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comunica Nº 143 • Estudios venezolanos de comunicación CENTRO GUMILLA Perspectiva Crítica y Alternativa • Integrantes de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicación y Cultura ción Presentación Cultura y comunicación postindustrial 2 Entradas El fin de las industrias culturales Jesús María Aguirre 4 Las telecom del siglo XXI: comunicación sin fronteras William Peña 14 Cambio del paradigma regulatorio en el sector broadcasting Enrique R. González Porras 20 La función política de la televisión Valerio Fuenzalida 30 Nuevas miradas a la televisión Todo el conocimiento en un solo canal María Eugenia Mosquera 40 El reencantamiento del mundo, identificación e interpasividad en los procesos comunicacionales Héctor Bujanda 46 Hacia una lectura hermenéutica de la sociedad de la (in)formación Raisa Urribarrí 54 Estudios “Luces, Cámara, Revolución” El séptimo arte venezolano en tiempos de cambios Andreína Guenni Bravo 64 Sobre libros, revistas y bibliotecas: ¿una especie en extinción? Elsi Jiménez 74 Panorama radiofónico caraqueño Un análisis de la programación de las emisoras FM Fidel Pérez 84 Hablemos Comunicación y cultura en Iberoamérica 96 Reseñas 110 Informaciones 112

Com. 129 m · pléndido ensayo (“La Escuela de Frankfurt y la cuestión de la cultura”) nos lo ex-presa de forma muy clara y a la vez comprensiva por el tiempo que les tocó vivir

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comunicaNº 143 • Estudios venezolanos de comunicaciónCENTRO GUMILLA

Perspectiva Crítica y Alternativa • Integrantes de la Red Iberoamericana de Revistas de Comunicación y Cultura

ciónPresentación Cultura y comunicación postindustrial 2

Entradas El fin de las industrias culturales

■ Jesús María Aguirre 4

Las telecom del siglo XXI: comunicación sin fronteras

■ William Peña 14

Cambio del paradigma regulatorio en el sector broadcasting

■ Enrique R. González Porras 20

La función política de la televisión

■ Valerio Fuenzalida 30

Nuevas miradas a la televisión

Todo el conocimiento en un solo canal

■ María Eugenia Mosquera 40

El reencantamiento del mundo,

identificación e interpasividad en los procesos comunicacionales

■ Héctor Bujanda 46

Hacia una lectura hermenéutica de la sociedad de la (in)formación

■ Raisa Urribarrí 54

Estudios “Luces, Cámara, Revolución”

El séptimo arte venezolano en tiempos de cambios

■ Andreína Guenni Bravo 64

Sobre libros, revistas y bibliotecas: ¿una especie en extinción?

■ Elsi Jiménez 74

Panorama radiofónico caraqueño

Un análisis de la programación de las emisoras FM

■ Fidel Pérez 84

Hablemos Comunicación y cultura en Iberoamérica 96

Reseñas 110

Informaciones 112

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El título de esta nueva entrega de Comunicación hubiera podido serCultura y comunicación postindustrial bajo el signo de la globalización.Porque hoy la cultura, tal como lo anunciaron Adorno y Horkheimer porallá a finales de los años treinta y más concretamente en 1947 cuando vio

la luz Dialéctica del Iluminismo, se produce de forma estandarizada y serializadagracias a los procesos de industrialización. Pero lo que no pudieron visualizarestos dos pensadores de Frankfurt es que la comunicación y la cultura estarían sig-nadas por la globalización porque este fenómeno de mundialización ha generadoconsecuencias no sólo de práctica social, sino inclusive conceptuales, sobre lavida cotidiana, el pensamiento y la percepción de los seres humanos.

El tema de la cultura en general y del universo del arte en particular tuvieronun lugar privilegiado en los estudios frankfurtianos, así como el asunto de losmassmedia en general. Lo que nos enseñaron los del Instituto de Frankfurt es quela cultura (póngale el apellido que prefiera) y la comunicación de masas entraríanen un engranaje de producción y consumo dentro de la perspectiva de la indus-trialización de nuestras sociedades. Esa fue quizás la repercusión mayor deAdorno y Horkheimer en lo atinente a la crítica de la industria cultural. El soció-logo alemán Stefan Mueller-Doohm, amplio conocedor de la vida y obra de T.W.Adorno, nos dirá que “el diagnóstico de Adorno acerca de la industria cultural seha cumplido sólo ahora”, pero también nos apunta que a pesar de ello “el actualmercado gigante y globaL, y la omnipresencia de los medios eran desconocidospara Adorno, que murió en pleno auge del movimiento de protesta de 1969”. Estonos obliga a interpretar la cultura y comunicación postindustrial bajo nueva luz,bajo nuevos signos que se hacen presentes en este tiempo que no atinamos a de-signar con un término definitivo. El sociólogo brasileño Renato Ortiz en un es-pléndido ensayo (“La Escuela de Frankfurt y la cuestión de la cultura”) nos lo ex-presa de forma muy clara y a la vez comprensiva por el tiempo que les tocó vivira los pensadores frankfurtianos al decir: “El concepto de industria cultural siguesiendo para el pensamiento frankfurtiano, la piedra de toque para entender la so-ciedad de masas. Y esto por cierto dificulta la comprensión de la problemática cul-tural en el mundo contemporáneo, en que la propia idea de masas se torna discu-tible”.

Este número de nuestra revista Comunicación no intenta de ninguna forma re-visar el concepto de industria cultural de Adorno y Horkheimer. Sería pretenciosode nuestra parte, de ahí nuestra cautela a lo largo del número. Solamente el en-sayo de Jesús María Aguirre (“El fin de las industrias culturales”) se adentra enese intrincado mundo del pensamiento para llevarnos de la mano sobre las inter-pretaciones que han surgido de la terminología original para concluir que “el tér-mino industria cultural es un concepto difuso y abierto, con una excesiva carga deconnotaciones ya pasadas y superadas”. Le siguen luego una serie de trabajos quenos dan cuenta del avance que han sufrido los sistemas tecnológicos, informáti-cos y en general la expansión de los servicios de telecomunicaciones en todas susexpresiones; el tema regulatorio dentro del campo de las políticas públicas quedeben tener en consideración la amplia oferta de medios de transmisión-hoy; elespacio de la televisión como el medio más frecuentado por las audiencias y que,desde una posición, hace ya un buen tiempo asumió roles políticos que eran in-sospechados en el pasado, pero desde otro ángulo, la televisión en estos tiemposdebe empezar a verse como una “fuente de conocimiento” que atienda no sólo al

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ritmo de la globalización que vivimos, sino al desafío que le impone la responsa-bilidad social y empresarial con el fin de crear una “televisión de conocimientoque atienda a la audiencia”. La sección Entradas se cierra con dos artículo-ensa-yos que nos llevan a reflexionar, por un lado, el tema de cómo los medios de ahoraestán contribuyendo a un nuevo lazo social y de allí el hecho de que ellos sean elobjeto de una gran lucha hegemónica; y por el otro lado, el intento de entendercomprensivamente la denominada sociedad de masas, para luego proponer otroadjetivo más de acuerdo con la sociedad a la que se aspira alcanzar.

En la otra sección de la revista –Estudios– se ofrece el resumen de tres inves-tigaciones sobre parcelas de la industria cultural como son el cine, el libro y laradio. Tres parcelas referidas al contexto nuestro. Por una parte, el cine y su acti-vidad dentro de este proceso político que vivimos en el país. La autora nos va pa-seando por el conjunto de políticas públicas cinematográficas que el GobiernoNacional de estos años ha implementado. El título del texto nos habla de la reu-bicación que ha sufrido esta industria en estos casi diez años de proceso boliva-riano: “Luces, Cámara, Revolución” que no es más que la valla de identificacióncon la que se abren las puertas de la Villa del Cine como plataforma del cine y elaudiovisual del Ministerio del Poder Popular para la Cultura.

El libro, también como objeto de la industria cultural del presente, es la otra in-vestigación que publicamos. Se da cuenta de la estructura del mercado editorialvenezolano: su desarrollo, sus carencias y su inserción en el contexto de las nue-vas tecnologías.

Y la radio, ese medio al que Adorno vio con ojos de sospecha al no entendercómo desde él se puede disfrutar de la música, es el otro estudio que ofrecemos.Es más, Adorno no soportaba escuchar música por la radio, tal como no sopor-taba la música de jazz. La investigación es un amplio análisis de un grupo de emi-soras FM de Caracas. El estudio nos pasea por los distintos enfoques teóricos-in-vestigativos respecto a los contenidos de la radiodifusión sonora, nos pone en evi-dencia la naturaleza y estructura de los contenidos y propone una tipología de con-tenidos programáticos para este medio.

Hablemos, esa mesa redonda de redacción o “café de redacción” que procurarecoger distintas voces con posturas y reflexiones en torno al tema central del nú-mero, esta vez abarca un espectro de voces iberoamericanas: Enrique Bustamante(España), Néstor García Canclini (México,Argentina), Octavio Getino(Argentina), Martín Hopenhayn (Chile), Jesús Martín Barbero (Colombia),Renato Ortiz (Brasil), George Yúdice(EE.UU y América Latina) y FernandoVicario (España) que se presentaron públicamente como acto de cierre delSeminario sobre Cooperación en Comunicación y Cultura en Iberoamérica du-rante el mes de marzo de 2007 en España-Madrid, bajo los auspicios de laOrganización de Estados Iberoamericanos, la Fundación Alternativas y laAgencia Española de Cooperación Internacional. Y así, gracias a la FundaciónAlternativas de España a través de la mediación de sus cuadernos Seminarios yJornadas No.41/2007 podemos ofrecer la transcripción completa de esa mesa re-donda.

Con este nuevo número de Comunicación, que se adentra casi ya en sus 35 añosde existencia, nos preguntamos con ese sugerente título –Cultura y ComunicaciónPostindustrial– acerca de las consecuencias de estos nuevos productos culturalesy comunicacionales del presente globalizado.

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El título no es una ocurrencia, sinoel cumplimiento de un prognós-tico de Matterlart realizado en1982: “Magnificado por Morin,

modulado por los italianos y asumido porciertos filósofos del Tercer Mundo, el con-cepto de ‘industria cultural’ se desgastó rá-pidamente” (Mattelart 1982: 66). ¿Es po-sible seguir hablando de industrias cultu-rales? ¿Posee todavía este concepto al-guna utilidad heurística u operacional?¿No ha llegado la hora de jubilarlo en la erade la información y de la sociedad del co-nocimiento?

A su vez la cita de entrada, tomada deun informe del Buró Internacional delTrabajo, es un homenaje a los periodistas–trabajadores intelectuales– que concep-tualizaron diez años antes que WalterBenjamin y veinte años antes que Adornoy Horkheimer las transformaciones deltrabajo intelectual y de los productos, me-diados por la industrialización de las em-presas periodísticas (Anexo I: B.I.T.1928). Sin hablar de auras en la introduc-ción del informe se explica el modo de im-personalización del producto estandari-zado, que hace perder no solamente la li-bertad creativa o pensante, sino la misma

autoría. Y, por otra parte, sin aludir a la cul-tura se describen la depreciación del tra-bajo intelectual, la concentración empre-sarial y la transformación del producto in-telectual en mercancía.

Valga esta reminiscencia para señalarque la reflexión sobre la industrializacióndel pensamiento y la cultura no estuvo aso-ciada primariamente al campo del arte,como nos han hecho creer algunos intér-pretes de la Escuela de Frankfurt, sino alejercicio periodístico² y, posteriormente, alos otros medios y al arte. Con ello no sedescalifica la elevación teórica de los pen-sadores alemanes, pero se la pone en sujusto lugar histórico y práctico.

En el análisis de las industrias cultura-les han prevalecido dos direcciones: unareferida a la producción de la cultura deacuerdo al modelo fabril moderno³ y otraa la cultura reproducida y consumida bajola lógica del mercado⁴.

La primera acepción, desarrollada prin-cipalmente por Adorno y Horkheimer dela Escuela de Frankfurt (1947), remite a uncontexto interpretativo marxista para ex-plicar desde una perspectiva económico-política el fenómeno de la cultura demasas. Es decir, tiene una función crítica

“Desde hace algunas décadas se ha producido una transformación progresiva de los métodos que presiden a la formación y a la gestión de un periódico. Un gran periódico es hoy día una empresa considerable (…) Como una mina o una fundición, tiene por propietario una sociedad anónima.La empresa que dirige es una enorme máquina en continua marcha, a la que unos equipos de trabajadores deben suministrar la materia que devora”.

(Bureau International du Travail, 1928: 7)

El texto se pregunta si todavía, en estos tiempos, es posible seguirhablando de industrias culturales. No es que se refiera el autor al ocaso de la realidad de la producción industrial de los bienesculturales, sino al concepto mismo que signaran Adorno y Horkheimer.Para ello plantea la idea de acuñar un término más cercano a las nuevas realidades comunicacionales y culturales que están signadas por lo informático y en definitiva por los procesos de integración informacional.

■ Jesús María Aguirre

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frente a la conceptualización funcionalistaen boga durante su estancia en los EstadosUnidos.

La segunda concepción, aunque perge-ñada anteriormente por Walter Benjamin(1936), no ha sido seguida con exclusivi-dad por una escuela específica, y denota elfenómeno de la reproducibilidad de losobjetos de arte y su pérdida de aura con elcorrespondiente cambio de sensorium, yfue aplicada por derivación a los demásobjetos de consumo masivo.

Las sucesivas interpretaciones de la ter-minología original en el contexto de laEscuela de Franckfurt, a no ser para finesde una arqueología cognoscitiva, sirven depoco a medida que se han ido dando lasnuevas transformaciones culturales y la re-definición de los campos.

La distinción práctica de los sectores enla economía moderna dentro de un mismoo de varios géneros se hizo con el recursoa la adjetivación de las mismas y con eltiempo privó el concepto de industria cul-tural para referirse a la producción y con-sumo masivo de productos simbólicos.Esta es la versión que prevalecerá en lasdefiniciones de la UNESCO (Zallo 1988).

Tanto en la tradición franckfurtianacomo en la UNESCO, especialmente enlos años 80, el campo semántico de las in-dustrias culturales está referido principal-mente a los medios de difusión masivos,mass communication/mass media, comu-nicación de masas, etc., consolidados en ladécada de los 50 y 60 del siglo XX⁵. ElInforme Mc Bride con una variante utilizael término de industria de la comunica-ción (UNESCO: 1981). Todavía en 1982se enumeran los siguientes campos de ac-tuación: libros, diarios y revistas, discos,radio, televisión, cine, nuevos productosde servicios audiovisuales, fotografía, re-producciones de arte y publicidad. Y, entrelas fases de producción y comercializa-ción se señalan las siguientes: creación,edición-producción, reproducción, pro-moción, distribución al por mayor y detal,importaciones, exportaciones y archivado(Girard 1982: 40).

En el contexto venezolano la compren-sión teórica de Antonio Pasquali (1963),cuya influencia ha sido tan notable enVenezuela y en América Latina, se verátambién sujeta a estas oscilaciones de sen-tido entre la comunicación y cultura demasas de la primera etapa, y las industriasculturales de la segunda (ver Aguirre1996: 40). Semejantes fluctuaciones en-contraremos en otros pensadores latinoa-mericanos que han acometido las dimen-siones teóricas y metodológicas del fenó-

meno bajo las denominaciones de culturay comunicación de masas, medios de di-fusión e industrias culturales (Vassalo deLopes 1988, Sánchez Ruiz 1992, Achúgar1999, etc.).

En la sociología contemporánea siguemanteniéndose una tensión semejante a ladel pasado. Por una parte en la tradiciónfuncionalista sigue hablándose de mediosde comunicación, aunque reinterpretadosen el marco de los sistemas sociales comomediadores de la articulación social(Moles, Luhmann). Por otra parte en laorientación crítica perdura entre los inves-tigadores franceses y belgas de mayor in-fluencia (Touraine, Bourdieu⁶, Mièges,Mattelart) la nomenclatura de medios dedifusión y de industria de la informacióny de la cultura más que la de medios de co-municación.

Dentro de esta matriz, aunque sin atarsea un vocabulario ritual, pensadores con-testatarios en el interior de los EstadosUnidos, recurren también a la denunciacrítica de las multinacionales en la fasemonopólica del imperialismo y de la glo-balización mundial (Schiller, Bagdikian,Chomsky). Otros científicos sociales decarácter más teórico como Habermas oGiddens hacen un uso flexible de los tér-minos según los contextos interpretativos,ya sea que se refieran a la construcción delos espacios públicos, a la producción cul-

tural o a los medios tecnológicos en sí,pero siempre se atienen al carácter indus-trial y a la función ideológica de los me-dios.

En el ámbito iberoamericano Busta-mente y Zallo han marcado la pauta críticade las investigaciones de este género, puescada vez son más los estudios de caráctermeramente economicista, que buscan ca-racterizar el sector para precisar las cuen-tas nacionales (Bustamante y Zallo1988)⁷. En los últimos estudios van modi-ficándose los linderos de las industrias cul-turales, asociándolas a las del ocio, y a me-dida que se van logrando clasificacioneseconómicas más rigurosas, diferenciandoactividades de tipo directo e indirecto, sedesdibujan los perfiles específicos de lacomunicación social (García Gracia,Fernández, Zofío 2000; Fundación Tele-fónica 2007).⁸

Más aún con la transversalización delos medios digitales –industrializados ensu origen– todos estos términos siguenperdiendo rápidamente vigencia. Sobretodo a partir del surgimiento de lasTecnologías de la Información y de laComunicación (TIC) se percibe que cadadía tiene menos sentido, por ejemplo, ha-blar de las industrias digitales como unsubsector de la industria cultural, a no serpara referirse a las infraestructuras tecno-lógicas puesto que el imaginario anteriorde los medios masivos como industrias ul-traligeras ya caducó.

La conversión digital de estos últimosaños y su mediación generalizada en lasinteracciones hombre-máquina y hombre-hombre, nos crea situaciones tan paradóji-cas como la de tener que hablar de una in-dustria digital como si de una industria dela lengua o de la escritura se tratara e inclusode una industria creativa y/o recreativa,como si las invenciones en cualquier campono tuvieran la misma connotación.⁹

Moles, Luhmann, Castells y Echeverríason quienes, desde un pensamiento diver-gente enriquecido en la polémica postes-tructuralista y postmarxista, más han con-tribuido a una comprensión estructural dela mediación tecnológica informacional apartir de los avances de la teoría matemáticade la información y de la comunicación, yespecíficamente del análisis de sistemas yde la cibernética en el tercer entorno¹⁰.

En cualquier caso, cada vez más losanalistas se ven obligados a explicitar unuso preferente, pues se han ido quebrandoy disolviendo las fronteras iniciales entreindustrias pesadas, ligeras y ultraligeras,pasando a las nuevas concepciones de laindustria del conocimiento y de la era de la

La conversión digital de estos últimos años y su mediación

generalizada en las interaccioneshombre-máquina y hombre-hombre,nos crea situaciones tan paradójicascomo la de tener que hablar de una

industria digital como si de unaindustria de la lengua o de la

escritura se tratara e incluso de unaindustria creativa y/o recreativa,

como si las invenciones en cualquiercampo no tuvieran la misma

connotación

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información (Machlup 1962; Porat 1977;Castells 1999¹¹) y últimamente de la so-ciedad del conocimiento (Drucker 1969;Bell 1973), cuyo carácter postindustrialsiempre se reconoce. Aun así los términos,acuñados a mediados del siglo XX, siguenusándose en sus respectivos campos aca-démicos y profesionales.

La industria cultural como conjunto difuso

La noción de industria cultural tuvo elmérito de provocar una reflexión sobre lacultura y sus bases materiales en el capita-lismo avanzado, a partir sobre todo de la ex-plosión de los medios tecnológicos de di-fusión masiva. Es decir, focalizó el análisisde las transformaciones culturales en lasnuevas determinaciones económico-políti-cas y tecnológicas de la producción y con-sumo simbólico (concentración, monopo-lización, reproductibilidad tecnológica, es-tandarización, mercantilización …).

Pero cada elemento del sintagma nodeja de ser un término ambivalente por suinterpretación amplia o estricta, sin transi-ción de una pertenencia a otra.

Dentro de la lógica de los conjuntos di-fusos –fuzzy logic– se trataría de unas ex-presiones imprecisas, abiertas a la indeter-minación e incertidumbre de los contex-tos, ya que ambos permiten elementos in-termedios de pertenencia dada la multipli-cidad de sus intersecciones (Zadeh 1975).

En el análisis de las unidades producti-vas de cualquier ramo que abarca desde laproducción artesanal a la industrial, en-contraremos no solamente diversos mode-los de división técnica y social, sino fasesmuy diferenciadas en el grado de planifi-cación, tecnificación, mercadeo y distri-bución. La producción artesanal utilizatambién muchos insumos producidos in-dustrialmente y las industrias recurrentambién a trabajos artesanales en ciertosprocesos de reparaciones y ajustes.

Si a esto añadimos la tendencia a incor-porar en las clasificaciones actividades in-directas como las de producción de mate-rias primas necesarias para las industriasculturales, como por ejemplo, la pasta pa-pelera o los recursos deportivos, se correel riesgo de incluir las de la reforestaciónforestal y la construcción de estadios.

El industrialismo, típico del segundoentorno, “es un uso tecnológico de las má-quinas que multiplica las fuerzas produc-tivas, y que facilita la comunicación entrelos hombres y los pueblos con el objeto dedominar la naturaleza” (Martín Serrano1977: 14). Es decir, que la mediación in-

dustrial no es un fenómeno sectorial, sinoque pervade prácticamente todas las ins-tancias sociales en una u otra fase. La so-ciedad industrial con sus grandes ciuda-des, metrópolis y megalópolis es la formamás desarrollada del segundo entorno.

De ahí, pues, que la pregunta sobre cuá-les procesos pueden considerarse más in-dustrializados y cuáles no, o qué activida-des son más o menos pertinentes, exige unanálisis gradativo de las diversas fases delciclo producción-consumo y de las activi-dades según variables determinadas (tec-nología, know how, mercadeo, espacio derecepción, modo de apropiación, etc.),porque, si bien todos los procesos indus-triales son culturales, no todos los produc-tos culturales revisten el mismo grado deindustrialismo.

Además, la cuestión cobra un especialinterés en la actualidad, pues según lasnuevas concepciones sobre la sociedad delconocimiento se reduciría el componentefísico y material de los procesos en favorde los flujos informacionales (Castells1999: 47), y se borrarían las fronteras entrelos espacios de trabajo y entretenimiento,lo cual haría variar el imaginario sobre lasindustrias como lugar de la explotación fa-bril, al pasar al tercer entorno¹².

De forma semejante, en los productos,llamados simbólicos y más estrictamente

informacionales, la composición entre elvalor funcional o de uso y su dimensiónsignificativa no solamente varía de unos aotros objetos, sino que está en función delos contextos pragmáticos de interacción,donde se negocian sus significados. Laúnica pregunta para dirimir la compren-sión es saber qué interés tiene el analistaen sus observaciones y cuál es el sentidoprivilegiado otorgado por los usuarios a lainteracción social (valor de uso, valor decambio, valor de distinción, etc.).

En este marco es crucial distinguir entrelos procesos de transmisión informacionalhombre-máquina y los procesos comuni-cacionales con terminales humanos, aunen el caso que medien artefactos, ya quelas unidades –señales y o signos– cambiande pertinencia (Abril 1997: 16).

Sin estas precisiones y el criterio meto-dológico de gradualidad entre el segundoentorno industrial y el tercer entorno in-formacional, el sintagma industria culturalpasa de difuso a confuso y pierde su vali-dez para la formalización del lenguajecientífico en la investigación comunica-cional sin reducciones economicistas.

Remitiéndonos, por tanto, a la génesisde la simbiosis terminológica entre indus-tria y cultura, para nosotros es claro quehistóricamente obedece a una estrategiaconceptual utilizada para representar laimprecisión asociada a la definición de loslímites de dos conjuntos, que la mentali-dad occidental disociaba como lo materialy lo espiritual, pero que en la visión mar-xista y más tarde sicoanalítica se interrela-cionan como infraestructura y superes-tructura. Es decir, corresponde a una epis-teme –en sentido foucaultiano– de carác-ter híbrido en que se conjugan la perspec-tiva marxista para el análisis de las condi-ciones de producción y la perspectiva si-coanalítica para la comprensión de losprocesos de recepción y consumo.Decimos híbrido porque ambas concep-ciones se consideraban incompatibles ycompetían en la interpretación de los pro-cesos culturales.

Dado que ambos términos por separado–industria y cultura– son difusos, pues noestán definidas sus fronteras, resulta frau-dulento reducirlos dogmáticamente a lalógica de bivalencia booleana marcandoun eje semántico de oposición substancia-lista: industria/material vs. cultura/espiri-tual, que no obedece a la visión críticafranckfurtiana.

Compartimos el juicio de Mattelart,cuando al aceptar las limitaciones delplanteamiento de la industria culturalafirma: “Procede reconocer, sin embargo,

La noción de industria cultural tuvo el mérito de provocar una reflexión sobre la cultura y sus

bases materiales en el capitalismoavanzado, a partir sobre todo de la

explosión de los medios tecnológicosde difusión masiva. Es decir,

focalizó el análisis de lastransformaciones culturales en

las nuevas determinacioneseconómico-políticas y tecnológicas

de la producción y consumo simbólico

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a Adorno y Horkheimer el mérito de ha-berse atrevido a recordar, que, en un mo-mento o en otro, y de un modo u otro, lomaterial acaba por llegar a la altura de loinmaterial” (Mattelart 1982: 68).

Ante la inconveniencia de manteneresta división y superar dicha escisión, nosinclinamos a afirmar que formalmente lamediación tecnológica de la producción-difusión de productos de valor agregadosimbólico-informacional con carácter in-dustrial es una propiedad fundamental delos objetos de análisis enmarcados dentrode las industrias culturales y por ello tam-bién pudieran llamarse industrias de la in-formación y de la comunicación.

De ahí, pues, que la gastronomía de lacomida rápida, o el entretenimiento del tu-rismo, susceptibles de ser analizadas an-tropológicamente como prácticas socialesindustrializadas no tendrían por qué ser in-cluidas entre las industrias culturales, a noser bajo el punto de vista formal de la pu-blicitación mediada de las mismas y de susmarcas¹³ dentro de las estrategias de mer-cado, propias de cualquier institución in-dustrial, comercial o social con o sin finesde lucro (Mato 2007: 146).

Otro tanto puede decirse del automovi-lismo y las carreras, del deporte y del atle-tismo, de los campeonatos mundiales defútbol y de los juegos olímpicos como es-pectáculo multitudinario en los estadios yen fin de todas las modalidades lúdicas decompetencia transmitidas por unos me-dios tecnológicos, que han hecho cambiarde escala espacio-temporal los eventos yhan logrado serializar¹⁴ los procesos segúnel modelo industrial.

Por lo demás, las direcciones sugeridaspor autores como Daniel Mato han sidotrabajadas anteriormente por investigado-res europeos (Baudrillard, Dorfles,Michel de Certeau, Giard, De Moragas),norteamericanos y canadienses (Toffler,Pieper, Nelly, Stebbins¹⁵). No es casualque en la mayor parte de estos estudiosprevalezca la mirada antropológica y porello estén vinculados primariamente a latemática de la vida cotidiana, del ocio y delos grandes ritos sociales. Más aún en estatesitura se encuentran otros muchos tópi-cos vinculados al diseño industrial, a ladramaturgia urbana, a la escenografía ar-quitectónica, a la interacción en los cen-tros comerciales, etc., pero rara vez remi-ten estos trabajos a las industrias cultura-les como objeto formal, aunque detrás deellos estén los grandes consorcios indus-triales, las fundaciones asociadas a ellos ylas maquinarias propagandísticas de losestados¹⁶.

Cuando Mato afirma que, debido a laconnotación artística inoculada a la cul-tura por Adorno y Horkheimer, “hastaahora, no he logrado encontrar un estudiosobre ‘industrias culturales’ que tratecasos de industrias como la del juguete, elautomóvil, la industria farmacéutica, ladel maquillaje o la del desarrollo y la coo-peración internacional” (Mato 2007: 135),probablemente ha equivocado el caminopara su exploración¹⁷. Porque los que asu-men que sólo ciertas industrias serían cul-turales, no afirman, ni explícita ni implíci-tamente, que la industria del automóvil noproduce sentidos, sino que esa pertinenciaes propia de la semiótica y de la antropo-logía cultural y no de los análisis de losmedios formalmente creados para la co-municación de masas, a no ser que aquellasea vehiculada publicitariamente por losmismos¹⁸.

Incluso la dimensión vinculada al arteen la industria es tratada como función es-tética –en el sentido que le otorgaJakobson– de los objetos funcionales en eldiseño industrial. No hay que olvidar queuna de las líneas más productivas de la in-vestigación tiene que ver con esta corres-pondencia entre las transformaciones delos estilos artísticos y su incorporación aldiseño y a la presentación publicitaria delos objetos funcionales, así como de los in-numerables gadgets, asociados a ellos.

Pero se distingue entre la dimensión esté-tica de todo objeto de consumo y los pro-ductos creados con fines estéticos.

Basta con recorrer los estudios sobre in-dustrias culturales en los que se analizanlas inversiones publicitarias¹⁹ de estosramos de la industria en los medios masi-vos y su incidencia en la programación, asícomo los numerosos estudios sobre laspiezas publicitarias, los contenidos de lasmismas, la función estética y su influenciaen la conformación de las pautas de con-sumo, en las transformaciones del gusto yla sensibilidad y, en general en la sociali-zación²⁰, para corroborar la confusión depertinencias y planos.

Una exploración del campo de las industrias culturales

Terminemos con una última prueba decontrastación semántica de la pertinenciay campos definidos en tres actividadescientíficas, representativas del sector de lacomunicación en el contexto de las inves-tigaciones latinoamericanas: el X Congre-so de IBERCOM, celebrado en noviembrede 2007 (www.imultimedia. pt/ ibercom),la Revista especializada Economía Polí-tica de las Tecnologías de la Informacióny de la Comunicación (www.eptic.com.br) y un artículo típico de los productos in-vestigativos de la actualidad “Globali-zación, mercado e industrias culturales”de Guillermo Mastrini y Martín Becerra(www.dialogosfelafacas.net/76/artícu-los/pdf/75mastrinibecerra.pdf).

En el X Congreso de IBERCOM se pro-ponen los siguientes ejes temáticos de es-tudio: 1. Políticas culturales y de comuni-cación en Iberoamérica; 2. Formación yretos de los profesionales de la comunica-ción; 3. Nuevos medios y sistemas de in-formación digital; 4. Economía y merca-dos de la comunicación regionales; 5.Cooperación y desarrollo de la comunica-ción en Iberoamérica; 6. ¿Unidad en la di-versidad? Comunicar las identidades so-ciales iberoamericanas.

A la hora de distribuir mesas de trabajoconstatamos que no aparece ningún grupocon la denominación específica de indus-trias culturales entre los quince grupos te-máticos, pero se constituyen dos que se re-lacionan con el tópico de industrias cultu-rales: Economía y Políticas de Comu-nicación y Cibercultura y Nuevas Tecno-logías de la Información. Cabe pensar queotros temas comparten también un marcode referencia crítico, pero no aparece ex-plícito (Comunicación Internacional, Co-municación Política, Comunicación y

No hay que olvidar que una de las líneas más productivas de la investigación tiene que ver con esta correspondencia entre las transformaciones de los estilos artísticos y su incorporación al

diseño y a la presentación publicitaria de los objetos

funcionales, así como de los innumerables gadgets, asociados a ellos. Pero se distingue entre la dimensión estética de todo objeto

de consumo y los productos creadoscon fines estéticos

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Cultura…). Inferimos, por tanto, que eltérmino industrias culturales ha podido sersubsumido por estas nuevas denominacio-nes.

A su vez la revista EPTIC preferenciados líneas de investigación: una de econo-mía del conocimiento y otra de economíade la comunicación. Las dos líneas puedenser consideradas dentro del campo de lasindustrias culturales, máxime si tenemosen cuenta que su “paradigma teórico de-riva de la Crítica de la Economía Política,transversal a los distintos campos de lasCiencias Sociales” y asume un carácter in-terdisciplinar.

Los estudios sectoriales de la línea eco-nomía de la comunicación que se propo-nen en el interior de la red son los siguien-tes: Radio; Televisión de masa, Televisiónsegmentada, Televisión interactiva y digi-tal; Industrias editoriales; Espectáculo yfiesta; Prensa; Mídias Educacionales;Nuevas Mídias; Telecomunicaciones; In-formática; Artes, Fotografía y Publicidad.Al margen de alguna originalidad por latransgresión lingüística de mídias, puedeobservarse que se enumeran los medios dedifusión y sus nuevas modalidades, incor-porando las Telecomunicaciones y laInformática, y se incluyen temas, que pue-den catalogarse de antropológicos (espec-táculo y fiesta), pero cuya integración sejustifica por el carácter transversal e inter-disciplinar de la propuesta. Su visión mar-xiana del enfoque es clara. Más aún ad-vierte sobre los peligros del tsunami pos-modernista y neoliberal de los EstudiosCulturales y deja abierta provisionalmentela ampliación del estudio a otros tópicosdistintos de los expuestos.

Por fin, el artículo de Guillermo Mas-trini y Martín Becerra, afirma que: “Elsiglo XXI se ha inaugurado con una es-tructura de industrias infocomunicaciona-les latinoamericanas fuertemente concen-trada en los grupos que detentan la propie-dad de los medios de comunicación y lasempresas de telecomunicaciones”. En unanota al pie de página se nos advierte que enel resto del artículo: “utilizaremos la no-ción de ‘infocomunicación’, pues resultaútil analíticamente para aludir, en unmismo concepto a todas las industrias yactividades de información y comunica-ción (por ejemplo, “industria gráfica –li-bros, revistas, diarios–, industria audiovi-sual –televisión, cine, radio, fonográfica,industria de telecomunicaciones, informá-tica, etc.”).

La clasificación de medios y su amplia-ción con informática y telecomunicacio-nes es semejante a la anterior. En este caso

no se explicita un paradigma específico,aunque se alude a Murdock, para destacarque en las industrias de la comunicación“el mundo simbólico de la sociedad capi-talista madura, enlazando estructuras eco-nómicas y formaciones culturales”. Comose sabe Murdock cuestiona el estudio so-ciológico de las comunicaciones masivascomo una especialidad profesional auto-suficiente o como un elemento de un enfo-que multidisciplinario de las comunica-ciones, y aboga por el estudio de la repro-ducción social y cultural (Murdock yGolding 1981: 22)²¹.

Las tres perspectivas varían en la termi-nología, pero, en principio, no son incom-patibles, si tenemos en cuenta que la pri-mera deja abiertos los conceptos para la in-clusión de diversos paradigmas, sobretodo respecto a la Cibercultura y NuevasTecnologías. La segunda cierra en mayorgrado la pertinencia a la visión marxiana(sic) y la tercera, sigue la visión marxista,aunque introduce un ruido semánticocuando usa el término de “infocomunica-ción”, hace tiempo consolidado para refe-rirse restrictivamente a los sistemas infor-máticos y a los de telecomunicaciones.

Algo semejante ocurre, en otros con-textos intelectuales competitivos, con eltérmino TIC –Tecnologías de la Infor-mación y de la Comunicación–, que se haconsagrado en los informes administrati-

vos de los gobiernos²², pero que trasladadodel ámbito de la informática y de las tele-comunicaciones al campo de todos los me-dios de comunicación –sean tradicionaleso nuevos–, introduce connotaciones tec-nocráticas en el análisis funcionalista de laestructura y proceso de los sistemas de co-municación. A ello habría que agregar queya se ha introducido otro concepto másomnicomprensivo para referirse a las cul-turas en el tercer entorno como es el deCibercultura²³, concepto que obliga a re-componer el campo de las culturas indus-trializadas de una forma más profunda,que la consabida ampliación de los medioscon informática y telecomunicaciones.

Como puede verse aún no hay una ter-minología consolidada en el campo críticoy se mantiene la pugna por el control se-mántico, es decir por las aperturas y cie-rres de la metáfora de Industrias de laComunicación sea en el sentido de un mar-xismo ortodoxo o sea en la variante revi-sionista de la oposición entre las accionesestratégicas y las acciones comunicativas(Habermas 1987).

Por nuestra parte, consideramos que laclarificación conceptual del campo de es-tudio pasa por las siguientes opciones: a)La delimitación de la pertinencia a partirde una disciplina o interdisciplina, mien-tras se otea una transdisciplina²⁴. Así sepuede hablar disciplinariamente de una“Economía, Política, Sociología, etc.de…”, o también interdisciplinariamentede una Economía-Política, de una Socio-política, de una Sociosemiótica, de unaAntropología Cultural de…; b) la deter-minación con un substantivo de la media-ción tecnológica de las industrias de ca-rácter informacional, es decir que incluyalos condicionamientos del proceso indus-trial en la era de la información: unidadesinformacionales transmitidas mediática-mente. Por lo que proponemos el nombrecompuesto de infomedia –y en forma ad-jetivada infomediáticas–, y por tanto ha-blaremos de industrias infomediáticas; c)y un complemento de finalidad para la in-dicación de las funcionalidades sociales,ya que el medio tecnológico no determinala función social, ni la morfología difusivao comunicacional, y la mera yuxtaposi-ción desdibuja la orientación. De ahí,pues, distingamos entre: infomedia para elconocimiento, infomedia para la comuni-cación social, infomedia para la publici-dad, infomedia para el entretenimiento,infomedia para la educación, infomediapara la comunicación política, etc.

Este sintagma con sus variantes debeposeer las siguientes notas constitutivas: la

A su vez la revista EPTICpreferencia dos líneas de

investigación: una de economía delconocimiento y otra de economía

de la comunicación. Las dos líneaspueden ser consideradas dentro delcampo de las industrias culturales,máxime si tenemos en cuenta quesu “paradigma teórico deriva de la

Crítica de la Economía Política,transversal a los distintos campos de las Ciencias Sociales” y asume

un carácter interdisciplinar

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pertinencia disciplinar del analista, el ca-rácter industrial del sistema de transmi-sión mediática con la materia prima ovalor agregado informacional, y la funciónsocial del proceso, salvando un lugar parael espacio público sociopolítico. Tal vezestas reglas de precisión conceptual en lasfluctuaciones semánticas de los estudiosactuales sobre comunicación en lenguacastellana, nos ayuden a delimitar la perti-nencia y entendernos en un mundo en que,dada la obsolescencia de los conceptoscientíficos y las estrategias planificadaspara hegemonizar campos de estudio, seamenos improbable la comunicación y coo-peración entre los investigadores.

Conclusiones provisionales

El ocaso del concepto de las industriasculturales, que en el pasado tuvo una granfuerza pragmática, en el actual estado delarte, se debe fundamentalmente a cuatrofactores:

● a la degradación ideológica del tér-mino en los centros académicos y polí-ticos, donde, una vez sustituido el análi-sis riguroso por las denuncias anticapi-talistas, han prevalecido los intereses es-tratégicos revolucionarios;

● a la disolución conceptual del términocultura en el ámbito de los estudios cul-turales (cultural studies) de corte pos-tmodernista y sesgo esteticista, en que seafirma que todo es cultura y/o todo es in-formación;

● a la variación de pertinencia, am-pliando el campo a los productos creati-vos y a las actividades de ocio con o sinfines de lucro;

● a las inercias teóricas, heredadas delsiglo pasado, para comprender las trans-formaciones de la realidad tecnológicay económico-política de la era de la in-formación y de la cibercultura.

Al término de esta discusión semánticay tras la argumentación explanada es claroque el término industria cultural es un con-cepto difuso y abierto, con una excesivacarga de connotaciones ya pasadas y su-peradas.

Éstas deben ser explicitadas con el finde recuperar su intuición fundamentalsobre los condicionamientos económico-políticos y sobre las mediaciones tecnoló-gicas de toda producción-consumo de sen-tido, difundida y compartida socialmente,es decir para efectos de comunicación so-

cial. En espera de algún término más pre-ciso que se adecue a las nuevas realidadesadoptamos el término de IndustriasInfomediáticas para la Comunicación o(IIC), ya que sus modos de funciona-miento están integrados informacional-mente y proponemos algunas conclusio-nes provisionales para el estudio de las in-dustrias culturales y mediáticas en trans-formación:

● Ante las limitaciones teóricas y meto-dológicas provocadas tanto por la tesisreduccionista de una industria culturalen sentido economicista como por la delimperialismo cultural, han surgido pro-puestas teóricas y metodológicas más di-ferenciadas e interdisciplinares tantopara el estudio de una economía políticade la información y comunicación, ypara el análisis crítico de los discursossociales, como, en general, para la inter-pretación de los procesos de mediaciónen el uso y apropiación de los productossimbólicos de carácter industrial.

● Dado que no hay artefacto humano sinsignificación y actualmente no existeninguna industria moderna, ni institu-ción pública socialmente significativa,que no recurra a los infomedia, a lasredes y/o a los sistemas de marketingpara ofrecer sus productos y/o servicios,

es una petición de principio afirmar quetodas las industrias de la economía mo-derna son culturales o que, semiótica-mente hablando, todos los objetos tienenuna significación cultural. Ambos cons-tituyen ya postulados admitidos en la co-munidad de los científicos sociales, queanalizan las IIC.

● Desde el punto de vista metodológiconos parece conveniente delimitar el ob-jeto de las industrias infomediáticas a losproductos simbólicos modularizados in-formacionalmente en procura de la efi-cacia comunicacional en el espacio y eltiempo, a través de las fases de registro,almacenamiento, transmisión, e identi-ficación textual, así como distinguir almenos cuatro campos sectoriales en suestudio: a) el sector industrial de los me-dios masivos y/o en red que se dedica aproducir bienes estrictamente simbóli-cos, diferenciando las actividades direc-tas para la comunicación social y las in-directas; b) las empresas que se indus-trializan para atender las necesidadesvinculadas al ocio y a la diversión, recu-rriendo a los infomedia de comunicaciónen alguna de las fases de la producción-circulación-consumo; c) las entidadescon o sin fines de lucro que se organizansiguiendo patrones industriales para ren-dir servicios con valores intangibles nosolamente de conocimiento sino de co-municación social; d) otras formacionesintegradas o combinadas de las anterio-res unidades.

● La transversalización de las tecnolo-gías digitales en la sociedad de la infor-mación y/o del conocimiento obliga a re-pensar las fronteras de los sectores de lasIIC en fase de convergencia y la clasifi-cación tradicional de los medios de di-fusión, ya que la materia prima informa-cional de las mismas y sus insumos, seananalógicos o digitales, y su articulaciónen redes en el tercer entorno, modificanlas funciones y morfología comunicati-vas, transforman los productos en servi-cios, redimensionan los valores compo-nenciales, aceleran los ciclos de retornoeconómico y reconvierten las lógicas deintervención y apropiación social.

■ Jesús María AguirreProfesor del Postgrado deComunicación Social de la UCAB.Miembro del Consejo de Redacciónde la revista Comunicación.

Tal vez estas reglas de precisión conceptual en las fluctuaciones

semánticas de los estudios actualessobre comunicación en lengua

castellana, nos ayuden a delimitarla pertinencia y entendernos en un

mundo en que, dada la obsolescenciade los conceptos científicos y las

estrategias planificadas parahegemonizar campos de estudio,

sea menos improbable lacomunicación y cooperación entre

los investigadores

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ReferenciasANEXO I: Las condiciones de trabajo y de vida de los periodistas

“Desde hace algunas décadas se ha produ-cido una transformación progresiva de los mé-todos que presiden a la formación y a la gestiónde un periódico. Un gran periódico es hoy díauna empresa considerable. Como una mina ouna fundición, tiene por propietaria una socie-dad anónima. A su cabeza se encuentra un di-rector retribuido, que tiene que rendir cuentasa un Consejo de Administración.

La empresa que dirige es una enorme má-quina en continua marcha, a la que unos equi-pos de trabajadores deben suministrar la ma-teria prima que devora. Ciertamente es másfácil detener los telares de una tejedura que lasprensas de un periódico. Sumas considerablespasan por sus cajas (…).

Un fenómeno nuevo se bosqueja en el do-minio del periódico, que tiende a acentuar estacarácter de empresa capitalista; un proceso deconcentración, la formación de vastos trust quepretenden controlar una parte de la prensa (…)

Sea como sea, el periodista de nuestros días,depende de toda una vasta organización de tipomás o menos industrial (…).

De ahí, dos graves crisis, la una material, laotra moral. La crisis moral tuvo su origen yaen la catástrofe económica de los últimosquince años que lindó con una depreciación deltrabajo intelectual, y en la adopción por laprensa de métodos industriales que amenaza-ban con reducir el pensamiento a un simple rolde la prosperidad comercial de la empresa.Ahora bien, el periodista tiende a su estado in-telectual (…).

Existe un contraste chocante entre la orga-nización metódica de todo lo que, en la em-presa moderna, concierne a la marcha comer-cial de la empresa por una parte, y lo que miraa las condiciones de vida del periodista por otraparte (…).

La nueva estructura del periódico ha erigidoentre los colaboradores intelectuales un poderimpersonal (…).

En un tiempo en que la crisis económica, lastransformaciones del mundo moderno (las de-bidas por ejemplo a la aparición de la radiofo-nía, que no dejará de influir sobre el oficio delperiodista), las modificaciones internas del tra-bajo periodístico, tales como la evolución delos epígrafes, crean problemas nuevos cuya so-lución es una necesidad absoluta para los tra-bajadores intelectuales de la prensa”

(Bureau Internacional du Travail: Les conditions de tra-vail et de vie des journalistes, Etudes et Documents. SérieL.Travailleurs intellectuels nº 2, pp. 3-13. Traducción pro-pia)

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Notas

1 Estas reflexiones han sido suscitadas por la afir-mación del investigador Daniel Mato: “Todas lasindustrias son culturales” y su crítica de la idea deindustrias culturales. Nuestro título evoca iróni-camente la obra de Francis Fukuyama: The Endof History and the Last Man, Free Press, N.Y.1992.

2 Ya en 1916 Karl Bücher fundó el Institut fürZeitungswissenschaften, en la Universidad deLeipzig, el primer centro europeo de enseñanzareglada del periodismo como disciplina científicay fue uno de los primeros en definir el periódicocomo una empresa comercial (Beth, H. y Pross, H.1987:16).

3 La taylorización de las tareas, la estandarizaciónde los productos y la posterior fordización de lascadenas de producción caracterizaron la etapa enque Adorno y Horkheimer acuñaron el término.Marcuse al analizar la ideología unidimensionalextenderá esta crítica al campo de las industriasdel socialismo real. Esta vertiente ha sido prose-guida y renovada por Schiller, Mattelart, Mièges,Bustamante, Zallo y otros.

4 Aunque Walter Benjamín no desarrollara a fondola idea del cambio de sensorium, la semiótica decarácter crítico (Eco, Fabbri, Pillet, etc.) y la an-tropología crítica (Baudrillard, De Certeau, Augé,etc.) han explorado en esta línea. En revisión de lavertiente franckfurtiana nos parecen fundamen-

tales los aportes de Eco en Apocalípticos e inte-grados, Lumen 1968, y Dorfles en Del significadoa las opciones, Lumen, 1975, Barcelona.

5 En la UNESCO hubo también una evolución con-ceptual y una lucha por la imposición de concep-tos ya ideologizados, convertidos en emblemas dela confrontación durante la guerra fría. Esta polé-mica llegó a su punto máximo con la discusión delInforme Mc Bride (UNESCO: 1981).

6 A pesar de que la visión de Bourdieu se orientamás hacia el campo antropológico critica fuerte-mente los cultural studies (véase: Bourdieu,Pierre y Wacquant, Loïc (2001) Las argucias dela razón imperialista, Paidós Asterisco.

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13comunica ción

7 Una de las definiciones sobre IndustriasCulturales que más fortuna han hecho es la acu-ñada por Bustamante y Zallo: “Un conjunto deramas, segmentos y actividades auxiliares pro-ductoras y distribuidoras de bienes y servicios concontenidos simbólicos, concebidas por un trabajocreativo, organizadas por un capital que se valo-riza y destinadas finalmente a los mercados deconsumo con una función de reproducción ideo-lógica y social” (Bustamante y Zallo: 1988).

8 Este mismo fenómeno se está produciendo en lasinvestigaciones venezolanas que bajo la direccióndel profesor Carlos Guzmán se están desarro-llando en el ININCO (Guzmán 2003).

9 El concepto de industrias creativas, acuñado paradelimitar la clase de productos cuyo valor agre-gado es intangible, puede ser útil para efectos deuna taxonomía de carácter económico, pero su re-ducción economicista, no contribuye a clarificarla especificidad comunicacional de los productossimbólicos intercambiados en los espacios públi-cos. Veáse: (http://portal.unesco.org/culture/en/files/30850/11467401723cultural_stat_es.pdf/cul-tural_stat_es.pdf)

10 El tercer entorno, como describe Echeverría, esuno de los resultados de la tecnociencia sobre todoinformacional, a diferencia del segundo entornoindustrial y ha sido posibilitado principalmentepor siete tecnologías: el teléfono, la radio, la tele-visión, el dinero electrónico, las redes telemáticas,los multimedia y el hipertexto (Echeverría 1999:48).

11 Según Manuel Castells “el término informacionalindica el atributo de una forma específica de or-ganización social en la que la generación, el pro-cesamiento y la transmisión de información seconvierten en las fuentes fundamentales de la pro-ductividad y el poder, debido a las nuevas condi-ciones tecnológicas que surgen en este períodohistórico” (La Era de la Información: Economía,Sociedad y Cultura: La sociedad Red, México,Siglo XXI, 1999, p. 47).

12 En una nota, Javier Echeverría, señala cómo:“Negroponte, por ejemplo, contrapone el mundomaterial de átomos al mundo informacional debits, o mundo digital. Esta distinción es pertinente,aunque, a nuestro modo de ver, no es más que unade las transformaciones suscitadas por la emer-gencia del tercer entorno. Por otra parte,Negroponte no se atiene al principio de graduali-dad en las distinciones, que para nosotros es unaregla metodológica básica para el análisis con-ceptual” (Echeverría 1999: 47).

13 Ya en 1968 encontramos estudios sobre las gran-des marcas: Pillet, Antoine: Les Grandes Mar-ques, Ed. PUF. Paris; más recientemente: Atkin,Douglas. El culto a las marcas. Robinbook, Teià,2005.

14 Generalmente se ha insistido mucho en el carác-ter de copia y multiplicación estandarizada de losproductos industrializados, pero se ha reparadomenos en su obsolescencia planificada y en su se-rialización ritual. “En Estados Unidos –explicaBaudrillard ya en el año 1969– los objetos esen-ciales, automóvil, refrigerador, tienen una dura-ción previsible e impuesta de un año –tres en elcaso de la televisión, un poco más en el caso del

apartamento. Las normas sociales de standing ter-minan por imponer un metabolismo del objeto, unciclo cada vez más rápido: es éste un ciclo nuevo,muy lejos de los ciclos de la naturaleza, y que, sinembargo, curiosamente, termina a veces por coin-cidir con los antiguos ciclos de las estaciones, eseste ciclo y la necesidad de seguirlo lo que insti-tuye hoy la verdadera moral del ciudadano norte-americano” (Baudrillard, J.: El sistema de los ob-jetos, Ed. Siglo XXI, p. 208).También los ciclos de los campeonatos y ligasdeportivas responden a unos ritmos ritualizadosen el año.

15 R. A. Stebbins publica en 1993 el estudioCanadian football: The view from the helmet.Toronto, ON: Canadian Scholars Press.

16 Véase: Piñuel, Raigada José L. “:Producción, pu-blicidad y consumo”. Vol. II. España: Funda-mentos. 1983; . Arriaga, Patricia: “Economía yPublicidad” en: Publicidad, la otra cultura. IPAL,Lima, 1987, pp. 13-22; Janus, Noreene yRoncagliolo, Rafael, Publicidad, comunicacióny dependencia, ILET, 1987México; Maarek,Philippe: Marketing político y comunicación. Ed.Paidós 1997; Vila Casas, I. Informe Quiral 1998:Medicina y Salud en la prensa diaria. Barcelona:Fundación Privada Vila Casas, 1998; Estefanía,Carlos: Salud y turismo en ofensiva propagandís-tica. Objetivo: reconquistar el favor de la opiniónpública sueca para el régimen cubano. 2004<http://www.cubanuestra.nu/ web/ article.asp?artID=2040>;

17 A modo de ejemplo citamos algunas obras em-blemáticas que abordan estos u otros tópicos se-mejantes dentro de la semiótica de los objetos yconductas: Baudrillard, J.: Le système des objets,Gallimard, Paris, 1968 (Ed. Siglo XXI, 1969);La societé de consommation. S.G.P.P., Paris1970; Lefevre, H.: Critique de la VieQuotidienne, L`Arche, Paris, 1961 ; Maltese, C.: Semiologia del messagio oggetuale, Milano, U.Mursia, 1970 ; Meier, R. L. : A CommunicationTheory of Urban Growth, M.I.T. Press, 1962 ;Souriau, Berl, Jouvet: Architecture etDramaturgie. Flammarion, 1950; Dorfles, Gillo:Símbolo, comunicación y consumo, EditorialLumen, Barcelona, 1967; Nuevos ritos, nuevosmitos, Editorial Lumen, Barcelona, 1969; Il di-segno industriale e la sua estetica, 1963; Le os-cillazioni del gusto. L’arte d’oggi tra tecnocra-zia e consumismo, Skira, 2004; La (nuova) modadella moda, Costa &Notan, 2008; Jansson, A.:Image Culture. Media, Consumption andEveryday Life in Reflexive Modernity, JMG,Goteborg, 2001; Atkin, Douglas. El culto a lasmarcas. Robinbook, Teià, 2005; Santos, G.,Saragossi, C. “El juguete como objeto semió-tico”. Revista del Instituto de Investigación de laFacultad de Psicología. Año 4, Nro 2. BuenosAires. UBA. 1999; Erro, Javier: El trabajo de co-municación de las ONGD del País Vasco, Hegoa:Bilbao, 2002; Gómez, Carlos: Las ONG en laglobalización, Icaria, Barcelona, 2004;

18 Así desde el punto de vista de la antropología dela vida cotidiana inspirada en Henry Lefrevre en-contramos ensayos como el de Baudrillard: “Elmundo doméstico y el automóvil” (Baudrillard,1968: 74 ss); en Venezuela, desde la perpectiva de

la semiótica de la publicidad contamos con el es-tudio de Julián Cabeza: Publicidad y discurso,LUZ, Maracaibo, 1989 en el que se analizan losanuncios y campañas de industrias automovilísti-cas y marcas (Motor Ibérica, Renault, GeneralMotors, Ford, Volkswagen); Chomsky, N. yRamonet, I.: Cómo nos venden la moto, Icaria,Barcelona, 1995.

19 Portales, Diego: Poder económico y libertad deexpresión. Santiago de Chile, Editorial NuevaImagen, 1981; Aguirre, J.M. y otros: El consumocultural del venezolano, Fundación CentroGumilla y CONAC, 1998; Mattelart, A.: LaPublicidad, Paidós, 2001;

20 Véase: Péninou, G.:Semiótica de la publicidad,Gili, 1976; Marmori, Giancarlo: Iconografía fe-menina y publicidad, Ed. Gili, 1977; Santa Cruz,Adriana y Erazo, Viviana: El orden transnacio-nal y su modelo femenino. Un estudio de las re-vistas femeninas en América Latina. México.Nueva Imagen.1980; Ferguson M. y Holding, P.:Economía Política y Estudios Culturales, Bosch,Barcelona, 1996; Young, B.: Television adverti-sing and children; Oxford : Oxford UniversityPress; 1990; Brée, J.: Los niños, el consumo y elmarketing; Paidós, Barcelona,1995; León, J.:Mitoanálisis de la publicidad, Ariel S.A.,Barcelona, 2001;

21 El consejo de Murdock y Golding para superar aAdorno es loable: “No basta, simplemente, conafirmar que la base capitalista de la industria de lasculturas resulta necesariamente en la producciónde formas culturales consonantes con la ideolo-gía dominante. También es preciso demostrarcómo funciona realmente este proceso de repro-ducción…”(Murdock y Holding 1981: 29), peroen la práctica investigativa latinoamericana hansido más comunes los discursos de denuncia y laretórica antiimperialista que los estudios riguro-sos. El caso venezolano ilustra bien esta debacleintelectual, amparada en las proclamas revolucio-narias.

22 PNUD (2002) Las Tecnologías de la Informacióny la Comunicación al Servicio del Desarrollo,Programa de las Naciones Unidas para elDesarrollo, Caracas.

23 No pretendemos ahora desarrollar la génesis y laevolución de esta nueva perspectiva. En el 2007 yase constituyó en Brasil la Associaçao Brasileria dePessquisadores em Cibercultura. Además de laComunicación se integran otras áreas de conoci-miento: Ciencia de la Información, Antropología,Psicología Social, Educación, Semiótica y Artes.La asociación está presidida por el investigadorEugênio Trivinho, conocido sobre todo por suobra: A Dromocracia Cibercultural. Lógica davida humana na civilizaçao mediática avançada,Ed. Paulus, 2007, Sao Paulo.

24 La constitución de una transdisciplina que integrelos saberes compartimentizados es un desidera-tum de Edgar Morin y otros pensadores, que aligual que la pragmática universal de Habermas,activa el ideal utópico de una ciencia universal yunificada. Esta es también la pretensión del grupoGUCOM: Hacia una comunicología posible, sur-gido en México (Cáceres 2007). Pero todavía haymucho camino que recorrer por la vía del pensa-miento complejo y contextualizado.

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Entradacomunica ción14

En los últimos 30 años, el avance delos sistemas tecnológicos, infor-máticos y en general la expansiónde los servicios de telecomunica-

ciones en todas sus expresiones, impulsa-dos por la innovación, creatividad y un mar-cado interés mundial por lograr verdaderoscambios en la forma como se vive, disfrutay alimenta la sociedad, bajo nuevos esque-mas informativos y de conocimiento, handado vida a un mundo realmente globali-zado pero muy cercano, en donde las ba-rreras y los límites no existen y, cada vez esmás sencillo apoderarse del conocimientoy nutrirse de hasta lo que en otros tiempospodría parecer poco interesante.

Pero el gran boom, que pudiera atri-buirse al despliegue del Internet para elciudadano común hace poco más de 15años y a las millones de oportunidades entodos los ámbitos de la vida que han sur-gido como consecuencia de una tecnolo-gía que, en principio, se instauró sólo parautilizarse como una herramienta de comu-nicación entre fuerzas militares, tiene pordelante a muchos otros innovadores y hé-roes de la comunicación y del avance tec-nológico, pero el más fuerte hasta hoy es,sin duda, el teléfono celular.

Y es que dentro de un esquema de cam-bios constantes y muy veloces en donde sehan dado pasos hacia la conformación denuevas industrias y sistemas culturales,marcados por la innovación, los ciudada-nos han sido los grandes propulsores deesos desarrollos y, por supuesto, los másbeneficiados.

La telefonía por ejemplo, dejó de serfija, de un solo punto, y se convirtió en una

comunicación sin fronteras

Las telecom del siglo XXI:

Cuando hablamos de medios decomunicación hoy, no podemosreferirnos solamente a la prensa,la radio y la TV. El avance delos sistemas tecnológicos,informáticos y en general elmundo de las telecomunicacioneshan producido, y lo seguiránhaciendo, un proceso deconvergencia tecnológica queha modificado la realidad de lasindustrias culturales tal comolas veníamos conociendo. De ahíque hoy se pueda hablar de una“comunicación sin fronteras”.

■ William Peña

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comunica ción16

aliada móvil vital para la integración a lasociedad de la información de miles de mi-llones de ciudadanos en el mundo que,hace sólo unos pocos años atrás, observa-ban como un imposible la posibilidad deestar comunicados en todo momento.

Hoy más de tres mil 500 millones de ha-bitantes del planeta, es decir, más del 50%de la población mundial, posee en susmanos un teléfono móvil y con él unmundo de posibilidades de comunicacióne interacción con su entorno. Además deello, una gran parte de esa población, per-teneciente a los estratos bajos de la socie-dad, utilizan su dispositivo como una he-rramienta indispensable de trabajo, unequipo que les brinda mayor acceso a lasoportunidades laborales en la economíainformal en la que se desenvuelven y,sobre todo, una herramienta invaluablepara estar comunicados con sus familias.

Un celular por habitante

En el caso de Venezuela, el número deusuarios de los servicios móviles se ha dis-parado en los últimos años y las perspecti-vas indican que para diciembre próximohabrá un 100% de penetración, con unabase superior a los 27 millones de suscrip-tores a los servicios que son provistos portres operadoras en el país.

De esa cifra, que colocará al país comouno de los primeros en lograr superar el100% de teledensidad por habitante enservicios móviles de América Latina, esimportante destacar que, más del 95% delos usuarios tienen servicios bajo sistemasprepagados y que un alto porcentaje deellos, forman parte de los estratos menosfavorecidos del sistema social venezolano,es decir, pertenecen a las clases D y E.

Y es que en los últimos años, el sectorde las telecomunicaciones en el país ha vi-rado de forma importante sus estrategiasde captación de suscriptores y, aún cuandola meta se mantiene en la oportunidad delograr total comunicación para todos, paranadie es un secreto que los países del pri-mer mundo han podido avanzar más rá-pido en sus estrategias, con ofertas más ali-neadas con el poder adquisitivo de sus ciu-dadanos, algo que aún en países comoVenezuela, a pesar de los esfuerzos, siguesiendo una utopía.

Pero el interés de los ciudadanos pordisponer de cada vez más herramientasque serán indispensables para hacer de susdestinos una ruta más fácil, armónica yamigable, desde el punto de vista tecnoló-gico; que les permita mejorar su producti-vidad y tiempo, ha logrado que en algunas

economías emergentes, como es el caso deVenezuela, el sector de las telecomunica-ciones haya reflejado unos índices de cre-cimiento en los últimos años más que ad-mirables y que su población esté cada díamás cerca de una verdadera ventana deoportunidades en materia tecnológica,aunque en despliegues como Internet debanda ancha siga rezagada en compara-ción con otros países de la región y muylejos de las economías del primer mundo.

En los últimos años, las telecomunica-ciones tomaron un impulso indescriptible,que llevó los índices de la nación en temascomo la telefonía móvil a sobrepasar lamedia regional y a posicionarse sólo pordetrás de países como Chile, el gran mer-cado de las telecom en la región. Así, la ad-hesión de usuarios se elevó en más de184%, desde unos ocho millones 400 milen 2004 hasta 24 millones 400 mil sus-criptores hasta marzo pasado, con unos ín-dices por demás extraordinarios en todoslos sentidos y con un incremento de losservicios entre los ciudadanos con meno-res recursos y posibilidades de tener unterminal móvil para comunicarse y utilizarlos demás servicios disponibles.

La integración móvil

Hace poco más de 20 años, cuando elgigante estadounidense, Motorola, hizo

comercial el primer teléfono celular, lacompañía no pensó nunca que la tecnolo-gía móvil marcaría el futuro en todos susespacios y que tan sólo unos años mástarde, miles de millones de habitantes decientos de países, podrían tener una líneatelefónica propia y, además, utilizar unaparato desde cualquier punto para comu-nicarse.

Y es que la compañía, hoy envuelta enuna gran reorganización, impulsada por elcambio tan drástico que dio la sociedad deconsumo en tan pocos años, tampoco ima-ginó que para ese celular, por demás pe-sado y de gran tamaño, muy costoso y ac-cesible para pocos, se pudieran desarrollarcentenares de aplicaciones, soluciones desoftware y que antes de que cumpliera susprimeros 25 años, fuese uno de los avan-ces más importantes de la ciencia, que nosólo permite a las personas comunicarse,sino que ahora se ha convertido en unequipo multifacético, que tiene capacidadpara albergar decenas de herramientas yfunciones, entre ellas, cámaras fotográfi-cas digitales hasta tomas de video y cone-xiones a Internet (características que tam-poco existían en la época), además de lasinfinitas aplicaciones que hoy día estándesarrollándose para dar más valor agre-gado y hacer de ellos una herramienta ver-daderamente completa e integral.

El avance de la telefonía celular no sedetiene y las operadoras a nivel mundialtambién intentan integrar una gran canti-dad de servicios de valor agregado a susofertas comerciales, con la intención dellevar a sus suscriptores al uso máximo delos equipos terminales y así aumentar loscargos de facturación por cada uno deellos, una tendencia que está en aumentoconstantemente.

