9
Causas de esta revolución En ese momento de la historia guatemalteca la población sufría la dictadura del general Jorge Ubico, que había asumido el poder en 1931, en medio de la grave situación que significó para el país la crisis del mercado mundial iniciada en 1929 (por ejemplo, el precio del café, principal producto de exportación, bajó de entre 30 y 35 dólares a tan sólo 3 dólares). Ubico tomó el poder con el apoyo del imperialismo estadounidense y durante su gobierno Guatemala se consolidó como una república bananera, proceso iniciado durante la dictadura de Manuel Estrada Cabrera (1898 – 1920). En particular la United Fruit Company, con la colaboración servil de Ubico, se convirtió en un Estado dentro de otro Estado, gracias a la entrega gratuita de nuevas tierras de plantación en la región costera del Pacífico, la exención de impuestos, la importación libre de impuestos de todos los bienes necesarios, la garantía de bajos salarios y la concesión de la explotación de servicios públicos. De esta manera, la UFCO era dueña de la red ferrocarrilera del país por medio de la International Railways of Central America, del único puerto en el Atlántico, Puerto Barrios y de la única flota de cargueros con acceso a este puerto. Por otro lado, la producción y distribución de energía eléctrica estaba monopolizada por la imperialista Electric Bond & Share. En el terreno económico, Ubico gobernó para los intereses de la oligarquía terrateniente y la burguesía agropecuaria. Aplicó una política de reducción del gasto público, bajos salarios y paridad monetaria, combinada con una feroz represión a la oposición política. La mayoritaria población campesina se encontraba oprimida por medio de dos leyes que obligaban al indígena a trabajar por un salario de miseria. La Ley de Viabilidad obligaba a los campesinos a trabajar treinta días del año en construcciones de carreteras nacionales, salvo que pudiera pagar una contribución deliberadamente superior a sus posibilidades. La Ley de la Vagancia lo obligaba a trabajar cierto número de días al año en fincas ajenas, aunque tuviese terrenos propios. La intención era hacerlos trabajar en las haciendas cafetaleras de manera forzosa, con un salario fijado a capricho por el terrateniente y pagado en su mayor parte en especie, a través de vales o fichas intercambiables sólo en la tienda del patrón, y con jornadas de trabajo de 10 o más horas. De esta manera el peón quedaba sujeto al terrateniente. En las ciudades no existía legislación laboral ni derechos mínimos, ni tribunales de trabajo y más bien habían salarios de hambre (ver

Causas de Esta Revolución

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Un trabajo muy completo

Citation preview

Page 1: Causas de Esta Revolución

Causas de esta revolución

En ese momento de la historia guatemalteca la población sufría la dictadura del general Jorge

Ubico, que había asumido el poder en 1931, en medio de la grave situación que significó para el

país la crisis del mercado mundial iniciada en 1929 (por ejemplo, el precio del café, principal

producto de exportación, bajó de entre 30 y 35 dólares a tan sólo 3 dólares).

Ubico tomó el poder con el apoyo del imperialismo estadounidense y durante su gobierno

Guatemala se consolidó como una república bananera, proceso iniciado durante la dictadura de

Manuel Estrada Cabrera (1898 – 1920).  En particular la United Fruit Company, con la

colaboración servil de Ubico, se convirtió en un Estado dentro de otro Estado, gracias a la

entrega gratuita de nuevas tierras de plantación en la región costera del Pacífico, la exención de

impuestos, la importación libre de impuestos de todos los bienes necesarios, la garantía de bajos

salarios y la concesión de la explotación de servicios públicos. De esta manera, la UFCO era

dueña de la red ferrocarrilera del país por medio de la International Railways of Central America,

del único puerto en el Atlántico, Puerto Barrios y de la única flota de cargueros con acceso a este

puerto. Por otro lado, la producción y distribución de energía eléctrica estaba monopolizada por

la imperialista Electric Bond & Share.

En el terreno económico, Ubico gobernó para los intereses de la oligarquía terrateniente y la

burguesía agropecuaria. Aplicó una política de reducción del gasto público, bajos salarios y

paridad monetaria, combinada con una feroz represión a la oposición política. La mayoritaria

población campesina se encontraba oprimida por medio de dos leyes que obligaban al indígena a

trabajar por un salario de miseria. La Ley de Viabilidad obligaba a los campesinos a trabajar

treinta días del año en construcciones de carreteras nacionales, salvo que pudiera pagar una

contribución deliberadamente superior a sus posibilidades. La Ley de la Vagancia lo obligaba a

trabajar cierto número de días al año en fincas ajenas, aunque tuviese terrenos propios. La

intención era hacerlos trabajar en las haciendas cafetaleras de manera forzosa, con un salario

fijado a capricho por el terrateniente y pagado en su mayor parte en especie, a través de vales o

fichas intercambiables sólo en la tienda del patrón, y con jornadas de trabajo de 10 o más horas.

