo asentamiento, tenía una iglesia con cura y vicario; esta iglesia sería la hoy Catedral de Piura, pero para eso debería trascurrir aún mucho tiempo.

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Piura fue la primera ciudad española en América del sur. Fue fundada por Francisco Pizarro con el nombre de San Miguel de  Tangarará en el valle del río Chira en 1532, sin embargo, por diversas razones tuvo luego tres desplazamientos, el primero de ellos fue hacia lo que hoy se conoce como como Piura la vieja, en el actual Morropón, este desplazamiento fue ordenado por Diego de Almagro, a petición de los pobladores, en 1534, La ciudad se llamó entonces San Miguel de Piura. Más tarde en 1569, el virrey Toledo autoriza un nuevo traslado de la Ciudad, pues Piura la Vieja era considera insalubre, hacia  el puerto de San Francisco de Paita, pero los constantes ataques de piratas y corsarios así como las dificultades para conseguir leña y agua dulce obligaron a realizar un nuevo desplazamiento. Esta vez, ya de manera definitiva, el 15 de agosto de 1588, se lleva a cabo la fundación de la Ciudad de San Miguel del Villar de Piura, en honor al VII virrey del Perú don Fernando de Torres y Portugal, Conde del Villar Don Pardo, quien ordenó  el traslado y fundación de la ciudad en la Zona del Chilcal, emplazamiento donde se erige la hoy ciudad de Piura.

He querido comenzar este pequeño recorrido por la historia de la catedral de Piura haciendo un escueto recuento de la historia fundacional de la ciudad de Piura, pues es imposible separar la historia de Piura de la Historia de la Iglesia, de hecho la primera misa en tierras del Pacífico sur fue realizada en territorio piurano. Es conveniente saber que en cada emplazamiento de la ciudad había una iglesia matriz, la primera de ellas, sería una construcción Tallán (la cultura de estas tierras del  norte del Perú), que fue acomodada para que funcionara como Templo. En Piura la Vieja también contaban con una Iglesia matriz de la cual se dice, que hacia 1571, “no contaba con muchas limosnas porque la población era escasa, pero eso no le impedía de estar bien proveída de aderezos, ornamentos y Cruces y, además, tenía un Cura, un vicario, y un sacristán”[1]. La ciudad de Piura ya en su definitivo asentamiento, tenía una iglesia con cura y vicario; esta iglesia sería la hoy Catedral de Piura, pero para eso debería trascurrir aún mucho tiempo.

La iglesia Catedral de Piura fue fundada en 1588, el mismo año de la fundación de San Miguel del Villar de Piura, lo que habla muy bien del hondo sentir católico de los primeros pobladores de la ciudad, bajo la tutela de la Virgen de la Asunción y de San Miguel Arcángel, Siendo Corregidor el Capitán Alonso Forero.

San Miguel dependió primero del obispado de Darién y Tierra Firme, con sede en la Ciudad de Panamá; luego, desde 1544, del Arzobispado de Lima; desde enero de 1545 hasta 1614 formó parte del recién creado obispado de San Francisco de  Quito; luego desde 1614 hasta casi mediados del siglo XX fue parte del Obispado y luego Arzobispado de Trujillo. Razones por las cuales Piura no contó con una catedral sino hasta el siglo pasado. La Iglesia “San Miguel Arcángel” fue llamada la Iglesia Mayor o Matriz.Pronto se extendieron las devociones por entre la población y fueron dos las principales: a Nuestra Señora de las Mercedes y a Nuestra Señora de Agua Santa, esta devoción tuvo arraigó en San Miguel hacia fines del siglo XVI, 1588 aproximadamente, año del traslado

de la ciudad y de la fundación de la Iglesia matriz pero, a diferencia de la primera, hoy se encuentra extinta. Fue precisamente en la Iglesia Mayor donde se formó una floreciente cofradía de Nuestra Señora de Agua Santa, también existían en esta iglesia otras cofradías: la del Santísimo Sacramento, de San Sebastián y la de Santa Lucía[2].

Los datos históricos nos dicen que ya en el siglo XVIII, Piura era una de las siete provincias  eclesiásticas del obispado de Trujillo. La provincia de Piura comprendía doce doctrinas o curatos. Había un vicario en la capital de la Provincia, es decir en San Miguel de Piura, que además oficiaba de párroco de la Iglesia Matriz. Hay que tener en cuenta que después del concilio de Trento las doctrinas fueron verdaderas parroquias, pero en la práctica se diferenciaban entre sí por la condición de los feligreses: Las doctrinas eran las iglesias de indios y los doctrineros los curas que las dirigían, en cambio el término parroquia se reservó para las iglesias de españoles[3]. Por lo tanto la Iglesia Matriz de Piura era una Iglesia de Españoles, y su párroco era, lo que hoy llamamos, vicario (episcopal, tal vez general) del obispo de Trujillo.

El número de Iglesias en la provincia de Piura en el siglo XVIII era bastante alto, en la misma ciudad había ocho, las cuales encabezaba  la Iglesia Matriz “San Miguel Arcangel”.La Iglesia Matriz fue afectada por los sismos de 1619 y 1687, sin embargo, su reconstrucción recién se inició en 1773. La obra estuvo  por el constructor Juan Velasco y se inauguró en 1776, con la presencia del virrey Manuel Guirior, no obstante los trabajos continuaron incluso hasta después de la visita de Mons. Baltazar Martínez de Compañón, del cual hablaremos en un ulterior trabajo, en 1786, aunque se trataron de obras de menor envergadura.

En toda la provincia las cofradías eran numerosas y las devociones lo eran aún más. En el siglo XVIII las cofradías se limitaban a dar culto a un santo de devoción común, para ello se organizaban a fin de recaudar la mayor cantidad de fondos que permitiera la celebración de la fiesta patronal. En la Iglesia Matriz existían la cofradía de la Santísima Cruz, la de Nuestra Señora de los dolores, la de Santa Rosa de Lima, pero la más importante era la de Nuestro Amo y Señor Sacramentado. Además se veneraba al Señor de la Columna, a san José y a la Purísima concepción.[4]En el siglo XIX la parroquia San Miguel, la Iglesia Matriz de la ciudad del mismo nombre, será sede de acontecimientos importantísimos para la vida no sólo de los piuranos sino de todos los peruanos.