En Venezuela, la realidad no es contra-ria. Las operadoras móviles hoy día hanvisto una oportunidad de negocios impor-tantes en los servicios de valor agregado y,a pesar de que muchas de las aplicacionesestán en etapa de desarrollo, una cantidadconsiderable de esas funciones ha ayu-dado a aumentar los ingresos, como es elcaso de la mensajería de texto, un servicioque se inició a finales de los 90 y en el quemuchos no creyeron, pero que hoy día, seha convertido en una de las principalesfuentes de facturación de las empresas enel segmento de ingresos por negocios norelacionados con voz.

Sin embargo, el uso de la voz siguesiendo la fuerza de la comunicación móvily, aunque cada día proliferan propuestaspara dar uso a la tecnología a través de otrasformas de comunicación, incluso con imá-

En el caso de Venezuela, el númerode usuarios de los servicios móvilesse ha disparado en los últimos añosy las perspectivas indican que paradiciembre próximo habrá un 100%

de penetración, con una basesuperior a los 27 millones de

suscriptores a los servicios que sonprovistos por tres operadoras

en el país

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genes y sonidos, los usuarios de los servi-cios prefieren seguir haciendo voz.

No obstante, las empresas que proveenservicios de telefonía en el país, han lan-zado una gran cantidad de servicios a susclientes, algunos exitosos otros no, y con-tinúan observando qué se despliega en elmundo para, dentro de sus posibilidadestecnológicas, probarlo en los millones desuscriptores potenciales que usan las redescelulares.

Y es que una de las metas de los grandesproveedores está en poder dar a sus clien-tes todas las herramientas que necesita paraque esté totalmente satisfecho con la tele-fonía móvil, desde servicios de televisiónhasta contenidos interesantes, aplicacionesde negocios y juegos. Y hoy día, muchaspersonas están haciendo más cosas que sen-cillamente hablar por teléfono y están for-mando parte integral de una industria queno ha dejado de crecer y que aún tiene unlargo camino por descubrir.

Pero la meta no es sencilla, pues cadadía aparecen nuevas herramientas, con-ceptos e innovaciones que obligan a lasempresas a delinear muy bien sus estrate-gias, para no caer en la tentación de satu-rar un mercado potencial que apenas estácomenzando a asimilar el poder que tieneen sus manos a través de las tecnologíasmóviles

La potencia del cobre

Desde que el mundo inició su procesode adaptación a la movilidad en los servi-cios telefónicos, la expansión de la in-fraestructura en cableado de cobre dismi-nuyó drásticamente y con ello las posibili-dades de miles de millones de ciudadanosde disponer de un teléfono fijo en casa,sobre todo aquellos que habitaban enzonas medianamente urbanas o rurales.

Los grandes proveedores de esa in-fraestructura no habían detectado la po-tencia del cobre y los operadores habíantendido un esfuerzo mayor hacia la conso-lidación de redes móviles para satisfacerlas necesidades de los consumidores, de-jando prácticamente a un lado una tecno-logía considerada obsoleta.

Pero en poco tiempo descubrieron queesa infraestructura tenía grandes potencia-lidades y que una de ellas era el desplieguede servicios de Internet, una de las grandesnovedades de finales de siglo y hoy día unade las más importantes herramientas decomunicación e información que existe enel mundo.

Sin embargo y a pesar de la fortalezaque la infraestructura de cobre ofrece, muy

pocos operadores en el mundo, sobre todolos que proveen servicios de telecomuni-caciones en las economías emergentes opaíses en desarrollo, donde las redes notienen la misma expansión que en los paí-ses industrializados, continúan desple-gando redes para servir a los ciudadanos y,por el contrario, siguen potenciando eldespliegue de infraestructura para servi-cios móviles.

A pesar de ello, en países comoVenezuela, la demanda ha comenzado atomar cuerpo y los índices de penetraciónde telefonía fija y el crecimiento del accesoa Internet se han expandido en los últimosaños, gracias, en parte, al uso de la in-fraestructura de cobre que existe en el país.

En los últimos años, por ejemplo, la pe-netración de la telefonía fija en hogares haescalado de manera importante y, auncuando su promedio con relación al accesode los principales países del mundo esbajo, poco a poco, el país sigue mejorandoen posición y acercándose a la media mun-dial. Así, la penetración se ha disparado encasi seis puntos porcentuales para ubicarsepor encima del 18 %.

En total, unas cinco millones de perso-nas disponen de una línea fija en el hogar y,aun cuando una parte de ellas proviene delas redes móviles y es notorio el retraso delpaís en la penetración de este servicio encomparación con la telefonía móvil, el es-

fuerzo de los últimos tiempos empleado porlas empresas y las compañías que ofrecenservicios de TV por suscripción para brin-dar acceso a través de nuevas tecnologías,pareciera que ha comenzado a tener éxito.

A pesar de ello, el consumo por parte delos usuarios de los servicios fijos no ha co-rrido con la misma suerte en términos decrecimiento, y en cuanto a los ingresos elincremento ha sido muy bajo en los últi-mos años en comparación con la telefoníamóvil.

Por citar un ejemplo, el consumo de ser-vicios de telefonía fija sólo se incrementó28% en ingresos, es decir unos 338 mi-llardos de bolívares ($157 millones) paracerrar en 2007 en un billón 776 mil 997 mi-llones de bolívares ($826 millones), mien-tras los ingresos por telefonía móvil, au-mentaron en el mismo periodo 310%, sal-tando de unos dos billones 487 mil 913 mi-llones de bolívares (1.157 millones de dó-lares), hasta los 10 billones 206 mil millo-nes de bolívares ($4.747 millones).

En minutos, los resultados de los últimosaños, época de un resurgimiento importantede los servicios de telecomunicaciones enel país, reflejan sólo un pequeño incre-mento, pues en promedio, el crecimientopor parte de los usuarios de servicios fijosen llamadas, a pesar de que aumentó el nú-mero de personas que disponen de equiposen sus hogares, se mantuvo prácticamenteigual, lo que demuestra que el acceso móvilse ha posicionado fuertemente como unanueva industria en el país y que la tenden-cia seguirá impulsando a la movilidad entérminos de comunicación. Entre 2004 y2007, por ejemplo, los minutos consumidospor los usuarios de servicios telefónicos encasa aumentaron sólo 0,5% para cerrar enunos 15 millones 537 mil.

Otra historia acontece desde hace añoscon el uso del cableado de cobre para ofre-cer servicios de Internet. Y es que despuésdel boom de Internet a finales de la décadapasada y de la estrepitosa caída de la granburbuja, las economías mundiales comen-zaron a redimensionar sus metas de posi-cionamiento de la era digital, trabajandopor años con mayor cautela y, en el caso delas economías emergentes, los países co-menzaron un proceso de integración conlas tecnologías existentes e iniciaron unnuevo camino de oportunidades para susciudadanos, que hoy día, a pesar de que losíndices siguen siendo bajos, ha permitidoa una mayor cantidad de personas tener ac-ceso a servicios de Internet a través del fa-moso servicio de ADSL (Línea DigitalAsimétrica), una tecnología que nació delcable de cobre y que se ha posicionado con

En los últimos años, por ejemplo, la penetración de la telefonía fija

en hogares ha escalado de maneraimportante y, aun cuando su

promedio con relación al accesode los principales países del mundo

es bajo, poco a poco, el país sigue mejorando en posición y acercándose

a la media mundial. Así, lapenetración se ha disparado en

casi seis puntos porcentuales paraubicarse por encima del 18 %

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mucha fuerza en el mundo, pues ademásde Internet, por allí las empresas puedenofrecer servicios de televisión IP y video.

En Venezuela, el acceso a Internet, queestuvo servido en sus primeros años para lasclases medias altas, ha venido permeándoseal resto de la sociedad y, en los últimos años,el número de cuentas afiliadas a un provee-dor de servicios se ha disparado, aúncuando la medición general sigue refle-jando un avance muy leve. Al cierre del añopasado, el número de cuentas afiliadas aInternet se duplicó y el promedio de creci-miento anual se ha ubicado en un 25%.

En números, las personas que disponende una cuenta propia de acceso a Internetdesde sus hogares se incrementó 120% enlos últimos años, superando el millón decuentas hasta abril pasado.

Pero lo más impactante del crecimientono está realmente en el número de cuentasafiliadas, sino en la tecnología que estánusando los venezolanos para conectarse aInternet. Así, el acceso a servicios deno-minados dedicados, como es la bandaancha, tanto en la oferta de tecnologíaADSL como en sistemas basados en fibraóptica, entre otros, hoy día abarcan a másdel 80% del total de suscriptores, con uncrecimiento 310% para ubicarse en unas700 mil cuentas.

En contraste, el uso de la línea telefó-nica (dial up) para conectarse a Internet,una modalidad que permitió a miles, a me-diados de los 90, tener en las zonas urba-nas donde existe cableado de cobre, ac-ceso a Internet a través de hilo telefónico,pero sacrificando su comunicación porvoz, ha caído de forma dramática en los úl-timos años y se estima que seguirá dismi-nuyendo, producto del cada vez mayor in-terés de los usuarios de Internet por dispo-ner en sus hogares de conexiones más rá-pidas e ilimitadas.

Así, en los últimos años las conexionesa través de la línea telefónica cayeron 43%para ubicarse en unas 147 mil cuentas paradiciembre pasado; pero lo más impactantedel caso es que en los últimos años, la ma-yoría de las adhesiones han estado enfoca-das en los servicios dedicados, a pesar deque éstos representan un pago de más de50% con relación a los servidos por líneatelefónica.

En Venezuela, cada día más personas ac-cesan al mundo de Internet desde sus hoga-res, lo que está siendo asimilado por las em-presas, sobre todo la Cantv, la única quepuede ofrecer servicios basados en tecno-logía ADSL, para iniciar un proceso de me-joras en sus redes que le permitan, en pocotiempo, brindar servicios de televisión a los

miles de sus clientes que hoy disponen encasa de una conexión de Internet dedicada.

El mismo camino están tomando las em-presas que ofrecen servicios de Internet através de otras tecnologías, por ejemplofibra óptica, pero en el caso de éstas, su ob-jetivo está en lanzar ofertas combinadas de-nominadas triple play (Internet, Televisióny Telefonía), una nueva forma de ofertarservicios que, además de brindar una aba-nico completo de productos empaquetados,permite a los usuarios un ahorro sustancial.

Internet en otra óptica

A pesar de que en Venezuela existepoco más de un millón de personas que seconectan a Internet desde sus hogares; enel país, millones acceden diariamente a losservicios a través de una diversidad de cen-tros de conexión y los famosos Cibercafés,que fueron desplegados hace años por lasempresas privadas y por pequeños em-prendedores, con la intención de permitira cientos de miles de personas que no pue-den aún disponer de un servicio en casa,pues una gran parte de ellas no tiene si-quiera un computador, pasearse por elmundo del Internet.

En las zonas populares, sobre todo,niños, adolescentes y adultos han disfru-tado de las bondades del Internet y, aunqueparezca poco creíble, ese interés ha dado

un impulso muy importante al crecimientodel país en cuanto al número de personasque se consideran usuarios de Internet yque hoy día superan los cinco millones, unnúmero que parece pequeño, pero que per-mite a un 20% de la población estar másinformada o por lo menos más cercana alas nuevas tecnologías.

Y es que en los últimos años, las zonasurbanas populares, donde existe un mayorinterés de parte de los jóvenes y los habi-tantes en general, ha dado un impulso a lapuesta en marcha de centros de acceso,tanto públicos como privados, para quecada día más personas sin poder adquisi-tivo para conectarse desde el hogar, puedahacerlo a través de los famosos centros decomunicaciones.

En Venezuela, según las estadísticas dela Comisión Nacional de Telecomuni-caciones, Conatel, el organismo que rigelos destinos legales del sector de las tele-comunicaciones, más del 70% de los usua-rios de Internet, pertenecen a las clases so-ciales C, D y E y, en los últimos años, elnúmero de usuarios se ha incrementado en160%, lo que refleja un incremento de másde tres millones 500 mil personas en los úl-timos 48 meses que ahora utilizan los ser-vicios de Internet para buscar informa-ción, comunicarse con sus amigos, enviarcorreos, chatear, entre otros. Hasta abrilpasado, en el país funcionaban más de tresmil 100 centros de acceso, cibercafés o si-tios para que los ciudadanos que no dispo-nen de computadoras en su casas pudieranhacer uso del Internet.

Según datos del Instituto Nacional deEstadísticas, en el país existen un pocomás de 6,5 millones de hogares, por lo quela penetración de servicios dedicados deInternet en los hogares apenas cubre a un14% de la población, no obstante, si la me-dición es por número de habitantes, la pe-netración de Internet en los hogares es in-finitamente inferior y apenas llega al 3%.

Es por ello que los centros de acceso quehan sido promovidos, tanto por las empre-sas privadas como por los entes públicos,conforman un abanico de oportunidadespara millones de venezolanos que no dis-ponen del poder adquisitivo suficiente paratener en casa el servicio de Internet y muchomenos para adquirir un computador.

La era de los canales

Los servicios de TV por suscripcióncambiaron para siempre el concepto ur-bano de mirar la pantalla y de quedarse co-nectado a uno de los pocos programas dis-ponibles a través de la escasa oferta, pues

Es por ello que los centros de acceso que han sido promovidos,tanto por las empresas privadas

como por los entes públicos,conforman un abanico de

oportunidades para millones devenezolanos que no disponen delpoder adquisitivo suficiente para

tener en casa el servicio de Internety mucho menos para adquirir un

computador

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19comunica ción

hoy día cualquier usuario de los serviciosdispone en casa de por lo menos 50 cana-les y de un mundo de información e imá-genes que, en muchos casos, hace real-mente imposible que el efecto zapping(saltar programación que no interesa) nohaga de las suyas frente al equipo de TV.

Noticias, variedades, biografías, cien-cia, deportes y, sobre todo, canales de se-ries y películas son, entre otras, las ofertasque los televidentes de hoy tienen a travésde la pantalla chica, un fenómeno quetiene ya más de un par de décadas en elmundo y que en países como Venezuela halogrado una posición importante en elseno de las familias, sobre todo en cientosde miles que miran a la TV por suscripcióncomo la única fuente de entretenimiento,dada sus condiciones sociales y la escasaopción de disponer de más ingresos paraun mayor disfrute de su tiempo libre.

En los últimos años los operadores delos servicios en el país han estado viviendouna de sus más grandes experiencias, tantoasí que, hoy día, no sólo han incrementadocon fuerza el número de hogares que dis-ponen de la oferta de TV por suscripción,sino que han entrado en una carrera portener cada vez más servicios adicionales yvalores agregados, ofreciendo, entre otrascosas, películas Pay Per View para no mo-verse de casa al cine, decodificadores di-gitales con capacidades de grabación parano perderse los momentos estelares o unaserie en horas de trabajo y el manejo de laprogramación al gusto, así como la re-ciente oferta de canales exclusivos en de-portes y ligas de fútbol y béisbol, ademásde servicios de TV en alta definición, unconcepto en imagen y sonido que es el pró-ximo paso en la evolución del fenómenode la televisión.

El cambio se siente en la pantalla enépoca reciente y para nadie es un secretoque hoy día, el tener en casa televisión porsuscripción ha dejado de ser un lujo; paramuestra, los índices de crecimiento delservicio en el país en los últimos años,cuando el número de suscriptores se ha in-crementado en más de 65%, lo que refleja,según datos de Conatel, que un millón 700mil hogares disponen de una oferta dife-rente de TV, adicional a los servicios deseñal abierta que se ofrecen en el paísdesde hace más de 40 años.

En términos generales la penetracióndel servicio sigue creciendo y según losdatos oficiales, en los últimos cuatro años,la penetración escaló ocho puntos porcen-tuales, una cifra que podría considerarsebaja pero que en términos reales repre-senta valores importantes, pues un cuarto

del número de viviendas disponibles en elpaís, calculadas en 6,5 millones, tienen ac-ceso a los servicios, aunque las redes deacceso de los diferentes operadores pasanpor más de dos millones de hogares, sincontar el servicio satelital que sin pro-blema puede abarcar a todos los hogaresdel país. Por habitante, la penetración seubicó al cierre del año pasado en 5,89%.

El momento estelar de la TV por sus-cripción se vivió luego de la salida del ai-re de Radio Caracas Televisión como se-ñal abierta el año pasado, cuando se mar-có el inicio de una nueva era para las em-presas operadoras de servicios en el país,que vieron incrementar su base de clien-tes, fuertemente, en zonas con menor po-der adquisitivo.

El año 2007 se posicionó como el pe-riodo de mayores adhesiones de clientes alos servicios de TV por suscripción, con untotal de nuevas cuentas de 279 mil 887, unincremento en el año de más 22%, pero encomparación con el resto de periodos anua-les, desde que se mide el número de sus-criptores, es la primera vez que se sumantantos nuevos clientes en sólo un año.

Desde que la señal de RCTV salió de laspantallas de la televisión abierta, el interésde los millones de televidentes que se-guían de cerca la programación del canalde Bárcenas, aumentó de manera impor-tante la demanda por servicios de TV por

suscripción y desde mayo del 2007,cuando se sentó un precedente históricopara los medios de comunicación del país,también se marcó un récord para los pro-veedores de servicios de televisión paga.

El mayor indicador de los excelentes re-sultados del servicio de TV por suscripciónlo reflejó el número de televidentes nuevosque se sumaron a las parrillas de progra-mación, estimados en unos 800 mil, sobretodo si se toma en cuenta que, por cadahogar suscrito al servicio, se promedianentre tres y cinco televidentes, algo similara lo que ofrece la prensa escrita en lecturapero con mayor exposición en tiempo.

En pocas palabras, en el país existenentre 4,5 millones y 7,5 millones de tele-videntes legales a los servicios de TV porsuscripción, es decir entre un 17% y un27% de penetración por cada 100 habitan-tes, pero si se toman en cuenta a las más de120 empresas que explotan de manera ile-gal el servicio en el país y a los miles dehogares que están conectados de forma ile-gal a través del enganche en los cableseléctricos, el número de hogares con ser-vicios de TV alcanza un 44% en total.

En términos absolutos, un 19% más delos hogares que no miden los organismoscorrespondientes ni los propios proveedo-res de servicios, disfruta del servicio sinpagar, por lo que la suma total de hogaresconectados a servicios de TV por suscrip-ción supera los tres millones contando le-gales y piratas y los televidentes sumanentre 9 y 15 millones, un mercado giganteque demanda servicios tecnológicos yque, aun cuando no los cancela directa-mente, en la mayoría de los casos, com-parte el servicio con un usuario legal opaga una suma baja a un proveedor ilegal.

A pesar de ello hay un fenómeno im-portante en el país con relación a los ser-vicios de TV por suscripción y según cál-culos propios de las operadoras del servi-cio, más de la mitad de los nuevos usuariosde la televisión paga forman parte de lasclases D y E que habitan en zonas popula-res y que tuvieron que sacrificar parte desus salarios para mantener, al menos, in-tactas sus posibilidades de entreteni-miento a través de la TV, ahora con más ca-nales en su receptor, aún cuando siguenviendo RCTV, ahora Internacional.

■ William PeñaPeriodista egresado de laUniversidad del Zulia(LUZ).Coordina las páginas de Tecnologíay Comunicaciones del diarioTal Cual.

El momento estelar de la TV por suscripción se vivió luego de la salidadel aire de Radio Caracas Televisión

como señal abierta el año pasado,cuando se marcó el inicio de una

nueva era para las empresasoperadoras de servicios en el país,que vieron incrementar su base declientes fuertemente en zonas con

menor poder adquisitivo

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Entradacomunica ción20

Introducción

La proliferación de plataformas pormedio de las cuales desempeñar la activi-dad de transmisión e intermediación decontenidos abre la compuerta a una even-tual competencia que debería verse tradu-cida en un mayor bienestar para la audien-cia y los suscriptores.

Sin embargo, el escenario futuro no seencuentra exento de riesgos en lo que a cue-llos de botella y despliegue de prácticas res-trictivas a la competencia se refiere. Por elcontrario, una vez que la dinámica del sec-tor y las nuevas tecnologías han permitidouna estructura de mercado cambiante, nue-vas amenazas sobre la eficiencia del mer-cado pueden cernirse sobre el mismo.

La continua aparición de nuevas plata-formas y medios de transmisión e inter-mediación de contenidos podría incre-mentar los incentivos para competir, porparte de las empresas de provisión de con-tenido al detal, por la captura de la audien-

cia. Asimismo, esta ampliación de ofertade medios de transmisión, así como las re-gulaciones en curso que buscan garantizarla accesibilidad a los productores de servi-cios de valor agregado, facilitará la ofertade servicios finales para suscriptores ypara la tele-audiencia.

Este escenario coadyuvará a que se ma-nifieste la neutralidad de la red una vezque los medios de transmisión se expan-den, el poder de mercado de sus propieta-rios se diluye, haciendo cada vez más difí-cil el despliegue de prácticas restrictivas ala competencia. En específico, una vez queestos mercados suelen caracterizarse porla existencia de empresas Incumbents conpoder de mercado y verticalmente integra-das, la aparición de nuevas plataformashace cada vez más difícil el despliegue depracticas de cierre de mercado aguasabajo vía precios predatorios o prohibiti-vos, denegación de negocio o acceso (re-fusal to deal) y pinzamiento de márgenes(price squeeze). Los eventuales poderes de

Cambio del paradigma regulatorio

en el sector broadcastingEl avance tecnológico, hoy indiscutible, de los procesos de transmisiónde signos, por lo tanto de contenidos, hace que nos planteemos eltema sobre el cambio en el paradigma regulatorio en el sector deintermediación de contenidos. Se trata solamente de apuntar la ideacon el sentido último de garantizar la accesibilidad a los productoresde servicios de valor agregado, así como de facilitar la oferta de servicios finales para las audiencias.

■ Enrique R. González Porras ²

¹

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comunica ción22

mercado de las empresas Incumbents po-seedoras de redes se diluye y el mercadode provisión de acceso se disciplina, coad-yuvando a la concreción de la denominadaneutralidad de la red. Lo anterior, conso-lida parcialmente la visión de la Escuela deChicago sobre la irracionalidad econó-mica del cierre de mercado aguas abajovía precios prohibitivos, aun cuando debeacotarse que continúa teniendo sentido uncierre vía calidad del acceso cuando elrango del mercado es estrecho o basado enla teoría del apalancamiento a lo largo dela cadena verticalmente relacionada.

Ahora bien, en mercados poco profun-dos, con cierta restricción en lo que a poderde compra se refiere por parte de la au-diencia, el número potencial de suscripto-res podría cerrar, vía demanda, el númerode operadores del servicio final de provi-sión de contenidos o de televisión. Adicio-nalmente, habrá que considerar que enaquellos países en los cuales la televisiónde señal abierta es poco competitiva, ma-yores son las posibilidades de éxito para latelevisión de suscripción, vista como laconcreción de una masa crítica de suscrip-tores que permitan a la empresa operar porencima del breakeven point. Estos dos fac-tores serán cruciales en el mercado vene-zolano en adelante, aunado a un tercero,que resulta hoy día crucial en todos losmercados de intermediación de contenidoa nivel mundial: la posesión de derechossobre los contenidos de calidad.

Una vez que resulta poco probable quelos suscriptores demanden o se suscribana más de una red, podremos concebir elmercado como uno single-homing. Estacaracterística incrementa la competenciapor la adquisición de contenidos de cali-dad. Debido a la caracterización del mer-cado de adquisición de contenidos a nivelmundial, las rentas pasarán de manos delos canales, los intermediadores de conte-nido e incluso de los propietarios de lasredes de transmisión a los poseedores delos derechos de los contenidos premium.Lo anterior podría implicar que auncuando la configuración del mercado y suestructura se encuentra en evolución, lasrentas no necesariamente se dirigirían a laaudiencia. Como ocurre en los mercadosdonde no existe compatibilidad tecnoló-gica, en aquellos caracterizados por sersingle-homing, la competencia en la pri-mera etapa es feroz. Aun cuando parezcacontra-intuitivo, la disposición a ofrecermejores contraprestaciones y mejores pre-cios, tiende a presentarse en mercados deno-compatibilidad o single-homing, expli-cado esencialmente por la existencia de

costos de cambio que concentran la com-petencia a la hora de la entrada.

Sin embargo, los mercados de conteni-dos caracterizados por la presencia de con-tratos de exclusividad sobre los conteni-dos, de periodos largos, y que por lo gene-ral abarcan empaquetamientos de grandescantidades de contenidos de calidad,hacen que la tenencia de los derechos deretransmisión constituya una barrera a laentrada. Por ello, las rentas se han ido des-plazando de los poseedores de los mediosde transmisión hacia los poseedores de loscontenidos premium. Obviamente, podríacaracterizarse un equilibrio de mercado enel que existan muy pocos intermediadoresfinales de contenidos de calidad con efec-tos sociales de red (Water Cooler Effect) yun buen grupo de intermediadores que lo-gren hacerse con nichos de audiencia muyespecializados con altas disposiciones depago (obviamente nos estamos refiriendoa la televisión por suscripción).

Ante la caracterización anterior del mer-cado, podría requerirse un profundo análi-sis y un replanteamiento del esquema regu-latorio de las telecomunicaciones y espe-cialmente de la televisión por suscripción.

Descripción del mercado

El sector broadcasting, de media y deintermediación de contenidos (programa-ción, películas, eventos deportivos e infor-

mación en general) se encuentra com-puesto por varios mercados ubicados enrenglones distintos de una cadena verti-calmente relacionada. Más específica-mente, el mercado de broadcasting se de-fine como aquel en el cual contenidos, pro-gramaciones, y/o informaciones son pro-ducidos, así como vendidos sus derechosy empaquetados dentro de programacio-nes y de canales, para luego ser vendidosde nuevo a distribuidores o detallistas(operadores de televisión de suscripción),para finalmente ser vendidos a los suscrip-tores y/o televidentes (independiente-mente de que se trate de televisión de señalabierta o televisión paga).

Los principales mercados que se identi-fican a lo largo del sector broadcasting son:

●Mercado aguas arriba de venta y ad-quisición de derechos sobre eventos de-portivos.

●Mercado aguas arriba de venta y ad-quisición de derechos sobre películaspremium.

●Mercado de producción y distribuciónde canales temáticos.

●Mercado de televisión por suscripción(así como la televisión de señal abierta,aun cuando prestaremos especial aten-ción a la primera).

●Mercado emergente de Video bajoDemanda.

●Mercado emergente de servicios inter-activo a través de plataformas de TV.

El sector broadcasting por lo generalpresenta ciertas características que se hanconsolidado a lo largo de los años, primerodebido a las propias estrategias corporati-vas de las empresas que actúan en estemercado, y segundo, ante el paradigmatradicional regulatorio hacia el sector tele-comunicaciones. Ambas razones serán ex-plicadas a lo largo de este artículo. Por logeneral, este sector se caracteriza por lapresencia de una empresa instalada(Incumbent) bien posicionada explicadoprincipalmente por ventajas derivadas deser un first mover. Asimismo, este primeroperador instalado (Incumbent) suele en-contrarse verticalmente integrado a lolargo de la verticalidad del mercado. Estosmercados por lo general se encuentrancompuestos por un reducido número deoperadores, explicado entre otras razones,y como remarcaremos más adelante, por laalta inversión requerida (costos hundidos)que constituyen una barrera a la entrada,

El sector broadcasting por lo general presenta ciertas

características que se han consolidado a lo largo de los años,

primero debido a las propias estrategias corporativas de las empresas que actúan en este mercado, y segundo, ante el

paradigma tradicional regulatoriohacia el sector telecomunicaciones

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23comunica ción

así como las propias prácticas corporativasy características de bundling y exclusivi-dad de largo plazo en los contratos entrelas empresas proveedoras de derechos yaquellas que los compran.

En este tipo de sector el acceso a las in-fraestructuras tradicionalmente conside-radas facilidades esenciales (essential fa-cility) no constituye una condición sufi-ciente para entrar al mercado y tener éxitoen el mismo.

Asimismo, los contratos de distribu-ción constituyen tradicionalmente un ins-trumento por medio del cual los riegos demercadeo, así como otros riesgos asocia-dos con la producción de contenidos soncompartidos entre el productor del conte-nido y los distribuidores. Así las cosas, laforma específica del contrato –si especifi-can tarifas y precios lineales, o alternati-vamente, precios no lineales (two-part ta-riff que hagan al comprador un residualclaimant)– influenciará profundamente alos incentivos de las partes involucradas enlos montos de inversión y los esfuerzosdesplegados en el mercado.

Mercado de producción de contenidos de calidad

Este mercado se caracteriza por ser unnegocio intensivo en capital, lo que im-plica altos costos hundidos. Asimismo sepresentan altos niveles de retornos a es-cala, una vez que la actividad de produc-ción de contenido demanda considerablesinversiones en capital y bajos, inclusonulos, costos marginales de la reproduc-ción del contenido.

A lo largo del mundo, el número de pro-ductores de contenido de calidad del tipopelículas premium, es muy reducida. Losprincipales estudios de Hollywood consti-tuyen un reducido número de oferentes,dentro de los cuales destacan: Fox, Warner,Paramount, Disney-Buena Vista, Sony-Columbia, Dreamworks, MGM, Universal,entre otros.

Adicionalmente, los eventos deporti-vos premium y/o de alta demanda, comolas ligas profesionales nacionales de fút-bol, béisbol, baloncesto, etc., constituyencontenidos premium altamente valoradostanto por la audiencia, como por los ope-radores de televisión y transmisión de con-tenidos y por los anunciantes. Los princi-pales oferentes de los derechos de trans-misión y comercialización de los eventosdeportivos son los clubes deportivos, aso-ciaciones de clubes e incluso federacionesdeportivas nacionales (dependiendo delmodelo imperante en cada país).

Mercado de producción y distribución de canales temáticos

La oferta en este mercado se encuentraformada por los editores y productores decanales temáticos, mientras que la de-manda se encuentra constituida por losoperadores de televisión por suscripción.La principal actividad desarrollada por losoferentes o proveedores es el empaqueta-miento de contenidos dentro de canales.En el ámbito dinámico, este mercado se havisto expuesto a una serie de avances yshocks tecnológicos que han impactadodeterminantemente sobre su configura-ción. Específicamente la digitalización –elpaso de un sistema analógico hacia uno di-gital– ha supuesto una reducción conside-rable de costos y una ampliación en la ca-pacidad de compresión de contenidos. Losagentes que desarrollan su actividad eneste renglón de la cadena de producción-comercialización de contenido, requierenrealizar ciertas inversiones, dentro de lascuales se encuentran:

●Inversión en empaquetamiento decontenidos.

●Inversión en marketing, publicidad ypromoción de los contenidos.

●Inversión en contenido identificativo,construcción de nombre (branding) y se-

ñalamiento sobre la calidad hacia losconsumidores.

Mercados de los derechos de re-transmisión de contenidopremium (eventos deportivos y películas de estreno)

En este renglón de la cadena, por lo ge-neral, es utilizado un modelo de comer-cialización y acuerdos del tipo ventanas detiempo (Time Windows). Este modelo hapermitido que se hayan diferenciado dosmercados, el primero de primeras venta-nas, que supone el estreno de películas pormedio de señales encriptadas o señalabierta (por medio de televisión), y el se-gundo de segunda ventana, el cual suponelos derechos de re-transmisión de pelícu-las que ya hayan podido ser estrenadaspara la audiencia en general, con anterio-ridad.

Sin embargo, este modelo resulta pococoherente y hasta cierto modo sin sentidoen lo que a los eventos deportivos se re-fiere, una vez que éstos han ocurrido, pier-den valor para la potencial audiencia.

Mercado de televisión de suscripción

El mercado de televisión paga ha sidodefinida por el Tribunal de Defensa de laCompetencia de España³ (TDC) comoaquel que incluye servicios de televisióntrasmitidos con tecnología tanto analógicacomo digital, a través de señales encripta-das a través de microondas, ondas hertzia-nas, satélite, fibra óptica, cable telefónico,cable coaxial, incluyendo servicios de co-mercialización. Asimismo, se incluyedentro de la definición del mercado de te-levisión de suscripción aquellos serviciosaccesorios utilizados para dar soporte aeste tipo de televisión, independiente-mente de su naturaleza técnica o adminis-trativa.

Por lo general el espacio geográfico deeste mercado se circunscribe a un ámbitonacional, determinado por una serie derestricciones de carácter lingüística, barre-ras regulatorias, así como característicasdeterminadas de los países en lo que se re-fiere a gustos, preferencias y especificidadcultural.

En este mercado los proveedores de latelevisión de suscripción suelen diferen-ciarse a través de dos vías. La primera esla tecnológica. Los operadores en este ren-glón del mercado suelen operar a través detecnología satelital, por cable y/o a travésde ADSL. Las diferencias en tecnología

El mercado de televisión paga ha sido definida por el Tribunal de Defensa de la Competencia de España (TDC) como aquel

que incluye servicios de televisióntrasmitidos con tecnología tanto analógica como digital, a través de señales encriptadas a través

de microondas, ondas hertzianas, satélite, fibra óptica, cable telefónico,

cable coaxial, incluyendo servicios de comercialización

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permiten que ciertos operadores, porejemplo los que desarrollan simultánea-mente servicios de telefonía vía red básicao cable, puedan ofertar servicios comple-mentarios en forma de empaquetamiento(bundling). Las operadoras telefónicas seencuentran desplegando estrategias deempaquetamiento de sus distintos servi-cios, telefonía, Internet y televisión porcable en una única oferta, denominada porlo general Triple Play. En parte, esta dife-renciación en mercados en los cuales elIncumbent ha sido un operador satelitalque posee exclusividad sobre contenidospremium, explica la co-existencia de algu-nos otros operadores de televisión por sus-cripción (especialmente aquellos que des-arrollan su servicio a través de cable). Elcaso anterior ocurre en España. Sin em-bargo, podría ocurrir lo contrario, que elIncumbent sea un operador telefónico queempaqueta servicios complementarios.En este caso cuando menos podría apare-cer la suspicacia sobre los efectos anti-competitivos derivados de esta prácticapor parte de un operador generalmente de-finido como el operador dominante. Auncuando este es un tema igualmente crucial,no constituye el tema fundamental del pre-sente artículo.

Luego, si ampliamos nuestro mercadode televisión o distribuidor final de conte-nidos hacia la audiencia, podríamos in-cluir adicionalmente a la televisión de sus-cripción, a la televisión de señal abierta.De hecho, la modalidad de televisión deseñal abierta, forma parte del sector broad-casting, pero por razones de restringirnuestro análisis sobre las nuevas preocu-paciones regulatorias y de competenciasobre el contenido premium, prestaremosespecial atención en la televisión de sus-cripción.⁴ Luego, la evolución de la tele-visión de suscripción en los países ha si-do distinta; en parte, determinada por lacalidad de la televisión de señal abiertadurante el periodo de entrada de los pri-meros operadores de televisión por sus-cripción. Países en los cuales la oferta detelevisión de señal abierta ha sido reduci-da en lo que a número de operadores serefiere, y en los cuales la calidad de laprogramación de estos operadores se en-cuentra constituida por contenidos de ba-ja calidad, la probabilidad de prolifera-ción exitosa de operadores por suscrip-ción será alta. Sobre este punto podríaabrirse un importante debate enVenezuela. Una vez que RCTV ha salidodel mercado venezolano como operadorde señal abierta y dado que por razonesno de mercado, ni de negocio, se ha pro-

ducido una enorme concentración de me-dios en manos del Estado con una pro-gramación que dista de enfocarse a satis-facer una demanda de entretenimiento, sehan estado creando artificialmente unastremendas ventajas a favor de los opera-dores de televisión por suscripción. Estanueva configuración no tiene por qué be-neficiar al consumidor final, de hecho hanido desapareciendo opciones que conta-ban con prestigio y aceptación por partede la audiencia, y luego, el poder de ne-gociación que han ido ganando los opera-dores de televisión por suscripción, even-tualmente los beneficia a la hora de com-prar sus empaquetamientos de conteni-dos, pero no necesariamente tiene por quétraducirse en transferencia alguna de ren-tas hacia la audiencia. De hecho, estasprácticas gubernamentales generan un au-mento de la demanda y del poder estraté-gico en el mercado de los operadores detelevisión por suscripción.

El mercado de televisión por suscrip-ción o televisión paga, se caracteriza porser un mercado de dos lados (Two-sidedmarket), es decir un mercado en el cual losoperadores tienen que lidiar con dos mer-cados, el de audiencia y el de contenidos.Recordemos que estas empresas son pla-taformas intermediadoras de contenido.Sin embargo, la característica de mercadosde dos lados (Two-sided market) resultamás importante para la televisión de señal

abierta que para la televisión por suscrip-ción:

●Los ingresos de la televisión de señalabierta provienen de la venta de pautaspublicitarias.

●Los ingresos de la televisión por sus-cripción provienen del pago por suscri-birse, realizado por los clientes.

Sin embargo, en ambas modalidadeslos efectos de red resultan muy poderososy en ocasiones transcendentales para el ne-gocio. En el mercado de señal abierta losefectos de redes o las economías de redesque se generan entre los dos lados del mer-cado (Two-sided market), son disfrutadosde un lado del mercado hacia el otro.Cuando una televisión de señal abiertalogra captar y fidelizar un número impor-tante de audiencia, lo que se traduce en unalto market share, el valor de las pautas pu-blicitarias se incrementa. Lo anterior im-plica que una exitosa gestión en interme-diación de contenidos generará valor enfavor de la audiencia, la cual lo retribuirávía market share, valorizando las pautaspublicitarias tanto para anunciantes comopara las propias operadoras de televisiónde señal abierta.

Por su parte, la televisión por suscrip-ción podría beneficiarse de efectos socia-les de red denominados Water CoolerEffect, derivados de la necesidad social deestar enterados de las series o programasque se encuentran de moda, y que bajo unesquema de acuerdos y contratos de ex-clusividad, le garantizará un volumen desuscriptores considerables a los operado-res que las transmiten.

Existen países en los cuales algunosoperadores de televisión se encuentranverticalmente integrados con operadoresubicados en otros segmentos del mercado.Por ejemplo:

●Algunos productores de contenido (es-tudios de Hollywood) o poseedores ori-ginales de los derechos sobre eventos de-portivos (clubes de fútbol u otros depor-tes) con participaciones de capital sobreoperadores de televisión.

●Algunas empresas distribuidoras en unrenglón intermedio de empaquetamien-to de contenido, podrían eventualmenteposeer participaciones accionarias sobreoperadores de televisión de suscripción.

El hecho de que este mercado se carac-terice por una serie de relaciones vertica-les, con agentes verticalmente integrados,

comunica ción24

El mercado de televisión por suscripción o televisión paga,

se caracteriza por ser un mercado de dos lados (Two-sided market), es decir un mercado en el cual los

operadores tienen que lidiar con dosmercados, el de audiencia y el de

contenidos. Recordemos queestas empresas son plataformasintermediadoras de contenido

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25comunica ción

siendo éstos últimos por lo general losIncumbents que gozan de poder mercado,demanda de los reguladores un escrupu-loso y acucioso seguimiento. Adicional-mente, ciertas prácticas corporativas deltipo acuerdos y contratos de exclusividad,subastas sobre contenidos y empaqueta-miento, bundling y tying del tipo serviciosconjuntos de telefonía, Internet y televi-sión por cable (Triple Play) comprometena los entes reguladores a afinar sus análisissobre eventuales prácticas de cierre demercado (foreclosure), así como otrasprácticas que puedan ralentizar la entradade innovaciones y desarrollos que impli-quen bienestar social.

Así las cosas, la principal actividad des-arrollada por los agentes localizados eneste renglón del sector broadcasting es elempaquetamiento de canales dentro de lasdistintas programaciones (por lo generaldiscriminada por medio de servicios y pro-gramaciones básicas y otras de mayor es-pecificidad).

Entre otras características fundamenta-les del renglón Mercado de Televisión deSuscripción se encuentran:

●La oferta consiste en una programa-ción encriptada, a la cual la audienciatendría acceso previo pago por la sus-cripción.

●Los principales medios de transmisiónson el satelital, televisión por cable aná-loga y digital. Así como por medio deADSL.

●La programación tiende a estar com-puesta por contenidos de calidad del tipopelículas recientes o de estreno en tele-visión, eventos deportivos de alta de-manda audiovisual, como campeonatosprofesionales de deportes nacionales.

●Se requiere ciertos medios tecnológi-cos para encriptar la programación, asícomo para hacer accesible la programa-ción a los clientes suscritos.

El mercado de programación premiumse encuentra particularmente caracteri-zado por:

● La competencia en precios aguasabajo se desarrolla entre operadores queofrecen productos diferenciados por latecnología o por la programación empa-quetada.

● La adquisición de programación pre-mium incrementa el atractivo de los em-paquetamientos realizados por los ope-radores para la audiencia.

● La dificultad de algún operador en laadquisición y acceso de programaciónpremium, cuando los rivales tienen ac-ceso a este contenido de calidad consti-tuye una pérdida para la primera, una vezque sus contrapartes en el mercado sehacen relativamente más atractivos yatraerán más suscriptores.

La importancia de los contenidos premium en el sector broadcasting

El sector broadcasting se ha encon-trado expuesto recientemente a ciertosshocks tecnológicos, como la digitaliza-ción, que pueden explicar ciertas reduc-ciones de costos y por otra parte el incre-mento endógeno de otros. En específico:

● Reducción de costos en el incrementode la calidad en los contenidos.

● Reducción de costos de transmisión yen costos fijos de entrada para los inter-mediadores de contenido.

Si la digitalización genera una reduc-ción significativa en lo que a los costos deproducción de contenidos premium se re-fiere, podría esperarse un incremento en lacalidad de la programación. De igual ma-

nera, podría desatarse un incremento enlos costos totales de la producción de con-tenidos de forma endógena, explicado porel incremento de la rentabilidad de un in-cremento en los gastos de mejora de la ca-lidad de los contenidos (mayores efectosespeciales, grabaciones en mayores y me-jores exteriores).

Por otra parte, la disminución en loscostos en comprimir contenidos y en sutransmisión, ha facilitado la entrada denuevos operadores demandantes interme-dios de contenido, tanto dentro de unasmismas plataformas, como por medio dela aparición de nuevas plataformas comoel Internet. Adicionalmente, la regulacióntradicional de las telecomunicacionessobre los essential falicity han tendido agarantizar la entrada y accesibilidad denuevos operadores intermediadores decontenido.

Así las cosas, la proliferación de plata-formas y de operadores intermediadores decontenidos, explican una reducción sustan-cial de los poderes de mercado que estosagentes económicos ostentaban. De hecho,el cuello de botella (Bottleneck) en el sec-tor media y broadcasting ha pasado de serel espectro radiomagnético a la tenencia delos derechos sobre contenidos de calidad(películas de estreno y eventos deportivos).

El contenido premium: nueva facilidad esencial en el mercado

El contenido de calidad puede ser defi-nido como bienes especiales de informa-ción caracterizado por un bajo grado desustituibilidad.

En el caso de los eventos deportivos,como ligas profesionales de primera divi-sión de fútbol o de béisbol, constituyencontenidos altamente demandados en mu-chos países, al punto que altísimas pro-porciones de los suscriptores demandan lainclusión de esta programación o de estoscanales temáticos.

Con anterioridad, los canales de televi-sión y los medios de transmisión eran con-siderados una parte esencial o fundamen-tal en el mercado de intermediación decontenidos. Un cliché en este sector loconstituía la creencia de que los canalesposeían poderes de mercado. Lo anterior,explicaba que fueran regulados como mo-nopolios naturales a través de subastassobre licencias y concesiones para explo-tar el espectro electromagnético (de hechocontinúa siendo ésta la práctica regulato-ria). De igual manera, bajo la regulaciónde monopolios naturales, numerosas fue-ron las regulaciones y controles de los pre-

Por otra parte, la disminuciónen los costos en comprimir

contenidos y en su transmisión,ha facilitado la entrada de nuevos

operadores demandantesintermedios de contenido, tanto

dentro de unas mismas plataformas,como por medio de la aparición de

nuevas plataformas como el Internet

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comunica ción26

cios y tarifas, especialmente sobre los ser-vicios básicos o programaciones básicas.

Adicionalmente, existían prohibicio-nes de propiedades cruzadas (cross-ow-nership) sobre distintos medios de trans-misión de contenidos y de telecomunica-ciones. Por ejemplo, en USA en algunaépoca existieron prohibiciones a las em-presas de telefonía local a desplegar servi-cios de televisión por suscripción.

En la actualidad, los contenidos de ca-lidad constituyen un elemento fundamen-tal para desempeñar sus actividades losoperadores de televisión por cable. No re-sulta suficiente garantizar el acceso a losdistintos medios o plataformas de trans-misión de contenidos por parte de los ope-radores de televisión por cable. En un mer-cado en el cual se multiplican los interme-diadores de contenido, los contenidos decalidad se vuelven escasos en términos re-lativos.

El creciente número de intermediado-res de contenido, demandando contenidosde calidad, presiona de forma significativasobre los precios y valores de los derechosde contenidos, especialmente determi-nado por el modelo de puja por derechosexclusivos.

Puntualmente, algunos de los elemen-tos fundamentales que presionan a favorde un incremento sustantivo en los preciosy valores de los derechos sobre contenidode calidad son:

●La existencia de contratos exclusivossobre los derechos de los eventos depor-tivos y las películas de estreno.

●La longitud temporal de los periodosque caracterizan a los contratos de ex-clusividad.

●Cláusulas incluidas en los contratosque reducen la competencia y/o accesi-bilidad a los contenidos como: Meet ofcompetition, Ouput deals consistentesen repliques automáticos del operadorque posee los derechos ante cualquieroferta realizada por un competidor, unavez el contrato se vence, así como otraspreferencias a favor del tenedor de losderechos.

●Despliegue de prácticas de empaque-tamiento de contenidos.

●El aumento en el número de operado-res demandantes de contenido.

●El reducido número de productores decontenidos de calidad y/o poseedoresoriginales de los derechos.

La escalada de los precios de los conte-nidos constituye un problema del tipo chic-ken and the egg o recursivo, ya que la te-nencia de contenidos de calidad garantiza-ría éxito en el mercado e incremento de sus-criptores, y esta última cuestión, a su vez serequiere para tener capacidad financierapara comprar contenidos de calidad.

Es de esta manera que las rentas de es-casez se trasladan de los intermediadoresde contenido hacia los productores o po-seedores originales de los derechos sobrelos eventos deportivos, las películas y pro-ducción de calidad en general.

Mecanismos regulatorios y la necesidad de cambio

El paradigma regulatorio se encuentraen un proceso de cambio de la regulaciónde monopolios naturales hacia la promo-ción de competencia aguas abajo, permi-tiendo accesibilidad a los contenidos decalidad.

Así es como se pasaría de un modelo re-gulatorio de competencia por el mercado aun modelo de competencia en el mercado.

Una vez que se ha venido produciendoun proceso en el cual se diluye el poder demercado de los canales de televisión,deben diseñarse subastas sobre contenido

que permitan incrementar la competenciaaguas abajo.

¿Qué puede decirse sobre la exclusividad de los contratos?

El tema de la exclusividad de los con-tratos de los derechos sobre contenidos decalidad posee dos visiones contrapuestas.

La primera que sirve de soporte a la ac-tual forma corporativa de subastas sobreexclusividad se basa en los siguientes ar-gumentos:

●Permite la reducción de costos tran-saccionales generados por asimetríasde información.

●Este modelo garantizaría la remune-ración suficiente de los altos costoshundidos.

●Tanto los programas como los conte-nidos pueden ser complementarios.

●Permite la creación de nombre o mar-cas, una vez que se fideliza la demanda(loyalties y goodwills).

●Eventualmente, el precio pagado porun empaquetamiento resulta muy supe-rior a la suma de los valores de venta, enel caso que fuesen vendidos de forma se-parada.

La segunda visión que se contrapone ala visión anterior se basa en:

●Los contratos exclusivos podríanconstituir barreras de entrada.

● Podrían reducir la competencia aguasabajo.

● Los contratos de exclusividad no ga-rantizan ninguna situación de incre-mento del bienestar de la audiencia.

Los contratos de distribución exclusivaconstituyen un medio a través del cual losriesgos asociados a la producción y distri-bución de contenidos son repartidos entrelos productores y los distribuidores. Depe-ndiendo de cómo se encuentran diseñadosestos contratos los incentivos de inversiónpara productores y distribuidores puedenser mayores o menores.

La exclusividad de los contratos sobrelos contenidos de calidad constituye unade las mayores preocupaciones para los di-señadores del nuevo paradigma regulato-rio. Esta cualidad en los contratos actualesimposibilita el acceso y la competenciaaguas abajo.

La escalada de los precios de loscontenidos constituye un problema

del tipo chicken and the egg o recursivo, ya que la tenencia de

contenidos de calidad garantizaríaéxito en el mercado e incremento desuscriptores, y esta última cuestión,

a su vez se requiere para tenercapacidad financiera para comprar

contenidos de calidad

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27comunica ción

El bundling y las estrategias de empaquetamiento

Las estrategias de empaquetamiento ybundling en general obedecen a objetivosconcretos de difícil determinación paraaquellos que se encuentran fuera de la em-presa que despliega estas estratégicas. Sinembargo, para un ente regulador de las te-lecomunicaciones este tipo de prácticaspuede implicar riesgos de pérdida debienestar social, especialmente en contra delos consumidores y la audiencia. Aun así,existen ciertos empaquetamientos que res-ponden a objetivos de eficiencia, los cualesse traducen en incremento del bienestar delos consumidores y/o audiencia. Así lascosas, puede entenderse la dificultad en laevaluación de tales prácticas a la luz de lanaturaleza de un ente regulador que perse-guiría el máximo bienestar social y exce-dente del consumidor como objetivos re-gulatorios.

En específico existen unas cuatro razo-nes que determinan el despliegue de prác-ticas de empaquetamiento por parte de lasempresas que participan en el mercadobroadcasting y/o en el mercado de televi-sión:

●Razones de eficiencia.

●Diferenciación de mercado (construc-ción de un Brand y un Goodwill).

●Basado en la Teoría del Apalanca-miento sucesivo de mercados con posi-ción de dominio.

●Discriminación de precios (por ejem-plo entre empaquetamiento de serviciosbásicos versus empaquetamiento de ser-vicios premium).

Las razones primera y tercera cuentancon una inequívoca literatura teórica queexplican sus beneficios y desventajas, res-pectivamente, sobre el bienestar social. Elresto de las razones poseen efectos ambi-guos que deben ser analizados caso a caso,dado la complejidad que implica cada ca-racterización y el conjunto de supuestosque se corroboran o no en la realidad. Lo an-terior, hace pensar que una aceptación o unaprohibición per se de este tipo de prácticasde empaquetamiento, estaría de espalda alobjetivo regulatorio de mejora del bienes-tar social, ya que incrementa la probabili-dad de que se cometan errores del tipo I y II(hacerlos culpables cuando el empaqueta-miento es beneficioso o hacerlos inocentescuando el empaquetamiento es nocivo almercado). A continuación comentaremos,

someramente, algunas características delmercado de contenido que podrían incre-mentar la probabilidad de que sea desple-gado uno u otro tipo de empaquetamiento.

Existe cierta complementariedad en loscontenidos que resulta evidente. Cuando seve una serie televisiva o un campeonato de-portivo por temporadas, ver un capítulo o unjuego crea atracción para verlos sucesiva-mente. Así las cosas, para el propio sus-criptor el empaquetamiento genera valor.

Por medio del empaquetamiento se ge-nera economía de agregación, el valor delcontenido se incrementa cuando es ofertaday consumida de forma conjunta. El efectode incremento del valor por empaqueta-miento se denomina super-aditividad.

En el caso particular de los eventos ycampeonatos deportivos, el empaqueta-miento de derechos de transmisión poseí-dos por los equipos deportivos, permiteque se desplieguen subsidios cruzados afavor de los clubes con menor cantidad deseguidores. Eventualmente, la venta sepa-rada de los derechos de transmisión, haríainviable la existencia de equipos con bajonivel de seguidores o con bajo nivel de-portivo que no hayan ganado sus respecti-vos campeonatos.

Adicionalmente, suele ser común quese requiera poseer los derechos de ambosequipos que se enfrentan en un juego, para

poder transmitirlo. En estos casos, existeracionalidad del empaquetamiento de losderechos poseídos originalmente por losequipos o clubes.

El reto que implica los empaqueta-mientos de contenidos y de derechos paralos reguladores es que ésta práctica res-ponde a complementariedades, mientrasgeneran poder de mercado.

El modelo de subasta garantizaeficiencia en el mercado

Eventualmente, la tradición de la regu-lación clásica (regulación de competenciapor el mercado) ha dado soporte a estapráctica común en el sector broadcastingy específicamente en el mercado de ventay adquisición de derechos de transmisión.

Las subastas generan un ganador de losderechos de transmisión de contenidos decalidad, lo que por lo general imposibilitaque despliegue competencia aguas abajo.

Más allá, las subastas podrían ser vistascomo una manera para vender poder demercado, así como estructuras concentra-das de mercado. Existe la creencia de quelos operadores Incumbent de televisión porsuscripción pierden más al no renovar sudominio sobre los derechos de transmisiónde contenidos de calidad, que lo que perde-rían los potenciales entrantes como costo deoportunidad al no hacerse con los derechos.Lo anterior hace que el Incumbent tengamayor capacidad de puja y a su vez ofrezcamás por los derechos, cerrando el mercado(foreclosure).

El regulador deberá diseñar subastas ycontratos que permitan cierta accesibili-dad a los contenidos y a su vez competen-cia aguas abajo. Para ello los futuros con-tratos deberán considerar:

●Reducción en los periodos temporalesde los contratos.

●Diseño de subastas en paquete que am-plían la oferta y la accesibilidad de losoperadores de televisión por suscripciónque se encuentran aguas abajo.

●Evitar las cláusulas de exclusividad,así como aquellas de no-competencia.

Todo lo anterior ya se está poniendo enpráctica en Europa por la comisión, que sepreocupa por los nuevos poderes de mer-cado derivados de la escasez de contenidosde calidad. Así las cosas, han consideradolos tres puntos anteriores para garantizarsubastas sobre los derechos de la UEFAque garanticen la democratización de losderechos de retransmisión.

Más allá, las subastas podrían ser vistas como una manera para

vender poder de mercado, así comoestructuras concentradas de

mercado. Existe la creencia deque los operadores Incumbent detelevisión por suscripción pierden

más al no renovar su dominio sobrelos derechos de transmisión de

contenidos de calidad, que lo queperderían los potenciales entrantescomo costo de oportunidad al no

hacerse con los derechos

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Nuevos desarrollos teóricos alrededor del tema

Un trabajo desarrollado por la profe-sora Helen Weeds⁵ de la Universidad deEssex, publicado en marzo de 2007, des-cribe analíticamente las eventuales razo-nes que explican por qué perduran esque-mas de contratos de exclusividad en elmercado broadcasting.

Básicamente el trabajo de la profesoraWeeds intenta identificar si existen ciertascondiciones, eventualmente exógenas, lascuales configuran la existencia de incenti-vos privados del tenedor de los derechossobre contenidos premium para ofrecerúnicamente contratos de exclusividadsobre los derechos de transmisión.

En este trabajo se desarrolla un modeloque toma como supuesto o dado el cobropor los derechos de transmisión, pormedio de un esquema de pago único(lump-sum payment). El supuesto sobre ellump-sum payment se basa en un problemade información asimétrica, que imposibi-lita al tenedor original de los derechos ins-trumentar un mecanismo en dos partes(two-part tariff) que al menos le permitareplicar al resultado derivado de un es-quema de pago único.

Más allá, puede demostrarse que bajoun mercado caracterizado por los supues-tos anteriores, existen incentivos privadospor parte del tenedor de los derechos sobrecontenidos de calidad, para ofrecer en ex-clusiva los derechos de transmisión. Sinembargo, el excedente del consumidor severía reducido bajo este esquema de ex-clusividad, comparado con la situación enla cual los derechos de transmisión no sevendieran en exclusiva. Las conclusionesson muy poderosas, toda vez que asomanuna eventual explicación de cómo asu-miendo como exógeno un esquema decobro del tipo lump-sum, de forma endó-gena se establece un esquema de exclusi-vidad de venta de derechos sobre el conte-nido premium.

Para visualizar con mayor claridad elre-forzamiento de los esquemas de exclu-sividad, debemos recordar que por lo ge-neral el tenedor original de un derechosobre un contenido premium posee una ex-clusiva y/o un monopolio sobre éstos. Asílas cosas, este monopolista posee poder denegociación para proponer un contrato deltipo take-it-or-leave-it por medio del cualimpondrán las condiciones que mejor lesconvenga. Sus contrapartes en la negocia-ción o la subasta de derechos aguas abajo,las televisoras, no pueden sino ofrecer lomáximo posible por estos derechos par-

tiendo del supuesto que la tenencia de losderechos de transmisión constituyen unadesventaja competitiva relativa para elcompetidor. Así las cosas, el tenedor ori-ginal de los derechos sobre los contenidospremium podría extraer completamente elexcedente aguas abajo. Luego, esto tiendea cumplirse siempre en la televisión porsuscripción donde no existe ingreso al-guno por publicidad, mientras que en elcaso de que el distribuidor-monopolistaempaquete programación y publicidad, nose cumple si la función de ingresos por pu-blicidad es lo suficientemente relevantecomo para no querer garantizar exclusivi-dad aguas abajo, expandiendo su mercadode pautas publicitarias, medido moneta-riamente como ingresos publicitarios portelevidente aguas abajo.

En este caso, de forma endógena se re-fuerza un esquema de exclusividad sobrelos contenidos de calidad, lo que consti-tuye una preocupación regulatoria o de in-terés público (especialmente cuando se re-fuerza la situación anterior ante el poder denegociación y los incentivos privados, en-tiéndase: mayores ingresos bajo el es-quema de exclusividad que bajo un es-quema de no-exclusividad para el tenedororiginal de los derechos).

Sin embargo, si el monopolista o tene-dor original de los derechos sobre los con-tenidos premium, cuenta con la informa-ción necesaria para aplicar un esquema decobro en dos partes, constituido por unpago fijo y un fee por suscriptor aguasabajo, no sólo se podría corregir proble-mas de doble-marginalización que le afec-tan a su mercado, sino que igualmentecambiarían los incentivos privados. Dehecho, bajo estas condiciones el tenedororiginal podría preferir un esquema de noexclusividad en el cual el regulador sólotendría que preocuparse por el poder demercado del monopolista aguas arriba ylos precios de suscripción, si igualmentepretende alcanzar algún objetivo regulato-rio de equidad.

Conclusión

El tema sobre el cambio en el para-digma regulatorio en el sector de interme-diación de contenidos resulta creciente ylleno de polémica, así como de posicionescontrapuestas, que en muchas ocasiones,responden a ciertos intereses privados de-terminados.

Sin embargo, existen notables ejemplosde acciones regulatorias a nivel mundial,que nos sirven de señal sobre lo importantedel tema para cualquier Estado, y en espe-

cífico, para el ente regulador de las teleco-municaciones.

Los avances tecnológicos han impac-tado notoriamente en la forma de desem-peñar las actividades en el sector de las te-lecomunicaciones, en los niveles de suscostos y en las estructuras del mercado.Así las cosas, lo que ayer pudo suponer unpoder de mercado e incluso una facilidadesencial, hoy ven diluir su poder de mer-cado y su caracterización como facilidadesencial.

El sector de televisión tanto abiertacomo por suscripción constituye un ejem-plo notable. Estos cambios demandan delos responsables del diseño institucional yregulatorio, prestar atención hacia las nue-vas amenazas en contra del bienestar so-cial y de eficiente desenvolvimiento deestos mercados.

El tema se encuentra en plena ebulli-ción teórica y normativa. La intención deeste documento es servir de introduccióndivulgativa, escrito en español, para lospaíses latinoamericanos, en los cuales to-davía el tema no ha despertado.

Nuevas amenazas sobre la deseada re-distribución equitativa de las rentas secierne sobre estos mercados. Lo ideal esencontrar, la vía que no desincentive lacreación eficiencia e incentivos a la inno-vación, pero que de igual manera puedagarantizarse competencia aguas abajo.

Se espera que una competencia aguasabajo, derivada de una mayor accesibili-dad a los derechos sobre los contenidos decalidad, se traducirá en un mayor bienes-tar hacia los consumidores finales y/o laaudiencia.

■ Enrique R. González PorrasEconomista. Master en EconomíaIndustrial por la UniversidadCarlos III de Madrid.Especialización en Economía delSector Telecomunicaciones.

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Referencias

ARMSTRONG, Mark: “Competition in the pay-TVmarket”. En: Journal of the Japanese andInternational Economies, 13, pp. 257-280.

OTTAVIANI, M. and HARBORD, D. (2001):“Contracts and competition in the pay-TV mar-ket”.

TIROLE, Jean (1988): Industrial Organization. MITPress.

WEEDS, Helen (march 2007): “TV wars: Exclusivecontent and Platform Competition in TelevisionBroadcasting”.

WEEDS, Helen and SEABRIGHT, Paul (January2006): “Competition and Market Power inBroadcasting: Where are the rents?”

Notas

1 Este documento divulgativo fue escrito a raíz deuna investigación y un workshop internacionalsobre Content Regulation in Broadcating Marketsrealizado y organizado por la Graduate School ofEconomics of Barcelona, la Universidad PompeuFabra y la Fundación de Estudios de EconomíaAplicada (FEDEA), y en el cual el autor participócomo colaborador en la investigación, elabora-ción y preparación de la presentación sobreEconomic Issues of Content Regulation inBroadcasting Markets. Todos los errores y omi-siones son de exclusiva responsabilidad del autor.

2 El documento fue realizado durante una estanciade estudios y colaboración de investigación delautor en el MASTER IN COMPETITION ANDMARKET REGULATION de la BarcelonaGraduate School of Economics, UniversidadPompeu Fabra, Universidad Autónoma deBarcelona.

3 A falta de una definición propia o nacional, éstapodría servirnos de referencia dentro del propó-sito divulgativo del presente artículo.

4 De nuevo, la televisión de señal abierta resultafundamental en un análisis global, una vez queéstos constituyen agentes fundamentales en lo quea la competencia inter-plataformas se refiere. Dehecho, la determinación de los contenidos pre-mium en manos de unos u otros, para nada es exó-geno, sino que por el contrario puede obedecer aestrategias corporativas de diferenciación de mer-cados o producto de mercados diferenciadosdesde la audiencia.

5 Weeds Helen: “TV wars: Exclusive content andPlatform Competition in Television Broadcas-ting” 31 march 2007.

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Entradacomunica ción30

¿El fin de los medios escritos?

Esta es una pregunta que creciente-mente circula en los ambientes nacionalese internacionales relacionados con la co-municación e información en soportes es-critos, especialmente acerca de materiaspolíticas. Arthur Sulzberger, propietario yeditor del New York Times, uno de los dia-rios más prestigiados del mundo, decla-raba hace poco tiempo (febrero 2006) queno estaba seguro si dentro de cinco años seimprimiría su diario en papel, pero que nole preocupaba.

Un reciente informe de la Unión Inter-nacional de Comunicaciones, obtenidosobre la base de 200 países, y preparadopara su reunión mundial de diciembre de2006 arroja resultados que confirman estasinquietudes.

Las cifras de horas de exposición a me-dios digitales y electrónicos crecen aúnmás entre los jóvenes de países occidenta-les. Un informe de agosto del 2006 emitidopor Ofcom, la oficina reguladora británicaen comunicaciones, señalaba que una cre-ciente cantidad de jóvenes entre 16-24años están utilizando los servicios on line,abandonando la radio y los periódicos, ymiran una hora menos de televisión por día

que el promedio total de la población.Bajan contenidos hacia iPods, teléfonosmóviles, y participan en comunidades online. El informe los describe como una“networked generation”.

Los teens norteamericanos entre 13-18años de edad dedican alrededor de 72horas semanales a la conexión on line, a te-léfonos móviles, a ver TV, escuchar mú-sica, y jugar video games, según el informede diciembre del 2006 “Teen TrendReport” del Harrison Group en base a unamuestra de 1.000 jóvenes (World ScreenNews. 08-12-2006).

Europa, el continente con mayor im-pronta lecto escrita, ha bajado su consumode periódicos pagados de 86 millones deejemplares en el año 2001 a algo más de81,5 millones en el año 2005 (AsociaciónMundial de Periódicos - WAN).