De esta manera el peón quedaba sujeto al terrateniente. En las ciudades no existía legislación

laboral ni derechos mínimos, ni tribunales de trabajo y más bien habían salarios de hambre (ver

Orieta Álvarez “Antecedentes históricos del proceso revolucionario de 1944-1954 en

Guatemala”).

Ubico gobernó anulando todo tipo de participación democrática, elaborando leyes que el

Congreso tenía que aprobar obligatoriamente. Su poder se sustentaba en un aparato militar

y policíaco que practicaba el espionaje, el chantaje, el destierro, prisión y el asesinato o

Page 2: Causas de Esta Revolución

fusilamiento. Fue suprimida la autonomía universitaria y los establecimientos de educación

secundaria fueron militarizados.

Hacia 1940 se inició en la Universidad de San Carlos un movimiento consciente y organizado de

lucha contra la dictadura y en defensa de las libertades universitarias. En 1943 fue fundada la

Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), que jugaría un papel clave en el derrocamiento

del tirano.

En junio de 1944 el estudiantado universitario inició la lucha frontal contra la dictadura. Ese mes

fueron distribuidos clandestinamente miles de volantes invitando a la población a sabotear la

celebración del 30 de junio (aniversario del triunfo de la Revolución Liberal de 1871), cuyo desfile

encabezaría Ubico. El 14 fue apresado un grupo de estudiantes por causa de un delator. El

encarcelamiento generó protestas parte de círculos estudiantiles y profesionales, que exigieron

la renuncia de las autoridades universitarias nombradas por Ubico.

El 21 de junio se celebró una Asamblea General de Estudiantes Universitarios en el Paraninfo de

la Universidad, a la que asistieron como invitados obreros, artesanos, maestros y profesionales.

La asamblea amenazó al dictador con una huelga general si no renunciaba. Se inició una

campaña cívica que culminó en las manifestaciones del 25 de junio que fueron brutalmente

reprimidas por la caballería, que asesinó a la maestra María Chinchilla y con la paralización de

parte de los obreros, del sistema ferroviario.

Ubico se percató de su aislamiento cuando recibió el “Memorial de los 311”, un documento

firmado por abogados y profesionales que le pedían la restitución de las garantías

constitucionales. El movimiento antiubiquista iniciado por los estudiantes universitarios abarcó

pronto a fracciones resentidas de la oligarquía, los grupos de comerciantes y propietarios

agrarios vinculados al capital alemán, los sectores de la incipiente burguesía, la clase

trabajadora de la capital. De esta manera, el dictador tuvo que renunciar el 1 de julio. Sin

embargo, el poder pasó a tres generales ubiquistas, de los cuales la Asamblea Legislativa

nombró presidente provisional a Federico Ponce Vaides.

El nuevo gobierno restableció las garantías constitucionales; abolió los monopolios de azúcar,

tabaco y carne; permitió la organización de partidos y sindicatos; admitió la necesidad de

aumentar los salarios; hizo concesiones a los estudiantes universitarios y maestros; declaró que

entregaría el gobierno a quien resultara electo en las elecciones generales del 17 y 19 de

noviembre.

Page 3: Causas de Esta Revolución

Sin embargo no decretó la amnistía general; conservó en los puestos claves a los principales

responsables de la dictadura, acentuando la influencia del ubiquismo en el gobierno; no abordó

ninguno de los problemas serios de la economía del país.

La caída de Ubico generó el surgimiento de una oleada de organizaciones de las distintas capas

sociales. Estudiantes universitarios y maestros formaron el Frente Popular Libertador y el Partido

Renovación Nacional, y otros sectores formaron una infinidad de partidos de toda índole. Los

trabajadores empezaron a despertar y a organizarse alrededor de una serie de reivindicaciones

gremiales, en especial aumentos salariales. La recién organizada Unión de Trabajadores de

Tiquisate promovió la primera huelga en las plantaciones de la UFCO.

