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    S122 Cirujano General

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    Cirujano General Vol. 33 Supl. 2 - 2011

    Miembro Asociacin Mexicana de Ciruga General y Acadmico emrito Academia Mexicana de Ciruga.Correspondencia: Dr. Vctor Manuel Arrubarrena Aragn

    Calle Quertaro Nm. 147-60106700 Roma Norte, Mxico Distrito Federal D.F.

    Telfono 55-5584-3677

    Este artculo puede ser consultado en versin completa en: http://www.medigraphic.com/cirujanogeneral

    La relacin mdico-paciente

    Vctor Manuel Arrubarrena Aragn

    El mdico debe saber lo que hace, cmo lo hacey hacerlo siempre con amor.

    Paracelso

    Hoy da, el mdico presta ms atencin a lainformacin de su computadora, que a losojos llenos de ansiedad de su angustiadopaciente.

    Annimo

    La relacin mdico-paciente era tan natural en la prc-tica de la medicina que no se hablaba de ella. No seescriba. Se consideraba un hecho su existencia comobase del trabajo del mdico con el enfermo, principio delo que despus se describi como el encuentro de unaconciencia con una confianza. La relacin de confianzaentre dos seres humanos ha sido capaz de lograr mu-chas curaciones.

    La medicina era ms sencilla, los recursos delmdico para atender al enfermo estaban ms en suscapacidades personales, en su relacin con el enfermo,que en los recursos externos, llmese implementos detecnologa para el diagnstico, medicinas ms eficacesy otros procedimientos de tratamiento que la ciencia y latecnologa moderna han puesto en manos del mdico.

    Se comienza a hablar de la relacin mdico-paciente

    cuando se empieza a sentir con alarma que se estperdiendo. Con el avance de la ciencia y tecnologa elacto mdico empieza a depender en gran parte del usode mtodos ms eficaces de diagnstico y tratamientoy parecera que la presencia curadora del mdico dejade tener importancia. Apenas lleg usted y me sentmejor era una frase que escucharon los mdicos deantao, aquellos que atendan en su consultorio o encasa del paciente.

    Es vlida la preocupacin porque se est perdiendoesta relacin? Son los grandes adelantos de la ciencia ytecnologa aplicadas a la medicina suficientes para curar?...Creo que hay datos para afirmar lo contrario. Bastasealar, que en la poca del mdico que atenda con

    pocos recursos no haba demandas por mala atencin.Las demandas se deben en gran parte a la prdida

    de esta relacin, que se basaba en la gran confianza de

    los pacientes en la medicina y en los mdicos. Las de-mandas son la negacin de la relacin mdico-pacientePor qu? Porque hay elementos interruptores de estarelacin. No son elementos interruptores el avance enciencia y tecnologa. Si lo es la organizacin distinta dela medicina que tiene que ver con lo compleja que se havuelto a la luz de estos avances.

    Ahora bien, el elemento fundamental para una buenarelacin es la confianza, y este primer paso lo iniciaba elpaciente al escoger a su mdico para confiarle su bienms preciado: su salud. El paciente contaba con que suenfermedad y algunos aspectos de ella permaneceranslo en el conocimiento de l y de su mdico. El mdicodependa en un grado mucho mayor que ahora de suhabilidad para acercarse al paciente, el diagnstico seestableca con los datos que ste proporcionaba y en lossignos de enfermedad que pudiera recoger por su explo-racin. Los anlisis y pruebas de gabinete se solicitabanpara corroborar diagnsticos o para ratificarlos. Debe-mos aceptar que en la medicina actual sea institucionalo privada hay elementos que no estimulan la confianza.

    En la relacin mdico-paciente, el mdico debe estarconsciente de que el paciente no tiene daado solo unrgano, sino que enferma de manera integral. Por ello,debemos reflexionar que el enfermar conduce a sufrir.

    En ocasiones se padece mucho ms de lo que se est

    enfermo y no debe olvidarse que cuando un pacienteenferma de algo grave, enferma con l la familia. Por todoello no es vano recordar aquella vieja conseja mdicaque seala: El mdico pocas veces cura, algunas sana,pero siempre debe consolar.

