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14 LA REVISTA AGRARIA / 178 EDICIÓN ESPECIAL considerarse como una amenaza o un problema de por sí, sino más  bien como un a herrami enta de polí- tica que es necesario saber manejar. En tanto se cuente con políticas bien  pens adas q ue apu nten a u n adecu a- do equilibrio entre la promoción de la oferta interna y la satisfacción de la demanda, la importación de alimentos puede ser un elemento  posi tivo que cont ribu ya a la segu - ridad alimentaria. Sin embargo, en ausencia de reglas y mecanismos trasparentes y equitativos, la en- trada irrestricta y desordenada de importaciones resulta un factor negativo que distorsiona mercados y perjudica la producción nacional, Cuando se habla del comercio inter- nacional de alimentos, lo primero que hay que reconocer es que se está ante un fenómeno de dimensiones colosales que, de la mano de la globalización, ha venido creciendo en forma exponen- cial. Así, en 2013, la exportación de alimentos en el mundo se aproximó a los USD 1’500,000 millones, lo que equivale a más de USD 200 por cada uno de los 7,000 millones de habitantes del planeta 2 . En el caso del Perú, esta expansión global también se ha reejado en su comercio exterior, con las impor- taciones de alimentos quintuplicando su valor entre 2000 y 2013. En consecuencia, las importaciones han alcanzado un peso considerable en nuestra canasta alimentaria, tanto mediante el consumo directo como el indirecto, en la forma de insumos para la  pr od uc ci ón de al im en to s ( co mo el ma íz amarillo duro para el sector avícola). Somos un país en donde casi un tercio de los cereales, cerca de la mitad de las leguminosas y más del 50 % de las grasas y aceites que consumimos provienen del exterior  3 . Estas cifras, que expresan con claridad nuestra dependencia de los alimentos importados, nos plantean la ne- cesidad de establecer políticas de Estado en los ámbitos relevantes (alimentario, agrario y comercial), que reconozcan y encaren esta situación con realismo y amplitud de criterio. Las políticas solo favorecen al importador de alimentos Es importante señalar que la importación de alimentos no puede Las políticas gubernamentales siguen favoreciendo a los importadores de alimento s y perjudicando a los pequeños productores. Comercio internacional y seguridad alimentaria: El Perú aún busca el equilibrio  Armando Men doza Nava 1

Comercio internacional y seguridad alimentaria: El Perú aún busca el equilibrio

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14 LA REVISTA AGRARIA / 178

EDICIÓN ESPECIAL

considerarse como una amenaza oun problema de por sí, sino más

bien como una herramienta de polí-tica que es necesario saber manejar.En tanto se cuente con políticas bien

pensadas que apunten a un adecua-

do equilibrio entre la promoción dela oferta interna y la satisfacciónde la demanda, la importación de

alimentos puede ser un elemento positivo que contribuya a la segu-ridad alimentaria. Sin embargo, enausencia de reglas y mecanismostrasparentes y equitativos, la en-trada irrestricta y desordenada de

importaciones resulta un factornegativo que distorsiona mercadosy perjudica la producción nacional,

Cuando se habla del comercio inter-nacional de alimentos, lo primero quehay que reconocer es que se está anteun fenómeno de dimensiones colosalesque, de la mano de la globalización, havenido creciendo en forma exponen-

cial. Así, en 2013, la exportación dealimentos en el mundo se aproximóa los USD 1’500,000 millones, lo queequivale a más de USD 200 por cadauno de los 7,000 millones de habitantesdel planeta 2. En el caso del Perú, estaexpansión global también se ha re ejadoen su comercio exterior, con las impor-taciones de alimentos quintuplicando suvalor entre 2000 y 2013.

En consecuencia, las importaciones

han alcanzado un peso considerableen nuestra canasta alimentaria, tantomediante el consumo directo como elindirecto, en la forma de insumos para la

producción de alimentos (como el maízamarillo duro para el sector avícola).Somos un país en donde casi un terciode los cereales, cerca de la mitad de lasleguminosas y más del 50 % de las grasasy aceites que consumimos provienendel exterior 3. Estas cifras, que expresan

con claridad nuestra dependencia de losalimentos importados, nos plantean la ne-cesidad de establecer políticas de Estadoen los ámbitos relevantes (alimentario,agrario y comercial), que reconozcan yencaren esta situación con realismo yamplitud de criterio.

Las políticas solo favorecen alimportador de alimentos

Es importante señalar que laimportación de alimentos no puede

Las políticas gubernamentales siguen favoreciendo a los importadores de alimentosy perjudicando a los pequeños productores.

