2
Comunicación Humana Julio Cesar Carrillo Zapata El signo y los signos Lic. Yamilet Flores Villa 28 de Marzo de 2014 Dentro de los signos producidos por el hombre, hay unos de naturaleza oral: los signos lingüísticos. Estos signos, son primarios porque su función principal es establecer la comunicación. Los más conocidos son las palabras. Teoría del signo lingüístico. Desarrollada por Ferdinand de Saussure, quien lo concibió como la asociación de una imagen acústica o significante y una imagen mental o significado. En el signo están unidas dos partes, una acústica, perceptible por los sentidos, y una mental, que es evocada por la anterior. Significante y significado están indudablemente unidos en el signo. En nuestra propia lengua emitimos y escuchamos signos completos: unidades compuestas de significante y significado. Cuando desconocemos el idioma, percibimos sólo el significante (sonidos o fonemas) pero no llegaremos a evocar el significado. Se considera que el signo lingüístico es arbitrario porque entre éste y la realidad a laque hace referencia no hay relación natural. No hay razón para que a determinado animal se le llame de una manera y no de otra: el hecho de que se le nombre así es una simple convención de determinada sociedad que usa una lengua específica. La arbitrariedad pone a la lengua al abrigo de toda tentativa de que pueda modificarse. Pero como el signo es convencional, lo aceptamos sin más, por pertenecer a determinada tradición lingüística y porque todos los individuos de esa tradición lo han aceptado. Las onomatopeyas tienen cierta relación con la cosa o el fenómeno que las designan. Son la imitación convencional de ciertos sonidos, imitación que hacemos de acuerdo con las costumbres lingüísticas propias de nuestra lengua. La onomatopeya mantiene el principio de la arbitrariedad.

Comunicación 2

Embed Size (px)

DESCRIPTION

Comunicación 2

Citation preview

Page 1: Comunicación 2

Comunicación Humana

Julio Cesar Carrillo Zapata

El signo y los signos

Lic. Yamilet Flores Villa

28 de Marzo de 2014

Dentro de los signos producidos por el hombre, hay unos de naturaleza oral: los signos

lingüísticos. Estos signos, son primarios porque su función principal es establecer la

comunicación. Los más conocidos son las palabras.

Teoría del signo lingüístico. Desarrollada por Ferdinand de Saussure, quien lo concibió como

la asociación de una imagen acústica o significante y una imagen mental o significado. En el

signo están unidas dos partes, una acústica, perceptible por los sentidos, y una mental, que

es evocada por la anterior.

Significante y significado están indudablemente unidos en el signo. En nuestra propia lengua

emitimos y escuchamos signos completos: unidades compuestas de significante y

significado. Cuando desconocemos el idioma, percibimos sólo el significante (sonidos o

fonemas) pero no llegaremos a evocar el significado.

Se considera que el signo lingüístico es arbitrario porque entre éste y la realidad a laque

hace referencia no hay relación natural. No hay razón para que a determinado animal se le

llame de una manera y no de otra: el hecho de que se le nombre así es una simple

convención de determinada sociedad que usa una lengua específica.

La arbitrariedad pone a la lengua al abrigo de toda tentativa de que pueda modificarse. Pero

como el signo es convencional, lo aceptamos sin más, por pertenecer a determinada

tradición lingüística y porque todos los individuos de esa tradición lo han aceptado.

Las onomatopeyas tienen cierta relación con la cosa o el fenómeno que las designan. Son la

imitación convencional de ciertos sonidos, imitación que hacemos de acuerdo con las

costumbres lingüísticas propias de nuestra lengua. La onomatopeya mantiene el principio de

la arbitrariedad.

Page 2: Comunicación 2

En el fenómeno llamado derivación, una palabra determinada deriva de otros componentes

menores, aparece en otras lenguas.

En los signos derivados, aunque se puede hablar de motivación, ésta es de otro tipo: es una

motivación producida por las posibilidades de combinación de elementos de la lengua o

motivación secundaria, en términos de Saussure, y no por la realidad a la que hacen

referencia los signos.

En algunos casos se ha querido buscar motivación a ciertas palabras mediante

interpretaciones etimológicas que no corresponden al verdadero origen de los términos. Este

fenómeno, llamado etimología popular, es una muestra más de la actitud de los hablantes en

su búsqueda de una motivación en los signos.

En la etimología popular se explica la necesidad de buscar motivación para los signos, pero

no contradice el principio básico de la inmotivación, ya que, en último caso, los componentes

de las palabras siguen siendo inmotivados.