    Reconociendo que la relacin mdico-paciente haexistido siempre, surge la pregunta de si es importanteque subsista an en los tiempos actuales en que la medi-cina se sustenta en la utilizacin cada vez ms excesivade mtodos de diagnstico y tratamiento que parecenser el paradigma de la medicina actual. Desde nuestropunto de vista la respuesta es afirmativa. Los nuevosprocedimientos enriquecen los recursos del mdico,pero no sustituyen el poder teraputico de una buena

    relacin, que incluso debe servir para ayudar a mdico ypaciente en el uso de estos procedimientos, que son unindiscutible avance, pero que han cambiado los objetivos

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    y paradigmas de la medicina innecesariamente cuandoson utilizados en demasa, sin criterio clnico adecuadoy lo que es ms triste olvidando que la razn de ser denuestra profesin, debe ser y buscar el bienestar delenfermo.1

    Modelos de relacin mdico-paciente

    En la atencin de los enfermos hemos sealado, unaspecto primordial es la relacin mdico-paciente, cu-yas bases se encuentran en los principios mismos dela biotica. La relacin mdico-paciente es el contrato,generalmente no escrito, establecido por personas aut-nomas libres de iniciar, continuar o romper esta relacin.

    En la interaccin del enfermo con el mdico y el equipode salud, basada en la comunicacin y la disposicinpara conseguir objetivos comunes, como son la pre-vencin de enfermedades, preservacin y recuperacinde la salud, con rehabilitacin y reintegracin al ncleofamiliar, social y en ocasiones laboral, existen variosmodelos de relacin mdico-paciente; cuatro son losms importantes y comnmente aceptados.2

    Modelo paternalistaEn el que prevalece la actitud autoritaria del mdico quedirige las acciones, indica y/o realiza los procedimientosdiagnsticos teraputicos, mientras que el enfermo sloacata las indicaciones, sin que se tomen en cuenta suopinin, dudas o temores. Es una relacin tipo sujeto-ob-

    jeto en la cual, aunque se trata de beneficiar al enfermo,no se respetan su autonoma, su libertad, su capacidady derecho a decidir. Este modelo es frecuente en Mxicoy pases latinoamericanos, sobre todo en el medio rural.

    Modelo dominanteEn contraste con el anterior, es el enfermo quien, de

    acuerdo con sus conocimientos o bien por la informacinobtenida, pide o exige que, de acuerdo con el diagnsticoestablecido, se realicen determinados procedimientosdiagnstico-teraputicos. Es una relacin tipo sujeto-objeto que suele ocurrir cuando el mdico tratante tienepoca experiencia. En estos casos el abuso de autonomadel enfermo puede ser perjudicial

    Modelo de responsabilidad compartidaEn este modelo se establece una buena comunicacin,se informa al enfermo y la familia, lo referente a su en-fermedad, el diagnstico, el tratamiento y el pronstico,as como la posibilidad de complicaciones. Se aclaransus dudas y se trata de disipar sus temores; se discuten

    las alternativas y en forma conjunta se toma la mejordecisin. En este modelo intervienen la autonoma, lalibertad y el juicio del paciente, en relacin a lo que quiereo lo que espera, todo ello bajo la orientacin del mdicotratante. Es una relacin tipo sujeto-sujeto, por lo quedebe ser deseable tratar de implementarla.

    Modelo mecanicistaEn l la atencin se lleva a cabo de acuerdo con dispo-siciones administrativas estrictas; se siguen protocolosde manejo rgidos, el enfermo no elige al mdico tratante

    y no siempre es atendido por el mismo mdico lo cualinterfiere en la relacin mdico-paciente. El exceso deburocracia y trmites administrativos retarda el tratamien-to y deteriora la relacin, que es de tipo sujeto-objeto.Este modelo es frecuente en la medicina institucional,aunque tambin ocurre hoy da, en la atencin propor-cionada por empresas prestadoras de servicios y por

    compaas de seguros.3La terminacin de la relacin mdico-paciente puede

    darse por la falta de colaboracin del enfermo o susfamiliares, falta de empata o incompatibilidad en susvalores morales, imposibilidad fsica o tcnica del mdicopara atender al enfermo, falta de los recursos materialesy humanos para una adecuada atencin, interferenciade los familiares, persona responsable u otros mdicos,peticin explcita del enfermo, familiares o del propiomdico. En la prctica institucional existen limitantes ycircunstancias especiales, especificadas en los contratoso convenios con empresas o compaas de seguros quedan por terminada la relacin.4

    Cambios en el paradigmaDe siempre, pero todava hasta principios del siglo XX,el mdico contaba para realizar el diagnstico de las en-fermedades con un elemento fundamental: la entrevistacon el enfermo. Esta peculiar relacin de confianza delenfermo y comprensin del mdico, se completaba conun detallado procedimiento de exploracin fsica del en-fermo que no se limitaba slo a la regin del organismoque pareca afectada. Como auxiliares de diagnstico elmdico de esa poca contaba con un nmero limitado deanlisis de laboratorio y sencillos estudios radiolgicos.