Las Jornadas de la Prensa en Brasil enmayo de 2006 expusieron una importantebaja de lectura en libros, diarios y revistasen jóvenes entre 12-17 años junto a un in-cremento de la información digital (Folhade Sao Paulo. 25-05-2006). Argentinasigue siendo el país latinoamericano cuyoshogares más se exponen a medios escritos:uno de cada dos hogares lee el diario unavez por semana frente a la media regionalde dos de cada cinco hogares; ello no obstapara que la lectura de diarios vaya en de-clinación, según el análisis de PabloSirvén a los datos proporcionados porLatinPanel y por Brand Connection (LaNación. Buenos Aires. 24/12/2006).

Estas cifras, que pueden ser amplia-mente corroboradas con muchas otras pro-cedentes de diversas fuentes (cfr. www.wipchile.cl), están señalando tres tenden-cias gruesas:

●primero, el decrecimiento de la lecturade periódicos escritos y de la asistenciaal cine de salas;

La función política de la televisión

Es claro que la política habuscado otros espacios demediación, y estos han sido losmedios de comunicación socialen general y la televisión enparticular. Por consiguiente,un tema de reflexión actual enel campo de la comunicaciónpolítica es la calidad del debatepolítico y de comunicacióna través de los medios yespecialmente desde la televisiónque es el medio al que más acudela gente. Este uso extensivo eintenso de los medios y de la TVha producido una renovación dela forma de hacer política

■ Valerio Fuenzalida

Consumo de medios en horas semanales

UIT - Digital Life - 2006

-18 años 18-54 añosMedios digitales 14 horas 16

TV 12 13

Radio 6 8

Periódicos y revistas 2 (incluido cine) 4

Cine - 1

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●segundo, la consolidación del hogarcomo centro de entretención, informa-ción, e interacción social;

●y tercero, la interconexión/interactivi-dad horizontal.

Estas tendencias superan las meras va-riaciones en el consumo medial y más bienconstituyen una profunda mutación cultu-ral, como un nuevo telón de fondo epocal.

Información y calidad de la política en democracia

Una amplia lectura de prensa por la ciu-dadanía (y el prerrequisito de la alfabeti-zación para la lecto-escritura) ha sidosiempre considerado como una forma decomunicación altamente consonante conuna actividad política democrática partici-pativa y con la elevación en su calidad. Lamutación cultural hacia sociedades con unfuerte decrecimiento en la lectura deprensa escrita, y especialmente prensa es-crita con información política, desde la óp-tica de la asociación de lecto-escritura concalidad de política democrática, no puedeser sino profundamente inquietante. Porello el crecimiento de la información a tra-vés de medios digitales y audiovisuales re-quiere de un atento examen. Pero las opi-niones son tan divergentes –con aproxi-maciones apocalípticas o radiantes– quealgunas publicaciones prefieren presentarun dossier con puntos de vista diferentesen lugar de aseveraciones supuestamentedefinitivas (cfr. Mercier, 2004).

Percepción ciudadana de la actividad política

Las series históricas proporcionadaspor los estudios regionales efectuados porLatinoabarómetro (www.latinoabarome-tro.org) muestran algunas percepcionescontrastadas acerca de la actividad polí-tica.

Desde un punto de vista económico, re-gionalmente se percibe que la democracia,aun exhibiendo problemas, es el mejor sis-tema de gobierno (74%); la región tieneuna expectativa positiva acerca de los go-biernos: el 58% piensa que los gobiernosbuscan el bien general, porcentaje que seeleva al 64% en Chile; en democracia secrean las condiciones para que las perso-nas prosperen por su propio esfuerzo(66%). Esta tendencia a confiar en la de-mocracia se relaciona con un crecimientode la percepción por la responsabilidadpersonal acerca del propio bienestar: en

una escala de 1 a 10 donde ‘1’ significa quecada uno se hace cargo del bienestar per-sonal y ‘10’ significa que el Estado es elque debe asumir la responsabilidad delbienestar personal, el promedio de la re-gión en el año 2006 fue de 4,8, con unabaja de 0,4 respecto al año 2004, la últimavez que se había preguntado. Según el in-forme, la relativa bonanza económica re-gional – crecimiento por cinco años con-secutivos, según la CEPAL– ha hecho quemás gente crea hoy día que la responsabi-lidad del bienestar recae más en los indi-viduos y menos en el Estado (2006, 51). Lamejoría del PIB per capita aparece aso-ciada a una percepción de mejoría en lasexpectativas económicas personales, ypresionará a los gobiernos a medidas prag-máticas de desempeño perceptible.

Desde el punto de vista político, tam-bién aparecen tendencias destacablessegún el informe del año 2006: la escala iz-quierda/derecha es un indicador estándarde la ciencia política. Se le pide al entre-vistado que se ubique en una escala de 0 a10 donde 0 es la extrema izquierda y 10 laextrema derecha. Esto permite ubicar laposición política de la población y en estecaso identificar la posición ideológica y elapoyo popular que tienen los presidenteselegidos en la ola de elecciones ocurridasrecientemente en la región –doce eleccio-nes presidenciales entre fines del 2005 y

fines del 2006. La primera informaciónimportante que estos datos entregan es quela región en su conjunto se encuentra en elcentro político, en el 5.4 en la escala de 0a 10 (2006, 81); el análisis de estos datoscruzados con los electores en países endonde recientemente se ha elegido presi-dente con tendencia de izquierda muestraque “el presidente electo ha contado conlos votos del centro político para salir ele-gido, porque no hay suficiente electoradode izquierda para ello. Este hecho es másque significativo e indica dos importantesfenómenos. Por una parte el hecho de quelos liderazgos de izquierda interpretanmejor el centro político que los liderazgosde derecha, es decir, que la derecha notiene el discurso adecuado para el centropolítico, y por otra parte que el mandatodel presidente elegido con votos del centroes un mandato distinto que si fuera elegidosólo con votos de izquierda” (2006, 84).Los presidentes latinoamericanos de iz-quierda han conquistado electoralmente alcentro político abandonando la ideologíade la dictadura del proletariado, pero pre-ocupados por la pobreza y la desigualdad,defendiendo la democracia con eleccionescompetitivas, y manejando la economíacon las reglas de la economía mundial: “nose puede decir que esto constituye un giroa la izquierda sin a la vez decir que esta iz-quierda es otra izquierda” (2006, 85).

El análisis de los electores en esos paí-ses señala que los candidatos que se autoclasifican representando los intereses delos más pobres han recogido los votos delos más pobres, quebrando viejos alinea-mientos previos y pasando por encima delos viejos posicionamientos partidarios.“No hay evidencia aún para decir que lapobreza es la nueva ideología, que ha so-brepasado a la doctrina ideológica delmarxismo o del socialismo, pero la sospe-cha es fuerte” (2006, 86).

Pero esa misma información de opiniónpública disponible para America Latinamuestra una persistente mala imagen de laactividad política focalizada en los parti-dos políticos y en el Parlamento: entre1996-2005 ocupan el lugar más bajo de laconfianza en instituciones; ocupando losprimeros lugares la Iglesia y la TV. Chileexhibe percepciones peores que la medialatinoamericana: sólo el 36% de los chile-nos evalúa bien el desempeño delCongreso, frente al 41% regional; y enChile sólo el 21% evalúa bien el desem-peño de los partidos políticos frente al29% regional. No es que no se quiera viviren democracia, eliminando las libertadesciviles e individuales y sin partidos políti-

Los presidentes latinoamericanosde izquierda han conquistado

electoralmente al centro políticoabandonando la ideología de la dictadura del proletariado, pero preocupados por la pobreza y la

desigualdad, defendiendo lademocracia con elecciones

competitivas, y manejando la economía con las reglas de la

economía mundial

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33comunica ción

cos, sino que hay un desencanto con eldesempeño de los partidos políticos y undesencanto con las expectativas de supe-ración de la pobreza y desigualdades, pro-metidas por los gobiernos democráticos.Varios gobiernos de la región que no hancumplido sus promesas han sido derriba-dos por protestas populares –y no por me-canismos previstos constitucionalmente–pero no han dado paso a dictaduras sino anuevas autoridades legitimadas por elec-ciones.

El desempeño de los medios

Durante una década, entre 1996-2005,la TV aparecía como una institución dealta confianza en la región, en segundolugar después de la Iglesia; sin embargoaparece una confianza en progresiva decli-nación en relación con la mayor confianzade los años iniciales (2005, 56). Pero,comparativamente entre los medios, laradio y los periódicos superan regional-mente en confianza a la TV (2005, 57).

Esta tendencia regional es diferente a lamostrada en Chile; la TV chilena en con-junto es percibida como el medio más ob-jetivo en la información noticiosa, con elmayor porcentaje en la región: 44% versusuna media regional de 30%. Evaluando laposición de varios medios de comunica-ción chilenos en una escala donde 0 repre-senta a la izquierda y 10 a la derecha, TVNaparece evaluada con 5.02, esto es, es per-cibida como un medio balanceado y equi-librado en su información (Mori. EncuestaNacional, 2004 y 2005). Entre los canaleschilenos de TV, en un año electoral comoel 2005, TVN aparece encabezando la cre-dibilidad con un 30%, seguido con un 21%por Canal 13 y Chilevisión (Mori.Encuesta Nacional, 2005). Estos datos sonconsistentes con las cifras de rating paralos noticiarios de TVN: en los últimos diezaños el Noticiario central de TVN ha ocu-pado el primer lugar (ocasionalmente elsegundo) en la sintonía comparada.

Comunicación política y TV

En este panorama de cambios econó-mico-políticos y de percepciones sociales,¿cómo puede la TV, y en especial la TV pú-blica latinoamericana, contribuir a elevarla calidad de la comunicación política, y amejorar la percepción de la Política en lasaudiencias ciudadanas? Si Chile exhibeapenas un 22% de confianza en los parti-dos políticos, frente a Bolivia con 9%,Brasil 8%, y Ecuador 2% (Barómetro deGobernabilidad Latinoamericano y de la

Península Ibérica. CIMA 2006 - IpsosChile), ¿bajo cuáles condiciones podría laTV ayudar a elevar ese deteriorado nivelde confianza?

Responder a estas preguntas significareconocer tres problemas:

●el fracaso de la propaganda política através de la TV gubernamental latinoa-méricana; el panorama resultante es decanales desprestigiados, sin credibili-dad, con sintonía insignificante (1-2%de rating frente al 98-99% de rating enTV comercial-privada), sin afecto porparte de la audiencia; desde el punto devista industrial canales desvencijadospor la mala administración, y por la co-rrupción en algunos casos;

●el desprestigio de la política junto a laactual ingobernabilidad latinoameri-cana no es de origen ideológico ni pordesinformación, sino más bien es el re-chazo a la incapacidad de los políticosgobernantes por mejorar la calidad devida cotidiana de los ciudadanos;

●el desencanto con la política provocadesinterés de la audiencia hacia la infor-mación política en noticiarios de TV, yen particular baja sintonía hacia progra-mas de foros y debates políticos; estabaja de audiencia es mucho más acen-

tuada en los jóvenes, agregándose al datode la baja lectura de prensa.

De la propaganda a la información

Los datos recién mencionados acercade la credibilidad de TVN en Chile mues-tran resultados también completamentecontrastantes con el panorama latinoame-ricano de la TV de propaganda guberna-mental; ellos señalan que una nueva con-dición –ya incuestionable empírica y teó-ricamente– es la necesidad de proporcio-nar a la ciudadanía una información polí-tico-cultural como un bien social, con elatrbuto de ser balanceada, representandolos puntos de vista legítimamente en dis-cusión social.

El modelo TVN no es único; supone uncanal fuerte y masivo. Frente a la dificul-tad del tamaño industrial, algunos canaleslatinoamericanos –de tamaño pequeño eintermedio– están ensayando suprimir desu programación el género de noticiarioinformativo y su reemplazo por más pro-gramas de discusión política, y reportajesacerca de problemas sociales; estos géne-ros tienen algo menos de riesgo de sesgounilateral –y de descontento justificado oinjustificado por parte de los políticos– yaque su propia estructura implica la presen-cia de puntos de vista diferentes. Esos ca-nales, además de ganar en pluralismo ycredibilidad, han bajado sustancialmentelos altos costos de sustentar un departa-mento de prensa.

La situación existencial de percepción de la política

El hogar latinoamericano –donde serecibe prioritariamente la TV– está trans-formando la percepción del valor de lapolítica para la audiencia-ciudadana, yaque el hogar es la situación objetivo-exis-tencial del consumo, pero también delsubconsumo y la vivencia de la pobreza,y de los malos servicios a los ciudadanosen educación, salud, seguridad, habita-ción y equipamiento barrial. Según la CE-PAL la pobreza ha venido bajando, peroaún alcanza como promedio al 39,8% dela población, porcentaje que representa209 millones de personas (2005); de eseporcentaje el 15,4% vive en extrema po-breza, y representa a 81 millones de per-sonas. La investigación cualitativa de larecepción televisiva dentro del hogar estádocumentando que la política y los políti-cos tienden a ser evaluados en tanto con-

El modelo TVN no es único; supone un canal fuerte y masivo.Frente a la dificultad del tamaño

industrial, algunos canales latinoamericanos -de tamañopequeño e intermedio- están

ensayando suprimir de su programación el género de noticiario informativo y su

reemplazo por más programas dediscusión política, y reportajesacerca de problemas sociales

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tribuyen a mejorar la calidad de vida ex-perimentada desde el hogar del ciudada-no-televidente; desde las vivencias exis-tenciales en situación de hogar es que losciudadanos-televidentes reinterpretan einteractúan con el concepto, el quehacer,y los desempeños de los políticos. Estosdatos cualitativos son consonantes con lastendencias cuantitativas constadas por elLatinobarómetro.

Por consiguiente, no ha sido sorpren-dente constatar un aprecio masivo a lacomparecencia de políticos en programastelevisivos de servicio público, en vivo einteractivos para la resolución de proble-mas cotidianos y necesidades de la ciuda-danía, dando orientaciones, soluciones, ya veces excusas a la audiencia. Los pro-blemas cotidianos relacionados con la ca-lidad de vida en el hogar adquieren unanueva densidad público-política e interpe-lan televisivamente de otra forma a los po-líticos.

El verosímil en el género noticiarios: exhibición competitiva de liderazgo

En un noticiario televisivo central deuna hora aproximadamente, financiadocon publicidad comercial, pueden presen-tarse entre 30-40 notas informativas de unminuto como promedio de duración. Laprensa escrita tiene mucho más espaciopara entregar información; la cantidad depalabras que cabe en un noticiario de TVde una hora es equivalente aproximada-mente a dos páginas escritas en un diarioformato tabloide.

Además de la limitación cuantitativa, lainformación de los noticiarios radiales ytelevisivos tiene limitaciones cualitativasque provienen del verosímil del género,esto es, el pacto de lectura entre el emisorsocial del programa y el horizonte de ex-pectativas de las audiencias. El actual ve-rosímil del género de noticiarios centralesen TV está constituido por dos áreas gene-rales de contenidos informativos (en ten-sión mutua): los acontecimientos extraor-dinarios que rompen el orden rutinariohabitual (negativamente como accidentes,catástrofes, crímenes, guerras, y otros; ypositivamente como el evento extraordi-nario de carácter cultural, logro, resultadoen competencia, etc.) y la exhibición com-petitiva medial de los sectores dirigentesde la sociedad, especialmente políticos,pero también empresariales, religiosos,gremiales, y otros.

La exhibición competitiva medial delos sectores dirigentes de la sociedad es

propia de las sociedades democráticas yaque bajo gobiernos dictatoriales no haycontroversia medial acerca del buen o maldesempeño de los dirigentes en la admi-nistración gubernamental; más bien lapropaganda tiende a homogeneizar y uni-formar las percepciones; también en go-biernos dictatoriales la presencia noticiosadel desorden social tiende a ser eliminada,o atribuida a enemigos del régimen, o des-plazada al exterior del país. En contextoseconómico-políticos competitivos, estasdos grandes áreas generales de contenidostendrán mayor o menor presencia y ses-gos, según las opciones editorial-ideológi-cas del medio y sus cálculos de sintonía.

Los dirigentes sociales estiman que eldeber ser prioritario de un noticiario es laexhibición de su liderazgo; en especial laclase política tiende a considerar política-mente relevante la información en dondeella comparece en competencia de prota-gonismo ante la ciudadanía-audiencia me-dial: en exhibición de conducción ante losproblemas o, al revés, el cuestionamientoa esa capacidad; de ahí su preocupaciónpor su presencia o ausencia (y posiblessesgos) en los noticiarios centrales de laTV; cuando un medio público (como TVN)tiene la misión de entregar informaciónpolítica balanceada, el noticiario cambiadesde un género de propaganda y culto ala personalidad hacia un género de con-

frontación de protagonismos en compe-tencia.

En relación con la exhibición televisivadel desorden social, también aparece enuna sociedad democrática una lucha com-petitiva: todo gobierno (de cualquiersigno) critica el exceso de malas noticias,el cual cuestiona como tendencioso y denefastas consecuencias sociales, mientrasla oposición política (de cualquier signo)elogia esa presencia en tanto visibiliza lainoperancia gubernamental y la necesidadde un recambio político.

Los políticos con funciones ejecutivastienen más posibilidad de presencia tele-visiva por los eventos positivos que pue-den exhibir o el enfrentamiento de losacontecimientos negativos. La función po-lítica deliberativa tiene más dificultad decomparecer bajo este doble verosímil;para comparecer en la TV, algunos políti-cos tienden a llamar la atención ingre-sando en el área de lo extraordinario: ge-nerando denuncia, escándalo, polémica,participando de la farándula, etc.

Hoy semióticamente se reconoce que elgénero informativo entrega una percep-ción limitada acerca de la realidad infor-mada, y por ello el concepto de calidad dela comunicación política por TV no puedeser medida sólo por la cantidad de horasdel género noticiarios; una información te-levisiva con el atributo de completa (y portanto la calidad informativa en un canal yen un sistema televisivo) se cumple a tra-vés de la oferta de otros géneros comple-mentarios al noticiario que profundizan enel acontecer, como las entrevistas y deba-tes, las revistas semanales, los reportajesen profundidad temáticamente especiali-zados, y otros. Focalizar las exigencias ex-clusivamente en el género noticioso im-pide apreciar la importancia de otros gé-neros y formas televisivas de comunica-ción política. Es esa totalidad de la ofertamultigéneros lo que constituye el conceptode comunicación completa, y la variedaden la oferta es una medida de calidad.

Comunicación y calidad del debate político: viejos y nuevos formatos

Están apareciendo cambios en algunosgéneros políticos de radio y TV, que ayu-dan a precisar los desafectos de la audien-cia, nuevas preferencias, y nuevos propó-sitos para destinatarios diferenciados parala comunicación política; esto es, una co-municación con propósitos más diferen-ciados y así, menos repetitiva o redun-dante.

Focalizar las exigencias exclusivamente en el género noticioso impide apreciar la

importancia de otros géneros y formas televisivas de comunicaciónpolítica. Es esa totalidad de la oferta

multigéneros lo que constituye el concepto de comunicación completa,

y la variedad en la oferta es una medida de calidad

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Desde el inicio de la década de los ‘90fue patente en Chile y en América Latina(cfr. Jornadas de la Prensa en Brasil - Folhade Sao Paulo. 25-05-2006) el progresivodesinterés de las audiencias, especial-mente en grupos juveniles, por programasde debate y foro político, géneros tradi-cionales en la TV pero suprimidos enChile durante los 17 años de dictadura.Esos programas habitualmente exhiben alos políticos interactuando entre sí y ex-cluyen la participación de las audiencias-ciudadanas; es un formato anticuado derealización televisiva, justamente en unaépoca en que se evoluciona hacia la inter-actividad, y cuando la TV busca realizarprogramas con diversas formas de partici-pación de las audiencias (presencia en es-tudio, fax, teléfono, Internet, etc.). Los es-tudios cualitativos de audiencia señalanque los programas de debate político a me-nudo son incomprensibles para la audien-cia por su lenguaje altamente técnico, yprovocan, incluso, la percepción en la ciu-dadanía de que los políticos histrionizandisputas escénicas para impresionar a laaudiencia. También se ha descubierto quefrente a estos diversos programas las au-diencias tienen intereses relativamentesegmentados; esta es una realidad que nopuede ser ignorada ni contestada de modosimplista, como por ejemplo con ofertaobligatoria de programas con el fin de do-mesticar a las audiencias.

Programas conceptuales y programas visuales

Una revisión del rating otorgado a losdiferentes géneros de programas muestraclaramente un contraste entre una audien-cia relativamente baja para los programasde debate y conversación frente a la altaaudiencia que alcanzan los espacios de re-portaje de actualidad socio-política, comoContacto, Informe Especial, En la Mira, yotros. Las audiencias masivas se involu-cran menos en el debate verbal-concep-tual acerca de la vida política, debate quepor su naturaleza de diagnóstico social ge-neral más bien se expresa a través de abs-tracciones; así no puede sorprender queestos espacios interesen prioritariamente alos sectores dirigentes de la sociedad. Losreportajes, en cambio, son narraciones vi-suales, muy a menudo acerca de situacio-nes cotidianas y personas concretas, ycuando se refieren a situaciones generales(estado de la salud en el país, por ejemplo)ya todos los editores lo hacen a través deltestimonio experiencial de casos concre-tos, de fuerte impacto emocional; dado el

adecuado uso del lenguaje audiovisual,tampoco puede, pues, sorprender su atrac-ción masiva.

El anterior contraste destaca un nuevovalor político para los formatos segmen-tados; frente a la baja sintonía y credibili-dad al tradicional género de debate entrevarios políticos, conducido por un perio-dista estrella, aparece un aprecio (segmen-tado de parte de dirigentes sociales) a ma-gazines semanales con discusión entre va-rios periodistas especializados; tambiénhacia entrevistas en profundidad a políti-cos por parte de varios periodistas(Entrevista del Domingo en TVN, pro-grama con importante influencia editorialsegmentada). También aparece un apreciosegmentado al informativo en TV de me-dianoche, en donde se focaliza un temaprincipal del día y se entrevista a los acto-res participantes. Estos espacios segmen-tados adquieren un nuevo rol comunica-cional; no es la tradicional informaciónvertical desde los políticos hacia la ciuda-danía receptora sino espacios medialesdonde la entrevista y la revisión en pro-fundidad de algunos temas pueden contri-buir más bien a elevar el debate al interiorde los sectores dirigentes, sopesando la ca-lidad de las propuestas y la discusión de lasmejores ideas ante las audiencias.

Se constata un interesante reaprecio dela radio oralizada post dictadura en Amé-

rica Latina: esto es, un reflorecimiento deprogramas de conversación y de análisispolítico entre varios periodistas con diver-sos puntos de vista, en lugar del programaradial con un solo periodista gurú, pre-ponderante hace unas décadas.

Hay pues un desplazamiento hacia elaprecio por formatos televisivos y radialesen donde periodistas preguntan al, o a lospolíticos; éstos abandonan el rol protagó-nico de los antiguos géneros (interpretadopor la audiencia como auto exhibición) ylos periodistas aparecen representando laspreguntas e inquietudes de las audiencias.

Estos cambios han provocado un des-plazamiento de las audiencias hacia elaprecio a periodistas con formación pro-fesional e independencia política, y mayordesconfianza hacia periodistas percibidoscomo relacionadores públicos de partidosy de figuras políticas; estos periodistas sonfácilmente contaminados por la descon-fianza hacia la política y por la mala ima-gen de los políticos.

Canales del Parlamento: ampliar la deliberación

En nuestra época se ha constatado unaimportante brecha entre el individuo y larepresentación política colectiva, la cualafecta especialmente a la representaciónparlamentaria (cf. Beck & Beck-Gernsheim, 2003, cap. 2), al punto que sediscute si no estaríamos frente a un perí-odo posparlamentario (Marschall, 2002).Como un intento por exhibir televisiva-mente ante las audiencias el valor de lafunción política deliberativa, y como res-puesta de visibilidad ante la desaparicióndel Parlamento en la época de las dictadu-ras, en la década de los ‘90 comienzan a sercreados los canales de TV cable delParlamento en América Latina (Brasil,México, Colombia, Chile, entre otros).Pero esos canales tienen una sintonía to-talmente ínfima, ya que fueron diseñadosconstituyendo a la ciudadanía en el hogarcomo espectadora pasiva del espectáculodel Parlamento, mientras las tecnologíasdigitales y la TV evolucionaban para pre-sentar diversas formas de interacción conlas audiencias.

Los canales del Parlamento necesitanser rediseñados para exhibir no tanto la ac-tividad intraparlamentaria sino para pro-curar una comunicación que permita la in-corporación deliberativa de grupos másamplios de la sociedad. El Parlamentopuede ampliarse televisivamente comuni-cando la deliberación de los dirigentes po-líticos con representantes de organizacio-

Hay pues un desplazamiento hacia el aprecio por formatos televisivos

y radiales en donde periodistas preguntan al, o a los políticos; éstosabandonan el rol protagónico de losantiguos géneros (interpretado porla audiencia como auto exhibición)

y los periodistas aparecenrepresentando las preguntas einquietudes de las audiencias

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nes sociales y regionales, y con profesio-nales expertos en diversas áreas. No se re-quiere tampoco la presencia física en unmismo set; las tecnologías permiten lainteracción telefónica y audiovisual a dis-tancia.

Este no es un rediseño fácil, sino másbien acechado por muchas amenazas, comoincapacidad de conducción televisiva,odiosidad política partidaria, mera expre-sión de frustración, caudillismo oportunistaante la audiencia, etc. Pero ensayos exito-sos en los canales del Parlamento con nue-vos formatos de interacción entre parla-mentarios y representantes de la sociedadcivil y representantes del conocimiento po-drían contribuir a ampliar la deliberación yla gobernabilidad, y prestigiar la funciónparlamentaria, tan desvalorizada en la re-gión latinoamericana.

La investigación periodística

En los años recientes se ha incremen-tado un género televisivo de informacióncon alto aprecio por la audiencia; enefecto, en algunos noticiarios televisivosse están insertando breves reportajes deinvestigación, que gozan no sólo de sinto-nía sino de alta credibilidad: comparece loextraordinario de carácter negativo nocomo breve noticia procedente de otrafuente habitual sino como investigaciónperiodística por propia iniciativa del canal.Muy a menudo la temática de estos brevesreportajes está relacionada con la vida co-tidiana de las personas; así aparece nueva-mente la calidad de vida cotidiana comoobjeto de información valorada.

También en programas de Prime Timebajo la forma de grandes reportajes(Informe Especial, Contacto, En la Mira,Aquí en Vivo) la TV ha asumido el rol dedenunciar algunos problemas que afectanla vida cotidiana de los ciudadanos, y deinvestigación para denunciar la corrup-ción (abusos y engaños a consumidores enproductos y servicios, etc.; caso PaulSchaeffer, caso Lavandero, y otros)¹; sontemas de vida cotidiana y casos de corrup-ción que a menudo no tienen expresión pú-blica por parte de la clase política.

Estas denuncias e investigaciones pe-riodísticas son formas nuevas de informa-ción televisada, y se constituyen en una in-terpelación medial a la clase política, fre-cuentemente exponiendo temáticas devida cotidiana que no están en la agendade los políticos.

A raíz de esta forma de comunicaciónpolítica, es posible prever una tendencia amayores roces entre el periodismo y los

políticos. Estos roces tienen una historiade varios siglos, ya que la lucha por la li-bertad de opinión y expresión ha sido jus-tamente contra los políticos en el poder.Sin embargo, ahora adquiere nuevos énfa-sis. Por una parte, los políticos continúanbuscando instrumentalizar a los periodis-tas de acuerdo a sus estrategias, contratán-dolos como asesores de comunicación yrelaciones públicas, o estableciendo oscu-ras relaciones privilegiadas. Por otra parte,los propios periodistas y los medios, ope-ran en un contexto de fuerte competenciapor las audiencias, en donde los pactosentre políticos y medios se hacen más di-fíciles y se acentúan las prácticas de vigi-lancia y denuncia del actuar político co-rrupto o desdoroso. Según Thompson(2000), el hurgar periodístico en la vidaprivada de los políticos tiene ahora menosel antiguo carácter de chismorreo y ad-quiere más bien la función de testear el do-blez o la entereza de personalidad, y laconfiabilidad del representante, y al ha-cerlo se haría entrega de información devalor público a la audiencia para que losciudadanos tomen decisiones políticas.Tal información es altamente valorada porla audiencia de los medios y es bienvenidacomo parte de la función de vigilancia an-ticorrupción de los medios. En este am-biente, las leyes de desacato, y de protec-ción a la vida privada y honra de las per-

sonas públicas tenderán a la laxitud, encomparación con la protección a los ciu-dadanos privados.

Conciencia de las limitaciones de la TV

Hoy existe mayor conciencia que elmedio televisivo y los programas de infor-mación política, aún remozados y con nue-vos objetivos, tienen importantes limita-ciones para elevar la calidad de la política.

Hay limitaciones semióticas propiasdel lenguaje televisivo –pero que afectanmás a algunos formatos que a otros– yaque los signos audiovisuales son menosaptos para el análisis racional, la discusiónconceptual, y la abstracción-generaliza-ción, necesarios en la política. En cambio,acentúan la personalización corporali-zada, la representación dramática, la his-trionización, el show, la apelación emo-cional, el caso individual por encima de losindicadores generales abstractos, la inme-diatez por sobre la maduración temporal².Esta limitación semiótica de la TV, acen-tuada en los formatos que buscan alta au-diencia, nuevamente concluye en la nece-sidad de una multiplicidad de géneros te-levisivos de comunicación, en lugar de fo-calizar la responsabilidad de la informa-ción política solo en el género del infor-mativo noticioso.

Existe otra limitación originada en larecepción: según la psicología cognitiva,la emisión televisiva percibida en el hogaren una situación psico-cultural básica-mente de descanso tiende a ser procesadaa través de los sistemas periféricos, de unamanera rápida y sin otorgar una atencióncognitiva dedicada, a diferencia del proce-samiento central o sistemático que ocurreen situaciones (de rendimiento) dedicadasal trabajo y al aprendizaje. El procesa-miento periférico recurre rápidamente aactitudes implícitas formadas previa-mente (como prejuicios y simpatías), y ca-racterizadas por fuerte estabilidad. Lacomplejidad de las decisiones involucra-das en la información política demanda unprocesamiento cognitivo atento desde elsistema central; pero la mayor parte de lostelevidentes no tiene ánimo de activarlocuando está viendo TV en situación dedescanso, ya que en esa situación de modoautónomo se han activado los neurotrans-misores bioquímicos que sicosomática-mente predisponen a la relajación.

Desde el punto de vista de las audien-cias, la fragmentación de la sintonía en va-rios canales de la TV abierta chilena, juntoa la creciente audiencia en el cable (alre-

el hurgar periodístico en la vida privada de los políticos tiene ahora

menos el antiguo carácter dechismorreo y adquiere más bien

la función de testear el doblez o laentereza de personalidad, y la

confiabilidad del representante,y al hacerlo se haría entrega de

información de valor público a laaudiencia para que los ciudadanos

tomen decisiones políticas

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dedor de 7% de rating promedio en con-junto en el 2006) provoca un escenariomuy diferente a las altas concentracionesde sintonía en un par de canales, comoocurría hasta 1990. En USA el año 1977,tres canales de TV abierta recibían el 90%de la audiencia en Prime Time; en la ac-tualidad las tres redes mayores de la TVabierta alcanzan el 17,3% del tiempo des-tinado a ver TV; el patrón fragmentado deconsumo televisivo se parece más al con-sumo radial y al de Internet (Webster,2005). La TV por cable sigue ampliandosu cobertura (alrededor de 35% de hogaresen Chile) y con una creciente oferta de ca-nales. Según Nielsen en el año 2006 elhogar promedio de USA recibía 104 seña-les de cable. En Chile VTR ofrece 67 ca-nales de cable y Direct TV+ hasta 87 ca-nales satelitales (2007).³ De esa ampliaoferta, los diferentes grupos etáreo-cultu-rales no los ven todos dedicadamente, sinoque seleccionan como sus favoritos dife-rentes paquetes de canales, entre los cua-les deambulan.

Existen limitaciones editoriales paratodos los géneros televisivos en todos loscanales, sean públicos o privados; el casodel senador Lavandero en Chile aparecióen Canal 13, y no por azar: su presencia enel canal público TVN habría sido segura-mente criticada como un atentado a la ima-gen corporativa de la clase política y comoatentado a un partido político. Canal 13,en cambio, tiene limitaciones editorialesen temas que afectan a la Iglesia Católica.Los canales privados chilenos indudable-mente tienen opciones y limitaciones paratocar algunos temas. Por ello, es el sistematelevisivo en conjunto, con canales públi-cos y privados, el responsable final de en-tregar una información más compleja ycompleta.

En la mayoría de los países de la región,la TV es altamente centralizada en la ca-pital, incluyendo los canales públicos, conlas excepciones de México y Colombia.Hay que tener claro que esta centraliza-ción es una opción política antes que tele-visiva, y ciertamente influye negativa-mente en el desarrollo socio-político-cul-tural de las regiones. En Chile, la dictadurano impulsó una política de regionalizaciónpara TVN y la Concertación no ha queridoefectuar las inversiones necesarias a talefecto.

Frente a estas limitaciones de la TV yfrente a la declinación de la lectura de laprensa escrita, el resurgimiento de la radiooralizada con nuevos formatos políticoses una oportunidad que no puede ser sub-valorada ni desaprovechada. El surgi-

miento de páginas en Internet y blogs esotra manera de reintroducir la lecto-escri-tura en soportes audiovisuales, y es espe-cialmente apreciada por la networked ge-neration.

Finalmente, el desencanto de las ciuda-danías regionales con la política es menospor una carencia de información –losdatos del Latinobarómetro (2004) mues-tran una percepción de suficiencia acercade la información medial– sino básica-mente por la incapacidad de los políticospara resolver las demandas por mejorar lacalidad de vida. Hacer descansar en la in-formación por TV y en la TV pública laresponsabilidad enorme de mejorar la ca-lidad de la política y la confianza ciuda-dana en los políticos es una sobreexigen-cia irreal e ingenua, basada en el desacre-ditado mito de la omnipotencia de la TV.Es inaceptable éticamente, pero tambiénempíricamente irreal, esperar que la TVmaquille a la política para contrarrestar lasmalas percepciones ciudadanas. Algunospolíticos desfasados siguen ilusionándosecon esa fantasiosa manipulación sin asu-mir que ya las dictaduras latinoamericanasfracasaron con la desinformación a las au-diencias y con el maquillaje. El problemaes más profundo: “vivimos una erosión dela importancia de los partidos políticos ysu capacidad de representación a la ciuda-danía” (Marshall, 2007); lo cual lleva a la

mera lucha por el poder, y por parte de laciudadanía a la percepción de lejanía ydesconfianza. La política requiere reno-varse ex se, y a partir de sí misma reen-cantar a la ciudadanía; la TV, junto a otrosmedios, y con formatos remozados, pue-den ayudar a comunicar esa renovación yel reencantamiento necesarios⁴.

Ruptura de límites entre información-entretención-educación

La expectativa de la ciudadanía por ele-var la calidad de vida en el hogar no sólopuede ser cumplida por los políticos a tra-vés del dar cuenta de su gestión en los gé-neros de la información y con la participa-ción en programas de servicio a la ciuda-danía; a través de renovados formatos au-diovisuales –con nuevos propósitosmenos verticales sino más horizontales–es posible elevar la calidad de la políticajustamente al interior de los dirigentes, yextender la deliberación social para mejo-rar la percepción de los problemas, preci-sar discrepancias, y generar consensosmás amplios.

Según los estudios de recepción televi-siva hay evidencia que la educación apre-ciada por las audiencias no se relacionacon la escolarización formal ni con altacultura sino con programas de entreten-ción y compañía afectiva en vivo, en dondecomparecen segmentos con ayuda paraelevar calidad de vida en el hogar.Igualmente hay evidencia que el docu-drama latinoamericano –género híbridocon casos reales pero ficcionalizados conla estética narrativa de la telenovela– es in-terpretado por audiencias masivas comoun aprendizaje a partir de la identificaciónficcional con experiencias parecidas. Lamayoría de los nuevos programas infanti-les han abandonado el esquema profesor-alumno para presentar narraciones dondelos mismos niños son protagonistas. Así,el lenguaje televisivo y su situación de re-cepción en el hogar rompen los bordesentre los géneros de información, de en-tretención, y de educación, de modo quelas audiencias aprenden y se informandesde el interior de la ficción y de la entre-tención (Fuenzalida, 2005).

La TV, especialmente una TV Públicaútil a las necesidades latinoamericanas, nosólo puede ayudar a elevar el nivel de la po-lítica y a la gobernabilidad regional conuna indispensable comunicación políticarenovada. Se requiere adicionalmente re-valorizar la entretención y la ficción comoespacios de recreación, en su doble acep-

En la mayoría de los países dela región, la TV es altamente

centralizada en la capital,incluyendo los canales públicos,con las excepciones de México y

Colombia. Hay que tener claro queesta centralización es una opción

política antes que televisiva,y ciertamente influye negativamente

en el desarrollo socio-político-cultural de las regiones

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ción: descanso reenergizador, pero tam-bién re-generación social y antropoló-gica⁵.

■ Valerio FuenzalidaProfesor de la Universidad Católicade Santiago de Chile, especialistaen el tema de televisión yeducación. Coordinador del grupoOBITEL de Chile.

Notas

1 El programa Contacto en su edición del 25 dejulio del 2006 logró ubicar y entrevistar en París(antes que la policía) a la supuesta implicada enun masivo fraude a productores, en el caso lla-mado quesitos.

2 Jorge Marshall señala que “las grandes políticashay que trabajarlas en el horizonte de una gene-ración” y que una de las grandes trabas es el ex-cesivo cálculo electoral que lleva a los partidospolíticos al cortoplacismo de mirar la próximaelección. (El Diario Financiero, 2007). Así ellenguaje televisivo se acopla con la inmediatezactual en el actuar de los partidos políticos. JuanCarlos Castilla, destacado biólogo y ecólogo dela PUC, también ha destacado que las políticaspúblicas hacia el medio ambiente deben asumirel largo plazo, junto a ciertas medidas atenuado-ras que deben tomarse en el corto plazo.

3 Un informe de la consultora Euroconsult estimaque el mercado global de los canales temáticos deTV subirá de 57 billones de dólares en el 2006 a120 billones el año 2016 (Thematic TV channels,Key Economics and Prospects to 2016, WorldScreen.com. May 17, 2007).

4 Roland Cayrol reconociendo la importancia delaudiovisual hace una defensa del libro en la co-municación política, lo cual parece también unadenuncia de la carencia de ideas expresadas porescrito, con las exigencias de articulación, argu-mentación, y con la amplitud requeridas; señalaque “todo hombre político que aspire a cualquierfunción de nivel nacional debe escribir (o hacerescribir) y publicar un libro”; para Cayrol publi-car un libro es un must de la comunicación parapolíticos de un cierto nivel; permite expresarseampliamente, lo cual no es posible en la comu-nicación habitual por otros medios, especial-mente la TV y la radio; su función es renovar conideas el debate social y en especial al sector diri-gente; pero aun si es poco leído –como ocurre porlo general– el libro ha llegado a ser fundamentalcomo imagen para un político de primer nivel(Cayrol, en Mercier, op. cit. p. 94).

5 La carencia de espacio no permite profundizaren el nuevo escenario de cambio más radical: sila lecto-escritura y su concreción en medios es-critos (libros, revistas y periódicos) han sido aso-ciadas con la deliberación esclarecida, base de lademocracia representativa occidental, una muta-ción comunicacional en donde decrece substan-tivamente la lecto-escritura y es reemplazada porredes virtuales situadas más bien en el hogar, ypor nuevas formas audiovisuales de lecto-escri-tura, ¿qué transformaciones conllevarían para ladeliberación y para la representación por las ins-tituciones políticas tradicionales? Cuando toda-vía se discute cómo manejar la comunicación po-lítica en el escenario introducido por la TV, apa-rece un nuevo cambio tecnológico que comienzaa desplazar a la TV. En los sectores más jóvenesel problema es doble: demuestran poco interés enlos programas políticos de TV y ahora estánabandonando la TV en favor de Internet.

Referencias

BECK, U. & BECK-GERNSHEIM, E. (2003): La in-dividualización. Barcelona: Paidós.

FUENZALIDA, V. (2005): Expectativas Educativasde las Audiencias Televisivas. Bogotá: Ed.Norma.

MARSCHALL, S. (2002): “El parlamento en la so-ciedad de medios – interacción entre el debateparlamentario y mediático”. En: Priess F. (ed.)Relación entre Política y Medios. Propuestas ale-manas en una perspectiva comparada. BuenosAires: KAS.

MARSHALL, J. (2007): “El Chile que viene”. ElDiario Financiero, 24 de enero. Santiago.

MERCIER, A. (ed.) (2004): “Télévision et Politi-que”. En: La documentation francaise. N° 900.Mai, Paris.

THOMPSON, J.B. (2000): Political Scandal: Powerand Visibility in the Media Age. Cambridge:Polity Press.

WEBSTER J. G. (2005): “Beneath the Veneer ofFragmentation: Television Audience Polari-zation in a Multichannel World”. Journal ofCommunication. June, Vol. 55 N°2. pp. 366-382.

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Entradacomunica ción40

La evolución de la sociedad y elmomento histórico que nos tocavivir, impone nuevas pautas enlos modelos de administración

social, intermediación y comunicación.Somos protagonistas de una revolucióntecnológica y de conocimiento. Transita-mos en un mundo en el que parecen impo-nerse nuevos valores y formas de violen-cia. Bajo estos esquemas deben crearsenuevas categorizaciones en los medios,fundamentalmente en la televisión, querespondan lógicamente a esta época, a estemomento histórico, a esta generación.

Hoy en día la cohesión social, la inclu-sión, la pluralidad constituyen un desafíopara aquellos países que quieren alcanzarmejores niveles de desarrollo; desarrollocon énfasis en las personas, para elevar sucalidad de vida, lograr su sustentabilidad ydemocratizar las tecnologías en un mundocada vez más dinámico y globalizado.

En una sociedad que habla permanen-temente de responsabilidad, en la cual pa-

rece introducirse una nueva manera de very hacer negocios con responsabilidad so-cial y empresarial, es lógico pensar que uncanal de televisión que se define como unatelevisión de conocimiento, debe tener yatender a una filosofía integral de respon-sabilidad: cómo programar, cómo produ-cir, cómo interactuar con el otro, cómo co-laborar con el entorno, cómo hacer atrac-tivos sus contenidos y enamorar al televi-dente, siempre manteniendo un alto nivelen sus contenidos y en sus formas estéti-cas, pero además, cómo vivir de comer-ciales socialmente responsables.

De esta manera vinculamos y aprove-chamos la comprobada fuerza de la televi-sión, la tecnología actual, el conocimiento,la información y el desafío de la responsa-bilidad social y empresarial para crear uncanal de conocimiento que atiende a la au-diencia.

Se puede hablar de televisión privada ogubernamental, de entretenimiento o cul-tural-educativa, regional o nacional, o se

Todo el conocimiento en un solo canal

Nuevas miradas a la televisión

El mundo cambió. Ello impone nuevas pautas de comportamientosocial y de administración. Por lo tanto la comunicación masiva cambió también y la televisión no ha escapado a ese fenómeno. En ese sentido, el artículo nos refiere la idea de una televisión de conocimiento con sentido de responsabilidad social, pero sin abandonar lo que es propio del lenguaje del medio. ¿El modelo? Vale TV intenta ser un canal educativo y cultural, dedicado al conocimiento

■ María Eugenia Mosquera

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puede ir más allá, porque en los últimosaños las nuevas tecnologías, la sociedaddel conocimiento, nos han empujado haciauna nueva categorización: la televisión deconocimiento, cuyas claves paso a com-partir con los lectores a partir de mi expe-riencia como fundadora de Vale TV, canal5. En esta nueva categoría podemos ins-cribir el modelo de televisión abierta crea-do en Venezuela hace 9 años.

Vale TV ha logrado demostrar que elconocimiento y el rating no están divor-ciados, como tampoco lo están la televi-sión de conocimiento y la autogestión. Almargen de las fronteras, de las diferenciasculturales y de las condiciones particula-res de cada país y de cada individuo, todaslas personas anhelan vivir mejor y sentirseincluidos en un ambiente plural. En estesentido, un canal cultural y educativo, de-dicado al conocimiento puede ser un fac-tor importante en cada país, en la región,para lograr una mayor inclusión social.

La misión de un canal de conocimiento,de una asociación sin fines de lucro y envías de autogestión como Vale TV, debeestar orientada hacia la permanente explo-ración y difusión de la diversidad culturalen su más amplia acepción. Un canal deconocimiento debe asumir este compro-miso de abrir al público una ventana alsaber. Una ventana para ver y reflexionarsobre historia, arte, ciencia, geografía ytecnología, contenidos que responden anociones de pensamiento, búsqueda de in-formación y tendencias universales con-temporáneas que nos permiten ser mejoresciudadanos.

Vale TV encontró en el formato docu-mental su mejor aliado para cumplir estamisión. El documental posee la particula-ridad de transmitir informaciones y cono-cimientos a diferentes públicos por igual,a través de la creación de atmósferas quemuestran la realidad y nos acercan a otrasmiradas. Vale TV ha sido el primer canal detelevisión en señal abierta en Venezuela endifundir sólo documentales y ese es nues-tro sello de identidad. El sentido de perte-nencia, la cohesión de grupo es el ADNcorporativo que nos integra como equipo,da coherencia y genera un lenguaje comúnque se percibe en pantalla.

Un canal de televisión, al igual quecualquier empresa que se considere exi-tosa, debe ser un balance perfecto entre locreativo y lo administrativo, entre estosdos aspectos debe haber un equilibrio es-tricto y coherente. Es vital que la gentesueñe, que se divierta haciendo televisiónpara que ello se refleje en pantalla. La te-levisión hoy en día apuesta por equipos pe-

queños y multidisciplinarios. En el caso deVale TV nos hemos atrevido a contratargente muy joven (17-20 años), lo cual nosha permitido formar varias generacionesde profesionales y funcionar como una es-cuela de televisión.

En la televisión de conocimiento esfundamental la pluralidad a la hora de pro-gramar, de producir, así como hacer másatractiva la oferta cultural, con programasde contenidos interesantes y formas esté-ticas actuales. Algunos teóricos ortodoxosdifieren cuando afirmo que la función de latelevisión abierta no es la de educar, en elsentido estricto de la palabra, mi experien-cia indica que por lo general las personasno se sientan delante de la televisión conla intención de educarse, pero sí es posibletrasmitir cultura y educación informal-mente, siempre y cuando la oferta seaatractiva, entretenida y útil en diversos ám-bitos de su vida, prueba de ello es el con-tacto permanente vía telefónica entre laaudiencia y las gerencias del canal.

En Vale TV entendemos la televisión deconocimiento como aquella que colaborade manera informal con la educación for-mal, que construye y transmite una pro-gramación cultural de entretenimiento,plural, apta para todas las edades, paratodos los públicos y niveles socioeconó-micos, en un país no habituado a una ofertacomo la nuestra. Se trata de hacer atractivo

y útil el conocimiento, de atender y vincu-larnos con la sociedad.

Hemos diseñado y cedido en alianza es-pacios a las universidades, centros de cul-tura y otras instituciones, basados en laconfianza, metas comunes y complemen-tariedad, lo que nos permite una mayor ar-ticulación con el sistema escolar formal einformal, que los profesores y estudiantesutilicen de manera expedita los contenidosde la televisión con fines educativos y engeneral, que la audiencia pueda utilizarnuestros programas en otros ámbitos de suvida. Así entendemos la sociedad del co-nocimiento.

Si bien es preciso fomentar la forma-ción crítica de los televidentes utilizandola comprobada fuerza de la televisión parala reflexión, el análisis y la transmisión devalores, al abrir una ventana al conoci-miento; también es cierto que la televisiónen señal abierta es fundamentalmente unmedio de entretenimiento y que por su al-cance masivo deben tenerse en cuenta lostipos de audiencias, las demandas y nece-sidades del público; en fin, situarse en unarealidad, en el contexto social, económicoy educativo de cada nación.

Vale TV se dirige a un público mixto,que presenta un abanico de las diferentesgeneraciones y capas sociales, con ampli-tud en nuestros contenidos. En el caso delos niños y niñas, quienes asimilan conte-nidos permanentemente, adquieren valo-res y conforman actitudes a través de cier-tos programas de televisión, nuestra ex-periencia dice que los documentales sonmás efectivos si el maestro o el padre com-parte con ellos, para ayudarlos a integra-se mejor a un mundo plural. Para los te-levidentes somos una biblioteca audiovi-sual. Logramos acercar el género docu-mental a la gente, y lo consolidamos co-mo un instrumento para mostrar realida-des.

La televisión de conocimiento tambiéndebe medirse con instrumentos propios dela televisión comercial. Queríamos corro-borar si ciertamente llegábamos a los es-tratos socioeconómicos C, D y E, por ello,consultamos empresas de medición comoAGB, cuyos resultados científicos hoy endía son el insumo que nuestras gerenciasutilizan para diseñar estrategias de pro-ducción, programación y mercadeo con elobjetivo común de ofrecer al televidente loque presumimos éste espera de un canal deconocimiento. Según esta empresa nuestraaudiencia se concentra en un 91% en lossectores D y E de la población.

No es coincidencial que nuestra mayoraudiencia esté en los sectores de la pobla-

Un canal de conocimiento debeasumir este compromiso de abriral público una ventana al saber.

Una ventana para ver y reflexionarsobre historia, arte, ciencia,

geografía y tecnología, contenidosque responden a nociones depensamiento, búsqueda de

información y tendencias universalescontemporáneas que nos permiten

ser mejores ciudadanos

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ción menos favorecidos económicamente,aquellos que no tienen acceso a los siste-mas de televisión por suscripción, que nopueden viajar, que tienen menos oportuni-dades de acceso a la cultura. Siempre lospensamos como nuestra meta, era allídonde queríamos incidir, a quienes quería-mos motivar a soñar en 1998. Nueve añosdespués comprobamos que la gente no re-chaza los buenos contenidos, simplementerechaza que se les recuerden sus carenciaseducativas, culturales o materiales, de allíla importancia de qué y cómo se programa.El canal es llamado coloquialmente elDiscovery de los pobres.

Nuestros esfuerzos derivaron en un pro-yecto concreto: la pantalla, que muestra loque es Vale TV; una imagen limpia, mini-malista, una combinación de lo moderno ylo clásico, de lo joven y lo adulto; un ba-lance de estilos, porque la audiencia del paísen su mayoría (65%) es menor de 30 años.Representan una época, una estética, unageneración. Hemos tratado de que nuestrosdocumentales, adquiridos y/o producidosen casa sean accesibles, frescos, actuales,con un discurso cultural no excluyente, unapantalla sin distinciones.

Una vez que desarrollamos un esquemao grilla de programación sólida, centrada entodas las áreas del conocimiento, comen-zamos a producir documentales y micro do-cumentales que nos permiten mostrar imá-genes de Venezuela y la región. Estas bre-ves cápsulas, introducidas a manera de pro-moción, nos permitieron progresivamenteengranar la programación, trasmitir men-sajes de contenido social y ganar audiencia,atendiendo a una filosofía integral de res-ponsabilidad social.

Progresivamente la marca Vale TV seposicionó en el mercado de la televisión enVenezuela como una opción; televidentesy patrocinantes saben qué encontrarán enla pantalla de nuestro canal, entienden quenos permitimos hacer por ellos una selec-ción de los mejores documentales de lasmás importantes casas productoras delmundo, sobre todas las áreas del conoci-miento, y que producimos y difundimospiezas de publicidad institucional con fun-ción social, lo que nos ha convertido enuna productora de televisión y en un mediode exhibición.

Somos el único medio institucional decomunicación audiovisual que estimula elejercicio de la ciudadanía, al abrir áreaspara la divulgación de mensajes de benefi-cio social. Lo que nos convierte en el ve-hículo perfecto para aquellos anunciantesque requieren transmitir mensajes educa-tivos, culturales y sociales.

Identificamos necesidades en los secto-res empresariales y gubernamentales querealizan actividades comunitarias o de res-ponsabilidad social, con la finalidad decaptar su atención y enfocar su participa-ción en el área institucional. Planteamosuna novedosa propuesta de participaciónpublicitaria institucional que se diferenciade las ofertas convencionales que los me-dios de comunicación comerciales ofre-cen.

La concesión de Vale TV pertenece a laIglesia Católica, con una estructura jurídicay una directiva independiente; el canal norecibe fondos públicos, su financiación esmixta: mecenazgo y publicidad institucio-nal; ésta última centrada, como ya he men-cionado, en mensajes de responsabilidadsocial y/o patrocinio de nuestra programa-ción. En tal sentido Vale TV se define comoun canal mixto, 40% del actual presupuestoproviene de mecenas, las cadenas comer-ciales de televisión privadas más importan-tes del país: Venevisión, Televen y RCTV.El 60% restante del presupuesto provienede publicidad institucional de orientaciónsocial.

El canal de televisión cuenta con su pro-pio esquema o plan de mercadeo y realizauna pre-venta institucional anual, en la quepresenta a sus potenciales patrocinantes,un video y plan institucional que muestrala oferta televisiva del siguiente año, bajo

la premisa: Cultura y educación su mejorinversión. Asimismo, Vale TV anuncia se-manalmente su programación en los prin-cipales medios impresos del país, así comopromociona sus estrenos y lanzamientos.

Innovamos en el mercado de la televi-sión comercial con lo que hemos denomi-nado pantalla corporativa; es decir, mi-cros documentales que nos permiten cap-tar la inversión publicitaria institucionalen donde la empresa y el canal cumplenfunción social, al divulgar la labor comu-nitaria y social de las empresas públicas yprivadas; le ofrecemos al televidente laoportunidad de conocer qué hacen lasONG del país en diferentes áreas y tam-bién servimos como un canal de tránsito yconsulta, en permanente innovación.

Sólo ahora, después de 9 años, el que-hacer televisivo me ha llevado a pensar yrepensar cómo definir mi experiencia entelevisión que hoy en día se traduce en unnuevo modelo de televisión de conoci-miento, una propuesta diferente que logróposicionarse como una alternativa culturaly de entretenimiento en el mercado co-mercial de la televisión en Venezuela y enuna alternativa para difundir comercialesde responsabilidad social, una experienciafácilmente replicable en la región.

■ María Eugenia MosqueraLicenciada en Historia de la UCV.Directora fundadora de Vale TV

Siempre los pensamos como nuestra meta, era allí donde queríamos incidir, a quienes

queríamos motivar a soñar en 1998.Nueve años después comprobamosque la gente no rechaza los buenoscontenidos, simplemente rechazaque se les recuerden sus carencias

educativas, culturales o materiales,de allí la importancia de qué y cómo

se programa. El canal es llamadocoloquialmente el Discovery de

los pobres

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“Es a esto lo que apunta la noción(…) del sujeto descentrado: mis másprofundos sentimientos pueden serexteriorizados radicalmente; puedo,literalmente, reír y llorar a través delotro”

Slavoj Zizek

El fantasma del Uno

Hay fantasmas que se niegan a morir.O mejor dicho, hay fantasmas que nocesan de estar, que siguen asediando a losvivos por todos los rincones y armarios dela casa. Hay fantasmas que se resisten acualquier duelo, a cualquier fiesta en sunombre, a cualquier conjura. Son fantas-mas que no descansan, que no se agotan,que no envejecen. Tercos e impenitentes,se parecen a aquel cadáver en plena pu-trefacción que deja perplejo a un perso-naje de Dostoievski, porque a diferenciade los otros muertos locuaces que hay enel cementerio, este cadáver apenas lograarticular una palabra enigmática, un vo-cablo que no tiene traducción: Bobok.

Hay quienes consideran, y no por ter-quedad ni por superstición, que el más te-mible espectro político que ha tenido lamodernidad le ha dado por reaparecer, se

Mediación, política e ideología en el siglo XXI

identificación e interpasividad

en los procesos comunicacionales

La comunicación, por el puentede los medios de comunicación,se está convirtiendo (¿se habráconvertido ya?) en el nuevo lazosocial desde las categorías de laidentificación y la interpasividad.Así, los aparatos mediáticosestán en el centro de los grandesdebates de estos tiempos, perotambién en el imaginario por lalucha del poder. En ese sentido,los medios de comunicaciónponen en juego el porvenir de unos cuantos espectros quepensábamos olvidados.

■ Héctor Bujanda

El reencantamiento del mundo

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aloja en continentes desiguales y pobrescomo Latinoamérica, aterrando a los másseguros y a los más poderosos. Se tratadel fantasma que identifica Marx (1818-1893) en las primeras líneas de su célebreManifiesto: “Un fantasma recorre Euro-pa, el fantasma del comunismo”. Muchose ha dicho del comienzo del ManifiestoComunista, pero me interesa en particularla lectura que hiciera Jacques Derrida delfantasma, como el anuncio de algo inmi-nente, como la aparición de algo que nun-ca llega a cristalizar o a institucionalizar-se definitivamente: la comunidad de losiguales. Decía el filósofo francés en losaños más devaluados del ManifiestoComunista, en los 90, cuando se celebra-ba a todo pulmón el fin del socialismo,que la lógica del fantasma en Marx hablade una dimensión de lo por venir que nun-ca termina de llegar, es decir, que el fan-tasma del Manifiesto es un llamado me-siánico, una promesa que no tiene funda-mento científico. Y en su profunda nega-tividad, en esa fuerza intangible de la pro-mesa que flota entre los vivos, radica elpoder que tiene para convocar y para ad-venir, dos valores fundamentales de la po-lítica, encarnados en la idea de la pasióny la gesta.

“Lo que sucede entre dos, entre todos los‘dos’ que se quiera, como entre vida ymuerte, siempre precisa, para mantenerse, dela intervención de algún fantasma. Entonces,habría que saber de espíritus. Incluso y so-bretodo si eso, lo espectral, no es. Incluso, ysobre todo si eso, que no es sustancia ni esen-cia ni existencia, no está nunca presentecomo tal. El tiempo del ‘aprender a vivir’, untiempo sin presente rector, vendría a ser esto,y el exordio nos arrastra a ello: aprender avivir con los fantasmas, en la entrevista, lacompañía o el aprendizaje, en el comercio sincomercio con y de los fantasmas. A vivir deotra manera. Y mejor. No mejor: más justa-mente. Pero conellos. No hay ser-conel otro,no hay socius sin este con-ahíque hace al ser-con en general más enigmático que nunca. Yese ser-con los espectros sería también, nosolamente pero sí también, una política de lamemoria, de la herencia y de las generacio-nes”. [Derrida, 2003:12]

Ser-con el otro obliga a vivir con losfantasmas, nos dice Derrida, y eso defineuna política de la memoria, de la herenciay de las generaciones que debe trascenderla trillada polarización que existe a la ho-ra de afirmar la lógica moderna: la Historiala hacen los vencedores, o bien los yup-pies y empresarios exitosos. La lectura

derrideana es sumamente productiva, es-tá hecha como revisión necesaria e im-postergable de los tantos sucesores deMarx que, cuando trataron de responderal desafío de darle vida al fantasma co-munista, lo terminaron convirtiendo enun calcificado y monológico Espíritu to-talitario.

El espectro que Derrida recupera enMarx no establece nada a priori. Es unfantasma sin atributos. Un vacío que ca-da época trata de llenar como puede, pa-ra alcanzar la justicia largamente espera-da, o para saldar deudas infinitas. El fan-tasma en Derrida, podemos decir, se pa-rece un poco al muerto de Dostoievski:un cuerpo tirado en el cementerio, que só-lo atina a decir una palabra que es incom-prensible para el presente: Bobok.

Ha corrido mucha tinta desde aquel 24de febrero de 1848, hace exactamente 160años, cuando el Manifiesto Comunista fuepublicado. Funcionó, en toda su fuerzafantasmal, como un opúsculo que diag-nosticaba certeramente el presente, yanunciaba luchas internacionales porvenir, que redimensionaban la idea delugar, tiempo y comunidad. A partir de esetexto seminal, se comprendió que elmundo marchaba hacia una configuraciónúnica, que sólo podía llegar a ser derrotadapor su doble espectral, el fantasma comu-nista.

Fantasmas múltiples

La vigencia extraordinaria del Manifies-to se encuentra en la manera de tipificar lalógica del capitalismo: para reproducirsenecesita trascender las fronteras. Es decir,la única frontera del capitalismo es el capi-tal mismo. Marx anticipaba el escenarioúnico del mercado global. El Manifiesto di-buja de manera precisa la forma de evolu-cionar de la sociedad estructurada por el ca-pital. Pudo vislumbrar la manera cómo elcapitalismo se transforma a partir de suspropias contradicciones locales –gracias ala acumulación de plusvalía y al flujo ince-sante de inversiones– hasta expandirse porel mundo entero.

Este movimiento en el cual el capitalllega a independizarse del conjunto de re-laciones sociales concretas (territorio, na-ción, conjunto social), termina disol-viendo todas las estructuras simbólicastradicionales: los imaginarios religiosos,los antiguos vínculos comunitarios, lasideologías que funcionaban, orgánica-mente, para construir la idea de una co-munidad cerrada.

Liquidando tradiciones e imaginariosestables (aquí la referencia a liquidar notiene nada que ver con exterminar, sinocon convertir en líquido lo sólido, imagenque tanto ha usado el sociólogo ZigmuntBauman para describir esta época), el ca-pitalismo crea, paradójicamente, su pro-pia abstracción: la del mercado, la demo-cracia representativa y la formalizaciónde los derechos humanos, formas ideoló-gicas e imaginarios políticos que sirvenpara integrar o aglutinar en el contexto in-tangible de la globalización. Esta abstrac-ción ideológica podríamos interpretarlacomo la brecha que abre el espacio a nue-vas constelaciones sociales, simbólicas yculturales, sobredeterminadas por las de-mandas particulares y la diversidad pre-caria de sus expresiones. Marx describióde este modo el escenario de una socie-dad que se disuelve permanentemente, yque es asediada por el fantasma del cam-bio social:

“La burguesía no puede existir sin revolu-cionar continuamente los instrumentos deproducción, esto es, las relaciones de pro-ducción, esto es, todas las relaciones socia-les (…) La continua transformación de laproducción, la incesante sacudida de todoslos estados sociales, la eterna inseguridad ymovimiento, esto es lo que caracteriza laépoca burguesa respecto a todas la demás.Quedan disueltas todas las relaciones fijas,oxidadas, con su cortejo de representaciones

La vigencia extraordinaria del Manifiesto se encuentra en la manera de tipificar la lógica del capitalismo: para reproducirse

necesita trascender las fronteras. Es decir, la única frontera del

capitalismo es el capital mismo.Marx anticipaba el escenario únicodel mercado global. El Manifiestodibuja de manera precisa la forma

de evolucionar de la sociedad estructurada por el capital

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49comunica ción

y visiones veneradas desde antiguo, mientrastodas las recién formadas envejecen antes depoder osificar. Todo lo sólido se desvanece enel aire; todo lo sagrado es profanado, mien-tras los hombres se ven, al fin, obligados aconsiderar sobriamente su situación y sus re-laciones recíprocas”. [Marx, 2002:45]

Este pasaje habla de la radical novedadque incorpora el capitalismo y su lógicamonetaria: la ruptura del vínculo tradi-cional o del lazo social (pueblo, clase, par-tido, comunidad, nación, raza, relación se-xual, todo lo que hace relaciones recípro-cas). No queda duda, desde esta perspec-tiva, nuestro tiempo es el tiempo de la ato-mización generalizada, del máximo indi-vidualismo y de la desacralización y bana-lización mercantil de todos los contenidosmás o menos firmes que provienen de lasociedad tradicional. ¿Pero esta radical di-solución de todos los lazos no deja huellas,no deja desechos, no deja ningún resto?

Si el capitalismo global, a la maneracomo lo veía Marx, disuelve y ablandatodas las religiones, banaliza los imagina-rios y pluraliza con su fuerza seculariza-dora los fundamentalismos y dogmatis-mos, hasta diluirlos en una opinión másentre otras, entonces el capitalismo es unaterapia de shock contra las sólidas e ina-movibles creencias sociales. La época quedescribe Marx anuncia flujos intermina-bles y un dinamismo basado en la lógicade la novedad y la obsolescencia perma-nentes. ¿Pero esta función secularizadoray banalizadora es efectivamente un antí-doto contra los fantasmas, o por el contra-rio los alienta y los multiplica?