A esta efervescencia organizativa y reivindicativa, Ponce Vaides contestó primero con amenazas

y después encarcelando y desterrando ciudadanos. Poco a poco se fue haciendo evidente que la

intención de Ponce era mantenerse en el poder usufructuando un ubiquismo sin Ubico, y que

habría que recurrir a las armas para sacudirse al nuevo tirano. El FPL y otros partidos de la

pequeña burguesía recién formados se aliaron a oficiales procedentes de las clases medias

descontentos con el gobierno, en especial Francisco Javier Arana, Jacobo Arbenz Guzmán,

Enrique de León Aragón y Carlos Aldana Sandoval, todos pertenecientes a la Guardia de Honor.

En horas de la madrugada del 20 de octubre se inició la acción armada de los grupos militares,

que de inmediato recibieron el apoyo de la población, que acudió a la Guardia de Honor a recibir

armas. Después de 16 horas de combates fue derrocado el gobierno de Ponce Vaides, y

sustituido por la Junta Revolucionaria de Gobierno, compuesta por el capitán Jacobo Arbenz

Guzmán, Jorge Torriello Garrido y el mayor Francisco Javier Arana.

Page 4: Causas de Esta Revolución

Revolucion de Guatemala Octubre de 1944

La Revolución de 1944 fue un movimiento en Guatemala el día 20 de octubre de 1944, encabezado por militares, estudiantes y trabajadores, que derrocó al gobierno de facto del General Federico Ponce Vaides, dio lugar a las primeras elecciones libres en ese país, e inauguró un período de diez años de modernización del Estado en beneficio de las mayorías declase trabajadora. La historiografía posterior ha denominado a dicho período como los “Diez años de primavera” o la “Edad de oro” de Guatemala, y actualmente el día 20 de octubre es una fiesta nacional en ese país, conmemorada como el Día de la Revolución de 1944.

Modo de Produccion

LA ECONOMIA Y LA POLI TI CA ECONOMICA.

Durante los 14 ailos del Gobierno de Don Jorge, la economía del país se caracteri.tó por el monoculti vismo, dependiendo el país practicamente del café. No existía un proceso de industrialización y el sistema bancario y financiero, estructurado conforme al modelo Kcmerer (mixto, capital del Estado y del sector privado) carecía de suficientes recursos monetarios y crediticios para atender las necesidades de la producción y los servicios. Además se manejaban con criterios y prácticas muy conservadoras. RESPUESTA DE LA REVOLUCION. Esta lo primero que hizo para resol ver ese marasmo económico fue instituir una serie de 1n-.tituciones modernas, técnicamente estructuradas, a las que dotó de au1o non1ía para su funcionamiento y capacidad para iniciar la diversificación oc la producción, (por ej. el algodón). De ellas citamos, i:I llaneo de Clua1cn1ala (o sea el órgano supren10 encargado de las fu n1:ioncs de la llanca central). el (INFOP) Instituto de Fomento de Ja Pr •l:rartan1en10 di.; ron1en10 Cooperativo y el (BN A) Banco Nacional Agrario La política econ6n1ica se hasaba en la Reforma Agraria que, al d1'1 rihuir e qui tat ivan1cntc la tenencia y el uso de la tierra, generaría para 38 la Revoluci6n del 20 de Octubre de 1944 el productor directo agrícola ingresos de los que jamás había disfrutado, los cuales lo convertirían (como se demostró en el par de años de vigencia del Decreto 900) en un consumidor efectivo de productos agrícolas para mejorar su alímentación y de artículos industriales, lo que permitiría a los inversionistas desarrollar la actividad manufacturera, la del transporte, la de los servicios y la comercial. Esa polftica económica de la Revolución bizo posible que ya en el período

Page 5: Causas de Esta Revolución

de Arbenz los campesinos y los trabajadores rurales, los obreros, los trabajadores por cuenta propia, los profesionales y los empresarios mejoraran sustancialmente su situación económica, comparada con la que habían tenido anteriormente.

1945-1950: el “socialismo espiritual”Los casi 10 años que a partir de este octubre recordado van a completar la Revolución se pueden dividir en

dos etapas. La Revolución es impulsada inicialmente por una base social heterogénea, animada por intereses

diferentes: “la pequeña burguesía urbana, universitarios de clase media, intelectuales y profesionales,

pequeños empresarios y comerciantes, empleados públicos mal pagados, campesinado politizado y

proletariado incipiente”. (“La batalla por Guatemala”, Jonas)

El “socialismo espiritual” de Arévalo, alejado según sus propias palabras “del individualismo liberal y del

socialismo marxista”, responde a la correlación de fuerzas y las posibilidades de implementar un programa de

justicia social en esta primera fase de la revolución.