    En la actualidad los recursos de diagnstico hanaumentado considerablemente. Los exmenes de labo-ratorio se cuentan por cientos. Los mtodos de gabinete

    auxiliares que iniciaron con la radiologa, hoy ofrecen laTomografa Axial Computarizada, la Resonancia Mag-ntica y el PET. En endoscopia hoy es posible explorarprcticamente todas las cavidades del ser humano.Por lo que hace al tratamiento de las enfermedades elcambio son los grandes avances de la teraputica conmedicamentos y las innovaciones y creacin de tcnicasen ciruga.

    Con todos estos avances, la medicina de hoy seragloriosa si no se hubieran insertado en ella elementosperturbadores que ocasionan cambios en el paradig-ma tradicional de la medicina y de la relacin mdico-paciente.

    Debemos reconocer que hay dos aspectos com-

    pletamente diferentes en estos cambios. Uno de ellosaltamente positivo y otro negativo que puede invalidarlos grandes adelantos mencionados y gestar la prdidade los valores de antao.

    El cambio positivo se refiere al avance hacia una me-dicina social, en beneficio de la colectividad, organizadapara atender a todos los habitantes de un pas o a ungrupo de ellos.

    El cambio negativo del paradigma es la conversin deuna profesin eminentemente humanstica y de beneficiosocial, a una medicina concebida como una industria, en

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    Dr. Arrubarrena

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    Este documento es elaborado por Medigraphic

    donde se debe buscar el beneficio de los inversionistasque han creado esta industria.5

    En el cambio positivo, hay tambin diferencias, unospases la han desarrollado a travs de grandes institucio-nes pblicas, organizadas por el estado para la atencinde los habitantes. Este es el sentido de la creacin enMxico del IMSS a mediados del siglo XX y posterior-

    mente del ISSSTE, congruente con esta decisin, enel pas se debi extender esta cobertura a todos loshabitantes, al menos como extensin de la coberturaen atencin a la salud. No sucedi as.

    Otros pases como Norteamrica, decidieron ofrecerla atencin a la salud a travs de seguros mdicos pri-vados, sostenidos por el Estado, los empleadores o losciudadanos. Esta decisin no slo ha convertido a lamedicina en ese pas en una gran industria, sino que hasido la responsable del cambio negativo en el paradigmaa nivel mundial, al exportar este modelo de atencin.6

    Debemos aceptar que de alguna forma los grandesavances en la medicina han propiciado su conversinen una industria. Los recursos para el diagnstico y

    tratamiento son tan numerosos, costosos y complejosque han rebasado la capacidad para que slo los m-dicos organicen los centros de atencin. Lo anterior hadespertado como ya se seal el inters de inversionis-tas que en forma natural buscan el rendimiento de susinversiones.

    Todo lo anterior ha cambiado el paradigma: de seruna profesin de beneficio social, que lo hace todoslo por el bien de los enfermos, y que con los grandesadelantos cientficos y tecnolgicos que hoy se tienen lopodra hacer mejor; pero que con el cambio de profesina industria, nulifica los grandes avances, pues stos selimitan a determinados estratos de la sociedad.7

    Cambio de paradigma y confl

    icto de interesesCon este cambio en el paradigma, la medicina actual seencuentra en medio del fuego cruzado de los intereseseconmicos de una medicina convertida en industria,en la que el nico fin no es el bien del enfermo, comotradicionalmente lo ha sido el acto mdico sino que hoyda en su operacin como industria la medicina privilegiael considerar redituable la inversin en ella.

    La comercializacin de la industria de la medicinaha convertido a sta, en un producto de mercado y encuna de mltiples conflictos de intereses ya que siemprehay una contradiccin, entre una estructura para hacerdinero, con otra para hacer el bien.