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seguridad alimentaria:El Perú aún busca el equilibrio Armando Mendoza Nava 1

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15OCTUBRE de 2015

EDICIÓN ESPECIAL

situación que se ha venido experi-mentando en el Perú, con sectoresconsiderables del agro nacionalgolpeados por la competenciadesleal de importaciones baratasy por la indiferencia de un Estado

que se limita a considerarlas comodaño colateral de los acuerdos co-merciales 4.

Lamentablemente, nuestra políticacomercial se ha visto supeditada auna visión sesgada que ha impulsa-do la apertura extrema de nuestrosmercados sin dudas ni murmuracio-nes y con escasa preocupación porlos costos económicos y sociales.Desde esa visión, los intereses del

consumidor y del productor nacionalhan sido opacados por los interesesdel importador de alimentos, que ha

sido el gran benefciario de la políticacomercial desarrollada a lo largo dela última década. Esta política gu-

bernamental ha quedado evidenciadacon la frma de múltiples acuerdos,como el tratado de libre comercio

(TLC) con EE. UU., cuyas implican-cias negativas para el sector agrario —en particular, para la agriculturafamiliar y la producción interna dealimentos— fueron señaladas en sumomento, pero no se tradujeron enuna posición nacional más frme 5.

Los mercados de alimentos noson transparentes

A la fecha, la desregulación en

la importación de alimentos no hasignificado un abaratamiento denuestra canasta alimentaria. Por elcontrario, recordemos la controversia

—a mediados del presente año— entreel gobierno, los importadores y los

productores agropecuarios alrededorde la rebaja de la franja de preciosagrícolas —rebaja que no se tradujoen una reducción de precios de losalimentos—. Esta controversia re eja

cómo los mercados de alimentos aúnestán lejos de ser transparentes y

uidos, y cómo la apertura comercialse ha transformado en un arma dedoble flo que amenaza el bienestarde la agricultura familiar y, por ende,nuestra seguridad alimentaria.

Y es que la seguridad alimenta-ria está fuertemente enlazada a lasuerte de la agricultura familiar,representada por los pequeños pro-

ductores que en el Perú manejan el90 % de las unidades agropecuariasy que son responsables de producirmás de dos tercios de los alimentosque consumimos los peruanos. 6 Sinembargo, este sector de la pequeñaagricultura, que juega un rol claveno solo para la producción de ali-mentos, sino también en cualquiervisión coherente de desarrolloeconómico y social, ha sido elsacrificado en las negociaciones

comerciales y el relegado en las polí ticas agrarias.

Ello no debería ser así. La aperturaen el comercio de alimentos puede serun elemento positivo para el balanceentre la oferta y la demanda interna,

y, bien administrada, contribuir a promover la agricultura familiar y for-talecer la seguridad alimentaria. Pero

para ello necesitamos reconstruir unavisión del desarrollo que reconozcay reafrme la importancia del agronacional y reconozca las carencias ylimitaciones de las políticas estatalescon respecto a este sector.

La concentración monopólica yoligopólica de la oferta de alimentos,

el retroceso de la producción nacionalfrente a la competencia deslealde importaciones baratas, la poca

protección frente a la volatilidad de precios, el cambio de los hábitos deconsumo y su direccionamiento hacialo importado, o la postergación de laagricultura familiar en las políticassectoriales, son problemas que tienenque ser abordados. Hasta el presenteno ha sido así, y continuamos siendo

un país que sigue en la búsquedade un equilibrio entre abrir nuestraagricultura al mundo y la justa

promoción de la agricultura familiary la seguridad alimentaria.

Notas1 Máster en economía internacional.2 Organización Mundial del Comercio

(2015) . Estadís t icas del comerciointernacional 2014 . Ginebra, OMC.

3 Ministerio de Agricultura y Riego

(2013). Estrategia Nacional de SeguridadAlimentaria y Nutricional (2013-2021) .

Lima, Minag.4 La República (2015). «Importación de

alimentos se debe a que teníamos que abrirnuestro mercado».

Disponible en <http://bit.ly/1NYCVcd>.5 «¿Cómo el tratado de libre comercio (TLC)

entre Estados Unidos y el Perú afectará a lamayoría de los productores agropecuarios

peruanos?». <http://bit.ly/1jELUCB>.6 Andina (2012). «Pequeña producción

agrícola aporta 70 % de alimentos queconsumen familias peruanas».<http://bit.ly/1NrVVg1>.

Los importadores dealimentos han sidolos grandes benef -ciarios de la políti-ca comercial de los

gobiernos de turno. Además, el tratadode libre comercio(TLC) con EE. UU.ha tenido implican-cias negativas parala agricultura fa-miliar.