En este contexto, el primer gobierno de la Revolución se caracteriza por importantes avances y limitaciones

obvias. Entre los primeros, Susanne Jonas menciona que “se suprime la Ley de Vagancia y todas las formas

de trabajo forzado; se crea el Instituto Guatemalteco de Seguridad Social; se promulga el Código del Trabajo,

que reconoce salario mínimo, contratos obligatorios, igual pago por igual trabajo, derecho a la seguridad

social, derecho de huelga y de formar sindicatos. El gobierno destina 1/3 de los gastos estatales a una

ambiciosa inversión social; legaliza los partidos políticos (excepto el comunista) y amplía las libertades de

expresión, prensa, etc.” Además, se da un fuerte impulso a la literatura, el deporte, el arte, la construcción de

infraestructura cultural (construcción del edificio actual de la Biblioteca Nacional)…

Por otra parte, las limitaciones son, según la misma autora, “la falta de cambios sustanciales en la base

productiva del país; que se restringe o no se promueve seriamente la sindicalización de los trabajadores del

área rural; que no se afectan los enclaves extranjeros y la tenencia de la tierra”. Manuel Galich va más allá al

afirmar que “la Constitución (promulgada en 1945) resulta un híbrido contrarrevolucionario. Al lado de lo

bueno, consolida la estructura agraria del país, deja intacta la feroz clase dominante de los barones del café,

los terratenientes semifeudales y consolida al ejército como entidad autónoma y casi como un cuarto poder”.

(“Por qué lucha Guatemala”, Galich)

Las limitaciones chocan con las necesidades y las expectativas de una población crecientemente organizada

en la Confederación Nacional Campesina y la Confederación de Trabajadores de Guatemala que solicitan,

desde 1946, la realización de la Reforma Agraria, y en el Partido Guatemalteco del Trabajo, formado en 1949.

En vísperas de las elecciones de 1950 y de la sustitución de Arévalo, la primera etapa de gobierno se percibe

tan impactante como agotada. La antesala del cambio.

1950-1954: el capitalismo nacionalEl triunfo del coronel Jacobo Árbenz Guzmán en las elecciones de noviembre de 1950 refleja la nueva

correlación de fuerzas existente y la necesidad de profundizar las reformas iniciadas en 1944, aunque augura

también polarización y descontento de los sectores poderosos que van a ver afectados sus intereses. Incluso

de sectores tradicionalmente afectos.

El 15 de marzo de 1951, durante la toma de posesión del gobierno, Árbenz anuncia el objetivo de transformar

el capitalismo dependiente guatemalteco (“feudalismo”) en un capitalismo nacional e independiente. Aquí, la

historia guatemalteca se acelera: sí, nuestra historia tan cotidianamente estancada, varada en el tiempo, con

Page 6: Causas de Esta Revolución

tendencia al rezago. El gobierno plantea, en primer lugar, realizar una reforma agraria que “permita el acceso

a la tierra a grandes contingentes de población, los que, con adecuado financiamiento pueden elevar la

producción, permitiéndoles ingresos que les den la capacidad de demandar bienes de consumo y capital, y

convertirse así en motores del impulso de la industria nacional”. (“La revolución de Octubre. Diez años de

lucha por la democracia en Guatemala”, Velásquez Carrera)

En segundo lugar, propone romper el predominio de los monopolios estadounidenses, con la realización de

obras alternativas como el puerto Santo Tomás de Castilla, la hidroeléctrica Jurun-Marinalá y la carretera al

Atlántico.

La ley de Reforma Agraria de 1952 sanciona la expropiación de tierras ociosas en terrenos de más de 223

acres y se acompaña de la creación del Departamento Agrario Nacional y el Banco Nacional Agrario,

encargados de facilitar créditos y asistencia técnica a los nuevos propietarios. En dos años, la Reforma

Agraria otorga 1002 fincas y 1.901.073 hectáreas para 100.000 familias. Y el Banco Nacional Agrario

“concede 11.881.432 quetzales en créditos”, según afirma su fundador y primer presidente, Alfonso Bauer

Paiz: “Crece rápidamente el mercado interno. De la noche a la mañana los niveles de vida en el campo

aumentan, los empleados adquieren máquinas de coser, radios, refrigeradoras eléctricas y de gas y otros

artículos para su comodidad familiar. Por supuesto, todos los comerciantes están satisfechos porque se les

abren insospechadas posibilidades de venta en todo el país”. (“Memorias de Alfonso Bauer Paiz”, Carpio)

“Los guatemaltecos que conocíamos nuestro pasado y habíamos vivido parte de él, nos sentimos en un país

distinto, dice Manuel Galich. En un país que se había colocado, de la noche a la mañana, como si fuera dueño

de la máquina del tiempo, en pleno siglo XX, después de haber vivido en los más tenebrosos, hasta la misma

víspera”.