De lo sólido a lo líquido, y viceversa

La frase todo lo sólido se desvanece enel aire resume una vasta operación mar-cada por intensas diferenciaciones, alenta-das por el capital, y por la explosión de lahomogeneidad social que imperó a lolargo de la Era Industrial (estallido que seinició en los años 60, y ha sido llevada alextremo más particular, al punto de queautores como Baudrillard aseguran que vi-vimos el tiempo del fin de lo social).

El lenguaje identitario que creó la mo-dernidad para organizar lo social y sus di-versos patrimonios (nación, clase, raza,género), se encuentra saturado. El capita-lismo, y sus grandes innovaciones tecno-lógicas, particulariza experiencias, frag-menta y dispersa, y con ello pone seria-mente en duda la necesidad del estar-jun-tos o del nosotros, lo que guía en definitiva

a la pulsión comunitaria (por demás atá-vica). Se debe recordar que la palabra reli-gión, etimológicamente, significa re-li-garse o establecer comunión, y para la so-ciología ésa es la forma básica en que seconstituye lo social.

La visión del capitalismo como progresoy modernidad, que cristaliza su poder en elderecho y la soberanía irrestricta del indi-viduo, hay que matizarla debidamente nosólo por una necesidad teórica-política sinopor los hechos incontrastables que ha ge-nerado el nuevo mapa de la globalización.En vez de haber liquidado lo peor del pa-sado, de haberlo enviado al pozo de la his-toria, de haber saldado las deudas con lasdistintas crisis que ha generado, el capita-lismo se ha convertido, más bien, en la má-quina por excelencia para crear nuevos fan-tasmas a escala global. El pensador eslo-veno Slavoj Zizek describe muy bien estaparadoja, en la que se promueve el indivi-dualismo, el pragmatismo y la finitud, peroen realidad resurgen los fundamentalismos,las tribalizaciones y las ideologías, en uncontexto socioeconómico de exclusión,desigualdad y pobreza:

“Sí, no hay duda de que este dinamismo glo-bal descrito por Marx, que da lugar a quetodas las cosas estables se desvanezcan, esnuestra propia condición, siempre que no ol-videmos complementar esta imagen del

Manifiesto con su opuesto dialéctico inhe-rente: la ‘espiritualización’ del procesomismo de producción industrial. A la par queanula el poder de los antiguos fantasmas dela tradición, el capitalismo genera sus pro-pios monstruosos fantasmas (…) Sin em-bargo, la lección fundamental de la ‘crítica dela economía política’ elaborada por el Marxmaduro de los años posteriores al Manifiesto,es que la reducción de todas las quimeras ce-lestiales a la brutal realidad económica ge-nera su propia espectralidad”. [Zizek, 220:24-25]

La globalización produce su propia“fantasmatización”, y en estos tiemposesos espectros tienen por nombres terro-rismo, fundamentalismo, antiglobaliza-ción, nacionalismo, populismo, economíasubterránea, inmigrantes sin papeles, ra-cismo… Estas figuras espectrales podríanser calificadas, en un primer movimiento,como maneras de nombrar los efectos eco-nómicos, religiosos, socioculturales e ide-ológicos que deja el capitalismo global enforma de desechos humanos. Nos referi-mos a esa zona social densa, no biodegra-dable y peligrosa que el capitalismo haabandonado y la ha dejado expandirsecomo un hervidero sin fondo (y para lacual ya no genera empleo, no entra en losplanes de marketing ni en las representa-ciones o campañas de los medios de co-municación). Para esas zonas donde ani-dan y se multiplican los espectros, no seconsiguen, desde las perspectivas abstrac-tas del capitalismo global, fórmulas polí-ticas e institucionales eficaces para incluir,revertir y disolver.

La paradoja descrita por Zizek está di-rigida al economicismo y al realismo ge-neralizado con el que se intentó promo-cionar e implantar el orden neoliberaldesde los años 80. La expansión de losmercados, y lo que está en juego en el pro-ceso de control de la globalización comonuevo estado planetario, produce una ex-plosión de movimientos utópicos, de ideo-logías e imaginarios que recuerdan lafuerza mesiánica de los grandes movi-mientos políticos o religiosos del pasado.No en vano, el propio Zizek ha bautizadoesta era como post-secular: existe un re-nacer del sentimiento político-religiosoque anima a nuevas formas de socialidad,a nuevas maneras de identificarse o desi-dentificarse del Otro, a nuevas formas deconstruir el nosotros y el ellos como formade cifrar la división constitutiva de lo so-cial. Estos procesos espectrales no sonsólo políticos, son también estéticos, éti-cos y sobretodo replantean de manera ra-

La visión del capitalismo como progreso y modernidad, que

cristaliza su poder en el derecho y la soberanía irrestricta del individuo, hay que matizarla debidamente no sólo por una

necesidad teórica-política sino por los hechos incontrastables

que ha generado el nuevo mapa de la globalización

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dical, llegado el caso, el régimen que haceposible lo visible y lo invisible dentro delcampo social.

La “fantasmatización” del mundo glo-bal había sido anunciada por el sociólogofrancés Michel Maffesoli en uno de sus li-bros germinales, en la década de los 80.Lejos de continuar la senda burocrática yprogramada de la objetividad, la raciona-lidad y el progreso –basado en el modelodel individualismo– el mundo global sedesliza hacia fenómenos que muestran unnuevo vitalismo, marcado por el triba-lismo, la afectividad y la con-fusión co-lectiva. Son fenómenos cotidianos quedescriben un reencantamiento del mundo,marcado por la heterogeneidad y prolife-ración de imaginarios e ideologías, decreencias y empatías contagiosas que co-locan el acento no en el individuo racional,soberano y autosuficiente, sino en los fe-nómenos comunicacionales de construc-ción comunitaria, centrados en la circula-ción de las emociones y de las creencias,de la pérdida de sí a través del otro.

Al lenguaje cada vez más abstracto ysaturado del capitalismo global (democra-cia, mercado y derechos humanos), lasrespuestas concretas son nuevas congre-gaciones emocionales, que aglutinan e in-tegran, sobredeterminadas por el impactode los medios de comunicación y por la in-terpelación de nuevos liderazgos, valorese ideologías.

“Cuando uno supera el estrecho esquema-tismo racionalista, se da cuenta de que las re-presentaciones colectivas animan las accio-nes y los discursos supuestamente más cien-tíficos (…) Basta con hacer referencia al re-surgimiento contemporáneo de los idealespolíticos y religiosos, al apego a las ideas deterritorio o país, al renacimiento de las fami-lias extensas, a las reuniones musicales y alos festivales populares, a la importancia con-cedida a la ecología y a los circuitos de ali-mentos naturales, para convencerse de que esvano desear reducir la vida al sustrato eco-nómico o al fundamento fisiológico. ‘Lasideas son realidades y fuerzas… las repre-sentaciones colectivas son fuerzas mayorestodavía, y más eficaces que las representa-ciones individuales”. [Maffesoli, 2205:71]

No hay un sociólogo en la actualidadque ponga más énfasis en los procesos deempatía, con-fusión y comunicación quevive el sujeto en la vida cotidiana. Paraapreciar con justeza el nuevo vitalismo tri-bal, y poder comprender la saturación oabstracción que padecen los conceptosmodernos que servían para hacer socie-

dad, con sus distintos aparatos de repre-sentación (partido, sindicatos, comuni-dad, familia, poderes deliberantes), es ne-cesario desplazar el antiguo paradigma dela identidad (fija, esencial, la mismidadque se repite inalterablemente) por el deidentificación, el cual pone énfasis en laidea de un sujeto descentrado por meca-nismos de interpelación social y comuni-cacional, en los que se articulan emocio-nes, creencias, angustias y goces presta-dos, colectivos.

La identificación es la manera de nom-brar la interdependencia constitutiva quetiene el individuo con los otros, al punto deque se hace a sí mismo a través de senti-mientos, emociones e ideales que circulanen la comunicación con los otros (con ve-cinos, familiares, amigos, con compañe-ros de trabajo, con la televisión, la radio, laprensa, Internet, etc). Las opiniones, en laera de las grandes identificaciones colecti-vas, se construyen en la calle, circulan, sedesplazan por diversos puntos y referen-cias simbólicas, y en medio de la voceríaintersubjetiva, cristalizan en forma decreencia o saber en el individuo, que laspercibe como propias.

De allí que no podamos hablar de iden-tidad sino de identificación. Las figurasideales (el amo, el jefe, la estrella mediá-tica), los mitos, los rituales e imaginariosque hacen sociedad, tienen la función de

reunir y congregar. Lo indispensable deeste planteamiento es que esos líderes o re-ferencias (mediáticos o reales) no debenser percibidos como eje central y jerár-quico de los nuevos fenómenos sociales,sino como grandes mediadores, verdade-ros envases e interfaces de la emocionali-dad colectiva.

“Trátese de un ser dominante, como la dei-dad, o de ser un intermediario (el santo, elhéroe), esto no cambia nada el asunto de laidentificación. Identificación que en undoble movimiento de reversibilidad cons-tante será vertical (el Otro) y horizontal (losotros). Realidad constante que mereceríaser recordada y que el psicoanálisis apuntalacon ilustraciones antropológicas. No im-porta que sea una ‘ilusión’ si se comprendecomo un imaginario que atrae, que fascina,alrededor del cual se cristalizan las actitu-des, las representaciones que constituyen ala sociedad. Las figuras idealizadas suscitanun mecanismo de atracción, una estéticaque tiene una función ética: la fascinaciónque ejercen, como una fuente luminosa, sus-cita lo que se llama el vínculo social, in-comprensible sin ella” (el subrayado esmío). [Maffesoli, 2007:250]

Hay una ecuación que debemos develaren esta perspectiva, que polariza las diná-micas entre Estado y sociedad, entre loinstituido y lo instituyente, para poderacentuar la diferencia entre un régimen deabstracciones saturadas y las nuevas for-mas de socialidad, basadas en lo queMaffesoli ha llamado la potencia subte-rránea, que reinventa sus representacio-nes, sus formas de actuar y su propia ma-terialidad a partir de la desidentificacióncon el tejido institucional existente. De allíque la empatía, el sentimiento, la emocio-nalidad sean factores decisivos para orga-nizar la política hoy, y para generar mode-los de identificación eficaces en las masas.En tiempos donde los conceptos e idealesreguladores se hacen abstractos y se satu-ran, la emoción y la empatía cumplen unafunción importante para rehacer la socia-lidad.

Identificación e interpasividad

Para el psicoanálisis este descentra-miento del sujeto –que es sujeto y objeto asu vez de las emociones colectivas– notiene un tiempo sociohistórico preciso, adiferencia de la versión que puede dar lasociología del fenómeno de la identifica-ción, asociada con el tiempo de la posmo-dernidad y de la globalización. El sujetoestá escindido desde su propia constitu-

La identificación es la manera de nombrar la interdependencia

constitutiva que tiene el individuocon los otros, al punto de que se hacea sí mismo a través de sentimientos,

emociones e ideales que circulanen la comunicación con los otros(con vecinos, familiares, amigos,

con compañeros de trabajo, con latelevisión, la radio, la prensa,

Internet, etc).

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ción, nos dice el psicoanálisis, y este des-centramiento se articula a partir de unacreencia fundamental: suponemos que lainstancia del orden simbólico siempreexiste (Dios, la ley, el padre, la norma, elamo, la autoridad). Lacan, por ejemplo, demanera un poco enigmática define a Dioscomo el inconsciente, es decir, como algoque irrumpe dentro de la conciencia del su-jeto, que aparece como un relámpago,como algo que debe ser escuchado, comola voz de Otro que no puede desatenderse,que nos vigila, que nos hace sentir culpa-bles.

Para el psicoanálisis, la suposición deque hay un Otro que cree por mí, que gozapor mí, que sabe por mí es fundamentalpara crear la distancia necesaria del indi-viduo con el mundo exterior. La identifi-cación, entonces, es un fenómeno consti-tutivo y describe lo que Zizek ha llamadola interpasividad, el espacio donde se arti-culan las funciones de identificación conel Otro, y que hablan, más bien, de ciertapasividad del sujeto, o capacidad para de-legar en una instancia externa su parte másíntima y densa, esa parte que es muy difí-cil asumir de manera activa y propia. La in-terpasividad es un fenómeno que resumela relación especular del sujeto y del ob-jeto, en la cual el sujeto siempre es a travésdel objeto.

La Interpasividad describe una manerade relacionarse con los objetos, una rela-ción en la cual las emociones más íntimasy las creencias más básicas se encarnan enun objeto externo, se transfieren (Marx lla-maría a este proceso fetichismo de la mer-cancía). Cuando hablamos de mediacio-nes en este contexto, nos referimos al des-centramiento y a las distintas encarnacio-nes que se producen del sujeto en los otros,en los objetos externos y en el significante(“el significante es la forma de estar activoa través del Otro, el objeto es la forma deestar pasivo mediante el Otro”). (141)

A contracorriente de uno de los valorestan pregonado en estos tiempos de la in-formación, como lo es la interactividad, elpsicoanálisis prefiere hablar, más bien, deinterpasividad, y define a partir de allí tresmodalidades de identificación: el sujetosupuesto creer, el sujeto supuesto saber yel sujeto supuesto gozar. Este no es el es-pacio para una explicación exhaustiva deestas categorías psicoanalíticas, pero esnecesario analizar, aunque sea de manerapreliminar, la relación que existe entre lainterpasividad y la comunicación, la polí-tica y la ideología, como los tres vérticesque sirven para religar lo social en la glo-balización.

El sujeto supuesto creer tiene la funciónde mantener la ilusión en el sujeto de quesu creencia está a resguardo mientras otroscrean por él. Es una forma de delegar opi-niones, juicios y valores. Mientras otros lovociferen, se está cumpliendo a cabalidadmi creencia. Los medios de comunicacióny sus diversas vocerías informativas (deallí el gran impacto que tienen hoy las fór-mulas de los canales exclusivos de noticiascomo CNN o Globovisión) cumplen hoyla función fundamental de mantener y fo-mentar las creencias, en tanto son la auto-ridad simbólica por excelencia. Nos repi-ten a través de diversas narrativas, cons-trucción de acontecimientos y versionesde la realidad que no estamos solos en loque creemos, que gente común y corrientecomo uno piensa lo mismo, y esto generaun efecto tranquilizador en el sujeto. Esafunción narcótica de los medios de comu-nicación –tan difundida en los análisis crí-ticos, y tan corroborada en tiempos de po-larización– tiene una estrecha relación conla función ligada a las creencias. “Si lodicen ellos, es porque yo lo creo”, sería lafórmula paradójica de esta función del su-jeto supuesto creer.

En cuanto a la función del sujeto su-puesto saber, la relación es diametral-mente distinta. Nosotros sentimos que nosabemos nada, y suponemos que el Otro,como autoridad simbólica, tiene la llave,

conoce el secreto, para comprender elenigma de la realidad. Esta es una funcióntípica que se produce en la política, cuandoel líder es percibido como el único hombreque sabe el camino. También la políticamediática cumple esta función, cuandodelegamos en los expertos la función desaber por nosotros. “Si ellos saben, es por-que yo no lo sé”, sería la fórmula de estafigura.

Y la tercera función, el sujeto supuestogozar, tiene que ver con el aspecto trau-mático o monstruoso que existe en el Otro,en tanto una figura que hemos identificadocomo la que busca robarnos nuestros pri-vilegios, nuestros bienes, nuestro tesoromás preciado. Es una función ideal que sedespliega en los diversos usos de la ideo-logía y en la manipulación que hacen cier-tos medios de comunicación para atrin-cherar a su público: construir el enemigo,visibilizar la fuente del terror y de los mie-dos que genera el Otro (barriadas, apara-tos represivos, terroristas, extranjeros).

El sujeto descentrado es una importantecategoría para comprender la “fantasmati-zación” o reencantamiento creciente de lasociedad. La función central que han asu-mido los medios de comunicación en elmundo de hoy, especialmente la televi-sión, tiene que ver con la capacidad de mo-delación, construcción e identificación devalores para alimentar a la nueva sociali-dad que crece al desborde de las institu-ciones. Como grandes modelos de identi-ficación, los medios de comunicación pro-ponen creencias, saberes y goces que arti-culan permanentemente al individuo y loemparientan con los otros. De allí quecumplan una función primordial en la or-ganización de lo político y de lo ideológicoen el siglo XXI, cuestión que en Venezuelaestá más que demostrada con la guerra po-lítica y mediática que se ha producido enlos últimos años, especialmente desde2001.

La pérdida de las identidades estables,la veloz desaparición de las tradiciones,las referencias y las autoridades provocanun nuevo tipo de lazo social en el cual lacomunicación y la identificación jueganun papel esencial, tanto a la derecha comoa la izquierda, para construir o revertir lasrelaciones de lo visible y de lo invisible enel todo social. Jesús Martín Barbero, paraconcluir, da cuenta de la capacidad movi-lizadora de la televisión como máquinaque religa de otra manera a la sociedad:

“Es con la des-integración del lazo social,con lo que conecta la atomizada y social-mente des-agregada experiencia de lo polí-

La pérdida de las identidades estables, la veloz desaparición de

las tradiciones, las referencias y las autoridades provocan un

nuevo tipo de lazo social en el cualla comunicación y la identificaciónjuegan un papel esencial, tanto a laderecha como a la izquierda, paraconstruir o revertir las relaciones de lo visible y de lo invisible en el

todo social.

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tico que procura la televisión. Pero en esta ex-periencia no hay únicamente repliegue sobrelo privado sino una profunda reconfiguraciónde las relaciones entre lo `privado y lo pú-blico’, la superposición de sus espacios y elemborronamiento de sus fronteras. Lo queidentifica la escena pública con lo que pasaen la televisión no son únicamente las inse-guridades y violencias de la calle sino la com-plicidad del sensorium que moviliza la tele-visión con el de la ciudad no-lugar (…) la plu-ralidad social sometida a la lógica de la desa-gregación radicaliza la experiencia de la abs-tracción políticamente no representable. Lafragmentación de la ciudadanía es entoncestomada a cargo por el mercado, que medianteel rating, se ofrece a la política como su me-diador”. [Martín Barbero, 2008: 16]

Desde las categorías de interpasividad eidentificación podemos tipificar la funcióncentral que está asumiendo la comunica-ción como constructora del nuevo lazo so-cial. Lo que no debemos olvidar es que estamediación funciona como interface deideologías, imaginarios y políticas que fo-mentan la producción de espectros, que porun lado hacen visible una realidad, pero porotro ocultan otras realidades. El poder y susdistintos fantasmas están a la orden del díay hoy, más que nunca, el universo mediáticoes la gran máquina interpeladora del indi-viduo, es la esfera donde cristalizan y se se-dimentan las grandes emociones colectivas(creencias, saberes, goces). De allí que seanel objeto de una gran lucha hegemónica. Noes poca cosa, con los medios de comunica-ción está en juego el porvenir de unos cuan-tos espectros.

■ Héctor BujandaPeriodista egresado de la UCVEscritor y profesor del Postgrado en Comunicación de la UCAB.Colabora en diversas publicacionesvenezolanas y latinoamericanas

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No habíamos acabado de com-prender la lógica ni, muchomenos, terminado de evaluarcómo sacar provecho a la inter-

acción social producto de las llamadas co-munidades virtuales basadas en listas dedistribución de correos², cuando nos de-dicamos a explorar los recursos interacti-vos de la llamada web 2.0… sin dejar deestar pendientes, por supuesto, del hori-zonte donde ya se asoman los milagrosque promete la web semántica.

Lamentablemente, los desarrollos tec-nológicos en el campo de las comunica-ciones y los cambios que éstos producen enla sociedad van a mayor velocidad que lareflexión sobre ellos. En tal sentido, sesiente la necesidad de contar con aborda-jes teóricos que permitan comprender losfenómenos en curso, como ya lo han seña-lado, entre otros estudiosos latinoamerica-nos, Bisbal (1998, 2005), Trejo (2004),Torrico, (2004, 2005), Pineda (2005) yPasquali (2007:299), quien precisamentedestaca que “la época que nos ha tocadovivir apenas da para jadear detrás de lasatropellantes decisiones de los Cisco,Google, Microsoft, Intel, Nokia o Echelon,que imponen continuamente con una ca-dencia endemoniada nuevas reglas de la re-lación comunicativa”.

A pesar de las transformaciones ocu-rridas en el sector, y de estas advertencias,pareciera que aún nos mantuviéramosatrapados entre las dos posiciones extre-mas que, valiéndose de los conceptos acu-ñados por Umberto Eco para la sociedadde masas, observara hace más de una dé-cada Miguel de Moragas (1997: 5):

Los modelos y teorías con los que durante el siglo XX se intentóentender la entonces denominada sociedad de masas parecieranlimitados hoy frente a una etapa de cambios excepcional y singularprovocada por la explosión tecnológica. Superados los postuladosde la mass communication research, del estructuralismo y de la teoríacrítica, a cuyos planteamientos se debe principalmente la llamadaescuela latinoamericana de comunicación, se vuelve la mirada haciala hermenéutica como una perspectiva que podría aportar otraslecturas, más en sintonía con las particularidades de este nuevoentorno. En este ensayo, que da cuenta del debate en torno a sudenominación (sociedad de la información, de la comunicación, delconocimiento), se pasa revista a la historia de esta corriente filosófica,se señalan ciertas categorías que pudieran conferirle actualidad y sepropone otro adjetivo para la sociedad en la cual se aspira a con-vivir.

■ Raisa Urribarrí¹

La gran lucha en el siglo XXI va a ser entre cómo globalizar y utilizar las nuevastecnologías de comunicación para compartir nuestras culturas sin perderlas.

Jeremy Rifkin

Hacia una lectura hermenéutica de la sociedad de la (in)formación

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Los “neo-integrados” atribuyen ahora a lasnuevas tecnologías la solución de los viejosproblemas de incomunicación y de aisla-miento, el establecimiento de una nueva so-ciedad más libre, cómoda e interconectada.Los “neo-apocalípticos” por el contrario,consideran que las nuevas tecnologías bajo laapariencia de interactividad representan elaislamiento, y aceleran el paso hacia una so-ciedad controlada y autoritaria.

Como referimos en un ensayo reciente(Urribarrí, 2007), fue un filósofo³, el ita-liano Gianni Vattimo, quien comenzó atender puentes. Sin dejar de advertiracerca del control de los medios por partedel gran capital, con la que se expresan dealgún modo las prevenciones de los apo-calípticos, también señaló, con cierto tonointegrado, que la explosión del ecosistemacomunicacional ofrecía esperanzas deemancipación gracias a la multiplicaciónde las voces:

“Lo que de hecho ha sucedido, a pesar decualquier esfuerzo por parte de los monopo-lios y las grandes centrales capitalistas (…)es que la radio, la televisión y los periódicosse han convertido en componentes de una ex-plosión y multiplicación generalizada deWeltanschaunge: de visiones del mundo”(Vattimo, 1998: 79)

Tratándose de un pensador vinculadocon la tradición hermenéutica, sin em-bargo, no podemos dejar de lado las valo-raciones que, precisamente sobre la téc-nica, hiciera Martin Heidegger (1977:113), para quien “la esencia de la técnicano es algo técnico, pues (…) la técnica esmedio, instrumento, pero no sólo eso”.

De acuerdo con Bisbal (2005:76), “es-tamos en el centro de una sociedad mediá-tica, y en este tipo de sociedad la actuali-dad, como dato de lo real, existe en y porlos medios”. Sin embargo, advierte este in-vestigador, más que estudiar los medios,es necesario “pensar en las mediacionesque ellos introducen en el proceso de ob-servación de la realidad”. Se trataría, entérminos filosóficos, de ahondar en la ima-gen del mundo⁴ que éstos contribuyen aconformar. En tal sentido, las prevencio-nes sobre la supuesta multiplicación de vi-siones que facilitaría el desarrollo de lastecnologías de información y comunica-ción (TIC) seguirían presentes en una in-terrogante que las resume: ¿Se estaránmultiplicando o, más bien, unificando?

No es el objetivo de estas líneas forzaruna respuesta; por ahora lo que nos muevees analizar a qué razones obedece y lasconsecuencias que se derivan de distinguir

la nueva sociedad con alguno de los tresadjetivos que se la disputan: de la infor-mación, del conocimiento y de la comuni-cación, pues es obvio que la escogencia dealguno de ellos implica asumir una posturay abrir cauce a la polémica. El mismo ca-lificativo que prima sobre la sociedad, queha pasado a llamarse de la información re-vela una tendencia homogenizadora queno ha pasado desapercibida.

Entre los primeros en cuestionar estetérmino estuvo el comunicólogo venezo-lano Antonio Pasquali (2002) quien comocrítica a la sociedad de la información, ele-vada en 2003 y 2005 a los honores de unacumbre mundial, abogó por la expresiónsociedad de la comunicación:

Dentro de una relación comunicacional, ac-ceso y participación son un poco el anversoy reverso de algo semejante. Si acceso ex-presa la mera y pasiva recepción de mensa-jes, y participación la capacidad activa deemitirlos, entonces una Sociedad de laComunicación es básicamente una Sociedadde la Participación, de receptores/emisores(lo que incluye por definición el acceso), yuna Sociedad de la Información es básica-mente una sociedad del Acceso, inhibidorade procesos participatorios. (Pasquali,2002:3)

Aunque la voz oficialmente adoptada enambos eventos fue la de sociedad de la in-

formación, el documento oficial presentadopor la UNESCO abogó en favor de la so-ciedad del conocimiento, puesto que “pro-mover los flujos de información, por símismo, no es suficiente para tomar las opor-tunidades para el desarrollo que sí ofrece elconocimiento” (Guttman, 2003:1).

Esta denominación, sin embargo, tam-bién ha sido blanco de señalamientos bajoel argumento de que no puede hablarse deella cuando existen amplias y sólidas evi-dencias de una baja incorporación de di-versidad cultural en muchísimos campos.“Quizá la poca participación y representa-ción de las diversas culturas en la llamadasociedad del conocimiento podría llevar-nos a concluir que ésta no existe” (GarcíaCanclini, 2006: 192).

La cumbre mundial, sin embargo, os-ciló entre esas dos fórmulas. La tercera,Sociedad de la Comunicación, obtuvo es-caso respaldo y resultó, por lo tanto, invi-sibilizada, a pesar de la activación de laCampaña CRIS (Communication Rightsin the Information Society (Derechos deComunicación en la Sociedad de laInformación, en español)⁶, la cual estuvodirigida a impulsar la participación de dis-tintos actores de la sociedad civil y a ge-nerar opinión desde la perspectiva socialdel derecho a la comunicación.

Y ello no es asunto menor, pues, comoexpone Wolton (2006), una sociedad de lainformación no es una sociedad de la co-municación; por el contrario, creer que lainformación crea la comunicación es re-ducir ésta última al desarrollo técnico y,por lo tanto, contribuir con el reforza-miento de una ideología que tiende a ins-trumentalizarla, consideraciones que seavienen con el pensamiento de Heidegger.

La sociedad de la información es un tér-mino de varias fisonomías. Pudiera serdescrito como una moneda incusa, con lamisma imagen –anversa y reversa– porcada lado. Gracias a su centro motor, cons-tituido por un desarrollo tecnológico cre-ciente y exponencial, una faz nos muestraun fenómeno revestido de transparencia.Otra, paradójicamente, nos presenta unrostro opaco, una suerte de destino inexo-rable o pensamiento único conformador.

Para algunos, la contemporaneidadconstituye el estadio inicial de una socie-dad virtual cooperativa o ágora electrónicadonde los intercambios de saber permiti-rán “la evaluación multicriterio en tiemporeal de una enorme cantidad de proposi-ciones, de informaciones y de procesos encurso…el lugar de una nueva forma de de-mocracia directa a gran escala” (Levy,2004: 46).

Porque no todo -o no sólo- es carao cruz, otras miradas podrían

detenerse en el canto, de bordesimprecisos y rugosos. El sugestivovelo que recubre la sociedad de lainformación, ondulante y poroso,

la pone frente a nuestros ojos comoun espacio-tiempo fragmentado,

caleidoscópico, de difícilaprehensión, pero si algunas

características pueden definirla sonla diversidad y el desequilibrio

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Según otros, sin embargo, el mundo queviene perfilándose es “de bienestar y posi-bilidades ilimitadas para pocos y de penu-ria y privación para muchos, en el que seexpanden con la misma celeridad las nue-vas tecnologías y las viejas y nuevas for-mas de la pobreza y la exclusión social”(Torres, 2005: 16).

En las consideraciones precedentes defascinación o condena, en la expresión deGómez Mont (2002), se dejan ver los ex-tremos señalados por Miguel de Moragasque no dejan lugar para otras interpreta-ciones. Y ello no luce apropiado cuando delo que se trata es de un escenario donde serevelan cambios importantes en el ordencultural-comunicativo [Bisbal y Nicode-mo (2007)], un entorno que, como señalaPineda (2005), está urgido de otras apre-ciaciones como las que podría brindar lahermenéutica.

Porque no todo –o no sólo– es cara ocruz, otras miradas podrían detenerse en elcanto, de bordes imprecisos y rugosos. Elsugestivo velo que recubre la sociedad dela información, ondulante y poroso, lapone frente a nuestros ojos como un espa-cio-tiempo fragmentado, caleidoscópico,de difícil aprehensión, pero si algunas ca-racterísticas pueden definirla son la diver-sidad y el desequilibrio.

Al aproximarnos a su comprensión, aun-que se deben tomar en consideración tantolas bondades que traen consigo las innova-ciones tecnológicas, como las inequidadespresentes en su implantación social, nos pa-rece interesante sobre todo detenernos enlas transformaciones de las prácticas de co-municación que vienen emergiendo, espe-cialmente en las nuevas formas de media-ción basadas en el uso de aplicaciones queotorgan a los antiguos emisores capacida-des de emisión y, por lo tanto, de participa-ción y diálogo (Urribarrí, 1999).

Como advierte Bisbal (2005:74), elecosistema comunicativo en el que nosdesenvolvemos está urgido “de una teoríasocial que dé cuenta de cómo los mediosestán siendo tan constitutivos y tan consti-tuyentes de lo que hoy somos”. Quizás lahermenéutica pueda permitirnos una lec-tura más de acuerdo o en sintonía con sunaturaleza, pero este envite, el de exami-nar la sociedad de la información desdesus presupuestos, implica, en primer lugar,detenerse en ella como posibilidad.

La hermenéutica: orígenes

Coinciden varios estudiosos en que eltérmino hermenéutica es de reciente data.Aparece en el año 1654 para designar una

disciplina o método filológico dirigido a lacorrecta interpretación de textos (GómezRamos, 2000), de allí que generalmente sele conozca como la ciencia o el arte de lainterpretación. Sin embargo, a pesar de surelativa novedad, sus raíces se hunden pro-fundamente en la historia de la filosofíaoccidental. Al lado del tratado aristotélicodel mismo nombre ubica Hans-GeorgGadamer (Grondin, 1999) el concepto dehermenéutica, el cual –destaca– tiene laconnotación universal de traducción.

Según autores como Ferraris (2000),los orígenes del término se ubican en laGrecia antigua donde el arte de la inter-pretación –hermeneutike techné– desig-naba la actividad de los dioses que lleva-ban sus mensajes a los humanos. De allíque, etimológicamente, la hermenéuticase vincule con Hermes, el dios griego delos viajeros, de los oradores y literatos; delos inventos y el comercio. Como traduc-tor, Hermes es el intérprete que cruza lasfronteras entre los extraños.

Desde sus inicios y hasta finales del sigloXIX, la hermenéutica fue considerada unaespecie de doctrina destinada a indicar loscriterios para una correcta interpretación,una disciplina cuyo interés estaba dirigidoa normar procedimientos a fin de prevenirarbitrariedades en la exégesis o explica-ción, vale decir, los malos entendidos. Esasí como a través de la historia, particular-

mente a partir del Renacimiento, se van a irconociendo tendencias o ramificaciones deésta, vinculadas con el uso que se hizo deella como especie de ciencia o técnica au-xiliar para la lectura de textos teológicos, ju-rídicos y literarios.

De acuerdo con Grondin, lo que marcaeste, llamémoslo así, primer período his-tórico, es que la hermenéutica estuvosiempre ligada a un sentido metodológico,a un cierto quehacer instruccional. En suIntroducción a la hermenéutica filosófica,el investigador canadiense subraya queaunque ésta es deudora de una larga y ricatradición, no se debe presentar su desarro-llo “a modo de un proceso teleológico quehabría surgido en la antigüedad para con-tinuar a lo largo de la Reforma y delRomanticismo hasta cumplirse finalmenteen la hermenéutica filosófica” (1999: 21).

Entre los hermeneutas son conocidaslas diferencias de criterio entre Grondin yFerraris. Sin embargo, ambos coinciden alseñalar que es durante el Romanticismocuando se marcará un nuevo giro con au-tores como Scheiermacher (1768-1834)quien, frente a los principios de laIlustración, según los cuales la interpreta-ción tiene lugar sólo con intenciones acla-ratorias, en los casos de textos oscuros,propone un concepto antropológico,según el cual los otros constituyen un mis-terio. Gracias a este cambio de percepción,la hermenéutica parece llamada a interve-nir en cualquier tipo de intercambio desentido y/o significación, pues todo com-prender es a su vez un interpretar.

Con Dilthey (1833-1911), seguidor deScheiermacher –que comienza a pregun-tarse por el mundo de la vida como el ám-bito donde se juegan las dimensiones afec-tivas y volitivas, además de las meramentecognitivas– la crítica al cientificismo abrepaso a “una concepción de la realidad (…)liberada del ‘atomismo’ moderno, quepermite pensar tanto la constitución de losindividuos como su acción e interacciónsocial” (Gómez Ramos, 2000: 13). A él sedebe haber prestado atención a la facultadhumana de conectar la diversidad en un es-fuerzo de comprensión que nunca puedeabarcarse del todo y a la que sólo se accedepor una práctica interpretativa.

En sus comentarios al texto de Dilthey,escribe Gómez Ramos (2000: 74):

El proceso de comprender abarca la totali-dad de la vida; es una estructura previa quedefine nuestro propio estar-en-el-mundo, y lainterpretación de textos escritos es un casoparticular y privilegiado de ese proceso (…)la hermenéutica no es una simple técnica in-

Desde sus inicios y hasta finales del siglo XIX, la hermenéutica fue considerada una especie de doctrina destinada a indicar los

criterios para una correcta interpretación, una disciplina cuyo interés estaba dirigido a

normar procedimientos a fin de prevenir arbitrariedades en la

exégesis o explicación, vale decir, los malos entendidos

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terpretativa, sino que atañe a la filosofía y alser humano en general (…) el giro que daScheiermacher, por el que la hermenéutica setransforma en filosófica, es que, a partir deél, la relación entre un lector y un texto de-viene objeto de una investigación que tiendea explicarlo, no en las reglas de su desarro-llo sino, sobre todo, en su significado para ladefinición misma de la esencia del hombre.

Según Grondin (1999), Dilthey amplíael campo hermenéutico, pero, segúnFerraris (2000), en él permanece un posi-tivismo escondido puesto que se consideraposible la sustracción del intérprete delpeso del prejuicio.

La hermenéutica filosófica

A pesar de estos criterios encontradosde Ferraris y Grondin, lo que parece que-dar medianamente claro a este punto delrecuento, y en ello coinciden ambos in-vestigadores, es que una cosa era la her-menéutica, a secas, y otra la hermenéuticafilosófica que, a partir de Scheiermacher,deja de ser considerada una metodología,técnica o ciencia auxiliar, para “imponersede la interpretación como cuestión funda-mental de la filosofía”. Gómez Ramos(2002:371).

Sus registros, obviamente deudores desu prolongada y fructífera tradición, seubican a principios del siglo XX. ¿Quiény cómo propició este paso? Al referirse aesta cuestión, tanto Grondin como Ferrarisseñalan a Martin Heidegger (1889-1976)como el puente, como el maestro que sentólas bases para que su alumno, Hans-GeorgGadamer, se erigiera posteriormente comoel fundador y máximo exponente de la fi-losofía hermenéutica.

Aunque Grondin (1999) asegura que lafilosofía de Gadamer no parte de la obramagna de Heidegger –El ser y el tiempo,de 1927– sino de reflexiones iniciales delpensador, es en ese texto donde éste nosólo propone que todo el conocimiento eshistórico, sino que “hermenéutica es nues-tra existencia entera, en cuanto que noso-tros mismos somos parte de aquella tradi-ción histórica y lingüística que converti-mos en tema de las ciencias del espíritu”(Ferraris, 2000: 15), noción que abrirá elpaso a la transformación de esta corriente.

Es de esta consideración radical quesurge la convicción de que la tradición nopuede ser objetivada, puesto que no hayuna tal fuera del sujeto. Esto, que podríaconsiderarse una limitación, más bien co-mienza a entenderse como una posibili-dad, ni más ni menos que la de reconocer,en contra de los supuestos positivistas, el

condicionamiento contextual e históricodel conocimiento.

Pero aunque la empresa filosófica her-menéutica hubiese sido imposible sinHeidegger, esta comienza propiamente demanos de quien es considerado su alumnomás destacado, Hans-Georg Gadamer,como fue reconocido por el mismoHeidegger (Grondin, 1999).

Autores como Colom y Mélich, (2003)al hablar de la irrupción de la hermenéu-tica se refieren al fin de la metafísica y alarribo de una filosofía narrativa deudorade la conocida frase de FriedrichNietzsche: “no existen hechos, sólo inter-pretaciones”. Es a partir de ese momentocuando cobra vida una concepción del serhumano que presenta y recibe al mundocomo un relato, como un texto infinito es-crito a medida que se va leyendo en un pro-ceso infinito también.

Una reflexión explícitamente herme-néutica –señala Grondin (1999) – lleva elsello de la modernidad, marca que, comosostienen Colom y Mélich (2003), le co-rresponde también a las filosofías narrati-vas. A partir de Nietzsche y Habermas, es-tablece Grondin (1999:41) “la modernaimagen del mundo se caracteriza por com-prenderse a sí misma como perspectivista”.

Para los hermeneutas las imágenes delmundo no son simple duplicados de la rea-lidad, sino interpretaciones pragmáticas

de éstas, implícitas en nuestra relación conel entorno. Fue mérito de JurgenHabermas –reconoce Grondin– resaltarque nuestro saber se sabe a sí mismo encuanto saber y por eso en tanto interpreta-ción del mundo.

Los pensadores inscritos en esta co-rriente filosófica postulan que la teoría dela interpretación, como califica precisa-mente Vattimo a la hermenéutica, permitevislumbrar que la verdad no se da comoevidencia objetiva de un mundo dado fuerade nosotros, sino como construcción ac-tiva en la cual el sujeto interviene con suspresupuestos y paradigmas. En tal sentido,una duda tiene lugar, tal y como la expresaGrondin, ¿No es acaso el perspectivismouna perspectiva entre otras? Esta posición,que indica desconfianza y sospecha, tienesin embargo el extraordinario poder críticode rechazar pretensiones de conocimientounívocas y totalizadoras.

Los supuestos de H-G Gadamer

Hans-Georg Gadamer (Marburgo,1900 – Heidelberg, 2002), es el filósofomás destacado y reconocido de la segundamitad del siglo XX. Vio transcurrir casitodo el siglo en Heidelberg, ciudad en laque vivió y en cuyas universidades enseñódesde 1949. Alcanza resonancia interna-cional a partir de la publicación de la quees considerada su obra cumbre, Verdad yMétodo, en 1960. No obstante, su pensa-miento alcanzó una difusión cada vez másextensa con la aparición de innumerablesescritos posteriores, dedicados a desarro-llar o a complementar sus planteamientosiniciales.

El conjunto de su obra fue recogido en1995 en diez amplios volúmenes, al cualsiguió un estudio complementario, publi-cado en el año 2000 con motivo de su cen-tenario, titulado “De la palabra al con-cepto”. Posteriormente otros ensayossuyos, dedicados a diferentes temas, fue-ron compilados y editados por JeanGrondin quien, además de especializarseen el estudio de su obra, ha sido su bió-grafo.⁶

Verdad y Método es un monumento delpensar de dos tomos de extensión. Fue pu-blicado cuando el autor tenía 60 años, locual significa que su elaboración ocupó lamayor parte de la existencia de un hombreque superó el siglo de vida, dado que vivió102 años. El foco de sus disquisiciones esla problemática de la comprensión en todasu generalidad y su amplitud, como rasgoconstitutivo del ser humano, lo cual des-borda con mucho –aunque obviamente lo

Para los hermeneutas las imágenes del mundo no son simple

duplicados de la realidad, sino interpretaciones pragmáticas de

éstas, implícitas en nuestra relacióncon el entorno. Fue mérito de Jurgen Habermas -reconoce

Grondin- resaltar que nuestro saberse sabe a sí mismo en cuanto saber y por eso en tanto interpretación

del mundo

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aborda – el campo vinculado con la pro-blemática epistemológica referida al esta-tuto específico de las Ciencias del Espíritu,por oposición a las Ciencias Naturales(Vigo, 2002).

Crítico de los enfoques metodológicosprevalentes en su época, que intentaban mo-delar el método de las ciencias humanas enrelación con el método científico, el pensa-dor de Marburgo sostiene que el ser hu-mano, inserto plenamente en la cultura ehistoria de su tiempo y lugar, tiene una con-ciencia históricamente moldeada y, por lotanto, está plenamente formado por ellas.

La hermenéutica de Gadamer ha sidoelaborada en “forma de una teoría de lacondición histórica (…) omnipresente ennuestra experiencia” (Grondin, 1999:21).Es por esta razón que el pensamiento con-temporáneo se vuelve hacia la hermenéu-tica; en primer lugar, para reencontrar lahistoricidad olvidada durante la vigenciadel estructuralismo, pero también –y sobretodo– porque la interpretación supone unevento dialógico en el cual los interlocuto-res participan como iguales y salen modi-ficados mutuamente “dentro de un hori-zonte tercero, del cual no disponen, sino enel cual y por el cual son dispuestos”(Vattimo, 1991: 62).

Es esa noción, la de horizonte, apare-cida inicialmente en Verdad y Método,una de las claves de su filosofía. A ella,propone el filósofo, pertenecen tanto elobservador como el observado; por lo tan-to, un texto comprende una fusión de ho-rizontes en la que el lector encuentra lavía que la historia del texto articula en re-lación con su propio trasfondo cultural ehistórico.

Cuando leemos un texto logramos compren-der sólo en la medida en que volvemos hacialo que vamos leyendo desde el esbozo antici-pativo de una cierta totalidad de sentido.Pero tal esbozo anticipativo sólo resulta po-sible a partir de la situación histórica y fác-ticamente determinada en la cual el procesode comprensión se encuentra siempre ya en-raizado, pues es desde ahí desde donde sur-gen las preguntas, la motivación inicial y losintereses con que nos aproximamos al texto.(Vigo, 2002: 243).

Frente a la pretensión cientificista depresentar a la comprensión como un pro-ceso aséptico despojado de presupuestos,base de la llamada ciencia positiva,Gadamer plantea una concepción del com-prender basada en la temporalidad y en lafinitud constitutivas del ser humano. Todainterpretación –expresa Gadamer ade-más– parte de una comprensión previa, de

unas estructuras previas de pre-compren-sión, vale decir, de presupuestos o prejui-cios constituidos por la memoria histó-rico-cultural. El sujeto que comprende noes una vasija vacía, sino un ser marcadopor una tradición.

El hombre no es dueño de la historia,dice Gadamer, sino que pertenece a ella; esella la que le dota de pre-juicios. Visto así,el prejuicio queda develado como algo, nosólo constitutivo del ser humano, sinocomo el elemento que reivindica las no-ciones de autoridad y tradición, ya que sonellas las que le confieren sentido a los jui-cios previos.

En realidad –sostiene Gadamer– “lalente de la subjetividad es un espejo de-formante. La autorreflexión del individuono es más que una chispa en la corrientecerrada de la vida histórica. Por eso losprejuicios de un individuo son, mucho másque sus juicios, la realidad histórica de suser”. (1999:344) (Cursivas en el original)

Si acordamos con el filósofo, entonces,“todo intento de acceder al significado his-tóricamente mediado de un modo comple-tamente neutro desde el punto de vista mo-tivacional, y libre de toda presuposicióninterpretativa, se revela necesariamentecomo utópico y ciego para el aspecto irre-ductible de historicidad que signa a todacomprensión” (Vigo, 2002:243).

Para Gadamer, la Ilustración idolatra el

conocimiento libre de prejuicios, (siendoel prejuicio contra los prejuicios un pre-juicio ilustrado); la hermenéutica, por elcontrario, no sólo les reconoce su legiti-midad, sino que llama la atención sobre lanecesidad de hacerlos conscientes. La au-toridad –apunta el filósofo– puede ser unafuente de prejuicios, pero también de ver-dad, por lo tanto es válido atribuirle un re-conocimiento, mas no obediencia ciega.

Es por ello que la interpretación, si biense efectúa desde una situación presentejunto con el horizonte que la define, deter-mina también un horizonte de compren-sión; en otras palabras: una fusión de ho-rizontes. Obviamente, este criterio de-rrumba la aspiración de distanciación quepretende el criterio de objetividad del lla-mado conocimiento científico.

Actualidad de la hermenéutica:algunas nociones clave

Como observamos, una noción centralen la hermenéutica de Gadamer es, enton-ces, la tradición, la cual se despliega enVerdad y Método para señalar su interde-pendencia con la cosa misma, siendo éstaaquello que comprende e interpreta la her-menéutica.

“…lo que nos permite comprender la cosamisma es la tradición, pero, al mismo tiempo,no se trataría de algo distinto a ésta. Es uncírculo en el que comprendemos a la tradi-ción desde ella misma; un círculo herme-néutico en donde, de algún modo compren-demos ya aquello por lo que preguntamos yen donde la pregunta sólo puede emergerdesde una determinada pre-comprensión ydesde un determinado horizonte”.(González Valerio, 2003:87).

Toda interpretación se da, pues, en ydesde un horizonte determinado por la tra-dición –que es histórica– y los prejuiciospresentes en la pre-compresión. Tal ycomo lo señala el filósofo:

El horizonte es más bien algo en lo que ha-cemos nuestro camino y que hace el caminocon nosotros. El horizonte se desplaza alpaso de quien se mueve. También el horizontedel pasado, del que vive toda vida humana yque está ahí bajo la forma de la tradición, seencuentra en perpetuo movimiento” (Gadamer, 1999: 375)

Para Gadamer, reconocer el horizontees reconocer los límites en los que se dacada presente, pues cada momento histó-rico está determinado por una apertura, asu vez, histórica. “Las aperturas, los hori-

Para Gadamer, la Ilustración idolatra el conocimiento libre

de prejuicios, (siendo el prejuiciocontra los prejuicios un prejuicioilustrado); la hermenéutica, porel contrario, no sólo les reconoce su legitimidad, sino que llama

la atención sobre la necesidad dehacerlos conscientes. La autoridad–apunta el filósofo– puede ser unafuente de prejuicios, pero tambiénde verdad, por lo tanto es válido

atribuirle un reconocimiento, mas no obediencia ciega

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zontes, no son nunca cerrados (…) el textoy el intérprete poseen su propio horizonte,el cual, por ser abierto, permite una fu-sión”. González Valerio (2003:95).

Por el camino que señala esta noción,hacia una ética de la interpretación abiertaa la alteridad, a la diversidad y a lo múlti-ple, nos luce no sólo pertinente, sino ac-tual, una aproximación hermenéutica a lasociedad de la información. Pero veamosqué queremos decir con actual cuando ha-blamos de filosofía.

La virtual omnipresencia del fenómenointerpretativo es la característica que,según Grondin (1999), le otorga a la her-menéutica el lugar de prima philosophiade nuestro tiempo. En ello, este investiga-dor coincide con Vattimo (1991) quien se-ñaló que gracias a las contribuciones deGadamer, ésta se había convertido en lanueva koiné o idioma común dentro de lafilosofía y la cultura contemporáneas.

Frente a estas consideraciones, algunosautores advierten que el de actual es un tí-tulo que cualquier filosofía debería acep-tar con un gesto de incomodidad, sobretodo en una época que tiende a sobreesti-mar lo efímero.

No obstante, si la filosofía, como pos-tulara Hegel, es el tiempo captado en elpensamiento⁷, “captar el tiempo es, tam-bién, captar sus tensiones, sus contradic-ciones y, desde luego, todos los diferentestiempos que conviven en un momento pre-sente y que lo hacen, por ello, histórico”(Gómez Ramos, 2002: 368).

Si la hermenéutica está llamada a ser lafilosofía de nuestro tiempo, lo hace, en-tonces, tanto como espacio de acogidapara una serie de problemas, actitudes yperspectivas de diverso origen, tanto comolugar de tensión y contradicción deltiempo mismo. Porque ella tampoco esuna sinfonía monocorde, como evidencianlos intensos debates que se producen entorno al legado de H-G Gadamer y sobrelas vías que, en compañía de su pensa-miento, podemos transitar en nuestra con-temporaneidad.

Justamente en un libro con ese título–El legado de Gadamer– se recoge un tra-bajo homónimo de Grondin en el que el in-vestigador da cuenta de la indecisión deese legado; vale decir, de su carácter mul-tívoco pues, mientras algunos “se pregun-taban si la hermenéutica de Gadamer nocaía en un relativismo total (…) por otrolado, autores postmodernos lo criticanprecisamente porque no es bastante relati-vista o historicista” (2003: 18).

Grondin mismo interviene en el debatey, apostándole a fondo a los principios her-

menéuticos, replica con una pregunta: ¿esque acaso se debe mantener esta ambigüe-dad o tratar de resolverla? Personalmente,apunta, “creo que Gadamer ha queridomantenerla o, en otras palabras, guardartodas sus puertas abiertas” (2003: 19).

Y es que sólo lo multívoco se puede in-terpretar, ha dicho el pensador alemán(1998b:75). E interpretar –lo seguimos–no es explicar, es comprender; no es seña-lar hacia un objetivo, sino hacia un espa-cio abierto que puede rellenarse de modosdiversos. La hermenéutica, ha escritoGabilondo, en el prefacio a una de susobras, “es una búsqueda de palabras nue-vas, una relectura de las dichas, un balbu-ceo ante el exceso de lo que habría que de-cirse”. (En Gadamer, 1998b:36).

Según Grondin, la fusión de horizontestiene una significación oscilante en Verdady método, pues es al mismo tiempo algo quepermite la visión y que la limita: “hay el ho-rizonte que encoge o estrecha el entender(y del cual se puede ser prisionero), perohay también el horizonte que nos permiterelativizar esta limitación” (2003:20).Acercarse al texto sin abandonar su propiohorizonte es donde radica tal fusión, deslizapor su parte Aguilar (2005).

Es aquí, en el entrecruce de las nocio-nes de tradición y fusión de horizontes,donde cobra fuerza otra categoría impor-tante de la filosofía gadameriana: la for-

mación o bildung⁸, pues es ella la que per-mite ganar o ampliar un horizonte, lo cualquiere decir “aprender a ver más allá de locercano y de lo muy cercano, no desaten-derlo, sino precisamente verlo mejor inte-grándolo en un todo más grande y en pa-trones más correctos”. (Gadamer, 1999:376).

En el texto citado, sobre el legado deGadamer y sus vías, el académico cana-diense explica y fija posición:

“Ganar horizonte quiere decir, entonces,que se puede ver más allá de lo cercano y delo muy cercano (…) Si hubiera que decidirseentre dos lecturas de la hermenéutica, la quese concentra en sí, que se repliega sobre laparticularidad, celebrando la diferencia, y laque promete más universalidad, más hori-zonte, creo que optaría por la segunda”.(Grondin, 2003: 20)

Llegados a este punto, y teniendo pordelante el reto de profundizar en las no-ciones de tradición, fusión de horizontesy formación, nos parece apropiado afir-mar que la sociedad de la información,donde las tecnologías contribuyen con laconformación de una realidad caótica,fragmentada, múltiple y difusa, bien po-dría servirse de una lectura hermenéuticaque dé cuenta y ahonde en los desequili-brios y reacomodos sociales derivados dela globalización y las consecuencias deéstos para el ejercicio de una convivenciademocrática.

Diálogo/formación

El árbol de la información, ha dichoWolton (2006), siempre oculta el bosquede la comunicación, una noción que aludea un intercambio democrático y exige elreconocimiento del otro. Ello, dice GarcíaCanclini (2006), es el núcleo de la socie-dad del conocimiento y el punto clave enel que se articulan las problemáticas de ladiferencia y la conexión. Podemos conec-tarnos con los otros para obtener informa-ción, pero conocerlo y aceptarlo –afirma–pasa por tratar con su diferencia.

Para esta tarea, clave en la construcciónde una convivencia democrática, el diá-logo –otra categoría clave en el pensa-miento de Gadamer– señala una apertura,una ruta de lectura que invita y conduce apensar la hermenéutica desde la alteridad(Aguilar, 2004a), pues este proceso dedoble vía que recorren activamente dos su-jetos, aparece marcado por la formaciónque, en palabras del maestro de Marburgo(1998a:130), significa ni más ni menos

De acuerdo con su origen etimológico (Bohm, 1996) diálogo

proviene del griego dialogos, términocompuesto por la partícula logos, que

entre otras acepciones tiene la depalabra, y el prefijo dia, que significaa través de. Se infiere entonces que setrata de una corriente de significadosque fluye entre los implicados en él,de la cual emerge una comprensióninexistente al inicio del intercambioque se convierte en el vínculo entre

los interlocutores

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que “poder contemplar las cosas desde laposición del otro (…) entender al otrodesde sus puntos de vista”. Las cursivasson nuestras.

De acuerdo con su origen etimológico(Bohm, 1996) diálogo proviene del griegodialogos, término compuesto por la partí-cula logos, que entre otras acepcionestiene la de palabra, y el prefijo dia, que sig-nifica a través de. Se infiere entonces quese trata de una corriente de significadosque fluye entre los implicados en él, de lacual emerge una comprensión inexistenteal inicio del intercambio que se convierteen el vínculo entre los interlocutores.

Visto así, el diálogo pareciera una rela-ción llana, sencilla, pero lo cierto es que surealización está llena de obstáculos, comose deduce de las preguntas que formulaAguilar (2005): ¿Cómo escapar de la ilu-sión de la comprensión cabal de nuestrointerlocutor y del escepticismo de que al-guna vez realmente nos entenderemos?,¿Cómo ubicarse ante ambos extremos?

En un intento de respuesta, la herme-neuta mexicana se vale de la eumeneiselenchois socrática, a la manera como hasido abordada por Gadamer, y señala quees “la inspección de mi propio horizontede interpretación lo que me permitirá re-conocer a mi interlocutor como diferentede mí, evitando la autoproyección”(2005:74). En otras palabras, que es el otro–reconocido en su alteridad– quien nospermite distinguir nuestro propio hori-zonte.

De allí que la escucha, en el verbo deAguilar (2004b), sea no sólo una virtud enla que uno se forma, sino un saber que per-mite identificar al otro en su diferencia es-pecífica. No implica necesariamente laanulación de nuestros puntos de vista, sinoun esfuerzo consciente por integrar sinviolencia el punto de vista del otro o de laotra. Escuchar –asevera– es el arte deconstruir las diferencias, arte central parala democracia.

Según algunos autores, gracias al usode las herramientas interactivas de relati-vamente bajo costo, hoy es posible ponersobre el tapete cuestiones que los mediostradicionales no abordan e, incluso, cam-biar la agenda pública (de Ugarte, 2007);sin embargo, no deja de ser paradójico queen tiempos de globalización informática“la desinformación represente un pro-blema para la democracia” (Aguilar,2004b:38).

Independientemente del desarrollo delas mediaciones tecnológicas, cabe tenerpresente que el acto comunicante es “elprimigenio núcleo relacional alrededor

del cual se forman las estructuras sociales”(Pasquali, 2007:17). En efecto, gracias alos nuevos desarrollos, grupos y sectorestradicionalmente invisibilizados (ecolo-gistas, indígenas, mujeres, entre otras mi-norías) comienzan a hacer oír su voz, a en-contrarse, a relacionarse y a proponer ac-ciones colectivas. Aunque ello sin duda esimportante, es evidente la asimetría entreel alcance de estos medios y mensajesfrente al sistema global de comunicación.Más voces en el escenario, podríamos con-cluir, no garantizan per se el reconoci-miento social que pretenden ni el diálogoque implica y requiere una justa y equili-brada convivencia.

De la mano de los hermeneutas, perotambién de la crítica, el análisis nos con-duce a otros senderos. Quizás aquellos quenos lleven a proponer otro adjetivo más deacuerdo con la sociedad a la que se aspira:Una sociedad de la formación. Vale decir,del diálogo. Que es habla, pero también es-cucha.

■ Raisa Urribarrí Profesora e investigadora de laUniversidad de Los Andes en lasáreas de Comunicación, Educacióny Nuevas Tecnologías de laInformación y la Comunicació[email protected]

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Notas

1 Este ensayo es un primer avance del proyecto deinvestigación NURR-H-407-07-09-B avaladopor el CDCHT de la ULA. Se presentó una sín-tesis como ponencia en la VI Bienal Iberoame-ricana de Comunicación realizada en la Uni-versidad de Córdoba (Argentina) en septiembrede 2007. La autora agradece la orientación deldoctor Aníbal Rodríguez, estudioso de la obra deH-G Gadamer.

2 En el ámbito latinoamericano, un proyecto cier-tamente pionero fue el promovido por laFundación Redes y Desarrollo, dedicado a la ex-perimentación de una metodología articuladorapara comunidades virtuales dirigida a estudiar elimpacto social de la Internet. http://www.funre-des.org/mistica/castellano/resena_mistica.html

3 Lo cual no sorprende debido a la larga tradiciónque tiene la filosofía como fuente para las teoríasde la comunicación.

4 Esta es una categoría filosófica compleja que nonos proponemos desarrollar en el contexto deeste ensayo preliminar. No obstante considera-mos prudente ofrecer esta cita textual: “El fe-nómeno fundamental de la Edad Moderna es laconquista del mundo como imagen. La palabraimagen significa ahora la configuración de laproducción representadora (…) Para esta luchaentre visiones del mundo y conforme al sentidode la lucha, el hombre pone en juego el poder ili-mitado (…) Es con esta lucha entre las visionesdel mundo con la que la Edad Moderna se in-troduce en la fase más decisiva y, presumible-mente, más duradera de toda su historia”.(Heidegger, 1998: 77).

5 Para mayor información sobre la campaña sepuede visitar el sitio http://lac.derechos.apc.org/wsis/cris.shtml

6 Grondin, Jean (2000): Hans-George Gadamer.Una biografía. Barcelona: Herder Editorial.528pp.

7 “La filosofía registró igualmente la específicatorpeza de la inteligencia para tomar concienciade la novedad de lo real, una jadeante lentitud queHegel veía perfectamente representada en elbúho de Minerva, que siempre llega tarde a cons-tatar el fait accompli” (Pasquali, 2007:297).

8 Los traductores de Verdad y Métodoapuntan: “Eltérmino alemán Bildung, que traducimos comoformación, significa también la cultura que poseeel individuo como resultado de su formación enlos contenidos de la tradición de su entorno.Bildung es, pues tanto el proceso por el que seadquiere cultura, como esta cultura misma encuanto patrimonio personal del hombre culto”.(1999: 38)

Referencias

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Introducción

La definitiva importancia social delcine venezolano se perfiló, aún más, luegode la muerte del tirano en 1935. A partir deese momento su evolución fue progresivahasta que no hace más que brillar en la dé-cada de los años setenta y principios de losochenta. También en ese periodo el cinecriollo coexistió junto con otras variopin-tas actividades culturales como el teatro yla música, propias de un país signado porparticulares características socio-políticasque trascendían incluso sus fronteras paraadentrarse en suelos latinoamericanos.

En este escenario se comienza a estu-diar al cine no sólo como un medio de ex-presión artístico, sino también como in-dustria, y en consecuencia, como una delas industrias culturales, entre las que seforjaron con mayor importancia los me-dios de comunicación social. Así, el cineya no volvería a su estado embrionario,pues para sobrevivir debía seguirle el pasoal desarrollo de un país que se presentócomo un auténtico territorio susceptible degenerar envidia entre sus coterráneos máscercanos.

Un estancamiento más económico quepolítico, sin embargo, llevó al cine nacio-nal al límite de la desaparición hasta que,luego de intensas y prolongadas luchas,los cineastas venezolanos lograron el co-metido que se habían propuesto por tantosaños: la puesta en marcha de una legisla-ción que haría lo imposible por volver a in-yectarle vida a una actividad que ante los

¡Luces, Cámara, Revolución!

ResumenEn medio de un panorama de profundos cambios en el ámbitocomunicacional y cultural del país, la actividad cinematográficanacional no ha sido sino un reflejo más de la dinámica en torno apolíticas públicas que lleva a cabo el Gobierno Nacional de losúltimos años. Así, la polarización política también ha tocado el senode uno de los gremios más antiguos y combativos de la culturavenezolana, perfilándose como un bastión esencial sobre el cual sevislumbra una tendencia hacia la exclusión de quienes todavía noentienden hacia dónde va la llamada “democratización” del cine enel país

AbstractIn the middle of a scenario of deep changes in the communicationaland cultural scope of the country, the national cinematographicactivity has not been but another reflection of the dynamics aroundpublic policies that the National Government of the last years hascarried out. Thus, the political polarization has also touched the coreof one of the oldest and combative guilds of the Venezuelan culture,being outlined like an essential bastion on which there is a glimpseof a tendency towards the exclusion of those who still don’t understandwhere the “democratization” of the cinema in the country is headingtowards to

■ Andreína Guenni Bravo

El séptimo arte venezolano en tiempos de cambios

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ojos de muchos había perdido su valor,tanto en sentido estético como en términoscomerciales.

Los resultados no fueron tan perdura-bles como se esperaba y el cine criolloentró nuevamente en un estado de letargo.No sería sino 12 años después de aquellaprimera legislación cuando el séptimo artedel país volvería a tomarse en cuenta. Y¡en qué momento! La llegada de HugoChávez al poder trajo consigo toda una re-vuelta nacional, y en este sentido la revo-lución se ha encargado, desde entonces, deadentrarse en todos los ámbitos de la vidasocial del ciudadano común, y la esferacultural no ha sido la excepción.

Organizadas ahora en plataformas,todas las áreas del quehacer cultural na-cional reciben una importante suma de di-nero como parte de su presupuesto anualpara el desarrollo de innumerables pro-yectos. La Plataforma del Cine y elAudiovisual es una de las que cuenta conmás recursos, y por lo tanto, es una de lasmás complicadas de manejar. Una nuevagama de experiencias de políticas públicasen materia de comunicación y cultura en-cauzan ahora las actividades que antaño seregían por otro sistema político o, por lomenos, otros ideales de país.

Los últimos años de gestión presiden-cial, sobre todo los que transcurrieron entre1999 y 2006, han estado sellados por el pro-ceso bolivariano que encabeza el EjecutivoNacional, al igual que como lo ha estado laactividad cinematográfica nacional. Así, sehace menester elaborar una suerte de diag-nóstico sobre el tema, de cara a estudios si-milares que se han hecho en torno a la radioy la televisión ante la aparición de la Ley deResponsabilidad Social en Radio yTelevisión (Resorte); más aún cuando en2005 se llevó a cabo la reforma de la Ley dela Cinematografía Nacional.

Nuevas propuestas, visones encontra-das, situaciones de conflicto, intentos dediálogo… son sólo algunas de las caracte-rísticas de los nuevos tiempos del cine na-cional, tiempos de profundos cambios so-ciales, políticos y económicos que estánafectando de forma directa y decisiva eldesarrollo de la actividad cinematográficanacional y que no están sino permitiendovislumbrar un futuro incierto en torno altema. En fin, las siguientes líneas versansobre el séptimo arte venezolano en tiem-pos de cambios.

Actor principal: ¿el Estado?