    En la medicina actual se pueden reconocer a manera

    de ejemplo y entre otros, los siguientes confl

    ictos de in-tereses: Pagar y recibir comisiones por referir enfermos.Recibir alguna compensacin por utilizar determinadosgabinetes y laboratorios. Recibir regalos por parte de laindustria farmacutica al amparo del llamado turismoacadmico. Recibir privilegios por tener productividaden hospitales privados. Recibir compensaciones decompaas de seguros privados por limitar servicios alos asegurados. El conflicto de intereses est presentetambin al hacerse un uso excesivo de la tecnologamdica y al propiciar la sustitucin de la medicina general

    por la especializada que debera restringirse slo paralos casos en que sta se justificara.

    Finalmente este conflicto de intereses se ve in-fluenciado por la propaganda que se realiza diaria ydirectamente en televisin, en revistas y sobre todo enInternet. A lo anterior debemos agregar la modalidad deestablecer consultorios mdicos al amparo de cadenas

    de farmacias con manejo de medicamentos de calidadan no precisada, todo ello al parecer al amparo y conautorizacin de los organismos que oficialmente debencontrolar y responsabilizarse de estas acciones.1

    Prdida de la relacin mdico-paciente: algunosfactores causalesEl elemento fundamental para una buena relacin es laconfianza, principalmente la confianza en el mdico queel paciente escogi. En la medicina actual hay elemen-tos que no estimulan la confianza. En la institucional elpaciente va con el mdico que la organizacin seala,mismo que frecuentemente cambia en el curso del trata-miento; el paciente no va con su mdico. En la privada

    sucede algo semejante: el mdico es asignado por lacompaa de seguros o por el hospital que escoge alque acepta su tabulador.

    La medicina corporativa es directamente responsa-ble tanto la pblica como la privada del deterioro dela relacin mdico-paciente, en uno como en el otrocaso, el mdico debe atender un nmero de pacientessuperior a aquellos que le permitiran una entrevista conel tiempo suficiente para establecer una buena relacincon el enfermo. Este es un mal mundial. Hay reportes demedicinas corporativas tanto de Norteamrica como deAsia en donde existe esta restriccin del tiempo dedicadoal enfermo.8

    En nuestro medio, la consulta en las instituciones de

    seguridad no slo es breve, en ocasiones la cita que selogra para ser atendido es en una fecha tan posteriorque el padecimiento ya se ha resuelto o complicado,generando ello mayor desconfianza en los enfermos.

    La multiplicacin de personal que tiene que ver con elpaciente en sus tratamientos establece un enfrentamien-to de ste ante el proceso burocrtico de las instituciones,mermando una buena relacin.

    La confianza en el mdico y en la medicina derivadel prestigio de la profesin. Hoy, no todos egresadosde las facultades y escuelas de medicina del pas estnbien preparados. Las escuelas mismas no han aceptadoser certificadas sabedoras de sus deficiencias, esto hatrascendido al pblico.

    Hace aos los ingresos del mdico dependan desu capacidad y prestigio, en la actualidad la mayorason asalariados de un corporativo pblico o privado sinestmulo de superacin profesional en la mayora delos casos.

    Circunstancias de la poca actual que influyenen la relacin mdico-pacienteDe los mdicosLas condiciones de trabajo del mdico son claramentediferentes de las que existan en pocas anteriores. Hoy

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    tiende a ser un empleado en las instituciones pblicasy privadas, a trabajar en medio de carencias e inco-modidades. El salario es insuficiente para resolver lasnecesidades personales y familiares lo que nos obligaa tener varios empleos, lo que influye en la eficiencia.Pero adems, ha aumentado la exigencia por parte delpaciente y la sociedad, de tal manera que el trabajo

    del mdico se realiza con la amenaza permanente dedemandas y reclamaciones.

    La regulacin por pares se ha hecho presente en laatencin mdica. Los consejos de especialidad preten-den vigilar que quienes se ostentan como especialistasalcancen los estndares tcnicos y ticos que la socie-dad requiere. El mdico de hoy tiene que mantener sucertificacin vigente y para ello cumplir con exigenciasacadmicas.

    La imagen pblica del mdico tambin ha cambiadoen relacin con la que tena en el pasado. Hoy se leidentifica como un trabajador de la salud, un asalariado,sino es que como burcrata. Ha perdido credibilidadentre un segmento de la sociedad, de tal forma que la

    relacin mdico-paciente se ha llenado de desconfian-zas mutuas que propician una vigilancia de la actuacindel mdico por parte del paciente, sus familiares o susabogados. Tampoco es raro que soliciten una segundao tercera opinin.