Es una más de las paradojas de la historia que, siendo esta etapa una de las más avanzadas de la historia de

Guatemala, sea tan violentamente atacada. La oposición, que ve cuestionados sus intereses, se organiza

rápidamente. El desenlace de este proceso es conocido: violencia, atraso, miseria, el regreso de la Guatemala

más funesta, la polarización, la exclusión, las heridas de un país dividido. Heridas que todavía hoy no se

cierran.

Forma parte de lo hipotético saber qué nuevos avances y reformas, qué otra nación sería si la Revolución de

Octubre hubiera logrado continuidad. “Brilla como una estrella fugaz que derrama su luz plena en el corto

trayecto que recorre nuestros horizontes”, escribe María Cristina Vilanova, viuda de Árbenz. (“El presidente

Árbenz, la gloriosa victoria y la lección de Guatemala”, CEUR) El esplendor efímero. Por su parte, Manuel

Galich añade: “La verdadera Revolución que apenas comienza es estrangulada en la cuna”.

Treinta días antes de su renuncia, el presidente Árbenz había proclamado ante una multitud de trabajadores,

refiriéndose a las tentativas de acabar con la Revolución: “Se olvidan de que las condiciones de hoy no son

las que privaban en 1944; no recuerdan que entonces el pueblo no estaba organizado, que el pueblo no sólo

no apoyaba a Ubico sino que lo combatía. Se olvidan que entonces los cuarteles eran también prisiones y que

los altos jefes del ejército habían perdido la dignidad del mando. Se olvidan que antes los campesinos no

tenían patria que defender porque para los campesinos la tierra es la patria”. Pero esta Revolución llena de

promesas y realizaciones, sin lugar a dudas popular, se mueve al mismo tiempo en las arenas movedizas de

la agresión externa y las divisiones intestinas: delicado equilibrio que acaba orillándola hacia la derrota.

Page 7: Causas de Esta Revolución

En marzo de 1953, los republicanos toman el poder en Estados Unidos. Allan Dulles y John Foster Dulles,

ligados a la United Fruit Company, son nombrados, respectivamente, jefes de la CIA y del Departamento de

Estado, puestos clave en la lucha contra Guatemala. En el clímax de la guerra fría y su igualmente fría lógica

de reparto del mundo, el gobierno de la Revolución es acusado de “comunista” y se toma la decisión de su

derrocamiento.

Para Susanne Jonas, no es sólo la creciente influencia del Partido Guatemalteco del Trabajo y la

radicalización de la Revolución lo que motiva la agresión, sino su carácter nacionalista, no alineado, fuera del

control de los Estados Unidos: un movimiento que se les escapa de las manos. Ya durante la gestión

“moderada” de Arévalo, Estados Unidos presiona para la destitución de ministros y funcionarios de su

administración e impone el embargo de armas. A partir de la asunción de Árbenz y, sobre todo, de la puesta

en práctica de la reforma agraria, las medidas contra Guatemala se incrementan.

El símbolo de la contrarrevolución es ese Árbenz humillado, maltratado, obligado a desnudarse delante de los

periodistas cuando sale al exilio. El “hombre desnudo” en palabras del economista guatemalteco Eduardo A.

Velásquez, y el pueblo mudo, desorganizado, aterrorizado.

Pero ese hombre desnudo es capaz de vestirse sólo con la dignidad de su razón y de su lucha y el pueblo

mudo ya no va a ser el mismo de antes de 1944. “La Revolución de Octubre es el acontecimiento histórico

más importante de nuestra vida independiente, dice Cardoza. Tan importante que el imperialismo decide

destruirla con traidores y mercenarios. Es, y seguirá siendo, un movimiento popular de emancipación, cuya

influencia rebasa pronto las fronteras. Jamás nuestro pueblo había adquirido mayor conciencia, libertad y

soberanía. Jamás se había luchado por finalidades más justas, más guatemaltecas y populares” (“La

Revolución de Octubre. Diez años de lucha por la democracia en Guatemala”).

Para Manuel Galich, “la Revolución está aplastada por las pezuñas del monstruo. ¿Por cuánto tiempo? Sólo la

historia es lo suficientemente visionaria para penetrarlo. Pero ella misma es lo bastante justa y certera para

afirmar que no importan los años, el aplastamiento de la Revolución es cosa transitoria”.

Esta es la gloriosa pero corta victoria de la liberación. La derrota y la esperanza de la Revolución del 44.