Desde que Juan Vicente Gómez y suhermano Efraín abrieron los Laboratorios

Nacionales o Maracay Films en la CiudadJardín en 1929, el Gobierno Nacional haestado involucrado no sólo en los aportespara infraestructura, sino en general, entoda la actividad cinematográfica, sobretodo para el financiamiento de su produc-ción; se entienda o no como una actividadindustrializada. A la muerte del caudillodecimonónico quien, pese a varios alza-mientos, había mantenido al país en silen-cio por 27 años, aparece en el tapete cine-matográfico nacional Estudios Ávila, fun-dada por Rómulo Gallegos durante su pe-riodo presidencial, hasta que otra empresaocupa el papel protagónico en materia ci-nematográfica: Bolívar Films, registradacomo compañía anónima el 14 de octubrede 1943. Con esto se da inicio a una etapade dependencia bilateral característica dela actividad cinematográfica de esetiempo: por una parte subordinada por losencargos oficiales y, por la otra, por el cre-ciente sometimiento a los trabajos publici-tarios que, dada la escasez de producciónde largo metrajes y otros trabajos de corteindependiente, era lo que mantenía viva ala incipiente industria del séptimo arte.

Entrada la década de los años sesenta yen el transcurso de la siguiente, la situa-ción de dependencia no había desapare-cido. Esta dependencia del cine nacional ala política crediticia del Estado ha influidoradicalmente en la inestabilidad de la pro-

ducción nacional y ha llevado a la activi-dad cinematográfica a la realización de co-producciones que tampoco dejan huella enlas salas de cine del país por la inexisten-cia en unas épocas, e ineficiencia en otras,de las políticas de distribución y exhibi-ción del producto nacional que están ge-neralmente a favor de las producciones es-tadounidenses.

No obstante, el dilema no ha sido la de-pendencia per se de la actividad cinema-tográfica nacional a la ayuda del Estado yla publicidad. Los problemas han sidootros y diversos: que el financiamiento noes eficaz y sostenido, que hasta la promul-gación de la Ley no existía en el país pro-tección legal y financiera para la produc-ción, que incluso luego de su aprobaciónpoco se ha hecho por parte del propioEstado para cumplir con las normas, que elcine en Venezuela no es rentable en térmi-nos de ingresos de taquilla por lo que la ac-tividad cinematográfica no puede mante-nerse por ella misma, que a raíz de estoexisten pocas otras alternativas de finan-ciamiento, que las empresas privadas soncelosas para la inversión, que todavía noexiste en el país un reglamento que apoyela Ley… Pero a pesar de todo esto, elEstado permitió, luego de 1975, una pro-ducción inestable aunque relativamentecontinua, y lo sigue haciendo.

En la síntesis del programa de gobiernode Luis Herrera Campins (1978), éste ex-presó que el Estado debe encargarse deotorgar créditos acordes con la realidadeconómica cinematográfica, de la aperturade escuelas nacionales de cine y en gene-ral de defender en la práctica la distribu-ción y exhibición de las producciones na-cionales, entre otras cosas relacionadascon el tema cinematográfico. Pero entradala década de los ochenta, la situación entrelos cineastas y el Estado se volvía de nuevocompleja. Los modestos favores delEstado para con el creador cinematográ-fico se entregaban “(…) de acuerdo al es-tilo arbitrario del clientelismo, la benefi-cencia y probablemente esa particularforma de ilegalidad que reúne en unabruma ideológica conceptos tan disparescomo el amiguismo y la ‘expropiación re-volucionaria” (Marrosu, 1988, p.41).

La figura del Estado es fundamentalpara cualquier industria nacional, puespermite asegurar la existencia misma deésta última a través de la ayuda económica,y le ofrece la protección legal que necesitapara sostener una producción acorde conlas necesidades de la sociedad. El Estadofue por muchos años, para la vida del cinevenezolano, como su corazón mismo, y

Esta dependencia del cine nacional a la política crediticia del Estado

ha influido radicalmente en la inestabilidad de la producción

nacional y ha llevado a la actividadcinematográfica a la realización decoproducciones que tampoco dejanhuella en las salas de cine del paíspor la inexistencia en unas épocas,

e ineficiencia en otras, de las políticasde distribución y exhibición del

producto nacional que estángeneralmente a favor de las

producciones estadounidenses

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sigue siéndolo en la gran mayoría de loscasos, aunque muchas películas naciona-les han optado por corazones artificiales fi-nanciados con capital privado como únicamanera de sobrevivir al destierro del quehan sido sujetos. Desde el otorgamiento decréditos para la producción, hasta la apro-bación de diversos instrumentos legalespara la protección de la actividad cinema-tográfica, el Estado siempre ha estado ydebe estar presente en nuestro cine.

La racionalización de la acción estatal

Pero tener la última palabra en materiastan delicadas como las culturales puedeser un arma de doble filo, por lo menos asílo cree Franco De Peña, director, entreotras obras, de la galardonada ópera primaAmor en concreto (2003). En un Estado,las políticas públicas que se gestionan encualquiera de sus dependencias o institu-ciones dependen del régimen social impe-rante en las que se ejecuten, en un periododeterminado. Es este régimen el que deli-nea los campos de acción de las políticaspúblicas y los límites que existen entreéstas y la actividad de capital privado y deotra naturaleza. Y dentro de esta realidad,las actividades culturales generalmenteson utilizadas como un instrumento para ladefensa de los propios intereses de quienesostentan el poder.

Bien sea en un sistema capitalista almejor estilo western, o en un régimen decorte socialista, las industrias culturales,siguiendo un sentido ideológico, jueganun papel fundamental como legitimadorasde las diversas estructuras de poder, den-tro y fuera de sus propias estructuras so-ciales. Lo que quiere decir que, al igualque un gran número de otras actividades,también las de corte cultural son utilizadaspara el mantenimiento del statu quo de lassociedades que, a su vez, están determina-das por las leyes del régimen social en lasque se gestionan.

Oscar Lucien (1989) toma como refe-rencia al crítico y cineasta francés Jean-Patrick Lebel para explicar que el cine noes ideológico en sí mismo, sino que su fun-ción ideológica depende de su utilizaciónhistórica y de la propuesta ideológica en lacual se encuentra. El propio quehacer ci-nematográfico constituye “(…) una mani-festación y un proceso de elaboración delo ideológico” (p.63).

Las discusiones sobre las políticas pú-blicas en materia de comunicación y cul-tura en América Latina llevaron a entenderque ninguna política pública es viable sin

una debida proclamación formal, a saber,sin ser transmitidas a través de las leyes oreglamentos respectivos, así como tam-bién sin una organicidad y coherenciatanto entre ellas mismas como con la es-tructura administrativa o modelo políticodel sistema de gobierno involucrado.

De la misma manera se entendía quemientras el sujeto activo de las políticaspúblicas es el Estado, entendido como elconjunto de poderes que asumen la repre-sentación de la sociedad con la finalidad degestionar las actividades propias de cadaámbito de su competencia, el sujeto pasivode dichas políticas venía a ser la propia co-lectividad, y ésta debía incorporarse a losprocesos de formulación y ejecución deesas políticas a través de mecanismos departicipación que complementasen las ac-tividades de las instituciones involucradasen todo el proceso.

Y, si se garantizaba el acceso y la parti-cipación del sujeto pasivo a las políticas decomunicación, entonces se estaba ante unmodelo político de corte democrático quetomaba en cuenta el criterio de interacciónhumana propia de los procesos comunica-cionales como base para la implementaciónde posibilidades de participación y, ade-más, entendía que las políticas nacionalesde comunicación debían “(…) estar orien-tadas hacia la obtención de una autonomíacultural de la sociedad; ello quiere decir que

se garantice la libre producción, circulacióne intercambio del sentido social” (Capriles,1989, p.27). Si no (en países donde imperanregímenes políticos un tanto mas autorita-rios), entonces las políticas nacionales decomunicación constituían “(…) una mani-festación más del estatismo como forma es-pecífica del dominio interno” (Ibídem,p.33).

La metamorfosis

El antiguo panorama comunicacional ycultural estaba invadido de firmas priva-das. No menos que unánime era el parecerde que un cambio era esencial para el fu-turo de las políticas comunicacionales yculturales del país, un cambio que permi-tiera democratizar la cultura, democratizarla comunicación, en fin, democratizar losprocesos sociales del país que se veníandesarrollando desde la IV República. Elcambio llegó el 2 de febrero de 1999.

La llegada y posterior permanencia enel poder del presidente electo democráti-camente Hugo Chávez Frías ha signifi-cado un cambio de paradigmas para la so-ciedad entera; una sociedad que, cansadade la hegemonía ejercida por los sectoresprivados en todos los ámbitos de acciónpública, ofreció su voto de confianza a unteniente coronel que prometía profundoscambios.

Una de las banderas del gobierno reciénelevado al cargo fue precisamente un cam-bio profundo en materia comunicacional ycultural. La propuesta de la nueva élite delpoder ofrecía, en el marco de la terceravía, una revolución de las comunicacionesy en general de toda la estructura socio-cultural de un país que se había acostum-brado al statu quo que por más de cuarentaaños lo había mantenido en sumisión antelas viejas caras de la hegemonía.

El aumento tan significativo en losaportes que ha hecho la actividad culturalal PIB en los últimos años es una conse-cuencia palpable de la revolución que pro-metía profundos cambios en este sectorde la sociedad. Unos cambios que no só-lo están dentro de los márgenes de la exis-tencia de un elevado presupuesto nacio-nal, derivado del engrandecido precio delbarril petrolero, permitiendo así una in-versión cada vez más sustanciosa, sinotambién un aumento dentro de los márge-nes de los recursos humanos involucradosen los procesos de producción de bienesculturales.

Es decir, se hace evidente un aumentode la inversión como consecuencia no sólode un presupuesto favorable, sino también

Es decir, se hace evidente unaumento de la inversión como

consecuencia no sólo de unpresupuesto favorable, sino también

de un sistema de institucionescreado con el fin de materializar

las promesas de cambios auguradaspor el socialismo del siglo XXI;cambios que, entre otras cosas,

incluyen una propuesta dedemocratización de la cultura y lascomunicaciones, una propuesta quevocifera una mayor participación dela sociedad en los asuntos públicos

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de un sistema de instituciones creado conel fin de materializar las promesas de cam-bios auguradas por el socialismo del sigloXXI; cambios que, entre otras cosas, in-cluyen una propuesta de democratizaciónde la cultura y las comunicaciones, unapropuesta que vocifera una mayor partici-pación de la sociedad en los asuntos pú-blicos.

Pero el hecho de que todo el poder estéen manos de una élite, y de una élite presi-dida por el Presidente de la República, nopuede sino ser objeto de contradicción ydescontento en aquellos sectores que sesienten excluidos de la discusión sobre losasuntos públicos. La exclusión comienzaen el mismo momento en que el Estado (gu-bernamental) crea una serie de institucionesy mecanismos, en este caso nuevos MCS,que se presentan ahora como competenciade los sectores privados que, progresiva-mente, se van entendiendo como enemigosde la élite presidencial y por lo tanto son de-jados de lado en las actividades de produc-ción del país. Es la metamorfosis. Pero enel marco del proceso revolucionario del go-bierno de Chávez, esos cambios y transfor-maciones de los ámbitos comunicacionalesy culturales, en este caso, no parecen incluiruna verdadera democratización.

No sólo las medidas y acciones que sehan llevado a cabo contra el aparato de co-municación privado, sino también la crea-ción misma de una plataforma comunica-cional capaz de enfrentar al enemigo ytransmitir el proyecto y proceso ideoló-gico del Presidente evidencian la signifi-cación estratégica que la élite del poder ac-tual encuentra en los MCS.

El discurso sobre la democratización dela comunicación pareciera cambiar a unoen el que el Estado, dotado de unos recur-sos económicos nunca antes vistos en lahistoria del país, está en la potestad decrear un sin fin de MCS que pueden ydeben estar dispuestos a transmitir losmensajes políticos, ser vías de comunica-ción de las políticas públicas generadas enel seno del Ejecutivo Nacional y nuncaatreverse a ser espacios de libre debatepara el resto de los sectores sociales.

El cine reubicado

Desde la década del setenta, las activi-dades y políticas públicas culturales delpaís eran dirigidas y gestionadas desde elCONAC. Este Consejo fue creado el 29 deagosto de 1975 con el rango de institutoautónomo, adscrito a la Presidencia de laRepública, y pasa a ser regido por elMinisterio de la Secretaría de la

Presidencia el 22 de marzo de 1977.Existía en el CONAC una Coordinacióndel Área de Cinematografía, creada tam-bién en 1977, que luego pasó a ser laDirección de Cine, por lo que toda la acti-vidad cinematográfica nacional era mane-jada desde allí.

Tras la creación del Ministerio de laCultura (ahora llamado Ministerio delPoder Popular para la Cultura) el 10 de fe-brero de 2005 —luego de la existencia delViceministerio de Cultura que ejerció fun-ciones desde 1999 bajo la dependencia delMinisterio de Educación, Cultura yDeportes—, todas las instituciones adscri-tas por género al despacho ministerial(aproximadamente 42 con personalidad ju-rídica) fueron reubicadas en lo que se co-noce como las ocho plataformasculturales.

Es por esta razón que también el cinedebía reubicarse, y en este caso, fuera delámbito de poder del CONAC dentro delque había estado desde la creación de ésteen los años setenta. Actualmente el minis-terio está conformado por ocho platafor-mas: Política Editorial, el CONAC,Patrimonio, Red de Bibliotecas, ArtesEscénicas y Musicales, Artes de la Imageny el Espacio, Misión Cultura y la plata-forma de Cine y Audiovisual.

Esta plataforma del Cine y Audiovisualquedó constituida por cuatro institucionesfundamentales, ellas son la Fundación

Cinemateca Nacional, la DistribuidoraAmazonia Films, El CNAC y la FundaciónVilla del Cine.

Otro componente del nuevo escenariocinematográfico en el país tiene que vercon la reforma de la Ley de la Cine-matografía Nacional, publicada en GacetaOficial No 5.789 el 26 de octubre de 2005,con la cual se derogó la de 1993. De ma-nera tal pues que, la discusión sobre la ac-tividad cinematográfica nacional parecegirar en torno a los acontecimientos pro-pios de un cine reubicado tanto en el ám-bito legal —por el nuevo instrumento le-gislativo— como en el ámbito administra-tivo, en relación con las nuevas autorida-des competentes en la materia, encargadasde las estructuras administrativas de lasplataformas generadas en el seno del pro-pio Ministerio de Cultura.

Una ley en cámara lenta

En 1966 se elabora el primer Proyectode Ley de Cine que había surgido como re-sultado del I Encuentro de Cine Nacionalcelebrado en Ciudad Bolívar y que luegofue aprobado por la Asamblea del IIEncuentro de Cine Nacional celebrado enValencia el año siguiente, y el IIIEncuentro celebrado en Caracas esemismo año.

Aunque en 1972 y 1973 aparecieron va-rias normas legales (resoluciones) dictadasdesde el Ministerio de Fomento, a saber, laResolución 1.712 y la 1.666 respectiva-mente, que hacían referencia a aspectos ci-nematográficos incluyendo algunas nor-mas que el ministerio había redactado a par-tir del proyecto de ley, seguía sin existir al-guna referencia legal concreta que inclu-yera las regulaciones necesarias en torno alfenómeno del cine como un MCS. Es decir,no existía un texto que unificara las com-plejidades de las circunstancias culturalesen torno al cine nacional y aquellas propiasde la industria cinematográfica.

En 1974 el proyecto vuelve a ser objetode discusión pero, en general, la industriacultural venezolana, integrada para ese en-tonces por la Federación Venezolana deAgencias de Publicidad (FEVAP), laCámara de la Industria de la Radiodifusión(CAM-RADIO) y la Cámara Venezolanade Asociaciones Cinematográficas argu-mentó que tenía ciertas fallas estructuralesy que estaba económicamente divorciadode la realidad.

Sin embargo, el Proyecto de Ley deCine se volvió a engavetar, al igual que lasesperanzas de un plan crediticio continuoque permitiera la estabilidad de la produc-

El plan crediticio se paralizó, así como también la actividad

cinematográfica. Aunado a esto, se anunció ese mismo año (1976) que

la antigua Dirección Nacional deCinematografía pasaría al Ministerio

de Información y Turismo, por lo que se daban los primeros pasos

de un cine nacional encargado depromover la imagen del gobierno

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ción. Hasta 1976 el cine nacional estaba enmanos de la Dirección Nacional de Cine-matografía, dirigida en aquel entonces porMarianela Saleta. Pero el 28 de diciembrede 1976 aparece en la Gaceta Oficial Nº1.932 la creación de la nueva Ley Orgánicade la Administración Central que permitióel nacimiento del Ministerio deInformación y Turismo, por lo que la na-ciente industria cinematográfica nacionalpasaba a depender tanto de la dirección decine de este nuevo ministerio, como de ladirección de cine del Ministerio deFomento, y también de la del CONAC.

Este enjambre de luchas interministe-riales no pudo sino originar un ambientede absoluta incertidumbre en relación conquién efectivamente iba a seguir promo-cionando el plan de créditos iniciado en1975 y quién sería el encargado de pro-mover el desarrollo y la difusión del cinenacional. El plan crediticio se paralizó, asícomo también la actividad cinematográ-fica. Aunado a esto, se anunció ese mismoaño (1976) que la antigua DirecciónNacional de Cinematografía pasaría alMinisterio de Información y Turismo, porlo que se daban los primeros pasos de uncine nacional encargado de promover laimagen del gobierno.

En 1977, a raíz de la creación de lanueva Ley Orgánica de la AdministraciónCentral, se funda el área de cine delCONAC, llamada la Coordinación delÁrea de Cinematografía. De hecho, luegode la aparición de esta coordinación, secrea el Comité Interinstitucional de Cine-matografía, integrado por un miembroprincipal y un suplente del Ministerio deInformación y Turismo, del Ministerio deFomento y del CONAC, por lo que conestos tres organismos se instaura definiti-vamente la protección tripartita del cinenacional.

Lejos de promover y continuar el plancrediticio que se había comenzado hacedos años bajo el auspicio de Corpoturismoy Corpoindustria, la Comisión Intermi-nisterial, creada mediante el decreto 5.585del Ministerio de Fomento y el Ministeriode Información y Turismo el 11 de octubrede 1977, complicó todo el proceso de pro-ducción al no saber, incluso entre sus mis-mos miembros, quién sería el encargadode finalmente aprobar los proyectos másimportantes que se presentaban.

El 6 de febrero de ese mismo año, antesde que Carlos Andrés Pérez finalizara sumandato, el saliente Presidente dicta dosdecretos fundamentales para la historia delcine nacional: los controversiales decretos3.057 y 3.058 sobre comercialización de

películas extranjeras y venezolanas. Conestas medidas legales se logró borrar encierta medida el carácter huérfano del cinenacional pues se pudo, por primera vez,proteger la producción local de una manera,aunque primaria, fundamental. Estos de-cretos amortiguaron el hambre de loscineastas hasta que finalmente lo pudieronsaciar el 28 de julio de 1979 cuando luegode trece años de espera el renovadoProyecto de Ley de Cine es recibido por laComisión de Economía del CongresoNacional.

El 19 de octubre de 1981 el presidenteCampins firma la creación del Fondo deFomento Cinematográfico (Foncine) a tra-vés del decreto 963 publicado en la GacetaOficial Nº 31.152, que luego, en octubre de1983, permitiría la producción de dieciséislargo metrajes con un aporte de 29 millo-nes de bolívares, a pesar de las medidaseconómicas implantadas por el gobierno araíz de la devaluación del bolívar y el con-trol de cambio iniciado el viernes 18 de fe-brero de ese año, el Viernes Negro.Foncine sería una asociación civil tripar-tita conformada por cineastas liderizadospor la ANAC, exhibidores, y por supuesto,el propio Estado (en este caso su represen-tante fue el Ministro de Fomento ManuelQuijada) como protector del sistema cre-diticio que se iniciaría a través de la aso-ciación.

Fue en 1993 cuando se aprueba final-mente la Ley de Cine. Una ley que emergióde la lucha gremial audiovisual del país, yno directamente de una discusión delCongreso Nacional. Incluso, redactada poraquella y llevada a las instancias legislati-vas gracias a la recolección de firmas y a laMarcha Nacional del Cine, por una parte, ya la disposición de los cineastas por de-mostrar el valor social y cultural del mediode comunicación por otra. Fue publicada enla Gaceta Oficial Nº 4.626 el 8 de septiem-bre de ese año. Y con la ley, en 1994, se creael tan ansiado Centro Nacional Autónomode Cinematografía (CNAC).

Siendo un centro autónomo, la nuevainstitución recibía un rango jerárquico quele permitiría la autonomía necesaria para elárea de la creación, y otras igualmente im-portantes para la actividad cinematográficadel país. El CNAC se encargaría, de ahí enadelante, de administrar el presupuesto querecibiría directamente de la presidencia através de su Comité Ejecutivo –actividadque hasta ese momento estuvo bajo elmando de Foncine–. Pero hubo un pequeñoinconveniente en todo esto. La ley que saliópublicada en Gaceta Oficial no era lamisma que se había presentado ante elCongreso Nacional como proyecto. Tres ar-tículos fueron suprimidos de este proyecto,entre ellos el controversial Artículo 18, re-ferente a los financiamientos distintos delos del Estado. ¿El resultado de todo esto?:una ley incompleta y lejana a las necesida-des del gremio y de la todavía inmadura in-dustria cinematográfica nacional. Sería ne-cesaria y urgente una reforma.

Una reforma

El miércoles 26 de octubre de 2005salió publicada en la Gaceta Oficial No5.789, la reforma de la Ley de la Cinema-tografía Nacional, derogando así la de1993. El grupo que lo había logrado eraamplio y plural, había representaciones detodos los sectores involucrados en la acti-vidad cinematográfica del país, desde laproducción hasta la comercialización.

Carlos Azpúrua recuerda que, a dife-rencia de 2005, en 1993 la coyuntura se ca-racterizaba por una dualidad muy particu-lar: tener ley o no tenerla; y si no se tenía,entonces no podía crearse el CNAC, quiensería la institución plural y abierta, que re-cogería la opinión más global de los sec-tores cinematográficos del país.

Existen en la reforma de la ley varios ar-tículos que tocan puntos álgidos entre lasrelaciones de los cineastas y los integran-tes del sector comercial y privado en ge-

El miércoles 26 de octubre de 2005salió publicada en la Gaceta OficialNo 5.789, la reforma de la Ley de

la Cinematografía Nacional,derogando así la de 1993. El grupo

que lo había logrado era amplioy plural, había representaciones detodos los sectores involucrados en laactividad cinematográfica del país,

desde la producción hasta lacomercialización

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neral, y que son, en términos generales, loque hubiese sido el antes mencionado ar-tículo 18 dentro de la ley de 1993; ellos sonlos artículos que integran los títulos VIII yIX de la ley.

El primero tiene que ver con las tasas ycontribuciones que van a formar el patri-monio del Fondo de Promoción yFinanciamiento del Cine (Fonprocine),fondo autónomo y de personalidad jurí-dica administrado por el CNAC y el se-gundo establece las exenciones, exonera-ciones y estímulos a la producción nacio-nal que permitirán y facilitarán la inver-sión privada. El descontento se genera entorno a los porcentajes tanto de las contri-buciones especiales como de las exonera-ciones tributarias de las que puede gozar laempresa privada si decide invertir en elcine nacional.

Pero no todos están en desacuerdo con loque ha conseguido regular el nuevo textolegal. Uno de los sectores que por primeravez ha sido tomado en cuenta además de losautores, productores y comercializadoresson los trabajadores de la industria. Por pri-mera vez en la legislación venezolana seplantea o exige la creación de un Programade Bienestar Social (artículo 40, numeral 5)para los trabajadores independientes delsector, financiado con el 10% de lo que re-colecte Fonprocine anualmente, con lo cualse garantiza en cierta medida la estabilidadeconómica de aquellos que hacen posible elséptimo arte en el país.

Vigilancia las 24 horas

Al final de la autopista Gran Mariscalde Ayacucho, la misma que traza el ca-mino hacia la periférica ciudad dormitoriode Guarenas, se encuentra la Villa delCine. La aparición en el escenario cine-matográfico del país de la controversialinstitución despertó no menos que intrigay suspicacia dentro del gremio, y a pesarde generar suficiente curiosidad y expec-tativa, también resultó un tema tabú.

La Fundación Villa del Cine, tal y comose ve desde la autopista, fue inaugurada el3 de junio de 2006, y aunque la obra de in-fraestructura no estaba culminada en su to-talidad para la fecha, se iniciaron, no obs-tante, las actividades que tienen que vercon el estímulo a la producción nacional,actividades que en un principio estuvierondirigidas a fomentar y desarrollar los pro-yectos televisivos, y luego documentales ycortometrajes hasta que, en enero de 2007,la Villa comenzó a desarrollar proyectosde largo metrajes. Y si bien la obra de in-fraestructura se inauguró a principios de

junio de 2006, no fue sino hasta el 27 deoctubre que adquiere autonomía absoluta,pues hasta esa fecha seguía dependiendoadministrativamente del Ministerio deCultura.

El proyecto como tal es aún más viejo:la idea se venía gestando –al mejor estiloindependentista– desde los últimos añosde vida de la dirección de cine del CONAC(antes de que la actividad cinematográficapasara a manos de la Plataforma del Ciney el Audiovisual del Ministerio de Cul-tura), la cual presidía la propia LorenaAlmarza, ahora directora de la nueva ins-titución –y miembro suplente del ComitéEjecutivo del CNAC–.

Cuando entra al escenario cultural delpaís el ministro Sesto, se le encargó a dichadirección hacer un balance de las políticaspúblicas en materia cinematográfica, y dosparticularidades que trajo a colación elequipo de estudio fue, por una parte, la re-ducida cifra de inversión estatal para el áreay, en segundo lugar, la tendencia de lamisma a concentrarse en el Distrito Federal.

La solución para ese entonces parecíasencilla: paulatinamente ir aumentandolos fondos para el financiamiento, y dise-ñar estrategias para repartir esos fondosequitativamente entre los estados del país,de manera que cada uno de ellos recibieraun porcentaje relacionado con la propor-ción de proyectos que allí existieren.

Las iniciativas se orientaron, en su granmayoría, hacia el sector de divulgación,pues se consideró que la producción podíaseguir llevándose a cabo a través delCNAC. Esta divulgación estaría a cargo dela Cinemateca Nacional, que finalmente esla encargada de preservar y difundir la me-moria histórica en términos fílmicos delpaís.

Pero con varios planes ya en marcha, ladirección de cine del CONAC consideróque era importante, y aprovechando el in-cremento de recursos para el cine prove-nientes del Ejecutivo Nacional, planificary ejecutar líneas de producción que pudie-ran agrupar a muchos más proyectos, ade-más de aquellos de corte independientepromovidos por el CNAC. De esta manera,a finales del mes de noviembre de 2004, elministro Sesto y la Dirección de Cine le pi-dieron a la sociedad civil cinematográficaque conformaran pequeñas productoras ocooperativas.

Luego de dos años de inauguradas susinstalaciones, muchos siguen sin enten-der el propósito de una institución comola Villa del Cine, inmersa en el seno de lanueva Plataforma del Cine y el Audio-visual del Ministerio del Poder Popularpara la Cultura. La Fundación Villa delCine es una productora oficial, encargadadel desarrollo de proyectos que formanparte de la plataforma de producción yposproducción que se dirige a través delMinisterio del Poder Popular para laCultura. Como productora nacional de pe-lículas la Villa establece, desde sus pro-pias atribuciones inaugurales emitidasdesde el Ejecutivo, la potestad de decidirsobre cuáles proyectos producir de acuer-do a líneas temáticas estratégicas, que sudirectora agrupa en categorías como: lahistórica, la que versa sobre la identidadvenezolana y la pluriculturalidad de la so-ciedad, los valores como la justicia y lademocracia y en general la exaltación detodos los valores contenidos en laConstitución Nacional de la RepúblicaBolivariana de Venezuela.

Aunque no se le considera a la produc-tora estatal como una verdadera amenazaa la producción de autor y al cine indepen-diente, sí existe la certeza casi generali-zada, de que a los cineastas se les ha enco-mendado la misión de mantenerse vigilan-tes las 24 horas del día frente al nuevo pa-norama cinematográfico. Existen opinio-nes de cineastas, en ella incluida la deHenry Páez, que señalan que el problemade la producción nacional no radica fun-damentalmente en la existencia o no deuna institución como la Villa, sino en la

Cuando entra al escenario culturaldel país el ministro Sesto, se le

encargó a dicha dirección hacer unbalance de las políticas públicas

en materia cinematográfica, y dosparticularidades que trajo a colación

el equipo de estudio fue, por unaparte, la reducida cifra de inversión

estatal para el área y, en segundolugar, la tendencia de la misma a

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“ineficiencia” por parte de los encargadosde las distintas fases del proceso produc-tivo, tanto en el manejo de los recursoscomo en las posibilidades reales que tie-nen los cineastas para participar democrá-ticamente en la actividad.

Un mercado para el cine de autor

La distribuidora Amazonia Films nacecomo un proyecto de integración latinoa-mericana dentro del área de lo audiovisual.Aunque nació el 10 de mayo de 2006según lo dispuesto en la Gaceta Oficial No38.433 y luego de que sus miembros fue-ran designados el 31 de ese mes, no contócon un presupuesto sino hasta octubre delmismo año. Ha estado trabajando desdesus inicios para poder ofrecer a los espec-tadores del país un cine alternativo carac-terizado por su valor y aporte artístico ycultural, pues la institución cree en el de-recho que tiene la sociedad venezolana de“(…) escoger las imágenes y las historiasque desea ver a partir de un abanico de op-ciones mucho más amplio y variado”(Fundación Distribuidora Nacional delCine Amazonia Films, s.f., 1).

Amazonia Films constituye una distri-buidora nacional que persigue intercam-biar material fílmico para cine y televi-sión, no sólo a nivel nacional sino tambiéninternacional, haciendo especial énfasisen los países latinoamericanos. Es unafundación estatal que apuesta por la diver-sidad cinematográfica, cultural y en gene-ral de todo lo audiovisual, trabajando conmateriales de variadas procedencias y gé-neros que estén siempre a la altura de losestándares de calidad y pluralidad que elcine (y en general el audiovisual) artísticoo no comercial exige.

Aspira posicionarse en el mercadocomo una fundación sin fines de lucro peroparalelamente con un catálogo de materia-les audiovisuales que se ofrece al públicoa precios solidarios, diferenciándose asíde las distribuidoras privadas.

En el caso de los largo metrajes,Amazonia Films apunta en primer lugarhacia los festivales tanto nacionales comointernacionales para dar a conocer su mer-cancía. Luego expande su gama de clien-tes hacia los exhibidores de películas detipo independiente y de autor, como loson la Cinemateca Nacional y algunas delas salas comerciales que forman partedel Circuito Gran Cine, por ejemplo. Deesta manera se conserva dentro del marcode las exhibiciones no comerciales, y semantiene coherente con sus objetivos es-tratégicos.

Ni a favor de, pero tampoco en contra

El artículo 5 de la Ley de la Cinema-tografía Nacional, sancionada en septiem-bre de 1993 luego de la odisea espartanaque significó su aprobación legal, estable-cía la creación del CNAC como una insti-tución de personalidad jurídica y patrimo-nio propio, con domicilio en la ciudad deCaracas. Luego, el artículo 6 aclaraba queel nuevo ente rector de la actividad cinema-tográfica nacional funcionaría adscrito alMinisterio de la Secretaría de la Presiden-cia, mientras que el artículo siguiente decíaque la institución estaría integrada por unConsejo Nacional Administrativo, un Co-mité Ejecutivo y el Presidente.

En la reforma de la Ley de la Cinema-tografía Nacional aprobada por laAsamblea Nacional de la RepúblicaBolivariana de Venezuela, es el mismo ar-tículo 5 el que dictamina la creación (denuevo) del CNAC, sólo que ahora, con laexistencia del Ministerio de la Cultura, lainstitución queda adscrita a este último. Elartículo 6 también cambia ligeramente puessustituye al presidente por el nuevo fondoFonprocine como órgano constitutivo delente, junto con el Consejo NacionalAdministrativo y el Comité Ejecutivo.

Aunque a primera vista los cambios noparecen significativos, lo cierto es que sí

existen variantes importantes en relacióncon los aspectos relativos a las actividadesque se designan como propias del CNAC.En relación con las funciones del Centro,por ejemplo, la ley de 2005 dejó por fuerados aspectos: el estudio de las medidas le-gales que favorezcan los objetivos delCentro para proponerlos a los poderes pú-blicos –función que se llevó a cabo, ya nocomo un requisito legal, sino a través delForo de Políticas Públicas en el Cine2007– y la obligación de colaborar con lasinstituciones correspondientes para que sehagan respetar las normas relativas a losDerechos de Autor de los creadores cine-matográficos y los titulares derivados.

En relación con las actividades delConsejo Nacional Administrativo, aunqueen la nueva ley se le asigne a éste la res-ponsabilidad de aprobar el plan deCinematografía Nacional, promover con-venios de exoneración de impuestos mu-nicipales a los propietarios de salas de ex-hibición para su remodelación y promoverla estimulación de las obras cinematográ-ficas ante los consejos comunales –cosaque en la ley anterior no se estipulaba–, enla de 2005 quedó por fuera la responsabi-lidad que tendría el Consejo de aprobar lasremuneraciones del presidente y vicepre-sidente del CNAC.

Lo que varió con la creación deFonprocine fue el capítulo sobre el patri-monio del CNAC. Si antes el capital delCentro provenía de los aportes provenien-tes del otorgamiento de permisos de rodajede obras cinematográficas extranjeras,además de los aportes que se le asignarapor concepto de Ley de Presupuesto o losaportes que le pudiesen dar las personasnaturales o jurídicas –que se sigue ha-ciendo–, ahora la nueva legislación con-forma el patrimonio económico del CNACcon el producto de las tasas establecidas enla ley, los ingresos por servicios que prestela institución, el monto de las multas o san-ciones aplicadas por ella y el monto que letransfiera Fonprocine anualmente.

La variación con respecto a la forma enla que está concebida la legislación sobreel cine nacional y la manera en la que estándispuestos u omitidos ciertos elementospuntuales dentro de ella, además de lanueva estructuración institucional que hainundado todos los ámbitos de la vida na-cional, incluyendo en este sentido la nuevaconcepción que posee el Gobierno Nacio-nal sobre los funcionarios públicos a cargode ese entramado organizacional, ha sacu-dido los propios cimientos de lo que an-taño se vislumbraba como una de las ins-tituciones más sólidas en Latinoamérica

En la reforma de la Ley de la Cinematografía Nacional

aprobada por la Asamblea Nacionalde la República Bolivariana de

Venezuela, es el mismo artículo 5el que dictamina la creación (de

nuevo) del CNAC, sólo que ahora,con la existencia del Ministerio de

la Cultura, la institución quedaadscrita a este último

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en materia cinematográfica, modelo a se-guir por otros países del continente.

Consecuentemente, ahora, frente alnuevo panorama o escenario cinematográ-fico nacional, el CNAC ocupa una posi-ción distinta dentro de la industria del sép-timo arte en el país. Estos cambios, comose ha dicho, no sólo responden a las con-secuencias de la existencia de una nuevalegislación, sino también a la presencia deotras nuevas instituciones, aquellas quedan vida a la Plataforma del Cine y elAudiovisual del Ministerio del PoderPopular para la Cultura.

Si bien anteriormente se entendía alCNAC como la institución encargada develar por el respeto y el fomento del cinede autor en el país, ahora sus viejos esta-tutos, en opinión de muchos, se debilitanfrente a la oleada del impulso oficial y a latendencia observable de este sector de ce-rrarle las puertas a quienes no coincidancon el proyecto del actual gobierno.

Varios miembros del gremio están con-vencidos de que lo que el GobiernoNacional persigue dentro de la industria esevitar a toda costa los mecanismos de se-lección colegiados y controlar completa-mente el mensaje que finalmente le llega alos espectadores. Henry Páez recuerda queel cine de autor ha funcionado hasta el pre-sente a través de mecanismos democráti-cos, incluso reconoce que la cinematogra-fía nacional se ha gestionado a través deuna de las instituciones más democráticasdel país como lo es el CNAC. Dice que loscineastas han luchado por preservar esacircunstancia como una necesidad prima-ria, y admite que los cineastas, como gre-mio, existen precisamente porque cuentancon organismos colegiados que garantizanuna participación plural.

“Hablamos de la igualdad, pero no hayigualdad. Hablamos de democratizaciónpero no hay democratización”, dice CarlosMalavé (director de Por un Polvo, 2008),quien asegura además que lo que pasa enGuarenas no pasa en el CNAC porque ésteúltimo todavía cuenta con una Comisiónde Estudio de Proyectos que evalúa los tra-bajos y decide a favor de aquellos que seanmás rentables, entre otras de las caracte-rísticas que deben reunir para ser aproba-dos.

“Cuando hay dos productoras que estáncompitiendo, una va a anular a la otra,hasta por la parte económica. Esta va apoder hacer películas con miles de cosas[la Villa del Cine], como por ejemplo, in-fraestructura, y esta no va a poder hacerloporque no va a tener la plata [el CNAC]”explica por su parte Elia Schneider.

Y hasta la fecha el mecanismo de con-cursos es lo que caracteriza las labores delCNAC. Según lo estipula el artículo 12 dela Ley de la Cinematografía Nacional, elComité Ejecutivo del CNAC, quien es elencargado de aprobar los financiamientosque otorgue el Centro, entre otras funcio-nes, deberá estar integrado por el presi-dente del CNAC y seis directores: tres delsector público y tres del privado. Los tresdirectores del sector privado son: un di-rector y un suplente escogidos por las aso-ciaciones o gremios de los autores cine-matográficos nacionales, un director y unsuplente de los gremios o asociaciones delos productores cinematográficos nacio-nales y un director y un suplente de los gre-mios o asociaciones de las industrias cine-matográficas. Así, la escogencia de losproyectos que se beneficiarán con losaportes del CNAC se hace a través de ungrupo bastante plural y representativo.

Juan Carlos Lossada, coordinador na-cional de la Plataforma del Cine y elAudiovisual, entiende que lo que existeentre la Villa del Cine y el CNAC es un sis-tema que se complementa internamente; asaber, la propuesta es que aquellos que re-ciben apoyo del CNAC para hacer sus pelí-culas puedan luego acceder a la Villa paraadherir algún proceso de posproducción, oincluso, optar por una coproducción.

Rumbo a la democratización del acceso

No es secreto para nadie, y sobre todopara aquellos que laboran dentro de la in-dustria cinematográfica nacional, el hechode que los problemas más graves del cinevenezolano no sólo se limitan al área de laproducción, la educación y la comerciali-zación; uno de los problemas más seriosque enfrenta el sector es la difusión.Muchos atribuyen este hecho a la poca cul-tura cinematográfica en el país y al hechode que Venezuela cuenta con uno de losmercados más estrechos para la industriadel séptimo arte en toda Latinoamérica.

“Ahora la Cinemateca Nacional sí esnacional y popular” es el nuevo lema de laFundación Cinemateca Nacional (FCN)que, por 41 años, ha velado por la conser-vación y difusión del cine en Venezuela.La promoción del conocimiento y disfrutedel séptimo arte, así como también la res-tauración de las obras cinematográficascon el fin de construir año tras año la me-moria audiovisual del país, han sido los pi-lares de la institución desde que MargotBenacerraf, el 4 de mayo de 1966, fundóla Cinemateca Nacional, dependencia enaquel momento del Inciba, que luego fueel CONAC, a partir de 1975.

Cuando en 1990 la institución adquiererango de Fundación, sus objetivos se redi-mensionaron y comenzó a verter esfuerzosen el área de la formación audiovisual, lainvestigación, la creación de colecciones ybases de datos y la gestación de publica-ciones especializadas. Ahora la FCN seplantea la meta de “(…) propiciar el desa-rrollo de ciudadanos críticos y activos anteel fenómeno audiovisual”, tal y como seplantea en su pagina web oficial.

Ubicada junto con las otras tres institu-ciones audiovisuales del país, a saber, laFundación Villa del Cine, el CNAC y laFundación Amazonia Films, la FCN se hadedicado a promover en los últimos añosla democratización del acceso del públicoespectador a un cine distinto al que la so-ciedad venezolana ha estado acostum-brada hasta el presente, ofrece por el con-trario, un cine no comercial, alejado de losestándares hollywoodenses y que final-mente pueda acercarse más al pueblo.

Con este propósito en mente, la FCN haestado desarrollando y ejecutando dosproyectos de gran envergadura a través delos cuales aspira descentralizar laCinemateca (hasta el año 2005, aproxima-damente, las únicas salas de la FCN queexistían eran las dos de Caracas: en elCentro de Estudios Latinoamericanos

No es secreto para nadie, y sobretodo para aquellos que laboran

dentro de la industriacinematográfica nacional,

el hecho de que los problemas másgraves del cine venezolano no sólose limitan al área de la producción,la educación y la comercialización;uno de los problemas más serios que

enfrenta el sector es la difusión

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Rómulo Gallegos –Celarg– y la GAN).Para ello ha estado avanzando en la insta-lación y apertura de una cinemateca encada estado del país, lo que se conocecomo el proyecto de las salas regionales deCinemateca, así como también en la inau-guración de varias salas comunitarias entodos los municipios del territorio nacio-nal y en algunas parroquias del estadoVargas y el Distrito Capital, lo que corres-pondería al segundo proyecto principal dela institución.

Existen, sin embargo, otras líneas deacción que la FCN ha estado desarrollandodesde hace algunos años. Javier Sarabia,presidente de la institución, explica que esa partir de 2005 que los proyectos han ga-nado mayor empuje, pues anteriormentelas acciones estaban concentradas en la di-fusión y promoción de la cultura cinema-tográfica dentro del área metropolitana(Comunicación personal, mayo 30, 2007):

● La adquisición de nuevos equipospara la restauración de las matrices fíl-micas.

● La actualización de la colección fíl-mica que conforma el patrimonioaudiovisual de la nación. Incluye títulosnacionales e internacionales.

● La reestructuración de la Cinema-teca, a saber, los proyectos de la FCNque apuntan hacia la educación entemas cinematográficos con el fin deformar a los nuevos espectadores. Estosnuevos cinéfilos son, según la opiniónde Sarabia, los nuevos republicanos dela nación. Explica que dado que el go-bierno de Chávez propone una demo-cracia participativa como modelo degobierno, en contraposición con la de-mocracia representativa que es propiade las élites, según cree el presidente dela FCN, ha sido menester del procesorevolucionario refundar la República ypor ende crear nuevos ciudadanos ynuevos espectadores. Así, el tema de laformación se convierte en pilar funda-mental de la institución, donde la inclu-

sión de los diversos sectores socialesque las élites mantenían desarticuladosse convierte en la misión de una accióngeneral integrada.

Escena Final

A mediados del año pasado el ministroSesto dio órdenes a todas las institucionesque conforman la Plataforma del Cine y elAudiovisual de que cancelen, de forma in-mediata, todo vínculo que pudieran habertenido con la ANAC y con Caveprol; yaquí se incluye, por supuesto, el CNAC,quien dentro de su Comité Ejecutivo,según lo indica la Ley de la Cinema-tografía Nacional, debe albergar a un re-presentante principal y a un suplente deambos gremios.

Y mientras Sesto cataloga a estos gre-mios como obstruccionistas, elitistas, ex-cluyentes y sectarios, la revolución sesigue adentrando en el séptimo arte vene-zolano. Juan Carlos Lossada ha anunciadolos próximos proyectos que el Ministeriodel Poder Popular para la Cultura piensaejecutar a través de la Plataforma del Ciney el Audiovisual: la Escuela Nacional deCreación Audiovisual, el Museo Nacionaldel Cine y el Centro Nacional de Produc-ción de Animación, por ahora.

Así, se deja una hendidura en el esce-nario cinematográfico nacional. Voces ycorazones de cineastas se unen a la dis-yuntiva y a las vicisitudes de la situaciónsocio-política de un país donde muchos si-guen sin entender los supra-valores quehoy están en juego. La historia de la cine-matografía nacional se rebobina hacia suscomienzos cuando Arturo Plascencia mar-chaba desde Maracaibo hasta el CongresoNacional. Son muchos kilos los que toda-vía faltan por perder. La lucha parece ina-plazable.

■ Andreína Guenni BravoLicenciada en Comunicación Socialde la UCAB.

Referencias

MARROSU, A. (1988): “Periodización para una his-toria del cine venezolano (una hipótesis)”. En:Anuario Ininco: Temas de comunicación y cul-tura. Facultad de Humanidades y Educación,Universidad Central de Venezuela, 1, pp. 9-45.

LUCIEN, O. (1989): “Cine, ideología y realidad so-cial”. En: Anuario Ininco: Temas de comunica-ción y cultura. Facultad de Humanidades yEducación, Universidad Central de Venezuela, 2,pp. 59-96.

CAPRILES, O. (1989): “El debate sobre las políticasde comunicación en América Latina”. En:Anuario Ininco: Temas de comunicación y cul-tura. Facultad de Humanidades y Educación,Universidad Central de Venezuela, 2, pp. 13-40.

Fundación Distribuidora Nacional del CineAmazonia Films (s.f.). Visión. Consultado el 6 demayo de 2007 de http://www.amazoniafilms.gob.ve/noticias.php?lg=es&idp=32&cl=3.

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Libros, revistas

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¿una especie en extinción?

y bibliotecas

ResumenSe presenta un panorama generalde la industria editorial enVenezuela y su posición frentea otros países de América Latinaque la ubica en un segundorenglón luego de Brasil, Méxicoy Argentina. La estructura delmercado editorial se refleja enlas cifras que muestran, porejemplo, la competencia deslealdel gobierno venezolano con estaindustria, lo que trae entre otrasconsecuencias una disminuciónen los puestos de trabajo directose indirectos y a que las libreríasdiversifiquen sus ventas haciaproductos vinculados con otrasindustrias culturales. La ediciónelectrónica aún es incipienteen el país, la necesidad deprofesionalizar a los empleadosde esta industria se haceimperante para fortalecer suinternacionalización y optimizarsus procesos a lo interno

AbstractIt provides an overview of the publishing industry in Venezuelaand its position compared toother Latin America’s countriesthat locate it in a second lineafter Brazil, Mexico andArgentina. The structure of thepublishing market is reflected inthe numbers that show, for example, the unfair competitionof the Venezuelan governmentagainst this industry, its bringsamong other consequences a decline in jobs directly and indirectly, and that bookstoresdiversify its sales to productslinked with others culturalindustries. The electronic editionis still incipient in the country,the need to professionalize theemployees of this industry is prevailing to strengthen the internationalization of the industry and to optimize their internal processes

■ Elsi Jiménez

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Introducción

La industria editorial es uno de los com-ponentes de la industria cultural, y con-centra tanto a las grandes editoriales queproducen y distribuyen libros y revistas delos temas más diversos con una amplia co-bertura geográfica mundial, así como lasde menor alcance en cobertura temática yde circulación.

El libro y la revista son tan comunes paranosotros, porque son muchos los años quetenemos en la llamada era de Gutemberg,ahora estamos en una transición hacia la eraBezos, Gates y Jobs. El libro y la revista sonbienes que rápidamente son difundidos eimpactan en el mundo internacional.Forman parte de esa globalización, quetardó mucho más en masificarse queInternet, pero esa difusión es actualmentede mayor velocidad por el desarrollo de lastecnologías de la información y comunica-ción. Hoy en día la información y algunosde sus vehículos como el libro y las revis-tas son una industria al igual que el cine oel deporte; es decir, el mundo contemporá-neo industrializó las diferentes actividadesdel hombre, y con ello el enfoque global entérminos del consumo. Empresas editorascomo Macmillan contratan a un autor ho-landés que escribe el libro en inglés, que loque se llama en la terminología de la ediciónde libros la tripa la hacen en Hong Kong yla tapa la elaboran en España. Esta produc-ción obedece al proceso de industrializa-ción y sigue los mismos pasos de cualquierservicio o bien. El libro y la revista son loque se llama en economía un comodity esdecir, bienes que se convierten en un servi-cio porque tanto el libro como la revista loscompra un individuo, pero también loscompra una biblioteca y en este caso se con-vierte en un servicio.

El libro no ha sido desplazado porInternet, empresas como Google¹ estánpermitiendo construir libros en forma quecasi cada individuo tendrá su bibliotecapersonal, porque se podrán construir los li-bros según los intereses particulares y enforma instantánea. Tanto es así, que la granindustria editorial se robusteció con ellibro de texto, porque cuando se popula-rizó su uso en educación superior –enEstados Unidos de América– eso significóque cada nuevo grupo de estudiantes ad-quiría el libro de texto en cada una de lasaproximadamente 5.000 instituciones deeducación superior, un mercado con mi-llones de estudiantes en la universidadnorteamericana.

Este crecimiento de la industria del libroobedeció a un proceso de expansión indus-

trial. En el caso de la universidad nortea-mericana sumamente compleja, significó elcrecimiento del mundo académico: la bi-blioteca, la parte cultural y el área deportiva.La educación superior norteamericana seexpandió sobre la base de esos tres ele-mentos, y la biblioteca es un ente que de-manda libros. El libro de texto puede ven-der 400.000 copias en un año y en conse-cuencia es una gran industria. En los paísesindustrializados muchas personas viven dellibro. Los centros de innovación están enlos países industrializados pero ocurre queal igual que en la industria farmacéutica, lospaíses del tercer mundo son consumidoresde los productos de ambas industrias. Ellibro y la revista son instrumentos produci-dos según la agenda que dictan los países in-dustrializados, tal vez porque los países endesarrollo no tienen el potencial de pobla-ción ni de otros recursos para imponer suagenda. Lentamente esta situación estácambiando cuando en los últimos años paí-ses como India, Brasil y China, que son den-samente poblados, están desarrollando supropia agenda.

El punto más importante de la industriaeditorial –aunque parece el más sencillo– esel proceso de creación de los contenidos,producir un libro de los cualesquiera que seexhiben en una librería es una maravilla téc-nica por los gráficos, tablas, papel de cali-dad y tapas pero hay un contenido que tieneque ser diseñado: la impresión. De modoque en la industria del libro el proceso decreación es fundamental, pero no el único.Un gran libro de botánica después de 10años de investigación, pasa al diseño, al di-bujo, al formato, la elección de papel, lastintas y luego a la impresión. Lo cual con-duce a otro problema y es que en paísescomo Venezuela el papel se importa y estoinfluye enormemente en los costos que setrasladan al comprador.

La industria editorial en Venezuela

En América latina tenemos aproxima-damente 1.520 editoriales, con produc-ción superior a tres títulos anuales, la in-mensa mayoría pequeñas y medianas, deacuerdo a las cifras del CERLALC. (Vertabla 1)

La edición y comercialización de los li-bros impresos o electrónicos en los secto-res públicos y privados representa aproxi-madamente el 13% del total de la produc-ción de los agentes editores industriales enAmérica Latina El CERLALC presenta ci-fras de tres países que concentran el mayornúmero de editores industriales: en primer

lugar Brasil con el 33%, en segundo lugarArgentina con 17,6%, seguido de Méxicocon un 14,2%. Venezuela se lleva el 4,7%de la distribución de editores en esta cate-goría. Estos agentes editores registran unacantidad de títulos que cubren el mercadoeditorial de América Latina.

La segunda tabla (Ver tabla 2) omite aBrasil y México que se comportan comolos mercados de mayor consumo, en par-te, por contar con la mayor población deAmérica Latina y por mantener industriaseditoriales sólidas. Queremos destacar lascifras de los otros países de la región co-mo: Argentina con un crecimiento anualen el número de títulos: 21% para el año2003, 12% en el 2004 y 5% en el 2005.Sin embargo, anualmente el porcentaje esmenor. Colombia aumentó su producciónde títulos entre 2002 y 2003 en 8,6%, des-cendió en 25% la producción el año si-guiente y subió a 7,3% en el 2005. Panamácon una producción de tres dígitos entre2002 al 2004, en el 2005 la incrementa en18 veces el año 2004. Venezuela descen-dió en su producción entre 2002 y 2003en 44 títulos, aumentó esta producción en37% para el año 2004 y 28% en el 2005.En el promedio regional sobre el total detítulos de los países, Venezuela se sitúapor debajo de la media que está en 37,6%,al igual que Colombia, Honduras, Nicara-gua, Panamá y Perú.

El mercado de la producción de títu-los en América Latina se concentra entres países: Argentina, México yColombia el 62,4%. Venezuela (5,9%)pertenece al segundo grupo que se en-cuentra en la escala entre 1 y 6,1%. Lascifras del año 2005 muestran que toda laAmérica Latina de habla hispana produ-ce el 40,2% de los títulos y España el39,7%, sólo Brasil publica el equivalen-te al 50% de lo que produce el resto delcontinente hispano hablante y su circu-lación está centrada en el mercado bra-sileño. (Ver tabla 3)

México es el primer y segundo destinode las exportaciones de libros en AméricaLatina por parte de Argentina, Colombia,Nicaragua, Brasil, y Perú. En el caso denuestro país, Venezuela es el primer y se-gundo destino de exportación en este ren-glón de México y Colombia, mientras queconcentra en Colombia y Argentina susexportaciones (42%). En el caso específi-co de Venezuela, sus libros viajan a estosdos países, con modestas ventas en el res-to de la región, estos porcentajes se expli-can por la orientación de mercado que tie-nen las empresas editoras dirigida al mer-cado nacional. En el estudio realizado por

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la Cámara del Libro en el año 2005 se ob-serva que el 59% de las empresas editorastratan de cubrir el mercado nacional, 8%el internacional, el 4% el local, regional4% y 25% se enfoca a los mercados na-cionales e internacionales con énfasis enel nacional. Cuando se compara esta dis-tribución de mercados geográficos con elpromedio nacional empresarial, que se si-túa en un 2%, esta industria tiene un ma-yor alcance internacional. Es importantedestacar el año 2003 para Venezuela, añoen el cual las cifras del CERLALC indi-can la importación de libros en 64,6% deCuba, 12,9% de España, 10,5% deColombia, 4,3 de Estados Unidos deAmérica, 4,2% México y 1,1% deArgentina, el resto corresponde a gruposde países con porcentajes menores a uno.El porcentaje de libros importados deCuba en el 2003 es el resultado de un con-venio con esta isla para entregar librosgratuitos a la población venezolana, a tra-vés de las diversas misiones del gobierno,y otros tantos pasaron a ser distribuidosen la amplia red de librerías gubernamen-tales.(Ver tabla 4)

Venezuela aparece en esta tabla conmás librerías que México, Brasil yArgentina lo que proporcionalmente re-presenta 19.000 habitantes por librería.América Latina tiene 5.742 librerías ycerca de 28.300 que tiene España, deacuerdo el estudio que presentó el CEGAL(Confederación Española de Gremios yAsociaciones de Libreros) publicado en1999. En ejemplares y facturación Brasiles líder en el mercado editorial regionalcon 410 millones de ejemplares y ventasalrededor de 2 millones de dólares (54%);México con 93 millones de ejemplares(20% de las ventas); y Argentina, que con52 millones de ejemplares y ventas alre-dedor de 600 millones de dólares (12%),(Cabanellas, 2001).

Cifras de la Cámara Venezolana delLibro (CAVELIBRO) del año 2008²muestran el crecimiento de las librerías enVenezuela con las siguientes cifras (Vertabla 5).

El mayor porcentaje de crecimiento seobserva en las librerías papelerías, esto talvez obedezca a la necesidad de diversifi-carse en otros productos culturales afinesa los libros y revistas para sostener el ne-gocio. El crecimiento de las librerías es-pecializadas es inferior al resto y pode-mos mencionar una tendencia en las li-brerías que ceden espacio a las grandessuperficies, a los kioscos y a la venta elec-trónica.

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País Estimación de % en total deeditores industriales agentes editores

Argentina 267 17.6%Bolivia 18 1.2%Brasil 510 33.6%Chile 66 4.3%Colombia 94 6.2%Costa Rica 23 1.5%Cuba 25 1.6%Ecuador 33 2.2%El Salvador 18 1.2%Guatemala 15 1.0%Honduras 12 0.8%México 216 14.2%Nicaragua 13 0.9%Panamá 15 1.0%Paraguay 20 1.3%Perú 56 3.7%República Dominicana 24 1.6%Uruguay 23 1.5%Venezuela 72 4.7%Total región 1.520 100%

TABLA Nº 1Editoriales industriales en Ibero América y participación en total de agentes editores

País 2002 2003 004 2005 % Argentina 4.808 6.073 6.900 7.232 42,0Bolivia 245 314 297 367 40,3Chile 1.296 1.720 1.376 1.485 41,7Colombia 3.615 3.764 4.004 3.719 35,8 Costa Rica 713 544 518 480 20,1 Cuba 1.045 930 644 459 59,9 Ecuador 534 666 944 1.057 38,6 El Salvador 58 56 114 33 11,6 Guatemala 281 167 166 204 39,1 Honduras 18 68 45 71 22,1 Nicaragua 97 114 152 114 28,6 Panamá 160 136 124 2345 33,7 Paraguay 252 179 202 264 42,7 Perú 661 1.083 1.073 1.370 35,2 República D. 314 391 254 395 44,7Uruguay 371 483 254 395 44,7Venezuela 522 478 768 1.074 28,8Total General 14.990 17.166 17.826 18.944 37,6

TABLA Nº 2Registro de títulos por las editoriales industriales y porcentaje sobre el total de títulos de cada país

Fuente: CERLALC, 2005

Fuente: Agencias Nacionales ISBN CERLALC- Base mayo 2006

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La estructura del mercado de la industria editorial

Al considerar los soportes bajo los cua-les se publica en Venezuela, el estudio deCAVELIBRO (2005) indica que la produc-ción de las empresas editoriales se concen-tró en 96% de material en papel y 4% enelectromagnético. Del material impreso, laindustria se dirige hacia las reimpresiones(48%), primeras ediciones (37%) y reedi-tan (15%). EL 48 % de las reimpresionesestá por debajo de la media de Brasil,Colombia y México que se sitúa en 62%.(Ver tabla 6).

Las editoriales institucionales adminis-tran recursos públicos y privados y su fi-nalidad no es obtener lucro, presentaronuna participación sin mayor variación a lolargo de estos cinco años, que se reflejanen la tabla 5. Es conveniente destacarcómo las empresas privadas de -8% pasa-ron a 2% para luego bajar nuevamente a -2%. Y las editoriales alternativas o inde-pendientes que funcionan con subsidio delEstado, tienden a convertirse en empresasprivadas y autónomas, se agrupan en dosáreas geográficas: las del Distrito Capitaly las ubicadas en el resto del país. El go-bierno actual en apoyo a este tipo de edi-torial, creó el Sistema de ImprentasRegionales y este sistema funciona a tra-vés de la Fundación El Perro y La Rana, laFundación Red Nacional de Escritores deVenezuela y los coordinadores estadalesde la Plataforma del Libro y la Lectura,bajo la modalidad de corresponsabilidad(entre la Fundación y la Red) y cogestión(incluyendo también a los coordinadoresestadales). Sus actividades cubren desde laselección de obras, aceptación de manus-critos, investigaciones sobre temas regio-nales y locales hasta el eslabón de la co-mercialización a través de las Librerías delSur. Su meta para el año 2007 fue la edi-ción de 30 títulos con un tiraje de 500ejemplares. Actualmente cuentan con unared de 52 librerías, ubicadas –mínimo–una por cada entidad estadal. (Ver tabla 7).

Las empresas privadas van descen-diendo en su participación en el mercado,pero continúan siendo las de mayor pre-sencia después de las editoriales institu-cionales. También se observa una concen-tración de la oferta en pocos títulos y pocasempresas. La producción de libros de textoes una de las áreas de mayor relevancia enla industria editorial, por la función socialque cumple, es quizás oportuno que se es-tudien costos, precios, distribución y con-tenidos, con la participación del sector pú-blico que avala los contenidos y el sector

País 1er. destino 2do. destino

Argentina México 23,5% Chile 11,5%Bolivia Perú 29,8% E.E.U.U 20,1%Brasil Portugal 15,6% México 7,2%Chile Argentina 24,6% Perú 12,6%Colombia México 22,3% Venezuela 14,5%Costa Rica Jamaica 20,5% Nicaragua 14,9%Ecuador Chile 17,9% Colombia 16,9%El Salvador Honduras 46,3% Guatemala 46,3%Guatemala El Salvador 26,0%México Venezuela 5,4% Guatemala 4,8%Nicaragua México 41,3% Chile 32,0%Paraguay Brasil 70,9% Argentina 8,3%Perú Chile 24,1% México 18,8%Venezuela Colombia 32,8% Argentina 10,0%

TABLA Nº 3Participación de los 2 principales destinos de las

exportaciones de los países latinoamericanos

Fuente: Agencias Nacionales ISBN CERLALC- Base mayo 2006

Países Librerías Habitantes por librería

Argentina 800 48.000Brasil 1.015 179.000Chile 157 64.000Colombia 564 78.000Costa Rica 249 17.000México 1.261 81.000Perú 371 73.000Venezuela 1.326 19.000

TABLA Nº 4Cantidad de librerías en algunos países de América Latina: 2005

Fuentes: CAVELIBRO, 2005

Tipos de Librerías % de crecimientoEspecializadas 5Generales 11Generales con alguna área de especialización 11Librerías/papelerías 69Ninguna de las anteriores 1No sabe/no contesta 3

TABLA Nº 5Crecimiento porcentual por tipo de librerías en Venezuela: 2008

Fuente: CAVELIBRO, 2008

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privado que participa en la cadena de pro-ducción de textos escolares. (Ver tabla 8).

Tomamos el año 2002 para resaltar al-gunos hechos: casi un tercio de la produc-ción editorial de nuevos títulos es del áreade las Ciencias Sociales (31,6%), luegoCiencias Aplicadas (18,9) y Literatura(15,7); Filología (1,4%) es el área demenor representación en la producción denuevos títulos. En cuanto a las reimpresio-nes su volumen es mayor que la edición denuevos títulos, este comportamientopuede obedecer a la contracción econó-mica que atravesó el país en ese lapso y queimpactó también a la industria editorial(CAVELIBRO, 2005). (Ver tabla 9).

Coediciones

Otro aspecto son las coediciones; en elestudio de CAVELIBRO (2005) se indicaque el 8% de las editoriales coedita conorganismos extranjeros, 21% con orga-nismos nacionales y el 71% no coeditan.Si la situación de algunas empresas edito-riales de producir más y dirigirse a losmercados nacionales e internacionales seha visto restringida, se requiere unir es-fuerzos para compartir riesgos y benefi-cios, y la coedición es un instrumento pa-ra fortalecer esta industria. En el caso decoediciones para el mercado global, esta-mos ante una producción centrada en elmercado nacional que necesitaría cam-biar esta orientación para ganar grandesmercados.

Impresión

La impresión de libros nacionales serealizó en el 79% de los casos en empresasgráficas propiedad de terceros, 13% enempresas gráficas propias y 8% lo hacefuera de Venezuela. Los países beneficia-dos son: Colombia y México (29%),España, Italia y Hong Kong tienen 14%cada uno de este mercado (CAVELIBRO,2005). La cadena de la producción edito-rial desarrolla procesos que van desde elmomento en que el autor entrega su ma-nuscrito para correcciones de estilo ypruebas, tipografía, impresión y encuader-nación, que tienen costos fijos –indepen-dientes– del número de ejemplares que seproduzcan. Imprimir 500 ejemplares tienecasi el mismo costo de 1.000.

Las ventas

El tamaño de la empresa es determi-nante para presentar el volumen de ventasde las empresas editoriales. (Ver tabla 10).

Tipo de editorial 1998-1999 1999-2000 2000-2001 2001-2002

% % % %

Empresas privadas -8 2 -2 -2Editoriales institucionales 3 2 2 3Editoriales alternativas 5 -3 0 -1

TABLA Nº 6Porcentaje de nuevos títulos en editoriales venezolanas

Fuente: CENAL (2003)

Temas 2000 2001 2002Totales 13.015 3.554 3.199Generalidades 64 56 121Filosofía, Psicología 156 127 159Religión, Teología 103 135 101Ciencias Sociales 1.072 1.340 1.014Filología 40 37 46Ciencias Puras 101 207 167Ciencias Aplicadas 530 184 605Artes 220 347 244Literatura 544 462 505Geografía e Historia 185 259 237

TABLA Nº 8Evolución de nuevos títulos publicados según categorías de temas

Fuente: Guzmán Cárdenas (2005)

2000 2001 2002No. de % en el No. de % en el No. de % en eltítulos mercado títulos mercado títulos mercado

Totales 3.015 100 3.554 100 3.189 100Empresas privadas 850 28,19 940 26,45 795 24,93Empresas editoriales de textos escolares 211 7,0 312 8,78 147 4,61Empresas editoriales de otros libros 639 21,19 628 17,67 648 20,42Editoriales institucionales 1.017 33,73 1.254 35,28 1.218 38,19Universidades 346 11,48 483 13,59 382 11,98Organismos oficiales 451 14,96 630 17,73 657 20,60Fundaciones y Asociaciones sin fines de lucro 188 6,24 125 3,52 158 4,95Organismos internacionales 32 1,06 16 0,45 21 0,66

TABLA Nº 7Títulos publicados y participación en el mercado según tipo de editorial

Fuente: Guzmán Cárdenas (2005)

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Las empresas editoriales se clasificanen tres categorías según el rango de factu-ración de ventas y el número de ejempla-res producidos. (Ver tabla 11).