    El trabajo en equipo es hoy en da ponderado comouna frmula deseable para ejercer la medicina clnica,la que cada vez parece menos un asunto de un solomdico y su paciente. En las unidades de atencin m-dica con frecuencia es un mdico distinto el que atiendeal paciente en cada cita. Cuando los equipos no estnbien integrados el paciente puede recibir informacindiferente o hasta contradictoria por parte de cada unode sus miembros.9

    De los pacientesEl paciente ha adquirido una mayor conciencia de susderechos y es cada vez ms frecuente que defiendasu capacidad de autodeterminacin contando con elapoyo de la familia. La moderna biotica consagra elprincipio de autonoma para los pacientes competen-tes, de tal manera que se acepta que pueden inclusonegarse a seguir las prescripciones del mdico sino les parecen apropiadas y apoya el derecho delpaciente a participar activamente en las decisionesque le conciernen.

    La transicin epidemiolgica ha favorecido la acumu-lacin de pacientes con enfermedades crnicas y es enestos casos cuando su participacin es primordial y lainiciativa del control y manejo la tiene el enfermo, quiendebe saber qu hacer ante diversas circunstancias queya le ha tocado vivir y experimentar. El papel del mdi-co es de un asesor y educador que permite al enfermotomar decisiones.

    Por otra parte, la sociedad se ha vuelto desconfiadaante todo lo que huela a autoridad, ya sea la sanitariaformal o la que representa el mdico. Cada disposicines sujeta a cuestionamientos y una buena parte de de-mandas ocurren como consecuencia de una deficienteinformacin.10

    Del entornoEl papel de la tecnologa moderna es difcil de calcular,pero no cabe duda que ha influido en la relacin mdico-paciente. El mdico en quien se ha atrofiado, el arte dela clnica sufre de parlisis operativa en ausencia delartefacto-mquina que lo apoye. La atencin mdicaha incrementado sus costos, por el uso de tecnologatan compleja como por el florecimiento del negocio dela salud. Habra que insistir que estos costos mayoresno dependen de que los mdicos tengan honorarios osalarios ms altos.

    La economa ha invadido como se ha venido sea-lando el campo de la salud, puesto que sta tiene queser rentable, de las utilidades se benefician hoy muchas

    personas y no siempre el mdico y el paciente, los queacaban siendo utilizados. Los sistemas que administranla atencin mdica no siempre estn enfocados a lacalidad en su sentido ms amplio y si bien se han mul-tiplicado no por ello han alcanzado mayor eficiencia.11

    Referencias

    1. Rivero SO. La relacin mdico-paciente en la actualidad.En: Rivero Serrano O. Tanimoto M. El ejercicio actual de laMedicina; 1a ed; Mxico DF. Siglo veintiuno editores, S.A. deC.V, 2000: 32-38.

    2. Gutirrez SC. Relacin mdico-paciente. En: Cote EstradaL. Olvera Prez D. Ciruga en el paciente geritrico; 1a ed;Mxico DF. Editorial Alfil. 2007: 707-713.

    3. Kuthy PJ. Biotica. Tendencias y corrientes filosficas. En:Kuty-Porter J. Introduccin a la biotica. 2a. ed. Mxico DF.Mndez Editores, 2003.

    4. Gutirrez SC. Relacin mdico-paciente. En: ArrubarrenaAVM, Gutirrez Samperio C: Iatrogenia en ciruga general.Mxico DF. Asociacin Mexicana de Ciruga General. AMCG2001: 97.

    5. Geyman J. The corrosion of medicine: Can the professionreclaim its moral legacy?Common Courage Press. 2008:20.

    6. Abramson J. Overdosed America, the broken promise ofAmerica medicine. New York: Harper Perennial. 2005: 30

    7. Rosenbaum S. Managed care and patients rights. JAMA 2003;289: 906.

    8. Goldberg RM. Whats happened to the healing process?WallStreet Journal. June 18, 1997. p A22.

    9. Jinich H. El paciente y su mdico. Mxico, Ciencia y CulturaLatinoamericana. 1997.

    10. Ortiz-Quezada F. El trabajo del mdico. Mxico Ciencia yCultura Latinoamericana. 1997.

    11. Shulki DJ, Hilman AL, Cooper WM. Reason for increasingadministrative cost in hospitals. Ann Intern Med1993;119:74-8.