El 72 % de las ventas se concentra enobras producidas en el país, el 20% co-rresponde a obras importadas y el 8% co-loca su producción en el exterior. El 20%que importa los libros, en su mayoría téc-nicos y especializados, está viendo su par-ticipación en las ventas afectada con elcontrol de cambios, situación que se agu-diza a raíz de la publicación de la GacetaOficial No. 38.882 del 3 de marzo de 2008,donde los organismos financieros del paísclasifican a los libros en la lista de no prio-ritarios para la adquisición de divisas, a locual se suma el lento proceso de asigna-ción de las mismas; los libreros estimancuatro a cinco meses, mientras que las uni-versidades estiman más de nueve mesespara recibir la autorización de divisas. (Vertabla 12).

Las ediciones propias son comerciali-zadas preferentemente por sus propias dis-tribuidoras al igual que las ediciones im-portadas. La venta de ediciones propiaspor canales de comercialización se agrupaen un 50% en las ventas directa a crédito,22% en librerías y 10% en las escuelas; el18% restante se distribuye en ventas a bi-bliotecas, asociaciones de padres de fami-lia, correo directo, Internet, kioscos, em-presas privadas. Cuando se trata de obrasimportadas el 39% está en el mercado degrandes superficies, 28% librerías y lasventas directas a crédito ocupan el 20%.Según los datos del CERLALC del año2001 con respecto a la distribución dellibro didáctico, las librerías participaronen 30%, las compras del Estado en 20%,bibliotecas 15%, grandes superficies y pa-pelerías 10% y el sector informal 5%. Loslibros de interés general se distribuyen50% en librerías, 36% grandes superficies,compras del Estado y bibliotecas 10%, y4% venta directa. Esto obedece a que lasestrategias de distribución cambian deacuerdo al tipo de libro que se desee colo-car en el mercado. CAVELIBRO (2005)estudió los sellos editoriales que distribuí-an las empresas y 42% administran cincoo más sellos editoriales, 29% representanentre dos y cuatro, y 29% sólo un sello edi-torial. El uso de libros parece estar aso-ciado con instituciones de educación, es-pecialmente básica y media que tienen li-bros de texto de uso obligatorio y de ahí elalto éxito de sus ventas. El libro enVenezuela no está vinculado a la lecturarecreativa, es un problema estético casi dedistracción que el actual gobierno, en un

Títulos 2000-2002 %Novedades y reediciones 73.791 38Reimpresiones 122.543 62Total 196.334 100

TABLA Nº 9Participación de reimpresiones en la producción: total de títulos

Fuente: CAVELIBRO, 2005

Tamaño de la empresa Ventas promedio Número de ejemplaresPequeñas empresas 303.378.602 24.417Medianas empresas 1.890.252.590 215.133Grandes empresas 4.073.220.750 565.263

TABLA Nº 10Tamaño de la empresa: año 2003

Fuente: CAVELIBRO (2005)

Obras importadas 20%Obras nacionales 72%Ventas en el exterior 8%

TABLA Nº 11Distribución de las ventas

Fuente: CAVELIBRO (2005)

Ediciones propias Ediciones importadas% %

Distribución propia 79 99Otras distribuidoras 12Canales de comercialización 9 1

TABLA Nº 12Ventas de ediciones por canales de distribución (2003)

Fuente: CAVELIBRO (2005)

Puestos de Trabajo CantidadEmpleos directos 42.200Empleos indirectos 3.000Librerías 13.200Distribuidores 17.150Editoriales 8.250Impresores 1.300Otros 2.300

TABLA Nº 13Puestos de trabajo

Fuente: Guzmán Cárdenas (2005)

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afán plausible decide que la población ac-ceda al libro y regala 1.000.000 de copiasdel Quijote en una operación que se llamóDulcinea. No entraremos a discutir la bon-dad, porque es bueno que lo hayan hecho.Pero lo lamentable es que ésta es una obrairrelevante para las personas en este país,porque es un libro de caballería del sigloXVI. Es muy probable que si se hubiesedistribuido un libro acerca del manejo deaguas negras, la basura o de enfermedadesen el hogar la demanda sería mucho mayorsobre todo porque –meritoria como es laidea– es una incongruencia ya que elQuijote es castellano antiguo y el venezo-lano lee y escribe en castellano actual.

Empleo

Según el estudio de CAVELIBROS(2001) que recoge Guzmán Cárdenas, lospuestos de trabajo en el sector de la indus-tria del libro se distribuyen como lo pre-sentan las tablas 13 y 14.

Los datos que presentó GuzmánCárdenas (tomados del INE, 2001) indi-can que la industria editorial dio ocupa-ción a 25.770 personas en imprentas delpaís. En cuanto al total de trabajadores enla industria manufacturera del sector en elaño 2001 fue de 193.988 personas; en im-prentas, editoriales e industrias conexas13.710 empleados. Estos puestos de tra-bajo representaron el 0,46% del total na-cional. Si comparamos el número de em-pleos directos e indirectos del año 2001con el 2008, año en el cual CAVELIBROafirma que son 35.000 empleos directos eindirectos los que proporciona esta indus-tria, se observa una merma de 10.200 em-pleos en el sector.

Editoriales universitarias

En los países de América Latina, la in-dustria editorial universitaria no ha alcan-zando el desarrollo que esperábamos. Sien Estados Unidos de América hay cercade 5.000 instituciones de educación supe-rior, es importante señalar que en AméricaLatina y el Caribe desde el punto de vistanominal, tenemos miles de universidadesy millones de estudiantes que no son con-sumidores de libros. Esa es la gran dife-rencia con América Latina y en particularcon Venezuela, donde el consumo de li-bros se extiende a grupos sumamente re-ducidos y la producción de libros acadé-micos no guarda correspondencia con lademanda porque ni las bibliotecas –porsus exiguos presupuestos– ni los propiosestudiantes demandan libros. En este caso

quienes dirigimos bibliotecas en AméricaLatina nos encontramos con un fenómeno,que la biblioteca es en muchos casos un re-positorio de libros y revistas donde acudenpocos profesores y sus usuarios son los es-tudiantes que en particular leen libros encastellano, mientras que la gran produc-ción de libros técnicos y especializados seda en idioma inglés en correspondenciacon los centros de producción de conoci-miento.

El libro académico venezolano es ca-suístico y regional, porque se refiere acasos muy específicos en Maracaibo,Cumaná, Valencia, como reflejo de la edu-cación superior en Venezuela, que es re-gional no nacional. La región de LosAndes produce para Los Andes, la pro-ducción en Caracas que se pudiese creerque en el caso de la Universidad Central deVenezuela es nacional, no se conoce enmuchos casos en el interior del país.Parece ocurrir lo que se dice de los vinosen diferentes países: los buenos vinos noviajan. En Venezuela los buenos libros noviajan, ejemplo de ello es cómo excelentesobras publicadas por la Universidad delZulia no se conocen en la Universidad deOriente y viceversa y eso se explica por-que no hay una demanda nacional ni unaindustria para la nación y como conse-cuencia, los costos en países comoVenezuela son sumamente altos, tenemosque importar todos los insumos para pro-ducir los libros y el mercado es bastantedébil. El elemento fundamental es que nohemos creado mercados para la industriaeditorial, en consecuencia necesitamosfortalecer la industria del libro y de las re-vistas. En Venezuela se publican tirajes de500 ó 1.000 ejemplares tanto de libroscomo de revistas. Cuando una revista sepublica en Mérida como es el caso deFermentum, probablemente una de las re-vistas más reconocidas en el país, se pu-blica en tirajes tan reducidos como losmencionados, cuando la demanda nacio-nal por la cantidad de profesores del áreade Ciencias Sociales que tiene el país su-peraría en miles estas cifras. Las revistasacadémicas venezolanas no se venden enla calle, salvo contadas librerías; se pue-den visitar librerías en el Este de la ciudadde Caracas y encontrar títulos comoForeign Affairs, Time, Newsweek, DerSpiegel, revistas europeas y norteamerica-nas, pero no Fermentum. (Ver tabla 15 y16).

Si tomamos las cifras de los libros re-gistrados entre 1999 y 2000 la cantidad detítulos tuvo una caída del 9%, con una re-cuperación del 5% para el año 2001, en el

2002 un descenso de 1,3%, en el 2003 dis-minuyó la cantidad de títulos publicadosen 36,2% y en el último año de la tabla larecuperación fue de 36,4%. El número deejemplares tuvo un comportamiento simi-lar. Según la Agencia Nacional de ISBN,Caracas registra el 54,5% de los títulosuniversitarios que se publican en el país.Esto deja al interior con una participación45,5% de la producción editorial y son lasciudades-capitales las que concentran laproducción. (Ver tabla 17).

La producción de la Universidad Cen-tral es la más amplia, así como en el nú-mero de fondos editoriales que administra.En esta Universidad se realizó un estudiodel mercado editorial (Ochoa, 2006) paraproponer la creación de la Distribuidoradel Libro Universitario. El estudio reflejaque para el año 2003 el mercado venezo-lano produjo 3.400 nuevos títulos y la par-ticipación de las universidades fue alrede-dor del 12% y el aporte editorial de la UCVfue de 32% en el segmento de los librosuniversitarios y de 4% en el mercado na-cional.

Problemas en la industria editorial venezolana

Los canales de distribución en el sectorde los libros enfrentan entre otros proble-mas, que su principal competidor en la dis-tribución es el gobierno y no las librerías.El gobierno entrega de manera directa alos lectores los libros y esto inhibe la asis-tencia del público a las librerías. El incre-mento en el costo del papel, de los costoslaborales y costos de impresión reducenlos márgenes de ganancia bruta para estasempresas. En consecuencia es el gobiernovenezolano el que genera una competen-cia desleal con este sector industrial; ade-más, si sumamos el control cambiario quelimita el acceso a las divisas, el gobiernose convierte en el principal productor ycomprador.

Una encuesta del año 2007 realizadapor el CERLALC a 94 empresas editorasy 20 distribuidoras de libros ubicadas enAmérica Latina, muestra que la baja de-manda es el principal problema o el se-gundo en importancia. (Ver tabla 18).

Para nuestro país el principal problemaes el que se refiere a los cambios en las dis-posiciones normativas del gobierno y elsegundo las variables macroeconómicasdel país, aunado a los trámites para impor-tar que siguen las distribuidoras. Vene-zuela tiene una ausencia de políticas inte-grales que favorezcan la industria editorialy la lectura para incrementar la demanda

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de libros. En el caso de la industria en símisma se requiere también de la forma-ción de personal profesional en el área,para mejorar la competitividad. Otro as-pecto a resaltar y que no aparece en la tabla18, es el relacionado con la formación delcapital humano en esa industria, es impor-tante crear carreras universitarias y técni-cas para el área editorial, la formación deese personal contribuirá a mejorar los es-tándares de competitividad en ese sector.

Conclusiones

Aunado al proceso de creación y de pro-ducción, lo que está resultando el talón deAquiles de la industria del libro es la dis-tribución, porque no tenemos un sistemanacional de distribución del libro y en elcaso del texto universitario una salida pa-recer ser la creación de una empresa dis-tribuidora de ese tipo de material, proyectoque la Universidad Central de Venezuelatiene programado para los próximos años.

Por otra parte el libro en la región no esun commodity como se mencionó, es loque alguien publica y se regala. Porquequienes nos movemos en el mundo acadé-mico observamos cuando algún colega pu-blica un libro, nuestro primer impulso espedirle una copia, y sobre todo si conoce-mos al autor. Nosotros no acreditamos anuestros colegas como competentes paraescribir libros, no los vemos como autoressino como profesores.

Asimismo, debemos asociar la indus-tria del libro con las TIC, reiteramos queno hay contradicción, porque la tecnologíano es excluyente sino que se sobrepone yse enriquece, en consecuencia es intere-sante que Internet nos remita al libro y ellibro nos devuelve a Internet. El libro es yseguirá siendo el eje fundamental del pro-ceso de enseñanza-aprendizaje sobre todoen los países pobres, en donde fortaleceresta industria es una política de educaciónsuperior, básica y media. En el fondo hayun tránsito entre el aprendizaje de la lec-tura y del libro como un bien desde la edu-cación básica hasta la superior. No pode-mos terminar sin reiterar que en Venezuelay la región latinoamericana no hemos cap-tado el papel del libro como parte de unaindustria. En Venezuela no leemos casinada de la oferta editorial de Brasil, que esun enclave lingüístico a pesar de las simi-litudes del idioma.

Las exportaciones de Venezuela con-centradas en Colombia y Argentina tienen,por la posición geográfica de nuestro país,posibilidad de expandirse a AméricaCentral y a Brasil.

Número de Imprentas Número de empleados15 Más de 10054 Entre 51 y 100

123 Entre 21 y 50579 Menos de 20830 Menos de 4

TABLA Nº 14Número de empleados distribuidos por rango en imprentas

Fuente: Guzmán Cárdenas (2005)

Año 1999 2000 2001 2002 2003 2004Cantidad de títulos 398 361 380 375 239 376

TABLA Nº 15Libros registrados por Universidades venezolanas en el ISBN

Fuente: Agencias Nacionales ISBN-CERLALC, Base Junio 2005.

TABLA Nº 16Ejemplares registrados por Universidades venezolanas en el ISBN

Fuente: Agencias Nacionales ISBN-CERLALC, Base Junio 2005

Año 1999 2000 2001 2002 2003 2004Ejemplares 504,784 365,900 369,640 348,346 152,050 643,260

TABLA Nº 17Producción editorial universitaria: 2002-2004

UNIVERSIDADES QUE EDITAN 2002 2003 2004Colegio Universitario de Caracas 3Instituto Pedagógico de Miranda José Manuel Siso Martínez 1Ministerio de Educación Superior. CNU. OPSU 7 28Universidad Bolivariana de Venezuela 1Universidad Católica Andrés Bello 38 14 41Universidad Católica Cecilio Acosta 11 5 15Universidad Católica del Táchira 2Universidad Central de Venezuela 138 50 98Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado 3 2Universidad de Carabobo 14 24 19Universidad de Los Andes 76 57 78Universidad de Oriente 6 10 5Universidad del Zulia 18 21 25Universidad Metropolitana 4 2 16Universidad Monteávila 2Universidad Nacional Abierta 5 1 4Universidad Nacional Experimental de Los Llanos Ezequiel Zamora 6 4 7Universidad Nacional Experimental del Táchira 1Universidad Nacional Experimental del Yaracuy 4Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda 4 4Universidad Nacional Experimental Llanos Central Rómulo Gallegos 3 1 1Universidad Nacional Experimental Marítima del Caribe 2Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt 1Universidad Nacional Experimental Simón Rodríguez 2Universidad Nororiental Privada Gran Mariscal de Ayacucho 3Universidad Pedagógica Experimental Libertador 31 23 20Universidad Rafael Belloso Chacín 11 5 4Universidad Simón Bolívar 4 4 2

Fuente: Agencias Nacionales ISBN-CERLALC, Base Junio 2005

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Otra instancia que podría fortalecer laindustria del libro es el desarrollo de unsistema de bibliotecas en básica, media ysuperior, que contribuiría en una mejora delos hábitos lectores de la población. Unarecomendación de la International Federa-tion of Library Association (IFLA) su-giere al menos tres libros por habitante enel conjunto de bibliotecas del país, enVenezuela desconocemos la magnitud delas colecciones que albergan la totalidadde las bibliotecas.

■ Elsi JiménezEx-directora de la BibliotecaCentral de la UCV. Profesora de laEscuela de Bibliotecología yArchivología de la UCV.

País Cambio Cambios Baja Devoluciones Piratería Reprografíaen las en las variables demanda

normativas macro-del gobierno económicas

del país

Argentina 2,6 5,0 3,4 2,6 2,8 2,6Brasil 2,3 3,1 4,0 2,0 1,7 3,3Chile 2,2 2,4 3,4 3,1 4,5 4,5Costa Rica 2,0 2,5 3,8 1,8 2,0 2,8Colombia 2,3 3,6 5,0 3,0 4,7 4,7Ecuador 2,4 3,0 2,6 1,3 4,2 3,4Guatemala 3,2 2,4 2,4 1,6 4,0 3,2México 3,6 3,3 3,5 3,3 3,4 3,1Perú 1,5 1,8 4,3 3,3 5,8 3,0Uruguay 1,0 1,8 2,0 1,8 3,3 2,8Venezuela 5,2 3,8 3,0 2,6 2,9 3,0

TABLA Nº 18Principales problemas por países: 2007

Referencias

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VILLARROEL, Luis (2005): Diagnóstico de las edi-toriales universitarias en Venezuela. Caracas:UNESCO, Fondo Editorial IPASME.

Notas

1 Un dato a destacar es que desde el año 2005Google desarrolla el proyecto de digitalizar cin-cuenta millones de libros, con máquinas que tra-bajan con brazos mecánicos que pasan las hojassin dañarlas y que escanean miles de páginas dia-rias. El costo mínimo de la digitalización es dediez dólares por libro, con lo que la etapa inicialdel proyecto, que prevé trabajar con dieciséis mi-llones de libros, necesitará unos ciento cincuentamillones de dólares. Este proyecto recibe finan-ciamiento de Google, patrocinantes, colabora-dores, anuncios, enlaces comerciales (Barnet,2005).

2 Estas cifras próximas a ser publicadas fueron su-ministradas por la Secretaría Ejecutiva de CA-VELIBRO en la persona de la Lic. Dalila DaSilva a quien le agradecemos la información

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Introducción

Los medios de comunicación de masashan sido objeto de investigación a lo largode su existencia: podemos encontrar en re-vistas especializadas, tanto venezolanascomo extranjeras, numerosos trabajossobre la televisión y el cine desde distintasperspectivas por parte de diversos autores.No ha resultado así con la radio, medio res-pecto al cual la producción investigativa hasido cuantitativamente menor, y esta inves-tigación pretende hacer un aporte al res-pecto. La programación radiofónica ha sidouno de los aspectos investigados, como loes en el presente caso, específicamente re-ferido a las emisoras FM de Caracas.

Los objetivos de esta investigaciónapuntan a conocer los aportes teóricos delos diversos enfoques respecto a los conte-nidos de la radiodifusión sonora, así comola naturaleza de los contenidos y la estruc-tura de la programación de las radioemi-soras. Al mismo tiempo, proponer una ti-pología de las programaciones y de loscontenidos de las mismas.

Para sustentar nuestros razonamientosteóricos nos basamos principalmente enlos aportes de Steimberg (1998), Cabello(1986), Merayo (1992), Martínez yHerrera (2004b), Araya (2005), yHausman, Benoit y O’Donell (2001). Porotra parte, realizamos el análisis de losdatos mediante el análisis plano de la pro-gramación radiofónica, es decir, la revi-sión de las programaciones impresas y delas informaciones específicas de los diver-sos programas que nos proporcionen losproductores de los mismos.

El problema de investigación

La radio, como actividad, como em-presa, abarca distintas áreas y está consti-tuida por varios elementos. Uno de ellos,

Estudioscomunica ción84

ResumenEl medio radio ha sido poco investigado, al menos en lo quetiene que ver con su programación.El objetivo fundamental de esteestudio es dar a conocer losdistintos enfoques investigativoscon especial énfasis en loscontenidos programáticos de laradiodifusión, así como proponeruna tipología de las programacionesy de los contenidos a partir delanálisis de una muestra de lasemisoras de radio en FM deCaracas.

AbstractThe media Radio has been littleresearched, at least as regardsto its programming. The primaryobjective of this study is to raiseawareness of the differentinvestigative approaches withspecial emphasis on the programcontent of broadcasting, as wellas propose a typology of theprogramming and content fromanalysis of a sample of FM radiostations in Caracas

■ Fidel Pérez

Panorama radiofónico caraqueñoUn análisis de la programación de las emisoras FM

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esencial en su imagen ante el público, y anuestro juicio el más determinante, es laprogramación, ese acto de ensamblaje decontenidos comunicacionales que confi-gura el rostro de la emisora, el mensajemúltiple sintetizado en uno, que dice cuáles su estilo, a qué compradores, vendedo-res y consumidores se dirige, qué excluyey qué incluye, qué tipo de vínculo deseaestablecer, qué niveles de la sociedad leimportan, qué valores maneja, hasta dóndellega su concepto de ciudad, de cultura yde país, etc. Programar una emisora radiales armar una personalidad, una imagen,un yo definido, identificable y dotado deun valor específico que persigue lanzaruna red a la gran masa social para recogerlo que habrá de darle subsistencia y conti-nuidad.

Nuestra exploración documental hapuesto en evidencia una notable carencia yuna necesidad: la carencia de informaciónacerca de la programación radial enVenezuela, y la necesidad de crear unalínea de investigación que genere los pro-yectos respectivos que permitan compen-sarla. El presente trabajo parte de estos doselementos, por lo que se plantea determi-nar la composición de la programación delas emisoras FM de Caracas.

Objetivos

Objetivo general

Conocer la estructura de la oferta pro-gramática de las emisoras de radiodifusiónsonora en Frecuencia Modulada deCaracas y proponer una tipología de lasprogramaciones y de los contenidos radio-fónicos.

Objetivos específicos

● Determinar los aportes teóricos de losdiferentes enfoques y análisis sobre loscontenidos de la programación radiofó-nica.

● Conocer la naturaleza de los conteni-dos y la estructura de la programación delas emisoras de radiodifusión sonora enFrecuencia Modulada que operan en laciudad de Caracas.

● Proponer una tipología de las progra-maciones de las emisoras de radiodifu-sión sonora FM de Caracas.

● Proponer una tipología de los conte-nidos de las programaciones de las emi-soras de radiodifusión sonora FM deCaracas.

Marco referencial

La investigación en programación radiofónica en Venezuela

El interés de los investigadores de nues-tro país, entre 1979 y el año 2000, se haorientado hacia el consumo musical, for-matos específicos, historia, análisis deprogramaciones, y análisis globales yprospectivos.

Bisbal (1981) investigó acerca de laprogramación radiofónica y las caracterís-ticas del consumo o recepción por parte delos oyentes. Por su parte, Correa (1994) es-tudió el mercado constituido por las emi-soras de radio, las empresas disqueras, lasempresas verificadoras y los vendedoresformales e informales. Analiza, entre otrospuntos, la composición de la oferta musi-cal de las emisoras.

En 1979 Bermúdez realizó un análisissemiótico de dos radionovelas. Benítez(1984) hace una reseña histórica de la ra-dionovela venezolana de 1930 a 1983.Correa (1991a), analiza el contenido delos noticieros preferidos en sectores po-pulares caraqueños. Prieto (1994) analizala programación de cuatro emisoras co-merciales locales AM en Maracaibo.García y Meza (1997) analizan lo relativo

a la programación radiofónica, específi-camente sus tipos y funciones, y hacen undiagnóstico de la programación de cincoemisoras de radio del Estado Zulia. ElInstituto Radiofónico Fe y Alegría-IRFA(1998) comparó la programación de di-cha emisora y otras cinco emisoras de AMde Maracaibo: encontraron un predomi-nio notable (mayor de 50%) de música yprogramas a nivel general, y la presenciade programas informativos y de opiniónen todas las emisoras, entre otros hallaz-gos.

Finalmente, Correa publica en 2000 unanálisis de la influencia que sobre la radiotienen la tendencia globalizadora y la queenmarca a la radio en un ámbito local. Haceuna breve revisión de la evolución del posi-cionamiento de la radio y reflexiona sobrela especialización y la radio local como lastendencias específicas de la radio enVenezuela. Analiza, entre otros puntos, elimpacto de las emisoras FM sobre la publi-cidad y la programación radial.

Género, formato, programa y programación: en procura de una definición

Los géneros nacen en el marco de lateoría y el análisis literario (Merayo,1992), ámbito del cual son tomados por losmedios impresos (Martínez-Albertos,2001) para luego pasar a los medios au-diovisuales, en función de constituirse enherramientas conceptuales para su estudioy prácticas para su desarrollo.

Partiendo de las perspectivas deSteimberg (1998), Martínez y Herrera(2004b), Merayo, Araya (2005) y Cabello(1986), consideramos los géneros en radiocomo las formas significativas de organi-zar los elementos de los mensajes radiofó-nicos que resultan en un producto ubicablepor el oyente en una categoría comunica-cional determinada.

El segundo nivel que debemos alcan-zar en el análisis de la programación ra-diofónica es el formato. Fenati (1992) yAraya circunscriben este término a la pro-gramación. Cabello (1986) y Castro(2001) se refieren al formato como la for-ma específica de un programa. Final-mente, Hausman, Benoit y O’Donell(2001) abarcan tanto al programa como ala programación, que es la orientación enla que nos inscribimos, por lo que defini-mos formato como la forma general deorganización de la programación, y espe-cífica de cada contenido.

El tercer elemento a considerar aquí esel programa radiofónico. Del análisis de

Finalmente, Correa publica en2000 un análisis de la influencia

que sobre la radio tienen la tendenciaglobalizadora y la que enmarca a la

radio en un ámbito local. Haceuna breve revisión de la evolucióndel posicionamiento de la radio yreflexiona sobre la especialización

y la radio local como las tendenciasespecíficas de la radio en Venezuela

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87comunica ción

las perspectivas de Muñoz y Gil (1997),Cebrián (1995) y Merayo (1992) y denuestro conocimiento acerca del medioderivamos que programa radiofónico esel conjunto organizado y coherente decontenidos sonoros que resultan signifi-cativos para los oyentes, se identifica conun título, trata sobre un tema, es previsi-ble en su transmisión para los oyentes, seadecúa a la radio y es difundido por esemedio.

La programación radiofónica la consi-deramos, en tanto que producto, como unconjunto planificado de contenidos selec-cionados y organizados según criteriosespecíficos en atención a la tecnología yel capital intelectual y económico de laemisora, que tiene una vigencia limitadaen el tiempo, y cuyo propósito es estable-cer un vínculo con los oyentes. En tantoque proceso, la definimos como el proce-so sistematizado de ensamblar, con baseen determinados criterios, los contenidosque serán difundidos en la radio (Cebrián,1995; Araya, 2005; Buenaventura, 1990;Figueroa, 1996; Martí, 1984; Hausman,Benoit y O’Donell, 2001; De Anda yRamos, 1997 y Muñoz y Gil, 1997).

Los géneros y formatos radiofónicos:propuestas de clasificación

La clasificación de las variables imbri-cadas en la programación radiofónica(emisoras, estilos o formatos, contenidosy otros) ha sido abordada por varios auto-res de diversas maneras. En nuestro tra-bajo de revisión identificamos tres focos ycuatro criterios de clasificación, como sepuede apreciar en el Cuadro 1. Por razonesde espacio omitiremos la descripción detres de los criterios y sólo describiremos(aunque sucintamente) la propuesta deAraya (2005), que es con la que muchos denuestros razonamientos encuentran másafinidad.

La clasificación de Carlos Araya

Este autor considera que todo conte-nido radiofónico puede cumplir cualquierfunción comunicacional y que tales fun-ciones pueden presentarse en diversas pro-porciones y niveles de dominancia en cadacontenido. Parte asimismo de que los gé-neros se encuentran en permanente evolu-ción y cambio, por lo que resalta su condi-ción dinámica. Afirma asimismo que re-sulta insuficiente el contenido como elúnico criterio para clasificar las programa-ciones radiofónicas. Establece cuatro con-diciones que debe reunir un género paraser considerado como tal: la autonomía, la

convencionalidad, el sentido propio y elobjetivo. La autonomía la define como elnivel de inteligibilidad del contenido, enfunción del grado de suficiencia de los ele-mentos de éste; la convencionalidad comola estructura u organización discursivaidentificable por el público; el sentido pro-pio como el nivel de significación lógicadel contenido para el oyente en términosdel contexto; y finalmente, define el obje-tivo como la satisfacción de las necesida-des de los oyentes.

Basa su propuesta Araya en dos ele-mentos: el nivel de complejidad y la inten-ción. Considera que el primero se encuen-tra representado en el número de génerospresentes en un producto determinado, eincluye en él los que denomina génerosmayores y menores, los cuales compren-den los programas informativos, interpre-

tativos, de opinión, de discusión, educati-vos, persuasivos y de entretenimiento (gé-neros menores) y los de ficción, la radio-revista y el documental (géneros mayo-res).(Ver cuadro 1).

Metodología

Nivel y tipo de investigación

Se trata, en este caso, de una investiga-ción de campo (UPEL, 2006: 18) de tipodescriptivo y clasificatorio (Ander-Egg,1983). Por su naturaleza de investigaciónde campo se trata, asimismo, de un estudioextensivo y general, es decir, que trabajasobre los rasgos generales de las progra-maciones de la casi totalidad de las emiso-ras de radiodifusión sonora FM de Caracas(22 sobre el total de 24), y que proporcionauna información global de lo estudiado.

CUADRO 1Las propuestas de clasificación de los contenidos radiofónicos.

Fidel Pérez

CATEGORÍAS

Productor del mensaje

Incluye las clasificaciones queconceden relevancia a la instancia productoradel mensaje

Mensaje

Abarca las clasificaciones que se centran en los atributos del mensajetransmitido

Mixta

Comprende las clasificaciones que reconocen dos o más instancias o atributos,del mensaje, del productor del mismo o de ambos

CRITERIO

Función o intención comunicacional

Incluye las clasificaciones que colocan el mayor peso en la función del mensaje

Actitud del autor

La variable central en esta categoría es laactitud con la que elautor interactúa con larealidad

Contenido

Incluye las clasificaciones queparten de la naturalezade los contenidos transmitidos

Por nivel de complejidad e intencióndel mensaje

AUTORES

J.L. Martínez Albertos(2001) Arturo Merayo (1992) Julio Cabello (1986) Ángel Faus (1973)

Mariano Cebrián (1992; en Martínez y Herrera, 2004a)

Villamizar (2005)Vidal (2004) José Javier Muñoz y César Gil (1997)Miguel Angel Ortiz y Federico Volpini (1995) Miguel Angel Ortiz yJesús Marchamalo (1994)

Carlos Araya (2005)

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comunica ción88

Objeto de análisis y emisoras seleccionadas

Nos enfocamos sobre la composición dela programación de las 24 horas de lunes adomingo –vigente para el 30-9-07– de22/24 (91,67 %) de las emisoras FM queaparecen en el sitio web de la ComisiónNacional de Telecomunicaciones-CONA-TEL ubicadas en el Distrito Capital:Radiorama Stereo 103.3, 92.9, MelodíaStereo 93.5, Imagen 88.1, Mágica 99.1,Rumbera Network 104.5, 89X, CNB 102.3,KYS 101.5, Éxitos 99.9, La Mega 107.3,Onda 107.9, La Romántica 88.9, Life 91.9,Hot 94.1, Estrella 96.3, Fiesta 106.5, Jazz95.5, Radio Activa 103.9, Radio Nacional91.1, Emisora Cultural de Caracas 97.7 yAteneo 100.7.

Técnicas de análisis empleadas

Para el análisis de las programacionesllevamos a cabo lo que denominamos aná-lisis plano de la programación radial, queconsiste en el análisis de las programacio-nes de las emisoras de radio basándonos enlas grillas de las mismas y las sinopsis delos programas, en contraposición a la con-vencional técnica de la audiografía(García y Meza, 2000), que se basa en elregistro en medios magnéticos, escucha yregistro de la programación radial entiempo real y posterior descripción y cla-sificación de sus contenidos y de la pro-gramación en su totalidad. Para el análisisde las programaciones cuantificamos lostiempos de transmisión para cada conte-nido radiofónico.

Clasificación de los contenidosradiofónicos de las emisoras FMde Caracas

Los contenidos de las programacionesradiofónicas de las 22 emisoras FM deCaracas incluidas en este estudio los ubi-camos en cuatro géneros: recreativo, in-formativo, formativo, y opinión y propa-ganda, las cuales, a su vez, comprendendieciséis (16) formatos. La clasificaciónque proponemos la presentamos resumida(Ver cuadro 2).

Clasificación de las programaciones de las emisorasde radio FM de Caracas

Para complementar el campo de la in-vestigación en programación radiofónica,hemos incluido el componente de la pro-ducción como elemento de clasificación, yhemos agregado uno que no ha sido tomado

CUADRO 2Clasificación de géneros y formatos de Fidel Pérez, 2007

GÉNERO

Recreativo

Informativo

Opinión y propaganda

Formativo

Otros tipos de programas

FORMATO

Musical MagazineConcursosCómicos

NoticieroMagazine informativoProgramas temáticosMicroprogramasProgramas institucionalesProgramas de entrevista

Programas de opinión● Monólogo● Tertulia● Entrevista● Mixto

Programas de propaganda

Programas culturales

Programas infantiles y juveniles

● Participativo● Intimista

CUADRO 3Clasificación de programaciones radiofónicas. Fidel Pérez, 2007

DIMENSIÓN

Nivel de producción

Nivel de variabilidad de la programación

TIPOS DE PROGRAMACIÓN

MáximoMínimo

Invariabilidad históricaVariación diaria y parcial lunes a viernesVariación semanal y total lunes a viernesVariación de fin de semana

en cuenta, como lo es la variabilidad, comose puede apreciar (Ver cuadro 3).

a. Clasificación de las programacionesradiofónicas según el nivel de producción

Este elemento lo contempla implícita-mente la clasificación de Araya (2005)quien de algún modo la toma en cuenta alestablecer como criterio el nivel de com-

plejidad de los géneros. En todo caso, nin-guno de los otros autores toma en cuentael nivel de la producción, al menos demodo explícito. La producción radial es loque su nombre alude: todos los actos im-plicados en el proceso que concluye en lacreación de un producto radiofónico o, enpalabras de Figueroa, “…el conjunto detécnicas y métodos que permiten desarro-llar las diversas estructuras programáti-cas” (1996: 322).

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● Emisoras con nivel mínimo de producción

Aquí incluimos las emisoras que trans-miten sólo música, música como conte-nido preponderante combinada con pro-ducciones propias, externas o ambas.

● Emisoras con nivel máximo de producción

En esta categoría se encuentran las emi-soras que producen la mayoría o una par-te importante de los contenidos que trans-miten.

Si excluimos la música y los programasmusicales, que son productos que por logeneral suponen un nivel mínimo de pro-ducción, y nos concentramos en el resto delos contenidos, podemos identificar los ni-veles de producción, tal como podemosapreciar (Ver gráfico 1), donde RadioNacional 91.1, Activa 103.9, la EmisoraCultural de Caracas 97.7 y 89X se ubicancomo las de mayor nivel de producción,siendo Fiesta 106 el caso opuesto, con unnivel nulo de producción.

b. Clasificación de las programacionessegún su nivel de variación

Uno de los atributos presentes en lasprogramaciones radiofónicas es su varia-bilidad, tal como lo hemos indicado en pá-rrafos anteriores. Esta característica sepresenta en todas las emisoras en diversasmagnitudes, desde la ausencia o un nivelmínimo de variación hasta la variabilidadmáxima, que se expresa en cambios tota-les semanales. Toda programación está de-limitada en el tiempo por el lapso básicoque constituye la semana, y es en funciónde la misma que las emisoras estructuranla organización de los contenidos a trans-mitir. En la programación de las 22 emi-soras de este estudio hemos identificadocaracterísticas que nos han conducido aestablecer unas categorías que permitentener una visión organizada de esta mate-ria, como se aprecia ( Ver cuadro 4).

Programación invariable

● Programación de invariabilidad histórica

Se trata de programaciones que se man-tienen sin cambio alguno o sin cambiossignificativos durante largos períodos detiempo: años, lustros o décadas. Un ejem-plo en esta categoría es la emisora Radio-rama Stereo 103.3, que desde el inicio desus operaciones no ha hecho cambios en suprogramación.

PROGRAMACIÓN INVARIABLE

PROGRAMACIÓN VARIABLE

Programación de invariabilidad históricaProgramación de invariabilidad actual

Programación de variabilidad tradicionalProgramación de variabilidad diaria y parcialProgramación de variabilidad semanal y total

GRÁFICO 1Número de formatos por emisora

(excluyendo música, programas musicales y magazines)

CUADRO 4Clasificación de programaciones por el nivel de variación

Fidel Pérez, 2007

● Programación de invariabilidad actual

Este tipo de emisora, si bien varía la or-ganización de sus contenidos los fines desemana respecto a la de lunes a viernes, enambos casos transmite los mismos progra-mas y contenidos de la misma naturaleza.Ejemplos de este tipo de programación sonlas emisoras 92.9, Rumbera Network 104.5y Fiesta 106.5.

Programación variable

● Programación de variabilidad tradicional

Las programaciones de este tipo man-tienen los mismos contenidos y/o progra-mas y la misma organización de estos delunes a viernes y sólo varían los fines de se-mana. La gran mayoría de las programa-ciones radiofónicas pertenece a esta cate-goría. En el conjunto de emisoras que estu-diamos las que mantienen este esquema sonMelodía Stereo 93.5, Imagen 88.1, Mágica99.1, 89X, CNB 102.3, Kys 101.5, La Mega

107.3, Éxitos 99.9, Onda 107.9, LaRomántica 88.9, Life 91.9, Hot 94.1,Estrella 96.3, Fiesta 106.5, Jazz 95.5,Activa 103.9, Radio Nacional 91.1, Emi-sora Cultural de Caracas 97.7 y Ateneo97.7.

● Programación de variabilidad diaria y parcial

Ubicamos en esta categoría las progra-maciones que son modificadas parcial-mente en uno o más días de lunes a viernescon la introducción de nuevos contenidos,un cambio en la distribución general de losya existentes o mediante una combinaciónde ambas acciones. Las programaciones deeste tipo combinan la permanencia de partede las mismas con la variación o variacio-nes que introducen. De las emisoras inclui-das en este estudio, las que presentan estetipo de programación son KYS 101.5,Imagen 88.1, Life 91.9, Ateneo 100.7, Hot94.1, Jazz 95.5, Radio Nacional 91.1, y laEmisora Cultural de Caracas 97.7

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● Programación de variación semanal y total

En este caso nos referimos a programa-ciones que realizan cambios totales en laprogramación semanal (nuevos conteni-dos, nueva organización o ambas), lo queimplica que ésta varía diariamente, demodo que los contenidos de cada día sondistintos. La única emisora que presentaeste tipo de programación es Radio Activa103.9, que cambia diariamente veinte de lasveinticuatro horas de su programación: de9 am a 5 am.

La programación de las emisorasFM de Caracas: Una visión global

En esta sección podremos apreciar lacomposición de la oferta programática vi-gente al 30-9-07 del conjunto de las 22 emi-soras incluidas en este estudio, tanto paralos géneros como para los formatos radio-fónicos identificados, en ambos casos parael lapso de lunes a domingo. Se advierte fá-cilmente que el género recreativo es el do-minante, y la música y los programas mu-sicales los contenidos preponderantes, talcomo se evidencia en gráfico 2. El géneroinformativo (noticieros y programas temá-ticos) representa el 14,26% del total. Loscontenidos mixtos se constituyen en elgrupo de tercera magnitud porcentual, conuna representación del 10,62%. Los conte-nidos formativos tienen una presencia mí-nima, con una participación inferior al 1%.En el gráfico 3 apreciamos que las emiso-ras de radio FM de Caracas estructuran suprogramación teniendo como ejes la mú-sica, los programas musicales y el maga-zine, como lo evidencia el 76,5% queambos representan. Los programas temáti-cos, de opinión, los noticieros y los progra-mas infantiles aportan conjuntamente el15,3%.

Análisis de los datos y consideraciones finales

1.- Rasgos generales de la oferta radiofónica caraqueña

En cuanto a la naturaleza de sus conte-nidos y a su estructura, e independiente-mente del público al que se dirigen, laoferta programática de las emisoras deradio FM de Caracas incluidas en este es-tudio muestra poca variabilidad: nuestrosdatos han puesto en evidencia la clara pre-ponderancia de los contenidos recreativos(música, programas musicales, concursos,programas cómicos y magazines) y dostipos básicos de emisoras: las de progra-mación convencional y las musicales.

GRÁFICO 2Programación vigente al 30-9-07.

Composición global por género lunes domingo

GRÁFICO 3Programación vigente al 30-9-07.

Composición global por formato lunes domingo. Formatos <1%resumidos

2.- La música y los programas musicales

Lo que se evidencia en primer lugar esel carácter primordialmente comercial, re-creativo y de acompañamiento de las emi-soras FM de Caracas, con la música comoel contenido de mayor presencia. Se ponede relieve entonces una función esencialde la radio como lo es la promoción musi-

cal, como señala Correa (1994). Ya en1981 Bisbal se refería críticamente a la do-minancia de la música en la radio, alu-diendo no sólo a Venezuela sino a todaLatinoamérica, donde apreciaba la mismasituación. Al mismo tiempo, los resultadosde nuestra investigación se ubican en lamisma línea de los obtenidos por Prieto(1994) y el IRFA (1998), quienes encon-

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traron un predominio de la música en lasprogramaciones que estudiaron: 40,45% ymás del 50% respectivamente. Por otraparte, se puede afirmar que nuestros datospudieran ser un indicador de la funciónpsicológica de la radio, en su rol de dispo-sitivo entretenedor en los momentos deocio y de acompañante de los oyentes ensus actividades diarias. La radio se presen-taría así, pues, en su doble papel de herra-mienta de producción económica de lospropietarios (como soporte del trabajo delas empresas disqueras y como difusoresde publicidad) y como elemento utilitariode los oyentes en el plano psicológico.

3.- El magazine

Nuestros resultados ubican a este for-mato en un segundo lugar con el 19,03%,notablemente por debajo del 57,47% de lamúsica y programas musicales. La partici-pación del magazine en el espectro globalde la las programaciones de las 22 emiso-ras varía desde su ausencia (RadioramaStereo 103.3) hasta su presencia mayorita-ria, como en el caso de la emisora La Mega107.3, en cuya programación representa el47%. En todo caso, se encuentra presenteen 21 de las 22 emisoras, lo que señala suimportancia y utilidad para este medio. Elmagazine parece el complemento idealpara la música y los programas musicales,ya que completa la estructura recreativa dela radio. Con su presencia, la radio mues-tra su rostro de feria casi permanente, deacompañante sin complicaciones y pres-cindible para el oyente. Casi que no es po-sible concebir la programación radiofó-nica privada comercial sin participación–significativa en la mayoría de los casos–del magazine.

4.- Los programas de opinión y los noticieros

Los programas de opinión se ubican enel cuarto lugar en la distribución de lostiempos de transmisión, con el 5,32%. Seencuentra presente en 12 de las 22 emiso-ras, entre las cuales se destaca la emisoraMágica 99.1 como la que dedica mástiempo de su programación a este renglón,con el 21%. Por otra parte, los noticierosocupan el 2,09% de esta distribución.Podemos afirmar que, salvo que se tratarede emisoras con el formato de Sólo noti-cias, la presencia de estos tipos de conte-nidos es por lo general baja, lo cual sepuede atribuir a dos razones básicas: enprimer lugar, sus destinatarios son adultos,interesados en la actualidad nacional, loque de entrada reduce la audiencia poten-

cial. Al mismo tiempo, nuestra experien-cia como oyente histórico de radio –ynuestros datos lo ratifican– nos ha permi-tido apreciar que el segmento de noticias yopinión ha sido tradicionalmente de pocapresencia en la programación radial. Laotra razón posible de la baja presencia deestos formatos es que su naturaleza exigedel oyente un nivel de atención mayor alque le exigirían contenidos recreativos.

5.- Los programas para niños

Este tipo de producciones tiene una pre-sencia apenas perceptible en la programa-ción de las emisoras de radio FM deCaracas: 1,19%, siendo Radio Activa103.9 y Radio Nacional 91.1 las emisorascon mayores contenidos de este tipo en suprogramación. Aunque no obtuvimosdatos ni conseguimos investigacionesacerca de la audiencia infantil, este seg-mento de la población parece atender másla televisión e Internet, lo que explicaríaque el medio radiofónico no produzca o in-cluya en su programación contenidos deeste tipo. Ciro García (entrevistado porHenavi, 2004), ex-presidente de la Cámarade Radio, afirma con seguridad que la pro-gramación infantil en radio “…es una pér-dida de tiempo”, haciendo referencia a quelos niños no escuchan radio en la mañana,y que en caso de encontrarse en su resi-

dencia en esa franja horaria, invariable-mente preferirán ver televisión a escucharradio, incluso en los menores niveles so-cioeconómicos, en los cuales la posesiónde un televisor es altamente frecuente.Indica además que estos contenidos los es-tarían recibiendo los adultos, puesto queno están siendo recibidos por los sujetospara los cuales están producidos.

6.- Los programas culturales

Estos contenidos tienen una presenciaaún más pequeña que los programas infan-tiles: el 0,72% del total de la distribución.Sólo cinco emisoras los incluyen, siendoRadio Nacional 91.1 la mayor productoraen este segmento, con el 5% de su progra-mación dedicada a los mismos. Las otrasemisoras son Radio Activa 103.9 (4%), laEmisora Cultural de Caracas 97.7 (4%),Ateneo 100.7 (3%) y Jazz 95.5 (1%). Lafalta de interés de la audiencia por este tipode contenidos, la necesidad de un alto nivelde atención, y la existencia de otros men-sajes y medios que pudieran resultar másatractivos pueden ayudarnos a comprenderestas cifras.

7.- La investigación de la radio y laprogramación radiofónica

Creemos haber constatado la escasez deinvestigación en Venezuela acerca de laradio en general y de la programación ra-diofónica en especial, esto puede estar vin-culado muy cercanamente con el desinte-rés hacia este medio, lo que ha sido resal-tado por varios autores (Correa,1991b;Hernández, 1991; Merayo, 1992; Hernán-dez y Cinque; 1997; Figueroa, 1996). Anivel de Venezuela, en el pequeño grupo detrabajos publicados, ningún área se mues-tra como dominante. En primer lugar men-cionemos la línea de Análisis globales yprospectivos, donde se encuentra el trabajode Correa (2000), así como la de Análisisde programaciones radiofónicas, donde seinscriben los estudios de Prieto (1994),García y Meza (1997) y el InstitutoRadiofónico Fe y Alegría-IRFA (1998).En el área de géneros y formatos encontra-mos los trabajos sobre el noticiero popular(Correa, 1991a), y la radionovela (Bermú-dez, 1979a; 1979b; Benítez, 1984). Gra-cias a tales trabajos ha sido posible ubicarla radio en los escenarios mundial y local,vislumbrar escenarios futuros, conocer lasituación para un período específico de laprogramación de emisoras de radio, las ca-racterísticas de las mismas, de los directi-vos y de los oyentes; conocer métodos deinvestigación de la radio, y aspectos rela-

Gracias a tales trabajos ha sido posible ubicar la radio en los escenarios mundial y local,

vislumbrar escenarios futuros, conocer la situación para un período

específico de la programación deemisoras de radio, las características

de las mismas, de los directivos y de los oyentes; conocer métodos de investigación de la radio, y aspectos relacionados con las llamadas emisoras populares

y educativas

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cionados con las llamadas emisoras popu-lares y educativas.

8.- ¿Existen los géneros radiofónicos?

Merayo (1992), Ortiz y Marchamalo(1994), Ortiz y Volpini (1995), Muñoz yGil (1997), Martínez y Herrera (2004a,2004b) y Araya (2005) se refieren clara-mente a los géneros radiofónicos, pero nospreguntamos: ¿Cabe hablar de géneros ra-diofónicos con tal especificidad? Las mo-dalidades expresivas de la radio, por unaparte han sido heredadas de los medios im-presos, y por otra parte tomadas de la tele-visión. La radio se ha constituido en unafuente permanente de información noti-ciosa, de opinión, investigación, interpre-tación, diversión y formación, amoldán-dose a tales funciones comunicacionales,a los géneros y formatos correspondientes,y adaptando éstos a sus particularidadescomo medio. En el caso del género infor-mativo, el paso de los diversos formatos delos medios impresos a los medios audiovi-suales supuso una transformación de talesformatos para acomodarlos a los códigosy modos de decir y de operar de los nuevosmedios. En el caso del género del entrete-nimiento se trató de un proceso de amplia-ción de lo tradicionalmente ofrecido desdelos inicios de la radiodifusión romántica, ysu modernización al tomar elementos delmedio televisivo.

Nos preguntamos entonces

● ¿Un formato estrictamente periodís-tico de la prensa escrita o uno de entre-tenimiento televisivo deriva en radiofó-nico por el solo hecho de haber sidoadaptado a la radio, al punto de consti-tuir un nuevo tipo de formato?

● ¿Los formatos mantienen su especifi-cidad de origen (impresos, televisivos)pero con el agregado radiofónico sólocomo un apellido que indica que perte-nece a otro medio pero que ha sido adap-tado?

● Por el contrario, ¿Puede no haber talespecificidad de origen sino que estamosante la existencia de grandes categoríasde géneros, postuladas por teóricos e in-vestigadores, y reconocidas en los di-versos soportes comunicacionales (ra-dio, televisión, cine, impresos, Internety otros)?

Si tomamos el primer camino (la expli-cación derivativa) estamos asumiendo queel medio determina al género, por lo que es

el medio el que se coloca en plano de su-premacía por encima de sus mismos conte-nidos, los cuales asimila a su propia natu-raleza. Si optamos por la segunda opción(mantenimiento de la especificidad de ori-gen) estamos afirmando que hay una únicafuente determinante, que es el medio de co-municación original del cual surgieron lascategorías iniciales, en este caso los mediosimpresos. Si elegimos la tercera opción(existencia de categorías universales) co-mulgamos entonces con la opinión de queno hay medio preponderante en tanto quefactor de conversión de géneros sino quecada medio toma las categorías postuladasy las adapta a su propia naturaleza sin queello implique desnaturalización de los gé-neros. Creemos que la explicación deriva-tiva nos da la respuesta acerca de los for-matos, ya que los formatos específicos quetodos los autores incluyen en sus clasifica-ciones declaran una condición de radiofó-nicos, que asumen una vez que son adapta-dos a la radio y difundidos por dicho medio,por lo que sería más acertado referirse a for-matos radiofónicos de un modo particular,y a los géneros de manera amplia, porquela especificidad en la configuración de cadamodalidad expresiva de la radio aparececuando es adaptada a dicho medio, en tantoque los géneros cumplen las funciones queseñalan sus denominaciones, independien-temente del medio donde se ubiquen, es

decir, un género informativo lo es tanto enradio como en televisión, prensa escrita y encualquier otro soporte, en tanto que las mo-dalidades específicas que se expresan en losdiversos formatos asumen las característi-cas que imponen los medios que los em-plean. Finalmente, la opción de las catego-rías universales nos permitiría comprenderla existencia de los géneros, ya que aceptala existencia de éstos como grandes cate-gorías reconocibles en todos los medios.

Si, como hemos planteado, los génerosno se restringen en su naturaleza al medioen el que son empleados, ¿Existen forma-tos específicamente radiofónicos? Cree-mos que sí: la denominada tertulia, y loque hemos llamado programa intimistason productos que por sus característicassólo alcanzan plena eficacia comunicacio-nal y el mayor despliegue de su naturalezaal ser transmitidos por la radio, lo que di-fícilmente pudieran hacer en televisión,Internet u otro soporte. Las demás pro-ducciones radiofónicas pueden ser adapta-das para ser transmitidas en otros medios(o viceversa), sin mayores pérdidas.

Consideramos que tiene sentido plan-tearse la existencia o no de géneros espe-cíficamente radiofónicos, ya que mientrasla prensa escrita partió de las categorías li-terarias para aplicarlas a sus contenidos ycreó un sistema propio, autónomo e iden-tificado con dicho medio, en el caso de laradio (refiriéndonos fundamentalmente algénero informativo) lo que ha ocurrido hasido la mera traslación de las mismas ca-tegorías periodísticas con el agregado deradiofónico en cada caso. No obstante, laradio, en tanto que ubicada en la gran ca-tegoría de lo audiovisual, queda inmersaen las categorías de análisis de este tipo demedios, lo que no parecería una limitaciónsino una ratificación de la propia natura-leza, de la cual no puede desprenderse yque no pueden obviar los teóricos e inves-tigadores. En todo caso, es el estudio enprofundidad de la teoría del género una delas vías a tomar para afinar el camino delentendimiento teórico del medio radial.

El género, tal como lo ha planteadoMerayo (1992) y que ratifica Steimberg(1998) proviene de un hacer colectivo rei-terado a lo largo del tiempo que va conso-lidando una manera de decir, de operar, yque deriva en formas reconocibles y pre-visibles, que sirven –entre otros– a finesacadémicos y profesionales (Casasús,1991; Martínez y Herrera, 2004b). Estehacer y decir, en el caso de la radio, que al-canza en Venezuela más de setenta años,ha ido construyendo un discurso reconoci-ble y que se ha insertado a plenitud en la

La radio se ha constituido enuna fuente permanente de

información noticiosa, de opinión,investigación, interpretación,

diversión y formación,amoldándose a tales funciones

comunicacionales, a los génerosy formatos correspondientes,

y adaptando éstos a susparticularidades como medio

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realidad de individuos y del grupo social,ubicándose de modo omnipresente en losdistintos planos de la cotidianidad. Y estaconsolidación psicológica, perceptual,vital, de la radio se deriva de haberse hechoa sí misma una plataforma de sentido en elgran escenario o panorama de la comuni-cación a todos los niveles. La radio habla,y al hacerlo, inevitablemente hace uso delas maneras expresivas convencionales,las cuales implican códigos culturales,símbolos, intereses, historias y relaciones.La voz de la radio, ni parte de la nada ni vahacia la nada, y esta negación es la que ra-tifica al género en su existencia y signifi-cación al constituir el elemento generador,estructurante y orientador del discurso ra-diofónico.

Conclusiones

1.- La investigación sobre radio y sobrela programación radiofónica

La radio no parece contar con el interésde los teóricos e investigadores, lo cual re-siente el ámbito de la comunicación social,tanto en el plano académico como en lo pro-fesional. Su larga trayectoria, difusión y sumayor antigüedad respecto a los demás me-dios (a excepción de los medios impresos),así como sus interesantes posibilidades co-municacionales no parecen ser suficienteestímulo para su estudio, situación esta quequizá se mantenga, en vista de la tendenciaascendente de modernización de las tecno-logías comunicacionales. No se cuenta conuna Teoría de la radio que pueda represen-tar un sistema coherente de postulados quepermita un abordaje determinado de dichomedio. Plantearse su construcción consti-tuye una aspiración difícilmente sustenta-ble en la actualidad, pero que de todosmodos establece un elemento motivador,que muy probablemente cuente con puntosde asidero razonables. Los datos, opinionesy demás informaciones de los materialesque pudimos revisar nos permiten aseverarcon un margen elevado de confianza que nopareciera vislumbrarse un aumento del in-terés y de la escasa investigación en el área.

2.- El asunto de las definiciones

Los planteamientos de Martínez yHerrera (2004b) y de Araya (2005) en tornoa géneros y formatos radiofónicos se diri-gen a echar las bases necesarias que puedendelinear el camino hacia una fundamenta-ción teórica de la radio, donde estén con-templadas las categorías de análisis esen-ciales para abordar y procurar generar mo-delos y explicaciones desde diversas pers-

pectivas acerca de la radio, sus códigos decomunicación, su naturaleza y posibilida-des. La participación de los géneros y for-matos en la construcción del discurso ra-diofónico, en los modos de interacciónoyentes-radio, y en la formación académicay el desempeño profesional, ponen en clarorelieve su importancia, suficientemente no-table como para estimular la profundiza-ción en las reflexiones al respecto. Por otraparte, la diversidad y múltiples focos que senotan en las definiciones conceptuales delos términos y en el empleo de los mismosdeben ser tomados como señales de unaconveniente discusión que puede estimularideas y propuestas.

3.- La organización del objeto

Las taxonomías por nosotros manejadas(y nuestra propia propuesta) toman encuenta una o dos dimensiones del discursoradiofónico. Independientemente del gradode longitud, prolijidad o desagregación dela clasificación producida es este un ele-mento fundamental al momento de evaluarla naturaleza y alcance de cada modelo. Lasclasificaciones unidimensionales (Faus,1973; Merayo, 1992; Cebrián, 1995) secentran en el peso y suficiencia de un com-ponente para procurar hacerse de una ima-gen estructurada del discurso de la radio.Tanto la naturaleza de los contenidos ra-

diofónicos como la intención y función delmensaje constituyen criterios que condu-cen el foco de atención hacia los aspectosinternos, estructurales; por otra parte, lafunción del mensaje o producto comunica-cional nos coloca en el perceptor final Sontres entonces los polos que es posible iden-tificar y que orientan la construcción de lastaxonomías.

Lo relevante aquí es poner en evidenciala naturaleza de cada una de las clasifica-ciones y sus alcances individuales a objetode sopesarlas adecuadamente. En conso-nancia con planteamientos anteriores nues-tros, el tipo de taxonomías unidimensiona-les que hemos descrito debe ser tomado encuenta para alimentar propuestas de unmayor alcance, mas sin soslayarlas, puestoque constituyen aproximaciones válidas ydignas de tener en cuenta. Las clasificacio-nes bidimensionales, por su parte, procurandar un paso más allá incorporando variablesque se encuentran en la composición com-pleja del discurso radiofónico, en procurade una mayor comprensión del mismo.Consideramos que la multidimensionali-dad es la vía que permitirá el conocimientocomprehensivo del discurso radiofónico yla radio como medio.

4.- El método

El nivel de investigación en el que ubi-camos este trabajo y el diseño empleadoplantean limitaciones, así como implica-ciones en la suficiencia de los datos produ-cidos. Asimismo, a falta de una técnica co-nocida y documentada para realizar la tareaque llevamos a cabo decidimos aplicar laque elegimos. No obstante, creemos quetales deficiencias se vieron compensadaspor la envergadura del estudio –ya que abar-camos casi el 92% de las emisoras FM deCaracas– y por la aplicación de un procedi-miento de recolección y procesamiento dedatos que consideramos proporcionó unainformación de elevado detalle y magnitudcomo tal vez ninguna investigación cono-cida acerca de la radio –en Venezuela o elexterior– proporcionó antes.

5.- El panorama radiofónico caraqueño

Creemos haber podido construir unaimagen aceptablemente completa y actua-lizada de la radio FM de Caracas quepuede ayudar a conocer su situación actualen términos de la estructura y tipos de suprogramación. La homogeneidad estruc-tural que afirmamos muestra la oferta delas emisoras de radio consideradas paraeste estudio puede deberse a dos razones

La participación de los géneros y formatos en la construcción del

discurso radiofónico, en los modos de interacción oyentes-radio, yen la formación académica y eldesempeño profesional, ponenen claro relieve su importancia,

suficientemente notable como paraestimular la profundización en las

reflexiones al respecto

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básicas. En primer lugar, a la radio en FMse le estaría reconociendo y adscribiendouna naturaleza principalmente recreativade la cual pareciera no poder escapar, y quees la que marca la pauta en el diseño de lasprogramaciones, las cuales se plantean di-vertir por encima de cualquier otra inten-ción, sobre todo mediante la transmisiónde música. Esto quizá se deba a la calidadde su sonido, por lo que desde el inicio desus operaciones siempre se ha consideradocomo la banda de radio musical por exce-lencia. Por otra parte nos encontramos conlas razones de producción económica delas empresas radiofónicas, que se susten-tan en la mayor audiencia que pueden lo-grar, justamente por medio de los conteni-dos recreativos. Estos dos factores confi-gurarían entonces una visión del medio ra-dial que no daría cabida a otras opcionesde programación y que conduciría a quefuturas investigaciones obtuvieran resul-tados similares a los nuestros. En todocaso, la univocidad no parece ser la mejoropción para analizar un medio, y justa-mente es mediante la investigación y lateorización que es posible alcanzar nivelesde conocimiento que pueden proporcio-narnos, si bien más preguntas, tambiénorientación.

■ Fidel PérezLicenciado en Psicología de laUVC. Magíster en ComunicaciónSocial de la UCV.

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MARTÍ, Josep (1984): “Estructura del modelo radio-difusor español: De la variedad a la especializa-ción”. Disponible en: http://www.quadernsdigi-tals.net/index.php?accionMenu=hemeroteca.VisualizaArticuloIU.visualiza&articulo_id=4402.Recuperado el 2-2-07

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Referencias

Notas

1 Las emisoras que se apartan de este patrón sonLa Mega 107.3, donde el formato musical cons-tituye un 45%, luego del 47% de los magazines;Onda 107.9, en la cual el magazine ocupa un 43%y la música y los programas musicales un 24%,y La Romántica 89.1 con porcentajes de 42% y35% respectivamente.

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comunica ción96 Hablemos

Fernando Vicario

En nombre de la Agencia Española deCooperación Internacional, en nombre dela Dirección General de RelacionesCulturales y Científicas, quiero manifestarnuestra satisfacción por poder contar conuna mesa en la que está lo mejor de los es-tudios de comunicación y cultura enIberoamérica.

Dentro de nuestra nueva estrategia deinvestigación, la estrategia de cultura ydesarrollo, una de nuestras líneas de tra-bajo es la acción de la comunicación cul-tural al servicio del desarrollo, y este temase inscribe muy cerca de lo que pretendeser un nuevo modelo de cooperación cul-tural. Por ello, quiero agradecer a todos losconferenciantes que hayan tenido la defe-rencia de venir tras terminar dos días de in-tenso trabajo a contarnos sus conclusionesen lo que va a ser la mesa de cierre del se-minario sobre la cooperación cultural y decomunicación en Iberoamérica.

Enrique Bustamante (moderador)

Muchas gracias a Fernando Vicario y ala AECI por hospedarnos en su sede, y porhaber apoyado el proyecto de seminariosobre la cooperación en cultura y comuni-cación con Iberoamérica, acompañada eneste patrocinio por la OEI, y muy espe-cialmente por la Fundación Alternativas.Las tres instituciones nos han permitido untrabajo muy intenso durante dos días ytambién estar ahora con ustedes. Fue lapropia AECI la que propuso, ante la cali-dad de nuestros invitados, que hubiera unacto público en el que compartir las expe-riencias y reflexiones del seminario, y enel que los pensadores iberoamericanos deprimera fila que hemos conseguido reunirexpusieran sus conclusiones de años detrabajo.

Como ya ha dicho Fernando Vicario, esdifícil encontrar una concentración comola que hay en esta mesa de representantesdel pensamiento de muchas décadas, demuchos años sobre la comunicación y lacultura en América Latina, y sobre la coo-peración en estos temas en Iberoamérica.Por lo tanto, sólo voy a recordar algo queparece obvio, pero que muchas veces olvi-damos, y es que en España, donde como entodo nuevo país rico tenemos una ciertatendencia al orgullo y a sentirnos enorme-mente importantes, en el campo de las in-

Los días 21 y 22 de marzo de 2007 se celebró en Madrid, en la sede de la Organización de Estados Iberoamericanos(OEI), un Seminariosobre Cooperación en Comunicación y Cultura en Iberoamérica. EsteSeminario fue organizado por la Fundación Alternativas y la OEI, conel patrocinio de la Agencia Española de Cooperación Internacional.El objetivo central del Seminario fue revisar en profundidad losconceptos que se han venido formulando y aplicando en políticaspúblicas en cultura y comunicación, y la cooperación multilateraliberoamericana, muy especialmente en el ámbito iberoamericano.Producto de ese Seminario, que reunió a más de treinta especialistasde casi todos los países iberoamericanos, es la sesión abierta que,como cierre público y oficial, se celebró en la sede de la AgenciaEspañola de Cooperación Internacional en la tarde del 22 de marzo.El evento fue una mesa redonda a la que siguió un corto debate conel público. Los panelistas de la mesa redonda fueron: EnriqueBustamante (España), Néstor García Canclini (México,Argentina),Octavio Getino (Argentina), Martín Hopenhayn (Chile), Jesús MartínBarbero (Colombia), Renato Ortiz (Brasil), George Yúdice (EE.UUy América Latina) y Fernando Vicario (España). Este Hablemos queofrecemos es la transcripción completa de esa mesa redonda que fuefacilitada por la Fundación Alternativas de España a través de suscuadernos Seminarios y Jornadas No. 41 del 2007.

Comunicacióny cultura enIberoamérica

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dustrias culturales, en el campo audiovi-sual, apenas representamos el 8% del mer-cado europeo. Y aunque no he evaluado elporcentaje de Portugal, evidentementetambién equivale únicamente a una pe-queña parte de ese mercado europeo.

Así, pues, si en otros campos ya es difí-cil pensar en un gran mercado español, oen un gran mercado portugués en el marcode la Unión Europea, en el campo de cul-tura y comunicación creo que es evidenteque tenemos muy poco que hacer. Sinduda, la Unión Europea es nuestro terrenoobligado de cooperación, de trabajo, perosabemos también que nuestro destino in-soslayable en la cultura y en la comunica-ción es América Latina, es la construcciónde Iberoamérica. Y eso no solamente porla masa crítica que representa el mercadoiberoamericano, en torno a 130 millonesde hogares, 125 de ellos con televisor, unmercado impresionante, pero también unaaudiencia impresionante que desde haceaños muchos autores en el campo de la cul-tura califican como de proximidad cultu-ral; una proximidad que, como decíaHernán Galperín, se da no sólo en la len-gua, sino también en hábitos, en usos, ensensibilidades, en todo el campo de la cul-tura de comunicación, y ello en contrapo-sición a la lejanía cultural que, por ejem-plo, tenemos en la Unión Europea, o entrelos países con idiomas y con culturas radi-calmente diferentes presentes en el propioTratado de Libre Comercio entre México,Estados Unidos y Canadá, incluyendoQuebec y la parte de habla francesa. Unalejanía cultural que ha hecho muy difícileslos procesos de cooperación en la culturade la comunicación en esas regiones delmundo.

España y Portugal tienen la gran suerte,como consecuencia histórica de un pro-ceso muy complejo, de compartir lengua,pero también afinidades culturales, empe-ños y ambiciones culturales con unaenorme masa, no sólo de mercado, sinotambién de audiencia, de ciudadanos lati-noamericanos, en unas sociedades cadavez más democráticas y cada vez con máscapacidad de decidir su propio destino enel ámbito de la cultura, de la comunica-ción, de los valores simbólicos. Pero,como recordaba en alguna ocasión GarcíaCanclini, el espacio iberoamericano decultura y comunicación es un espacio enconstrucción. Hemos asistido, durante dé-cadas, en el franquismo pero también des-pués, a una visión retórica de la madre pa-tria que nos ha lastrado durante años.Después hemos presenciado, no sólo enEspaña y Portugal, sino en toda Europa,

como reflejan documentos recientes de laUnión Europea, una visión unilateral en lacual la cooperación apuntaba sólo a cómovender más, o a cómo potenciar la expan-sión de la cultura de un país hacia merca-dos exteriores, y no importa que fuera porrazones diplomáticas y de poder, o por ra-zones mercantiles y de beneficio.

En toda la Unión Europea, y por su-puesto también en España y Portugal, es-tamos todavía en el inicio de una visión ra-dicalmente diferente de la cooperación,especialmente en política cultural y de co-municación. Una visión en la cual no setrata sólo de proyectar la cultura nacionalhacia el exterior, sino también de cooperaren la cultura y la comunicación como ins-trumentos fundamentales de desarrollo delos terceros países; la cooperación es elelemento clave de la diversidad, sin el cualésta no es posible; se trata, pues, de coo-perar culturalmente, como medio de sal-vación mutua, porque aislados dentro denuestras fronteras nacionales no es posibleresistir a la globalización. A mí me gustadecir que esto ya no tiene nada que ver conla filantropía, ni con la solidaridad o lamadre patria, sino simplemente con cómosalvarnos juntos. Porque, si no lo hacemosjuntos, nuestra cultura y nuestra comuni-cación están destinadas irremediable-mente, si no a perecer, por lo menos a de-teriorarse gravemente. Se trata de la cons-

trucción vital de un espacio común de cul-tura y comunicación sin el cual nuestraspropias identidades nacionales, regiona-les, locales, están en claro peligro de ex-tinción en el mundo futuro.

Y finalizo dando entrada a los partici-pantes. En primer lugar intervendráRenato Ortiz, que nació en Ribeirão Prêto,São Paulo, Brasil. Es doctor en sociologíay antropología por la École de Hautes Étu-des en Sciences Sociales de París. Ha sidoprofesor de las universidades de Lovaina,Mato Grosso y Campinas en São Paulo. Esinvestigador del Latin American Institutede Columbia, del Kellog Institute de laUniversidad de Nôtre Dame, y ha reali-zado múltiples trabajos sobre los proble-mas de globalización de las culturas loca-les. Entre otros muchos, ha publicado loslibros: La conciencia fragmentada; Cultu-ra brasileña e identidad nacional; Culturay modernidad; Otro territorio; Moder-nidad y espacio; Benjamin en París; Japóny la modernidad-mundo; Lo próximo y lodistante.

Renato Ortiz

Resulta muy difícil desarrollar un con-junto de ideas en los diez minutos de los que dispongo. Podría hablar sobre las in-vestigaciones que estoy haciendo actual-mente pero me parece más útil hacer unareflexión libre sobre mis preocupaciones.Por lo tanto, voy a plantear algunas cues-tiones que son comunes para todos los queabordamos la problemática de la cultura:antropólogos, sociólogos, científicos, po-líticos, historiadores... y haré sobre ellasuna reflexión en tres puntos que me pare-cen interesantes, porque, aunque cual-quiera de ellos es susceptible de discusióny profundización, incluso enunciados deforma sintética atraviesan transversal-mente la discusión sobre toda nuestra cul-tura.

El primero de esos puntos es que, en miopinión, el espacio que denominamos decultura es un espacio de cruces, es decir,un espacio en el que existen dimensionesdistintas: además de las propiamente cul-turales, dimensiones sociales, económi-cas, de comunicación y muchas veces tam-bién religiosas. Esto quiere decir que estu-diar la problemática de la cultura implicael pensar cómo las diversas dimensionesse cruzan en ese espacio, lo que conllevavarias consecuencias. Para los expertos enciencias sociales implica que es necesarioconstruir una totalidad, porque las discu-siones sobre la problemática de la culturason muy distintas a las que plantea la pro-

Yo diría que la esfera del mundode la cultura es, al mismo tiempo,difícil pero encantadora. Es difícil

porque el tipo de análisis que serealiza tiene que abarcar diversas

dimensiones; pero tambiénencantadora, porque quiebra

un poco las barreras, las fronterasestablecidas, no sólo entredisciplinas, sino entre las

dimensiones que se racionalizanen la sociedad moderna

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blemática en la ciencia política o en la eco-nomía. Se trata de campos especializados,o para utilizar una vieja idea de MaxWeber, distintos procesos de racionaliza-ción que dan autonomía a cada campo. Porejemplo, hoy todos hablamos de econo-mía, pero olvidamos que la economía noexistía antes del siglo XIX. Quiero decircon ello que es la autonomización de uncampo lo que le presta una lógica especi-fica y lo que, en este caso, nos permite ha-blar de leyes de oferta, demanda, etc. En elcaso de las ciencias políticas, se presuponesiempre un actor político específico queestá haciendo algo en una determinada di-rección, pero en el mundo de la cultura esdifícil pensar así, porque las dimensionesson mucho más amplias, aunque, en ciertosentido, quien trabaja en términos de cul-tura está más próximo de los pensadoresdel siglo XIX, y más distante de los pen-sadores especializados del siglo XXI.Porque el proceso de evolución de las cien-cias sociales implicó un proceso de hiper-especialización.

Yo diría que la esfera del mundo de lacultura es, al mismo tiempo, difícil peroencantadora. Es difícil porque el tipo deanálisis que se realiza tiene que abarcar di-versas dimensiones; pero también encan-tadora, porque quiebra un poco las barre-ras, las fronteras establecidas, no sóloentre disciplinas, sino entre las dimensio-nes que se racionalizan en la sociedad mo-derna. Hay, además, otra implicación: esdifícil concebir las cuestiones culturalesseparadas de otras cuestiones tanto econó-micas como de comunicación. En la me-dida en que creemos que la comunicaciónno fue importante en las sociedades pasa-das, es constitutiva de la modernidad. Perosi estamos hablando en el contexto de so-ciedades modernas, sea en la época de laglobalización o sea en el siglo XIX, es muydifícil separar las instancias comunica-ción-cultura, porque, si las separamos, noconseguiremos captar elementos básicosde la sociedad, especialmente en el con-texto contemporáneo, donde los medios decomunicación adquieren una enorme di-mensión.

El segundo punto hace alusión a unacuestión fundamental en la problemáticade la cultura: las relaciones de poder nocoinciden necesariamente con las relacio-nes políticas. El poder no siempre se tra-duce por poder político. Y es importantehacer esta distinción en los análisis, por-que la problemática del poder es muy in-teresante tanto en los análisis de políticasculturales que se insertan en el campo es-pecífico de la acción, de la política, como

en los análisis que lo hacen desde una pers-pectiva más académica, que intentan com-prender las cuestiones planteadas. Pode-mos ver esta problemática desde varios as-pectos diferentes: los antropólogos la ana-lizan como relaciones de parentesco, loshistoriadores que trabajamos sobre la reli-gión creemos que en el contexto actual esimportante recuperar ese elemento, y esta-blecer con una cierta claridad la distinciónentre poder y política. No siempre el poderse traduce como política, ni la política setiene que traducir siempre como poder.Pero las cuestiones que se contemplan enlos debates sobre cultura, lo queramos ono, siempre están involucradas de algunamanera en las relaciones de poder.

Y para no alargarme mucho, voy a men-cionar un último punto que ya cité antes.En el contexto de la sociedad que nosotrosconocemos, que es el de la modernidad,hay un aspecto que es determinante en laesfera de la cultura. Determinante porquees hegemónico y está en todos los lugares,articulando un montón de cosas. Ese as-pecto que nosotros llamamos, de una ma-nera muy cómoda, mercado, entendiendopor mercado ese espacio de trueque, de in-tercambio de mercancías. Y esto planteapara quien trabaja en la cultura una cues-tión: ¿es la cultura una mercancía? Yodiría, desde el punto de vista estrictamentemarxista, que no es una mercancía y no

puede serlo, porque una mercancía im-plica el valor de cambio, la oposición avalor de uso. En la esfera de la cultura, yono puedo cambiar mi identidad femeninapor otra identidad. Yo no puedo cambiarlos gustos específicos por otros distintos,mi lengua portuguesa por el español:puedo cambiar de lengua, pero no puedoelegir entre dos cosas idénticas. Es elmundo de la esfera de los símbolos, de lasrepresentaciones, de los universos simbó-licos. Es el universo donde tomamos con-ciencia del mundo y, por tanto, también denosotros mismos, en el que se expresan lascontradicciones sociales. Por tanto, nopuede ser el equivalente a un referente uni-versal.

No importa si el equivalente universales el capital u otra cosa, pero es importantediferenciar mi afirmación desde el puntode vista marxista, de que la cultura no esuna mercancía, de otra afirmación: que loselementos del mercado pasan a integrartambién el mundo de la cultura. Una cosaes decir que la cultura no es una mercan-cía desde el punto de vista conceptual, yotra que los intereses económicos estánfuera del universo de la cultura, lo cualsería totalmente falso. En este caso no hayduda de que en el contexto del mundo con-temporáneo tenemos una gran produccióncultural, que se hace en el interior del“mercado”. Y lo digo entre comillas, por-que yo no creo que exista el mercado.

Hablamos tanto de él que ya es casi unaentidad, estamos tan acostumbrados a re-ferirnos a él, que imaginamos que existerealmente. En este contexto, yo diría, porejemplo, que los procesos de mercantili-zación de los espacios culturales son im-portantes, existen, están ahí, y tenemosque entenderlos.

Las acciones de lógicas comercialesestán ahí, pero es necesario entender queincluso en ese espacio no hay equivalenciauniversal, porque en él hay representacio-nes, universos simbólicos, etc. Y es inte-resante pensar así, porque eso nos ayuda aplantear algunas cuestiones más ampliasen el contexto de la globalización, en elcontexto de la modernidad-mundo, en elcontexto de las naciones, y también de lasregiones; y nos ayuda también a entenderun tema que ahora está de moda, que es elde la diversidad, porque el universo de lacultura es el universo de la diversidad. Esmuy difícil imaginar en este plano un uni-verso homogéneo. Por ello son importan-tes los escritos de Gramsci, aunque haypartes de su pensamiento que son máscomplicadas, como la idea de hegemonía.La esfera de la cultura es ordenada a través

Una cosa es decir que la cultura no es una mercancía desde el punto de

vista conceptual, y otra que losintereses económicos están fuera deluniverso de la cultura, lo cual sería

totalmente falso. En este caso no hayduda de que en el contexto del

mundo contemporáneo tenemos unagran producción cultural, que se

hace en el interior del “mercado”.Y lo digo entre comillas, porque yo

no creo que exista el mercado

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de líneas de fuerzas, lo cual no implica lahomogeneidad de la sociedad. Es muy dis-tinto pensar, por ejemplo, en líneas defuerza que implican desigualdades, jerar-quías, órdenes, etc., y en una sociedad ho-mogénea. Lo interesante es que en esta es-fera de la cultura, eso nos permite pensaren la sociedad en la que vivimos a travésde una matriz diferente, distinta de la cien-cia política, de la economía, y también mu-chas veces distinta de una cierta sociolo-gía y de una cierta antropología y, en ciertamanera, recuperar una idea que a mí megusta mucho en la esfera de la cultura: quees necesaria una visión más globalizadora,en el sentido de que en la cultura cabe lolúdico, lo mercantil, la dimensión política,la de comunicación... Es decir, depen-diendo del objeto del que se esté tratandoes necesario dar cuenta de todo un con-junto de elementos sin los cuales es muydifícil lograr una comprensión más densade los fenómenos culturales y socialescontemporáneos. Resulta curioso tam-bién, y con esto termino, que la problemá-tica de la cultura, sobre todo vista a travésde las diversas disciplinas que se ocupandel campo de las humanidades, hasta uncierto momento estuvo aislada en una es-pecie de limbo. Pero hoy percibimos queesa esfera es constitutiva de la sociedad. Sihay un elemento que muchas veces olvi-damos es que, el hombre, en cuanto hom-bre, es un animal cultural, simbólico. Noes el homo faber, es el homo simbolicus, ydesde esa perspectiva, la cultura es un es-pacio de producción de símbolos, de refe-rencias, de toma de conciencia y de com-prensión, que se dan siempre en el interiorde una sociedad, con sus jerarquías, consus órdenes, y también con sus poderes.

Enrique Bustamante

Muchas gracias. A continuación tienela palabra Octavio Getino. He sacado sucurrículo de Internet, y ya sabemos queInternet de vez en cuando tiene poca me-moria histórica, porque sólo dice que es di-rector de cine y televisión, y OctavioGetino es mucho más que eso. Efectiva-mente fue director de cine durante muchosaños, y protagonizó una etapa muy impor-tante del cine en América Latina, por loque aparece por derecho propio en los li-bros de historia del cine. Pero es también,desde hace años, investigador de los me-dios de comunicación y de la cultura lati-noamericana. Fue, además, director delInstituto Nacional de Cine en Argentina,en el periodo 1989-1990, y ha publicado,entre otros trabajos: Cine argentino: entre

lo posible y lo deseable; La tercera mi-rada: panorama del audiovisual latinoa-mericano; Las industrias culturales en laArgentina… Actualmente es profesor deindustrias culturales en la Maestría enAdministración Cultural que auspicia elParlamento Cultural del Mercosur (PAR-CUM), y también es coordinador del ob-servatorio de industrias culturales de laciudad de Buenos Aires, así como coordi-nador del observatorio del MercosurAudiovisual.

Octavio Getino

No sé cómo quedará esta puesta en es-cena, con siete personajes distintos ha-blando de temas diferentes, pero creo, conel conocimiento que tengo de todos los participantes, que pueden mostrar unpanorama común, integrado, de la proble-mática que se está viviendo en el campo dela cultura y la comunicación en el espacioiberoamericano. En esta puesta en escenaa mi se me ha asignado el tema del cine, asíque voy a hacer una especie de esbozos, depinceladas que permitan ver cuál es la si-tuación y los problemas principales que seestán viviendo hoy en la cinematografíalatinoamericana y en sus relaciones conEspaña.

Por un lado, el cine es una industria, unaindustria cultural con dos vertientes com-

plementarias. La industria editorial o la deobras musicales existen desde hace cien-tos de años, pero la historia de la produc-ción cinematográfica solamente fue facti-ble a partir de la coincidencia entre indus-tria, ciencia, tecnología y economía, quepermitieron la aparición de las primeraspelículas. Y esta dualidad de ser industriay de sustentarse en recursos económicostiene que ser tenida en cuenta para posibi-litar el desarrollo de lo más importante deesta industria, como de cualquier otra in-dustria cultural, que es la producción decontenidos simbólicos, que es lo que lagente busca cuando va a ver una película,cuando lee un libro, una revista o cuandove un programa de televisión. La percep-ción de esos contenidos es lo que define elvalor o no de las manufacturas que sopor-tan los contenidos simbólicos básicos,como el libro y la obra literaria, el disco yla obra musical, la película y la obra cine-matográfica. Esto introduce toda una seriede elementos que pueden ser de mucha im-portancia para el estudio de las relacionesentre economía y cultura.

Hablando específicamente del cine, yen el mapa iberoamericano, el audiovisualha sido uno de los instrumentos o recursosculturales más importantes con los quehemos contado para el intercambio, para elconocimiento mutuo y para los procesosde acercamiento o integración que se die-ron en el espacio iberoamericano. Sin elcine, sin el audiovisual, evidentementeestos procesos se hubiesen resentido.Porque el cine tiene que ver con la imagen,y no hay identidad sin imagen, igual queno hay desarrollo sin identidad. Esta ecua-ción imagen-identidad-desarrollo es algoconstitutivo y fundamental, y hace que unpaís o un pueblo, una comunidad, o un in-dividuo, que no tienen registrada su ima-gen, tampoco tengan muy definida suidentidad ante los demás y, en consecuen-cia, tengan dificultades para plantearseproyectos de desarrollo.

Desde principios del siglo XX el cineconstituyó un medio formidable para elconocimiento de nuestras comunidades,que se enriqueció con la aparición del so-nido en los años treinta. En sus películasArgentina se expandió hacia el resto deAmérica Latina con el tango, la vida delsuburbio y todo lo que ustedes pueden co-nocer de la cultura de Buenos Aires oArgentina, igual que México se expandióhacia el sur con sus rancheras. Y ahí, en eseencuentro, empezamos a comunicarnos ya entendernos mucho mejor de lo que lohabíamos hecho hasta ese momento con laliteratura, las artes visuales, las artes escé-

Si hay un elemento que muchasveces olvidamos es que, el hombre,

en cuanto hombre, es un animalcultural, simbólico. No es el homo

faber, es el homo simbolicus, y desdeesa perspectiva, la cultura es un

espacio de producción de símbolos,de referencias, de toma de conciencia

y de comprensión, que se dansiempre en el interior de una

sociedad, con sus jerarquías, con susórdenes, y también con sus poderes

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nicas y otras formas de expresión cultural,sobre todo a nivel del gran público. El cine,al incorporar el sonido, incorporó la mú-sica popular, incorporó el melodrama, in-corporó la problemática y la sensibilidadde lo que vivían las grandes masas de es-pectadores que llenaban las salas de cine.En ese momento, la mayor parte de la po-blación de nuestros países era analfabeta yel cine fue un elemento fundamental quesiguió teniendo importancia durante mu-chos años, y que luego se enriqueció conla aparición de la televisión.

Hoy en día, la televisión, pese a las de-ficiencias o las críticas que uno puedahacer a cierto tipo de programación, es unode los medios que más ayuda al intercam-bio y a la comunicación dentro de cadapaís y entre los distintos países de AméricaLatina. Yo sospecho que Brasil no tendríasu nivel de unidad nacional sin la televi-sión, sin la telenovela. Y sin las telenove-las, tampoco nosotros conoceríamosmucho de la cultura colombiana, mexi-cana, venezolana o de otros países que pro-ducen ese tipo de programas. ¿Cuál es lasituación en este momento, en el campoespecífico del cine? Somos más de 300 mi-llones de habitantes, y si sumamos Españay Portugal llegamos cerca de los 400 mi-llones, con una producción que supera los200, y puede llegar a los 300 largometra-jes al año, y me estoy refiriendo exclusiva-mente a las películas pensadas para lassalas de cine. Y en ese sentido, constitui-mos, al menos potencialmente, un espacioenormemente válido y formidable, equi-parable quizá, en este tipo de cifras, al quepodría constituir, por momentos, la UniónEuropea o los Estados Unidos, aunquequizá sin la capacidad productiva que tie-nen estas regiones, y sin la potencialidadorgánica de sus mercados, y de sus ingre-sos por estos mercados.

Pero hay un espacio potencial iberoa-mericano que es necesario ir articulando eintegrando. Cuando yo estudiaba cine enBuenos Aires, se hablaba ya de estas cues-tiones que tienen que ver con la economía,las cifras y demás, del cine hispano. Elcine hispano se manejaba en España desdela oficina gubernamental de la cinemato-grafía e incluía no sólo el cine que se hacíaen la Península, sino también todo el cinelatinoamericano. Después se empezó a ha-blar de cine hispanoamericano. Hoy en díaestamos hablando de espacio iberoameri-cano. Y en este punto, creo que los proce-sos que se están dando son muy interesan-tes en cuanto a líneas de intercambio e in-tegración, que ustedes como espectadoresde cine también pueden apreciar cuando

van a ver alguna de nuestras producciones.El cine latinoamericano tiene dificultades,como las tiene el cine español, aunque enmayor medida, porque evidentementetiene más limitaciones en cuanto a recur-sos para desarrollar sus producciones.Cuando hablamos de cine, siempre esta-mos hablando de pequeñas y medianasempresas y de las posibilidades que tienenesas pequeñas y medianas empresas queacaparan el 98% de toda la actividad cine-matográfica regional, con enormes dificul-tades de promoción, circuitos de distribu-ción y de exhibición, en estos grandes mer-cados potenciales que tenemos.

Sin embargo, cuando el cine latinoa-mericano expresa el imaginario, la situa-ción, los problemas, los dramas, los sue-ños, la historia, la memoria de cada país, ylo hace en términos adecuados a la culturay a la sensibilidad de su espacio, logratener éxitos muy importantes dentro de suspropias naciones. La demanda de pelícu-las nacionales en América Latina es muygrande, y cuando el cineasta o el produc-tor responden a esa demanda, el cinepuede tener un éxito notable. Hay una ex-pectativa y una necesidad de una parte denuestro público de encontrarse con suspropias imágenes en la pantalla, una espe-cie de autorreconocimiento en lo que tieneque ver con los imaginarios de cada co-munidad, de cada cultura.

Pero también aquí ha habido cambiosen los últimos años. El cine está manejado,en sus producciones de mayor éxito, tantoen México, como en Brasil, como enArgentina, por los conglomerados empre-sariales que aparecieron, en algunos paí-ses en los años noventa, y en otros antes,cuando algunas empresas mediáticas em-pezaron a realizar incursiones en la pro-ducción de cine, y sumaron esta actividada la producción editorial de libros, diarios,televisión, radio, etc. De tal manera que seacentuó la brecha entre los sectores quetienen un poder económico mucho mayory que hacen un cine de características co-merciales, destinado a la exportación y a lacompetencia internacional, y los pequeñosy medianos productores, las microempre-sas, que tratan de disputar estos espacios,y que traducen de alguna manera un nivelde diversidad estética, poética y culturalmuy rica y muy importante, que es nece-sario fomentar.

Dentro de todo este panorama, eviden-temente, el cine es parte de la política delEstado, a diferencia de otras industriasculturales. Y donde no están presentes po-líticas de Estado no hay prácticamente ci-nematografía. Pero estas políticas deEstado que no existen a veces ni para ellibro, ni para el disco, ni para el teatro, nipara las artes escénicas, ni para las artes vi-suales, son las que han permitido, allídonde se instalaron con legislaciones deprotección y fomento, la existencia de ac-tividades cinematográficas más o menospermanentes y periódicas. En los años no-venta hubo una política que intentó des-truir buena parte de las iniciativas quehabía en estos países. En México se eli-minó la presencia del Estado en la comer-cialización y la producción de películasnacionales; en Brasil dejaron práctica-mente a cero la producción nacional aprincipios de los noventa; en Argentina seactuó de forma similar. Pero a partir de lamitad de los años noventa empezó a reto-marse toda una serie de iniciativas que die-ron como resultado la existencia de nuevaslegislaciones y nuevas políticas tendentesal desarrollo de la producción nacional, ytambién a encontrar mecanismos de con-certación, de intercambio y de integraciónregional. A finales de 1989 y principios de1990 se constituyó una conferencia de au-toridades cinematográficas iberoamerica-nas, de la cual en el año 1995 empezó a de-rivarse, por decisión de una CumbreIberoamericana de jefes de Estado, el pro-grama Ibermedia de fomento de estas ci-nematografías, en el que se comenzaron aedificar elementos que de alguna manera

Sin embargo, cuando el cinelatinoamericano expresa elimaginario, la situación, los

problemas, los dramas, los sueños,la historia, la memoria de cada país,y lo hace en términos adecuados a la

cultura y a la sensibilidad de suespacio, logra tener éxitos muy

importantes dentro de sus propiasnaciones. La demanda de películas

nacionales en América Latina esmuy grande, y cuando el cineasta o elproductor responden a esa demanda,el cine puede tener un éxito notable

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posibilitaron la supervivencia y una com-petencia todavía muy difícil frente a lasmajors norteamericanas, que son las quedominan nuestras pantallas.

Se han producido avances significati-vos. Y parte de estos avances se han refle-jado a escala iberoamericana en este en-cuentro realizado en Madrid, pero tambiénse expresan a nivel subregional: enCentroamérica y el Caribe con el proyectoCINERGIA, que abarca todo el istmo cen-troamericano y Cuba, y que de alguna ma-nera está planteando una política queatiende las características particulares deeste espacio; en las experiencias delMercosur, desde Venezuela, Argentina,Brasil y demás países, que han constituidouna red de organismos nacionales del cine,para su fomento e intercambio: la RECAM(Reunión Especializada de AutoridadesCinematográficas y Audiovisuales delMercosur y Estados Asociados), y queentre otras iniciativas proponen incentivarla coproducción dentro de los propios paí-ses de la región, y también con otras re-giones del mundo, especialmente conEuropa y, en particular, con España.

Son experiencias y avances que se estánproduciendo en la cinematografía, y queconjugan con mayor o menor acierto deci-siones políticas estatales de fomento, perotambién todo lo que ha sido el desarrollode la capacidad creativa de nuestroscineastas, que a su vez se valen de la capa-cidad creativa y cultural de cada comuni-dad, de cada pueblo y de todo lo que es lacultura audiovisual mundial. En este sen-tido, el cine latinoamericano ha enrique-cido lo que podría ser la imagen de un cineiberoamericano, igual que las culturas deAmérica Latina han enriquecido la culturaiberoamericana. Ya no es la cultura his-pana, ni hispanoamericana, sino una cul-tura iberoamericana que tiene una riquezaenorme, y una presencia fuerte en el planode la cultura universal. Y esto se debe engran medida al aporte creativo de poetas,dramaturgos, cuentistas, músicos y tam-bién cineastas de América Latina. No esmucho lo que yo podría agregar a esto, entérminos de síntesis. Ésta es mi secuenciaen esta película que estamos haciendo estatarde.

Enrique Bustamante

A continuación intervendrá el catedrá-tico George Yúdice. Es profesor titular enel American Studies Program y en elDepartamento de Español y Portugués dela Universidad de Nueva York, Directordel Centro de Estudios Latinoamericanos

y del Caribe. Ha publicado, entre otrasobras: Cultura política y El recurso de lacultura: usos de la cultura en la era glo-bal.

George Yúdice

Si Octavio proyectó una película acercadel cine, yo no voy a cantar, pero voy a pre-sentar una melodía.

La música es uno de los medios que másaglutina a las personas. En la historia de lospueblos, de España o de América Latina,de todos los pueblos, la música ha sido unelemento muy importante en la formaciónde identidades nacionales: si uno piensa enmexicanos, piensa inmediatamente en ran-cheras; si piensa en cubanos, en salsa; enargentinos, en tangos, y así sucesivamente.Por otra parte, la música es uno de esos me-dios en los que en el mundo hispánicojamás se podría pensar en términos de de-sigualdad, porque, si hay una faceta crea-tiva donde sobresalen los pueblos iberoa-mericanos, es en la música. Ahora bien, enel entorno actual es muy difícil que la granmayoría de los músicos puedan sacar ren-tabilidad de sus iniciativas, de sus peque-ñas empresas, es decir, que puedan vivir deellas. Se puede vivir de los conciertos envivo, o conseguir algunas ganancias en laindustria de la música, pero es muy com-plicado. Inclusive en grandes ciudades

como Buenos Aires, los músicos que se de-dican a ciertos géneros sobreviven muy di-fícilmente, y en lugares con menos con-centraciones urbanas, como enCentroamérica, por ejemplo, todavía esmás complejo. La gente trabaja en otroscampos, y luego usa sus propios recursospara promover su música.

Esta situación se ve agravada por latransformación ocurrida en la industria dela música, en la que también, a lo largo delos años ochenta, se ha producido el pro-ceso de concentración que mencionó bre-vemente Octavio Getino: una serie de em-presas, mediáticas y no mediáticas, empe-zaron a fusionarse y a adquirir a otras, con-formando grandes holdings que ya no res-pondían tanto a procesos populares espon-táneos y donde tenía mucho menos peso lagente con criterios musicales. Desde esaépoca hasta ahora, en muchos de los gran-des conglomerados de entretenimiento,que ya no son sólo de música, sino que in-cluyen a otros medios e industrias cultura-les y también otras muchas actividadeseconómicas, fueron desapareciendo losdepartamentos de desarrollo artístico, yadoptando como único criterio para esasconcentraciones la obtención de ganan-cias.

Dentro de ese contexto, y por una seriede circunstancias, la innovación tecnoló-gica y la piratería que han hecho caer losingresos de las grandes majors, éstas sehan concentrado todavía más (por ejem-plo, en el último año se han fusionado Sonyy BMG), están lanzando menos discos y almismo tiempo se está acentuando la lógicadel blockbuster (éxito de ventas) en el sec-tor. Como esas majors dominan las cade-nas, los circuitos de distribución controlanno sólo la venta, sino la promoción deobras y de artistas, la publicidad en laradio, en la televisión, la programación...Por lo tanto, es muy difícil que el granacervo de música iberoamericana puedallegar a competir con los blockbusters queestán lanzando las grandes empresas dis-cográficas.

La nueva tecnología que desde los añosnoventa permite que se descargue músicagratuitamente ha hecho que la industriapierda ganancias y trate de controlar poruna serie de mecanismos a los que descar-gan música, y a los usuarios en general, po-niendo softwares de protección a la mú-sica, lo cual también incide en las prácti-cas de los usuarios, que buscan maneras deevitarlos. A su vez ese fenómeno ha lle-vado a la industria de la música a buscaraliados en los gobiernos para llevar a caboprácticas policiales, arrestando a los pira-

comunica ción102

En este sentido, el cinelatinoamericano ha enriquecidolo que podría ser la imagen de uncine iberoamericano, igual quelas culturas de América Latina

han enriquecido la cultura iberoamericana. Ya no es la cultura

hispana, ni hispanoamericana,sino una cultura iberoamericana

que tiene una riqueza enorme,y una presencia fuerte en el plano

de la cultura universal

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tas, lo que ha producido, sobre todo entrelos jóvenes, una actitud bastante reaciahacia las majors. En Estados Unidos, porejemplo, han arrestado a muchos jóvenesuniversitarios por descargar música, peroen lugar de inculcar con ello el principioético de que la música es un bien comocualquier otro que no debe ser robado,están consiguiendo una reacción contraria.

Pero se están produciendo otros proce-sos interesantes. En América Latina, yaquí también, piezas musicales que no lle-garían nunca a los mercados del top 40 dela televisión, de la radio, o de la MTV, seestán convirtiendo en fenómenos demasas. Y se están abriendo nuevos circui-tos que no compiten al mismo nivel a es-cala nacional o internacional, pero queestán haciendo lo que siempre ha hecho lamúsica: crear comunidad, comunidad deescuchas que a veces no sólo están en la lo-calidad, sino que se extienden más allá porcircuitos como el de los discjokeys. Losdiscjokeys circulan de un país a otro por lafama que han logrado en ciertos circuitosde música y, en muchos casos, la músicaque ellos compilan o que mezclan no llegaa los top 40, pero genera todo un mercado.En general, se está tratando de abrir nue-vos modelos en el negocio de la música,desde los que son rentables, como los con-ciertos o los discjokeys, a los que rehúyenel aspecto comercial en la música: en mu-chas comunidades en Brasil o en AméricaCentral se produce la circulación de esamúsica por Internet o inclusive usando lospuntos de piratería para difundir música enel mercado local. Como la gran mayoría dela gente no puede pagar 15 euros, ni 10,para comprarse un CD, recurren al mer-cado pirata. Los músicos que no podían en-trar en los circuitos dominados por las ma-jors se dieron cuenta de que la mejor ma-nera de hacer circular música hacia su pro-pia comunidad era empezar a hacer nego-cio en los puntos de piratería. Lo que un an-tropólogo brasileño ha denominado mú-sica paralela.

Otras vías consisten en crear sitios enInternet, lo que pueden comprobar fácil-mente si entran en Youtube o MySpace. Enmuchos países se están creando espaciosparecidos donde circula música.Overmundo, en Brasil, opera como una li-cencia que especifica que la música sepuede tomar libremente de ese sitio. Y nosólo música: Overmundo tiene un bancode cultura donde se pueden conseguir gra-tuitamente películas, vídeos, novelas…toda la cultura de todas las regiones deBrasil, porque lo que buscan los artistas eshacer circular sus obras. En todo caso, la

licencia permite que uno acceda gratuita-mente a todos los fondos, pero prohíbe lu-crarse de ese material. Es una alternativa alcopyright (derechos de autor), que no im-plica rentabilidad.

Ahora bien, incluso esto podría estar enpeligro por la manera en que se está mane-jando hoy en día el comercio en materia depropiedad intelectual. Estados Unidos estánegociando, no sólo a través de laOrganización Mundial del Comercio, quetiene leyes sobre el comercio de serviciosde propiedad intelectual o relacionadoscon la propiedad intelectual, sino tambiénmediante tratados de libre comercio conlos que está consiguiendo armonizar lasleyes de distintos países con respecto a lasnormas sobre las nuevas redes. De maneraque en el futuro, toda la distribución decontenidos o servicios culturales que vayaa pasar por Internet con derechos de pro-piedad intelectual tendrá que pasar por unprotocolo de tratamiento nacional. Esdecir, que un país no podrá conceder sub-sidios o incentivar a pequeñas o medianasempresas nacionales de cultura, porqueestas regulaciones van a impedir que lospaíses puedan proteger al sector del co-mercio en servicios sujetos a la propiedadintelectual.

Ante ese desafío, los partidarios de laslicencias creative commons (organizaciónsin ánimo de lucro que ofrece un sistema

flexible de derechos de autor para el tra-bajo creativo) y de copyleft (copia permi-tida, grupo de derechos aplicados a casicualquier tipo de producción creativa) bus-can una manera de combatir cualquier tipode acaparamiento de esos servicios de pro-piedad intelectual. Ahora bien, las políti-cas sobre el tema varían: desde las que tie-nen que ver con renegociaciones de esostratados de libre comercio, hasta la luchapor hacer que los países que todavía no hannegociado, como ocurre por ejemplo conCosta Rica, no los ratifiquen. El problemaes que Estados Unidos presiona para quese abran esos mercados; le dicen a un país:“si no aceptan la apertura de telecomuni-caciones, incluyendo los servicios cultura-les, no firmaremos el tratado con ustedes y,por lo tanto, no van a poder vender pro-ductos agrícolas, etc., a nuestro país”. Estoplantea un gran dilema en muchas de esasnaciones, para quienes la solución seríauna política concertada iberoamericana, loque, aunque pueda parecer un pensa-miento utópico, creo que es una vía facti-ble y realizable. Otra posible medida quese puede tomar es crear en el mundo ibe-roamericano sitios como Overmundo enBrasil, y existe una serie de políticas arti-culadas y de cooperación que podrían im-plementarse a estos efectos.

Enrique Bustamante

A continuación escucharemos al profe-sor Martín Hopenhayn. Máster en filosofíapor la Universidad de París VIII, ha sidoprofesor de filosofía de la UniversidadDiego Portales de Chile. Ha trabajadocomo consultor-investigador en el ILET(Instituto Latinoamericano de EstudiosTransnacionales), Programa de Economíay Trabajo, Centro de Alternativas deDesarrollo, y desde 1989 es investigadorde la División de Desarrollo Social de laComisión Económica para AméricaLatina y Caribe, la CEPAL. Citaré única-mente los últimos textos de su amplísimabibliografía: Esa esquiva modernidad:desarrollo, ciudadanía y cultura enAmérica Latina y el Caribe; Después delnihilismo: de Nietzsche a Foucault, fina-lista en el Concurso Ensayo Anagrama delaño 1995, en España; Así de frágil es lacosa, Aforismos, en Buenos Aires; y Elgran eslabón: educación y desarrollo en elsiglo XXI.

Martín Hopenhayn

Mi currículum es el de un diletante.Tengo el buen o mal hábito de transitar por distintos temas, y en esta mesa, hemos pa-

103comunica ción

Y se están abriendo nuevos circuitosque no compiten al mismo nivel a

escala nacional o internacional, peroque están haciendo lo que siempre ha hecho la música: crear comunidad,comunidad de escuchas que a veces

no sólo están en la localidad, sino quese extienden más allá por circuitos

como el de los discjokeys. Losdiscjokeys circulan de un país a otro

por la fama que han logrado enciertos circuitos de música y, en

muchos casos, la música que elloscompilan o que mezclan no llega a

los top 40

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sado primero por la dimensión de producción simbólica de la sociedad,luego por el cine, a continuación por lamúsica, y ahora vamos a tener que entraren la escuela, porque el tema que me ha to-cado abordar es la relación entre los cam-bios en la cultura y en la comunicación, ylos desafíos que plantean al sistema edu-cativo.

Respecto a la educación, creo que vivi-mos un momento particularmente paradó-jico tanto en América Latina como enEspaña. Nunca se le ha pedido tanto al sis-tema educativo, nunca se le ha adjudicadoun rol de tanto protagonismo, tan centralcomo palanca del desarrollo. Se espera delsistema educativo que promueva la igual-dad y reduzca las diferencias en términosde acceso a la modernidad, a empleos pro-ductivos, al bienestar, etc., es decir, queactúe como gran mecanismo de igualaciónde oportunidades. Se le pide que generecapital humano actualizado para empren-der grandes saltos tecnológicos, y para fa-cilitar la entrada de nuestras sociedadesnacionales a la sociedad del conocimiento,que sería la gran puerta del desarrollo en elsiglo XXI. Se aguarda que transmita lasdestrezas y los conocimientos necesariospara hacer ciudadanos de la sociedad de lainformación que participen políticamentea partir de esas herramientas. Se espera delsistema educativo que promueva una so-ciedad multicultural a partir de la diversi-ficación de puntos de vista y de perspecti-vas. Se esperan muchas cosas y obvia-mente el sistema educativo no está dandonada de eso, o está dando muy poco.

Todos los países de América Latina sehan comprometido ya desde hace 15 ó 20años, dependiendo de cada caso nacional,en reformas educacionales que incluyenpaquetes de descentralización, moderni-zación de la gestión, reformas curricula-res, capacitación de maestros, interacciónde conectividad en las escuelas, etc. Perocuando analizamos las pruebas de medi-ción de la calidad de la educación, los re-sultados tienden a ser bastante frustrantes.Por lo tanto, uno podría pensar que, poruna parte, la escuela está rebasada encuanto a lo que se espera de ella y, por otra,deja mucho que desear en cuanto a lo querealmente está dando. Y probablementeuna de las razones por las cuales la escuelano da lo que se espera tiene que ver con unacaja negra difícil de penetrar, bastante her-mética para los que no están dentro, que esel aula. En la dinámica de la propia sala declases, de la relación maestro-alumnos, nosólo en la transmisión de conocimientos,sino en las relaciones mismas, en las diná-

micas microinstitucionales de la escuela,hay trabas, sobre todo en cuanto a la difi-cultad de la escuela de absorber y poten-ciar los cambios en la cultura y en la co-municación que los propios educandos lle-van a las escuelas y plantean como gran-des desafíos a los maestros.

Quizás en ese sentido, uno de los fenó-menos recientes más emblemáticos o mássintomáticos es el ocurrido en Chile el añopasado con el gran movimiento estudian-til de la enseñanza secundaria (no de la en-señanza universitaria, como suele ser lohabitual), al que se llamó “la marcha de lospingüinos”, porque se produjo más omenos cuando se estrenó esa película. Lamarcha de los pingüinos descolocó no sóloa la clase política y al Gobierno, sino a todala sociedad, a la que sorprendió por la pro-fusa, intensa y lúcida movilización y porlas reivindicaciones de los alumnos, quepedían una escuela de calidad.

Desde el punto de vista de los desafíosculturales de la escuela, o de los desafíosque los cambios culturales traen a la es-cuela, yo diría que existen tres o cuatronudos problemáticos que hay que atacar yque afectan tanto a nuestras sociedades la-tinoamericanas, como probablemente alas españolas. Es un problema que tieneque ver con el fenómeno cultural de la mo-dernidad o de la posmodernidad, y que po-dríamos definir así: por un lado, se pide

mucho a la escuela, porque, supuesta-mente, cada vez se requiere más capitalhumano para poder tener trayectorias la-borales de éxito en la sociedad del conoci-miento; es decir, se requiere una cada vezmayor acumulación de conocimientos queimplique la posibilidad de competir conéxito en el futuro. Y en ese sentido, yo diríaque si la escuela tradicionalmente ha sidola forma principal en la cual los niños y jó-venes aprenden a acumular capital para elfuturo, hoy en día ese aspecto se ha exa-cerbado.

Por otro lado, la sociedad actual tiendea privilegiar sobre todo el presente, esdecir, en esta sociedad a la que se ha lla-mado sociedad de riesgo hay una gran in-certidumbre frente al futuro. El escenarioproductivo, laboral, con los cambios tec-nológicos y de organización, suscita mu-chas dudas respecto a cómo va a ser elmundo del mañana. Las trayectorias labo-rales son cada vez más inestables. Hay unatendencia, alentada sobre todo por la pu-blicidad, a exacerbar la gratificación in-mediata; el crédito al consumo, instaladodesde hace 30 ó 40 años, nos conduce a laidea de gozar hoy y pagar mañana, en lugarde invertir hoy y retribuir mañana. Losadolescentes, por sus propias pulsiones,tienden a privilegiar el mundo presente y,aunque siempre se han debatido en eseconflicto entre goce presente y acumula-ción para el futuro, yo diría que esa tensióncultural es hoy día especialmente pujantey se refleja con mucha fuerza en la falta desentido que los alumnos le encuentran a laescuela. La sociedad manda continua-mente señales de una cultura del goce in-mediato, del goce presente, pero al mismotiempo las figuras de autoridad planteantantas exigencias de acumulación de co-nocimientos para mayores posibilidadesde rendimiento futuro, que esta tensión oesta especie de esquizofrenia temporal es-talla en las aulas a través del desinterés, dela pérdida de legitimidad de la figura delprofesor, etc.

Otro tema que creo que tiene que vercon los cambios culturales y que explotaen la institución escolar es la tensión entreautonomía y disciplina. La escuela, tradi-cionalmente, además de ser una institu-ción que transmite conocimiento, es un or-ganismo que disciplina. A la edad en la quelos niños tienen mayor motricidad física seles exige la mayor quietud: entre los cinco,seis, siete años, se les obliga a que se que-den sentados durante 45 minutos seguidos,sin que nunca se haya explicado bien porqué esa disciplina tiene un rédito positivofuturo. Por otra parte, hoy en día resulta

Pero cuando analizamos las pruebas de medición de la calidad

de la educación, los resultados tienden a ser bastante frustrantes.

Por lo tanto, uno podría pensar que,por una parte, la escuela está

rebasada en cuanto a lo que se esperade ella y, por otra, deja mucho que

desear en cuanto a lo que realmenteestá dando

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105comunica ción

que en el proceso de crecimiento y madu-ración, cada vez más pronto, los jóvenes seadjudican a sí mismos autonomía, es decir,cuestionan la legitimidad de figuras exó-genas que les digan qué hacer y qué nohacer, o en base a qué regirse. ¿Por qué?Primero, porque consumen mucha más in-formación a edades más tempranas: vivi-mos en una especie de inevitable transpa-rencia informativa, donde no es posiblebloquearle la información a los jóvenes.Segundo, cuando uno va a las brechas ge-neracionales por conectividad, se encuen-tra con que los jóvenes tienen mucha másfacilidad para los nuevos lenguajes de in-tercambio informativo, y más informaciónsignifica también más expectativas de au-tonomía en sociedades a la vez cada vezmás secularizadas, donde los valores quese transmiten son valores más flexibles,más libres, etc.; surge entonces una precozautoadjudicación de la autonomía, losniños dicen “no, ustedes no mandan, salvoque lo justifiquen”; frente a esta situación,la escuela sigue siendo una institución dis-ciplinaria, que parte de la base de que losniños y los jóvenes no tienen autonomía,que la autonomía viene después, lo quecrea otra tensión muy fuerte que estalla enel aula, y que rompe la legitimidad del pro-fesor.

Un tercer problema en la institución es-colar y en el sistema de conocimientos esla tensión entre cultura juvenil y culturaescolar. La cultura juvenil, ya en la ado-lescencia, está sobre todo marcada por elconsumo audiovisual, por la relación delos jóvenes con las industrias culturales,por la forma en que construyen sus refe-rentes de identidad a través de esas indus-trias culturales, especialmente de la mú-sica. La identidad juvenil está hoy en díamultiplicada en referentes a lo mejor nomuy duraderos, pero muy intensos, muyexpresivos y no necesariamente muy fáci-les de entender desde fuera. En mi opinión,se produce una curiosa paradoja entre unamayor expresividad y un mayor compo-nente estético de la identidad juvenil y, porotro lado, un mayor hermetismo en cuantoa la facilidad de interpretar esos signos porparte de los adultos.

La tensión entre las identidades juveni-les y la tradición escolar no logra resol-verse, ya que hay una tremenda dificultaden la institución escolar de abrirse a lasnuevas formas de construcción de identi-dad de los jóvenes. Existe también otroproblema que tiene que ver con el hechode que la cultura escolar es una cultura ba-sada en la lectoescritura, en la transmisiónvertical del profesor a los alumnos, en la

compartimentación muy clara y estanca dezonas temáticas de aprendizaje, en la me-morización, aunque quizá este último as-pecto esté cambiando un poco; por otrolado, en la sociedad se están produciendocambios culturales asociados, en primerlugar, al consumo audiovisual, y, en se-gundo lugar, cada vez más, al hipertexto ya los soportes de conectividad de conoci-miento y comunicación interactiva, dondela comunicación es horizontal por defini-ción, donde no hay claros confinamientostemáticos, sino que los bordes empiezan ahacerse cada vez más difusos entre lostemas, donde existe mucha más facilidadpara navegar y pasar de un tema a otro,donde el soporte no es exclusivamente lalectoescritura, sino que es múltiple. Lacultura juvenil, cada vez más atravesadapor ese mundo audiovisual y por la conec-tividad y la interactividad horizontal,choca con la estructura de la escuela y conla forma fragmentada y estanca en la quese transmiten en ella los conocimientos.

La última contradicción o tensión quequisiera destacar en la relación entre cul-tura y escuela tiene que ver con el tema delrescate creciente que se ha hecho de la di-versidad cultural. Se critica a la educaciónpor su enfoque fuertemente patriarcal y encuanto al funcionamiento de las relacionesinstitucionales dentro de la escuela por sutendencia excesiva a marcar diferencias

por género. En lo que se refiere a la diver-sidad de identidades culturales étnicas, ra-ciales, territoriales… se ha reprochado a laescuela el ser un proyecto de ilustraciónhomogeneizador y una herramienta de losEstados nacionales que ha tendido, comomisión histórica, a buscar la unidad cultu-ral dentro del territorio nacional, y, por lotanto, a aculturar a las minorías étnicas, oa las culturas minoritarias. Hoy en día seplantea con mucha fuerza cómo educarpara el multiculturalismo en lugar de parala homogeneización, lo que implica, desdeel punto de vista de la tradición escolar, ungiro copernicano tremendo, según el cualno solamente hay que educar respetandolas diferencias y educar para la diversidad,sino evitar que esto signifique educar parala desigualdad. Diversidad, pero conigualdad de oportunidades, que también esuna ecuación difícil de conjugar, porquerompe la lógica lineal tradicional. Y conesto termino, y aunque sólo he apuntadocuatro o cinco elementos, ya se habrándado cuenta de que todos ellos provocantensiones muy fuertes en la educacióndesde el punto de vista de los cambios cul-turales que estamos viviendo hoy día.

Enrique Bustamante

A continuación intervendrá el profesorNéstor García Canclini, antropólogo.Nacido en Argentina, se doctoró en laUniversidad Nacional de La Plata y con unabeca otorgada por el CONICET (ConsejoNacional de Investigaciones Científicas yTécnicas) en la Universidad de París.Ejerció la docencia en la Universidad de LaPlata, en Buenos Aires. Desde el año 1990es profesor e investigador de la UniversidadNacional Autónoma de México, la UNAM,unidad lztapalapa, donde dirige el pro-grama de estudios sobre cultura. Ha sidoprofesor visitante de diversas universida-des, entre ellas Nápoles, Austin, Stanford,Barcelona. Buenos Aires, São Paulo... y hapublicado entre otras muchas obras:Cultura transnacional y culturas popula-res; Culturas hibridas, estrategias para en-trar y salir de la modernidad; Cultura y co-municación entre lo global y lo local; Lasindustrias culturales en la interacción lati-noamericana; La globalización imagi-nada; El latinoamericano buscando lugaren este siglo; Iberoamérica 2002;Diferentes, desiguales y desconectados;Mapas de interculturalidad.

Néstor García Canclini

Hay muchas maneras de relacionar lapiratería con la educación. En los cines de

Hoy en día se plantea con muchafuerza cómo educar para el

multiculturalismo en lugar depara la homogeneización, lo que

implica, desde el punto de vista dela tradición escolar, un giro

copernicano tremendo, según el cual no solamente hay que educarrespetando las diferencias y educarpara la diversidad, sino evitar que

esto signifique educar para ladesigualdad

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México, antes de la película, además de los15 minutos de publicidad, se proyecta uncorto producido por las empresas distri-buidoras y exhibidoras, en el que aparecenalrededor de una mesa de cocina, unaabuela y dos niños; llega la madre con-tenta, exaltada, y dice: “mirad, traje unvídeo”, y se lo da a uno de los hijos. “Huy,¿y cuánto te...?”. “No, lo compré pirata”.Todos ponen cara de extrañeza, pero ellasigue hablando sobre las ventajas de estacompra. En ese momento el hijo se levantay se quiere ir. Tiene unos ocho años. Lamadre lo llama: “¿Adónde vas?”. “Ajugar”. “No, tienes que preparar el exa-men”. “Ya lo tengo”. “¿Cómo que lo tie-nes?”. “Sí, lo conseguí”. “¿Cómo?”. “Locompré”. Y el hijo añade: “Pirata, como tupelícula”. El vídeo termina con una frasemoralista, y he escuchado muchas veces lamisma reacción del público en la sala:cuando en la pantalla dicen: “¿Qué le estásenseñando a tus hijos?”, el público con-testa: “a ahorrar”, y gran parte de los es-pectadores, sobre todo los jóvenes, se ríe.

Tenemos aquí tres actitudes ante la pi-ratería. Una, el moralismo de las empresasdistribuidoras y exhibidoras, que advier-ten sobre la incorrección de esta conducta,y hacen un paralelo, sin duda fácilmentecuestionable, entre la piratería de música ode un vídeo y la piratería o la compra an-ticipada de un examen. La segunda es lamirada irónica a una práctica, el ahorro,que en épocas de estabilidad financiera eravista como una virtud que conducía a me-jorar la vida. Y la tercera es la de los jóve-nes que se ríen, y cuando salen de allí, aveces en la misma puerta del centro co-mercial donde está el cine, compran pelí-culas mucho más baratas que en los co-mercios.

En un estudio realizado en México hacepoco más de un año, a partir de una en-cuesta nacional, veíamos que los jóvenesseparaban la educación del trabajo: el por-centaje de ellos que veía en la educaciónun camino para conseguir un trabajo supe-rior, o para mejorar económicamente, eramuy pequeño; y cuando se les preguntabaa los que estaban en la escuela para quéiban, contestaban: “para encontrarme conlos amigos, para conocer gente”, o paraotras actividades, pero el trabajo o el di-nero no aparecían hasta el séptimo u oc-tavo lugar. En cambio, la posibilidad de ac-ceso más fácil, más barato, a bienes que losconectasen con otros, aparecían como cla-ves: por ejemplo, el uso del móvil, que per-mite desarrollar a los adolescentes unavida más independiente. Veíamos tambiénque lo que antes se llamaba emancipación

de los jóvenes que, en un cierto tipo deconcepción de la familia y de la sociedad,se conseguía mediante el trabajo, el matri-monio y la educación, ahora se consiguebásicamente a través del acceso a la co-nectividad. Se esperaba de la educación nosólo que emancipara, sino que integrara lasociedad, pero vemos ahora que las con-cepciones actuales de la educación estánmarcando no sólo la integración, o no prin-cipalmente la integración, sino también laconsideración de la multiculturalidad y ladiversidad.

Cuando ni siquiera las naciones estánintegradas internamente, cuando vemostantos comportamientos diferentes, porejemplo, ante la piratería, ¿qué puede es-perarse de las relaciones entre los países,o entre los continentes; de las relaciones,por ejemplo, entre América Latina yEspaña? En estos días, en el seminario,hemos revisado las diferentes concepcio-nes sobre el tema que se han dado a lo largode la historia, y veíamos que había quedescartar las preguntas sobre el ser latino-americano o sobre una identidad latinoa-mericana que resolvería la diversidad.Recordábamos que hasta hace pocos añosse hablaba, y hay gente que todavía siguehablando, de una posible unidad iberoa-mericana o latinoamericana, una unidadterritorial, histórica, lingüística, aunque enlas últimas décadas se habla con más fre-

cuencia de integración. Pero algunos nospreguntábamos si no sería más acertadohablar de desintegración entre los paíseslatinoamericanos, en los que da la impre-sión de que constantemente se están re-configurando las lealtades, las afinidadespolíticas y económicas o los intercambios.

¿Cómo hablar, pues, de cooperación?¿En qué debe consistir esa cooperación?Veíamos en estos días que uno de los con-ceptos y de las actividades que han apare-cido como claves en los últimos años es loque llamamos coproducción. No se tratasimplemente de mandar un par de artistasplásticos, traer un pianista o que los diplo-máticos anuncien lo que se está haciendoen otros países, sino de buscar nuevas fór-mulas. En varios momentos de este semi-nario hemos analizado el programaIbermedia, una de las actividades másavanzadas y con mejores resultados de losúltimos tiempos, que consiste en una co-producción que articula las cinematogra-fías de España y doce países latinoameri-canos, y que ha llevado a ampliar expo-nencialmente el número de películas pro-ducidas en la región. Sin embargo, hemosvisto también que muchas de esas pelícu-las no llegan a ser proyectadas porque nohay salas disponibles, ya que las existen-tes son propiedad de grandes cadenas es-tadounidenses, australianas o transnacio-nales. Surge, pues, la necesidad de agregara la coproducción, la codistribución (queel programa Ibermedia ya empieza a con-siderar), para instalar nuevos circuitos,buscando incorporar al cine las tecnolo-gías digitales. Y el siguiente paso seríapreguntarse cómo podría extenderse estacoproducción internacional a otros ámbi-tos del desarrollo cultural como el campoeditorial, las artes plásticas, o la coordina-ción de actividades entre museos.

Quisiera mencionar otro tema sobre elque estamos trabajando. Hoy en día esmuy difícil hablar de una identidad latino-americana. Existen muchas identidadesdiferentes, muchos agrupamientos regio-nales: en América Latina hay más de 400grupos indígenas, estructuras culturalesafroamericanas, distintas mezclas racia-les, etc., por lo que tal vez tendría más sen-tido hablar de un espacio cultural iberoa-mericano en el que coexisten muchas iden-tidades y que no coincide con el territorioque denominamos América Latina oIberoamérica. Porque ni América Latinani Iberoamérica están contenidos entera-mente en el área geográfica que nombra-mos de ese modo. Como ya se ha dicho,hay más de 40 millones de hispanohablan-tes en Estados Unidos, pero también más

Se esperaba de la educación no sólo que emancipara, sino que

integrara la sociedad, pero vemosahora que las concepciones actuales

de la educación están marcandono sólo la integración, o no

principalmente la integración,sino también la consideración de lamulticulturalidad y la diversidad

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de un millón y medio de latinoamericanosen España, y así podríamos seguir conotras regiones extracontinentales. Por estacausa, algunos estudios, especialmenteantropológicos, están hablando ya de co-munidades transnacionales. Gente, porejemplo, de Guajaca, que se va a vivir aCalifornia: una parte de la familia está enMéxico, otra parte en Estados Unidos,pero tienen una relación muy frecuentepor Internet, por teléfono, por el envío deremesas económicas que permiten sobre-vivir a una parte de la familia e impidenque todos tengan que irse... Son familiaspartidas y comunicadas. Aunque en mu-chos casos, como ocurre en México,Ecuador, El Salvador, República Domi-nicana… sean familias enteras, a vecesson pueblos los que emigran, cuando no seproducen esas migraciones masivas, lasremesas económicas ayudan a vivir a losque se quedan. Esas partidas de dineroestán formadas con los ahorros de los quese van a vivir y trabajar en el extranjero.

Recientemente se habla también de re-mesas culturales. En los dos o tres últimosaños se han hecho algunas reuniones parahablar sobre el tema, especialmente entreespecialistas de Estados Unidos y deMéxico. Remesas culturales, porque deEstados Unidos o de España se llevan aMéxico los emblemas de la alta moderni-dad y de México se llevan a EstadosUnidos, o de Argentina se traen a Españacomidas, símbolos familiares, elementosque representan otra forma de vida, otraafectividad. Las remesas culturales seríanlo que hemos llamado históricamente elpatrimonio cultural. Pero ¿cómo juntar re-mesas económicas con remesas cultura-les? Tal vez una de las tareas que tenemosen el futuro de la cooperación iberoameri-cana es, precisamente, articular de unmodo creativo, lo más armónico y equili-brado posible, lo económico con lo cultu-ral; el desarraigo, con cierta posibilidad deprosperidad o de colaboración conjunta; lamanera en que la cultura, la cinematogra-fía, la literatura, como de hecho se está ha-ciendo ya, pueden expresar estas nuevascondiciones de interacción entre unos yotros.

Enrique Bustamante

Y, finalmente, por petición suya, tene-mos al profesor Jesús Martín Barbero.Nació en Ávila, en España, pero desde elaño 1963 reside en Colombia. Es doctor enFilosofía por la Universidad de Lovaina.Hizo el posdoctorado en antropología ysemiótica en París y fue fundador del

Departamento de Ciencias de la Comu-nicación de la Universidad del Valle. Hasido presidente de la Asociación Latinoa-mericana de Investigadores de la Comuni-cación. Ha trabajado como investigadorasociado en la Universidad Complutensede Madrid; como profesor de la CátedraUNESCO de la Universidad Autónoma deBarcelona, en las universidades deStanford, de Cambridge y en la EscuelaNacional de Antropología e Historia deMéxico. Ha publicado: De los medios a lasmediaciones; Comunicación masiva, dis-curso y poder; Televisión y melodrama;Los ejercicios del ver; Oficio de cartó-grafo: travesías latinoamericanas de lacomunicación y la cultura.

Jesús Martín Barbero

Para cerrar esta película, que empezóRenato con una reflexión conceptual sobrela cultura como producción simbólica, voya hacer un final no de melodrama sino másbien de film de suspense, planteando miexperiencia de españolito que se fue, en elaño 1963, a Colombia, y jamás pensó que40 años después iba a encontrar a tantoscolombianos en Madrid, y bolivianos, yecuatorianos, y argentinos... Yo no soycapaz de hacer una reflexión conceptualpura, porque cada vez que vuelvo a Madridno puedo dejar de pensar en un país que

durante siglos envió españolitos al restodel mundo, especialmente a AméricaLatina, pero también a Centroeuropa. Yeste país que exportó a sus ciudadanos du-rante cinco siglos, ahora por primera vezy, quiero hacer hincapié, en democracia,puede ser un país de acogida para miles delatinoamericanos.

Lo que me gustaría plantear como temade reflexión es qué significa para los espa-ñoles que no han salido del país más quecomo turistas la presencia de miles deecuatorianos, de bolivianos, que han em-pezado a romper el estereotipo despectivodel sudaca, que era como se denominabahasta hace pocos años a los que veníamosde América Latina en su conjunto; y creoque este tema plantea un desafío cultural yun desafío de comunicación estratégico.En estos momentos, un canal norteameri-cano está emitiendo una serie hecha enArgentina que se llama Vientos de agua, enla que se cuenta lo que fue la migración deespañoles en los años veinte y treinta aArgentina, y la actual venida de argentinosa España. A partir de ello quisiera hablarde tres procesos que en mi opinión son cla-ves.

El primero tiene que ver, indudable-mente, con lo difícil que es aceptar que elotro no está allá lejos, sino que está aquí.Yo les confieso que disfruto enormementecuando monto en el metro, en Madrid, yme encuentro a montones de sudacas, conniños ya nacidos aquí, muchos de elloshijos de parejas mixtas, y me produce unaenorme alegría pensar que eso que hancantado los mejores cantautores españo-les, Serrat y Sabina y otros, sobre esa cul-tura común que tenemos, lo podemos verhecho realidad en nuestras calles. Pero, almismo tiempo, sabemos que hay unaenorme dificultad, sobre todo en los tiem-pos que vivimos, con las posiciones deciertos grupos políticos para en primerlugar aceptar que realmente la presenciade los latinoamericanos en España es unaasignatura pendiente, la de la intercultura-lidad. Por más diferentes que sean los ca-talanes de los andaluces, han convividoentre ellos y algunos de los mejores escri-tores catalanes han cantado a todo lo queAndalucía ha aportado a su país, con esacantidad de mano de obra que llegó a tra-bajar a Cataluña durante años.

Sin embargo, el desafío es hoy muchomás fuerte. Se trata de realizar en términosde lo que hoy llamamos derechos cultura-les, que son derechos sociales y políticos,esa integración, esa mirada primero, a tra-vés de esta casa del Instituto de CulturaHispánica, que fue la última visión impe-

Tal vez una de las tareas que tenemos en el futuro de la cooperación

iberoamericana es, precisamente,articular de un modo creativo, lo más

armónico y equilibrado posible,lo económico con lo cultural; el

desarraigo, con cierta posibilidadde prosperidad o de colaboración

conjunta; la manera en que lacultura, la cinematografía, la

literatura, como de hecho se estáhaciendo ya, pueden expresar estasnuevas condiciones de interacción

entre unos y otros

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rial de España sobre América Latina, yconseguir romper con lo que queda toda-vía de esa visión hispanista, de esa visiónimperial, colonialista paternalista haciaesos pueblos y asumir todo lo que los co-lombianos y los bolivianos y los ecuato-rianos y los argentinos están haciendo hoypor España, están aportando hoy a España,en trabajos que, además, en gran parte, sonlos que no quieren hacer los españoles.Aun dentro de esa situación, la culturatiene mucho que decir y que hacer para lo-grar que los españolitos vayan apren-diendo a convivir con su herencia. Con lomejor y lo peor de su herencia, ya que losque vienen son herederos de lo que los es-pañoles hicieron hace siglos y también detodo lo que aportaron a lo largo de todosesos siglos, incluida toda esa remesa de es-pañoles espléndidos que se tuvieron que ircuando la Guerra Civil, y que hicieron unenorme trabajo en Iberoamérica. El desa-fío es, pues, convertir este encuentro nopensado históricamente, de América Lati-na aquí, en cada punto de España, en unejercicio no ya de tolerancia, porque esapalabra me parece excesivamente pasiva,sino de interculturalidad, de reconoci-miento. Lo hermoso de la serie de televi-sión de la que les hablaba al principio escómo se acaba reconociendo que los quevinieron son nietos o bisnietos de los quese fueron, y viceversa.

La diferencia ya no está en otro lado:hoy en día cada cultura de un país se ve ex-puesta permanentemente a las otras cultu-ras de ese país y al resto de culturas delmundo. Y la relación comunicación-cul-tura es la más fuerte de todas y nos está exi-giendo exponernos al otro, ser capaces deponernos en el lugar del otro, de reconocerque el otro no tiene lo que yo tengo, peroque tiene otras riquezas que me puedeaportar, que cuestionan las mías, quemuestran los límites de las mías. Y estenuevo aspecto de la comunicación deberíatraducirse en que España se convirtiera enun país modelo en reconocimiento de de-rechos ciudadanos a estas otras culturas.

Enrique Bustamante

Aunque no tenemos demasiado tiempo,haremos un breve turno de preguntas e in-tervenciones.

Asistente

Quisiera formular una pregunta al po-nente de Brasil. Yo nací en SantoDomingo, en donde hay una composiciónétnica específica: el 90% de la poblaciónes mulata con lo que tenemos permanen-

temente como tema de fondo la multicul-turalidad. Se nos ha presentado a Brasilcomo modelo, un país que, políticamente,creo que ha realizado un gran esfuerzopara solucionar los conflictos que planteasu enorme diversidad étnica. Me gustaríaque me comentara brevemente qué es loque se ha hecho a nivel político en Brasilpara zanjar la discusión sobre el tema ra-cial.

Asistente

Se han estado planteando diferentesproblemáticas en las transformacionesculturales, se ha hablado de la culturacomo transmisión de símbolos, y espe-cialmente como relaciones de poder. Enmi opinión hay un tipo de cultura que vade arriba abajo, uno de cuyos ejemplossería la telebasura, y otro tipo de culturaque marcha de abajo hacia arriba, paralelaa la anterior, que propone experiencias al-ternativas, en Internet entre otras redes,con la autogestión de las actividades; esteúltimo tipo de relación cultural es toleradoen muchos sitios, pero también se reprime,ya que está en contradicción con los pode-res fácticos, puesto que les resta parcelasde poder.

La pregunta es si se podría hablar delpeligro de que estos poderes favorezcanuna desviación de la insatisfacción hacia

el ciberespacio, esta especie de territoriofantasmal donde no se cuestiona el domi-nio económico. Tendríamos, por ejemplo,Second Life, los videojuegos, los chats...,que producen adicción, y que, por lo tanto,conformarían una nueva y poderosa formade alienación. La cuestión es si esto su-pone un riesgo, un peligro real.

Cristina Pinto

Quisiera preguntar al profesor Martínsobre las interesantes opiniones que ha expresado respecto a la educación. Habla-ba de la importancia de educar para la di-versidad cultural y de los nuevos lengua-jes que están surgiendo con las nuevas tec-nologías. En una realidad como la latino-americana, en donde existe una gran bre-cha en el acceso a estas nuevas tecnolo-gías, ¿qué cree que va a pasar con la diver-sidad cultural cuando, en un porcentajemuy alto, los escolares no tengan acceso aellas?

Renato Ortiz

A mí no me gusta mucho esta historiade la identidad, porque acabamos siendo prisioneros de ella. De cualquier manera,en el caso de Brasil, creo que es difícil hablar de un modelo determinado, a pesarde que lo que pasa allí es, en cierta manera,similar a lo que ocurre en el resto deAmérica Latina. Brasil es un país mestizoen varios sentidos: mestizo por los gruposétnicos que lo componen y también por lasdiversas culturas que se han ido acumu-lando, mezclando y transformando a lolargo de la historia. Estamos hablando deun país de 200 millones de habitantes en elque existen hoy en día en torno a 300.000pequeñas comunidades indígenas, entrelas que hay centenares de grupos diferen-tes con sus lenguas, sus mitos, sus creen-cias, que han conservado en mayor omenor medida. Hubo mestizaje con los es-clavos que vinieron de distintas zonas deÁfrica, porque estamos acostumbrados ahablar de los negros como si fueran todosiguales, y eso no es cierto, provienen deculturas diferentes, con lenguas diferen-tes, con cultos distintos... y, además de losportugueses, que son los colonizadoresiniciales, hubo toda una inmigración muyfuerte a finales del siglo XIX, como entodo el resto de América Latina, de italia-nos, españoles, de nuevo los portugueses,alemanes... Todo ello contribuyó a la for-mación de una población muy diversifi-cada en términos étnicos. Pero es necesa-rio llamar la atención sobre que, cuandohablamos de los conflictos étnicos, nos es-

El problema es que, en el presente,en el contexto de la globalización,

toma otra forma distinta. En elpasado se aniquilaba al otro. Eramás simple. Ahora no. Ahora estoya no se puede hacer y las cosas se

complican, porque se hace necesarioconvivir con el otro de otra manera

y, lamentablemente, no hay modelos

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tamos refiriendo a la historia pasada deBrasil, una historia de fusión y de cons-trucción del país, muy distinta de la histo-ria presente, en la que tenemos, por ejem-plo, a los emigrantes bolivianos en buscade trabajo.

España es un país que ya existía, con susperspectivas, con sus creencias, con susidentidades y que ahora se ve, de algunamanera, amenazada, entre comillas, porlos extranjeros. Es más fácil para mí hablardel pasado brasileño, porque es muy dis-tinto vivir las situaciones de diversidad enel presente, que pueden ser conflictivas enla medida en que los grupos de inmigra-ción ocupan posiciones distintas, compi-ten por cosas distintas, y también rehacenun poco la imagen que cada uno tiene de símismo.

Los brasileños construimos en el pa-sado una idea más armónica de la sociedadbrasileña, pero que no se ajustaba a la rea-lidad de esa sociedad. Los colonizadoresaniquilaron a los indígenas y esclavizarona los negros, y hoy estamos en este nivelque es fruto de diversas contribuciones.Pero las contradicciones existían en el pa-sado, y yo creo que existen en el presente.El problema es que, en el presente, en elcontexto de la globalización, toma otraforma distinta. En el pasado se aniquilabaal otro. Era más simple. Ahora no. Ahoraesto ya no se puede hacer y las cosas secomplican, porque se hace necesario con-vivir con el otro de otra manera y, lamen-tablemente, no hay modelos. En algunospaíses de América Latina a través del mes-tizaje se forjó una nación. Ése es el caso deBrasil, una nación mestiza en ese sentido,a lo que contribuyó que la colonizaciónportuguesa fue muy distinta, menos impe-rial, que la colonización española. Pero esmuy importante que entendamos que la si-tuación actual es muy diferente, especial-mente para los países europeos y paraEstados Unidos.

Asistente

Según creo, actualmente existe una po-lítica cultural que integra todo esto.

Renato Ortiz

En mi opinión, en el mundo transnacio-nal es muy difícil regular el desplaza-miento de la gente, de las culturas. No sepueden establecer barreras porque en el mundo globalizado cambia la nocióndel otro, la noción de espacio, la de los lí-mites, la de las fronteras; porque incluso siestamos aislados, con las nuevas tecnolo-gías, estamos próximos. Por lo tanto, te-

nemos que replantear en otros términosestas cuestiones, especialmente la de lacultura, puesto que es en ese espaciodonde mejor se reflejan las contradiccio-nes de la sociedad. En ese sentido, estabapensando que no existe la cultura comotal, sino la esfera del mundo de la cultura,donde se expresan una gran diversidad yjerarquización de poderes y contradiccio-nes. No es imaginable que esas contradic-ciones puedan ser eliminadas en el uni-verso de la cultura si no fueron eliminadasen el seno mismo de la sociedad. Es decir,que si se trata de una sociedad diversa yconflictiva, en el espacio de la cultura tam-bién se expresarán esos conflictos, sin queexista una manera para salir de ello, por-que la esfera de la cultura plasma la socie-dad como un todo.

Martín Hopenhayn

Voy a responder brevemente a las dospreguntas que se me han formulado a propósito de la educación. La primerasobre la afirmación de que la cultura nos hace libres: si se consulta al señor Kant di-ríamos que sí, pero si consultamos al señorNietzsche, diríamos que no. La culturatambién construye cárceles al espíritu, nohay nada garantizado en ese sentido. No esaxiomático, pero yo estoy totalmente deacuerdo en que no podemos prescindir dela escuela: en la escuela se encuentran ins-titucionalizados el ciento por ciento de losniños. En ella pasan todo el día, y es ellugar donde existe la posibilidad de haceralgo distinto.

Y respecto a la segunda pregunta, sobreen qué medida la diversidad cultural chocacon la brecha digital, en el sentido de quehoy día la conectividad, el acceso a lasredes es la forma de hacerse visible, y hayun menor acceso a la conectividad porparte de minorías étnicas, no por su condi-ción de minorías, sino porque son más po-bres, ya que el corte es básicamente por in-gresos. Yo diría que una solución, la másimportante, es la vía educativa, porquetodos van a la escuela, y aunque en el hogarse cree una diferencia clara de conectivi-dad por ingresos familiares, si la escuelapública tiene un programa de universali-zación de acceso, y de un acceso conti-nuado, no esporádico, la solución pasará,básicamente, por reducir la brecha digitalen la escuela.

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Reseñascomunica ción110

El informe realizado por FundaciónTelefónica sobre los medios de comunicaciónen Iberoamérica trae consigo importantes no-vedades. Hacía falta este completo estudiosobre los modelos mediáticos de veinte paísesiberoamericanos y el papel que juegan en cadauno de ellos. El tradicional compendio de losmedios latinos se ha enriquecido con los gene-rados en Internet, el cine, la producción edito-rial y los medios hispanos en EEUU. El in-forme analiza el tratamiento dado por los me-dios a diferentes colectivos, la influencia quereciben de culturas externas y el papel que pue-den jugar en la consecución del mercado glo-bal iberoamericano, entre otros temas. El cate-drático Bernardo Díaz Nosty ha escrito el in-forme marco, y ha dirigido el equipo de 55 au-tores, y nutrido grupo de analistas e investiga-dores que colabora en este anuario.

La Casa de América acogió la presentacióndel informe, el pasado 18 de noviembre. JavierNadal, Vicepresidente de Fundación Telefóni-ca, y Miguel Barroso, director general de Casade América, presidieron el acto, acompañadospor Díaz Nosty, y periodistas como MiguelÁngel Aguilar, secretario general de la Aso-ciación de Periodistas Europeos, y ErnestoEkaizer, reconocida firma del diario El País,sensible a los temas iberoamericanos por su na-cimiento en Argentina.

El informe hace un llamamiento sobre la ne-cesidad de configurar el mercado global ibero-americano, que facilitará el cierre de la brechadigital y cultural, y permitirá a los países his-panos zafarse de la hegemonía anglosajona enlos contenidos. Baste como ejemplo el índicede cuota de mercado de la producción cinema-tográfica nacional, que es del 12,5 por ciento enArgentina, ronda el 10 en Colombia, Chile yBrasil, y apenas supera el 5 por ciento enMéxico. Las producciones estadounidenses,tanto de películas como de programas para te-levisión, tienen amplia presencia en estos paí-ses. El mismo Díaz Nosty escribe que “la es-casa articulación del discurso constructivo delo iberoamericano y su atomización en res-puestas locales conducen a una desproteccióngeneral frente a las erosiones estandarizadorasde la cultura global”.

El informe abarca los medios de comunica-ción de los países iberoamericanos, incluidosEspaña y Portugal, y en los análisis comparati-vos se han introducido estadísticas de paísespertenecientes a la Unión Europea. Su princi-pal conclusión es que el uso común del españolpodrá hacer realidad la creación del mercadosupranacional iberoamericano. Y en ese espa-

cio podrán circular con facilidad los flujos me-diáticos y culturales de habla española y portu-guesa, lo que ofrecerá oportunidades de nego-cio a la industria multimedia en estos idiomas.

Para culminar este mercado global es im-prescindible superar déficits relacionados confactores económicos y culturales estructurales,que amenazan con agrandar las desigualdadesexistentes en la mayoría de las naciones deAmérica Latina. Así, el informe aborda deforma valiente el problema de la dualidad delcontinente americano, en el que la brecha digi-tal es una continuidad de las tradicionales frac-turas verificadas en los consumos mediático-culturales. El índice de indigencia y pobreza seacerca al 19 por ciento en Chile y Uruguay, ysupera ampliamente este margen en el resto de

los países, llegando al 74,8 por ciento enHonduras. La lógica consecuencia es el analfa-betismo y un muy bajo índice de lectura, por loque la prensa de referencia es un medio de eli-tes, y tiene una tirada muy inferior a la de otraszonas con menor población. En México, se-gundo país más poblado de la zona, el índice dedifusión no llega a 15 ejemplares por 1.000 ha-bitantes. Suecia, Finlandia y Holanda, que ape-nas suman 30 millones de habitantes, vendenmás periódicos diarios que todos los paísesamericanos de habla española, cuyo conjuntosupera los 350 millones de personas. Argentinay Chile, con consumos más cercanos a los es-pañoles, salen mejor parados en estas desastro-sas estadísticas.

El déficit de la libertad de prensa también esseñalado por el informe como una carencia es-tructural, que agrava las consecuencias que tie-nen sobre los medios las desigualdades socia-les: “El ejercicio del periodismo conlleva unosriesgos desconocidos en otras regiones, sustan-ciados en el hostigamiento, la extorsión, elchantaje y el asesinato, como prácticas exten-didas en el tiempo, con independencia de la me-jora en el ambiente general de las democra-cias”, indica Bernardo Díaz Nosty en su intro-ducción.

Otras carencias estructurales son el accesoa los medios tradicionales por una escasa partede la población, y la invisibilidad de ampliossectores sociales. El escaso protagonismo na-cional en la información de la prensa sobreAmérica Latina, que en diez países es inferioral 2 por ciento, es señalado como un déficit fun-damental para realizar la construcción mediá-tica de lo latinoamericano. Por el contrario,EEUU y España tienen gran protagonismo enla información de la prensa, y el primero apa-rece en el 22 por ciento de las unidades de textopublicadas entre enero-marzo de 2006, mien-tras que España figura en el 15,7 por ciento.

Internacionalizar los mediosEl informe destaca la internacionalización y

la convergencia de los medios de comunicacióncomo el segundo factor determinante en la con-secución del mercado iberoamericano. Hoy,los medios tienen contenidos de marcado ca-rácter nacional, tendencia que se acentúa con lamejora de la economía, y están más abiertos alos canales de distribución norteamericanosque a los producidos en otros países de la pro-pia región. Las televisiones por cable y vía sa-télite con programaciones temáticas son lasúnicas en ofrecer contenidos comunes al con-junto de países hispanos.

LIBROS

El papel de los medios de comunicación en

VARIOS AUTORESTendencias´07 Medios de comunicaciónEl escenario iberoamericano.Editorial Colección FundaciónTelefónica Ariel. Madrid: 2007

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Curiosamente, es el ámbito académico elprimero en vivir un proceso de convergencia,que tiene lugar entre universidades de ambasorillas gracias a una comunicación intensiva,sobre todo a través de Internet. Y el informe in-dica que esta dinámica, impensable hace diezaños, es síntoma de la formación de un nuevocontinente invisible.

Internet se presenta pues como una oportu-nidad para futuros procesos de convergencia,que se verán favorecidos con el empuje inno-vador de las nuevas generaciones. De mo-mento, la brecha analógica abierta por el dife-rencial de lectura entre América Latina yEuropa está mitigada en Internet. Y aunquequeda mucho camino por recorrer, porque hayuna brecha digital entre ambos continentes,ésta ya resulta menor que la analógica: aun así,el número de usuarios es de media inferior al 20por ciento de la población, a excepción deChile, con un 40, y Argentina, con un 33 porciento.

Los emigrantes latinoamericanos merecenmención especial en varios capítulos. En unode ellos se exponen las conclusiones de un es-tudio realizado en la Comunidad de Madrid,donde residen grandes núcleos de inmigran-tes de los seis países con mayor emigración aEspaña; en él se habla de la influencia mediá-tica en los proyectos migratorios, del papel delos medios como aglutinador de los inmigran-tes, se analiza la dieta mediática de la pobla-ción emigrante, y se realiza un balance de losmedios generados por esta nueva población.También se recoge la relación que tienen losinmigrantes en Estados Unidos con los me-dios, y el tratamiento que reciben en ellos.

Además, a lo largo del informe se eviden-cia la influencia de los medios de comunica-ción en la sociedad. De esta forma se indica lanecesidad de realizar estrategias, tanto en losmedios como por parte de los gobiernos, quepermitan poner de relieve la realidad iberoa-mericana: “La convergencia mediático-cultu-ral iberoamericana sería incompleta e inclusoestéril si, en el futuro, no va acompañada depolíticas públicas supranacionales. Se promo-vería así una expresión conjunta de las diver-sidades locales, a través de una estrategia deproducción de contenidos capaz de establecerintercambio, interlocución externa y condicio-nes de permeabilidad compensada con otrasregiones, culturas y mercados del planeta”,concluye.

Susana Blázquez

IberoaméricaCHASQUIRevista Latinoamericana de Comunicación Nº 100Diciembre 2007

El tema central es la investigación en la comuni-cación social, tratado por especialistas como LuisRamiro Beltrán y José Marques de Melo. Analizanel desarrollo de la investigación desde las cuatro úl-timas décadas. El desarrollo tecnológico de los me-dios de comunicación es analizado por José Zepeda Varas y Daniel Prieto Castillo.Fernando Véliz reflexiona sobre el desarrollo alcanzado por el conocimiento socialrespecto de su propia realidad. Estrategias para combatir la crisis económica porFabiana Feijoo. Las grandes corporaciones transnacionales son estudiadas por MiguelSantagada. El uso del marketing es abordado por Amaia Arribas Urrutia, quien en-foca este tema como alternativa para fortalecer a las arcas municipales. La incursiónde la televisión digital en América Latina es analizada por Fernando Fuentes. La de-fensa del periodismo profesional por Ángel Arrese. También ofrece un tema como:“el artículo, un género persuasivo” por Rafael Yánez Mesa.

COMUNICAR Revista Científica Iberoamericana deComunicación y Educación Nº 30Volumen XV, Época II1º Semestre, Marzo 2008

Aborda temáticamente el asunto de las au-diencias y pantallas en América. Abriendo conJesús Martín Barbero, es una recreación agudadel fenómeno comunicacional múltiple con-temporáneo, más allá de pantallas y tecnologías. James Lull,desde una perspectiva histórica, enfatiza el potencial que las pantallas ofrecen a lasaudiencias para expresarse y participar de la comunicación. Néstor García Canclinise pregunta por los cambios de época de la comunicación, desde la pantalla cine-matográfica hasta las actuales, argumenta que no hay sustituciones de unas panta-llas por otras, sino más bien reacomodos. María Inmacolata Vasallo de López abordael tema de la ficción televisiva como un punto estratégico para entender la vincula-ción de nuevas y viejas audiencias con un mega-relato cultural. Por su parte, JorgeA. González reflexiona sobre la cibercultura. Pasando a un terreno más específico,los siguientes cuatro artículos enfocan la mirada en estudios empíricos de audien-cias concretas, y desde ahí ofrecen nuevas perspectivas entre audiencias y pantallas,con autores de la talla de Valerio Fuenzalida, Maritza López, Nilda Jacks y José CarlosLozano. El último bloque de artículos está compuesto por 4 autores que desde suspeculiaridades académicas, abordan específicamente el tema de lo educativo en lainteracción de audiencias y pantallas: Jorge Huergo, Kathleen Tyner, Ismar de Oliveiray Omar Rincón. Propuestas que permiten explorar los mega-objetos de estudio y nosposibilitan un diálogo mayor, y un entendimiento más integral de las audiencias, laspantallas y sus múltiples interacciones.

RESEÑA REVISTAS

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Informacionescomunica ción112

U na empresa de televisión por sus-cripción puede ofrecerle al tele-

vidente –según el paquete que con-trate– aproximadamente una centenade canales. Precisamente por la canti-dad de opciones, la penetración que lo-gran las plantas del circuito cerrado detelevisión es escasa, porque la audien-cia se diluye en el control remoto.

Larry Hernández, presidente de laAsociación Nacional de Anunciantes,que por estar al frente del gremio siguemuy de cerca los números de las plan-tas televisivas, afirmó que un canal decable que tenga más de un punto de par-ticipación de mercado, es importante.

Ante esta premisa, se puede afirmarque RCTV Internacional revolucionóla televisión paga. Desde que ingresóen el sector –el 16 de julio de 2007,luego de pasar más de un mes sin trans-mitir por su salida del aire– puntea elranking de participación de mercado delos canales por suscripción.

Según datos de AGB Nielsen MediaResearch, firma dedicada a medicionesde audiencia, entre julio y octubre de2007 la televisora de las Empresas 1BCfue el canal más visto del circuito ce-rrado con 1,8 puntos de rating, seguidode Disney Channel con 0,38 yDiscovery Kids con 0,35 puntos.

Al ver mediciones más recientes dela misma empresa especializada, el li-derazgo de RCTV Internacional semantiene y consolida. Del 1° al 31 demarzo de 2008, entre las 6:00 am y lamedianoche, fue el canal con mayorparticipación de mercado del circuitocerrado de televisión. Mientras laplanta de Barcenas alcanzó 11,50 pun-tos, el segundo lugar lo obtuvo TNTcon 2,68.

El análisis de la compañía incluyeindistintamente los canales de señalabierta y cerrada. Aun así, RCTVocupauna buena posición, sólo es superadopor Venevisión con 16,82 (televisiónabierta y cable). De acuerdo con las ci-fras de esta empresa, a RCTV le siguen:Globovisión (8,52), Venezolana deTelevisión (3,52) y Televen (3,38).

TVES, canal que usa la señal quetenía Radio Caracas Televisión, tiene1,27 de share, lo que lo coloca en elpuesto número 15 de la medición.Cuando RCTV usaba esta señal, con-taba con alrededor de 15 puntos de par-ticipación de mercado.

Crecimiento Incluso antes de que se concretara el regreso de

RCTV por las empresas de televisión paga, el comen-tario entre voceros del sector y el público en generalera generalizado: aumentará el número de suscripto-res del circuito cerrado. Tras un año de la salida delaire, el sector muestra crecimiento pero, según sus re-presentantes, no todo se le puede atribuir al ingresode la planta a la parrilla de programación.

Mario Seijas, presidente de la Cámara Venezolanade Televisión por Suscripciones, dijo que 1,7 millo-nes de hogares en el país tienen televisión paga (enjulio de 2007 eran 1,3 millones de familias), es deciruna penetración de 25,84%.

Durante el primer trimestre de 2008 había 80.000suscriptores más que en el mismo período del año pa-sado, lo que refleja un repunte de 23,5%.

“Aunque RCTV influyó en el aumento, no se lepuede atribuir todo a la planta. Contribuyó al creci-miento en zonas como Charallave, donde el canal deseñal abierta que mejor se veía era RCTV, y al salir delaire se impulsó la demanda de las suscripciones”, se-ñaló.

De los dos sistemas detelevisión paga, satelital ycable, Seijas explicó queel que más incrementó susclientes fue el primero.Eduardo Stigol, presidenteejecutivo de Intercable,reconoció que Directvsumó más televidentesgracias a RCTV.

“En las zonas en lasque creció el sector nohabía redes de cable”.Stigol calculó que por lomenos 100.000 clientesnuevos en la industriadeben atribuírsele a RCTV Internacional.

Francisco Trujillo, presidente ejecutivo de Directv,dijo que “la entrada del canal a la parrilla de televisiónpaga contribuyó a que más personas quisieran sus-cribirse a una empresa de circuito cerrado”.

Añadió que el año pasado la compañía creció al-rededor de 40% con respecto a 2006. Y que el au-mento en el número de suscriptores se debe “en partea RCTV y al mercadeo de nuevos productos”.

Carmen Sofía AlfonzoDiario El Nacional 25.05.2008

RCTV a la cabeza de la televisión paga E l 27 de mayo de 2008 se cumplió un

año de salida de RCTV de la señal dela televisión abierta, y la simultánea apari-ción de TVES. Difícil no hacer una lecturaque parta de estas dos experiencias comu-nicacionales. Con la salida de RCTV la so-ciedad venezolana, y especialmente lossectores más pobres, perdieron una opcióninformativa y editorial crítica del gobierno,una posibilidad de entretenimiento y, sobretodo, perdieron el control sobre la pantallade televisión. La decisión sobre RCTV, quetuvo enormes costos políticos para el go-bierno, a nivel interno e internacional,marca un antes y un después en materia demedios, especialmente radioeléctricos.

Si se observa lo ocurrido en estos 12meses, no hay señales de que el gobiernodesee bajarle el tono a la confrontación conlos medios, y al contrario parece habercomprendido que el camino no es sacar unaseñal del aire. El camino hacia la hegemo-nía delineada por el ministro Andrés Izarraparece explorar otros senderos. Posible-mente Globovisión simbolice en este perí-odo el nuevo esquema: se trata de una gue-rra de baja intensidad, con acciones judi-ciales, tributarias, vociferantes amenazas ynegación de acceso a las fuentes oficiales.Cuando se conjugan todos estos elementosel resultado es que sí tendremos al canal de

noticias en el aire, perotendrá que pagar un costopor mantener una voz crí-tica. Ejercer la crítica pú-blica, una parte sustantivade la libertad de expresión,provoca disgusto en las au-toridades.

El cese de RCTV en latelevisión abierta y su exi-tosa incursión en el cable,junto al desastre político-comunicacional que ha re-presentado TVES, deja aldesnudo la incapacidadque tiene el gobierno ve-nezolano para llevar ade-lante una propuesta televi-

siva que se conecte con las mayorías. Es unanotable paradoja para una administraciónque pone un énfasis evidente en lo mediá-tico, y que dice enarbolar las banderas po-pulares.

Los primeros 12 meses de TVES, porotro lado, demuestran la maniobra políticade quienes eran los principales voceros delgobierno en esta materia el año pasado:William Lara y Jesse Chacón. Se le ofrecióal país un canal de servicio público, conaltos niveles de calidad y participación. Enrealidad tenemos una experiencia que hastaes menos vista que Venezolana de Tele-visión (VTV), que nada tiene de servicio pú-blico y que en materia informativa, como

Un año sin RCTV

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E l pasado mes de mayose cumplieron 25 años

de la creación de la Escuelade Comunicación Social enla Universidad de LosAndes-Táchira. Un buenmomento para reflexionar yhacer un balance sobre loscambios que ha sufrido elcampo de la comunicaciónen el país y el mundo, espe-cialmente en el área de la in-vestigación comunicacio-nal. En tal sentido, se desa-rrollaron en San Cristóbaluna serie de actividades paraconmemorar dicho aniver-sario, entre las que se en-contró el Primer EncuentroNacional de Grupos yCentros de Investigación dela Comunicación de Venezuela.

En el evento, que tuvo lugar los días 15 y 16de mayo, participaron representantes delInstituto de Investigaciones de la Comu-nicación (Ininco), el Centro de Investigación dela Comunicación de la Universidad CatólicaAndrés Bello (CIC-UCAB) y el Centro deInvestigaciones de la Comunicación y laInformación de la Universidad del Zulia (CICI-LUZ); con el auspicio del Grupo deInvestigación “Comunicación, Cultura ySociedad” de la ULA. El objetivo fue claro: di-bujar un panorama actual de la investigación encomunicación en Venezuela, tomando comobase la experiencia de cada uno de los actoresparticipantes. Para ello Marcelino Bisbal, MariaIsabel Neümann, Bernardino Herrera, MabelCalderín, Herly Quiñónez y Carlos Arcila, hi-cieron un recuento del desarrollo histórico de lainvestigación comunicacional en Venezuela yrealizaron un bosquejo de las tendencias y es-tudios actuales.

La reunión dio pie precisamente para refle-xionar sobre la necesidad de pensar en térmi-nos de redes y de investigaciones articuladas.Con este objetivo, se incluyó dentro de las acti-vidades un Encuentro Regional-Andino de laAsociación de Investigadores Venezolanos dela Comunicación (Invecom), el cual fue coor-dinado por María Isabel Neümann y ÁngelPáez, y donde se dieron a conocer los avancesde esta red nacional y se invitó a los investiga-dores nóveles a ingresar y participar de las lí-neas de investigación que allí se ofrecen.

Las actividades que tuvieron lugar enTáchira permitieron reconocer que actualmenteexiste una masa crítica de investigadores en elcampo de la comunicación que se han venidoformando en el país y que serán los responsa-

bles del crecimiento en canti-dad y calidad de los estudios.Y esta realidad es posibleporque tanto a nivel de licen-ciatura como de post-grado,Venezuela viene ofreciendodesde hace ya unas cuantasdécadas distintos programasde formación en comunica-ción. La ULA-Táchira fuejustamente la responsable deofrecer en 1983 el cuarto pro-grama de pre-grado en elpaís, cuando, a principios delos años 80, sólo existían laslicenciaturas de la UCV, laUCAB y LUZ.

Durante los actos de cele-bración aniversaria, RamónGonzález Escorihuela, fun-dador de la carrera de Comu-

nicación Social en la ULA, recordó cómo el sur-gimiento de una nueva Escuela en el país amplióno sólo la oferta académica nacional, sino tam-bién las orientaciones que se ofrecían: “Aquí enel Táchira rompimos con esa concepción me-diacentrista, y estuvimos a favor de la forma-ción de un profesional integral, capaz de de-sempeñarse por igual en los medios impresos yaudiovisuales, y poniendo más bien el énfasiscurricular en la comunicación y el desarrollo,en las áreas concretas de Ciencia y Tecnología,Economía y Cultura”.

La celebración de los 25 años de Comuni-cación Social en el Táchira sirvió no sólo parareunir a los principales grupos y centros de in-vestigación en comunicación, sino para la rea-lización de actividades de gran provecho parala comunidad académica y profesional en elcampo del periodismo y la comunicación, conconferencias y charlas sobre temáticas que ibandesde la producción audiovisual hasta la ética yel quehacer periodístico. Tras un cuarto de sigloy como parte del balance necesario, el actualcoordinador de la carrera, el profesor JorgeMoret, aseguró que los ejes de acción para lospróximos años están claramente definidos: in-vestigación, reforma curricular de pre-grado ycreación de nuevos post-grados.

Los resultados de la conmemoración de estacarrera en la ULA apuntan a pensar que el me-joramiento tanto de esta Escuela, como del restode programas emergentes y consolidados en elpaís, vendrá dado por el establecimiento de con-tactos entre ellas mismas, permitiendo el inter-cambio de conocimientos y la abertura de unabanico de posibilidades en el campo acadé-mico de la comunicación social.

Carlos Arcila C.

lo demostró durante el referendo constitucionalde diciembre pasado, está a la cabeza del des-equilibrio. La finalidad, entonces, no era poten-ciar la televisión de servicio público. Lo impor-tante era silenciar la voz de RCTV y con esa de-terminación enviar un mensaje al conjunto demedios del país.

El gobierno de Hugo Chávez se ha llenadode medios, especialmente televisivos: creó Vive,ANTV, Ávila TV, Telesur, compró lo que eraCMT, colocó a TVES en la señal que ocupabaRCTV, repotenció a VTV y Radio Nacional deVenezuela. ¿Cuál es el resultado efectivo de esteproceso?, hay menos diversidad, menos plura-lidad, pero no ha significado mayores niveles deaudiencia, ni siquiera entre aquellos venezola-nos que comparten el proyecto político boliva-riano. La gente, sencillamente, se ha rebeladoante la imposición mediática gubernamental yha optado, en los distintos estratos socioeconó-micos, por otras alternativas, distintas a la pan-talla roja, rojita. La salida de RCTV de la tele-visión abierta no se debió a razones legales opara encaminarnos a una televisión de calidad.La decisión debe verse en el marco de una es-trategia mayor para consolidar un universo me-diático gubernamental, que si bien no logra ni-veles de audiencia importantes, sí representapérdidas concretas para la pluralidad, para la di-versidad de opciones en la TV de la Venezuelaactual. A todas luces, es un retroceso democrá-tico lo que se vive en la pantalla. Pasamos delcontrol comercial que ejercieron otroraVenevisión y RCTV, a un control gubernamen-tal, con intenciones de hacerse hegemónico.

Finalmente, el caso de RCTV debe llamar-nos la atención en otro aspecto, también men-guante en la vida democrática venezolana. Esun principio universalmente aceptado, la nece-sidad de que haya una justicia independientepara que se garantice la igualdad y se eviten losabusos de quienes ejercen el poder. El procesolegal que ha acompañado a la salida de RCTVde la señal abierta, deja serias dudas sobre nues-tro sistema de justicia. Los distintos recursosque presentó la planta se respondieron, en mu-chas ocasiones, de forma extemporánea por lostribunales incluyendo el Tribunal Supremo deJusticia. La máxima instancia judicial del país,por otro lado, acogió un amparo de personas queintentaban impedir la salida de RCTV, le dieronla vuelta a esos argumentos y los usaron parajustificar el nacimiento de TVES. Una cabriolajurídica inaudita. Entretanto, los equipos deRCTV están en una suerte de préstamo forzoso,sin mecanismos legales para lograr su devolu-ción o bien alcanzar una compensación econó-mica por el uso que la señal de TVES hace delos mismos. Una muy clara señal de cómo fun-ciona la justicia en Venezuela.

Este año, por las razones que hemos men-cionado, y por otras tantas, ha sido un períodode muchos aprendizajes.

Andrés Cañizález

25 años de Comunicación Social en Táchira

Encuentro de Grupos y Centros deInvestigación de la Comunicación

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comunica ción114

L a penetración de Internet en Venezuela havenido ganando terreno en número de usua-

rios y en cantidad de centros de acceso; sin em-bargo, aún es muy baja y apenas abarca 20% dela población.

En esta década ha venido creciendo el nú-mero de usuarios a través de innovaciones en losprogramas de acceso a las tecnologías de la in-formación y la comunicación (TIC), que se tra-ducen en creación de centros de acceso a Internettanto en la red pública como en la proliferaciónde los llamados cibercafés y en mayor cantidadde hogares que tienen el servicio.

Cifras oficiales de la Comisión Nacional deTelecomunicaciones (Conatel) indican que lapenetración de Internet en el año 2000 era ape-nas 3,38% con 820 mil usuarios. Las innovacio-nes de las comunicaciones y el avance, aunquepaulatino, de la banda ancha, fue sumando usua-rios.

El más reciente informe de Conatel registraque entre el primer trimestre de 2007 y el mismoperíodo de 2008 se incorporaron 1 millón 606mil 723 nuevos internautas para un total, hastala fecha, de 5.940.426 usuarios de Internet, loque da cuenta de una penetración de 21,55%.Esto refleja que 22 de cada 100 habitantes utili-zan el servicio en la red.

Autoridades de Cantv sostienen que elavance del programa ABA (Acceso a BandaAncha) y la venta de equipos a precios accesi-bles y deducibles de la tarifa telefónica fija, hafacilitado que mayor cantidad de hogares cuen-ten con el servicio.

Centros de acceso El número de centros de acceso y puntos de

conectividad a Internet también se han ido in-crementando.

Datos de Conatel reflejan que en el año 2000apenas habían 112 centros, y en el primer tri-mestre de 2008 se cuentan 3.148, registrando uncrecimiento de 12,1%, dado que el primer tri-mestre de 2007 habían 2.809. Se crearon 339centros en un año.

La cifra de centros de acceso incluyen todoslos de la red pública como los de Fundabit(Fundación Bolivariana de Informática yTelemática), que es un organismo adscrito alMinisterio de Educación que presta apoyo a lasescuelas proveyendo equipos de computación yservicio de conectividad en la red con los Cbit(Centros Bolivarianos de Informática yTelemática).

También se incluyen los puntos de acceso deIpostel; los Nudetel de la empresas TelecomVenezuela; los Centros de Gestión Parroquial;las bibliotecas virtuales de la gobernación del es-tado Aragua y los infocentros de la FundaciónInfocentro.

Infocentros Los puntos de acceso que se crearon fueron

los infocentros, uno de los primeros programas

que se inició en el 2000. Ahora cuentan con 637locales que funcionan cada uno con 11 compu-tadoras.

La presidenta de la Fundación Infocentro,Nancy Zambrano, manifestó que en principiolos infocentros fueron concebidos como centrosde conectividad gratuita a Internet, pero queahora se han redimensionados y buscan abarcarun radio de acción más amplio en concordanciacon la acción social. Por ello los facilitadores,quienes orientan a los usuarios en el manejo yherramientas de la computación, deben ser de lamisma comunidad.

Zambrano precisó que en el país existen 637infocentros que incluyen 12 megainfocentros(los más grandes); 13 infomóviles, que son ca-miones equipados con 14 computadores perso-nales y se usan en comunidades indígenas de lasmás apartadas y también se han usado –segúnNancy Zambrano–, para llevarlos a las cárceles,de manera que la población penal tenga un acer-camiento a las tecnologías de la información.

La presidenta de la fundación manifestó que“en muchos puntos del país, como en el estadoBolívar y zonas de difícil acceso, la única formade conectividad que tienen esas poblaciones esa través de los infocentros, por ello la única ma-nera de llegarles es con sistema satelital”.

La fundación tiene en proyecto poner en fun-cionamiento las infolanchas, que serán destina-das a las áreas donde las vías de comunicaciónson básicamente fluviales.

También están los infopuntos, que son parauso exclusivo de acceso a Internet, es decir, nose colocan en las comunidades sino en institu-ciones públicas. En el país hay 540 centros deeste tipo.

Persiste la brecha digital Tras la declaración de las Metas del Milenio

en el año 2000, donde intervinieron 189 países,las naciones firmantes –incluida Venezuela– secomprometieron a disminuir las condiciones dedesigualdad y exclusión de la población en di-versos tópicos, como la disminución de la po-breza y el acceso a los avances tecnológicos. Lasmetas deberán cumplirse en el año 2015 o antes.En el aparte ocho de la declaración existe uncompromiso que tendrán que asumir los gobier-nos en colaboración con el sector privado “develar porque se puedan aprovechar los benefi-cios de las nuevas tecnologías de la informacióny la comunicación”. Por otra parte, está el com-promiso de disminuir la Brecha Digital (BD),que tienen los países en desarrollo con los desa-rrollados. El último informe de las NacionesUnidas para el Comercio y el Desarrollo(Unctad) reitera que los países en desarrollo vanmuy a la zaga en la disponibilidad y el uso de lastecnologías de información y comunicación(TIC).

Beatriz CaripaDiario Últimas Noticias 25.05.2008

Acceso a Internet aún es bajo Libros bajo control

E n Venezuela el peligro para los libros esque no los dejen entrar. Según informa-

ción publicada por el diario El Nacional deAlbinson Linares (01-06-2008) los represen-tantes de la Cámara Venezolana del Libro y laCámara Venezolana de Editores aseguran queexiste desabastecimiento en el sector editorial.Analizan aspectos como la demora en la en-trega de divisas y los permisos de no produc-ción en el país, por parte del Ministerio deIndustrias Ligeras y Comercio. Según constaen la Gaceta Oficial Nº 38.882 del pasado 03de marzo, el Ministerio de Industrias Ligeras yComercio (Milco) pasó el ítem de los libros dela lista Nº 1 (aquellos bienes que no requierenmayores certificaciones) a la lista Nº 2, dondese encuentran los artículos que deben recibir lacertificación de insuficiencia o de no produc-ción nacional. Ambas condiciones, asignadaspor el Milco, son necesarias para que Cadiviotorgue a los importadores la autorización paralas divisas.

Los editores consideran que en Venezuela sepodría estar ante una nueva modalidad de cen-sura; mientras que representantes de empresaseditoriales la definen como crisis de coyuntura.Este mercado editorial, bastante arrinconado,pasa por otro revés con esta medida que atentacontra la diversidad cultural y viola conveniosinternacionales suscritos por el país.

“No más dólares de CADIVI”, escribeYoyiana Ahumada en el periódico El Mundo el27 de Mayo de 2008. La nota precisa que el tresde marzo reciente, una nueva medida sorprendeal sector: el requerimiento del Certificado de NoProducción que se traduce en un título que en-trega el Ministerio de Industrias Ligeras, trasuna demostración resumen mediante la cual sepruebe que cada título que se importa no ha sidoproducido en el país. Ante la sorpresa del sec-tor, el ministro William Contreras, saldría alpaso declarando que la cartera que preside de-tectó este año algo anormal en las solicitudesde importación de libros, al punto que ya supe-ran los $1.500 millones. Una cifra histórica quelo lleva a inferir que bajo el rubro de libros seestá importando otra cosa que no son textos. Poresa razón, considera que es imposible otorgar li-bremente el dólar Cadivi a las empresas impor-tadoras de libros. De acuerdo a Yolanda deFernández, presidenta de la Cámara Venezolanadel Libro (Cavelibro), se han enviado al Milco14 comunicaciones desde el día 3 de marzo,cuando se anunció que el libro se excluía de laLista número 1, que comprende los bienes queno requieren certificación de insuficiencia o deno producción nacional, para el otorgamientode divisas por parte de Cadivi.

En Venezuela la libre circulación del libroes Signataria de los Protocolos de Florencia(suscrito el primero de mayo de 1995) y Nairobi(Protocolo del Acuerdo para la importación deobjetos de carácter educativo, científico o cul-tural aprobado por la Conferencia General de laUnesco en 1976), que establecen la libre circu-lación del libro.

Honegger Molina

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La Revista Comunicación del Centro Gu-milla aceptará trabajos en calidad de colabora-ciones para sus secciones de Entrada, Estu-dios, Informaciones y Reseñas de libros, siem-pre y cuando estén referidos al tema de la co-municación y sus diferentes orientaciones, yrepresenten una perspectiva crítica y alternati-va. Es indispensable que los trabajos enviadosse apeguen a lo estipulado en los requisitosaquí expuestos.

El envío de una colaboración no garantizasu publicación. Los trabajos recibidos seránevaluados por el Consejo de Redacción, quiendeterminará si pueden ser publicados. Even-tualmente el Consejo de Redacción realizarásugerencias de cambios a los trabajos que loameriten; sin embargo, quedará a juicio delautor si quiere realizarlos, y si se comprometea entregar el original modificado en el plazoconvenido. El Consejo de Redacción notifica-rá al autor, previo a la publicación, que su tra-bajo ha sido aceptado. Los trabajos para lasección Estudios son arbitrados.

Los materiales enviados deberán ser prefe-riblemente inéditos y en lengua castellana. Sialgún autor envía un trabajo que ya ha apare-cido en otra publicación o que está compro-metido, deberá consignar una autorización quepermita a Comunicación su publicación.

Los materiales podrán ser enviados por co-rreo ordinario o electrónico a las respectivasdirecciones:

Revista ComunicaciónCentro Gumilla. Edificio Centro Valores,

local 2, esquina de la Luneta, Altagracia. Apa-ratado 4838 Caracas 1010-A – Venezuela.

comunicació[email protected]

En caso que el autor utilice el correo ordi-nario, el trabajo deberá ir acompañado de undiskette con el archivo.

Los trabajos deben ser remitidos en Word98 ó 2000 para PC o su compatible en Macin-tosh. La fuente debe ser Times New Roman de12 puntos, y doble espaciado. Los intertítulosdeben ir en negritas y subrayados.

Los trabajos para la sección Entrada ten-drán que oscilar entre 20 mil y 25 mil caracte-res con espacios (13 a 17 cuartillas). Los Es-tudios oscilarán entre 40 mil y 60 mil caracte-res con espacios (27 a 40 cuartillas). Las rese-ñas y las informaciones no deberán pasar de 6mil caracteres con espacios (4 cuartillas).

Las entradas deben venir acompañadas deun sumario no mayor a 70 palabras. Los estu-dios deben tener un resumen que oscile entrelas 100 y 120 palabras; y en la medida de loposible su traducción al inglés (Abstract). Tam-bién es conveniente que tanto en las entradascomo en los estudios señale el autor un máxi-

mo de seis palabras claves, a los efectos de suregistro en la base de datos de la publicación.

No será permitido el uso del subrayado co-mo técnica para resaltar una información den-tro de los textos. Para tales efectos se sugiereel uso de las cursivas. Asimismo, tampoco seaceptará el uso de las negritas para resaltarnombres, marcas, títulos de obras, entre otros.

Las notas y las referencias bibliográficasdeben ubicarse al final del texto. No se acep-tarán notas al pie de página. La bibliografíadebe presentarse, lo más breve posible, deacuerdo al siguiente sistema:

• Para libros con un sólo autor:Apellido en mayúsculas, nombre en altas ybajas (año): título en cursivas. Ciudad: Ca-sa editora.EjemploDÁVALOS, Lorenzo (1992): Cultura y fi-lantropía empresarial. Caracas: EdicionesIESA

• Para libros con dos autores:Apellido del primer autor en mayúsculas,nombre del primer autor en altas y bajas yApellido del segundo autor en mayúsculas,nombre del segundo autor en altas y bajas(año): título en cursivas. Ciudad: Casa edi-toraEjemploMONCLÚS, Antonio y SABÁN Carmen(1997): La escuela global. Madrid: Fondo deCultura Económica / Ediciones UNESCO.

• Para colaboraciones en librosApellido en mayúsculas, nombre en altas ybajas (año) “título del trabajo entre comi-llas”. En: Nombre y apellido del autor en al-tas y bajas: título del libro en cursivas. Ciu-dad: Casa Editora. Páginas.EjemploGARCÍA CANCLINI, Néstor (1999): “ElConsumo cultural: una propuesta teórica”.En: Guillermo Sunkel (coordinador): El con-sumo cultural en América latina. Santafé deBogotá: Convenio Andrés Bello. pp 26-47

• Para artículos en revistasApellido en mayúsculas, nombre en altas ybajas (año): “título del trabajo entre comi-llas”. En: Título de la revista en cursivas,volumen y número (en caso de tener am-bos), páginas.

EjemploGONZÁLEZ DE PACHECO, Rosa Amelia(2000): “Entre el Estado y el mercado: elsector sin fines de lucro”. En Debates IESA,Vol. 5, Nº 4, pp. 47-51.

Requisitos para el envío de colaboracionescomunica ción

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N o tengo nada contra algún oficio o profesión, salvo el inter-cambio de funciones, de unos por otros, que por la confusión

que generan, no dejarán de acarrear males en las gentes. Claro, unmatiz de esto, hecho con inteligencia, nos dará estupendos textos decomedia de las equivocaciones (un tal Moliere y su médico a palos,un tal Shakespeare en no pocos momentos de su obra). Pero otromatiz de esto, hecho con motivos inconfesables, nos darán a un ve-terinario como ministro de cultura.

¿Pero de qué nos alarmamos? Jorge Luis Borges fue sacado de laBiblioteca donde trabajaba con el encargo de ser inspector de mer-cados, pollos y verduras, durante el gobierno de Juan DomingoPerón. Que un veterinario teorice sobre el hombre nuevo como “eltriunfo del colectivismo sobre el individualismo” nos va dando pis-tas de que su visión de la revolución avanza entre lo bucólico y losilvestre: nada mal, considerando que la culpa es de la vaca.

¿De qué nos alarmamos? Joaquín Crespo, el Taita tenía a TelmoRomero, curandero, como director de un hospital psiquiátrico. En1894 se rumoró que lo designaría rector de la Universidad deCaracas y quizás hubiese sido así, si en su decisión no se hubiera in-terpuesto su deceso. Que tengamos casta de improvisados, que nues-tras historias de la administración pública estén llenas de “curiosos”,antes que de especialistas, pues eso, insisto, no entraña novedad. ¿Ledice algo a los médicos, que el ministro de salud es un militar, ni si-quiera un médico asimilado?

Lo que sí parece novedoso –o por lo menos ya parecía algo olvi-dado– es la práctica de la igualación por debajo, la de quebrar la dig-nidad profesional, la de colectivizar el interés y el premio, la de vol-verlo todo masa. Es como si en esta guerra de cuarta generación, secambia la muerte física por muerte moral, pero a una escala que tienedimensiones de limpieza étnica, aunque simbólica. El nuevo titulardel Ministerio de Cultura es episódico, en este contexto: una mues-tra más del desprecio que esta administración profesa con fervor, poreste sector de la vida nacional, sólo parangonable con el desprecioque este gobierno tiene por la vida en todas sus manifestaciones.

De allí que las palabras del maestro Fernando Gómez, en la ce-lebración del día nacional del teatro, el pasado sábado 28 de junio,tengan tanta resonancia. Las transcribo en su materialidad y les cedoespacio –y con ellas los dejaré– no sin antes señalarles que esta horanacional es la hora de quieres intenten reconstruir la institucionali-dad, deshecha por tanta barbarie, y los gremios tienen mucho quehacer en este cometido. Lo que pasó con el Colegio Nacional dePeriodistas tiene que ser una clarinada para los demás gremios deeste país, y muy especialmente para el sector cultura, adormecido,adocenado y mancillado por un gobierno que se ha cansado de nom-brar comisarios políticos para sojuzgar la libre creación, que ha in-vertido ingentes recursos en producir un realismo propio con el cualinstaurar el mal gusto como política estética; que ha negado la vo-cación de modernidad del arte venezolano en todas sus manifesta-ciones, y ha establecido el atavismo, la revisión –y reescritura– dela historia como modus operandi de una operación mafiosa a granescala. No sólo es El ascenso prescindible de Arturo Ui (Brecht) esque ha habido Rebelión en la granja (Orwell) y mandan los cerdos.Algo tienen que hacer los hombres y mujeres de los museos, los tea-tros y las bibliotecas por recuperar su dignidad. Y ese algo pasa porreivindicar su derecho a la organización sindical y gremial, concul-cado por las prácticas del anterior ministro, el arquitecto, y mal de-fendido por un grupo de funcionarios que creyó en la cogestión, quequizás haya sido sorprendido en su buena fe, pero como dice la con-seja, “quien inocentemente peca, inocentemente se condena”. Horade buscar representantes que tengan más habilidad política y mássentido del honor.

Los dejo con las sabias palabras del maestro Fernando Gómez.

La lección de Fernando Gómez a propósito del

Discurso del maestro Fernando Gómez,Premio Nacional deTeatro 1987, con motivo de la entrega de la primera edicióndel premio de la Fundación Fernando Gómez el día sábado, 28de Junio de 2008, Día Nacional del Teatro.

“Señoras y señores. Jóvenes todos. Estamos celebrando hoy,el anual día nacional del teatro venezolano. Se me ha enco-mendado, muy deferentemente, aprovechar este sagrado mo-mento, para hacer entrega de los dos premios que la FundaciónFernando Gómez ha concedido en esta, su ocasión inicial. El ve-redicto rendido por la junta directiva asignó dicho galardón enforma dual a las eminentes figuras de nuestro quehacer escé-nico, Kiddio España y Gonzalo J. Camacho. Los enormes méri-tos de ambos, serán dictados en la exposición de motivos quecon la lectura del veredicto se darán a conocer.

Me cabe el privilegio,por mis años,de haber convivido desde1940 las dos interesantes etapas de nuestra historia teatral hastalos días actuales, alcanzando la innegable conclusión que nosmuestra la evidencia del progreso alcanzado,aunque ciertas ca-rencias persisten. Para hoy, existe un público multitudinario,pero carencial en cierto sentido. Se han creado numerosos gru-pos de carácter institucional, algunos excelentes; salas nuevas,aunque la necesidad de un mayor número persiste; apariciónde magníficos directores y productores de probada calidad yvalidez.Las escuelas,donde impartir un buen conocimiento teó-rico y mejor implemento ético de la profesión. Producción debuenos espectáculos, aunque en determinados casos prepon-dera la degeneración comercial, lo cual induce, por reflejo con-dicionado, a la prepotencia del factor material por sobre lo ar-tístico.Esto,con la inevitable consecuencia,de fomentar una cri-sis en aquella hermosa mística de los viejos tiempos. Un mues-trario específico lo constituyen ciertos casos que han exhibidototal y reciente resonancia negativa en el ambiente.

Con todo, siempre disfrutamos el goce que nos proporcionaesa agradable concurrencia de seres que puestos de acuerdo,intervienen en la hermosa aventura de crear ese mundo que pu-lula dentro de un recinto al que potencialmente se le ha supri-mido su cuarta pared.

Ahora bien, Señoras y Señores. Jóvenes todos.Los incontables incidentes políticos ocurridos durante estos

últimos diez años de nuestra historia,de nuestras vidas,de nues-tros destinos,deben y tienen que constituir un constante acicatepara recordar y reconstruir, a cada instante, todas y cada una delas insensateces y baladronadas que este régimen nos ha endil-

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nuevo ministro de la cultura

gado. Desde el ya famoso “Por ahora”, pasando por los “MeaCulpa” con manipulación de crucifijos, llegando al maligno yanarquizante decreto recientemente firmado, publicado enGaceta Oficial y luego revocado por circunstancias super co-nocidas. Las teatrales rectificaciones falsas; el asalto voraz,desmedido y hamponil a los dineros del pueblo; el despreciopor la salud y seguridad pública, abandonado el pueblo a supropio dolor y temor; la rebatiña con el tesoro nacional a losmúltiples escogidos postores, entre otras tantas, de igual opeor calaña, son las que debemos mantener siempre en la me-moria, sin olvidarlas jamás.

Al mismo tiempo, en lo que respecta al movimiento en-causado en los que manejan la oposición: es imperativo aban-donar las ambigüedades, las ligerezas, el personalismo, el ego-ísmo, el triunfalismo a ultranza y demás nimiedades. Hay queeliminar ese pasivo estado contemplativo expectante queconstituye un suicidio colectivo. Ha llegado el momento dellamar las cosas por sus propios nombres y apellidos. Esa apo-lillada exhuberancia de escrúpulos, agarrota. Los consideran-dos melindrosos tipo “No es el momento adecuado”, “No esel propósito de esta reunión”, “Se debe emplear el lenguajeanalítico necesario”, paralizan y, en cierta medida, le traducenal gobierno que la táctica impositiva del miedo y el terror, me-diante la amenaza de las bayonetas, ha surtido buen efecto.

Por eso, y por otras consideraciones, sin mancillar los no-bles moldes de la decencia, voy a tratar, en la medida de misposibilidades, de evidenciar lo que está ocurriendo en contrade nuestra cultura, en contra de nuestro teatro, contra todaslas artes, contra todos los hombres y mujeres que gestan y lu-chan en ellos, contra nuestra Venezuela, en fin, víctimas todosde los constantes golpes salvajes de autoridad.

Bien sabemos que históricamente el proceso cultural ennuestro país nunca ha sido estructurado y conducido en formasistemática y especialmente concebido por parte de todos losgobiernos.Esta es una innegable realidad.Pero también es unainnegable realidad, el que nunca, jamás, ningún gobierno delpasado, ha esgrimido esa amenazante y criminal espada deDamocles, tan retrógada,como la que actualmente se esgrimeen contra de la cultura.

Por eso, considero mi deber como hombre de teatro, co-mo ser pensante y ejecutante, respaldado y autorizado pormis 92 años, el exigir y reiterar, especialmente a los jóvenes,y a toda Venezuela, el no cejar ni ceder ni conceder ningúnatisbo de credibilidad a este ente político, que cuando ensa-

ya cualquiera de sus rectificaciones a sus múltiples e incon-tables crasos errores, sólo lo hace en persecución de ganar eltiempo que necesita para continuar maniobrando en sus si-niestros propósitos, conduciéndonos al abismo con su cantode sirenas.

Este homenaje que hoy estamos rindiendo a nuestro amadoteatro en su día nacional, es una respuesta concreta con lo quesentimos, ya que estamos totalmente convencidos, con el res-paldo de todos los que me oyen, que el teatro constituye elcentro de convergencia de todas las demás manifestacionesartísticas de la cultura: la literatura, con sus geniales cultoresde la infinita dramaturgia; las artes plásticas, con sus notablesrealizadores escenográficos y vestuaristas; la música, con sutotal e imprescindible apoyo;el ballet, la danza, la ópera, todosobvios en su mención, tienen y tendrán,por siempre, sede pro-pia, en el proscenio de un teatro.

Por consiguiente, todos los riesgos que cualquiera de esasinclinaciones culturales sufra, ha de sufrirlas el teatro, al que,en su día, debemos ofrendarle su defensa y protección, en to-do momento, contra cualquier agresión o ataque, porque,debo repetirlo, cuando la cultura de los pueblos es mancilla-da o maltratada, consecuencialmente el teatro es la primeravíctima. Harto sabido es que la cultura es el alimento espiri-tual de los pueblos. Entonces, nada más adecuado es que esealimento sea suprimido por este movimiento político ham-breador”.

Una buena nueva nos enteró hace pocos días de la remo-ción de su cargo al ministro de cultura. Buena por el hecho ensí, pero desasistida de mayor optimismo por nuestra opinión.Inicialmente habíamos planificado exigir al nuevo titular ade-cuarse a las aspiraciones que mantenemos los que soñamoscon la aplicación de prácticas democráticas en su despliegueministerial. Pero el gozo se nos fue al pozo. Las declaracionesrendidas en su oportunidad, como lo transcribe el diario ElNacional, de fecha 20 de Junio del presente año, son total-mente decepcionantes.La jerigonza repetitiva del decálogo re-volucionario socialista no se hizo esperar. Entre otras la si-guiente: “El rumbo socialista supone que el pueblo tome elpoder y que haga un trabajo donde el colectivismo se impongasobre el individualismo”.

Para el criterio revolucionario concluimos en que el “co-lectivo” estaría representado por ellos y el “individualismo”por nosotros.

Carlos Delgado Flores

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comunica ción118

E l 28 de marzo se celebró en la sede dela Universidad Monteávila (UMA) el

primer Encuentro de la región Centro-Oriental de InveCom, asociación de inves-tigadores de la comunicación fundada enmayo de 2007.

InveCom es “una organización sin finesde lucro, independiente, nacional, de carác-ter científico y transdisciplinario, queagrupa a personas dedicadas a la investiga-ción científica en el área de comunicación enVenezuela” (InveCom, 2007). Como asocia-ción de reciente creación, aún está en vías dedefinición a partir de los aportes de susmiembros. Sin embargo, se propone desdesu constitución como un espacio académico,inclusivo y plural.

Reconoce que su fortaleza está en la di-versidad de enfoques y que su médula es laactividad de investigación, que debe ser ne-cesariamente de carácter comunitario, puesla verdad se descubre en el seno de prácti-cas sociales, e independiente de ideologíase instancias de poder. Comprende la inves-tigación como un servicio, y así plantea en-tre sus objetivos “Fomentar la investigaciónorientada hacia los cambios que el ciudada-no demanda en sus procesos de comunica-ción, con especial énfasis en fundamentos yvalores ético-democráticos que fortalezcanla cultura democrática” (InveCom, 2007).

Surge por motivación de investigadoresresidentes en Caracas y Maracaibo, quienessentían la necesidad de contar con un ám-bito de interrelación, intercambio de expe-riencias y formación de redes, que ayude aconsolidar la investigación en comunica-ción que se hace en el país, a la vez que or-ganice la representación de los investigado-res venezolanos en foros internacionalesque así lo requieran.

Nace con un compromiso especial conla formación de nuevos investigadores, ba-jo la comprensión de que la investigaciónrequiere de maestros y discípulos que for-men escuela, en la que fructifiquen los es-fuerzos por entender cada vez más el al-cance y los temas de la disciplina.

Establece tres modalidades de afiliación:eméritos, que son investigadores con tra-yectoria consolidada; asociados, investiga-dores activos que coordinan o co-participanen proyectos de investigación; y candida-tos, definidos como investigadores en for-

mación, grupo que está integrado principal-mente por alumnos de programas de post-grado.

El compromiso de InveCom con investi-gadores nóveles se ilustra con la actual con-formación de la asociación. Pertenecen a laasociación 13 investigadores activos y 37candidatos. Son investigadores eméritosAna Irene Méndez, Emperatriz Arreaza,Elda Morales y Eleazar Díaz Rangel.

El I Encuentro de la región Centro-Oriental fue convocado por la coordinaciónde la asociación en la región, conformadapor Andrés Cañizalez (UCAB), MarielaTorrealba (UCV) y María Eugenia de Arias(UMA). Tuvo como finalidad presentarInveCom y propiciar el establecimiento derelaciones entre los miembros actuales ypotenciales de la organización. Contó conla asistencia de 27 investigadores, prove-nientes del Centro Gumilla, del Centro deInvestigación de la Comunicación y de lospostgrados en comunicación de la Uni-versidad Católica Andrés Bello, del Ininco,de la Escuela de Comunicación Social de laUniversidad Central de Venezuela, y de laEscuela de Comunicación Social y de lospostgrados en comunicación de laUniversidad Monteávila.

En la primera conferencia, la presidentade InveCom, María Isabel Neüman, ofrecióun recorrido histórico por la investigaciónde la comunicación en Venezuela, en el quepresentó como una constante el interés delos investigadores por constituir redes y lanecesidad de consolidar espacios para el in-tercambio de información.

Luego, el vicepresidente de la asocia-ción, Ángel Páez, hizo la presentación deInveCom, en la que dio cuenta de los finesy proyectos de la asociación. Explicó losservicios con los que cuentan sus miem-bros, entre ellos la posibilidad de relacio-narse e inscribirse en la AsociaciónLatinoamericana de Investigadores de laComunicación (ALAIC); la divulgación desus proyectos de investigación, con el fin deconstituir grupos y dar visibilidad a pro-yectos para la búsqueda de financiamiento;y la recopilación de proyectos e investiga-dores en un directorio, que ya está disponi-ble en versión impresa y que próximamen-te se podrá consultar desde el portal de laasociación www.invecom.org.

Con el ánimo de presentar ámbitos deposible integración de grupos de trabajo,Andrés Cañizalez y Carlos Arcila presenta-ron los resultados de un estudio sobreMedios y Democracia, coordinado por elCentro de Investigación de la Comunicaciónde la Universidad Católica Andrés Bello, yen el que participaron investigadores de laUniversidad de Los Andes; la UniversidadBicentenaria de Aragua; la Universidad deYacambú; la Universidad Santa María, nú-cleo Puerto La Cruz; y la UniversidadCatólica Andrés Bello, núcleo CiudadGuayana.

Finalmente, María Eugenia de Arias pre-sentó las líneas de trabajo de los dos progra-mas de postgrado en comunicación de laUniversidad Monteávila, que iniciaron acti-vidades en octubre pasado: la Espe-cialización en Comunicación Organizacionaly la Especialización en Periodismo Digital.Recalcó la disposición a establecer redes detrabajo con otras universidades, pues hayofertas complementarias en el campo de lacomunicación en las organizaciones, y es-fuerzos de investigación importantes en elárea de las tecnologías de comunicación e in-formación en varias universidades.

En la jornada vespertina, se desarrolló unconversatorio sobre Periodismo Digital, or-ganizado por la Especialización enPeriodismo Digital de la UniversidadMonteávila. Al coloquio asistieron 17 inves-tigadores, quienes intercambiaron opinionessobre los modos de consolidar esa línea de in-vestigación. Las presentaciones de MaríaIsabel Neümann y Caroline de Oteyza sirvie-ron de marco a las reflexiones sobre el tema.Se destacó la necesidad de que los investiga-dores aprovechen los mecanismos que exis-ten para la institucionalización de su activi-dad, como el Programa de Promoción alInvestigador y las fuentes de financiamientoque ofrecen instituciones públicas y privadas.Asimismo, se vio la oportunidad de impulsarel Portal RECOM, proyecto coordinado porel Centro de Investigación de laComunicación de la UCAB, y que puedeconstituirse en una herramienta de gran im-pacto para compartir la información disponi-ble en el país en materia de comunicación, in-formación y cultura.

Carlos Arcila C.

I Encuentro de la regióncentro-oriental de InveCom

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La serie Quehacer comunitario

sintetiza las experiencias que el

Centro Gumilla ha realizado con

las comunidades dentro del

proyecto “Fortalecimiento de

Sectores de alto riesgo social

en Venezuela”.

El proyecto de la serie llevado

adelante por el Centro de

Barrios Comúnitas incluye

los títulos:

1.El contexto comunitario2.La familia en el contexto popular3.El desarrollo de la Economía

Social4.Marco jurídico de la participación

comunitaria5.Los grupos comunitarios

organizados6.Ética y participación comunitaria

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